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Cultura popular El jazz, nacido entre las capas más humildes de la población afroamericana de los Estados Unidos, se ha integrado plenamente en la cultura musical contemporánea. El término cultura popularhace referencia al conjunto de patrones culturales y manifestaciones artísticas y literarias creadas o consumidas preferentemente por lasclases populares (clase baja o media sin instrucción académica, o en la antigüedad "la plebe") por contraposición con una cultura académica, alta u oficial centrada en medios de expresión tradicionalmente valorados como superiores y generalmente máselitista y excluyente. 1 Índice [ocultar ] 1 Historia 2 Análisis marxista 3 Manifestaciones de la cultura popular del siglo XX 4 Véase también 5 Referencias 6 Enlaces externos Historia[editar ]

Cultura Popular

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• 1 Historia• 2 Análisis marxista• 3 Manifestaciones de la cultura popular del siglo XX

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Cultura popular

El jazz, nacido entre las capas ms humildes de la poblacin afroamericana de los Estados Unidos, se ha integrado plenamente en la cultura musical contempornea.El trminocultura popularhace referencia al conjunto depatrones culturalesy manifestaciones artsticas y literarias creadas o consumidas preferentemente por lasclases populares(clase baja o media sin instruccin acadmica, o en la antigedad "la plebe") por contraposicin con una cultura acadmica,altau oficial centrada en medios de expresin tradicionalmente valorados como superiores y generalmente mselitistay excluyente.1ndice[ocultar] 1Historia 2Anlisis marxista 3Manifestaciones de la cultura popular del siglo XX 4Vase tambin 5Referencias 6Enlaces externosHistoria[editar]Dado que a lo largo de la historia, y por evidentes razones de supervivencia y medios disponibles, el avance y modificacin de laculturaha tenido su punta de lanza en las lites econmicas y acadmicas, la cultura popular ha sido un elemento comparativamente esttico. Esto ha propiciado, a partir delsiglo XIX, su uso como referencia deidentidadgrupal por parte del pensamientonacionalista, que ha basado en dichas seas culturales la idea de pertenencia a una nacin o territorio.A lo largo del siglo XX, no obstante, la extensin de la escolarizacin en buena parte del planeta unida a la emergencia de lacultura del ocioha hecho que la cultura popular abandone su carcter predominantemente esttico para convertirse en un elemento dinamizador que, en ocasiones, desborda la creatividad de las vanguardias acadmicas. As elcmic-a caballo entre pintura y literatura- o eljazzen el terreno musical han acabado desbordando su condicin marginal para instalarse como artes acadmicamente reconocidas.El retraso en la edad de incorporacin de los jvenes al mercado laboral ha facilitado su condicin de creadores y consumidores de productos culturales, llegando incluso a la creacin desubculturaspropias, o tribus urbanas, con preferencias artsticas y filosficas especficas y alejadas del "mainstream" o lnea de pensamiento mayoritaria.La explotacin comercial de los contenidos de la cultura popular es tambin, una vez expurgados sus elementos ms transgresores, un elemento importante en la formacin de lacultura de masasy un factor econmico de relevancia a travs de industrias como las de lamsica, el cmic o elvideojuego.

