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CUATRO TERTULIAS DE AGUSTIN GABCIA CALVO ABRIL'97 VERDAD Y REALIDAD escuela de sab¡duría popular ex-cuartel Virialo okupado

CUATRO TERTULIAS DE AGUSTIN GABCIA CALVO …...partíamos de los versos del rabino Dom Sem Tob, lo que se nos ha impuesto, una y otra vez, es la incompatibil¡dad de eso de'todo'con

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CUATRO TERTULIASDE AGUSTIN GABCIA CALVO

ABRIL'97

VERDAD Y REALIDAD

escuela de sab¡duría popular

ex-cuartel Virialo okupado

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yo y el universo

Vamos a ver, tal como se ha anunc¡ado, esto de "un¡verso y yo"; efectlvamente, tiene relaciÓn con la manera en que

estamos planteando la cuestión. Se me ocurre antes de repasar algunas de las otras cosas, que tal vez conv¡niera en

primer lugar reducir a lo más estr¡ctamente matemático o lóg¡co el problema, en términos lo más sencillos pos¡bles: El

problema es, dicho de esa manefa, enlre 'todo'y'Uno'. Son términos con los que ya hemos jugado máS de Una vez a lo

Iargo de la tertulia. Y como re@rdais, sobre todo en cuanlo a lo de'todo', desde nuestras primeras sesiones en que

partíamos de los versos del rabino Dom Sem Tob, lo que se nos ha impuesto, una y otra vez, es la incompatibil¡dad de eso

de'todo'con algo que sea, verdaderamente, negación de límite.

Os lo vuelvo a escribir asÍ, en lugar de escribir 'sinfin' y mucho menos 'infinito', para hacer notar que la negación está viva.

Es una negac¡ón de cualquier lorma de limite; lo cual no hay que tomárselo de una manera espacial sino igualmente lÓgica;

quien dice negac¡ón de límite d¡ce negac¡ón de def¡nlc¡ón, de determ¡nación, de cualquier tipo que sea. Esto se nos ha

mostrado más de una vez ¡ncompatible con'todo'. 'Todo'era, necesariamente, una cosa que tenía la cond¡ciÓn de cierre,

conjunto. No en vano cuando se parte de ¡maginaciones del universo, donde se tiende s¡empre a pensar en térm¡n¡nos de

'esfera,o cosas por el estilo, de orden que quiere dec¡r 'circu¡to', 'c¡rcunferencia'. Y respecto a este'todo' (que es a lo que

alude también la palabra 'universo', 'un¡vorsum', encierra la idea de dar vueltas, vuorsum, uers, vuelt, y sobre un m¡smo

Dunto por así declr, o sea, que la palabra está, casi, describiendo Ia esfera), lo que pasa sobre todo, la cuestiÓn, es la

contrad¡cción; sin duda. Por un lado la Real¡dad, lo Real, tiene que ser todo; la Realidad t¡ene que ser todo porque si no, la

condición de cosa componente de la Realidad, elemento del mnjunto, se pierde si la Realidad no es todo, lo cual está

¡mplicando que es conjunto, que es, en definit¡va, universo, esfera, ....; algo como lo que se sugiere. La Realidad t¡ene que

ser un todo, si algún cientÍfico, por ejemplo, pretende que la Realidad no es un todo es porque no se da cuenta de que s¡

niega la totalidad, está negando tamb¡én la unidad determ¡nada de cada una de las cosas, de los elementos del

conlunlo.

Si esto se abre .... ( hac¡a la pizarra) ...esto igualmente se desmorona, pierde su entidad como cosa. Supongo que 6to es

bastante fácil también de entender, al menos así a pr¡mera vista.

por un lado la Realidad qu¡ere ser un todo- Por otfo lado, como también más de una vez os han soltado, eso no puede ser

verdad. Eso no puede ser verdad porque es inútilque ¡ntentemos ampl¡ar, no sólo espacialmente sino conceptualmente, la

noción de,todo', s¡empre hay cosas que se salen del 'todo', siempre hay más allá. De manera que, en verdad, no puede

ser:en verdad no puede ser'todo'. Ésa es la contradicción sobre la que quería que parásemos mientes un momento

porque ya comprendeis que, ya desde aquí, sólo visto así por fuera, la oposición entre Real y verdadero está ab¡erta;

aparece de la manera más clara.

Si uno intenta explicar conceptualmente cuál es la d¡ferenc¡a entre Real¡dad y vérdad, entre Real y verdadero, se pierde.

pero, si en lugar de explicarlo, lo pone a ejemplo, lo pone en acción tal como en esas dos fórmulas, entonces, yo creo que

la cosa se aclara mucho. Porque la Real¡dad en Realidad tiene que ser un "todo' y s¡ no no es Realidad. Alguna forma de

universo tiene que tener. Por otro lado esto no puede ser; esto es imposible porque siempre hay más allá. De manera que

si no podeis defin¡r qué es Real y qué es verdadero para contraponerlo, sin embargo lo pode¡s sentir; lo pode¡s sentir por la

contraposición entre esas dos fórmulas; y eso es lo que importa.

Bueno, ahora me direis, pero entretanto, ahora tenemos que e)elicar que, pasando al asunto de nuestra ses¡Ón de hoy que

erá el 'universo y yo', o el universo .... ¿'El universo y yo', era?

yo y el universo I

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Voz: Yo y el universo

A: Uno: yo por ejemplo. Uno: yo por ejemplo. Tengo que ser uno porque si no ni siqu¡era soy el que soy. Una persona no

es más que un caso de cosa, de manera que Io que aquí ponía para una cosa lo pongo para una persona; es igual. Uno

tiene que ser uno. Ya comprendeis que, en español, esta palabra'uno' resulta ambivalente. 'Uno t¡ene que ser uno' puede

entenderse en el sentido de que el pred¡cado, lo que se d¡ce segundo, es el muy mal llamado numeral: uno. 'Uno tiene que

ser uno' que se podría glosar diciendo: "uno sólo, uno y nada más que uno"-

Pongamos estas glosas (va a la pizarra)

Por oko lado, en la fórmula: "uno es uno, uno t¡ene que ser uno" uno puede entender que el segundo'uno', el predicado, es

una pura repetición del primero; caso en el cual "uno es uno", "uno t¡ene que ser uno" quiere decir que 'uno'es el que es;'uno'es'uno'. En ese caso podemos glosar diciendo por el contrario: "el que es". Y todavía glosarlo diciendo: "no otro".

No es lo mismo, aunque veais Ia relación de familia. Una cosa es decir: "uno y nada más", y otra cosa, decir: "uno y no

otro". No es lo mismo entender el 'uno'como si fuera el 'uno'que pretende encabezar la serie de los números, la unidad, o

tomarlo como mera repet¡c¡ón del 'uno' ¡mpersonalcoñ que la trase empieza: "uno es uno"; uno, cualquiera que él sea, es

el que es. Esta es otra cosa: "uno, cualqu¡era que élsea, es el que es".

Todo eso parece que es necesario para la Realidad, y tan ne@sario como esto: 'uno' tiene que ser'uno', de manera que

'yo ' t ienequeser 'uno 'AquÍ ,conc¡er taperspicac ión,yasabe¡squeesoquieredeci rdoscosasaunquemuyrelac ionadas

entre sí, 'yo' tengo que ser'uno'; es decir, "uno sólo" y "uno y nada más que uno", como s¡ fuera un numeral. Y yo tengo

que ser uno en el sentido de que "yo tengo que ser yo", o sea, el mismo que soy.

Ya sé que todo esto está un poco excesivamente claro, pero ¡qué se le va a hacer!. Las cosas cuando se plantean así de

simples t¡enen ese ¡nconveniente, son demas¡ado claras, y seguramente os quedais un momento, algunos, perplejos por Ia

excesiva claridad, pero ¡vamos!, no hay que desan¡marse por ello. fambién la claridad se ataca.

Bueno, ya estais esperando lo que falta para esta especie de regla de tres: Ésta es mi Bealidad, esto es lo que es. Está

claro que eso no puede ser verdad. Esto es meramente la Real¡dad, Yo una Persona Real que formo parte de un Un¡verso

Real. Pero no es más que la Real¡dad Eso, de verdad, no puede ser. No puede ser que yo sea 'uno' en ninguno de los dos

sentidos. Que yo sea uno y nada más que uno (numeral) y que yo sea precisamente yo, el que soy; eso no puede ser. De

manera que Io que se contrapone a esto es: yo -como tantas veces lo hemos empleado- cuando'yo' no tiene nombre

prop¡o adosado, y puede decirse que es cualquiera y que todo el que habla es'yo'. Os glosaré de paso (aunque, tal vez, no

sea tan prudente añadir estas glosas, pero bueno)

(A la p¡zarra)

'Quienqu¡era que habla', o para más exactitud, 'qu¡enquiera que Io d¡ce'. Para qué vamos a busc¿rr otros ejemplos de alma

cuando podemos usar el mismo que estamos empleando ahora aquí. Quien dice esto que estamos hac¡endo. Por tanto si

uno, si se ha entendido bien, 'tú', 'yor, no puede ser elemento de ningún conjunto que, claro está, corresponde ahí (a la

DtzAtral'Yo' no puedo, en verdad, -(esto s¡gue valiendo, ¿eh?)- en verdad por oposic¡ón a la Realidad, en verdad 'yo' no puedo, no

puedo ser, (separémoslo) no puedo ser uno sólo n¡ puedo ser el que soy.

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bI??,a-ta--ta-----.a------------------------)-------------------

UNIVORSUM O

TODO

lo real tiene

que ser un tooo

yo tiene que ser uno

y u n o l

uno sólo

uno y nada más

uno (el que es, no otro)

NO FIN

en verdad

no puede ser todo

yo no puedo ser uno so¡o

el que soy

yo

(cualquiera que habla

quienqu¡era que lo dice)

todo

Realidad = necesario

uno más al¡á

Esto completa aceptablemente la regla de tres que os quería recordar. Lo uno va con lo otro. La verdad es 'yo' pero con lacondic¡ón de que 'yo' no pretenda ser Real. S¡ pretendo ser Real p¡erdo la verdad. La verdad es que se trata oe mt que soyyo, quienquiela que habla, a cond¡c¡ón de que no pasemos a la Real¡dad, porque s¡ pasamos a la Realidad entonces 'vo'va'soy el que soy', 'soy uno y nada más que uno', etc.

Bueno, no quiero pasar adelante más s¡n oiros un poco; de manera que me parecía conveniente tratar de hacer esreesquema' un poco como de repaso de cosas que han salido; pero hay que ¡ntentar vencer la excesiva claridad oue estotiene, y eso se puede hacer con vuestras confusiones, yo creo.

Así que, a ver que os pasa a cualquiera de vosohos

Voz 1": ¿Podías recordar las razones de por que si el 'todo' ese dejaba de estar bien del¡mitado, eh..- tampoco podían estarbien defin¡das las cosas que había dentro?

A: Sí, sí El elemento va con el conjunto. No tjene sentido la ent¡dad del elemento si no es partjendo de la entidad delconjunto. Tratad de ¡mag¡nar lo contrar¡o. Tratad de imaginar un 'todo'que se rompe, que ya no es todo, que se pteroe enel más allá, y ahora intentad que denko de él haya cosas que estén cerradas y definidas cada una como la que es.Supongo que . . La razón dice sin más que eso no puede ser. ¿De dónde le vendría a cada cosa su def¡nición, limitepreciso, estatuto, como querais dec¡r? ¿De dónde le vendría a cada cosa, a cada persona por tanto, a cada elemento, si noes por contraposiciÓn con otras que no son ella, y que están igualmente definidas?. Un perro sólo puede ser un perro, pordar nombres comunes' a cond¡ciÓn de que no sea un gato. Si a un perro se le ocurren dudas respecto a s¡ es un garo o nolo es, está perdido. De manera que eso es necesario, según la defin¡c¡ón. Pero entonces se dice, prolongando etabanico,

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cada cosa tiene que estar determinada por las otras cosas que no son ella, pero si las otras cosas que no son ella ya no

son todas sino que son sin fin, ¿cómo puede darse eso de que cada cosa esté determinada por todas las demás?. S¡ no

está determinada por todas las demás, no está determinada; siempre nos puede quedar el r¡ncón. ¿Ya es todas?, ¿todas

las cosas?. El todo se nos ha roto; por tanto, cada cosa ya no puede estar, como debe, definida por no ser n¡nguna de las

otras cosas. Ésta era su condición. No puede estar detin¡da por eso porque las otras cosas no son n¡ngún total; es decir,

que ya puede pasarse la vida el perro negando que es un gato, y que es una piedra, y que es una casa, y que es agua, y

que es una estrella; no acabará nunca de estar seguro. No acabaÉ nunca de estar seguro porque ya no hay un total de

cosas en el oue terminar.

Bueno, ese era el razonamiento que pedías, yo creo. Si alguno no lo ha segu¡do, pues debe decirlo, eh!

Voz 2": Otra manera más rastrera de decir eso, que se me ocurre, es que si no hay límites, si es sin fin de verdad, pues

entonces por fuera encontraría uno todos los grados ¡ntermedios que qu¡siese, por eiemplo éntre perro y gato, todos los

intermedios que quisiese, entonces nunca uno podría decir 'perro' y 'gato' porque siempre tendría dudas con esa seÍie

infinita.

A: Sí, sí, aunque es ya mucho conceder decir intermedio, porque parece que imag¡namos ya espac¡almente, d¡gamos que

siempre encontrará cosas que no son ni lo uno ni lo otro, que no son n¡ 'perro' n¡ 'gato'. Esto es, efect¡vamente, una manera

de dec¡rlo más claro.

¿ Más?

Voz 3": FÜándonos en la pr¡mera parte del asunto este de la identidad: "es el que es porque no es otro", pero puede decir

"es el que es" sin más, prescindiendo del ... porque es ¡déntico a sí mismo, y desde ahí ...

) esto no es cuestión de f¡losofía-

Voz 3": "Es el que es" es una manera de perseguir la identidad, ¿no?; "es el que es", y luego la segunda parte sería algo

así, como bien has puesto ahí: "lo es porque no es otro d¡stinto". Pero también tiene que serlo porque t¡ene que ser idéntico

a sí m¡smo y ahí también es ... esa primera parte ... parece d¡fícil que alguien pueda pretender ser idéntico a sÍ mismo, o

sea la ident¡dad ..., no sé ...

A: Bueno, bien sabes que Realmente t¡ene que ser así, porque ¡maginaos que a vosotros, a cualqu¡era de vosotros, os

entrara la duda de que sois el que sois, es decir, el que d¡ce vuestro Documento de ldent¡dad; inmediatamente os estaria¡s

sal¡endo de la Realidad de una manera o de otra. De manera que aquí, lo mismo que para el todo, para el uno es una

necesidad; esto tiene que ser así, esto t¡ene que creerse, esto es lo Real. Por la oka parte, pues sí, no puede ser verdad,

pero eso no le qu¡ta que en Real¡dad t¡ene que ser asÍ.

