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Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

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Ajedrez

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Defensa escandinava.

Defensa Alekhine.

Defensa Nimzovich.

Defensa Ufimtsev o Defensa Pire.

Defensa Caro-Khan.

Defensa francesa.

Defensa siciliana.

Este CURSO DE APERTURAS es una de las principales obras teóri­cas de la escuela soviética. Desde su primera edición en lengua rusa el año 1973, nada menos que cinco ediciones han visto la luz en su país de origen, cada una de ellas debidamente corregida y puesta al día. Uno de sus autores, Vasili Pa­nov, ya no vive. pero el otro, el des­tacado teórico y campeón mundial de ajedrez por correspondencia Ya­kov Estrin, se impuso la tarea de ir actualizando el texto. contribuyen­do con sus valiosos conocimientos al desarrollo de las nuevas promo­ciones de jugadores en la Unión So­viética. La edición que ahora presentamos al público de habla castellana ha sido fielmente traducida de la últi­ma edición rusa y posteriormente revisada por el propio Yakov Estrin, quien aportó rectificaciones y nue­vos datos complementarios que ha­cen de este tratado el más moder­no que en la actualidad existe so­bre teoría ajedrecística.

Cubierta: Geest/Hoverstad

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CURSO DE APERTURAS

SEMI ABIERTAS

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V. N. PANOV 1 Y. B. ESTRIN

CURSO DE APERTURAS

SEMIABIERT AS

COLECCION

EDICIONES MARTINEZ ROCA, S. A. BARCELONA

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Título original: Kurs Debiutov

Traducción de Agustín Puig

Revisión técnica de José Luis Brasero

© 1980, VAAP, Moscú © 1980, Ediciones Martínez Roca, S. A. Gran Vía, 774, 7.•, Barcelona- 13 ISBN 84 • 270- 0602 -O Depósito Legal: B. 29618- 1980 Impreso por Gráficas Diamante, Zamora, 83, Barcelona- 18

Impreso en España - Printed in Spain

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Las aperturas semiabiertas Defensa escandinava . Defensa Alekhine Defensa Nimzovich

íNDICE

Defensa Ufimtsev o defensa Pire Defensa Caro-Kann Defensa francesa Defensa siciliana . Índice general

7

9 13 3 1

33 45 73

111 171

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LAS APERTURAS SEMIABIERTAS l. P4R sin la respuesta l. ... , P4R

Estas aperturas, que en el pasado no gozaron de gran populari­dad, actualmente han evolucionado de forma considerable, y en es­pecial debido a estas tres circunstancias:

Primera: el interesante principio fundamental de que el juego discurre según el criterio de las negras y no de las blancas. Por ejemplo, en las aperturas abiertas las negras se limitan por lo ge­neral a elegir el mejor sistema defensivo según condiciones estra­tégicas dictadas por las blancas; en cambio, en las aperturas semi­abiertas tienen muchas más posibilidades de hacer contrajuego.

Segunda: en la primera fase de la partida suele producirse un juego posicional, en el que se dejan para más adelante los golpes combinatorios e incisivos.

Tercera: la considerable variedad de sus sistemas defensivos es superior a la de las aperturas abiertas, que a menudo pasan de una a otra a partir de los primeros movimientos -de la apertura rusa se pasa a la de los cuatro caballos, de la vienesa a la italiana, y así sucesivamente--. En cambio, entre los sistemas defensivos escan­dinavo, Alekhine y Caro-Kann no hay ninguna similitud estratégica.

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DEFENSA ESCANDINAVA l. P4R, P4D

Esta apertura, que tiene por objeto sacar pronto la dama y hacer contrajuego en el centro, es la más antigua de las semiabier­tas. Sin embargo, la pérdida de tiempo que supone la prematura salida de la dama y la falta de puntos de apoyo centrales ofre­cen a las blancas ocasión de to­mar la iniciativa, mantenerla pro­longadamente y mejorar su po­sición. Por eso esta defensa se practica muy poco.

2. P x P D x P

Clásica continuación que defi­ne esta apertura.

Si 2. . . . , C3AR, será oportuno continuar 3. P4D, C x P; 4. P4AD, por cuanto activa la posición de las blancas. Por ejemplo: 4. . .. .­

C3AR; 5. C3AR, A5C; 6. A2R (es igualmente proseguible 6. D3C) , P3R; 7. A3R, A2R; 8. C3A, o 4. . . . , C5C; 5. P3TD, C5C3A; 6. P5D!, C4R; 7. C3AR, CxC+; 8. DxC o 4 . . . . , C3C; 5. C3AR, A5C; 6. P5A!, A x C ( tras 6 . . . . , C4D ; 7 . D3C, A X C; 8. D X PC!, las blan­cas sacan ventaja material, y a 6 . . . . , C3C2D; 7. D3C, C3AD res­ponden con 8. P5D! ) ; 7. D x A, C4D; 8. D3CD, P3CD; 9. A5CR, D2D; 1 0. C3A, P3R; 11. C x C,

D x C; 12. D x D, P x D; 13. P6A ! lSuetin-Schamkovich, 1965) .

La siguiente variante ofrece in­terés por semejarse a la defensa Grünfeld:

2. . . .. C3AR; 3. P4D, C X P; 4. P4AD. C3C y el subsiguiente movimiento P3C. Por ejemplo: 5. C3AR, P3C; 6. A3R, A2C; 7. C3A. 0-0; 8. D2D, C3A; 9. P3TR, T1R; 1 0. 0-0-0, P4R; 11. PSD, C4T; 12. P3CD, PSR; 13. C1R produce una posición complicada en sumo grado (Lutikov-Jodos. 1959 ) . En caso que suceda 4 . . . . . C3AR, las blancas aumentarán sus posibilidades después de 5. C3AR, P3CR; 6. C3A, A2C; 7. P3TR, 0-0; 8. A3R, CIC2D; 9. D2D. Y a 4. . . . , C X P también se puede responder con 4. C3AR y, si 4 . . . . , ASC, 5. P4A. En la partida Tahl-Korchnoi ( 1962) a 4 . . . . , A4A sucedió 5. A3D, A x A; 6. D x A, C3AD; 7. P4D, C4DSC; 8. D3C, P4R; 9. 0-0!, C x P; 10. C X C, D X C; 11. C3A. D3C; 12. P5A!. y las blancas llevaron ven­taja.

Después de 2. . . .. C3AR, las blancas pueden continuar man­teniendo la ventaj a del peón; véase: 3. A5C+, A2D; 4. A4A, A5C (a 4 . . . . , P4CD; 5. A3C, A5C sigue 6. C3AR. C x P; 7. C3A.

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C X C ; 8. C5R!, D5D; 9. D X A. D X C + ; 10 . R 1 A, D7R + ; l l . D x D, C x D ; 12. R X C , y el ban­do blanco lleva ventaja; también la llevará si prosigue 5. A2R, C x P ; 6. P4D, P3R; 7. C3AR. P4AD; 8. 0-0, D3D ; 9. P4A. PC x P ; 1 0. A x P, como en la par­tida Voronkov-Mikenas, 1971 ) ; 5. P3AR, A4A; 6. e3A (o 6. P4CR, AlA; 7. C3A , C 1 C2D; 8. P5C, C3C ; 9. ASC+, C3A2D; 1 0. P4A con ventaja para las blancas, lo cual aconteció en la partida Fis­cher-Bergrasser, 1966), e1e2D; 7. D2R, e3e; 8. A3e, D2D; 9. P6D!, D X P; 10. ese, D2D; 11. DSR. 0-0-0; 12. e x P + , Rle; 13. ese (Shagalovich - Reusmann. 1 96 1 ) o 9 . . . . , PA x P; 10. P4TD, P4TD; 11. P3D, P4D; 12. ese. En los dos casos aventajan a las ne­gras. No les conviene proseguir 3. P4AD, P3A; 4. P x P (después de 4. P4D, el juego pasará al ata­que Panov en la defensa Caro­Kann), C x P ; S. P3D, P4R; 6. A2R, A4AD; 7. e3AR, eseR; 8. 0-0, D3e; 9. DlR, ese, pues las negras tienen un contrajuego ex­celente a cambio de un peón !Bajchevanski-Gik. 1962) .

3. e3AD D4TD

Después de 3. . .. , D1D; 4. P4D, el bando negro hace con frecuen­cia 4. . .. , P3eR. En tal caso, lo mejor para el blanco es proseguir S. A4AD, A2e; 6. e3A y, si 6. . .. , e3TR, 7. A X e, A x A; 8. P4TR! y 9. PST.

4. P4D e3AR

La arriesgada continuación 4. .. . , P4R ofrece a las blancas un final óptimo. Veámoslo: 5. e3A!

10

(5 . P x P, A5CD; 6 . C3A, C3AD ; 7. A2D, A5C ; 8. P3TD, C5D!; 9. A2R, A X C3AR; 10. PC x A, 0-0-0; 1 1 . 0-0, A x C ; 12. P X A, C3R! es peor, pues origina complicaciones incisivas para los dos bandos), ASeD; 6. A2D, ASe; 7. A2R, P x P; 8. C x P, D4R; 9. C3ASe!. A x A2R; 1 0. D x A, A x A+ ; 11. R x A, D x D + ; 12. RXD, e�TD; 13. TR1R.

5. e3A ASC

A 5 . . . . . A4A sigue 6. C5R! ( se amenaza C4A ) . P3A; 7. P4eR!, y a S. C3A procede 6. ASCD!

6. P3TR A4T

La continuación 6 . . . . , A x e; 7. D x A, P3A; 8. A2D, Cle2D; 9. 0-0-0 favorece a las blancas.

7. P4CR A3e 8. e5R P3A 9. P4TR!

Diagrama núm. 1

La superioridad de las blancas no ofrecerá duda, después de 9.

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. .. , e1e2D; 10. e4A, D2A; 11. PST, ASR; 12. ex A, e X e; 13. D3A y de 9 . . . . . esR; 10. A2D.

Partida núm. 1

Bronstein Lutikov Leningrado, 1960

l. P4R 2. P x P 3. A5e+ 4. A2R

P4D e3AR A2D

Aquí, la continuación clásica es 4. A4A, pero Bronsteín ensa­ya un nuevo procedimiento.

4. S. P4D 6. P4AD 7. e3AD 8. P5A

e x P P3eR e3e A2e

Como el alfil de la dama no está en la casilla lA, donde sue­le estar, sino en la 2D, hay que retirar ese caballo al punto lA.

8. 9. P5D

1 0. D3e 11. A3A

e1A P3AD P3e 0-0

No se podía jugar 11. . .. , PC X P, por cuanto las blancas hubiesen proseguido ventajosa­mente 12. D'le, e3e; 13. P X P. A1AD; 14. P7A!.

12. A3R 13. A x P 14. TlD 1 5. ese 16. em 17. C3A

PA x P e3A D2A D2e T2e P4R

Las negras no pueden sostener la presión ejercida por el adver­sario, y así, intentan librar a todo trance su caballo de la <<clava­da». Era mejor 17 . . . .• P3R, aun­que ello también les dificultase la posición.

Diagrama núm. 2

18. A x P + !

De este golpe combinatorio inesperado sacan las blancas una ventaja concluyente.

18. 19. e x e

T x A A x e

La continuación 19 . .. . , D x e; 20. ese, A1R; 21. T8D, AlA; 22. e X T, A X e; 23. A6T! tampoco hubiese salvado a las negras.

20. T8D+ AlA 21. C x P P x P

El bando negro ya no pue­de defenderse satisfactoriamente. Pues a 21. ... , R2e procedía 22. e x T, D x e; 23. AGT+.

ll

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22. A6T P5A 27. T X A+ T x T 23. D x D Tx D 28. A x T R. x A 24. C x T T x C 29. T5C 25. TXC AXP 26. TIC A2CD Y las negras abandonaron

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DEFENSA ALEKHINE l. P4R, C3AR

Esta apertura, que Alekhine ensayó por primera vez en el año 192 1 . es una de las más recien­tes. y la originalidad de su prin­cipio estratégico causó sensación en el terreno teórico.

Contra las aparentemente in­mutables l eyes del desarrollo. las negras aceptan de buen grado la pérdida de dos o tres tiempos al comienzo de la partida, con obje­to de menoscabar la estructura de los peones contrarios.

Con el paso del tiempo se ha comprobado que las blancas me­joran su posición en la mayor parte de las variantes, y la esta­dística ha demostrado que las ne­gras ganan en contadas ocasio­nes. No obstante. el sistema de­fensivo alekhiniano está conside­rado como una apertura correc­ta, que aún se practica en las competiciones, y de la cual se efectuó un análisis detallado en la monografía «Defensa Alekhi­ne», de V. Bagirov. publicada en 197 1 .

2. P5R

Si 2. C3AD. las negras podrán hacer 2. . . . • P4R y pasar a la apertura vienesa. o prosegui r 2. . . . . P4D; 3. P5R ( en caso de 3.

P x P. C x P; 4. A4A, C3C; 5. A3C, P4AD; 6. D5T, P3R; 7. P3D, C3A; 8. CI C2R. las negras igualarán el juego ) . C3A2D !3 . . . . . C5R es peor. debido a 4. C3A2R!, pero es aceptable la habitual maniobra simplificadora 3 . . . . . P5D y, si 4. P x C . 4 . . . . . P X C; 5. P x PC, P x PD + . y a 4. C3A2R se puede responder con 4 . . . . . C I C ) . Des­pués de 3 . . . . . C3A2D. las blan­cas pueden simplificar el juego prosiguiendo 4. CxP. CxP; 5. C3R.. P4AD; 6. C3A, CxC +; 7. D x C. C3A; 8. A5C, A2D, o en­tregar un peón y producir com­plicaciones incisivas para los dos bandos continuando 4. P6R!?. P x P; 5. P4D. P4AD (es peor 5. . . . . P4R; 6. P X P! . P3R; 7. A3D! ) ; 6. C3A, C3AD; 7. PxP, P30R ( a 7 . . . . . C x P sucede 8 . A5CD. A2D: 9. A3R. y las blancas llevan ven­taja) ; 8. P4TR. C3A; 9. A5CD. A2D; 10. A3R (en caso de 10. P5T. no se deberá continuar 10 . . . . . C x P?; 1 1 . TxC!. P x T ; 12. A X C, A x A: 1 3. C5R. sino 10. P X P) . A2C. lo cual iguala las posibilidades.

2. cm

A partir de aquí las blancas tienen a su disposición una serie

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de continuaciones. Procedamos a su análisis.

1

3. P4AD

El movimiento 3. C3AD no en­traña peligro para las negras, para las cuales lo más sencillo es continuar 3 . . . . , C x C; 4. PD x C, P3D ( también es proseguible 4. . . . , P4D; 5. P4AD, P5D) ; 5. C3A, C3A; 6. A5CD, A2D; 7. D2R, C x P; 8. C x C, P x C; 9. D x C, P3AR!; 10. D2R, P4R; 11. A3R, A3D; 12. 0-0-0, 0-0 e igualar de ese modo las posibilidades (Ku­preichik-Bagírov, 1965 ) .

Pueden igualmente continuar 3 •

. . . , P3R.

3. C3C

Diagrama núm. 3

4. P4D

La continuación 4. P5A, C4D no ofrece ninguna ventaja a las blancas. Véase: 5. C3AD, P3A!;

14

6. C x C (a 6. P4D sucede 6 . . . . , P3D! ) , P x C; 7. P4D, P3D; 8. PA x P, P x P; 9. C3A, C3A; 10. A2R, P x P; 11. P x P, ASC+; 12. A2D, A4T, o 5. A4A, P3R; 6. C3AD, P3D! ( respecto al moví­miento 6 . . . . , e X e, consúltese la partida número 3 ) ; 7. C XC, P x C; 8. A x P, P3AD! (y no 8. . . . , P X PR, a causa de 9. D3A ) , tras l o cual e s dudoso que les convenga entregar ese alfil, pues a 9. A x P +, R x A; 10. PAXP si­gue 10. . .. , D1R! y se amenaza con D X P y A x P. En la partida Vasiukov-Spassky ( 1 959) se pro­siguió 11. D3A+, R1C; 12. D3R, A3R; 13. C2R, C2D; 14. 0-0, C x P!; 15. D x C, ASA; 16. D x D, T x D; 17. P3D! y pronto se hizo tablas.

