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1 José Jerónimo Rodríguez Carrasco. Profesor de Geografía e Historia. I.E.S. Maestro Domingo Cáceres (Badajoz) CUESTIONES LARGAS HISTORIA DE ESPAÑA (LISTADO EXTRAOFICIAL) CURSO 2020-2021 *OPCIÓN: BLOQUE DE CONTENIDOS SIGLO XIX 1-Describe la Guerra de la Independencia: sus causas, la composición de los bandos en conflicto y el desarrollo de los acontecimientos. (España (1808-1814): La Guerra de la Independencia: causas, evolución del conflicto y surgimiento del liberalismo en el Cádiz de las Cortes). A) Término, cronología. “Guerra de la Independencia” es un término acuñado por los liberales españoles para dar un pretendido aura de heroísmo al hecho que consideraban como el fundacional de la nación española, ya que, en su opinión, la conciencia de pertenencia a la nación española se gestaría en la lucha contra el invasor francés. Las fuentes inglesas la denominaban “Guerra Peninsular”. La cronología de la Guerra de la Independencia iría desde 1808, con los levantamientos populares que se dieron en distintos lugares de España contra las tropas francesas, hasta 1813, cuando se producen las últimas derrotas francesas en la Península Ibérica y se realiza el tratado de Valençay (reconocimiento por Napoleón de Fernando VII como rey de España), o hasta 1814 si se entiende el final de este conflicto con la vuelta de este monarca a España. B) Causas. A la hora de analizar las complejas causas que producen la Guerra de la Independencia hay que tener en cuenta factores como: - A nivel general, este conflicto se enmarca en el contexto de las guerras que se desarrollaron en Europa a comienzos del siglo XIX en las que la Francia napoleónica buscaba la hegemonía política y militar en el Viejo Continente frente a su tradicional enemigo Inglaterra y las más importantes monarquías absolutistas europeas (Austria-Hungría, Rusia y Prusia).

CUESTIONES LARGAS HISTORIA DE ESPAÑA (LISTADO … · 2020. 11. 2. · Salamanca- (julio 1812), batallas de Vitoria y San Marcial –zona vasca- (1813). Finalmente, tras estas sucesivas

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    José Jerónimo Rodríguez Carrasco. Profesor de Geografía e Historia. I.E.S. Maestro Domingo Cáceres (Badajoz)

    CUESTIONES LARGAS HISTORIA DE ESPAÑA (LISTADO EXTRAOFICIAL)

    CURSO 2020-2021

    *OPCIÓN: BLOQUE DE CONTENIDOS SIGLO XIX

    1-Describe la Guerra de la Independencia: sus causas, la composición

    de los bandos en conflicto y el desarrollo de los acontecimientos. (España (1808-1814): La Guerra de la Independencia: causas, evolución del conflicto y surgimiento del liberalismo en el Cádiz de las Cortes).

    A) Término, cronología.

    “Guerra de la Independencia” es un término acuñado por los liberales españoles para dar un pretendido aura de heroísmo al hecho que consideraban como el fundacional de la nación española, ya que, en su opinión, la conciencia de pertenencia a la nación española se gestaría en la lucha contra el invasor francés. Las fuentes inglesas la denominaban “Guerra Peninsular”.

    La cronología de la Guerra de la Independencia iría desde 1808, con los levantamientos populares que se dieron en distintos lugares de España contra las tropas francesas, hasta 1813, cuando se producen las últimas derrotas francesas en la Península Ibérica y se realiza el tratado de Valençay (reconocimiento por Napoleón de Fernando VII como rey de España), o hasta 1814 si se entiende el final de este conflicto con la vuelta de este monarca a España.

    B) Causas. A la hora de analizar las complejas causas que producen la Guerra de la

    Independencia hay que tener en cuenta factores como: - A nivel general, este conflicto se enmarca en el contexto de las guerras

    que se desarrollaron en Europa a comienzos del siglo XIX en las que la Francia napoleónica buscaba la hegemonía política y militar en el Viejo Continente frente a su tradicional enemigo Inglaterra y las más importantes monarquías absolutistas europeas (Austria-Hungría, Rusia y Prusia).

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    -En el caso de España además este conflicto, según algunos historiadores, tuvo un marcado componente de guerra civil al enfrentarse los defensores de las esencias del Antiguo Régimen (absolutismo monárquico, la religión católica y la Iglesia….) ante la amenaza de la Francia revolucionaria, frente aquellos que deseaban realizar cambios y reformas de mayor o menor calado (“afrancesados”, ilustrados, liberales…).

    -Por otra parte, las causas de la Guerra de al Independencia guardan relación con la política exterior y la crisis política de los últimos años de la monarquía de Carlos IV (1788-1808).

    Tras la guerra contra la Francia revolucionaria en la época de la Convención (Paz de Basilea, 1795) se da un cambio en la relaciones con este país pasándose del enfrentamiento a una relación de colaboración en la que la política exterior de la monarquía española quedó subordinada a los intereses de Francia la cual tenía como máximo exponente su oposición al predominio político, militar y comercial de Inglaterra. En medio de esta situación hay que entender la severa derrota de la armada franco española en Trafalgar (1805).

    Más tarde, España firma con la Francia napoleónica el Tratado de Fontainebleau (1807), que permitía a los ejércitos franceses atravesar España para invadir Portugal, aliado de Inglaterra. A partir de los primeros meses de 1808 comenzaron a entrar en el país tropas francesas que fueron ocupando los principales lugares estratégicos. Por otro lado, en marzo de 1808, se produce el motín de Aranjuez, instigado por el príncipe Fernando que tiene como consecuencia la caída de Godoy como primer ministro y la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo, quien se convertirá en el rey Fernando VII. Napoleón aprovechó este momento de debilidad de la monarquía española -luchas por el poder- para hacerse con el control de España. Entre finales de abril y principios de mayo de ese mismo año Napoleón atrajo a Carlos IV y a Fernando VII a la ciudad francesa de Bayona y allí les obligó a renunciar a sus derechos al trono español (abdicaciones de Bayona), que, más tarde, pasaría a su hermano José Bonaparte, José I, el rey impuesto por los franceses.

    Ante el descontento por la presencia de las tropas francesas en España y los rumores en la capital, Madrid, sobre la salida forzada de los últimos miembros de la familia real se producen levantamientos populares en Madrid (2 de mayo de 1808) que derivan en enfrentamientos contra

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    unidades de los ejércitos franceses, los cuales en poco tiempo se van a generalizar por toda España. De esta forma se inicia la Guerra de la Independencia.

    c) Bandos. En la Guerra de la Independencia hay que distinguir dos bandos: 1- Los españoles que se oponían a la ocupación napoleónica de España y

    pedían la vuelta del que consideran el rey legítimo, Fernando VII. Estos van a crear una serie de instituciones para coordinar la lucha contra los invasores franceses. En el plano militar van a contar con la ayuda exterior de tropas inglesas y portuguesas y en el interior de una poderosa guerrilla.

    2-Los españoles que apoyaban al gobierno del rey francés José I, (los “afrancesados”), cuyo poder va a estar sustentado en la acción militar de los poderosos ejércitos napoleónicos en España.

    d) Desarrollo del conflicto. Durante el desarrollo de la Guerra de la Independencia hay que distinguir

    varias fases: -1ª fase. La de resistencia inicial (mayo -noviembre 1808). Las primeras

    sublevaciones contra los franceses a partir de mayo de 1808 dan lugar a acciones de mayor envergadura coordinadas por Juntas que se forman por todo el territorio de España. Resaltar la resistencia de ciudades como Gerona y Zaragoza (sitios) y batalla de Bailén (julio 1808), que supuso la primera derrota importante para los franceses en España. Mientras en Portugal las tropas francesas sufrían también sus primeros reveses frente a las tropas inglesas aliadas de las españolas. Ante estas circunstancias las tropas invasoras se repliegan.

    -2ª Fase. El dominio francés (finales 1808 – finales 1811). A finales de 1808 el propio Napoleón llega a España junto con un ejército más numeroso, poderoso y experimentado que en poco tiempo logró vencer la resistencia inicial y ocupar casi toda España, excepto Cádiz. De esta etapa hay que resaltar en Extremadura la batalla de Medellín (1809), que supuso una dura derrota para los ejércitos españoles. Por otra parte hay que destacar la

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    acción de la guerrilla, que contaba con el apoyo del clero y población rural, la cual aplicaba una táctica de ataques por sorpresa y sabotajes – que hacían mucho daño a los destacamentos militares que ocupaban el territorio en las zonas rurales. Las represalias en ambos bandos eran tan brutales que Goya las reflejó en los “Desastres de la Guerra”. Entre sus líderes estuvieron: Juan Martín “El Empecinado”, “Espoz y Mina”, “el cura Merino”…). En esta fase también hay que situar la batalla de La Albuera (1811).

    -3ª Fase. Declive francés y derrotas finales (1812-1813). Durante estos años tiene lugar un importante avance de las tropas aliadas (ingleses, portugueses y españoles –Wellington-) que combatían a los franceses en la Península Ibérica y el retroceso progresivo de las tropas francesas tras varias batallas, la de Badajoz (marzo 1812), la de Arapiles –cerca de Salamanca- (julio 1812), batallas de Vitoria y San Marcial –zona vasca- (1813). Finalmente, tras estas sucesivas derrotas, el rey José I abandona España y las tropas francesas se retiran. Mientras tanto, por el Tratado de Valençay (1813), Napoleón vuelve a reconocer a Fernando VII como rey de España

    e) Consecuencias. La Guerra de Independencia tuvo unas graves consecuencias que se

    detallan a continuación: -Pérdidas demográficas. Se estima que la Guerra de la Independencia

    provocó alrededor de un millón de muertos (en torno al 10% de la población). -Consecuencias económicas. Destrucción de infraestructuras de

    comunicaciones (carreteras, puentes…), de ciudades (ej. Medellín sufrió una gran destrucción en la zona cercana al castillo), de industrias, campos destruidos y descenso de la producción agrícola, disminución de la cabaña ganadera, interrupción de las comunicaciones y del comercio con América, aumento de la deuda del Estado por los gastos de guerra, etc.

