Cuentos Para Trabajar Miedos

8/9/2019 Cuentos Para Trabajar Miedos

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EL PAIS DE TUS MIEDOS

Relato ganador

Había una vez una niña que se llamaba Julia. Julia tenía miedo de muchascosas. Tenía miedo en la oscuridad, tenía miedo de quedarse sola, también

tenía miedo cuando veía a mucha gente, tenía miedo de los perros, de los

gatos, de los pájaros, de los desconocidos, tenía miedo al agua de la piscina

de la plaa, tenía miedo del !uego, de los truenos, de las tormentas, tenía

miedo de los monstruos de los cuentos, tenía miedo de ponerse en!erma, o de

que su mamá en!ermara, tenía miedo de ir al cole, de caerse o hacerse daño

jugando"

Tenía tanto miedo que nunca salía de casa para no caerse, en!ermar,encontrarse con alg#n perro o persona desconocida. $asaban los días Julia

miraba por la ventana, veía jugar a los niños niñas, veía como corrían se

divertían. %u mamá le decía& '(por qué no vas a jugar con ellos)* $ero Julia se

sentía mu triste porque tenía mucho miedo no quería salir de casa. +legaba

la noche Julia temblaba de miedo en su cama, todo estaba mu oscuro no

se oía nada, le daba miedo el silencio la oscuridad de la noche, así que se

levantaba , sin hacer ruido, se metía en la cama de sus papás, allí se sentía

protegida.

na noche, mientras dormía entre mamá papá, la cama comenz- a temblar,

se movía tanto que Julia se despert- sobresaltada. Terremoto, ha un

terremoto/ %us papás parecían no notarlo. Julia se puso de pie en la cama,

comenz- a saltar gritar para despertar a sus papás, entonces un gran agujero

se abri- en el centro. Julia ca- dentro bajo por un tobogán que le dej- en un

bosque tenebroso oscuro. %e levant- del suelo mir- a su alrededor& '(d-nde

esto) 0stá mu oscuro, tengo miedo. 1amá/ $apá/ 2enir a por mí/* 3adie

parecía oírla, así que Julia pens- que tenía que salir de ahí, se levant-

comenz- a andar. 0nseguida encontr- un camino decidi- seguir andado por

él para ver d-nde le llevaba. '4ué silencio, no se oe nada/ Tengo miedo/*

Julia se acordaba de mamá papá, se sentía sola tenía más miedo a#n.

5ansada de andar se sent- junto a un árbol, se sentía tan triste que empez- a

llorar.


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0ntonces o- un ruido 'uuhhhh/ ohohoho/ uuuhhhh/* Julia miraba a un lado

a otro no conseguía ver nada, un gran pájaro volaba sobre su cabeza, Julia

temblaba de miedo. 0l pájaro desapareci-, volvi- el silencio. $or un momento

Julia dej- de temblar, pero entonces o- ladrar a un perro, parecía que estaba

!urioso, luego otra vez volvi- el silencio" Julia cerr- los ojos se dijo a sí misma& 'no tengo miedo, no tengo miedo, no tengo miedo, no tengo miedo, no

tengo miedo"* 5uando abri- los ojos, tenía delante de ella un gran perro

negro. Julia se qued- paralizada, el miedo no le dejaba ni parpadear, tenía

ganas de gritar, de llorar, de pedir auda, pero el miedo no le dejaba moverse,

ni hablar, ni gritar, ni siquiera podía llorar.

0l perro se acerc- a#n más, se sent- !rente a ella le dijo&

6 1e tienes harto/ 0sto cansado de que seas una miedica, nunca he conocido

a una niña con tantos miedos. 0res la 7eina del 1iedo/

Julia seguía paralizada con la boca abierta, pero no de miedo sino de

asombro, le estaba hablando un perro/ 8, mejor dicho, (le estaba regañando

por tener miedo) Julia no daba crédito a lo que veía oía.

6 (0s que no vas a decir nada) (%e te ha comido la lengua un gato) 9h, se me

olvidaba que también te dan miedo los gatos/

6 (4uién eres t#)

6 (4ué quién so) %o :og, el guardián de tu bosque.

6 (1i bosque) ; Julia miraba a su alrededor, observando el bosque en el que se

encontraba.

6 %í, tu bosque, el bosque de tus miedos. 9quí viven todos tus miedos& los

perros, los gatos, los pájaros, los monstruos, la oscuridad, el silencio, los ruidos,

la soledad, las tormentas, el agua, los truenos" 0ste es el bosque más grande

que conozco/ 1e das demasiado trabajo/

3o puedo controlar un bosque tan grande/ Tienes que hacer algo.

