Cuenta Cuentos SALVAT Fasc좵lo 15

5/11/2018 Cuenta Cuentos SALVAT Fasc lo 15

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Es una produccion de laDIVISION DE PUBLICACIONES INFANTILESY PEDAGOGICAS DE SALVA TORGANIZACION MUNDO DE LOS NlNOS

Direccion en Colombia:Salvat Editores Colombiana, S;A.Carrera, 10, N." 19-65,4." piso, Edificio CamacolApartado aereo 6552. BOGOTA.Direccion en Chile:Salvat Editores Chilena, Ltda., Orrego Luco Norte 026.Providencia. SANTIAGO DE CHILE.Direccion en Ecuador:Salvat Editores Ecuatoriana, S.A.Carondelet 208, y 10 de AgostoCasilla"2957. QUITO.Direccion en Mexico:Salvat Mexicana de Ediciones, S.A. de C.V.Mariano Escobedo, 438. MEXICO 5 DF.Direccion en Peru:Salvat Editores Peruana, S.A.Avda. Grau, 768. Miraflores. LIMA.Direccion en Puerto Rico:Salvat Ediciones de PR INC. or0BOX 4846San Juan. PUERTO RICO 00936.Direccion en Venezuela:Salvat Editores Venezolana, S.A.Gran Avenida, Edificio Arauca. CARACAS.

Direccion: Juan Salvat .Direccion de la Division: RamonNieto ,Ediciony Grabacion: Jose GayaDireccion Artistica: Francese EsplugaEquipo Editorial: Isabel Gortazar, Camila Batlles,Jose Luis" anchez, Edistudio .Canciones: Rosa LeonSonorizacion: Gritos y Susurros, S.A..Publicado por:SALVAT EDITORES, S.A.Mallorca, 41-49: Barcelona, 29. Espafia, SALVATEQITORES, S . A . , Barcelona, 1983 MA'RSHA(LCAVENDISH, London, 1983Impreso por:CayfosaSta. Perpetua de Moguda (Barcelona)Deposito legal-B. 2.956-1983ISBN: 84-345-6148-4Printed in SpainDistribucion: .Marco Iberica, Distribucion de Ediciones, S. A.Carretera de Inin, Km. 13,350Variante de Fuencarral=- Madrid (34)Direccion en Argentina:Salvat Editores Argentina, S.A.Cortientes, 2777. BUENOS AIRES.. .Distribuidor para la Capital Federal y el Gran Buenos Aires:Distribuidora RUBBO, Garay, 4226. Distribuidor paraeI interior: Distribuidora SADYE, S.A. Belgrano, 355.

CUENTA CUENTOS se publica en forma de 26 fasciculosde aparicion quincenal, cada uno de los cuales consta de .36 paginas, incluidas las cubiertas y un encarte de 4 paginaspara colorear. Con cada fasciculo se distribuye una cassette,de unos 45 minutos de duracion, en donde se reproducen loscuentos, canciones de la serie, convenientementesonorizados.

TituloLa caja de PandoraEl barco chiquitito (cancion)Pinocho (la promesa del hilda)El ogro GrogroEI parasolLa chaqueta voladoraLos tres cerditos

IlustradorGraham Palfrey-RogersKarin SchubertFrancis PhillippsPeter Dennis ..Mary Van RiemsdykTony RossDouglas Hall

NarradorMaria Luisa SolaVoz: Rosa LeonRafael TuriaJose GayaMaria Luisa SolaJose GayaMarta Angelat

Administraci6n desuscripciones:Salvat, S,A, de Distribuci6n,Arrieta, 25 - Pamplona (Navarra)


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Iag in ao s u na ep oca, hace muchos,m uchfsim os afios, cuando no existianen el m undo ni la d es dic ha , ni laenferm edad, n i el rencor. ",Una epoca en que nadie se lastim aba.nunea ni enve je cia d ema sia do . Y pue stoque nadie envidiaba a su vecino , no habiapeleas, niguerras,n i m uertes. Unaepoca en que reinaba la abundancia paratodos y no -existia la c odic ia .Los m atrim onios no se peleabannunca. Por este m otivo , a Pandora yEpim eteo les encantaba estar siem prejun tos , b ai lando , divirtiendose, jugandoy durmiendo at so l de una prim avera queduraba todo el afio ,Una persona poco am able hubieradicho que Pandora era una m ujerco nsen tida. Pero n adie era tan p oco am ablepara decir sem ejante cosa, y.Epimeteogozaba colm andola de regales. Cada dfa Iellevaba un v es tid o nuevo, 0unas s anda lia s,o jo y as , 0una estatua para el jardin .La busqueda de obsequios para suesposa le Ile va ba c ad a vez m a s le jo s de sucasa. Cuando se quedaba sola, Pandora sep ase aba p or la s babitaciones de su soleadamansion.Un dia Epim eteo lleg6 a casa con unobie to g ra nde y euadrado, envueito enun pano. Era una vieja y p olvo rie nta ca ia,asegurada con unos cierres y una cuerdadorada.