(l\ilientras borra el encerado)

Me he deten¡do en elaborar mucho la relac¡ón entre estas dos cosas por no meter, por no meter ahora también la

cons¡derac¡ón de los números, pero es inev¡table meterla un poco: Esto de que en español (y en alguna otra lengua; en

¡nglés mismo 'one' lo cumple perfectamente) haya esa ambivalencia, que uno o one quiera por un lado ser un impersonal

A: (

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donde'uno'es uno, uno cualquiera, y que por otro lado quiera ser una especie de numeral y cabeza de la serie, esta

ambivalenc¡a no es por nada, no es un mal, es una ambivalencia que está impuesta por elserv¡cio que las lenguas tienen

que prestar a la Realidad entre la que nacen, No digo aquí que el lenguaje en general y en lo más profundo de su

gramática esté al serv¡c¡o de la Bealidad, eso ya recordais que no se puede decir así tan simplemente, pero que cada una

de las lenguas de babel tiene que estar en cierta medida al serv¡c¡o de la Real¡dad, de la Realidad coÍrespondiente a la

tribu que habla esa lengua, eso por otra parte hay que dec¡rlo así. Es una especie de trampa esa amb¡valencia y esa

trampa está condic¡onada por lo que llamo elserv¡c¡o a la Realidad.

La aritmética desarrollada lo puede usar. 'Uno' (esto sí que es una perogrullada, pero ¡qué le vais a hacer!, es que ... eh...

contra cosas tan simples hay que luchar), 'uno' no es un número. Y'uno' no es un núrnero por la sencilla razón de que'uno'

no es número. 'Uno' no es número. 'Uno' no puede ser un número como pretende enseñárseos en la escuela, que es el

primero de la ser¡e. 'Uno' no puede ser un número porque simplemente 'uno' no es número. 'Uno' no es número puesto que

todo el mundo sabe que runo' es negación de número. Se dice'uno'cuando no hay número de cosas, de gentes. Esto ya

es ... se pasa de claro hasta e)dremos que ... pero en fín, ¡qué se le va a hacer! S¡gamos en ese plano: 'Uno' quiere dec¡r

no número, por tanto esa amb¡valenc¡a, esa trampa, de la que he puesto por ejemplo a lenguas naturales como el ¡nglés o

el español, está consagrada y trata de ratificarse con el desarrollo de la aritmética, el cálculo, que neces¡ta establecer la

serie de números; por supuesto de una manera secundaria. No cabe duda de que cuando se ¡nventan números, y ya

sabeis que esto de inventar números es anterior a la historia en cuanto que uno llame números a los del baile, a los del

paso de ia danza, a los del r¡tmo; pero, en cambio, es el comienzo de la histor¡a cuando se trata de números para contar

reses de ganado, mn lo cuál emp¡eza el establecimiento de la serle. Se inventan mucho antes los números, bastantes de

ellos, aunque ya se estén usando para contar, antes de que tenga alguien la ocurrencia de colocar el runo'a la cabeza de

la ser¡e corno si fuera también un número. Esto..., el sentido común nos d¡ce que esto tiene que ser muy posterior a lo otrol

pr¡mero el Señor tiene que tener s¡ete vacas, cuatro, doce, y sólo después de que haya ten¡do muchas veces siete vacas,

cuatro o doce, a algu¡en puede ocurrírsele que cuando a uno le preguntan "¿cuántas vacas t¡ene?", uno pueda responder,

"una"- Evidentemente muy tarde. Incluso a nosotros nos suena un poco mal que a la pregunta, "¿cuántas vacas?", se

pueda responder dic¡endo "una", nos sigue sonando un poco mali hasta tál punto 'uno'es efectivamente y sigue en cierto

modo func¡onando @mo negac¡ón de número.

(Entre paréntes¡s os recuerdo que no estamos hablando sólo de vacas y de casas porqué la cosa se planteaba a propósito

de mí mismo; y con esa ambigüedad de que al mismo t¡empo que 'uno es el que es', uno t¡ene que ser 'uno y sólo uno'.

Supongo que ahora vais palpando un poco la relac¡ón de lo uno con Io otro).

Esto es pues, tardío, pero el desarrol¡o y establecimiento de la Real¡dad parece neces¡tarlo como ratificac¡ón de la

condición pr¡mera que he escrito ahÍ, de queruno es uno'. Parece neces¡tariol uno tiene que contraponerse no sólo a los

otros, si no contaponerse como uno solo, como uno en soledad real, a la plural¡dad y a la compañía. Esta neces¡dad

parece que v¡ene establec¡da. Se empieza por ¡r, como sabe¡s, a toda clase de compromlsos, porque por un lado hay que

reconocer la pluralidad puesto que todos somos todos, por otro lado uno t¡ene que ser uno solo; los compromisos los

conoceis, cada uno de vosotros es el que es, el que d¡ce su Documento de ldentidad, no es ninguno otro

Creo que ya otras veces os he recordado cómo los policías al detenerme alguna vez y hacerme untar en su tinta infame el

dedo pulgar para grabar la huella dig¡tal correspond¡ente, pues presumían (creo recordar que esto lue algún funcionario en

París), presumÍan de que el documento de ¡dentidad está mucho que inventasen el Documento de ldentidad, puesto que

está en las huellas digitales, puesto que no hay ninguna huella digitalque pueda ser iguala otra. Es una pretensión

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policiaca pero lo pol¡ciaco es accidental, esto quiere decir Real, porque la policía es también Real¡dad. De manera que ahí

se ve bien claro eso, uno tiene que ser uno, prec¡samente elque es. Eso acarrea la oka m¡tad, uno t¡ene que estar solo,

ser uno solo. Pero, este es el milagro de la Realidad bien establecida, como esto les pasa a todos, cada uno tiene que ser

el que es, entonces resulta que eso de que esto mismo les pase a todos y a cada uno ¡mplica que ya todos tengan eso en

común, su identidad, y al tener su ident¡dad en común entonces ya se les puede mntar otra vez cúmo a las reses de

ganadería A las piedras se las había pod¡do contar más fác¡lmente y hasta a las ovejas, pero contar ese tipo de msas que

son los ind¡v¡duos personales efectivamente requería este mdeo que acabo de contaros. Es, paradójicamente, como el

hecho de que cada uno tenga su ¡dent¡dad, lo que hace que en conjunto se nos pueda contar como las ovejas, que se

supone que no la tienen, o las piedras s¡ acaso sospecha¡s de las ovejas con ¡dent¡dad personal. Es justamente eso lo que

nos ha@ otra vez contables y entonces )ra comprendeis que esto se aplica a la serie de los números desarrollados, uno es

uno también en elsenlido del pretend¡do numeralcabeza de la serie. Eh... para dejar ya la aritmética tengo que recordaros

solamente que ese número peregrino que üene a ser el uno, número imposible porque era la negac¡ón de número, se

supone que es la razón aritmética, la d¡ferencia que separa a todos y cada uno de los números de la serie de su sucesor y

su antecesor. Está claro que este invento ha tenido que hacerse a través de eso, una vez que ya no es mmo antes de la*Histor¡a, con los prenúmeros del baile donde se dan cosas como: 'ta-ta{á, ta{a{á', que es distinta al de: 'tatá, ta{á, ta{á',

y ya se ha convenido en que ta{á, ta-tá, ta-tá y ta-ta-ká, ta-ta-tá sean seis, y esto cuesta habaio, es tan evidente la

diferencia rítmica enke ta-ta{á, ta{a{á y ta-tá,ta-tá, ta-tá, entre tres por dos y dos por kes. Pero una vez que se ha

convenido en que tres por dos y dos por tres son lo mismo, y entonces ha acabado de establecer la serie, la diterencia se

ha hecho uniforme. Todos y cada uno se diferenc¡an de su antecesor y su siguiente en lo mismo; no hay más que un seis

ya, para evitar d¡ficultades; no hay más que un seis. Y eso no es más que c¡nco más uno y siete menos uno. La razón de

d¡ferencia es la misma. Es esa razón la que se ha extraído para colocarla a la cabeza de la ser¡e.

S¡ a alguno le entran dudas de que se hayan pod¡do hacer cosas tan peregrinas o que yo me esté ¡nventando un cuento

tene¡s que recordar que incluso las lenguas de Babel dan testimonio. lncluso las lenguas más avanzadas en aritmética, en

eldesarrollo de los cuant¡ficadores, lardan mucho, mucho, en desarrollar un nombre, un símil, pafa una especie de

numeral 'uno'. Las nuestras, por ejemplo las de nuestra famil¡a tienen en común la raiz de los okos dÍgitos y de muchos

números, incluso del ciento, pero no tienen en común el nombre de 'uno', el numeral. Por tanto el invento es incluso

posterior a Ia separación de las lenguas de esta famil¡a, cercana al momento en que ya corren por su cuenta el indio, el

griego, el latín, el romance,... De manera que eso es también revelador, cada una de ellas tiene que inventaFe un nomore

para decir 'uno'.

Volvemos pues a lo nuestro desde la ar¡tmét¡ca, esto se refiere también a mí mismo, y era lo que más nos importaba en

este día: yo tengo que ser en Realidad, aquí (señalando en el encerado la parte correspond¡ente a la Real¡dad), 'uno', que

por el hecho de ser el que soy, por mi propia defin¡c¡ón me arr¡esgo a venir a ser también uno y solo, el número origen de

los números, y sólo con esa condic¡ón, uno es el que es y al m¡smo tiempo, paradójicamente, se nos puede contar porque

a cada uno le pasa lo m¡smo. Esta es la situac¡ón Real. Apenas nos hace falta añad¡r que esto es ment¡ra, una vez más, y

en cuanto abandonamos Ia Realidad yo ni puedo ser el que soy, porque siempre puedo ser más o menos el que soy, ni

puedo diferenciarme, rÍgidamente, de otros, de todos los otros, porque ya no hay todos, de manera que siempre me puedo

estar confundiendo más o menos con cualquiera; ni desde luego puedo ser uno como numeral porque no habiendo ya'todos'tampoco hay'uno'. Y yo no soy n¡ uno, n¡ muchos, ni todos; el establecim¡ento de los números reales aquÍ me es

aeno.

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Esto es algo que ya a propósito de algo salÍa alguna vez el último día: 'yo'se exime de la ley de los números y de la

contrapos¡ción entre 'uno' y 'múltiples'. Porque yo, ese yo que no es nad¡e determinado, ese yo que es cualquiera,

qu¡enquiera que dice esto que estoy diciendo, ¿ese es'uno'?, ¿'uno' solo?, ¿es muchos, son múlt¡ples?; como ve¡s ninguna

de las dos cosas satisface, n¡ mucho menos podemos añadir que es'todos'porque todos ya no hay, en cuanto conjunto.

Pero sobre todo queda eximido de esa tan elemental contraposic¡ón Real: yo no soy muchos, no soy múlt¡ples, pero

tampoco soy uno. Y no soy uno por la misma razón que no soy muchos. Y no soy muchos por la m¡sma razón que no soy

uno. Esa era la contraposición que sólo servía para la Realidad, pero en la verdad eso no marcha. 'Yo'queda pues, fuera.

Bueno, esto es lo que quería sacar hoy, ya comprendeis que esto venía a propós¡to de la recordac¡ón de aquella cuestión

de morir, muerte, tal, y del tránsito o paso por la Realidad, que otro día nos salía, ¿no?. Así, como ve¡s, aunque allí se

contraponía, p¡ntaba, me pintaba yo atravesando la Realidad, por un momento, para perderme en lo sin fin, ya veis que eso

de lo 'sin fin'y eso de'yo'están más íntimamente relacionados que lo que el esquema decÍa.

Pues con esto os dejo por hoy y vamos a ded¡car el poco rato que nos quede a las cuest¡ones. No se s¡ he asegurado (

)....perogrullada, pero en fin. Preguntarme sin más.

Voz 4": Sí, estaba pensando antes, cuando hablabas de las compañías, algo que decir aquí, esa sensac¡ón que se t¡ene

muchas veces de estar solo alestar rodeado de genle, y al revés, cuando estás solo, estás completamente lleno y

acompañado...

A: ¿Cómo estar lleno?

Voz 4': O sea, quiero decir la sensac¡ón esta que sentimos muchas veces, ¿no?, de estar solo cuando estás con mucha

gente y la contraria. Cuando estás solo no te hace falta gente porque te s¡entes muy ...

A: ¿Te sientes?

Voz 4": Muy poco solo. Yo creo que es algo que le pasa a alguna gente, ¿no?

A: Sí, hay sensac¡ones diversas en ese sentido, sí. No sé exactamente a cuál te refieres porque hay var¡as maneras de

sent¡r la ..-. la desgracia. Es dec¡r, cuando uno está acompañado de gente...

Voz 4a: Y le da ¡gual, y no at¡ende a la conferenc¡a, o le aburre, o lo desprec¡a ...

A: ¿Quieres decir que no se encuentra acompañado de verdad?

Voz 4": Sí. ¡Hombre!, está acompañado porque está acompañado. pero como que se siente solo, como que siente que no

tiene a nadie como é1, o algo así-

A: Bueno; a veces ¡ncluso es que la presenc¡a de los demás es un test¡monio de que uno es distinto que Fulano, Mengano,

Zutano y Merengano, no es ninguno de ellos. Es una de las dos necesidades que he descrito: Y entonces "como voy, como

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voy yo ni a acompañarme con ellos ni a compararme, cuando cada uno de ellos es el que es, y yo no soy n¡nguno de

ellos". Pchsss .. es una falsedad la compañía; no es posible que nos entendamos, que nos queramos ni nada de eso. No,

no tenemos nada en comÚn, para eso cada uno de ellos tendría que ser'yo', pero cada uno pretende no ser'yo'sino ser'Fulano' o 'Mengano'; yo también: Perengano. Eso puede irporesecamino Por otra parte la soledad, esdec¡rla falta de

compañía, es un tormento complementario que todo el mundo conoce también. Pero s¡ uno está solo y no puede

contraponelse a nadie, negarse con nad¡e n¡ vérselas con nadie, ni nada de eso, ¿cómo va a estar seguro de que es el que

es, s¡ para eso t¡ene que contraponerse con los demás?. De forma que la soledad muy severa, pues se conv|erte

igualmente en una especie de tormento para el individuo.

