crónica de MI SEGUNDA VISITA A NDOKH - ccong.es · Así que en Dakar otro día, una ciudad sucia, ruidosa, ... Nos la enseña emocionada. ... y los mira con cara de extrañeza

Agosto 2013 CRÓNICA DE MI SEGUNDA VISITA A NDOKH

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PRÓLOGO

Hace justamente un año, visité por primera vez Ndokh con el fin de estudiar la posibilidad de electrificar el poblado con energía solar fotovoltaica.

El proyecto se bautizó como “Luz en Ndokh”, y desde que se comprobó que era viable, el objetivo principal ha sido buscar todos los medios necesarios para poder llevarlo a cabo. Un compromiso, una responsabilidad, algo importante que empecé entonces y que ya forma parte de mi día a día.

Ahora he regresado. Doce días han bastado para cumplir el primer objetivo, y en estas líneas os cuento mi experiencia, que no es más que la culminación de un año de ilusión, esfuerzo y trabajo propio y de todas las personas de mi entorno que me han apoyado y ayudado.

Ana FUERTES SANZ

CC ONG, Delegación Huesca

Agosto 2013


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Emprendí este viaje relámpago con la mentalidad de que podía salir bien o ser un desastre. Me ilusionaba mucho, pero me prometí que fuera cual fuera el resultado, no me tenía que agobiar.

Porque era difícil en doce días llegar a Dakar con los equipos solares, comprar materiales auxiliares, perder un día por la huelga de transporte, y después desplazarte a Ndokh y explicar al Consejo de Sabios que en menos de una semana había que:

Montar una exposición, convocar una reunión informativa, decidir qué familias se benefician de los seis primeros equipos solares, instalarlos y dejarlos funcionando. Además contando con el agravante de la “calma africana”

Pero una vez más, todo ha salido a pedir de boca, cumpliendo las mejores previsiones. Seis equipos solares han quedado perfectamente instalados, en otras tantas concesiones. Ahora corresponde hacerles un seguimiento hasta Diciembre, cuando está previsto realizar nuevas instalaciones, si conseguimos la financiación necesaria.

SÁBADO 10 DE AGOSTO

Con los calores del mediodía me dirigí a Zaragoza en mi coche, para coger el autobús que te lleva directamente a la T4 de Barajas. Fantástico si no fuera porque el vuelo era desde la T1.

El equipaje


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Me acompañaban tres maletas con equipos solares que pasaban los 25Kgs. cada una. y la preocupación de que nada de lo que iba dentro se rompiera en los sucesivos cambios coche-autobús-shuttle-avión.

Bien entrada la madrugada llegué a Dakar, con un ojo abierto y otro cerrado. Después de recoger el equipaje y hacer los trámites del visado, salí del aeropuerto. Buscaba a Oussmane entre el gentío. Pero no lo vi. Las llegadas por la noche siempre son raras y en cinco segundos estaba rodeada de gente ofreciéndome cosas: taxi, crédito, tarjeta para el móvil, alojamiento, cambio…

No me agobié en absoluto. Recordaba el año pasado. Así que diciendo amablemente “no a todo” y repitiendo mil veces que venían a buscarme, esperé a que llegara Oussmane.

Me alegré de volver a verlo. Está más flaco, y mira que era difícil. Me acompañó al albergue donde estaba Cris, otra voluntaria que había llegado el día anterior, y que también traía con ella uno de los equipos solares.

Nos presentamos y hablamos durante un rato, pese a las horas intempestivas. Luego, a intentar conciliar el sueño pese a que la calle estaba llena de vida...y sonidos. Eran las 3 de la madrugada de allí.

DOMINGO 11 DE AGOSTO

Nos levantamos con hambre. En el hotel Le Fouta dan desayunos y comidas, pero me dejé aconsejar por Cris que propuso irnos a uno de los puestos de fast-food senegalés que encuentras puerta con puerta.

La vista desde la terraza del albergue


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Bocadillo reglamentario de patata y cebolla, con un café con leche condensada, en una mesa común rodeadas de currantes locales. Oussmane acudió allí a buscarnos, para acompañarnos a hacer algunas gestiones.

Fuimos a la tienda de Sen Afrique, un distribuidor e instalador de solar con el que ya había contactado previamente, y me había pasado algunos presupuestos. Como es musulmán, abre en domingo.