6 $ero, no entiendo, (quién ha creado este bosque), (por qué dices que es mío)

(que o te do mucho trabajo)


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6 Te lo vo a e


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Julia se arm- de valor, puso la cara más !ea que había puesto nunca, levant-

las manos como si !ueran garras grit- mu mu !uerte '>uuuuuhhhhh////*

9l instante :og retir- la tela que cubría al miedo sorpresa/ Julia se vio

re?ejada en un gran espejo, como se vio tan !ea haciendo de monstruo, le dio

un ataque de risa

6 JajajajaJajajaja/ ($ero qué broma es ésta) %i so o/

6 3o es ninguna broma, Julia ; le dijo :og.; 0l miedo no euuuhhh/

;gritaba Julia !rente al espejo.; Jajajajajaja/ 3unca me había reído tanto.

1ientras decía esto, los animales empezaron a desaparecer, las tormentas, el!uego, el agua, también el bosque@ el bosque empez- a hacerse pequeño,

mu pequeño.

6 Aracias, Julia/ ; le dijo :og.

6 3o/ Aracias a ti, :og/ $or enseñarme al miedo.

9 la mañana siguiente, Julia se despert- en su habitaci-n, su mamá e


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GLUF, EL MOSTRUO A!UL

Pr"#er $nal"%ta

'$atapapluuuum/* %e escuch- un enorme ruido en la habitaci-n de +ere

mamá !ue corriendo&6 (4ué ha pasado)

6 2erás, mamá, o estaba jugando de la caja de los muñecos ha salido un

monstruo mu grande de color azul que se ha asustado al verme se ha

escondido debajo de la cama.

6 (= t# no te has asustado cuando sali- ese monstruo)

6 5laro que no, (por qué me tengo que asustar) 0s mu guapo suavecito. %olo

quiero jugar con él, pero me parece que él no quiere.

6 >ueno, tengo una idea, vamos a agacharnos le buscamos bajo la cama para

que nos conozca.6 Hola, señor monstruo, me llamo +ere tengo B años, (quieres jugar conmigo

con mamá) 1e gusta tu color, aunque mi color pre!erido es el rosa. Tengo

puzles un tren, pinturas...

(4ué te gusta más)

:e repente, debajo de la cama asom- una cabecita azul, peluda, con tres ojos

una boca enorme&

6 Hola, o me llamo Alu! me dan mucho miedo los niños.

6 ($or qué te do miedo) 1ira, mira mi cara, so mu buena.

6 $ero no tienes pelo en la cara, eres pequeñita, de color carne, con dos

ojos...no te pareces a mí,

por eso me asustas un poco.

6 9 mí me gustas así, también me gusta mamá aunque sea grande con el

pelo marr-n, el abuelo que lo tiene de color blanco la perrita $i que es

negra con cuatro patas. 3o tienes que asustarte, todos somos distintos, pero

podemos jugar mu bien. :ame tu mano que o te enseño.

na pequeña mano peluda con seis dedos sali- bajo la cama agarr- la de

+ere. 0ntonces Alu! not- su calor, vio la alegría en la cara de la niña su

sonrisa cuando ella le bes- supo que iban a ser grandes amigos, que podrían

jugar juntos se le pas- el miedo.

0sa tarde corrieron por la casa, hicieron puzles, saltaron a la comba cuando

a estaban mu cansados se sentaron a merendar. +ere decidi- que le

presentaría a sus amigos del cole Alu! le enseñ- a sus amigos monstruos de

muchos colores, grandes pequeños, peludos sin pelo. :esde entonces los


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niños los monstruos juegan juntos, se cuentan cuentos se lo pasan mu

bien. =a no se asustan por ser distintos todos están mas contentos.

Ra&uel Lana Soto


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183%T78% JA93:8 9+ 0%583:CT0

Segundo $nal"%ta

0ran pasadas las DE de la noche, FriGa dormía tranquilamente en su cuna

papá se encontraba en la habitaci-n del ordenador. FriGa se había dormidoapenas una hora antes papá suspiraba aliviado porque por n la niña

empezaba a descansar.

:e repente FriGa rompi- a llorar de una !orma en la que nunca papá había oído.