Fijáos b¡en que la cond¡ción Real de cada uno de nosotros acarrea tormentos que son contrarios el uno al otro; y tos

acarÍea tranquilamente y los padecemos todos los dias. Lo que uno también, claro, cuando se deja invad¡r por la duda deque uno sea uno, emp¡eza a sentirse como aquel que d¡ce vulgarmente apl¡cando el término médico, esqu¡zofrénico;

emp¡eza a sentirse así, sin sent¡do, o cualqu¡er otra manera que tenga de sentirse, ¿verdad?, una persona vulgar. Siduda

de que es uno, ¿qué es lo que va a pensar?. No, no va a pensar en el sin fin, va a pensar en dos, tres, veinte, emDjeza a

descubrirse a sí mismo (...) no se sabe ( ) y más por menos, ¿eh?, que la Realidad tenga que acarrear las terribles

enfermedades apenas hace alta decirlo, es cond¡c¡ón de una cosa esencialmente falsa como la Realidad, que ruego por

otra parte, en verdad, su falsedad no es perfecta, no es cerrada, pues transp¡ren s¡empre las imperfecciones y las dudas se

manifiestan en tormentos como los descr¡tos y otros Tormentos que, siempre mal entendidos claro, si no no serían

tormentos; siempre malentend¡dos en el sentido de que uno los interpreta; por ejemplo éste, de dos; uno empteza a

entenderse como dos. Yo creo que en la historia de uno mismo se puede repetir algo semejante a lo que he dicho a¡

respecto a la un¡c¡dad en los n¡ños. Yo creo que los niños, incluso no tan pequeños, quiero decir un n¡ño una vez aprend¡do

a hablar, alrededor de tres, cuatro o tal vez cinco años, mucho antes de haberse aven¡do con éxito a reconocer su

un¡cidad, descubren mult¡plicidades. Es normal que un niño sea dos, es bastante corriente. Bueno, no debía ser tanpequeño porque me acuerdo muy bien, y supongo que vosotros, vosotros también Para muchos niños uno es oos anres

de res¡gnarse a ser uno; son desde luego, los últ¡mos coletazos de la vida antes de caer en esta muede que es la unic¡dad,pero no dejan de ser reveladores. Antes de resignarse al uno se pasa por la divis¡ón de uno, tres, dos.

Bueno, ¿qué más?. ¡Venga!

Voz 5a: En el lenguaje así, corl¡ente, a mí, más o menos de siempre, pero más últ¡mamente, la palabra ,todo', pues siempre

me suena bastante tremenda siempre que se usa, ¿no?. yo qué sé, por ejemplo, has cogido una gripe o algo así, y ya la

has pasado y, bueno, '¿estás ya normal, estás b¡en del todo?'. Es que siempre me cuesta, porque todo, eso de estar b¡endel todo ..., ni s¡quiera cuando estoy, como se dice, sano estoy bien deltodo, ¿no?, y así, cantidad de ellas. pero por ahíhay gente que se maneja muy bien hablando de ,todos'v de 'nadas'.

A: Sí, suena muy total¡tario, muchas veces parece simplemente .. pues, exageraciones inocentes, en c¡erto nivel lo son.Para el lenguaje corriente, decimos'todo el mundo', refiriéndonos a situaciones de lo más dudoso, es decir, 'todo el mundoestaba contento', 'todo el mundo lo estaba esperando'. Nos referimos a poblaciones que queremos que fueran un cojunto,pero no lo eran, como si hub¡ésemos hecho la averiguación de uno por uno, ¿no?. Pero estas aparic¡ones relat¡vamente

inocentes reflejan algo mucho más serio y es lo que os he dicho y repito otra vez, lo primero que os saqué, es lo que

muestra de la manera más clara la contradicción entre Real¡dad y verdad. Por un lado, esto es necesario, creer que hay

yo y el un¡verso I

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'todos' y 'todo' es necesar¡o. Creer que hay un universo o todo, la Real¡dad digamos, creer que los hombres son todos, lapoblación son todos. Todo esto por un lado es una espec¡e de necesidad de la Real¡dad misma; y por otro lado, no puede

ser. Y por otro lado esto no puede ser por aquello de que s¡empre hay más allá. De manera que es ian necesano mmo

imposible. Ya sabeis que en lógica estos dos términos se emplean como s¡fueran los polos opuestos, ¡mpos¡ble,

necesario. Bueno, pues ya veis que respecto a esto, respecto a 'todo', por ejemplo, y por tanto despues también, respecto

a uno mlsmo, respecto a uno, las dos cosas se dan en la más alta o más profunda tal vez de las contradicciones. Es

necesar¡a la total¡dad en la Real¡dad, lo m¡smo que es necesar¡a la un¡c¡dad de uno m¡smo que es correlativa- Esto es en la

Realidad, en verdad eso no puede ser- Ni uno es el que es s¡no que s¡empre está abierto a dudas, imperfecciones; nipuede haber un todo porque siempre hay más allá

¿Qué más cosas para term¡nar?

Voz 6u: A mí se me ocurre relacionar esto de la necesidad de'todo' con lo que tú comentabas del miedo a la muerte, ¿no?,que hemos comentado aqui. Parece que esa aspirac¡ón con la que tú empiezas esta charla, parece que viene un Doco. .

¿De dónde viene?, de atrás, porque la Ciencia incluso en plan ...., parece, decíamos aquí alguna vez me parece, que tenía

una c¡erta abertura en elsentido de la investigac¡ón, ¿no?, traía cosas del más allá y las incorporaba. O sea, no es que

esté totalmente celrado en ese sentido específ¡co, el todo, pero como aspiración sí, y la aspiración parece que tiene que

ver algo con un poco como de miedo, ¿no?.

A: Sí, aunque ya conta¡s con que el miedo se nos aparecía como dos miedos; que por un lado muchas veces se na ouesro

como origen ¡ncluso de la perdición, desde el m¡edo a lo desconocido. Por otra parte, mi muerte siempre futura es lo más

seguro que hay, por tanto, lo más conocido, y por tanto el m¡edo entonces aquí, e¡ miedo a lo sab¡do, a lo conocido, a lo

asegurado, lo más seguro de todo. Hay muy mala ¡ntenc¡ón al configurar la Realidad cuando un m¡edo se confunde con elotro. Padecemos estos dos miedos pero, ¿quién padece cada uno de ellos?, está claro que no puede ser el m¡smo, y esa

es otra manera que a mí m¡smo me desintegra. Si uno cree f¡rmemente en su Realidad, entonces no puede dejar de creer

en ella, y cuando ¡magina el más allá lo mete denko, de la manera que en la Rel¡gión se enseña, es decir, fabricando

cielos, infiernos, ehh... metempsicosis, o cualqu¡er otra espec¡e de histor¡a que perm¡ta que, efectivamente, ese uno que seha establecido como se establece, como el que es, pues eso de alguna manera sufra avatares d¡versos, lo mtsmo que mlvida, pero sigue siendo el que es.

Es curioso que cuando os he presentado, s¡n embargo, la física de Epicuro y de Lucrecio, como recorda¡s, allí aunque setrata de una fe c¡entífica, se ofrece como remedio del miedo a la muerte el convencerse totalmente de la propta

deslntegraciÓn; de que en la muerte no hay nada de mi persona que se pueda salvar. Es aparentemente contrad¡ctor¡opero s¡gnif¡cativo. Eso acabaría con el miedo en la medida que acababa con la personaj esto es lógico, porque este miedode Ia muerte que se hace compatible con la fe en uno mismo, este miedo es constitutivo de la propia persona: sólo semuere con la desaparición de la persona; si hay persona hay muerte; si hay muerte, hay m¡edo, y por otro lado,imposibilidad de reconocer la desaparic¡ón. Pero esto es condición Real; luego, en cambio, está lo otro, el mieoo a todesconoc¡do que solamente lo puede sentir la Persona Real constituída como tat, cuando su fe se resquebraja; cuando m¡fe en mí mismo se resquebraja empiezo a sospechar que puede haber de verdad más allá, no lo he incoroorado a IaReal¡dad, que puede haber un yo que no soy yo. (¡naudible). La persona Real, en la medida en que no está pelectamente

hecha, en que un sujeto no lo está, se resquebraja, le sobreviene entonces esta espec¡e de miedo de perderse.

yo y el un¡verso 9

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En uno de los Íragmentos de Heráclito, Heráclito decÍa: 'A un hombre, al haber muerto, le aguardan cualesquiera cosasque no espera ni se figura'. Es una manera elegante de aludir a esto que decíamos'lo desconocido'. "... Cualesquiera

cúsas que no espera n¡ se figura". Claro, esto ... para uno que no fuera 'uno' no sería motivo ninguno de miedo ni depreocupaciÓn. En camb¡o, lo desconocido, como muchas veces parece que nos pasa, se convertiría en un objeto de deseo,

de venerac¡ón. Uno está harto, aburrido de lo sabido, empezando por'mi muerte siempre futura'. Lo desconocido, 'todo

aquello que uno ni espera n¡ se figura; parece que es el campo donde et sentim¡ento, la vida misma puede florecer. pero

para una persona, que por otra parte es Beal, está mnstituída, ¡eh!, eso es la amenaza a su integridad porque entonces

¿cÓmo puedo yo saber qué soy ahola m¡smo, ni siquiera en mi vida, si estoy dispuesto a perderme en aquello que ni sé n¡puedo sabef?

Bueno, está bien tal vez, estaba bien volver sobre esto de los miedos y de a quién toca cada uno de ellos. M¡rad a ver s¡

algo más se os viene a las m¡entes.

¿Creeis, por lo menos, que estas perogrulladas que os he expuesto hoy tan clatamente, y hasta he puesto er esquema. no

se os van a olvldar ya nunca?.

No me digais que sí, porque está claro que se os van a olvidar porque eso es, como muchas veces decían, ley de vida; eso

es, ley de Realidad, no de vida, lo contrario, Iey de Realidad, porque si no ¿cómo podeis seguir haciendo ..., atend¡endo avuestros negocios y todo eso, si de verdad no se os olvidaran semejantes cosas?, ¿no?_Este es un olvido, lo mismo que decimos del m¡edo, contrario al otro; porque olvido, por otra parte, serÍa tamb¡én el nombre

del deseo y de la ciencia suma, sería justamente olvidarme de mÍ mismo, lo cual ¡mplica olv¡darme del Universo munoo

entero; olvidarme de la Realidad. Olvidarme de la Realidad parece efectivamente que suena.... olvidarme de la Realidad y

de m¡ prop¡a Realidad parece que suena a vida, a liberación, a gozo, a ... lo que quera¡s decir. Pero apenas uno correpel¡gro de descubr¡r la falsedad de la Realidad; por tanto olvidarse de ella en ese sentido ... Inmed¡atamente viene ese otroolvido del que os hablaba: uno tiene que olvidarse de que ha oído, olvidarse de que ha entendido, olvidarse de que le halat¡do el colazÓn de una manera inesperada y desconocida, olvidarse de que ha razonado, pala volver a creer; volver acreer y continuar con sus negocios y su persona.

Voz 7a: Has dicho ya muchas veces, por ejemplo has d¡cho que sientend¡eia¡s b¡en esto o algo así, ¿cómo va¡s a segu¡rcon vuestros negoc¡os y con vuestras ocupaciones, y algunas veces más lo has dicho. Pero entonces eso parece dar aentender que entre el uno que hay por debaio, el yo gramatical o lo que sea, y la persona por arr¡ba, hubiera alguna

comun¡caciÓn, cuando más b¡en parece que ni se tocan ni se rozan y por lo tanto lo que uno entienda no va a influ¡r en looue la Persona ....

A: No se puede decir que se rocen porque efectivamente rozar serían dos cosas reales y de estas una es Real v la otra noes real. Pero que hay una espec¡e de encuentro o de choque eso es innegaote.

¿A qué se llama ')ro de verdad'?, se llama a las rotuas, imperfecciones, dudas y quebrantos del yo Real; eso ya es unarelación De la misma manera que cuando hablábamos de política decíamos ¿a qué se llama pueblo, con veroao, ogente?, pues a la ¡mperfecc¡ón del cómputo de las poblaciones, a aquello que se relaciona @n las Doblaciones en elsentido de que rompe, estropea la cuenta que et Poder neces¡ta; rompe el número, ese número de almas con que lospoderosos juegan. El pueblo no tiene número de almas. Así que eso es una relación, es una relac¡ón no de cosashomogéneas pero sí de una relación d¡gamos de confl¡cto, de encuentro, de choquel y así estamos constantemente; cada

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uno es al mismo tiempo yo gramatical y el yo con Nombre Propio. Y eso no puede ser, el uno está en guerra con el otro. Y

esa ... es toda la relación que puede haber es el choque, ese choque regido por la mutua negación, lo uno n¡ega lo otro. Lo

uno niega lo otro pero es una relación;como hemos dicho.

Voz 8": ¿Se pueden llegar a destruir el uno al otro?

A: Bueno, en un Futuro no, porque el Futuro es de la Real¡dad, lo que pasa es que se puede dec¡r que se están

destruyendo constantemente. Se están estropeando, destruyendo constantemente. Así es como ... como vamos tirando.

Voz 9': Así como parece que hay ejecut¡vos que han acabado por completo con su v¡da, ¿se puede decir que hay gente

que haya acabado por completo con esa ... Persona Real?

A: ¿Que se ha desecho, perdido?. Bueno, ni lo uno ni lo otro porque eso sería como las perfecc¡ones; tampoco hay que

suponer que n¡ el más alto de los ejecutivos es perfectamente id¡ota. Desde luego se progresa, según se sube en la

p¡rámide se progresa en idiotez, pero no podemos dec¡r que n¡ el más alto sea perfectamente ¡d¡ota, o creído, o entregado

a su realidad. Por abajo, m¡entras uno sea el que es .... es que ..,humm .... s¡ alguien de verdad se liberara de su nombre

propio y de su Documento de ldentidad entonces n¡ siquiera podríamos reconocerlo como ejemplo; todos los demás que

seguimos siendo Reales pues, . . entenderíamos aquello de cualqu¡er manera, diríamos, 'no, se ha vuelto loco', 'se ha

muerto', o ... tal, 'se ha perd¡do' ....Es decir, nunca podríamos reconocer aquello como un ejemplo de liberación.

¡Nos vamosl, nos vamos a ir ya.