4. P3D

Los movimientos tercero y cuarto se pueden hacer en orden inverso. Aquí son factibles las si­guientes variantes.

1

5. P4A

Es la denominada variante de los cuatro peones, que Alekhine consideró como la más adecuada, y peligrosa para las negras. St­gún él, 5. C3AR no es mejor, por sucederle 5. . . . , A5C!; 6. A2R. P x P; 7. P5A! (no es oportuno el sacrificio de un peón a través de 7. e x P, A x A ; 8. D X A, D X P; 9. 0-0, e1 e2D ; 10. e x e, D x e!), P5R!; 8. P x C (8. e5e trae con­secuencias de difícil apreciación) , P x C; 9. A x P, A x A; 10. DXA; aquí las negras pueden jugar tanto 10 . .. .. C3A; 11. 0-0, P3R;

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12. C3A, PT X P; 13. PSD, P X P; 14. C x P, T4T; 15. T1R+, C2A! (y no 15. . . . , A2R; 1 6. e x A, ex e; 17. A5e ! ! , Tx A; 18. TlTID. D l A ; 19. D3R) como 10. !"T x P; 11. D X PC, C2D; 12. A4A, P4R!; 13. AxP, CxA; 14. PxC, ASC+; 15. C3A, AxC+. pues ambos casos igualan las posibi­lidades.

5. PxP

La continuación 5. . ... A4A es también buena, y suele reducirse a una transposición de jugadas, si bien contiene a veces la idea estratég ica de no mover el ca­ballo de dama mientras no se haya desarrollado totalmente el flanco de rey, con objeto de ha­cer el movimiento P4AD en con­diciones óptimas; a saber: des­pués de 6. C3AD, PxP; 7. PAxP, P3R; 8. C3A, ASCD ( véase l a partida número 6 ) . También se ha practicado la variante 6. A3R, P3R; 7. C3AR, C3T; 8. C3A, P4A; 9. A2R, A2R; 10. 0-0, 0-0, que produce una pos1c1on inc1s1va para ambos bandos. Lo menos complicado para las blancas es replicar a 7 .... , C3T con 8. P X P, con lo cual fuerzan l a respuesta 8. .. . , P X P, tras lo cual los ca­ballos negros carecerán de pers­pectivas.

En la partida Tringov-Plannitz ( 1 970) se produjo el curioso ata­que de «gambito» 5 .... , P4C!?, a lo que sucedió 6. PxPD, P X PA; 7. PxPA, DxPA; 8. C3AD! (y l a amenaza de ese o P5A), P4R; 9. PxP, C3A; 10. AxP, A3R; 11. C4R, A5C+; 12. R2A, CxPA; 13. A X C, A X A; 14. C3AR, TlD; 15. D1AD, D3C+; 16. A3R, y el blan­co aumentó sus posibilidades.

Es poco probable que la origi­nal «novedad» 5. . . .. P4C tenga un futuro prometedor.

6. PAxP C3A

Al negro no le conviene la im­petuosa continuación de Argunov 6 • . . .. P4AD; 7. P5D, P3R; 8. C3AD. PxP; 9. PxP, DST+; 10. P3CR, DSD, pues, según Rad­chenko, el ataque del blanco se­ria irrechazable después de 11.

ASC+!. A2D; 12. D2R, CxP; 13. P6R! Véase: 13 . ... , PxP; 14. DxP+, C2R; 15. C3A. D3A; 16. D2R. AxA; 17. C X A, C3T; 18. ASC. D3CR; 19. 0-0-0 ( Balashov­Grigorian, 1964) o 13 . ... , A X A; 14. CxA, DSC+; 15. A2D, DxP; 16. PxP+, R X P; 17. DST+. R3R; 18. C3A!, D x T +; 19. R2A!, y se gana pronto.

Mikenas recomienda 9. . .. , PSA en vez de 9 . ... , DST+. Pero las blancas responden con 10. P3TR!, impidiendo el movimiento 10 . . .. , ASC y defendiendo sólidamente su punto SD; también pueden responder con 10. P6D.

7. A3R

La continuación 7. C3AR, ASC; 8. P6R!?, P X P; 9. PSA, de Soro­kin, redunda en beneficio de las negras, pues ganan, después de 9 . ... , C4D!; 10. A5CD, D2D; 11. C1C2D, P3CR; 12. D4T, A2C; 13. CSR, A x C; 14. P x A, C6R!; 15.

.D4R. 0-0!; 16. DxC, C5C!

7. A4A 8. C3AD

Es error grave 8. A3D? por 8. .... AxA; 9. DxA, CxPR.

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8. P3R 9. C3A

Diagrama mím. 4

9. A2R

Es la mejor continuación, pues sería prematuro el contraataque 9. . . . , CSC; 10. TlA, P4A; 11. A2R (la entrega de un peón pro­puesta por Mikenas, 11. P5D, PXP; 12. PXP, C5CXPD; 13. A5CR, A2R; 14. A5C+, R1A!, iguala el j uego. A 11. A5C sigue 11. . . . , P3A; 12. PRXP, PCXP; 13. A4T. A2R!, y a 11. P3TD pro­cede 11. . . . , PXP; 12. A5C, P x C!; 13. AXD, TXA; 14. D3C, PXP; 15. DXP, C5T!; las negras lle­van ventaja en ambos casos) , A2R ( es peor continuar 11 . ... , P x P ; 12. CXP, C3A; 13. CXA, DXD+; 14. TXD, PXC; 15. 0-0! o 12 . ... , A3C; 13. P3TD, C3A; 14 . C x C, P x C; 15. DXD+, pues las blancas tienen ventaja con la activa pareja de sus alfiles y la superioridad numérica de peones en el flanco de dama) , ya que mejoraría la posición del blanco después de 12. P3TD, P x P; 13.

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C x P, C3A; 14. C x A, P x C; 15. 0-0 y el subsiguiente movimien­to C5D, o de 12. 0-0, P X P; 13. C x P, A3C; 14. C4D5C.

La continuación 9. .. . , D2D; 10. A2R, 0-0-0; 11. 0-0 favorece a las blancas, pues las negras no logran aumentar la presión ejer­cida en el peón blanco 4D, y las negras preparan un ataque con­tra la posición del rey enemigo: 11 . . . . , P3A ( a 1 1. . . . , A5CR su­cede 12. P5A!, C4D; 13. C x C, D x C; 14. C5C!, y a 11. . . . , A2R sigue 12. P5D, P X P; 13. A XC, PT x A; 14. P x P, C5C; 15. C4D, P3C; 16. C x A, P x C; 17. TXP!, A4A+; 18. R1T, C x PD; 19. P6R!, PXP; 20. TXC!; si 15 . . . . , A4A, entonces 16. T x A); 12. PSD! 1 movimiento que se debe a Ar­gunov ) , C x PR; 13. C x C, P x C; 14. TIA, o 14. P4TD con amena­zas muy serias.

9. . . . , ASCR no es peligrosa para las blancas, ya que la pue­den eludir prosiguiendo 9. A2R y 10. C3A. Tras 10. D2D, C4T; 11. P3CD, ASC; 12. A2R y 13. 0-0, puede verse que la posición de los caballos negros es desacer­tada, y que el caballo blanco in­movilizado en la diagonal 1R-5TD no entraña peligro efectivo. Si a 10. D2D sucede 10 . . . . , A2R, las blancas proseguirán 11. 0-0-0, 0-0; 12. P3TR! y mejorarán sus posi­bilidades.

10. A2R

El movimiento 10. PSD, apli­cado por primera vez en la par­tida Kopilov-Tolush ( 1 948) , pro­mueve una lucha contundente que, a la postre, redunda en be­neficio de las blancas.

En tal caso, las negras deben

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continuar 10 . ...• ese (y no 10. ... , PXP?; 11. PXP, ese, a cau­sa de 12. e4D, A3e; 13. ASe+. R1A; 14. 0-0); 11. C4D, A3C; 12. P3TD, P.4AD; 13. CXP! (13. Pxe, Pxe; 14. DXP, AxP; 15. PxP mejora la posición de las negras). PxC; 14. PX C, PxPC. Aquí, se­gún análisis de Bagirov, se ha de proseguir 15. C4T!, O-O; 16. e X e, PxC; 17. TxT, DxT; 18. P6D. A1D; 19. A2R, ASR; 20. TIA. AxPC; 21. TxT, RxT; 22. R2A. y las blancas están mejor. a pe­sar de la ventaja material de las negras. Están mejor igualmen­te si 15 . ... , C2D; 16. D4D! ( Ku­preichik-Gipslis, 1972).

La brillante partida Kokkoris­Marovic ( 1970) revela el peligro que corren las blancas si, en la variante precedente, optan por la tentadora continuación 15. ese. 0-0; 16. P6D, pues hubieron de rendirse después de 16. . . . . A4C; 17. A4D, A6R!!; 18. AxA ( a 18. P3CR sigue 18 . .. . , A5R), D5T+; 19. R2D, TXA!; 20. TxT, CXP+; 21. R2R. A4T+; 22. T3A, AxT+; 23. RXA, TlAR+; 24. R2R. D5C+; 25. R1R, DxP.

Después de 10. P5D, C5C, las blancas también pueden atacar prosiguiendo 11. TIA. jugada pro­puesta por Zaitsev, y cuya fina­lidad es replicar a cualquier res­puesta de las negras con 12. P3TD, a fin de que el caballo retroceda a la casilla 3TD y que­de excluido del juego. Lo mejor es continuar 11 ..... 0-0; 12. P3TD. C3T; 13. A3D, AxA; 14. DXA, C4A; si no. el intento de agudi­zar la lucha por medio de 11 ..... P3AR les traerá consecuencias ca­tastróficas luego de 12. P3TD. C3T; 13. P4CR! Por ejemplo: 13. . . .• AXPC (la retirada de ese al-

fil acarrea la pérdida del peón 3R sin ninguna compensación); 14. TlCR, P4AR; 1S. P3T, AxC; 16. DxA, 0-0; 17. T2A, D2D; 18. T2D. TlTlR; 19. P6D, con ven­taja decisiva para las blancas (Velimirovic-Gipslis, 1971), o 15. ... , AST+; 16. R2D, A4T; 17. TXP, PxP; 18. PXP, CxP?; 19. D4T+� ;:¡ éstas ganaron en la partida Tringov-Rodríguez (1971).

10. 0-0 11. 0-0

Es arriesgado para las blancas proseguir 11. D2D, P3A; 12. PxP. AxP; 13. P3TR, A3C; 14. 0-0-0, por cuanto su ataque de peones en el flanco de rey va re­trasado respecto del contraataque de las negras en el de dama: 14. . ... D2R; 15. P4CR. DSC; 16. P3C. P4R!, o 16. C5CD, DxD+; 17. TXD, T1TIA; 18. P3C, P3TD; 19. C3A, P4R!, y las negras lle­van ventaja (Kamishov-Ragozin. 1944 ).

11. P3A

Esta habitual idea de prose­guir P3AR para romper el cen­tro de las blancas se realizó de un modo muy curioso en la par­tida Geller-Korchnoi (1960), don­de las negras hicieron 6 .... , A4A en vez de 6. .. ., C3A sin decidir de antemano el desarrollo de ese caballo. Tras 7. C3AD, P3R; 8. C3A. A2R; 9. A2R, 0-0; 10. 0-0, P3AR se produjo una posición semejante a la que estamos ana­lizando. pero con la diferencia de que en ella las negras pueden situar el caballo IC en la casi­lla 2D. En hl partida Shianovsky­Smyslov/1961) se siguió 11. A3R.

17

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PxP; 12. CxP, C1C2D; 13. C3A. P3A; 14. 020, DIR; 15. TITIR. TID; 16. OlA. C3A con igualdad de oportunidades.

12 PxP

Por lo que respecta a la con­tinuación 12. C4TR!. consúltese la partida número 4.

12. AxP 13. D2D

Diagrama núm. 5

Posición crítica, donde las po­sibilidades del blanco son prefe­ribles en todas las variantes. Por ejemplo: 13 . .... D2R; 14. TlTlD, T1T1D; 15. DlA. R1T (en una partida !rente a Gipslis, celebra­da en 1970. Mikenas ensayó el movimiento 15 . . . . . P4R, pero no se efectuó el cambio de peones en el escaque 4R de las negras -lo cual hubiese simplificado pron­to el juego--. sino que se prosi­guió 16. P50, C50; 17. C x C, P x C; 18. A x P, A4C; 19. DIT): 16. R1T. T2D; 17. P5D! (17. T2D. T1A1D: 18. TIAID. A5C promue-

18

ve una lucha de maniobras e iguala más o menos las posibi­lidades). C4R (o 17 . . . . . C5C; 18. P3TD. C3T; 19. P4CD con ven­taja para las blancas; pero no se puede hacer 17 . ... . PXP; 18. C x P. C x C; 19. P x C y 20. ASA); 18. C x C. A x C; 19. P4CR!, A3C; 20. TxT+. DxT; 21. PxP, y las blancas han obtenido ventaja de un peón e Estrin-Sil berberg, par­tida por correspondencia. 1970-1971).

13 . .... DIR; 14. A5C, TID; 15. AxA, TxA; 16. T1T1D. A5C; 17. C4R. T4A; 18. D3R. y el jue­go de las blancas es mejor.

Y 13. . ... T2A. movimiento de Mikenas que tiene por objeto do­blar las piezas mayores en la lí­nea O; aun así. las negras no logran igualar el juego, pues las blancas también llevarán ventaja después de 14. T1T1D. T2D; 15. P5A!, C4D; 16. CxC. PxC; 17. C5R!. AxC; 18. TxA. A3A; 19. A4C (Lutikov-Bagirov. 1960).

2

5. PxP

Este cambio conduce a un jue­go tranquilo y con cierta ven­taja posicional de las blancas.

5. PRXP

Después de 5 . .. . , PAXP¡ 6. A3R, P3C; 7. C3AD, A2C; 8. C3A. A5C; 9. A2R. C3A; 10. P3CD, 0-0; 11. 0-0. P4R (a 11. .. . , P4D sigue 12. P5A, ClA; 13. P4CD!. P3TD: 14. T l C); 12. P5D, C2R (a 12. P5R procede 13. C x P. AXT; 14. P x C!); 13. TIA. la posición de las blancas es mejor.

6. A3R

Page 22: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Las continuaciones 6. A3D o 6. C3AD conducen a lo mismo, pero con transposición de movimientos.

A 6. A2R es mejor proseguir 6. . .. , C3A; 7. C3AR, A4A o 7. ... , ASC.

Y a 6. C3AD se proseguirá, caso de que suceda 6 . . . . , P3C, 7. C3A, A2C; 8. ASC!, P3AR; 9. A3R, P3A; 10. P4TD, con lo que las blancas llevarán ventaja.

6. . .. P3C

Con ese movimiento se da prin­cipio al sistema Mikenas, que tiene por objeto preparar el avan­ce P4D, haciendo previamente C3A, A2C, 0-0 y T1R, para ata­car contra el peón blanco 4D así que las blancas hayan hecho P5AD. También se puede hacer 6. . .. , A2R con la misma finali­dad (a ese respecto, véase la par­tida número 2).

7. C3AR

Se puede trazar otro plan de desarrollo que impida la salida del alfil negro a la casilla 4AR: 7. A3D, A2C; 8. C3AD, 0-0; 9. Cl C2R, C3A; 1 O. 0-0.

7. A2C 8. C1C2D

Aunque lógica, la continuación 8. C3A facilita a las negras la realización de su plan estratégi­co: 8. . .. , C3A; 9. A2R, ASC; 10. P3CD, P4D! (a 10 . . . . , 0-0 suce­de 11. P3TR!); 11. PSA, ClA (pero no 1 1 . . . . , C2D; 1 2. C X P, C x PA?; 13. P X C, A X T; 14. D X A, y a 12. . .. , 0-0 procede 13. T1AD); 12. 0-0, 0-0; 13. P3TR,

A3R seguido C1A-2R-4A.

de la maniobra

8. 9. A2R

10. 0-0

C3A 0-0

En la partida Tolush-Mikenas ( 1944), las blancas prosiguieron 10. D3C, TlR; 11. 0-0, P4TD! (con riesgo para las negras si prosiguen 11. C X PD; 12. C X C, A X C; 13. AxA, T X A para ganar un peón); 12. TlAlR, PST; 13. D3T, P4D; 14. PSA, C2D, y las negras se hicieron con la ini­ciativa.