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-i.Que es esto? -pregunt6 Pandora,riendo y bailando en tom e a la caja-.lEs unregale para mf?-No, Pandora --contest6 su esposo confirmeza-. Esta caja me ha s id e confi adapor el dios M ercurio para que la tenga abuen recaudo, Me advirti6 que si alg unavez la abria , iba a lam entarlo , y yo lep rom eti qu e, p asara 1 0 que pas ara , ja.m.aslaabriria.-Dejame que mire dentro. iS610uninstante!-iN o, Pandora! N o nos pertenece.D ebemo s resp etar lo s deseo s de Mercurio.No la toques.AI d ia s igu ien te , cuando sall6Epim eteo, Pandora se puso a pensar en lacaja. Sus p aso s la lle va ba n una y otravez aella, hasta que no pudo resistirque

su s dedo s se acercaran a aqueUospolv orie nto s c ie rre s, 8 aquella cuerdadorada de la caja."M e p reg un to que habra dentro", -pensaba, "Creo que Bpimeteo bromeabaacerca de 10 q ue Ie dijo Mercurio. Ai fin yat cabo, es u n reg alo p ara mi. Ademas,la promesa la hizo 151,o yo. Nova a pasarDada porque mire en su interior unmemento." Sus dedos comenzaron adesatar el nudo de la cuerda, pero sedetuvo a t iempo.Entonces decidi6 distraerse realizandopequefias tareas por la casa. Mas por latarde yana pod ia d om i na r su impaciencia.


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Desat6 la cuerda y levant6 los cierres.Inmediatamente brot6 de la cajaIun pequefio murmullo, como el aleteo deuna mariposa contra el crista! de unaventana,-iPero si parece un animalitol jOb, nopuedo dejarlo encerrado ahi dentro!Pandora abri6 por fin la caja.Ante su mirada impaciente apareci6un tarro, sellado con cera y cubierto depolvo. De su interior provenian unossonidos que cada vez se hacian masfuertes."Si rompo el sello", pens6, "Epimeteosabra que he abierto la caja". Asi pues,

cerro 1 a ~a nuevamente y trato de nopensar m a s en ella.Pero ...; Icomo deseaba saber 1 0 quehabfa dentro de aquel tarro! Sus miradasa la caja-y sus pasos inquietos delatabansu nerviosismo.De pronto, como en unsuefio, se encontr6 junto a la caja abierta,limpiando e1polvo del misterioso tarro.. . . . : . , p ~ ora!i.Pandora! ,Por favor,dejanos salir! -gemia un cora de .vocecillas dentro del tarro,Pandora ardia de curiosidad. Semordi6 los labios.+Pero no debo, ino debo! Mi esposodijo que ...-iY que sabe Epimeteo! iPor favor, porfavor, dejanos salir! EI mundo nos .necesita iE I mundo no esta completo sinnosotros!


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La te nta eio n e ra demasiado poderosay Pandora no. supo resistirse a ella.Rap idam en te, retiro el sello de cera.E1 ta p6ns aIi6 d is pa ra do , impe lid op er u na ho rrible avispa negra. Su agui janderram aba ven eno ..E n su zumbidohabia la palabra Muer te .Le sigu i6 o tro insecta de alasmembranosas y oios saltones,murmurando Temor: Lueg o sati6 del tarrouna s ab andija , Y su rastro de babatraz6en el suelo la palabra Enfermedad .Un mosqu ito , del co lo r de Iaescarcha,sali6 vo lando po r 18v en ta na y ago.st6e l j ard in ,c onvirtie ndo flo re s y cesp ed enespinas y c izaiia , pu lgones y o ruga s ..Su plafiido p are cia d ec ir [Hombre/Pandoratrat6 desesperadam ente de volver aco lo car el ta po n, pero una avispa le picaen la mutieca y exclam6 co n airesde v ic tor ia :

-iEstti .pida, ya no. pued es d ete nemoslSomas la s casas perversas que tu m undojamas ha co no cido ; co nstitu im o s u npresente de los dioses, que envidianvuestra felicidad. iY o soy Ia Vejez!El tap6n se vo.lvi6mas y mas pesadoen m anos de Pandora, basta e l e xtremode que no pudo sostenerlo y cay6 al suelo;en el dorsa de su braze aparecieronla s arrugas y m anchas prop ias de la veiez,Alm irarse en un espeio de bronce viosu ro stro a rru ga do y sucabello salpicadode canas, ..

Una gelida nifaga del Invtemo seescapodel ta rr o y soplo sobre ella haeiendola ..tem blar de frio .Con un U ltim o esfuerzo, Pandoralogr6 m eter denuevoel tap6n y c err6 latapa de la caja , perc anteshabianescapade y a deltarro la Inquietud, la Iray lo s Celos, que bajaron por el sendero y


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se po saron sobre la cab eza de E pim eteoen el precise instante en que este llegabaa casa.B pim eteo oblig6 a su m ujer a ponerseen pie y l a abofe te6 .-iMalvada! iEres desobed iente , estupiday ego is ta ! - grit6 fu rio so -. Te d ije qu en o d eb ias abrir la caja. lPor que no haces

1 0 que te mandan?Y Pandora , que no babfa conocido ensu vida un trato tan du ro ,sin ti6 qu epor prim era vez se Ie llenaban los ojos delagrimas.Tambien la Desdicha se habfa escapadode l ta rro .En la calle se escuch6 un trem endoru id o de p ele as y l lan tos ter ror lf icos .Todo aquel herm oso M undo pareciah ab erse vu elto ho rrib le, feo y malvado.


