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CUADERNOS DE MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACE Revista Iberoamericana de Psicosomática 115 www.cuadernosdemedicina.com Julio - Agosto - Septiembre ! Año 2015 ÓRGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA PSICOSOMÁTICA (SEMP) Y DE LA SOCIEDAD MARCÉ ESPAÑOLA DE SALUD MENTAL PERINATAL (MARES) Y DE LA SOCIETAT CATALANA DE RECERCA Y TERÀPIA DEL COMPORTAMENT/ SOCIEDAD CATALANA DE INVESTIGACIÓN Y TERAPIA DEL COMPORTA- MIENTO (SCRITC) INCLUIDO EN LAS BASES DE DATOS BIBLIOGRÁFICOS INTERNACIONALES: PSICODOC E ISOC EXCERPTA MÉDICA - LATINDEX - MIAR - CARHUS - ULRICH!S - ERIH - DIALNET

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CUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICAY

PSIQUIATRÍA DE ENLACE

Revista Iberoamericana de Psicosomática

115

www.cuadernosdemedicina.com

Julio - Agosto - Septiembre !Año 2015

ÓRGANO OFICIAL DE LASOCIEDAD ESPAÑOLADE MEDICINAPSICOSOMÁTICA (SEMP)Y DE LA SOCIEDAD MARCÉ ESPAÑOLA DE SALUD MENTALPERINATAL (MARES) Y DELA SOCIETAT CATALANA DERECERCA Y TERÀPIA DELCOMPORTAMENT/ SOCIEDAD

CATALANA DE INVESTIGACIÓN YTERAPIA DEL COMPORTA-MIENTO (SCRITC)INCLUIDO EN LAS BASESDE DATOS BIBLIOGRÁFICOSINTERNACIONALES:PSICODOC E ISOCEXCERPTA MÉDICA - LATINDEX -MIAR - CARHUS - ULRICH!S -ERIH - DIALNET

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Sección de Salud Mental Perinatal y Reproductiva:COORDINACIÓN: G. Lasheras. H.U.D. Barcelona.B. Farré Sender. H.U.D. Barcelona.L. Ferraz. (FP) U.A.B. Barcelona.LL. García Esteve. H.C.U.B. BarcelonaE. Gelabert. F. Psicología FP U.A.B. Barcelona.

M.L. Imaz. H.C.U.B. Barcelona.G. Mestre. H.U.D. Barcelona.I. Olza. Madrid.I. Rovira. HCUB. BarcelonaS. Subirá. FP U.A.B. Barcelona.A. Torres. H.C.U.B. Barcelona.

Sección de Psicosomática Infanto-Juvenil (SPMIJ):

ASESOR: J. Toro. F.M.U.B. Barcelona.COORDINADORES: M. Agulló. Dp. Ensenyament Generalitatde Catalunya (DEGC) y A. Orobitg (H.U.D.) (Colab).Barcelona.J.A. Alda. H.S. Joan de Deu. Barcelona.A. Benito de la Iglesia. FP. U.Complutense.Madrid.(UCU)

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Editor: J.Mª. Farré Martí. Hospital UniversitarioDexeus (H.U.D.) Universitat Autònoma. (U.A.B.) Barcelona.

Dirección Científica: J.J. García Campayo. Hospital MiguelServet. Zaragoza.

Editores Asociados: E. Baillès (SCRITC). U. Pompeu Fabra(UPF). Barcelona.R. Campos. Hospital ClínicoUniversitario (H.C.U.) Facultad deMedicina (F.M). Zaragoza.Ll. García-Esteve (MARES), H. Clinic. U.de Barcelona (HC.UB.). Barcelona.

Editor Honorario: M. Álvarez Romero. Presidente de la SEMP.Sevilla.

Editora Científica: N. Mallorquí. Barcelona. H.U.D. Barcelona.

Sección de Conductas Adictivas ComportamentalesEDITOR: J.J. de la Gándara. H.U. Burgos. Burgos.COORDINACIÓN: S. Jiménez-Murcia. H.U. de Bellvitge.U.B. Barcelona.V. Ferrer-Olives. H.U.D (Colaboradora). Barcelona.V. González. Atención e Investigación deSocioadicciones (AIS). Barcelona.J.Mª Farré Martí. H.U.D. Barcelona.

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E. Maideu. H. Comarcal de Ripollès. Girona.COORDINACIÓN:C. Chiclana. FM. UCEU-San Pablo. Madrid.

SAMPMIEMBROS: A.L. Montejo. (AESEXSAME). H.C.U.F.M. Salamanca.

M. Contreras. Madrid.C. Giménez-Muniesa. C.S.P.T. Sabadell.G. Mestre. H.U.D. Barcelona.E. Oller-Ariño. H.U.D. Barcelona.J.Mª Farré. H.U.D. Barcelona.

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Consejo de Redacción (CR):COORDINADOR: M. Agulló. DEGC. Barcelona.S. Alario. Valencia.J. Arbesu. (SEMERGEN). Madrid.

B. Gómez Vicente. Castellón de la Plana.J. Punti. (SPMIJ). Sabadell.M. Sánchez Matas. (SPMIJ). Barcelona.I. Tolosa. Barcelona.

Redacción en Portugal: S. Morais. Viseu.Redacción en Chile: M. González. S. de Chile y M. Valdebenito. S. de Chile.Redacción en Colombia: D. Restrepo. Medellín.Redacción en México: D. Pérez Tobías. Potosí.Documentalistas: M. Catalán. Sabadell.

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Año 28 ! Nº 115 ! Julio - Agosto - Septiembre 2015Redacción: I.U. Dexeus C/. Sabino Arana, 5-19- 3ª Planta. Consultas Externas Psiquiatría - 08028 Barcelona

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LA REVISTA CUADERNOS no se identifica ni se hace responsable de las opiniones de los autores de los trabajos. Autorizado por el Ministerio de Sanidad y Consumo S.V.R. nº 542

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contenidoJulio - Agosto - Septiembre 2015

Año 28 • Nº 115

EditorialSobre creatividad, personalidad y psicopatología. Felipe Ortuño Sánchez-Pedreño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Artículos Originales

Interconsulta y psiquiatría de enlace: estudio descriptivo de las interconsultas a psicologíaclínica. Consultation and liason psiquiatry: a descriptive study of consultations to clinicalpsychology. Gema Costa-Requena, Amanda Rodríguez Urrutia, Eva Calvo, Gemma Parramon . . . . . . . . . . . . . . .11

Lower follow-up attendance after physical restraint. Menor vinculación al seguimiento despuésde contención mecánica. Pol Palau i Puig, Meritxell Centeno Cánovas, Joaquim Radua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16

Adicción al sexo: ¿patología independiente o síntoma comórbido. Sexual addiction: independententity or comorbid symptom. Carlos Chiclana Actis, María Contreras Chicote, Sofía Carriles Cervera,Daniel Rama Víctor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19

Casos Clínicos

Triple estrategia de potenciación en el tratamiento de la depresión bipolar severa: venlaxafina-agomelatina-quetiapina. Triple potentiation strategy in the treatment of severe bipolar depression:venlafaxine-agomelatine-quetiapine. Beatriz Plasencia-García de Diego, Alicia Quirós López,Rafael Lara Flores, Sergio Ruiz Doblado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27Comportamiento adictivo e inestabilidad emocional: a propósito de un caso. Addictive behaviorand emotional instability: about a case. María Irigoyen Ontiñano, Isabel Molinero Ponce, GemmaMontagut Fornós, María Mur Laín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32

Noticias de Psicosomática. G. Mestre e I. Tolosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Noticias de Salud Mental Perinatal..Gracia Lasheras, Borja Farré-Sender . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49

Noticias de Psicosomática Infanto-Juvenil. Anaïs Orobitg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

Crónicas de Cuadernos. Miriam Sánchez Matas y Helena Domínguez Cagnon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Comentario de Libros

Ansiedad ante los exámenes: la historia interminable. Gemma Mestre Bach . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66

¿Estamos realmente preparados para convivir con un adolescente?. Inés Llor y Patricia Uriz . . . . . . . . . . . . . . . . . 67El bienestar psicológico infantil gestionado desde la escuela. Miquel Agulló i Barbé . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68

Violencia y relaciones: sus inicios. Iris Tolosa Sola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69Anunciada o no: la muerte se enseña. Helena Domínguez Cagnon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

Sobre aventuras y desventuras: el cerebro revisitado. J.A. Monreal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72

Agenda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

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Sobre creatividad, personalidad y psicopatología

editorial

En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento al Dr. José Mª Farré y a todoslos miembros del comité editorial de Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psi -

quiatría de Enlace, por su invitación a escribir este editorial. Me resulta especialmente opor-tuna en este momento del curso académico que finaliza. Con ocasión de un trabajo de fin degrado que he dirigido a una alumna desde que cursaba 5º de Medicina, puedo compartirahora algunas reflexiones sobre la creatividad y su relación con la personalidad y psicopato-logía, en la esperanza de que también sean de interés para los lectores.

Lo primero que pudimos comprobar en nuestra revisión es que aún no hay total acuer -do, entre los expertos procedentes de distintas ramas de las ciencias, a la hora de definir quées la creatividad. Sin embargo, la mayor parte coinciden en definirla como una capacidad pro -pia de la cognición humana caracterizada por tres atributos: la originalidad (una visiónnovedosa de un tema o problema); la divergencia, característica opuesta a la del pensamientoconvencional; y la productividad, es decir, la parte del proceso que permite el resultado finalen el que se expresa la obra o el hallazgo innovador. La ciencia en general y la psicología enparticular reconocen el desconocimiento de los procesos mentales que subyacen a la creativi-dad. Existen aproximaciones desde diversas perspectivas: cognitiva (especialmente centradaen modelos de las fases del proceso creativo); neuroanatómica (interesada en estudiar varia-ciones cerebrales estructurales y funcionales. Cabe mencionar aquí los hallazgos del célebreestudio anatómico realizado en el cerebro de Eisntein) y neurofisiológica, con investigacionesque sugieren la relación entre coherencia de ondas cerebrales lentas y creatividad, apoyandola relación entre el sosiego y estados de inspiración creativa. La neuropsicología, por su par -te, nos sorprende con el hallazgo de la débil correlación entre creatividad e inteligencia (esdecir, inteligencias normales pueden ser creativas e inteligencias superiores pueden no serlo.Aunque este hallazgo también ha sembrado dudas entre los autores sobre los instrumentos aluso para medir la inteligencia e incluso en el propio concepto tradicional de inteligencia) (Thyset al., 2014). Sin embargo, en los sistemas educativos de países occidentales se observa unatendencia creciente a fomentar el pensamiento divergente o creativo desde los primeros añosde la escolaridad del niño.

Otro objetivo de interés fue estudiar la relación entre creatividad y personalidad. ¿Exis -ten atributos comunes entre las personalidades creativas? Para abordar esta cuestión pro-puse a Maitane, que así se llama nuestra estudiante, detectar los rasgos de personalidad máscaracterísticos en diez personajes célebres por sus aportaciones innovadoras, en concreto, enla historia de la medicina. Entre ellos tres ilustres médicos españoles: Cajal, Ochoa y Mara -ñón. El método que debía seguir era el de servirse fundamentalmente de la lectura de susrespectivas biografías y autobiografías, y también recabar posibles referencias biográficas enpublicaciones en bases de datos. Para evaluar las respectivas personalidades debíamos tenercomo referencia las características y acepciones de cada uno de los rasgos de personalidadsiguiendo las definiciones de los tres factores de Eysenk (1985), así como de los cinco facto-res de Costa y McCrae (1995).

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La conclusión global de nuestro estudio es que todas las personalidades estudiadas,siendo muy diferentes, tenían en común la presencia de atributos correspondientes a dos fac-tores de personalidad: la responsabilidad (ej.: sentido del deber, competencia, autodisciplina,necesidad de logro, orden…) y la apertura a la experiencia (ej.: fantasía, intereses estéticos,ideas y valores profundos…). Más variabilidad se observaba en la presencia de atributos orasgos del resto de factores, aunque predominaba la tendencia a la cordialidad (ej.: modestia,confianza…), y combinaban ciertos rasgos de extroversión (ej.: búsqueda de emociones,afecto positivo…) paradójicamente con la timidez. Solo en uno de ellos se observaron clarosrasgos de psicoticismo. En este sentido, surge un último dilema controvertido que tratamosen nuestro trabajo: si la creatividad y la psicopatología se asocian o si, por el contrario, seexcluyen. A juzgar por estudios recientes ambas posibilidades son ciertas. Como bien señalaSimonton (2014), hasta hoy el debate había pasado por alto que la relación entre creatividady psicopatología puede expresarse como dos proposiciones diferentes. Entre la poblacióngeneral las personas creativas parecen exhibir mejor salud mental que las menos creativas.Por lo tanto, la creatividad es un factor protector de la salud mental. Sin embargo, de entrelos creativos, los más altamente dotados, que son solo una pequeña parte de la población, síparecen ser más vulnerables a determinados trastornos mentales. Esta es la paradoja que seha denominado mad-genius paradox o paradoja del genio-loco (Simonton, 2014).Finalmente, quisimos precisar en nuestra revisión a qué trastornos mentales son más procli-ves los genios creativos cuando enferman. En este sentido, merece la pena conocer el célebreestudio de Rober Post (Post, 1994), publicado en Bristish Journal of Psychiatry en 1994, enel que el autor indagaba en las biografías de 291 personajes ilustres del arte, la literatura, laciencia y la política. Este autor concluye que los trastornos afectivos, sobre todo trastornosbipolares, están presentes entre artistas (por ejemplo pintores) y literatos. Otros estudiosrecientes replican este hallazgo (McGraw et al., 2013). Por otra parte, diversos rasgos pato-lógicos de personalidad son más prevalentes entre personalidades creativas, por ejemplo, esqui-zotipia en algunos genios de las ciencias (Fisher et al., 2004).

Volviendo a la profesión médica, en el TFG también tuvimos como objetivo detectar laeventual presencia de trastornos mentales en las personalidades estudiadas. Si se detectabaen algún caso debíamos usar como guía los criterios diagnósticos del DSM-5.

Solo un personaje de los estudiados con tendencia al psicoticismo desarrolló un tras-torno mental, en concreto un cuadro psicótico, posiblemente dentro del espectro de la esqui-zofrenia, aunque atípicamente debutó en una edad tardía. Se trata de Semmelweis, el famosomédico húngaro que descubrió el origen séptico de la fiebre puerperal cuando trabajaba enuna maternidad de Viena. Defendió su tesis con tesón y con mucha oposición por parte decolegas influyentes. Su hallazgo marcó un hito en la historia de la medicina; con él se iniciala era de la antisepsia y de la prevención de las infecciones nosocomiales. En su patobiografíatambién detectamos un aspecto que parece matizar la paradoja del genio-loco. Su aporta-ción innovadora, su descubrimiento, lo llevó a cabo antes de enfermar, mientras solo era fun-damentalmente una personalidad honesta, laboriosa, desinteresada y socialmente excéntrica.A partir del inicio de su enfermedad y deterioro no volvió a realizar nuevas aportaciones.Hay otras biografías célebres con una trayectoria similar en este sentido (por ejemplo, el casode John Nash, premio Nobel de Economía, llevado al cine en Una mente maravillosa). Endefinitiva, el caso revela que la enfermedad mental, una vez se manifiesta, solo puede ser

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destructiva. Podríamos decir que si bien dotaciones elevadas de creatividad pudieran hacermás proclive a la enfermedad mental, una vez que la enfermedad mental se manifiesta la crea -tividad se extingue.

Nuestro estudio recoge una muestra muy reducida y no apoya ni revoca la hipótesis deque la creatividad se asocie a enfermedad, al menos en el selecto grupo de genios de la profe-sión médica.

Hasta aquí llegan las conclusiones del trabajo. Sin embargo, inevitablemente nos sur-gen nuevas preguntas. Por ejemplo, ¿queda sitio para el ejercicio de la creatividad en la pro-fesión médica? ¿Debería cultivar el medico su vertiente creativa, al menos fuera de su profe-sión? Aunque queda fuera de los propósitos de nuestro estudio responder a esta cuestión, yahemos comentado que la creatividad puede ser protectora de la salud mental. No podemosobviar que –frente a otras profesiones– entre médicos siguen siendo más elevadas las tasas dedepresión, las adicciones y el suicidio (Carpenter et al., 1997; Tyssen et al., 2004). Afortu -nadamente, el ejercicio de la creatividad en facetas artísticas y literarias parece frecuenteentre los profesionales de la medicina. Lo prueba la existencia de la asociación de médicosescritores o las diversas convocatorias de premios a diversas modalidades de artes plásticaspor parte de colegios médicos. Como consta en sus textos biográficos, tanto Cajal como Ma -rañón recomendaban el cultivo de una segunda vocación creativa junto al ejercicio de laprofesión médica.

Finalmente, creo que es un acierto la realización de un trabajo de fin de grado comoparte del programa de formación médica. Posibilita que el estudiante trate un tema de suelección, sea un caso clínico, una serie de casos, una revisión de una enfermedad, etc., desdeuna visión crítica y científica. Una labor que requiere creatividad y que complementa losconocimientos teóricos adquiridos en las diversas asignaturas de la carrera.

Hace unos meses Maitane defendió con éxito su TFG, hace unas semanas se graduóbrillantemente. Ahora, próxima la preparación del MIR, ultima su primera publicación enuna revista indexada, con los resultados del trabajo que he tratado de resumir en este edito-rial. Un prometedor comienzo antes de iniciarse en el ejercicio de la medicina.

Felipe Ortuño Sánchez-PedreñoConsejo Asesor

Departamento de Psiquiatría y Psicología MédicaClínica Universidad de Navarra

REFERENCIAS1. Carpenter LM, Swerdlow AJ, Fear NT. Mortality of doctors in different specialties: findings from a cohort of

20000 NHS hospital consultants. Occup Environ Med. 1997; 54 (6): 388-95.2. Costa PT, McCrae R. Primary traits of Eysenk´s P-E-N system: three and five factor solutions. Journal of

Personality and Social Psychology. 1995; 69 (2):308-327.3. Eysenck HJ. Creativity and Personality: Suggestions for a Theory. Psychol Inq. 1993; 4(3): 147-178.4. Fisher JE, Mohanty A, Herrington JD, Koven NS, Miller GA, Heller W. Neuropsychological evidence for

dimensional schizotypy: Implications for creativity and psychopathology. J Res Pers. 2004;38:24-31.

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5. McCraw S, Parker G, Fletcher K, Friend P. Self reported creativity in bipolar disorder: prevalence, types andassociated outcomes in mania versus hypomania. J Affect Disord. 2013; 151 (3): 831-6.

6. Oscoz M. Creatividad, personalidad y psicopatología en diez personalidades ilustres de la medicina. Trabajode fin de grado. Facultad de Medicina, Universidad de Navarra; 2015.

7. Post F. Creativity and psychopathology. A study of 291 world-famous men. Br J Psychiatry. 1994; 165 (1):22-34.

8. Simonton DK. The Mad-Genius Paradox: Can Creative People Be More Mentally Healthy But HighlyCreative People More Mentally Ill? Perspectives on Psychological Science. 2014; 9 (5): 470–480.

9. Tyssen R, Hem E, Vaglum P, Grønvold NT, Ekeberg Ø. The process of suicidal planning among medical doc-tors: predictors in a longitudinal Norwegian sample. J Affect Disord. 2004; 80(2-3): 191-198.

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Interconsulta y psiquiatría de enlace: estudiodescriptivo de las interconsultas a psicología clínicaConsultation and liason psiquiatry: a descriptive study ofconsultations to clinical psychology

Gema Costa-Requena1, Amanda Rodríguez Urrutia2, Eva Calvo3, Gemma Parramon2

Recibido: 13/04/2015Aceptado: 16/06/2015

Resumen

Introducción: Entre las especialidades médicas es cada vez más reconocida la valoraciónpor el equipo de interconsulta y psiquiatría de enlace de las repercusiones psicosociales de laenfermedad en el paciente hospitalizado. El objetivo de este estudio es analizar descriptiva-mente la intervención del psicólogo clínico en las interconsultas de un hospital general.

Material y métodos: Se analizan retrospectivamente a un año, con medidas de tendencia cen-tral, las interconsultas recibidas en la unidad de interconsulta y psiquiatría de enlace dirigidas apsicología clínica.

Resultados: Se registran un total de 131 interconsultas hospitalarias a psicología clínica. Lamayoría desde la propia unidad de psiquiatría de enlace, por el psiquiatra referente interconsul-tor del caso (35,9 %). Con altas prevalencias de pacientes sin trastorno psiquiátrico (28 %) ocon trastornos adaptativos (43 %). En la mayoría de casos se realizan entre 2 (26 %) y 3 (19 %)visitas durante el ingreso hospitalario. Al cierre de la interconsulta por psicología clínica, sonaltables a domicilio sin necesidad de soporte por salud mental el 40 % de los casos.

Conclusiones: La figura del psicólogo clínico, con pocas intervenciones, valida recursos per-sonales que favorecen la salud mental del paciente hospitalizado. Se requiere más investigaciónque pueda ayudar a planificar recursos y concretar el ámbito de intervención del psicólogo clí-nico en la interconsulta hospitalaria.

Palabras clave: Psiquiatría de enlace. Interconsulta hospitalaria. Psicología clínica. Trastorno adaptativo.

1Psicóloga Clínica. Servicio de Psiquiatría. Hospital general Universitari Valld’Hebron. CIBERSAM. Universitat Autònoma de Barcelona.2Psiquiatra. Servicio de Psiquiatría. Hospital general Universitari Vall d’Hebron.CIBERSAM. Universitat Autònoma de Barcelona.3Médico Interno Residente de Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría. Hospital gene-ral Universitari Vall d’Hebron. CIBERSAM. Universitat Autònoma de Barcelona.Co rres po ndenci a: Dra. Gema Costa-RequenaDepartament!de Psiquiatria. Hospital General Universitari Vall d’HebronUniversitat Autònoma de Barcelona!Pg. Vall d’Hebron, 119-12908035 Barcelona E-mail: [email protected]

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ARTÍCULOCUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

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Summary

Introduction: Among the medical services are becoming more recognized the assessment bythe consultation and liaison psychiatry team, theses were about the psychosocial impact of theillness in the hospitalized patients. The aim of this study was to describe the consultation refe-rred to clinical psychologist at inpatients in a general hospital.

Methods: The consultations received to clinical psychologist at consultation and liaison psy-chiatry unit, were retrospectively analyzed during one year. In the statistical analysis were usedmeasures of central tendency.

Results: A total of 131 hospital consults to clinical psychologist were recorded. Most of thesewere from the unit itself of liaison psychiatry, by psychiatrist consulter reference of case (35.9%). There are higher prevalence of patients without psychiatric disorders (28 %), and patientswith adjustment disorders (43 %). In most cases were realized 2 visits (26 %) or 3 (19 %) visitsduring hospitalization. At the end of the consultation by clinical psychologist, were discharges tohome without mental health support for 40 % of cases.

Conclusions: The role of clinical psychologist empowers to validate patient’s personalresources to promote inpatient’s mental health. More researches are required to strengthen andnarrow the field of clinical psychologist in the hospital consultation.

Key wo rds : Liaison psychiatry. Hospital consultation. Clinical psychology. Adaptive disease.

INTRODUCCIÓN

La atención sanitaria actual requiere el tratamien -to holístico e integral del paciente hospitalizado, con -siderando que el manejo y tratamiento de algunasenfermedades pueden afectar al estado mental y emo -cional de la persona, además de requerir la coopera-ción entre diferentes especialidades médicas, y la ne -cesaria implicación del paciente y su familia en laestabilización de la enfermedad (WFM, 2010).

La interconsulta es un sistema habitual de rela -ción entre los servicios asistenciales hospitalarios,que ayuda a las distintas especialidades médicas alenfoque diagnostico y terapéutico de los pacientesingresados (Montero-Ruiz & López-Álvarez, 2011).En este sentido, la enfermedad física es un factorde riesgo para la manifestación de sintomatologíaansioso-depresiva significativa, más en el caso depatologías crónicas que requieren en un momentodeterminado del ingreso hospitalario. La constan -te vivencia entre salud y enfermedad, las situacio-nes límites que se producen, y los problemas éticosque acarrean, pueden suponer una amenaza al equi -

librio psicológico de la persona, que necesita dela valoración de las repercusiones psicosociales dela enfermedad (Lobo, Lozano & Diefenbacher, 2007;NICE, 2009).

La intervención psiquiátrica o psicológica cuan -do se padece una enfermedad somática es cada vezmás reconocida en el ámbito hospitalario, así, elEuropean Consultation-Liaison Workgroup forGeneral Hospital Psychiatric and Psychosomaticsconsidera que aproximadamente un 10 % de todoslos pacientes ingresados un día cualquiera en unhospital general requeriría una consulta con elespecialista de psiquiatría de enlace, mientras soloson valorados el 1,4 % de los pacientes ingresadosen un hospital general (5). La práctica de la Psiquia -tría de Enlace atiende en el ámbito hospitalario apacientes con síntomas o síndromes psiquiátricos,incluyendo entre otros aspectos problemas adapta-tivos, psicopatologías desencadenadas o coinciden -tes con repercusiones somáticas, trastornos menta -les orgánicos, confrontaciones bioéticas ante la en -fermedad; además, entre sus objetivos se encuentrael estudio de la relación médico-paciente y su re -

No se puede tratar la enfermedad sin tratar al enfermo.Laín Entralgo, 1964.

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percusión en evolución de la enfermedad (Leent -jens, Rundell, Diefenbacher, Kathol & Guthrie,2011).

Desde el equipo de psiquiatría de enlace e in -terconsulta, la atención integral en el ámbito delhospital general se garantiza con las tareas asis-tenciales que se dirigen a dar respuesta a la con-sulta puntual de otro especialista, propiamentedenominado interconsulta. Mientras las funcionesrealizadas por el equipo interconsultor en progra-mas específicos de intervención mantenidos en eltiempo se reconoce como psiquiatría de enlace,destacando los programas de neuropsicología ypsico-oncología en el ámbito de la psicología clí-nica. En el equipo de interconsulta hospitalaria esconsiderada la inclusión del psicólogo clínico co -mo lo hace en los programas específicos del ámbi -to hospitalario (Strain, Easton & Fulop, 1995).En este sentido en el sistema nacional del salud,por mediación del Real Decreto 2490/1998, se creóy reguló el título oficial de psicólogo especialistaen psicología clínica, siendo el primero en reco-nocer la formación del psicólogo clínico por el sis -tema de residencia como forma de especialidad sa -nitaria, además, garantizado por mediación de la Leyde Ordenación de Profesiones Sanitarias (BOE, 2003).Así, dentro del programa de formación del psicólo -go interno residente se realizan recorridos por áreasde formación específicas, que capacitan al psicó-logo clínico en el ejercicio interdisciplinario querequiere una concepción multidimensional de losprocesos de salud y enfermedad, contemplando, portanto, que el campo de intervención de la psicolo-gía clínica no se limita hoy en día solo al ámbitodel trastorno mental (BOE, 2009). De hecho, variosautores ponen de manifiesto la estrecha relación dela psicología clínica y psicología de la salud enaspectos técnicos y metodológicos, que resulta difí-cil de diferenciar en el marco conceptual y de aplica-ción (Belar & Deardorff, 2009; Belloch, 2008).