5orri- hacia la habitaci-n la encontr- sentada en la cuna con las mejillas

surcadas por las lágrimas llorando desconsoladamente. $apá la cogi- en

brazos le pregunt-&

6 FriGa, mi vida, (qué te ocurre, por qué lloras mi amor) 5omo no sabía hablarbien todavía, señal- con su dedito las cortinas de la habitaci-n. $apá se gir-

vio que se movían ligeramente, pero además donde ella señalaba se

encontraba tirado un pantal-n suo, que estaba tapado en gran parte por la

cortina, s-lo sobresaliendo un trozo del pie. 5omprendi- que FriGa se asust- al

pensar que ahí había algo escondido. %ent- a FriGa en la cuna dijo&

6 5ariño, no te asustes, ahí no ha nada, además si !uese un monstruito no

tendrías que tenerle miedo, ( sabes por qué) Hace mucho tiempo, en una

ciudad mu mu lejos, vivían todos los monstruitos juntos. 0n esa ciudad

tenían de todo@ tenían parques, tenían piscinas muchas cosas más, pero lo

que no tenían eran lugares para que los monstruitos niños jugaran sin molestar

a los monstruitos papás mamás, así que los monstruitos niños pensaron que,

para poder jugar sin molestar que no les castigaran, lo mejor era jugar !uera

de la ciudad.

%u juego !avorito era el escondite, les encantaba esconderse, detrás de las

cortinas, debajo de las camas donde más les gustaba era en los armarios.

$ero, claro, como estaban jugando !uera de la ciudad, no tenían esos sitios

para jugar, así que uno de los monstruitos niños le dijo al resto& 'tengo una

gran idea, (por qué no nos escondemos en las casas de las otras ciudades) 9llí

sí que podríamos escondernos como nos gusta*. Todos los monstruitos niños

entusiasmados decidieron que así lo harían. 5omo siempre, uno se qued-

contando para que los demás se escondieran, cuando hubo acabado de contar

empez- a buscar a los demás monstruitos niños, pero a mitad del juego

empezaron a sonar muchos llantos, llantos de niños, los niños de las casas se


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habían asustado al ver a los monstruitos escondidos, pues pensaban que se

escondían para asustarles, pero esa no era la intenci-n de los monstruitos

niños, así que se marcharon mu tristes sin poder jugar. 0so mismo ocurri- la

noche siguiente, la siguiente así todas las noches, hasta que un día los

monstruitos niños a en!adados dijeron& 'si ellos creen que queremosasustarlos, pues eso haremos. 2eréis qué divertido va a ser ver la cara de esos

niños*.

9sí ocurri-, todos los niños eran asustados cada vez lloraban más más, sin

dejar descansar a sus papás mamás, hasta que un día uno de esos papás se

dio cuenta de qué sucedía !ue a la ciudad de los monstruitos a hablar con los

papás mamás monstruitos. +es dijeron lo que sus hijos hacían entre los

papás mamás acordaron que los monstruitos niños no asustarían a más

niños, pero a cambio los papás mamás deberían enseñar a los niños a no

llorar para así no estropear el juego de los monstruitos niños.

$or eso, cariño, no debes asustarte aunque sea un monstruito, simplemente

están jugando al escondite, si lloras, seguro que a ese monstruito niño lo

encuentran entonces les estropeas el juego, ( eso a ti no te gustaría que te

lo hicieran, verdad) FriGa comprendiendo la historia, se tranquiliz- un poco

más, desde entonces cuando creía ver un monstruito niño escondido en un

armario, debajo de la cama o detrás de las cortinas, no lloraba, se reía

pensando que ella también se escondería ahí para que no la encontraran.

'ero Rodena%


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0l niño que tenía miedo del miedo

Tercer $nal"%ta

6 $apá, mamá/; repetía el niño desde su nueva habitaci-n.

+os adormilados padres, que para dormir a su hijo a habían intentado el

cuento, la nana el ruego desesperado Ipor !avor, duérmete, que mañana no

va a haber quien te levante/K respondieron a un tiempo

6 (4ué te pasa)

6 4ue tengo miedo/

Linalmente lleg- el temido día, por parte de los padres, en que su hijo

pronunciase esas dos palabras juntas& 'tengo miedo*. Habían procurado, desde

que naci-, que el miedo no le encontrara, pero le encontr-. 9sí que se

levantaron, entraron en la habitaci-n preguntaron a su pequeño&

6 (:e qué tienes miedo)

6 :el monstruo.

6 =, (d-nde está)

6 9hí, debajo de la ropa.

