36
Benito PELEGRIN. Crítica de Reflección y reflexión sobre la crítica. En Criticón (Toulouse), 43, 1988, pp. 37-72. CRITICA DE REFLECCIÓN REFLEXIÓN SOBRE LA CRITICA* por Benito PELEGRIN (Universidad de Aix-en-Provence) El año de 1658, con aprobación del calificador del Santo Oficio extendida el 15 de junio, se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y censura de las censuras. Fantasia apologética y moral. Escrita por el Dotor Sancho Terzón y Muela, profesor de Mathematicas en la Villa de Altura, Obispado de Segorbe. Dada la fecha de la licencia, los plazos de publicación y difusión de los libros en aquel entonces, no sabemos si Gracián, que murió a 6 de diciembre del mismo año, llegó a conocer ese panfleto contre él y su Criticón. En cambio, en julio y finales del año siguiente, el General de la Compañía de Jesús, Goswin Nickel, inquirió por cerciorarse de la verdadera identidad del autor de la sátira, importándole la grave acusación contenida contra Lastanosa a quien se le achaca, en las páginas 176-177, el arte de "executar testamentos". El General parece esencialmente preocupado por lavar a los jesuítas de la sospecha de autoría, ya que atacada por los jansenistas fuera, la Compañía tenía que hacer muchos méritos internos para hacer olvidar las compromisiones o simpatías pro-francesas de algunos de sus miembros durante la Guerra de Cataluña. * Se trata aquí de un compendio de la demostración de mi tesis doctoral, De la géographie allégorique du "Criticón" à l'espace jésuitique de Baltasar Gracián, essais d'endocritique, Bordeaux, 1982, 1023-LXII p. Las partes que conciemen a la Crítica de Reflección y Valencia ya las di a conocer a los jurados universitarios franceses de mis promociones internas de la LAFMA y LAES en 1973 y 1975. En el tomo 3 de mi tesis figura, en anejo a la segunda Parte, cap. VI, un avance en facsímile del proyecto de edición de la Crítica : "Projet d'édition de la Crítica de Reflección", pp. 793-813. En el Primer Congreso de la AISO (Madrid, 29 de junio-3 de julio de 1987) presenté un resumen que, por venir aquí ampliado, no figura en las Actas.

«Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

Benito PELEGRIN. Crítica de Reflección y reflexión sobre la crítica. En Criticón(Toulouse), 43, 1988, pp. 37-72.

CRITICA DE REFLECCIÓN

REFLEXIÓN SOBRE LA CRITICA*

por Benito PELEGRIN(Universidad de Aix-en-Provence)

El año de 1658, con aprobación del calificador del Santo Oficio extendida el15 de junio, se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y censura de lascensuras. Fantasia apologética y moral. Escrita por el Dotor Sancho Terzón yMuela, profesor de Mathematicas en la Villa de Altura, Obispado de Segorbe.Dada la fecha de la licencia, los plazos de publicación y difusión de los libros enaquel entonces, no sabemos si Gracián, que murió a 6 de diciembre del mismoaño, llegó a conocer ese panfleto contre él y su Criticón. En cambio, en julio yfinales del año siguiente, el General de la Compañía de Jesús, Goswin Nickel,inquirió por cerciorarse de la verdadera identidad del autor de la sátira,importándole la grave acusación contenida contra Lastanosa a quien se le achaca,en las páginas 176-177, el arte de "executar testamentos". El General pareceesencialmente preocupado por lavar a los jesuítas de la sospecha de autoría, yaque atacada por los jansenistas fuera, la Compañía tenía que hacer muchosméritos internos para hacer olvidar las compromisiones o simpatías pro-francesasde algunos de sus miembros durante la Guerra de Cataluña.

* Se trata aquí de un compendio de la demostración de mi tesis doctoral, De lagéographie allégorique du "Criticón" à l'espace jésuitique de Baltasar Gracián, essaisd'endocritique, Bordeaux, 1982, 1023-LXII p. Las partes que conciemen a la Crítica deReflección y Valencia ya las di a conocer a los jurados universitarios franceses de mispromociones internas de la LAFMA y LAES en 1973 y 1975. En el tomo 3 de mi tesisfigura, en anejo a la segunda Parte, cap. VI, un avance en facsímile del proyecto deedición de la Crítica : "Projet d'édition de la Crítica de Reflección", pp. 793-813.

En el Primer Congreso de la AISO (Madrid, 29 de junio-3 de julio de 1987) presentéun resumen que, por venir aquí ampliado, no figura en las Actas.

Page 2: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

3 8 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

I. PROBLEMA DE LA ATRIBUCIÓN DE LA CRITICA

De hecho, no lo hay : Sancho Terzón y Muela era anagrama transparente deLorenzo Matheu y Sanz, jurista valenciano. Éste "no lo niega"1, admite elGeneral, que, tras esa larga investigación, absuelve al jesuita Paulo de Rajas,sospechado un momento de ser el autor a pesar de su conocida amistad con ellastimado Lastanosa : "Estoy en lo que avisa Vuestra Reverencia del Padre Paulode Rajas —le contesta al Padre G. Vidal— que no fue el autor del libro que seestampó contra aquel otro del Criticón'"*. El asunto quedaba claro, el jesuita Rajaslimpio de sospecha : el autor era el que nunca lo había negado, pues, elanagramado Matheu y Sanz.

1. Rebote del problema con Correa Calderón y reacción deRomera-Navarro

Sin embargo, en 1944, en su introducción a las Obras Completas de Gracián,E. Correa Calderón volvía sobre el tema. Apoyándose en pequeños detalles,llegaba a concluir :

La erudición latina, las menudas censuras filológicas, el continuo tuteo con que sedirige a Gracián, parecen señalar como autor indudable a este P. Rajas, al quemovían su apasionamiento regionalista, y sin duda, ciertos inconfesables celosliterarios por quien bien próximo a él había logrado con sus obras fama yrenombre?

Esta tranquilidad afirmativa, estribada en detalles nimios e hipótesisbiográficas o psicológicas, tuvo por efecto desencadenar una reacción muy vivadel mayor gracianista de aquel momento, Romera-Navarro. En un artículo de1950, transcribiendo la sentencia de Correa, opina : "se vuelve a echar tinieblassobre su posible autor"4. Luego, tomando punto por punto la frase de CorreaCalderón, hace polvo su serena afirmación de la autoría de Rajas, lo quetranscribimos a continuación, resumiendo y clasificándolo :

a) La erudición latina : indica Romera que si Rajas, como autor de un libro enlatín y jesuita, no podía menos de ser buen latinista, Matheu y Sanz lo era

1 Carta de G. Nickel a G. Vidal, 26 de julio de 1659, en A. Coster, Baltasar Gracián,Zaragoza, CSIC, 1947, p. 360.

2/Wd., 16 de enero de 1660.3 Madrid, 1944, Introducción, p. XXVI.4 En Estudios dedicados a Menéndez Pidal, Madrid, CSIC, 1950,1, p. 363.

Page 3: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCIÓN 3 9

mucho más a fuer de jurista y traductor de una obra latina de Solórzano Pereira yde otras muchas5.

b) Las menudas censuras filológicas : "por lo que antecede, podrá juzgarsequién estaría más experimentado en filología", aduce Romera-Navarro.

c) El tuteo : Romera recuerda que el género académico exigía el tuteo y quelos "examinadores tuteaban a los examinados", presentándose la Crítica como unexamen al que es sometido Gracián. Admite la posibilidad de que Rajas, comomayor, pudiera tutear a Gracián. Pero el padre Batllori, al intervenir en lapolémica, recuerda que no era de uso corriente el tuteo en la Compañía, lo queconfirmamos por no haber hallado ningún tuteo entre jesuítas.

d) El apasionamiento regionalista : para Romera, el de Rajas no es más quehipotético (y nos toca examinar este punto en detalle), mientras que el de Matheuy Sanz es comprobado por seis obras a la gloria de Valencia.

e) Los celos literarios : "No veo el fundamento de esta conjetura, puesto quedesconocemos totalmente cuál era el carácter y condición moral del P. Rajas",opina Romera.

f) El conocimiento personal : aquí, Romera admite que el jesuíta Rajaspudiera tener más oportunidades de tratar con Gracián que Matheu, sin que basteesto para concluir que es él quien lo satiriza. (Podemos añadir nosotros que, bienmirada, la Crítica no comprueba un conocimiento muy preciso de Gracián, siendoademás muy superficial o muy parcial el conocimiento del Criticón ahímanifestado ; del mismo modo, no hallamos fundamento al conocimiento de lacasa de Lastanosa prestado al autor disfrazado, ya que la única mención que a ellase hace, con la afrentosa insinuación, es la de la "cueba de cristal" (p. 176), loque no es de extrañar en Valencia cuando era conocida la famosa mansión en todaEuropa.)

g) Otros datos sobre la verdadera paternidad de la "Crítica de Reflección" : máslargamente, Romera-Navarro señala que, en la Crítica, como glorias valencianasson mencionados el "Dotor Lorenço Matheu" y el "Doctissimo moderno Pablo deRajas"6. Recalca que el nombre de Matheu no viene acompañado de ningúncalificativo elogioso, lo que fuera indecente de parte del propio autor de la obra,mientras que Rajas se ve calificado de "Doctissimo moderno", lo que hace difícilimaginar, por la misma razón, que fuera ésta una autocelebración. Además,Romera nota que Rajas, en sus autógrafos conservados, solía firmar "Paulo"mientras que en la Crítica, se le nombra "Pablo". En cambio, varias veces sehalla mención, y siempre elogiosa, de Solórzano Pereira, autor de obras latinastraducidas par Matheu. Luego, Romera recuerda que lo que movió la

5 Ibid., p. 364.6 Crítica de Reflección, p. 165 y 163 (nuestras referencias remitirán a la edición

original de 1658).

Page 4: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

4 O BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

investigación del General era la grave insinuación contra Lastanosa de tener elarte de "executar testamentos", lo que le hubiera sido inaguantable de parte deRajas, notorio amigo del procer aragonés.

Por fin, Romera-Navarro vuelve a recordar que el nombre que firma la Críticade Re/lección, Sancho Terzón y Muela es anagrama casi perfecto de Matheu ySanz, concluyendo su demostración que quiso hiperbólica : "para no dejarresquicio por donde vuelvan a penetrar los vapores de la niebla".

Posiblemente corrido y escaldado Correa Calderón del tono de Romera-Navarro, no se dio por vencido y, diez aflos después, en su Baltasar Gradan, suvida y su obra, vuelve sobre el tema y repite toda la polémica, respaldándose enuna argumentación a favor suyo del Padre Batllori7.

2. La mediación del Padre Miguel Batllori

Resultaría ocioso tomar otra vez la polémica punto por punto como lo hace,por razones obvias, Correa Calderón quien, frente a la argumentación de Romera-Navarro, expone las reticencias de Baülori, reservando entre corchetes sus propiasobservaciones, pero sí se debe advertir que no hay aportación nueva ni elementodecisivo que venga a apuntalar seriamente la arriesgada tesis de Correa Calderón,compartida por Batllori, de un Rajas autor de la Crítica. Porque al fin y al cabodebatir tan largamente por saber si Rajas era mejor latinista que Matheu, si éseescribió cuatro obras en latín y éste nueve, discutir si era legítimo o no el tuteodel uno o del otro, parece muy huero frente a un panfleto en que ni el latín ni eltuteo son determinantes. Del mismo modo, parece muy atrevido eludir la amistadentre Rajas y Lastanosa, la que desdice el grave insulto contra éste, so pretextoque la podía haber extinguido el tiempo, o peor, justificar el agravio, como novacila en hacerlo Correa Calderón de esta manera :

Pudiera justificarse por resentimientos posteriores, quizá por la manifiestapreferencia que Lastanosa tuvo precisamente por otro jesuíta, Gracián, que eraademás poco amigo de los valencianos?

Por fin, borrar tan tranquilamente el anagrama de Matheu y Sanz que lleva ellibro por firma, autor notorio de la Crítica para los contemporáneos, y llegar aexplicar ese seudónimo como lo hace aún Correa Calderón al pretender que Rajas"sería el primero en evitar que su nombre y su acre actitud se pusieran en

7 M. Batllori, Gracián y el barroco, Roma, 1958, pp. 117-122.8 Ibid., citado por Correa Calderón, Baltasar Gracián, su vida y su obra (Madrid,

Grcdos, 1970), p. 70.

Page 5: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCION 41

evidencia, y entonces se recurriría a la pueril coartada de buscar un autor quesirviese de testaferro : un Lorenzo Matheu y Sanz"9, resulta mucha concesión alas hipótesis, a la niebla de los condicionales, frente a un hecho concretoineludible, el asunto clarísimo de la autoría de Matheu, sin ningunas tinieblascomo lo dice Romera-Navarro.