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verdad y Realidad

... Qué más dudas os despiertan o que más se preslan a prolongaciÓn, es la disculpa

para la contraposición entre Beal¡dad y verdad (trazando en el encerado) -hay contrapos¡c¡Ón-, tendría que quedar de una

vez por todas claro que de la verdad no puede hablarse, y esto es otra manera de mostrar la diferencia o contrapos¡ciÓn de

una manera clara porque, en cambio, hemos definido Real¡dad como aquello de lo que se habla; de manera que apenas se

puede establecer la oposición en un nivel más alto, lógicamente. Realidad es aquello de lo que se habla, cualquier cosa de

la que quiera hablarse es Beal¡dad; verdad, en cambio, es algo de Io que no puede hablarse. Con razón la pregunta de

Pilatos, "¿qué es la verdad?" es una pregunta que tiene que quedar sin respuesla para no caer en la mentira

inmed¡atamente, porque de ella hablarse no se puede. ¿Qué es lo que se contnpone a hablar de ella, hablar de la verdad,

saber qué es?. Pues es el hecho de que sea la acción de hablar, de la Realidad naturalmente porque de otra cosa no se

puede hablar, sea la acc¡ón de hablar aquella que pueda ser verdadera, es decir, no falsa. La acc¡ón misma puede ser una

acción de la que tengamos derecho a decir: 'sí, no miente, eso es verdad'. Pero s¡ empezamos después a hablar de la

verdad y a sacar de esa negación, de ese'no miente, no es falso', sacar de eso una verdad positiva, colTlo suele dec¡rse,

es decir, de la que puede hablarse, convertirse por tanlo en ¡deas y hasta en doctrina, entonces ya estamos cayendo en

falsedad, falsificación, o sea, en la Realidad. Porque la Realidad, si recordais bien, no es talsa por accidente, la Real¡dad

es esencialmente falsa; sin falsificación no hay Realidad. No sé sl esto os resulta demasiado claro pero s¡ no decídmelo.

Os repito, de la verdad no puede hablarse, prec¡samente porque hemos defin¡do Realidad corno aquello de lo que se habla;

s¡ habláramos de la verdad, la verdad se convertiría en real inmediatamente, entraría dentro de la Flealidad. Por tanto Io de

verdad no puede tener más sentido que el de'decir verdad', que sea la acción; y a su vez esto de dec¡r verdad t¡ene que

tener una condición negativa, dec¡r verdad qu¡ere decir simplemente no mentir; no menlir, no falsedad. Si, en cambio, la

verdad ya se sabe, se habla de ella, se hace una idea de ella, entonces inmed¡atamente se convierte en una verdad Real y

entra déntro de la Realidad; es decir, que se miente, se fals¡f¡ca porque, y esta es la otra punta del círculo, la Realidad es

falsa por esencia y no puede haber n¡nguna Realidad si no es mediante la falsiticaciÓn.

Vosotros vere¡s si esto suena lo bastante claro.

En el sentido vertical la cosa se mostraba en los dos planos aparentemente contrapuestos, el plano del un¡verso y el plano

de mí, por decirlo de una manera muy s¡mple, pafa mostrar hasta qué punto la cosa vale por los dos cabos aunque sean tan

contrapuestos. Respecto a nuestro supuesto Universo del que la C¡encia nos habla, y la gente habla también, se verif¡ca

que tiene que ser un todo, la Realidad tiene que ser toda la real¡dad, en algún sentido. ¿Por qué?. Supongo que eslo lo

recordare¡s, porque yo creo que lo hemos hablado, porque si la Realidad no tuera un todo, es decir un conjunto, cada una

de las cosas en la Realidad, cada uno de los elementos del conjunlo tampoco podría estar cerrado, lampoco pod¡ía ser el

que es. Y en esto ya pasa al otro nivel, lo que le pasa al conjunto nb puede menos de repercutir sobre los elementos y

viceversa, deforma que si pretendemo€ que'ese conejo es un conejo', que'un conejo es un conejo' y finalmente, que'el

conejo es el conejo' en general, si pretendemos todas esas cosas que muestro aquí por ejemplo, una con el mostrativo'ese

conejo es ese conejo', con el cuant¡ficador, 'un conejo es un conejo'y, elevándolo a género, 'elconejo es el conejo', si

pretendemos cualquier cosa de esas es porque @nfiamos, ¡vamos confiamos!, creemos en que tanto ese conejo corno un

conejo cualqu¡era como el conejo en generalestán de alguna manera cerrados y defin¡dos; son el que son. Para que eso

sea así, como según buena lógica, sentido común y tamb¡én razón común heracl¡tana, de todas las maneras, como la

¡dentidad solamente puede oblenerse por Ia diferencia determinada, está claro que eso sólo puede suceder si este conejo

no es aquel conejo, porque s¡ no hay confusiones, y s¡ un conejo no es una l¡eble,y si por tanto el conejo corno género está

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b¡en defin¡do, eso sÓlo puede pretenderlo una taxonomía zoolÓgica o cualqu¡ef otra forma de ciencia, pero en fin la más

modesta de todas, una taxonomía al estilo de Linneo, que tiene que pretender que el conejo está en su sitio por oposiclón a

los sitios que ocupan cualesqu¡era otros géneros, especies y familias. Tiene que ser así, si no no hay seguridad de que sea

el que es en n¡nguno de los planos. Pero solamente puede conseguir esa dferenc¡a determinada, bien dibujada respecto a

los oue no son é1, s¡ los que no son él son un conjunto, es decir, son en nÚmero finito y determinado, porque si los que no

son él son sin f¡n entonces éltampoco acabará de tener una serle de d¡ferenc¡as determinadas que lo definen, se perderá el

mismo en la indefinición y no podremos estar seguros de si ese conejo es ese conejo siqu¡era, y mucho menos s¡ un conejo

es un conejo siquiera o si el conejo es el conejo. solamente si efectivamente todos los que no son él const¡tuyen una

espec¡e de conJunlo que genere Una red de diterenclas, Una red de diferencias que lo def¡nan y lO determinen AsÍ es que la

identidad de cada cosa, el ser cada cosa la que es, su identidad que solamente puede obtenerse [ior diferencia con las que

no son ella, neges¡ta que eltotal sea electivarnente un conjunto bien cerrado. En ese sent¡do, la Realidad t¡ene que ser un

todo y con eso además se da el paso en el sent¡do vertical a la otra apariciÓn de lo m¡smo que parecía tan contrapuesta,

que es la de'yo'. En conjunto, pues, creo que os queda bastante inevitable, que la Realidad t¡ene que ser un todo. Apenas

tengo que volver a ver cosas que ya hemos v¡sto otros días, ¿no?, ehh.. la ciencia puede pretender, en efecto, que hay

oue adm¡tir su ¡nf¡nitud, pero si hay que admitirla, la ¡nf¡nitud del Universo, admit¡rla quiere decir meterla dentro de la

Realidad, es la intromisión de lo infinito de la que ya hemos hablado de otras maneras muchas veces; sea como sea tiene

que ser un todo y si se llarna infin¡to, ese infinito está dentro del todo. Por otra parte, en verdad no puede ser' sin que os

olvide¡s de que eso quiere dec¡r que la fórmula que declara'eso no puede se/ no m¡ente, no constituye Realidad, no miente,

solamente en ese sentido dec¡mos 'es verdad', es verdadero, no miente, no const¡tuye Real¡dad. Esa fÓrmula'eso no

puede ser' es la fórmula que tantas veces os he recordado que pronunc¡a cualquier niño al asomarse precisamente al cielo

de Una noche de verano, reso no puede ser', eso no puede ser todo, y que por lo tanto acabe y se c¡erre en algÚn sit¡o Eso

no puede ser. y eso es lo que por debajo de la constituc¡ón adulta sigue diciendo siempre el corazÓn y el sentido común'

oue son lo mismo, eso no puede ser. De forma que no es que nosotros sepamos ninguna verdad, simplemente declaramos

en nombre de lo que sea, algo que he llamado hace un rato corazón, declaramos "eso no puede ser", y en ese sentido esa

formulación puede dec¡rse que no miente. 'No m¡ente'quiere decir: no constituye Realidad, porque la Realidad es

esencialmente, constitutivamente falsa; de manera que ésa efectivamente, ésa que se niega y que dice 'eso no puede sef

está claro que ésa no const¡tuye Realidad, está claro que se enfrenta a ella, está claro que ella misma, el hecho m¡smo de

que ella pueda enfrentarse y decir: 'eso no puede ser'es, a su modo, una prueba de que viene de fuera, de que la verdad

está fuera de la Real¡dad, si no no podría hacer esa declarac¡Ón.

De manera que nada nos extraña ahora que la cosa se presente por la otra punta de una manera análoga, la punta del 'yo',

porque yo por un lado tengo que ser uno, tengo que ser uno y ahí habÍan quedado los dos sentidos de la tÓrmula, yo tengo

oue ser uno en et sent¡do de que tengo que ser el que soy, estar definido, esto para las personas, para esa clase de cosas

que somos las personas, porque no deiamos de ser una clase de cosas, como otras de cualqu¡er clase. Eso lmplica el

Nombre propio, es decir, que ya no se trata de'un conejo es un conejo', ni siquiera en tercera persona de 'ese conejo es

ese conejo', sino que implica esa especie de s¡ngular¡dad que el nombre prop¡o pretende tener como destino, lo que dice el

Documento de ldentidad; es una s¡tuación especial con respecto a los conejos y a las piedras pero, desde luego, su

condic¡ón peculiar no nos ex¡rne a las personas de lo mismo que estamos d¡ciendo para el resto de las cosas, en la medida

en oue Drelendemos ser Reales; únicamente ¡ncluimos en las necesidades o condic¡ones de Realidad esa de llamarme de

una maneE determinada, ¡nequívoca, inconfundible con cualqu¡er otro. Pero tengo que ser el que soy, esa es una

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condic¡ón de mi Real¡dad; tengo que ser el que soy, y luego como lo semántico impl¡ca al cuantificador, como tantas veces

hemos visto, resulta que tengo que ser uno en el senlido que se dice más arriba, en el sentido del falso número uno. Falso

en la med¡da que es simplemente el producto de una forrna, reciente además, de establecimiento de la Realidad, la propia

H¡sloria. en Ia que se ha eslablec¡do la serie de los números y a consecuencia se ha pretendido que uno que de verdad era

la negación de número, se ha pretendido que uno venga a ser un número que encabeza la ser¡e, esta es Ia forma de

Realidad más rec¡ente en la que los cuantificadores han colaborado, y entonces por más Nombre Propio y más peculiaridad

personalque tenga, ahí rne pasa como a los @nejos:tengo que ser además'uno' en el sentido del uno de la serie de los

números Tengo que ser uno, es decir, primero, no ser dos n¡ tres nl muchos, tengo que ser uno porque sabemos que formo

parte del conjunto numeral, contable. Pese a la singularidad de mi Nombre Prop¡o formo también de una maneE especial, a

diferencia de la manada de los caballos y del rebaño de las ovejas, pero de todas maneras, de una manera espaciallodo,

formo parte de colect¡vos, de conjuntos de poblaciones entre los que me cuento, grac¡as a lo cuál el Documento puede

señalarme con un número y, si se me cuenta es que soy uno, eso es lo que dice la aritmét¡ca histÓr¡ca. El uno es la unidad

de los números, es decir elelemento delconjunto, el elemento mín¡mo del conjunto; así que el'uno'viene a tener esos dos

sent¡dos: ser el que soy y además ser uno en el conjunto de los que son cada uno tamblén cada uno

No es que no sea contradictorio, esto es un poco contradictorio, para ser absolutamente Ún¡co como pretende el Nombre

propio, ya comprendeis que no podía ser uno como cada uno, tenía que ser un caso único, verdaderamente singular. Pero

contradictor¡o y todo como es, así es nuestra Realidad, así es la Realidad de esa clase de cosas que somos las personas.

Contradictorio ytodo, y si no, no hay Realidad, sin somelimiento a eso no hay realidad de mí, me p¡erdo como ente real,

estoy perdido si renuncio a esas cond¡c¡ones- Bueno y luego la boca del n¡ño o el corazón y la razón cuando se

desmandan, pues, frente a eso dice otra vez'eso no puede ser, eso no puede ser, será muy real mi Realidad, muy

necesar¡a pero eso no puede ser.

De ahí que preguntaba ya un poco en cuál de los dos sentidos, empezando esta vez por ellalso número uno. Yo no es uno,

yo no es uno simplemente porque, como todo el mundo sabe, el lenguaje es una cosa comÚn desde el pr¡nc¡pio; es la

comun¡dad misma a la que alud¡mos como 'pueblo' a veces, con pel¡gro siempre de confund¡rnos, a lo que alud¡mos como

pueblo. Lo uno va con lo otro, pensar en un lenguaje de uno solo es una solemne estupidez, demas¡ado claro para

formularse siquiera. Lenguaje quiere decir comun¡dad, conven¡o común, participación absolutamente ¡gual¡tar¡a en un

artificio que yo realmente no conozco pero que está ahí, que funciona, la gramática de la lengua que hablamos. De manera

que está claro que yo es todo el que dice yo, yo es corno el corazón del lenguaje, cualqu¡era que d¡ce yo es yo, yo soy

cualquiera que dice yo, y por tanto eso excluye la pretensión de la unicidad o unidad. Como consecuencia, implicado en

ello está que'yo', el que hablo, no es el que es.

Esto como d¡go también lo declara .. bueno, voy a poner otra vez al n¡ño como ejemplo. N¡ño aquí quiere decir un niño

completamente ¡nexistente, pues los niños están pervertidos desde que son pequeñ¡tos, de manera que cuando yo digo

niño pues aludo al momento ese en que uno no está constituído todavía, por lo menos deltodo, que t¡ene muchos

resquicios, muchas resquebrajaduras por donde puede resp¡rar por la herida; pero, ¡vamosl, que nad¡e se engañe, se trata

de un n¡ño no existente Existente no es el que hay, ya sabeis, se le ha puesto el verbo existir como si fuera el que

corresponde a la Realidad.

Pues ese o el corazón o la razón o cualqu¡er cosa innombrable, declara eso, declara que 'eso no puede ser'; por ejemplo,

yo mismo me consldero, yo me considero a mí, es decir pienso, como dice la queja popular, en lo que la vida ha hecho de

mí, yo soy Io que la v¡da ha hecho de mí, p¡enso en mí sornet¡do a un trabajo, sometido a una familia, teniendo tales h¡jos,

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estando ligado por iales relaciones fam¡liares y de las otras; pienso en mí no solo de eso sino como ten¡endo una cara

determinada, es decir, me m¡ro al espejo' me miro al espejo y veo un tipo que' de una manera que' aunque sea con

inexactitud podfíamos declr casi física, está cargado con los rasgos de su personalidad, de manera que todo aquello de

que|avidahahechodemí,estámuybienreflejadoenmisfaccionespeculiares,enesoqueestoyimitandoene|espejo.