10. ASC

11. TIA

Diagrama núm. 6

La posición de las blancas es preferible: amenazan con prose­guir P3TR, para que el alfil de casillas blancas adversario retro­ceda, y luego P5D y A4D, a fin de promover el cambio de los al­files de escaques negros, tras lo cual se manifestarán los defectos del movimiento P3C de las ne-

19

Page 23: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

gras. Pero éstas pueden oponerse a este plan prosiguiendo 11 • . . . , C2R; 12. P3TR, A2D y forzando a las blancas a responder con 13. C3C, C4A; 15. A4A. También es factible la continuación 11. . .. , P4D; 12. PSA, C1A, por cuanto iguala las oportunidades.

II

3. P4D

Este sistema está considerado como el mejor para las blancas. No se precipitan en hacer P4AD, sino que primero terminan su desarrollo del flanco de rey, lo cual les ofrece la iniciativa du­rante largo tiempo.

3. P3D 4. C3AR

También se practica con fre­cuencia la continuación 4. P4AD, C3C; 5. A3C. A 5 . . . . , P x P su­cede 6. D3A, a 5. . . .• C3A sigue 6. P6R!, y a 5. . .. , P4D proce­de 6. D3A, con lo que se pone obstáculo a la evolución del al­fil de casillas blancas adversario.

4. A5C

A 4. . . . , C3AD sucede S. P4A, C3C; 6. P6R!, P x P; 7. ese o 7.

A3D, y las blancas atacan. A 4 . ... , P3eR, las blancas pro­

siguen 5. ese (amenazando con 6. D3A), P x P; 6. P x P, e3AD; 7. A4AD, P3R; 8. e3AR, A2e: 9. D2R (y no 9. 0-0, debido a 9 . . . . , C3C) y obtienen superioridad. Se puede igualmente proseguir S. A4AD, P3AD; 6. 0-0, A2e; 'l.

20

P x P, D x P; 8. TlR, O-O; 9. A5eR ( Smyslov-Hort, 1966).

A 4. . . . , A4A sigue S. A3D, y las blancas ganan un tiempo con el ineludible cambio de esos al­files, pues a S. . . . . A3C? procede 6. A X A, PT x A; 7. P4A. e3e; 8. PGR!

Y a 4 . . . . , PxP; 5. e x P es arriesgado continuar S. . . . , C2D, lo cual aconteció en la partida Tahl-Larsen ( 1965). Tras ello, las blancas rehusaron la entrega del caballo 6. e X P!, que les prome­tía un ataque contundente. Des­pués de 6 . . . . . R x C; 7. DST+, R3R se produce una posición la­beríntica. que ha cautivado la atención de muchos analistas. Veamos las variantes principales:

8. P4AD, e4R3A; 9. PSD +. R3e; 10. P5A + , e x PA ( o 10 . . . . , RXPA; 11. A3R+, R3D; 12. A4A +. R4A; 13. D2R!); 11. A4A+, R2D; 12. ASe + , P3A; 13. P x P+. P x P; 14. D x e, P x A; 15. D x PA+, R3R; 16. D6A+, R2A; 17. D x T; en este caso, la ventaja material es decisiva.

Y 8. P3CR, que no es tan efi­caz. Aquí Larsen propone conti­nuar 8 . . . . , P4eD; 9. P4TD, P3A; 10. P x P, P3e; 11. D2R + , R2A; 12. P x P, e2P3A, tras lo cual las blancas compensan la falta de un caballo con tres peones y están en condiciones de luchar.

5. A2R

La continuación 5. P3TR, de Panov, no ofrece superioridad a las blancas, ya que después de 5 • . . . , A x e (a 5 . . . . , A4T sigue 6. P6R!); 6. D X P, P X P; 7. P X P, P3R (es peor 7 . . . . , C3AD, debido a 8. A5CD) no les conviene ju­gar 8. P3T. pues las negras pro-

Page 24: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

segUtran 8. . . . , e2D; 9. D3eR (o 9 . P4A, C2R; lÓ. D x PC, P3AD ! ) , P4TR; 1 0. P4TR. e2R!, y pronto se harán con la iniciativa. La variante 8. A2C, C2D; 9. D3CR, C4A; 10. C3A. e XC; 11. A X C. C5R conduce a unos cambios poco brillantes. Y la 8. A4AD. aunque mejor que la precedente, no es peligrosa para las negras. Cierto que a éstas no les repor­tan ventaja las siguientes res­puestas: 8. . . .• C2D; 9. D2R, P3AD; 1 0. 0-0 D2A; 11. T1R se­guido de C l C-2D-3A, ni 8. . . . , ese, debido a 9. 0-0!, e x PA; 10. D x PC, C2D; 11. A5CD! ni 8. . . .•

C5C; 9. 0-0, e1C3A, a causa de 1 0. T1D, C5D; ll. D4R, Cse x PA; 12. A3R. P4AD ( a 12 . . . . . A4A sigue 13. P4CD. A3C ; 14. C3A) ; 13. A5e + ; pero, después de la 8. A4AD, C3AD; 9. D4R, la ma­niobra 9. . . . , e4D2R!, de Mi k e­nas, iguala las posibilidades. A 10. A3R, C4A; 11. 0-0 procede 11. . . . , DST!, por cuanto 11 . . . . , C X A; 12. P x e!, MA; 1 3. D4A. 0-0; 14. C3A, D7D; 15. T1T1R, D x PA; 16. C4R da a las blancas una inicia­tiva peligrosa.

La entrega de un peón, pro­puesta por Alekhine, conduce a una lucha incisiva para los dos bandos: 5. P4A, e3e; 6. A2R, P x P; 7. C x P, A x A; 8. D x A o 7. PSA, P5R!

5. C3AD

Después de 5. . . . , P X P; 6. C x P, A x A; 7. D x A, C3C! (es erróneo hacer 7 . . . . , P3AD, debi­do a 8. D3A, C3A; 9. D3CD, pero a 7 . . . . , C3C ; 8. D3A procede 8 . . . . , D4D ) ; 8. 0-0!, e1e2D (es arriesgado 8. . . . , D X P; 9. T lD): 9. TlD las blancas llevarán ven-

taja. A 5 . . . . , e2D sigue 6. P3TR y, caso de 6 • . . .• A4T, 7. ese, A x A; 8. P6R!

La continuación 5. . . . , P3CR es poco eficaz por efecto de 6. ese, A x A; 7. D x A y las ame­nazas 8. D3A o 8. P6R!

Al movimiento 5 . . . . . P3AD, de Flohr, es conveniente responder con 6. P4A. e3C; 7. C1e2D!, y si sucede 7. . . . , P x P, 8. exP!, A x A; 9. D x A, D x P; 10. C2D3A y 11. 0-0. De ese modo las blan­cas habrán dado un peón por la posibilidad de atacar peligrosa­mente.

La continuación 5. . . .. P3AD; 6. ese. A x A <o 6 . . . . . A4A ; 7. P6R! ) ; i. D x A, P x P; 8. P x P, P3R; 9. 0-0. C2D; 10. T1R! o 9. . .. , A2R; 10. C4R promueve una lucha complicada y ventajosa para las blancas.

Si 5. .. .. P3R. lo mejor será proseguir 6. 0-0. A2R; 7. P4A. C3C; 8. P x P! y vasar de ese modo a la continuación principal.

6. 0-0

También es proseguible 6. P4A, e3e; 7. PXP, PRx P, lo cual puede verse en la nartida nú­mero 5. La continuación 6. P3TR, A x e; 7. A x A, P x P; 8. P x P, P3R; 9. 0-0. C4D5C! equilibra el juego.

6. P3R

Es erróneo continuar 6. ... , P3eR. por cuanto sucederá 7. P6R!, PA x P; 8. C5C!, A x A; 9. D x A, e x PD; 10. D3D! y el ata­que de las blancas será contun­dente.

7. P4A C3e

21

Page 25: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

La continuación 7 . . . . , C4D2R; 8. P x P, D x P; 9. C3A!, A x C; 10. A x A, D x PD; 11. D x D, C x D; 12. A x P, TICD; 13. A4R r edun­da en beneficio del bando blan­co.

8. P x P P x P 9. C3A

Es frecuente proseguir 9. PSD; entonces se responderá con 9 • . . . , P x P; 10. P x P. C2R, y no con 10 . . . . , A x C. debido a 11. PXA!

9. . . . A2R

No conviene hacer 9 . . . . , A x C; 10. A x A, C x PA, ya que sigue 11. P5D! con fuerte ataque.

10. P3CD 11. A3R

A3A 0-0

La maniobra 11. . .. , P4D; 12. PSA. C2D, de Mikenas, se refuta contundentemente; véase: 13. P4C!, C x PC; 14. TIC, C3A; 15. T x P, A x C ( se perderá si se pro­sigue 15 . . . . . C x PA; 16 . PXC, A x C3AD; 17. D4T!) ; 16. AXA, C x PA? ( aquí procede 1 6 . ... .

0-0; 17. D4T. D 1 A) ; 17. C x P!

12. P3TD

(Véase diagrama núm. 7)

La posición del bando blanco es preferible a la del negro, pues a 12. . .. , P4D sucede 13. PSA, C2D; 14. P4C. En caso de que el segundo ejecute una defensa pa­siva, el primero hará T l A y em­prenderá una contundente ofen­siva de peones por el flanco iz­quierdo.

22

Diagrama núm. 7

Partida núm. 2

Pollak Panov Moscú. 1 946

l. P4R 2. PSR 3. P4AD 4. P4D 5. P x P 6. A3R

C3AR C4D C3C P3D :PRXP

En la partida Konstantinopols­ki-Panov ( 1946) se continuó 6. C3AD, A2R; 7. A3R, C3A; 8.

A2R, 0-0; 9. C3A, ASC; 10. P3CD, TlR; U. 0-0, A3A; 12. TIA, P4D; 13. PSA, ClA; 14. P3TR! Aquí las negras no tenían que haber pro­seguido 14 .... , A4T?. debido a la respuesta P4CR, sino 14 . . . . , A3R seguido de ClA. C2R y C4A ; de esta manera agudizaban la lu­cha, aunque la posición de las blancas fuese preferible.

6. A2R 7. A3D C3A 8. P3TD

Page 26: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Este movimiento impide que el caballo negro 3A salte a la ca­silla 5C y se cambie con el alfil 3D, lo cual ocasionaría la pérdi­da de unos tiempos a las negras; por ello es poco probable que la maniobra en cuestión y la juga­da 8. P3TD para impedirla sean recomendables. Lo mejor es pro­seguir 8. C3AD.

8. 9. C2R

A3A ASC!

Este movimiento tiene por ob­jeto amenazar con 1 0 . . . .• A x P y situar ese alfil en el flanco de rey tras haberse debilitado el punto 3R de las blancas.

10. P3A A4T 11. 0-0 A3C 12. C1C3A 0-0 13. P3CD

En la partida Slepujov-Panov ! 1 946) se hizo 13. A X A, PT x A ( 1 3. . . . • C X P A es erróneo, debi­do a 14. A x PT + ) ; 14. P3CD, T1R; 15. A2A, P4D; 16. P5A. C1A; 17. P4CD. C1A2R; 18. P4C. P4CR; 19. D2D. C3C; 20. T1T1R. P3C. y las negras tomaron la ini­ciativa.

13. TlR 14. A2AR P4D

Con lo cual se refuerza y se fija el ataque contra el peón blanco 4D.

15. P5A 16. C4A

C1A ClA2R

Esta posición ofrece a las blan­cas oportunidad para hacer C X A y conservar la pareja de alfiles.

pero tal cambio no les reportaría ninguna ventaja, pues reforzaría la posición del rey negro debido a la acertada posición de los ca­ballos negros.

17. TlR

Se amenaza con proseguir 18. C x P.

17. 18. P4CD 19. T2T

D2D P3TD

Lo procedente era simplificar la posición a través de 19. A x A, PT X A; 20. D2D y. caso de 20.

C4A. 21 . C4A X PD.

19. 20. D x A

A x A C4A!

Las negras han concluido su desarrollo y se disponen a efec­tuar el cambio de los peones de dama. lo cual les asegurará el dominio de las columnas centra­les.

21. TID

De haber sucedido 21. T X T+ . las negras también hubiesen que­dado con ventaja posicional.

21. 22. A x A 23. C4A x P

A x P C3A x A

El avance P4C de las blancas no amenaza ni amenazará a las negras. a causa de la respuesta CST.

23. TIT1D 24. T2-2D?

23

Page 27: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Hubiera sido mejor hacer 24. T2AR, aunque hubiese sucedido 24 . . . . , P3AD; 25. ese, D2R o 25. e4A, D2A, y las negras tendrían fuerte ataque.

24. T4R 25. e4A e6R!

Diagrama núm. 8

Tras ese movimiento de las ne­gras no se podrá hacer 26. D X e, por cuanto sucedería 26. e x T; 27. DXD, T8R, mate.

26. TIR D2R

Hay peligro de que suceda 27. e x P+ .

27. RIT CSA 28. T x T D x T 29. TID

El bando blanco no puede de­fenderse satisfactoriamente; de haber hecho 29. T2AR, habría su­cedido 29. e3R; 30. D x e, D x C3A.

24

29. . . . e7e

Y hubo de rendirse.

Partida núm. 3

Ravinski Friedstein Moscú, 1947

l. P4R 2. PSR 3. P4AD 4. PSA 5. A4A 6. C3AD

e3AR e4D e3C e4D P3R e x e

Es mejor hacer 6. . . . . P3D! ( véase el análisis) sin aceptar la entrega del peón.

7. PDxe AxP

Aviva y complica e1 juego la continuación 7 . . . .• e3A; 8. A4A. A x P; 9. D4C (9. D5T también es aceptable) , P4CR; 1 O. A x Pe (1 O.

D x P, D x D; 11. A X D, C x P! ; 12. A6A. C X A; 13. A x T, C X P es peor, pues las ne_e:ras entregan la calidad por dos peones y el reforzamiento de su posición) . TieR Ca 1 0 . . . . . C x P? sigue 11. D5T) ; 11. e3T, A2R; 12. P4A, e x P; 13. P x e, A x A; 14. D5T, P3TR!; 1 5. 0-0, T2e; 16. A3D (se amenaza con 17. T X P) . D2R; 17. T3A.

El propósito de ahorrarse un

tiempo en hacer la aparentemen­te modesta jugada 14 . . . . , P3TR produjo un descalabro efectivo en la partida Erler-Espig (1971): 14 . . . . , T2e; 15. 0-0, P3eD?; 16. T x P!, A6R+ ; 17. T2A+ , R2R; 18. D3A, A X T+ ; 19. e x A, A3T; 20. D6A+ , RlR; 21. D x T, A x A; 22. e4R, D2R; 23. C6A +, y las negras se rindieron.

� No es mejor 7. . .. , D5T; 8. D2R, A X P; 9. C3A, por cuanto el blanco adelantará al negro en el desarrollo.

Page 28: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

8. D4C R1A

Este movimiento ofrece ocasión para atacar fuerte. Tampoco con­viene hacer 8 • . . .. AlA, por efec­to de 9. ASCR, ni 8. . . . , D2R, pues sucede 9. D x PC, DlA; 1 0. D x D + y 11 . C3A, y las blan­cas mantienen la ventaja.

9. A4A P4D 1 0. 0-0-0 A2D 11- A3D A2R

Desde luego, a 1 1 . . . . , A x P? sucedía 12. C3T. A4A; 13. TlTlA, con el consiguiente descalabro de las negras.

12. P4TR 13. P5T 14. T2D 15. A1C!

P4AD A5TD PSA

Tras lo cual el blanco prose­guirá sin impedimentos el ata­que; en cambio, la continuación 15. A x P, D2A hubiese propor­cionado contrajuego al negro.