    -Consecuencias políticas: La revolución política que plantean las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, que supuso el principio del fin del Antiguo Régimen y del absolutismo monárquico. Por otra parte, hay que resaltar el comienzo de las sublevaciones que darán lugar al proceso de emancipación de las colonias americanas.

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    -El expolio y la destrucción del patrimonio histórico y artístico. La Guerra de la Independencia produjo la destrucción del o deterioro del patrimonio artístico o el expolio de obras de arte con su salida irregular de España por parte de franceses e ingleses principalmente (Ej. Panteón Real de San Isidoro de León, Inmaculada de Soult, la Venus del Espejo de Velázquez…)

    f) El surgimiento del liberalismo en el Cádiz de las Cortes. Durante la Guerra de la Independencia se va a producir una auténtica

    revolución política en España que tuvo como principales protagonistas a los liberales en el seno de las Cortes de Cádiz

    Como consecuencia de la invasión napoleónica se produjo un vacío de poder que dio lugar a la creación de nuevas instituciones entre los españoles que se oponían a los franceses, las Juntas Provinciales que se coordinaron en una Junta Suprema Central (y posteriormente una regencia), de la cual salió la convocatoria de unas Cortes Extraordinarias y el sistema que tendría que seguir para elegir a sus miembros.

    En Cádiz se daban unas circunstancias especiales: aparte de que la ciudad no fue tomada por el ejercito francés contaba con una población compuesta principalmente por una burguesía de comerciantes y profesionales, muy formada culturalmente y abierta a las nuevas ideas que venían de fuera. Esa situación contrastaba con la del resto de España con una población campesina, en gran parte analfabeta y muy apegada a la religión y las tradiciones.

    Este el contexto que explica el surgimiento del liberalismo y su gran influencia tanto en las Cortes de Cádiz como en su gran realización, la Constitución de 1812. Dentro de los tres grupos ideológicos que se distinguieron en las Cortes: los absolutistas (partidarios de la vuelta al Antiguo Régimen), los reformistas (desean realizar reformas para llegar a un modelo parecido al británico) y los liberales, que son los que se impusieron, introdujeron ideas políticas con gran influencia de la Revolución Francesa como la de la soberanía nacional, la separación de poderes, la libertad económica, la libertad de expresión, etc. No obstante, los liberales (burguesía) eran una minoría en España y su visión política no era todavía asumible por amplios sectores de la población española (nobleza, clero y especialmente el pueblo llano).

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    2-Explica las causas y el desarrollo del proceso de independencia de

    las colonias americanas. a) Contexto general. La guerra de independencia de las colonias americanas hay que

    enmarcarla dentro la época de la Guerra de la Independencia española (1808 -1813) pero sobre todo durante el reinado de Fernando VII (1814-1833). Las causas por la provocaron son las siguientes.

    b) Causas -La difusión de las ideas del liberalismo político entre la que hay que

    destacar el concepto de nación. -El ejemplo de la independencia de Estados Unidos (1776-1783) respecto

    a Inglaterra que va ser tomado como ejemplo por las colonias hispanas en América.

    -La influencia del proceso de la Revolución Francesa (1789-…) - El descontento de los criollos, grupo social integrado por los

    descendientes de los españoles emigrados y asentados en América. Formaban la élite social y económica y aspiraban a tener el poder político (controlado por la administración real desde la Península). De entre ellos saldrán los principales líderes independentistas (Bolívar, San Martín, Sucre...)

    - La extensión de la doctrina del presidente de Estados Unidos Monroe (1823), que rechazaba cualquier injerencia en los asuntos americanos por parte de las potencias europeas (“América para los americanos” ¿del norte?).

    - El deseo de Inglaterra por terminar con el monopolio comercial de España con sus colonias americanas y hacer acuerdos comerciales favorables para sus intereses con las nuevas naciones independientes.

    - El vacío de poder creado por la Guerra de la Independencia que fue aprovechado por el movimiento independentista, el cual se hizo más intenso como rechazo de la vuelta de Fernando VII como rey absolutista.

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    c) Desarrollo del proceso de independencia. El desarrollo del proceso de independencia de las colonias de América

    tuvo lugar aproximadamente entre 1810 y 1825, enfrentando, por una parte, a los independentistas americanos (los criollos) y, por otro lado, a los fieles a la metrópoli colonial (los peninsulares y una minoría de americanos, que eran denominados “realistas”).

    Dentro de este proceso de independencia hay que distinguir varias fases: -1ª fase (1810-1815). En el caso de las colonias americanas la situación

    creada con la invasión napoleónica de España va a derivar en la creación de juntas similares a la que se forman en la península Ibérica que van a evolucionar rápidamente hacia postulados independentistas, acentuados tras la vuelta de Fernando VII como rey absolutista. En esta primera etapa se produce un importante avance de los independentistas que Fernando VII va a tratar de contrarrestar con el envío de tropas desde la Península para frenarlo.

    -2ª fase (1816 -1825). Esta es el periodo de las grandes expediciones militares dirigidas por los principales líderes independentistas (Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José San Martín) y que dieron lugar a importantes victorias militares sobre los “realistas”: Chacabuco –Chile- (1817) por José de San Martín; Boyacá – Colombia-(1819) y Carabobo (1821) –Venezuela- por parte de Simón Bolívar; y por último Ayacucho –Perú- en 1824 por parte de Antonio José de Sucre.

    En proceso de independencia provocó la proclamación de nuevas repúblicas independientes. Según las distintas zonas de la antigua América colonial española surgieron los países que se enumeran a continuación:

    a) En el antiguo virreinato de La Plata: Independencias de Paraguay (1811), Argentina (1816) y Chile (1818). En esta zona resaltó la figura de José de San Martin.

    b) En el antiguo virreinato de Nueva Granada destacó la independencia de la Gran Colombia, que más tarde dará lugar a las repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. En este proceso destacó Simón Bolivar.

    d) En el antiguo virreinato Nueva España, hay que resaltar el caso de México, donde la sublevación independentista la iniciaron los curas rurales Hidalgo y Morelos, aunque no se culminará hasta 1822 por la acción del general Agustín de Itúrbide.

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    e) Además se independizaron las republicas centroamericanas: Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador.

    f) Las últimas independencias ocurrieron tras la derrota de Ayacucho (1824) en el virreinato de Perú, último reducto de la resistencia contra los independentistas, que produjo las independencias de Perú y Bolivia.

    g) Un caso especial fue el de Uruguay que había sido anexionado por Brasil y obtuvo su independencia entre 1825- 1828.

    d) Consecuencias. 1) El antiguo Imperio español en América se dividió en un gran número de

    pequeñas y débiles repúblicas. Fracasaron los intentos unificadores como el de Simón Bolívar cuyo proyecto fue el de agrupar en una sola entidad política a todos los antiguos territorios del Imperio español en América .

    2) La gran inestabilidad política de las nuevas repúblicas independientes en las que fue frecuente el intervencionismo del Ejército en la política. Se sucedieron los golpes de Estado y se dio el fenómeno del caudillismo (caudillos), jefes militares que imponían su dominio político en una zona y que estaban frecuentemente enfrentados entre si (guerras civiles)

    3) La élite criolla consiguió el poder político, pero aumentaron los conflictos sociales, ya que la independencia no mejoró la situación de los grupos indígenas, mestizos o negros. Hay que indicar que estos nuevos países se fue aboliendo la esclavitud durante la primera mitad del siglo XIX.

    4) El dominio y la influencia española fue sustituida por la de Estados Unidos e Inglaterra.

    5) España ve reducido su Imperio colonial a Cuba, Filipinas y Puerto Rico. y otros territorios menores.

    6) Otras: graves consecuencias para España por la disminución drástica del comercio con América (déficit comercial y disminución de los ingresos por impuestos que afectan negativamente a la Hacienda Pública).

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    3-Identifica el ámbito geográfico del carlismo, explica su ideario y apoyos sociales.

    a) Definición y origen del carlismo.

    El carlismo fue un movimiento político y ideológico del siglo XIX en España que defendía los derechos al trono de Carlos Mª Isidro, el hermano de Fernando VII, y, al mismo tiempo, se apoyaba en una concepción de la organización política y social marcadamente conservadora y antiliberal.

    El origen histórico del carlismo hay que situarlo en el problema sucesorio planteado durante los últimos años del reinado de Fernando VII. En 1830 nacía Isabel, hija de Fernando VII y Mª Cristina (su cuarta esposa y sobrina). Este monarca antes no pudo tener descendencia de sus matrimonios anteriores. Para afianzar los derechos al trono de su hija, Fernando VII promulgó la “Pragmática Sanción” (elaborada por Carlos IV en 1789) que abolía la “Ley Sálica” de Felipe V la cual impedía reinar a las mujeres en la monarquía hispánica. Carlos Mª Isidro, que tenía aspiraciones al trono, no aceptó esta decisión y al producirse la muerte de Fernando VII en 1833, se va originar la Primera Guerra Carlista (1833-1840), que enfrentará a los partidarios de Isabel, la hija de Fernando VII, con los que apoyaban a Carlos Mª Isidro, el hermano del rey.

    b) Ámbito geográfico.

    La zona donde tuvo más arraigo el carlismo fue en el área rural vasco-navarra. Asimismo, contó con importantes apoyos en las áreas pirenaicas de Aragón y Cataluña y en la comarca del Maestrazgo levantino. (Todos estos lugares fueron los principales escenarios de la Primera Guerra Carlista). Por otro lado, los carlistas contaron con un apoyo más difuso y minoritario en el resto de las regiones españolas (resaltar la existencia de partidas guerrilleras carlistas por toda España, incluyendo Extremadura).