Después de pasar 20 años en Italia, y hacer allí sus estudios, decidió volver a Dakar. Quería poner sus conocimientos al servicio de su pueblo. De su empresa comen seis familias, aunque no todo es tan bonito como parece.

Nos confesaba que él tenía la solar porque quería impulsarla en Senegal, pero que muy poca gente se lo puede permitir. Su empresa tenía muchas deudas por impagos, y sobrevivía gracias a la ferretería más que a las instalaciones solares.

Pasar de euros a CFA de memoria no es muy sencillo: 1€=655CFA. Mentalmente iba calculando los precios que me decía. No es nada barato. Similar a lo que se puede encontrar en España.

Le contamos el proyecto, y compramos parte del material auxiliar necesario para completar las instalaciones. Muchas cosas no las tenían, así que acordamos volver al día siguiente, cuando saliéramos hacia Ndokh.

Por la tarde, visitamos la playa de Grand Yoff. Una playa urbana, pero con encanto. Comimos un pescadito y nos bañamos muy apretados con cientos de locales de todas las edades. La estampa era graciosa, la gente apelotonada en una playa tan grande.

La playa de Grand Yoff


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Volvimos al albergue para dormir, aunque el ambiente de la calle y la barriada nos animó a dar un paseo con Cris. Se puede transitar con bastante tranquilidad. Al día siguiente teníamos previsto el viaje, aunque un taxista nos advirtió de una huelga de transporte.

Después de ver el boletín de noticias de la noche, y hablar con varios empleados del Albergue, nos fuimos a dormir con la sospecha de que pasaríamos otro día en Dakar.

LUNES 12 DE AGOSTO

Desayuno en la calle. Bocadillo de lentejas e incertidumbre. La huelga es un hecho. Los transportes no se atreven a salir de Dakar, por miedo a los piquetes, que por lo que cuentan no se andan con tonterías.

Llamo a la Embajada, para que me informaran bien sobre los riesgos de viajar ese día, y me desaconsejan que lo hagamos. La única solución es hacerlo con un transporte privado, pero el del contacto que me ofrecen en la embajada se va mucho de nuestro presupuesto, y más barato no encontramos nada.

Así que en Dakar otro día, una ciudad sucia, ruidosa, y con poco interés. O al menos yo no acabo de encontrárselo.

Vamos a SenAfrique a por nuestros materiales, y volvemos al albergue con el convencimiento de que poco más podemos hacer ese día. Vemos una exhibición de baile en la calle, y negociamos con el taxista que nos llevará a Ndokh al día siguiente. El taxi es caro, pero no podemos permitirnos viajar en el “horaire”, el autobús de línea donde el equipaje va en el techo sin amarrar salvo por una red, y los chicos de las maletas saltan por encima de ellas pisoteándolas.

El taxista valora si en su vehículo cabrá todo el equipaje, y nos citamos para las 7 de la mañana.

MARTES 13 DE AGOSTO

A las 7 como un clavo tenemos en taxi en la puerta del hotel. Cuatro maletas con cuatro equipos solares, y tres mochilas con nuestras pertenencias. Vamos apretados, pero pienso cómo fue el viaje el año pasado y me parece un lujo.

Salimos de Dakar sin muchos problemas. Han arreglado la circunvalación, e incluso hay ya un tramo de autopista de peaje. No llueve de momento.

Llegamos a Thies, donde paramos a por más materiales que también nos harán falta. Justo al entrar en la ciudad pinchamos. Mejor aquí que en medio de la carretera. A 50 metros un taller de reparación de neumáticos, y al lado un local de “fast food” para hacer hora. En tres días nos hemos hinchado a bocadillos.


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El McDonalds Senegalés

Dejamos atrás Thies con una tormenta amenazadora. Al día siguiente nos enteramos de que había habido inundaciones bastante graves. Nos salvamos por los pelos. En el resto del viaje llovía pero no de forma torrencial.

Llegamos a Ndokh pasado el mediodía. Qué alegría ver a la gente. Que se acuerden de ti, y que estén al corriente del proyecto es una gran satisfacción.

Fuimos lo primero a casa de Siga, mi madre africana. La encontré muy bien pese a que se ha quedado viuda este año. Petit Paul, el benjamín, está igual de “petit” aunque ya anda, y el resto de niños de la familia son como hermanos pequeños que hace tiempo que no te han visto, y se te echan encima emocionados. Mucha alegría.

