CUERPO DIRECTIVO - revistainclusiones.com vol 5 num 2 uadistmexico 2018... · del pasado y el futuro en el presente, ... REVISTA INCLUSIONES ISSN 0719-4706 VOLUMEN 5 ... exploradores,

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CATÁLOGO

REVISTA INCLUSIONES ISSN 0719-4706 VOLUMEN 5 – NÚMERO ESPECIAL – ABRIL/JUNIO 2018

DR. RIGOBERTO SÁNCHEZ ROSALES / DRA. MICHIKO AMEMIYA RAMÍREZ





ISSN 0719-4706 - Volumen 5 / Número Especial / Abril – Junio 2018 pp. 58-67

EXPERIENCIAS SOCIOPOLÍTICAS EN TORNO AL TURISMO DE MONTAÑA

SOCIO-POLITICAL EXPERIENCES REGARDING MOUNTAIN TOURISM

Dr. Rigoberto Sánchez Rosales Universidad Autónoma del Estado de México, México

[email protected] Dra. Michiko Amemiya Ramírez

Universidad Nacional Autónoma de México, México [email protected]

Fecha de Recepción: 12 de enero de 2018 – Fecha de Aceptación: 22 de febrero de 2018

Resumen

El turismo de montaña ha sido un estandarte de desarrollo local que el presente trabajo ha abordado como problema de investigación en torno a la experiencia y el significado que conllevan, pero a diferencia del marketing o la crítica de esta actividad humana, el presente estudio más bien se propuso interpretar los discursos y narrativas de las evocaciones místicas, antropocéntricas y ecocéntricas con la finalidad de profundizar en la comprensión de lo que parece ser una coyuntura del pasado y el futuro en el presente, conocida como procesualismo simbólico. Se llevó a cabo un estudio exploratorio, transversal, interpretativo y retrospectivo con una selección intencional de participantes e informantes. Se advierten líneas de investigación relativas al núcleo figurativo e histórico de las representaciones sociales ya que, no sólo se reconoce etnográficamente una distinción entre las experiencias y los discursos, las evocaciones y las narrativas, sino además una construcción colectiva del significado de la montaña a partir de las oportunidades y las capacidades de acceso.

Palabras clave

Ecoturismo – Experiencia Turística – Emprendimiento – Evocación

Abstract

Mountain tourism has been a banner of local development that the present work has approached as a research problem around the experience and the meaning they carry, but unlike marketing or criticism of this human activity, the present study rather It was proposed to interpret the discourses and narratives of the mystical, anthropocentric and ecocentric evocations with the purpose of deepening the understanding of what seems to be a conjuncture of the past and future in the present, known as symbolic processualism. An exploratory, transverse, interpretive and retrospective study was carried out with an intentional selection of participants and informants. There are lines of research related to the figurative and historical nucleus of social representations, since not only is ethnographically recognized a distinction between experiences and discourses, evocations and narratives, but also a collective construction of the meaning of the mountain from Opportunities and access capabilities.

Keywords

Ecotourism – Tourist Experience – Entrepreneurship – Evocation



Experiencias sociopolíticas en torno al turismo de montaña pág. 59

Introducción

El ecoturismo vital de montaña se describe en un estudio etnográfico en el que se realizó una observación participante en un centro ceremonial de la demarcación durante una visita en la que se extrajeron imágenes para su análisis antropológico visual. Los hallazgos de los símbolos y significados apuntan a una convergencia de culturas en las que tanto oriundos, migrantes, turistas y visitantes parecen estar alrededor de símbolos universales tales como la naturaleza, las especies y el agua como elementos centrales de comunidad.1

Las entrevistas se llevaron a cabo en las instalaciones de la biblioteca pública de

la localidad. Se garantizó por escrito, mediante contrato, la confidencialidad y el anonimato de los informantes, así como la advertencia de que los resultados del estudio no afectarían ele status económico, político, social o cultural de los mismos.

Se utilizó el paquete de análisis cualitativo de datos (QDA por su acrónimo en

inglés versión 4,0). Se establecieron las categorías de análisis a partir de la revisión teórica y conceptual de la literatura. De esta manera se seleccionaron las categorías observacionales: montaña, experiencia, recuerdo, antropocentrismo y ecocentrismo para su sistematización. Se vació la información en matrices de análisis de discurso con la finalidad de elaborar las redes discursivas, así como su interpretación.