Segu¡rcon|aspreocupac¡onesdeuno,e|yoquees|ocontrario'miyoReaI;estoymirandomiyoRea|.Eseeselquesoy'

Real, ese que estoy mirando en el espejo Bueno pues hay un rnor€nto de conformidad' uno se mira' piensa que 'ahí

estoy', 'así soy yo', se afeita o se p¡nta los lab¡os coÍio si tal cosa Él' efectivamente' se cree autorizado a realizar todas

estasact¡Vidadesreflexivas,mea|eito,mepintoloslab¡os,comosiefectivamentenohubieraenesonadadeabsurdon¡

nada que llarnara mucho la atenciÓn'

Peroloquequedademínoesmio'enelsent¡doquehed¡cho'loquequeda'razónycorazÓn'anteesetranceloquedice

unayotravezes:"peroyonosoyese"" 'peroyonosoyese"Eso's isupr imísporunmomentoalyoqueestoyhablando' lo

reconocereis como una voz que sale de abajo' ese rechazo radical a reconocef que yo soy ese'

Puededarsedeunamaneramásc|ara,enRea| idaden|aeducaciÓndeunniñoparaSerhombrealqUéseenfrentaconun

espejo,a|gunos|oextiendeninc|Usoaa|gunosan¡malesdelos|lanadossupefiofes,a|oscua|esse¡ntentaenflentarlos

conunespejo;quepuedanreconocersuidentidadseconviefteenunaaventuraprácticamenteimpos¡bleyquepuedadar

|ugaratodac|asedetfastomos'Siaunchimpancésele||egaraaconvencefdequeseestámirandoenunespeJo'se

Vo|Ver ía loco.osevo|ver íahombre,queparaunchimpancévieneaSer |omisrno.Demaneraqueesoesasíycon|oSniños

se ve que hay una resistenc' a avenirse a reconocerse en esa imagen. slgue siempre latiendo algo que d¡ce 'p€ro este no

soyyo, 'YestafÓrmulaene|semldodequees|aqueahídoycomoVerdad,esunaacciÓn'EstafÓrmulaquedice.peroyo

nosoyése.Ésees,otravez,e|sentidoenqueVerdadnopuededec¡rsedenadaquesesepaoseconozcaperot¡ene

a|gúnsentidodecir|odenegaciÓn,decÓmoestaformu|ac¡ÓnquemáSomenosporabajo....Demaneraque|afofmulaciÓn,

unaVezmás,podemosdecirleVerdadefacona|godepresunciÓn,ene|sentidodequenomiente,yestodequenomiente

quieredec¡rquenocontribuyea|aconstituciÓnySostenimientode|aRea|idad,queespara|oqueestálamentirapuesto

que|aFteal¡dadesesenc¡a|mentefa|sa,Vo|V¡endootraVezsobre|omismo'Ésenosoyyo,efectivamente,porquen¡el

espeio, ni las referencias soc¡ales de cualquiér orden que sea' pueden dar más que Realidad de la Persona' una Persona

Real,nopuedendarnosnlngunaotracosaPeroluegocomolapersonadelagramática'enlenguacomún'esahídonde

eslá la ( ). Y ahÍ, no en elvocabulario de la Real¡dad o en tas imágenes' si no debajo' en el sentido de ( )

personales,allíesdondeestoyyo,yéseeselqueseniegaaserelmismoqueelYoReal'yelrepresentante(porqu|ensoy

f ie |?) .Esese,eseyopuramemegramal¡ca|quenoesnadierea| , inex¡stente,éseeselquedice:Esenosoyyo.Dice,ése

nosoyyoyenesesentidonom¡ente,nocontfibuyea|aRea|idad,todo|ocontrar¡o;siseoye,esoes|aVozde|arebe|día,

y en ese sentido decimos que eso es verdad

Bueno,pueséstaseran|aspro|ongacioneso|asac|arac¡onesacercadelesquemade|ú|timodíaquequeríapfesentaros.

Yahorayaosdejo|asvocesparaquecualquiercosadeéstasquehayaresu|tadodemasiadoc|araque,portanto,no

hayaisentendidobien,puesrne|ahagais..'.me|ahagaissaber,aVersi|acomp|icamosunpocoyseent¡endealgorrÉjor.

AsÍ que, adelante.

voz 1u: Elotro día, y hoy también, düimos que el número uno parece había surg¡do poster¡ormente a todos los demás' ¿no?'

entonceshayunabaseen€quesepuedecontar,porejemploveinticincoovejas,peronohabíaunoEntonces'¿cÓmose

contaba, cómo se hacfa esa cuenta?

realidad Y verdad, 4

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A: Sí, sí, sí' No exp|iqué c|aro eso' En rea|idad es un pom más comp|icado, |a historia es así: Primero, antes de |a Historia,

en una prehlstoria que fuera de verdad fuera de la Historia, no fuera una Prehistoria de historiadores, de historiadores que

meten la Drehistoria dentro de la Historia -¿Sabe¡s de qué estoy hablando, no?- esa prehistor¡a que en el últ¡mo térm¡no

llega a dar lugar a los tebeos de Hombres de la Edad de P¡edra, que hacen las mismas estupideces que los de la sociedad

del Bienestar, se v¡sten con pellejos, hachas de piedra, ¿no?, eso es el últ¡mo extremo, caricaturesco, de la imaginac¡Ón de

la prehistor¡a introducida dentro de la Historia; es contra eso contra lo que estoy hablando. AsÍ que nos sal¡mos de la

H¡stor¡a. No es tan difícil porque, como ya os he recordado, la H¡storia no son más que un siglo de siglos apfoximadarnente,

unos diezmil añitos de nada, de manera que puede decirse que desde que hay un pr¡mer rasgo de escritura, que

aproximadamente es eso. De manera que hay que salir, porque sabemos que antes de esto, antes de esto, antes de

aparecer el primer rasgo de escritura, o sea de Historia, gente habÍa hablando por todas partes en el mundo No sólo

hablando si no danzando; danzando porque, evidentemente, la danza tamb¡én, igual que el lenguaje m¡smo, tenemos que

colocarla de antes, de antes, de mucho antes de aparecer el primer rasgo de escrilura en Una roca o en algÚn otro sit¡o

Bueno, pues ahí están los protonúmeros, los números que no son números todavía pero que son, de alguna manera' algo

Correspond¡ente a los números preh¡stÓricos; es dec¡r, son los protonúmeros de cualquier CoSa, que son los de Ia danza'

Que son los de la danza y et canto, esencialmente 'dos' y'tres" que no son todavÍa los 'dos'y'tres'de la serie; los módulos

según los cuales se ba¡la Y también al cantar, se ba¡la por'dos'y se baila por'tres" son los mÓdulos

fundameniales, y estos 'dos' y'tres' están ahí, son preh¡storia, son de verda prehistóricos. Es decir: una situación

evidente para lodos, una cuestión en la que latatá - tatatá,, tatá-tatá-tatá,, talatá-latatá y tatá - tatá - ta{á no son lo

m¡smo. ieué d¡ablos van a ser lo mismo! Poneros a bailar las dos cosas y vere¡s que bailais dos cosas completiamente

distintas. Ponerse a ba¡lar: tatá - tatá -tatá. Ponefse a bailar: tatatá - tatatá. Estamos muy lejos de que venga la barbar¡e

histór¡ca y convierta ambas cosas en'seis' y os diga que las dG cosas son Seis. ¿A qu¡én se le ocurre pensar semeiante

cosa, no?. Hace lalta, efect¡vamente, una falsificac¡ón de artif¡cio espec¡al. Pues eso es el establecimiento de la serle de

los números con el que la Historia emp¡eza; con el que la Historia empieza. Entonces, desde que apafece un s¡gno de

escritura emp¡eza ya a eslablecerse la serie de los números con la Historia. Además hay muchas probabilidades, incluso a

favés de la C¡encia y la ¡nvestigac¡Ón científica, de que Ia primera escritura fuera justamente ésa, la primera escr¡tura

antes de ninguna otra sea la que en una tapa o ladrillo de arcilla aparezcan ... c¡nco ray¡tas, aparezcan cinco rayftas que'

evidentemente se ve enseguida, están destinadas a llevar la cuenla, a guardar el cÓmputo de algo; es decir, reses por

ejemplo, reses de ganado. Así parece que es la primera escritura que pof el 6.000 A. C. aparec¡ó ya por Mesopotamia, o tal

vez algo antes por cerca del Mar Negro, o por ahí, por el sureste de Europa, ochom¡l años tal vez

Ahí. ahÍ, de contar reses de ganado. Los mismos que despuás con el Progreso van a utilizar los presos para contar en la

Oared los días que han pasado y los que les taltan. Hay, pUeS eso, d¡ferentes utilizaciones de lo mismo, ¿no?'

PUes tenemos que deCir: Bueno, eS que Historia hay desde que hay un rebañO que se cuenta, desde que hay reses de

ganado, eso Ya es Historia.

De forma que emp¡eza lo uno con lo otro, empieza la propiedad del rebaño, t¡ene que haber cómputo al m¡smo t¡empo que

empieza la escritura. Al m¡smo tiempo que emp¡eza la escritura y empieza así. iHombre! ya comprendeis cómo la escritura

puede pasaf, después, a ser otra cosa, por ejemplo: si el amo tiene un rebaño de vacas y uno de ovejas llegará un

momento en que las ray¡tas no le basten para distinguirlos, de manera que tendrá que poner una seña que las señala y

aclarar, por ejemplo, que Se trata de vacas O de burros. Pues ahí teneis ya el primel signo de Un nombre, escritura

realidad y verdad, 5

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jerog|íficaclaro,lapr¡mera,acompañandoa|cuantificador;seac|araquesetlatadeVacas'quelanoc¡ÓndeVaca,de

búfalo. de oveia, se establece a la par que el cÓmputo

Bueno,puesestoyaesH¡stor¡a.Yentonces,yaveissegúntupregunta,seestácontando'seestáncontandoconlos

pr¡meros pa|itos a que se estab|ece una correspondencia entre |as reses y los palos, con lo cuálya estamos dentfo de |a

H¡stor¡a. Falta todavía, con el progreso, llegar de ahí al establec¡miento de la serie tal como nosotros la usamos' pero son

yapasosmuycomprensib lesdentrode|aHistor ia ,muycomprensib les 'Ehhh' ' .noesqueel ,Uno'aparezcadespuésde

todos los números porque todos los números es una noc¡ón sumamente soflsticada y tardía, pefo aparece desde luego

después de que aparece el sets, eso seguro, porque el establecimiento de Ia serie qu¡ere decir, como antes os diie, esa

barbaridad de que tatatá-tatatá sea lo m¡smo que tatá-tatá-tatá. Es desde ahí cuando podemos decir que están ya los

números de la serie, los numeros seriales, de los que seis es el ejemplo más claro; elprimero, vamos Después va

evolucionando hasta llegar a nuestra serie de los nÚmeros.

Bueno, ya sabeis que incluso entre socledades histÓr¡cas, sociedades incluso con escritura, hay grandes d¡ferencias

respecto al progreso en el establecimiento de la serie, hay grandes diferencias. unas tfibus han llegado mucho más lejos

que otras; incluso dentro de las históricas, de las que tienen ya escritura y Una cierta ser¡e de nÚmeros; por eiemplo' en las

lenguas de nuestfa familia, en las indoeuropeas que, evidentemente, proceden de una comun¡dad lingÜística más

estrecha, (uhhmm ... después de empezar la H¡storia, a la cuál os he remitido en un siglo de siglos aprox¡madamente' pero

desde luego mucho antes de que tengamos escritas las lenguas ind¡a, gr¡ega, el latín, ..- vamos' a lo mejor ochom¡l' seismil

años antes de Cristo). pues en esa comun¡dad lingüística no está la serie tan b¡en establecida, porque las lenguas

indoeuroDeas t¡enen comunes los nombres de los dígitos y algunos más, es decir, no sólo de dos a nueve si no también

hasta cierto punto nombres de decenas de números, ciento, estos son comunes a todas las lenguas ¡ndoeuropeas, en

cambio no t¡enen en comÚn el nombre para decir'Uno', eso no lo tienen, eso ya lo han tenido que inventar cada una de las

lenguas por separado, pues eso, en una época bastante reciente, bastante más cercana a nosotros De manera que una

vez ya establecido el cómputo, y por tanto los números seriales, a partir de la fijac¡Ón del 'seis' todavía se tarda en llegar a

generalizar, a contar, en primer lugar, mucho más lejos, desarrollar combinaciones de nombres de m¡llafes, de decenas de

m¡llares o mifíadas y así, y por tanto a llegar a una seguridad de que la ley que separa un nÚmero de otro es absolutamente

tüa, y que de esa manera están previstos cualesqu¡era números, enlonces a esa ley que separa a cada nÚmero de su

sucesor es a la que, entonces, se coloca en cabeza de la ser¡e y en contradicciÓn consigo misma porque uno es negación

de número, en contradicción consigo m¡sma se Ie da la condiciÓn de nÚmero y emp¡eza a establecerse la serie tal y como la

conocemos.Losprocesosposterioreslosconoceisb¡enporquehaceyamuchoss¡g|os'peroestoesmuyrec¡ente,quepor

lo menos Dara c¡ertos usos la serie empieza en cero. Esto es tamb¡én una consecuencia lÓgica del mismo proceso pero se

ve que no tan evidente porque se ha tardado muchos s¡glos en establecerlo, ya sabeis que el origen es tamb¡én gráfico,

que los lndios a finales de Ia Edad Media, y a través de ellos los persas, y los árabes que fueron los que lo trajeron, idearon

oara escribir un número de var¡as cifras señalar el lugar vacío con un punto: el lugar vacío, es muy torpe escribir nÚmeros

como los escr¡bían los griegos y los romanos, que no tenían ese recurso. Fueron estos los que idearon que era muy Útil

para escribir'ciento tres' poder poner, después de escribir la cifra de las centenas, poner el lugar vacío de hs decenas y

luego el número de las unidades. Por tanto, él origen es puramente gráfico, ¡ndica lugar vacÍo Se larda bastante en llegar

de ahí, como nosotros hemos hecho, a deducir el @ro como el verdadero or¡gen de la serie, como la verdadera cabeza'

cosa que trae consigo la invención de los números negativos, ésta es mucho más tarde todavía; la invención de los

núrneros negativos, como si el cero pud¡era predecirlos, eljuego de t¡rar hac¡a la izquierda y hacia la derecha, y en

realidad y verdad, 6

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definitiva la teoría de conluntos ya sabeis que está fundada en eso, sin la ide¿l 'cero' no habría habido jamás teoría de

conjuntos porque la teoría de conjuntos se funda en el establecimlento del uno corno el número que cofresponde al

conjunto vacío; en el sent¡do que se supone que todos los conjuntos vacÍos son el mismo conjunto vacío, pof tanto le

corresponde como numeral, uno. Eso quiere la teoría de conjuntos, que a finales del siglo pasado se inventÓ justamente

para justifi€r de la manera más lóg¡ca y en definitiva este invento -..'

ya dentro de este siglo de siglos hay, efect¡vamente, perfeccionamientos, indudablemente se tarda en establecer el 'uno'

contrad¡ctoriamente como un nÚInero.

Bueno, que esto no nos distraiga tampoco demas¡ado de lo que estábamos viendo'

¿Qué más cosas quedaban Por ahí?

voz 2a: Elotro día comentabas también con respecto a esto, cfeo que se ha d¡cho más veces aquí que eldos tampoco es

un nÚmero ...