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    c) Ideario del carlismo.

    En cuanto al ideario político del carlismo, hay que distinguir tres importantes componentes ideológicos:

    1-La defensa del absolutismo monárquico basado en las teorías que justificaban el origen divino del poder real, frente a las ideas liberales que proponían una limitación del poder real (monarquía constitucional y principios políticos de soberanía nacional y división de poderes).

    2- La reivindicación de los antiguos fueros de la zona vasco-navarra, en oposición a las ideas de igualdad de derechos de todos los ciudadanos independientemente del territorio en el habiten y su rechazo a la creación de un estado centralizado (estas últimas posiciones eran propias del liberalismo político).

    3- La concepción integrista de la religión católica, que implicaba la confesionalidad del Estado y la defensa de los intereses de la Iglesia y del clero.

    d) Apoyos sociales.

    A nivel social, el carlismo tuvo unos importantes apoyos sociales:

    1-Por un lado, muchos campesinos siguieron a los carlistas ya que se vieron perjudicados por la disolución del régimen señorial proceso por el cual los antiguos señores se quedaron con la propiedad de las tierras, dejándoles sin recursos. Además muchos campesinos rechazaban el sistema fiscal impuesto por los liberales.

    2-Asimismo, una parte importante del bajo clero se puso del lado del carlismo por verse perjudicado con el proceso de desamortización practicado por los liberales (exclaustración de las órdenes regulares y expropiación de sus bienes) y por el carácter confesional del carlismo que propugnaba la exclusividad de la religión católica.

    3- Por último, en el caso de algunas zonas como la vasca y la navarra, la mayor parte de la población rural se adhirió al carlismo por la defensa que

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    hacia del mantenimiento sus privilegios forales (privilegios fiscales, instituciones propias y exención del servicio militar).

    e) Las guerras carlistas.

    A lo largo del siglo XIX hubo tres Guerras Carlistas en España. Estos conflictos armados comenzaron con una disputa dinástica y se convirtieron en una guerra civil con grandes componentes ideológicos, políticos y socioeconómicos.

    De todas ellas la más importante fue la Primera Guerra Carlista (1833-1840), en la que se enfrentaron los liberales que apoyaban a Isabel II (menor de edad, siendo regente su madre Mª Cristina) y los carlistas partidarios de alzar al trono a Carlos Mª Isidro (Carlos V para sus seguidores).

    Esta guerra, que fue bastante violenta, tuvo varias fases. Una primera (1833- 1836) en la que destacaron las ofensivas carlistas contra las ciudades vascas (asedio de Bilbao y muerte de Zumalacárregui), las operaciones de Cabrera en el Maestrazgo levantino, las expediciones y correrías de Gómez por España o el intento fallido de don Carlos de tomar Madrid (“Expedición Real”). Una segunda (1837-1840) de victorias liberales (Ej. Luchana en la que destacó Espartero) y de divisiones entre los carlistas, que culminó el “Convenio o Abrazo de Vergara” (1839), realizado por Espartero (liberales) y Maroto (carlistas), el cual establecía el respeto hacia los fueros vasco-navarros y la integración de los oficiales carlistas en el ejército liberal. Este acuerdo fue aceptado por la mayoría de los carlistas dando fin a la Primera Guerra Carlista, aunque Cabrera, que se opuso a éste, resistiría un año más en la zona del Maestrazgo.

    Pese al final de la guerra y la victoria de los isabelinos, que consolidaron un régimen liberal en España, el conflicto no se cerró definitivamente y hubo otras dos guerras carlistas durante el siglo XIX.

    Las otras guerras carlistas: b) La Segunda Guerra Carlista (1846-1849), o “Guerra dels Matiners” (madrugadores). Se dio en la zona pirenaica catalana. Tuvo poca transcendencia. c) La Tercera Guerra Carlista (1872-1876), durante la época del Sexenio Democrático (comenzó en el reinado de

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    Amadeo I) y los primeros años de la Restauración. Terminó con la derrota definitiva de los carlistas, y se suprimía el régimen foral vasco-navarro pero a cambio daba una gran autonomía fiscal a vascos y navarros. Los carlistas pese a su derrota militar continuaron como una fuerza política en épocas posteriores.

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    4-Describe las características de los partidos políticos que surgieron durante el reinado de Isabel II.

    a) Contexto general. -En España durante el reinado de Isabel II (1833-1868) se instauró un

    Estado liberal. Ese Estado liberal dio lugar a la existencia de nuevas instituciones representativas: Parlamento, Ayuntamientos, Diputaciones…cuyos integrantes serán los miembros de los nuevos partidos políticos de signo liberal configurados durante las primeras décadas del siglo XIX.

    -Los partidos de esta época eran grupos de notables –civiles y militares-, personalidades con influencia política y social, que representaban a una parte mínima de la población debido a la falta de tradición representativa y las restricciones del derecho a sufragio (censitario). Por todo ello el régimen isabelino fue de carácter liberal pero no democrático.

    - Por otro lado, debido al constante apoyo de la corona a unos grupos políticos frente a otros, los excluidos recurrieron a los “pronunciamientos”, que se trataban de alzamientos militares liderados por un jefe militar, con apoyo civil, para derribar un Gobierno y tomar el poder . Esta circunstancia junto con el hecho de que los líderes de los principales de los partidos políticos fueran militares (“espadones”) produjo un gran protagonismo del Ejército en la política. Ejemplos de “espadones” : Narváez, Espartero, Prim, O’Donnell.

    Asimismo hay que resaltar las frecuentes alteraciones en el sistema electoral con cierto grado de corrupción (electores, representantes políticos…)

    b) El partido moderado y el partido progresista. -Los grandes partidos de esta época fueron el moderado y el progresista.

    Ambos representaban las dos más importantes tendencias políticas del liberalismo español.

    - El antecedente de ambos grupos políticos hay que buscarlo en las facciones que se fueron configurando durante el “Trienio Liberal”, como la de los “doceañistas” y la de los “exaltados”.

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    -A nivel ideológico se pueden establecer una serie de elementos en los que se aprecia las diferencias entre ambas tendencias liberales: • Soberanía. Los moderados defendían la soberanía compartida

    (existencia de dos instituciones sobre las que recae el poder, las Cortes y la Corona); mientras que los progresistas eran partidarios de la soberanía nacional (el poder lo tiene la Nación). • Poderes del Estado. Los moderados eran partidarios del predominio

    del poder ejecutivo sobre el resto de los poderes del Estado ya que deseaban que la Corona tuviera amplias competancias. Los progresistas, por su parte, propugnaban el predominio de las Cortes -como órgano de representación de la Nación- sobre la Corona. • Derechos y libertades ciudadanas. Los moderados eran partidarios de

    restringir los derechos ciudadanos mientras que los progresistas abogaban por su pleno reconocimiento y ampliación (libertad religiosa, de prensa, de reunión, de asociación…) • Sufragio. Ambos partidos estaban de acuerdo en defender un tipo de

    sufragio censitario, por el cual únicamente podían votar aquellos hombres que demostraran una determinada capacidad económica. La diferencia entre moderados y progresistas estuvo en el nº de electores, menor con los moderados y mayor con los progresistas. • Seguridad. Los moderados se decantaron por la creación de la

    Guardia Civil (1844), que se trataba de un cuerpo militar dirigido por el poder civil, el Gobierno; mientras que los progresistas eran partidarios de la Milicia Nacional, grupos de voluntarios armados dependientes de los Ayuntamientos. • Religión e Iglesia Católica. Los moderados apoyaron la confesionalidad

    del Estado, es decir, que la religión católica era la única permitida, mientras los progresistas querían que se permitiera la libertad de culto. Por otro lado, los progresistas impulsaron la desamortización eclesiástica mientras que los moderados optaron por detener el proceso desamortizador. • Economía. Los moderados eran partidarios de un práctica económica

    proteccionista mientras que los progresistas preferían una política de tipo librecambista. • Organización del Estado. Mientras los moderados aspiraban a un

    estricto modelo centralizado, los progresistas dentro de la centralización

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    José Jerónimo Rodríguez Carrasco. Profesor de Geografía e Historia. I.E.S. Maestro Domingo Cáceres (Badajoz)

    del Estado eran partidarios de cierta autonomía en la elección de los Ayuntamientos.

    -En cuanto a las bases sociales que apoyaban a ambos partidos, los moderados, eran más elitistas, ya que integraban en sus filas a la alta nobleza y la alta burguesía (grandes terratenientes, negociantes, banqueros…), al alto clero y a los altos mandos Ejército…, mientras los progresistas contaban con unas bases sociales más amplias: clases medias urbanas (profesionales liberales, comerciantes, artesanos, funcionarios…

    -Respecto a los principales líderes que integraron ambos partidos, por parte del partido moderado están: Narváez, Mon, Santillán, Martínez de la Rosa, Bravo Murillo y Donoso Cortés (conservadores); y por parte del partido progresista: Espartero, Prim, Mendizábal, Madoz, Calatrava.

    En lo que se refiere a los periodos de poder de ambos partidos hay significativas diferencias entre ellos. Las etapas de gobierno del partido moderado fueron largas y con apoyo real: 1834-1835, 1838- 1840, Década Moderada (1844-1854), 1856-1858 y 1863-1868; y las del partido progresista fueron cortas y con una llegada al poder a través de pronunciamientos: 1835-1837, la regencia de Espartero (1840-1843) y el Bienio Progresista (1854-1856).

    El marco constitucional y legal sobre la representación política se concretó con la Constitución de 1845, Ley de Ayuntamientos de 1845 y Ley electoral de 1846 con el partido moderado; y la Constituciones de 1837 y 1856 y Ley electoral de 1837 con el partido progresista.

    c) Los otros partidos • La Unión Liberal. Especie de centro liberal. Se formó hacia 1854.