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Entonces Pandora oy o unadim inu ta voz que provenia delin terio r d el tarro :-iPandora! iPandora! iN am e dejes aqu i so la! iEIMundo m enecesita! iE I Mundo no esta completosin mit. -- iN o volvereis a engafiarm e! -s01l0z6Pandora , arroiandose sobre 1a tapa de1 a caja.-Pero es que yo puedo ayudarte.iD ejam e salir! iPor favor, dejam e salir!La vocecilla sonaba casi tan lastimeracomo 1 a de la prop ia Pandora. Por fin , estarogo a Epim eteo que se hic iera a unlado , abri6 la tapa de la caja y destapoel tarro..De"este salio volando una fragil ydiminuta c ria tu ra b la nc a, p are cid aauna polilla. AI posarse sobre el rostro dePandora, esta se sin tie m as an im aday pregunto:-l.Que clase de linda y perversac ria tu ra e re s t U . ?-Yo soy la Esperanza -murmur6la p eque fia y a la da c ria tu ra , y s e a le iovo lando para plan tarles cara a todosa qu ello s m a les ho rren do s.Iisperanza lle v6 a l h ela do jardinla prom esa de la prim avera y enjugom uchas de las lagrimas del m undo .A I p artir, rozo la m ejilla de E pim eteo .D e ro dillas, Pan do ra ' Ie pregu ntoa tra ve s de sus la grimas :' .--- . l .Podni el Mu ndo p erdo narm ealgu na vez?S u espo so la m ir6 largorato y sonri6.+Eso espero -dijo suavem ente-. Esoespero.


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P inocho se habia instalado muycontento en oasa del hada, en la islade la Abeja Industriosa. Pero habiaalga que Ie tenia preocupado.-Estoy harto de ser un mufieco-dijo un dia de sopeton-. Quiero ser unchico de verdad, iy hacerme un hombre!-Eso no va a ser tan facil=-contestoel hada-. Los mufiecos no crecen. Perosi eres muy bueno y te 10 mereces, talvez podamos hacer una excepcion, Namas mentiras, Pinocho, iy basta deholgazanear! ilras ala escuela y trabajarasde firrne!-l.Quieres decir que padreconvertirmeen un chico de verdad?+exclamo Pinocho, poniehdose a bailargozoso.+Si trabajas duro durante un a n aentero y abandonas todas tus malascostumbres, te promote que llegarasa convertirte en un chicode verdad ..iConquemanana mismo

iras a la escuelal10

Ya podeis imaginaros 1 0 que sucedioa su llegada a la escuela.A los otros chicos les pareci6divertidisimo tener en clase a unmufieco, y ernpezaron a gastarle bromaspesadas. Mas cuando le tiraron de lanariz, Pinocho se defendi6 con patada ypufietazos hasta ensefiarles a tener unpoco mas de respeto,A las pocas semanas se habia hechoamigo de casi todos. Perc habia algaque no podfanperdonarle:que- se hubiera convertidoen el primero de la clase,


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Asi que un buen dial cuandoPinocho se dirigia a la e cuela,Ie detuvieron unos chicos yIe contaron que una enormballena habia side vistacerea de la costa,-Vamos a hacernovillos paraverla con nue trospropios ojos.iPor que nonos acompafias'P in ocho p refe ria e sp era ra que terrninaran la cla es,pero los chicos se m ofaron de 61.-iLa ballena no va a e perarte todoel d ialA ipues, el pobre Pinocho se dej6embaucar una vez mas . Pero prontocomprendi6 que se trataba de un engafio.N o habfa ballena alguna, y el m ar aparecialisa como un espejo.

-iSe habra ido a almorzar! +bromeouno de los chicos.-iSe habra echado la siesta! -dijo otroriendo,Pinocho estaba furioso, Cuanto r n ase reian de el los chicos m a s furioso seponla. EI caso es que estallo la peleay los libra de texto y las carterasvolaban en todas la direcciones.

En media del alboroto, uno delo s c hic o result6 alcanzaclo enla frente por un libro y cayoal suelo, blanco como la cera.Al verlo, los dernas chicossalieron corriendo,dejando a Pinocho solojunto al herido,El muiieco aunseguia alliaplicando ala cabezade su amigo unpafiuelo empapadoen agua, cuandoaparecieron dos policiascon un perro.+Sera mejor qunos acompafies. Estechico esta mal herido.Quedas arrestado.y tra s ro gara un anciano quevivia cerca qu . e


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,Alidoro intento~e:tet~rslas patas en el suelo no -pudoveneer la inercia y cayo al agua. lEIpobreperro no sabia nadarl Lucho pormantenerse a flote, pero era inutil,Ladraba angustiosamente ...+iAvudame, Pinocho! iNa dejes que

me abogue!Al oir los ladridos, Pinocho,conmovido nad6 rapidamente haciael perro para llevatlo hasta la orilla;Iuego, volvi6 a tirarse a 1 mar y se aleio.EI can, agradecido, grit6:-iAdi6s, Pinocho! iMe has salvadola vida!El mufieco nad6 bordeando la costay busc6 un lugar seguro en la misma.