+os padres levantaron la ropa nada.

6 %e ha metido dentro del armario al veros ;asegur- el niño.

+os padres abrieron el armario nada.

6 0stá debajo de la cama/ 6 susurr- como si la amenaza más terrible del

mundo pudiera oírles.+os padres miraron debajo de la cama, cada uno por un lado, s-lo se vieron el

uno al otro, aguantándose la risa también los bostezos.

6 3o ha ning#n monstruo, campe-n 6 arm- el padre, con la vana esperanza

de que su hijo le creera.

6 $ues lo había ;arm- el hijo con la seguridad de que su padre le iba a creer.;


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(= si vuelve)

+a madre mir- al padre con complicidad. Había llegado el momento de revelar

a su hijo un secreto que pertenecía a su !amilia desde hacía muchas

generaciones, que pasaba de padres a hijos cada vez que el miedo les

encontraba. 9sí que le dio un palmadita en el hombro, un cariñoso beso en lamejilla, se !ue a dormir diciendo& 9 por él, tigre. 0l padre respir-

pro!undamente, cogi- un taburete verde se sent- junto a la cama de su

pequeño.

6 2o a contarte una historia...

6(8tro cuento) 6 interrumpi- el pequeño.

6 3o, una historia que...

6 (0s de monstruos)

6 9lgo así, es una historia que nuestra !amilia lleva contando...

6 (%algo o)

6 %i me dejas hablar, te la contaré.

6 $erd-n6 se disculp- el niño, impaciente como todos los niños, emocionadocomo todos los niños. = se sent- en la cama, tapándose con su sábana hasta

las orejas, dispuesto a escuchar como s-lo saben escuchar los niños. = el padre

comenz- su historia.

6 Hace miles de años, los humanos !ueron testigos del combate que mantenían

los semidioses por el dominio de la Tierra. $or un lado, los Ae-midas se habían

comprometido a mantener el equilibrio natural del mundo protegían a los

mortales de las amenazas que provenían del lugar situado detrás de la %ombra

8scura, territorio de los 3ecr-midas, que odiaban a los mortales por haberrecibido la Tierra como su morada.

6 (+os quiénes hacían qué cosa los como6se6llamasen6los6otros que venían de

no6se6d-nde iban a hacer qué, papá)6 pregunt- el niño, que no había entendido

nada.


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6 4ue los buenos luchaban contra los malos ; respondi- el padre, recordando

que él tampoco supo comprender aquellos nombres hasta que !ue más maor.;

= uno de los más malos se llamaba %omnícubus, un semidios que, desterrado a

la %ombra 8scura por su codicia, juro que se vengaría de los mortales que su

venganza sería tan terrible que todos los $oderes del niverso tendrían quearrodillarse ante él.

sando un conjuro prohibido que habían ocultado bajo siete hechizos los

%antos %abios, %omnícubus cre- un sentimiento que s-lo él podría controlar& el

miedo. = us- su poder para inspirar ese sentimiento entre todos los mortales

mientras dormían. = antes de que la +una diera paso al %ol, el miedo se había

vuelto tan poderoso que ni el mismo %omnícubus pudo dominarlo.

6 (= qué le hizo) (+o mat-), (le hizo sangre)6 pregunt- el niño, cada vez más

interesado en la historia.

6 +o encontraron con los ojos mu abiertos, temblando llorando, acurrucado

en una cueva de la que, dicen, nunca más sali-. 0l miedo se instal- en el

coraz-n de las personas , durante décadas, domin- su voluntad para que no

se atrevieran a hacer muchas de las cosas que hacían antes de su llegada&

dejaron de pasear solos por el bosque, dejaron de guardar cosas en los altillos

de sus casas. Cncluso dejaron de relacionarse con otras personas por miedo a lo

que les podrían hacer. = la peor parte se la llevaron los niños.

6 (3osotros) ($or qué, papá, por qué), (eh), (por qué)

6 $orque, cuando dormían, convertían su miedo en imágenes de monstruos que

impedían su descanso les provocaban un amargo llanto. = cuando aquellos

niños se convirtieron en adultos, al crecer viendo esas imágenes en sueños, las

trans!ormaron en seres reales que escaparon de su imaginaci-n el mundo se

llen- de !eroces dragones, trolls de!ormes malolientes todo tipo de seres

espantosos que aguardaban en la oscuridad, se escondían en los armarios o

dormían bajo las camas.