15. 16. 17. 18. 19.

T3T P X P a.p. D2R C3A

C2D P4A C x P R2A C2D

( Véase diagrama núm. 91

Se producirá un final sorpren­dente.

20. A6C+ ! R1A

Las negras perdían igualmente si hubiesen proseguido 20. . . . , P x A; 21. P X P+ , R x P; 22. D x P+, A3AR; 23. T3C + , R2T; 24. T X PD.

Diagrama núm. 9

21. D x PR P X A 22. P x P

Y las negras se rindieron.

Partida núm. 4

Motonave Rompehielos «Dicsna» atómico «Lenin»

Campeonato por radio de la Flota soviética ( 1 960)

Esta partida muestra el alto grado en que se halla el ajedrez entre los aficionados en general, pues las tripulaciones de diversos buques organizaron una competi­ción de ajedrez por radio y la realizaron con verdadera maes­tría.

l. P4R 2. P5R 3. P4AD 4. P4D 5. P4A

C3AR C4D C3C P3D P X P

Es frecuente adoptar l a jugada 5. . . . , A4A, cuya finalidad es de-

25

Page 29: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

portiva y no teórica, pues con­siste en no revelar inmediatamen­te al contrincante el plan estra­tégico previsto.

6. PA X P C3A 7. A3R A4A 8. C3AD P3R 9. A2R A2R

Las otras posibilidades se ve­rifican en el análisis.

10. C3A 0-0 ll. 0-0 P3A 12. C4TR

La continuación 12. P X P. A x P; 13. D2D es más contunden­te. Pero el blanco prefiere dar un peón para mejorar la posi­ción, aunque no advierte que el negro ha dispuesto un contragol­pe táctico extraordinario.

12. 13. C x A 14. P5D

P X P P x C C5D!

A 14 . . . . , C4T sucede 15. P3CD!, y a 14 . . . . , C1C sigue 15. P5A, con una fuerte ofensiva de los peones blancos centrales.

15. A x C 16. D X P

P X A C2D!

El oportuno movimiento 16 • . . . ,

A3A hubiese dado la ventaja a las blancas luego de 17. D3D se­guido de R1T y TlT1D.

(Véase diagrama núm. 10)

17. R1T

Esta posición se produjo por transposición de jugadas en la partida Spielmann-Colle (1928),

26

Diagrama mim. JO

donde las blancas hicieron 17. C4T para efectuar luego el avance P5A, pero el campeón belga res­pondió audazmente con 1 7. . .. , P4CD! y atacó fuerte. El juego discurrió así: 18. P X P, A3D; 1 9. TlTlR, D2R!; 20. A3D (20. A4A era más eficaz, pues forzaba a responder con 20, . . . , D4C), C4R; 21. R1T (a 21. A x P sigue 21 . . . . , TXA; 22. TXT, C6A+; 23. TxC, DxT+; 24. TlA, AXP+. y a 21. P4CD sucede 21. . . . , D3A!; 22. RlT, D3T; 23. TxC, TlTlR!), P5A; 22. T2R, TlTlR; 23. C3A (o 23. Tl-lR, D5T; 24. TxC, DXT+!), D5T; 24. C4R, C5C; 25. P3TR, P6A; 26. T x P, T x T; 27. C6A + , R2A!, y las blancas se rindieron. Esta partida y la pre­sente revelan que otro movimien­to mejor que el 1 7. R1T no im­pide que las negras continúen atacando de forma peligrosa, por eso ambas son valiosas teórica­mente.

17. 18. D3D 19. ese

A4A D4C

Page 30: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Este movimiento tiene por ob­jeto, más que atacar el peón 2AD, trasladar el caballo a la casilla 6R por la 4D o cambiarlo por el peligroso alfil adversario de escaques negros. Pero las ne­gras desbaratan ese plan, debido a lo cual es mejor continuar 19. TlTlD.

19. TlTlR!

Se vuelve a ofrecer la entrega de un peón para introducir un peligro difícil de sortear luego de 20. C x PA, T6R; 21. D2D, A3D; 22. C6R, DST.

20. A3A T6R 21. D2D T3A 22. P4CD A2R 23. C x PA?

El blanco ha venido defendién­dose con perfección y esmero, pero aquí ha calculado mal sus posibilidades: tenía que haber proseguido 23. TlTlR.

23. T3TR 24. C6R

A 24. CSC hubiese sucedido 24. A3A; 25. TlT1R. D6C y 26. A4R.

24. 25. P3TR 26. R1C

D6C A 3D T x P

Y las blancas abandonaron ante 27 . . . . . T8T + !

Partida núm. 5

Smyslov Spassky Moscú, 1 960

l. P4R 2. PSR 3. P4D 4. C3AR 5. A2R 6. P4A 7. P x P 8. 0-{) 9. C3A

C3AR C4D P3D ASC C3AD C3C PR X P A2R 0·0

También se puede continuar 9 . . . .• A x C; 10. A x A, C x PA; U. A x C + . P x A; 12. D4T, C3C; 13. D x PA. D2D, lo cual iguala las posibilidades.

10. P3CD A3A

Es prematuro hacer 10 . . . . , P4D. Pues en la partida Matulovic-Mi­nic ( 1967). las blancas prosiguie­ron 11. PSA, CIA; 12. P3TR, A3R; 13. ASCD. A3A; 14. A x C, P x A; 15. A4A y sacaron ventaja.

11. A3R TlR

En la partida Estrin-Gik ( 1 968) se prosiguió 11 . . . . , P4D; 12. PSA, ClA; 13. P3TR. A3R; 14. P4CD, P3TD; 15. TIC, C1A2R; 16. P4C, P3T; 17. CIR, P4CR; 18. C2C, C3C y se produjo una posición incisiva. No está clara la conve­niencia de adelantar el peón CD. pues daría tiempo a las negras para reagrupar sus fuerzas; por eso conviene aumentar la pre­sión ejercida en el flanco de rey, como se hace aquí.

12. P3TR A4T 13. D2D P4D

27

Page 31: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

En esta partida las piezas blan­cas ocupan posiciones más acti­vas que en la número 2, donde l as negras hacen P4D y empie­zan el cerco del peón central ad­versario. Pero aquí el citado mo­vimiento no hace más que difi­cul tar su defensa.

14. P5A 1 5. TlTlD 16. TlAlR

el A P4TD e2T

Este caballo no tiene otra casi­lla mejor donde poder saltar.

17. A4AR D2D 18. P4eR

Lo cual reduce aún más l a mo­vilidad de las piezas contrarias.

18. A3e 19. A3e P3T 20. D4A T2R 21. AlA Tl-I R 22. T x T T x T 23. P4TR!

Diagrama núm. JI

empeorado, de modo que difícil­mente podrán sortear la amena­za 24. P5e.

23. T5R.

La entrega de la calidad no les aliviará la situación. En caso de haber continuado 23 . .. . . A5R; 24. P5e, A x e; 25. P x A. A x T; 26. P x T. A4T; 27. e X P!, las blancas también habrían ganado.

24. C x T 25. \'5T 26. P5e 27. e x p 28. D x A 29. A4A-t·

P x e A2T P x P A x e P3A

Y las negras abandonaron.

Partida núm. 6

Polgar Bagirov Hungría. 1 97 1

l . P4R. C3AR

Los maestros soviéticos Bagi­rov. Kopilov y Mikenas. y el gran maestro dinamarqués. Larsen, destacan entre los conocedores y admi radores de la defensa Ale­khine. y sus aportaciones a la misma en lo teórico y en lo prác­tico son muy estimables.

2. PSR. e4D 3. P4D P3D 4. P4AD C3C 5. P4A

Al decir de Mikenas. el único defecto de la defensa A lekhine.

La situación de l as negras ha si puede considerarse como tal.

28

Page 32: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

es la variante de los cuatro peo­nes.

s. 6. e3AD 7. PA x P 8. e3A

A4A P X P P3R A SeD

Nuevo movimiento, propuesto por el maestro inglés Keene para responder a 8. A3R, que los aje­drecistas soviéticos han ensayado a menudo. Tiene por objeto dis­poner el contragolpe P4AD en condiciones favorables a las ne­gras e impedir el movimiento de ruptura P5D, habitual en el sis­tema de los cuatro peones. En este sentido ofrece interés el desarrollo de la partida Lazarie­vich-Kushir (1971): 8. A3R, ASeD; 9. D3e, P4TD!?; 10. P3TD, P5T. En este punto, las blancas temieron que el contrincante les preparara una sorpresa y rehu­saron seguir l a siguiente conti­nuación, elaborada por los aje­drecistas georgianos: 11. D x A, e3A; 12. DSA, T4T; 13. ese, e2D; 14. e x P + , D x e; 15. D6D, D3C seguido de D X PC o C2D x P. Por eso retiraron la dama al pun­to 1 D y las negras retiraron el alfil a la casilla 2R, lo cual pro­dujo una posición con igualdad de oportunidades.

(Véase diagrama núm. 12)

9. A2R

También se puede continuar 9. P3TD, A x e+ ; 1 0. P x A, P4A; 11. A3R, 0-0; 12. P4TD?, C3A; 13. A2R, C4T, con lo cual las negras tienen contrajuego (Dobson-Kus­hir, 1969), y 9. D3C, P4A; 10. ASC, D2A; 11. 0-0-0 (con las ame-

Diagrama mím. 12

nazas 12. P x P, A x P ; 13 . TSD + o 12. C5C ) , A x C; 12. D x A, C3T (a 12 . ... , P x P ; 13 . C X P, D X P? procede 14. C x A ) ; 13. P3TD, con lo cual las blancas aumentan sus posibilidades ( Estrin - Schmidt. 1917).

La continuación efectuada en la partida es totalmente acepta­ble.

9. P4A 10. ASC

Aquí convenía proseguir 10. 0-0, y no fijar la posición de ese alfil; por ejemplo: 10 . . . . , P x P; 11. C x P, A4A; 12. A3R, A x C; 13. A x A, C3A; 14. CSC, C x A; 15. C x C, A3C; 16. PSA, C2D; 17. A5C, con ventaja para las blan­cas.

10. D2D 11. D2D?

Aquí también conv.enía enro­car, pues ese movimiento redun­da en beneficio de las negras.

29

Page 33: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

11. e3A 12. P3TD A x e 13. P x A e4T! 14. TlD

A 14. P x P sigue 14 . . . . . C6e; 15. D x D + . e x D.

14. . . . P3TR

La continuación 14 . . . . , e3e X P; 15. D2T. D4D es menos compli­cada.

15. P x P D x D +

Caso de 15 . . . . . PxA?. sucede­rá 16. D x P!

16. A x D 17. C4D 18. P6A

e3C X P T1AD

Con lo cual se tiende una ce­lada simple: 18 . . . .. C X PA?; 19. C x A.

18. P x P 19. 0-0

Incluso con 19. e X A, P X C; 20. 0-0, P3C, las negras mante­nían la ventaja de un peón sin mermar la actividad de sus pie­zas. Los alfiles blancos carecen de espacio para maniobrar.

30

19. A2T 20. A5T 0-0 21. A4A C7e

Tampoco es mala la continua­ción 21 • . . . , e X PT; 22. C2R, T2A.

22. TlD1 R 23. T2R 24. P4A

e6D TIC e x A

A 24. . . . , e X P A hubiese suce­dido 25. e X P A, T2C; 26. A3e.

25. T x e 26. R2A 27. TlR 28. R1e

T8e+ A6D T7e+ P4AD

El cambio 28. . . . . A x P; 29. e X PA hubiese simplificado el juego a favor de las blancas.

29. ese 30. A3A 31. e x P

P3e e x P C x PT

Con su peón libre, las negras tienen asegurada la victoria. Las blancas tenían que haberse ren­dido, pero, como andaban esca­sas de tiempo, no s e decidieron.

32. T4TD 33. e6A 34. A2R 35. T X A 36. T7T 37. e7R 38. e6A 39. T1R 40. T7A

CSA C7D A x A R2e T1AD TlD T6D P5A P6A

Aquí las blancas se rindieron.

Page 34: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

DEFENSA NIMZOVICH l. P4R, C3AD

A diferencia de lo que ocurre en la defensa Alekhine, la sali­da prematura del caballo de dama negro no es tan activa, ya que no ataca al peón central ad­versario. Aunque no se puede re­putar la defensa Nimzovich, las blancas tienen indiscutible ven­taja debido a que sus piezas dis­ponen de mayor espacio y están mejor colocadas.

2. P4D

Los movimientos 2. C3AR y 2. C3AD permiten a las negras pa­sar a una de las aperturas abier­tas.

2. P4D

Así solía jugar Nimzovich, pero también se practica la continua­ción 2. . . . , P4R. Después de 3. PxP (3. P5D, C2R y 3 . . . . , C3C es peor, pues mejora un poco la posición de las negras), C x P, las blancas pueden sacar cierta ven­taja estable continuando 4. A4AR, y si 4 . ... , P3D (a 4 . . . . , D3A; 5. A3C, C3C sucederá 6. P5R!), 5. C3AD. El cambio 5. A XC, PXA; 6. DXD + , R x D; 7. C3AD, P3AD iguala el juego.

En las variantes 4. P4AR, C3C;

5. A3R ( para impedir que suce­da 5. . . . , A4A), C3A; 6. P5R o 4. . . . . C3AD; 5. A3R, C3A; 6. P5R, D2R; 7. D3A, las blancas tienen buen juego.

En caso de 4. . . .. C3AD, es asimismo :Proseguible 5. A4A, tras lo cual no se podrá hacer 5. . .. , A4A, debido a 6. A X P + ; a 5. . . . . C3A seguirá 6. PSR, y si su­cede 6. . . .. D2R. 7. D2R!. y no se podrá responder con 7. . . . , C4D? por efecto de 8. P XC!, ni con 7 • . . . • ClCR por causa de 8. C3AD, lo cual mejorará la po­sición de las blancas. En conti­nuaciones más tranquilas, como 5 . . . . , P3D; 6. C3AR!, C3A; 7. C3A o S . . . . , ASC + ; 6. P3A, A4T; 7. A3R, la posición de las blancas será preferible a la de las negras.

3. C3AD

Es mejor que 3. P5R, A4A! (la variante 3 . . . . , P3A; 4. P4AR, A4A; 5. C2R, A5R; 6. C1C3A, P4A, de Nimzovich, dificulta la pos1c1on de las negras después de 7. C X A, PD x C; 8. A3R, P3R; 9. P4A, A5C+; 10. R2A, C3T; 1 1 . P3TR, D5T+; 12. RIC!); 4. C2R, P3R; 5. C3C, que nos recuerda en cierto modo una de las vaciantes de la defensa Caro-Kann.

31

Page 35: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

A 3. P x P procede 3 . . . . , D x P; 4. C3AR, A5C; 5. A2R, 0-0-0, y las negras tienen buen contra­juego.

3. 4. P5D

P x P ClC

Se puede continuar 4 • . . . , C4R; 5. P3A; pero, si sucede 5. . . . , P x P; 6. C x P, C x C + , las blan­cas atacarán fuerte luego de 7. D x C, C3A; 8. A4AR, P3TD; 9. P3TR, P3CR; 10. P4CR, A2D; 11. 0-0-0. Por eso las negras deben responder a 5. P3A con 5. . . . , P3R!; 6. D4D, A3D; 7. P4A, P4AD; 8. P X P a.p., C x P; 9. D x PC, D3A y mejorar así su posición. Y sortearán todas las dificulta­des si acontece 5. D4D, C3C; 6. D X PR ( 6. P3A es igualmente eficaz en este lugar) , C3A; 7. A5C + . P3A!; 8. P x P, C x D; 9. P7A + , D2D; 10. A x D + , R x A; 11. e X c. R x p ( Chistiakov-Cha­plinsky. 1969 ) .

La continuación 5. A4AR, C3C; 6. A3C, P3TD (para impedir que suceda 7. C5C ) ; 7. A4AD, C3A; 8. D4D no beneficia al blanco. sino al negro ; por ejemplo: 8 . . .. . P4A!; 9. D x PA, P4R; 10. D3R, C5C; U. D x P, P4A; 12. D2R,

P5A; 13. P3TR, C3A; 14. A2T, A5CD o bien 8 . . . . . P4R; 9. A X PR. C x A; 10. D x C+ , D2R; 11. D4D, D4A; 12. C1C2R. D x D; 13. C x D, A5CD.

