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Crepúsculo A GIL F . SANCHEZ AL la tarde . Desde mi balcón contemplo el cielo cubierto de nubes de un color azul diluido, y el mar transparente y sereno, semejando una gran placa de vidrio esme- rilado, sembrado aquí y allí de islas de formas más ó menos caprichosas, cubier-. tas todas de exhuberante vegetación tropical . En las más próximas, blancas casitas situadas en .su falda, semejan. albos sueños que buscaran abrigo bajo el ala inmensa de la Quimera. Cerca de ellas, balanceándose muy suavemente, los grandes vapores—enormes cachalotes d e entrañas de fuego,—dejan escapar con lentitud pardas columnas de humo de sus chimeneas. Ancha. , franja color naranja ciñe el horizonte . Ha rato ya que el .sol reclinó su cabeza de un amarillo furioso en el lecho del mar . No se mueven. siquiera las hojas de los árboles ; el viento duerme, y han cesado por un momento todos los ruidos de la tierra . Las aves—sibaritas del espacio— se agrupan en los techos y en las ramas, cambiando incesantemente, sin ruido, de sitio, como bus- cando el mejor acomodo para pasar la noche dulcemente. ' Una draga, .semejante á un monstruo marino de negra cabeza chata, se desliza sobre la su- perficie líquida sin apresuramiento, como con cansancio, mostrando el hastío de una existencia va- na de afán incesante uno y otro día. He cerrado para contemplar esta caída de la tarde el libro que leía—los cuentos de Mendés que ahora, arrojado sobre una .silla, semeja mientras crece la sombra, con sus letras rojas de for- mas excéntricas, grupo confuso de arlequines haciendo cabriolas y dándose unos á otros papirota-- zos en la nariz. La franja de color anaranjado va disminuyendo cada vez más . Ya es tan solo un del- gado hilillo de oro, roto en varias partes . Se espesan las sombras, y á su amparo, una pequeña embarcación con sus velas latinas casi caídas, aguarda,—garza melancólica—los vientos de la noche que la arrastren mar afuera. Poco á poco aparecen aquí y allí pequeños puntos luminosos que parpadean, que parecen apagarse para encenderse de nuevo en el instante : son las luces de las casas de la isla y los vapores. A lo lejos una campana solloza el ANGELUs, y sus sonidos lentos parecen una despedida al dia que agoniza. _ Cerca, en la esquina de la calle, bajo un gran foco de luz--enorme ojo radioso de un gigan= te invisible—que .se enciende, un saboyano canta en su organillo romanzas lloronas t/ ue me traen reminiscencias de las aldeas de la campiña napolitana, en noches de verano, cuando todo es alegría bajo ese hermoso cielo de Italia. Oyendo las sonatas me distraigo, y cuando vuelvo los ojos al mar, veo que la oscuridad reina sobre todo . Las islas no son más que informes masas sombrías ; y en el cielo, como lentejuelas de plata en negro manto de crespón chinesco, titilan las primeras estrellas . Empiezan á escucharse ruidos sordos, músicas y charloteos . La vida bulle en un ambiente de voluptuosidad creciente . Y en tanto, allá, sobre el mar una luz que se mueve, que avanza, que se aleja hasta perderse . Es un buque a vapor que navega—hácia dón Zet--perdido en las tiniet la .s de la moche que ha cerrado por completo . aurelio ~áximo .

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AÑO1° Panamá,5 de Marzo de1904.NUM. 4

Crepúsculo

A GIL F . SANCHEZ

AL la tarde. Desde mi balcón contemplo el cielo cubierto de nubes de un color azuldiluido, y el mar transparente y sereno, semejando una gran placa de vidrio esme-rilado, sembrado aquí y allí de islas de formas más ó menos caprichosas, cubier-.tas todas de exhuberante vegetación tropical . En las más próximas, blancas casitas

situadas en .su falda, semejan. albos sueños que buscaran abrigo bajo el ala inmensa de la Quimera.

Cerca de ellas, balanceándose muy suavemente, los grandes vapores—enormes cachalotes d eentrañas de fuego,—dejan escapar con lentitud pardas columnas de humo de sus chimeneas.

Ancha. ,franja color naranja ciñe el horizonte. Ha rato ya que el .sol reclinó su cabeza deun amarillo furioso en el lecho del mar. No se mueven. siquiera las hojas de los árboles ; el vientoduerme, y han cesado por un momento todos los ruidos de la tierra . Las aves—sibaritas del espacio—se agrupan en los techos y en las ramas, cambiando incesantemente, sin ruido, de sitio, como bus-cando el mejor acomodo para pasar la noche dulcemente.

' Una draga, .semejante á un monstruo marino de negra cabeza chata, se desliza sobre la su-perficie líquida sin apresuramiento, como con cansancio, mostrando el hastío de una existencia va-na de afán incesante uno y otro día.

He cerrado para contemplar esta caída de la tarde el libro que leía—los cuentos de Mendésque ahora, arrojado sobre una .silla, semeja mientras crece la sombra, con sus letras rojas de for-mas excéntricas, grupo confuso de arlequines haciendo cabriolas y dándose unos á otros papirota--zos en la nariz.

La franja de color anaranjado va disminuyendo cada vez más . Ya es tan solo un del-gado hilillo de oro, roto en varias partes. Se espesan las sombras, y á su amparo, una pequeñaembarcación con sus velas latinas casi caídas, aguarda,—garza melancólica—los vientos de la nocheque la arrastren mar afuera.

Poco á poco aparecen aquí y allí pequeños puntos luminosos que parpadean, que parecenapagarse para encenderse de nuevo en el instante : son las luces de las casas de la isla y los vapores.

A lo lejos una campana solloza el ANGELUs, y sus sonidos lentos parecen una despedida aldia que agoniza.

_ Cerca, en la esquina de la calle, bajo un gran foco de luz--enorme ojo radioso de un gigan=te invisible—que .se enciende, un saboyano canta en su organillo romanzas lloronas t/ ue me traenreminiscencias de las aldeas de la campiña napolitana, en noches de verano, cuando todo es alegríabajo ese hermoso cielo de Italia.

Oyendo las sonatas me distraigo, y cuando vuelvo los ojos al mar, veo que la oscuridad reinasobre todo. Las islas no son más que informes masas sombrías; y en el cielo, como lentejuelas deplata en negro manto de crespón chinesco, titilan las primeras estrellas. Empiezan á escucharseruidos sordos, músicas y charloteos. La vida bulle en un ambiente de voluptuosidad creciente . Yen tanto, allá, sobre el mar una luz que se mueve, que avanza, que se aleja hasta perderse. Es unbuque a vapor que navega—hácia dón Zet--perdido en las tiniet la .s de la moche que ha cerrado porcompleto .

aurelio ~áximo .

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EL HERALDO DEL ISTMO .

2

El Heraldo del lstmoDIrector-Propletarlo : GUILLERMO ANDREVE.

PANAMA, 9 DE MARZO DE 1904.

Posesión del Dr . Amador Guerrero

L 20 en la tarde, en el Parque dela Catedral, arreglado al efecto,tomó posesión el Doctor Amador

Guerrero, después de prestar el juramentocorrespondiente, del cargo de Presidentede la República, para el cual fue elegidopor unanimidad de votos en una de lasúltimas sesiones de la Convención Na-cional.

La tarea que le toca llenar al nuevomandatario no es sencilla . En una nacio-nalidad naciente como la nuestra, en pre-sencia de intereses encontrados, de pasio-nes apenas reprimidas, de aspiraciones lasmás diversas y de ideas las más contrarias,son muchos y muy complicados los pro-blemas que se presentarán, para cuya re-solución necesitará de mucho tacto, demucha energía y de colaboradores hábilesy de buena fé.

En el ramo de Hacienda, por ejem-plo, el problema monetario es delicadísi-mo y requiere el concurso de inteligenciasdespejadas, de verdaderos financistas, puesde su resolución dependerá el porvenireconómico de la República.

En el de Gobierno, el principal detodos, debe dominar un espíritu comple-tamente avanzado . Hoy el país no espatrimonio de unos pocos; del Gobierno

debe ser de todos y para todos, y en la es-cogitación del personal no debe influirningún espíritu estrecho, ni ninguna ideade sectarismo . Los elementos sanos de-ben tomarse en el campo en que se en-cuentren; y dando así una muestra de in-dependencia y justicia, se conseguirá quecallen las pasronss, que de otro modo sealzarían terribles y podrían oponer obs-táculos graves, muy graves, á la adminis-tración pública.

Otro ramo que merece especial aten-ción es el de la Instrucción . Deben aban-donarse en lo que se refiere á educación,los métodos rutinarios de los últimos tiem-pos de Colombia. Las inteligencias nece-sitan estar abiertas á todas las manifesta-ciones del espíritu, y es preciso desecharpor obstruccionista todo sistema que tien-da á estrechar el campo de acción de losmaestros que, por otra parte, requieren sercuidadosamente escogidos y estar provis-tos de los conocimientos necesarios parael buen desempeño ele su ardua labor . Lajuventud es la esperanza del mañana. Sila tenemos, como al infusorio, encerradaen estrechos límites, es claro que irá á lavida pública, cuando le llegue el turno,falta de preparación y nada podrá hacerpor esta tierra aunque esté llena de bue-na voluntad, pues con solo ésta no se re-suelven los grandes problemas de la vidapolítica.

