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8/6/2019 cuentos japoneses _

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Japanese Tales : La Grulla Agradecida

La Grulla Agradecidarase una vez un joven que viva solo en una casita al lado del bosque. De regreso a casa duranda de invierno bastante nevoso, oy un ruido extrao. Se puso a caminar hacia un campo lejandonde vena el sonido, y all descubri una grulla tumbada sobre la nieve llorando de dolor. Unlecha incada en la ala tena, pero el joven, muy carioso, se la quit con mucho cuidado. El p

ya libre, vol hacia el cielo y desapareci.

El hombre volvi a casa. Su vida era muy pobre. Nadie le visitaba, pero esa noche a la puerta srap-frap-frap. "Quin ser, a esta hora y en tanta nieve?" pens l. Qu sorpresa al abrir la p

ver a una mujer joven y bonita! Ella le dij que no podia encontrar su camino por la nieve, y ledejarla descansar en su casa, para lo cual l fu muy dispuesto. Se qued hasta el almanecer, yambien el da siguiente.

Tan dulce y humilde era la mujer que el joven se enamor y le pidi ser su esposa. Se casaron,pesar de su pobreza, se sentan alegres. Hasta los vecinos se alegraban de verlos tan contentosl tiempo vuela y pronto lleg otro invierno. Se quedaron sin dinero y comida, tan pobres comiempre.

Un da, para poder ayudar un poco, la mujer joven decidi hacer un tejido y su marido le constun telar detras de la casa. Antes de empezar su trabajo ella pidi a su marido prometerla nuncal cuarto. El lo prometi. Tres dias y tres noches trabaj ella sin parar y sin salir del cuarto. Ca

muerta pareca cuando la mujer joven por fin sali, pero a su marido le present un tejido herm

El lo vendi y consiguo un buen precio.El dinero les dur bastante tiempo pero cuando se acabo todava segua el invierno. Ya que, otre puso a tejer la mujer joven, y otra vez su marido le prometi no entrar al cuarto. Fueron no t

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ino cuatro dias cuando ella, viendose peor que la vez siguiente, sali del cuarto y le di a su mun tejido de tan gran maravilla que, al venderlo en el pueblo, consiguiern dinero suficiente panviernos duros.

Mas seguros para el futuro que nunca, desafortunadamente el hombre se hizo avaro. Tormentaanto por el deseo de ser rico como por los vecinos siempre preguntandole que cmo se poda tin comprar hilo, el joven le pidi a su seora hacer otro tejido. Ella pensaba que tenian bastan

dinero y que no habia necesidad, pero el avaricioso no dejaba de insistir. Puesto que, despus decordarle a su marido la promesa, la mujer se meti en el cuarto a trabajar.

Esta vez la curiosidad no le dejaba al hombre en paz. Ignorando su promesa, fu al cuarto dondeora trabajaba y abri un poquito la puerta. La sorpresa de lo que vi le hizo escapar un grito

Manejando el telar estaba no su seora sino un pajaro hermoso, cual de las plumas que se ibarrancando de su propio cuerpo hacia un tejido igualmente hermoso. Cuando el pajaro, al oirlee di cuenta de que alguien la miraba dej de trabajar y de repente su forma se convirtio a la d

mujer joven.



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Entonces, ella le explic su historia, que ella era esa grulla cual l ayud y que, agradecida, seonverti a mujer, y que empez a tejer para ayudarle no ser pobre, esto a pesar del sacrificio qejer con las plumas de su propio cuerpo le costaba. Pero, ahora que l saba su secreto, tendra

dejar de ser juntos. Al oir esto, el prometi que la quera ms que todo el dinero del mundo, peno habia remedio. Cuando acab su historia, ella se convirti a grulla y vol hacia el cielo.

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La Montaa Crujiente

La Montaa Crujiente

rase una vez un abuelito y una abuelita vivan solitos en una casita. Cada da el abuelito se iba a trabajar en el campo, yientras sembraba arroz cantaba:

"Un grano, y de l miles."

ada dia tambien vena despues de el abuelito un tejn, que cantaba:

"Un grano y uno solo. Y todos me los comer."

cuando el viejecito volva al campo el da siguiente, vea que no le quedaba ni un solo grano. Por culpa de esto, los abuelitosvan pobremente.

Un da el abuelito, al ver que otra vez el tej n se habiacomido todo, se enfad tanto que decidi atrapar al tejn. Elabuelito empez a sembrar y cantar, como siempre, hasta qe

por fin lleg el tejn. De repente, el abuelito di un salto, y enun abrir y cerra de ojos atrap al tejn malo y le at con unacuerda fuerte.

Cuando el abuelito llego a casa con su prisionero, le dijo a la

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La Montaa Crujiente

abuelita: "Abuelita, ven y mira lo que coj hoy. Calienta lacazuela y haznos un buen cocido de tejn." y el abuelitovolvi al campo.La abuelita empez a moler arroz para hacer galletas para lacena.

l tejn, que era muy taimado, le dijo a la abuela: "Abuelita,ira que eso de moler arroz, usted solita, a sus aitos, deberr mucho trabajo. Por qu no me desata para poder darle

na mano?" La abuela vacilo, pensando que el abuelito senfadara. Pero l tejn insista tanto como quera ayudarla

ue, al fin, la abuelita decidi dejarle suelto para un poquito.lo primero el tejn finji ayudarla y coji el mano deortero; pero en vez de moler arroz le di un bastazo a la

buelita sobre la cabeza y se fug corriendo. Cuando elejecito lleg a casa y encontr a la viejecita ya muerta, se

uso a llorar. Una liebre, vindole llorar, le pregunto el poru de sus lagrimas, y el viejecito le cont su historia. "Vale,o me vengar por ti." dijo la liebre, y se fu hacia lasontaas.

a liebre se puso a recojer lea. Despues de un rato, el tejn se acerco y le pregunt que qu haca. "Este invierno va a seruy fro, y me estoy preparando," le contesto. El tejn pens que esto era una buena ida y empez a ayudar a la liebre.ronto, tenan un buen montn de lea. Se montaron la lea sobre la espalda y empezaron a bajar la montaa. A medioamino, la liebre empez a quejarse: "Como pesa! Ay, como pesa!" El tejn, para ayudar a su nuevo amigo tanto como parao oirle quejar todo el tiempo, tom todo la lea de la liebre y se la puso sobre su propia espalda. Al seguir el camino, laebre, quien caminaba detras del tejn, comenz a chocar unas piedras sobre la lea para que se prendiera en fuego.