El proyecto fue financiado por la Universidad Nacional Autónoma de México,

Escuela Nacional de Trabajo Social, Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica. Se inscribe en la división de ciencias sociales, disciplina de trabajo social, área de emprendimiento comunitario, pero también incluye términos de la economía solidaria, la antropología cultural y la psicología de la sustentabilidad.

Etnografía de la totalidad

La etnografía definida como descripciones e interpretaciones acerca de las relaciones de poder e influencia para comprender los significados que se le atribuyen a los grupos dominados, intermedios y dominantes ha pasado por diferentes etapas.2

La historia de la etnográfica asume que ésta tiene sus orígenes en la mocedad de

las culturas y civilizaciones cuando el comercio orilla a conocer a los centros de abastecimiento y venta de productos naturales.3

Se trata de una etnográfica colonial en la que se busca describir la cultura en

referencia a razas por parte de misioneros, exploradores, bucaneros o administradores coloniales.

1 J. F. Aguirre, La aportación de la hermenéutica a la bioética ambiental ante el dilema biocentrismo

versus antropocentrismo en la era de la globalización. Acta Bioética, 21 (2), (2015). 237-246. 2 V. L. Vallejo, Implicaciones socioambientales por reconvención productiva agrícola basada en la

agricultura protegida. Estudio de caso Ejido de Jalmolonga en Malinalco, Estado de México. Tesis de Doctorado, Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de Química 2013. 3 J. Carreón; J. Bustos; C. García; J. Hernández y D. Mendoza, Utilización de SPSS y AMOS en un

estudio del pensamiento ambientalista y las intenciones de voto en una muestra de estudiantes. Multidisciplina, 20, (2015). 73-95.




Empero, la etnográfica colonial no supuso el contacto cara a cara, sino más bien

se realizaba una documentación de los registros locales y ceremoniales a la vista del observador.

Esta etnográfica sólo se realizaba desde el enfoque de la dominación y no

incorporaba la perspectiva de los dominados o actores intermedios que facilitaran el acceso a más información en torno a las identidades que los dominados asumían antes de la llegado de los colonizadores.

En el umbral del siglo XX los estudios etnográficos se orientaban al subdesarrollo

de los países que transitaban de la colonización a la periferia del desarrollo. Se observaban convenciones e intenciones de dominación entre los integrantes del grupo dominado o en referencia a grupos intermedios que le facilitaban el acceso a un grupo dominante como traductores del conocimiento que posteriormente se diseminaría entre las élites educativas de los países post colonizados.

En el siglo XXI la descripción de grupos étnicos recopiló información suficiente

para esclarecer diferencias culturales, pero también se observaron procesos comunitarios distintos a las creencias religiosas dominantes.4

A menudo el análisis de los discursos locales generó una discusión sobre las

minorías en relación a las mayorías abriendo el debate acerca de las diferencias entre poder atribuido a las mayorías e influencia atribuible a las minorías.

Durante el periodo tradicional el estudio del “otro” como extranjero, diferente,

exótico, extraño obliga al trabajo de campo y su contraste con la información documentada.5

En esta etapa tradicional se gestaron aproximaciones etnometodológicas,

fenomenológicas, críticas, feminista y fundamentadas. La discusión socava la influencia de la etnográfica dominante y se inicia un periodo

soterrado del conocimiento desdibujado por los cuestionamientos de las demás etnografías.

Es en el periodo de crisis donde se asume una reflexividad de las descripciones y

se cuestiona el aporte de la observación como única evidencia de contraste retomando la información de otras fuentes.

En este escenario, la preocupación por conocer al “otro” se recuperan los

discursos alternativos y se vincula la observación con la participación y la crítica del orden establecido.

4 C. E. Delgado, Desarrollo cultural y manejo de recursos pesquero ribereños en el pacifico de Baja

California. El papel de las instituciones y el conocimiento ecológico en la organización buzos y pescadores del ejido Coronel Estaban Cantú. Tesis de Doctorado, El Colegio de la Frontera Norte. 2014 5 A. J. Viveros, Acercamiento fenomenológico hermenéutico al pensamiento andino. Tesis de

Doctorado, Universidad de Chile, Facultad de Filosofía y Humanidades. 2006




Surge un nuevo periodo de los estudios etnográficos en los que se delimitan las

observaciones al ámbito local retomando la inducción como instrumento flexible para dar respuesta a interrogantes dispersas y holistas.6

El holismo o totalidad se asume como un escenario de análisis indivisible en el que

la validez y confiabilidad estriban en pautas de observación y apreciaciones puntuales, o bien, la estabilidad de las interpretaciones condición indispensable para consensos sobre el estudio de la realidad.