En el ramo de Justicia, como en elde Fomento, estos problemas son menosdifíciles- Para el primero basta una bue-na elección de personal : magistrados rec-tos, conocedores del espíritu de las leyesy libres de cohecho . Para el segundo, unverdadero espíritu de progreso, una hon-radez acrisolada y un tesón inacabable enpró del adelanto del país, son suficientes.

Todos estos obstáculos salvará, sinduda, el Doctor Amador Guerrero. Des-de el 3 de Noviembre son conocidosde todos sus elevados sentimientos deconcordia y de progreso. Llenará eseprograma, que no está escrito en ningu-na parte, pero que se impone, con verda-dero patriotismo. Por esto EL HERALDO

DEL IstMo, alejado por completo del cam-po político, se ha permitido sin embargo,abandonando la senda literaria que reco-rre, entrar en las breves consideracionesque anteceden, al felicitar al HiTo PREDI-LECTO DE LA PATRIA en su exaltación alprimer puesto público de la Nación, pues-to que sabrá honrar con sus actos parabien de todos .

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S

EL HERALDO DEL ISTMO.

ORFEBRERIArox CA=VADOR R TJEDA

x2

anocPlecer

x

amanecer

Abrió su cáliz la naciente aurora,como una flor en búcaro de grana;cual sonreír, sobre la mar lejanase disipó la Luna soñadora.

Los verdes prados que el abril colorase ciñeron la frente soberanade esas perlas que lleva la mañanaen el rubio cendal que se evapora.

Rasgó el Oriente su rosado velo,lanzó la tierra su cantar sonoro,y huyó la Noche con medroso vuelo.

Vertió la luz su virginal tesoro,y en sus pupilas al mostrar el cielo,¡se deslizó una lágrima de oro!

xxx

La tarde huyó con invertida auroraarrastrando su túnica de fuego,y fue extendiendo por los campos luégoel crespón de la. noche soñadora.

Los verdes prados que el Abril coloraentregaron su espíritu al sosiego,y volvió de los montes el labriegoechando al aire su canción sonora.

Vibraron en los valles las esquilas.El grillo preludió bajo la matay las auras quedáronse tranquilas.

Plegó la luz sus velos de escarlata,y al apagar el cielo sus pupilasi rodó una perla de brillante plata!

xv

2os %egros

Cuando ya de la tarde la luz expiray el vencido trabajo no hay quien recuerde,por los aires dormidos vibra y se pierdeel rumor sollozante de una guajira

Es que un negro amoroso canta y deliraporque de él su ofendida negra se acuerde,y en las hazas que alfombra la caña verdeotro cantar lejano suena y suspira.

Junto á un árbol de cima como un plumeropor donde entre el tabaco cruza el sendero,la pareja se encuentra bajo el ramaje.

Se miran, y descubren, blancas y puras,como carne de coco, las dentaduras,en medio de una risa de amor salvaje .

PrinlaVera

Forma la lluvia sus chasquidos huecos,desfleca el aguacero su cortina,y una línea de sol, rubia y divina,brilla y traspasa los radiantes flecos.

Alzando el agua susurrantes ecos,imita en el rosal su cavatina,el rumor de las trompas en la encinay ecos de caja en los arbustos secos.

Cubre el agua los términos distantes;abril baña sus tintes y colores,para lucirlos luego más radiantes;

Joyas son los capullos y las flores,y de un tropel de chispas y brillanteslos empiedra la luz con sus fulgores .

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EL HERALDO DEL ISTMO.

Las Libertades

La Libertad del PensamientoArtículo Primero.

Juez .—Su nombro?Interrogado--Juan Simplón.

J .—Su profesión?

i.=Carpintero.J.—Su edad?

I.--Treinta años.

J .--Soltero ó casado?

L--Viudo.

J.--Qué religión?I,—Libre pensador.

J.—Eso no os una religión, ¿,Qué entiendeusted por libre pensador?

I.--Vamos, que no creo en nada, ni en Diosni en María Santísima ; que no tengo religión,pues .

Tal es la idea que muchos tienen del significa-do de esas dos palablas . libre pensador, idea quedebe abandonar precisamente todo aquel que quie-ra pensar con . entera voluntad.

En primor lugar, para pensar libremente noes necesario dejar de creer en Dios ó en el diablo,mejor dicho, no se necesita ser incrédulo ni escép-tico, pues un cristiano, aun podemos decir, un ca-tólico, puede tener tan atrevida manera de pensarcomo un musulmán ó un ateo . "La libertad enesta materia. no depende de la cosa misma sino dela manera como se la piense." La libertad de pen.sar y el libre examen parecen ser sinónimos y,siendo esto así, ella pertenece á todas las escuelasfilosóficas.

Poseer la verdad, tal es el fin, el objeto detodas esas escuelas, y nadie puede decir que la po-see sin haberla buscado y haberla sometido á to-das las pruebas de la crítica. Solo cuando haatravesado sana y salva el fuego de la discusiónpuede decirse que ha pasado al estado definitivode verdad . Hay entre nosotros muchos que se di-cen pertenecer á la escuela de los libres pensado-res, y la mayor parte de ellos, nos atreveríamosá decir quo casi todos, no se han tomado jamás,siquiera, el trabajo de pensar on absoluto. Másmanso tales como se llamarían budhistas, judíos ómahometanos, . y aceptan la libertad del pensamien-to como aceptan las demás libertades y comoaceptarían cualquier religión que no les impusie-ra obligaciones, ni molestias de ninguna clase.Así mismo confunden la libertad de pensar con elexcepticismo, porque es más fácil afirmar que laverdad no existe que dedicarse al estudio de lasverdades universales.

Hay más : esos llamados libres pensadores pro-claman para ellos el principio de la libertad delpensamiento, al mismo tiempo que niegan á los de-más todo derecho para pensar con entera libertad .

Parécense en esto á ciertos políticos de convenien-cia, que se titulan ellos mismos liberales y que sedicen enemigos de los monopolios, cuando son losprimeros en ejercer el peor do todos, cual es elde la libertad ; liberales que proclaman la libertadabsoluta, tanto política como social, y son los pri-meros que, al verse colocados en una mediana po-sición . miran con el mayor desprecio á los quevienen detrás en la gran escala de las ambicioneshumanas.

Libre pensador ó intolerante son dos cosasdiametralmente opuestas

Descartes opina que "no debe reconocerse co-mo verdadero, sino lo que evidentemente pareceser tel, es decir, lo que el espí r itu percibe con tan-ta claridad y de una manera tan distinta que esimposible ponerlo en duda ."

Más para llegar á ese resultado es preciso te-ner entera libertad para pensar y examinar, y nodecidirse sino después de ese examen.

Por otra parte nadie tiene derecho para im-poner á otros su manera de pensar . El sol de laverdad alumbra para todos y sus ardientes rayosfecundizan todas las inteligencias.

De cualquier cerebro puede brotar la verdad,guiado, conducido por la educación y la instruc-ción que desarrollan su poder pensante. Pero co-mo no todos los hombros tienen la misma manerade pensar y el campo de la verdad es inmenso,es imposible que una sola chispa, una sola inteli-gencia, alumbre con su luz toda su extensión.

"Cada cual pensará con su pensamiento : unoverá de tal modo, el otro de otro ; este descubrirá unhecho, aquél una ley, el de más allá un sentimien-to ; y así sucesivamente ayudándose los unos álos otros se llegará al descubrimiento de la ver-dad," que será como la apoteosis del pensamien-to ó del esfuerzo humanos.

Habrá, sin disputa, espíritus sumidos en elerror que necesariamente pensarán erroneamente,pero también el error es uno de los medios de lle-gar á la posesión do la verdad . Los errores enfilosofía no son más que pequeños escollos quo ladiscusión irá, poco a poco, apartando, como disi-pan las nieblas de la mañana los primeros des-tellos del naciente sol,

No es la libertad del pensamiento el abando-no absoluto de la fé, el desconocimiento do todareligión, el despojo de toda creencia . No, pensarlibremente es considerar las cosas desde el puntode vista en que so coloque cada individuo, some-terlas á la discusión y hacerlas pasar por todaslas pruebas de la sana crítica para que de ella sal-ga triunfante, como suprema conquistadara delo desconocido, la Verdad, la Verdad pura y ra-diante, que cada dia va aclarando más y mas lassombras del oscurantismo que envolvía la tierra.

Todos tenemos, pues, derecho para pensar li-bremente, respetando, al mismo tiempo, la manerade pensar de los demás .

Jumo ARDILA .

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EL HERALDO DEL ISTMO

Maria Emilia Ossa

En la gloria riente del díase destaca tu busto risueño,como imagen robada al Ensueño

por alguna oriental fantasía.

