Hoy he comprado una revista de cine que normalmente no compro: Fotogramas. La que habitualmente compro es Dirigido, pero siempre me gusta ver algo distito. Voy alternando revistas distintas según me pilla o por lo atractivo de los contenidos. Esta vez fue una almanaque un motivo muy prosaico y eminentemente práctico. Por supuesto, también me gusta comprar revistas nuevas a ver si me sorprenden, pero esto es más complicado. Al comienzo de fotogramas aparecen algunas críticas de cine, una de ellas a Dinosaurio. La firma Nuria Vidal, tengo que decir que es una crítica positiva. En general estoy de acuerdo con ella salvo cuando dice que no es una película para niños sino para adultos. Transcribo el fragmento de texto al que me refiero para que podáis apreciarlo: "Todo esto hace que, primero, Dinosaurio sea una película que no gusta demasiado a los niños que quieren ver al Dino de Pedro Picapiedra y se encuentran con Áladar. Segundo: Dinosaurio sea en realidad una película para adultos que debería ser visión obligada sobre todo para algunos de nuestros políticos. " Dos cuestiones me vienen a la mente después de leer esta parte, una es que esta señora/señorita, fue a ver esta película como crítico y no se le ocurrió que podía llevar a un hijo, sobrino o nieto. Lo digo, evidentemente, para que éste expresara su opinión. Evidentemente ese gusto por dino de los picapiedras suena a niño de los años 60. La segunda parte es peor, esta mujer es una ilusa, cree todavía que los políticos pueden rectificar, cambiar, "ser mejores" en definitiva. Precisamente, Dinosaurio tiene un valor añadido y es mostrar, ya lo dije en mi anterior mail sobre el asunto, una serie de valores a los niños, que otras películas han olvidado por completo. Por eso aunque los adultos puedan, deban y disfruten viéndola, ir a verla es una película para niños. Los valores no son los de caperucita: "no las niñas buenas no van solas por el bosque" ni por la vida...; ni los de cenicienta: "No te preocupes que siempre habrá un hombre(= príncipe) que te solucionará la vida"; ni los de otros tantos cuentos infantiles cuyos mensajes son ya tan arcaicos aunque esta crítica no se les haga nunca. En este caso es la solidaridad y la amistad el valor principal, un valor muy escaso en la sociedad individualista y consumista en la que vivimos. Es por eso que no es una película que pretenda decir nada a los adultos, que dificilmente aprenderán este tipo de mensajes a través de una película, y sí a los niños que están construyendo sus ideologías y sus valores básicos de convivencia. Lancaster