6 (0n serio) ;el niño escuchaba a su padre con suma atenci-n, pues le a!ectaba

directamente, a que él estaba convencido de que un monstruo se habíacolado en su habitaci-n.; %igue, sigue, por.

6 +os semidioses no sabían qué hacer. 0staban desolados, pues el mundo que

habían jurado proteger se estaba destruendo a sí mismo por culpa del miedo.

0ntonces, un muchacho joven, casi un niño, tuvo una idea& junt- varias hojas

grandes Ilas más grandes que pudo encontrarK las cosi- con una cuerda de

cáñamo. = con su invento bajo el brazo, pidi- ser escuchado por los


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Ae-midas...

6 ($or quiénes) ;pregunt- el hijo.

6 $or los buenos ;aclar- el padre, continu-.; ... ser escuchado en la siguiente

9samblea proclam-& esto que veis puede vencer al miedo. +o llamo 2alor. +os

semidioses sonrieron incrédulos, pues no entendían como un mont-n de hojaspodían vencer al miedo, que a había derrotado a un poderoso semidios como

%omnícubus, había dominado el coraz-n de los hombres amenazaba el

equilibrio del niverso. 0ntonces el joven pregunt- a la 9samblea cuál era su

maor temor. = mientras ellos le contestaban& ser desterrados como

Auardianes de la Tierra, el joven les dibujaba en las hojas, marchando con la

cabeza baja el rostro triste. 5uando hubo terminado el dibujo, lo mostr-. =

entonces...

6 (4ué....qué) ;preguntaba el niño a!errado a su almohada.

6 nas luces oscuras salieron de los corazones de los semidioses, como raosen una tormenta. = todas aquellas luces se estrellaban contra el mont-n de

hojas quedando encerradas. = cuando las luces terminaron, el miedo había

desaparecido.

6 4ué gua/ ;e


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3ecr-midas" +os malos acusaron a los Aeo..., a los buenos, de modicar la

+e de los %antos %abios.

6 (4ué le era esa, papá)

6 %e decía que los semidioses no podían inter!erir en las decisiones de los

humanos. %i la idea era del muchacho ellos no podían audarle concediéndolela magia de estar en cualquier lugar del mundo s-lo con pensarlo. 7eclamaron

su derecho a imponer condiciones en la misi-n que habían encargado al

muchacho.

6 (5uáles) ;pregunt- el niño e


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donde6nunca6se6debe6entrar6porque6ahí6están6las6cosas6de6los6papás sali-

con un paño viejo en las manos. 2olvi- a sentarse en el taburete verde le

puso el paño en las piernas a su hijo.

6 Mbrelo.

0l niño desenvolvi- el paño dentro se encontr- con un mont-n de grandeshojas de árbol, cosidas por una cuerda de cáñamo. 9penas podía creer lo que

estaba viendo. 9quello parecía tener miles de años estaba lleno de dibujos de

seres monstruosos.

6 :ibuja a tu monstruo mañana volveremos a guardarlo. (2ale, hijo)

0l padre estaba saliendo de la habitaci-n cuando el niño, al !ín, se atrevi- a

preguntar&

6 $ero, (c-mo)

= su padre le guiñ- un ojo respondi-& 1agia*.

Paco R(o%


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1iedo por ser di!erente

)uarto $nal"%ta

Jaime vivía con sus padres en una bonita casa con jardín a las a!ueras de una

gran ciudad. $or las mañanas iba al cole en el autob#s que le recogía en lapuerta por las tardes se entretenía jugando con su bal-n, sus coches sus

piezas de construcci-n en el jardín. +as horas le pasaban volando mientras

dis!rutaba saltando en la hierba, a pesar de que 1amá a veces le regañase por

estropearle los geranios. 0lla cuidaba de sus ?ores sus tres árboles !rutales

con ilusi-n, pero le costaba subirse a la escalera cargar con las ramas secas.

n día dijo papá en la cena&

6 Ho ha llegado a la !ábrica una persona buscando trabajo. $arecía mu triste

cansado. 9hora no tenemos puestos libres, pero como le he visto grande

!uerte se me ha ocurrido o!recerle cuidar del jardín para que mamá puedadescansar un poco. (4ué te parece)

6 5reo que es una idea mu buena/ 9sí podrá audarme con la poda pues casi

no llego a las #ltimas ramas de los árboles.

9 la semana siguiente, mientras Jaime jugaba con un tren entre las piedras del

jardín, lleg- papá le dijo&

6 1ira Jaime, quiero presentarte a =umadi, nos audará a cuidar del jardín.