En tu rostro dejó la Alegríadelineado su bello diseño,

y en tus ojos, de un mágico sueño,un destello la amable Poesía.

A mi espíritu inquieto figuracual de Fídias divina esculturade tus formas la línea indolente.

Y te finjo, al mirarte gallarda,nueva Leda amorosa que aguardaal olímpico cisne ferviente.

Poemas Antiguo

de su obras infructuosas. Loss_,

poetas nuevos, criados en la vejez precoz de unatardos

estética

en medio

infecunda, deben sentir la necesidad deremojar en las fuentes eternamente puras la ex-presión usada y debilitada de los sentimientos ge-nerosos. El tema personal y sus variaciones de-masiado repetidas, han agotado la atención .. Conjusticia ha venido la indiferencia ; pero si es posi-ble abandonar á la mayor brevedad esa vía estre-cha y banal, es preciso no entrar aún en un camino más difícil y peligroso, sino fortificado porel estudio y la iniciación.

Por LECONTE DE LISIE

ESDE Hornero, Esquilo y Sófocles, querepresentan la poesía en su plenitud y ensu unidad armónica, la decadencia y labarbarie han invadido el espíritu humane.

En lo tocante á arte original, el mundo roma-no está al nivel de los D&cios y de los Sármatas;el ciclo cristiano todo es bárbaro. Dante, Shakes-peare y Milton no tienen sino la altura de su ge-nio individual ; su lengua y sus concepciones sonbárbaras . La escultura so detiene en Fidias yenLisipo ; Miguel Angel no ha fecundado nada ; suobra, admirable en sí misma, ha abierto una víadesastrosa . ¿Qué queda, pues, de los siglos trans-curridos después do ln (,recia? Algunas indivi-dualidades potentes, algunas grandes obras sinliga. y sin unidad . La poesía moderna, reflejo con-fuso de la personalidad fogosa de Byron, de lareligiosidad ficticia de Chateaubriand, del ensue-fio místico de Ultra Rhin y del realismo de loslakistas, se turba y se disipa. . Nada menos vivo ymenos original bajo el aparato más ficticio. 'Unar te de segunda mano, híbrido é incoherente. Ar-caísmo de la víspera, nada más . La paciencia pú-blica se ha cansado de esta comedia, someramenterepresentada á beneficio de una autolatría de prés-tamos. Los maestros se han callado ó quieren ca-llarse, fatigados de sí mismos, olvidados ya, soli-

Una vez sufridas esas pruebas expiatorias, unavez saneada la lengua poética, las especulacionesdel espíritu perderán algo de su verdad y su ener .gía cuando dispongan de formas más netas y másprecisas . Nada será abandonado ni olvidado ; labase presente y el arte habrán recobrado la saviay el vigor, la armonía y la unidad . Y más tarde,cuando esas inteligencias profundamente agitadasse hayan aplacado, cuando la meditación de losprincipios descuidados y la regeneración de lasformas hayan purificado el espíritu y la letra. den-tro de un siglo ó dos, si todavía la. elaboración delos tiempos nuevos no implica una gestación másalta, talvez la poesía llegarla á ser verbo inspira-do é inmediato del alma humana

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EL HERALDO l)FN ISTMO .

U

SV GES TI VÁ ____ .. _,_-

POR SIMON RIVAS

AS \R la noche al raso, bajo un cielo lleno de estrellas, bajo la sombra den a bajo elespacio inmenso Sentir entre las olas tibias de una brisa leve dos , perfumes silvestres

de los boscajes desiertos ; sentir las vaguedades de un tropel do ruidos que surgen de lamontaña dormida, y luego pensar, pensar en calma, tal vez en el grave apotegma del

arrugado códice . tal vez en la. última, leyenda del ¡apolillado infolio, ó acaso, en el sentido del vocabloraro que no se halló en el viejo léxico.

Pensar, pensar en calma, pensar en el místico sopor de la . indolencia, y de repente en un instan-te breve, rápido, fugaz, lanzar el pensamiento como un dardo luminoso al seno de las memorias, yallí buscar, inquirir, huronear en un acervo de reliquias qu subliman la tristeza del pasado, hastaencontrar lo más puro, lo más noble y más sagrado qué floreció radiante en el ensueño y que un as .tro bueno iluminó una noche con su luz rosada.

Y yo entonces pensé La noche, oh! la noche no es manto, ni c respón, ni cabellera de vír-gen meditabunda y triste, sino la ola anchurosa de una harmonía cerúlea, que viene de lejos comode hampas submarinas . Es bolla la noche así ; poro ¡ay! el recuerdo del encanto de los postrerosalías de los amores conserva un dejo amargo que baña de pesar la fantasía, y parece qua la claridadmelancólica de soles muertos ó el claro y blanco albor de estrellas que ya distantes se alejan parasiempre, parece que alumbran la agonía de la última ilusión del amor de los amores,

En las viejas noches de mi edad florida, ¿cuál fué la última canción de amor? Mil veces larecuerdo y otras tantas un rfo punzante me hiere en las entrañas.

Oh! mi pasión fué luz en el delirio, llenó de afán los deseos del pensamiento y vigorosa, ar-diente y ruda fijó en el porvenir su esperanza más risueña . Mas el Destino se opuso al regocijo dela buena suerte, arrojó un poco de sombra sobre 1 'a frente joven, puso una gota amarga en la copado miel de los ensueños, dió la nota del desconsuelo en el canto vi r il del entusiasmo y luego, en unmomento, el más triste y fatal de mis memorias, todo voló, se dispersó. se hundió en nn ocaso que,como un mar de sangre, lanzaba una roja claridad de resplandores siniestros.

Ah! y de aquellas viejas noches qué dejó la embriaguez del sentimiento? Nada! Todo aca-bó! Amor, virtud, gloria, poesía, divinos centelleos de un sol purísimo, magnífica y rara eflorescenciaen el amanecer de un día dichoso y nuevo, se fueron, se fueron para siempre, no volverán jamás;y solo quedan en las sombras misteriosas de mi alma ., como rosas marchitas entre las páginas de unlibro, la cruel indiferencia, la amarga tranquilidad de mi desprecio profundo.

El RayoMadre haraposa : tú, que á las puertas

vas con las manos siempre tendidas,y hallas las bolsas siempre desiertasy las conciencias siempre dormidas;

tú, que en la alforja do tu miseriavas recogiendo los desperdicios,que en el naufragio de cada feriasobre las playas echan los vicios;

tú eres la hija del que en la guerrase armó soldado, vibró su acero,rodó en las luchas, se hundió en la tierra,i y hoy nadie sabe si fué guerrero !

Tú eres la hermana del que en los dientesdel engranaje cayera un día:las ruedas fueron indiferentes;pero los hombres más todavía!

POR dOSE S . CHOCANO.

Tú eres la viuda del que, al abrigodel sol, muriera sobro el arado,hoy todos comen pan de su trigo;tú no lo comes . . . Iy él lo ha sembrado!

Tú eres la hija, tú eres la hermana,tú eres la viuda, siempre en trabajo:tú eres la madre que hará mañana -una bandera do cada andrajo . . ..

En las entrañas, come un consuelo,guardas un hijo del muerto esposo . . ..Nube de harapos : piensa en el cielo;pero en el cielo más tempestuoso !

No será tu hijo tierno querube,copa de mieles, ni flor de mayo . ..Madre haraposa : tú eres la nube;¡y en las entrañas tienes el rayo!

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IiI . HERALDO DEL ISTMO

La Alegria de la raerte.(TRADUeOION'.

. `qlI eminente Doctor W. W Ke n, médicor de Filadelfia, explica ciertas antiguas ver-

dades do una manera nueva, en un bid-Á--llanto artículo intitulado La Alegría de

la Muerte.

A la mayoría de las personas, sobre todo delas personas cristianas, la muerte les aterra . Lacostumbre familiar que tienen de decir "La fríatranquilidad de la muerte," "El valle obscuro delas sombras de la muerte," y "Los terrores de lamuerte," les hace aparecer con vívidos grabadosde espanto, el trance supremo. Contra semejantemanera de pensar, ol Doctor Keen protesta vigo -rosamente.

Para el verdadero cristiano dice él, la muertees su mejor amigo ; bienvenido tintes que temido;y continúa de esta, manera:

En cuanto al estudio físico de la muerte, laciencia médica universal nos demuestra que elproceso de ella es rara vez doloroso para el pa-ciente ; aunque sí muy sensible para la familia,tina feliz inconsciencia en casi todos los casos, seapodera del agonizante y lo protege contra todosufrimiento.

La debilidad, la fiebre alta, la inmovilidad.la respiración labor iosa, son completamente insen-sibles . La mayoría do las personas mueren contranquilidad . y amenudo sin sentir cómo se lesacaba la vida.

"La creímos muerta cuando solo dormía,Y dormida cuando yacía muerta,"

es un hecho cierto.

Aún cuando ocurran convulsiones, ellas soncompletamente independientes de los sentidos:meramente físicas en su origen y carácter, y ab-solutamente libres de todo sufrimiento.

