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Cuadernos Verdes No. 12

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Cuadernos Verdes No. 12Colegio Verde de Villa de Leyva 1986 - 2007

Ecología, Ambiente y Desarrollo SosteniblePensamiento Ambiental en Colombia - 20 Años

Apuntes de 80 Ambientalistas Colombianos

Presentación y EdiciónMargarita Marino de Botero

Diseño y conceptualización gráficaServicios Creativos

Dirección de arte y Coordinación generalHilda María Gómez D.

ISBn 978-958-95397-4-3

Colegio Verde de Villa de LeyvaAbril de 2008, Bogotá D.C., Colombia

Esta publicación contó con el apoyo del Fondo para la Acción Ambiental y la niñez

Los artículos incluidos en este documento fueron enviados por los autores a solicitud nuestra, sus ideas expresan en gran medida el pensamiento ambientalista colombiano.

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Capítulo I. MeMorIas y testIMonIos

Orlando Fals BordaMargarita FlórezThomas van der HammenAníbal Patiño R.Eduardo Uribe BoteroInés Reichel D.Clara I. Pinilla MoscosoDavid Humberto Ojeda AwadAlfonso Avellaneda C.Eduardo Villarreal VelásquezImelda Gutiérrez CorrealGonzalo Palomino OrtizMario Mejía GutiérrezTomás León SicardAna Patricia noguera de EcheverriAugusto Ángel MayaAndrés Hurtado GarcíaJuan Pablo Ruiz SotoDaniel Gaitán ChremaschiFelipe Cárdenas TámaraFelipe Rubio TorglerTatiana RoaGermán Camargo Ponce de León

Capítulo II. HIstorIas, dereCHos y deberes

nicolás García PiedrahitaRicardo Sánchez ÁngelEugenia Ponce de LeónAlegría Fonseca B.Hildebrando Vélez G.Gustavo Wilchez ChauxManuel Hernández

Capítulo III. InvestIgaCIón eduCaCIón y teCnología

Francisco CajiaoJorge Gómez DuqueOlga María Bermúdez GuerreroPatricia Vargas SarmientoManuel Galvis RuedaEnrique Trujillo navarreteMarco Tulio Espinosa LópezLuis Alberto CamargoMario Opazo GutiérrezMartha Elisa Matamoros Rodríguez

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María Ángela Torres SolerGermán I. AndradeMarcela GalvisMario Germán GonzálezJosé Pablo JaramilloOrlando Sáenz Zapata

Capítulo Iv. la ColoMbIa dIversa y regIonal

Alberto Mendoza HoyosJ. Orlando Rangel Ch.M. Gonzalo Andrade C.Andrés Guhl CorpasEdwin CristanchoGermán MárquezErnesto J. Puertas DellepianesJosé Miguel Orozco MuñozAndrés González P.Laura Cecilia Osorio M.June Marie MowCesar Augusto BautistaJosé Pablo Jaramillo I.Elsa Matilde EscobarRoberto FrancoMartín von Hildebrand

Capítulo v. responsabIlIdad e IMpaCto soCIal de los proyeCtos aMbIentales

Gerardo ArdilaJuan Camilo CárdenasJoaquín Molano BarreroCarlos Mario YoryRafael ColmenaresMaría Mercedes núñezCatalina RestrepoMarisol Isaza

Capítulo vI. HaCIa la sostenIbIlIdad

Francisco González Ladrón de GuevaraJairo Sánchez AcostaDarío Fajardo MontañaAlberto Saldarriaga RoaPatricia RenteríaManuel Rodríguez BecerraErnesto Guhl nannettiJulio Carrizosa Umaña

anexos

Hilda Dugard

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Paisajes como elemento de análisis del pasado, presente y futuro de la relación entre la

sociedad y su entornoAndrés guhl Corpas

d

¿Qué es un paisaje?

Quien regresa a un lugar en el que no ha estado durante un tiempo nota de manera casi inmediata que la apariencia física del sitio ha cambiado. Esta situación pone en evidencia el carácter dinámico de los lugares, donde

ciertas características aparecen y otras desaparecen. La evolución de las características de un lugar, aunque en principio un proceso natural, cada vez más es el resultado de la influencia humana (Mannion 2002). Ese dinamismo es un reflejo de la relación dialé-ctica entre sociedad y su entorno, y la construcción de un “espacio humanizado” donde lo biofísico se combina con elementos sociales y culturales para conformar algo que denominamos paisaje.