El objetivo planteado en este estudio es anali-zar descriptivamente, durante un año, la demandaespecífica de interconsultas realizadas a psicologíaclínica.

MATERIAL Y MÉTODO

Se trata de un estudio retrospectivo donde seanalizaron las interconsultas recibidas en la uni-

dad de interconsulta y psiquiatría de enlace del ser-vicio de psiquiatría en un hospital general de ter-cer nivel, y dirigidas a psicología clínica de adul-tos en el período comprendido entre el 1 de eneroy 31 de diciembre de 2014.

El modelo de interconsultas sigue una planti-lla propia del hospital que recoge datos sobre elnombre del paciente, número de historia, fecha denacimiento, sexo, cama de ingreso, especialidad y fa -cultativo que realiza la interconsulta; además, de lafecha en que se realiza la interconsulta, motivo dela solicitud y diagnóstico primario del ingreso hos -pitalario. Los datos analizados son, el servicio de ori -gen de la interconsulta, a quien se dirige la inter-consulta (si es al paciente o la familia), datos so -cio-demográficos del paciente, diagnóstico psiquiátricosi procede, número de visitas realizadas y qué tipode derivación se realiza en el momento de cierrede la interconsulta, si es a domicilio, domicilio yconsultas externas del hospital (psiquiatría, psico-oncología), derivación al centro de salud mental dezona o fallecimiento del paciente.

En el análisis estadístico se realiza un análisisdescriptivo de los datos con el programa SPSS 15.0.

RESULTADOS

En el período de estudio se realizaron, especí-ficamente, un total de 131 interconsultas hospita-larias a psicología clínica. En un porcentaje simi-lar de prevalencia de genero entre pacientes, hom-bres 43,5 % (n=57) y mujeres 56,5 % (n=74), conuna media de edad de 52 años, en un rango de 16 a92 años. Se hizo petición de atención psicológicadirigida al paciente en el 76 % (n=99) de los ca -sos, mientras soporte a la familia se explicitó enel 24 % (n=32) de las peticiones.

En una agrupación general de diagnósticos pri -marios que provocaron el ingreso hospitalario delpaciente, la atención psicológica demandada en el32 % (n=42) de los casos fueron por enfermedadesoncológicas, en el 14,5 %(n=19) por politrauma-tismos, y por procedimientos relacionados con eltrasplante de órganos en el 8,5 % (n=11) de los ca -sos. En general, las especialidades con mayor de -manda de atención psicológica fueron desde lapropia unidad de psiquiatría de enlace por el psi-quiatra referente interconsultor del caso (35,9 %).Desde otras especialidades, la mayor demanda de

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atención psicológica fue por medicina intensiva(12,2 %), y traumatología (9,1 %) que integra,entre otras, las unidades de lesión medular y ciru-gía maxilofacial, véase Tabla 1. En la mayoría decasos atendidos desde psicología clínica no haydiagnóstico psiquiátrico registrado 28 % (n= 37),en otros casos son frecuentes los trastornos adap-tativos (43 %), trastornos depresivos (8,5 %) ytrastornos de ansiedad (6 %), véase Tabla 2. Elnúmero de visitas realizadas a cada paciente/fami-lia durante el ingreso hospitalario oscila en unarango de 1 a 40 visitas, siendo la mayor frecuen-cia de 2 visitas en el 26 % (n=34), 3 visitas en el19 % (n=25), 4 visitas en el 14,5 % (n=19) y 5visitas en el 13 % (n=17) de los casos.

Al cierre de la interconsulta por psicologíaclínica, son altables a domicilio sin necesidad desoporte por salud mental el 40 % de los casos (n=52),altados desde la interconsulta pero que permane-cen con ingreso hospitalario en el 23,6 % de loscasos (n=31), fueron alta a domicilio con deriva-

ción a unidades hospitalarias de consultas exter-nas de psiquiatría, psicología clínica o psico-on -cología el 17,5 % de los casos (n=23). Pacientescon alta a domicilio y derivación a centro de saludmental de zona fueron el 10 % de casos (n= 13).Fueron éxitus y atendidos en estadio final de vidaun 9 % de pacientes (n=12).

DISCUSIÓNLa aplicación de la psicología clínica al tra-

bajo multidisciplinar en el hospital general faci-

lita la implementación del modelo biopsicosocialen la atención sanitaria (Martínez Sande, 2001).

Hay pocos estudios que analicen descriptiva-mente la tarea asistencial de las interconsultas apsicología clínica (Martínez Sande, 2001). En ge -neral, la intervención del psicólogo en intercon-sulta abarca tres áreas, una dirigida hacia el pa -ciente incluyendo la intervención en la familia,otra área dirigida a la relación médico paciente oal equipo medico referente (Valera, 2002). En esteestudio un gran porcentaje de interconsultas se

Tabl a 1Dis tribución de frecuencias de interconsul tasdi ri g i das a ps i co l o g í a cl í ni ca po r di s ti nto s s erv i ci o s médi co -qui rúrg i co s del ho s pi tal

g eneral .

SERVICIO DEDERIVACIÓN

FRECUENCIA PORCENTAJES

PSIQUIATRÍA 47 35,9MEDICINAINTENSIVA 16 12,2TRAUMATOLOGÍA 12 9,1NEFROLOGÍA 10 7,6CIRUGÍAHEPATOBILIAR 8 6,1GINECOLOGÍA 8 6,1UROLOGÍA 7 5,3ENDOCRINOLOGÍA 6 4,6NEUROLOGÍA 6 4,6CIRUGÍACOLORECTAL 5 3,8OTROS 6 4,7

Tabl a 2Ag rupaci o nes de di ag nó s ti co s ps i qui átri co s de l as i nterco ns ul tas a ps i co l o g í a cl í ni ca

reci bi das del co njunto de s erv i ci o s médi co s (n=1 3 1 ), y es pecí fi camente delps i qui atra i nterco ns ul to r (n=4 7 ).

ORIENTACIÓN DIAGNÓSTICA TOTAL DE INTERCONSULTAS INTERCONSULTAS DE PSIQUIATRÍA

FRECUENCIA PORCENTAJES FRECUENCIA PORCENTAJES

No evaluado por psiquiatría 37 28,3 2 4,3Trastorno Adaptativo 56 42,7 25 53,2Trastorno Depresivo 11 8,4 8 17Trastorno de Ansiedad 8 6,1 5 10,6Trastorno de Personalidad 9 6,9 3 6,4Síndrome confusional 2 1,5 — —Insomnio 2 1,5 1 2,1Otros 6 4,6 3 6,3

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hizo directamente para atención psicológica delpaciente, otro porcentaje nada despreciable del 24 %va dirigido al soporte a la familia, lo que recono -ce la afectación que puede provocar la enfermedaden el ámbito socio-familiar del paciente. Además,de favorecer la red natural de apoyo del paciente alimplicar algún miembro significativo de la fami-lia (Martínez Sande, 2001).

A tenor del tiempo de estancia hospitalaria delpaciente el número de intervenciones suele ser re -ducido, de 2 o 3 visitas mayoritariamente, y en másdel 40 % de casos se cierra la interconsulta sin ne -cesidad de soporte posterior por unidades de saludmental. Un porcentaje considerable de pacientesatendidos por psicología clínica no tienen regis-trado diagnóstico psiquiátrico o manifiestan tras-torno adaptativo. Estos resultados plantean que la ma -yoría de casos son reacciones de adaptación a la en -fermedad sin psicopatología significativa, dondela intervención se centraría en validar recursospersonales del paciente, trabajo nada desmerecedorde una formación especializada. Considerando queel no tratamiento de sintomatología depresiva seasocia con un peor manejo de la enfermedad físi -ca, a la vez que el deterioro funcional de algunasenfermedades aumenta el riesgo de manifestaciónde sintomatología depresiva (NICE, 2009).

Dentro de los programas específicos de psiquia -tría de enlace en el hospital general, es habitual la exis -tencia del programa de psico-oncología, donde secontempla el tratamiento de aspectos emocionalesen el manejo de la enfermedad oncológica (Plandirector de oncología, 2009). Los resultados de esteestudio señalan, así mismo, que un alto porcentajede interconsultas dirigidas al psicólogo de intercon-sulta son referidas por enfermedades oncológicas(32 % de los casos), no asumidas todavía por elprograma específico de psico-oncología, lo queseñalaría la necesidad de ampliar esta intervención.

En futuros trabajos, profundizar en datos des-criptivos de la intervención del psicólogo clínicoen el ámbito del hospital general puede ayudar aplanificar recursos y concretar su ámbito de inter-vención.

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Lower follow-up attendance after physical restraintMenor vinculación al seguimiento después de contención mecánica

Pol Palau i Puig1, Meritxell Centeno Cánovas2, Joaquim Radua3

Recibido: 22/04/2015Aceptado: 11/06/2015

Summary

Use of physical restraint (PR) during the management of agitated patients has been long dis-couraged. However, only few studies have investigated the potential consequences of being phy-sically restrained on the subsequent follow-up adherence. Using our all year round PsychiatryEmergency Service database we picked up all the patients who had been restrained along 2012(3 % of the total). The follow-up discontinuation was ~4 times higher in the PR group than in thenon-PR group (16.2-17.6 % vs. 4.1-5.4 % during the first six months after the crisis; p<0.05).These results further support the use of non-PR methods in the management of agitation.

Key wo rds : restraint, agitation, emergency, attendance, follow-up.

Resumen

El uso de la contención mecánica (CM) durante el manejo de los pacientes agitados es pocorecomendado y mal percibido desde hace ya décadas. Sin embargo, pocos estudios han profun-dizado en las consecuencias potenciales de ser físicamente contenido sobre la vinculación pos-terior. Usando la base de datos del servicio de urgencias de psiquiatría, escogimos todos lospacientes que habían sido contenidos a lo largo de 2012 (un 3 % del total). La desvinculaciónfue unas 4 veces superior en el grupo CM que en el grupo no CM (16,2-17,6 % vs 4,1-5,4 % a lolargo de los 6 meses posteriores a la crisis; p <0.05). Estos resultados respaldan el uso de unmanejo de la agitación sin CM.

Pal abras cl av e: contención, agitación, urgencias, asistencia, seguimiento.

1Psiquiatra Adjunto Unidad de Agudos, Urgencias y Hospitalde Día. CASM Benito Menni Granollers-Hospital general deGranollers (Barcelona).2Coordinadora de Unidad de Agudos y Urgencias de CASMBenito Menni-Hospital General de Granollers (Barcelona).Psiquiatra.3FIDMAG Research Foundation - CIBERSAM (Barcelona) &Institute of Psychiatry, King’s College London, UKCo rres po ndenci a: Dr. Pol Palau i PuigFrancesc Ribas s/n Planta 208402 Granollers (Barcelona) E-mail: [email protected]

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Although many articles describe the impor-tance of avoiding physical restraint (PR) in crisisof agitation, only few papers have come out tostudy the patient perception and the real conse-quences of being physically restrained after theagitation crisis (Palazzolo et al., 2004). Notablerates of PR have been found in different psychia-tric services depending on the centers from 0 to10% of the emergency patients (Guedj et al, 2004).Loss of contact with Mental Health OutpatientServices (MHS), refusal to medication or trauma-tic memories about the assistance are just someof the usually mentioned results of restraint(Georgieva et al., 2012). Nevertheless, those fea-tures have rarely been studied and ended up in thegroup of accepted but never proved principles ofpsychiatry. We found it challenging to set thiswidely spread concept into the scientific know-ledge. With this purpose we assessed the directrelation of restraint on follow-up attendance themonths after the crisis.

METHODS

The physicians of our psychiatric emergencyteam fill a short database after seeing every pa tient,regardless of the kind of diagnosis or intervention.Using this all year round Psychiatry Emer gencyService database we picked up all the pa tients whohad been restraint along 2012 (3 % of the total).We usually note origin, diagnoses, treatments, pro-cesses, referrals or admissions. Some patients werekept out of the study because there was not enoughpersonal data or clinical information to completethe form. We also chose non-restrained patientsfrom this database with similar features to com-plete the study as non-matched controls. A retros-pective cohort design was created from this sample.That is we created a group of restrained and a non-restrained group to compare them afterwards.

Different clusters of diagnoses were controlledin order to allow further data analysis: Psychosis,Personality disorder, Substance Use Disorders, Bi -polar disorders, Depression, Anxiety Disorders andAdjustment disorders. Besides, other variables ofintervention during the stay in the emergencyroom, sex, age and the patient’s town or neigh-borhood precedence were also taken in considera-tion (Knutzen et al., 2011)

RESULTS

We obtained a sample of 148 patients of which82 (55.4 %) were men and 66 (44.6 %) were wo -men. Seventy-four of them had been restrainedand 74 did not.

The month after the emergency room stay,17.6 % of the PR patients did not attend to theMHS, while only 5.4 % of the non PR did not co -me (p=0.037). As you can notice, there is a strongrelation between PR and non-attendance outpa-tient. Nevertheless, the nature of this design doesnot allow considering relation of cause-conse-quence.

The 3rd month after the stay 17.6 % of the PRcases and 4.1 % of the non PR cases were missing.

Finally, 16.2 % of the PR and 4.1 % of thenon PR patients did not come to our MHS sixmonths after being visited, which means that thisassociation is maintained in time.

The relative risk (RR) obtained for the firstmonth is 3.26, the 3rd month the RR is 4.29 and3.94 the 6th month; showing the impact of thePR on the risk of discontinuity.

When we used logistic regression checking allthe variables controlled as potentially related withdiscontinuity, substance use disorders (p=0.026)and PR (p=0.017) were the only items statisti-cally associated with non-attendance the subse-quent visits. Even though, there was also a ten-dency to significance with unknown or out ofarea patients. In addition, alcohol abuse or depen-dence was the most common SUD related withPR, but that did not reach to significance.

Figura 1

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CONCLUSIONSIt is well known that PR becomes in some ca -

ses indispensable even though most of the centersare focused on preventing it to happen (Ka lisova etal., 2014). On the other hand, it is also knownthat, maybe too often along psychiatry history, PRhas been applied when other procedures like verbalrestraint were not run down yet. Attending to ourresults, PR should be the last step to take before anagitation crisis because of its consequences on sub-sequent follow-up and obviously on account ofethical and legal issues (Gómez-Durán et al, 2014).Besides, community psychiatry era, where we arenowadays involved, claims even stronger for thiskind of measures (Richmond et al., 2013).

We assume several limits in our study. Main ly,the direction of the relation between PR and discon-tinuity remains unknown. In addition, ethical limi-tations in this subject complicate a clinical trialdesign, which would fit better for this purpose.

Even though, more studies are needed to con-firm the relation between PR and worse subsequentattendance to the MHS.

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Adicción al sexo: ¿patología independiente osíntoma comórbido?Sexual addiction: independent entity or comorbid symptom?

Carlos Chiclana Actis. Psiquiatra. MD PhD1,2, María Contreras Chicote1,Sofía Carriles Cervera1, Daniel Rama Víctor1

Recibido: 15/05/2015Aceptado: 29/06/2015

Resumen

Aunque el DSM-5 ha desestimado el Trastorno Hipersexual (THS) como nuevo diagnóstico,los pacientes siguen consultando por aumento en la frecuencia, intensidad de fantasías, excita-ción, impulsos y conductas sexuales que les provocan malestar significativo, deterioro social uocupacional. Esta sintomatología presenta alta prevalencia en varones y elevada comorbilidaden el Eje I.

Evaluamos la presencia de hipersexualidad mediante los criterios diagnósticos propuestos porla agenda de trabajo del DSM-5 y la comorbilidad en el Eje I en 638 pacientes ambulatorios.

Ochenta pacientes (90 % varones), cumplirían los criterios clínicos de hipersexualidad. El71,3 % presentaba comorbilidad en el Eje I, principalmente Trastorno por Déficit de Atención eHiperactividad (44 %), Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) (23 %), Trastorno Depresivo (12 %)y Trastornos de Ansiedad (9 %). Veintitrés sujetos presentarían Adicción al sexo como entidadindependiente (3,6 % de la muestra general).

Aunque la APA no considere esta realidad como una entidad propia, existe una demanda clí-nica para atender esta sintomatología. Conviene llevar a cabo estudios epidemiológicos paradeterminar la prevalencia, investigar si es un síntoma inespecífico de una patología del Eje I, siexiste la Adicción al Sexo como una entidad independiente o si es la expresión psicopatológicade eventos traumáticos en la vida sexual o en el desarrollo del apego.

También se requiere estudiar el impacto económico y social en la salud pública, y desarro-llar ensayos clínicos aleatoriados sobre la eficacia de los tratamientos farmacológicos y psico-terapéuticos.

Pal abras cl av e: Adicción al sexo. Trastorno Hipersexual. Comorbilidad. Hipersexualidad.

SECCIÓN DE SEXOLOGÍA Y SALUD MENTALCUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

1Psicólogos. Consulta Dr. Carlos Chiclana. Madrid.España.2Psiquiatra. Facultad de Medicina. Universidad CEUSan Pablo. Madrid. España.

Co rres po ndenci a: Dr. Carlos Chiclana ActisAvenida de Filipinas 50 - Escalera Central 7ºC28003 [email protected]

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INTRODUCCIÓN

El Trastorno Hipersexual (THS), común-mente conocido como adicción sexual, se pro-puso en la agenda de trabajo de la DSM-5 comoun nuevo diagnóstico psiquiátrico.

Estaría caracterizado por el aumento en la fre-cuencia e intensidad de fantasías relacionadas conel sexo, excitación recurrente, impulsos y actividadsexual no parafílica, asociada a un componente deimpulsividad, que provoca un malestar significa-tivo o un deterioro social u ocupacional mante-nido en el tiempo (Kafka, 2010).

El THS no ha sido incluido en la clasificaciónDSM-5 (American Psychiatric Association, 2013),ni siquiera en la Sección III como una entidad ainvestigar. Se critica que no existen suficientes in -vestigaciones, que podría dar lugar a la “psiquiatri-zación” de conductas “normales”, que justificaríacon argumentos médicos conductas inmorales oque generaría un mal uso de este diagnóstico comoatenuante en los peritajes legales (Kafka, 2014).

No obstante, la prevalencia de comportamien-tos hipersexuales (Tabla 1) se encuentra entre un1,4 % y un 19,3 %, aunque estos estudios son

muy variables en método y muestra (Karila et al.2014) y parece que los que solicitan atención clí-nica serían solo el 1 % (Kafka, 2014).

Se han utilizado términos diferentes, tales co -mo adicción sexual, compulsividad sexual, preo-cupación sexual, conducta sexual fuera de controle hipersexualidad para describir este comporta-miento que sigue siendo objeto de controversia (Tur -ner, Schöttle, Bradford, y Briken, 2014).

Algunos autores (Chiclana, 2014; Frías y Váz -quez, 2012) proponen emplear el término Hipersexua -lidad Primaria (HP) cuando se produjera esta con-ducta sin comorbilidad con una patología del Eje I.

Además, de no existir unidad criterios respectoa la denominación de las conductas ni de la enti-dad diagnóstica, actualmente no existen estudiosválidos en España que analicen la prevalencia, lapsicopatología ni la relación con la personalidadde estas conductas hipersexuales.

OBJETIVOS

Describir las características clínicas y sociode-mográficas de una muestra de pacientes con con-ducta hipersexual, con y sin comorbilidad en el Eje I.

Summary

Hypersexual Disorder (HD), commonly known as sexual addiction, was proposed as a newpsychiatric diagnosis by the DSM-5 Work Group. HD was ultimately excluded from the DSM-5.The existing studies have also described the existence of a high nonspecific comorbidity of HDwith other psychiatric symptoms and personality disorders. We evaluated the presence of hyper-sexuality in 638 outpatients through the diagnostic criteria proposed by the DSM-5 agenda andcomorbidity in Axis I.

Our study help-seeking population presented with up to 71 % of Axis I comorbidity, mainlywith Attention Deficit and Hyperactivity Disorder (44 %), Obsessive Compulsive Disorder (23%), Mood Disorders (12 %) and Anxiety Disorders (9 %). Addressing hypersexual symptomscan subsequently clarify the diagnosis of primarily Axis I pathology.

To adequately address this issue it is first necessary to conduct epidemiological studiesaimed to determine the prevalence and to clarify the existence of HD either as an independententity, or as a secondary condition due to other circumstances or to another comorbid Axis Idisorder.

Also economic studies examining the impact of HD on public health are required to deter-mine the extent of the economic and societal burden of this condition. Rigorous RCT on theeffectiveness of pharmacological and psychosocial treatments may yield to objective data on thepotential of current interventions and its implications for clinical practice.

Key wo rds : Sexual Addiction. Hypersexual Disorder. Comorbidity. Hypersexual Behavior.

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SUJETOS, MATERIAL Y MÉTODO

Tras una entrevista clínica inicial de una horay media de duración realizada por el mismo psi-quiatra en 638 pacientes ambulatorios, se realizóuna exploración específica en aquellos que deman-

daron ayuda por presentar una conducta sexual ego -distónica por la frecuencia, intensidad, consecuen-cias o malestar generado.

Para la evaluación de la conducta hipersexualse aplicaron los criterios diagnósticos propuestosen la agenda de trabajo del DSM-5 (Tabla 2) y la

Tabl a 1Es tudi o s de prev al enci a (%) de co nductas hi pers ex ual es

Auto r Año N Mues tra Varo nes Mujeres

Kinsey et al. 1948 5300 Norteamericana - general 7,6 %* –Atwood et al. 1987 1077 Norteamericana - adolescentes 3-5 %* –Laumann et al. 1994 1320 Norteamericana - general 7,6 %* –Langstrom 2006 1142 Suiza clínica 12,1 % 7 %Skeeg et al. 2010 940 Nueva Zelanda-general 12,7 % 6,7%Winters et al. 2010 13085 Online 1,8 % 0,9 %Oldlaugh 2013 1837 Dinamarca - estudiante 3 % 1,2 %Chiclana 2014 565 España - clínica 9 % 1,2 %Rettenberger et al. 2015 1749 Online 6 % 3,1 %

*Datos generales no solo de varones

A. Durante un período de al menos seis meses, presenta fantasías sexuales recurrentes e intensas, impulsossexuales y conducta sexual en asociación con cuatro o más de los siguientes cinco criterios:

1. Consume excesivo tiempo en fantasías e impulsos sexuales, planificando y participando en con-ductas sexuales.

2. Repetidamente desarrolla esas fantasías, impulsos y conductas sexuales como respuesta a estadosde ánimo disfóricos (por ej.: ansiedad, depresión, aburrimiento, irritabilidad).

3. Repetidamente desarrolla fantasías, impulsos y conductas sexuales como respuesta a eventosestresantes de la vida.

4. Repetitivos e infructuosos esfuerzos por controlar o reducir significativamente esas fantasías,impulsos y conductas sexuales.

5. Repite el comportamiento sexual sin tener en cuenta el riesgo de daño físico o emocional a símismo o a otros.B. Hay un malestar clínicamente significativo o deterioro personal en las áreas social, profesional o de otrotipo de funcionamiento, asociado con la frecuencia e intensidad de estas fantasías, impulsos y conductassexuales.C. Estas fantasías sexuales, impulsos y conductas no se deben a los efectos fisiológicos directos de sustan-cias exógenas (por ejemplo, drogas de abuso o medicación) o a episodios maníacos.D. La persona tiene al menos 18 años.

Además, se debe especificar si las conductas son masturbación, consumo de pornografía, relacionessexuales consentidas con adultos, prácticas sexuales a través de internet (cibersexo), llamadas a teléfonos decontenido sexual, asistencia a clubs de striptease o varias de ellas.

Tabl a 2Cri teri o s di ag nó s ti co s pro pues to s po r el g rupo de trabajo DSM-5 para el THS

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conducta se describió por parte del clínico, segúnsus características psicopatológicas, como impul-siva, compulsiva, adictiva o aprendida conductual -mente. Se recogieron los datos clínicos, epidemio -lógicos y sociodemográficos de la historia clínica.

Tras la entrevista clínica, realizada por el mis -mo profesional en todos los casos, se diagnosticóla patología del Eje I y del Eje II, con los crite-rios de la CIE-10, y la descripción psicopatoló-gica con los criterios de la Association forMethodology and Documentation in Psychiatry(AMDP).

Análisis Estadístico

Se describió la distribución de las principalesvariables sociodemográficas y clínicas de la mues -tra para contrastar las diferencias grupales en cadauna de las variables (se empleó la prueba de Chi-cuadrado).

Limitaciones

Este estudio tiene las limitaciones metodoló-gicas propias de un estudio observacional, que noemplea un instrumento validado para el diagnós-tico del THS, ni del Eje I ni del Eje II, ni para ladescripción de las características psicopatológicasde la conducta.

A la vez, tiene interés de mostrar unos datosreales recogidos en la práctica diaria, con la cohe-rencia del criterio homogéneo de un solo profe-sional, que nos disponen a la elaboración de hipó-tesis y al diseño de próximas investigaciones me -todológicamente consistentes fundamentadas enrealidades clínicas.

RESULTADOS

De los 638 pacientes evaluados, 90 refirieronpresentar una excesiva conducta sexual egodistó-nica. Únicamente 80, 72 hombres (90 %) y 8 mu -jeres (10 %), cumplieron los criterios de THS. Deestos, 23 (28,8 %) cumplirían criterios de Hiper -sexualidad Primaria (HP), 3,6 % de la muestra ge -neral y 57 (71,3 %) presentaban patología del Eje I.

Las patologías del Eje I diagnosticadas fueronTrastorno por Déficit de Atención e Hiperactivi -dad (TDAH) (44 %), Trastorno Obsesivo Compul -sivo (TOC) (23 %), Trastorno Depresivo (12 %),

Trastornos de Ansiedad (9 %), Trastorno Bipolar(7 %) y otros trastornos (5 %).

La edad de inicio de la actividad sexual fue alos 15,2 años y la edad en que los sujetos sentíansubjetivamente que habían perdido el control de laactividad sexual fue, cinco años después, a los20,2 años.

Referían problemas secundarios a la conducta se -xual en el área personal (96,3 %), familiar (40 %),laboral (30 %), de pareja (23,8 %), social (18,8 %)y económico (8,8 %).

Dieciséis pacientes (20 %) habían sufrido abu-sos sexuales en la infancia y 31 (38,8 %) habíantenido experiencias traumáticas previas.

De los 80 pacientes con conductas hipersexua-les, 55 (68,8 %) eran solteros, 21 (26,3 %) casa-dos y 3 (3,8 %) separados. La edad media era de33,40 años y el rango de edad se encontraba entre17 y 64 años (DT=11,15).

Según el nivel ocupacional de la muestra, 28(35 %) eran altos ejecutivos o profesionales alta-mente cualificados, 20 (25 %) eran administrado-res o propietarios de negocios, 17 (21,3 %) eranestudiantes, 7(8,8 %) eran profesionales menoreso artistas, 4 (5 %) eran técnicos o propietarios decomercios medianos y 3 (3,8 %) eran vendedoreso propietarios de pequeños negocios.