Referente a la muestra que es una representación de la cultura, la etnografía tiene

dos posibilidades; 1) la triangulación que supone el uso de diversos instrumentos de interpretaciones y observaciones y 2) la contrastación que resulta de conjuntar los elementos y establecer relaciones entre ellos.

Es así como la etnografía consiste en seleccionar, verificar, suspender, reagrupar y

transformar los significados respecto a su circunstancia y dirección.

De este modo, se asume la naturaleza de los grupos como los estilos de vida que asumen ante una problemática del entorno; la naturaleza de las interacciones como una dinámica de decisiones y acciones frente a las que se anticipan conflictos y cambios; la naturaleza de los objetos como símbolos depositarios del poder e influencia; naturaleza de las acciones como el reconocimiento de sí mismo frente a los objetos que percibe.

En efecto el naturalismo es estar frente a los fenómenos en el momento que

ocurren y ante las circunstancias que determinan su relación con objetos, personas y grupos.7

Ecoetnografía en las montañas

Si la etnografía supone el encuentro entre culturas en donde el entorno es sólo un escenario o contexto de interacción, entonces la ecoetnografía refiere a la descripción e interpretación de los recursos naturales tales como el agua en la que convergen diferentes culturas, pero el énfasis de la interpretación no está en su interacción, sino en la relación con los elementos naturales.

Es decir, la relevancia de una etnografía en las montañas no estriba en la

sustentabilidad entre disponibilidad de recursos y usos de los mismos considerando las necesidades, capacidades y expectativas locales, sino en los significados que emanan de la relación con los elementos naturales.8

En el caso del agua en sus diversos fenómenos (precipitada de la lluvia, corriente

en ríos, depositada en pozos y ubicua en humedad) al ser percibida y usada como recurso su diversidad se reduce a instrumento de hidratación o esparcimiento, pero si más

6 A. Gálvez; J. Salazar y L. Ramírez, Iglesias evangélicas y conservación en San pacho, (Darien,

Caribe Colombiano). Universitas Psychologica, 68 (1), (2009) 49-67. 7 F. Zubia, Incidencia de la técnica y el género a la luz de los estudios sobre el espacio: escenas

latinoamericanas para un análisis del espacio. Tesis de Doctorado, Universidad Nacional de la Plata, facultad de Comunicación y Humanismo. 2016. 8 C. García; J. Aguilar; F. Rosas; J. Carreón y J. Hernández, Diferencias de fiabilidad sociopolítica

ante conflictos hídricos entre actores civiles. Invurnus, 10 (2), (2015). 3-13.




bien es significada como elemento de comunidad, entonces cobra una relevancia especial al ser asociada a individuos que fallecieron ahogados en el rio, durante un deslave, una inundación o bien, se mantuvieron con vida hidratándose de la humedad, escavando un pozo o filtrándola de la lluvia.

En este sentido comunitario, las culturas que forman un grupo de exploradores,

vacacionistas o reporteros se constituyen en una sola frente a los retos de convivir en bosques y montañas. Antropocentrismo de relieve

Una visión antropocéntrica supone que los seres humanos estamos exentos de las leyes de la naturaleza y por ello la dominación de la misma se efectúa escalado una montaña, talando bosques o modificando la trayectoria de un rio para la generación de electricidad.

Sin embargo, es claro que el antropocentrismo sólo puede efectuarse en el relieve

puesto que antes de escalar una montaña es menester hacer equipo sin importar las nacionalidades o localidades de origen.9

A menudo los recorridos inician con la advertencia de que trabajar sólo implica un

problema para el grupo ya que ellos tendrán que cuidar del egoísta para compensar su ausencia de participación en la observación de los imponderables y cambios del entorno.

Se dice que para ser alpinista se requiere un entrenamiento físico, pero en realidad

se requiere ser solidario y ecocéntrico, respetar a la naturaleza observándola todo el tiempo. En el caso de un grupo explorador, también se observa a los compañeros.