A: Perdonad s¡ no os ..., es que están muchas voces a hablar ahí . No o¡go "

Voz 2": Tampoco el dos es un nÚmero. A lo mejor estaba bien también que aclarases un poco eso'

A: Bueno ya, pero ...

Voz 2u: Muy largo, a lo melor,

A: Sí, Ehh ... aquÍ conv¡ene d¡stinguir b¡en. Como nosotros tenemos la serie, cuando decimos'dos' o dec¡mos 'tres' pues ya

estamos pensando en el Uos' y en el 'tres' de la serie, pero hay que acoslumbrarse a salirse fuera de la Historia 'Dos' y

'tres'desde luego están, antes de ser números, como protonúmeros y desde luego, la aparición en el baile es la más

anterior, ahí efectivamente hay dos módulos de alternancia, el módulo simple; tatá- tatá - tatá, y el módulo de tres: tatatá -

tatatá; y es una contraposición que tenernos que considerar literalmente prehistÓrica. Después, en el establecimiento del

dos juega el hecho lógico de que la lógica idea está fundada en la opos¡c¡ón, el uno y el otro, el sí y el no Claro, el uno y el

otro, el sÍ y el no, de princip¡o, son como los protonúmeros de la danza, no hay por qué llamarlos dos, es más exacto decir,

si, no, y decir, el uno y el otro. Eso es anter¡or. Claro, después resulta que son dos, son dos desde el momento en que está

establecida la serie de los números, el dos y el tres ya están en la serie, pero en la prehistorla no. Fiiaros que también ahí

hay un absurdo fundacional porque ¿cómo el uno y el otro, sí y no, van a dar dos?. Eso va contra las leyes de la aritmét¡ca

fundacional que os d¡ce que solamente se pueden sumar cosas homogéneas, que os enseñan desde pequeñitos que no se

Dueden Sumar peras COn manzanas; Si no se pueden sumar peras con manzanas, si te presentan Una pera y una manzana

y te prohiben dec¡r dos, excepto que te cargues a la pera y a la manzana y saltes al n¡vel superior y digas, 'dos frutas', o

'dos frutas comest¡bles'; sí, s¡ no se puede hacer esto, imaginaros con 'el uno y el otro', 'sí y no' que justamente se

oresentan como no sólo no homogéneos, sino la heterogene¡dad misma, el uno y el otro, sí y no. De manera que también

aquí hay, como digo, en la fundaciÓn misma un absurdo.

Bueno, sí, el uno y elotro son dos, como se llega a dec¡r en real¡dad, tranquilarnente, que tú y yo somos dos ¿Córno tú yyo

van a ser dos st yo no soy uno y por tanto tú tampoco soy uno según lo que hemos estado tratando aquí. Sin embargo, se

rea¡¡dad y verdad, 7

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d¡ce que tú y yo somos dos. Pero cuando se dice que tú y yo somos dos estamos ya somet¡éndonos del todo a la ser¡e de

los números, y por tanlo a la Bealidad histÓrica.

¿Qué más quedaba Por hoy?

Bueno, entonces lo vamos a dejar por hoy, vamos a ver sipuedo estiar con vosotros el prÓximo ... 23. Sí, creo que

podremos seguir tranquilamente entre nosotros; de manera que quedamos para el 23, si os parece.

Voz ga: Oye Agustín, quería preguntiarte una cosa antes de que acabaras: ¿Por qué la Realidad es esenc¡almente falsa?

A: Bueno, porque por un lado t¡ene que ser todo, por otro lado eso no puede ser. Es una cosa que reune esas condiciones,

que tiene que creer que es todo para que cada cosa sea cada cosa y que, por otro lado, dsde abajo hay una voz que dice

que eso no puede ser, que ése no soy yo, y cosas por el est¡lo; desde ese momento la Real¡dad se presenta como

const¡tutivamente falsa. De otra manera, necesita creer, la Realidad sÓlo se sostiene por la fe; ésa es la otra manera de

mencionarla, necesita fe. La verdad no necesita fe, surge de abajo, pero en la Realidad hay que creer, necesita fe. Cuando

se da en casos más ilustres, como el del Dinero, que es la Real¡dad de las Real¡dades, esto aparece de la manera más

clara, cuanto más iluslre es el caso, más claro ¡Cómo el dinero puede sostenerse s¡n fe!, todo su sustento está en la fe, si

se dejara de creer entonces ....La prueba de que requiere fe o que la evidenc¡a de su falsedad s¡empre está amenazando

está en que los defensores de la Real¡dad hoy todo el día están proclamándola; si no fuera falsa, s¡ no hub¡era que creer en

e a iqué falta haría estarla proclamando todos los días!: la Educación famil¡ar, la Educac¡ón escolar, por la Telev¡siÓn,

todos los días se está proclamando que la Real¡dad es la Realidad. Y esto es el respiro que el corazÓn o la razón tiene, es

evidente la falsedad que está amenazando siempre puesto que hace falta estarla latificando y pregonando todos los días.

Un rasgo que Ia delata de la manera más práct¡ca, más inmediata

realidad y verdad, I

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Yo real / yo gramat¡cal

De nuevo con eldesarrollo interminable de esta cuestión, o ramo de cuestiones tan enlazadas entre sí.

Una de las cosas con las que el otro día me quedaba parado , y con las que terminábamos, era aquella de acudir ante un

espejo, por así decir, es decir ante la presentación de la prop¡a imagen, 'Real' por tanto. Ante la realidad, diríamos, de uno

mismo, quedafse dic¡endo: ,'yo no soy ése", "yo, no soy ése", "pefo yo no soy ése". En lo cual descubríamos un

reconocimiento de que algo había por ahí, por debajo de la Realidad, que de alguna manera no estaba deltodo de acuerdo

con ello; pienso que esta expefienc¡a de negarse a la pfopia imagen, que sin embargo es la real¡dad de uno mlsmo' es

común, es común, es decir, que no es algo que le suceda a uno personalmente, s¡no que le sucede a uno en cuanto que

Uno, a pesar de Ser Uno mismo, no por eso deja de ser también común, cualqu¡era, yo, y parece que ése es el que d¡ce,

cuando le dan la evidenc¡a de quién es é1, la ev¡denc¡a hasta p¡ctórica y en todo caso documentada, con todos sus rasgos

Reales, y dice: Sí, pero yo no soy ése".

yo creo que tal vez de ahí, salvo lo que se os ocurra, teníamos que partir, porque desde ahí tenemos que volver a

reconocer que uno, lo mismo si se plantea la cosa pensando en su pfopia muerte que de cualquier otla manera, uno lo que

tiene es una gran dificuttad para separarse de sí mismo, para separarse de su Ser Real (bueno, alguien podría preferir

decirlo viceversa, es decir, uno Real: d¡ficultad para separarse de sí mismo que no es uno: en cualqu¡era de los dos

sentidos).

Es esa dil¡cultad la que le hace ser tan f¡el, tan desesperadamente f¡el, a la Realidad. Por más que la razÓn y el corazÓn

incluso en esas manifestac¡ones la descubren falsa, como ya otras veces hemos mostrado, y el otro día tamb¡én,

mostrado cas¡ por silog¡smo, sin embargo hay un apego a la prop¡a Real¡dad. Uno no se despega de sí m¡smo. Uno, el que

uno sea de verdad, que no se sabe quién es, no se despega de su Realidad. Esto trae como consecuencia bastante lÓg¡ca

que el otro dÍa veíamos, que uno tiene que detender también la Realidad en general, esa Realidad que sÓlamente por fe se

sost¡ene; uno, por esa dif¡cultad casi insuperable a separarse de sí m¡smo, esa necesidad de considerarse Real, se ve

arrastrado, consecuentemente, a defender la Realidad Toda, puesto que sabe que él pertenece a ella, por tanto se vuelve

un defensor de la Fe que da lo mismo córno se llame el objeto más o menos: la te en Dios, o la fe en el D¡nero, o la fe, en

suma, en la Real¡dad, que es lo que sost¡ene a la Realidad misma, por esa propia d¡ticultad. Uno sabe que uno realmente

está inclu¡do, forma parte de eso, y que uno no puede atentar contra Ia Realidad y mostrar sospechas respecto al Dinero o

resoecto a Dios o respecto a la Ciéncia o respecto a lo que sea, no puede mostrar sospechas respecto a eso, por más

razonables que sean, que le asomen desde abajo, porque s¡ente que con eso está atentando a su propia Realidad. Y esa

es la dificultad: Uno neces¡ta Flealidad. Ese 'uno'que empleo en esta fórmula es evidentemente uno en cuanto Real, Ia

cosa se vuelve circular por necesidad, pero uno nec€s¡ta Realidad.

Ahora bien, yo creo que recordais que sabemos por otros cam¡nos que la Real¡dad está fundada principalmente en el

Tiempo; esto se demuestra en muchas cosas, y entre otras en el hecho de que la Realidad de las Realidades que ha venido

a ser el Dinero consista esenc¡almente en Tiempo y en ninguna otra cosa, de manera que aquí se desnuda el verdadero

fundamento de la Realidad, que es eso:Tiempo, T¡empo que es el tiempo espacial, el tiempo necesar¡amente vacío, el

tiempo donde no pasa nada, que es por tanto el Futuroi vamos, donde pasan cosas que han pasado. pasa y se hace lo que

ya está hecho, por tanto no pasa en verdad nada, aunque en Reat¡dad no dejen de pasar cosas y hasta un barullo de

cosas. Elfundamento de ta Realidad no consiste en otra cosa que en eso perfectamente impalpable y enteramente

neces¡tado de fe, a lo que aludimos con la palabra Tiempo. En la condic¡ón de futuro es en que la necesidad se detecta, se

man¡f¡esta de la manera más clara, más declarada, en la consistencia o existencia de eso: no puede tener ningÚn otro

Yo real / yo gramatical, 1

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fundamento que la te; s¡n fe, sin crédito, por emplear el término de la banca que es lo mismo' no hay T¡empo' si no Tlempo

nohayDlnero,s inohayDineronohayRea|¡dad:éSaeS|amuestrade| fundamentoporun|ado.Pore| |adodemímismoya

hemosdichomásdeunavezqueEpf imera¡deaeS|ademimuertes iemprefutura,en|acUá|miex is tenciaestá

sustentada. Y no sólo m¡ existencia, es decir, m¡ Realidad, sino con la mía la Real¡dad entera' toda la Existenc¡a: esa es la

madre, el padre de todas las ¡deas. Y eso es lo primefo que a un niño para su formación se le enseña: "t¡enes que mor¡rte

mañana";yenesa¡deaqueesalmlsmot iempounacleencia,unafe,porqueeslomismo'esdondetodalaexis tenciavaa

sustentarse. De manera que por cualquier lado que lo miremos se muestra que la Realidad consiste eñ, está fundada en

eso a lo que la palabra Tiempo alude, que es allí donde la Realidad se man¡fiesta más claranente necesitada de fe'

sustentada en la fe, es ahí al m¡smo t¡empo donde la Realidad se vuelve más ctaramente ldeal, sublimada como en el caso

de D¡os o en el caso del D¡nero. Y por eso mismo tanto más Real

Pues por eso, cuando hablábamos antes de la dif¡cuttad para separarme de Mí' de mi Realidad' de mi Ex¡stencia' m¡

necesidad de Realidad, podr¡amos aclarat la cosa diciendo: "lo que quiero es Tiempo, lo que neces¡to es T¡empo" Y esto es

lo que palpamos como ment¡ra: "lo que quiero es nempo, lo que necesito es T¡empo"; un Tiempo en pfincipio siempre futuro

Está claro que para m¡s ansias de Realidad los recuerdos más o menos vagos que me asalten y acompañen no son

suficientes, Yo necesito Tiempo, necesito tiempo como lo necesita el capital para produc¡r intereses, de una manera

enterarnente análoga: "necesito Tiempo".

¿cómo se me presenta personalmente, Realmente, esta nec6idad de Tiempo? Pues en la forma que (por emplear una

locuc¡ón bastante en boga) tengo que "realizarme"; necesito tiempo porque tengo que Realizarme, es dec¡r, que por más

que esté convencido de que soy el que soy, sin embargo tengo que llegar a ser el que soy; este absurdo y contradicciÓn,

Dero tan Beal, tan claramente Real: "tengo que real¡zarme, tengo que alcanzar mi Realidad, para ello necesito Tiempo" Por

eso uno tiende a conceb¡r la felicidad o éxito de su vida en forma de cumplimiento, de realizaciÓn De ahí se revela b¡en que

uno ha suDuesto que uno tiene un ser como previsto, prometido, reg¡strado en algún sitio, y que tiene que cumpl¡rlo'

alcanzarlo- Eso es lo que tiene la cond¡c¡Ón que pafa el caso de Dios, y sobfe todo y más en general en la metafísica

ar¡stotélica, se llama entelequ¡a; la entelequia es al mismo t¡empo algo que está prev¡sto, que tiene la condlc¡ón de futuro,

pero que al mismo tiempo es actual, porque todo lo actual está "dest¡nado a", toda la acción está dest¡nada a ese

cump¡im¡ento, a esa realización. uno t¡ene que realizarse. Bueno, por otra parte el corazón nos dice por lo baio que esa

meta es inalcanzable por su propta def¡nición, es decir, que uno no se fealiza nunca Es cierto que nosotros, los

personajes reales, ponemos mucno empeño y damos mucha importanc¡a a las diferenc¡as de cumpl¡miento' nos sentimos

trustrados o fracasados o, pof el contrar¡o, nos sentimos exitosos: es que estamos dispuestos a morifnos un poco más

contentos, cuando llegue el caso porque, por emplear también expresiones habituales, hemos hecho con nuestra vida lo

que de alguna manera decíamos; como si hubiera uno en nosotros que hace con nuestra vida cosas que están más o

menos prometidas, necesltadas o reg¡stradas. Es c¡erto que nosohos, personajes reales, le damos mucha ¡mportanc¡a a

eso, pero por otra parte, desde abajo, sabemos que |a rea|izac¡Ón, esa ente|equia, es ina|canzable. Esto es lo que se

demuestra en mucnas cosas vulgares que la gente percibe a Veces inclUso de maneras groseras y Violentas, la evidencia

que rige para esto de los éxitos y fracasos; r¡ge aquella ¡magen delcaballo, o el mulo, que tira por Su carro, gracias a que el

que lo guía, o alguien, Ie ha colgado por delante de una pért¡ga una zanahofia o algo por el estilo Esa evidenc¡a de la

vanidad de la persecución del fin que está ¡mplicado en el acto mismo, porque la pért¡ga está atada en el carro, la zanahoria

oue se Dresenta como estando delante y fuera en verdad pertenece al carro, salvo que la ilus¡ón del caballo, del mulo, pues

esa s¡ que cfee que está más allá, y entonces avanza, avanza para alcanzarla una y otfa vez, y con la m¡srna ¡mposib¡l¡dad

Yo real / yo gramatical, 2

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de alcanzarla de vet?rs que hemos denunciado común para toda esta pretensiÓn en general que nos domina, que nos guia'

una consecuenc¡a de esto , en la que quefía que os fijara¡s porque vuelve sobre alguno de los temas ya tratados' es que

cualqu¡er aspiración, idea de asp¡ración, imagen de aspiración que uno persiga, por un lado t¡ene que aparecerse como

estando más allá, pof decirlo de alguna manefa, irreal, pero inmediatamente queda con ello convert¡da en otra realidad' que

alser otra viene a ser la misma. Esta es la realidad de los sueños, Ia realidad de los mitos, la realidad de las ¡mag¡nac¡ones

románticas, la realidad de las utopías. Por algo en sesiones anter¡ores hemos insist¡do en que no se confunda, como se

suele, la división entre realidad y verdad con esta d¡visión entre forrnas de acción. Hemos declarado que para nuestros

fines los centauros son tan reáles como las ove]as, y las figuras de los ensueños y las ilusiones son tan reales como las

cosasquepretendidafnentesepa|pan,graciasaquesabemosquésonLadivisiÓnnoestáahÍ,estáfueradeahí.Nosotros

nos contentamos, llevados por esa especie de impos¡b¡l¡dad de realizarnos pero necesidad de fealizarnos, nos vemos

imDulsados cont¡nuamente a Ia creación de otfas real¡dades que no son más que real¡dades complementarias' auxiliares

para el sosten¡miento de la Realidad Total. B¡en sabe el Poder, pof ejemplo, b¡en sabe la Religión de otfos tiempos, bien

sabe el Dinero, para lo que sirven las ensoñaciones, las ilusiones, y todas esas cosas que, por un lado, pretenden ser

cosas que están más allá, y que se van a atcanzar, pefo que en verdad a lo que están sirviendo es al sostenim¡ento de la

Realidad Total de una manera sumarnente útil.