Si esto es así, y físicamente hablando lamuerte no sigue un proceso desagradable ¡por qué,pregunta el Doctor Keen, se lo teme tánto por ellado espiritual?

Con la muerte, so queda libre do accidentes,enfermedades y sufrimientos, á los cuales está unoexpuesto mientras viva.

Nadie que llegue apenas á la adolescencia seescapa do sufrir, y los sufrimientos abaten hastalos corazones más templados y bien puestos . Dedesgraciados sufriendo, se encuenta el Inundo lle-no, y bien sabido es que la muerte nos libra detodos nuestros males .

Ella nos abre las puertas del cielo prometido,y aunque nosotros igno r amos lo que haya en estode cierto, hay quien asegura que allí existe eter-na alegría : allí estaremos en presencia de Dios;conoceremos á Nuestro Señor Jesucristo ; nos reu-niremos á los seres queridos que nos precedieron;veremos, á su debido tiempo, a los quo quedaronen la tierra ; n1mstras inteligencias se desarrolla-rán más allá do nuestra actual comprensión ; losproblemas más difíciles de realizar en la tierra, se

nos presentarán tan claros corno la, luz del día;sabremos entonces, por qué miserias, desengaños

y sufrimientos, fueron siempre nuestra herenciaen la tierra, y por qué se dicen ser necesarios, paraol orden y desarrollo do nuestro carácter, y paralos grandes planes do Dios en beneficio de la hu-manidad ; allí, en una palabra, desaparecerá todolo malo y vivirá eternamente todo lo bueno.

Así, pues, si la muerte no lleva un proceso do-loroso, y antes por el contrario, es el comienzo dela dicha, deberíamos mirarla nó como nuestro úl-timo y temido enemigo, sino como nuestra mejo ramigo ; no temerla como al mensagoro de lo ma-lo, sino recibirla como el compañero que habrá deconducirnos por el camino de la gloria, hacia en-cantos desconocidos, por los cuales tanto suspira-mos durante nuestra corta vida . No deberíamos,pues, hablar de los terrores de la muerte, sino 'sentir, en lo más íntimo de nuestros corazones,la alegría de morir cuando nos llegue la hora.

BI BELOTS .POR ALEJANDRO DUTARY

Cuando bailas presurosaAl compás del valso bello,Todo ríe ; y el destelloDe tu faz nívea, y sedosa,

Me hace ver en tí una DiosaQue con su rubio cabelloEnarca cual cisne el cuelloDe carne color de rosa.

Y después en un delirioMiro tu alma como un lirio:Blanca, pura, embriagadora;

Y mi mente do PoetaEn tí mira la siluetaDe mi Musa Soñador a .

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EL HERALDO DEL ISTMO.

Por caprichoPARA ALEJANDRO DUTARY

Nunca Margarita Bremón roe había parecidotan encantadora como esa última noche del mesde Noviembre, en que la ví, como jugando . des-trozar un hermoso clavel de la India . mientras quealegremente nos recitaba uno de sus pasajes de;nnor.

Recuerdo quc éramos—mujeres y hombres .-todos jóvenes. Estábamos en el carnaval de la

vida, y ninguno de nosotros usaba reloj.

A los viejos tocaba saber si era la una de latarde ó si era ya la una de la madrugada.

Teníomos buena luz, buen tiempo y unas co .pus excelentes.

Un golpe brusco dado en el mármol de la me-sa, interrumpió la charla que teníamos

Y Julián repetía al mozo:

—Para nosotros, cerveza ; para las bellas, quin .da!

Después . . . . cada cual brindó por un ausente.

Sí, nosotros bebimos cerveza . Ellas apuraronde un sorbo sus copitas de guinda y enjugáronsecon el pañuelo los labios y los ojos.

Entonces fue cuando Margarita, quizás paradarse más prisa, sacudió como un pájaro alegresu escultórica cabecita de virgen y continuó di.ciéndonos:

—Pues sí : junto con la última novela de Alfiedo, en un periódico de la. capital leí los dolo-rosos detalles de su muerte . ¡Pobre muchacho! . ..Yo no he podido más que amarle con toda esalocura de que es capaz cualquier mujer enamo-rada.

Era buen mozo, y, además, do un carácter co-mo almíbar. Con todo y su pobreza nunca mepareció un sujeto despreciable. Antes por el con-trario : me gustaba verlo triste bajo la deslustra-ción de sus ropas, porque en su tristeza habíasiempre yo no sé qué de encantador y magníficoque me hacía tenerle lástima y concluir por darleun beso.

Pero sucedió que una noche—¡ no me quisieraacordar!—comentábamos, entre caricias, cuántohay de tierno en cada una de las poesías de aquelraro autor de Nocturno, Vejeces, y otras tantasque no recuerdo ahora.

De pronto yo le interrumpí diciendo, más porel placer de decir algo que por cualquiera otracosa :

—¿Sabes, Alfredel Mucho me encantan lospoetas que se suicidan! Esa excentricidad, esearrebato supremo que el vulgo llama locura, ha-ce que ene los represente con alas de ángel, lira deoro y bajo unsimbólico arco iris á la entrada delsepulcro.

Alfredo se sonrió fríamente y limitóse á con-testar :

—1,Sí? Pues eres muy extraña . . . . ¡ Yo nuncame suicidaré!

. . . .Y estrujándo los periódicos en que había-mos estado leyendo, con un ademán brusco se le-vantó para irse . Yo quise detenerle para haberledicho que con eso no había querido recordarle sus,juramentos de un día ; yo le habría dicho que moperdonara, pero—¡cosas de m u ,jor'-de prontosentí rabia, vergüenza . orgullo, y al oirlo decirme:, . Hasta mañana, Margot!" no pude más que res-ponderle : "¡Hasta más nunca. traidor!"

Después lloré muchísimo.

Sin embargo, creí que volvería . Lo esperé una,dos, tres semanas . . . . pero ! nada! Nunca más lovolví á ver.

Al cabo de un mes supe, por unos amigos suyos, que tres días antes se había marchado paraBogotá, con yo no sé qué comisión de su partido.

Desde entonces ya no lo esperé más á la puer-ta de mi alcoba . ¡Solamente mi alma quedóseaguardándolo á las puertas de mi corazón !

"Hasta más nunca," le dije, y la sentencia . es-tá cumplida.

¡Dios mío! y hoy los remordimientos me agurjerean los sentidos corno alfileres malditos.

"Oye . . . . ¿me puedes oirt . . . . !Cómo note ha-brás de reir cuando sepas que he mordido el ca-ñón de una pestola y que me despido de ti!"

Eso fue lo único que so halló escrito, con tin-ta roja, sobre su mesita de noche . Después delos comentarios, El lleraldo no decía nada más . . ..

De esto han pasado diez afios, y todavia meparece que es ahora cuando por primera vez sien-to en mi alma la frialdad de esas palabras.

¡Pobre Alfredo! Nunca supo. perdonarme, yyo vivo con la certidumbre, de que mi recuerdolo mató!

Todos nos quedamos pensativos . Margarita ce-rró sus labios con esa amable tranquilidad conque se cierra un libro que por lo doloroso no de .beremos abrir más.

Sobre su traje blanco se advertían como lijerasmanchas do sangre . Pero no, no era sangre, eraun clavel que sin darse cuenta, había destrozadomientras hablaba de Alfredo ; sí, aquel hermosoclavel de la India que todos, al entrar ella, todos,envidiamos, viéndolo sobre aquel seno . . ..

Un clavely un hombre . . . . ¡qué contraste! . . ..Y sin embargo, apesar de sus crímenes, Margaritaestaba encantadora.

! Ay! y cuántos otros . claveles no habrá des-trozado sonriendo, después de aquella noche, ésaque fue la asesina de nuestro corazón!

ADOLFO GARCIA.

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EL HERALDO DEL ISTMO

Lolita VallarinoMEDALLON

Negros como mis penas son sus ojos hermosos;Tienen color de sangre sus labios primorososY entre su boca el blanco de los dientes cautiva;Su tez á la magnolia da envidia y da corajeY sus mejillas róseas le rinden homenajeA su marmórea frente y á su mirada altiva.

perdidos]Sus brazos-- ;oh. qué brazos! son los brazos

De la Venus de Afilo, y fueron esculpidosPara talvez con ellos aprisronar al Poeta,Y de su regio busto, superior al de Aspasia,Surge nívea garganta modelada con graciaDonde los venas marean un tinte de violeta.

De donde habrá venida esta regia princesa,De alabastrina frente y de boca de fresaDe la que surge pura su voz que es melodía?Pilla nació de un beso que el Arte dió 4 lo BelloPor eso tiene negro, brillante .sur, cabelloY es su mirada un astro que dá luz de alegría.

manos]Sus manos de marquesa . . . Quién pudiera sus

Besar arrodillado venciendo los arcanosQue ocultan el misterio de toda su altivez!;Quién pu.dieraá su oído recitar deliranteLa canción sugestiva del soñador amanteQue adorando su rostro se arrodilla á sus piés!