Lo que aquí nos interesa, entonces, es la pieza nueva aportada por Baülori enfavor de un Rajas autor, su apasionamiento valencianista y anti-aragonés, que nosda por decisiva, y que resulta ser origen de un enfoque erróneo no sólo sobre laCrítica, sino también de un contrasentido grave sobre El Criticón, y de ahí, laobra de Gracián.

II. CRÍTICA DE CRÍTICOS

Desde esa toma de posición del Padre Batllori, sin que se haya ni siquieradiscutido, se admite que el Padre Paulo de Rajas era "apasionado amante de sutierra valenciana que tan mal parada quedaba en El Criticón"10. Por eso, sesentiría impelido a vengar su patria de la sátira de Gracián. Yo inclusoconsideraba como una evidencia ese odio de Gracián por la tierra valenciana que senos afirmaba con tanta seguridad, hasta que, movido por la necesidad de buscarleunas referencias más abundantes y precisas que las finalmente pocas que se nostributaba, me encontré con que el autor del Criticón ni criticaba más ni menosValencia que las demás provincias de España, resultando esa teoría un espejismocrítico sin justificación textual probante11.

Pues, del mismo modo que el odio especial y obstinado que experimentaríaGTacián hacia Valencia no viene comprobado por sus textos, del patrioterismo deRajas se nos habla mucho y se nos muestra poco. Lo que no deja de extrañarcuando nos acordamos de que ése es el argumento que se nos presenta comodecisivo contra las dudas de Romera-Navarro sobre su "nacionalismo" militante,motivo para que Correa Calderón reanudara en 1960 la polémica del 50,afirmando que la cancelaba con la demostración definitiva de Batllori en favorsuyo.

9 Ibid. Citamos siempre a Correa Calderón, y lo que toma de Batllori en el librocitado, al que remitimos también.

10 Ibtd., p. 66.11 Véase mi tesis doctoral, op. cit, tomo 1, H, cap. IV a Vu, pp. 265-423, y mi

libro de próxima publicación, Hypocrites Pyrénées, Du nationalisme de B. Graciánaux chemins officieux du jansénisme. Université de Provence, I.

Page 6: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

42 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

1. El arte de la nota en Batllori

Volando, pues, en socorro de Correa Calderón, el P. Batllori escribe :

el nacionalismo de Rajas [...] no consta sólo por la carta del P. Nickel alProvincial Padre Piquer [...] sino por un sinfín de cartas del General PadreVitelleschi a los provinciales y superiores.

Afirma luego que Rajas hubiera escrito once obras sobre Valencia12. Pero elcaso es que nada sabemos de esa famosa carta, a no ser que sea la del 24 de marzode 1656 en que Nickel habla en efecto del "Prepósito" que favorecería en exceso alos valencianos13. Pero no se dice de qué Prepósito se trata, constando además pordocumentos que Rajas no era ya Prepósito por esa fecha14. En cuanto al sinfín decartas mencionadas, no se nos otorga la menor muestra, ni un título valencianosiquiera de los once aludidos y atribuidos a Rajas.

No deja de ser decepcionante que, en materia tan polémica, se nos ocultendocumentos que tal vez sean concluyentes, pero que se nos invita a ver con losojos de la fe. Sobre todo si se compara esta escasez documental acerca delprincipal protagonista con la sobreabundancia a veces pesada de documentos sobresujetos que, por ser aledaños, no son muy vecinos del tema.

Así es cómo, para probar el "nacionalismo" de Rajas, el Reverendo Padreescribe : "el P. Rajas era uno de los más nacionales de Valencia, como el P.Jerónimo Vidal descollaba entre los catalanes y Francisco de Aguirre entre losaragoneses^9)". Esta nota 39, en efecto, nos ofrece documentos atañendo alcatalán y al aragonés, que prueban perfectamente su "chauvinismo", y muylargamente, pese a que el interés que podamos sentir por esos desconocidos nojustifique las 19 líneas de notas minúsculas y de una nutrida y agobianteerudición que se les dedica. Cuando llegamos a Rajas, centro del debate, topamoscon lo siguiente : "Sobre el P. Rajas, vid. infra, p. 95-96"15.

Allí volamos, pero, en vez de la avalancha de documentos que esperamos enproporción de su importancia demostrativa, nos vemos remitidos a losmisteriosos archivos jesuíticos romanos sobre Aragón : "Sobre Rajas, vid. Arag.7,7v, 15v, 82v-83r, 244r, 286v, 289v, 353v ; Arag. 8, 402r, etc.".

1 2 Correa Calderón, op. cit., p. 68.13 Ibid., p. 65.14 El Padre Batllori, en nota 157, p. 96, "Sobre Rajas", escribe : "En los catálogos

de 1655 [...] continuaba en la profesa, pero ya no como prepósito" (subrayado mío).Sin embargo, en la p. 120, daba esta carta como prueba del "nacionalismo" de Rajas.

15 Ibid., p. 65.

Page 7: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBKELACRÍnCADEREFLECClÓN 43

Claro, tanta cifra no deja de impresionar, pero tal vez más impresionante fueraalgún fragmento transcrito y más cuando, a propósito del P. Vicente Arcaina deMallorca, cuya relación con Gracián y una obra que le es dedicada no es evidente,no vacila Batllori en transcribirnos una carta entera16.

Sin embargo, la página 97, en que se nos afirma la responsabilidad de Rajasen la Crítica, nos llena un instante de esperanza : la nota 163, en efecto, nosremite a las páginas 119-121 donde esa afirmación vendría probada. Allí corremos... y tropezamos en la dudosa polémica con Romera-Navarro donde, comoargumento final se nos remite ... a las ya mencionadas páginas 95-96 en las quetodo quedaría demostrado : "Vid. supra, p. 95-96".

En suma, la página 65 remite a las páginas 95-96 que remiten a las 119-121que remiten a las 95-96 : el lector atento corre de nota en nota, de supra en infra,de afirmación en aseveración, sin prueba ni demostración.

2. El arte de la citación en Correa Calderón

Con la misma técnica, para sostener su posición contra Romera-Navarro,Correa Calderón se respalda en el P. Batllori, sobre esas afirmaciones, y nosremite a ellas ; y a su vez, el P. Batllori, para apuntalar su propia tesis, nosremite a Correa que remite a él, rizándose así el rizo17.

Hay más : partiendo de una carta de Nickel de 1653 en que reprehende ladureza del Prepósito de Valencia (sin que nada asegure de que se trate a todas lucesde nuestro Rajas, ya que Batllori sólo escribe : "a él se refiere ciertamente"18 ), elReverendo Padre hace un retrato poco halagüeño del valenciano : bien mirado, noes más que una hipótesis, aunque plausible. Sin embargo, bajo la pluma deCorrea Calderón, el retrato se hace realidad argumentai contra Romera, y la cartaaludida ya no es el pretexto, sino la prueba de la exactitud del retrato, de modoque la hipótesis del principio se convierte en prueba de la conclusión final1'.

Se podrían sacar catálogos de esas bolas de nieve de hipótesis o afirmacionesque ruedan incrementándose de crítico a crítico, hasta que se las acepta comoverdades pétreas, pero que se derriten con tal que se las examine al sol textual20.Citemos otro ejemplo que sólo sería un error más de Correa Calderón si no fuera,desgraciadamente, repercutido por la crítica posterior.

p. 64.17 Ibid.,p. 119.18 Correa Caleerón, op. cit., pp. 66-70.19 Batllori, op. cit., p. 96, Correa Calderón, op. cit., p. 69.2 0 Cf. mi tesis, citada, tomo 2, lu , cap. I-II, pp. 424 a 489.

Page 8: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

44 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

En la página 68 de su libro, resumiendo la polémica entre Romera y Batlloriy recordando ese "sinfín" de cartas que tendría el Padre jesuíta para probar elnacionalismo fanático de Rajas, Correa escribe, en su nota 4 :

El Padre Batllori hace referencia a su trabajo [...] en que transcribe una carta que elP. Vitelleschi escribe al padre Vidal del colegio de Barcelona, en 1629, en la quedice del P. Rajas : "ha mucho tiempo que está notado de muy nacional, y de no tanadvertido como conviniera en el hablar, y juntamente dhen que se entremetedemasiadamente en negocios de personas defuera".

Pues bien, de haber leído Correa Calderón tan atentamente a Batllori como locita, se habría dado cuenta de que, en esa carta, en ninguna parte se refiere a Rajassino al mismo destinatario P. Vidal, que recibe una severa y directa reprensión departe del General por su excesiva patriotería catalanista, teniendo por sujeto losverbos que subrayo no "él" (Rajas) sino "V.R.", 'Vuestra Reverencia1 (P. Vidal)como se puede comprobar en la extensa nota que damos21.

21 He aquí el pasaje en cuestión y se verá que no era posible equivocarse. En lapágina 65 escribe Batllori lo que cité (subrayados míos) :

precisamente el P. Pablo Rajas era uno de los más nacionales de Valencia, como elP. Jerónimo Vidal descollaba entre los catalanes y Francisco de Aguirre entre losaragoneses (39). Los tres merecieron serias amonestaciones de los generales (...].

En la nota 39 se lee :Sobre el P. Rajas vid. infra, p. 95-96.— Muzio Vitelleschi al P. Jer. Vidal, del

colegio de Barcelona, 18 jun. 1629 : "Con ocasión de lo que me dice acerca de queseñale para ese colegio rector de los naturales, no puedo dejar de advertir a VJi. comoa mucho tiempo que está notado de muy nacional, y de no tan advertido comoconviniera en el hablar, y juntamente dizen que se entremete demasiadamente ennegocios de personas defuera" ( Arag.S, 155r ; cf. 166r) ; el visitador P. Hemelmann yel prov. P. López lo destinaron a Valencia, donde le escribe consolándolo el P.General el 18 mayo 1631 (220v) ; pero pronto volvió a Barcelona por su falta de salud(291 r ; cf. 362r, 363r, 391v, 392r) [...].

Basta con leer, pues, como dije, para comprobar que el P. Batllori nos defrauda delo que atañe a Rajas, remitiéndonos claramente a las p. 95-96 y que, por consiguiente,no pretende hablar aquí de Rajas. El punto, seguido de una raya (.—) indica netamentela frontera entre Rajas y lo que sigue, "amonestaciones de los generales" contra elcatalán Vidal y, luego, contra el aragonés Aguirre. Dejo subrayado todo lo que no sepresta a dudas : el General escribe a Barcelona a un catalán que, al parecer, le pide sunombramiento personal como rector de ese colegio, con el motivo de ser "natural", oque al menos nombre a otro "natural". El General le contesta reprochándole justamenteese nacionalismo ("no puedo dejar de advertir a V.R....") ; lo que hace absurdo la ideaque el catalán Vidal se refiera a Rajas, valenciano, que no vemos por qué propondríacomo rector "natural" en Barcelona. La frase que sigue, separada por un lógico punto y

Page 9: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCIÓN 4 5

Como se ve aquí y en nuestra nota 21, el General no andaba con rodeos paradecir directamente lo que opinaba al catalán Vidal, al aragonés Aguirre, a quienremite las acusaciones que éste formulaba contra los valencianos. Pero en todocaso, no hay la menor mención de Rajas, al menos personalmente. Lo que no leimpide a Correa Calderón, tras haber achacado a Rajas lo que el General censurabadirectamente en Vidal, privilegiar, con una citación trunca, la acusación contralos valencianos (rechazada por el mismo General), cortando el "Dize [V.R.] quelos padres valencianos..." (cuya responsabilidad corre a cargo del sospechosodelator Aguirre, al que para severamente los pies el General), lo que da losiguiente, bajo su pluma afirmativa : "los Padres valencianos se apassionanmucho por los sujetos y cosas de su nación"22. Basta pues con un decir, y la

coma (;), confirma que se trata del propio Vidal, cuyo ruego de nombramiento comorector en Barcelona no sólo no es atendido sino que, por orden del visitador(encargado de investigaciones disciplinarias) y del provincial, ratificada por elGeneral, se ve en cierto modo desterrado en una Valencia tan poco de su gusto que elGeneral se ve obligado a consolarle de un destino que hubiera encantado al valencianoRajas. Luego, por medida de clemencia por causa de su salud, se le permite volver a suansiada Barcelona.

La continuación de la nota es lógica ; tras remitir Rajas a otras páginas, después deesos documentos sobre Vidal, se pasa al terceT caso, al "nacionalista" aragonésAguirre, que también recibe una seria "amonestación" del General :

Vitelleschi al P. Fr. Aguirre, del colegio de Zaragoza, 25 nov. 1629 : "Dize que lospadres valencianos se apassionan mucho por los sujetos y cosas de su nación [...].Mucha ocasión nos da V.R. con esta carta para temer que está no poco tocado de laenfermedad de que nota a otros [...) sus raçones y modos de decirlas muestran lo que édicho. Deseo mucho, padre mío, que todos miremos las cosas de nuestros hermanoscon los ojos con que queremos que se miren las propias".