Por fin, al llegar aun promontorio, Pinocho viauna columna de bumo quesalla de una oscura"Cueva.Se acerconadando y, cuando

hiciera cargo del herido,se llevaron a Pinocho a rastrasbacia la poblacion,El mufieco estaba aterrado.Le temblaban las piemas y no podiaarticular palabra, ni siquiera para decira los policias que el no habra lanzadoellibro que hirio al chico. Pero cuandoya creia que iba a morirse del susto,una rafaga de viento le arrebat6el sombrero y se 10 llevo hacia el mar.Los policias dejaron que corriera tras el yPinocho aprovecho la ocasion para huir,Eso empeoro las cosas porque lospolicias soltaron a su perro dogo, unenorme y fiero animal llamado Alidoro,que le persiguio afanosamente. Pinochono tard6 en, oirle jadear a sus espaldas.Luego, sintio el calido aliento del perrosabre sus piernas, Casi habia alcanzadoel borde del precipicio ... Y , enun ultim o y desesperadointento, se arroj6al mat y se alejona ando,

oniaaie rra , fu esa 0conviolencia del agua.iEstaba atrapadoen unas re d esde pescar y seveia rodeado deescurridizos pecesque no cesaban de...",1'n.-rr'",r,,,,,,I


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En aquel precise instante , ungigantesco peseador salio de la cueva.Era feo como un monstruo marino yB U cu ervo ap arecia recu bierto de escam as.Tenia I a cabeza Ilena de algas y suescamoso cuerpo era verdoso, 10 mismoque sus o jo s s alton es y su larga ypegajosa barba.+iOtra buena pesca! +exclarno,tirando de las redes.En la cueva, a donde volvio , habiau na sa rten qu e c hisp orro te aba sobre unfuego de lena.-Veamos 1 0 que tenemos aqui, Estesalmonete ha de estar rnuy rico.Cogio los pescados uno par uno,lo s enharin6 y los echo ala sarten.

-iEstas sardinas estaransa bro sisima s! iQu e hermosamerluza! l.Pero'que es esto?iEste es nuevo! Saco de las redea1pobre Pinocho, empapado ytemblando de miedo.

-iNo soy un pez, soy un rnufieco!iP or fa vo r, deje rn e marchar:iN o le ag radara mi sabor!-l.Que te dele marchar? iEstasde guasal ~Crees que v oy a d esa pro ve ch arIa ocasion de pro bar un pescado tanraro? iNunca he pescado a un muneco:Envolvi6 a Pinocho en harina, biensazonado con sal y pimienta, Y 10 sostuvosabre la sarten ,En esto sono un fuerte Iadrido y elperro A lidoro entre en la cueva atraidopar el sabroso olor a pescado frito.-iFuera de aquf ---'grito el pescador.-iSalvame, Alidorol +grito Pinocho,esfo rzan do se p or librarse de las g arrasdel gigante.El fiel perro dio un salto , arrebat6

a 1 mufieco de la s manes del pescadory salio corriendo de la cueva.


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Alidoto Ilevo a Pinocho a 1aplayadonde se habia iniciado su aventura.-Til me salvaste primero, ahora yote he salvado a ti. En este mundodebemos ayudarnos los UDOS a los otros.Antes de partir en busca de susamos, Alidoro lamio al mufiecoafectuosarn ente.Se habia hecho tarde, y Pinochoestaba irnpaciente par Ilegar a casa.De camino al pueblo paso junto a la casitadel anciano, donde le inform aron quee1 chico herido se habia recuperado y quela policia ya no le buscaba. Aquelloera un gran alivio, pero le preocupabatener que confesar 81 hada su travesura,- i ,Que va a decirme? -se preguntabainquieto+. Seguro que no me perdonara,Y me estara bien ernpleado.Siempre prometo que voy a serbueno y nunea 10 s oy . llama ssere un chico de verdadl

Cuando Pinocho llego a casa del hadahabia anochecido y se sentia muycansado y hambriento. AI llamar ala puerta, nadie respondio. i.Le habriaabandonado e1hada otra vez? Espero yespero. Por fin, al cabo de media hora, seabrio una ventana en 6 1 piso superior yse asomo un enonne caracol que llevabauna vela encendida en Ia cabeza.1 4

-lQuien anda ahl a estas horas dela noche? -pregl!nt6.-Soy yo, Pinocho. i.Esta el hada?+Esta durmiendo y no debedespertaria. Pero baiare a abrirte.Paso una hora, y otra mas , y lapuerta segu ia sin abrirse. Pinocho estabamuerto de frio, asi que volvio a llamar.Esta vez se abrio una ventana en el tercerpiso y volvio a asomarse el caracol,-Hijo mio, es inutil que H am es de esaforma. S oy un caracol, y no puedo i fmas de prisa.AI rato dieron las doce de la neche,luego la una, despues las dos, y 1apuertapermanecia cerrada.jPobre Pinochol No podiahacer otra cosa queesperar. Pennaneci6junto a Ia puerta toda

la neche, hasta que


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J

erlS a

por fln se abrio al amanecer. jEl caraeolhabia tardado nueve horas en bajar a lap la n ta b aja !-No puedes entrar todavia -dijo-.EI hada sigue acostada,-iPor 10 menos traeme alga decomer! -Ie rogo e] mufieco-. jEstoyrnuerto de hambre!-En seguida -dijo e 1 caracol, y regreso

dos horas mas tarde trayendo pan, polloasado y fruta en una bandeja de plata.Pinocho se lanzo vorazrnente sabre labandeja, mas comprobo horrorizadoque los alimentos eran de mentirijillas,iEran de carton! Desfallecido tras lasexperiencias de aquel dia, se desrnayo.Cuando recobro el conocimiento,estaba acostado en un sofa de la casay el hada se hallabajunto a 61.No estabaenfadada, pero advirti6 a Pinocho:+Sabes que has obrado 1 1 1 a l . Teperdono una vez nus. Pero pobre de ti sivuelves a portarte mal..Pinocho Ie prometi6 repetidas vecesque se enmendar ia . Y 10 decia en serio.iN a querla volver a. . ..vivir una expenenciacomo aquellalHabia aprendido laleccion, y mantuvosu p alabra du ran tetodo unana.A1 verano siguieme