De acuerdo al Diccionario de Geografía Humana, el concepto de paisaje tiene muchos significados (Johnston et al. 2000). Éstos pueden considerarse como los dos extremos de un continuum. En el primer extremo, el paisaje se refiere a la apariencia física de un área, o la porción de territorio que el ojo humano puede ver, incluyendo todos los objetos contenidos en él. Esta es la manera intuitiva en la que la mayoría de la gente

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comprende este concepto. Sin embargo, esta definición no tiene en cuenta la compleja interacción que existe en el componente medio ambiental, la cultura y la sociedad. El paisaje va más allá de la simple apariencia física de un lugar, ya que esa apariencia física está cargada de significados y de percepciones, y como tal es una manifestación de la relación entre una sociedad y su entorno. En el otro extremo de este continuum se encuentra la conceptualización de un paisaje como una construcción cultural, donde los procesos políticos entre distintos actores son responsables de la configuración espacial de distintos procesos y fenómenos.

Cuando se considera al paisaje como un objeto de estudio por medio del cual es posible analizar la relación hombre-naturaleza, es necesario considerarlo como un punto medio entre los extremos mencionados en el párrafo anterior. En un momento dado, un paisaje puede ser concebido como una descripción instan-tánea del estado de esa relación, ya que los usos actuales son el resultado de una serie de acciones por parte de los distintos actores presentes en dicho paisaje. Estas prácticas son el resultado de la combinación de las oportunidades y limitaciones ofrecidas por el medio ambiente físico, y las condiciones sociales, polí-ticas, económicas y demográficas de dicho paisaje, las cuales son negociadas por distintos actores. En un momento dado, un paisaje puede ser concebido como una síntesis de las decisiones de uso y manejo de recursos naturales que se tomaron en el pasado y de las acciones para el aprovechamiento y gestión del territorio en el presente, las cuales están enmarcadas dentro de un marco político de relaciones de poder entre distintos actores.

Pero el paisaje va mucho más allá de ser una síntesis histórica del uso que se le ha dado a sus potenciali-dades. En cualquier paisaje las acciones del presente tienen unas implicaciones muy importantes para sus opciones futuras, ya que la selección de ciertos usos en el presente cambia la oferta de opciones que ese paisaje puede ofrecer al futuro. Por ejemplo, en una cuenca cubierta con bosques, la decisión de algunos actores de explotar el potencial maderero de partes de la misma limita la posibilidad del aprovechamiento forestal en el mediano plazo, ya que el uso de ese recurso en el presente no permite volverlo a utilizar sino hasta la regeneración del bosque por causas naturales o como resultado de procesos de reforestación. Mientras tanto, los espacios deforestados solo pueden utilizarse para otros usos como agricultura o urba-nización entre otros. La selección de opciones de manejo del paisaje determinan que abanico de posibili-dades de uso voy a tener al futuro, favoreciendo unas estrategias de manejo y eliminando otras. En otras palabras, el análisis de la evolución y cambio de paisajes permite determinar una serie de alternativas de manejo que se ajustan a un contexto socioeconómico, político y cultural. De igual forma, el entorno físico genera una serie de oportunidades para el manejo. La labor de ordenamiento territorial consiste en la planificación del paisaje para que las alternativas de uso y manejo sean compatibles con la demanda social y la oferta ambiental, y de esta manera acercarse a la sostenibilidad.

el análisis de cambio de paisaje

Esta transformación de las características del entorno es un proceso que antes de la influencia humana ocurría por procesos naturales, donde aspectos como la vegetación cambiaban de acuerdo a patrones de

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disturbio y sucesión. A medida que la influencia humana fue aumentando, los factores antrópicos de cambio de paisaje empezaron a dominar los aspectos naturales (McKenzie 1998; Brown 2001). Hoy en día, las fuerzas más importantes de cambio de paisaje son la agricultura y la urbanización (Lambin et al. 2001; Mannion 2002).

El cambio de paisajes es importante porque es una de las actividades humanas cuya influencia es más significativa en el proceso de cambio global (Turner et al. 1995; Conway 2001). Estos cambios tienen impactos sobre la biodiversidad, clima local y los procesos ecológicos de un lugar entre otros (Lambin y Geist 2001), que a su vez alteran los servicios ambientales sobre los cuales depende tanto la sociedad para su bienestar como el ecosistema para su sostenimiento. De acuerdo a los resultados de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio, la transformación de ecosistemas como resultado, entre otros, del proceso de cambio de paisaje, tiene el 24% de la superficie terrestre como tierras agrícolas (MA 2005). Por ejemplo, el proceso de deforestación acaba con la capacidad del bosque para prestar servicios ambientales fundamen-tales para el funcionamiento de ese ecosistema (Rao y Pant 2001). Adicionalmente, la simplificación de los ecosistemas causada por actividades humanas como la agricultura hace que el ecosistema modificado no pueda proveer todos los servicios ambientales que prestaba en su estado natural (Odum 1997).