Y mientras en el pecho guardamos ese anheloQue por lo puro y noble es un girón de cielo,Rindámosle homenaje de leal admiración.,Ya que ella tiene un alma firme, "como de oro,Que guarda inmaculado de su amor el tesoroY es realidad hermosa de una bella ilusión

Grecia

$ti"= —,mes

190 í .

Ronceo.

Ciñe de Palas la bruñida cotaY de Minerva el reluciente casco;Y do el eunuco á combatir se apreste,

POR EDMUNDO BOTELLO

Corro veloce.

Rein, y señora de las bellas artes!Madre de Homero, cuila de los dioses!Tierra de genios que en un día supiste

Vencer con honra;

Salva de Creta religión y nombre,Presta á sus hijos tu nervuda diestra,Y has que resuene de Tirteo la trompa,

En fiera lucha.

Si Europa ostenta su desdén mezquino,Si el musulmán tu humillación intenta,Muéstrale fi. todos tu coraje i oh pueblo!

Que tú lo puedes!

Que indiferente reo será oh Grecia!A nobles pechos tu futura suerte;Do el arte impere, donde aliente el Genio,

Tendrás adeptos.

Recuerda, Grecia, á tus heróicos Hijos,Del espartano el combatir soberbio;Di que en Termópilas murió Leonidas,

Gente resueltal

Mas si mañana convertido en yermoMiras tus pueblos y tus campos miras,Gózate, Grecia, porque allí con honra

Murió el heleno .

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lu

EL HERALDO DEL ISTMO

I ESTUDIO HISTORIc3O I[COntinuación]

FINES do Diciembre del mis-il] o año do 1835 llegó á nuestrasplayas el Coronel Carlos Bid-dle . comisionado por el Pre-

sidente de los Estados Unidos —Gene-ral .1aekson--para que observase cuálera el lugar más apropiado á la aper-tura de un canal, estudiara detenida-mente el terreno y diese despues un in-forme minucioso al Gobierno ameri-cano.

La Sociedad Amigos del País, degrato recuerdo para todo corazón pa-triota, comisiono á tres de sus miembroa —los señores don josé de Obaldía,Manuel Quezada y Antonio Ramírez—para que felicitasen á los distinguidosviajeros y los prestaran todo el apoyouecesario, como en efecto se hizo.

El comercio de Panamá dió des-pués un suntuoso banquete, al eralasistieron las principales autoridadesciviles y eclesiásticas, el Cuerpo Con-sular, representantes del Ejército, loscaballeros Mariano Arosemena, JosóAgustín Aran ro, Manuel Quezada, J.B. Feraud, Jose de Obaldía, Luis Lewis,Damián Refilón, Tadeo Pérez, PabloArosemena, Bernardo Arce Mata y va-rios más.

D. Mariano Arosemena. como Pre-sidente de la mesa, dijo:

"La identidad de principios poli-tices y comerciales de los Estados Uni-dos del Norte y los del Mediodía de laAmérica . demandaba la más íntimaunión entro una y otras Repúblicas.El gabinete de Washington se penetróde esta verdad y adelantándose á lasdemás naciones do la tierra en el reco-nocimiento de la independencia delNuevo Mundo celebró con sus Gobier-nos tratados especiales de amistad ycomercio . En el presento año vemosque los ]Osados Unidos se proponenestrechar más y más sus vínculos y re-

laciones con las Repúblicas hermanas abriendo una comunicación franca entre los dos mares por esteIstrno, y que eligen para tan grandioso plan al distinguido Coronel Carlos Biddle . Yo brindo, señores,porque las importantes miras del ilustrado Gobierno Americano tengan el buen resultado- que debe es-perarse de la recomendable persona á quien se ha confiado tan alto negocio . Bebamos, pues, por laprosperidad de los Estados Unidos, por el engrandecimiento de 1 a, Republicas Suramericanas, por la sa-lud del señor Biddle y por la atracción del comercio uni versal hacia el Istmo de Panamá.

El Coronel contestó en los siguientes términos:Señor :

"Me ha causado un vivo placer el brindis quo acnhais de pronunciar, en que rae bonrais alta-mente ; mas alejando las consideraciones personales, yo debo acoger las de aprecio y benevolencia cornotributadas en favor de mi patria . Podeis tener una completa certidumbre de que tales sentimientosson recíprocos y que una Nación de quince millones de habitantes que goza en alto grado de todos losbienes do un Gobierno republicano, tendrá por siempre una satisfacción singular en ser testigo de losardientes y patrióticos esfuerzos que hace este país á fin de alcanzar para sí y la posteridad las ventajasinestimables do instituciones libres . Permítaseme al concluir ofrecer el siguiente sentimiento : Por lasRepúblicas del Norte y del Sur ; que sus intereses estén siempre identificados y que sus relaciones politicas y sociales existan eternamente-en perfecta armonía ."

Manuel Quezada tomó la palabra en seguida :

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"Señores : Por la unión entre los Estados Uni-dos del Norte y sus hermanas las Repúblicas Suramericanas ; por la memoria del inmortal Was-hington y la presidencia del ilustre Santander.Que podamos los granadinos algún día tene r el or-gullo do recordar las cenizas de un . héroe con elmismo entusiasmo que lo hacen los americanosdel Norte- Brindo, pues, por los Estados Unidos,por la Nueva Granada, por su Presidente el Ge-ral Santander y por el de los Estados Unidos, Ge-neral Jacicson ."

El Obispo se expresó asL

"Como interesado muchos años há en el buennombre y prosperidad de este Istmo, brindo po r elfeliz resultado de la solicitud con que la procurannuestros amigos los ciudadanos de los EstadosUnides de América ."

,Por último, don Bernardo Arco Mata dijo:

"Como comerciante de esta ciudad, señores,tongo la satisfacción de haber propendido á que sediese este convite á los señores Coronel CarlosBiddle y Doctor Gibbon . Brindo porque ellos re-ciban con agrado esta pequeña prueba del aprecioque se han merecido de los comerciantes de 1 r-narná cuyo nombre me atrevo á tomar yo parabeber por la nación americana, por la salud desus enviados, porque sus deseos manifestados enfavor del Istmo no se frustren, por la unión enprincipios de los istmeños con los Estados Unidosdel Norte y porque sea eterna la recíproca estima-ción de éstos con la Nueva Granada ."

Al año siguiente dedicáronse con ahinco loscomisionados americanos á explorar la ruta com-prendida entre Chagres y Panamá ; pero habiendoquedado en suspenso el proyecto de canal, obtu-vo Biddle del Presidente Santander privilegioexclusivo para hacer un ferrocarril . El contra-to se firmó en 1837 y Biddle á su regreso á losEstados Unidos habría organizado sil) duda unacompañía quo acometiera la empresa, si desgra-ciadamente una muerte prematura y trágica nolo hubiera arrebatado del escenario de la vida.Pereció en el naufragio del buque que lo llevabaá sú patria.

El Congreso de 1838 expidió la Ley de 29de Mayo, en virtud de la cual se otorgaba privi-legio exclusivo á una Compañía de granadinospara construir la comunicación entre los dos océa-nos, s iempre que uno de los extremos de la víafuese la ciudad de Panamá . "Para hacer el Ca-nal—dice el Doctor Posada— se les dió el términode seis años, si éste tenía diez piés do profundidad,ó de ocho años si servía para embarcacio qes quecalaran más de catorce piés. En el un caso elprivilegio era por cincuenta años y en el otro porsesenta . La República suministraba el terrenonecesario para el Canal, y si este fuese de parti-culares, los empresarios pagarían su valor . Encambio, la Compañía cedería el Canal al vencerseel término del privilegio, así como las represas,exclusas, compuertas, puentes y. muelles de suservicio, daría al Gobierno el uno por ciento so-bre el producto líquido y haría una rebaja deldiez por ciento á las naves que llevaran banderagranadina ." Por supuesto que todo se quedó es-

EL HERALDO DEL ISTMO

mito y nada más ; pues no había en el país capitales ni ingenieros competentes para ejecutar unaempresa ta.n magna y en tan corto plazo . (O

Ante estos fracasos consecutivos é informadoSantander do que en Panamá seguía latente el es-píritu separatista propúsole a.l Ministro venezo-lano Santos Micholena que el Gobierno de la Nue-va Granada influiría en una variación territo rialconsistente en cederle á Venezuela el 'Istmo dePanamá á cambio do Maracaibo, siempre que es-ta idea fuese aceptada por dicho Ministro . Tansensacional noticia la. reveló por vez. primera donJosé de Obaldía en ama hoja suelta publicada elaño de 1850 ; y volvió á repetir lo mismo diezaños después (Véase La Estrella de Panaamá, colección de 1860), sin que sepamos que nadie lohaya contradicho.