2 2 Correa Calderón, p. 68, n. 4. Recalquemos que la carta es de 1629, es decir decasi 30 años antes de la Crítica. Pues si el argumento opuesto por Batllori a Romera-Navarro, a saber que 13 años "eran suficientes para que pudiese tomarse esa amistosarelación" entre Lastanosa y Rajas que hace muy increíble que éste escribiera oacreditara con su participación en la Crítica la gravísima acusación contra aquél,tantos años serían más que de sobra para cambiar sus costumbres editoriales.

Resulta además asombroso que, para asentar un regionalismo valenciano del cualsería víctima Gracián en 1658, entre tanto documento a que se alude sin enseñar nada,no se nos ofrezca más que unas cartas, siendo la más reciente anterior de 23 años alasunto (Batllori, pp. 64-65, cita cartas sucesivemente de 1630, 1630, 1634, 1635,1635). El propio Batllori asegura que "en 1633, la tensión llegó a su colmo". Lomenos que se pueda decir, si no se acataron las amonestaciones de los superiores conlos años, es que los disciplinados soldados de Cristo no obedecían "perinde accadáver" a su General.

Page 10: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

46 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

imputación malévola contra unos valencianos en 1629 se nos da como letra deevangelio, para probar el nacionalismo del particular Rajas... 29 años después.

De la misma manera, afirmando el P. Batllori en su página 97 que Paulo deRajas era "práctico ya en punto de ediciones clandestinas O*1)", ese plural nosincita a correr a la nota que probaría la tesis de la responsabilidad de Rajas en laCrítica. Pero esta nota también, la 164, nos invita a ir a mirar a otra parte : "Vid.supra, n. 132".

Otra vez acudimos a la nota 132 de la página 92, para llevarnos la sorpresasiguiente :

Vitelleschi al prov. P. Ribas, 25 oct., 1636 : "Tengo noticia de que el P. Pablo deRajas a estampado un memorial que a ocasionado no pequeña offensión al señorarçobispo [...]. Añaden que el P. Francisco Caspe y otros de la casa lo hanfirmado".

Notemos que el plural de esas "ediciones" no es probado más que por una y encuanto a la "clandestinidad", ni hay asomo de ella en la cita, ni de parte de Rajasconocido autor del memorial ni de los demás Padres, plurales sí, que lo hanfirmado. En todo caso, por un hecho que, a falta de más prueba, tenemos queconsiderar como aislado, averiguado en 1636, parece algo atrevido inferir el queRajas haya sido el disfrazado autor de una Crítica posterior de 22 aflos. De todosmodos, el P. Batllori tiene que convenir en que, al publicarse en Valencia elpanfleto contra Gracián, Rajas "no se hallaba entonces en la casa profesa"23.

Sea lo que fuere, esta escueta nota, este singular, nos es dado como la pruebade la afirmación de la página 97 sobre Rajas (experto en ediciones clandestinas) y,en la polémica contra Romera-Navarro, se convierte en : "la afición del P. Rajasa las ediciones clandestinas, que practicó con frecuencia, y de las que pudo ser unamás la Crítica contra Gracián".

Afirmación que se nos dice probada... por la afirmación de la página 97. Otravez se riza el rizo y en Correa Calderón se hace intangible verdad24, tanto comoese fanatismo de Rajas del cual se nos ha dicho todo sin que veamos nada, lo queviene repitiendo de libro en libro25. Porque, a falta de documentos, no se nos haofrecido más que afirmaciones :

23 B. Gracián, Obras completas, B.A.E., T. CCXXIX, Introd., p . 92.24 Op. cit., p. 69.2 5 De su libro de Gredos citado hasta las introducciones a sus ediciones del Criticón

en Clásicos Castellanos, Oráculo manual de Anaya y Agudeza y Arte de Ingenio deCastalia.

Page 11: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRELACRÍTICADEREFLECCIÓN 4 7

Rajas era el más calificado regionalista de toda la provincia jesuítica de Aragón(vid., supra, pp. 95-Ç6)26.A partir de entonces /la supuesta carta "de los infiernos" por la que Gracián hubierasido admonestado públicamente en Valencia en 16467, 'venga o no a cuento,Gracián aludirá con cáustica ironía a ciertas peculiaridades de carácter de losvalencianos, generalizando a toda la región lo que se limitaba a sus émulos. Larespuesta de éstos es injusta y mezquina'2-'1.Tal regionalismo era típico de la casa profesa valenciana, en perjuicio de losjesuítas procedentes de Aragón?*.

Vemos, pues, a qué conclusiones categóricas se ha llegado a partir de basespor lo menos inciertas.

Nos hemos explayado en señalar algunos tópicos de la crítica graciana quemerecían mayor y más exigente examen. Pues, si se quiere limitar la Crítica a"una mezquina venganza personal", tal vez se deba renunciar a elevarla al nivelmás grave de rencores regionalistas, causados por el odio supuesto de Gracián porValencia que no resiste al examen detenido de su obra, como lo probé29.Implícitamente, todos los críticos convienen en que, de todos modos, no hubierajustificado esa réplica : es por qué se le busca motivos más graves : "Sobre eltema que Gracián tuvo con los valencianos, hay otros testimonios más válidos enel capítulo : "El Yermo de Hipocrinda' "30.

Pues bien, como lo demostré en mi tesis doctoral no sólo el "Yermo", nadatiene de valenciano ni de jesuítico sino que, perfectamente situado en Francia, esuna sátira de los jansenistas de Port-Royal-des-Champs31, a más de que en laCrítica no se da particular énfasis a esa crisi de la novela en que satiriza Gracián

2 6 Batllori, op. cit., p . 120.2 7 Correa Calderón, Introd. al Criticón, Clásicos Castellanos, p . XVII.2 8 A. del Hoyo, Obras completas de B. Gracián, Edic. Aguilar, Madrid, 1960, p .

XCV, en que remite a Batllori, pero sin haberlo leído muy atentamente, ya que ésteescribía que ese nacionalismo era típico "no sólo para la provincia de Aragón, sinopara tantas otras de Europa que entonces sufrían el mismo mal" (p. 63). Además, lascartas susodichas se dirigen tanto a catalanes como aragoneses, siendo las menos, delas que constan, contra padres valencianos.

29 Véase mi tesis y mi próximo libro : Hypocrites Pyrénées, citado.3° A. del Hoyo, op. cit., p . IV.31 Véase mi libro Le Fil perdu du "Criticón" de B. Gracián : Objectif Port-Roy al,

Université de Provence I, 1984, II, cap. VI-Vu. En un estudio aún inédito que tuvo labondad de prestarme, Le temps et l'espace dans le "Criticón", aportando la contra-prueba del historiador de las ideas a la perfecta lógica geográfica y simbólica queevidencié en El Criticón en mi tesis y libros, el Prof. Alain Milhou prolonga muchas,matiza y corrige algunas de mis conclusiones al respecto.

Page 12: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

48 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

alegóricamente la hipocresía religiosa, lo que excluye que un jesuita como Rajasla pudiera pasar tan de alto.

Si se examina atentamente lo que se le reprocha a Gracián en la Crítica deReflección, resulta claro que el antivalencianismo, si es el pretexto, no es laacusación fundamental contra el autor del Criticón.

III. CRÍTICAS CONTRA GRACIÁN EN LA CRITICA

1. ¿ Crítica de Valencia o de las provincias españolas ?

Sea valenciano el autor del libro, se publique en Valencia, ¿ son éstas razonessuficientes para acreditar la tesis de que la requisitoria levantada contra Graciánestriba fundamentalmente en su crimen de lesa-Valencia ? No nos incumbe hacerun resumen de la Crítica de reflección y censura de las censuras, que se puede leera continuación. Sin embargo, cabe aquí señalar algunos puntos. Primeramente, elpropósito del libelo viene expuesto en la dedicatoria a don Femando de Aragón yMoneada : "convencer un desacierto", "despintar un ultraje de la nación que tanafectuosa venera la casa de V.E.". Para admitir que se trata de vengarefectivamente un ultraje de este nación innominada, se tiene que aceptar que eldestinatario es representativo de Valencia y, aun así, no bastaría como prueba : ladedicatoria es un género convencional, un amparo que se busca y que necesita aposteriori una justificación suficientemente halagüeña para que la acepte eldedicatorio, todo prefacio es en realidad "post-facio" : se suele más escribir unlibro contra alguien que por alguien, pero, escrito, se puede tratar de ajustarlo a lapersonalidad del que acepta el papel de patrono.

Líneas adelante, el "desacierto" es definido : "sacar a luz común papeles tanmal limados", "escritos tan poco dignos de ser leídos". En cuanto al "ultraje",precisado, ya no se trata de un singular ahínco contra una región particular,Valencia para la crítica, sino de un general "deslucimiento de naciones tangenerosas y nobles". Como ya lo tengo dicho y demostrado en mi tesis, Graciánnunca critica a Valencia en sí, sino que su sátira viene cada vez a cuento (al revésde lo que afirmaba Correa) con la de todas las demás provincias de España.

Me parece significativo que, siendo seis los censores del censor Gracián, solouno de ellos es valenciano y que el libro, a pesar de publicarse en Valencia, essituado en Salamanca. Los jueces de Critilo-Gracián son, respectivamente,conforme aparecen : Don Félix, madrileño, profesor de humanidades ; Don Luis,valenciano, profesor de jurisprudencia ; Don Lope, pamplonés, filósofo ; DonToribio, gallego, especialista de derecho canónico : Don Anastasio, portugués,"cursante del arte de Apolo" ; Don Bernardo, de Medina del Campo, teólogo.Notemos que, contrariamente a los demás, ni el gallego ni el portugués se venotorgado un capítulo para formular sus críticas, reduciendo su papel a compartirlas de sus colegas.

Page 13: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRITICA DEREFLECCIÓN 49

Se habrá notado que no hay jerarquía a favor del valenciano y que éste esjurista, como el propio Matheu. Los censores son, pues, menos representativosde una región que de la asignatura que profesan, en nombre de la cual van asometer a sus críticas El Criticón, personificado por Critilo asumiendo el papelde Gracián que se presenta frente a este tribunal académico de la fama. Pero sicada uno va a enjuiciar a nuestro jesuíta con el rasero de su propia ciencia, todosson solidarios en la condena y concuerdan en una carga esencial, denunciada enpreámbulo : la universal agresividad de Gracián.

2. Crítica universal de Gracián

En efecto, en la página 24, preguntado Gracián por la Clemencia sobre elintento de su obra postrera, responde : "Una Crítica de toda la vida humana",replicando la matrona "atribulada" : "¿ Con todo el mundo las has ? [...] muchome pesa que es mucho enemigo, y según esto nadie tendrás de tu parte".

Son, casi exactamente, las palabras del diálogo entre el niño Amor y su madredel prólogo de la crisi tercera de la primera parte del Criticón. Bien mirado, eltítulo mismo de la obra anuncia la intención de devolver sus críticas a Gracián,haciendo armas de sus propias flechas, devolviéndole sus frases (subrayadas en eltexto), gracias a este espejo devuelto a su autor que pretende ser la "Crítica"literalmente de "Reflección", de reflejos aviesos. En efecto, sigue elprocedimiento todo a lo largo del libro, devolviéndole a Gracián sus punzadas y elretrato que se nos da de él al principio es el poco halagüeño que hizo en ElCriticón del misántropo Momo. La Crítica cumple bien con su título y subtítulode "Censura de la censuras".

La novela alegórica de Gracián es presentada así :

Esta obra por mayor condena todas las acciones, introduze malicia en lo que no lahay, satírica los aciertos, persigue las virtudes, y aplaude algunos vicios. (P. 43)

El proceso es pues la misantropía general, la agresividad universal del autor :"Toma de ojo todo lo bueno y hinca el diente en todo lo malo", "dice mal detodos igualmente" y se le advierte que "el censurar ajenas obras o palabras no hade ser condenarlas generalmente" (pp. 6-7 y 45).

Sobra decir que, en esta crítica universal achacada a Gracián (que era además suintento), caben la de todas las provincias españolas, entre las cuales Valencia,claro está. Pero notemos que la nacionalidad de cada censor delata una voluntadescogida de representatividad regional (con notable ausencia de catalán, aragonés yandaluz), Valencia entre ellas, a quien le toca hablar en nombre de todas, quedandoclaro que cada provincia pudiera tomar por su cuenta los reproches achacados aGracián :

Page 14: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

5 O BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

Lo mesmo pudieran querellar diversas naciones que en tu boca se ven infamadas,pero entre todas escojo a Valencia, para que mi patria me deva el obsequio de volverpor su reputación. (P. 151)

3. Críticas de naciones : Valencia, un ejemplo. Silencio sobreel "Yermo"

La censura valenciana, en nombre de las provincias ultrajadas, incumbenaturalmente a don Luis, el valenciano, profesor de jurisprudencia y política.Empieza por acusar a Gracián de plagio y latrocinio literario. Discute sus juiciossobre ciertos libros y autores y, cosa de notar, le niega cualquier competenciapolítica, criticando sus sentencias sobre libros políticos justamente, sobre lasarmas e, incluso, sobre el matrimonio, lo que parece adecuado con su profesión(y con la de Matheu y Sanz).