    Estaba integrado por elementos provenientes de los moderados (“puritanos”) y otros que procedían del partido progresista (“resellados”). Su programa político era parecido al moderado aunque con tintes progresistas: desamortización civil, mayor autonomía de Ayuntamientos, cierta ampliación de derechos (Acta Adicional a la Constitución de 1845). Líderes: O`Donnell, Cánovas del Castillo, Serrano. • Partido Demócrata. Surge en 1849 como una escisión de los

    progresistas. Defendía el sufragio universal y una ampliación de los

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    derechos ciudadanos: libertad de conciencia, asociación, reunión e instrucción primaria gratuita. Líderes: Orense • Partido Republicano. Aparece como una escisión de los demócratas.

    Se diferenció especialmente de los anteriores por pedir la república como forma de Estado. Líderes: Pi y Margall y Castelar.

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    5-Resume las etapas políticas de la evolución política del reinado de Isabel II desde su minoría de edad, y explica el papel de los militares.

    a) Contexto general. -El reinado de Isabel II comprende el periodo entre 1833 (muerte de

    Fernando VII) y 1868 (“La Gloriosa” y destronamiento de Isabel II). -Este periodo se distinguió por la creación de un Estado liberal en España,

    en el cual debido a la escasa entidad de la burguesía en el país –en comparación con otras “revoluciones burguesas” europeas- tuvo en el Ejército una importante pieza dentro del funcionamiento del régimen isabelino ya que la institución militar desempeñó un papel muy importante en la llegada al poder de determinados grupos políticos. Fueron muy frecuentes los “pronunciamientos”, rebeliones militares encabezadas por un jefe del Ejército que, al mismo tiempo era líder de algunos de los principales partidos (“espadones”: Narváez, Espartero, Prim, O`Donnell… ) y contaba con el apoyo de una parte de la población, fiel a sus ideales políticos. Esta práctica de los pronunciamientos dio lugar a la alternancia en el poder de los grupos políticos, como los progresistas, que estaban excluidos del Gobierno, por la preferencia que, a nivel general, mostró primero la regente, Mª Cristina, y más tarde la propia Isabel II por los moderados.

    -En este largo reinado de Isabel II, que duró 35 años, se distinguen varias etapas: • Las regencias (1833-1843): la de María Cristina (1833-1840) y la de

    Espartero, (1840 -1843) • El reinado de Isabel II (1843-1868): la Década Moderada (1844-

    1854); el Bienio Progresista (1854-1856); El último periodo (1856-1868) - Gobierno moderado (1856-1858), Gobierno de la Unión Liberal (1858- 1863), Últimos gobiernos y descomposición del régimen isabelino (1863-1868) -

    b) Las regencias (1833-1843).

    • La regencia de Mª Cristina (1833 -1840). A la muerte de Fernando VII su hija Isabel sólo tenia tres años por lo

    que durante su minoría de edad la regencia la asume su madre, Mª Cristina. Durante estos años tiene lugar los siguientes hechos históricos:

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    -La Primera Guerra Carlista, que acaba con el triunfo de los liberales que apoyaban la candidatura al trono de Isabel, frente a los partidarios de su tío, Carlos Mª Isidro.

    -El establecimiento de la división provincial de España 1833 (49 provincias) realizada por el ministro Javier de Burgos

    - Durante los primeros años se quiso establecer el Estatuto Real, especie de carta otorgada que establecía la creación de unas Cortes sin apenas competencias.

    -Los pronunciamientos progresistas de 1835 y 1836 (“Motín de la Granja”), que dan paso a los Gobiernos progresistas de 1835 a 1837 (figuras: José Mª Calatrava, presidente del Gobierno; J. A. de Mendizábal, ministro de Hacienda), con medidas como: la reposición Constitución 1812.; la realización de una nueva Constitución, la de 1837 (reconocía la soberanía nacional pero daba un gran poder a la Corona), la desamortización del clero regular.

    -La Ley de Ayuntamientos de los moderados (1840), que suprimió la elección directa de los alcaldes fue el motivo de la caída de Mª Cristina y de la realización de un pronunciamiento a favor de Espartero.

    • La regencia de Espartero (1840- 1843). Tras el triunfo del pronunciamiento, Espartero se convirtió primero en

    presidente del Gobierno y, más tarde, tras la marcha hacia el exilio de Mª Cristina, asumió la regencia. Espartero se hizo muy popular entre las clases populares por su contribución a la victoria liberal durante la Primera Guerra Carlista.

    Este personaje se distinguió por su política autoritaria (en la que destacan acontecimientos como la represión de las revueltas populares en Barcelona), lo que provocó la unión de todos los opositores a su forma de gobernar, incluso los de su propio partido que se plasmará en un pronunciamiento dirigido por el general Narváez contra Espartero, que provocó su caída como regente y su salida hacia el exilio.

    Entre las medidas dictadas durante su mandato estuvo la continuación de la desamortización eclesiástica (clero secular).

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    c) El reinado de Isabel II (1843-1868). Tras la caída de Espartero se optó por declarar mayor de edad a Isabel

    II a la edad de 13 años, con lo que comenzaría el reinado propiamente dicho de esta reina. Principales períodos:

    • La Década Moderada (1844-1854). Durante este largo periodo el partido moderado controló el Gobierno de

    España con el general Narváez como principal protagonista. Las principales actuaciones de los moderados fueron:

    -La supresión de la Milicia Nacional (voluntarios armados dependientes de los Ayuntamientos y con un fuerte componente progresista) y creación de la Guardia Civil en 1844 (cuerpo armado de carácter militar dependiente del Gobierno).

    -La Ley de Ayuntamientos (1845) por la que se imponía el nombramiento de los alcaldes por parte de la reina y del gobernador civil.

    -La reforma tributaria de Mon y Santillán que establecía impuestos directos (contribución territorial-agricultura, ganadería e inmuebles- industrial y comercial) e indirectos (consumo…)

    - La Constitución de 1845, que sigue la doctrina del liberalismo doctrinario (moderados): soberanía compartida entre las Cortes y la Corona; predominio del poder ejecutivo (Corona); Parlamento bicameral (Congreso de los Diputados y Senado)

    - Ley electoral de 1846, la cual establecía un sufragio censitario muy restringido (menos 2% de la población derecho a voto; el derecho a voto reservado a los hombres con de 400 reales de renta).

    -Concordato con la Santa Sede (1851). Por este acuerdo la Iglesia aceptaba el proceso de desamortización, pero el Estado se encargaba del mantenimiento del culto y el clero, y se de daban facilidades a la Iglesia en la educación.

    El final de la Década Moderada vino motivado por una situación de crisis económica, que coincidió con una época de crisis institucional provocada por la corrupción gubernamental, los fraudes electorales, las camarillas que influían en lsabel II –La de Mª Cristina, la de la propia Isabel y la de su marido Francisco de Asís- (crítica en los “Borbones en pelota”; “Narváez”, Episodio Nacional de Galdós…), el autoritarismo del Gobierno que prescindió

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    del Parlamento…Toda esta situación provocará el pronunciamiento de la “Vicalvarada”(1854) que daría lugar al Manifiesto de Manzanares (moderados –puritanos- y progresistas), y a la llegada del llamado Bienio Progresista. • El Bienio Progresista (1854-1856). Durante este corto periodo gobernarán los liberales progresistas siendo

    presidente del Gobierno Espartero (aunque el ministro de la Guerra fue O´Donnell). Hay que destacar de esta época la realización de importantes reformas:

    - La desamortización civil de Madoz (1855) que afectó sobre todo a los bienes de los municipios (propios y comunales).

    - La ley de ferrocarriles (1855), que puso las bases para el construcción del ferrocarril en España

    - La ley de bancos de emisión y de sociedades de crédito (1856), que reguló la implantación de las entidades financieras.

    - La Constitución de 1856 “non nata” de carácter progresista (soberanía nacional, limitación del poder del rey, Ayuntamientos electivos, tolerancia religiosa, Milicia Nacional…) • El último periodo (1856-1868) Tras la caída de Espartero se abrió una última etapa del reinado de

    Isabel II caracterizada por la alternancia en el poder de moderados y unionistas:

    -El gobierno moderado (1856-1858). De este Gobierno lo más destacado fue la Ley Moyano (1857) o Ley de Instrucción Publica, que regulaba los distintos niveles educativos e implantaba una enseñanza primaria obligatoria y gratuita para los que no pudieran pagarla, hasta los 12 años (art.6). Esta ley tuvo una gran vigencia e influencia posterior.

    -El gobierno de la Unión Liberal (1858-1863). El Gobierno estuvo dirigido por el máximo líder unionista, Leopoldo O`Donnell y su acción se centró en una serie de aventuras de política exterior muy espectaculares, pero inútiles y sin ventajas para el país como:

    a) La guerra de Marruecos (1859- 1861), en la que resaltó el protagonismo de Prim como militar. Tras las victorias de Batallas de Wad Ras y Los Castillejos, se negoció un tratado que ampliaba los territorios de Ceuta y Melilla y se ocupaba el enclave del Ifni.

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    b) La guerra del Pacífico . Conflicto contra Perú y Chile. Ocupación de las islas Chinchas y bombardeo de EL Callao y Valparaiso.

    c) Expediciones -junto a Francia- en México e Indochina (Cochinchina). En el caso de México intento de reclamar una deuda. España se retira. Francia fracasa en su intención de imponer al emperador Maximiliano.

    -Últimos gobiernos y descomposición del régimen isabelino (1863-1868). Política autoritaria y represiva de los últimos gobiernos de Isabel II (moderados y unionistas).

    Aumento del malestar y de la oposición política: noche de San Daniel (Madrid, 1865), protesta estudiantil contra la expulsión de catedráticos – Emilio Castelar- de la Universidad de Madrid (matanza de estudiantes). Pronunciamientos organizados por Prim (demócratas y progresistas): de Villarejo de Salvanés y sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil (Madrid, 1866), seguido de una brutal represión.