Se observa cómo ellos observan el entorno y cómo observan a los demás, pero

también se observa cuando ellos no observan y cuando la naturaleza lo hace con quienes la exploran.

Es por ello que al emprender un recorrido renunciamos a nuestro antropocentrismo

y egoísmo para adherirnos al grupo confiando en el guía que sabrá cómo orientarnos si por algún motivo nos salidos de la ruta esperada.

Empero, lo más importante es que cuando emprendemos un recorrido nunca antes

hecho o muchas veces realizado, desarrollamos lazos de compañerismo con los demás, ellos nos cuidan y nosotros los protegemos, pero en realidad es la naturaleza la que nos permite o impide adentrarnos en ella.

Baste decir que antes de subir a los más alto, una compañera fue picada por algo

y eso modificó la estrategia de subida, se formaron grupos pequeños y hubo más voluntarismo y compañerismo.10

9 C. García; J. Carreón y M. Quintero, Dimensiones de gobernanza para la sustentabilidad hídrica.

Pueblos y Fronteras, 10 (20), (2015) 195-203. 10

C. García; J. Carreón; J. Bustos; J. Hernández y R. Salinas, Especificación de un modelo de comunicación de riesgos ambientales ante el cambio climático. Entreciencias, 3 (6), (2015) 71-96.




Si este incidente no hubiese sucedido, entonces la naturaleza pudo avernos

advertido de otra forma quizá con un deslave, pero creo que cada uno de los exploradores renunció a su antropocentrismo a medida que el camino se hacía más incierto y la subida se hacía más complicada.

Ahora bien, el hecho de que el recorrido desde un inicio fuera cuesta arriba nos

parece que influyó en el antropocentrismo de los participantes puesto que los descansos eran pocos en referencia al esfuerzo y hacer una pausa implicaba que alguien esperara. Recuperar el trayecto sólo podría ser factible con un mayor esfuerzo, aunque hubo una especie de consenso de no gastar energías de más hasta que el guía lo permitiera.

Sólo en una ocasión estuvimos reunidos todos los participantes, se habían

formado grupos de tres o cuatro y los más procuraban estar cerca del guía, pero insisto en que la división de grupos facilitó el desprendimiento del antropocentrismo porque agudizó la atención y la preocupación por los demás compañeros, especialmente de los otros dos que formaban al equipo.

En relación con el guía, éste sólo se limitaba a explicar algunos aspectos del

trayecto y advertir algunas amenazas, pero la motivación de los rezagados estuvo ausente, aunque quienes se quedaban a tras o aparentemente se perdían de vista después aparecían al frente ayudados de un pasadizo secreto o atajo que quizá ya conocían o el mapa les indicaba o el guía les comentó.

Quizá, el antropocentrismo no refleje el contacto con la naturaleza puesto que

precisamente estriba en alejarse de ella para observarla sin sesgo alguno y poder controlarla, dominarla y anticiparla, empero considero que el dominio se desvaneció a medida que avanzábamos.11

En efecto, las diferencias entre grupos y las asimetrías entre equipos me parece

que se evidenciaron al subir la montaña, pero en referencia a sus amenazas surgió la cooperación y solidaridad, es el caso de la chica que fue picada por una especie desconocida para mi. Esas diferencias de las que hablo son aquellas relativas a las habilidades y conocimientos de la exploración, así como las experiencias de recorridos cuesta arriba.

Cabe destacar que la subida de una montaña, no es de forma vertical. Incluso

avanzar muchas veces significa retroceder, ya que la irregularidad del recorrido es una constante con la que cada uno de los participantes debe lidiar, o bien, disfrutar.

El antropocentrismo estriba en avanzar hacia la conquista de un altiplano, el

ecoperiferismo más bien consiste en observar, aunque también se debe caminar, retroceder o avanzar, la observación es clave para que, en caso de un accidente o desorientación, poder dialogar con los elementos que fueron vistos y salvo algún cambio imperceptible, brindar la oportunidad de retornar.

11

C. García; J. Carreón; J. Bustos; J. Hernández; J. Aguilar y F. Rosas, Una aproximación sociopolítica al desabastecimiento, tarifas, subsidios y tandeos relativos a los servicios hídricos. Ensayos Pedagógicos, 9 (1), (2014) 73-98.