En cuanto a las quejas por las sátiras antivalencianas, le reprocha a Graciánhaber ocultado muchas de las glorias de Valencia (no lo diría el P. Rajas, citadocon elogios en la Agudeza, pero bien lo puede gritar con despecho un Matheu queno aparece en ese libro de premios literarios concedidos por Gracián). La críticapasa a ser una larga serie de enumeraciones apologéticas de valencianos queilustraron armas, letras y religión, citando aquí a "Pablo de Rajas" como yavimos al principio. Sin embargo, se debe reconocer, con A. del Hoyo, que lacrítica regionalista del valenciano no es lo peor : "más ruda y rencorosa es lacensura de don Luis desde el punto de vista de la jurisprudencia y de la política".A un lector atento y no al tanto de las teorías críticas sobre el regionalismo dellibro, incluso le podría escapar esa dimensión valencianista, que no es la másnotable32. Como ya lo dije, importa más el enfoque intelectual y profesional de

32 A. del Hoyo, op. cit., p. 32. Véase también Ángel López García, De nuevo sobrela "Crítica de Reflección", en Gracián y su época, Actas de la I Reunión de Filólogosaragoneses, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1986, p. 325 : "un lectoringenuo [...] difícilmente sacaría la impresión de que la Crítica es un alegatovalencianista. Sobre un total de 198 páginas, sólo 27 [...] se dedican a la defensa yexaltación de lo valenciano, es decir un 13,6% [...] se acusa [a Gracián] no deantivalencianismo, sino, y ello es lo curioso, de anticastellano" (Subrayado mío).Aunque me resulte eso mucho menos curioso desde mi tesis, como se verá acontinuación, sin llegar exactamente a las mismas conclusiones sobre la posibleparticipación de Rajas (que parece admitir parcialmente López García sin haber hechoel minucioso estudio filológico al cual dediqué capítulos enteros de mi tesis),comparto con él esa insatisfacción que experimenta el estudioso de la Crítica frente alas tradicionales explicaciones por un presunto y estrecho regionalismo, siendo másseguramente las motivaciones políticas para él, político-religiosas para mí, pero enambos casos en relación con el centralismo monárquico.

Page 15: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCION 5 1

la crítica que el nacional. De todos modos, hay que admitir que don Luis, comolo anunció claramente, habla de manera ejemplar, en nombre de todas lasnaciones españolas ofendidas por Gracián, lo que ya venía expreso en laaprobación : vengar el honor de "naciones tan generosas y nobles".

Los elogios a Castilla y Aragón, como veremos, son numerosos y excluyenel patrioterismo antiaragonés que nos contó la crítica graciana. Notemos por finque, en esta defensa de Valencia, nunca se trata del "Yermo de Hipocrinda", quesin embargo, según Batllori, sería una sátira de los jesuítas valencianos quehabría motivado la réplica de la Crítica por el jesuíta valenciano Rajas. El caso esque el reproche de antivalencianismo dista mucho de ser el principal.

4. "El error más intolerable" : la moral laica

El crimen fundamental de Gracián viene formulado, primero, por el madrileñodon Félix : es la educación laica de Andrenio en El Criticón, la ausencia de lareligión católica en la enseñanza que le tributa Critilo. Esta acusación capitalvuelve enfatizada al final en boca de don Bernardo de Medina del Campo, elteólogo :

Este es el error más intolerable [...] : ¡o que te acuso es no haber instruido su rudezaen los misterios de la verdadera religión. ("Pp. 190-191,)

Entonces, del principio al final, del "Discurso I" al "Discurso Ultimo de laTeología", toda la Crítica está enmarcada entre esa doble acusación esencial, queserá repetida en varios momentos del libro.

En primer lugar, se critica largamente el concepto de inmortalidad en lafamosa "Isla" del final del Criticón : de la página 29 a la 37, ese tipo deinmortalidad es refutado. Esa base de la acusación vuelve sobre la mesa al fin,rechazada la coartada de Gracián de haber expedido a Felisinda en el cielocatólico :

Por cosa extraordinaria nos vendes que la felicidad verdadera se halla sólo en elcielo, siendo primer principio entre católicos ; y si es así, ¿ cómo la apeteces enaquella isla ? (P. 123, subrayado en el texto)

En ese concepto tan laico de la inmortalidad se ve la mano del diablo : "elcomún enemigo persuade este género de inmortalidad para defraudarnos de laverdadera" (p. 34). Al turbulento jesuíta se le recuerda que "las verdaderas cienciasson las virtudes" (p. 35).

En resumidas cuentas, el mayor cargo contra Gracián-Critilo es el "olvido delprimer principio" (p. 48) y se le apostrofa precisando : "Olvidaste el Christuscuando enseñaste a tu compañero los primeros elementos" (p. 46), siendo

Page 16: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

52 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

agravante su profesión religiosa : "es tanto mayor el delito, quanto en ti másprecisa la obligación de enseñar la dotrina christiana" (p. 191).

Entonces, el crimen esencial que la Crítica imputa a Gracián no es contraValencia, como se pretende, sino contra, como claramente se le echa en cara, "elque más ofendiste, el Sumo Hacedor, pues olvidándole abates el vuelo a lasterrenas vanidades" (p. 35).

5. "Yermo" de la crítica graciana

En ese pecado capital del jesuíta, incluso, el episodio del seudovalenciano ysupuestamente jesuítico "Yermo de Hipocrinda" apenas si se recuerda, y aun demanera rápida : "la hipocresía, la pintas en metáfora de vida monástica, pues usasde las vozes Hermitaño, silencio, novicio, professo, yermo, celda, mongebendito, claustro y otras deste jaez" (p. 194). Y se añade : "Bien sabido dévierastener el respeto con que se han de tratar las cosas sagradas, la veneración con quese ha de hablar de los Eclesiásticos, la culpa que se incurre de mezclar lo sagradocon passatiempos profanos" (p. 193). Bien se ve que no se le reprocha más queuna sospechosa mezcla de géneros y su irreverenciosa jocosidad en materia tangrave.

Así, si resulta lógico que el valenciano censure agresivamente, cuando le tocahablar, la ironía graciana contra Valencia, la carga más grave contra Gracián ni esel antivalencianismo, ni le es imputada por el valenciano. En cuanto a laindiferencia religiosa increpada por el teólogo don Bernardo, si es patente en susobras profanas, no parece fundamentada en el famoso "Yermo" que es sóloejemplo de su irreverencia chistosa y no hay sombra de sospecha de ataques deGracián contra la Compañía de Jesús, cosa que críticos tan quisquillosos comolos que someten a nuestro autor a su severo tribunal no hubieran dejado escapar,y aún menos un Rajas jesuita.

Resulta, pues, difícil concebir que esa crisi del "Yermo" sea el origen de todoel asunto de la Crítica como lo afirmaba Batllori.

6. Conclusión : el asunto valenciano, una construcción aposteriori v sus consecuencias

El antivalencianismo de Gracián es una construcción a posteriori, fabricada apartir de la Crítica de Reflección, libelo parcialísimo, tardío y mal intencionadosegún los mismos críticos que, sin embargo, cuando conviene a sus teorías, novacilan en darlo como fidedigno testimonio, cuando todo lo delata comosospechoso. Ese panfleto, nos lo daban como patrióticamente valenciano : parajustificar ese ataque, se necesitaba a un Gracián convicto, cuando no confeso, decrimen de lesa Valencia ; el crimen no podía ser gratuito : ahí venía de molde elasunto de la "carta de los infiernos" que, según el libelo, Gracián se hubiera

Page 17: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRITICA DE REFLECCION 53

glorificado de leer en Valencia en 1644 con escándalo de los Padres, que lehubieran impuesto retractación pública ; de ahí procedería la particular ojeriza denuestro jesuita contra lo valenciano, tan obsesiva y excesiva que desencadenaría laréplica vengativa de la Crítica valenciana, no vacilando Correa Calderón enatrepellar audazmente datos y fechas para probarlo33.

Pero como, desgraciadamente, la sátira de Gracián contra Valencia nodescuella realmente entre todas las que tributa a las naciones de España, a pesardel amor propio patriotero exacerbado del don Luis de la Crítica, se tenía quebuscar motivo más de monta a tamaño efecto y, entonces, el "Yermo deHipocrinda" fue un providencial hallazgo para justificar el contra-ataquevalenciano : esa crisi tenía que ser una sátira a la vez de Valencia y de la casaprofesa de los jesuítas valencianos, teniendo que ser entonces autor de la Críticavengadora un valenciano, claro, jesuita forzosamente, el P. Rajas por más señas.Y todo a pesar del texto, tanto de la Crítica (no tan principalmente valencianistacual se pretendía, ni al parecer muy concernida por la famosa crisi) como de loslibros de Gracián en que no hay odio particularizado contra Valencia (la Agudezade 1647 no sólo celebra muchas glorias valencianas, sino que tributa elogios aese Rajas amigo de Lastanosa que se nos presenta sin sombra de prueba comoenemigo de Gracián). Lo mismo que en vano se buscaría rasgo valenciano ojesuítico en un "Yermo de Hipocrinda", que demostré como más seguramentejansenista y del que, por otro tópico crítico aceptado sin examen, el del"ageografismo" del Criticón, se había simplemente olvidado que nuestro jesuitamilitante lo había situado claramente en el norte de esa Francia, entre católica yhugonota, reino de la hipocresía religiosa34.

Así es como ese descuido de la letra del texto a favor de contextos biográficosmás o menos averiguados arrastraba consecuencias de peso sobre la comprensióninterna del Criticón y el sentido totalmente ortodoxo de la obra graciana, loesencial, que, por rebelde en ciertos aspectos veniales que fuera la persona delautor, no discrepa en lo profundo de la ideología ignaciana de la cual es una merailustración, y tanto que yo diría que atacar a Gracián, buen símbolo de todo

33 Cuando se sabe que Correa Calderón se hace portavoz de la teoría de la "carta delos infiernos" como causa del odio de Gracián por Valencia, que, a su vez, arrastra laréplica de la Crítica, es sorprendente su afirmación : "la reacción de los valencianosno se hizo esperar" ; pues si se piensa que el lance "infernal" es del 1644 y que, a partirde ahí, Gracián hubiera satirizado a Valencia "en toda ocasión", "venga o no acuento", los valencianos serían sin duda muy pacientes con Gracián, ya que esperaron14 años —la Crítica es de 1658— para reaccionar contra esa inquina obsesiva deljesuita. Sin embargo, unas líneas más lejos, escribe : "el injusto ataque fue tardío,pues se publica el mismo año en que muere el gran escritor" (op. cit., p . 64).

34 Véase mi libro Le Fil perdu du "Criticón"..., op. cit.

Page 18: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

54 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

aquello que se le reprochaba a la Sociedad de Jesús en aquel entonces, era comohabérselas con la misma Compañía.

Ahora bien, si esa polémica tan acre contra Gracián no la justifica su sátirafinalmente folklórica y muy venial comparada con lo que se escribía contraValencia35, si no es más que un pretexto, queda ese reproche fundamental deindiferencia religiosa irreverente, grave en un jesuíta, gravísimo en el contextohistórico de la Compañía de Jesús, serio en el de España en ese año de 1658,pues tratar de religión, y más jesuítica, era entrar en política. Y celebérrimo,Gracián no era un jesuíta cualquiera. Unos elementos nuevos acerca de la Críticatal vez permitan abrir nuevas sendas para enfocar el verdadero alcance de esepanfleto, posiblemente menos inocente que un escanniento malhumorado contraun irritante escritor.

IV. UN EJEMPLAR DESCONOCIDO DE LA CRÍTICA

1. Cuatro obras de Matheu y Sanz

Este hallazgo me parece decisivo para zanjar definitivamente el problema de laatribución y orientar tal vez las investigaciones hacia las motivaciones ocultasdel panfleto. Sólo se conocía hasta aquí un ejemplar de la Crítica "de difícilhallazgo"según Correa y A. del Hoyo36, en la Biblioteca de la Real Academia dela Historia. Afortunadamente, descubrí otro ejemplar en la Biblioteca Central deBarcelona. Que tal ejemplar de tan rara obra haya escapado a los estudiosos tieneuna explicación sencilla : el libro no está fichado bajo los nombres de Matheu ySanz ni del seudónimo Terzón y Muela, ni menos bajo el de Rajas a quienalgunos lo quisieran prohijar : en los ficheros, consta bajo el nombre deSolórzano Pereira.