5. A4AR

La variante de gambito 5. P3A, P x P; 6. D X P, C3AR; 7. A4AR, P3TD; 8. A4A, P3CR ( también 8 . . . . . P3R; 9. 0-0-0 ) : 9. P3TR, A2C;

32

10. 0-0-0, 0-0; 11. P4CR da igual­mente ventaja al blanco; pero el negro logrará un j uego satisfac­torio, si prosigue 5. . . ., P3R!

5. 6. A4A

C3AR P3A

A 6 . . . . , P3TD conviene respon­der con 7. D2R.

7. C'1C2R P x P

Es erróneo proseguir 7. . . . , P4CD?, debido a 8. P X P, y si acontece 8 . . .. . D x D + ; 9. T X D, P x A, 1 0. A x C, tras lo cual no será posible continuar 1 0. . . . •

T x A porque se llevaría a efecto la bella combinación 11. P7A, C2D; 12. T X C!

8. C x PD 9. A x C

10. A x P5R 11. T x D

e x e P3R D x D +

Diagrama núm. 13

Las blancas tienen mejor juego.

Page 36: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

DEFENSA UF�SEV O DEFENSA PIRC l. P4R, P3D

La primera jugada de las ne­gras hace que este sistema, idea­do e introducido en la práctica por el maestro soviético Ufimt­sev, se incluya en las aperturas semiabiertas. Sin embargo. es fá­cil comprobar su semejanza es­tratégica con la antigua defensa i ndia.

En el siglo pasado, el conocido maestro alemán Luis Paulsen adoptó con frecuencia esta aper­tura original. y en la actualidad se practica mucho, si bien se la conoce por defensa Pire y tam­bién defensa yugoslava.

En su monografía de 1 970, Friedstein analiza con detalle la defensa Ufimtsev.

2. P4D P3CR

Este sistema también se pro­duce en el siguiente orden de movimientos. cuando las negras no hacen 2. . . .• P3D; véase: 1. P4R, P3CR; 2. P4D, A2C; 3. C3AD. P3AD; 4. C3A, P4D o 4. P4A. P4D; 5. PSR. P4TR. lo cual con­duce a una de las variantes de la defensa Caro-Kann.

3. C3AD C3AR

2. - CURSO DE APERTURAS 11

Diagrama núm. 14

A veces las negras hacen 3 . . . . . A2C y difieren el desarrollo del caballo de rey a fin de oponerse al movimiento 4. ASCR. Si acon­tece. por ejemplo. 4. A3R. C2D; 5. D2D. P3AD; 6. P3A. D4T; 7. CI C2R. P4CD. las blancas prose­guirán 8. CICD! y conservarán su ventaja rSuetin-Polugaievsky. 1966 ).

Después de 3. . . .. C3AR. el blanco dispone de tres continua­ciones fundamentales; a saber: 4. ASCR. 4. P4A y 4. C3A que se analizan en los apartados I. II y III. respecti.vamente.

Hace poco que se está practi-

Page 37: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

cando la 4. P3A con el desarrollo del alfil a la casilla 3R, que me­jora la posición de las blancas; véase: 4. P3A, P3A; 5. A3R, C1C2D; 6. D2D, A2C; 7. C3T! (7. 0-0-0 no es tan fuerte debido a 7 . . . . , D4T) , D4T; 8. C2A, P3TD; 9. A2R, P4eD; 10. 0-0.

También es practicable la 4. A2R, A2e; 5. P4TR, en cuyo caso las negras pueden continuar 5 . . . . , e3A; 6. A3R, P4R; 7. PSD, e5D, entregando un peón y con­traatacando fuerte después de 8. A x e, P x A; 9. D x P, 0-0; 1 0. D2D, TlR; 11 . P3A, C4T o 1 1 . . . . , P4A. Pueden igualmente conti­nuar 5. . . . , P4A; 6. P x P, D4T; 7. RIA, D x PA; 8. A3R, D4TD; 9. PST, P x P! ( 9 . . . . , C3A; 1 0. P6T, A l A ; 1 1 . C50 da ventaja a las blancas) ; 1 0. A xPTR, C3A; 11. A2R, A3R; 12. C3T, 0-0-0, con juego equilibrado y tranquilo.

Mikenas propone responder a 6 . . . . , D4T con 7. P x P!?, C x P; 8. P x P, C x C; 9. P x C, pero las negras tendrán buena posición y recuperarán ventajosamente los dos peones luego de 9 • . . . , e3A!; en cambio. las blancas aumenta­rán sus posibilidades de ataque si sucede 9 • . . . , A x P + ; 10. R1A, A X T; 11. ASCR!, e3A; 12. D X A, TlC; 13. C3A.

Pero, si continúan 5 • . . . , P4TR, el blanco dominará su importan­te punto estratégico 5CR.

1

4. ASeR A2e

Si sucede 4 . . . . , P3A ( a fin de impedir el salto del caballo blan­co al punto 50 o al seo, y cam­biar las damas después de 5. P5R,

34

P x P; 6. P x P ) , las blancas pro­seguirán 5. D2D ( caso de suce­der 5. D2R y amenazar con P5R, las negras podrán hacer 5. . .. , P3TR; 6. A X C, P X A; 7. 0-0-0, A2C; 8. P4A. 0-0 ) , A2e; 6. P4A, 0-0; 7. e3A y mejorarán su po­sición. Y a 4 . . . . , ete2D respon­derán con 5. P4A, para continuar después P5R.

5. D2D

De suceder 5. PSR, el negro continuará 5 . . . . . e3A2D y, caso de 6. P4A, 6 . . . . , P3AR; desde luego, no le conviene continuar 5. . . . , P x P; 6. P X P, D X D + ; 7. T x D, e3A2D; 8. P4A y la ame­naza esD, ni 7 • . . . • ese; 8. P3TR!, e x PR; 9. esD.

Hay que tener en cuenta la enérgica continuación 5. P4A: las negras no deberán seguir 5. . . . . P4A; 6 . PSR, P x PD; 7. P x e, P x P; 8. D x P, D2R+ . debido a 9. e3A2R!. sino 5. . . .. 0-0, y, si 6. P5R. 6. . . . • ese.

5. P3A

La continuación 5 • . . . , O· O tam­bién es fuerte. En caso de que suceda 5 . . . . , P3TR; 6. A4AR, el negro deberá proseguir 6. . . . , ete2D; 7. e3A, P4A; 8. PSD, P4eR; 9. A3C, C4T. Continuar 6. . . . , P3A; 7. 0-0-0, P4CD? es peor, ya que sigue 8. PSR!, PSC; 9. P x C, P x e; 1 0. D x P, A x P; 1 1 . C3A y las blancas llevan ventaj a. En la partida por corresponden­cia Kamenetski-Dubovic ( 1964-1965 ) se respondió a 11 . . . . , P4A con 12. ASR, y las negras se en­contraron con serias dificultades.

6. P4A

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La continuación 6. 0-0-0, 0-0; 7. P3A seguida de P4eR y P4TR promueve una lucha incisiva con asalto de peones a l a posición del 'rey negro. La 6. A6TR no tiene tanta fuerza, pues le sucede 6 . . . . . A x A; 7. D X A. D4T; 8. 0-0-0, P4eD.

6. 0-0 7. e3A

Es as1m1smo proseguible 7. A2R y 8. 0-0-0. o 7. 0-0-0 y lue­go PSR. La posición del bl anco e::; mejor debido a su poderoso centro de peones y a la posibi­lidad de atacar la defensa del rey adversario luego de haber enro­cado a uno u otro lado. El ne­gro tiene posibil idades puramente tácticas. que siempre se presen­tan en toda posición compleja y poco anal i zada.

11

4. P4A

Este movimiento tiene por ob­jeto apoyar el avance de ruptu­ra PSR; es el que se usa más.

4. A2e 5. e3A 0-0

( \lecJSe dia� ro11111 IIÚIII. 15)

Hacer 5. . . .. P4A es peor, por cuanto sucede 6. A5e + . A2D; 7. PSR y, caso de 7. . . . . ese, 8. ese!, A X A; 9. D X e, A2D; 10. P6R o bien 8. P6R, A X A; 9. P x P + , R2D; 10. e x A, D4T + ; 11. e3A. E n esta continuación las negras adelantan al contrincante en el desarrollo. pero la posición

Diagrama núm. 15

de su rey en el escaque 2D es bastante desacertada.

Para responder a 5. . . . , P4A, también se ha segu ido 6. P x P, D4T; 7. A3D, D x PA; 8. D2R, 0-0; 9. A3R, D4TD; 10. 0-0, con lo cual las blancas mejoran sus perspec­tivas de juego ( competición indi­vidual Spassky-Fischer. 1972) .

6. PSR

Antes se solía continuar 6. A2R (a este respecto consúltese la par­tida número 7 ) .

Con frecuencia s e adopta e l movimiento 6. A3D. cuya finali­dad es, sobre todo, obstaculizar la ruptura 6 . . . . . P4A; puede su­ceder 7. P x P, P x P (pero no 7. . . . . D4T, pues el peón blanco 4R está defendido por el alfil) ; 8.

D2R. A3R; 9. P5A o bien 8 . . . . , e3A; 9. PSR, e4D; 10. e X e, D x e; 11 . A4R, lo que da venta­ja a las blancas.

La respuesta 6. . .. , e3A impi­de a las negras romper el cen­tro y ofrece a las blancas oca­sión para continuar ventajosa-

35

Page 39: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

mente 7. P5R f a 7. P5D procede 7 . . . . C5CD o 7 . . . . . C 1 C, y a 7. 0-n, A5C; 8. A3R sigue 8. . . . . P-!R) . P x P; 8. PAx P, C4D; 9. C�R. En la partida Karpov-Niko­laievsky ( 1 9 7 1 ) el negro prosi­guió 8. . . .. C4TR; 9. A3R, ASC; 10. A4AD, R1 T; 11. D2D, P3A, y el blanco mejoró sus posibilida­des al término de 12. P x P. A x P; 13. �O. A x C; 14. T x A.

La 6. . . . . A5C puede verse en la partida n úmero 8.

Y la respuesta 6 . . . . . C1C2D se practica también a veces: si su­cede 7. D2R. se continuará 7 . . . . .

P4A; 8. PSD, C3C; 9. P4TD. P3R! < Polugaievsky-Gipslís, 1963 ) , y si 7. 0-0. convendrá proseguir 7. . . . . P4R! Las blancas mejorarán sus perspectivas en caso de que opten por la enérgica continua­ción 7. PSR. ClR; 8. C4R! (a 8. 0-0 sigue 8 . . . . . P4AD ! ; 9. PR X P. C x P; 1 0. P X P, C x P. y las ne­gras se hacen con la iniciativa ) . P4AD; 9. D3A.

6. C3A2D

A 6 . . . . . C1R sucederá 7. A3R, y si acontece 7 . . . . . C2D, 8. P4TR, con fuerte ataque de las blancas. Las negras no compensan sufi­cientemente la entrega de un peón haciendo 7 . . . . , P4AD; 8.

PD X P, C3AD, pues en la partida Estrin-Karasiev ( 1968) las blan­cas prosiguieron 9. A2R, D4T; 10. PA x P, P x P; 11. DSD!, D5C; 12. D5C (también se puede hacer 12. 0-0-0) , P x P; 13. D x D, C x D; 14. 0-0-0 con ventaja.

Y a 6 . . . . , P X P puede seguir tanto 7. PA x P, C4D; 8. A4AD, A3R; 9. D2R o 8. C4R. A4A; 9. C3C, A5C; 10. A2R con igualdad de oportunidades, como 7. PD X P,

36

D X D + ; 8. R x D. TID + ; 9. A3D!. C4D; 10. C x C. T x C; 11. R2R, TID; 12. A4R con mejores pers­pectivas para las blancas < Mi­n ev-Stefanov. 1966 ) . En vez de 8. . . .. TID+ se ha proseguido también 8 . . . . . C5C; 9. R1R, C3AD. tras lo cual a las blancas les con­viene hacer 10. ASC!, P3A ( caso de suceder 1 O. . . .• C5C, se conti­nuará 1 1 . A4T) ; 11. P3TR. C3T; 12. CSD! < Estrin-Kotkov. 1 971 ) .

7. P4TR

El avance de ese peón tiene por objeto abri r la defensa del rey contrario. Ofrece interés la entrega de un peón. propuesta por Konstantinopolski, pues per­mite a las blancas ejecutar un ataque contundente. Veámoslo: 7. P6R!?, P x P; 8. CSCR, C3C ( la posición de las negras será muy eomprometida si sucede 8. . . . . C3AR; 9. A4A. P4D; 1 0. A3D) ; 9. A3D. C3A; 1 0. A3R. C5C; 11. P4TR, C x A + ; 12. D x C. C4D; 13. PST. D1R; 14. 0-0-0.

También ofrece interés 7. A4A. Después de 7 . . . . , P3R; 8. A3R, P3TD; 9. P4TR, P4CD; 10. A3D, P4AD; 11. A4R!. P5C; 12. C1CD, PA xP; 13. A x PD se produce una postcton compleja y con igualdad de posibilidades. Y des­pués de 7 . . . . . C3C; 8. A3C, C3A; 9. A3R, C4T; 1 0. D2R, las blan­cas tienen mayor movilidad.

7. P4AD

En una partida con Gipslis ( 1965 ) . Botvinn ik continuó 7 . . . . , C3C; pero, tras 8. PST. ASC; 9. P x P, PA x P; 10. A2R, P x P; 11 . C5CR!, A4A; 12. PA X P, P4TR; 13. P4CR!. P x P. las blancas pro-

Page 40: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

siguieron 1 4. A3R, 15. D2D y 16. 0-0-0 con fuerte ataque.

Di·a::rama núm. 16

8. P6R!

El sacrificio de ese peón im­plica una nueva idea. En la po­sición reflejada en el diagrama se acostumbraba continuar 8. P5T. PA x P; 9. D x P, PD X P; 10. D2A o 9. P X PC!?. P x C; 10. P x PA + . T x P, lo cual ocasiona­ba muchas complicaciones.

8. P x PR

Las negras han de aceptar for­zosamente este sacrificio. tras lo cual el ataque de las blancas por la línea TR cobrará nueva fuer­za. ya que se desmorona el punto defensivo principal del rey negro.

9. PST P x PT

Tan inesperado movimiento permite al negro defenderse con fortuna. por más paradójico que parezca. De haber sucedido 9 . . . . •

C3AD; 10. PT x P, PT X P; 11. A3D. el ataque del blanco se hu-

biese desarrollado incontenible­mente.

1 0. P x P

Se puede continuar 10. T x P, C3AR; 11. T4T y la amenaza P4CR-5C. Si sucede 11 . . . . , P x P;

12. C X P, P4R, las blancas debe­rán proseguir 13. A4A + . R1T ( a 1 3 . . . . . P4D sigue 1 4 . C X P!. C x C; 1 5. D5T. P3TR; 16 . P X P con ame­n azas numerosas y muy serias) ; 14. P x P, P x P; 15. C3A o 12 . . . . , C3A; 13. A3R, P4R; 14. C X C. P x C; 15. P x P, P x P; 16. A4A + , R1 T; 1 7. D2R. tras J o cual sus posibilidades de ataque serán óp­timas.

1 0.

11. T x P 12. A3D 13. T4T

C x P C1C2D C3A A2D

De suceder 13. . . . , P4R; 14. P x P. C x A+ ; 15. D X C, P X P; 16. D4A+ y 17. C x P, el bando blanco llevará ventaja.

14. A3R 1 5. D x C

C x A + DlR

Diagrama núm. 17

Page 41: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

___ esta poSICIOn las blancas :o::-:.pensan la pérdida de un peón con una iniciativa prolongada. En la partida por correspondencia Estrin-Sanakoev ( 1968-1970) se prosiguió 16. 0-0-0. D3C; 1 7. D2R. T1A1AD; 18. A4D, P4C; 19. P4CR. PSC; 20. PSC. C4T; 21. PSA! con amenazas graves.