Ya que el análisis de un paisaje estudia la compleja interacción de una multiplicidad de variables a distintas escalas temporales y espaciales, el análisis del cambio de paisaje es aún más complejo ya que no solo se analiza la transformación de ese “espacio humanizado” sino también cómo cambian a su vez las variables que lo determinan.

A pesar de ser un tema complejo, el análisis de cambio de paisajes puede sintetizarse en cinco preguntas básicas:

• Qué ha cambiado en el paisaje.• Dónde han ocurrido estos cambios.• Cuándo ocurrieron estos cambios.• Cómo ocurrieron los cambios.• Por qué ocurrieron los cambios.

Las primeras tres preguntas definen las dimensiones espaciales y temporales de los cambios, y como tal son de carácter netamente descriptivo, y capturan el dinamismo de esa relación sociedad-medio ambiente. Esta descripción de la evolución de la apariencia física de esos paisajes es un prerrequisito indispensable para poder analizar cómo y por qué ocurrieron los cambios. Estas dos preguntas intentan articular las distintas fuerzas sociales, económicas, políticas y ambientales que determinaron la evolución del uso y manejo de un espacio determinado.

El proceso de cambio de paisaje puede ser conceptualizado tal como se muestra en la Figura 1. En este marco conceptual los actores de cambio de paisaje en encuentran inmersos en un contexto donde

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variables sociales, económicas, políticas, demográficas y biofísicas interactúan a distintas escalas tempo-rales y espaciales. Este contexto influencia y determina la manera como esos actores usan el espacio y los recursos que éste ofrece, bien sea de manera directa o indirecta, y por medio de esas acciones transforman el paisaje. Los cambios en el paisaje alteran las variables del contexto a distintas escalas, influenciando a los actores de manera indirecta. Pero el cambio de paisaje también retroalimenta a los actores, generando cambios en su comportamiento (Figura 1).

Al incorporar la evolución de paisajes como herramienta analítica es posible estudiar la relación entre una sociedad y su entorno teniendo en cuenta las dos dimensiones básicas en las que se desenvuelven las actividades de la sociedad: espacio y tiempo. Entender el cambio de paisaje contribuye al estudio de las transformaciones sociales y cómo éstas inciden en el estado del entorno, y de esta manera en la capacidad de una sociedad de suplir sus propias demandas sin comprometer las de paisaje que la sustenta.

ventajas y desventajas del estudio de cambios de paisaje como herramienta analítica.

El análisis de paisajes ofrece un potencial enorme para el estudio de la relación sociedad-medio ambiente, y como herramienta de planificación para acercarse a un desarrollo más sostenible. A continuación se incluyen algunas de las ventajas más importantes de esta aproximación metodológica:

• Análisis integrado de lo social con lo biofísico: Este tipo de metodología permite analizar cómo se relaciona el uso y manejo de los recursos naturales de un entorno con las relaciones sociales, políticas, económicas y demográficas que ocurren e influencian un territorio específico.

Figura 1: modelo conceptual de cambio de paisaje

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• Perspectiva de análisis que involucra el carácter dinámico de las relaciones de la sociedad con su entorno. Al incorporar las dimensiones espaciales y temporales de manera explícita es posible entender como los cambios en distintos factores a lo largo del tiempo generan una serie de impactos en el espacio.

• Vínculo del pasado con el presente y el futuro: Esta metodología incorpora la dimensión histórica, la cual permite analizar la configuración de un paisaje en relación al contexto del pasado, y como las acciones del pasado generan impactos y oportunidades en el presente y en el futuro.

• Ubicación espacial y temporal de fenómenos de interés: Esta es tal vez una de las ventajas más impor-tantes del estudio de cambios de paisaje, ya que permite identificar con precisión cuándo y dónde ocurren las transformaciones, y cómo se articulan con cambios en el contexto social y cultural.

• Enfoque interdisciplinario: Ya que el paisaje es un espacio donde se integran el entorno biofísico con la esfera social, es necesario abordar el estudio de paisajes desde una perspectiva interdisciplinaria que pueda capturar la complejidad de la interacción entre sociedad y medio ambiente.

Aunque este tipo de enfoque metodológico tiene muchas ventajas, también tiene limitaciones y desven-tajas que hacen que su aplicación no sea posible. Entre las limitaciones más significativas están:

• Requiere información muy detallada a nivel espacial: Esta es tal vez la limitación más importante. En la mayoría de circunstancias en países en vías de desarrollo la información disponible (fotografías aéreas, imágenes satelitales) es escasa y usualmente para períodos de tiempo relativamente cortos. Adicionalmente, las herramientas que se usan para la manipulación de información geográfica son costosas y requieren personal especializado.