3 5 Véase Hypocrites Pyrénées..., op. cit. Remito a mi tesis en que estudiodetallamente lo que dice Gracián de Valencia y de las demás provincias ; se verá que noes ésa la que queda peor parada, sufriendo Aragón no pequeños sarcasmos. Basta conleer lo que decían los contemporáneos contra los valencianos y se verá muy bien quelo de Gracián es flojo en comparación (cf. M. Herrero García, Ideas de los españolesdel siglo XVII, Madrid, Gredos, 1966 y, en particular, Fr. Almela y Vives, La pocasubstancia de los valencianos. Valencia, 1962).

3 6 Correa Calderón, op. cit., p. 64. Durante años, me fue imposible conseguir oconsultar el ejemplar de la Real Academia de la Historia, reservado, según se me dijo, aun investigador importante, hasta que Teresa Ramonet i Gas, de la Biblioteca Centralde Valencia, me obtuvo finalmente, a duras penas, por amistad, una fotocopia queconsta de muchos subrayados. Mientras tanto, en 1973, di con el ejemplar de laBiblioteca Central de Barcelona.

Page 19: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRELACRTTICADEREFLECCIÓN 55

Tranquilicémonos : éste no es un nuevo candidato a la paternidad de la Crítica.Simplemente, la Crítica de Re/lección viene encuadernada con otras tres obras deSolórzano. La razón es muy sencilla : estas tres obras latinas están traducidas alcastellano por Matheu y Sanz y todas, la Crítica inclusive, van dedicadas a unAragón y Moneada, sea don Luis, sea don Fernando, como la propia Crítica.Estamos, pues, en presencia de cuatro libros encuadernados en un solo tomo, quetienen por factor común un mismo autor o traductor, es decir Matheu y Sanz, yuna misma familia por dedicatarios.

No queda duda al respecto : el primer libro es una traducción de lasEmblemata centum regio-politica de Solórzano Pereira, publicada en 1657. Elsegundo, es nuestra Crítica de Reflecdon de 1658. El tercero es otra traducción delos Emblemas de Solórzano, de 1659 y, el último es su Decada Nona de 166037.

Los cuatro volúmenes salen de la misma imprenta : "Valencia, por BernardoNogués, junto al molino de Rovella". La encuademación, de época del conjunto,seria del año de 1660, fecha del último libro. Sería muy extraño que el impresorencuadernara erróneamente, entre tres libros de Matheu, sus traducciones, unaCrítica ajena. Más probablemente, el mismo autor pediría la encuademaciónconjunta de sus cuatro libros. Notemos, de paso, que Matheu tradujo tres obraslatinas y no una como se dijo, y no hablemos de si sería buen latinista o no,siendo además jurista.

2. Elogio de la traducción y desprecio de Gracián

Es extraño, y sobre todo tras tanta polémica sobre las competenciasrespectivas en latín de Rajas y Matheu, que ninguno de los críticos hasta aquíaludidos haya destacado el interés de las primeras líneas de la Crítica, que sonademás las primeras palabras del primer personaje, un elogio de la traducción delos antiguos en lengua castellana, con valoración de ésta :

Ya parece que el ingenio no tiene qué apetecer, después que vemos trasladada anuestro idioma toda la erudición de Griegos y Latinos : sin que se reserve asunto,ni materia, a quien la lengua castellana no dé muchos realces con la elegancia desus períodos, con la dulçura de sus voces, y con lo sentencioso de sus frases. (P. 3)

37 Decada Nona, De los Emblemas de Don Juan de Solorçano Pereyra, cavallero dela Orden de Santiago, del Consejo de Su Magestad en el Real de Castilla, y Indias...,traducidos por el Dotor Lorenzo Mateu y Sanz, cavallero de la Orden de Montesa, delConsejo de Su Magestad en la Real Cnancillería de Valencia. De orden del excel.moSeñor Don Luis de Guillen de Moneada y Aragon, Principe, duque de Montalto.

Page 20: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

56 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

A través del elogio de las bellezas del castellano y de la erudición de losantiguos, ¿ no se trata aquí de una alabanza del propio traductor, con pretexto deuna dedicatoria a un procer cuya familia alentaba y fomentaba traducciones ?¿ Quién, sino el traductor Matheu, podía así legitimar sus traducciones en elmismo principio de una obra polémica contra un Gracián abiertamentemodernista, que manifestaba un distancia altiva hacia la erudición antigua, undesprecio muy reiterado hacia la imitación, y por supuesto, para con lostraductores ? ¿ Cómo podía haber tomado Matheu (y Salinas en el mismo libroque incluía sus traducciones de Marcial) este fallo sin apelación :

Grande humildad y aun flojedad de nuestros modernos, darse a traducir o cuando másparafrasear ajenas y rozadas antiguallas, pudiendo aspirar a inventarlas conventaja. (Agudeza, Disc. LVI) ?

Desde sus primeras obras hasta la teorización agravante de la Agudeza, elculto de la novedad, de la invención, es una constante en nuestro jesuíta :

Son tenidos por imitadores de los pasados los que les siguen y, por más que suden,no pueden purgar la presunción de imitación. (Héroe, VII)Suele faltarle de eminencia a la imitación lo que alcanza de facilidad. (Agudeza,Disc. LXIII)Hasta el saber ha de ser al uso. (Oráculo Manual, 120)Importa mucho el pensar al uso. (Agudeza, Disc. LX)La erudición de cosas modernas suele ser más picante que la antigua [...] Los dichosy hechos antiguos están muy rozados ; ios modernos, si sublimes, lisonjean consu novedad. (Agudeza, Disc. LVIII)

A esta tranquilidad pro-modernista de un autor moderno, crítico celebradoademás y censor latinista temido, como lo experimentó el mísero Salinas con supoema en latín, parece contestar en preliminares el traductor y erudito a la antiguaMatheu, que va a intentar coger a Gracián por las mismas en su sátira,devolviéndole las críticas.

Podemos considerar, sin mucho riesgo, que ese elogio de la traducción queencabeza la obra es como la firma de Matheu. Además, dígase de paso, recordandolo mucho que se discutió sobre quién, de Rajas o de Matheu, conocía mejor aGracián, inclinando por el jesuita que tuvo más oportunidades de conocerle ytratarle, y más recientes, no sólo la Crítica no manifiesta un conocimiento muyhondo de la obra de Gracián, sino que confiesa abiertamente un conocimientomuy lejano : "si mal no me acuerdo..." dice don Bernardo al hacer su retrato antesde su comparición (p. 7).

Page 21: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCIÓN 5 7

3. Las dedicatorias

Vale la pena detenernos en ellas. Así que, de los cuatro libros, uno de ellos,nuestra Crítica, va dedicado a don Fernando de Moneada, tres restantes, lastraducciones del latín, van dedicados a don Luis (o don Luys) de Moneada que,según el mismo Matheu, se las encargó.

Este don Luis de Moneada recibe muchos elogios en la Crítica (lo que parecelógico por parte del autor Matheu, beneficiario de sus encargos literarios).Señalemos que, en la Crítica dedicada a don Fernando, el juez de examenvalenciano se llama don Luis, lo que vale la cortesía de la dedicatoria al parientedon Fernando. Es decir que el tal don Luis, merced a este sutil agasajo, estápresente en los cuatro libros de Matheu. Era una gloria religiosa de Valencia,embajador del rey en la corte papal (pp. 173-174). Era don Luis un conocidoaficionado a las letras y fomentaba libros de piedad, sobre todo traducciones dellatín. He hallado algunas de las obras que le fueron dedicadas como las deMatheu38.

Es de notar que la familia Moneada y Aragón, tan alabada en la Crítica, teníala encomienda de la Orden de Montesa y que entre los autores que les dedican susobras a don Luis o don Fernando figuran caballeros de Montesa y valencianos,como Gaspar de la Figuera y Matheu, el que se presenta bajo ese título en ladedicatoria. Pues bien, en la dedicatoria de la Crítica, el autor disfrazado, aldirigirse a don Fernando de Moneada, también caballero de Montesa ycomendador, presenta el libro como : "seña de mi gratitud", que debe "pagarle elfeudo de mi rendimiento", "las sumas honras que devo a la Casa de V. Ex...".Aquí tenemos el reconocimiento de honores recibidos, de deudas inconcebibles enun jesuita según los estatutos de la Compañía.

Entonces, ¿ no es ésa una declaración de fidelidad y agradecimiento de Matheu,"cavallero de Montesa, Doctor en Leyes, Alcalde de Casa y Corte" en 1659 haciaesa "Casa de Moneada" cuyo jefe ("su Excelentísimo Padre") gobernaba Valencia,

38 Son las siguientes : Fábula de Mirra... por Fernando Afán de Ribera Enríquez,Ñapóles, 1631, dedicada a D. Luis de Aragón y Moneada, Principe de Paterno y Duquede Montalto ; Gaspar de la Figuera, Caballero de Montesa, Miscelánea sacra de variospoemas. Valencia, 1657, con dedicatoria semejante ; Esteban Aguilar y Zúñiga,Tártaros en China..., Madrid, 1665, dedicado a D. Guillen de Moneada Aragón,Príncipe de Paterno ; Fr. Alonso de San Jerónimo, Vida, virtudes y milagros de laprodigiosa virgen y madre Ana de San Agustín..., Madrid, 1668, dedicada a D. LuisGuillen de Moneada, Cardenal, Príncipe de Paterno.

Véase J. Simón Díaz, Bibliografía, t. IV, X, IV y V sucesivamente p. 454, 221,526, 256.

Page 22: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

5 8 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

según su propio decir, "con alcaldía, que recibió al año de publicada la Crítica ?Matheu será "Regente del Consejo Supremo de Aragón" a partir de 1671.

Por otra parte, extraña también que ninguno de los mismos críticos quemanejaron el ejemplar de la Crítica de la Real Academia de la Historia hayareparado en que, bajo el nombre impreso de Sancho Terzón y Muela, figuraescrito a mano, en indudable caligrafía contemporánea, encabezando la dedicatoria("Al Excellentissimo / señor Don Fernando de Aragón / y Moneada...") elnombre del autor, "D. Lorenzo Matheu y Sanz". Tal vez de su misma mano almandar al duque su libro.

Indiquemos además que, contrariamente a la afirmación de Correa y Batllori deque no era Matheu un literario, hemos encontrado que figuraba en 1659 entre lalista de un certamen de ingenios valencianos39.

4. Los Moneada y Aragón : Letras, política,religión : ¿ "jansenismo" antijesuítico ?

Averiguada así la autoría de Matheu y Sanz, cabe preguntarse si los Moneada,factor común a esos cuatro libros, podían tener algún interés en infamar a unjesuíta por un asunto finalmente tan baladí. Los Moneada era familia valenciana,pero con ramificaciones aragonesas, catalanas, italianas y, es de notar, connumerosos vínculos franceses40.

Francisco de Moneada, celebrado por Gracián, autor de la Expedición deCatalanes y Aragoneses contra Turcos y Griegos, había sido embajador deAlemania y, a la muerte de Isabel Clara Eugenia, gobernador de Flandes dondeconoció los problemas del jansenismo. Parece pues que los Moneada tuvieronafición a las letras41.

La literatura política fue de su agrado : en 1637, a un don Luis de Moneada sele dedica ya una traducción latina : El maquiavelismo degollado42. El mismo año,Sancho de Moneada traduce el famoso libro polémico de Jansen, el futuroJansenio de los jansenistas, Mars Gallicus. Ya vimos que Solórzano Pereira era

3 9 Correa Calderón, op. cit., p. 66. Ver Fr. Carretes y Calatayud, Fiestasvalencianas y su expresión poética (siglos XVI-XVII), Madrid, CSIC, Inst. J. Zurita,1949.

4 0 Ver Enciclopedia Universal, Madrid, Espasa-Calpe, 1968, segunda edición ; S.Gili y Gaya, Introd. a La expedición de los Catalanes..., Madrid, Clás. Cast., Espasa-Calpe, 1959, p. XI.

4 1 J. Simón Díaz, op. cit., t. IV y V ; Apéndice, Basilio de Teruel, El SegundoAlexo, Valencia, 1657, dedica este libro a F. Moneada.

42 Alcalá, 1637.

Page 23: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCIÓN 5 9

muy unido a los Moneada43. Este era un autor político muy apreciado porGracián44. Más interesante aún, Solórzano se halló implicado en asuntos de"regalismo", una de las formas nacionalistas del jansenismo político45. Tal vez

4 3 Ver de Sebastián de Acosta Peieira, pariente del piimeio, muy lelacionadotambién con los Moneada, Epitalamio en las bodas de Don Luis de Aragón y Moneaday Doña María Enríquez de Ribera, Ñapóles, 1630.