=umadi, tímidamente, e


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manos grandes que le miraba con ojos saltones. '3o no/ 3o seré su

amigo/*, pens- justo antes de dormirse.

9l llegar del colegio al día siguiente, =umadi estaba a subido a una escalera

con las tijeras de podar salud- al niño con la mano cuando pas- a su lado.

Jaime se dirigi- directamente a la casa se meti- en su cuarto sin merendar.:espués de un rato, aburrido por no salir !uera, se asom- a la ventana vio

como =umadi hacía un mont-n con las ramas secas, después se j- en el

cuidado que ponía en plantar unas petunias nalmente se entretuvo viéndole

regar los setos. +a tarde se le hizo así más entretenida, aunque no sali- al

jardín a pesar de que $apá le anim- varias veces.

+a tarde siguiente Jaime se encerr- también en su dormitorio, pero cuando esta

vez se asom- a la ventana se encontr- en su al!éizar una rama de hierbaluisa

que, con su !uerte olor a lim-n, llenaba toda la habitaci-n de un !resco

per!ume. 9l mirar hacia el jardín =umadi le salud- con su gorra. Jaime sonri-,pero no se atrevi- a salir al e


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nos meses después, papá se acerc- a Jaime le dijo&

6 0sta tarde =umadi vendrá con su hijo maor. %u !amilia acaba de llegar desde

su país la madre tiene que cuidar del bebé pequeño. 0spero que te portes

bien con él.

6 4ué emocionante/:espués de tanto hablar de ellos iba a conocerles. 9l llegar del colegio Jaime

!ue directamente al jardín a buscar al nuevo visitante lleno de curiosidad.

0ncontr- a =umadi junto a los acebos a un niño delgadito con el pelo mu

rizado sentado a su lado. Jaime se acerc- e


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6 %í. 9demás, así podrás seguir audándole a perder su miedo a lo nuevo

desconocido.

9quella noche Jaime durmi- !eliz por haber encontrado a un amigo tan

di!erente especial.

Marta Garc(a Rodr(guez


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0dgar, el monstruo alado

*u"nto $nal"%ta

9nita era una niña mu lista, pero se sentía mu sola. %us padres trabajaban

todo el día a#n no la llevaban al colegio, pese a tener N años. %u abuela,1aría, le había enseñado a leer, le encantaba. 9sí que ella vivía entre libros

!antasía, aprendiendo muchas cosas aprendiendo a evadirse de la realidad,

viviendo miles de aventuras a través de tan apasionadas lecturas. $ero eran

aventuras, que una vez terminado el libro, sabía nunca e


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6 :esátame las alas para que pueda volver al 7eino Cmaginario.

9nita se atrevi- habl- a aquel ser temblorosa.

6 (0l 7eino Cmaginario), (qué reino es ese). (= quien o qué eres t#)

6 0l 7eino Cmaginario es el lugar que los niños han construido con su

imaginaci-n durante los siglos. 9llí, todas vuestras criaturas imaginarias,nacemos vivimos. =o so el monstruo de la abuela, tu abuelita 1aría, me cre-

lo !ue pasando de generaci-n en generaci-n a través de un cuento

inventado. 1aría te lo cont- en un cuento miles de veces. 0l monstruo que

imaginabas miles de veces que salía de tu cama te llevaba volando lejos de

aquí. 1e llamo 0dgar. = no so malvado, no temas, como !rutas del bosque. 1e

hechizaron me quedé dormidito aquí. $ero t# me has despertado. %olo que

mis alas siguen atadas con un hilo mágico que solo t# puedes cortar. :ate

prisa, se va apretando me hace mucho daño.

6 (= c-mo lo corto)6 sa tu imaginaci-n.

9nita cerr- los ojos se imagin- unas tijeras mágicas de oro, cuando abri- los

ojos, las tenía en su mano. 9nita ri- encantada, se acerco a 0dgar, pero era tan

alto que no llegaba. 0ntonces, cerr- los ojos se imagin- una planta que la

levantaba hacia las alas de 0dgar. Cmaginado hecho. +a planta brot- del suelo

la levant-. 9nita cort- el hilo 0dgar e


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su creador de aventuras. 3o había que tenerles miedo, solo saber jugar con

nuestra imaginaci-n. 9nita vivi- muchas aventuras con 0dgar otros amigos,

pero eso a es otra historia.

Mar(a P

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