Ecoperiferismo de altura

A menudo se suele decir que el Ecocentrismo es proteger a la naturaleza de la intervención humana, pero creo que más bien es la humanidad la que debe protegerse del cambio climático. También se señala que el Ecocentrismo es un conjunto de acciones y habilidades orientadas a la conservación de los recursos para beneficio de las futuras generaciones.

Discrepamos en esta otra concepción porque los recursos están en un constante

cambio, si algo se debate entre la subsistencia y la extinción es la naturaleza. En este sentido, las futuras generaciones como parte de la naturaleza cambiante deberán ajustar sus necesidades a la disponibilidad de recursos porque las demás especies incluyendo a las generaciones humanas que transitaron por este planeta, se han adaptado a la escasez.12

Preferimos asumir que el ecocentrismo es la observación y el diálogo con la

naturaleza, insisto en que el propósito no es protegerla de los humanos, sino de protegernos a nosotros mismos ante lo desconocido.

Es por ello que al iniciar el recorrido nos ha llamado la atención un anuncio que

advierte sobre la profundidad de un relieve y que activo mi atención al grupo y al equipo en el que iba.

Es cierto que la profundidad de 1.50 metros activa el antropocentrismo de

cualquiera, pero más bien evocó experiencias en estos escenarios en los que una pequeña causa propicia un gran efecto. Es decir, una profundidad corta puede generar que observe más la naturaleza y deje de cuidar a mis compañeros, pero definitivamente hace que respete el diseño de la misma nos preguntamos, ¿Por qué un ecosistema tan imponente como el de la Región Huasteca sólo tiene una profundidad de su corriente hídrica apenas superior al metro y medio?

Resulta evidente que no experimentamos el contacto con el agua y sólo nos

limitamos a observar a las compañeras y cuando vimos que una señora cercana a los 50 años flotaba en la corriente gritamos ¡Señora! e inmediatamente se incorporó haciéndonos parecer un alarmista y poco observadores del disfrute que supuso para ella recibir la corriente de agua en su rostro.

Creemos que ese fue el momento ecocentrista más significativo con el agua que

pudimos experimentar desde fuera del rio, aunque la brisa que se desprendía de la cascada no pareció inigualable.

En efecto, el Ecocentrismo desde nuestra experiencia en el recorrido tuvo dos

afluentes; el riesgo percibido en el otro y disfrute de la abundancia de agua flotante en nuestra humanidad cubierta de ropa.

Es cierto que el Ecocentrismo supone el contacto directo con la naturaleza, pero

consideramos que estar fuera del entorno que perceptualmente llama la atención es también disfrutable querer estar dentro y deliberadamente abstenerse.

12

C. García; J. Carreón; J. Hernández; J. Bustos y Aguilar, J. Especificación de un modelo de hipermetropía sociopolítica. Luna Azul, 42, (2016). 270-292 DOI: 10.17151/luaz.2016.42.17




Es el caso de la segunda “Poza” de un total de cuatro que detienen la trayectoria

del agua y hacen que la corriente sea una experiencia vital para niños y adultos que se inclinan a recibir el impacto del afluente.

Esta segunda poza, a diferencia de la primera, tercera y cuarta tiene una mayor

superficie y está conformada por un empedrado que inhibe la caminata y obliga a nadar contracorriente experimentando el choque de los elementos humano y natural.

Resalto esta segunda “poza” porque nos parece la intención del diseñador fue

contrastar la tranquilidad con el vertido y creemos que resulta interesante observar que en la primera “poza” de la derecha y la tercera de arriba el afluente es menor con respecto a la segunda en donde llegue a pensar que corría peligro la señora y que nos hubiese gustado estar “dentro”, pero definitivamente estar “fuera” resultó ser una experiencia ecocéntrica de respeto a la naturaleza local.

Describimos este Ecocentrismo porque nos parece que el emprendedurismo es

una consecuencia de este. Es decir, conocer los riesgos es una fase preliminar para emprender algo que consideramos no será sencillo de experimentar, controlar y orientar en nuestro beneficio.13

Desde luego, el antropocentrismo es incompatible con el emprendedurismo ya que

supone el dominio de la naturaleza por el simple hecho de ser humanos y no se advierte el costo que implica obtener una ganancia de ella.