    Crisis económica de 1866: quiebra de bancos a consecuencias de las dificultades del ferrocarril. Por último, se organizó el Pacto de Ostende (1866) por el cual demócratas, progresistas (a la que más tarde se sumaría la Unión Liberal) acordaron derribar el régimen de Isabel II y construir un nuevo régimen a través de unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal. De esta forma se fraguó la sublevación que en septiembre de 1868 destronaría a Isabel II. (“La Gloriosa”).

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    6-Especifica las características de la nueva sociedad de clases y

    compárala con la sociedad estamental del Antiguo Régimen. a) Contexto general. Durante el siglo XIX, en España, se fue configurando, poco a poco, una

    sociedad de clases o clasista, aunque con ciertas especificidades respecto a otros países de Europa.

    La sociedad clasista se afianza en España a partir del reinado de Isabel II con el establecimiento de un régimen liberal que hace que la escasa burguesía española ascienda hacia los resortes del poder político y económico en el país. Además, hay que mencionar todas aquellas leyes y normas que desde las Cortes de Cádiz, pasando por el Trienio Liberal y terminando en el reinado Isabel II, liquidaron los fundamentos legales del Antiguo Régimen y favorecieron el ascenso de la burguesía.

    Asimismo, se debe comentar como hecho diferencial de España respecto a otros países de Europa (Inglaterra, Francia…) la poca entidad de la burguesía como grupo social dominante. Este hecho hará que el Ejercito adquiera un protagonismo mayor en España que en otros países a la hora de construir un Estado liberal. Por otra parte, hay que señalar la deficiente, tardía y desigual industrialización hará que el proletariado -(los obreros industriales)- no tenga la fuerza social y política que en otros países europeos durante la centuria del siglo XIX

    b) Características de la sociedad de clases en comparación con la

    sociedad estamental del Antiguo Régimen. En la sociedad de clases o clasista el estatus o nivel social viene

    determinado por el poder económico de la persona (dinero, posesiones…) mientras que en la sociedad estamental la diferencia entre los grupos sociales viene establecida en una serie privilegios que unos tienen y otros no (no pagar impuestos, el desempeño de determinados puestos políticos y administrativos, la existencia de jurisdicciones particulares…)

    Por otra parte, la sociedad de clases es una sociedad abierta en la cual hay facilidad para la movilidad social. En la sociedad clasista una persona,

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    gracias a su actividad económica, puede ascender de forma rápida si consigue un amplio poder económico. Por el contrario, la sociedad estamental era una sociedad rígida en la que era muy difícil el ascenso social ya que estaba muy establecido quienes conformaban las élites políticas y económicas en las que grupos sociales como la nobleza y el clero e instituciones como la Iglesia tenía un tratamiento de favor respecto al resto de los grupos sociales, que eran los mayoritarios en la sociedad del Antiguo Régimen (campesinos, artesanos, comerciantes, trabajadores manuales de las ciudades…).

    c) Los grupos sociales en evolución, de los estamentos a las clases

    sociales. Durante el siglo XIX los antiguos estamentos del Antiguo Régimen van a

    ir dejando paso a las clases sociales, sustituyéndose el privilegio por el poder económico a la hora de adscribir a una persona a un grupo social u otro.

    A la hora de entender la composición social de la sociedad decimonónica española hay que tener en cuenta que las actividades económicas fundamentales seguían siendo las agropecuarias (agricultura y ganadería9, en una población que era eminentemente rural. Mientras tanto las actividades artesanales y comerciales eran poco relevantes. Aunque, en el último cuarto del siglo XIX, se origina un notable proceso de industrialización en algunas regiones españolas (Cataluña, País Vasco…) que producirá la formación de una destacada burguesía de negocios y un incipiente proletariado industrial.

    A nivel de grupos sociales se distinguen los siguientes cambios: 1) En el caso de la nobleza se advertía una desaparición de la baja nobleza

    (hidalgos) al perder los privilegios con los que contaban en el Antiguo Régimen (exención fiscal, puestos políticos en los concejos…) mientras que en la nobleza titulada se apreciaba una asimilación y una adaptación al nuevo orden liberal del siglo XIX que les permitió mantener en muchos casos su estatus e importancia social (reconocimiento de la propiedad de la tierra en señoríos jurisdiccionales, adquisición de bienes desamortizados…), aunque ya no tendría el papel predominante de antes.

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    2) Respecto al clero se observó una disminución general que fue más intensa en el clero regular (disolución de las órdenes religiosas y desamortización de Mendizábal) que en el clero secular (curas de las parroquias)).

    3) En el caso de la burguesía (hombres de negocios, empresarios, grandes comerciantes banqueros, grandes terratenientes) tendrá una expansión a lo largo de todo el siglo XIX aunque sigue siendo un grupo numéricamente muy reducido en el conjunto de la sociedad decimonónica.

    4) Las clases medias (profesionales liberales –abogados, médicos, profesores-, funcionarios…) se amplían a lo largo de la centuria del siglo XIX, pero siguen siendo un grupo muy reducido y débil.

    5) Respecto al campesinado hay que mencionar que constituye el grupo mayoritario de la España del siglo XIX, aunque dentro de su seno se aprecian diferencias sustanciales. Los labradores acomodados y pequeños propietarios mejoraron su posición social en muchos lugares gracias a la compra de propiedades agrarias desamortizadas. Por el contrario, los pequeños campesinos (arrendatarios) vieron empeorar sus condiciones socioeconómicas por la introducción del capitalismo en el campo (pérdidas de los derechos comunales y de arrendamiento ventajosos), formándose en muchos pueblo un numeroso grupo de jornaleros en situación muy precaria.

    6) Por último, hay que decir que el proletariado industrial comienza a adquirir notoriedad en la sociedad a partir del último cuarto del siglo XIX con el desarrollo de determinadas actividades industriales (industria textil y siderurgia) en algunas zonas periféricas de España como Cataluña y País Vasco.

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    7-Identifica los grandes conflictos del Sexenio Democrático y explica sus consecuencias políticas (El Sexenio Democrático (1868-1874). Conflictos políticos y sociales).

    a) Contexto General.

    El Sexenio Democrático (1868-1874), que se implantó en España tras la

    Revolución de 1868 (“La Gloriosa”), dio lugar a un breve periodo democrático y a una época de gran inestabilidad política causada por una rápida sucesión de regímenes políticos en poco tiempo (Gobierno Provisional, regencia de Serrano, reinado de Amadeo I y Primera República) y por los graves conflictos internos y exteriores que se dieron en este periodo (guerra de Cuba, Tercera Guerra Carlista, revuelta cantonalista, motines contra los consumos y las quintas…). Todos estos problemas tuvieron una gran repercusión política por impedir la consolidación de un régimen de tipo democrático en España. Veamos la evolución política y los principales conflictos del Sexenio Democrático a través de sus etapas:

    b) El Gobierno Provisional y la regencia de Serrano (1868-1871). Tras el triunfo de la Revolución de 1868 se estableció un Gobierno

    Provisional que transcurrió de 1868 a 1869. El Gobierno Provisional se formó en octubre de 1868. Estaba presidido por Serrano y Prim desempeñaba el cargo de ministro de la Guerra. Más tarde tras la promulgación de la constitución de 1869 Serrano asumió la regencia (1869 -1871) y Prim se convirtió en presidente del Gobierno (también ministro de la Guerra).

    -Uno de los problemas destacados de esta época fue la búsqueda de un nuevo rey. Candidatos a rey: el Duque de Montpensier, Antonio Mª de Orleans; Fernando de Coburgo, rey de Portugal; Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen, principe alemán (Guerra franco-prusiana de 1870); el general Espartero; Amadeo de Saboya, Duque de Aosta y segundo hijo del rey italiano Víctor Manuel II, quien finalmente sería el elegido rey de España por el Parlamento (noviembre de 1870) por una mayoría de 191 votos. Le

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    siguieron a mucha distancia otras opciones como la República y el Duque de Montpensier.

    -Los conflictos y las guerras de este periodo: en lo político hay que destacar el radicalismo de los republicanos que plantearon levantamientos –fracasados- para implantar la República federal (1869). En el campo hay que destacar las reivindicaciones campesinas que pedían la recuperación de las antiguos bienes comunales desamortizadas y el reparto de tierras (Extremadura…), mientras en las ciudades y zonas rurales había que resaltar las protestas y los motines contra las quintas y el impuesto de consumo. Asimismo, es preciso mencionar el comienzo del movimiento independentista cubano, con la Guerra de Cuba, conflicto que se alargará durante diez años, de 1868 a 1878, (se enfrentarán a un grupo criollo que con apoyo popular pedía reformas importantes (abolición de la esclavitud) frente a los sectores vinculados a la metrópoli con fuertes intereses económicos en la isla).

    A toda esta conflictividad se sumó la inestabilidad política creada por el atentado mortal contra Prim (27 diciembre 1870), quien se convirtió en el primer Presidente del Gobierno asesinado durante su mandato. Sobre este magnicidio sigue habiendo muchos puntos oscuros e interrogantes: ¿se ocultó y quedó impune este crimen por la participación en su organización y ejecución de gente poderosa…? La polémica continúa en la actualidad: el sumario, la autopsia momia de Prim…

    c) El reinado de Amadeo I (1871 -1873). La monarquía de este rey de origen italiano fue corta en el tiempo y con

    grandes problemas y conflictos. Con el asesinato de Prim, Amadeo perdió a su gran valedor. A ello se añadió la división del partido progresista, su principal apoyo político (el Partido Constitucional de Sagasta, el Partido Radical, de Ruiz Zorilla); la oposición política de alfonsinos (los que defendían la vuelta de los Borbones con Alfonso, el hijo de Isabel II) de demócratas y republicanos; y los conflictos bélicos: en el exterior, continuación de la guerra de Cuba, (1868-1878) e internos, como el comienzo de la Tercera Guerra Carlista, 1872-1876. Los carlistas se levantaron en armas para proclamar rey a Carlos VII (nieto de Carlos Mª Isidro), quien estableció una especie de Gobierno carlista en Estella. El conflicto durante

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    estos años se desarrollo especialmente en la zona vasconavarra con focos menores en Aragón, Cataluña y Valencia.