Anlisis marxista[editar]Para Grignon y Passeron, que retoman las ideas centrales deleconomicismomarxista, pero para criticar y rehacer su postura, la nocin de cultura popular puede ser explicada desde la relacin dominante-dominado: a la clase dominante le corresponde una ideologa dominante, mientras que a la clase dominada le corresponde una ideologa dominada; esto significa un proceso de correlacin entre el poder material dominante y el poder ideolgico dominante que, sin embargo, debe verse complejizado por la posibilidad de encontrar elementos propios inicialmente de una cultura dominada que forman parte del cmulo de creencias de una clase dominante y elementos que forman parte de una cultura dominante interiorizados y validados por una cultura dominada (Grignon y Passeron, 1989:22).Por otro lado, para ellos tambin es conveniente sealar que el sentido de las prcticas sociales se atribuye no slo a la condicin social de quienes la practican si no tambin a las funciones que las prcticas asumen en relacin a la dominacin social (Grignon y Passeron, 1989: 25), hecho que incluso profundiza el cuadro al considerar que tambin hay que tener presente la legitimidad de la dominacin y el olvido, incluso, de las relaciones de dominacin en la cultura popular. Recapitulando, podramos arribar a la siguiente conclusin: Existe, desde la nocin marxista, una cultura validada por el lugar dominante que ocupa dentro de las fuerzas produccin y una cultura no validada o dominada tambin denominada "popular" por ellos. Pero para estos crticos franceses, elementos de una y otra cultura no tienen una posicin estable dentro del cuadro marxista dominante-dominado sino que pueden ocupar, segn la variable histrica, diferentes lugares dentro del mismo esquema. Por eso, no hay tal cosa como una cultura dominada y una cultura dominante radicalmente opuestas, sino que elementos de uno y otro lado se interrelacionan.As, se puede encontrar elementos propios inicialmente de una cultura dominada que forman parte del cmulo de creencias de una clase dominante y elementos que forman partes de una cultura dominante interiorizados y validados por una cultura dominada.De hecho, el pensamiento de las clases dominadas que para distintos autores sera la caracterstica esencial de la cultura popular puede ocupar hasta un lugar hegemnico cuando el ethos nacional lo recupera en las distintas variantes de gobiernos populistas, tal como fue el caso del peronismo, por ejemplo (V. Canclini).Entonces, desde este paradigma retomado por Grignon y Passeron, slo se puede hablar de la pobreza de la cultura popular, si lo observamos desde un ngulo legitimista, lo que pone en discusin tambin la tensin existente entre alta y baja cultura que discrimina, en el interior de la sociedad, a aqullos que poseen los bienes culturales ms jerarquizados de quienes no pueden acceder a ellos, por motivos materiales o incluso cognitivos (V. Semn y Mguez, 2006).Indudablemente, la teora de campo de Bourdieu ha sido muy til para comprender la arenga por el acceso al poder en el plano cultural donde el acceso a ciertos bienes culturales avalados por la cultura oficial promovida por el Estado (materializados en ttulos por ejemplo) es problemtico para los sectores populares . Sin embargo, si seguimos la lnea de pensamiento legitimista de Bourdieu, llegamos a la conclusin de que la cultura popular est constituida slo por los modos en que las clases subordinadas internalizan su condicin de dominadas.Qu entendemos por legitimismo? Para Grignon y Passeron, una teora legitimista de la cultura no tiene nada que decir sobre cmo acta la cultura, al interior de las clases populares. Al medir con la misma vara los gustos, y por ende las elecciones simblicas, de la clase dominada desde las elecciones de la clase dominante, niega a las clases populares todo tipo de haberes que pudiera tener y toda su dimensin simblica propia.El riesgo de toda sociologa que estudie los aspectos simblicos de la clase dominada desde los de la clase dominante es, como afirman estos crticos, caer en el dominomorfismo: la descripcin del modo de vida y el ethos de las clases dominadas que permite la transposicin de esquemas y conceptos elaborados para la clase dominante hacia la clase dominada.Cuando esto ocurre, dicen los autores, se corre el riesgo de poner el acento en los parecidos, no divisar aquello en lo que los dominados difieren de los dominantes o, lo que es ms grave, encontrar en el dominado slo un espejo del dominante. Esta postura miserabilista corresponde a un estado del pensamiento sociolgico que niega todo tipo de libertad en la necesidad.Para Garca Canclini, el riesgo es caer en el simple inductivismo o deductivismo al analizar la cultura popular, de un lado juzgarla slo desde la ptica manipuladora de la clase dominante hacia ella y, del otro, slo siguiendo el relato de los actores, olvidando los efectos de la dominacin al interior de ella:Llamamos deductivistas a quienes definen las culturas populares desde lo general a lo particular, segn los rasgos que le habran sido impuestos: por el modo de produccin, el imperialismo, la clase dominante, los aparatos ideolgicos o las industrias culturales. Los deductivistas, como an ocurre en ciertos estudios comunicacionales, creen legtimo inferir del pretendido poder manipulador del estado o los medios lo que sucede en la recepcin popular. El inductivismo, a la inversa, encara el estudio de lo popular a partir de propiedades que supone intrnsecas a las clases subalternas, o de una creatividad que los otros sectores habran perdido, o un poder de impugnacin que sera la base de su resistencia. Segn esta corriente, no sabemos de las culturas populares ms que lo que las clases populares hacen y dicen. Su concepcin inmanentista de lo popular lleva a analizarlo siguiendo solo el relato de los actores (Garca Canclini, 2010: 253).Para Canclini, lo popular es en esta historia lo excluido: los que no tienen patrimonio o no logran ser reconocido y conservado; los artesanos que no llegan a ser artistas, a individualizarse, ni participar en el mercado de bienes simblicos legtimos; los espectadores de los medios masivos que quedan fuera de las universidades y los museos incapaces de leer y mirar la alta cultura porque desconocen la historia de los saberes y los estilos. Para Canclini, el pueblo comienza a existir como referente del debate moderno a fines del siglo XVIII y principios del XIX por la formacin en Europa de estados nacionales que trataron de abarcar a todos los niveles de la poblacin. No obstante, la ilustracin piensa que este pueblo al que hay que recurrir para legitimar un gobierno secular y democrtico es tambin el portador de lo que la razn quiere abolir: la supersticin, la ignorancia y la turbulencia. Por eso se desarrolla un dispositivo complejo, en palabras de Martn Barbero, de inclusin abstracta y exclusin concreta. El pueblo interesa como legitimador de la hegemona burguesa, pero molesta como lugar de lo in-culto por todo lo que le falta.El trmino "cultura de masas" fue originariamente negativo. Los filsofos marxistas y judos que elaboraron el trmino en torno a los fascismos europeos, pensaban que servira como herramienta para validar la explotacin de los grupos dominantes y para alienar al pblico receptor. El concepto de industria cultural nace en un texto de Horkheimer y Adorno publicado en 1947, y lo que contextualiz la escritura de ese texto es tanto la Norteamrica de la democracia de masas como la Alemania nazi.Nuevos estudios, ahora, se centran en la cultura de masas como trmino que permite a los grupos dominados expresarse a travs de sus conductas ante el consumo. Se pone el nfasis en la recepcin de stos. La "cultura de masas" es un espacio para descifrar la cultura popular. Para ampliar este aspecto, vanse los estudios de De Certeau, Semn y Mguez, Abu Lughod, Barbero y otros citados al final.Manifestaciones de la cultura popular del siglo XX[editar]Sin nimo completista y a modo de mero ejemplo, algunas de las ms destacadas son: En la msica: eltango, eljazz, elreggae, elrap, elheavy metaly elrock En las artes plsticas: elgrafiti En la literatura: las llamadasliteraturas de gnero:fantstico,novela negra,ciencia ficcin En nuevos medios de expresin: elcmic/manga, losvideojuegos, elanime, losjuegos de rol