El señor Sylvain de Joly de Sabía—comercian- -te francés residente en Panamá—tuvo más tardela idea de hacer un canal ó un ferrocarril al tra.vés del Istmo ; teniendo seguridades do no encon-trar tropiezo do ninguna especie por parte del Go-bierna granadino, emprendió viaje á París con elobjeto de hacer propaganda y formar después unacompañía quo se encargase de la obra . Llegadoá la capital de Francia so relacionó con el Barónde I3umboldt ; y a . instancias do este sabio y deMr. Alfonso de Morel, íntimos amigos del Minis-tro Guizot, ordenó el Gobierno francés en 184E3 unaexploración científica al Istmo de Panamá, quehicieron los distinguidos ingenieros Garella yCourtines.

Garella estinnó el costo del canal en 11 35 .000 .000;y encontrando Sabia que era más práctico y tam-bién menos costoso un ferrocarril, obtuvo del Con-greso granadino el privilegio respectivo . No ha-biendo el concesionario podido conseguir prontolos recursos necesarios con que comenzar la obra,obtuvo prórroga en 1847 ; y no hay duda que ha-bría llevado á cabo los trabajos, si desgraciada,mente la revolución de Julio no le hubiese echa-do á perder todo su plan.

El Congreso granadino de 1848 convocó á lici-tación para la obra del Canal. Verdaderas pro-puestas no hubo sino hasta 1 , 51 . en que obtuvieronun privilegio los señores Manuel Cárdenas y I~ lo-rentino González ; el primero, en rigor, era el al-ma de la empresa, pues había estudiado perso-nalmente el trayecto quo trola más corto y másfácil de excavarse . Los límites fijados en l .a peti-ción hecha por el mismo señor Cárdenas eranestos:

"Por el Atlántico, desde la boca del rio Atra-to, hasta un lugar -más arriba de la con,Jluenciadel rio Napipi ; y por el lado del Pacifico, desdeel paralelo 8 hasta la planta de San FraaciscoSolano ."

Estando á la sazón en Panamá (acababade regresar de California, en donde residió cercade tres años, trabajando con muchas fatigas y sinfruto alguno), recibió el privilegio, y de aquí so

[ll r lomo dato curioso damos lo, nombras do los que Por,marea la asociación : Pedro lgnno o Valderrama, Franeiseo Mea .boya, Ulego 1)íviesen, Mecate Azuoro, Jo mq n on Orran ti a, Igna-cio Morales, Juan Mannol Uarr-maquilla : Alefmdro Mac Do va ll,Miguel 5 . Urlbo,' Diego Pera indez Gámez y Josa de Oundla

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EL HERALDO DEL lSTMO .

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dirigió á Londres con el objeto de buscar fondossobre él, ó negociarlo en caso de que no los hallase.En efecto, lo vendió allí condicionalmente ea£ 1e0.000, recibiendo además algunas accionesque la Compañía empresaria debía emitir, siem-pre que obtuviera modificación de un artículo dola ley : Con el fin de recabar esta modificacióndel Congreso do 1 52, y á la vez para ocupar elasiento de Senador elegido por el Cauca, resol-vió regresar á su patria y lo verificó en el vaporAmazonas, que zarpo de Southampton en Enerode aquel año y se incendió á sesenta millas de lascostas de Inglaterra ; siendo de notar que de todala tripulación y de ciento ochenta pasajeros quellevaba á bordo, solamente. se salvaron cuatro, yuno de estos belga, quien alcanzó á ver por última vez y por pocos momentos, desde el boto don-de él se salvó, al señor Cárdenas sobre la cubierta,envuelto en llamas, á tiempo que el Océano setragaba coa sus olas al Amazonas. En ese in-menso piélago—I digna tumba de aquel eximio va-rón 1—quedaron sepultados él, su privilegio, suhistoria, su porvenir, sus empresas y acaso sunombre, casi olvidado, si no existiera muy vivo,inextinguible, en la memoria y en el corazón desus deudos . (2)

El privilegio de la concesión era ,por 49 añossi el costo de la obra no pasaba de £ 1 .000,000 ; siexcedía de esta suma se aumentaba un año más,por cada cien mil libras de aumento en el costo;pero en ningún caso excedería de ochenta años,cualquiera que fuese la sumí} invértida . Prome-tían concluirlo ea seis aros, coa derecho á unaprórroga de cuatro años, cuando estuviese cous-truída la tercera parte . La República les concedíalas tierras baldías necesarias para la excavacióndel canal, para ol establecimiento de los puertosmarítimos, escalas, embarcaderos, atracaderos, al-macenes, lugares de estación, posadas y general-mente para todas las necesidades de la construcción y servicio del canal, y las que fuesen nece-sarias para un ferrocarril, caso que resolviesenestablecerlo. Gratuitamente disfrutaría la Com-pañía de estas tierras, durante el privilegio, peroellas pasarían á la República al vencerse éste . Sele concedían, además, á perpetuidad, 50,000 Rene-gadas de tierras baldías en las provincias delChocó, Cartagena, Antioquia. Buenaventura yCauca, y 10,000 fanogadas más si el costo de laobra excediere de un millón de libras esterlinaspor cada millón de exceso. Los empresarios da-rían un tres por ciento del dividendo que hubie-re de darse á los accionistas. (3)

Al año siguiente eoncedióse un nuevo privile-gio . Obtuvieron la concesión los señoresPatri-cio Wilson y Eduardo Callen y la ruta escogidapara hacer el canal fué desde . el Golfó de SanMiguel hasta la ensenada de Caledonia . Las ba-ses del privilegio son -casi idénticas á lasde laconcesión anterior ; exceptuando el tiempo deusufructo que es de 99 años ; cien mil las fanega-

(2) "Boletín de Historia y Antiguedades do Colombia, cd-mero 13. página 7.

(31 "Canal de Panamá ." Conferencia leida par el Dr . E .Posada en la Escuela de Derecho .

das do tierras baldías concedidas á perpetuidad ydiez años el plazo para terminar la obra, prorro-gables por cuatro más si al vencimiento del plazoestuviere concluída siquiera la tercera parte.

Napoleón iII le esc ribía en 1853 á Carlos. Fox,Presidente de la Compañía interoceánica : "IIesabida con el más viro interés la formación de unaCompañía importante para unir los dos oceános.Hace mucho que aprecio las ventajas de aquellareunión (el (anal por el Darién), y cuando estu-ve en Inglaterra procuré atraer sobre este asuntola atención de los hombres de ciencia ."

Creyóse que la empresa tendría éxito, máxi-me habiendo recorrido el doctor Callen gran par-te del Istmo en 1849 . 1850 y 1851, y después loscélebres ingenieros Gisbone, Trawtuine, Lane yPoner ; pero todos los esfuerzos se estrellaron antela imposibilidad de conseguir apoyo de los capi-talistas europeos y norteamericanos : creernos quetal vez la causa del fracaso fue la guerra deCrimen.

El 28 de Abril de 1855 otorgábaso otro privile-gio para la comunicación interoceánica, "Reví-'vióse el, proyecto de unir las aguas del Atrato conlas de los rios que bajan hacia el Pacífico Dimebién duraba el privilegio noventa y nueve años;pero las hectáreas de tierras se rebajan á 64,000;y el tanto por ciento, que pagarán al Gobierno se-rá el tres en los primeres veinticinco años, el cincoen los veinticinco siguientes, y el seis en los cua-renta y nueve últimos . Los concesionarios fueronlos señores Ricardo Vanega.s y José Góoding. Na-da se hizo por ellos, no obstante las prórrogas queles concedieron posteriores leyes ."

1 ;e 1856 á 1805 recibe el Istmo incesantementecomisiones científicas enviadas por los EstadosUnidos, á voces por Francia, otras veces por Ingla-terra y en ocasiones por sindicatos mercantiles ; es-tas comisiones recorrían el territorio do un,extre-mo á otro, estudiaban los lugares apropiados parauna vía interoceánica, hacían los planos topográ-ficos y volvían á sus respectivos países llevandosiempre nuevos datos adquiridos en las últimasexploraciones . Al fin, en Enero de 1866 el súb-aito inglés, Henry Duesbury, por una parte, ydon Tomás Cuenca. Secretario de Hacienda delPresidente de Colombia Doctor Manuel MurilloToro, por otra . celebraron un contrato para laapertura del Canal por el Darién ó por el territo-rio comprendido - entre los paralelos 4° y 87 de la-titud norte. Sus bases son casi semejantes al an-terior ; sin embargo, la prensa combatió encarni-,zadarnente el contrato, la política intervino consu ponzoña y el Congreso le dió el golpe de muer-te, improbándolo en todas sus partes . Como pa-liativo dióse una ley de autorizaciones ; pero Dues-bury parece que no le hizo caso, pues no volvió árenovar las negociaciones .

ENRIQUE 3. ARCE.

(Continuará .)

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EL HERALDO DEL ISTMO

Ricardo M . Arango .

loé María Chiari B .

Enrique Linares

A. Arias F.

DemetrIo II . BrId .

Samuel Lewle .

Oscar M . McKay.

CONCEJO MUNICIPAL DE PANAMA que en 4 de Noviembre de 1903 firmó el Acta de Independencia del Istmo . (1)

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AlcIdes Domingues . Manual J . Cucalón P.

FabIo Arosemena .

Ernesto 1 . Botl.