Ie dieron un premio por ser el mejorestudiante de 1a escuela, y su c on du ctaera tan excelente que el hada estaba roucornplacida con el. Alilegar de Ia escuelale dijo:-Voya concederte tu deseo. Dejarasde ser un mufieco de madera. [Mananapor la neche te convertiras en un chicode verdad!Aquella neche, acostado en 1 a cama,Pinocho apcnas pudo conciliar el suefiopar 1 0 excitado que estaba.-iSola un dia mas! iOjala consigap ortarrne bien un dfa m as!

(~:-;c6)1lyertinl. Pillilclm-;:/l un d1i~CllIo vcrdad? 1.0'~ut>r.i; ILla!ll.!rl 1 . : . 1 ,c I r~,cleujl,l Iti).


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C inco dlas estuvieron volandoel ogroGrogro y el dragon Zagon had a el paisdef Monstruo del Gena. Atravesaron elevadasmontofics de color purpura, un vastoy turbulento la.goy negra.s planicies de lodohasta lIegar a una tierra extrana y asolada.Una tierra donde no quedaba ni un arbolcon vida, donde no vivia un solo animalni cantaban los pajaros, donde no habra

1 0 falda de ''''''ftN''tw-iMira ahi arribal- exclam6 Zagon-.Es el tunel queutiliza el monstruopara penetror en1 0 montana cuandoegresa par las-aPero como puede

I subir tan alto?

Hi

mas que polvo, rocas, nubes de arenay una inmensa y siniestra montana negra.La montana estaba rodeada de un denaverde y resbaladizo que goteabade los orifidos de las rocas. Alii,clavados en el lodo, se hallaban los huesosde todos los ogros, dragones y demoniosque hobfon sido devorados por el Monstruodel Cieno.- Pues orrostrdndcsesobre su enormey viscoso cuerpo.Esta tan pegajoso quesube deslizendosepar 1 0 montana. Perodeja un rostraresbaladizo, nadiemas puede trepartras 81.-Peroru podrfaslIevarme volondohasta 0 1 1 1- dijo Grogro.- Bueno, agarrate,lalla vamoslGrogro se agarro0 1 cuello de Zagony ambos se elevaronhada 1 0 estrechaentrada del runel.


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Zagon clava suspoderosas garras en 1 0roca, junto 0 1 orificio.-Rapido, Grogro,no puedo sostenerme.IEsta demasiadoresbalodizolISalto, Grogro, saltolMucho mas abajo habraunos pefioscos negrosy afilados como ogujas.Grogro estaba asustado,pero no era un cobarde,

De pronto, sinti6 que dospoderoses gerras Ie coglanpor detras; era Zag on,que agitando sus alasintentaba infroducirlede nuevo en el tUnel.

n o . ...... Iresbalaba haclaatras sobreel cieno! No habfaningun sitio dondepoder asirse. ilbaa despefiersel

I EIinterior del runel era de un horriblecolor verde. Olio que opestcbc. Groqrocomenz6 a avanzor a gatos, sin verabsolutamente nada. S610 oia el goteardel cieno y el chopoteo de sus monosy rodillas en el lodo.

-----=-- --. -- --

AI cabo de mucho rato oyo un ruido sordo,lento y acompasado. Era etlento latirdel coroz6n del monstruo.Entonces vio una debil luz verdoso,Era el resplandor del cuerpo del monstruo.Grogro habra lIegado 0 1 final del tUnel.


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el se obrio el vasto interior de 1 0I montana, cuya mitad se hallaba ecupada perel monstruo. Este yada como un mar verde,agitandose mientras dorrnio. Sus numerosostentdculos no cesaban de serpentear.Cientos de ojos cerrados se movlan arribay abojo 0 1 tiempo que respiraba.Sebre el menstrue habia tendido un largoy estrecho puente de roca. Grogro debiacruzarlo para akanzar un saliente que Ieconducirfa junto 0 1 corozon del menstruo.


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l iSe valiente y pienso",habra dicho Zagona Grogro. Asi pues,conteniendo 1 0respirccien, alzo1 0 espada de su padrey se dirigio hada el.corozon del monstruo.E I puente estabarecubierto de cienoy la roca se hallaba tanresbaladiza que Grogroavanzaba muy lentamente.Por fin se encontreencima del palpitantecerezen del monstruo.

De pronto, un largoy grueso tentaculo rozosu pie. Gr?gro dio unsaito atro horrorizado.Pero, al sa ar,resbal6. Co un gestodesesperado xtendioespada para recobrarel equilibrio, mas estachoce con 1 0 roca.U n fuerte iCLANG!sono a troves dela montana hueca.

Entonces vio a Grogro, solo en el puente.Alargo sus poderosos tent6culos paraatraparle. T emblando, Grogro levantola espada ...