    El 11 febrero de 1873, Amadeo acuciado por la falta de apoyos y por tantos problemas presentó su renuncia como rey de España y se marchó del país. Ahí queda un fragmento de su lapidario discurso de abdicación ante las Cortes: “Dos años largos ha que ciño la corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles”. Tras la abdicación de Amadeo se proclamó la I República.

    d) La Primera República (1873-1874).

    El mismo día que abdicó Amadeo I, se produjo la proclamación de la I República (11 de febrero de 1873), por una reunión conjunta del Congreso y Senado (algo que iba contra la propia Constitución de 1869).

    La I República fue un régimen muy breve. En sentido estricto ocupó el espacio de tiempo comprendido entre el 11 de febrero de 1873 hasta el 3 de enero de 1874. En sentido amplio incluiría también el gobierno casi dictatorial de Serrano llegaría hasta el 29 de diciembre de 1874.

    Éste régimen tuvo muchas dificultades desde el principio a causa de: a) La falta de apoyos sociales y políticos. El régimen no enraizó en las

    clases populares y los republicanos habían sido una minoría hasta entonces. b) La oposición de los grupos fácticos (con poder): la burguesía, la

    aristocracia, el alto clero y los militares. c) La inestabilidad política. Se sucedieron cuatro presidentes del

    Gobierno en un corto espacio de tiempo: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar.

    d) La existencia de distintas tendencias entre los republicanos: • Los unitarios. Defendían un modelo de Estado centralista. Uno de sus

    líderes fue Salmerón. Algunos de sus dirigentes eran conservadores en los aspectos político y social (defensa del orden) como Castelar.

    • Los federales. Eran partidarios de la descentralización del Estado. Dentro de ellos había diferencias entre benévolos e intransigentes. Los benévolos estaban liderados por Pi y Margall, defendían la legalidad y la

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    construcción de un Estado federal de arriba a abajo. Los intransigentes capitaneados por Orense querían recurrir a la insurrección para aplicar sus planteamientos, que eran los de conseguir la independencias de los territorios (cantones) para luego negociar la unión en un Estado federal de abajo a arriba.

    Los principales conflictos de la Primera República fueron: a) La guerras iniciadas en las etapas históricas anteriores: la guerra de

    Cuba (la Guerra de los Diez Años) (1868-1878) y la Tercera Guerra Carlista (1872-1876).

    b) Las insurrecciones cantonalistas. Fue uno de los problemas más grave a los que se enfrentó la Primera República. Las revueltas cantonalistas se dieron a partir de 1873 y se manifestaron en la sublevación de determinados cantones (pequeños territorios en torno a una ciudad). En el movimiento cantonal se diferenciaron diversos ideales. Por un lado estaban los deseos de una mayor autonomía y descentralización territorial defendidas por los republicanos federales intransigentes y, por otra parte, estaban la ideas de revolución social amparada en los ideales del internacionalismo obrero (igualitarismo, reivindicaciones obreras anticapitalistas…), a lo que se le sumaban algunos tintes anticlericales. Entre sus bases sociales estaban artesanos, pequeños comerciantes, obreros, estudiantes e internacionalistas anarquistas. El movimiento se inició en julio de 1873 con la proclamación de la independencia del cantón de Cartagena. A éste le siguieron otros de Levante y Andalucía principalmente (Sevilla, Cádiz, Granada, Málaga, Bailén, Andújar, Tarifa, Algeciras, Castellón, Valencia, Alicante…). En todos estos territorios se establecieron nuevas autoridades y realizaron sus propias leyes. En el caso del de Cartagena llegó a emitir su propia moneda.

    Frente a esta grave situación, Pi y Margall se negó a reprimir por la fuerza el movimiento cantonalista y dimitió. Sus sustitutos, Salmerón, Castelar y Serrano, combatieron la sublevación con el Ejército. Sin embargo, Salmerón dimitió al verse en la tesitura de firmar sentencias de muerte contra los líderes cantonalistas. Poco después, Castelar sometió casi todos los cantones. El cantón que más tiempo se mantuvo fue el de Cartagena que cayó en enero de 1874.

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    c) El aumento de las reivindicaciones obreras estimuladas por el movimiento internacionalista (marxistas y anarquistas) y la continuación de la conflictividad en las zonas meridionales con ocupaciones de fincas.

    d) La creciente fuerza del grupo político que promovía la vuelta de los Borbones en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II. Esta tendencia política estaba dirigida por Cánovas del Castillo y contaba con el apoyo de los grupos conservadores y las élites económicas y religiosas.

    -En medio de este clima de inseguridad y tensiones se produjo el golpe de Estado de Pavía (3 de enero de 1874). A continuación Serrano se convirtió en Jefe de Estado, actuando en la práctica como si fuera un dictador: suspendió la Constitución de 1869, disolvió las Cortes, puso fuera de la ley a las organizaciones obreras e impuso el orden público por la fuerza.

    -Pese a su política autoritaria y de orden, Serrano carecía de apoyos políticos. En este contexto cabe explicar el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto que proclama a Alfonso XII como rey de España (29 de diciembre de 1874). De esta forma terminaba el Sexenio Democrático y la I República, dando paso a un nuevo periodo, la Restauración borbónica.

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    8-Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por

    Cánovas (Características esenciales de la Constitución de 1876). a) Contexto general. La Restauración. El sistema canovista. Tras el pronunciamiento del general Martínez Campos (29 diciembre

    1874) termina el periodo del Sexenio Democrático y se inaugura el régimen político de la Restauración, con la vuelta de los Borbones al trono de la monarquía española en la figura de Alfonso, el hijo de Isabel II. El largo régimen de la Restauración se desarrolló entre 1875 y 1931 y ocupó los siguientes periodos: el reinado de Alfonso XII (1875-1885); la regencia de María Cristina (1885-1902); el reinado de Alfonso XIII (1902-1931). Además, hay que tener en cuenta que durante el mandato de éste último monarca tuvo lugar la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).

    Se denomina canovismo al sistema político de la Restauración instaurado por Antonio Cánovas del Castillo. A nivel general, este régimen político se sustentaba en la existencia de una oligarquía política y económica en torno a los “partidos dinásticos”, el Partido Conservador (liderado por Cánovas) y el Partido Liberal o Fusionista (dirigido por Sagasta). Ambos partidos que detentaron casi en exclusividad el Gobierno durante el periodo restaurador acordaron establecer con el Pacto de El Pardo (1885), poco antes de morir Alfonso XII, el turnismo, es decir, la alternancia pactada y pacífica de ambos partidos en el ejercicio del poder. Asimismo, se trataba de un sistema político en el cual era muy común el falseamiento electoral y la corrupción (con el que se pretendía no solo eliminar el peligro de pronunciamientos y, por tanto, la influencia del Ejercito en la política, sino también excluir de los resortes del poder a los grupos políticos que ponían en cuestión el régimen de la Restauración (republicanos, asociaciones obreras, nacionalistas catalanes, vascos…)). El marco legal de este nuevo régimen estuvo definido por la Constitución de 1876, cuyos rasgos esenciales son los que se desarrollan a continuación:

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    b) La Constitución de 1876.

    La Constitución de 1876 definía el sistema político de la Restauración ideado por Cánovas. A nivel general, este texto constitucional suponía una regresión en aspectos fundamentales reconocidos en la Constitución de 1869 (soberanía, ejercicio de los libertades y derechos individuales, libertad de culto…) y además tenía una gran influencia de la Constitución moderada de 1845 (soberanía compartida, supremacía del poder del Rey). Por otro lado, se trató de un texto ambiguo en la determinación de muchos principios constitucionales (derechos y libertades individuales) cuya regulación se dejó abierta para que cada partido la estableciera a su conveniencia (ampliar o restringir) sin tener que cambiar la constitución. Respecto a su tiempo de vigencia ha sido la Constitución más longeva del constitucionalismo español, ya que se mantuvo desde 1876 (inicios de la Restauración) hasta 1923 (Dictadura de Primo de Rivera).

    Entre las características específicas de este texto constitucional están:

    a) El inspirarse en el principio de la soberanía compartida (Cortes y Rey), por lo que se dejaba atrás la idea de soberanía nacional (Constitución de 1869).

    b) El dar un gran poder al monarca. El rey podía influir en el poder ejecutivo y tenía facultad para nombrar a los ministros (el rey no era responsable de sus actos sino sus ministros que firmaban sus actuaciones). Asimismo el rey compartía el poder legislativo con las Cortes y tenía la capacidad de convocar, suspender o disolver éstas, así como el derecho de veto sobre las iniciativas legislativa.

    c) El reconocimiento nominal y ambiguo de los derechos y libertades individuales (expresión, imprenta, reunión, asociación…), cuya regulación en la práctica quedó a merced de las conveniencia de los gobiernos que los restringieron (conservadores) o permitieron (liberales).

    d) Las Cortes, que ejercían el poder legislativo junto al Rey, eran bicamerales (Congreso de los Diputados y Senado). Ambas cámaras tenían el mismo poder (excepto en el asunto de los impuestos). El Congreso de los Diputados era electivo en su totalidad, en cambio en el Senado sólo la mitad

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    de los senadores se elegía en elecciones, el resto eran senadores por derecho propio, otros eran senadores vitalicios y otros por designación real.

    e) El poder judicial residía en los Tribunales de Justicia.

    f) Respecto a la religión se volvía a la confesionalidad del Estado, estableciendo al catolicismo como la única oficial. Aunque se daba una tolerancia religiosa para culto privado se produjo una regresión respecto a la libertad de culto establecida en la Constitución de 1869. Por otro lado, el Estado se comprometía al mantenimiento del culto y del clero.

    g) El sufragio, al igual que otros aspectos constitucionales, se dejó abierto a la regulación que hicieran los gobiernos. Al principio, por la ley electoral de 1878 (conservadora), se establecía un sufragio censitario (mayores contribuyentes), y más tarde en 1890 (liberales) se aprobó el sufragio universal masculino. Pese a ello el régimen restaurador no fue un régimen democrático por la amplia y generalizada corrupción electoral que siempre lo caracterizó.

    h) En cuanto a la organización territorial del Estado establecía para España un estado unitario y centralizado. Instituciones como los Ayuntamientos y Diputaciones quedaban bajo el control teórico del gobierno central, aunque en la práctica en todos estos organismos tuvieron una gran autonomía de acción los caciques territoriales.

