Upload
diego-torres
View
13
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Cuando el mundo quede reducido a un solo bosque negro para nuestros cuatro ojos asombrados, a una playa desierta para dos nios fieles,a una casa musical para nuestra clara simpata te encontrar.
Que no hay aqu abajo sino un viejo solo, tranquilo y bello, rodeado de un lujo inaudito y estoy a tus rodillas.
Que haya realizado yo todos tus recuerdos que sea yoaquella que sabe agarrotarte, te ahogar.
Cuando nosotros somos muy fuertes: quin retrocede? Muyalegres: quin se cae de ridculo? Cuando somos muy malva-dos qu haran con nosotros?
Engalnate, danza, re yo nunca podr tirar el amor por la ventana.
Mi camarada, mendiga, nia monstruo! Cmo te es igualtodo, esas infelices y esos jornaleros y mis pesares. nete anosotros con tu voz imposible, tu voz!, nico adulador de estavil desesperacin.
Una maana encapotada, en julio. Un gusto de cenizas vue-la en el aire; un olor de madera sudando en el fogn, de floresempapadas el trastorno de los paseos, el vapor de las acequiasen los campos . Por qu no ya los juguetes y el incienso?
.Tend cuerdas de campanario a campanario: guirnaldas de
ventana a ventana; cadenas de oro de estrella a estrella, y danzo.
.El alto estanque humea continuamente. Qu bruja se le-
vantar contra el poniente blanco? Qu follajes violetas van a descender?
.Mientras los fondos pblicos se esfuman en fiestas de fra-
ternidad, repica en las nubes una campana de fuego rosado.
.
Avivando un sabor agradable a tinta china, un polvo negro llue-ve sobre mi vigilia. Matizo las luces de la araa, me-me arrojo en la cama, y, vuelto hacia la sombra, os veo, mis mucha-chas, mis reinas!