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Santiago Nasar era el dueño de una hacienda de ganado llamada: El Divino Rostro, la cual, había heredado de su padre. El día que lo iban a matar despertó a las cinco y media de la mañana para esperar el buque que traía al obispo al pueblo. Se vistió igual de elegante que el día anterior ya que había asistido a una boda y hoy debía presentarse formal para la llegada del obispo. Su madre, Plácida Linero, tenía una reputación muy bien ganada de intérprete de los sueños ajenos, pero no había advertido ningún mal augurio en los últimos sueños de su hijo, quien las últimas noches había soñado con árboles. Una vez que se despidió de ella se fue a la cocina, en donde estaba Victoria Guzmán, la cocinera, con su hija Divina Flor, a quien Santiago Nasar miraba con deseo. Pero su madre había sido seducida por el padre de Santiago, Ibrahim Nasar, en su juventud y fue así como nació Divina Flor. Ella no quería que le pasara lo mismo a su hija así que no permitía que se le acercara. Ambas sabían que a Santiago lo iban a matar pero se quedaron calladas porque en el fondo querían que lo asesinaran. Santiago salió de su casa camino al puerto y vio que el único lugar abierto en la plaza (después de la fiesta por la boda del día anterior) era una tienda de leche donde estaban los dos hombres que esperaban a Santiago Nasar para matarlo. Eran gemelos: Pedro y Pablo Vicario. Clotilde Armenta, la dueña del negocio, sabía que lo iban a matar y les pidió que dejaran el asesinato para después por respeto al obispo que iba a llegar al pueblo. Margot, la hermana del narrador quien se encontraba en el puerto, era una de las pocas personas que ignoraba que lo iban a matar. Ella se enteró un poco mas tarde de que iban a matarlo y del motivo. Fue por causa de Ángela Vicario, la muchacha que se había casado el día anterior, había sido devuelta a la casa de sus padres porque el esposo (Bayardo San Román) encontró que no era virgen. Bayardo San Román era un tipo raro que había llegado hace poco al pueblo y todo el mundo lo encontraba encantador. Era un hombre culto que parecía ser adinerado y andaba buscando en el pueblo alguien para casarse, ahí fue cuando puso sus ojos en Ángela Vicario. Ángela, en cambio no

Crónica de una muerte anunciada (Resúmen)

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Page 1: Crónica de una muerte anunciada (Resúmen)

Santiago Nasar era el dueño de una hacienda de ganado llamada: El Divino Rostro, la cual, había heredado de su padre. El día que lo iban a matar despertó a las cinco y media de la mañana para esperar el buque que traía al obispo al pueblo. Se vistió igual de elegante que el día anterior ya que había asistido a una boda y hoy debía presentarse formal para la llegada del obispo. Su madre, Plácida Linero, tenía una reputación muy bien ganada de intérprete de los sueños ajenos, pero no había advertido ningún mal augurio en los últimos sueños de su hijo, quien las últimas noches había soñado con árboles. Una vez que se despidió de ella se fue a la cocina, en donde estaba Victoria Guzmán, la cocinera, con su hija Divina Flor, a quien Santiago Nasar miraba con deseo. Pero su madre había sido seducida por el padre de Santiago, Ibrahim Nasar, en su juventud y fue así como nació Divina Flor. Ella no quería que le pasara lo mismo a su hija así que no permitía que se le acercara. Ambas sabían que a Santiago lo iban a matar pero se quedaron calladas porque en el fondo querían que lo asesinaran. Santiago salió de su casa camino al puerto y vio que el único lugar abierto en la plaza (después de la fiesta por la boda del día anterior) era una tienda de leche donde estaban los dos hombres que esperaban a Santiago Nasar para matarlo. Eran gemelos: Pedro y Pablo Vicario. Clotilde Armenta, la dueña del negocio, sabía que lo iban a matar y les pidió que dejaran el asesinato para después por respeto al obispo que iba a llegar al pueblo. Margot, la hermana del narrador quien se encontraba en el puerto, era una de las pocas personas que ignoraba que lo iban a matar. Ella se enteró un poco mas tarde de que iban a matarlo y del motivo. Fue por causa de Ángela Vicario, la muchacha que se había casado el día anterior, había sido devuelta a la casa de sus padres porque el esposo (Bayardo San Román) encontró que no era virgen.Bayardo San Román era un tipo raro que había llegado hace poco al pueblo y todo el mundo lo encontraba encantador. Era un hombre culto que parecía ser adinerado y andaba buscando en el pueblo alguien para casarse, ahí fue cuando puso sus ojos en Ángela Vicario. Ángela, en cambio no mostraba ningún interés en Bayardo. Entonces Bayardo San Román no encontró nada mejor que atraer a su familia.Al fin, la boda se acordó y Bayardo compró la casa del Viudo de Xius para que esta fuera el hogar de la futura pareja. La noche de la boda, cuando los recién casados debían estar en su casa nueva, golpearon a la puerta de la casa de los Vicario. Era Bayardo San Román que traía a Ángela de vuelta a su casa. La madre de Ángela la molió a golpes y a la mañana siguiente sus hermanos la obligaron a decirle quien había sido el que la había deshonrado entonces ella respondió: Santiago Nasar.Iban a matarlo con cuchillos cocineros que pasaron a afilar donde el carnicero, entonces Pablo Vicario contó que iban a matar a Santiago Nasar, pero el carnicero no le creyó. Luego fueron a tomarse una botella de aguardiente en la tienda de Clotilde en donde también dijeron que iban a matar a Santiago, pero tampoco los tomaron en serio. Los hermanos Vicario habían contado sus propósitos a las personas que habían ido donde Clotilde para comprar leche y estas lo divulgaron por el pueblo.