Este año no estaré allí, pues ya hay tres voluntarios: Manuel, Ibi y Susana, que están haciendo actividades de verano y que también nos reciben con una sonrisa. Así que cambiamos el domicilio familiar a casa de Pierre Diouf.

En casa de Siga estaba el equipo que trajo David, otro voluntario que había estado aquí los días anteriores. Estaba todo en orden. Cinco equipos en Ndokh, listos para ser instalados. El sexto lo transportaba Gnylane (Noemi), mi compañera de fatigas del año pasado que también ha sentido que tenía que volver a Ndokh a aportar su solidaridad, en este caso en forma de mosquiteras para prevenir la malaria

Alojamiento cinco estrellas. Nos sentimos afortunadas, porque no es lo normal. Marie va a ser nuestra anfitriona. Nos cede su habitación aprovechando que su marido está trabajando en la ciudad, y ella se va a dormir con su madre.

La habitación es propia de una joven recién casada, con cama, armario, y algunas comodidades. Nos la enseña emocionada. Es curioso, pero aquí también, como en nuestro mundo, hay grandes diferencias entre vecinos.

http://microdonaciones.hazloposible.org/proyectos/detalle/?idProyecto=65


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En general, aquellas familias que tienen algún miembro trabajando en la ciudad, disponen de algo de dinero y pueden permitirse ciertos caprichos inaccesibles para la mayoría.

Marie en su habitación

Acudió Ibert, el responsable de voluntarios en Ndokh. Hablamos mucho. Le conté todo lo que quería hacer. “Es una agenda muy apretada” , me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Estoy encantada y nerviosa. Deseo que todo salga bien, y por nuestra conversación parece que ellos están dispuestos a contribuir a que así sea. Volvemos a la casa, y cenamos por primera vez con nuestra familia de acogida. Sobremesa nocturna con los niños, y pronto a dormir, cuando nos cansamos de que nos coman los mosquitos.

MIÉRCOLES 14 DE AGOSTO

Despues de un desayuno digno de una reina, espero a Babacar, un sobrino de Ibert electricista que viene a ver los equipos, y esperemos que a prestarme su ayuda.

Llega a las 9 como habíamos acordado. Le enseño los equipos. No es lo que él está acostumbrado a ver o a instalar, y los mira con cara de extrañeza.

Le expliqué el funcionamiento e hicimos unas pruebas. Las instalaciones parecen bastante viables, y él tiene mucha experiencia. Me relajé bastante en ese momento, pues me dio la impresión de que estaba muy dispuesto a colaborar.


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Babacar e Ibert, desembalando los equipos

Revisamos el material auxiliar que yo había comprado en Dakar y Thies. Faltaban cosas necesarias, pero él tenía bastante material en su casa, así que fuimos allí.

Babacar vive en Ngangarlam, un pueblo a unos 2Km. Su casa dispone de una instalación solar muy bien montada, con iluminación en todas las cabañas, alguna toma de corriente, y sobre todo una tele. La segunda cosa más deseada por ellos, junto con los teléfonos móviles.

Después de la visita, lo único que nos hacía falta era unos buenos soportes para colocar las placas en los tejados. Me explicó que los robos son el mayor problema de las instalaciones solares. Es muy frecuente, pues a menudo las casas están vacías y muy aisladas entre si. Las placas se anclan a los soportes con tornillería antirrobo.

Las placas solares tienen un número de serie, y una de las labores de los instaladores es registrarlas en una base de datos, identificándolas con el propietario. De esta forma se evitan los robos, o al menos se identifican las placas que son robadas.


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Las placas en el centro del carruaje

Para conseguir ese soporte, teníamos que ir a Toucar. Quedamos para por la tarde. Nos llevamos las placas en la charrette, sin proteger ni atar porque según ellos no había problema. Menos mal que tengo la tensión baja.

En casa del herrero

Llegamos sin problemas, aunque calados hasta los huesos, al herrero de Toucar. Estaba de viaje. Los aprendices tomaron las medidas, y Babacar les explicó en serer cómo tenía que ser el soporte. Nos aseguraron que podría estar para el día siguiente, y


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que si hubieran tenido el material nos lo hacían en el acto. Increíble. Eso aquí no pasa ni en sueños.

Pero había un problema: negociar el precio. Era mejor que yo no estuviera presente en la negociación. Es por un problema de color de piel que multiplica el valor de las cosas por cuatro.

