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En 1935 es
nombrado obispo de
Palencia. Son los cinco
últimos años de su vida.
Soporta, Don Manuel el
mayor dolor de su vida:
la guerra civil española,
y con ella el mayor
número de sagrarios
profanados, en toda la
historia de España,
según expresión suya.
Falleció en Ma-
drid, el 4 de enero de
1940. Y sepultado en la
Catedral de Palencia en
la Capilla del Santísimo
en donde reposan sus
restos mortales bajo la
inscripción sepulcral que
él mismo dictó:
«Pido ser enterrado
junto a un Sagrario,
para que mis huesos,
después de muerto,
como mi lengua
y mi pluma en vida,
estén siempre diciendo
a los que pasen:
¡Ahí está Jesús!
¡Ahí está!
¡No lo dejéis
abandonado!».
M a n u e l
G o n z á l e z
García nació
en el seno
de una fa-
milia humilde y religio-
sa. Seminarista a los
doce, tiene calificación
sobresaliente en todos
los cursos y en todas las
asignaturas. Fue orde-
nado sacerdote en
1901.
En 1902 fue
enviado, por el arzobis-
po de Sevilla, a Paloma-
res del Río (Sevilla) para
predicar una misión;
ignorado por las autori-
dades, se dirigió a la
iglesia, la cual encontró
sucia y abandonada. De
rodillas, ante el Sagrario
abandonado, ante Jesús
Sacramentado, Manuel
González pensó en la
cantidad de Sagrarios
abandonados que habr-
ía en el mundo, recibien-
do la inspiración que
transformó su vida y
orientó sus Obras Eu-
carísticas.
El 1 de marzo
de 1902 fue nombrado
párroco de San Pedro de
Huelva. Durante 11
años vivió allí y en esta
ciudad es conocido co-
mo «El Arcipreste de
Huelva».
En 1915 es
nombrado Obispo Auxi-
liar de Málaga, y al mo-
rir el obispo residencial,
fue designado adminis-
trador apostólico y des-
pués obispo residencial
de la Diócesis. La noche
del 11 de Mayo de 1931
una masa de gente in-
cendia el Palacio Episco-
pal de Málaga y reduce
a cenizas el obispado,
así como la mayoría de
los templos y conventos
de Málaga. El obispo
sale in-extremis por una
puerta trasera del edifi-
cio en llamas. Fueron
descubiertos por los in-
cendiarios, arrojaron de
su casa al señor obispo,
y expulsado de esta ciu-
dad, a la que jamás vol-
vería.
Beato Manuel González. Obispo del Sagrario Abandonado
La oración por las vocaciones ante Jesús Eucaristía
Jesucristo, estoy aquí
delante de Ti para cum-
plir un mandato tuyo. Lo
he oído y leído muchas
veces, pero sólo hasta
ahora lo tomo en serio y
quiero dedicarte a Ti
este rato de oración pa-
ra cumplir tu mandato:
«Rogad al dueño de la
mies que envíe obreros
a su mies». Tú eres ese
dueño de la mies y por
eso vengo a Ti a pedirte
lo que Tú me has man-
dado que pida. Si no
fuera porque Tú lo quie-
res y así lo mandas ex-
presamente, quizás a mí
nunca se me hubiera
ocurrido hacer esta peti-
ción. Siempre te pido
por mí y por mis cosas;
de vez en cuando por los
míos. Pero, iqué pocas
veces vengo a pedirte
por algo en lo cual pare-
ce que no tengo nada
que ver! Quiero siempre
que me des sin que te
tenga que dar nada en
cambio. Y, sin embargo,
pensándolo bien, al pe-
dirte que mandes após-
toles a tus campos, es-
toy indirectamente pi-
diendo también un don
para mí pues esos obre-
ros que Tú mandas a
que trabajen tu mies,
serán para mí los men-
sajeros de tu palabra y
tu amor.
Cuarto Domingo
Oramos
especialmente...
Por el Seminario
Diocesano
Por las
comunidades de
Vida Contemplativa
Por las Familias
Este mes...
Mayo
2008
“Rueguen al dueño de la mies…”
Fechas destacadas
Corpus Christi 25-V
Sgdo. Corazón de Jesús 30-V
San Antonio de Padua 13-VI
San Juan Bautista 24-VI
Invocación inicial: Ilumíname, Señor, porque yo no sé orar. Enséñame a orar, a pedirte lo que más convenga.
Manda tu Espíritu Santo para que Él me dé su Luz y purifique mi oración, haciéndola humil-
de, sencilla, perseverante, llena de fe, de confianza y de amor. No sólo creo en Ti. Confío en
Ti porque eres el amigo que ha dado la vida por mí porque eres la vid que me permite llevar
fruto, porque Tú tienes palabras de vida eterna, porque eres el buen Pastor que me llamas
por mi nombre.
lunes: Concede, Señor, a las
comunidades parroquiales la
fuerza de buscar tu voluntad
en las acciones ordinarias de
la vida pastoral, para que ca-
da bautizado encuentre en
ella la luz necesaria para des-
cubrir su propia vocación.
jueves: Tú que transfor-
maste a los apóstoles de
Galilea en apóstoles de
tu reino, haz que los
obispos sean portadores
de tu Palabra de salva-
ción en especial a los
jóvenes que buscan al
Dios Salvador.
viernes: Señor Jesús
que eres la fuente
del amor, haz que
en muchos jóvenes
se encienda la espe-
ranza que los lance
a seguirte totalmen-
te con entrega gene-
rosa.
sábado: Cristo Jesús,
que te has hecho pan
para revelar a los pe-
queños el misterio de
tu amor, danos la
sencillez de corazón
para vivir en nuestra
vida diaria las exigen-
cias de tu llamada.
domingo:
Cristo Jesús, hecho pan
para librar del hambre a
todo viviente, envía tra-
bajadores a tu mies para
que nunca falten en la
Iglesia quienes partan el
pan de la vida.
Cuarto Domingo
martes: Tú que has querido que
los esposos cristianos sean signo
de tu amor a tu Esposa la Iglesia,
haz que cada día experimenten
la fuerza del Sacramento, que
sean fieles a la vocación recibida
y signo de tu alianza con los
hombres.
miércoles: Señor, Sabiduría
del Padre y del Espíritu Santo,
haz que los seminaristas, fuer-
tes en tu Sabiduría, no se can-
sen nunca de conocerte a Ti,
fuente viva del eterno amor.
Oración Final
Virgen María, humilde hija del Altísimo,
en ti se ha cumplido de modo admirable
el misterio de la divina llamada.
Tu eres la imagen de lo que Dios cumple
en quien a Él se confía;
Aquel que es nacido en tu seno
ha reunido en un solo querer
la libertad salvífica de Dios
y la adhesión obediente del hombre.
Gracias a Ti, la llamada de Dios
se salda definitivamente
con la respuesta del hombre- Dios.
Tu, primicia de una vida nueva,
protégenos a todos nosotros
en el "SI" generoso del gozo y del amor.
Santa María, Madre de cada llamado,
haz que los creyentes tengan la fuerza
de responder con ánimo generoso
al llamamiento divino
y sean alegres testimonios del amor hacia Dios
y hacia el prójimo.
Joven hija de Sión, Estrella de la mañana,
que guías los pasos de la humanidad
orienta a la juventud del nuevo Milenio
hacia Aquel que es "la luz verdadera
que ilumina a todo hombre".
Amén!