Ahora, por ejemplo, hay que hablar clararnente contra las utopÍas, que es una cosa que está muy de moda Ahora pretendo

hablar contra las utopías una y otfa vez porque evidentemente las utopías, como hasta el nombre dice, pues pretenden sef

algo que no tiene lugar, se ent¡ende, en la Realldad. Están luera de la Real¡dad pero en verdad SÍ que lo tienen y m¡l veces

han demostrado las utopías de un orden u oko su utilidad para el manten¡m¡ento de la Bealidad Puede que haya utop¡as.

oue sean mera caricatura, o lo más puramente pos¡ble car¡catura, y que por tanto no consistan más que en un truco para

denunciar la mentira de la realidad corriente, de la realidad más ¡nmediata. Esta gracia le podemos atr¡buir a algunas como a

las oue conoceis bien, a las del 'Mundo feliz'de Huxley, o mejor tal vez a la de Samuel Butler, 'Erewhon', más vieja' o

incluso también, en parte, a las de swift, que son eso, caricaturas, es decir, para que se vea b¡en clara su ment¡fa- Pero el

destino en general de esto que se llama utopía, y que está tan en boga, es no contentarse con la negat¡vidadl esta es la

triste historia de ordinario, no nos podemos quedar en decir que no, en denunciar la mentira, en decir que no, que es por

Otra Darte IO único que el pueblo de verdad dice. Tenemos enseguida que sufrir ese destino de la posit¡vaciÓn, tenemos que

hacer de nuestra utopía algo positivo y hacerlo algo positivo qu¡eIe decir convertirlo en eso, en ensoñación romántica.

Dretensión, ¡lusión, ensueño, que inmediatamente entra a formar parte de Ia Real¡dad'

Esta es la cuest¡ón que quería plantearos, habría que aprendef a decir que las Real¡dades ensoñadas, míticas, utÓpicas,

son todas del mismo orden y que todas ellas son falsas. Lo más ( y esto en muchas de las sesiones de hace ya t¡empo lo

hemos estado haciendo), lo más, la condición de los sueños puede servir para poner de relieve Io ensoñatorio de la propia

feal¡dad despierta; eso sí, es lo más que puede servir. Pero de n¡nguna manera nos saca de la Realidad. De ninguna

manera estamos más allá, como en alguno de los gÉficos que más recientemente hemos v¡sto, el más allá tiene

inmediatamente que convertirse en un más allá domést¡co, en un infinito doméstico, en un ¡nconsc¡ente doméstico' . ya

recordá¡s. Algo introducido, metido dentfo, que sostiene toda la Realidad. Hablía, pues, que aprendef a dec¡r: "no está ahí

la cosa, no está ahí la diferencia"; la d¡ferenc¡a es entre realidad y lo que no es realidad, que es lo mismo que dec¡r la

diferencia entre la mentira y la verdad, porque la Real¡dad es por esenc¡a mentirosa como el otro día ya volvíamos a repetir,

en c¡erto modo a demostrar.

\o real / yo gramatical, 3

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De manera que, apl¡cándolo al caso de mí mismo, es muy difícil fealizaf lo que de verdad se contfapone a m¡ real¡dad o el

cúmulo de realidades que me const¡tuyen, del cuál nO sÓlo forman parte IaS realidades máS inmed¡atas y reconocidas que

dicen m¡s póimos o et Documento de ldentidad, sino también esas realidades pretendidamente más íntimas, que a lo rnejor

no Se cuentan a nadie, que consisten en las ¡deas que yO me hago acerca de mí mismo, las entelequ¡as de mí que me lormo

y con las que me ayudo para viür, para ir tirando; todo eso forma mi realidad Y ahí no se puede oponer más que mi

irrealidad, o sea m¡ verdad, se puede decir pofque una irrealidad verdadera es simplemente la verdad que se opone a la

Realidad. Es ella la que puede decir no a la Real¡dad en conjunto y a Ia mía en particular' es ella la que de alguna manera es

capaz de esa separación que empezábamos recordando hoy, esa separación de uno mismo, de uno m¡smo en cuanto real.

en cuanto condicionado, sustentado, por su muerte siempre futura; es esa irrealidad, ese yo que no es nadie, en cuanto

irreal, el que en cierto sentido se puede tener; lo que ¡mporta es notar lo pesado y lo vigente de la contusión SeparaciÓn

entre dos formas de realidad (actual - analógica, despierta - soñada) que vienen a Ser la misma, Se qulere hacer pasar

como una verdadera separac¡ón y eso para lo que sirve es para olv¡dar la verdadera; para olvidar que eso, lo que se dice

hablar de sí mismo ante el espejo: "yo no soy ése", que sería la verdadera forma de separaciÓn: "yo no Soy ése"'

Efectivamente, yo creo que nos vamos acostumbrando ya a notar que los que son de verdad, es dec¡f, yo y pol

consiguiente también tú que podfía ser cualquiera, y tÚ que es necesariamente algu¡en que es yo porque si no no se le

Dodría hablar, éstos tienen la característ¡ca de no ser nada real; están, por Supuesto, presentes, inmediatos, actuales,

ehh._ no oueden nunca mor¡r ni desaparecer porque son ajenos a ta muerte, eso de la muerte sirue para los entes reales.

Tienen qué ser aienos en ese sent¡do a toda Realidad. Verdaderamente sí son verdaderos, o somos verdaderos' tanto tú

como yo.

Termino hac¡éndoos notar esto que no sé s¡ hemos tocado algún día, no estoy muy seguro: efectivamente, hay primera y

segunda persona en la gramática y está yo y tú tal como los acabo de emplear ahora, pero desde luego que tÚ es yo, poca

duda cabe, no se habla más que al que habla; Si uno le habla al sol o a una piedra es porque le ha dotado a su vez de

palabra, si no no le habla, si no no le habla: En cuanto un niño o un adulto cualquiera se pone a hablar a un pez, a una

piedra, a la luna, es porque está en ese momento tomándolos precisamente como interlocutoles, es decir, como s¡t¡os

donde a su vez alguien habla, alguien puede hablar.

En este sentido el otro día decíamos, aunque de pasada, cuán estÚpido era eso de que pensannento y yo somos 0oS: eS

decir, aplicarle a esta s¡tuación gramatical de tú y yo precisamente las condiciones de la Realidad; pretender que yo soy

uno y que tú eres otro y que entonces entre los dos somos ambos y por tanto somos dos, para terminar con el nurneral.

Esto no puede ser. Tú y yo no estamos de ninguna manera separados ni juntos, de la manera que están separados y juntos

los entes de la realidad que forman parejas o que forman a partir de las parejas grupos o conjuntos, eso nos es ajeno La

condición de los verdaderos corno tú y yo, la condición de irrealidad, de ajenidad a toda Real¡dad, ¡mpide que se pueda

concebir la relación entre tÚ y yo corno una relaciÓn Real de dos

Más b¡en, para ayudamos a entender esto, tendríamos que pensar algio en este sentido, en el que term¡naré por hoy;

pensar algo como esto: yo es el que habla, por tanto cualquiera es yo (lo hemos dicho mil veces), yo no es nad¡e, es

cualquiera, entonces esto de que al mismo t¡empo haya yoes, yo y tú (dejando a un lado otras complicac¡ones como

nosotros y vosotros y todo eso), esto de que al mismo tiempo haya tú y yo, lo que viene es a mostrar, más que a rnostrar

hacer en v¡vo la evidencia de que yo no puedo pararme en n¡ngÚn sitio, de que yo tengo que estarme haciendo

cont¡nuamente tú, y tú haciéndote continuamente yo, no tenemos un lugar como lo tienen las cosas; no tenemos un lugar,

de manera que esto, aunque muy de lejos, vendrÍa hasta a dar razón a aquellas intu¡c¡ones de los misticos de que el alma,

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atudiendo muy de leios a mí mismo de verdad, al que soy yo que de alguna manera está preso en una Realidad. Ehh ... es

muy injusto dec¡r esas cosas del cuerpo ..., los míst¡cos hablan de cuerpo y todo eso, pero en una Realidad, preso en una

Realidad, que uno no puede parar, que uno no tiene sitio, que yo no tengo sitio; yo tengo que estar haciéndome tú

constanterTente y tú haciéndote yo, porque hemos visto que después de todo, el s¡t¡o al que se habla y el sitio desde

donde se habla de alguna manera son el mismo, en cuanto intercambiables.

Este salto, este paso de mÍ a ti y de ti a mí constante es algo que se revela también en folma de la lógica, por ejemplo en la

primera lógica que tenemos, la heraclitana; aunque despues de todo, eso es lo que llarnaÍos diálogos, ese salto en los

d¡álogos. DIALOGOS (no tengo tiza para poner esta palabra), con el pref¡¡o diá, que quiere deeir de allá para acá el verbo,

es decir, que es e{ lenguaje pasando de acá para allá. Diálogos: eso es lo que implica el salto entre tú y yo, de mí a ti y de ti

a mí, d¡áogos; de toÍna que de alguna manera es en acc¡ón la lógica misma, la logica al modo de HeÉcl¡to, ese diálogo o

necesar¡o salto constante de mí a t¡ y de ti a mi.

Todas estas son cosas que, como veis, se pueden decir ac€rca de la no realidad, el sitio donde tú y yo estamos, y pueden

¡ncluso serv¡r, hasta práct¡camente, para romper esa enorme dificultad del desprendimiento de mí mismo; cuanto más se

entienda, no se sepa sino se entienda, el mecanismo de tiy de mí, que es el mecan¡smo de la lóg¡ca, más tal vez puede uno

ir aprendiendo a desconfiar de la totalidad o de la fatalidad de la Realidad, sintiendo la evidencia de que más allá o por

debajo de la realidad hay cosas de las que se puede hablar porque ellas misrnas hablan.

Claro que si empezais después de haber oido cosas como estas a convertirlas en una utopía, un ¡deal, pues ya sabeis, al

cabo de la calle lo veis; nos hemos metido dentro, hemos metido denko justamente aquello que se proclamdba estar fuera;

pero esto, este temor, yo pienso que por oka parte no puede cegarle a uno para intentar entender cómo func¡onan las

cosas más allá de la realidad o fuera de la realidad, y sobre todo ayudándole con eso a no equivocarse y a no confundir

esta oposición entre lo real y aquello que le dice no, a no confundirla con modalidades de realidad diferentes, una diferencia

que a veces adquiere un gran prest¡gio en la sociedad, en la Realidad misma, por los mot¡vos que antes ya hemos d¡cho. A

no confundir esa frase que uno ante el espejo de la Realidad, que ese no soy yo ..., es una negación, a no confund¡rla con

imágenes que uno se puede hacer de sí m¡smo: es verdad que por fr.¡era yo tengo que ser un policia, un comerciante, un

profesor, cosas por el estilo, y un padre de fam¡lia, una madre de familia, un marido, y una mujer, pero yo sé que por dentro

soy otra cosa distinta: ese que se complace en su espejo, por recordar un poco de lejos los versos de Machado: ... no es

ya mi grave enigma este semblante que en el íntimo espejo se recrea ...

No confundirlo, todo eso es real, mis ilus¡ones acerca de mí mismo son perfectamente Reales, mis asp¡rac¡ones a la

realización son enteramente Reales, no valen para nada en punto a procurar ese desprendimiento y no deben confundirse

con eso, esa otra voz, esa que es pura acción que viene de abajo y tal vez en situaciones corrD sas que aludíamos, que

sirven de negación, de 'no soy ése'.

Yo real / yo gramatical, 5

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Analogía entre lenguaie Y Yo

A ver entonces, si me decís qué cuestiones han quedado suellas de una manera especialmente tentadora en el tratamiento

de las cuestiones de los Últ¡mos días; porque además, como recordais os düe, tal vez habría que decidir hoy si

interrump¡amos aquí esta tertulia y tratábamos de inventarnos otra cosa o Si, por el Contrario, os parece que debíamos

seguir tratando estias cuestiones. .. No es, por cierto, este un tema s¡mplemente un¡tiario, está desparramado por muchas

partes pero, en general, han circulado entre esos dos polos: el polo en el que se plantean las cuesl¡ones del más allá, en el

sent¡do de la incompatibilidad entfe todo y sin fin, y este otro polo en que estoy yo, yo que también estoy fuera de la

Realidad en la med¡da en que hablo de ella, y que por tanto pues, como todas estas cosas que están fuera de la Realidad'

n¡ ex¡sto, n¡ muero, n¡tonterías por el estilo a las que se dedlcan las cosas de la Real¡dad y las personas de la Realidad.

Esto yo creo que ha s¡do una hebra de un¡ón a Io largo de toda la tertulia

Es sobre esas cuestiones y espec¡almente sobre las últimas aparecidas sobre las que os pido ahora vuestro parecer, si

pensais que se puede o debe aquí, no cerrar, cierre esto no tiene, sino sencillamente corlar; o si, por el contrario. pensais

que debemos seguir. pues ... a ver, qué ha quedado especialmente suelto por ahí, o algo que alguno de vosotros le haya¡s

dado más vueltas ...