Así que Babacar negoció por teléfono. Cada soporte costaría 10.000CFA (unos 15€). Pero el pago es por adelantado. La asociación Jam Bugum asumió el gasto, y acordamos que al día siguiente de buena hora iría a Toucar a por el soporte.

JUEVES 15 DE AGOSTO

Día de la Virgen de Agosto. Me fastidió mucho no poder ir a la misa de Diohine como el año pasado, vestida de senegalesa. Pero no podía. Había quedado con Babacar para hacer la primera instalación, que le correspondía a Siga, que es una de las casas de acogida de voluntarios.

Primera caja de empalmes de Ndokh

A las 9 de la mañana estábamos echando cable por los tabiques de la casa, y colocando cajas de empalme,

interruptores y puntos de luz.

El soporte no pudo ser, y decidimos empezar por la instalación interior.

Incontables muestras de alegría y agradecimiento, la risa emocionada de Siga y las caras de sorpresa de los niños cuando le daban al interruptor y la bombilla se encendía.


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…Y se hizo la luz

La magia de los interruptores


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Siga no paraba de reír de la emoción

VIERNES 16 DE AGOSTO

Otro de mis planes en este viaje era montar una exposición con fotografías de todas las acciones que se habían desarrollado para conseguir dinero:

La quedada ciclista de Alerre, el desafío Pirineos Non Stop, la presentación en el Multikulti, las fotos de colaboradores con la camiseta naranja.

Quería explicarles que los seis equipos solares son el resultado del esfuerzo, la colaboración y la solidaridad de mucha gente y que en Huesca todo el mundo conoce ya Ndokh.

Además, me hacía ilusión que quienes de una forma u otra han participado en el proyecto, estuvieran presentes en Ndokh, aunque fuera de forma virtual.

Me llevé setenta y tantas fotos impresas en A4, y con ellas, unas tijeras y celo, nos dirigimos a la escuela con Cris.

En la escuela se iba a desarrollar la asamblea para informar a todos los vecinos de Ndokh de la entrega de los seis equipos, y decidir por consenso qué concesiones iban a ser las primeras beneficiadas, así que era un buen sitio para esta improvisada exposición

Distribuimos las fotos a modo de collage a lo largo de la pizarra, buscando el equilibrio y la armonía como si fuera una obra de arte. Mientras, afuera una tormenta tremenda, con mucha lluvia y viento muy fuerte. Parecía que el tejado de chapa iba a salir volando.


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Ibert, Mansour y su hermano acudieron a refugiarse allí. Estuvo muy bien, porque tuve tiempo de sobras de contarles mil historias de todo el proceso: Cómo fue la quedada de Alerre, cómo se hace una paella, quien es Diego Ballesteros y por qué pedalea con las manos. Cómo es la nieve. Por qué hay tanta gente vestida con la misma camiseta. Quienes eran los dos locos que pedalearon sin parar durante cuatro días con ese frio Miraban con detalle todas las fotos y preguntaban sin parar.

Respondí a todas sus preguntas, encantada, y a veces muerta de la risa, pero sobre todo intenté que valoraran que para que ese momento hubiera llegado mucha gente ha puesto su esfuerzo y solidaridad.

Con la tormenta pasada, y la exposición montada, volvimos al pueblo.

Por la tarde, la reunión. El momento clave para informar a toda la población. Llegaron primero los hombres, unos cuarenta. Bastante bien, pues estaban representadas prácticamente todas las familias. Los niños llegan enseguida a todas partes en las que ven que se cuece algo, así que en veinte minutos la escuela estaba a rebosar. Casi no había ni un sitio cuando llegaron las mujeres, algo más tarde, después de terminar sus labores domésticas.

Babacar, Hamadi de espaldas, Ibert y servidora, antes de la asamblea


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Ibert, explicando su versión serer

Ibert estuvo más de una hora explicando lo que yo le había contado a él por la mañana. Lo hacía en serer, pero era fácil entender lo que estaba diciendo, cuando iba señalando cada imagen. Sospecho que se inventó cosas, dándole un aire novelesco a la presentación. Me encantó y eché de menos en ese momento a mucha gente de mi entorno, a todos los que con caras sonrientes nos miraban desde las fotos.