111

4. C3A A2C

5. A2R

La continuación 5. A5CR es menos fuerte debido a 5.

P3TR. y caso de 6. A4T. 6. P4CR; 7. A3C, C4T. pues el cam­bio de ese alfil favorece a las ne­gras.

La 5. A4AD no conviene. por efecto de 5 . . . . . 0-0; 6. 0-0. C X P!; 7. C X C. P4D. y porque las sim­plificaciones redundan en prove­cho 'de las negras.

Y l a 5. A4AR permite que és­tas igualen l as posibilidades lue­go de 5 . . . . . P4A!; 6. P x P (a 6. P5R sigue 6. .. . . C4T; 7. A3R.

P x P: 8. A X P. C3AD!) . D4T; 7. ASC + . A2D; 8. A X A+ . CIC x A; 9. P x P, C x P; 1 0. 0-0, C x C; 11.

P x C. P4R; 1 2. ASC. P3A; 13. A3R. 0-0. La respuesta 5. . . . . C1 C2D e s peor. pues las blancas atacarán fuerte al cabo de 6. D2D. 0-0 (o 6 . . . . . P4A: 7. P X P. C X PA: 8. P5R!) : 7. 0-0-0. P3A;

8. P5R. C1R; 9. P4TR! Y a la 5. .. .. 0-0 sucederá igualmente 6. D2D. y luego 0-0-0.

38

5. 0-0 6. 0-0 P3A

También es proseguible 6. . . . .

C1C2D; 7. PSR, ClR; 8. MAR. C3C; 9. TIR, P3AD; 1 0. P3TR,

C2A; 1 1. A3C, P4AR C Filip-Petro­sian . 1 962) . Aquí las blancas tu­vieron que proseguir 12. P x P. P x P; 13. P5D!

Es frecuente hacer 6. . . .. A5C, y si i. P5R. i. . . . . C3A2D; 8. P3TR. A x C; 9. A x A. C3AD. Después de i. TlR. C3A; 8. A3R. P4R; 9. P5D. C2R; 1 0. D2D. C1R.

se producirá una posición com­pleja e incisiva 1 Miagmasuren­Ivkov. 1 967 ) .

Las negras pueden opta r por 6 •

. . .. P4R sin temor a la continua­ción 7. P x P, P x P; 8. D x D, T x D; 9. C x P, pues tienen la posibi l idad de replicar con 9 . . . . . C x P; 1 0. C x PA. C x C; 1 1 . A4AD. TSD.

Si sucede 6 . . . . . P3TD. las blan­cas mejorarán sus perspectivas prosiguiendo 7. T l R. P4CD; 8.

P5R. C I R Ces peor 8 . . . . . e3A2D ? ;

9 . P6R! . P x P; 1 O . ese. C3AD; 1 1 .

A:lA y 8 . . . . . P X P; 9. P X P, D X D ;

1 0 . A x D. e 1 R ; 1 1 . P4TD, P5e; 1 2 . C5D. e3AD; 1 3. A5CR. por cuanto las b lancas llevan venta­ja en los dos casos) : 9. P4TD. PSC; 1 O. CSD!

7. P4TD

De esta manera se obstaculiza el avance P4CD del contrario.

La continuación 7. P3TR. P4R; 8. TlR. C1C2D; 9. P x P. P x P

eq uilibra el juego.

7. C1 C2D 8. TI R

También lo eauilibra 8. PSR. C4D; 9. C x C, P x C; 1 0. P x P,

P x P; 11. P3A. y las blancas sa-

Page 42: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

can una ventaj a mínima. A 8. ASCR procede 8. . . . , P4R.

8. P4R 9. PST

Se puede continuar 9. P x P, P x P; 1 0. P3T y 11. A3R.

9. P x P 10. C x P TlR 11. AlA C4A 12. P3A

Diagrama núm. 18

Las posibilidades de uno y otro bando son aproximadamente iguales.

Partida núm. 7

Estrin Shujovitski Baku, 1 958

l. P4R 2. P4D 3. C3AD 4. P4A 5. e3A 6. A2R

P3D C3AR P3CR A2C 0-0 P4A

Es lo más enérgico. A 6. .. . , P3A sigue 7. 0-0, tras lo cual a las negras les será difícil tener contrajuego. Por ejemplo: 7. . . . , C1e2D; 8. PSR, C4D; 9. e4R, P4AR; 10. C4R5C, e2A; 11. A4A +, P4D; 12. A 3D, P3R; 13. R1T seguido de TieR y P4CR ( Vasiukov-Kopfman, 1 953) , o 7 . . . . , A5C; 8. Rl T, P4D; 9. PSR, C1R; 1 0. eSCR! (Ravinski-Kogan, 1952) o 7 . . . . , P4CD; 8. P5R!, etR; 9. C4R, C2A; 1 0. P3A, P4AR; ll. C4R5C, P3TR; 12. e3T ( Estrin­Gusiev, 1 956) , y el ataque de las blancas se desarrollará sin nin­gún impedimento.

7. P x P D4T

No conviene hacer 7 . . . . , P x P, pues sigue 8. D x D, T xD; 9. PSR. etR; 1 0. A3R y el bando blanco lleva una ventaja consi­derable.

8. 0-0 9. R1T

D X P+ e3A

Ofrece interés la continuación 9. . .. , ClC2D. La 9. . . . , ese no es conveniente porque sucede 1 0. CSD!, C3AD ( 1 0 . . . . , C7A + ? ; 1 1 . T x C, D x T ; 12. A3R ocasiona la pérdida de la dama negra) ; 11. P3A, y las blancas tienen ven­taja. Y a la 9. . . . , P4eD puede suceder 1 0. PSR, P x P; 11. P x P, ese; 12. DSD, D3C; 1 3. P3TR ( 13. ASC es igualmente eficaz, y 13. D x T, A2C; 14. C5D, D3T; 1 5. C4C, D3C conduce solamente a las tablas) , C3T; 14. D x T, A2C; 15. esD, D3T; 16. C4e, D3e; 17. A3R!, con ventaja material para las blancas.

1 0. e2D

39

Page 43: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

El lógico movimiento 10. A3D también reporta ventaja; véase: 10 . . . . , P4D; 11. P5R, CSCR; 12. D2R, C3T; 13. A2D, A4A; 14. P3TD, T1T1D; 15. P4CD.

10. A3R

En la partida Vasiukov-Bastri­kov ( 1 957 ) se prosiguió 1 0 . . . . . C5D; 11. C3C, C x C; 12. P T x C. A2D; 13. PSR!, CIR; 14. A3R!, y las negras tuvieron que entregar un peón. pues perdían la dama luego de 14. . . . . D x A; 15. CSD, D4A; 16. P4CD! Tampoco es me­jor hacer 12 . . . . . P4CD en vez de 12. . . . , A2D. por cuanto sucede 1 3. PSR!, P x P; 14. P X P, ClR ( a la toma del peón sigue 1 5. A4AR y 16. A3A ) : 15. P4CD, D3C; 16. A5C!, y el predominio del blanco es notorio.

Por tanto. el negro debe con­tinuar 1 0 . . . . , P4TD!; 11. C3C ( a 1 1 . C4A puede suceder 1 1 . . . . , C5CR) , D3C; 12. P4TD, CSCD; de ese modo su juego será justo. En la partida Korchnoi - Fischer ( 1962) el blanco se halló en si­tuación comprometida luego de 13. P4CR? ( lo procedente era 13 . A3A) , A x P!; 14. A x A, C x A; 15. D x C. C x P.

11. C3C 12. P4CR 13. P5A! 14. PT X A 15. A4AD

D3C TI TIA A X C ese D3A

Las negras han sorteado las dificultades, y amenazan con sim­plificar el juego después de 16. D2R, P4D!, pero las blancas da­rán la calidad y dos peones por un fuerte ataque contra la posi­ción del rey.

40

16. D3A! C x P 17. PSC! C x T

Como no tiene opción, el ban­do negro ha de someterse a las in te:1ciones del blanco.

18. P x C P x P

Tampoco es mejor 18 . . . . . A X C, debido a 19. P x P. PT x P; 20. CSD.

19. P x P PT X P 20. TIC!

Es la continuación de ataque más consecuente. Con todo, las blancas deben ganar si continúan 20. CSD, TR1R; 21. C x P + , A x C; 22. A5D!. D x AlA; 23. D X A!

20. P4CR

Diagrama núm. 19

21. A x PC! P x A 22. T x P

Las negras llevan una torre de ventaja, pero la posición de su rey es indefendible.

Page 44: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

22. 23. C x P

P4D T1AR1R

A 23 . . . . . R1T hubiese sucedi­do 24. TST+ , A3T; 2!J. C6A, R2C; 26. T x A!, R x T; 27. DST+ y mate dentro de dos movimien­tos.

24. CGA+ RIA 25. C7T + R2R 26. D x P + RlD 27. TSD + D X T 28. D x D + R2A 29. D7A + R1C 30. ASD

Y las negras abandonaron.

Partida núm. 8

Fischer Benko Nueva York. 1964

l. P4R 2. P4D 3. C3AD 4. P4A 5. C3A 6. A3D 7. P3TR 8. D x A 9. A3R

10 .. PD X P 11. PSA

P3CR A2C P3D C3AR 0-0 A5C A x C C3A P4R P X P P x P

La continuación 11. . . . , CSD; 12. D2A, C2D era mejor, aun­que las blancas hubiesen mejo­rado sus posibilidades de ataque después de 13. P4CR y 14. 0-0-0.

12. D x P CSD 13. D2A C1R 14. 0-0 C3D 15. D3C R1T

De haber sucedido 15. . . . , P4AR; 16. A6TR, D3A; 17. A x A, D x A; 18. D x D + , R X D; 19. P x P, CSD x PSA; 20. T1T1R, el final hubiese sido favorable a las blancas.

16. D4C P3AD

Es excesivamente pasivo; 16. P4AD era más activo.

17. D5T DlR?

Las negras han cometido un error concluyente, pues no pre­vieron la sorprendente réplica del contrincante y sólo tuvieron en cuenta el contrajuego 18. A x C, P x A; 19. PSR. P4AR! El único medio defensivo era 17 . . . . • C3R; no obstante, su situación hubie­ra sido precaria.

Diagrama 111ím. 20

18. A X C! P x A 19. TGA!

¡Brillante jugada! A 19. . . . , A x T y a 19. . . . , P3TR procede

41

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20. P5R! y se decide el resulta­do de la contienda.

19. 20. P5R 21. e2R!

R1e P3TR

Es lo más sencillo. Se amenaza con hacer 22. T X e, y a 21. . . . , e4e sucede 22. D5A. Por eso las negras se rindieron.

Partida núDL 9

Savon Sbamkovich Leningrado, 1 97 1

l . e3AR 2. P4R 3. P4D 4. A4AD

P3CR A2e P3D e3AR

Debido a cierta transposición de movimientos se ha producido una singular variante de la de­fensa Ufimtsev, donde las blan­cas no hacen la habitual j ugada C3AD, a fin de poder continuar P3AD y C1C2D.

S. D2R

A 5. Cle2D sucede 5 . . . . , e X P.

5. 6. 0-0 7. A3C

0-0 P3A A5C

Es mejor hacer 7 . . . . • D2A y 8. . . . . P4R para pasar a los es­quemas de la antigua defensa in­dia, o 7 . . . . • P4CD para disponer la salida del alfil a la casilla 3TD y defender el punto 5AD. Pero las negras juegan al estilo de la partida Gipslis-Botvinnik ( 1963 ) . que se desarrolló así : 7.

42

P4TD; 8. P4TD, ASe; 9. C1e2D, P4D; 10. PSR!, C3A2D; 11. P3T, A x e; 12. C x A, P3R; 13. ASC, D3e, con igualdad de oportuni­dades. A pesar de ello rehúsan desacertadamente hacer la j uga­da intermedia 7 • . . . , P4TD que obliga a proseguir 3. P4TD y, por lo mismo, debilita en cierto modo el lado izquierdo de las blancas.

Se da la curiosa circunstancia de que siete años antes de jugar­se esta partida Savon jugó las negras con Jansa e hizo esta va­riante: después de 7 • . . . , P4TD; 8. P4TD, optó por 8 . . . . , e3T y 9. . . . , e2A, lo que produjo una posición compleja e incisiva.

8. Cle2D P4D 9. P3A

Era más consecuente proseguir 9. PSR. pues la jugada hecha en la partida permite a las negras simplificar la posición y mejorar las perspectivas de su alfil de es­caques negros; veamos: 9. . . . •

P x P; 10. e x P. Cle2D.

9. 10. P5R 11. P3TR 12. C x A

C1C2D? C1R A x e

Tras lo cual el predominio de las blancas no ofrece duda. Esto les permite disponer sin apresu­ramientos un ataque contra la de­fensa del rey contrario. al tiem­po que las negras han de esperar con pasividad los acontecimien­tos.

12. C2A

El movimiento 12. . . .. P3R?

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ocasionaba la entrega de la ca­lidad por un peón: 13. ASC, C x P ( o 1 3 . . . . , P3A; 14. P X P y 15. D X P + ) ; 14. A7R, C x P; 15. A x T, C x C+ ; 16. D x C, A x A.

13. P4TR!

Esto indica que se ha valora­do sumamente l a posición. La lí­nea TR. y no otra, es primordial en el resu ltado de la lucha, por cuanto las piezas mayores blan­cas podrán en frentarse con las fuerzas de l as negras, debilitadas por falta de coordinación en sus operaciones.

13. P4AR

La respuesta 13 . . . . . P4TR ofre­cía mayores posibilidades defen­sivas al impedir el avance del peón blanco TR. Por ejemplo: 14. A2A < a 14 . ese procedía 1 4. . . . . P3A) . C3R; 15. A3R, P4D ( o 1 5. . . . . D3e ) . l o cual permitía hacer contraj uego en el flanco de dama. En tal caso las blancas ha­brían tenido que sortear muchas más dificultades que en la con­tinuación efectuada en la parti­da. tras la cual las negras pere­cerán por la debilitación de Jos escaques negros de su flanco iz­quierdo.

14. P5T P x P

En caso contrario, el bando ne­gro no habría tenido siquiera el peón 2T para cubrir a su rey. aunque débilmente. Por otra par­te. ni 14 . . . . . DIR ni 14 . . . . • C3R pocti�n imped ir que el blanco hi­ciese 15. PGT para inmovilizar definitivamente el alfil negro, además de atacar al rey.

Diagrama núm. 21

15. P3eR!

Las blancas no se apresuran y siguen fielmente su plan de do­blar las torres en l a l ínea TR.

15. C3R 16. R2e DIR

Después de 16. . . . . PSA; 17. T1T. P x P; 18. P X P se habrían abierto las diagonales oara los alfi les del blanco.

y

17. TlT D2A

A 1 7 . . . . , D3C sucedía 1 8. A2A se amenazaba con e4T.

18. T4T D3e 19. A2D A3T 20. T1-1T A x A 21. D x A e2e 22. ese

Hay peligro de que suceda 23. AID, P3TR; 24. e3T y 25. C4A, tras lo cual las blancas ganarán no sólo los dos peones de la torre

43

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de rey, sino que reforzarán el ataque. Por eso las negras inten­tan salvarse complicando la lu­cha.

22. 23. P X P 24. A2A 25. D x C

PSA C3R C x P +

Dar una torre y el caballo por la dama contraria simplificaba las cosa� y se continuaba ata­cando : 25. RIA, D x C; 26. TIC. D x T + ; 27. R x D.

25. . . . D x A

El movimiento 25. . . . . T X D ocasionaba la pérdida de una pie­za luego de 26. A x D. T x T; 27. A x P+ .

44

26. D3e D3e

27. T x P T4A 28. P4AR eiA 29. T6T D2e 30. e x P D x D +

A 30. . . . , T x PA sucedía 31. ese, T4A; 32. TST + . D x T; 33. T x D + . R x T; 34. D3T+ y 35. D x T.

31. R x D e x e 32. T x e TI-lAR 33. TST + R2e

y también 33. . . . . R2A; 34 . T x T + . R x T; 35. R4e.