4 4 Sobre ese punto, ver A. Ferrari, Fernando el Católico en Gracián, Madrid, 1945,p. 497 y Í Í . , p. 659.

4 5 Ver Menéndez y Pelayo, Historia de los heterodoxos, Madrid, 1965, lib. VI,cap. I, II : "Regalismo", p. 48. Hace un distingo sutil entre regalismo y jansenismopara lavar la España del siglo XVII de toda sospecha de herejía. Pero la verdad es queno lo hacían los contemporáneos, para quienes bastaba una posición antijesuítica,nacional, "citramontana", regalista, para ser tachado de jansenista, como lo pruebanlos mejores historiadores del jansenismo consultados para mi tesis (Orcibal,Ceyssens, Taveneaux, etc.). El caso es que el jansenismo doctrinal, teológico,augustiniano, fue muchas veces lo de menos en las polémicas, resultando ser lacondena papal del 1653 como una clamorosa publicidad menos en contra de losjansenistas que de los jesuítas, que la habían arrancado al papa de manera que sediscutió ferozmente.

Sobre el tema, se tiene que sabeT que fueron millares los libros que se publicaron enlos años de Gracián. En el tomo 3 de mi tesis, anejo a la Tercera Parte, doy una listamuy abreviada de las publicaciones sobre esas polémicas en los Países Bajos, lamayoría en latín y muchas en castellano ; consta de 22 páginas muy nutridas(B.Pelegrin, "Catalogue abrégé de livres concernant les controverses théologiques enrelation avec le jansénisme dans les Pays-Bas durant la vie de Gracián", op. cit., pp.814-836). El problema planteado por esos libros es que aun los más conocidos jefesjansenistas tenían varios seudónimos cada uno, no todos descifrados hasta ahora.Además, tenían complicadas y ocultas redes de comunicación para libros einformaciones en toda Europa, que se conocen muy incompletamente (la red de Lorena,una de las hoy bien conocidas, es sorprendente y significativa de la minuciosa yperfecta organización jansenista clandestina). Resulta aún más difícil localizar loslibros jansenistas en España porque, muy codiciados por prohibidos, sus posesores,por prudencia, no los hacían constar en los catálogos de sus bibliotecas, o lo hacíanbajo títulos disfrazados o encuadernados entre tomos inocentes como la Crítica. Perocirculaban en España y el mismo Jansenio, durante sus estancias en la Península(considerada como tierra de misión urgente) antes de 1640, se galardonea del eco desus ideas en España (sobre todo contra el enemigo común que era la Compañía deJesús) en cartas a Saint-Cyran, a quien había conocido en Bayona y con quienplaneaba su doctrina y la instauración de iglesias nacionales (ver mi tesis eHypocrites Pyrénées).

Page 24: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

60 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

merezca la pena recordar que, en el temprano siglo XVIII, Valencia fue un hogarimportante del jansenismo46. Los Moneada también se verán implicados enasuntos de regalismo y el duque de Montalto, favorable a las tesis galicanas y aFrancia, estará relacionado con Macanaz, que fue condenado como hereje47.

5. El contexto histórico : momento crítico para la Compañíade Jesús

Entonces cabe preguntarse si esa Crítica dedicada a uno de los Moneada poruno de sus devotos servidores, Matheu, a su vez fiel amigo del regalista Pereira,no apunta, más allá de un jesuita célebre, a la misma Compañía de Jesús, en unmomento en que ésta se veía acuciada por todas partes. Un ataque directo alInstituto era difícil, pero se le podía coger por uno de sus miembros, el másturbulento sin duda, buen ejemplar del laxismo mundano de la orden. Aunque demomento no se pueda comprobar esta tesis, no resulta inverosímil, si seconsidera el contexto histórico político y religioso : 1658 es el final de la Guerrade Cataluña, el reflujo de los franceses, entre los cuales muchos heterodoxos, queno sólo habían importado cantidades enormes de libros heréticos, sino que losimprimían en la misma Barcelona, lo que estremece a Menéndez y Pelayo48.

Por otro lado, a más de ser atacada por todas partes en Europa por eljansenismo, en la misma España, la Compañía de Jesús padecía graves reveses :comprometidos con los franceses, los jesuítas son expulsados de Cataluña4^, y seles achaca una gran responsabilidad en el sublevamiento de Portugal50. En lasdisputas entre citramontanos y ultramontanos sobre los límites del poderpontificio, una de las facetas de lo que se llamó jansenismo en el siglo XVII, losjesuítas tomaron naturalmente posición por Roma, lo que disgustó muchísimo alrey y aOlivaressl.

Por todas esas razones, la Compañía de Jesús quería dar satisfacciones a lamonarquía española, que triunfaba en Cataluña con don Juan de Austria, cuyagracia se necesitaba con urgencia. Las cartas del General al respecto son

4 6 A. Mestre Sanchis, Ilustración y reforma de la Iglesia, Valencia, 1968. Enparticular, el prólogo, p. 18 : "Ideas galicanas y reformismo francés" ; p. 386, cap.IX, "Filojansenismo y corrientes europeas en Valencia".

4 7 Ver Carmen Martín Gaite, El proceso de Macanaz, Madrid, Ediciones Moneda yCrédito, 1970, p. 30-33.

4 8 M. Batllori, Los Jesuítas y la Guerra de Cataluña, en Obras completas de B.Gracián, B.A.E., op. cit., p. 194.

Wlbid., p. 208-209.5 0 J. Colonies, La critique et la satire de don Francisco Manuel de Melo : les

jésuites d'Evora et le sébastianisme, Paris, P.U.F., 1969, p. 99.51 Batllori, Los jesuítas y la Guerra de Cataluña, op. cit., p. 199-201.

Page 25: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCIÓN 6 1

clarísimas52, sus consignas estrictas : castigar a todo aquel que disgustara a lamonarquía. Se considera que por esos motivos Gracián dedicó la segunda parte delCriticón a don Juan de Austria, con elogio hiperbólico.

Esas circunstancias explican la severidad nueva de la Compañía para conGracián y el que, tras haberle dejado rienda editorial suelta durante tantos añospara sus libros profanos impresos sin permiso, se le prohibiera en estos añoscualquier publicación sin censura previa, llegando a los extremos de castigo quese sabe. El General se reservaba el derecho de examen para juzgar la oportunidadde toda publicación, para no presentar el flanco a las críticas. He aquí latranscripción fiel que da A. del Hoyo de esas consignas del General Nickel en1657:

El ataque jansenista estaba en su apogeo. Se notaba a los de la Compañía —que-relae graves— de la excesiva laxidad de opiniones "que enseñan e imprimenalgunos de los nuestros sobre asuntos morales". Esas quejas, dice Nickel,impellunt nos ad omnes provincias conscribamus [...]. Recordando, en primerlugar, las instrucciones que anteriormente diera —el 4 de julio de 1654— en las querecomendaba mucho a los revisores que se cuidaran de las opiniones laxas, afín deno dar al enemigo —Iansenistae et alii obtrectatores nostri— fundamento a susataques [...]. Y, en especial señala a los censores de libros que, al examinarlos, sefijen mucho en si contienen opiniones laxas, sometiéndolas a la consulta de Romasi les resultaran dudosas?^

También así se explica la preocupación del General por averiguar la paternidadde la Crítica y asegurarse que ese ataque contra un miembro ya bastante expuesto—y hasta ahí protegido— de la Compañía no partía del interior mismo. Y es tanhondo su cuidado que no había por qué poner en tela de juicio la seriedad de lainvestigación que inocentaba al Padre Rajas : "es público en Valencia que dichodon Lorenzo es el autor".

V. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS

1. Culpa de Gracián, culpa jesuítica : un religioso profano

Ahora es menester examinar las críticas formuladas contra Gracián a la luznueva que proponemos para enfocar la Crítica de Reflección y sus motivaciones uobjetivos.

52 Batllori, ibid.5 3 Carta del 12 de mayo de 1657 de Nickel a Piquer, resumida en Obras completas de

B. Gracián, op. cit., p . XC b.

Page 26: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

62 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

El General no con poca razón estaba inquieto : las críticas que llovían sobre laCompañía de Jesús las argumentaban sus enemigos en las mismas obras de losjesuítas, en la cantidad de/ obras profanas que publicaban, de las cualesmuchísimas figuraban en el índice. Era, pues, un reproche significativo contra laCompañía el que se achacaba a Gracián en la Crítica. Esa acomodación mundana,esa puesta entre paréntesis de la divinidad, era su crimen mayor54. El Criticón,por una parte, la más inmediatamente visible, seculariza la moral, haciendo deella una "cortesana filosofía". El segundo nivel es perfectamente, yarraigadamente, jesuítico como lo comprobó mi tesis. Pero, con una miopíaintelectual de buena o mala fe, bien se podía uno atener al premier plano, alsentido inmediato, y denunciar la moral aparentemente terrestre del autor. Conmucha lucidez ya se había dado cuenta Gracián del malentendido con que fueacogida su novela por los que no entendieron "ni el asunto ni el intento".

Con júbilo se complacen los censores en recalcar esa paradoja de un sacerdoteque no cita sino libros profanos, olvidado de toda la literatura religiosa :"Considera tu estado, empleo y profesión" (p. 86), se le advierte. Su geniochistoso desdice en una "persona de tu estado" (p. 184). El descuido religioso dela educación de Andrenio es condenable "cuanto en ti más precisa la obligación deenseñar la dotrina christiana" (p. 191).

Es decir que los jueces no entran en el distingo sutilmente casuístico sobre elcual Gracián hizo descansar su doble vida de escritor ("Lorenzo, Infanzón", autorde libros profanos) y de religioso "Baltasar, de la Compañía de Jesús" que sóloreconoció por legítimo, es decir firmado con su verdadero nombre, su único libroreligioso, debidamente sometido a la censura eclesiástica, El Comulgatorio55.

2. Nacionalismo de la "Crítica", ultramontanismo de Gracián

Finalmente, si ese tan trillado provalencianismo de la Crítica me resultaexagerado como anécdota biográfica o literaria medida a la realidad del texto, talvez sea fundamental como pretexto a un ataque que vamos a examinar bajo esenuevo enfoque antijesuítico.

5 4 Las Cartas provinciales de Pascal, tremenda sátira de los jesuítas, cuyatraducción simultánea al latín tuvo más éxito que el original, fueron traducidas dellatín al castellano en 1656 por un curioso Gracián Cordero de Burgos. Señalemostambién la coincidencia de que el protagonista principal de las cartas tenga pornombre... Montalte, el mismo, afrancesado, que el famoso Duque de Montalto deMoneada, de que vamos hablando, tan reverenciado por Matheu.

5 5 Véase mi edición del Oráculo Manual, Zaragoza, Guara Editorial, 1983, p. 12 ypássim.

Page 27: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CIÚTICA DE REFLECC10N 6 3

Ya vimos que don Luis, haciendo ejemplar el caso de Valencia, hablaba ennombre de todas las naciones españolas, "tan generosas y nobles" (p. 2) zaheridaspor Gracián. Es de notar que sus palabras, aun cuando alaba a su tierra, no delatanningún apriorismo regionalista (con una salvedad que veremos), y no sedesmiente esa solidaridad entre las regiones satirizadas por el jesuíta. Incuso alincriminar su patriotería aragonesa, no se le contesta atacando a Aragón, sinoalabándolo.

a) Loores de Aragón y censores simbólicos

Este elogio de la patria de Gracián en la Crítica hace más absurda la teoría deun Rajas que se nos pintó tan ahincadamente antiaragonés. En efecto, se leeesto :

Una nación tan bizarra, [...} una Provincia tan excelsa, un reino en todo tan ilustre[...], Aragón, grande a todas luces, no descaeciera en sus glorias porque a su lado sepinten las de Castilla [...] ¿ Deja el cedro de coronar los sobervios montes, porquehaya sauces frondosos que les adornen ? (P. 149)No necesitan sus glorias de mendigar esplendor, tan ajeno de su generosa nobleza.(P. 170)

Pero el elogio capital, en aquellos tiempos de desmoronamiento de lamonarquía española, de los sublevamientos acertados o malogrados, recientes yaún no todos sofocados de Andalucía, Cataluña, Portugal, es seguramente el quesigue : no merece crítica la tierra de Gracián por haber permanecido fiel a lacorona. Pero no impide esto una reveladora alusión a las tentativas abortadas desublevamiento aragonés con el duque de Híjar, pues,

Valencia queda contenta de correr la fortuna que Castilla : pero tu patria quedarácomparada a Portugal, punto en que no vengo, por ser Aragón tan fidelísimoReyno. (P. 171)

Ahora, nos podemos preguntar si la ausencia, entre todos los censoresregionales de Gracián, de un catalán, un aragonés y un andaluz no tiene unasignificación política. Claro, tenemos a un Portugués, don Anastasio, "cursantedel arte de Apolo", pero no tiene ningún papel, ya que no habla. En todo caso, enaquel momento duraba aún la guerra de Portugal y no se daba este reino porperdido para la corona, como se nota en el mismo Gracián que siempre lo incluyeen España, quedando aquí tal vez simbólicamente unido con los representantes delnúcleo más fiel de la monarquía hispana, Castilla, Aragón, Navarra. Respecto algallego don Toribio, mudo también, podemos imaginar que su especialidad en

Page 28: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

64 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

cánones, la justicia entre los eclesiásticos, deja cerner como una amenaza decastigo contra el religioso díscolo.

b) Loores de Castilla y Salamanca : el núcleo duro de España

Pero, en esa Crítica, Castilla es la que se lleva la mayor parte con doscensores : tras el elogio susodicho de la lengua castellana, don Félix, de Madrid,abre el fuego contra Gracián con el reproche gravísimo de descuido religioso y lofulmina al final don Bernardo, de Medina del Campo, otra vez con el mismotema. Significativa construcción, como puede ser significativo que cada uno delos castellanos proceda sea de la Corte, sea de una ciudad vecina de la antiguacorte de Valladolid, e históricamente tan marcada por el Imperio, ya que enMedina del Campo falleció la Católica Isabel. En todo caso, no se puede hallarcrimen más central en un religioso, ni más centralizadora insinuación deinfidelidad de parte del núcleo geográfico y político de una monarquía amenazadade desagregación periférica.