Luego fue el turno de Babacar. Él va a ser el responsable del mantenimiento de los equipos que ya hay instalados, y así se lo hicimos saber a la población. Ahora el proyecto ya es algo suyo. CC ONG pone el dinero, yo mi trabajo, pero lo importante es que Babacar, alguien local y conocido por todo el mundo, haga el mantenimiento y controle el buen uso de los equipos. Confío en que en diciembre podremos seguir poniendo más luz en Ndokh.

La parte más espinosa de la asamblea fue decidir dónde iban a colocarse los equipos, con una premisa: que los equipos estarán a disposición de cualquier vecino a cualquier hora del día o de la noche.

Hablaron y opinaron durante un rato, sólo los hombres. Al final André hizo una propuesta que tuvo aceptación general:

Aunque las casas están bastante alejadas entre sí, el poblado está dividido más o menos en tres zonas. Se colocaría un equipo grande y uno pequeño en cada una de esas zonas.

Se decidió entonces en qué concesiones, y los beneficiarios presentaron su carnet de identidad, y firmaron un documento que les compromete a conservar los equipos y darles el mejor uso posible.


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Firmando el compromiso

Con la aprobación general, se levantó la sesión, pero la gente se quedó todavía contemplando las fotos. Puede que no entiendan todo, pero saben que alguien, en alguna parte del mundo, se preocupa por ellos.

Abdou y Hamadi, viendo las fotos


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SÁBADO 17 DE AGOSTO

Hoy era el día para repartir el resto de equipos. En primer lugar fuimos a llevarle su equipo a Abdou, miembro de la asociación y muy activo y participativo con las acciones de CC ONG.

Pusimos luz en la habitación y en la de su madre. Una señora muy mayor con cataratas, que apenas ve. Pero la luz la necesitan para cuando entran a cuidarla o darle de comer.

La mama y hermana de Abdou


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A ella le contaron lo que estábamos haciendo. Fui a darle un beso y me cogió la mano con las dos suyas en señal de agradecimiento. Hay sensaciones inexplicables, que se quedan en el recuerdo para siempre.

La familia de Mamadou, el sabio de más edad de la asociación era otra de las elegidas para el reparto. Es una de esas personas que te transmiten paz, y que recordaba con cariño del año pasado. Me daba la mano y repetía sin parar merci, merci, merci, con los ojos brillantes y una sonrisa que hizo que todo el esfuerzo haya merecido la pena.

Con Mamadou

Continuamos el reparto del resto de los equipos a las concesiones beneficiarias. Se quedaron preinstalados, a falta de que el instalador vaya a dar los últimos toques.

Algunos sugieren mejoras: otra bombilla aquí, una toma de corriente allá, pero intento explicarles lo mejor que sé que eso ya no lo puede asumir la ONG, y que deben resolverlo por sus propios medios, quien pueda, o esperar.

Por el camino, Jean que acababa de ver a Babacar, nos dio una mala noticia: Hoy tampoco hemos conseguido tener soportes. El día anterior, con la tormenta, cinco postes de luz se cayeron y Toucar se quedó sin luz eléctrica (pasa a menudo, a nadie le extrañó). Como consecuencia, el soldador no pudo soldar. Así que, con fastidio, decidimos posponer esa parte de la instalación para el último momento.


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Instalación en casa de Ibert

Instalación en casa de Mansour

En el reparto, volvemos a pasar por casa de Abdou, donde nos invitaron a comer. Imposible rechazar aquí una invitación. Luego volvimos a comer en la nuestra, dos veces, como de costumbre.

“Hay que comer mientras haya comida”-dicen-. Debe ser que temen que en algún momento no haya.


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En nuestra casa de acogida, conviven dos familias. Es costumbre que las dos te hagan la comida. El primer día no lo sabíamos. Comimos la primera y luego tuvimos que comer la otra. En la cena nos pasó lo mismo.

Marie nos contó un truco de protocolo: comer una pequeña cantidad, en señal de agradecimiento, y pasar la bandeja. Luego, puedes comer tranquilamente la comida de tu anfitrión. Nuestros cuerpos lo agradecieron.

Instalación en casa de Hamadi


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DOMINGO 18 DE AGOSTO

¡Cómo se echa el tiempo encima!. Ayer a última hora Babacar volvió a Toucar a por el soporte. Esta mañana hemos ido muy ilusionados a colocarlo, pero hemos comprobado con fastidio que las medidas estaban todas mal, y el soporte no valía.