34. Tl-7T+ R3e 35. T x T T X T 36. T X P R4A 37. R3A

Y las negras abandonaron.

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DEFENSA CARO-KANN l. P4R, P3AD

Esta apertura se debe a los ajedrecistas alemanes . Caro y Kann y data del siglo pasado; al principio se la calificó de pasi­va porque las negras eluden el incisivo juego de gambito, pro­pio de aquella época. Pero a par­tir de los años treinta los teóri­cos soviéticos l a enriquecieron con nuevos esquemas estratégi­cos y han ampliado las posibili­dades ofensivas de las blancas y las defensivas de las negras.

La defensa Caro-Kann es el sistema predilecto de aquellos ajedrecistas que prefieren un jue­go posicional sólido con muchas piezas y una estructura de peo­nes elástica, a fin de hacerse con la iniciativa en el instante con­veniente. Capablanca fue un pro­fundo conocedor de esta defen sa, y Botvinnik la practicó con acier­to en sus competiciones indivi­duales con Smyslov y Tahl du­rante la posguerra.

Una de sus prin cipales virtu­des es la facilidad con que las ne­gras pueden movilizar su alfil de dama, lo que no ocurre en otras aperturas.

Procedamos al análisis de !os sistemas que originan las juga­das l. P4R, P3AD. Aquí las blan­cas pueden optar por 2. P4D,

P4D y pasar a las continuacio­nes clásicas. o bien por 2. C3AD y eludirlas. El movimiento 2. P4AD no tiene valor independien­te. ya que produce el ataque Pa­nov luego de 2. . . .. P4D; 3. PR x P. P X P; 4. P4D; en caso de que suceda 4. P x P, P3TD!; 5. C3AD, C3AR; 6. D4T + , CIC2D; 7. C3A. P3CR (o 7 . . . . , T l CD) las negras tendrán buena posición y la posibilidad de recuperar el peón.

A las blancas no les conviene proseguir 2. C3AR, P4D; 3. P5R, A4A ( la continuación 3 . . . . , A5C; 4. P3TR. A x C; 5. D x A, P3R también tiene eficacia ) ; 4. C4D? (o 4. C4T, A2D! ) , A3C; 5. P6R, D3C; 6. D4C, P4AD!, pues las ne­gras mejoran su j uego (Tolush­Kotov, 1 939) .

En ocasiones se hace 2. P3D, lo cual conduce a la antigua de­fensa india después de 2. . . . , P4D; 3. C2D seguido de P3CR y A2C; en caso de que suceda 3. . . . . P4R; 4. CIC3A, C2D, las blan­cas podrán continuar 5. P4D.

1

2. P4D P4D 3. C3AD

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La original continuación 3. P3AR se ha investigado poco; sin embargo, no es peligrosa para las negras. Consiste principalmente en una celada. pues el avance P3AR priva al caballo de su sal­to habitual y debilita el flanco. Esto no está justificado en el as­pecto estratégico, pero en el tác­tico puede ocasionar complicacio­nes interesantes y favorables al bando blanco si el negro intenta aprovechar el citado avance para ganar un peón o hacerse con la iniciativa: después de 3 . . . . . P3R; 4. A3R! ( es mejor que 4. A3D, P x P ; 5. A x P, P4AR! ) , P x P; 5. C2D!. P x P; 6. ClC X P o 4 . . . . , D3C; 5. C2D, D x PC; 6. C3C. las blancas compensarán la pérdida de un neón con el adelantamien­to en la evolución de sus piezas y con la posibilidad de atacar.

Para responder a 3. P3AR, las negras pueden elegir entre l a va­riante principal 3. . . .. P X P; 4. P x P, P4R; 5. C3AR, A3R!; 6. P3A, que activa la posición de las blancas y por lo tanto justi­fica el tercer movimiento de és­tas, y el sistema cerrado más se­guro y estable 3 . . . . . P3R ( es dig­no de atención el movimiento 3. . . . • P3CR, de Kopilov) ; 4. A3R, C3A; 5. C3A ( o 5. P5R, C3A2D y 6. . . . , P4AD. pasando a una va­riante de la defensa francesa aceptable para las negras, o bien 5. A3D, P4A ! ) , D3C; 6. TIC (es poco probable que la entrega del peón 2C esté ahora justifica­da ) , P4A! ( este movimiento hace que se manifiesten los defectos del 3. P3AR. y que a las negras les convenga abrir !a diagonal de casas negras 2TD-8CR) ; 7. PR x P, PR x P, lo cual iguala las oportu­nidades.

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La antigua continuación 3. PSR, A4A; 4. A3D ( si sucede 4. P4CR?, el negro deberá proseguir 4. . .. , A2D, y no 4. . . . , A3C, por efecto de 5. P4TR, P4TR; 6. P6R! o 5. P6R) , A x A; 5. D x A, P3R; 6. C3AD ( a 6. C2R y a 6. P4AR pue­den las negras responder con la maniobra de cambio 6 . . . . , D4T + ; 7. P3AD, D3T o 7 . . . . , P4AD y mejorar su posición) , D3C!; 7. C1C2R, P4AD; 8. P x P, A x P; 9. 0-0, C2R conduce a una lucha combinativa donde la creciente iniciativa de las negras en el flan­co de dama es más efectiva que las posibilidades de las blancas en el flanco de rey ( véase la par­tida número 1 0 ) .

Como respuesta a 3. . . . , A4A conviene tener presente la con­tinuación 4. C2R, P3R; 5. C3C, A3C; 6. P4TR, P3TR; 7. PST, A2T; 8. A3D, A x A; 9. P X A!, y en caso de 9. . . . . D3C. 1 O. A3R, D x PC; 11. C2D, pues el blanco tiene una posición Óptima a cam­bio de un peón.

Si a 3. PSR. A4A sucede 4. P4AD, para evitar el cambio de alfiles, las negras deberán conti­nuar 4. . . . , P3R; 5. C3AD, P x P ( l a continuación 5. . . . • C2D; 6. P x P, P X P ; 7. C 1 C2R, C2R; 8 . C3C, A3C; 9 . A5CR, D3C también es eficaz) ; 6. A X P, C2D; 7. C1C2R, C3C; 8. A3D, C2R; 9. C4R. C2R4D o bien S. P3CD, A3C!, pero no 8 . . . . , C2R porque el blanco prosegu i rá 9. A3T y mejorará un poco su posición. Y si sucede 4. C2R, deberán oro­segui r 4 . . . . , P3R; 5. C4A, P4Á! o 5. C3C, A3C; 6. P4TR, P3TR; 7. PST, A2T; 8. A3D, A X A; 9. D x A, P4AD! con buen contrajuego. Ofrece interés la incisiva conti­nuación 4. P4TR!?, de Nieshmet-

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dinov, que se produjo en una de las partidas de la competición desquite Tahi-Botvinnik ( 1961 ) : después de 4 . . . . , P3TR ( 4 . . . . , P4TR; 5. C3AD, P3R; 6. C3A, A5CR; 7. A2R, P4AD; 8. A3R, C3AD; 9. P x P hizo que aumen­tasen las posibilidades de las blancas en la partida Aronin­Smyslov, 1961 ) ; 5. P4CR?, A2D (en la Aronin-Bronstein , 196 1 , se prosiguió 5 . . . . . A lA; 6. C3AD, D3C; 7. A3T, P3R; 8. C1C2R, P4AD; 9. 0-0, C3AD: l O. A3R. y el bando blanco tiene ventaja ) ; 6. PST. P4AD; 7. P3AD, P3R; 8. P4AR, D3C; 9. C3A, C3AD se pro­duce una posición compleja y con igualdad de oportunidades.

Se practica igualmente la con­tinuación 3. P x P, P x P; 4. A3D ( con 4. P4AD se inicia el ataque Panov, que por su complejidad se analiza en el apartado 11) . C3AD; 5. P3AD, C3A (5 . . . . , D2A es asi­mismo eficaz. por cuanto estorba la salida del alfil blanco a l a ca­silla 4AR) ; 6. A4AR (a 6. P3TR procede 6. . . . . P4R!; 7. P X P. C x P : 8. C3A . C3A!: 9. 0-0, A2R con igualdad de posibilidades. y a 6. ASCR sigue 6. . . . . A5C; 7. D3C. D2D ) . A5C; 7. D3C ( en caso de que suceda 7. C2R o 7. C3A. se proseguirá 7 . . . . . D3C! ) . C4TD!; 8. D4T+. A2D; 9. D2A. P3R; 1 0. C3A. D3C ( 1 0 . . . . , A2R no es tan complicado) . Pero las negras lle­van intención de hacer 11. . . . , A4C para cambiar los alfiles de casillas blancas. En la primera partida de la «competición del si­glo» Fischer-Petrosian ( 1 970) si­guió 11. P4TD!, TIA; 12. C1C2D. C3A; 13. DIC. C4TR; 14. A3R, P3TR; 1 5. C5R, y las blancas me­joraron sus perspectivas.

3 . . . . P x P

No conviene proseguir 3. . . . , C3A porque sucede 4. P5R, C3A2D (a 4 . . . . , CSR sigue 5. C3A2R! seguido de P3AR) ; 5. P6R!, P x P; 6. C3A o 6. A3D y las blancas atacan.

Se ha puesto de moda el es­quema 3 . . . . , P3CR; 4. PSR, A2C; 5. P4A, P4TR, que se nos ofrece con transposición de movimientos en la defensa Ufimtsev. Tras 6. C3A, ASC; 7. P3TR, A x C; 8. D x A. P3R; 9. P3CR, D3C; 10. D2A, lo cual sucedió en la ter­cera partida de la «competición del siglo» Fischer-Petrosian, las blancas deben disponer el avan­ce P4CR para apoyar el movi­miento de ruptura P5A. ventajo­so para ellas.

4. C x P

De suceder l a continuación de gambito 4. P3A. lo mejor para las negras será continuar 4 . . . . . P4R! En el caso de 4 . A4AD, C3A; 5. P3A, P x P; 6. C X P, P3R las blancas no compensan l a pér­dida del peón.

Después de 4. C x P , el negro tiene una serie de continuaciones originales estratégicamente, y de parecido valor.

1

4. A4A

Este antiguo movimiento pro­mueve una lucha de maniobras compleja. donde las blancas tie­nen la iniciativa durante largo tiempo.

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5. e3e A3e 6. P4TR

Las blancas adetantan ese peón para forzar el cambio de los al­files de casillas blancas. Sobre este particular. Alekhine comen­ta : «Esta jugada guarda relación con el enroque largo y es uno de los sistemas más antiguos de jue­go de las blancas en l a defensa Caro-Kann. Lo siguieron con bas­tante acierto Chigorin. Pillsbury y otros. Posteriormente se ha comprobado que las negras pue­den rebatirlo con el oportuno con­tragolpe P4AD en el centro)).

El movimiento 6. e3A se ana­liza en el grupo 2.

Si tiene lugar 6. e3T. cuya fi­nalidad es proseguir e4A _v P4TR para oponerse a la respuesta P3TR. las negras deberán conti­nuar 6. OO • • e2D; 7. A4AD. ele3A; 8. e4A. P4R!; de ese modo se re­ducirá al mínimo la ventaja de las blancas después de 9. e X A. PT x e; 10. P x P. D4T + : 11. A2D. D x P+ . No les conviene hacer 6. o o .• e3A; 7. C4A. P4R; 8. P x P. D x D+ ( en caso de que suceda 8. O O . . D4T + ; 9. A2D. D x P + ; 1 0. A2R, D x P ; 1 1 . C x A, PT X C; 12. T 1 CD!. el bl anco adelantará en mucho al negro en el desarrollo de la posición ) ; 9. R X D. ese; 1 O.

e x A. PT x e; 11. e4R. e x PR; 12. A4AR!. pues las blancas aumen­tarían su ventaja ( Stein-Khol­mov. 1964 ) .

A 6. A4AD puede suceder 6 . 0 0 • •

P3R; 7. eiC2R. A3D: 8. P4TR ( caso de 8. 0-0. D2A; 9. P4A, las negras continuarán 9. 0 0 . . C2R) , P3TR; 9. e4A. A x e: 1 0. A x A, e3A, y l a posición de las negras es pasiva, pero sólida ( Geller-Ba­girov, 1 960. y Tahi-Botvinnik dé-

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cimoquinta partida del campeo­nato del mundo, 1 960) .

A 6 . . o o . P3R se ha segu ido igualmente 7. e1e2R. e3A; 8. e4A ( l a continuación 8. 0-0. A3D ; 9. P4A no pone en peligro a las negras. por cuanto pueden hacer 9 . . . . . D2D y hasta 9 . . 0 0 0 A4AR! ? ) . A3D; 9. A3e. D2A; 10. D3A. con ci erta ventaja para las bl ancas.

6. P3TR

/Jiti;!I'Clll/ll IILÍ/11. 22

7. e3A

Es la continuación clásica. Hace unos años se solía adop­

tar un sistema en el que las blan­cas no hacían el cambio de los alfiles de escaques bl ancos. sino que situaban el caballo en la ca­silla 4AR. con lo cual obl igaban a retirar el alfil negro .v dispo­nían un ataque de piezas contra la defensa del rey contrario. A pesar de todo. las negras tam­bién consiguen igualar las posi­bil idades en este sistema, siem­pre que ejecuten una defensa sin errores.

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Si 7. C3T, lo más simple para poner término a la presión ejer­cida por las blancas es el con­tragolpe 7 . . . . . P4R!. de Capablan­ca. Por ejemplo: 8. P x P . D4T + ; 9. A2D ( a 9 . D2D sigue 9 . . . . , A5C! ; 1 0. P3AD. D X P + ; 1 1 . A2R, A4AD y las blancas no podrán enrocar por efecto de 12 . . . . , D X C, y a 12. C4A procede 12 . . . . , C2D seguido del enroque lar­go) , D x P + ; 1 0. A2R, tras lo cual las negras deberán proseguir 10 .

. . .• D x P a pesar del riesgo que ello entraña. Actualmente se sue­le hacer 7. C1C2R. en cuyo caso a las negras no les conviene pro­seguir 7. . . .. P4R. ya que des­pués de 8. P x P. D4T + ; 9. A2D. D x PR recuperan el peón sin dar jaque y, por lo tanto, las blan­cas pueden responder con 1 O. A3A y atacar. Pero si prosiguen, como en la novena partida de la com­petición Tahl-Botvinnik, 7. . . . . C3A; 8. C4A. A2T; 9. A4A, P3R! (9 . . . . , P4R es peor debido a 1 0. D2R!, P5R; 1 1 . A3R, C1 C2D ; 12 . 0-0-0 o 1 0 . . . . , D x P; 1 1 . 0-0, con ataque de las blancas) ; 10. 0-0 (o 1 0. D2R, A3D; 1 1 . A3R, ClC2D; 12. C3C5T, C X C ; 1 3. C x C, TIC!, como sucedió en la quinta parti­da de la citada competición) , A3D se producirá la posición crítica del sistema.

(Véase diagrama ntím. 23)

No se ha demostrado como bue­na la arriesgada entrega de una pieza, propuesta por Tahl: 11. C x P?!. P X C; 12. A x PR, D2A; 13. T1R ( 1 3. C5T ofrece muchas más posibilidades) , C1C2D! Pero las blancas pueden continuar 11 . TlR, 0-0; 12. P3,aD, donde ya no es posible seguir 12 . . . . , C1C2D

Diagrama núm. 23

por efecto de 13. C X P, P X C; 14. T x P. Sin embargo, el movimien­to 12 . . . . . C4D! alcanza a igualar las posibilidades.

7. C2D

Aquí es imprescindible que los movimientos se sucedan con exac­titud. De jugar cualquier otro, las blancas harán 8. CSR y aco­rralarán el alfil negro.

Es erróneo, por ejemplo, conti­nuar 7 . . . . . P3R; 8. CSR, D3A??; 9. ASCR!. pues ganarán las blan­cas.

8. P5T

Respecto de la continuación 8. A3D. véase la partida número 1 1 .

8. A2T 9. A3D

En esta posición no conviene situar el alfil en la casilla 4AD porque carecería de perspectivas luego de 9. A4AD, C1C3A; 1 0. 0-0. P3R; 11. T1R. A2R.