El tipo de conductas hipersexuales, las conse-cuencias derivadas de las mismas, la presencia detrauma o abuso, la frecuencia de la actividad se -xual, el sueño, la frecuencia de ejercicio físico, lapresencia o no de pareja, la práctica religiosa, larecuperación postratamiento y el cumplimientodel mismo fueron muy similares entre los gru-pos, con o sin patología del Eje I comórbida(Tabla 3).

Únicamente se encontraron diferencias estadís-ticamente significativas, entre los grupos con osin comorbilidad, en una mayor presencia de Tras -torno de la Personalidad, mayor impulsividad ycompulsividad en el grupo con patología; y ma -yor presencia de consumo de pornografía homose-xual y conducta de características aprendidas en elgrupo sin comorbilidad (Tabla 4).

DISCUSIÓN

En nuestro estudio, encontramos una alta de -manda en la muestra clínica general por excesiva

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Tabl a 3Di s tri buci ó n de l a mues tra s eg ún el ti po de co nducta hi pers ex ual y l as co ns ecuenci as s ecun-

dari as , pres enci a de trauma, abus o s ex ual y frecuenci a de l a acti v i dad s ex ual .

Si n co mo rbi l i dad (n=2 3 ) Con comorbi l idad (n=57)Co nductas n (%) n (%)Masturbación 21 (91,3) 55 (96,49)Pornografía Heterosexual 13 (56,5) 40 (70,17)Encuentros con personas desconocidas 6 (26,08) 10 (17,54)Pornografía Homosexual 5 (21,73) 6 (10,52)Prostitutas 3 (13,04) 5 (8,77)Líneas eróticas 1 (4,34) 6 (10,52)Múltiples encuentros con desconocidos 2 (8,69) 8 (14,03)Cibersexo 3 (13,04) 9 (15,78)Co ns ecuenci as n (%) n (%)Familiares 10 (43,47) 22 (38,59)Sociales 6 (26,98) 9 (15,78)Laborales 7 (30,43) 17 (29,82)Económicas 1 (4,34) 6 (10,52)Pareja 5 (21,73) 14 (24,56)Salud 2 (8,69) 2 (3,50)Legales 0 1 (1,75)Personales 22 (95,65) 55 (96,49)Acontecimientos traumáticos n (%) n (%)Abuso sexual 10 (43,47) 21 (36,84)Otros 4 (17,39) 12 (21,05)Frecuencia de la activ idad sexual n (%) n (%)1-2 veces/semana 10 (43,47) 27 (47,36)3-4 veces/semana 8 (34,78) 17 (29,82)5-8 veces/semana 2 (8,69) 8 (14,03)9-12 veces/semana 2 (8,69) 1 (1,75)Más de 12 veces/semana 1 (4,34) 2 (3,50)Sueño n (%) n (%)Conservado 10 (43,48) 39 (68,42)No conservado 13 (56,52) 18 (31,58 %)Ejerci ci o fí s i co n (%) n (%)Sí 12 (52,17) 32 (56,14)No 11 (47,83) 18 (31,58)Frecuencia de ejercicio fí s ico n (%) n (%)1-2 veces/semana 7 (30,43) 17 (29,82)3-4 veces/semana 4 (17,39) 13 (22,81)5-7 veces/semana 1 (4,35) 2 (3,6)Pareja n (%) n (%)Sí 7 (30,43) 24 (41,10)No 16 (69,57) 33 (57,89)Conoce el problema 5 (2,74) 13 (23,81)Prácti ca rel i g i o s a n (%) n (%)Sí 19 (82,61) 51 (89,47)No 4 (17,39) 6 (10,53)Recuperación postratamiento n (%) n (%)Sí 7 (30,43) 19 (33,33)No 3 (7,04) 9 (15,79)Mejoría de los síntomas 11 (47,83) 27 (43,47)Cumplimiento del tratamiento n (%) n (%)Adecuado 18 (78,26) 43 (75,44)No adecuado 4 (17,39) 13 (22,84)Consumo de ps icofármacos n (%) n (%)Antidepresivos 8 (34,78) 10 (17,54)Ansiolíticos 5 (21,74) 12 (21,05)Estabilizador 1 (4,34) 3 (5,26)Neuroléptico 4 (17,39) 3 (5,26)Antipsicótico 1 (1,75) 1 (1,75)

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conducta sexual egodistónica (14,1 %) y, tras laexploración específica, una alta prevalencia desíntomas de hipersexualidad (12,5 %) en compa-ración con estudios previos (Tabla 1). Esta dife-rencia, probablemente, esté relacionada tanto conel aumento de esta sintomatología como con laespecialización en la atención clínica de la adic-ción al sexo en el centro donde se ha realizado elestudio.

Al igual que en estudios previos, (Scanavinoet al. 2013) observamos una alta comorbilidad depatología del Eje I (71,3 %) asociada a hiperse-xualidad, en mayor medida con TDAH, TOC ytrastornos depresivos. Como se observa en otrosestudios (Borgermans et al. 2013), puede ser queel motivo de consulta sea la conducta sexual y,tras la exploración psicopatológica, se detecta unapatología psiquiátrica. Parece de interés no desde-ñar la conducta hipersexual, porque puede ser elsíntoma guía que facilite el diagnóstico y aten-ción de patologías propias del Eje I que de otromodo podrían pasar inadvertidas.

Sin embargo, cuando excluimos a los sujetosen los que la hipersexualidad se encontraba en elconjunto de una patología del Eje I, solo el 3,6 %de toda la muestra presentaría HipersexualidadPrimaria. El hecho de que en algunos pacienteseste sea el síntoma cardinal y exclusivo, vuelve a de -mandar de los profesionales un mayor estudio deesta sintomatología que está en aumento y queexige nuevos abordajes científicos, no ideologiza-dos ni moralizantes (Chiclana, 2014; Frías y Váz -quez, 2012).

En nuestro estudio, se percibe que el 87,5 % denuestra muestra tiene creencias religiosas. Puede

que la moral restrictiva de algunas religiones pro-voque que el individuo considere su conducta se -xual fuera de control al compararla con la “nor-mativa” de la religión que se viva. Esto contrastanotablemente con la ausencia total de creencias ypráctica religiosa en otras muestras (Reid, Garos,Carpenter y Coleman, 2011). Sería de interés es -tudiar si es la moral en sí misma la que facilitaesta vivencia, o son los rasgos de personalidad ysus estrategias de afrontamiento los que condicio-nan el modo en que la persona entiende e incor-pora sus creencias.

El 61,3 % de la muestra con sintomatologíahipersexual no tenían pareja, por lo que nos hacepensar que la conducta sexual fuera de controlpudiera estar relacionada con la búsqueda deafecto, con la carencia de estrategias de regulaciónemocional o exclusivamente con la búsqueda deplacer sexual. Sin embargo, se ha visto que laspersonas con esta sintomatología presentan unapego ansioso-evitativo y tienen mayor predispo-sición a buscar una actividad sexual carente deafectividad (Weinstein, Katz, Eberhardt, Cohen yLejoyeux, 2015). Parece necesario estudiar tam-bién si el tipo de apego se relaciona con la con-ducta sexual fuera de control o si es un trastornodel vínculo el que dificulta que establezca relacio-nes interpersonales estables.

Al observar las características psicopatológi-cas de la conducta hipersexual, el grupo con co -morbilidad se caracterizaba más por una conductaimpulsiva o compulsiva (Tabla 4), en probablerelación con las patologías del Eje I más preva-lentes. En la definición del THS se caracteriza ala consulta como impulsiva, y algunos estudios

Tabla 4Di ferencias es tadí s ti camente s igni fi cativas entre lo s grupos con o s in comorbi l idad en el Eje I

HP (n=2 3 ) THS (n=5 7 ) p de s igni ficaciónn (%) n (%)

Patología Eje II 2 (8,69) 21 (36,84) 0,012*Impulsividad 2 (8,69) 30 (52,63) 0,000*Compulsividad 7 (30,43) 36 (63,15) 0,008*Aprendizaje 18 (78,26) 29 (50,87) 0,024*Pornografía homosexual 6 (26,08) 5 (8,77) 0,042a*

* Prueba de X2

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defienden que es un trastorno del control de losimpulsos que en estos pacientes puede ser conse-cuencia del déficit en el sistema de control inhibi-torio (Reid, Berlin, y Kingston, 2015), sistematambién alterado en pacientes diagnosticados deTDAH, muy presente en nuestra muestra (44 %).

Asimismo, diversos autores proponen que eltrastorno hipersexual es una variante del TOC (Ka -plan y Krueger, 2010). Las obsesiones y compul-siones de tipo sexual (Pinto, Carvalho y Nobre,2013) tienen un objetivo claro de reducir la an -siedad con esa conducta. El 23 % de nuestra mues -tra fueron diagnosticados de esta patología, por loque explicaría la alta prevalencia de pacientes quepresentan sintomatología compulsiva.

Son necesarios estudios que ahonden en la feno -menología y fisiopatología de esta conducta, paraindividualizar su etiología y considerar también sidebería denominarse la comorbilidad de patologíadel Eje I y adicción sexual como Patología Dual.

Se observa también que el 78,26 % del grupoHP y el 50,87 % del grupo THS no presentabancomponentes psicopatológicos claros en la basede dichas conductas y se percibe el desarrollo deun hábito enraizado, que no saben cómo eliminar,sin un componente importante de impulsividad,compulsividad o características adictivas.

La actividad sexual placentera es un buenpotenciador para el desarrollo del hábito, por elrefuerzo que genera. Desde una perspectiva deaprendizaje, el comportamiento asociado con lospensamientos y la excitación fisiológica es fácil-mente desencadenado por estímulos externos ypor numerosos estímulos desencadenantes dispo-nibles en el medio ambiente, y no directamentesexuales, que condicionan el aprendizaje (Cano yContreras, 2014; Chiclana, 2013).

Aunque el modo en el que recogimos esta va -riable es muy discutible, parece de interés estudiarlas características psicopatológicas y fenomenoló-gicas que faciliten el desarrollo de futuros progra-mas preventivos y terapéuticos que se adapten alas necesidades de cada paciente.

En los últimos años, el interés de la investi-gación por la influencia de los rasgos de persona-lidad en los problemas sexuales y comportamien-tos sexuales de riesgo ha aumentado considerable-mente (Pinto et al., 2013; Rettenberger, Klein yBriken, 2015). En nuestra muestra, el 8,7 % de

los pacientes del grupo HP y el 36,8 % de los pa -cientes del grupo THS presentaban patología delEje II. Es necesario no obviar la influencia de lapersonalidad en las conductas hipersexuales enfuturas investigaciones, para un mejor diseño delos planes terapéuticos.

No existen estudios previos que evalúen si laexpresión psicopatológica de eventos traumáticosen la vida sexual y/o en otros ámbitos tiene rela-ción con los comportamientos hipersexuales. Ennuestra muestra se han encontrado subgrupos depacientes con hipersexualidad que habían sufridoabuso sexual (43,47 % en el grupo HP y 36,84 %en el grupo THS) y eventos traumáticos (17,39 %en el grupo HP y 21,0 5% en el grupo THS).

El tiempo medio de tratamiento de los 80 pa -cientes fue de una duración de 2 años. El grupo deTHS tardó de media más de 1 año y 8 meses, elgrupo de HP tardó de media 1 año y 4 meses. Es -ta diferencia en el tiempo de tratamiento entreambos grupos puede estar relacionada con la com-plejidad de la comorbilidad patológica del grupoTHS con sintomatología en el Eje I, que noscuestiona el abordaje como una Patología Dual.

Aunque la APA no considere el THS comouna entidad propia, sí parece oportuno dedicarleatención clínica, porque existe una demanda espe-cífica y suficiente, porque detectarla puede ser laguía para el diagnóstico y tratamiento de patolo-gías del Eje I enmascaradas, y porque las conse-cuencias y malestar referidos por aquellos que lapadecen son abundantes.

Se necesitan estudios científicos e investiga-ciones sobre la conceptualización, epidemiología,psicopatología, fenomenología, fisiopatología,evaluación, tratamiento y prevención de la con-ducta hipersexual (Turner et al., 2014).

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Triple estrategia de potenciación en el tratamientode la depresión bipolar severa: venlafaxina-agomelatina-quetiapinaTriple-potentiation strategy in the treatment of severe bipolardepression: venlafaxine-agomelatine-quetiapine

Beatriz Plasencia-García de Diego*, Alicia Quirós López**, Rafael Lara Flores**,Sergio Ruiz Doblado***

Recibido: 01/06/2015Aceptado: 30/06/2015

Resumen

El tratamiento de la fase depresiva del Trastorno Bipolar ha recibido, hasta ahora, escasaatención en la investigación clínica. Todas las guías más utilizadas consideran adecuada, inicial-mente, la optimización de dosis. En caso de falta de respuesta, respuesta incompleta o síntomasdepresivos severos, la sustitución del fármaco o la terapia de combinación son opciones posibles,pero no todas las guías proporcionan criterios claros sobre la elección de los fármacos, la dura-ción del tratamiento o el período de tiempo necesarios para evaluar la falta de respuesta. Lasestrategias de combinación y potenciación suponen por tanto, en la actualidad, un tema contro-vertido, dada la posibilidad de virajes, inducción de hipomanía-manía o ciclación rápida.

Presentamos un caso clínico de depresión bipolar grave con síntomas psicóticos que evolu-ciona hacia el estupor depresivo. Tras varias estrategias de potenciación fallidas, se obtienefinalmente la eutimia con la triple combinación venlafaxina-agomelatina-quetiapina, sin induc-ción de viraje o ciclación. Se discuten, al hilo del caso, los mecanismos fisiopatológicos y neuro-químicos potencialmente implicados en la respuesta.

Pal abras cl av e: Depresión-Bipolar. Antidepresivos. Combinación.

CASO CLÍNICOCUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

*Facultativo Especialista de Area Psiquiatría, Unidad deAgudos, Hospital de la Merced, Osuna (Sevilla).**Médico interno residente Psiquiatría. Hospital de laMerced, Osuna (Sevilla).***Director Unidad de Gestión Clínica Psiquiatría.Hospital de la Merced, Osuna (Sevilla).Co rres po ndenci a: Dra. Beatriz Plasencia-García deDiegoServicio de Psiquiatría. Hospital de la Merced. Avda. Constitución, 241640 Osuna (Sevilla). España.E-mail: [email protected]

Declaración de intereses: El presente artículo ha sidodiseñado y redactado por los autores sin conflictos deintereses financieros o de otra índole. Beatriz Plasen -cia-García de Diego ha actuado como speaker para Jan -ssen-Cy lag y Lundbeck . Alicia Quirós-López y RafaelLara-Flores no declaran conflictos de intereses. SergioRuiz-Doblado ha actuado como speaker para Janssen-Cylag, Bristol Myers & Otsuka Pharmaceuticals, Lund -beck , Eli-Lilly, Serv ier, Almirall-Prodesfarma y Pfizer;como consultor para Health Care Adv isory Board (Ca -nadá) y LeadPhysician (UK), y como referee para las re -v istas Rev. Española Salud Pública, C. Med. Psicosom.,BioMed Central, JEADV y Clinical Drugs Investigation.

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INTRODUCCIÓNEl tratamiento de la fase depresiva del Tras -

torno Afectivo Bipolar (TAB) es complejo. Sinembargo, es esta una entidad que ha recibido es -casa atención en la investigación clínica, a pesarde que se estima que los pacientes con trastornobipolar pasan más del 30 % del tiempo depresi-vos (frente a un 9 % de periodo en manía). En loscasos en que el paciente está en tratamiento ba -sado en la evidencia por su TAB, todas las guíasconsideran adecuada la optimización de dosis. Encaso de falta de respuesta o síntomas depresivosgraves, la sustitución del fármaco o la terapia decombinación son opciones posibles, pero no to -das las guías proporcionan criterios claros sobreduración del tratamiento agudo de la depresión osobre el periodo de tiempo necesario para evaluarla respuesta parcial o la falta de respuesta con laoptimización, combinación o sustitución. La adi-ción de antidepresivos se ha convertido en untema controvertido, dada la relación de estos convirajes y ciclaciones rápidas. La mayor parte delas guías recomiendan ISRS y Bupropion, reco-giendo algunas el uso de Venlafaxina.

El presente caso viene a ilustrar el manejo clí-nico de un caso de depresión bipolar grave consíntomas psicóticos que llega a alcanzar el estu-por depresivo, y que nos lleva a una estrategia decombinación y potenciación que incluye la Ago -melatina, fármaco del que hasta la fecha hay poca

evidencia en relación al uso en este grupo de pa -cientes.

CASO CLÍNICO

Se presenta el caso de una paciente de 59 añosde edad que ingresa en Unidad de Hospitalizaciónde Psiquiatría ante descompensación psicopatoló-gica.

– Socio biografía: Baja escolarización alcan-zada. Dedicada a tareas domésticas y del campo.Casada, con 2 hijos.

– Antecedentes personales médicos no psi-quiátricos: Sobrepeso grado III. No alergias niRAM conocidas.

– Antecedentes personales psiquiátricos a raízde una valoración psiquiátrica privada en 2010,tras lo que se describe por parte de la familia uncuadro compatible con un episodio depresivo.Tras este episodio, describen otros compatiblescon periodos limitados (4-10 días) de hipomanía,de moderada repercusión conductual. Orientacióndiagnóstica inicial de ciclotimia, en tratamientocon Lamotrigina 100mg/24h y Quetiapina 200mg/24h.

Nunca ingresos previos.Estado previo al ingreso (obtenido tras recu-

peración clínica de la paciente y mediante entre-vistas con la familia, dificultadas por bajo niveleducativo): la paciente reconoce que varias sema-

Summary

The treatment of depressive episodes in Bipolar Disorder have received a scarce attention inclinical research. Current used Practice Guidelines consider dose-optimization as first-line tre-atment strategy. When clinical response is insufficient or when depressive symptomatology issevere, both drug substitution or combination therapy are possible options. However, clear clini-cal criteria about drug selection; duration of treatment; or nonresponse duration time for chan-ging, had been not proposed by Guidelines. Combination and potentiation strategies are nowa-days a controversial subject, focused on complications as possible hypomania induction, swit-ching or rapid ciclation.

We present a case-report of severe bipolar depression with delusional symptoms (depressivestupor). Several potentiation strategies of treatment were implemented. We obtained maintainedresolution and euthymia with a triple-treatment combination (venlafaxine-agomelatine-quetia-pine), without hypomania induction or switching. Physiopathological and neurochemical basisof response are discussed.

Key wo rds : Bipolar-Depression. Antidepressants. Combination.

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nas antes del ingreso había comenzado con clínicade corte depresivo, ánimo triste, disminución de lacapacidad hedónica, tendencia al aislamiento y aban -dono de las tareas domésticas. De forma autóno -ma, decide retirar el tratamiento prescrito. A lospocos días, la familia relata cómo la paciente co -mienza a presentar inquietud psicomotriz progre-siva, conductas desorganizadas, discurso incompren -sible e insomnio global. Esto motiva la asistenciade urgencias. La exploración psicopatológica refle -ja desorientación temporal, orientada en espacio ypersonal, con inquietud psicomotriz, atención fati -gable, alta distraibilidad, discurso ocasionalmenteincomprensible verbalizando temática delirante deperjuicio y alucinaciones auditivas. Labilidad afec -tiva con reactividad ambiental del humor conser-vada. Insomnio global. Se decide su ingreso con ca -rácter involuntario, reinstaurando inicialmente la me -dicación habitual.

Evolución a lo largo del ingreso: en las pri-meras 72 horas del ingreso, persiste la clínicareferida, aunque con desaparición de la inquietud,encontrándose tranquila en la unidad y durante lasentrevistas, pero con marcada labilidad afectiva.Todo ello motiva la solicitud de pruebas comple-mentarias (TAC, RNM, Hemograma, Bioquímicay Serología) y petición de interconsulta a Medi -cina Interna, lo que permite descartar patologíaorgánica como responsable del cuadro clínico.

Pruebas complementarias:– TAC Craneal y RNM con y sin contraste:

sin alteraciones significativas– DOPPLER Troncos Supraaórticos: “no se

aprecian placas de ateroma evidentes ni áreas deestenosis significativas en los trayectos vascula-res valorados”.

– Hemograma y Bioquímica sin hallazgossignificativos

– Orina normal– Perfil tiroideo: TSH y T4 normal.– Vitamina B12 y Ácido Fólico en rango.– Serología: Ac. VHC, Anti VIH y Sífilis, ne -

gativos. Hallazgo analítico de VHB positivo conDNA negativo.

Tras el despistaje de organicidad, se decide aumen -tar el tratamiento con Quetiapina de acción pro-

longada a 600mg/día (de forma progresiva) y laretirada del tratamiento con Lamotrigina. La evo-lución sin embargo no resulta favorable, y en losdías siguientes la paciente se encuentra en un es -tado de estupor depresivo, con disminución de lareactividad al entorno, enlentecimiento psicomo-triz, progresiva disminución del lenguaje espon-táneo, respondiendo tan solo con monosílabos apreguntas sencillas y concretas, y ecopraxias. De -sarrolla movimientos estereotipados reiterativos(se tira de la ropa, se frota las manos, pasa las ma -nos sobre la mesa como si la estuviera limpian -do…). Se decide tratamiento en dosis crecientesde antidepresivos en combinación hasta alcanzarVenlafaxina 300mg/24h + Mirtazapina 30mg/24h,asociados a Quetiapina 1000mg/24h.

La mejoría clínica comienza a tener lugar enla quinta semana desde la fecha de ingreso, de for -ma lentamente progresiva, encontrándose la pa -ciente orientada en las tres esferas, con recupera-ción del lenguaje espontáneo e independencia fun-cional. Persiste enlentecimiento psicomotriz ypoca reactividad emocional. La paciente verbalizacogniciones depresivas e ideas delirantes de per-juicio en relación con los familiares, reconocien -do estado de ánimo bajo. Progresivamente el dis-curso se hace cada vez más abundante, adquiriendoun cierto carácter saltígrado (respondiendo a estí-mulos internos y externos), aunque persistiendoel tono de voz monocorde. En las siguientes 48horas la evolución es hacia la verborrea, con dis-curso saltígrado, pérdida de los límites sociales,realizando bromas a los demás pacientes y al per-sonal de sala. Reconoce “estar muy bien” de áni -mo. En ningún momento llega a objetivarse in -quietud motriz marcada y mantiene adecuado des-canso nocturno. Se decide reducción progresivadel tratamiento antidepresivo e inicio de tratamien -to con Valproato sódico de acción prolongada1.000 mg/d. La eutimia se alcanza en 7 días.

Dada la evolución tórpida del cuadro, se decidealta al Hospital de Día para completar reajustefarmacológico bajo vigilancia estrecha, donde acu -de encontrándose eutímica, con el sueño y el ape-tito regularizados y con nivel de funcionamientopsicosocial progresivamente creciente. En trata-miento con Venlafaxina 150mg/24h, Quetiapinade acción prolongada 400mg/24h y Valproatosódico de acción prolongada 1.000 mg/24h.

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Tras una semana de seguimiento en Hospital deDía y sin haberse evidenciado síntomas de descom-pensación, se produce un nuevo ingreso ante apari-ción de ideación delirante de perjuicio, que res-ponde rápidamente al incremento de Quetiapina a800mg/24h. En las primeras 48 horas del in gresola paciente presenta enlentecimiento psicomotor,hipomimia, escaso discurso espontáneo en tono ba -jo y monocorde. La paciente reconoce marcada apa-tía y anhedonia y verbaliza deseos de muerte. Da -dos los antecedentes clínicos de la paciente se optapor una estrategia de potenciación antidepresivacon Agomelatina 25mg/24h + Venlafaxina 225mg/24h, añadida a la medicación antimaníaca. La res-puesta es muy favorable alcanzando la eutimia en 8días con abolición de la sintomatología psicótica,lo que permite el alta a Hospital de Día.

El alta del Hospital de Día tiene lugar a los 2meses, tras recuperación funcional completa (auto -evaluada por la paciente y entorno familiar), man-teniéndose el mismo tratamiento.

Juicio Clínico:– Estupor depresivo con síntomas psicóticos,

en remisión completa.– Trastorno Afectivo Bipolar (F 31.5, CIE-10).

DISCUSIÓN

En el caso que se presenta, la rápida evoluciónhacia un cuadro de estupor depresivo con sínto-mas psicóticos, lleva a plantearse la adición defármacos antidepresivos, optando por la combina-ción con Quetiapina desde un inicio. La Quetia -pina se convirtió en el primer fármaco en conse-guir indicación específica en Europa para el trata-miento de la depresión bipolar, gracias a su capacidadpara actuar sobre los tres sistemas de neurotrans-misores implicados en la neurobiología de la de -presión (Roberts et al, 2015) (Munneer, 2015).Así, induce un incremento en la liberación de do -pamina prefrontal gracias a su acción antagonista5-HT2A, agonista parcial 5-HT1A y antagonistaalfa2 adrenérgica. La neurotransmisión serotoni-nérgica mejora mediante el aumento de la densi-dad de receptores 5-HT1A en el córtex prefrontaly el antagonismo 5-HT2A y alfa2 adrenérgico. Elincremento de la noradrenalina lo realiza funda-mentalmente a través de su principal metabolitoactivo, la norquetiapina, que actúa como antago-

nista 5-HT2C y es un potente inhibidor del trans-portador de la noradrenalina. En cuanto a la efica-cia antidepresiva de Venlafaxina, esta ha sido yasobradamente demostrada, así como la seguridadque se alcanza incluso con dosis altas, necesariaspara alcanzar la potenciación noradrenérgica (Ruiz-Doblado, 1997) (De la Gándara et al, 2002) (De laGándara et al, 2005a) (De la Gándara et al, 2005b)(Ruiz-Doblado et al, 2009) (Blier, 2010) (Ruiz-Doblado et al, 2010). Resulta además un fármacoque presenta interacciones clínicamente poco rele-vantes al ser un inhibidor débil del isoenzimaCYP2D6 y carecer prácticamente de acción sobreCYP1A2, CYP3A4 y DYP2C7. La Mirtazapina esun fármaco dual de acción serotoninérgica y nora-drenérgica a través del bloqueo de los receptoresalfa2, por lo que resulta una inteligente estrategiade combinación demostrada en depresiones unipo-lares resistentes (De la Gándara et al, 2002) (Dela Gándara et al, 2005a) (De la Gándara et al,2005b) (Ruiz-Doblado et al, 2010). Gracias a estacombinación se logra la resolución del episodiodepresivo grave así como la abolición de la sinto-matología psicótica. Sin embargo, la paciente vi -ra hacia un estado de hipomanía leve de corta du -ración, que motiva la reducción del tratamientoantidepresivo (retirada de Mirtazapina y disminu-ción de Venlafaxina a 150mg/24h) y la instaura-ción de tratamiento con Valproato.