Vuelta a Toucar a arreglarlo. Me alegro de que sea todavía más tozudo que yo. Chocamos las manos después de decidir que haríamos lo imposible por que se quedara instalado antes de que yo me fuera.

Con Juana y dos pelucas. Sospecho que la suya me quedaría mejor

Estos días pasados le hablamos del proyecto de Noemi, que llega mañana, y necesita una intérprete para ir por las casas haciendo campaña a favor del uso de las mosquiteras. Seguro que va a ser una gran colaboradora.

La implicación de los habitantes de Ndokh es fundamental, para el éxito de nuestros proyectos. Ellos son los que conocen el día a día, y hay que tener en cuenta su opinión a la hora de acometer cualquier acción.

Perciben que estamos pendientes de sus necesidades y que queremos ayudarles. Pero de nada sirve si cuando volvemos a casa no hay nadie que se encargue de darle continuidad a nuestra labor. Es muy importante encontrar a esos responsables, en los que se pueda confiar y en quienes podamos delegar.


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En plena faena

Pierre nuestro anfitrión, André y Babacar


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La placa instalada en casa de Siga. Un gran momento

Esta tarde es mi última tarde en Ndokh de este viaje relámpago. Por fin Babacar ha venido con el soporte, y colocamos la placa en casa de Siga. No se me ocurre mejor final. Conectamos todo y aquello fue una fiesta. Palmadas, apretones de manos, agradecimientos, sonrisas, y sobre todo niños, que lo ocupan todo y hacen que todo sea diferente.

Casi no he podido estar con Siga. Se que lo ha pasado mal esta temporada, después de la muerte de su marido. Me hubiera gustado hablar más con ella.


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Me dice, quiero pensar que bromeando, que cuando vuelva le tengo que llevar una tele. Le contesto con un taco típicamente aragonés: “si, de cojón”. No hace falta traducción, y las mujeres ríen a carcajadas.

LUNES 19

Las mujeres de casa de Pierre salen a decirme adiós. A las seis de la mañana es de agradecer. Me despido con un hasta pronto. No me da tiempo ni de estar triste por la despedida.

El horaire hasta los topes

Cogemos el bus con Oussmane, y el “horaire” arranca bajo una lluvia torrencial.

Nos cuesta casi dos horas llegar a Bambey, que está a menos de 20Km. Todavía no me explico como un Tata destartalado y cargado hasta los topes de personas y bultos puede andar por esos caminos.

Viajamos con Juana hasta Bambey. Iba de compras y a leer su correo electrónico…si podía. Hablamos en español para que practique. Me dejó su email, y prometí que le mandaré ejercicios de español lengua extranjera, y ella me ayudará para que aprenda un poco de serer.

Un atasco brutal e inundaciones llegando a Dakar. Exactamente igual que un año atrás.


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Llegando a Dakar

Lluvia torrencial, seis horas para recorrer menos de 150Km, y el cansancio de una semana hiperactiva, hacen que mi mejor plan para hoy sea estar en la habitación del albergue.

Tras el inmenso placer de una ducha con agua corriente, y caliente, me tumbo en la cama. Quiero empezar a escribir la memoria, pero no tengo ganas todavía.

Con una música de fondo a la que no hago ningún caso, estoy en duerme vela hasta la hora de cenar. Hoy llega Noemi. No hemos coincidido en Ndokh pero nos damos el relevo. Desde que coincidimos el año pasado, hemos seguido en contacto, cada una con su proyecto pero las dos con la misma ilusión de volver y poder mejorar algo la vida de estas gentes que siempre te reciben con los brazos abiertos.

MARTES 20AGOSTO

Habíamos planeado hacer algo juntas este día, alguna excursión que nos hiciera descubrir un poco más de este país del que solamente conocemos un pequeño rincón. Pero las inundaciones hacían que cualquier salida de Dakar terminara en un atasco, así que desistimos, y fuimos a la Universidad, de los pocos sitios interesantes de Dakar.

Luego volvimos a Sen Afrique para dejarle a reparar el mini kit solar comprado en nuestro primer viaje a Ndokh. Los “manitas” del pueblo se han ocupado de “bricolearlo” de acuerdo a sus necesidades, con lo cual se esfumó cualquier esperanza reparación en garantía.