Sería gracioso pensar, en el gusto graciano, que hasta los nombres de loscastellanos tienen una oculta simbólica ingeniosa con un apellido implícito enfactor común : el madrileño don Félix puede remitirnos a "(Lope) Félix (de Vega)Carpió", mientras que don Bernardo también podría compartir ese "Carpió" queharía de él otro legendario defensor de una España una.

No falta aquí un don Lope que, con ser navarro, hace, desde un principio, unelogio muy apoyado a Salamanca, "en nombre de todos" (pp. 12-14). El tema dela gloria universitaria de Salamanca es un tema muy insistente a lo largo dellibro, recalcado por el valenciano don Luis, que la nombra "reina de lasuniversidades" (p. 24,35-36).

El examen al que se somete Gracián se verifica en Salamanca, en la mismaUniversidad, y más que examen es proceso que se le arma en ese palenque, ya quese le recuerda su crimen : "Injuriaste atrevido a la misma Salamanca", "contraSalamanca pecaste irreverente", por haber escrito : "que no trata de hazer personasquanto letrados", "con que viene a ser esta Universidad la más ofendida" (pp. 176-178).

Esta defensa de Salamanca es lógica en profesores que se presentan ademáscomo ex-estudiantes de la misma, lógico en el jurista Matheu, impensable en eljesuita Rajas.

Por otra parte, esa situación salmantina puede también tener, solapadamente,otras implicaciones, religiosas y políticas, si no olvidamos las nuevasperspectivas de investigación que sugerimos. En efecto, Salamanca había sido elcorazón de los conflictos teológicos sobre San Agustín, sobre el libre albedrío, delos cuales no es más que un avatar el jansenismo. Habían llegado a extremos tanescandalosos como graves las polémicas entre agustinos y dominicos contra losjesuítas (en la avasalladora oleada de éstos para apoderarse del control de las

Page 29: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRELACRÍTICADEREFLECCION 65

universidades españolas)56. Se sabe que los jesuítas rechazaban las tesis de SanAgustín, desfilando en las calles de Salamanca en 1627 al grito de "TranseatSanctus Augustinus !"51. Por eso, tras dos viajes a España en aquellos años,escribió Jansenio, subdito del rey de España, su Augustinus antijesuítico, quecirculaba ocultamente en Europa y por la península antes de publicarse de manerapostuma en 1640.

Resulta pues difícil no ver aquí, en esta defensa de Salamanca contra unjesuíta, un eco de esas querellas universitarias, casi con resabios teológicos enaquel tiempo.

c) Elogio al simbólico enemigo de los jesuítas, Juan de Palafox

En este enfoque no puede resultar indiferente el que, a pocas páginas delprincipio de la Crítica, en la quinta, se haga mención honorífica de las "elegantesobras del docto prelado don Juan de Palafox". De linaje aragonés aunque navarrode nacimiento, doctorado en jurisprudencia en Salamanca (como Matheu), esteprelado había viajado por Italia, Alemania, Flandes y Francia en el momento enque se difundía la reacción jansenista contra la Compañía de Jesús en esos países.Era un notorio enemigo de los jesuitas, "enemigo acérrimo de la Orden, queinicia una campaña de discrédito contra los jesuitas en 1645"58. Lo considerabancomo uno de ellos, los jansenistas franceses, de Racine a Amauld d'Andilly, queescribió su vida, y figura como un mártir, victima de la Compañía de Jesús, entodos los libros jansenistas5». En México, nombrado virrey a más de obispo,llegó al extremo inédito de suspender la Compañía de Jesús. Había escritodirectamente una larga requisitoria contra los jesuitas al papa Innocente X (elmismo que elogia Gracián) pero, tras el escándalo, en 1649, fue obligado a venira Roma y a España para justificarse ante el papa y el rey. Desterrado, sin que elrey accediera a su ruego de que le devolvieran su obispado de La Puebla de LosÁngeles, murió en Osma en 1659. Gracián, que le propina elogios, antes del

5 6 Remito a nú tesis.5 7 Entre otros libros que lo repercuten a lo largo del siglo XVII hasta el siglo

XVIII, en el anónimo Dénonciation des crimes et attentats des soi-disans jésuites (...)depuis 1540, s. 1., 1762, p . 225.

58 Correa Calderón, op. cit., p. 270.5» Así lo presenta Racine en su Querelle des Imaginaires, Carta n° 2 ; Flavius, J.

[Amauld d'Andilly], Histoire de Dom Juan de Palafox, évesque d'Angélopolis et depuisd'Osme, et des différens qu'il a eu avec le P.P. jésuites, s. 1., 1960 para la ediciónfirmada y conocida.

Page 30: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

66 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

escándalo, en su Discreto y Agudeza, ya no lo menciona después, con haber sidoPalafox muy adicto al círculo de los eruditos aragoneses60.

Señalemos aquí que, entre los años 1649-1653, Felipe IV se preocupó delcaso jansenista en el mismo Madrid, ordenando la comparecencia ante él dealgunos partidarios del augustinismo jansenista61 : nombró un embajador a Romapara despachar el asunto y fue éste, aconsejado por los jesuítas, quien consiguiódel papa la condena del Augustinus en 1653, el año en que el papa relegaba enOsma a Palafox. Ese embajador, que triunfó momentáneamente de Jansenio, eranada menos que Castel-Rodrigo, personaje capital del Criticón, ya que la famosaFelisinda, motor del viaje por Europa de Critilo y Andrenio, forma parte de sucorte que tiene por paradero final la "triunfante Roma", "corte de cortes", "entradacatólica" del cielo.

Entonces, es por lo menos de señalar en la Crítica de 1658 ese elogio a unpersonaje religiosamente sospechoso por su odio a la ortodoxia católica con laque se confundía la oficialidad jesuítica y que, aun después de muerto, fue duranteaños centro o pretexto de violentas polémicas : el que se hallaran partidarios de subeatificación a pesar de la condena papal y regia prueba suficientemente las vivasresistencias a la normalización jesuítica, resistencias que, con el odio a laCompañía, el regalismo y citramontanismo, es decir exigencias políticas yreligiosas nacionales, eran las facetas más visibles y encarnizadas de lo que sellamó, en el siglo XVII, jansenismo, es decir su cara terrestre, llegando lasposiciones teológicas a pasar al segundo plano de discusiones eruditas entreespecialistas.

d) La excesiva admiración de Gracián por Italia

Gracián censura tanto a las provincias españolas y a España cuanto admira aItalia62, Roma en particular63. No voy a volver sobre los motivos culturales deesa afición, y sobre todo religiosos en lo que toca Roma, centro del papado y dela Sociedad de Jesús, meta del viaje terrestre del Criticón.

60 Discreto, XVIII, Agudeza, Disc. LVI.61 González de Resenda, Vida y virtudes del limo y Exento Señor D. Juan de Palafox

i Mendoza, Madrid, 1666, R. del Arco y Garay, Figuras aragonesas, Zaragoza,Institución Fernando el Católico, 1956, dedica unas páginas muy emocionadas al"Venerable Juan de Palafox" "santo varón, tan denostado" (pp. 79-101), perocumpliendo el prodigio de no mencionar, ni por alusiones, su polémica con losjesuítas, contentándose con aludir púdicamente a sus "enemigos" muchos y a su"ruidoso" "proceso de beatificación" (p. 80).

6 2 Ver J. Laurenti, La admiración de Gracián por Italia, en Langues Néo-Latines,205 p., 1973, pp. 41-51, reproducido de A. Hisp., XLIII, 1965, pp. 265-276.

6 3 La crisi "romana", del Criticón (III, IX) es reveladora al respecto.

Page 31: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCION 67

Los jesuítas eran los únicos religiosos ligados por un voto especial deobediencia al papa, del cual dependían incondicionalmente, por encima de todo,con una disciplina férrea, que maravillaba o inquietaba según las circunstancias.Por eso, en las épocas turbadas de dificultades internas o externas, denacionalismo, siempre eran sospechosos o acusados de inteligencia con elextranjero, de ser enemigos del interior, una quinta columna menos devota a lapatria que a su partido, al partido de afuera, esa Compañía cosmopolita entregadaciegamente a una Roma con intereses muchas veces encontrados con los patrios.El caso de Gracián, que sobre críticas a los nacionales añadía una rendidaadmiración por una nación extranjera que daba por modelo a los suyos, debía serrepelente a los amores propios patrioteros. Así termina un paralelo entre Españae Italia : "Es de notar que España se está hoy del mismo modo que Dios la crió,fuera de lo poco que labraron en ella los romanos", siendo de notar que, para él,"romanos" es sinónimo de 'italianos' y viceversa. No basta esa frialdad crítica yofendente. Nuestro jesuíta sigue con esta : "Al contrario, la Italia está tan otra ytan mejorada que no la conocerían sus primeros moradores". Prosigue con unaalabanza tan larga como halagüeña de Italia y con el paralelo denigrante de unaEspaña que ni sabe aprovechar sus Indias, concluyendo la comparación : "Si enmanos de los Italianos hubieran dado las Indias, ¡ cómo las hubieran logrado Î"64

Estupenda clarividencia política, bella y cruel lucidez patriótica, muy porencima de las pequeñas vanidades nacionalistas, pero que fácilmente podía sermuy mal interpretada por un "chauvinismo" ciego.

Pero el colmo, para ese quisquilloso patrioterismo salmantino en que baña laCrítica, me parece constar, tras aquel desprecio por una Salamanca que, según él,"no trata de hacer personas quanto letrados", en el superlativo elogio a otraUniversidad, Bolonia. En efecto, cuando se sabe que toda la meta moral delCriticón es hacer del hombre una "persona" (de ahí lo insultante sobreSalamanca, que no hace personas sino letrados) y que las tiendas de refinar sesospara hacer personas las sitúa en Italia, en una ciudad famosa por su Universidad yque se puede identificar como Bolonia, corte de "El Saber reinando"65, ya vemoscómo los salamanqueses imbuidos de sus títulos podían acoger los juiciosdefinitivos, coronados por el absolutismo del éxito editorial, de las obras delarrogante jesuíta.

6 4 Ibid., pp. 960-961 de Obras Completas de B. Gracián, de Aguilar. Sobre el"internacionalismo" de los jesuítas, véase la Introd. a mi edición del Oráculo Manual,op. cit.

6 5 Criticón, III, VI, p. 906 a. Sobre la noción capital de "centro" en Gracián, A.Milhou hace un análisis tan convincente como sutil en su ensayo mencionado en lanota 31.

Page 32: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

68 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

Así que Italia, sin concurrencia, es el centro humano y moral de Europa, cifrade su perfección : "Está Italia en medio de las provincias de Europa, coronada detodas como reina"66, lo que no poco se le reprocha. En cuanto a Roma, comodije, es la cumbre de toda jerarquía terrestre, de modo que si "La Rueda delTiempo" vaticina un porvenir asaz funesto para una España desgarrada en guerrasintestinas, una Francia sumida en una herejía entera, sólo en la ciudad eterna "havuelto aquel siglo de oro y aquella felicidad pasada de que gozó en tiempo de losGregorios y los Píos" (p. 965 b), que son papas en buena ortodoxia jesuítica.

Nada extraño, pues, que esa afición de Gracián por Italia, esa rendidaadmiración por Roma, de raigambre tan cultural como religiosa, puramentejesuítica, "ultramontana" en suma, se le eche severamente en cara en nombre delpatriotismo. Sus censores parecen disputarse el honor de increparlo al respecto,honor que incumbe finalmente al valenciano que les tranquiliza sobre suvengadora empresa. Luego, en nombre de la solidaridad nacional, se le da esteescarmiento al criticón patrio : "Acá no se usa [...] menospreciar sus patrias,estados ni linajes" (p. 14).