De cualquier modo, asumo que el antropocentrismo predomina en esta parte de la

montaña ya que es percibida como poco riesgosa, pero interpretamos que estas “pozas” son una invitación a pensar que podemos controlar a la naturaleza sin esfuerzo alguno y con suma facilidad.

Por último, se dice que toda experiencia con lo natural revitaliza al cuerpo y lo llena

de aire y emociones que la ciudad no podríamos otorgarnos, sin embargo, consideramos que una experiencia vital consiste en la posibilidad de comprender que el agua es algo más que un elemento de disfrute, conservación o distracción.

El agua está en todas partes y contrario a la idea de que está en la montaña, más

bien es ésta la que está en el agua que se precipita, filtra, fluye y poza en Xilitla. Este principio también aplica a los humanos, nosotros no visitamos el santuario o

la montaña, más bien, estando ahí nos damos cuenta de que llegamos a un ecosistema predominantemente hídrico que activa nuestra percepción de riesgo, pero sobre todo nuestro emprendedurismo asumiendo que corremos peligro y activamos nuestro Ecocentrismo para enfrentar los imponderables del recorrido.

En suma, el emprendedurismo es una fase intermedia entre antropocentrismo y

Ecocentrismo, se activa en el entorno, pero se materializa en la plaza de Xilitla.

13

C. García; J. Hernández; J. Carreón; D. Mendoza; J. Aguilar; S. Mejía y F. Estrada, Especificación de un modelo de agenda sociopolítica en torno a los conflictos hídricos y la pacificación retributiva. Obets, 9 (2), (2014). 249-265 DOI: 10.14198/OBETS2014.9.2.01




Consideraciones finales

El aporte del presente trabajo al estado del conocimiento teórico, conceptual y empírico radica: 1) la descripción de la experiencia turística de montaña; 2) el procesamiento de la información en reportes de observaciones; 3) la sistematización de las interpretaciones; 4) la construcción de escenarios factibles.

Sin embargo, la investigación puede avanzar hacia estudios de medición de la

experiencia turístico considerando las descripciones e interpretaciones de las observaciones realizadas en el trabajo de campo. La edificación de un instrumento robusto para la ponderación del proceso ecoturísta anticiparía escenarios de emprendimiento social o desesperanza civil.

La diferenciación de las evocaciones antropocéntricas con respecto a las

narrativas ecocéntricas permitirá generar programas de intervención que orienten los objetivos, tareas y metas hacia relaciones más equitativas entre la humanidad y la naturaleza de la localidad.

Por consiguiente, se recomienda: a) generar cartas etnográficas acerca de los

significados del lugar, el apego, el arraigo y el sentido de comunidad; b) especificar las trayectorias de relaciones de dependencia entre las categorías y las variables que explican la experiencia turística de montaña; c) contrastar modelos de predicción de dichas trayectorias explicativas; d) edificar escenarios fatalistas u optimistas de ecoturismo local. Referencias

Aguirre, J. F. La aportación de la hermenéutica a la bioética ambiental ante el dilema biocentrismo versus antropocentrismo en la era de la globalización. Acta Bioética, 21 (2), (2015). 237-246. Carreón, J.; Bustos, J.; García, C.; Hernández, J. y Mendoza, D. Utilización de SPSS y AMOS en un estudio del pensamiento ambientalista y las intenciones de voto en una muestra de estudiantes. Multidisciplina, 20, (2015). 73-95. Delgado, C. E. Desarrollo cultural y manejo de recursos pesquero ribereños en el pacifico de Baja California. El papel de las instituciones y el conocimiento ecológico en la organización buzos y pescadores del ejido Coronel Estaban Cantú. Tesis de Doctorado, El Colegio de la Frontera Norte. 2014. Gálvez, A.; Salazar, J. y Ramírez, L. Iglesias evangélicas y conservación en San pacho, (Darien, Caribe Colombiano). Universitas Psychologica, 68 (1), (2009). 49-67. García, C.; Aguilar, J.; Rosas, F.; Carreón, J. y Hernández, J Diferencias de fiabilidad sociopolítica ante conflictos hídricos entre actores civiles. Invurnus, 10 (2), (2015). 3-13. García, C.; Carreón, J. y Quintero, M. Dimensiones de gobernanza para la sustentabilidad hídrica. Pueblos y Fronteras, 10 (20), (2015). 195-203.




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