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Después de pagar la visita al puerto y recibir la bendición Santiago Nasar entró en la casa de Flora Miguel, su novia en donde el padre de ella le dijo que lo buscaban para matarlo. Cuando por fin Santiago Nasar supo que lo iban a matar su reacción no fue de pánico, sino que más bien fue el desconcierto de la inocencia.Cuando Santiago llegó a la calle frente a su hogar, los hermanos Vicario lo vieron y salieron tras él quien corrió hacia la puerta principal de su casa. Plácida Linero, quien la cocinera ya le había contado que querían matar a su hijo vio a los hermanos Vicario dirigiéndose a su casa con los cuchillos desnudos, pero no alcanzó a ver a su hijo quien también venía en esa dirección así que corrió hacia la puerta y la cerró de un golpe. Santiago Nasar alcanzó a golpear la puerta pero enseguida se volvió para enfrentarlos, fue entonces cuando los hermanos Vicario lo mataron a cuchillazos.Los hermanos Vicario fueron encerrados por el alcalde en un calabozo mientras se les ocurría que hacer con ellos. La familia Vicario se fue del pueblo. Los gemelos fueron absueltos y Pablo Vicario se casó con Prudencia Cotes y aprendió el oficio de su padre. Pedro Vicario sin amor y sin empleo, se reintegró tres años después a las fuerzas armadas. Para la inmensa mayoría sólo hubo una víctima: Bayardo San Román. Lo encontraron inconsciente en su cama, con botellas de alcohol por toda la habitación, estaba en el último grado de intoxicación etílica pero se recuperó en pocas horas. Una vez que recobró la razón los echó a todos y pidió que no lo molestaran más. Su familia fue en su búsqueda y se lo llevaron del pueblo en buque.Años después, el narrador intenta arrancar la verdad de Ángela Vicario la versión más corriente era que ella estaba protegiendo a alguien a quien había amado de verdad y había escogido el nombre de Santiago porque nunca pensó que sus hermanos lo matarían. La verdad era que hablaba de su desventura con Bayardo San Román sin ningún pudor para disimular la otra desventura, la verdadera. En una oportunidad que Ángela acompañó a su madre a un hotel vio a Bayardo San Román y no pudo evitar volverse loca por él, desde ese día le envió cartas de amor continuamente. Un día, mientras Ángela bordaba con sus amigas, sintió que alguien llegaba a la puerta. Era Bayardo San Román quien traía unas maletas que puso en el suelo. Aquí estoy, le dijo, después de esto, ambos pasaron el resto de sus vidas juntos. Alfredo Andrés López Rivas. 201 A