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Cuentos diferentes. Febrero 2013
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CAPERUCITA NEGRA
Caperucita roja era una niña muy buena con todas las personas, le encantaba
ayudar en todo lo que podía hasta que un día decidió cambiar.
Un día su madre le dijo que fuese a casa de su abuela que otra vez se había
puesto mala. Caperucita dijo que iría encantada, cogió la cesta y fue a casa
de su abuela, pero antes pasó por el Rastro y compró un bote de pastillas
tóxicas, un bote de lejía y un pequeño revólver y fue a casa de su abuela. Por
el camino se encontró con un viejo amigo, el lobo. El lobo le dijo: “buenas
tardes Caperucita Roja”, ella le contestó: “no me llames Caperucita Roja,
llámame Caperucita Negra” y con un movimiento rápido sacó el revólver de
su mochila y ¡PUM! el lobo cayó rodando monte abajo.
Llegó a casa de su abuela y Caperucita le dio vaso de agua lleno de lejía, y la
abuela empezó a gritar y a echar espuma por la boca. De repente el cazador
la oyó gritar y Caperucita se dio cuenta de que el cazador venía y en cuanto
lo vio, disparó y otro que cayó monte abajo.
Luego volvió a su casa y envenenó a su madre .Así caperucita se convirtió en
la reina del bosque.
Darío Pinós Segura
PULGARCITO GARBANCITO
Hace mucho tiempo había un niño llamado Pulgarcito, él era enorme, con el
pelo largo, era también desagradable y malvado, y no le gustaba nada ayudar
a la gente, al revés, él pisaba a la gente menos a su familia.
Un día a Pulgarcito su abuela le mandó a comprar leche y Pulgarcito le dijo:
-Ni por nada del mundo, ve tú.
-No, o vas tú o si no ni comes ni cenas hasta que no lo traigas.
-Pues vale a mi eso me da igual -respondió Pulgarcito-
Ese día Pulgarcito no comió y dijo: -Pues para no comer y no cenar me las
piro mañana.
Al día siguiente Pulgarcito cogió comida de la nevera de su casa y se fue al
bosque. El tenía pensado subir a un árbol pero el pelo se le enganchó con una
rama y se quedó enganchado.
Su madre y su abuela denunciaron su desaparición y a los tres días de irse al
bosque Pulgarcito, lo encontraron.
Su madre le dijo: -Comerás y cenarás pero no te vuelvas a escapar.
-Vaya susto -Dijo su abuela-
-Que estoy bien -Dijo Pulgarcito-
Desde ese día Pulgarcito es bueno y agradable, ayuda a su familia, no pisa a
la gente y se ha cortado el pelo. Ahora le llaman Pulgarcito Garbancito y le
conocen cómo el bueno del barrio y del pueblo.
Ahora que ya es mayor, Pulgarcito es profesor y los niños le adoran, siempre
juegan con él, y organizó una excursión al bosque donde se fue y les enseñó
el árbol dónde se había enganchado.
Marta Cano Sánchez
LA MALVADA CAPERUCITA NEGRA
Había una vez una niña llamada Vanesa. Era antipática, alta, desobediente y
tenía el pelo negro como la noche. Era gótica y siempre vestía con una
caperuza negra, lo contrario de lo que le decía su madre. Ella vivía en una
casa en el centro del bosque. Un día su abuela Leticia se puso enferma y
Vanesa no quería cuidarla solo deshacerse de ella como pudiese. Al día
siguiente paseando por los alrededores del bosque se encontró con el lobo
feroz que era muy malo. Vanesa tuvo la suerte de que lo vio y los dos idearon
un plan para envenenar a su abuela. El lobo hizo caso a Vanesa y se pusieron
manos a la obra. Después de un largo mes ya tenían preparado el plan que
era cocinar un rico y delicioso pastel en cuyo interior echarían un veneno
que convertiría a la abuela en pato. Al llegar la tarde Vanesa fue a casa de
Leticia a llevarle el pastel y cuando llegó:
-Hola abuelita soy yo Vanesa me ha dicho mamá que estabas mala y te he
traído un rico pastel anda cómetelo ya verás que bueno está.
-Oh, gracias nieta no te preocupes me lo comeré.
-Vale abuela esta tarde vuelvo y te visito, adiós.
Vanesa se fue de la casa de la abuela para buscar al lobo. Cuando lo encontró
le dijo:
-Hola lobo, jajaja, mi abuela se estará comiendo ese pastel, por eso iré
luego a su casa. Vamos he venido para decirte que el plan ha funcionado,
jeje.