¿No?

Voz l.: El otro día matabas sentimentalmente la utopía, me gustarÍa oirte hablar algo más sobre la utopia, precisando algo

más eltérmino y su utilidad y su sentido en la vida

A: Sí, si me acuerdo bien, la sacaba en realidad despect¡vamente en un sentido muy preciso que era el recomendarme a

mí mismo y a vosotros que no confundiéramos nunca la separación en'tre maneras de Realidad, las que os he llamado

fantásticas y las no iantásticas, con la verdadera separación, que es entre la Realidad y lo que de verdad hay, más alla de

la Real¡dad. ElCaso de las utopías, pues tiene este delilo de una manera especial. Yo creo que de esta actitud despectiva

para con las utopías, creo que el otro dia ya hacía la salvedad de que a veces se llama utopías a cosas que son más

propiamente car¡caturas de la Realidad y que en ese sentldo pueden ser un instrumento útil, y creo que os recordaba el

caso de ,El mundo feliz', como han traduc¡do, de Aldous Huxley, y el 'Erevhon'de Butler, y hasta'Los viajes de Gullivei de

Swift, que efect¡vamente sólo aparentemente son imaginerías positivas de otros mundos, porque está muy a la mano sent¡r

que no son más que eso, car¡caturas de la Flealidad. Pero otras veces (yo creo que en este otro sentido, ha confundido

muchas veces entre gente ... jóvenes espec¡almente descontentos de estos decenios, se ha usado la palabra); otras veces

se ent¡ende 'utopía' como algo semejante a un ideal de otras formas de mundo, de una manera positiva. Esto es lo que me

hacía prevenir el uso de lales cosas como sustituyendo al sentimiento, que aquí hemos tratado de mantener y hacer

hablar, sentimiento de Ia separac¡ón entre mí y M¡ Persona, entre la Realidad y todo lo que hay; c:on otras palabras, entre

verdad y Realidad; porque estamos llenos por todas partes de Real¡dades fantásticas, fabulosas, ficlicias y estas

Realidades, y como yo creo que más de una vez hemos hecho notar, no se distinguen a nuestro propóslto en nada

esencial de las Real¡dades Realís¡mas o prelendidamente palpables que se les contraponen. Apenas hace falta decir que

estamos muy lejos de pensar que estas otras Realidades de los despiertos frente a los soñantes en las que ( )

fís¡ca y espirituales distan mucho de ser nada palpables ni visibles, son ideales como las olras, necesitan ideas para

const¡tuir tas cosas. Las ¡deas, como sabeis, son de la m¡sma materia que los sueños y asÍ las cosas son, segÚn la

exDresión de Shakespeare, de la materia de los sueños;de la maleria de los sueños

analogía entre lenguaje y yo, I

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¿Hemos recordado .... ? Sí, hemos recordado el otro día la d¡scusión entre dos niños, uno mayorcito que le informaba al

otro y le decía: ,'los Reyes Magos no existen", y el otro replicaba: "Bueno, pero los padres tampoco". Le decía exactamente

lo que ahora os estoy diciendo, si se le entiende b¡en, negándose en ese momento, un poco desesperado, a respetar la

separación; los Reyes lvlagos, Ia realidad de los Reyes Magos o existencia, como se quiera, es lo mismo, usando ese

existencia y Real¡dad como equivalentes, y Ia existencia o Realidad de los Padres que neces¡tan, desde luego, tanlo como

los Reyes Magos para poder ex¡stir, de las ideas, convenciones, suposiclones de ¡dentidad, de colocaciones y demás.

Bueno, los mundos ideales, las utopÍas, quedan de esta manera condenadas a ser Reales desde el momento que se

presentan como pos¡tivas, como sólo puede ser así. Esto se ve desde luego de la manera más declarada cuando las

utooías, como suele suceder, van tomando el cariz de futuras, como cosas hacia las que la Human¡dad o la Sociedad

podría tender. Pero como bien sabemos que la Realidad no es sino futura, que loda la Realidad está conslituída sottre la

cúndición de nuestra muerte siempre futura y sobre eso se establece la Real¡dad entera. Pues entonces, claro, cuando

cualquier ensoñación, cualquier utopía, cualquier ¡deal se declara como algo perseguible, a lo que se puede vender u

optar, pues se está cayendo derechamente en las redes de la Realidad, ya no puede hacer nada, ya no puede hacer nada

contra la Realidad porque está dentro. Apenas hace falta que os diga que hacer algo contra la Bealidad solo puede lo que

está fuera de la Realidad, lo que está dentro no puede hacer s¡no defenderla, reconstituirla, ratificar la fe en ella; cosa que

pasando ya a otro asunto nos pasa a cada uno de nosotros en cuanto Entes Beales; en cuanto Entes Reales, es dec¡r,

exisüendo, gozando de ex¡stenc¡a (si a eso se le puede llamar gozar, porque ya sabeis que existencia no tiene nada que

ver cún vida o nada de eso). Gozando de ex¡stenc¡a, s¡endo Reales, desde luego es inúlilpretender que podamos hacer

algo contra la Realidad; en cuanto tales, no podemos hacer más que ratificarla, aumentarla con nuestra propia fe, una fe

que podamos esparcir entre los que nos rodean, alimentarla con las disputas entre Realidad y Subrealidad y la Real¡dad

del otro, siendo los tres Entes Reales, y en fin, sostenerla. De manera que si yo respiro, a lo targo de esta tenulia se nos ha

dado esta evidencia de que lo que existe no es todo lo que hay; como ellos pretenden, s¡ no que hay más. Hay más y esto

de haber más, de quedar fuera de la condic¡ón qu¡ere decir que puede actuar contra la Real¡dad por donde ha ido la

perdición de lo sin fin, la evidencia. Puede actuar contra ello el lenguaje en la med¡da en que es el lenguaje negativo, el

lenguaie que está hablando y que por tanto, como habla de la Realidad t¡ene que estar fuera de la Realidad; y puedo hacer

algo contra ello yo, puedo hacer algo contra ello yo, por supuesto, en cuanto no Real, en cuanto siendo yo, es decir, no

siendo nadie Real, nadie determinado; esos pueden actuar.

Se me estaba ocurriendo, al hablar, una especie de paralelo entre la ambigüedad del lenguaje con respecto a la Realidad

y la ambigüedad de mí mismo como Persona. Es un paralelo que conv¡ene füar porque como recordais bien, el lenguaje,

que es la razón común, en cierto modo si no se puede decir'fabrica', se puede decir 'constituye' la Realidad puesto que

cosas sin nombre de la cosa y por lo tanto sin saberse que es cada cosa no puede haber, de forma que el lenguaje es esa

mitad, digamos, responsable de las cosas, las constituye y por tanto es el que, evidentemente, da su ¡dea, el que

determina qué es 'alhelí' y qué es 'clavel' y qué es 'río' y que es 'torrente', y cualquier otra cosa de la Real¡dad; de manera

que construye, constituyé. Y lo hace, como seguramente alguno de vosot¡os recordais, precisamente por esa parte suya

más superficial, por cercana a conc¡enc¡a, que es elvocabulario; el vocabulario semántico, el vocabular¡o de las palabras

que tienen s¡gn¡f¡cado, no todas las demás que son más o menos públicas. Una parte, por cierto, idiomática, porque

supongo que ya se dijo en su día, que mientras la razón común, el lenguaje común, tiene muchas de las partes que

encontramos en cada una de las lenguas de Babel, t¡enen en común la negación, el'que'y los otros elementos (

analogía entre lenguaje y yo,2

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rtaia.Data-aa-taaaaaar!a.l

aa¿

aa

), los elementos ComO'yO'o como'ese', algo de los cuantificadores, y tiene en @mÚn desde luego esa mdumbre de

Convertir enentes abstractos todos, ellos, cualquiera, en cambio no hay nada de verdad comÚn en Cuanto a vocabulario

entre las lenguas de Babel, es ¡nutil intentar equivalencias semánticos en los dicc¡onarios de cada lengua' Que por otra

oarte lo tiene retativamente porque como es la parte infin¡ta y el vocabular¡o siempre está ab¡erto y siempre están entrando

y saliendo palabras con signiticado, ahí forma parte relativamente del aparato de la lengua particular, pero en todo caso es

particular, es semánl¡co. La lengua en general, volvemos a dec¡¡, tiene que tener esa parte del aparato Ya recordais cÓmo

lo dibujo s¡empre, de una manera muy arb¡traria, como una pirámide pentagonal

donde en la base están los fonemas, aquí eslá el verbo, aquí está la negación, los ¡nterrogativos, aquí están los

cuantif¡cadores, aquí están los mostrativos impersonales o los personales, aquí están indices sintácticos. Y aquí está el

vocabulario semántico, en la cara abierta o perd¡da. De manera que hemos de reconocer, si se admite el conven¡o de

util¡zar para el aparato una representación como ésta, en el lenguaje general se tiene que cumplir también esa cara, parece

conslitutiva de sign¡ficación, parece constituyente del aparato de la lengua en general la significaciÓn, sólo que como entre

las lenguas no hay equ¡valencia en el vocabular¡o, esa cara en el lenguaje general está vacía, sólo se llena en el de cada

una. por lo cual otro dÍa decíamos que la Ftealidad después de todo es (como se diría con una pedanteria al uso)

etnodependiente, depende de cada tr¡bu, del lenguaje que cada tribu use. Pero aun así el caso es que en general, por un

lado, el lenguaje constituye la Realidad por medio del establec¡miento de ideas, es decir el vocabulario, por olro lado como

el lenguaje luego vuelve s¡empre a estar fuera, porque puede hablar de lo que ha hecho, en ese sent¡do ya está también

deshaciendo, desorganizando, pon¡endo en tela de ju¡c¡o, llevando a la duda a cada momento. Esas son las dos

actividades en sentido contrario, apenas queda establec¡da la noción de'hortaliza'o la de'Estado Democrático', o la de

'Universo mundo'o cualquier otra ldea, inmediatamente, al hablar de ella en el momenlo siguiente, se quiera o no se la

está ya poniendo en cuest¡ón como se d¡ce, poniendo en tela de juicio, sembrando en ella las dudas; cosa que, claro, se

hace muy fácilmente porque como las palabras nunca están cerradas, ni bien hechas del todo, ni disfrutan de un modo

determinado, pues cada vez que entran en juego las ldeas, las palabras con significado sufren erlor como se diría de una

manera muy material¡sta, sufren error y eso quiere decir que entran en juiclo completo, en desorganizaciÓn.

Lo que quería presentaros aquí es el paralelo: a mí rne pasa lo mismo. A mí me pasa lo m¡smo, es dec¡r que por un lado

contínuamente tengo que constitu¡rme como persona, dotarme de una identidad, ser el que soy, hacerme conocer por la

familia y los amigos y luego, si es posible, tamb¡én hacerme un hombre, como se dice, adoptando y soportando la

Dersonalidad en círculos más o menos amplios. Es constitutivo de mi Realidad, aseguramiento de m¡existencia Cosa que

(o"nu^a

analogía entre lenguaje y yo, 3

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nunca se cons¡gue del todo, la consecución de ese ideal es la muerte siempre futura que le presentan a uno cuando se

asoma a esle mundo; es decir, la consecuc¡ón, la anulac¡ón. Aunque por supuesto el éxito de esto a uno se le oculla; uno

es la aspiración a su personalidad o existenc¡a como si no fuera una aspirac¡Ón a la metia de la muerte. Bueno, pues esto,

el futuro deseado enseguida se Ve que Cons¡ste en eso. De heoho no se consigue nunca, porque todo el mundo puede

decir de uno que está v¡vo y hasta puede decirse que algunos de los muertos también estén algo vivos, porque por eso

acudimos aquí de vez en cuando a ellos, hemos recitado muchos de sus versos y tal; así que, de hecho, a lo mejor n¡

slquiera @n la muerte se consigue del todo la realizac¡ón del ¡deal de uno mismo;a lo mejor ni siqu¡era con la muerte. En

todo caso yo puedo seguir diciendo que esté vivo, s¡ no no sé lo que está, y eS graCias a eso como puedo eslar ¡ntentando

decir la verdad porque, claro, en cuanto a Ente Real no puedo deci¡ más que las ment¡ras que nos hacen falta para

asegurar nuestra personal¡dad o ex¡stencia, gracias a que uno no está hecho es como de vez en cuando podemos, con la

locución que tantas veces hemos usado, respirar por la herida; cosa que d¡ce el pueblo, respilar por la herida ¿El que

respira por la herida, quién es? Pues Soy yo, yo Y lo hago, naturalmente, en Contra de mi Persona. De manera que el

Daralelo entre las dos func¡ones contradictorias del lenguaje yo creo que está un poquito más clara, de hecho lo uno va con

lo otro. Es una guerra, es una guerra entre los dos yos. Es una guerra del lenguaje contra la Realidad que es de su propia

creación en cuanto a def¡nición y es una guerra de mí contra mi Persona, está conceb¡da prec¡samente por una especie de

sumis¡ón, utilización de ambos yos a esa finalidad Real, a esa meta Real; esa es la guerra. En general esta guerra es la

oue nos ha serv¡do aquÍ más de una vez, la estamos ut¡l¡zando a vec€s ..., pues eso, versos o palabras de esos pocos

muertos vivos.

Ahora voy a terminar recordándoos aquella fabricac¡ón que h¡ce a msta de tres versos de don Antonio Machado.

... oue me habían hecho recordar esos tres versos que como fragmento o así como final:

'o que yo pueda asesinar un día / en mi alma, al despertar, esa persona / que me hizo el mundo mientras yo dormía'

Creo que también se dijo a propósito de la util¡zación que hacíamos del sueño para entender esto de Ia Real¡dad, sobre la

Flealidad. sobre ese despertar de la Realidad. Pero que revela bien esa guerra, ¿no?

Es por lo que, a costa de aquel sueño que os contaba, venía a deducirse que lenía que ser el último terceto de un soneto.

La guerra se desarrollaba de aquella manera, es decir:

"Ah, ya no puedo más!": cuando esto d¡go

cansado de la guerra que en mi pecho

muevo contra ml mismo, doy por hecho

que soy yo el que no puede y el que s¡go.

Pero iacabe el papell con m¡enemigo

vivir no puedo bajo el mismo techo

este c¡elo de pega, que sospecho

que él cerró para aquí morir conmigo.

O que alguien me arranque esta corona

que me pusieron cuando yo crecía

y ya contra las sienes se me encona

O QUE YO PUEDA ASESINAR UN DIA

EN MI ALMA, AL DESPERTAR, ESA PERSONA

QUE ME HIZO EL MUNDO MIENTFAS YO DORMIA

analogía entre lenguaje y yo, 4