A pesar del cambio, en poco más de una sema -na tras el alta de la unidad de hospitalización, tie -ne lugar una nueva recaída depresiva, quizás enrelación con la reducción precoz de antidepresi-vos, lo que nos hace apostar por la combinacióncon Agomelatina. La Agomelatina es una agonis -ta de los receptores de melatonina (MT1 y MT2),lo que le otorga efectos cronobióticos sobre elsistema circadiano, y antagonista de los recepto-res serotoninérgicos 5-HT2C, gracias a lo cual au -menta la liberación de dopamina y noradrenalinaen la corteza prefrontal. Ha sido demostrada su efi -cacia frente a placebo y presenta una eficacia si -milar en comparación con otros antidepresivos(Kennedy & Rizvi, 2010) (Demytaaenaere, 2011)(Taylor et al, 2014). Este nuevo antidepresivopresenta además un buen perfil de tolerabilidad yseguridad, no describiéndose cambios en el peso(de especial interés en esta paciente debido al so -brepeso que presenta) ni sedación remarcables, no

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habiéndose observado alteraciones significativasde la presión arterial ni de la frecuencia cardíaca.Algunos estudios abiertos, realizados con Agome -latina como complemento del tratamiento con Li -tio o Valproato, han demostrado buena eficacia ytolerabilidad, sin haberse evidenciado inversión defase o inducción de hipomanía (Calabresse et al,2007) (Tiuvina & Smirnova, 2012) (Fornaro et al,2013). Se han comunicado también casos de buenarespuesta de la combinación Venlafaxina-Agomela -tina (Dahale et al, 2014), aunque la literatura es aúnescasa con esta estrategia de potenciación. Nuestrocaso clínico viene a completar la poca informacióndisponible hasta la fecha sobre el uso de Agomela -tina en pacientes con trastorno bipolar, habiéndoseobtenido una remisión rápida de la clínica depresivamediante la combinación Venlafaxina (225mg/24h)+ Agomelatina (25mg/24h) + Valproato (1g/24h)+ Quetiapina (800mg/24h), sin que hayan tenidolugar viraje ni hipomanía inducidas, y sin efectossecundarios clínicamente significativos, lográndoseuna correcta adherencia al tratamiento.

Dos meses después del alta de hospitalización,la paciente permanece eutímica y con recupera-ción funcional completa.

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Comportamiento adictivo e inestabilidad emocional:a propósito de un casoAddictive behavior and emotional instability: about a case

María Irigoyen Otiñano1, Isabel Molinero Ponce2, Gemma MontagutFornós3, Maria Mur Laín4.

Recibido: 28/05/2015Aceptado: 15/06/2015

Resumen

El suicidio es la complicación más grave de la enfermedad mental. Supone uno de los pro-blemas de mayor impacto en la salud pública. A día de hoy persiste una infranotificación de loscasos que dificulta conocer la magnitud real. La conducta suicida previa es el mayor factor deriesgo de repetición del intento y de suicidio consumado posterior. El alcohol es otro factor deriesgo que promueve la conducta suicida tanto desde su efecto agudo como desde el consumocrónico al favorecer las conductas impulsivas. Al igual que sucede en el caso clínico que seexpone, el modelo de Modesto-Lowe perfila el paciente con dependencia de alcohol y conductasuicida como a una mujer joven, con dependencia grave y de inicio temprano, importantecomorbilidad somática y psiquiátrica, consumo de otros tóxicos y conducta suicida previa. Eltrastorno límite de personalidad caracterizado por una disregulación emocional que se eviden-cia por una respuesta intensa a estímulos emocionales con una afectividad inestable e impulsivatambién se relaciona con la conducta suicida de repetición. Según la teoría de Tullis, los gran-des repetidores son aquellos pacientes que han realizado más de cinco intentos de suicidio a lolargo de la vida. Los antecedentes de maltrato infantil y comorbilidad con otras adicciones sonfactores de riesgo para la repetición de conducta suicida. De hecho, los pacientes recaen eintentan el suicidio para resolver conflictos desde un estado previo de malestar que se asemeja ala manera en la que otros consumidores argumentan sus recaídas.

Pal abras cl av e: conducta suicida, trastorno de personalidad límite, consumo de tóxicos, impulsividad.

CASO CLÍNICOCUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

1Adjunta de Psiquiatría. Psiquiatra de Enlace y Consulta de prevenciónde riesgo suicida.2Residente de tercer año de Psiquiatría.3Residente de cuarto año de Psiquiatría.4MD, PhD.Servicio de Psiquiatría. Hospital Santa María de Lleida. Universidad de Lleida. IRBLleida (Instituto de Recerca Biomédica)Co rres po ndenci a: Dra. María Irigoyen OtiñanoHospital de Santa MaríaAvenida Alcalde Rovira Roure, núm. 4425198 LéridaEmail: [email protected]

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INTRODUCCIÓN

El suicidio es uno de los problemas de mayorimpacto en la salud pública. Datos de la Organi -zación Mundial de la Salud ponen de manifiestoque más de un millón de personas se suicidan alaño en todo el mundo, siendo la tercera causa demuerte en personas de edades comprendidas entrelos 15 y 44 años (WHO 2008). El suicidio ha idoaumentando a lo largo de las últimas décadas enEspaña tanto en el género masculino como feme-nino. De hecho, en 2012 se registró el mayor nú -mero de suicidios de su historia: 3539. De ellos,el 77 % eran varones y el 23 % mujeres (INE, 2014).

Las cifras expuestas solo representarían la pun -ta de un iceberg, ya que se estima que el númerode intentos de suicidio es aproximadamente 10-20veces superior, aunque las dificultades en la reco-gida de datos complica conocer la magnitud realdel problema. Existe una infranotificación en lamayoría de los países ya que se trata de un grupomuy heterogéneo de pacientes en relación a aspec-tos como la planificación, el grado de letalidad, laelección del método, la intencionalidad suicida y,por otra parte, el empleo de diferentes definicio-nes de lo que constituye un intento de suicidio(Mittendorfer, E., Schmidtke, A., 2009). Por elloconviene destacar que, a pesar de que la historia deconducta suicida previa es el marcador de riesgo

suicida más replicado tanto en futuros intentoscomo en suicidio consumado (Oquendo, M. A.,Currier, D. y Mann, J.J., 2006), en muchas oca-siones la exploración clínica carece de la correctaevaluación de la ideación suicida presente en elmomento de la entrevista como de la existenciade actos suicidas previos, infraestimándose así elriesgo de suicidio real de los pacientes (Oquendo,M., Baca-García, E., Mann, J.J. et al., 2008).

Entre los factores de riesgo destaca la enferme-dad mental, ocupando un lugar importante los tras -tornos por consumo de alcohol. La OrganizaciónMundial de la Salud informa que el alcohol es eltercer factor de riesgo con más carga de enferme-dad en el mundo (el segundo en Europa), compro-metiendo el desarrollo individual y social debido asu asociación con conductas problemáticas entrelas que se incluye el suicidio. (Ellis, TE, Trumpo -wer D., 2008) (Kisch, J., Leino, EV. y Silverman,MM., 2005).

Del mismo modo que el alcohol, el trastornolímite de personalidad se asocia con la conductasuicida, siendo la tasa de suicidio del 9 % y losintentos de suicidio ascienden hasta el 70 % (Sel -va G., Bellver, F. y Carabal, E., 2005). El tras-torno de personalidad límite es un trastorno gra -ve, de curso crónico que se caracteriza por la ines-tabilidad emocional, los sentimientos de vacío,las conductas de escape, las relaciones interperso-

Summary

Suicide is the most severe complication in mental disorders, and one of the problems with thegreatest impact on public health. The current persisting under-reporting of cases makes it diffi-cult to know the real magnitude. Previous suicidal behaviour is the leading risk factor in repeatsuicide attempts and eventual suicide. Both acute alcohol use and chronic alcohol use are riskfactors for suicidal behaviour as they both encourage impulsive behaviour. As with the clinicalcase presented, the Modesto-Lowe model portrays the suicidal patient as a young woman, withearly onset and severe alcohol dependence and significant somatic and psychiatric comorbidity,substance abuse and previous suicidal behaviour. The borderline personality disorder characte-rized by emotional dysregulation, evident from an intense response to emotional stimulus withunstable and impulsive affectivity is also related to repeated suicide attempt behaviour.According to Tullis’ theory, major attempters are patients with more than 5 suicide attemptsduring their life. History of child abuse and comorbid addictions are risk factors for repeatedsuicide attempts. Patients relapse and attempt suicide to resolve conflicts from a state of discom-fort similar to that reported by substance users in their relapses.

Key words: emotional dysregulation, suicidal behaviour, substance users, borderline personality disorder.

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nales conflictivas, la impulsividad y la auto o he -teroagresividad (Association, A.P.; DSM-IV, A.P.A.T. F, 2000).

Tradicionalmente, se acostumbra a asociar lasadicciones al uso de sustancias. En 1990, Good -man adaptó y fusionó los criterios DSM-IV dedependencia a sustancias y ludopatía. De este mo -do, expandió el foco de los comportamientos adic -tivos al definir lo que hoy se conoce como “adic-ciones comportamentales”, que son conductas quepueden realizarse por placer o para evitar situacio-nes displacenteras, y que se caracterizarían por lapérdida de control y perduración a lo largo deltiempo a pesar de presentar consecuencias negati-vas para el individuo (Blasco-Fontecilla, H.,Baca-García, E., Courtet, P. et al., 2014). Convie -ne destacar que las adicciones del comportamientoson habituales y comparten características con laadicción a sustancias, como por ejemplo la tole-rancia, la retirada y la recaída (Grant, JE., Brewer,JA., Potenza, MN., 2006). De hecho, las adiccio-nes de sustancias y comportamientos compartenlas mismas bases genéticas y neurobiológicas.Los factores psicosociales podrían explicar lavariabilidad de expresión de adicciones en indivi-duos específicos (Shaffer, HJ., LaPlante, DA.,LaBrie, RA. et al., 2004).

CASO CLÍNICO

Identificación del paciente: Se trata de una mu -jer de 29 años de edad que realiza seguimientoambulatorio en el Centro de Salud Mental por an -tecedentes psiquiátricos de trastorno adaptativo mix -to y consumo de tóxicos.

Análisis del motivo de la consulta: La pacien -te acude al servicio de urgencias generales al serhallada en su domicilio tras realizar una sobrein-gesta medicamentosa con finalidad suicida. Unavez evaluada a nivel orgánico, y habiéndose des-cartado patología orgánica, es valorada por el Psi -quiatra de Enlace quien realiza la exploración psi-copatológica. Debido a la persistencia de intencio-nalidad suicida, nula crítica del gesto, inestabilidadpsicopatológica y ausencia de contención familiarse indica el ingreso urgente involuntario en la Uni -dad de Agudos de Psiquiatría.

Antecedentes personales médico-quirúrgicos:No presenta alergias medicamentosas conocidas.

Traumatismo cráneo encefálico sin pérdida de con -ciencia por accidente de tráfico a los 18 años de edad.Trombosis en extremidad superior izquierda querequirió tratamiento farmacológico anticoagulanteen el año 2006. Neuropatía de extremidad supe-rior derecha diagnosticada en 2011. Nódulo tiroi-deo benigno que no precisa control en la actuali-dad. Cefalea crónica valorada por servicio de Neu -rología y derivada a Clínica del Dolor, actualmenteen tratamiento rehabilitador. Quemadura acciden-tal de segundo grado en antebrazo derecho en el año2013. Dos ingresos en Unidad de Cuidados Inten -sivos por disminución del nivel de consciencia enel contexto de sobreingesta medicamentosa en losúltimos cinco años. No constan otros antecedentesmédico-quirúrgicos de interés.

Psicobiografía breve: La paciente es natural deRumanía. Presenta distocia socio-familiar impor-tante. Padres divorciados desde que la paciente te -nía 26 años, con los que mantiene escaso contac -to y que residen en el país de origen. Su madre pre -cisa tratamiento antidepresivo en el contexto demaltrato físico por parte de su exmarido. Es la ma -yor de dos hermanos. A nivel educativo, refiere es -tudios primarios sin finalizar. Reside en Españadesde que tenía 20 años, cuando vino en busca deempleo, y donde actualmente trabaja en agricul-tura ecológica. El hermano de la paciente se tras-ladó a España hace unos años, conviviendo jun-tos durante un año hasta que, por problemas de re -lación, este abandonó el domicilio y actualmen temantienen una relación conflictiva. La pacientetiene pareja estable desde hace 6 años, este reco-noce diagnóstico de trastorno mental severo. Situa -ción socio-económica actual complicada.

Historia toxicológica: Inicio de consumo dealcohol a los 19 años de edad de forma ocasionalcon patrón lúdico, aumentando en frecuencia y can -tidad en los últimos años, pasando de ser un con-sumo abusivo a ser un consumo con patrón de de -pendencia en contexto de varios estresores ambien -tales, sin referir periodos de completa abstinenciadesde hace 4 años. Fumadora de un paquete de ta -baco al día desde los 18 años. La paciente niegaconsumo de otras drogas, aunque constan variosresultados positivos para cocaína en los últimos6 años.

Historia psicopatológica: A los 25 años de edadinicia contacto con servicio de Psiquiatría en el

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Centro de Salud Mental, tras ser derivada por ser-vicio de urgencias del mismo servicio de psiquia-tría por cuadro clínico de características ansiosas.Inicialmente es orientada como trastorno adapta-tivo mixto con ansiedad y ánimo depresivo (309.4)acompañado de consumo de tóxicos. Se intentó vin -cular a Unidad de Conductas Adictivas en variasocasiones sin éxito. Consta un primer ingreso enUnidad de Agudos de Psiquiatría en mayo de 2013,tras intento de suicidio por sobreingesta medica-mentosa, con diagnóstico al alta de abuso de alco-hol (305.0) y problemas relativos al núcleo fami-liar principal de apoyo. Derivada posteriormente aseguimiento en consultas de Salud Mental y valo -ración por Psicología, donde acude de forma irre-gular. Constan casi treinta visitas urgentes entreUrgencias Generales y de Psiquiatría solo en elaño 2013 por distintos motivos (intoxicación enó -lica, sobreingesta medicamentosa, clínica ansio -sa...). Constan al menos nueve intentos de suici-dio en los últimos tres años. Visita a urgencias endiciembre de 2013, cuando la paciente consultó poransiedad de características somáticas con deriva-ción a Unidad de Conductas Adictivas, donde tam-bién consta ingreso en Unidad de Deshabituaciónen septiembre de 2014.

Análisis y descripción de las conductasproblema:

Destaca la psicobiografía compleja, los ante-cedentes toxicológicos y psiquiátricos, como con-ductas problema. A destacar principalmente losantecedentes de conducta suicida previos.

Episodio actual:Proceso actual: En esta ocasión, en octubre de

2014, ingresa en la Unidad de Agudos de Psiquia -tría tras consumo la noche anterior de elevadacantidad de alcohol y 27 mg de Olanzapina (dosistóxica 15mg/Kg), Trazodona: 3gr (Dosis mortaldesde 2,5 grs), Clotiapina 600mg (dosis tóxica15mg/kg), Disulfiram 2,5 gramos (dosis tóxicadesde 6gr) con finalidad suicida.

Tratamiento previo al ingreso: La paciente re -conoce abiertamente que hacía meses que no pre-sentaba un correcto cumplimiento terapéutico yque su adherencia a las visitas había disminuidoconsiderablemente.

Exploración psicopatológica en planta: Cons -ciente, y orientada en tiempo, espacio y persona. Ten -dencia a la somnolencia secundaria a la sobrein-gesta medicamentosa. Poco colaboradora y abor-dable. Contacto parcialmente sintónico. Leve en-lentecimiento psicomotor. Discurso adecuado entono, coherente, extrapunitivo, pueril y superfi-cial en su temática. Inestabilidad emocional conimportante repercusión conductual. Niega altera-ciones sensoperceptivas ni del contenido del pen-samiento. Pensamientos de muerte recurrentescon ideación suicida, sin realizar crítica del gestoque ha motivado el ingreso ni de las conductas deescape de alta letalidad realizadas durante estetiempo. Irritable. Alta impulsividad. No auto niheteroagresividad durante la entrevista. Con capa-cidad de juicio, siendo consciente de sus actos yde las posibles consecuencias de estos.

Pruebas complementarias: Analítica san-guínea sin alteraciones en bioquímica, hemosta-sia, hemograma ni serologías. Positivo para ben-zodiacepinas en la analítica de tóxicos en orina,resto de sustancias negativo. Tomografía Axial Com -putarizada craneal sin alteraciones.

Evolución: Los primeros días la paciente semuestra irritable y discrepante con el ingreso ma -nifestando su oposición al mismo, siendo queru-lante con el personal sanitario, con tendencia almanejo ambiental, objetivándose baja tolerancia ala frustración e inestabilidad emocional marcadasin realizar crítica del gesto autolítico. Interrogadasobre su situación actual, presenta nula motiva-ción para el abandono de tóxicos y expresa planesde futuro poco realistas. Destacan insomnio mixtode conciliación y mantenimiento.

Selección del tratamiento más adecuado:Se pretende ajustar el tratamiento psicofarma-

cológico, mediante una combinación de antipsi-cóticos y antidepresivos. Se instaura tratamientocon ziprasidona hasta 40mg/día, quetiapina hasta200mg/día, clorazepato dipotásico hasta 15mg/día,fluoxetina hasta 40mg/día, disulfiram hasta 250mg/día, con buena tolerabilidad y respuesta porparte de la paciente. A través de las entrevistas conla paciente y realizando revisión exhaustiva psi-cobiográfica y de historial clínico, se evidencia pa -trón de relaciones interpersonales inestables, sen ti -

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mientos crónicos de vacío, alta impulsividad conamenazas suicidas recurrentes y conductas disrup-tivas de riesgo y escape desde el inicio de la ado-lescencia. A lo largo de los días, paralelamente ya nivel de exploración psicopatológica, se obje-tiva mejoría del contacto, más comunicativa yabordable, aunque prevalece una actitud fría, conescasa crítica de su situación, tanto en el aspectodel consumo de alcohol como en el de conductasparasuicidas, objetivándose durante las entrevistasnula conciencia de enfermedad. No se evidenciaclínica psicótica.

A nivel psicométrico, se pasa el cuestionariode evaluación IPDE Módulo DSM-IV obtenién-dose puntuaciones elevadas para Trastorno de Per -sonalidad Límite (8), Trastorno de Personalidad Evi -tativo (8) y Trastorno de Personalidad Paranoide (5).

Diagnóstico codificado según DSM V: Tras -torno de personalidad límite (301.83); Trastornopor consumo de alcohol grave (303.90); Nivel ele -vado de emoción expresado en la familia (V61.8);Otro problema relacionado con el empleo (V62.29);Ingresos bajos (V60.2); Otro problema relacio-nado con circunstancias psicosociales (V62.89).Establecimiento de las metas del tratamiento:

Dadas las características de la paciente, su diag -nóstico de Trastorno de personalidad límite grave,la gravedad de sus conductas disruptivas y autole-sivas, la hiperfrecuentación de urgencias, así co -mo la escasa/nula contención familiar y social, seconsideró que se beneficiaría de la derivación acentro psiquiátrico de media/larga estancia. Fuederivada al alta hospitalaria a este recurso con losobjetivos de conseguir la estabilidad clínica man-tenida, ajustar tratamiento farmacológico y traba-jar la adherencia a este así como de conciencia deenfermedad y realizar orientación ocupacional ymejorar la funcionalidad de la paciente.

Seguimiento y eficacia del tratamiento:Se procedió al alta hospitalaria a Centro de Me -

dia Estancia con el mismo tratamiento farmacoló-gico instaurado durante la hospitalización. Trans -curridos cuatro meses del ingreso en media estan-cia, mantiene estabilidad psicopatológica con eltratamiento instaurado, cumpliendo de forma co -rrecta con normativa del centro, participando engrupo de terapia de patología dual y manteniendola abstinencia enólica en entorno controlado. El

proyecto al alta será realizar seguimiento ambula-torio en el Centro de Salud Mental por su psiquia -tra de referencia.

DISCUSIÓN

Son pocos los modelos psicológicos propues-tos para identificar el papel del consumo de alco-hol en el comportamiento suicida. Son, de hecho,dos manifestaciones conductuales complejas queestán determinadas por múltiples factores. Estosmodelos teóricos describen una relación causal (enla que el alcohol precede al comportamiento sui-cida) y postulan que el consumo de alcohol aumen -ta la probabilidad de conductas suicidas a través deotros factores de riesgo.

El modelo de Hufford (2001) explica la rela-ción entre el alcohol y la conducta suicida a tra-vés de dos vías que incluyen distintos factores deriesgo: la distal (por ejemplo, el consumo crónicode alcohol, trastornos mentales) y la proximal (porejemplo, la intoxicación de alcohol aguda o la pér-dida de relaciones interpersonales). Dicho autordefiende que los factores proximales deben estarpresentes para detonar la vulnerabilidad conferidapor los distales y añade que el alcohol disminuyela capacidad del individuo para manejar los estre-sores.

El modelo de Conner (2004) identifica dos gru -pos de variables, predisponentes y precipitantes (si -milar a los factores de riesgo distal y proximal deHufford). De este modo, propone que los rasgosimpulsivos/agresivos (mucho más frecuentes enla población alcohólica) y el alcoholismo aumen-tan la probabilidad de presentar conflictos inter-personales, y que la predisposición a presentar unafecto negativo y desesperanza aumentan la con-ducta suicida. Estas variables interactúan entre síy aumentan el riesgo suicida entre los sujetos con -sumidores de alcohol.

Lamis y Malone (2012) propusieron un mode -lo que recoge elementos de los dos modelos pre-vios e incorpora variables como el soporte social,la sintomatología depresiva y los problemas rela-tivos al consumo de alcohol (por ejemplo, el bajorendimiento laboral, el absentismo, las peleas enel contexto de intoxicación, etc.). De este modo,proponen que los rasgos impulsivos y agresivosen sujetos que consumen alcohol incrementan el

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riesgo de presentar conflictiva interpersonal, even -tos vitales estresantes y problemas relativos al al -cohol. Estos precipitantes, a su vez, promoveríanla aparición de sintomatología depresiva y aumen -tarían la probabilidad de conducta suicida, sobretodo en las situaciones de bajo soporte social.

Atendiendo a modelos más biológicos, es cono -cido que el hipocampo tiene un papel clave en larespuesta al estrés, la toma de decisiones, la me -moria y el control de las conductas autodestructi-vas, y que existen varios mecanismos a través delos cuales el alcohol daña esta estructura (Brady,J. 2006). Por otro lado, el consumo de alcohol pro -voca una disfunción serotoninérgica (Ratsma, JE.,Van Der Stelt, O., Gunning, WB., 2002). De hecho,una baja actividad de la serotonina se relaciona conun aumento en la agresividad/impulsividad, algoque aumenta el riesgo suicida. Los individuos querealizaron intentos de suicidio de alta letalidad ytenían comorbilidad con consumo de alcohol, pre-sentaban niveles más bajos de ácido 5-hidroxiin-dolacético (5-HIAA) en el líquido cefalorraquídeocomparadas con sujetos deprimidos con dependen-cia de alcohol que cometieron intentos de suicidiode baja letalidad. Además, en pacientes con depen-dencia enólica se ha objetivado una reducción dela unión a receptores 5-HT1A en consumidores dealcohol al compararlos con no consumidores. Es -tudios recientes proponen que la alteración seroto-ninérgica por el consumo de alcohol consiste encambios regionales específicos más que en la hipo -función del área cortical prefrontal medial (provo-caría una disfunción en el control de la impulsivi-dad) en comparación con deprimidos sin dependen -cia de alcohol (Thompson, PM., Cruz, DA., Olu-kotun, DY., Delgado, PL., 2011). Los individuosque presentan consumo crónico elevado de alco-hol, tienen la respuesta del eje hipotálamo-hipofi-sario-adrenal (HHA) al estrés alterada, del mismomodo que la hiperactividad del eje HHA correla-ciona la conducta suicida (Sher, L. 2007). Es co -nocido que el HHA interacciona con el sistemaserotoninérgico y se han asociado distintas anor-malidades de ambos a la vulnerabilidad para desa-rrollar la adicción al alcohol y la conducta sui-cida. Estas anomalías probablemente son debidasa una interacción entre el ambiente y múltiplesgenes de efectos fenotípicos leve-moderados. Esposible que puedan manifestarse precozmente, lo

cual es importante para la detección precoz de ries -go en una población especialmente vulnerable co -mo pueden ser los adolescentes.

Tratando de integrar los modelos psicosocialescon los modelos más biológicos, y atendiendo alas sugerencias de Ali y cols (2013), se podría afir -mar que el alcohol actúa como un favorecedor dela conducta suicida al promover la depresión y ladesesperanza, desinhibiendo el comportamientonegativo y la impulsividad, alterando la resolu-ción de problemas y de la contribución a las per-turbaciones en las relaciones interpersonales.

Por otro lado, los factores asociados con el con -sumo agudo de alcohol como la agresividad, la im -pulsividad, el deterioro cognitivo y el distrés psi-cológico tienen una influencia clara sobre el ries -go suicida individual (Bagge, CL., Sher, KJ., 2008).Entre un 10 y un 69 % de los suicidios consuma-dos presentan una etanolemia positiva. Hasta un73 % de los sujetos que realizan un intento desuicidio presentan niveles detectables en sangre(Cherpitel, CJ., Borges, G and Wilcox, HC., 2004).Según estudios de Sher y cols (Sher L et al., 2009),la prevalencia de trastorno por uso de alcohol essignificativamente mayor en pacientes con tras-tornos afectivos que presentan intentos suicidas encontextos de consumo agudo de alcohol (70,7 %vs 46,2 %). En estos pacientes el consumo de al -cohol se asocia significativamente con mayor le -talidad del método escogido. La frecuencia de con-ducta suicida y la severidad de la ideación suicidaen depresivos alcohólicos está relacionada con laagresividad (Waern, M., 2003). Tanto los estudiosde suicidios consumados como de intentos de sui-cidio nos indican que el consumo de alcohol agu -do está presente de forma relevante. Estos datosson extensibles a todas las franjas de edad y a lospacientes con trastorno afectivo. Parece que el con -sumo agudo de alcohol promovería la impulsi -vidad, la restricción cognitiva y el malestar psí-quico.

Entre los factores precipitantes, se observó unacorrelación entre la severidad del alcoholismo y laescasa red social (Westermeyer, J., Neider, J., 1998).De hecho, los eventos interpersonales, sobre todolos relativos a la problemática de relación de pa -reja, se han asociado a intentos de suicidio y alsuicidio consumado en alcohólicos dependientes(Conner, KR., Duberstein, PR., 2004).

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Tal y como se observa en la paciente, el tras-torno límite de personalidad es un síndrome ex -pansivo. Los síntomas más característicos son laagresividad, la distimia intensa, los actos impul-sivos, la sensibilidad interpersonal, la búsquedadramática de apoyo y atención, así como la apatía,las vivencias de insuficiencia y el sentimiento devacío crónico. La disregulación emocional se con -sidera un aspecto central en la psicopatología delpaciente límite. Este déficit de regulación emo-cional se manifiesta por una respuesta intensa aestímulos emocionales con una afectividad inesta-ble y altamente reactiva. Las autoagresiones sue-len ser una respuesta a estados emocionales inten-sos relacionados con el rechazo, la humillación ola culpa. En estas situaciones, el sujeto no es ca -paz de regular la duración e intensidad de su afecto,que lo percibe como destructivo, infinito y devas-tador.