-Gracias por avisarme Vanesa, jajajaja, luego quiero ver la cara de tu
abuelita, jajaja.
Vanesa se quedó tomándose un café en la casa del lobo. Cuando se puso el
sol ella fue a casa de su abuela. Al llegar a su casa la buscó y la buscó hasta
que al final se encontró con una pata con el plumaje blanco, no cabe duda de
que era su abuela. Ella se alegró y se llevó al pato a la orilla del río donde la
dejó, después se fue. Al rato Vanesa se fue a su casa y le dijo su madre:
-Hija, ¿has ido a visitar a tu abuela?
-Si mamá ya está mejor, me voy a mi cuarto.
Vanesa se fue a su cuarto y estuvo pensando en lo de su abuela y fue al río a
ver si la veía y la encontró. Entonces ella sacó al pato del agua y se puso a
llorar pensando en lo que le hizo a su abuela y tras unos segundos...¡EL PATO
SE CONVIRTIÓ OTRA VEZ EN SU ABUELA! Ella se puso tan feliz que
nunca, nunca más volvió a ser mala.
Laura Segovia Herranz
LA MALDICIÓN DE LA PRINCESA Y EL OGRO
Hace mucho tiempo, las princesas eran muy educadas, con príncipes,
fiestas… pero ahora esto ha cambiado, porque hoy se ha descubierto una
nueva especie de princesa, y la han bautizado con el nombre de: “la
vagabunda”. Esta nueva especie es muy rara porque es maleducada, lleva una
manta, pelos de loca, sus historias acaban mal y… ¡muchas cosas más que son
horribles!
Un día, esta nueva princesa tan rara salió a la ciudad a pedir dinero como si
fuese una mendiga, pero a la gente le daba miedo mirarla a los ojos y decidió
buscarse a un pequeño ogro maléfico.
-Hola ogrete, ¡tú puedes ser de mi panda!- dijo Teresa, que así se llamaba.
-Vale, soy de tu panda -dijo el ogro- ¡ah!, y una cosa, me llamo Camelot.
Tengo una mujer muy fea -susurró- que se llama Esmeralda. ¿No estás un
poco despeinada?
Esa pregunta se quedó sin contestar y ellos se fueron debajo de un puente,
se encontraron una botella de cerveza y se emborracharon. Salió en los
periódicos una foto en la que aparecían ellos en el puente, y toda la gente se
alejaba de ellos. Esmeralda se fue de casa después de quedarse
avergonzada por la noticia, al día siguiente el hombre que colgó la foto se
murió de un infarto.
Al mes siguiente, volvieron a aparecer en los periódicos pidiendo dinero en la
calle, y dos semanas después de la noticia, la señora que comentó la foto
diciendo: “eso es una vergüenza, porque se emborrachan y sabiendo que
salen en la noticia, piden dinero”, y murió la pobre mujer.
Se empezó a rumorear que era una maldición; quién decía una cosa mala
sobre ellos moría. A lo largo del año, siguieron muriendo personas
indefensas que decían cosas malas de estos dos personajes. Camelot se
acordó de que un preso-ogro le echó una maldición porque estaba loco.
Teresa decidió dejar a Camelot de lado y continuar su horrible vida, no
quería que muriera más gente, pero Camelot empezó a decir cosas malas de
él mismo y falleció. Teresa se arrepintió de dejarlo solo, ella no podía vivir
con ese peso encima y decidió ir al manicomio e ir perdiendo la cabeza poco
a poco.
Raquel Millas Naranjo
LA BRUJA BLANCA
Había una vez una bruja que se llamaba Blanca, le llamaban La Bruja Blanca.
Ella era dulce, amable y muy guapa. Tenía una pastelería y los pasteles los
hacía ella pero con un poco de magia. Tenía una pastelería porque le
encantaba comer pasteles, era su postre favorito.
Blanca estaba en su pastelería y Ana, una señora, le pidió una docena de
pasteles. Mientras estaban en el horno, Blanca se fue a comprar harina,
Rosa, la enemiga de Blanca, le echó veneno a los pasteles. Cuando volvió los
pasteles ya estaban hechos. Al día siguiente vino el marido de Ana diciendo:
-Le has tenido que echar algo a los pasteles, Ana se comió uno ayer y está
con mareos y dolor de cabeza.
-No yo no le eché nada tiene que haber cogido un catarro o algo así.
Contestó Blanca intentando decirle que no había hecho nada.
Dentro de una semana casi todo el pueblo se había enterado de lo de los
pasteles (aunque era mentira).Blanca no tenía casi clientes.
Ella investigó con su bola mágica quien había sido y lo descubrió: fue Rosa.