Cuando el tejn le pregunt que qu era ese ruido, la liebre leontest que sta era la Monta a Crujiente, y que el sonidoa de los pajaros pegando a loas arboles con los picos. Porn la lea empezo a quemarse, y al oir las llamas del fuego eljn le pregunt otra vez a su nuevo amigo lo que era.

Ese sonido es el llanto de los pajaros, y por eso tambien leaman a esta montaa la Montaa de los Pajaros quelantan." Al quemarle la piel, el tejn comenzo a gritar peroliebre se escap corriendo.

l da siguiente, la liebre se puso esta vez a recojer pimientosjos para hacer picante. AL verlo el tejn, ste se enfado y le

hill que por su culpa la espalda se le haba quedadoorriblemente quemada.a liebre se hizo el tonto y le contest:

"Las liebres de la Montaa Crujiente son las liebres de la Montaa Crujiente.Los de la Montaa de los Pimientos son los de la Montaa de los Pimientos.No s de lo que hablas."



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La Montaa Crujiente

l tejn pens que so tena razn. Le pidi en vez a la liebre si por acaso tena alguna medecina para las quemaduras.Vaya suerte, ahora mismo la estoy preparando", le dijo la liebre al tejn y empez a cubrirle la espalda con la pimienta. Alincipio el tejn no senta nada, pero poco a poco la pimienta le dej en peor dolor que antes. En ese momento, la liebre

orri y se escap otra vez.

El da siguiente la liebre se fu a la montaa de nuevo. Estavez empez a cortar arboles, pare hacerse un barco. El tejnlleg, la espalda doliendole muchsimo, chillandole a la liebreque por culpa de su medicina cas se mori ayer en laMontaa de los Pimientos.La liebre, como si nunca le hubiera conocido, contesto:

"Las liebres de la Montaa de los Pimientos son lasliebres de la Montaa de los Pimientos.Las lde la Montana de los Cedros son las de laMontaa de los Cedros.T quien eres?"

O la liebre era buen actor o el tej n era bastante crdulo, la

cosa es que otra vez el tejn se crey lo que la liebre le deca.l enterarse de que la liebre planeaba hacerse un barco, le pregunto por qu.Cuando la liebre le dijo que era para ir de pesca en el r o, eljn quiso un barco tambin. "Bueno, yo me hago el barco de

olor blanco por que la piel la tengo blanca. T, ya que tieneselo marrn, te vendra mejor hacer el barco de tierra.", lexplic la liebre al tejn. Cada uno acab de construirse suopio barco y se fueron juntos al ro. Ya en el agua, el barco

e tierra del badger comenz a disolverse. En muy pocoempo, el tejn se encontro hundiendose en el agua. Sehogaba y gritaba:" Socorro, socorro, ayudame!" Pero la

ebre, impasible, le dijo: "Recuerdate ahora de la pobrebuelita que muro por tu culpa," y le abandon.

a liebre se fu al abuelito. Le anunci que el tejn estabauerto. Pero en vez de alegrarse el viejecito se entristez.ens que la muerte del tejn no le devolvera la abuelita, yue la venganza no vala para nada.

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Los Seis Jizos y los Sombreros de Paja

El abuelito llegaba cubierto de nieve. Cuando la abuelita le vi as, sin sombrero ni nada, le preguntoue qu pas. El le explic lo que ocurri ese da, que no pudi vender los sombreros, que se sinti

muy triste al ver esos Jizos cubiertos de nieve, y que como eran seis tuv que usar su propioombrero.

Al oir esto, la abuelita se alegr de tener un marido tan carioso:Hicistes bien. Aunque seamos pobres, tenemos una casita caliente y ellos no." Abuelito, como tenario, se sent al lado del fuego mientras abuelita prepar la cena. No tenan bolitas de arroz, ya quebuelito no pudo vender los sombreros de paja, y en vez comieron solamente arroz y unos vegetales

n vinagre y se fueron a cama tempranito.

A la media noche, el abuelito y la abuelita fueron despiertos por el sonido de alguien cantando. A lorimero, las voces sonaban lejos pero iban acercandose a la casa y cantaban:

"Abuelito di sus sombrerosA los Jizostodos enterosAlijeros, a su casa, alijeros!"

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Los Seis Jizos y los Sombreros de Paja

El abuelito y la abuelita estaban sorprendidos, an ms cuando oyern un gran ruido, "Bum!"Corrieron para ver lo que era, y vaya sorpresa les do al abrir la puerta.

aquetes y paquetes montados uno sobre otro, y llenos de arroz, vino, pelotitas de arroz, decoracionesara el Nuevo Ao, mantas y quimonos bien calientes, y muchas otras cosas. Al buscar quien lesaba traido todo esto, vieron a los seis Jizos, alejndose con los sombreros de abuelito puestos. Losizos, en reconocimiento de la bondad del abuelito, les haban traido estos regalos para que losbuelitos tuvieran un prospero Nuevo Ao.

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