EImonstrua se desperto.Sus cientos de porpadascOr:Q~nzaron a abrirse,0 1 tiempo que su corozonlotio mas y m as deprise.~~1


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E1 cum pleafios de Linda caia en laepoca m a s c alu ro sa d el afio, cuandola g en te hula del ardien te so l en busca delugares frescos. A s! que para sucumpleafio s, su s p adres le reg alaro n u nbonito pa ra so l.20

-J.Puedo salir so la de pas eo con m in uevo p araso l? -Ie p reg un t6 a su ma dre.-Esta bien , pero no tardes y te nm u cho cu idado .L in da c am in ab a ju nto a un arrozal endirecci6n a la selva, .cuando vio a un ,


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g ig an te sc o g orila q ue a van za ba e ntrelos a rbo les ba lanceandose y c on lo s bra zo scolgando. \"jAy de mil 8610 puedo escondermedetras de mi p araso ly ag uardar a quem e atrape", pens6 Linda. As! pues,tembla ndo , s e arrodi1l6 detras de suparasol. P ero n o sucedia nada, n o su ced i6nada. Cuando Linda se asom 6 pordetras de su parasol , todo e staba tranquilo ,y no habla ningnn gorila a 1a vista.

8igui6 camlnando y a 1 poco rata viou na sin ie stra s ilu eta d esliz8ndos eentre lo s arbustos. iE ra un tig re queavanzaba s ig ilo samen te bac ia ellal"iAy de mi! S6lo puedo escondermedetras de mi parasol y aguardar a queme a tra pe ", pens6. Asi pues, temblandose ocult6 de rodillas d etra s d e su p arasoPero n o su ced ia n ada , no s uc ed i6 n ad a,Cuando se asom 6, todo estaba tranquiloy no habia ningun tigre a la vista.


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AI poco de reemprender su camino,una som bra oscura Ie hizo levantar favista. Un inm enso pajaro de alasgigantescas se abatia sobre ella."iAy de m il S6lo puedo escondermedetras de mi parasol y aguardar a que meatrape", pens6. Asipues, temblando,se sent6 detras de su parasol yesper6.Pero nosucedia nada, no sucedi6nada.Cuando se asom6 por detras desuparasol, todo estaba tranquilo, y nohabianingun pajarraco a lavista.

AI regresar a casa, Linda cont6 a famadre sus aventuras,-loRas mirado el exterior de tuparasol? +le pregunt6 su madre.Linda abri6 su parasol y cuando fuexam in arlo , dlo u n salto atrasasu stada,En el parasol habia p in tado u n refu lg endrag6n de mirada temible y afiladasgarras,-Ahora comprenderas -dijo 1amadre--, 1 0 bien que te ha protegidoe1dragon. -


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E 1 profesor Popof vivia con su esposaen una herm osa casa am arilla juntoa 1 a costa . Pasaba sus dias dando clase ,ocupado en su jardin y pescando, y sesentia m uy dichoso . S610 dos cosasIe deprimian :el tener que com prarse ropay el tener que viajar a Paris en trenpara acudir a su s com prom iso s.Una herm osa m aiiana, estaba elprofesor cavando en su jardin cuando depronto oy 6 a sus espaldas un ruido comode tela al rasgarse . .-Vay a por D ios =murmuro-; Tengo1 a terrible sensacion de que se tratade mi chaqueta.E l pro fesor no se equivocaba. Suvieja y raida chaqueta se babia rasgado endos. T odavia podria nevada si se laabrochaba y se la ponia al reves, Perohasta el pro fesor com prendio que ibaa estar m uy c6m ico luciendo el ro to pordeJante y con la hilera de botones detras,"No bay solucion", suspire . "Tendrequ e c omp ra rm e una chaqu eta n ueva."Y se fue a visitar a su sastre .EI dia anterior unos traviesos duendeshabian penetrado en la sastreria y habianechado polvos m agicos sobre unac ha qu eta de l e sca pa ra te, c on virtie ndo laen una chaqueta vo ladom . Es10 sig nificaba

que si algu ien la llevaba puesta y deseabaencon trarse en otro sitio , la chaqueta 10trasladaria inmediatamente por lo saires hasta e llu ga r e leg ido .Com o es de suponer, el profesorPopof ignoraba esto , AI ver la chaqu etaen el escaparate decidi6 com prarla ,pues Ie gustaban sus cuadros verdes ym arro nes. C onque entre en la t ienda.El sastre estaba m uy com placido deque por fin a lg uien qu isie ra lle varseaquella chaqueta.


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+Le sie nta e stu pe ndamen te -dijo ,m ien tras ay udaba a1 profesor aprobarsela-. Parece qu e este hecha amedida.E1p ro fe so ra sin ti6 muy s atis fe ch o.-No es necesarioque m e laenvuelva-dijo- ..M e 1 a llevare puesta y le d a r ea mimujer una agradable so rpresa.U eva m eses queiandose de mi viejachaqueta.El p ro fe so r p ag 6 y sall6 dela tiendamuy co nten to COD su comp ra. Estabaansioso por m ostrarle a su esposa lachaqu eta, m as decidi6 it antes a pescarUDOS peces para el alm uerzo. A si pues,se e nc am in 6 a1 puerto y se hizo a la maren su barquito.-Que hermoso dia -dijo,co ntem p lan do el cielo desp ejado y azul.Y con u nsu sp iro d e sa tisfa cc io n, sac6su cafia de pescar y arroj6 el anzuelo a la s

esperanzas de que pron to pescarfa algo,Pero paso el rato sin que picara ningtinpez, y de improvise se levanto el viento .A parecieron negros nubarrones enelhorizonte y la s olas comenzaron a batirsobre el bote. i-iQue mala suerte! No s6lo no helogrado pescar nada, sino que se estamojando mi nueva chaqueta ..Ojahi me