Blanca se lo contó a todo el pueblo y se lo creyeron. Rosa fue detenida por
la policía por envenenar a una persona.
Andrea Molina Puerta
EL LOBO
Había una vez un lobo que vivía con su madre en una cueva del bosque. Un día
decidió ir a casa de su abuela, pero como a la abuela del lobo no le gustaban
los dulces su nieto le llevo un chuletón bien grande.
Cuando iba de caminó vio a una niña y como no estaba acostumbrado a ver a
gente echo a correr por un camino muy raro hasta que por fin salió del
camino y llego al pueblo donde vivía su abuela. Entró a la casa y dijo:
Abuelita mira he venido a verte.
La abuela contestó: ¿hola guapo que tal estás?
¿Yo bien y tú?
Bien pero bueno.
Mira abuela te traigo un chuletón.
Muchas gracias nieto no hacía falta.
De nada abuela, una cosa ¿cómo es que estas tan delgada y tan bajita?
……Y cuando fue a contestar la abuela se lo comió.
Andrea Cuesta Rovira
EL VAMPIRO TOD.
Había una vez un vampiro llamado Tod. Tod era malvado, chupaba sangre... y
quería cambiar.
Una noche que iba paseando por el bosque el vampiro se encontró a un hada
y le dijo:
-Ven hada.
-¿Qué quieres?
-Mira yo soy malo, chupo la sangre... yo quiero cambiar por favor ¿usted me
puede cambiar?
-Si, yo puedo. ¿Cómo quieres ser?
-Pues yo quiero ser bueno, un poco más alto. más moreno, no chupar sangre,
que la gente no me tenga miedo pero sobre todo que no me afecte la luz
solar.
-Vale, yo haré eso pero tú antes me tienes que hacer un favor.
-Ok, ¿que favor es?
-Mira, ¿ves ese animal? pues tú traémelo.
-Y, ¿para qué lo quieres?
-Es que estoy haciendo un invento y necesito cosas de él.
Después de unos cuantos días el vampiro Tod se dio cuenta de que era más
moreno y un poco más alto.
Cuando salió de la cueva se dio cuenta que no le afectaba la luz solar y fue
corriendo al bosque para ver al hada nuevamente.
Corrió y corrió pero no la encontró Tod tristemente dijo:
-Hada, ¿dónde estás? ¿dónde estás?
Cada día el vampiro iba al bosque a ver si estaba pero nunca estaba. Tod
construyó una casa y al lado lapida que ponía:
“Aquí esta Hada que me ayudó a mejorar como persona”
Una noche cuando el vampiro estaba durmiendo tuvo un sueño en el que
Hada aparecía y le dijo sonriendo:
“Vampiro si tú siempre vas a creer en mi siempre estarás mejorando como
persona”.
Alba Marco Checa
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Alicia es una niña que le gustaba mucho el
rock y vestía con prendas góticas que estaban
rotas y casi todo lo que llevaba era negro.
Tiene un carácter pasota y es muy mal
educada.
Hace lo que quiere no le hace caso a nadie y
casi siempre está con sus amigos en los
parques, o si no está es su casa con la tele o
las consolas. En el colegio se porta muy mal y
es la peor estudiante: no hace los deberes, no
estudia...
Dice que de mayor quiere ser cantante de
rock. Gasta muchas bromas a la gente y a los
animales: coge un gato y en la cola le ata una
lata, tira las basuras por las ventanas.
Una mañana soleada Alicia salió con sus
amigos a robar en un banco. Al llegar al banco
Alicia dijo que quería ingresar dinero y una
amiga suya se metió en la caja fuerte y robó
un millón de euros. Tras aquel instante la
policía llegó al banco y cogieron el dinero que
habían robado, aunque todavía se quedaron
con 200 euros. Los metieron en la cárcel
pero... cuando llegó el momento de que se
enterara su madre... se puso a llorar porque
no creía que su hija era así de mal educada. Al
instante su madre se presentó en la cárcel y
dio un dinero para sacar a su hija de la cárcel
y darle un escarmiento.
Cecilia Cantero Carretero
Caperucita
Caperucita era una niña tan fea que utilizaba la caperuza para taparse la
cara. Como era tan fea rehuía a la gente para no cruzarse con ellos. Si
alguna vez se cruzaba con alguien sus ojos rojos le hacían huir despavorido.
A su abuela no le hacía ningún caso. No le quería y se burlaba de ella. Le
echaba la culpa a la abuela de que fuese tan fea. A la abuela la tenía muy
asustada.