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    9-La oposición al sistema canovista: el nacionalismo y movimiento

    obrero a) Contexto general. El régimen político de la Restauración borbónica (sistema canovista), se

    organizaba con dos partidos dinásticos (conservador y liberal) monopolizaban el poder político y se alternaban en el Gobierno a través de un sistema oligárquico, caciquil y corrupto. Frente a él se fueron desarrollando una serie de fuerzas de oposición al sistema entre las que estaban los republicanos, los partidos y sindicatos obreros de carácter socialista (marxista) y anarquista y los movimientos nacionalistas de regiones periféricas como la vasca y la catalana especialmente, y, en menor medida, la gallega. Todas estas fuerzas políticas y sindicales en su conjunto fueron teniendo un peso creciente dentro del régimen restaurador.

    a) Los republicanos. Tras el fracaso del la experiencia de la Primera República, el movimiento

    republicano quedó muy debilitado y dividido en varios grupos. En las primeras fases de la Restauración se distinguían tres tendencias: La republicana centralista (Salmerón); la republicana federal (Pi y Margall); la republicana progresista (Ruiz Zorrilla). Durante el reinado de Alfonso XIII destacaron las alianzas electorales entre republicanos y socialistas. Al final del reinado de este monarca cobraron fuerza, de nuevo, los republicanos con nuevos grupos políticos y líderes.

    b) El movimiento obrero. Las primeras bases del movimiento obrero en España se pusieron durante

    el Sexenio Democrático -o Revolucionario- aprovechando el clima de libertad de este régimen político. Hay que recordar que la Primera Internacional (AIT) se había fundado en Londres en 1864, y en ella se distinguieron dos corrientes: la marxista y la anarquista. En 1868 el italiano Guiseppe Fanelli sembró la semilla del anarquismo en Cataluña. Posteriormente el anarquismo se extendió por Valencia y Andalucía. Poco

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    después en 1871, llegó el marxismo a través de Paul Lafargue, yerno de Marx. Los primeros núcleos marxistas que dieron lugar al socialismo español, se extendieron principalmente por Madrid, País Vasco y Asturias.

    Durante los primeros años de la Restauración el movimiento obrero sufrió un proceso de regresión a causa de la ilegalización y represión de las asociaciones ligadas a la Internacional. Aunque, poco después, las medidas aperturistas de los gobiernos liberales a partir de 1881 permitieron de nuevo su expansión. No obstante, hasta el primer tercio del siglo XX los sindicatos y los partidos obreros no adquirieron el carácter de organizaciones de masas y no tuvieron una influencia social y política creciente y decisiva en España. Asimismo, el fracaso de la Internacional con la división entre marxistas y anarquistas hará que las organizaciones inspiradas en ambas ideologías tengan su propia evolución por separado.

    b.1) El anarquismo. Los anarquistas, tras la ilegalización a comienzos de la Restauración de la

    Federación Regional Española de la Primera Internacional, con la apertura de 1881, crean la Federación de Trabajadores de la Región Española, organización que tuvo una importante expansión por Andalucía y Cataluña. Principales ideas: rechazo al Estado, apoliticismo –oposición a los partidos políticos-, jornada de ocho horas, igualdad de la mujer, uso de la huelga como método de lucha…

    Durante esta época, la reacción gubernamental de continua represión del anarquismo va a provocar que dentro de este movimiento, desde finales del siglo XIX y principios del XX, se fueran distinguiendo dos tipos de estrategias políticas: 1-El terrorismo (“la propaganda por el hecho”). Atentados contra Cánovas, Alfonso XIII (el día de su boda), Canalejas, Dato… 2-El anarcosindicalismo, que comenzó a abrirse camino dentro del anarquismo desde principios del siglo XX. Esta vía planteaba el uso tanto de la huelga (reivindicativa) en el mundo laboral como un instrumento de conseguir mejoras en el trabajo de los obreros como la huelga general (revolucionaria) que tendría el fin último el de derribar la sociedad burguesa y capitalista y el Estado

    En 1910 un grupo de sindicalistas catalanes (Solidaridad Obrera) de orientación anarquista fundó la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Sus ideales se basaban en: la práctica de apoliticismo activo (no

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    participación en el sistema de partidos políticos o elecciones); el ejercicio del sindicalismo como medio de lucha obrera; el asamblearismo como medio de funcionamiento interno. Entre sus líderes estuvieron Salvador Seguí, Ángel Pestaña y Joan Peiró. Este sindicato experimentó un gran crecimiento vertiginoso en estos años pasando del medio millón de afiliados.

    Sin embargo, la postura última del anarquismo de estar contra el Estado y tratar de derribar el orden socioeconómico y político vigente hizo que sus organizaciones estuvieran ilegalizadas durante largas temporadas y muchos de sus miembros se radicalizaran. Hay que destacar la intensa represión contra el anarquismo entre 1918 y 1923 que dio lugar en Cataluña a un periodo de extrema violencia denominado como pistolerismo.

    b.2) El movimiento socialista. La semilla del marxismo, que había traído Paul Lafargue, terminó

    germinando en un movimiento socialista constituido por un partido político y un sindicato: El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fundado en 1879 en Madrid (“Casa Labra”), con Pablo Iglesias –tipógrafo- como presidente. Unos años más tarde en 1888 se creó La Unión General de Trabajadores (UGT).

    Dentro del programa socialista de inspiración marxista se defendía: la necesidad de realizar una revolución social dirigida por los obreros; el reconocimiento de derechos como el de reunión, asociación, manifestación, prensa, sufragio universal, etc.; la reducción de la jornada laboral, prohibición del trabajo infantil, etc.

    Sin embargo, la actitud moderada del socialismo marxista (conseguir reformas a través de la participación en las instituciones) hizo que las dos asociaciones fueran pronto legalizadas. Además, el partido y el sindicato se caracterizaron por actuar conjuntamente, combinando la actuación política (partido) con la laboral (sindicato).

    Durante el último tercio del siglo XIX el socialismo fue creciendo lentamente pero era minoritario en el conjunto del movimiento obrero en cuyo seno eran mayoritarias las organizaciones anarquistas.

    Durante las primeras décadas del siglo XX hay que destacar: 1-La colaboración junto con los anarquistas en la huelga que dio lugar a la

    Semana Trágica de Barcelona (1909); 2-la obtención del primer diputado por parte del PSOE en 1910 (Pablo Iglesias), gracias a la colaboración con los

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    partidos republicanos; 2-la participación del PSOE y la UGT –junto a la CNT- en la huelga general revolucionaria de agosto de 1917 cuyo objetivo era derribar al sistema de la Restauración y que fracasó; 4-la escisión del grupo más radical influenciado por la revolución rusa que dará lugar a la fundación del Partido Comunista de España (PCE) en 1921.

    c) Orígenes de los nacionalismos periféricos: catalán, vasco y gallego. A nivel general para explicar las causas del origen de los nacionalismos

    de las regiones periféricas de España están: a) El gran desarrollo económico en Cataluña y el País Vasco a finales del siglo XIX que va a contribuir a la formación de una clase burguesa que va a crear unas señas de identidad propias (nacionalismo). Esta situación no se dará en Galicia donde el nacionalismo tendrá un carácter más reducido; b) la crisis del identidad nacional española tras el desastre del 1898, que mostró la debilidad del Estado nacional español; c) la defensa de un modelo descentralizado frente al establecido por el régimen de la Restauración (centralizador y unitario).

    c.1. El nacionalismo catalán. Los inicios del nacionalismo catalán se sitúan con el renacimiento cultural

    que se da por la revalorización del catalán como lengua literaria (“Renaxença”).

    Sin embargo, el desarrollo de un catalanismo político comenzó con organizaciones como el Centre Catalá (1882) impulsado por Valentí Almirall. Unos años más tarde se impulsaron las Bases de Manresa (1892) por las que se reclamaba para Cataluña sus antiguas instituciones y un extenso autogobierno.

    A comienzos del siglo XX se formó la Lliga regionalista (1901), dirigida en principio por Prat de la Riba y posteriormente pasó a estar liderada por Francesc Cambó. Representaba los intereses de la alta burguesía catalana y estuvo vinculada a la patronal catalana. Este grupo político buscaba influir en los gobiernos de la Restauración con vistas a defender una política económica proteccionista que favoreciera a la industria textil catalana. Desde entonces, durante las dos primera décadas del siglo XX la fuerza política dominante en Cataluña fue Lliga regionalista, la cual llegó a relegar a un papel marginal a los partidos de la Restauración. Resaltar en esta época

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    la realización de la Ley de Jurisdicciones y la creación de la Mancomunidad de Cataluña (1914), organismo que agrupaba a las Diputaciones catalanas.