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serenas aguas del m ar. Tenia m uchas

encontrara en el jardin de m i casa.La mag ia s urti6 efecto de inmed ia to .La c ha qu eta v ola do ra se remon t6 porlo s a ir es ... y co n ella el p ro fe sor,-iCaram ba! ~Q ue es esto? iPerosi esto y vo lan do ! Me dirijo a 1 8ciu dad,iE sto y so bre vo la nd o e l e sp ig 6n ! iE sto ysobre 1 a universidad! iEstoy sobre mi casarDe p ro nto la chaqueta em pez6 ad esc en de r le nta y su av emente .- iPero si estoy en mi ja rd in ! E sincreible. Esta chaqueta debe de ser,.magica ,El profesor, m uy excitado, entr6corriendo en busca de su m ujer.

-iFfja te en esta asom brosa cbaqueta! +Es muy bonita, quer ido , demas iadobuena para las faenas del jardin.-No, no es eso -dijo el profesor conim pa cien cia-. F ija te -bien . D eseo ...hallarme e n e l ja rd in .Al conjuro de. su voz el profesor sal i6disparado hacia e l te ch o, c ru z6 lahabitaci6n bacia laventana y sali6al jardln,- La senora Popof se llev6 la sorpresam as grande de su vida. Sali6 corr iendo aljardin y se qued6 at6nita m irando a sumarido.-Es magica, Es u na c ha qu eta v ola do ra .


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a... asom broso -atin6 a decir lasenora Popof tartam udeando-. Perop ie nsa , q ue rido , e n 10 uti] que te sentPodras vo lar a Paris en vez de tener quehacer esos viajes en tren que tantodetestas.E I p ro fe so r Po po f p arec ia du dar.-No se si es una chaqueta para largosrecorridos.+Bueno, y a 10 v eremos. P rim e rote ndras qu e p rac tic ar m u cho .-M e pondre a hacerlo ahora m ism o.El profesor pas6 el resto de la m ananaentrando y saliendo por la ven tana delc om e do r qu e da ba a l j ardin , ap ren dien doa m a ne jar la chaque ta vo lado ra .

A I fmal del verano , el p rofesor Poera y a todo un experto . Por fin l leg6e l a ns ia do dia. Iba a in ten tar realizarla rg o viaje a Paris para asistir a unareun i6n de profesores. L levando unm ochila a la esp alda , sa1i6 al jardin yse desp idi6 alegrem ente de su queridesposa .-No se cuando estate de vuelta-dijo-. Ojalame encon trara y a enParis.Con gran se ne ille z rem on t6 el vu-No hay m ejor fo rm a de viajar a-se dijo m uy contento , m ientrassobrevolaba pueblos y cam pos. M aspoco rato em pez6 a sen tir apetito .


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-Lo que necesito son unos bocadillos-dijo , y se puso a revolver en su m ochila.-iQue mala suerte!. Los he olvidado.S610 llevo m i pijam a y m i neceser.Entonces la chaqueta e fectu6 un rapidodescenso para no chocar con unplateadomo nstru o qu e volaba encim a de ella .. -iJesus! -grit6 el profesor, m edio .m uerto de m iedo-. iEs uno de esosaviones grandes y se dispone a aterrizar!iOjala m e hallara en tierra sane y salvo yp ud ie ra c ome r a lg o a pe tito so !E l p ro fe so r h ab ia olvidado que lachaqu eta cumpliria cu alqu ier de seo su yo .Sin salir de su asom bro, em pez6 adescender a traves de las nubes bastaaterrizar en los terrenos de una escuela . -U na profesora del colegio se llev6 unsusto cuando el visitante entr6 en sucIa se . P ero su pu so qu e serfa e l inspec to rde la escuela , y salio en busca de unpoco de c a f e y u nas g alle tas.M ientras ella estaba ausente, elprofesor se entretuvo jugando con losnifios, Al ver sus pin turas dijo :-iC6m o m e gustaria tener pin turasc omo e sta sl+N osotros Ie darem os unos botes-d ije ro n lo s n ifio s,

-Son m is colores preferidos -dijop ro fe so r-. R ojo , v erd e, azul, amarillo,purpura y naranja. M uchisim as graciaAt poco rato , el profesor decidi6reem prender el viaje . Los niiios Ieo bse rv aro n e ntu sia smado s m ie ntra sdespegaba del patio de recreo ydesap are cia en tre la s n ubes, E I vie ntocom enzo a soplar y el profesor extendlos brazos para DO perder el rumbo.Cuando el profesorse aproxim abaParis, el viento , que soplaba m uy fuerhizo volcar los botes de pinturas y esse derram aron sobre las nubes.-Vaya por Dios -dijo el profesorOjala m e encontrara y a en Paris.


