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Cuento IndividualEducación Estética
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Universidad de Los Andes
Facultad de Humanidades y educación
Escuela de educación
Cátedra: Educación Estética.
Nombre:
Diana S. Troconis G
C.I 20.432.261
Cuento Individual
El niño en la Prehistoria.
En una época muy lejana, existieron los primeros hombres. Ellos
habitaban en los bosques y en las llanuras.
Dentro de estas tribus, existía un niño muy especial: Raymi, pues
aunque no conocía la escritura, ni tenía juguetes, todos los días
aprendía cosas interesantes.
Raymi vivía en la época del Paleolítico, cuando los habitantes de la
tierra no tenían un hogar fijo donde vivir, sino que se trasladaban de
un lugar a otro. Sin embargo, Raymi era muy feliz, pues cada lugar
que conocía, representaba una nueva aventura.
Su madre, Amaru, se encargaba de recoger los frutos y de preparar
la piel de los animales para realizar sus abrigos.
Mientras tanto, su padre, junto a los demás hombres de la tribu,
cazaba y pescaban.
Un gran día, Raymi caminaba junto a los ancianos de la tribu,
quienes le enseñarían un gran descubrimiento: El fuego.
Los ancianos de la tribu le mostraron cómo, al chocar dos rocas,
estas desprendían chispas de fuego. Raymi, se impresiono mucho
ante tal maravilla.
Y así como el fuego, cada día aprendía una nueva lección; aprendió
a realizar instrumentos para cazar, medicinas para curar a los
enfermos, aprendió a cultivar frutos, incluso, descubrió que con la
sangre de los animales, podía marcar las paredes de las cuevas, y
posteriormente se lo enseño a sus familiares y amigos.
Raymi, realizó dibujos sobre las cosas que había aprendido y
algunas veces también dibujaba cosas que deseaba que
sucedieran, así podría enseñárselo a otras personas.
Todos quedaron maravillados con el descubrimiento de Raymi, y
desde entonces, la tribu utilizo la pintura para comunicarles a los
demás, las hazañas vividas, y así, al morir, otros conocerían las
historias de sus antepasados.
Con el tiempo, Raymi creció, conservando su cultura y enseñando a
los niños más pequeños todo lo que de niño le habían enseñado a
él.
Pero de pronto, un día, llegaron a sus tierras un grupo de personas
que jamás había visto, con ropas y objetos que Raymi nunca se
imaginó.
Eran los españoles, los habitantes de otros lugares muy lejanos,
que querían conquistar las tierras de los pueblos indígenas.
Raymi, que ya era grande, sintió mucho temor, pero, como a él y a
su tribu, no les gustaban las peleas, decidieron unirse a los
españoles. Sin embargo, en otros lugares, los indígenas iniciaron
grandes luchas por defender las riquezas que les pertenecían.
Y así paso el tiempo… Raymi y su familia trabajaron día y noche
con estos nuevos hombres, de quienes aprendieron a construir sus
casas, a leer y a contar.
Sin embargo, Raymi nunca olvido la tribu de donde provenía, sus
costumbres, y la libertad que les caracterizaba, pues , después de
todo, allí aprendió todo lo que sabia y tuvo una infancia muy, pero
muy feliz.
Fin.