Uno de los aspectos más característicos de lasadicciones es que los sujetos afectos pueden tenerperiodos largos de abstinencia y, repentinamente,tras un periodo de estrés o determinados estímu-los ambientales, recaen de nuevo. Los pacientesque presentan un patrón de comportamientos re -petitivos, socialmente mal vistos, y con repercu-siones negativas para los propios sujetos quienesse ven incapaces para controlarlos son considera-dos adictos. En la asistencia clínica se observacon frecuencia pacientes que realizan un elevadonúmero de intentos de suicidio y que refieren nopoder ser capaces de controlar el paso al acto sui-cida ante determinados estresores ambientales. En1998, Tullis propuso una teoría de la adicción alcomportamiento suicida, según la cual estos indi-viduos presentarían múltiples adicciones, trastor-nos afectivos e historia de maltrato infantil (Blas -co-Fontecilla, H., Jaussent, I., Olié, E. et al., 2014).Es escasa la literatura existente al respecto, perola disponible sugiere que tanto el maltrato infan-til como la comorbilidad con otras adicciones sonfactores de riesgo para la repetición de las conduc-tas suicidas (Mynnat, S., 2000).

Los grandes repetidores (Blasco- Fontecilla, H.,2011) son aquellos pacientes que han realizado másde cinco intentos de suicidio a lo largo de la viday representan el 10-15 % de los sujetos que inten-tan suicidarse (Blasco-Fontecilla, H., Baca-Gar -cía, E., Courtet, P. et al., 2014). Tienen un ma -

yor riesgo de suicidio consumado (Kourosh, AS.,Harrington, CR., Adinoff, B., 2010), son grandesconsumidores de recursos y representan un granproblema para el clínico. De hecho, recaen e in -tentan el suicidio para resolver conflictos o parasentir alivio desde un estado previo de malestarinsoportable que se asemeja a la manera que tie-nen los alcohólicos u otros consumidores de ex -plicar sus recaídas.

CONCLUSIÓN

El alcoholismo es un factor contribuyente enaproximadamente un 30 % de los suicidios. Cercadel 8 % de los pacientes con dependencia enólicafallecen por suicidio, y hasta el 96 % de los alco-hólicos que se suicidan han continuado con elconsumo hasta el final de su vida (American Foun -dation of Suicide Prevention: Facts & Figure-National Statistic). La prevalencia de trastornopor uso de alcohol es significativamente mayoren pacientes con trastornos afectivos que presen-tan intentos suicidas en contextos de consumoagudo de alcohol, siendo también más letal el mé -todo escogido para el intento de suicidio (Sher, L.et al., 2009). En el consumo agudo de alcoholhay un aumento de la impulsividad, mayor distréspsicológico y restricción cognitiva, mayor riesgode materializar una intencionalidad autolítica noplanificada. De hecho, el efecto agudo del alcoholestá tan implicado en la conducta suicida comolos efectos crónicos del consumo (Schneider, B.,2009).

En la revisión de Modesto-Lowe y cols (2006),sobre intentos de suicidio y dependencia al alco-hol, se perfila el paciente tipo: mujer joven, condependencia grave y de inicio temprano, impor-tante comorbilidad somática, psiquiátrica y con-sumo de otros tóxicos, antecedentes de intentosprevios y de conducta suicida entre sus familiares,que coincide con el caso actual. Se asocia el debuttemprano del consumo y la conducta suicida (Mo -desto-Lowe, V., Brooks, D. et al., 2006). Es porello que, en el abordaje de la conducta suicida en elalcoholismo, es importante valorar el cambio deestereotipo y la mayor tendencia a la comorbili-dad psiquiátrica y con otros tóxicos. El modeloexplicativo de Conner y Duberstein que integrafactores predisponentes (impulsividad y severidad

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de la adicción) con factores precipitantes (estreso-res vitales) resulta útil en la práctica clínica paraidentificar los sujetos con alto riesgo suicida.

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NOTICIAS DE PSICOSOMÁTICACUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

Sección a cargo de G. Mestre e I. TolosaConsejo de Redacción

PERSONALITY AND MENTAL HEALTH

La memoria autobiográfica y e l Trastorno Límite de la PersonalidadAutobiographical memory in borderline personality disorder—A systematic review

Bech, M., Elklit, A. & Simonsen, E.Personality and Mental Health, 9, 162–171, 2015.

El Trastorno límite de la personalidad (TLP) es una enfermedad psiquiátrica grave y en los últi-mos años se han llevado a cabo gran cantidad de investigaciones sobre su sintomatología, así comosobre los tratamientos existentes, tanto psicológicos como farmacológicos.

Una característica clave del trastorno es la presencia de un sentimiento desordenado sobre símismo, que ha recibido a menudo el nombre de difusión de identidad. Existe una relación entre lacreación de la identidad y la memoria autobiográfica, dado que ésta memoria se centra en los even-tos de la vida personal. Dichos recuerdos personales permiten que el sujeto entienda quién es, trasestablecer conexiones entre experiencias pasadas, presentes y futuras.

Los autores llevan a cabo una revisión sistemática de la literatura que describe la relación exis-tente entre estos dos factores mencionados, dado que se hipotetiza que la memoria autobiográficaestá alterada, de algún modo, en personas diagnosticadas de trastorno límite de la personalidad.

Los resultados hallados son inconsistentes, y no se dispone de datos suficientes para definir concerteza la relación entre ambos factores. Asimismo, muchos de los estudios presentan diseños inade-cuados, y errores metodológicos principalmente en las medidas utilizadas para evaluar la memoria

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autobiográfica. Se siguen desconociendo, por tanto, los posibles vínculos entre la difusión de la iden-tidad, la memoria autobiográfica y el trastorno límite de la personalidad, y serían necesarios másestudios que profundizaran en la temática en cuestión

JOURNAL OF BEHAVIORAL MEDICINE

Midfulness y Trastorno por AtracónMindfulness-based interventions for binge eating: a systematic review and meta-analysisKathryn M. Godfrey, Linda C. Gallo, Niloofar Afari.Journal of Behavioral Medicine,38, Issue 2, 348-362, 2015.

Las intervenciones basadas en Mindfulness se están llevando a cabo en distintos ámbitos de laSalud Mental y uno de ellos es el abordaje de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).Está incrementando a gran velocidad la implementación de estas intervenciones, sobre todo en eltratamiento del Trastorno por Atracón. Sin embargo, los efectos de estas no han sido revisadosexhaustivamente en este campo en cuestión.

Godfrey et al. llevaron a cabo una revisión sistemática sobre la literatura que describe las interven-ciones basadas en Mindfulness, a fin de determinar su efecto sobre las conductas de atracón llevadasa cabo por sujetos diagnosticados de Trastorno por Atracón.

Los autores revisaron PubMed, Web of Science, y PsycINFO utilizando como palabras clave: atra-cones, comer en exceso, episodios bulímicos, terapia de aceptación y compromiso, terapia conduc-tual dialéctica, mindfulness, meditación y alimentación consciente. Tras hallar 151 artículos relacio-nados con la temática, se seleccionaron 19 estudios que cumplieron los criterios de inclusión. Granparte de los estudios mostraron efectos de gran magnitud y los resultados apoyaron efectos grandes omedianos de estas intervenciones en el Trastorno por Atracón.

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Sin embargo, se observó una elevada heterogeneidad estadística entre los estudios (I 2 = 93 %dentro del grupo; entre los grupos I 2 = 90 %). Por tanto, se requieren líneas de investigación en esteámbito a fin de hallar la eficacia de las intervenciones basadas en Mindfulness en los pacientes conTCA, especialmente con Trastorno por Atracón.

PSYCHOSOMATIC MEDICINE: JOURNAL OF BIOBEHAVIORAL MEDICINE

Divorcio y Salud

Divorce and Health: Current Trends and Future DirectionsSbarra & David, A.

Psychosomatic Medicine. Volume 77, Issue 3, 2015doi: 10.1097/PSY.0000000000000168.

Las relaciones sociales intervienen en nuestro estado de salud y en nuestro bienestar, y por ellouna experiencia de pérdida puede ser vivida como un evento muy estresante para algunas personas. Apartir de esta investigación los autores estudiaron la asociación entre la separación matrimonial, eldivorcio y la salud.

Se observó que el vivir una experiencia de separación o divorcio muestra un mayor riesgo de pre-sentar una baja salud, incluyendo una tasa de mortalidad 23 % mayor. A pesar de que la mayoría depersonas afrontan la separación y la respuesta de resiliencia es la más común, hay un pequeño porcen-taje de personas, entorno al 10-15 %, que mantiene una reacción menos adaptativa. Este fenómenoparece indicar que el mayor riesgo de padecer una salud adversa es impulsado por el mal funciona-miento de este pequeño grupo. Se intentan discutir los motivos de esta mala adaptación a la separación.

Los autores proponen que para aumentar el conocimiento sobre la asociación entre el divorcio y lasalud existen tres áreas que requieren más investigación: El estudio de variables genéticas y tercerasvariables explicativas de los resultados de salud relacionados con el divorcio, el estudio objetivo y con-creto de comportamientos sociales después de la separación, y una mayor atención a las intervencio-nes dirigidas a los adultos de alto riesgo.

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JOURNAL OF PSYCHOSOMATIC RESEARCH

Episodios de soledad y Dolor en Fibromialgia

The within-day relation between lonely episodes and subsequent clinical pain inindividuals with fibromyalgia: Mediating role of pain cognitions

Laurie D. Wolf, Mary C. Davis, Ellen W. Yeung & Howard A. Tennen.

Journal of Psychosomatic Research. Published Online: January, 2015 (Article in press).

La soledad puede conllevar un incremento de cogniciones negativas y empeorar así nuestroestado físico. Por ello, y conociendo la estrecha relación entre fibromialgia, dolor y pensamientosnegativos, a través de esta investigación los autores pretendieron estudiar si se describía una rela-ción entre el incremento de la soledad y el empeoramiento del dolor durante la noche motivado através de cogniciones negativas durante la tarde en pacientes con Fibromialgia.

Los 220 participantes diagnosticados de Fibromialgia completaron un diario electrónico 4 veces aldía durante 21 días para evaluar las variables del estudio. Se observó que cuando los participantesexperimentaban mayores ratos de soledad durante las mañanas, experimentaban también mayorgrado de cogniciones desadaptativas sobre dolor durante la tarde, que a su vez predecían un aumentoen los niveles de dolor durante la noche. Así pues, concluyen que las cogniciones de dolor desadapta-tivas median la relación entre la soledad y el dolor.

Como aportación a la práctica clínica, los autores indican las ventajas de tener en cuenta que enlas intervenciones en Fibromialgia sería beneficioso abordar la vulnerabilidad de las personas a lascogniciones desadaptativas que siguen a los episodios solitarios.

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PSYCHOSOMATICS

Depresión y Fatiga

The Importance of Unresolved Fatigue in Depression: Costs and Comorbidities

Rebecca L. Robinson, Judith J. Stephenson, Ellen B. Dennehy, Michael Grabner, Douglas Faries, Swetha RaoPalli & Ralph W. Swindle.

Psychosomatics. Volume 56, Issue 3, 2015.

En la mayoría de casos depresión y fatiga suelen permanecer unidas, y dicha unión agravar elestado del paciente. Varios estudios han descrito cómo la depresión genera un coste económico muyelevado a la sociedad; a través de esta investigación los autores pretenden analizar cómo la presenciade fatiga clínicamente significativa sumada a la depresión puede variar el gasto generado por pacientescon una historia de depresión.

Recogieron datos sobre 1982 pacientes con historia de depresión, de los cuales 653 presentaronniveles significativos de fatiga. Los pacientes con fatiga informaron de puntuaciones significativa-mente más altas en depresión, dolor, dificultad para dormir, y ansiedad (todos p < 0,05). Tambiéntenían niveles más altos de uso general de medicamentos y presentaban un estatus socioeconómicomás bajo que los que no presentaban niveles significativos de fatiga (p < 0,05). La media de los costestotales anuales fue mayor para los pacientes con fatiga que aquellos sin fatiga (14 462 dólares frente a9971 dólares, respectivamente, p < 0,001).

Los autores concluyen que la presencia de fatiga significativa parece añadir carga económica a ladepresión. Observan que dicho resultado refuerza la necesidad de un tratamiento más intenso detodos los síntomas y un examen más detenido de la variabilidad de esta relación

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THE JOURNAL OF SEXUAL MEDICINE

Percepción de Bel leza, Atractivo y bajo Deseo Sexual

Perception of Men's Beauty and Attractiveness by Women with Low Sexual Desire

Camille Ferdenzi, Sylvain Delplanque, Olga Vorontsova-Wenger, Eva Pool, Francesco Bianchi-Demicheli & DavidSander.

The Journal of Sexual Medicine. Volume 12, Issue 4, 2015.

Aunque el Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo es una disfunción con una alta prevalencia,sobre todo entre las mujeres, este trastorno sexual sigue siendo poco conocido. Entre los múltiples fac-tores que posiblemente estén implicados en el bajo deseo, los autores remarcan la importancia de estu-diar las particularidades de las evaluaciones cognitivas de los estímulos sociales. Tanto la belleza comoel atractivo son definidas como dos dimensiones de percepción interpersonal que están relacionadas,pero que difieren en sus aspectos motivacionales subyacentes y sugieren que ambas pueden variar enfunción del nivel de deseo sexual.

Por tanto, a través de este estudio pretendieron investigar si entre las mujeres con y sin DeseoSexual Hipoactivo se observaban diferencias en sus evaluaciones de la belleza y el atractivo de los ros-tros y las voces de los hombres.

Las valoraciones de atractivo fueron inferiores a las calificaciones de la belleza en ambos grupos demujeres. No obstante, la disociación entre la belleza y el atractivo fue mayor en las mujeres con bajodeseo sexual en comparación con el grupo control. También daban calificaciones más bajas de atrac-tivo y volvían a visualizar la imagen de los hombres en una frecuencia inferior.

Así pues, los resultados sugieren que las mujeres con un deseo sexual hipoactivo presentan altera-ciones específicas del componente motivacional de la percepción de los hombres. Dado que éste es unfactor muy temprano en el proceso de las relaciones interpersonales, los resultados tienen implicacio-nes importantes, tanto en una mejor comprensión de los procesos cognitivos específicos del deseosexual hipoactivo cómo en el estudio de los procesos evaluativos que se desarrollan en la elección depareja.

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JOURNAL OF SEX & MARITAL THERAPY

Síndrome Metabólico y Función Sexual Femenina

Effect of Metabolic Syndrome on Sexual Function in Pre- and Postmenopausal WomenAlper Otunctemur, Murat Dursun, Emin Ozbek, Suleyman Sahin, Huseyin Besiroglu, Ismail Koklu, Emre CanPolat, Mustafa Erkoc, Eyyup Danis & Muammer Bozkurt

Journal of Sex & Marital Therapy. Volume 41, Issue 4, 2015.

Las disfunciones sexuales femeninas son trastornos frecuentes, con una elevada prevalencia en lapoblación general, que se han relacionado con gran cantidad de factores, tanto biológicos como psico-lógicos y sociales.

Los autores evaluaron el efecto de uno de los muchos factores que afectan a la función sexual feme-nina, el síndrome metabólico. Se agruparon las 400 participantes en 4 grupos: (a) mujeres premeno-páusicas con síndrome metabólico, (b) mujeres premenopáusicas sin síndrome metabólico, (c) mujeresposmenopáusicas con síndrome metabólico, y (d) mujeres posmenopáusicas sin síndrome metabólico.Asimismo, se utilizó el Índice de la Función Sexual Femenina (FSFI) para evaluar la función sexual delas mujeres.

Los autores observaron que las mujeres pre y postmenopáusicas con síndrome metabólico presen-taban con mayor frecuencia alguna disfunción sexual femenina (p = 0,001). Tanto la puntuación totalobtenida en el FSFI como las puntuaciones de los dominios referentes a satisfacción, dolor y deseomostraron diferencias estadísticamente significativas entre las mujeres con síndrome metabólico encomparación con las participantes sin síndrome metabólico (p <0,05). Los autores también evaluaronlas asociaciones entre los 5 componentes del síndrome metabólico y los resultados obtenidos en elFSFI. Niveles superiores de glucosa en ayunas se asociaron significativamente con la puntuación obte-nida en el FSFI (p <0,05).

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Los resultados evidencian, por tanto, que las disfunciones sexuales son más frecuente en aquellasmujeres, tanto pre como posmenopáusicas, con síndrome metabólico. Se requieren más investigacio-nes que permitan profundizar en la asociación entre ambos factores.

Función Sexual Femenina y Trastornos de la Conducta Alimentaria

Sexual Function of Women Suffering From Anorexia Nervosa and Bulimia Nervosa

Fragiskos Gonidakis, Vasilliki Kravvariti & Eleftheria Varsou.Journal of Sex & Marital Therapy. Volume 41, Issue 4, 2015

Numerosos estudios han investigado la relación existente entre la función sexual en la mujer yaquellos factores que pueden perturbarla de algún modo. Aun así, no se ha profundizado en excesoen la relación existente entre los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y la función sexualfemenina.

Los autores realizaron un estudio transversal a fin de examinar la función sexual de aquellas muje-res adultas jóvenes que están diagnosticadas de TCA, concretamente de Anorexia Nerviosa (AN) yBulimia Nerviosa (BN). Los autores evaluaron a 53 mujeres que cumplían criterios de alguno de losTCA en cuestión (26 con Anorexia Nerviosa y 27 con Bulimia Nerviosa) y a 58 estudiantes de sexofemenino (grupo control). A cada participante se le administraron el Índice de Función SexualFemenina (FSFI), el Test de Actitudes Alimentarias (EAT), el Cuestionario sobre la Forma Corporal(BSQ), y el Inventario de Depresión de Beck (BDI).

Las comparaciones entre los 3 grupos mostraron que los pacientes con Anorexia Nerviosa obtuvie-ron calificaciones más bajas en todas las subescalas del FSFI en comparación con los controles sanos.Asimismo, no hubo diferencias significativas entre la Bulimia Nerviosa y los controles sanos en laspuntuaciones del FSFI. La función sexual de los pacientes con Anorexia Nerviosa correlacionó sola-mente con el índice de masa corporal (r = 0,5; p = 0,01), mientras que la función sexual de los pacien-tes con Bulimia Nerviosa correlacionó sólo con el Inventario de Depresión de Beck (r = -0,4; p =0,03).

Los autores concluyeron que los pacientes con Anorexia Nerviosa tienen la función sexual másafectada que los controles y, por tanto, esta puede estar relacionada tanto con el nivel de inanicióncomo con los síntomas de la depresión. Resultan necesarias más investigaciones en este campo quecomplementen los datos obtenidos hasta el momento y que profundicen en la relación entre la fun-ción sexual femenina y los otros TCA.

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RESÚMENES DE PONENCIAS Y COMUNICACIONES DE LA IV JORNADADE SALUD MENTAL PERINATAL

BARCELONA, MAYO 2015

Gracia Lasheras1,3, Borja Farré-Sender2,3

1Psiquiatra. H. Universitario Dexeus (HUD). Coordinadora de la sección2Psicólogo. HUD.3Sección de Salud Mental Perinatal y Reproductiva (SSMPR).

1. Maternidad difícil: El suicidio y el infanticidio materno.Hard motherhood: the suicide and the mother infanticide.A. Bramante1.1Centro Psiche Donna, Ospedale Fatebenefratelli e Oftalmico. Milano.Palabras clave: Suicidio materno, infanticidio.Key words: Mother’s suicide, mother infanticide.

La Dra. Bramante disertó sobre el suicidio y el infanticidio, un tema delicado por el que se deslizócon elegancia y exactitud la psicóloga y criminóloga italiana. Partiendo del dato estadístico que estimaentre 3.5 y 11 suicidios maternos por 100.000 embarazos, la ICD-11 (OMS) ha propuesto que todaslas muertes por suicidio en el embarazo y en el posparto, tengan consideración de muertes obstétricasindirectas. Los periodos de mayor riesgo son el tercer trimestre de embarazo y primeros meses del pos-parto.

Entre las tipologías de muertes en estas circunstancias vitales, la muerte materna por causas psi-quiátricas se considera una “muerte indirecta”; la mayoría de esos fallecimientos lo son por suicidio,aunque el riesgo es menor que en mujeres no embarazadas. El riesgo de suicidio se incrementa por elembarazo no deseado, el abandono de la pareja, los abortos, tanto espontáneos como voluntarios, lamuerte de un hijo, abuso sexual y violencia de género. Pero lo que es riesgo directo es la psicopatolo-gía grave, fundamentalmente trastornos afectivos, en especial bipolares, psicosis puerperal y abuso desustancias. Esta psicopatología incrementa 27 veces el riesgo de suicidio. Los métodos utilizados parala autolisis son particularmente violentos (ahorcamiento, precipitación, armas de fuego,..).

Bramante expresó una duda razonable: el hecho de que estas mujeres no habían sido ingresadas enuna Unidad Madre-Hijo, sino en servicios psiquiátricos generales, separándolas de su hijo, ¿podría serun desencadenante?; de hecho en estas mujeres ingresadas se disparó el riesgo casi a 70 veces más.

El filicidio (asesinato de un hijo más allá de las primeras 24 h, en cuyo caso es neonaticidio) corre-laciona con patología psiquiátrica en un 55 % de casos. En una investigación de la autora sobre 90madres, reportó que los factores de mayor riesgo para el filicidio son la patología psiquiátrica y el aisla-miento social.

NOTICIAS SALUD MENTAL PERINATAL CUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

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2. Efectos deletéreos del consumo de alcohol durante el embarazo.

Deleterious effects of alcohol consumption during pregnancy.O. García-Algar1

1Servicio de Pediatría, Hospital del Mar, Barcelona.

Palabras clave: embarazo, alcohol, biomarcadores, meconio.Key words: pregnancy, alcohol, biomarkers, meconium.

Los xenobióticos (compuestos cuya estructura es infrecuente o inexistente en el organismo y, gene-ralmente, son sintetizados por el ser humano de forma artificial) que se consumen más comúnmente,son subyacentes del tabaco, el alcohol, la cocaína, los opiáceos, cannabinoides, anfetaminas y MDMA(éxtasis), así como otros estimulantes (café o mate).

El trabajo del equipo del Dr. García-Algar estudia la detección, prevención y tratamiento a la expo-sición de xenobióticos. Los métodos de detección mediante biomarcadores (meconio, pelo, dientes,placenta, sangre de cordón, leche materna…) son métodos de primera elección ya que ofrecen unarecogida de información no invasiva, un reclutamiento fácil, con una ventana de tiempo más ampliade detección de la sustancia y donde no hay degradación.

Los efectos deletéreos relacionados con la exposición pasiva a sustancias de abuso son múltiples ydependen de la intensidad de la exposición, del período vital del bebé (prenatal o postnatal), de la sus-tancia implicada y del tipo de intoxicación (aguda o crónica). En el embarazo componen alteracionesdel sistema nervioso central, malformaciones cardiacas, esqueléticas y nasofaríngeas. Los recién naci-dos y los niños en edad preescolar son candidatos, por su tamaño y su baja masa corporal, a sufrirmayores efectos adversos después de su exposición a sustancias de abuso. La exposición activa o pasivase ha relacionado con un posible riesgo de envenenamiento. Asimismo, la intoxicación aguda grave enniños suelen darse con concentraciones más bajas que en población adulta, debido a la inmadurez delmetabolismo de los niños.

En estudios realizados en población española (Proyecto Meconio), se encuentra que el total de con-sumo de drogas por parte de las madres embarazadas fue del 10,1 % (p<0.01) y el 2, 5% de mujeresen edad fértil afirmaban haber consumido cocaína durante los últimos 12 meses El consumo de alco-hol, fue del 45,5 % de toda la muestra, siendo el abandono del niño la consecuencia comportamentalmás importante. Así mismo, se ha puesto de manifiesto la infradeclaración existente en los cuestiona-rios (con diferencias estadísticamente significativas entre lo declarado y el resultado tras la prueba delmeconio para todas las substancias excepto el MDMA) y la poca expresividad clínica de la exposiciónprenatal. Y es que la exposición prenatal, explica García-Algar, puede extenderse más allá del emba-razo, existiendo madres consumidoras de sustancias de abuso que exponen a los hijos durante los pri-meros años de vida.

La intervención preventiva del consumo del alcohol durante el embarazo no ha resultado efectiva.La propuesta de los expertos es una intervención preconcepcional en población general donde se ofre-cen guías clínicas para profesionales. El seguimiento clínico de todos los bebés de madres expuestas axenobióticos es imperante, con el objetivo de minimizar los efectos a largo plazo, como la predisposi-ción al consumo de sustancias de abuso en la adolescencia y la vida adulta. Una estrategia fundamen-tal para fomentar la prevención es la educación dirigida a los padres, consumidores o no, sobre losefectos de la exposición –activa o pasiva– a sustancias con xenobióticos en la época prenatal y en lainfancia.

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3. Acontecimientos vitales durante el embarazo y complicaciones obstétricas enmadres de pacientes con TDAH. implicaciones en la prevención.Life events during pregnancy and obstetric complications in mothers with ADHD patients.Implications for prevention.A. Masana1, F. López1, S. Acosta1, S. Martí1, P.Mundo1, J. Aguado1

1Grup de Recerca en Patologia Vincular. Hospital Psiquiàtric Universitari Institut Pere Mata, Reus.

Palabras clave: embarazo, TDAH, acontecimientos vitales, complicaciones obstétricas.Key words: pregnancy, ADHD, live events, obstetric complications.

El TDAH es el trastorno del neurodesarrollo más prevalente a nivel mundial (3-6 % de la pobla-ción), con una etiología principalmente genética (75-80 %) y también ambiental (25-20 %), resultandolos factores psicosociales buenos candidatos en el estudio de la interacción genético-ambiental (Nigg Jet al, 2010).

Los autores se plantearon como objetivo conocer si la presencia de acontecimientos vitales duranteel embarazo se relacionaba con la presencia de complicaciones obstétricas en una muestra de 116madres biológicas de pacientes atendidos y tratados por TDAH durante un año, tras diagnóstico con-firmado mediante entrevista estructurada (Mini-Kid). Las complicaciones obstétricas fueran valoradasmediante el cuestionario de Mc Neil-Sjöstrom (Mc Neil et al, 1994), que evalúa durante los diferentestrimestres del embarazo cualquier complicación y lo traslada a un valor numérico global, y los aconte-cimientos vitales se valoraron mediante el Cuestionario de Acontecimientos vitales, adaptación espa-ñola del cuestionario “Social Readjustment Rating Scale” (SRRS) de Holmes and Rahe (Holmes TH,Rahe RM, 1967), puntuándose los acontecimientos en cada trimestre de embarazo, así como en losseis primeros meses de vida y de 6 a 18 meses.