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La magia surtio efecto de,J.liJu .......u.'''v. En menos de un rninutose hallaba ya en Paris reunido con sus colegas.Esta chaqueta vuela mas rapido que un avion ,penso, ' Podria regresar a casa esta noche volando yIlegar a tiempo para el desayu o.Y asi, al anochecer el profesor e elevo por encimade la luees centelleante de la Ciudad de la Luz,Agotado despues de tantas ernociones, no tarde enquedarse dormido. No se desperto hasta aterrizar en eljardin de su casa. El porrazo que se dio fue de epoca.La senora Pap of se pusomuy contenta al verle y oirle relatartodas sus aventuras. Y rio de buenagana cuando elle leyo, mientras

desayunaban el peri6dico.+Escucha esto Querida:.'Una Uuvia de colorcs caecerca de Paris."'[Los cientificos no aciertana explicarselo!"-lLes diras que fui te illque derramabas pinturasobre las nubes?+pregunto ella.-No nunca-contest6 el profesor-.Lo guardaremos enecreto. Y no piensosacarme 1a chaquetaillpara dormir.Quiero tener suefiosmaravillosos.

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~E rase u~~ vez tres ce di!osque vivian en una casitacon sus padres. P ero am edidaque iban creciendo, parecia quela ca sa se vo lv ia pequefia par a dar le sc ab id a a to do s.-iN a tenem os sitio sufic ien te!-exclam 6 un dia su m adre.- iD ebeismarcharos y abriros cam ino en lav id a p or v uestro s propios medios !-Y o m e construire una casa pararni solo--dijo e l primer cerdito.-iYo tambienl -dijo e1segundo.-iYo tambienl -dijo e1tercero.E I primer cerdito se construy6 una casade paja. El segundo una casa de estacas.Y el tercero una cs sa de piedra. Le llevomucho mas tiempo construirla qua us herman os pero era m a s acog doray confortable.

Un dia, al poco de haber terminadoel p rim er cerd ito su casa de paia, l lamaronala puerta.-C e rd ito , c er d ito , por favor,dejam e entrar -m jo un gran lobo negro,que pensaba com erse unas ricas chuletasde cerdo para almorzar,-No, no, lni habl r! -dijo el primercerdito, echando el cerrojo a la puertade paja.-j ntonces oplare y soplare hastaderribar tu casal +grufio ellobo.


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Y eso fue exactan ien te 10 qu e h izo ,La casita de paja vol6 por los airescomo si se tratara de un fragil pajar,y el primer cerdito foe corriendoV chillando a casa del segundo cerdito ...I "

Ellobo le sigui6 jadeando y lleg6a la puerta de la casa de estacas.+Cerditos, cerditos, por favor,dejadme entrar ~ijo ellobo a travesdel buz6n, pensando en el jugoso pedazode tocino que "semerendaria.

~ No, no, ini hablarl ~hil16 el~~""f'~U.JIU.U cerdito, y echo el cerrojo a la

puerta de estacas. .-iEntonces, soplare y soplarebasta derribar tu casa!Y eso foe exactamente 10 que hizo.La casita de estacas volo por los aires. como si se tratara de un vulgar juego deartificio y lo s dos cerditos huyeroncorriendo a la casa de p iedra .d e suhermano.


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El lobo Ies sigui6 jadeando y gruii6a trave s del buz6n de la c asa del tercercerdito:-Cerditos, cerditos, por favor, dejadmeentrar -y ellobo pensaba enel sabrosoj amon que tomaria p ara c en ar.. -No, no, ini hablar! -chill6 el terceroerdite, y echo el cerrojo a la gran puertade roble de su casa de piedra .. Ellobo solt6 una carcajada yexclamo:-jEntonces, soplare y soplare hastaderribar tu casal

Y eso fue exactamente 1 0 que intent6hacer, Sapia y soplo, Pero par masque sop laba , no lo gro move r ni u na p iedrade lacasita.-iCaram ha can este cerdito! -gruiioel hambriento lobo-. ..Cree estar a salvo ensucasa depiedra, pero hay mas de unmedio para entrar en ella.Busc6 una esca1era y trepo a1 tejadode 1 a casa de piedra."Tres cerditos p ara c en ar", p en sa ba ,"Que rieosestaran." Y empez6 a bajardeslizandose pOI la chimenea.Los tres cerditos olan las uiias del loboa ra fia ndo e l tejado. ' .'

-iDios' miol =exclam aron el primery el segundocerditos-. l .Qu6 podemoshacer?Pero el tercer cerdito, que estabaocupado preparandola sopa en una ollasabre el hogar.avivo el fuego y se pusoa escuchar tranquilam ente el borboteode la sopa que hervia,

, Ellobo baj6 deslizandose por lachimenea y iPLAF! cay6 dentrode la olla. Entonces se o y O "un grito muy fuerte: era el fin .del malvado lobo.


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En el proximo fasciculo dec u t > J l t l

Juan, el hijo del molinero, recihecomo uniea herencia a Minino,elcual,convertido en el GATO CON BOTAS.consigue una inmensa riqueza para su amo.E] arrogante GALLO QUTQU IR IQU Ies puesto enevideneia,LA VENDEDORA DE MANGOS enamoraa un principe indio por obra y gracia desu sencillez.

PI~OCHO desafia de nuevo at haday acude al fabuloso Pais de los Juegoslnvitado por su am ig o P alillo .LA GRAN AVENTURA DE SANTIIe lleva a parecerse a suamigo ideal, el jefe de la pandilla ..EL OGRO GROGRO libra lab ata lla fin al cenel M onstm o delCieno.R osa-Leon nos ufrecera 13CANCION DE A VACUNA ..

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Cuenta Cuentos SALVAT Fasc좵lo 15