Ecos de la QuincenaL señorito Verano, ese joven alegro derostro risueño que encantaba á Musset,ha venido lleno de contento y ccn risapicaresca, á llevarse Inicia las praderas

frescas y encantadoras á casi todas nuéstras ami-gas . Quedamos, pues, solos, en la. ciudad polvorienta y calurosa, y para La Sabana ó para algúnrinconcito campestre . deliciosamente pintoresco,han ido marchándose, una tí una, las reinas delplacer y del contento, esas que logran con su ad-mirable esprit y su belleza, alegrar siempre lossalones y paseos.

Vienen, pues . para mí, en el aburridor trajínde la vida capitolina, las horas largas y fastidiosasdurante las cuales no se puede menos que pensarmucho en los ratos felices pasados en agradablerauserie con amigas jóvenes y bellas, bajo el protectorado delicioso del Dios del Contento, siemprepropicio y adorable.

Ellas, mis buenas lectorcitas—ingratas acaso—se han marchado para sus casas de campo á gozar

del aire libre de las campiñas que llena los palmo-monas con una sola aspiración fortalecedora ; áaspirar rientes y entusiastas el sugestivo perfu-me de las flores silvestres ; á reir satisfechas bajola sombra protectora y benéfica do la arboleda,mientras las aguas cristalinas del arroyo—espejomovedizo y caprichoso—copia el perfil aristocrá-tico de un rostro blanco ó el contorno admirablede un busto estatuario. Después, en las noches si-lenciosas y frescas, noches do luna, llenas de tranquilidad y de silencio, ellas pensarán talvez, re-clinadas subre el cesped mullido y aromático, enel último pasillo bailado en momentos de completoentusiasmo ; y allí dable les será recordar en silen-cio, con sonrisa denotadora de alegría, la frasealmibarada y amorosa que él (siempre algún éle seatrevió á murmurar muy cerca al oido, con vozdébil y suplicante, llena de emoción y encanto,voz que mas bien parecía algo así como la peti-ción de una mirada de esas en que so expresa másde lo que es posible decir

Piensen ellas y sueñen, gozando de la vidatranquila y regalada que alaba. el formidable Maes-tro Fray Luis de León ; llenen en buena hora con

(1) Faltan en este cuadro los retratos de los Concejales General Rafael Aizpuru, Manuel Maríalléndez y Darío Vallarino quienes también firmaron el acta .

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EL HERALDO DEL ISTMO

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la música de su risa fresca la soledad del llanoque el rojo sol caldea ; y fustiguen las aguas delriachuelo, con la morbidez encantadora do sus bra-zos robustos . Nosotros deseamos á todas eternocontento durante la estación veraniega, pero - per-dónosenos el capricho- gneremns reclamar do ellaspara nosotros, los pobres do la Suerte, que por lafuerza tenemos que permanecer ea la ciudad, porlo menOS nn remuerdo Heno de bondad y cariño ..

*El suceso de más importancia ocurrido durante

la quincena ha sido la posesión del Doctor Ama-dor Guerrero de la Presidencia de la República,ocurrido el día 20. Declarada esa fecha como fes-tiva, la animación fué general . La ceremonia . quetuvo lugar en el parque de la República, fué ex-pléndida y debió dejar en el animo del DoctorAmador Guerrero una grata y foliz impresión.

-u

Otro hecho de trascendental impo r tancia hasido la ratificación por el Congreso americano delTratado Hay-Suuean Varilla sobre Canal . Muypronto legiones de trabajadores invadirán el lst-mo y el movimiento comercial será enorme . Seabren, pues, ante nosotros, nuevos horizontes deprosperidad, que debernos aprovechar sensatamen-te . El porvenir de nuestra querida tierra estáasegurado, y muy pronto, dada la prodigiosa acti-vidad americana, el . cambio que sufrirá la capitalserá tan comploto, que nos parecerá una páginarobada á algún cuento de Hadas.

*-

Don Nicanor A . do Obarrio, ex-Ministro deGuerra y Marina, cuyo nombre se recuerda concariño por todos los miembros del Ejército, fuéobsequiado el miércoles 24, por los militares de laComandancia en jefe y la Oficialidad del Batallónl . ? del Istmo, con un almuerzo en la Sabana, . Eldía, propicio como todos los de verano, dió mayoranimación á esa fiesta, en quo hubo abundancia.de todo y en que la cordialidad y el buen humordieron la nota mías alta.

*¿Queréis leer una historieta escrita por mí,

cuando apenas tenía catorce años, cuando el bozotan solo sombreaba mi labio y aún me sentía or-gulloso do mis primeros pantalones largos? Si?

. .Pues, oid ; ella es dolorosamente triste, cuinoel vago presentimiento do algo muy mortificante.

Yo he encontrado estas cuartillas, amarillentasy arrugadas, entre las hojas de uu libro do mi ma-dre y de allí las saco ahora, para—sin quitarlesun punto ni . una coma—lanzarlas, en aun genialarranque do buen humor, á los cuatro vientos dola mblicidad.

Leed, pues, mis buenas y adorables amigui-tas y perdonad lo caprichoso y deficiente de unaslíneas escritas por quien en ese entonces tenlasiempre, para las contrariedades de la vida, unasonrisa burlona en los labios,

j IltRlEPARABLE

El la amaba porque era de una belleza deslum-brante,porque tenía un cutis deliciosamente suave,ojos negros, aterciopelados y brillantes, el cabellorubio cono un haz do rayos de sol en pleno mes deMarzo y la boca roja, pequeña, provocativa ; boca

encantadora é incitante en donde resaltaban, bienalineados, los dientes, blancos, como pétalos degardenia.

Y ella, ¿lo amaba acaso? ¿No serían un vanocapricho do su juventud entusiasta esas manifes-taciones de amor y de cariño sincero é intralgahle,con qne lo sugestionaba haciéndolo reir, en las no-ohes Ie vivita, allá en la semioscuridad de la sala,frente á la anciana sonnolente y perezosa que losvigilaba, dormitando de rato oil rato, en su viejosillón de paja amarillenta? ¿Habría acaso en eSecorazoncito toda la fuerza pasional necesaria paltaexportar el sacrificio de una juventud que co-menzaba, en aras de las comodidades que trae con-sigo un matrimonio?

No es posible detallar el verdadero estado psicológi n do esa niña caprichosa . presentada en lasociedad hacía, apenas un año para mostrar á loshombros toda la riqueza de líneas de su cuerpo yla belleza de su rostro rosado y terso, en dondebrillaban dos ojos muy negros . bajo el palio triun-fal d,g una eahallar•a rubia y sedosa.

El era todo un sonador : una de esas amas deartista, ardientes, que tienen sobre las demás elmérito de ser más sensibles á todas las emocio-nes vivificantes y gratas que solo halagan los es-píritus sutilmente osa uisitos Las lecturas acaso, elambiente aristocrático en que le había tocado lasuerte de nacer ó la odia meren esmerada que habíarecibido desde su niñez, lo habían hecho uno deesos hombres que, adorando como el que más labelleza física de la mujer en todas sus manifesta-ciones, olvidan todos los encantos de ese méritocon solo descubrir, en el espíritu do ella, el indsligero detalle vulgar ó . inadecuado que arrastra,con tirano poderosa y brutal, hácia el tormentohorrible de una desilusión desesperante y triste.

Ella, quizás por ley biológica ó por falta ab-soluta de un carácter quo poco á poco le hubierahecb o percibir, desde el principio de su vida, to .das las emociones ele uu espíritu delicado y senci-ble, ora una de esas mujeres que so preocupanmás de la forma caprichoSa do • un sombrero ó deun encaje, que de pulir el cerebro para poder apre .ciar, con pleno conocimiento, en los momentosoportunos, lo delicado y lo sublime y adquirir asímayores atractivos y encantos ; de esos que firmamente atan un espíritu bueno á otro hermano y

van las almas.notaba en ella. admirable belleza rnaterial,

gusto refinado para adornar con todos los capri-chos inexplicables de la incida, la riqueza de susformas puras y defiendas, per o también veía apesa-dumbrado, que en el alma faltábanle brios, alti'véz, ese algo sugestivo y adormecedor que llenay satisface el sentimiento del intelectual, esa fuerza secreta que lo fortalece y lo impulsa en mo .montos de cobardes desf,allecim ientos.

Y ante la realidad horrible de esa falta do-lorosa que quitaba á esa estatua admirable yquerida su mayor encanto, él, como los niños quecierran los ajos para no ver los peligros imagine-rios que en las noeher oscuras y medrosas se for-man y crecen en sus cerebros alocados por elmiedo, evitaba, lleno de temor, el instante horri .ble y amargo en que por cualQuier motivo le mos .triara ella, tal cual era, su alma fría é insensible,incapaz de abrigar un cariño loable, agalla á toda'emoción artística y delicada.

Y ese momento llegó . Fué en el parque, ba

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jo la sombra protectora y triste de las acacias enflor que velaban, con sus ramas escuetas y del-gadas, la luz mortecina de las incandescentes.