Los resultados pusieron de manifiesto una alta presencia de acontecimientos vitales en el primertrimestre de embarazo en madres de pacientes TDAH, que correlacionó positivamente con las compli-caciones obstétricas (p=0.036); este resultado es congruente con el de otros estudios, cuyos autoresseñalan que el principio de la gestación puede ser un momento clave cuyas circunstancias determinenel desarrollo del parto (Wadhwa, 2004). El tipo de apego de la madre no resultó asociado de forma sig-nificativa a las complicaciones obstétricas; el apego seguro no se mostró como factor protector delefecto del estrés en primer trimestre sobre las complicaciones obstétricas, lo que podría estar en con-cordancia con otros estudios, en que encuentran una disociación entre la sensación de bienes -tar/estrés materno y los niveles de cortisol materno y fetal como medidas objetivas de respuesta alestrés (Baibazarova et al, 2012).

Como limitaciones al estudio, se encuentran el hecho de ser retrospectivo, no disponer de nivel degravedad del TDAH en el momento del diagnóstico, no haberse controlado la psicopatología maternadurante embarazo y posparto, así como los factores protectores ni paternos.

En conclusión: 1. Incluso cuando se valoran acontecimientos vitales no catastróficos, su presenciadurante el embarazo, y en concreto en el primer trimestre, parece relacionarse con mayor presencia decomplicaciones obstétricas. 2. El primer trimestre de embarazo puede ser diana de estrategias preventi-vas sobre el estrés materno.

Bibliografía

1. Nigg,J., Nikolas,M. and Burt,S.A. (2010). Measured gene-by environment interaction in relation toattention-deficit/hyperactivity disorder. Journal of the American Academy of Child and Adoles -cent Psychiatry, 49 (9), 863-873.

2. McNeil, T.F., Sjöström, K. The McNeil-Sjöström OC Scale: a comprehensive scale for measuring

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obstetric complications. Department of Psychiatry, Lund University, Malmö General Hospital,Malmö, Sweden; 1994.

3. Holmes, T.H., Rahe, R.M., 1967. The social readjustment rating scale. J. Psychosom. Res. 11, 213-218.

4. Wadhwa,P.D., et al. 2004. Placental corticotropin-releasing hormone (CRH), spontaneous pre-term birth, and fetal grow restriction: a prospective investigation. Am.J.Obstet.gynecol. 191 (4),1063-1069.

5. Baibazarova et al. (2012). Influence of prenatal maternal stress, maternal plasma cortisol and corti-sol in the amniotic fluid on birth outcomes and child temperament at 3 months. Psychoneu -roendocrinology 38(6), 907-915.

4. Impacto psicológico e incidencia de trastorno mental tras interrupción voluntariadel embarazo (IVE). Estudio piloto.Psychological impact and incidence of mental disorder in the voluntary interruption of preg-nancy: results of a pilot test.

J Grau1,2,5, FX Arrufat3,5, P Roura4,5

1Assir Osona, Institut Català de la Salut – Vic. 2Servicio de Ginecología, Consorci Hospitalari de Vic.3Servicio de Psiquiatría, Consorci Hospitalari de Vic. 4Servicio de Epidemiología clínica, ConsorciHospitalari de Vic. 5SaMIS, Grupo de investigación de salud mental e innovación social, Universidad deVic.

Palabras clave: interrupción, embarazo, voluntario, ansiedad, salud mental.Key words: interruption, pregnancy, voluntary, anxiety, mental health.

IntroducciónExiste una insuficiente evidencia científica sobre lo que acontece en la esfera psicológica entre las

mujeres que, voluntariamente interrumpen su embarazo y, especialmente, sobre el impacto del abortoen la aparición de trastornos mentales ni sobre el tipo de los que podrían aparecer.

Los estudios previos sobre el tema se caracterizan por: 1) ofrecen resultados dispares; 2) estudiandepresión, ansiedad, trastorno por estrés post-traumático y abuso de substancias; 3) existen cuestionesmetodológicas que limitan la generalización de los resultados obtenidos como son la ausencia degrupo control, la no inclusión de mujeres que no abortan en un embarazo no deseado y los abando-nos en el seguimiento de la muestra.

Objetivos del estudioEstudiar el impacto en la salud mental de las mujeres que optan por una IVE.Analizar los factores clínicos y psicológicos que presentan las mujeres que interrumpen voluntaria-

mente su embarazo.

MetodologíaSe trata de un Estudio prospectivo. En la visita ginecológica se administró el cuestionario MINI

(Mini International Neuropsychiatric Interview) y el cuestionario HAD (para la ansiedad y la depre-sión de Hamilton). Se recogieron también variables sociodemográficas, asistenciales y clínicas (gineco-lógicas y obstétricas).

ResultadosSe incluyeron 23 mujeres cuya edad media es de 31’4 años (IC 0’95: 28’3 – 34’5).

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Quince (62’5 %) tenían trabajo, siete estaban en paro y una tiene sus estudios como única actividad.Doce (52’2 %) declararon tener estudios equivalentes al bachillerato o superiores.Tres mujeres puntúan más de 7 puntos en escala ansiedad y depresión HAD.La entrevista diagnóstica MINI identificó 10 mujeres con puntuaciones para enfermedad mental.

De estas 10 mujeres, 6 no tenían antecedentes familiares ni personales de enfermedad mental,mientras que 4 tenían antecedentes personales y ya habían consultado anteriormente el servicio dePsiquiatría. Solo una paciente consultó el servicio de Psicología y fue dada de alta. En el resto la sinto-matología se autolimitó sin ninguna intervención específica.

ConclusionesEn torno a la IVE se produce una alteración psicológica que, en ocasiones, puede presentarse con

síntomas de un trastorno mental.En nuestra muestra estos síntomas se autolimitan en las semanas posteriores al IVE.

Propuestas de futuroEstamos trabajando en un proyecto de investigación que incluye un grupo de comparación (aborto

espontáneo) y reduce el seguimiento a 6 semanas para evitar pérdidas.Se pretende determinar un perfil de riesgo de enfermedad mental y, para ello, introduce una escala

para la cuantificación del trauma.

5. Estrés temprano en el niño y psicopatología en la infancia y edad adulta: mecanis-mos de sensibilización cerebral y correlatos epigenéticos.Early stress in children and psychopathology in childhood and adulthood: brain sensitizationmechanisms and epigenetic correlates.

L. Fañanás1

1Departamento de Biología. Universitat de Barcelona

Palabras clave: Estrés, infancia, edad adulta, sensibilización cerebral, epigenética.Key words: Estress, childhood, adulthood, cerebral sensitization, epigenetic.

La Dra. Lourdes Fañanás ofreció una brillante conferencia, mezcla de actualización y rigor cientí-fico pasando por la reflexión antropológica. El recorrido que orquestó es difícilmente reproducible en

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un resumen escrito. En su introducción, si se puede llamar así, nos adentra en la biología del desarro-llo humano, desde el embarazo hasta la edad adulta. Tal desarrollo, cuyo responsable es la encefal iza -c ión , genera estructuras que nos convierten en seres capaces de adquirir capacidades propias de nues-tra especie, como el lenguaje, la cognición humana, la creatividad o la misma cohesión grupal. Lasfunciones cerebrales, programadas genéticamente, se desarrollan a velocidades desiguales. Así, elrecién nacido nace con una despliegue de capacidades que se inhiben en la infancia (por ejemplo, lassinapsis excitatorias), pero con muchas otras potencialmente por desarrollar, como las sinapsis inhibi-torias. Hechos que llevan a pensar que en los procesos de aprendizaje –para los que el cerebro estáprogramado–, la naturaleza del entorno juega un papel capital. Estamos genéticamente determinados,epigenéticamente dirigidos y ambientalmente influenciados.

Es por ello que el estrés temprano aparece como un potente mediador negativo para el desarrollode vulnerabilidad psicológica. Las alteraciones en el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal tempranasson un factor de riesgo para impulsar creencias negativas o una sensación de vulnerabilidad ante losretos del medio en la edad adulta. El vínculo que establece el bebé con su madre, al principio, y conotras figuras relevantes es imprescindible para todo.

Sin embargo, las diferencias individuales juegan un papel importante. No todo aquel que estésometido a estrés temprano desarrolla problemas psicopatológicos. Hablamos de la importancia de laimpronta genética. Y, también, de la epigenética, o cómo la interacción con circunstancias hostilespuede generar estructuras genéticas que terminen heredándose. De ahí toda la investigación que aúnacomponentes presuntamente de distinta naturaleza (biológicos y simbólicos) pero que son indivisibles.

La Dra Fañanás mostró un terreno de conocimiento complejo y al alcance del entendimiento deunos pocos, para revelarlo a un auditorio atónito que absorbía con pasmosa facilidad todo aquelloque, ahora, le parecía tan cercano y atractivo

6. Salud mental perinatal comunitaria, de la práctica a la eficiencia: la experienciade reino unido.Perinatal mental health community of practice for efficiency: the experience of UnitedKingdom.

A. Gil Sánchez1, A. Gregoire2.1Hospital Psiquiátrico Román Alberca, Murcia. 2Hampshire Perinatal Mental Health Service, UnitedKingdom.

Palabras clave: Salud mental perinatal, eficiencia, Reino Unido.Key words: Perinatal mental health, efficiency, United Kingdom.

La actual campaña de la Alianza para la Salud Mental Materna (1) pone en evidencia la desigual-dad existente en la distribución de los servicios del Reino Unido, mostrando un mapa en el que seobservan áreas que disponen de un complejo equipo de Salud Mental Perinatal Comunitario y otrasdonde no existe ningún recurso (2).

El equipo de Salud Mental Perinatal del Condado de Hampshire, al sur de Inglaterra, es referenteen la atención perinatal, prestando una atención integral, comunitaria y hospitalaria (Unidad Madre-Bebé), por lo que fue galardonado como mejor equipo de Salud Mental del Reino Unido en 2013. Sulabor se sustenta principalmente en mantener unos elevados estándares de calidad (3) y en la coordi-nación con todos los servicios que prestan atención en la etapa perinatal (médicos de AtenciónPrimaria, Matronas, Pediatras, Servicios Sociales, Servicios de Salud Mental, Asociaciones,...), comose puede comprobar en su memoria anual (4).

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Con el fin de evaluar la eficiencia de este equipo se realizó un estudio retrospectivo de registro decasos, en el que se analizaban los ingresos en la Unidad Madre-Bebe de Winchester, desde enero de2010 hasta julio de 2013. La muestra estaba constituida por 86 pacientes:

–39 pacientes pertenecían a la zona Sur del condado de Hampshire: con un equipo de SaludMental Perinatal Comunitario establecido, con vías de actuación y prevención bien establecidas, en laque todos los ingresos iban a la Unidad Madre-Bebé de Winchester.

–47 pacientes pertenecían a la Zona Noreste del condado de Hampshire: con un equipo de SaludMental Perinatal Comunitario mínimo, sin vías de actuación y prevención bien establecidas, en la quela mayoría de los ingresos iban a la Unidad Madre-Bebé de Winchester.

La comparación entre ambos grupos trataba de esclarecer si un Equipo de Salud Mental PerinatalComunitario era capaz de identificar las recaídas postnatales precoces, reducir el número de ingresos"prevenibles", así como su duración.

El análisis de los ingresos en la Unidad Madre-Bebé mostró que:

–La mayoría de pacientes tenían un plan preventivo, incluso sin Equipo de Salud Mental PerinatalComunitario.

–La mayoría de ingresos estaban relacionados con mala adherencia al tratamiento farmacológicopreventivo.

–No se observó una reducción significativa de los ingresos 'evitables' o de la duración de los mis-mos en el área con Equipo de Salud Mental Perinatal Comunitario.

–Los ingresos de las pacientes con antecedentes de trastorno bipolar o psicosis, del área conEquipo de Salud Mental Perinatal Comunitario, fueron significativamente más tardíos (4 meses).

Por todo lo mencionado anteriormente podemos concluir que, estos datos aportan una justifica-ción ética y apoyan la necesidad de realizar ensayos clínicos aleatorizados prospectivos que esclarezcanlas vías/mecanismos de prevención comunitarios más coste-efectivos.

Bibliografía1.http://www.maternalmentalhealthalliance.org.uk/2.http://everyonesbusiness.org.uk/3.http://everyonesbusiness.org.uk/wp-content/uploads/2015/04/Perinatal-Community-Standards-2nd-edition.pdf4.http://everyonesbusiness.org.uk/wp-content/uploads/2014/07/Hampshire-Perinatal-Mental-Health-Service-Model.pdf

7. Atención y evaluación de la salud mental perinatal desde los centros de atención ala salud sexual y reproductiva: una propuesta de futuro.Attention and evaluation of perinatal mental health from the centers for sexual and reproduc-tive health: a proposal for the future.

A. Carrascón Calvo1.1ASSIR Esquerra Eixample. Barcelona.

Palabras clave: Salud mental perinatal, detección, psicopatología, ASSIR.Key words: Perinatal mental health, detection, psychopathology, ASSIR.

El interés por la salud de las madres en las distintas etapas de la gestación ha ido en aumento enlas últimas décadas. Los datos subyacentes de la cada vez más amplia bibliografía, revelan la existencia

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de una realidad clínica (por ejemplo una prevalencia enfermedad mental 20 %), que genera un impac -to sobre la gestación, tanto en la madre como en el feto, así como en el bebé. Existe cada vez más con-senso en la necesidad del abordaje terapéutico de esta población, con una valoración del riesgo/bene-ficio de los tratamientos farmacológicos y psicológicos bien delimitados.

En la protocolización del abordaje de la salud mental perinatal, es clave la identificación y/o detec-ción de posibles factores intervinientes. Para ello, la autora propone que, en la inclusión de una detec-ción sistemática durante el embarazo y puerperio, la evaluación de la salud mental en la mujer y lasposibles consecuencias para el bebé y la valoración de un abordaje terapéutico, en coordinación conlos distintos servicios intervinientes, se incluyan nuevos elementos. La propuesta incluye un análisismás profundo de la psicopatología, los tratamientos recibidos, el número de hospitalizaciones previaso los antecedentes psiquiátricos o historia de suicidio en la familia. También se propone la inclusiónde las preguntas Wholey (NICE 2014) sin la presencia de la pareja o familia de la embarazada. Sedesarrollan preguntas para la detección de posibles casos de ansiedad y depresión (por ejemplo: “¿hasentido que ha perdido el interés por las cosas que normalmente hacía?”). También hay una propuesta tri-mestral de evaluación sobre los factores de riesgo de la madre (Cuestionario Wholey (depresión y ansie-dad), Cuestionario de detección violencia de género (Partner Violence Screen:PVS), y la escala de depre-sión de Edinburgh (EPDS), que de hecho es la recomendación de la NICE para el 2º y 3º trimestre).

La autora propone, de manera práctica y basada en muchos años de experiencia sobre el terreno,protocolos cerrados de derivación, ofreciendo los puntos de corte de las medidas administradas parafacilitar la decisión clínica (por ejemplo, cuando se detecta un ítem 10 positivo en la escala EPDS, pro-ceder a derivación urgente; si se obtiene una puntuación general mayor de 9, repetir la prueba en 15días y derivar en caso de mantenerse).

8. Un año de detección online de la depresión posparto (DPP) y alteraciones del vín-culo: análisis de pros y contras.One year online screening of postpartum depression and bonding disorders: Analysis of advan-tages and disadvantages.

G. Lasheras1, B. Farré-Sender1.1Unitat de Salut Mental Perinatal i Reproductiva. S. Psiquiatría, Psicología y Medicina Psicosomática.Hospital Universitario Quirón Dexeus

Palabras clave: Depresión postparto, alteraciones del vínculo, detección online.Key words: Postpartum depression, bonding disorders, online screening.

Se estima que una de cada cuatro mujeres embarazadas sufre ansiedad y/o depresión a lo largo desu gestación, y que alrededor del 13 % desarrollarán una DPP. Sin embargo, a pesar de estas cifras nodepreciables, menos del 20 % de los proveedores de atención de salud perinatal, evalúan la saludmental. Este hecho, unido a que los costes en salud pública en una mujer con DPP se duplican res-pecto a población sana, así como las importantes consecuencias (sobre la madre y la descendencia) dela DPP no tratada, han conducido a la recomendación de la evaluación y detección sistemática de laDPP. De tal manera, cada vez son más las entidades que recomiendan la necesidad de una detecciónuniversal de la DPP y ofrecen guías y protocolos para realizarla, en los diferentes ámbitos de la asisten-cia a la salud perinatal de la mujer (NICE, 2007; SIGN, 2012; NHMRC, 2011; Sociedad MarcéInternacional, 2014; Committee Opinion, 2015).

En base a ello, ha sido instaurado un sistema de detección sistemática de la DPP y alteraciones

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del vínculo madre-hijo en nuestro hospital, en dos fases consecutivas: 1. Fase in situ (14 meses;n=814) y 2. Fase online (13 meses; n=157), a fin de comparar ambos métodos de cribado, en relacióna: 1.Tasas de cumplimiento en la realización de los cuestionarios, 2.Tasas de errores al contestar losinstrumentos, y 3. Tasas de prevalencia de DPP y alteraciones del vínculo detectadas. Otro objetivo dela investigación, era analizar, de forma retrospectiva, la influencia de las siguientes variables sobre lapresencia de DPP y las alteraciones del vínculo madre-hijo:

•Tipo de concepción (natural/asistida).•Paridad.•Tipo de parto (vaginal/cesárea).•Tipo de lactancia (materna/artificial/mixta).•Estrés/ansiedad/depresión durante el embarazo.•Antecedentes de ansiedad/depresión a lo largo de la vida.

Los instrumentos de detección utilizados fueron: la Edinburgh Postnatal Depression Scale (EPDS)(Cox J et al, 1987) en su validación española (García-Esteve L et al, 2003) para la detección de la DPP,y el Parental Bonding Questionnaire (PBQ) (Bronckington et al, 2001) para la detección de las altera-ciones del vínculo madre-hijo.

Según los resultados obtenidos, ambos sistemas de detección fueron altamente aceptados por laspacientes (100 %), pero el cumplimiento fue muy superior en el sistema in situ (100%) versus el online(43,3 %); el sistema in situ recoge errores al contestar los cuestionarios, en el 2,5 % para la EPDS y el11 % para el PBQ, frente a ausencia de errores en el sistema online; las tasas de DPP mediante el sis-tema online fueron muy superiores (16,6 %) a las detectadas mediante el sistema in situ (8,5 %),siendo esta diferencia significativa (p=0.001), al igual que las tasas de alteraciones del vínculo detecta-das (online: 6,4 %, in situ: 3,2 %; p=0.049). El perfil de las mujeres respondedoras en el sistemaonline, era de mayor riesgo psicopatológico.

Se evidenció una alta asociación entre DPP y alteraciones del vínculo, tanto en la detección online(p=0.000) como en la in situ (p=0.000). Los antecedentes de ansiedad/depresión a lo largo de la vida(Tabla I), durante el embarazo (Tabla II) y el estrés perinatal (Tabla III), también se asociaron a mayo-res tasas de DPP y alteraciones del vínculo en ambos tipos de detección.

DETECCIÓN IN SITUAnteced. A/ D No anteced. A/ D X! t P

N=2 5 1 N=5 6 3M(DS) M(DS)

EPDS(1 ) 6.10(4.340) 4.36(3.522) 18.369 0 . 0 0 0PBQ(2 ) 10.15(8.18) 8.31(6.940) -3.342 0 . 0 0 1(1) Chi cuadrado (X"); (2) T de Student para muestras independientes

DETECCIÓN ONLINEAnteced. A/ D No anteced. A/ D t P

N=5 5 N=1 0 2M(DS) M(DS)

EPDS(1 ) 7.8(5.383) 5.36(3.871) -3.269 0 . 0 0 1PBQ(2 ) 12.87(12.363) 9.56(7.715) -2.046 0 . 0 4 2(1) T de Student para muestras independientes

Tabl a I: Asociación entre antecedentes de ansiedad/depresión a lo largo de la vida y DPP/alteraciones del vínculo

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Bibliografía

1. National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) (2007). Antenatal and postnatalmental health: The NICE guidelines on clinical management and service guidance CG45.London; National Institute for Health and Clinical Excellence. Disponible en URL http://publi-cations.nice.org.uk/antenatal-and-postnatal-mental-health-cg45

2. Scottish Intercollegiate Guidelines Network. Management of perinatal mood disorders (SIGNPublication nº 127) (2012). Edinburgh. Disponible en URL http://www.sign.ac.uk/pdf/sign127.pdf

3. Australian Guidelines for Perinatal Depression & associated Dosorders (NHRMC) (2011).

DETECCIÓN IN SITUA/ D embarazo No A/ D embarazo X! t P

N=9 7 N=7 1 7M(DS) M(DS)

EPDS(1 ) 6.71(5.160) 4.49(3.415) 38.690 0 . 0 0 0PBQ(2 ) 11.23(9.141) 8.53(6.850) -3.477 0 . 0 0 1(1) Chi cuadrado (X"); (2) T de Student para muestras independientes

DETECCIÓN ONLINEAnteced. A/ D No anteced. A/ D t P

N=2 4 N=1 3 1M(DS) M(DS)

EPDS(1 ) 8.58(4.393) 5.79(4.513) -2.802 0 . 0 0 6PBQ(2 ) 14.67(9.337) 9.99(9.603) -2.201 0 . 0 2 9(1) T de Student para muestras independientes

Tabl a II: Asociación entre antecedentes de ansiedad/depresión en el embarazo y DPP/alteraciones del vínculo

DETECCIÓN IN SITUEstrés perinatal No es trés perinatal X! t P

N=1 0 9 N=6 11M(DS) M(DS)

EPDS(1 ) 6.85(4.487) 4.28(3.427) 38.279 0 . 0 0 0PBQ(2 ) 10.54(8.398) 8.34(6.717) -3.758 0 . 0 0 0(1) Chi cuadrado (X"); (2) T de Student para muestras independientes

DETECCIÓN ONLINEEs trés peri natal No es trés perinatal t P

N=4 8 N=1 0 9M(DS) M(DS)

EPDS(1 ) 7.9(4.812) 5.48(4.311) -3.124 0 . 0 0 2PBQ(2 ) 14.17(12.66) 9.17(7.572) -3.051 0 . 0 0 3(1) T de Student para muestras independientes

Tabl a III: Asociación entre estrés perinatal y DPP/alteraciones del vínculo

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University of New South Wales, Australia. Disponible en URL https://www.bspg.com.au/dam/bsg/product?client=BEYONDBLUE&prodid=BL/0891&type=file

4. Austin MP, Marcé Society Position Statement Advisory Committee (2014). Marcé InternationalSociety position statement on psychosocial assessment and depression screening in perinatalwomen. Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol. Jan;28(1):179-87.

5. The American College of Obstetricians and Gynecologists Committee Opinion no. 630 (2015).Screening for perinatal depression. Obstet Gynecol. May;125(5):1268-71.

6. Cox J, Holden J, Sagowsky R. (1987). Detection of the post natal depression: development of the10-item Edimburgh Post Natal Depression Scale. Br J Psychiatry; 150: 782-6.

7. García-Esteve L, Ascaso C, Ojuel J, Navarro P. (2003). Validation of the Edinburgh PostnatalDepression Scale (EPDS) in Spanish mothers. J Affect Disord. Jun; 75(1):71-6.

8. Brockington IF, Oates J, George S, et al (2001) A Screening Questionnaire for mother-infant bon-ding disorders. Arch Womens Ment Health 3:133–140.

9. Sondeo sobre los servicios de atención hospitalaria en salud mental perinatalen cataluña y baleares: estudio piloto.Survey on services of hospital care in perinatal mental health Catalonia and Balearic Islands:pilot study.

JM Farré1, G. Lasheras1, P. Molina1, G. Mestre1

1Unitat de Salut Mental Perinatal i Reproductiva. S. Psiquiatría, Psicología y Medicina Psicosomática.Hospital Universitario Quirón Dexeus.

Palabras clave: Salud mental perinatal, Cataluña, sondeo.Key words: Perinatal mental health, Catalonia, survey.

A fin de conocer el estado actual de los dispositivos hospitalarios en salud mental perinatal, se sondeóel área de Cataluña y Baleares, mediante una encuesta estandarizada enviada por correo electrónico.

Los resultados, sobre un total de 27 hospitales, revelaron que solo tres hospitales de Cataluña (11 %del total), disponen de una unidad específica para la atención a la salud mental perinatal, y que estosestán compuestos por un equipo profesional multidisciplinar, siendo los profesionales comunes psi-quiatras y psicólogos/as. Asimismo, se detecta la baja tasa de hospitales (11 %) que utilizan instrumen-tos de evaluación sistemática de forma protocolizada. Respecto al empleo de métodos de cribado paradetectar trastornos mentales relacionados tanto con el embarazo como con el nacimiento, hallamosuna cifra del 18 %. La comorbilidad psiquiátrica, se evalúa en un 80 % de los hospitales medianteexploración psicopatológica básica; en caso de detectarse psicopatología, el 77 % actúan medianteinterconsulta psiquiátrica, y solo un 23 % ofrece un programa de apoyo asistencial específico. Los tras-tornos psicopatológicos más atendidos en este periodo fueron: depresión en el embarazo (55,56 %),depresión posparto (22,22 %); ansiedad (18,52 %), duelo por muerte fetal (14,82 %), psicosis puerpe-ral (11,11 %), trastornos adaptativos por aborto y del vínculo posparto (11,11 %). Ningún hospital dis-ponía de hospitalización madre-bebé. En tan sólo un 11 % de los hospitales es posible la hospitaliza-ción psiquiátrica para las madres y, en caso de ingreso por muerte fetal la interconsulta de realiza deforma protocolizada en un 18 %, (5 hospitales). Respecto a los protocolos de actuación específica,hallamos que el 26 % de los hospitales son los que disponen de ellos. Un 15 % se dedican a investigar

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en este campo, coincidiendo con los hospitales que disponen de unidad específica a la atención peri-natal. Finalmente, 12 hospitales presentaron sugerencias y consejos tanto a nivel colaborativo conotros departamentos como en posibilidad de formación; un 44 % autovaloraron su unidad como“regular” y un 50 % la valoraron como “mal”.

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Anaïs Orobitg1

1Psicóloga. Consejo de Redacción (SPMIJ)

The relationship between self-image and social anxiety in adolescenceMaria Di Blasi, Paola Cavani, Laura Pavia, Rosa Lo Baido, Sabina La Grutta andAdriano Schimmenti.

Child and Adolescent Mental Health 2015.

A día de hoy, existen pocos estudios relacionados con los trastornos de la auto -imagen y la ansiedad. Esta investigación ha analizado la correlación de la autoima-

gen negativa con los problemas de comportamiento y síntomas psiquiátricos en la adolescencia.La muestra fue de 1305 adolescentes de entre 14 y 19 años de edad. Se utilizaron instrumentos de

auto-informe de la propia imagen corporal y del trastorno de ansiedad social.Se observó que una parte de los estudiantes habían obtenido niveles de ansiedad social elevados.

Las puntuaciones, donde la escala de autoimagen resultó deteriorada, se asociaron también con nive-les altos de ansiedad social.

Así pues, se puede considerar que una autoimagen negativa puede ser de gran importancia en lamanifestación de los síntomas de ansiedad social.

Associations between early alcohol and tobacco use and prolongedtime to puberty in boysE. M. Davis, J. D. Peck, B. M. Peck and H. B. KaplanChild: Care, Health and Development.

Este estudio ha vinculado el uso de alcohol y de tabaco con la maduraciónsexual y el desarrollo de las características sexuales.

