Me levanté un poco tarde, como siempre, y empecé a organizarme; me bañé, vestí, desayune,

empaque la comida y ya estaba lista en 50 minutos, muy tranquila subí a esperar el transporte

con algunos de mis compañeros, en el transcurso del viaje lo utilice para hablar con Sara o

mirar por la ventana, lo mismo que veía todos los días, las mismas calles, las mismas casas,

hasta las mismas personas…

Llegamos y estaba muy contenta, lo primero que hice (lo que siempre hago primero) es buscar

a las niñas, mis amigas, mis raras compañeras. Al cabo de varias miradas extrañas de los demás

mientras veían como intentaba buscar a mis amigas, por fin las encontré. Mila, Dary, Lau, Eve,

Mile…y Aleja,y Laura? Y la más importante? ¿SARA? Al parecer se encontraban enfermas o

algo así, pero tenía a las demás, con eso me bastaba. Hubo la rutina de siempre cuando se

vamos para una salida pedagógica, la típica charla de la rectora, docentes, bla bla bla. Cuando

por fin íbamos a salir hubieron varios problemas porque algunos de nuestros compañeros no

tenían los papeles necesarios, pero no fue algo de mucha importancia, así que 15 minutos

después ya estábamos todos en el bus. Decidí hacerme en la fila de atrás con Evi, Lau y Mile,

muy contentas iniciamos el viaje cantando, hablando, jodiendo y obviamente comiendo. Al

pasar un buen rato, noté que estábamos tomando otra ruta porque no conocía el lugar donde

nos encontrábamos. De un momento a otro el camino se torno muy difícil, ya que nos

encontrábamos por los corregimientos de Santa Elena, pero paramos un momento en el

mirador de este lugar. Al bajarme pude sentir el frío, pero me gustaba, entonces me deshice

de mi chaqueta, ¡ME ENCANTA EL FRÍO¡ Camine de “gancho” con Lau y Evi hasta llegar al

lugar donde estaba la profesora Paola explicando sobre las invasiones, lo que divide Medel lín

de Bello y otros datos. Obviamente no podía faltar las fotos grupales y con las niñas, qué

sentido tiene si no nos tomaremos fotos? Después de la sesión, subimos de nuevo al bus para

continuar con el viaje.

Una dosis de Calle 13 para relajarme y pensar en lo afortunada que son, muchas de las casas

por las que pasamos son simplemente malas y no son condiciones adecuadas para vivir y la

presión se empezó a sentir en todo mi cuerpo , varios dolores en el pecho después, el bus se

había detenido y todos se estaban bajando. No recuerdo bien el nombre de dónde paramos,

hasta me perdí la introducción de Paola, mi mente buscaba la excusa perfecta para explicarle

porque no estuve, comí y charle con las niñas y otros compañeros hasta el regreso al bus, ya

informándonos sobre que ya no habrían más paradas.

Varios minutos después ya nos encontrábamos en el maravilloso Parque Arví, en sí la

introducción fue muy rápida, el calentamiento que el profesor de educación física nos obligó a

hacer, además de esperar que el grupo que estaba delante de nosotros subiera rápido. Fue

una caminata bastante espectacular, no fue para nada cansadora, cantamos, bailamos,

comimos (obviamente) y pasaos un rato agradable como grupo, cosa que no pasa muy

seguido. Luego de caminar por una clase de carretera, tuvimos que entrar por un camino más

estrecho y complicado, pero igual seguimos con la diversión y unas cuantas caídas mías (que

tampoco pueden faltar) Duro prácticamente una hora y media o más, no sentí el cansancio y

eso es lo que importa.

Llegamos de últimos y nos sentamos a comer en la manga para disfrutar del ambiente y

relajarnos un rato, luego de varios momentos graciosos como tirar la comida o regalar ositos

de gomas que había llevado para ese día. Luego de una deliciosa y no nutritiva comida, fuimos

a caminar por los “charcos” y a meter nuestros pies para sacarlos 10 segundos después ya que

ya no los sentíamos por el frio, dolían y estaban morados. Las niñas y yo estamos muriendo de

la risa por lo que estábamos sintiendo aunque doliera bastante, encontramos a varias

compañeros y nos invitaron a jugar rugby, algo que amo hacer con Mila. Varios empujones,

golpes, y ropa mojada luego de que me tiraran a los pequeños pantanos…fuimos a cambiarnos

y esperar los transportes para irnos ya a descansar, me toco quitarme los tennis y quedarme

en chorts porque estaban muy sucios, mojadas, no aptas para usar :3

Mientras todos los demás grupos se iban, nosotros teníamos que esperar porque nuestro

transporte no había llegado, aprovechamos ese tiempo para jugar y charlar con nuestro

director de grupo, después de varias risas llegó el bus y pudimos irnos. No recuerdo mucho del

viaje, sólo que dormí todo el transcurso hasta Colegio, cuando llegamos me pase para mi bus y

volví a morir( o sea a dormir). Ya que no tenía zapatos, un compañero me llevo en su espalda

hasta mi casa y me sentí muy agradecida. Y Ya, dormí.