• La escala de la información histórica disponible no necesariamente es la más adecuada: Cuando la información sobre variables de la esfera social están disponibles, en la mayoría de ocasiones no tienen ni la frecuencia ni el nivel de detalle suficientes para analizar los patrones espaciales de cambio de paisaje dados por la información espacial. Por ejemplo, si se tienen estadísticas a nivel departamental y los mapas de cambio de paisaje son a nivel municipal o más detallados, no es posible articular ambas fuentes de información de manera eficiente.

• El análisis y articulación de causas y fenómenos es un fenómeno que toma tiempo: Entender el fenómeno de cambio de paisaje requiere análisis detallados que toman tiempo.

• Para que sea efectiva como herramienta de planificación, requiere monitoreo permanente para ajustar las estrategias de uso y manejo a los cambios en el entorno y en el contexto: La única manera de aproximarse a un desarrollo más sostenible es si las estrategias definidas para ese futuro se ajustan y adaptan a los cambios imprevisibles que se presentan tanto en lo biofísico como en el ámbito social. Este monitoreo es costoso tanto en tiempo como en recursos.

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Los estudios de cambios de paisaje con este enfoque se encuentran en una etapa muy incipiente en Colombia. Algunos trabajos académicos que han tratado de abordar el estudio de paisajes de esta manera integrada incluyen, entre otros, los de Guhl (2004b, 2004a), Etter y colaboradores (Etter y Villa 2000; Etter et al. 2006) y Márquez (Marquez 2004). Aunque estos trabajos tratan de utilizar este enfoque donde el paisaje es el elemento analítico, solo llegan a contestar las preguntas de qué cambia, cuándo y dónde cambia. Las preguntas del cómo y del porqué tienen un desarrollo muy básico. Sin embargo, existe un enorme potencial para usar este enfoque analítico para la planificación que todavía no ha sido explorado. Este artículo pretende mostrar el potencial de esta aproxi-mación metodológica, abrir la puerta para que esta herramienta sea utilizada por quienes planifican el futuro del país y de esta manera lograr que finalmente en Colombia nos acerquemos a un desarrollo más sostenible.

bibLiogrAFÍA

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Conway, G. 2001. The doubly Green Revolution: Balancing food, poverty and environmental needs

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Etter, A., C. McAlpine, S. Phinn, D. Pullar, y H. Possingham. 2006. Characterizing a tropical defo-

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Guhl, A. 2004a. Café y cambio de paisaje en la zona cafetera colombiana entre 1970-1997. Cenicafé

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bibLiogrAFÍA

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Johnston, R. J., D. Gregory, G. Pratt, y M. Watts, eds. 2000. The Dictionary of Human Geography.

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Lambin, E. F., B. L. Turner, H. J. Geist, S. B. Agbola, A. Angelsen, J. W. Bruce, O. T. Coomes, R.

Dirzo, G. Fisher, C. Folke, P. S. George, K. Homewood, J. Imbernon, R. Leemans, L. Xiubin, E.

F. Moran, M. Mortimore, P. S. Ramakrishnan, J. F. Richards, H. Skånes, W. Steffen, G. D. Stone,

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Andrés guhl Corpas. Geógrafo Ph.D. Profesor Asis-tente CIDER – Universidad de los Andes. Andrés Guhl lleva el tema ambiental en las venas. Andrés nació en 1971 en Bogotá y desde su más tierna infancia la relación con su padre y su abuelo han forjado su interés por los temas donde el medio ambiente es un elemento fundamental. Andrés estudió ingeniería civil y antropología, y aunque nunca terminó esta segunda carrera, lo marcó profundamente y le dió una formación básica en ciencias sociales. Para sus estudios de postgrado Andrés hizo una maestría (University of Illinois at Urbana-Champaign) y un doctorado (University of Florida) en Geografía. Durante este período fue que Andrés se interesó en integrar lo social con lo biofísico, y encontró el interés por el paisaje y su evolución, y cómo los métodos para el estudio de cambio de paisaje tienen un potencial enorme para entender la relación de una sociedad con su entorno. Al terminar su doctorado en 2004 regresó al país, donde se vinculó como asesor del rector de la Universidad Nacional de Colombia. En este trabajo Andrés exploró el potencial de la geografía como herramienta de gestión universitaria, y produjo un análisis de la procedencia de los estudiantes de la U. Nacional que demuestra que la UN es una universidad de carácter local, con muy poca presencia en la mayoría de municipios del país. En el 2005 se vincula como profesor asistente del CIDER de la Universidad de los Andes, donde encabeza la línea de investigación sobre medio ambiente y desarrollo, donde el estudio de la evolución de paisajes es un elemento importante para la planificación del desarrollo. Andrés ha estado vinculado como coautor de reportes globales de importantes implicaciones en el tema ambiental como el Millennium Ecosystem Assessment y más recientemente en el Global Environmental Outlook 4 del PNUMA.