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Un paseo bajo la lluvia y un arroz con mafe fueron todas nuestras actividades de la tarde, que invitaba más bien a estar a cubierto.

Vuelo la madrugada del 21. Llegada a Madrid a las 8 de la mañana, y autobús de regreso a Zaragoza. Esta vez cargada solamente con mi equipaje de mano, y con la satisfacción de ver que todo ha salido según nuestras mejores previsiones.

MIÉRCOLES 21 AGOSTO

Después de una agenda trepidante, de las acciones completadas, de repasarme fotos y vídeos, lo que queda en el recuerdo son las sensaciones.

La mejor, la cara de sorpresa de los niños, y las muestras de alegría y agradecimiento, especialmente las de Mamadou y Silvère, y la mama de Abdou. Los ancianos siempre me emocionan.

La peor: el remordimiento perturbar su calma africana para hacerlos trabajar con productividad japonesa, ¡¡aunque lo han llevado muy bien!!

Ha sido todo muy rápido, casi no me he enterado, y ya pienso en volver en Diciembre.


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ACCIONES QUE SE HAN REALIZADO EN 2012 Y 2013 PARA RECAUDAR FONDOS

En diciembre de 2012 se celebró la “Primera Quedada Ciclista Solidaria Luz en Ndokh”, con la colaboración del Ayuntamiento y vecinos de Alerre, y el Club Ciclista Oscense.

En Navidad se realizó una campaña de microdonaciones : http://microdonaciones.hazloposible.org

Se presentó el proyecto en el Festival Multikulti, punto de encuentro intercultural de las comunidades de inmigrantes que habitan en Huesca.

Diversas empresas, asociaciones y entidades locales y provinciales han colaborado en mayor o menor medida con el proyecto.

Pero la acción más relevante que se ha desarrollado a beneficio del proyecto durante este año, ha sido el desafío “Pirineos Non Stop”. Una prueba ciclista sin precedentes, en la que los oscenses Miguel Bergua y Oscar Puyuelo medían sus fuerzas atravesando el Pirineo de costa a costa, superando más de setenta puertos de montaña, en unas condiciones atmosféricas totalmente adversas. Los donativos re realizaban a través del crowdfunding de deportistas solidarios: http://www.deportistassolidarios.org/retos/pirineos_non_stop.html

Con los donativos conseguidos hasta Julio 2013, se han adquirido seis equipos solares portátiles, que se han instalado en seis concesiones de las treinta y siete que componen la comuna, dando un inmejorable pistoletazo de salida a la primera fase, prevista en el proyecto para el año en curso.

ACCIONES QUE SE VAN A REALIZAR

Subida Madrid-Escorial: Borja Herraiz: ultraatleta de Madrid, y deportista solidario va a subir corriendo del tirón desde la Plaza de Castilla de Madrid hasta el monasterio de El Escorial (53 km. - desnivel 463 metros).

Su reto consiste en intentar bajar de las 5 horas. Se le puede apoyar a través del crowdfunding de deportistas solidarios en red:

http://www.deportistassolidarios.org/retos/subida_madrid_el_escorial.html

El proyecto ha comenzado con muy buen pie ¡¡¡ no podemos parar!!!

AYUDANOS a completar esta primera fase. Todavía son necesarios 6000€.

http://microdonaciones.hazloposible.org/

http://www.pirineosnonstop.com/

http://www.deportistassolidarios.org/retos/pirineos_non_stop.html

http://www.deportistassolidarios.org/retos/subida_madrid_el_escorial.html


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COLABORACIONES

Animamos a quienes deseen colaborar a que lo hagan haciendo un donativo a:

CC ONG Ayuda al Desarrollo La Caixa

2100 0078 31 0200415499 Concepto: Enciende una luz en Ndokh

AGRADECIMIENTOS

Desde esta memoria, quiero agradecer una vez más su colaboración a mis familiares y amigos que se han volcado desde el principio con el proyecto, y en especial a Oscar y Miguel, que con su esfuerzo titánico en el desafío Pirineos non stop, han contribuido a dar a conocer el proyecto, y a fomentar la solidaridad desde el deporte.

Si alguien se ha quedado todavía con curiosidad, podéis consultar el blog del proyecto:

http://luzenndokh.blogspot.com

O bien escribirme:

Ana Fuertes Sanz

[email protected]

http://www.ccong.es/

http://luzenndokh.blogspot.com/

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