    Más tarde, se produce una radicalización del catalanismo que gira hacia posiciones independentistas. En esta línea hay que situar el grupo Estat Catalá creado por Francesc Maciá en 1922. Poco después, esta organización junto otros similares fundaron Esquerra Republicana de Cataluña (Francesc Maciá, Lluis Companys), que se convertiría en hegemónico del nacionalismo catalán ya a partir de 1931.

    c.2.El nacionalismo vasco. El nacionalismo vasco surgió a finales del siglo XIX. Sus orígenes están en

    la reacción en defensa de lo propio tras la supresión de los fueros al final de la Tercera Guerra Carlista. Con la desaparición de los fueros los vascos perdieron la exención fiscal y de quintas que habían disfrutado tradicionalmente. Como compensación las tres provincias vascas y Navarra recibieron el “concierto económico”, que permitía que estos territorios recaudaran los impuestos y luego negociar la cantidad que debían entregar al Estado (“cupo”). A todo esto se unieron los movimientos que promovían la recuperación de la lengua vasca (euskera) y el mantenimiento de las tradiciones y la religión católica.

    El padre del nacionalismo vasco fue Sabino Arana. Su pensamiento se basaba en: a) la reivindicación del régimen foral como origen de una supuesta soberanía vasca; b) la defensa de la pureza racial vasca (racismo). Sabino Arana pensaba que los emigrantes del resto de España (a los que llamaba “maketos) ponían en peligro el euskera, las tradiciones y la etnia vasca; c) el rechazo a lo español; d) el integrismo católico –confesionalidad católica- (de herencia carlista). El catolicismo se consideraba como esencia de la raza vasca; e) la creación de una patria vasca: “Euskadi” (Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra y el País Vasco francés) con sus símbolos como la bandera (“ikurriña”); f) la recuperación de la lengua y de las tradiciones vascas.

    En 1895 Sabino Arana impulsó la fundación del Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuyo lema era “Dios y ley vieja”. El PNV comenzó con una postura independentista aunque luego fue evolucionando hacia postulados autonomistas. No obstante, las dos posturas convivieron en el partido durante mucho tiempo.

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    El nacionalismo vasco tuvo en principio sus principales apoyos sociales en el campesinado (antes carlista) y de la pequeña burguesía (clases medias). La alta burguesía se fue acercando al nacionalismo vasco al moderar éste sus planteamientos. En cuanto a territorios el nacionalismo vasco arraigó especialmente en Vizcaya y Guipúzcoa.

    c.3. El nacionalismo gallego. Los primeros pasos del galleguismo estuvieron en el impulso al gallego

    como lengua literaria por escritores como Rosalía de Castro, Murguía, Pondal que dieron lugar al “Rexurdimiento” (renacimiento cultural). La articulación de un movimiento político vino de personajes como Alfredo Brañas, que defendía un modelo territorial descentralizado desde planteamientos conservadores, y Aureliano Pereira que desde posiciones republicanas federalista se refería a un Estado gallego propio de carácter limitado. Pese a todo el galleguismo no dejó de ser un movimiento minoritario.

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    10-Explica la política española respecto al problema de Cuba. Especifica las consecuencias para España de la crisis de 1898 en los ámbitos económico, político e ideológico. (La Guerra de Cuba y su repercusión en la crisis política, económica e ideológica de España de 1898).

    a) El problema de Cuba (1868 -1898). *El contexto general. Los restos del imperio colonial. Para comprender el problema de Cuba hay que insertar esta isla antillana

    dentro de los restos del antiguo imperio colonial español tras el proceso de emancipación de las colonias españolas de América que se produjo aproximadamente entre 1810 y 1825,

    A finales del siglo XIX, estos territorios españoles de Ultramar estaban constituidos por Cuba –el más importante en extensión, población y actividad económica-, Puerto Rico, Filipinas y otros archipiélagos del océano Pacífico (Marianas, Carolinas, Palaos).

    Desde 1868 se va a manifestar un creciente movimiento independentista cubano que dio lugar a varias guerras (1868 -1878 y 1895 -1898) y que concluirá con la independencia de Cuba tras el breve enfrentamiento bélico de España con Estados Unidos en 1898.

    *Causas del movimiento independentista cubano. El movimiento independentista cubano se fue fraguando a lo largo del

    último tercio del siglo XIX y se explica por diferentes factores: a) La creciente conciencia política propia de los grupos criollos cubanos

    entre los cuales se van a ir desarrollando ideas de tipo nacionalista. b) Las demandas de grandes grupos sociales cubanos a favor de la

    abolición de la esclavitud que todavía se mantenía en la isla. Hay que tener en cuenta que una parte importante de la población cubana era de origen negro (descendientes de los esclavos procedentes de África).

    b) Los poderosos intereses económicos de los españoles peninsulares (plantaciones de caña de azúcar, cerealistas castellanos, industriales

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    textiles catalanes…) contrarios a cualquier movimiento secesionista y defensores del estatus colonial cubano.

    c) La torpe política colonial española contraria hasta el último momento a cualquier concesión de autonomía a Cuba y partidaria de uso de la fuerza para aplastar el independentismo cubano (especialmente practicada por los conservadores durante el régimen de la Restauración).

    d) Los cada vez mayores vínculos comerciales entre Estados Unidos (principal comprador de productos cubanos) y Cuba y los crecientes intereses estadounidenses en la isla (inversiones en plantaciones de caña de azúcar, la doctrina Mahan –militar estadounidense- que establecía la zona del Caribe y de Centroamérica dentro del área de influencia de Estados Unidos).

    *Fases y desarrollo de la “Guerra de Cuba” . La “Guerra de Cuba” fue un largo conflicto que, con distintos intervalos

    de enfrentamientos y épocas de tregua, se inició durante el Sexenio Democrático y tuvo su desenlace final en la época de la Restauración. Las principales fases de desde conflicto fueron:

    a) La guerra de los Diez Años (1868 -1878). Los inicios del movimiento independentista cubano estuvieron en octubre de 1868 (poco después del triunfo de “La Gloriosa” en España en septiembre de 1868), cuando Carlos Manuel de Céspedes, uno de sus principales líderes con el “Grito de Yara” proclamó la independencia de Cuba y declaró la liberación de los esclavos de su finca.

    Poco después, los independentistas cubanos establecieron algunas instituciones propias (Asamblea Constituyente, Presidente, Ejército…) e iniciaron la lucha bélica contra el dominio de España. Pese al éxito inicial y la débil reacción de las autoridades españolas el conflicto quedó limitado a la zona oriental de Cuba. Este hecho, junto con las derrotas sufridas por las tropas independentistas frente al Ejército español (desde el comienzo de la Restauración), las divisiones de los independentistas y la política de neutralidad que entonces practicaba Estados Unidos propiciaron la Paz de Zanjón de 1878, que daría lugar al final de esta guerra.

    b) La guerra de independencia cubana y la guerra hispano –estadounidense (1895-1898).

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    No obstante la Paz de Zanjón no puso fin al conflicto ya que los principales motivos que lo provocaron seguían latentes, ya que ni se realizaron reformas para conceder autonomía o mayor autogobierno a Cuba ni se abolió la esclavitud.

    En 1895 rebrotó la insurrección independentista cubana con fuerza tras el “Grito de Baire”, impulsada por nuevos líderes: José Martí, Antonio Marceo y Máximo Gómez. Ante este hecho la reacción del gobierno conservador de Cánovas fue actuar con fuerza empleando la represión militar contra los insurrectos. En esta acción se distinguió la dureza empleada por el general Weyler (concentración de la población para evitar acciones guerrilleras). Un suceso destacado de esta guerra fue el de los “Héroes del Cascorro” (1896), acción militar en la que se distinguió Eloy Gonzalo y el extremeño Francisco Neila y Ciria (originario de Santa Marta).

    En medio de esta situación en Estados Unidos la prensa sensacionalista de este país fue creando en la opinión pública un sentimiento de oposición a la presencia española en Cuba y de una mayor implicación del Gobierno de Estados Unidos en el conflicto. Tras el asesinato de Cánovas (1897), llegaron al poder los liberales de Sagasta que intentaron dar un giro al problema cubano mediante el empleo de negociación y la diplomacia. Sin embargo, la explosión accidental del acorazado estadounidense Maine en la Habana, proporcionó a Estados Unidos la excusa perfecta para declarar la guerra a España.

    La guerra fue muy breve y se desarrolló en el mar. En las batallas navales de Cavite y Santiago de Cuba (mayo y julio de 1898) la escuadra estadounidense destrozó a la armada española que fue sacrificada a propósito por el Gobierno de Sagasta. Poco después, con la mediación de Francia, España suscribía la Paz de París (diciembre 1898) por la cual cedía Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam (archipiélago de las Marianas) a Estados Unidos, y reconocía la independencia de Cuba –tutelada por Estados Unidos-. Un año después, en 1899, España vendería los últimos territorios coloniales a Alemania (archipiélagos de las Marianas, Carolinas y Palaos).

    b) Las consecuencias de la crisis de 1898 en los ámbitos económico,

    político e ideológico. El denominado “desastre de 1898” con la estrepitosa derrota ante

    Estados Unidos y la pérdida de las últimas colonias tuvo unas hondas

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    repercusiones en España. Entre las consecuencias más destacadas hay que subrayar:

    1-Las pérdidas demográficas. La guerra de 1895 a 1898 hizo que el contingente militar español envuelto en el conflicto cubano ascendiera a 220.000 soldados de los cuales fallecieron unos 40.000, la mayoría debido a enfermedades como la fiebre amarilla (en general hubo más muertos por enfermedades y mala alimentación que en los propios combates)

    2-En la economía hay que resaltar el importante golpe que para el comercio peninsular supuso la independencia cubana. Los industriales textiles catalanes y los cerealistas castellanos se vieron privados de unos de sus principales mercados que tenían asegurados tanto por el dominio colonial como por una política proteccionista. Ambos grupos de productores tuvieron que buscar mercados alternativos en la Península. Por otro lado, se encarecieron productos que venían de Cuba (en especial el azúcar). Al mismo tiempo,