La caperuza roja la usaba para salir a la calle con la cara tapada. Se juntaba
con el lobo y sus amigos. Y planeaban hacerle algo a la abuela. Cuando iba por
la calle toda la gente se reía de ella. Al final cambio un poco, no fue guapa
nunca, pero al fin cambio.
Pablo Mellado García
EL LOBO FEDERICO
Había una vez un lobo muy tonto porque no cazaba ni una sola perdiz.
También estaba delgado porque no comía mucho y decidió hacerse
vegetariano. El lobo, que se llamaba Federico, decidió hacerse bueno es
decir, hacerse amigo de todos los animales de aquella selva.
Se casaba su hermana Adelina, fue a la boda con un esmoquin. También tenía
un plan para comerse a todos los animalitos de esa boda. Él disimulando fue
a la misa, como se aburría mucho y decidió irse a la puerta de aquella fea
iglesia. Al llegar al restaurante para empezar a comer el lobo le dejó que se
pusieran bien de comida para luego comérselos él. Eran las cuatro de la
tarde y aún no se habían comido el postre. Federico cansado de esperar se
fue a su casa y a las cinco volvería para comerse a todos. A las cinco de la
tarde el lobo apareció por el restaurante pero había un problema, el
restaurante estaba cerrado .El lobo hambriento fue a buscarlos por toda la
selva pero no los encontró. Se fue a su casa a comer algo porque estaba
hambriento. Ya con la barriga bien llena fue a casa de su hermana y resulta
que estaban allí todos los animalillos y aunque no tenía hambre tendría que
cenar dentro de nada y mató a todos los animales. Su hermana desesperada
le dijo: “¿que haces?, eres vegetariano”. Él no se dio cuenta y tuvo que
enterrar a todos los animales antes de que lo cogiera la policía. Los enterró
pero la policía se dio cuenta y lo metieron a la cárcel durante ocho meses.
Federico se arrepintió y pidió perdón por todo lo que había hecho y la policía
lo dejó salir a la calle porque se le veía buen lobo. Todos contentos se
fueron a celebrarlo a casa de su hermana Adelina.
Pablo Huélamo Guijarro
EL DRAGÓN BOMBERO
Érase una vez, un dragón muy joven; todos los dragones se burlaban de él
porque no “sabía hacer nada”. A medida que iba creciendo, se burlaban más
de Daniel. El pobrecito no sabía echar fuego por la boca, pero tenía una cosa
que los demás Dragones no tenían.
Un día, cuando bebía agua de un manantial, oyó unos gritos de socorro que
provenían de una casa cercana al manantial; de repente Daniel se levantó y
se dirigió a esa casa y cuando llegó....
¡¡¡La casa estaba en llamas!!!!. Daniel no sabía que hacer pero un sexto
sentido, le empujó a abrir la boca y a echar agua.
Daniel, salvó a las personas que estaban dentro y por ello se convirtió en un
dragón bombero. Gracias a este sexto sentido, él se llevó un mérito y nunca
más se burlaron de él.
Carmen Perea Cañamares
BIENVENIDO A COLORÍN COLORADO. ¡TODO ESTÁ
CAMBIADO!
Había una vez un hada que vivía en un castillo en el monte de Colorín
Colorado donde todo estaba cambiado. El hada era malvada y un día, se
encontró a un príncipe paseando por aquel monte. El hada aprovechó para
convertirlo en rana, uno de los animales que menos le gustaba.
Al cabo de una semana, solo se hablaba de la misteriosa desaparición de ese
príncipe. Hasta que un día, una bruja llegó a la ciudad. La bruja era alta, de
cabello dorado y llevaba un traje de los colores del arco iris, que se había
comprado en la tienda-mercadillo de recuerdos de “La olla de los duendes”
situada al final del arco iris.
Junto a la bruja viajaba también su inseparable gata rosa que se llamaba
“Caprichosa” y que se compró en el mercadillo de los duendes un batido de
ratón y unas zapatillas de tacón.
La bruja y su gata rosa “Caprichosa”, ya cansadas de su largo viaje, se
sentaron en una piedra del estanque que estaba cercano al monte y al
sentarse en esa piedra, todas las ranas empezaron a saltar y molestar a la
bruja. En ese momento, una rana verde y pringosa que se acababa de comer
una deliciosa mosca, se transformó, de forma increíble, en un feo príncipe
con una hermosa verruga, que le dio las gracias a la bruja por haber desecho
el conjuro del hada al sentarse en esa piedra oculta en el estanque. El hada
se arrepintió por haber hecho ese conjuro contra el príncipe y la bruja se
convirtió en una princesa bella que se casó con el príncipe de las ranas.
Victoria Jiménez Zarzuela