Y, para concluir, lejos de atenerse a la crítica menor de las patrias chicas, almal español se le achaca este pecado capital contra el patriotismo : "A España ledas la peor porción" (p. 67) ; "A los españoles dexas sin patrimonio de valor,queriendo que le mendiguen de los otros" (pp. 109-110).

Bien podemos ver que estamos mucho más lejos del horizonte mezquinamenteregionalista al que la crítica limitó la "de Reflección". En suma, Gracián, esejesuíta tan jesuíta que anhela la inmortalidad literaria, no sólo es un autorprofano, sino un mal religioso y un mal español. Acusaciones éstas que corríancontra la Sociedad de Jesús en los años inoportunos en que Gracián, Lorenzo parael mundo y Baltasar para la religión, seguía publicando, como un reto, librosahora importunos.

e) Criticar la "Crítica"

Con la lectura de este texto ahora asequible a los estudiosos, llega a serevidente que no hay en él ninguna mención de ese famoso "sermón" "de losinfiernos" tan trillado por la crítica. Lo único que se lee es esto :

Intentaste dar a entender que tenías correspondientes en el Reino de Pintón, y queavías de leer una carta que te trajo ¡a estafeta de Aqueronte. [...} Lo supieron loscensores, y mandaron que en el público concurso confessasses el embeleco. (Pp.154-155)

66 Criticón DI, X, p. 961 b.

Page 33: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÍTICA DE REFLECCIÓN 69

Hablando con rigor, nada permite afirmar que se trate aquí de un sermón, demodo que, aunque sólo tenemos una breve y apacible carta de Gracián sobre sudiscreta estancia en Valencia, en que habla encarecidamente de la biblioteca delHospital y de las medallas antiguas que busca entre las ruinas para Lastanosa67, laobsesionante epístola viene a ser la característica valenciana según los críticos :la "estancia de Gracián en Valencia —famosa por el sermón en que anunció unacarta del infierno— duró poco", escribe Batllori68. Lo que termina siendo el yaconcreto "famoso sermón valenciano" bajo otra pluma autorizada6^.

Sin más prueba que la acusación de un libro "mal intencionado", no sólo latesis del sermón es admitida, sino que se hacen comentarios contagiosos sobre elcontenido de la carta, "osadía ingeniosa" para A. del Hoyo, "ingenioso recursooratorio" para Correa Calderón que añade con mucha seguridad : "no pretendía serotra cosa que una ingeniosa ocurrencia, muy acorde con el gusto que privabaentonces en la oratoria religiosa de la época", lo que se vuelve más tarde, en suintroducción a su edición de los Clásicos Castellanos : "un alarde de ingenio,muy característico de la oratoria barroca, tan en boga". Para el P. Batllori, la cartaera "un asunto terrorífico que cae muy bien en aquellos años de guerra. Otrocomentarista alcanza al lirismo al pintarnos un Gracián en pleno sermón, tanebrio de verbo conceptuoso que se le va la mano70.

Se nos asegura que el lance del sermón de 1644 dio origen al odio encarnizadode Gracián por Valencia. Escribe Correa : "inicia desde su próxima obra, ElCriticón, una serie de ataques [...] contra todo lo que oliese a valenciano. Lasátira de Gracián [...] destaca los más mínimos defectos de Valencia y de susgentes. Su animosidad se manifiesta en toda ocasión f...] venga o no a cuento"71.

Nos podemos extrañar de que Correa Calderón nos presente El Criticón de1651 para su primera parte como "próxima" obra de Gracián tras ese asunto del44, y aunque una novela se prestara mejor que sus demás libros a la sátira, novemos por qué una "animosidad que se manifiesta en toda ocasión", "venga o noa cuento", no aparece, ni por asomos, en El Discreto del 46, en el Oráculo del47, y ni siquiera en la Agudeza del 47 que, con sus valoraciones críticas, seprestaba mejor a la venganza. En esta obra, como en las primeras, no sólo nohay ataques contra los valencianos, sino, al contrario, muchos elogios a susingenios, entre los cuales el famoso Padre Rajas al cual se pretendía achacar la

6 7 Ver "Epistolario", en Obras Completas, Aguilar, p . 1130.6 8 Batllori, op. cit., p . 81 .6* A. del Hoyo, Introd. a Obras Completas, op. cit., p . XCIX b.7 0 Sucesivamente, Correa Calderón, p . 63 y p . XVIII de su Introd. de Clás. Cast. ;

Batllori, p . 81 ; Luys Santamarina, Introd. al Criticón, Barcelona, Editorial Zeus ,1976, p . 2 3 .

7 1 Correa Calderón, op. cit., p. 64.

Page 34: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

70 BENITO PELEGRIN Crit icón, 43,1988

paternidad de la Crítica de Reflección. En lo que concierne al Criticón, yademostré en mi tesis que las sátiras contra Valencia vienen "siempre a cuento",siempre en sátiras generales que las relativizan y resultan muy inocentescomparadas con lo mucho que se escribía contra Valencia72.

Entonces, porque se le acusa a Gracián de odio contra Valencia, se le buscabanpruebas y como resultaban discutibles, se las imaginó, a despecho del texto, enun "Yermo de Hipocrinda" que, a pesar de su alcance alegórico general, se hallaperfectamente situado en Francia, entre el "hipócrita Pirineo" y la "Picardía", ensu frontera norte de entonces, en el jansenista "Désert de Port-Royal desChamps"73. Pero aceptar una acusación y buscar testigos de cargo sin "guardaruna oreja para el reo" como aconsejaba Gracián, "colegir por los efetos, es pruebaa posteriori, y assí mal segura", como dice la propia Crítica de Reflección(p. 63).

3. Edición crítica de la "Crítica"

Era lógico que, con su título tan gracianesco, la revista Criticón que ya diomuestras de su vivo interés por el jesuita aragonés, armara una edición crítica deesa Crítica de Reflección que resultaba como una quimera de los estudiosgrádanos. Merced a ella, podrán por fin los investigadores juzgar a los jueces delcriticón Gracián, criticar a los críticos y a los críticos de críticos, con la esperanzade una mejor comprensión de la obra del maestro aragonés, a pesar de lasincomprensiones entre comentaristas, gracias a la puesta en común de loshallazgos de todos que, por opuestos que parezcan, concuerdan al menos en unamisma admiración común por la obra inagotable del jesuita.

7 2 Ver B. Pelegrin, Hypocrites Pyrénées, op. cit.7 3 Sobre las implicaciones literarias, éticas y estéticas de las polémicas jesuítico-

jansenistas, la teología ignaciana del Comulgatorio (radicalmente opuesta a lapolémica De la fréquente communion d'Amauld d'A., de 1646), la filosofía ignacianade la Agudeza y del Criticón, remito a mi Ethique et esthétique du baroque : l'espacejésuitique de Baltasar Gracián, Arles, Editions Actes Sud, 1985.

Page 35: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

SOBRE LA CRÉTICA DE REFLECCIÓN 7 1

PELEGRIN, Benito. Crítica de Reflección y reflexión sobre la crítica. En Criticón(Toulouse), 43, 1988, pp. 37-72.

Resumen. La Crítica de Reflección y censura de las censuras, publicada en Valenciaen 1658 bajo la firma de Sancho Terzón y Muela, es una obra tan famosa como malconocida de los estudiosos de Gracián. Célebre, porque ese panfleto virulento contra elautor del Criticón, publicado unos meses antes de su muerte, es un testimonio parcialpero capital sobre la acogida que tuvo, en ciertos medios, la polémica novela deljesuíta. Mal conocida, porque, hasta aquí, no se conocía más que un ejemplar, de difícilacceso, y que debía uno conformarse con los resúmenes más o menos precisos que de élhacían los privilegiados que lo habían podido consultar.

Esta edición crítica, precedida de un estudio del texto y del contexto gracianesco, amás de un documento raro puesto al alcance de todos, con la revelación de un nuevoejemplar encontrado, aporta a los investigadores la prueba definitiva de la paternidadde la obra, debida a Lorenzo y Sanz, jurista valenciano, cancelando la larga polémicaque quería implicar al jesuíta P. de Rajas. En efecto, se podrá constatar que en ese librono se critica un mítico antijesuitismo de Gracián en el "Yermo de Hipocrinda", comotanto se ha dicho, debiéndose buscar en otras partes la razón de ese libelo.

No son pocas las consecuencias : lejos de ser la epidérmica reacción deregionalistas valencianos heridos por la sátira graciana, este ataque contra un jesuítacélebre y la consiguiente inquietud de los superiores de la Compañía son tal vez unsíntoma del clima político y religioso de una época desgarrada entre centralismo ytentativas separatistas, entre ultramontanismo y legalismo nacional.

Una lectura atenta de este libro permite poner en tela de juicio ciertas opinioneshasta aquí aceptadas por la crítica graciana y plantea nuevas interrogaciones sobre lainterpretación de la obra de B. Gracián.

Résumé. Publiée à Valence en 1658 sous la signature de Sancho Terzón y Muela, laCrítica de Reflección y censura de las censuras est un ouvrage aussi célèbre que malconnu des spécialistes de Gracián. Célèbre, parce que ce virulent pamphlet contrel'auteur du Criticón, paru quelques mois avant sa mort, est un témoignage partial maiscapital sur l'accueil qui fut fait, dans certains milieux, au polémique roman du jésuite.Mal connu, parce qu'on n'en connaissait, jusqu'ici, qu'un seul exemplaire, difficiled'accès, et qu'il fallait, faute de mieux, se contenter des résumés plus ou moins précisqu'en faisaient les privilégiés qui avaient pu le consulter.

Précédée d'une étude du texte et du contexte gracianesque, cette édition critique,outre un document rare mis à la portée de tous par la révélation de l'existence d'unnouvel exemplaire, apporte aux chercheurs la preuve définitive de la paternité del'œuvre, due à Lorenzo Matheu y Sanz, juriste valencien. On met fin ainsi à la longuepolémique autour du nom du jésuite P. de Rajas. En effet, on pourra constater qu'on n'ycritique point un mythique anti-jésuitisme de Gracián dans le "Yermo de Hiponcrinda",comme on l'a si souvent avancé, et qu'il faut chercher ailleurs les raisons de ce libelle.

Les conséquences n'en sont pas minces : loin d'être la réaction épidermique derégionalistes valenciens ulcérés par la satire de Gracián, cette attaque contre un jésuitecélèbre et l'inquiétude conséquente des supérieurs de la Compagnie, sont peut-être

Page 36: «Crítica de Reflección» y reflexión sobre la crítica · Crítica de Reflección y ... se publicaba en Valencia la Critica de Reflección y ... "sería el primero en evitar que

72 BENITO PELEGRIN Criticón, 43,1988

symptomatiques du climat politique et religieux d'une époque déchirée entrecentralisme et tentatives séparatistes, entre ultramontanisme et régalisme national.

La lecture attentive de ce texte permet de faire justice de certaines croyances de lacritique gracianesque et pose de nouvelles interrogations sur l'interprétation de l'œuvrede B. Gracián.

Summary. The Crítica de Re/lección y censura de ¡as censuras, published in Valenciain 1658 under the signature of Sancho Terzón y Muela is a work as famous as it isbadly known of Gracián's specialists. Famous, because this virulent lampoon againstthe author of Criticón, come out a few months before his death, is a biased but majortestimony on the réception which the jesuit's controversial novel got in some circles.Badly-known because, up to now, only a single not easily understood copy wasknown and, for lack of anything better, one had to content oneself with more or lessprecise resumes made by the privileged who had been able to refer to it.

This critical édition, preceded by a study of the texte and the gracianesque context,in addition to being a rare document made understandable to everybody, givessearchers the final évidence of the authorship of the work due to Lorenzo Matheu ySanz, a Valencian lawyer, thus pretting an end to the long controversy which aimed atinvolving the jesuit P. de Rajas. In fact, it will be easy to notice that a mythical anti-jesuitism of Gracián in the "Yermo of Hipocrinda" is not criticized, as it has so oftenbeen put forward, and that the reasons for this lampoon must be looked for elsewhere.

The conséquences are not slender : far from being the epidermic reaction ofValencian regionalist sickened by Gracián's satire, this attack against a famous jesuitand the logical concern of the superiors of the Society of Jésus may be symptomaticof the political and religious climate of a period torn apart betweèn centralism andseparatist attempts, between ultramontanism and national regalism.

A close reading of this text enables to refute some belief of the gracianesquecriticism and raises new interrogations on how to interpret B. Gracián's work.

Palabras clave. Gracián. El Criticón. Matheu y Sanz. Crítica de Reflección.