. . Ella, hablando sin cesar, contrariada ensus caprichos de niña pueril por lá fuerza de losacontecimientos que le impedran la . realización deun deseo, fué desnudando poco a poco su almamarmorea é ingrata, agena en un todo al verdadero cariño emocionante que llena, satisface yhalaga el corazón . El artista contemplaba atri-bulado la imposibilidad en que so veía de operarun cambio radical en ese carácter prosaico y duro,impetuoso é indomable, perfectamente opuestoal suyo. Sús mejores anhelos so estrellaban con-tra la realidad amarga y sufría. callado, con esaresignación admirable de las víctimas cristianas queen el circo esperaban, impasibles y sonr ientes, lamuerte dolorosa de la carne . Sus deseos más no-bles, sus proyectos mejores, venían al suelo doun solo empuje y ante el golpe horrible permanecíacallado, dejándola venderse y presentarse sin velos,tal cual era, ante sus ojos escrutadores de interesa-do, mientras envidiaba, sin desplegar los labios, labuena suerte de quienes adoran almas delicadas ypuras, prometedoras de una perfecta felicidadtranquila.

Después, con la frente sudorosa y pala la ape-ada en una mano, la contemplo largo rato en sr

lencio, envolviéndola con una mirada fria y tenazen la quo había mucho de compasión y ele dolor . ..

. . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..Y al emprender el retorno á su cuarto do solte-

ro, por las calles amplias y solitarias, bajo la su-gestión dolorosa de la muerte de su primer amor,ante el rudo golpe de sus más bellas ilusiones des-vanecidas, con los brazos caídos é inertes, ha cabe-za inclinada sobro el pecho y los ojos niu ;y abier-tos y brillantes, se tambaleaba col no un ebrio, de-lirando con un abismo negro y profundo, desdecuyo fondo el horrible fantasma de la Fatalidad lehacía una mueca burlesca y amarga . . . . !!"

Y es esta la historieta que escribí hace catorceanos, cuando aún, teníapara las contrariedades dela vida, una sonrisa de desprecio en los labios.

*Nuestro muy estimado colega El Cronista . en

una de sus últimas ediciones, lleva su noble gene-rosidad hasta el extremo do dedicar á len Ilenar,Do DEL IsTmo un precioso y bien intencionado suel-to que de todo corazón le agradecemos.

Nosotros, llenos de fé en la bondad de losmandatarios do hoy y en le noble de nuestra ta-rea, esperamos que nuestra empresa no tenga unfin prematuro.

Hemos dado con pié firmo el primer paso yno será culpa nuestra si en mitad del caminonos rinde y paraliza la falta de apoyo do los queno deben dejarnos perecer, cuando poco—muypoco—falta para coronar la cima anhelada.

Para El Cronista, pues, nuestras frases deprofundo agradecimiento.

*Placentero es para nosotros presentar nuestras

más sinceras felicitaciones al señor Don PedroA. Díaz y esposa con motivo do sus Bodas deplata, celebradas el día primero del mes actual.

Noble y profunda satisfacción han tenido queSentir los fundadores de ese hogar respetable y

EL HERALDO DEL ISTMO

digno, al verso en ese día rodeados de sus scCiori-tas hijas, que son ornato y adorno de la sociedad,y de sus hijos, buenos soldados del Trabajo, conmucha luz en el cerebro y mucha lealtad en elpecho.

Para todos los miembros de osa familia hono-rable, nuestros más ardientes votos de eternaventura.

Doña CATALINA REMóN DE PAREDES, una de Lisdamas mas espirituales do nuestra sociedad, harendido la jornada do la vida . Víctima do peno-sa enfermedad, que supo resistir con la firmeza delas almas bien templadas, falleció en su casa decampo en La Sabana, el día dos del presente mes.

Para su esposo Don José Paredes, y para sushijos nuestros buenos amigos Jorge Luis, José An-toino y Miguel Angel, así come pa ra los demásdeudos, nuestro sincero pésame.

*Lectorcitas mías ; estas últimas líneas las es-

cribo sobre la máquina de rayar de la imprenta,ahora que el reloj de la Catedral dá, con campana-das lentas como palabras de profeta antiguo, lascinco de la tarde y mientras el cajista me pido,con tesón digno de más noble causa, la últimascuartillas de esta crónica . Por el frente .acaba . depasar muy acomodado en su buran un burguéspletórico de presunción, con rumbo á. la Sabana.Va él, lleno do orgullo vano, insultando coa su se-riedad lastimosa la imposibilidad en que nos en-contramos los soldados del diario batallar para ha-cer otro tanto, y el sonido pie producen las -rare-das do su cocho al rodar sobre el empedrado de lascalles paréceme e ue imita l a c arcajada sa r cásticaconque sr burlan los poderosos del dinero de losdesheredados do la fortuna quo no tienen más mé-rito, ni otro valor, que el que da la noción exac-ta del Deber

Romeo.

Algunocorre el riesgo . .

¿Quién corre el riesgo si vuestra vida no estáasegurada? Indudablemente vuestra esposa y vues-tros hijos . Suponiendo quo el incendio destruyavuestra casa ó vuestro almacón, sin estar asegu-rados, vos mismo habíais corrido el riesgo y ton-drlas que sobrellevar la pérdida . Si fo-lleciéreissin un seguro de vida, vuestra, familia tendría quesufrir la pérdida . No dejéis que corran oso riesgopor más tiempo ; no se hallan en estado ds sopor-tarlo .

11ny nmch :s compafilas buceasPero sólo una os EA MEJOrt .

LA EQUITATIVAde los Estados Unidos,

Arturo Rievra,Agente Especial,

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EL HERALDO DEL lSTMO .

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Tarjeta .____..-__La Redacción do EL HERALDo DEL IS'T'MO se

complace en poner las columnas de esta . Revista ádisposición de los siguientes caballeros, de los cua-les la mayor parte tiene va un nombre bien cono-cido en el mundo de las letras y los -otros poseenlos méritos suficientes para abrirse paso á fuerzade estudio y de constancia:

Doctores Pablo Arosomena . Ciro L. Urriola.Luis de Roux, Eusebio A. Morales, Enrique J . Ar-ce, Heliodoro Patifio y Ramón M . Valdés . Seño-res Narciso Garay, jerónimo Ossr, Cástulo Villa .mil, Demetrio H. Rrid, José S . L loront, RodolfoAguilera, José María Fernández, Julio Ardila, Fe-derico Escobar, Julio J. Fábrega, Darío Vallarino,José E . Lora y Lora, Ricardo Alfaro . Gabriel Gui-zado, Daniel Bailén, J . Demóstenes Arosemona,Aizpuru Aizpuru, Generoso de Obaldía . J ., JuanB. Sosa,- Pedro Antonio Maytin, Luis E. Alfaro,José S. Mendoza, Antonio Ocaña H ., Julio ArjonaQ ., Everardo Velarde, Edmundo Botello y Ricar-do Miró.

En la confianza de que todos estos caballerosla favorecerán con su colaboración que servirá pa-ra dar á conocer el desarrollo de las Letras en laRepública, la Redacción les anticipa sus más ex-presivos agradecimientos.

Guillermo Andreve.Simón Rivas.

Alejandro Dutary.Eugenio J. Chevaller.

xComo hacemos constar en las Condiciones que

aparecen en esta última página, la colaboración pa-ra EL HERALDO DEL ISTmo será solicitada. Esta esregla invariable que nos proponemos observar es-trictamente, y es desde luego inútil remitirnos pro-sa y verso para su publicación, pues no la haremosen lo absoluto, Aspirarnos á hacer de nuestra ho-ja una Reuista Literaria y no un periódico deEnsayos Literarios en donde puede meter bazatodo antojadizo hijo de vecino.

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barbería abierta frente á la Oficina Ces tral de Te-léfonos, en la cual-encontrará el público servicioesmerado, fino trato y aseo completo . El propie-tario de ella que desea siempre complacer á suclientela se ha esmerado en nacer de su estableci-miento una barbería de . lujo, en la cual, cumplien-do los preceptos higiénicos, se observa la másescrupulosa desrnfecerón de los útiles después decada uso . También hay allí de venta navajas muyfinas, cepillos, brochas, etc., y muy pronto se re-cibirá un escogido surtido de perfumes de las me-jores marcas .

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El Heraldo del IstmoQuincenario Ilustrado.

Director=üropietario: &uiffermo amare-''e.

Esta Revista constará de 16 páginas de lecturay se publicará dos veces al mes.

La suscripción por trimestre . vale UN PESOCON CINCUENTA CENTAVOS (Sl .60i y cadaejemplar suelto TREINTA CENTAVOS.

No se admite más colaboración que la que seasolicitada y no se devuelven en ningún caso loaoriginales.

Para todo lo relacionado con la Revista dirlgirse á su Director-Propietario ó á la Tipografía.Casis y Cia.

Por Correo: Apartado No . V5.

°La Dirección de EL HERALDO DEL IsTmo haorganizado una Junta de Censura encargada deexaminar todo trabajo que sea remitido para supublicación, la cual no se efectuará sin la aproba-ción de dicha Junta .