La muestra fue de 3.199 niños de edades comprendidas entre 11 y 21 años. Todos ellos indicaronlas edades en las que observaron crecimiento del vello corporal, engrosamiento de la voz y crecimientodel vello facial.

Los resultados revelaron que el consumo de tabaco no se asoció de forma significativa con los mar-cadores de la pubertad. Sin embargo, se confirmó que el alcohol puede inhibir la pubertad en losniños y en los jóvenes, por tanto, puede ser un disruptivo para el desarrollo normal de la pubertad.

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NOTICIAS DE PSICOSOMÁTICAINFANTO-JUVENIL (SPMIJ) CUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

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Aggression in children with autism spectrum disorders and a clinic-referred comparison group

Cristian Farmer, Eric Butter, Micah O. Mazurek, Charles Cowan, Janet Lainhart, Edwin HCook, Mary Beth DeWitt and Michael Aman.

Autism 2015.

En la actualidad no existen muchos estudios que analicen el comportamientode un niño con trastorno de espectro autista y lleven a cabo una comparación con otros grupos. Estainvestigación seleccionó a 657 niños y, mediante el test The Children’s Scale for Hostility and Agression:Reactive/Proactive y la subescala de Agresión del test Child Behavior Checklist, se clasificaron a los niñosde la siguiente manera: 414 niños fueron diagnosticados de trastorno del espectro autista (69% tras-torno autista, 24% trastorno generalizado del desarrollo no especificado, 7% trastorno de Asperger), y243 niños fueron clasificados sin trastorno del espectro autista. Los resultados mostraron que nohabía correlación entre el sexo y la agresión. No obstante, las puntuaciones más bajas en el coeficienteintelectual, las conductas adaptativas y las medidas de comunicación se asociaron con más agresiónfísica.

Developmental dyslexia: predicting individual risk

Paul A. Thompson, Charles Hulme, Hannah M.Nash, Debbie Gooch, Emma Haviou-Thomas and Margaret J. Snowling.

Journal of Child Psychology and Psychiatry 2015.

La dislexia es un trastorno del aprendizaje, clasificado en los trastornos deneurodesarrollo y con un inicio temprano. Esta investigación pretende identificar factores de riesgo enla dislexia con el fin de mejorar la detección precoz de este trastorno. Se estudió a 260 niños desde los3 años y 6 meses hasta los 8 años de edad. A cada niño se le administró, anualmente, una bateríacompleta, evaluando la parte cognitiva, el lenguaje y pruebas de alfabetización. A los 8 años se lesdiagnosticaba de disléxicos o no. Se observó que los antecedentes familiares son un predictor deriesgo. También las dificultades en habilidades lingüísticas son predictores significativos en los niñospreescolares. Sin embargo, se descubrió que el retraso temprano del lenguaje, establecido como factorde riesgo para la dislexia, no es un buen predictor. Esto se debe a que muchos niños resuelven sus difi-cultades cuando aprenden a leer con normalidad, pero sí que se deberá tener en cuenta, que es proba-ble que manifiesten una mala comprensión lectora y otras dificultades, incluyendo problemas sociales.

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… Son los que han transcurrido desde la primera Jornada de Terapia del Comportamiento yMedicina Conductual de la práctica médica. Tozudamente el Dr. E. Álvarez (Jefe del Servicio dePsiquiatría del Hospital Universitario Sant Pau de Barcelona)y el Dr. J.M. Farré (jefe del Serviciode Psiquiatría y Medicina Psicosomática del Hospital Universitario Dexeus) han repetido una fór-mula sencilla y original en la que fundamentalmente se presentan comunicaciones breves –y libres–sobre la terapia cognitivo conductual y su aleación o no con los psicofármacos y la Medicina Psi -cosomática, entendida en la dimensión relacionada con la psicología de la salud y el formato propiode la medicina conductual. Instituciones tanto universitarias como clínicas,¡este año fueran curiosa-mente 30!, exponen sus inquietudes, sus líneas de investigación y los mares en que navegan tanto enla asistencia como en la docencia. Que hayan conseguido que esta nave ancle cada año en un puertotan seguro y consolidado, significa que la fórmula es precisa, exacta y con garantía de éxito. Cuader -nos desde hace 20 años es la revista oficial de la jornada y en vías de expansión; de ahí esta crónica.

El 26 de marzo arrancó con la ponencia-marco sobre Adolescencia y Sexo de la cual fueron coor-dinadores M. Agulló, A. Orobitg y M. Sánchez, los tres miembros de la Sección de Psico somáticaInfanto-Juvenil de Cuadernos responsable de la organización de esta ponencia. La inició E. Maideucon el algoritmo pedagógico de la sexualidad en adolescentes. El mítico pediatra de Ripoll, –unestudioso de la pedagogía sexual reconocido internacionalmente– presentó una propuesta rompe-dora y especialmente dura para el establishment que publicaremos íntegra en un próximo número deCuadernos. S. Egea presentó la vivencia de la sexualidad de los adolescentes de hoy concluyendoque, una mayor educación sexual en edades tempranas se traduce en un menor riesgo para la saludsexual y en una menor posibilidad de prácticas de riesgo. N. Parera, ginecóloga especialista en ado-lescentes del H. U. Dexeus expuso cómo motivar a los adolescentes para el correcto uso de los anti-conceptivos, presentando distintas estrategias para mejorar su eficacia como, por ejemplo, propor-cionar una educación sexual de calidad y facilitar el acceso a consulta. M.D. Petitbó presentó laUnidad Funcional de Atención a los Abusos Sexuales a Menores (UFAM) del Hospital Sant Joan deDéu de Barcelona, aclarando los objetivos de la unidad, sus vías de acceso y el circuito asistencial.Finalizó la ponencia N. Pereda, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) queabordó las consecuencias psicopatológicas de los abusos sexuales a menores, remarcando principal-mente alteraciones del estado de ánimo y afectivas a corto y largo plazo.

La Mesa Debate tuvo el Mindfulness como tema central. J.M. Peri, psicólogo del HospitalClínico, fue el moderador y J. Soler, de Hospital Universitario de Sant Pau, el discusor. Se iniciócon la relación entre las experiencias traumáticas primerizas y attachment del adulto, un estudiopreliminar en pacientes con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) a cargo de M. Crespo y col.,del Hospital de Igualada, en el que demostraron que las personas con TLP presentan mayores nive-les de vinculación ansiosa y evitativa asociándolo a mayor severidad clínica. El potente equipo deSant Pau, estudioso del TLP y sus distintos abordajes, inició aquí su triple participación con H.Navarro y col. que expusieron los predictores del Mindfulness disposicional a partir de un estudiode la influencia del trauma infantil y los rasgos del personalidad en el TLP; encontraron asociaciónentre el abuso sexual y los déficits en Mindfulness en las facetas de actuación consistente y no jui-cio, así como asociación negativa entre el neuroticismo y las facetas del Mindfulness de actuación

XXX Jornada de Terapia del Comportamiento y MedicinaConductual en la práctica clínica

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CRÓNICAS DE CUADERNOS CUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

30 AÑOS...

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consistente, no juicio y no reacción, La ponencia de A. Feliu Soler y col. versó sobre la intervenciónen autocompasión en TLP, en la que mediante diez semanas de Mindfulness, tres de autocompasióny Terapia Dialéctica Conductual se obtenían mejorías significativas de la sintomatología límite en laaceptación, la autocrítica y la autocompasión. La prevención de recaídas en la depresión con activa-ción conductual y Mindfulness de la mano de M. Elices y col. cerró la mesa, resultando el Mind -fulness una técnica claramente más efectiva para reducir la sintomatología clínica.

El resto de la Jornada fue, como ya es tradición, una “kermesse” de comunicaciones. Se inició laprimera Mesa moderada por M.J. Martín del Hospital Mutua de Terrassa y contando con el profesorA. Bados, con una cuestión planteada por J. Puntí (Hospital Parc Taulí de Sabadell): ¿Es enferme-dad mental toda la población atendida en los dispositivos de salud mental infanto-juvenil? Enfatizóla importancia de las habilidades terapéuticas por encima de las técnicas y propuso psicoeducar yevitar psiquiatrizar en exceso. Subsiguientemente O. Hernández, profesor de la Universitat deGirona, y col., presentaron el policonsumo de drogas y su relación con la actividad física en jóvenesuniversitarios, destacando en los resultados finales la relación negativa entre el consumo de canna-bis y la práctica de algún deporte, reflejándose éste como un importante factor protector para el con-sumo de drogas. A continuación R. Vidal y G. Parramon, del Hospital Universitario de la Vall deHebrón, expusieron el abordaje psicológico en adolescentes con TDAH, proponiendo la terapia cog-nitivo-conductual grupal como tratamiento significativamente eficaz de diversos síntomas del tras-torno. A. Pérez y col., de la Unidad de Terapia de Conducta de la Universidad de Barcelona (UB),mostraron la Reelaboración Imaginal (RI) de recuerdos traumáticos tempranos en la fobia social.La RI resulta eficaz cuando los métodos tradicionales son ineficaces e insuficientes, siendo muyindicada para pacientes que refieren tener imágenes recurrentes, ya que esta técnica cambia la valo-ración del recuerdo traumático, devalúa su connotación negativa y proporciona nuevas imágenessobre uno mismo. La mesa finalizó con S. Saeb y col. del Hospital de la Maternitat y su trabajosobre el impacto de la violencia extrema en las calles y otras experiencias traumáticas en la saludmental perinatal de mujeres mejicanas; las experiencias traumáticas durante la vida de la mujer,como homicidios, desapariciones, torturas y tratos inhumanos, como era de esperar, influyeron cla-ramente en la clínica postraumática.

Con N. Mallorquí del Hospital Universitario Dexeus como moderadora y J. Deus de la UAB seabordó la Fibromialgia (FM). A. García Fontanals y col. –UAB- relacionaron la VulnerabilidadPsicopatológica con las dimensiones de la personalidad en pacientes con FM. Los afectados sin psi-copatología presentaban menor búsqueda de novedad y mayor evitación del riesgo en comparacióncon las personas con FM y psicopatología. A. Kiskeri y col., del Hospital Santa Maria de Lleida,expusieron la intervención grupal en FM y su relación con funciones ejecutivas; obtuvieron resulta-dos de clara mejoría de las variables emocionales, pero no influyeron en la mejoría de las variablescognitivas, puesto que los déficits cognitivos en FM no estarían únicamente asociados a dichasvariables emocionales. Finalizaron R. de la Vega y col., de la Universidad Rovira i Virgili (URV) deTarragona, con la presentación de “Fibroline” una aplicación para la intervención en jóvenes conFM, tratamiento autoadministrado, centrado en la terapia cognitivo-conductual, de una duración denueve semanas.

El tema de la Conducta Alimentaria (TCA) fue moderado por K. Gunnard, del H. U. Dexeus, ydiscutido por C. Saldaña, del Departamento de Psicología de la Universidad de Barcelona. M. S.Castillo y col., de Hospital Mutua de Terrassa, afrontaron la disregulación emocional en el TCAobteniendo, entre los resultados, que las personas afectadas presentan mayores dificultades en losprocesos de regulación emocional las cuales se incrementan con la edad; el grupo TCA bulímico y/opurgativo (en diferencia al restrictivo) presenta dificultades superiores en la regulación emocional

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en la escala de descontrol. I. Tolosa y col., del H.U. Dexeus, presentó un estudio colaborativo sobreinsatisfacción corporal y sintomatología alimentaria y los factores que interfieren en la sexualidadfemenina en mujeres con TCA. Los resultados principales fueron que, a mayor insatisfacción corpo-ral, mayor índice de disfunción sexual (DS) y menor satisfacción sexual (SS); a mayor sintomatolo-gía del TCA mayor prevalencia de DA y menor SS. El grupo de Impulso por la Delgadez puro pre-sentó mayor insatisfacción corporal, mayor patología alimentaria y mayor índice de DS en compa-ración al grupo de Impulso por la Delgadez moderado. Se trató la implicación de la actividad físicaen la Anorexia Nerviosa y el resultado del tratamiento, un análisis de predicción de S. Sauchelli ycol., en el que se expuso que una actividad física moderada-fuerte puede resultar beneficiosa paralos resultados del tratamiento del hospital de día. La mesa se cerró con la exposición de M.Vahidraghef y col., un estudio sobre el efecto de la formación en la TCC en mejorar el autoconceptoen mujeres en Irán, con resultados claramente positivos.

Se cerró la Jornada con una Mesa moderada por G. Lasheras del H.U. Dexeus y discutida por J.A. Monreal del Hospital Parc Taulí. N. Colomer y col., de la UAB, abordaron las alteraciones delseguimiento ocular en sujetos con rasgos esquizotípicos. Encontraron una tendencia a realizar másalteraciones en el seguimiento ocular y peor ejecución en pruebas más complicadas. La ponencia deS. García y col., de la misma Universidad, se centró en los antecedentes familiares y el patrón neu-rológico en pacientes con trastorno psicótico y síntomas obsesivos, planteando un perfil diferencialdel subtipo esquizo-obsesivo; los pacientes esquizotípicos presentan una historia familiar y unpatrón neurocognitivo que no se diferencia del resto de pacientes diagnosticados de trastorno psicó-tico, pero la mayor presencia de familiares diagnosticados de trastorno obsesivo-compulsivo y unmayor déficit de las funciones cognitivas relevantes en los trastornos psicóticos (en ejecutivas pri-mordialmente) podrían ser indicadores de severidad. P. Palau, psiquiatra del Hospital de Granollers,presentó la influencia de la contención mecánica sobre la posterior vinculación, cuestionando hastaqué punto es perjudicial para poder vincularse de manera adecuada. I. Merino y col., del Depar -tamento de Psicología de la UB, presentaron un trabajo sobre ira y hostilidad con propuestas en elabordaje psicológico y las alternativas de acción para el profesional. Algo que es de agradecerdebido a la elevada prevalencia de pacientes difíciles con una amplia variedad de diagnósticos quepueden cursar con ira y hostilidad. Se cerró la mesa con el programa de tratamiento de autoayudaonline del trastorno de ansiedad, un soporte psicológico pautado versus no pautado por P. Oro -mendia (Consorcio Sanitario Hospitalario de Terrassa). El tratamiento online y el apoyo psicológicopautados conjuntos producen una mayor mejoría clínica y pese a que ambos grupos mejoraron conel tratamiento, la dimensión del efecto es mayor en el apoyo psicológico pautado y se asocia a unamejor adherencia terapéutica.

En la Sesión de Clausura, presidida por los profesores R. Torrubia y R. Raich, se otorgó el pre-mio a la mejor comunicación a la ponencia de J. Puntí y se entregó el Diploma de Honor de la XXXJornada al profesor M. Valdés con glosa de la Dra. R. Sender.

La XXXI jornada ya calienta motores: será el 17 de marzo de 2016.

Míriam Sánchez Matas y Helena Domínguez CagnonConsejo de Redacción

[email protected]

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En el ámbito de la Salud Mental existen grancantidad de publicaciones orientadas hacia los pro-fesionales, que aportan herramientas válidas deintervención para la práctica clínica. Sin embar -go, no son tantos los libros destinados a los pa -cientes, que permitan integrar los conceptos abor-dados en el contexto terapéutico, complementan -do, de este modo, la psicoterapia de elección.

Es bien sabido que la biblioterapia incrementala motivación del paciente a la vez que mejora lacapacidad de resolución de problemas y, por tanto,no es de extrañar que Isabel Serrano y M. Cami -no Escolar aborden, desde esta perspectiva, unaproblemática tan común entre los jóvenes estudian -tes como es la ansiedad ante los exámenes. Nos en -contramos ante un completo y entendedor libro (1)que debería ser indispensable para docentes y alum -nos, como herramienta auxiliar al trabajo terapéu-tico.

Asimismo, su destacable claridad se asocia asu estructura, compuesta por dos bloques centra-les; por un lado, una aproximación teórica a laansiedad en el contexto académico y, por otro, unconjunto de estrategias que facilitan una gestiónadaptativa de esta ansiedad.

Las autoras llevan a cabo una distinción con-ceptual entre ansiedad racional e irracional, a finde adaptarse al perfil ansioso presentado por cadaestudiante, y las vinculan, de manera extremada-mente didáctica, a distintos casos clínicos y a es -trategias adaptativas. Por tanto, el lector puedellevar a cabo un recorrido por las distintas herra-mientas de control fisiológico y cognitivo de laansiedad irracional, presentada por estudiantes quetienen habilidades de estudio adecuadas pero suselevados niveles de ansiedad interfieren en su ren-dimiento. Se aborda la relajación progresiva deJacobson, el procedimiento de respiración com-pleta de Labrador y el control de los patrones de

respuesta cognitiva mediante la reestructuracióncognitiva y la exposición en imaginación. Asimis -mo, a fin de garantizar un abordaje efectivo de laansiedad racional, propia de aquellos alumnos quepresentan déficits en su conducta de estudio, lasautoras brindan una brillante explicación de estra-tegias de autocontrol y técnicas de estudio.

Nos encontramos, por tanto, ante un texto quepersigue afrontar una problemática multidimen-sional crucial, la ansiedad en el contexto acadé-mico, que supone una interferencia tanto en losresultados académicos de los estudiantes como ensu estado de ánimo, dado que genera frustración yotras emociones negativas que influyen negativa-mente en otros contextos vitales.

Este libro descansa sobre un marco teórico derelevante evidencia empírica, la Terapia Cognitivo-Conductual, y hace uso de estrategias prácticas efec -tivas, tanto cognitivas como conductuales. Se trata,por tanto, de un complemento terapéutico esencial.

La recomendación: Un libro imprescindible,didáctico y completo sobre una problemática muycomún y poco atendida hasta el momento. Paraestudiantes y docentes interesados en la gestiónefectiva de la ansiedad ante los exámenes.

Gemma Mestre BachPsicóloga

Servicio de Psiquiatría, Psicología y MedicinaPsicosomática. Hospital Universitario

Dexeus, [email protected]

(1) Serrano , I y Esco lar, C. (2015). Cómo vencertus problemas de ansiedad ante los exámenes.Madrid: Ed. Pirámide.

COMENTARIO DE LIBROSCUADERNOS DE

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

Ansiedad ante los exámenes: la historia interminable

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¿Estamos realmente preparados para convivir conun adolescente?

Actualmente, la adolescencia es vista comouna etapa difícil en la cual los padres suelen te -mer que sus hijos se vuelvan más rebeldes e iras-cibles complicándose así la capacidad de éstospara controlar sus actitudes, sus actos… Al serun tema que está teniendo cada vez más importan-cia y repercusión, es aconsejable que se les pro-porcionen a los padres las ayudas y guías necesa-rias para poder afrontar y prevenir los posiblesconflictos que se den durante estos años. Así mis -mo es conveniente tener en cuenta que en la so -ciedad de hoy en día prevalece la tecnología porencima de todo, conllevando a un mayor distan-ciamiento en el entorno familiar.

Con tal de adentrarnos en este tránsito de emo -ciones y vivencias, Elías Argüello Alonso1 pro-pone una serie de estrategias y consejos agrupa-dos en un manual para facilitar a los padres la com -prensión de los adolescentes y de los cambios quellevan consigo mismos. Dirigido a un público am -plio, pero muy en especial a aquellos padres cuyoshijos se adentran o ya están en la adolescencia.Este acercamiento lo propone desde un punto devista cercano e informal ayudándose de un len-guaje sencillo y de ejemplos y experiencias vivi-das por otros padres que aumentan la empatía delos lectores hacia ellos.

Adentrándonos en el formato del libro, este cons -ta de cuatro partes bien diferenciadas las cuales em -piezan y terminan con la misma estructura. La pri -mera de ellas, titulada Ser padres: una situación deriesgo, nos introduce en las situaciones cotidianasen las que se encuentran los padres en el procesode cambio que realiza su hijo. La segunda parte ti -tulada El tiempo del adolescente, presenta las es -trategias que utilizan los padres para ayudar a sushijos a administrar su tiempo libre, entre el cual,el empleado en las redes sociales. Este aspecto esde gran importancia ya que, actualmente, la depen -dencia de las redes sociales conlleva un mayor dis -

tanciamiento familiar. La tercera parte titulada Pre -viniendo problemas, nos menciona los conflictosmás comunes de la adolescencia tales como el con -sumo de drogas, así como también consejos parapoder prevenirlos. Cómo ayudarles a madurar, mues -tra un proyecto común de desarrollo. Destaque -mos el capítulo titulado Mejorando su autoesti -ma, que nos aporta estrategias que fomentan lacapacidad de los padres para ayudar a los adoles-centes a mejorar su autoestima.

Elías Argüello nos proporciona consejos queestán más enfocados a prevenir los conflictos fa -miliares que a solucionarlos, así como a determi-nar que el proceso de crecimiento de los hijos seael correcto. Es importante destacar que el autorlogra aumentar la atención del lector a partir delos ejemplos expuestos durante el libro los cualesson amenos y usuales en la mayoría de las estruc-turas familiares. Muestra así un retrato más jo -vial de los conflictos que suelen emerger en unafamilia facilitando una mayor identificación dellector hacia las historias comentadas.

La recomendación: Una buena guía para aque -llos padres cuyos hijos son preadolescentes, yaque les mostrará las posibles problemáticas y con-flictos en las que se encontrarán probablementeen pocos años o incluso meses. Además, les pro-porcionará pautas acerca de cómo prevenir con-ductas no deseadas, facilitando a la vez, una me -jor relación familiar en esta etapa a veces tanconflictiva..

Inés Llor y Patricia UrizSección de Psicosomática Infanto-Juvenil

(colaboradoras)

(1) Argüello Alonso E. Convivir con un adolescente.1ªed. Madrid: Ediciones Pirámide; 2014.

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El bienestar psicológico infantil gestionado desde laescuela

Una de las contradicciones, y no se si llamar -lo así, de “nuestro estado del bienestar”, es quepara nuestros niños y adolescentes la escolariza-ción es obligatoria pero la atención sanitaria no ylas estigmatizaciones respecto a la salud mentalno son solamente de nuestra propiedad: la prensadiaria, por ejemplo, es un verdadero muestrario delo que acontece aquí y acullá cuanto a índices epi-demiológicos y tasas de atención. Y uno de nues-tros pilares, la escuela, por suerte, ha ido introdu-ciendo la educación emocional de manera paula-tina, quizás un poco desordenada, pero necesaria.La escuela se podría definir, entre otras múltiplesacepciones, como un agente de acompañamientodel desarrollo cognitivo y de la personalidad y esmuy importante para el educador tener unas refe-rencias que le permitan ajustar su intervención.Incluso las últimas y múltiples regulaciones le -gislativas lo incluyen como objetivo y funcionesde los educadores de todas las etapas.

En este punto, nos encontramos con una ex -celente obra de la Dra. Milagros Fernández-Mo -lina que entra en el bienestar de nuestros peque-ños, con una obra dirigida a educadores de la etapainfantil de 0 a 6 años que podría entenderse per-fectamente como un manual de educación emo-cional (según el Dr. R. Bisquerra, el objetivo dela educación emocional es el desarrollo de compe-tencias emocionales: consciencia emocional, regu -lación emocional, autogestión, inteligencia inter-personal, habilidades de vida y bienestar), que pre -senta un programa de intervención en esa etapadonde se sistematizan unos conceptos básicos pa -ra desarrollar las competencias de los educadores.

El texto está estructurado en dos grandes blo -ques: el concepto de bienestar psicológico in -fantil y una segunda parte dedicada a necesidadesy consecución del bienestar. La primera partedefine cada uno de los conceptos que incluye elbienestar psicológico infantil detallando los fac-tores de riesgo y las competencias del educador,con ejemplificaciones y ejercicios prácticos eva-luables.

En la segunda parte se propone un exhaustivoanálisis de las necesidades de la infancia y las va -riables que intervienen para la consecución delbienestar. Al igual que en el bloque anterior, sepodría pensar quizás en una forma de llegar a lautopía, pero rotundamente no. Se trata del análi-sis de las variables que intervienen y de la capaci-tación profesional para evaluar y desarrollar suscompetencias; de avanzar en las competencias denuestros niños. Se incluyen diversidades como ali -mentación, sueño, control de esfínteres, cognición,lenguaje, socioafectividad… siguiendo la pautadescrita para el primer bloque, es decir, concep-tualización, variables que intervienen, desarrollode competencias profesionales y, además, se in -cluye un nuevo matiz: el asesoramiento a la fa -milia.

Diversos aspectos más a destacar y alguno aretocar. En primer lugar elogiar el esfuerzo quedebe haber supuesto el intentar relacionar las sufi-ciencias profesionales con las competencias a de -sarrollar con la legislación vigente. Milagros Fer -nández-Molina lo resuelve mediante una síntesisde conceptos comunes a legislaciones centrales yautonómicas consiguiendo un resultado tan bri-llante que lo que podría parecer una “dependencia”de la legislación propia de la Junta de Andalucía,en realidad se trata de una aplicabilidad prácticapara todos los educadores de la etapa infantil.

En segundo lugar creemos que también es dedestacar el conceder un papel al educador en elasesoramiento a la familia. Se puede considerarque el educando a todos los efectos es un proyectocomún en el que cada uno tiene su papel que entretodos se ha de construir y es una función primor-dial aprender de la familia y asesorar a la familia.La autora lo incluye como parte de cada una delas variables.

Y en tercer lugar, creemos que hay uno de losconceptos tratados que debería profundizar: el de -sarrollo del lenguaje. Se dedica un capítulo a laintervención cognitivo-lingüística pero en el quese habla básicamente de variables cognitivas, cuan -

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El estudio de la violencia en las relaciones depareja ha ido tomando relevancia durante las últi-mas décadas, convirtiéndose en un grave pro-blema social, con una alta repercusión a nivelnacional e internacional. Según las últimas esta-dísticas del Ministerio de Sanidad (1), en los últi-mos 10 años se han descrito de media unas 69.5víctimas mortales a causa de la violencia en elcontexto de las relaciones de pareja. La mayoríade estas víctimas comprenden una edad entre los21 y los 64 años. Todo ello hace que, cuando pen -semos en violencia dentro de las relaciones, ten-damos a describir un perfil de pareja adulta. Noobstante, las víctimas mortales son la última evi-dencia de esa vejación, pero dicha brutal agresiónmantiene un recorrido, un inicio y un transcursoa lo largo del tiempo. Tal y como nos muestran enViolencia en el noviazgo; realidad y prevención(Muñoz, González, Fernández-González y Fernán -dez, 2015)(2) la violencia en las relaciones ínti-mas suele aparecer en la adolescencia, cuando seestablecen las primeras relaciones de noviazgo.Las autoras, con un amplio recorrido en el estu-dio de la coacción en las relaciones de noviazgoen jóvenes españoles, nos brindan la oportunidadde adentrarnos en este tema a través de un textomuy didáctico, especializado e indicado tanto para

los profesionales interesados en el ámbito de laadolescencia y en el origen del componente vio-lento en las relaciones (psicólogos, educadores,profesionales de la salud, profesionales del ámbi -to judicial…) como para familiares y los propiosadolescentes en riesgo.

Desde el inicio se hace un especial hincapié enlos distintos tipos de violencia; como se desenca-denan unos con otros y van aumentando sus for-mas de expresión en las distintas fases.

También se muestra una revisión que ofrececlaves esenciales para una buena detección de si -tuaciones de riesgo, elementos de alarma y predis-posición. Mención especial merecen los amplioscapítulos dedicados a la prevención, que abarcanel contexto individual, familiar y educativo. En elplano individual, resulta de gran utilidad los re -cursos que exponen (listado de pensamientos dis-torsionados que justifican la violencia y la desi-gualdad acompañados de las actitudes alternativasque se pueden proponer, respuestas a cuestioneshabituales en adolescentes…) ya que muestran có -mo puede pensar, actuar y sentirse un adolescentedelante de una situación de atropello en la rela-ción. Ello, tanto a nivel profesional como fami-liar nos facilita herramientas para poder detectar eintervenir de manera más cercana y conectar mej -

Violencia y relaciones: sus inicios

do desde nuestra perspectiva (discutible, por su -puesto) el lenguaje podría entenderse como unavariable con entidad suficiente o incluso comouna herramienta básica para el desarrollo de: va -riables cognitivas, a nivel conceptual, variablesde riesgo, competencias profesionales y asesora-miento a familias.

La recomendación: Un magnífico manual paraprofesionales. La autora lo describe como objetivo,nosotros añadimos los adjetivos. Dicho en otrostérminos, es un verdadero ejercicio de aprendizaje,desarrollo profesional y papel a otorgar a la fami-lia. Coincidimos en el objetivo: la necesidad de for-mar profesionales, expertos en las variables queintervienen en su quehacer de cada día, en la for-

mación inicial y en la continuada. El texto lo cum-ple con creces.

Miquel Agulló i BarbéPsicólogo

Coordinador de la Sección de PsicosomáticaInfanto-Juvenil

[email protected]

(1) Fernández-Molina, M. Bienestar psicológico infantil.Detección, prevención y optimización en la escuelainfantil. Madrid: Ed. Pirámide; 2015.

(2) Bisquerra, R. Educación emocional. Disponible en:http://www.rafaelbisquerra.com/es/educacion-emo-cional.html.

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or con los miedos, preguntas, dudas y emocionesde los adolescentes en situación de riesgo o de vio -lencia expresada. Por último, destacar el extensolistado de preguntas para la detección de relacio-nes coactivas que se nos ofrece en el último capí-tulo como modelo de entrevista para facilitar ladetección de situaciones agresivas.

Todo ello hace que dicho manual resulte un so -porte muy útil para los profesionales e interesa-dos. Nos puede aportar una sólida base sobre esteamplio ámbito conductual.

La recomendación: : Para conocer un poco mássobre los orígenes de la violencia en las relacio-nes sentimentales, de la adolescencia, del noviaz -go y de cómo se puede prevenir este fenómenoactual, que impacta en nuestra realidad.

Iris Tolosa SolaPsicóloga

Hospital Universitari Quirón-DexeusConsejo de Redacción

[email protected]

(1) Delegación del Gobierno para la Violencia de Género(Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad):http://www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/datosEstadisticos/home.htm.

(2) Muñoz-Rivas, M., González-Lozano, P., Fernán -dez-González, L. y Fernández-Ramos, S. (2015).Violencia en el noviazgo: realidad y prevención.Madrid, España: Pirámide.

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Anunciada o no: la muerte se enseñaEn una sociedad como la nuestra, en la que la

muerte es, con demasiada frecuencia, un tema con -versacional desértico, hallamos en este libro unoasis que reivindica con impecables argumentosla necesidad de derribar el tabú de la muerte en laeducación formal. Partiendo de una amplia expe-riencia, sus autores ponen a disposición del lectorinteresantes y abundantes recursos en clave emi-nentemente práctica para abordar este desafío (1).

El punto de partida es la idea de que la muertees un destino de viaje ineludible para el que “ne -cesitamos reflexionar, comunicar, compartir, in -dagar, acompañar y ser acompañados”, tanto ani vel personal como colectivo; un final para elque sin embargo, estamos en general poco prepa-rados. Esto hace que nos sintamos inseguros, nosolo ante nuestro crepúsculo personal, pero tam-bién ante la responsabilidad y deseo de apoyar anuestros niños y jóvenes en sus pérdidas. Puestoque según afirman sus autores, “la ignorancia yel miedo se nutren mutuamente”, este es un libroque no escoge combatir la muerte, sino la falta deconocimiento y de recursos ante ésta. El lector seenfrentará, eso sí, a una elección de vida: intentarvivir sin dificultades a corto plazo evitando aque-llo a lo que más le teme o aceptar la muerte co -mo parte de la vida y forjar, para sí mismo y los

suyos, “una felicidad que integre la realidad dela muerte como orientadora de vida”. Si decide servaliente y prepararse para la finitud o bien tomarla riendas una vez se ha manifestado, esta obracogerá su mano y le guiará para entender y apro-vechar las posibilidades transformadoras que en -cierra la muerte, mediante una aproximación pro-gresiva, cuidadosa y sensible. Entre estas posibi-lidades está la promesa de satisfacción y la pazque proporciona el saber que, a pesar del dolor quenos atraviesa en la pérdida, contamos con recur-sos para comunicarnos con nuestros hijos y alum -nos y ayudarles a digerir y a salir fortalecidos deestas.

En el primer capítulo, los autores exponen al -gunos de los motivos por los cuales la muertecontinúa manteniendo su condición de tabú socialy educativo, como la falta de formación específicaen este ámbito educativo inédito y su impacto enel modo de intervención y acompañamiento enlas pérdidas. En él se expone cómo el conoci-miento adecuado sobre la muerte puede desembo-car en una mayor humanidad y riqueza personal,completando y orientando nuestra mirada a la vi -da, así como favoreciendo una mejor elaboracióndel duelo. Así pues, se invita a reemplazar los re -curridos métodos evasivos y tergiversadores por

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otros más formativos, basados en el conocimien -to, el cariño y el profundo respeto hacia el niño;métodos que, por otra parte, han demostrado em -píricamente ser un auténtico resguardo y cataliza-dor de una vida más saludable y consciente. Se -guidamente, se presentan los objetivos de la edu-cación para la muerte y los principios pedagógicosmás adecuados para guiar la intervención o elacompañamiento en cada franja de edad, desde pri-mera infancia a la universidad, pasando por laPrimaria y la adolescencia.

En nuestro esfuerzo por proteger a los meno-res de un mundo que puede ser tan bello comohostil, silenciamos la muerte, o peor aún, la ter-giversamos con engaños que, aunque bieninten-cionados, no hacen más que aumentar la sensa-ción de inseguridad y confusión en ellos, a quie-nes nada se les escapa o que, cuanto menos, todolo intuyen. Siguiendo este hilo, el segundo capí-tulo nos insta a reflexionar: ¿Les protegemos aellos del dolor o principalmente del miedo a unagestión invasiva?; ¿Son ellos los que juzgamoscomo no preparados para sobrellevar la pérdida osomos nosotros los que eludimos una responsabi-lidad que nos sobrepasa?; ¿Sabemos diferenciarentre el sufrimiento injusto e innecesario de aquelque es inherente a la vida? Como bien señalan losautores, los niños que un día fuimos empiezan suvida sin temerle a la muerte y poco a poco adquie -ren este miedo. Por fortuna, esto no tiene por quénecesariamente darse así.

El lector tendrá la oportunidad de comenzar afamiliarizarse con numerosos recursos disponi-bles y contrastados que le facilitarán el abordajeeducativo de esta temática y el establecimiento deun vínculo de confianza y apoyo mutuo con losniños. Hallará propuestas didácticas atractivas yestructuradas con detalle, clasificadas además enfunción de la edad y de su pertinencia, según sepongan en práctica previamente a la ocurrencia deuna pérdida o en el “ojo del huracán”; actividadesnormalizadoras y paliativas basadas en el cine, laliteratura, las actividades de servicio y la creativi-

dad artística que podrá utilizar tanto para el acom-pañamiento individual del duelo como el colec-tivo, en el ámbito escolar y en el familiar.

Especifica actividades apropiadas para adoles-centes basadas en el tratamiento de la muerte através de diez noticias y es, dicho sea de paso, deconsulta recomendada para cualquier profesionalde la comunicación. Presentan asimismo una se -rie de casos reales que facilitan la comprensión yla aplicación de lo aprendido, permitiendo al lec-tor comprender y juzgar por sí mismo la perti-nencia de la actuación recomendada en cada caso.Comprobará, por ejemplo, el valor de sustituirlas frases hechas por escucha sensible y del ofre-cimiento de ayuda y podrá comprender de qué ma -nera ajustar a la vida real los conocimientos pre-viamente presentados. El final condensa, en un“decálogo de buenas prácticas”, los principios quedeberían orientar, en la medida de lo posible, elacompañamiento del menor en el contexto fami-liar. Muy interesante resulta la recomendación deno reprimir las expresiones emocionales de tris-teza, un error en el que típicamente solemos incu-rrir.

La recomendación: Obra gratamente sorpren-dente e inspiradora, que aúna dos grandes cualida-des deseables en cualquier libro de consulta: unaselecta y sólida fundamentación teórica y una granutilidad práctica. Una acertada elección de Pirá -mide, que sin duda resultará de interés para todosaquellos padres y educadores interesados en el cre-cimiento personal y en la resiliencia de los niños yjóvenes.

Helena Domínguez CagnonConsejo de Redacción

Psicóloga H.U. Dexeus

(1) Rodríguez, P., de la Herrán, A. y Cortina, M. (2015).Educar y vivir teniendo en cuenta la muerte. Madrid:Pirámide.

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He ahí un título sugerente(1), y que no defrau-dará al lector –curioso y ávido– de conocer mejorese que es seguramente el órgano más fascinante,pero también más complejo del ser humano. Co -mo no podía ser de otra manera esta obra no surgeal azar, sino gracias a visionarios como RafaelGómez, médico y empresario, impulsor del pro -yecto, y dos grandes maestros como son los Dres.Josep María Farré y el Dr Luis Salvador-Carulla,Psiquiatras y Profesores en la Universidad Autó -noma de Barcelona y Sydney respectivamente, quecoordinan la obra.

Como todo viaje inolvidable, la ruta que se si -gue es diferente y original respecto al resto: Suorigen parte de la convocatoria del premio ATLASen Divulgación Científica sobre Neurociencia,impulsado por varias entidades (AECES, TrendyProject y Editorial Siglantana), y como guías deeste trayecto participan diferentes autores de re -nombre, que de una manera clara, atractiva y ge -nerosa nos plantean en cada capítulo distintas cues -tiones del substrato de nuestras conducta, pensa-miento y emociones.

El destino es por tanto aportar un mejor cono-cimiento del entresijo que se concentra en nuestrocerebro, de un poco más de un kilo, pero que ne -cesita el 20 % de nuestra energía, para abastecer avarios billones de neuronas; algunos autores hancomparado el número de neuronas al número deestrellas que componen la Vía Láctea. Seguramen -te los editores han tenido en cuenta esta metáforaen la invitación que nos hacen a la lectura de estaobra: “Viajemos por este universo tan especial,conformado por millones de estrellas que aquíllamamos neuronas y que constituyen el firmamen -to en el que vivimos: nuestro cerebro”

Así, durante este viaje veremos por ejemplocomo los neurotransmisores regulan conductas yemociones, con experiencias y ejemplos claros,abordando emociones complejas. Aprenderemoscómo podemos explorar el cerebro, y conocere-mos los dos principales proyectos de investiga-ción que se están desarrollando en Neurocienciasen EEUU y Europa, los famosos Brain ActivityMap y Human Brain Project.

Se abordan asimismo aspectos de neuroplasti-cidad, neurocognición, metacognición, diferentestrastornos mentales y temas tan complejos comolas relaciones entre las emociones y la razón, elverdadero misterio de la conciencia, o qué escena-rio de futuro nos podría plantear el interfaz cere-bro-ordenador (BCI por sus siglas en inglés, BrainComputer Interface), entre otros.

Al final, a partir de esta pericia y pasión y conesta intención de realizar divulgación de algo tancomplejo como es el cerebro de una manera ame -na, el resultado es una obra excepcional y única,fiel al sello editorial “El objetivo de los editoreses ofrecer el máximo de oportunidades a autoresque tengan cosas que decir, que las digan bien ycon convencimiento. Nos importan tanto las ideascomo los sentimientos, la literatura y la cienciaal alcance de todo el mundo, la osadía o la exac-titud, la claridad y la profundidad. Nos interesaofrecer espacio a estas inquietudes porque cree-mos con pasión que, en momentos difíciles parala cultura, debe hacerse difusión de todos cuan-tos forjan la belleza del lenguaje como elementoprimigenio para luchar contra el conformismo yel tedio”

La recomendación: No lo duden: están anteun proyecto colectivo que va más allá de lasmonografías habituales sobre el tema. Un fasci-nante rastreo por la mente que les deslumbrarápor lo atrevido. A recomendar –como siemprepasa con los libros de alta divulgación– paracuriosos universales, profesionales y alumnos dela siempre multifactorial neurociencia.

J.A. MonrealInternational Editorial Board

Psiquiatra Consorci Sanitari Parc Taulí

Servicio de Psiquiatría

(1) La aventura del cerebro. Viajando por la mente.J.M. Farré, R. Gómez, L. Salvador-Carulla (coordi-nadores). Ed. Siglantana, Barcelona, 2015.

C. Med. Psicosom, Nº 115- 201572

Sobre aventuras y desventuras: el cerebro revisitado

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CUADERNOS DEAGENDA

MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACEREVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

ACTIVIDADES CIENTÍFICAS FECHA INFORMACIÓN CIUDAD

IV Jornadas de Género de la SEPD

XVII Simposio sobre trastornosBipolares

46º Congreso de Sociedad Española deMedicina Psicosomática

XLIII Jornadas Nacionales deSocidrogalohol

XIX Jornada de Teràpia delComportament i Medicina Conductualen la Pràctica Clinica

XVIII Jornadas Nacionales dePatología Dual

18-19 Noviembre 2015

29 Enero 2016

19-21 Febrero 2016

10-12 Marzo 2016

17 Marzo 2016

14-16 Abril 2016

www.patologiadual.es/genero15

VerummedicaTelf.:

934362235/606443265Fax: 93 450 99 77

Website:www.verummedica.com

E-mail:[email protected]

www.semp.org.es

C&Events SolucionesTelf.:960 91 45 45

E-Mail: [email protected]:

www.cevents.eswww.socidrogalcohol.org

Telf.: 93 546 01 11Fax: 93 205 85 12

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Tilesa KenesspainTelf.:+34 913 612 600Fax: +34 913 559 208

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TOLEDO

BARCELONA

SEVILLA

ALICANTE

BARCELONA

MADRID

73C. Med. Psicosom, Nº 115 - 2015

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NORMAS DE PRESENTACIÓN DE TRABAJOS1. La revista de Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de enlace publicará preferentemente traba-jos (artículos originales, revisiones y casos clínicos en formato artículo) relacionados con las actividades inves-tigadoras y clínicas del de la psicología clínica, psiquiatría y psicosomática. Siguiendo los modelos experimen-tales, tanto de origen biológico como –en el caso de las psicoterapias– los que han mostrado evidencia (v.g loscognitivo-conductuales). Dichos trabajos pueden ser publicados en lengua española o inglesa.

2. Los trabajos deben ser remitidos para su publicación al Dr. J.M Farré i Martí, al e-mail: [email protected]

3. Los originales no deben haber sido publicados anteriormente o presentados simultáneamente a otra publica-ción. Los derechos de reproducción por cualquier forma y medio son de la Revista de Cuadernos de MedicinaPsicosomática y Psiquiatría de Enlace. Los autores deben declarar explícitamente si existen o no posibles con-flictos de intereses y deben acompañar el manuscrito de todos los permisos correspondientes para reproducirmaterial previamente publicado que se va a incluir en el manuscrito.

4. La presentación de los trabajos ha de atenerse a las normas de publicación de la APA (American Psycho -logical Association). Siendo algunos de los requisitos básicos:

a. Los trabajos tendrán una extensión máxima de 6000 palabras (que incluirá las referencias bibliográficas,figuras y tablas), en páginas tamaño DIN-A4 y tipo de letra Times New Roman cuerpo 12, con interlineado de1,5 por una cara, con márgenes de 3 cms y numeración en la parte superior derecha.

b. Los artículos pueden escribirse indistintamente en castellano e inglés. La primera página debe contener:título en castellano, inglés y portugués (si los autores fuesen de lengua original portuguesa y así lo desearan).Nombre, apellidos, profesión y lugar de trabajo de cada autor. Nombre y dirección del autor. Teléfono, Fax,Correo electrónico de contacto. La segunda página ha de incluir un resumen en castellano, inglés y portugués(si los autores fuesen de lengua original portuguesa y así lo desearan) (de no más de 250 palabras); y a conti-nuación cuatro palabras-clave en castellano, inglés y portugués (si los autores fuesen de lengua original portu-guesa y así o desearan).

c. Los manuscritos mantendrán, en la medida de lo posible, la estructura siguiente: Introducción, Método,Resultados, Discusión/Conclusión (Discusión y Conclusión pueden emplearse en forma indistinta para elmismo texto) y Referencias.

d. Las citas bibliográficas en el texto se harán con el apellido y años, entre paréntesis y separados por unacoma. Si el nombre del autor forma parte de la narración se pone entre paréntesis sólo el año. Si se trata de dosautores se citan ambos. Cuando el trabajo tiene más de dos y menos de seis autores, se citan todos la primeravez; en las siguientes citas se pone sólo el nombre del primero seguido de “et al” y el año. Cuando haya variascitas en el mismo paréntesis se adopta el orden cronológico. Para identificar trabajos del mismo autor, o auto-res, de la misma fecha, sea añade al año las letras a, b, c, hasta done sea necesario, repitiendo el año.

e. Las referencias bibliográficas deben presentarse al final del artículo y ordenadas alfabéticamente por el nom-bre del autor (o primer autor en caso de que sean varios) siguiendo los siguientes criterios:

i. Libros: Autor (apellido, coma e iniciales de nombre y punto. En caso de varios autores, se separan con comay antes del último con una “y”), punto, año (entre paréntesis), punto, título completo en cursiva, punto, lugarde edición, dos puntos, editorial, punto.

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ii. Capítulos de libros colectivos o Actas: Autor (es) (apellido, coma e iniciales de nombre y punto. En casode varios autores, se separan con coma y antes del último con una “y”), punto, año (entre paréntesis), punto,título del trabajo que se cita, punto, ”En” seguido de los nombres de los autores del libro (inicial, punto, ape-llido) seguido de “Eds.”, “Dir.”, o “Comps.” (entre paréntesis), coma, título del libro en cursiva y, entre parénte -sis, la paginación del capítulo citado, punto, ciudad, dos puntos, editorial.

iii. Artículos de revistas: Autor (apellido, coma e iniciales de nombre y punto. En caso de varios autores, seseparan con coma y antes del último con una “y”), punto, año (entre paréntesis), punto título del artículo,punto, nombre de la revista completo en cursiva, coma, volumen, número entre paréntesis, coma, página ini-cial y final separadas por un guión.

5. Comentarios de Libros: serán presentados formato word, con letra Times New Roman de tamaño 12 coninterlineado 1,5. Encabezado por el título y la correcta referenciación del libró en cuestión. Con una extensiónno superior a 800 palabras.

6. Caso clínico. Los manuscritos mantendrán, en la medida de lo posible, la estructura siguiente, además delos ya indicados en el apartado 4 (excepto 4c):

• Identificación del paciente

• Análisis del motivo de la consulta

• Historia del problema

• Análisis y descripción de las conductas problema

• Establecimiento de las metas del tratamiento

• Estudio de los objetivos terapéuticos

• Selección del tratamiento más adecuado

• Selección y aplicación de las técnicas de evaluación y resultados obtenidos en esta fase

• Aplicación del tratamiento

• Evaluación de la eficacia del tratamiento

• Seguimiento: especificar si se realizó y en qué periodos

• Observaciones

7. A la recepción del trabajo se enviará acuse de recibo al autor principal, pasando directamente a evaluación–externa “por refeeres”– para su posterior publicación. Una vez producida la aceptación definitiva de un trabajopara su publicación (después de posibles modificaciones sugeridas) el autor principal recibirá acuse de acepta-ción. Los artículos serán publicados indistintamente en español y en inglés.

Conflicto de intereses

Todos los autores deben revelar cualquier conflicto de interés económico y/o personal con otras personas uorganizaciones que podrían influir indebidamente su trabajo (causando un sesgo). Ejemplos de posibles conflic-tos de interés: el empleo, propiedad de acciones, honorarios, testimonio de expertos pagados, las solicitudes depatentes/registros y subvenciones u otras financiaciones. Si no hay conflictos de interés, por favor, indique losiguiente: “el/los autores no presentan conflicto de intereses”.

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AUTHOR GUIDELINES: CUADERNOS DE MEDICINA PSICOSOMATICAY PSIQUIATRIA DE ENLACE

1. “Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace” preferably publishes manuscripts thatinclude a focus on experimental and/or biological models as well as empirically proven therapies (e.g.: cogni-tive-behavioural therapy) in clinical psychology, psychiatry and/or psychosomatic medicine. The journal wel-comes original research articles, meta-analyses and literature reviews, clinical cases in article format and lettersto the editor. Suitable manuscripts will be either in Spanish or English.

2. Manuscripts should be submitted through the following e-mail address: [email protected]. Theyshould be addressed to the attention of Dr. JM Farré i Martí.

3. Manuscripts are reviewed with the understanding that they are original, have not been published, and arenot under simultaneous review elsewhere. All authors must approve of the submission, and before publica-tion, the corresponding author should secure permission to name anyone listed under acknowledgments. Mostmanuscripts are sent to outside peer reviewers. The rights of reproduction in any form are property of“Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace”. Authors must state whether potential con-flicts of interest exist and in case of including previously published material in the manuscript, authors mustalso include all corresponding permissions.

4. Manuscripts must comply with the publication standards of APA (American PsychologicalAssociation). Being some of the basic requirements:

a. Papers should not be longer than 6000 words (including references, figures and tables) in DIN-A4 size.The entire document should be in 12 point normal times New Roman, 1.5 spaced, with margins of 3 cm andthe page number placed at the upper right.

b. First page must contain: title in Spanish and English. Authors and affiliations; all names are listedtogether and separated by comas. Affiliations should be keyed to the author's name with superscript numbersand be listed as follows: Laboratory, Institute, Department, Organization, City, and Country. The Corres -ponding Author should be marked with an asterisk. Provide the exact contact address (this time including streetname and city zip code) and email of the corresponding author in a separate paragraph. The second page shouldinclude an abstract in Spanish and English (maximum 250 words) with four key words also in Spanish andEnglish.

c. Manuscripts should be organized as follow: Introduction, Method, Results, Discussion/Conclusion andReferences.

d. All citations in the text must be in the reference list and vice-versa. The references should only includearticles that are published or accepted. In-text citations should be called according to the surname of the firstauthor, followed by the year. For works by 2 authors include both surnames, followed by the year. For morethan two and less than six authors, include all authors at the first citation and in the following ones includethe first author followed by "et al.", followed by the year. For works of more than 6 authors include only thesurname of the first author, followed by et al., followed by the year. If the author's name is part of the narra-tive, only the year shall be bracketed. To identify works by the same author, or authors, of the same date, beadded to the year the letters a, b, c, as required, repeating the year.

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e. References should be listed at the end of the manuscript in alphabetical order conferring the first authorsurname according to the following criteria:

i. Books: Author (Surname, coma, first letter of the name and full stop; in case of multiple authors, sepa-rate with coma and before the last with a "y"), full stop, year (in parentheses), full stop, full title in italics,full stop, city of edition, colon, publisher, full stop.

ii. Chapters in collective books: Author(s) (surname, coma, first latter of the name and full stop; for mul-tiple authors, separate with coma and before the last author add "y" or “&”) , full stop, year (in parentheses),full stop, title, full stop, followed by the authors’ names of the book (first letter of the name, full stop, sur-name) followed by "Eds." (in parentheses), coma, book title in italics and in parentheses, chapter page, fullstop, city, colon, publisher.

iii. Journal articles: Author (surname, coma, first letter of the name and full stop; in case of multiple aut-hors, separate with coma and before the last with a "y" or “&”), full stop, year (in parentheses), full stop, titleof the article, full stop, name of the journal in italics, coma, volume, number in parentheses, coma, first andlast page separated by a hyphen.

5. Book Reviews: will be submitted in .doc format and in 12 point normal New Roman Times with 1.5spacing. Head title should be the book title followed by the book reference citation. Book reviews should notexceed 800 words.

6. Case study. The manuscripts will maintain, as far as possible, the following structure, in addition tothose previously mentioned in paragraph 4 (except 4c):

• Patient Identification• Analysis of the reason for consultation• History of the problem• Analysis and description of the problem behaviors• Establishment of treatment goals• Study of the therapeutic objectives• Selection of the most appropriate treatment• Selection and application of assessment techniques and results obtained in this phase• Treatment implementation• Evaluation of the treatment effectiveness• Follow-ups: specify whether they took place and in what periods• Remarks

7. Once the submission has been completed, the corresponding author will receive a confirmation emailand the manuscript will be forwarded to referees for external evaluation. Corresponding author will be periodi-cally updated with the manuscript status (suggested review modifications and/or manuscript acceptance).

Conflict of interestAll authors must disclose any financial and personal relationships with other people or organizations that

could inappropriately influence their work (causing a bias). Examples of potential conflicts of interest include:employment, stock ownership, honoraria, paid expert testimony, patent applications/registrations, and grantsor other funding. If there are no conflicts of interest then please state this: 'Conflicts of interest: none'.

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CARTAS AL EDITORMEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACE

REVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOSOMÁTICA

C. Med. Psicosom, Nº 115 - 201578

Sección a cargo de J. Monreal, L. Ros y G. Mestre

Las cartas al Editor serán consideradas para publicación si van acompañadas de una cartade presentación, indicando que son "para su publicación". Su objetivo debe ser comen-tar los artículos publicados en Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría deenlace. Límite de palabras = 500. Límite de referencias = 10. Las cartas deberán reci-birse en un plazo de 6 meses desde la publicación del artículo. Aquellas que se recibandespués del plazo límite no serán consideradas para su publicación. Las cartas conside-radas serán enviadas al autor principal del artículo para que las responda en nombre delgrupo, que tendrá la última palabra en el asunto. No se considerarán las cartas adicio-nales que discutan algún cambio publicado en las Cartas al Editor de la revista. Las car-tas deberán incluir el título y el autor del artículo y el mes y año de publicación.

LETTERS TO THE EDITOR

Letters to the Editor will be considered for publication if they are accompanied by a coverletter stating that they are “for publication”. Their purpose should be to comment on arti-cles published in Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de enlace. Wordlimit = 500. Reference limit = 10. Letters must be received within 6 months of the arti-cle’s publication. Letters received after the deadline will not be considered for publica-tion; those considered will be sent to the article’s corresponding author to reply onbehalf of the group, wich will represent the final say on the matter. No additional lettersdiscussing an exchange published in the Journal’s Letters to the Editor will be conside-red. Such letters must include the title and author of the article and the month and yearof publication.

CUADERNOS DE