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9. 10. D x A

A X A D2A!

Con objeto de enrocar largo e impedir que suceda A4A.

1 1 . A2D

En la partida Keres-Bagirov ( 1959) se ensayó una idea ori­ginal: 11. T4T, P3R; 12. A4A, A3D; 13. A x A, D X A; 14. e4R, D2R; 15. 0-0-0, e1e3A; 16. e X e + ; aquÍ las negras no pro­siguieron 16. . . . . e X e; 17. esR, 0-0-0; 18. D3eR, T1TlC; 19. T3D, e1R; 20. T4A -lo que justificó la salida de la torre a la cuarta horizontal en la partida Gligoric­Petrosian ( 1959) jugada poste­riormente--. sino 16 . . . . , P X e, Y de esta manera privaron de pun­tos de apoyo a las piezas con­trarias.

1 1. P3R 12. D2R!

Es una continuación muy fuer­te, pues ofrece la posibilidad de enrocar al lado que convenga.

12. eie3A

Si 12. 0-0-0, las blancas de-berán proseguir 13. esR, e x e (o 13 . . . . . C3C; 14. P3AD, C3A; 15 . 0-0. P4A; 16. P4C!, con fuerte ata­que) ; 14. P x e, e2R; 15. 0-0-0, P4AR; 16. P4AR y a .. mentar así sus posibilidades; si 12 . . . . , A3D, proseguirán 13. e4R, ASA; 14. eSR!, A X A + ; 15. e X A, también con mejores posibilidades.

50

13. 0-0-0 0-0-0 14. esR

Diagrama lll¡lll. 24

14. e x e

Continuar 14 . . . . . e3e; 15. AST. P4A es peor, pues sigue 16. P4AD!, P x P; 17. R1e, y en caso de 1 7 . . . . , A3D, 18. PSA!, A x P; 19. T1AD, T4D; 20. e3D y l as blancas deben ganar.

15. P x e

El negro puede optar por una de las dos retiradas del caballo, más o menos equivalentes: 15 . . . . , e4D; 16. P4AR, P4AD; 17. P4A, ese < Spassky-Botvinnik, 1 96 6 ) , y 15 . . . . , e2D; 16. P4AR, A2R; 17. e4R, e4A (Spassky-Pe­trosian, demicotercera partida de la competición individual, 1966 ) . L a posición del blanco es prefe­rible en ambos casos.

El juego presenta un aspecto algo distinto cuando no se hace 6. P4TR, P3TR, lo •cual permite a los dos contendientes enrocar corto. Veámoslo: 6. e3A, e2D; 7. A3D ( después de 7. A4AD, ese alfil carecería de perspectivas, no obstante lo cual las negras

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tendrían que contar con la posi­bilidad de que el contrincante lo sacrificase en la casilla 6R y, por lo tanto, proseguir 7 . . . . . eie3A: 8. P3A, P3R; 9. D2R, A2R; 1 0. 0-0, 0-0: 1 1 . TlR, e4D seguido de D2A y esA. como en la partida Yates-Reti. 1 924) , P3R; 8. 0-0. CIC3A; 9. TIR, A2R (o 9. . . . . D2A; 1 0. P4A, ASe. y si sucede 10. esA. 1 0 . . . . . 0-0-0 ) ; 10. P4A. 0-0 < o primero 10 . . . . , A X A ) . La posición del blanco es más des­ahogada. y la del negro no ofrece ningú:1 punto vulnerable.

2

4. C3A 5. C x e +

Además de esta continuación, eficaz y lógica, se practica 5. ese, entonces las negras pueden continuar 5. . . . . Cle2D; 6. C3A. P3R y pasar al sistema expuesto en el grupo 3 . o elegir una de las siguientes variantes:

5. . . .• P4R; 6. e3A ( es peor 6. P X P, D X D + ; 7. R X D, ese o 6 . . . . , D4T + . pues beneficia a las negras en ambos casos) , P X P; 7. e x P, A2R! ( a 7 . . . . , A4AD suce­de 8. D2R + . A2R; 9. A3R, P4A ; 10. e4D5A, 0-0; 1 1 . D4A seguido de A3D y 0-0-0, como en la céle­bre partida Alekhinc-Tartakower, 1 927) ; 8. A2R, 0-0; 9. 0-0, A4AD. y las posibilidades están más o menos igualadas.

5 . . . . , P4A; 6. e3A, e3A; 7. A3R, D3C; 8. A3D, P3R; 9. 0-0. A2D! (la continuación 9. D X P ; 10. P X P, A2R; 1 1 . e4D pone al negro en peligro, y me­jora las perspectivas del blan­co) ; 10. P x P. A x P; 11. A X A,

D x A; 12. P3A aumenta un poco las posibilidades de las blancas.

Y 5 . . . . , P4TR; 6. P4TR ( conti­nuar 6. A5eR, PST; 7. A X e? es un error, pues en la partida Schuster-Carls, 1 9 1 4 , sucedió 7. . . . , PT x C: 8. A5R, T x P ; 9. T x T, D4T + ; 1 0. P3AD, D X A + ! ; 1 1 . P x D . P x T, y el blanco hubo de rendirse) , A5C; 7. A2R, A x A; 8. ele x A. eie2D; 9. D3D, lo cual mejora hasta cierto punto el jue­go de las bl ancas.

Hay que tener en cuenta la continuación 5. ese. tras la cual no es posible responder con 5 . . . .. P4R porque sucede 6. A4AD, y en caso de 6. . .. , P3TR, 7. C5C3A seguido de C5R y Cie3A o Cl e-2R-3C. según jueguen las negras.

En 1936, Alekhine ensayó , 1a ju­gada de gambito 5. A3D, reco­mendada por Tarrasch, y orga­nizó un ataque peligroso en el transcurso de 5. . . . , D X P; 6. C3AR. DID; 7. D2R, C x C; 8. A X C, C2D; 9. 0-0. C4A; 10. TID, D2A; 11. esR. A pesar de todo, esta continuación es peligrosa para todo aquel que no sea un Alekhine .

Si 5. D3D, se deberá proseguir 5 . . . . , CIC2D séguido de e X e, y no P4R, pues esta · variante hizo que terminase con rapidez sor­prendente la partida Reti-Tarta­kower: 5 . . . . , P4R; 6. P x P, D4T + ; 7. A2D, D x PR; 8. 0-0-0!, e x C??; 9. DSD + ! . R x D; 1 0. A5e + . y mate en una jugada.

5. PC x C

Este movimiento no parece tan seguro como el 5 . . . . . PR x C. pues debilita el flanco del rey de las negras y l es obliga a jugar con

51

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precisión en la apertura; en cam­bio. les facilita la línea semiabier­ta CR. importante para contra­atacar ( a este respecto, véase l a partida número 1 2 ) , y les ofrece por lo general muchas posibili­dades de complicar la lucha.

Procedamos al examen de la continuación 5. . . . . PR x C. Su defecto principal estriba en que las blancas tienen superioridad numérica de peones en el flan­co de dama, superioridad que se manifestará particularmente en la fase final de la partida. Por el contrario. los dos peones do­blados en la línea AR refuerzan el flanco de rey. y uno de ellos puede tener una participación importante en el ataque.

5 . . . . . PR x C; 6. A4AD, A2R ( tras el aparentemente activo mo­vimiento 6. . . .. A3D y la res­puesta 7. D2R + . las negras ten­drán que optar por el cambio de damas con un final rápido y des­favorable a ellas, o bien por la pérdida de un tiempo en retirar el alfil a la casilla 2R con me­jor juego para las blancas: 7 . . . . .

D2R; 8. D X D + . R x D ; 9. C2R, A3R; 1 0. A3D !, T I D ; 1 1 . P4AD. C2D : 12. A2D .Y 7. . . . . A2R; 8. C3A, A5CR; 9. P3A, C2D; 10. P3TR. A4T; 1 1 . P4CR, A3C; 12. C4T ) ; 7. C2R ( en caso de que su­ceda 7. D5T. lo mejor será con­tinuar 7. . . . , P3CR; 8. D3A. D x P) , C2D; 8. 0-0, 0-0 ( hacer 8. . . . , C3C para situar luego ese ca­ballo en el escaque 4D es un error. pues facilita el avance de los peones centrales del contra­rio; por eso las negras deben in­tentar el ataque por el flanco de rey y. si es posible, apoderarse de la l ínea R ) : 9. A4A. TlR; 10. D2D. ClA.

52

Diagrama núm. 25

Las blancas llevan una ven­taja mínima en el desarrollo. Pero volvamos sobre la variante principal.

6. P3AD

Esta modesta jugada tiene por objeto reforzar la posición del peón 40, impedir que la dama contraria dé j aque desde su es­caque 4TD, y forzar el siguiente movimiento de las negras.

Son practicables las siguientes continuaciones:

6. C2R. ASC l a 6 . . . . . P4TR su-cede 7. D3D!, .v a 6 . . . . . A4A pro-cede 7. C3C. A6C; 8. P4TR. P4TR; 9. A2R) ; 7. P3TR, A4T; 8. P3AD, C2D; 9. D3C. D3C. y las blancas llevarán la ventaja de la pareja de alfiles tras el cambio de da­mas. y la continuación 1 1 . C4A.

6. C3A. ASC (es prosegu ible 6 . . . . , A4A ; 7. A2R . P3R; 8. 0-0. A2C) ; 7. A2R. D2A ( para impe­dir la salida del alfil blanco a la casil la 4AR, o continuar 7. . . . . P:3R; 8. A4AR. A3D : 9. A3C,

Page 56: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

D2A ) ; 8. 0-0, C2D; 9. P4A. lo que iguala las posibilidades.

Ante el peligro de un ataque de peones en el centro. las ne­gras no deb(>n empezar el contra­ataque en ei flanco de rey mien­tras no se hayan desarrollado to­talmente, como prueba la instruc­tiva l)artida Matanovic-Szabo ( 1958) : 7 . . . . . P3R; 8. 0-0. A3D; 9. P4A. TIC < es mejor 9. . . . . D2A! ; 1 0. P3TR. A x C ; 1 1 . A X A. C2D y el enroque largo ) ; 10. R1T. P4AR; 11 . P5D!, PA x P; 12. P x P. P4R; 1 3. C x P!. A x C; 14. TlR. CZD; 15. P4A. con lo cual las blancas han sacado un peón de ventaja y tienen buena pOSICion.

Es factible 6. P3CR. D4D: 7. C3A. A4A: 8. P4A. D5R+ ; 9. A2R.

Y 6. A4AD no es tan fuerte como 1 as anteriores, !)U es las blancas no aprovechan l a supe­rioridad de peones que tienen en el centro. Por ejemplo: 6. . . . . A4A; 7. C2R, P3R: 8. C3C. A3C; 9. P4TR. P4TR. tras lo cual no se podrá continuar 1 0. A2R, A3C; 1 1 . C X P? ya que sucedería 11. . . . . A x C; 12. A x A. D4T + . En esta variante se ve claramente la importancia aue tiene el movi­miento 6. P3AD.

6. A4A

El procedimiento defensivo 6 •

. . . . P3C; 7. C3A. A2CD; 8. MAR. P3R: 9. A2R. A3D; 10. A3C es pasivo v. por ende. ofrece a las negras menos posibilidades.

7. C2R

Es lo mejor. pues las blancas se ahorran un tiempo en el ata­que contra el alfil de las negras

y les obligan a mover desventa­josamente el peón TR.

En caso de que suceda 7. C3A, las negras deberán proseguir 7. . . . . P3R ( 7 . . . . , D2A; 8. A4AD, P3R: 9. D2R. C2D; 1 0. C4T. A3C; ! ! . P4A. 0-0-0; 1 2. P5A!. P x P; 13. 0-0 da ventaja al blanco, mientras que el negro podrá res­ponder a 1 1 . P4A con 1 1 . . . . . P.;AR. si tiene la dama en la ca­silla ID) ; 8. A4AR, A3D; 9. A3C. D2A; 1 0. A2R. C2D y. tras el enroque largo, las posiciones se­rán más o menos iguales.

7. P4TR!

Este movim iento se debe a Si­magin. La continuación 7. .. . . P3R; 8. C3C. A3C: 9. P4TR. P3TR; 1 0. P5T es peor. pues el alfil l A tendrá que defender el peón 3TR.

8. P4TR

A 8. C3C procede 8. . . . . A5C; 9. P3A. P5T o 9. A2R, A x A; 10. D x A. D4D!. y las negras tienen contraj uego.

8. 9. C3C

10. A2R

C2D A5C

Si 1 0. P3A. entonces 1 0. .. . . D2A!; 1 1 . R2A. A3R.

1 0. 1 1 . D x A 12. 0-0

A x A D4T 0-0-0

! Véase dia�nmw ntílll. 2ó)

Posición crítica de este si ste­ma. que da principio a una lu­cha enconndn v con ataques recí-

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Diagrama 111Ím. 26

procos en los .flancos. El peón ne­gro 4TR es vulnerable; sin em­bargo, pretender ganarlo entraña peligro: 13. P4AD, P3R; 14. P3T, D2A!; 15. e x P, P4AD!; 16. A3R, P x P; 17. A x P, A4A, y las ne­gras contraatacan.

Por io tanto, en caso de 5. e X e+ son totalmente acepta­bles las respuestas 5 . . . . • PRx e y 5 . . . . , Pe x c.

3

4. e2D

Este sistema Nimzovich tiene por objeto preparar el movimien-to 5. ete3A.

5. C3AR

Si acontece 5. D2R, se deberá proseguir 5. . .. , e2D3A!; 5 . . . . , P3R es peor porque sucede 6. A4AR; y al rutinario movimien­to 5 . . . . , Cle3A?? se responderá con 6. e6D, mate.

A 5. A4AD sucedió 5. e1e3A; 6. ese, P3R; 7. D2R . ( re-

54

sulta menos convincente 7. C2R, P3TR; 8. C3AR, A3D; 9. 0-0, D2A; 1 0. C3A , P4CD!, lo cual ocurrió en la partida Simagin-Smyslov, 1963 ) , e3C; 8. A3C, P3TR (a 8.

D X P procede 9. C l C3A, A5C+ ; 1 0. P3A, A X P + ; 1 1 . R I A o 9 . . . . . D;jD; 1 0. C5R) ; 9. ese3A, A2R; 10. P3A, P4A; 11. P x P, e3e2D, y se igualaron las posi­bil idades en la partida Suetin­Smyslov ( 1 960) . Hacer 8. A3D es mejor que 8. A3e, pues la situa­ción del al fil en la casilla 3D es más activa para atacar contra l a defensa del rey negro.

5. ei e3A 6. e3C

En caso de que suceda 6. C3A, lo mejor para las negras será continuar 6. . . . , e3C; 7. A2R, A4A; 8. 0-0, P3R. También es practicable el movimiento 6. . . . , P3CR, propuesto por Kopilov.

Después de 6. C x e + , e x e; 7. A4AD, las negras no podrán responder con 7 • . . . , ASe? debido a 8. A X P + ! , pero tendrán bue­na posición si prosiguen 7. . . . , A4A; 8. esR, P3R; 9. 0-0 ( las blancas no sacarán ninguna ven­taja de la continuación 9. P4CR, A3C; 1 0. P4TR, por causa de 1 0. . . . , C2D! ) , A2R; 10. A3e, P4TD! ( Gligoric-Smyslov, 1963) . Pueden igualmente proseguir 7 . . . . , P3eR; 8. e5R, e4D; 9. D3A, A3R o '1. . . . • P3R; 8. 0-0, A2R y disponer el fiancheto del alfil de casillas blancas luego de haber enrocado.

6. P3R

Si sucede 6 • . . . , P3CR, las blan­cas podrán continuar 7. P4TR y obligar de ese modo ::. responder

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con 7 . . . . , P4TR, pues 7 . . . . , A2C; 8. PST, 0-0; 9. P x P es peligroso para las negras.

i. A3D A2R

En ocasiones se hace previa­mente 7 . . . . . P4A; por ejemplo : 8. P3A, A2R; 9. 0-0, 0-0.

8. 0-0 P4A

Tal sucesión de jugadas per­mite a las negras eludir la con­tinuación incisiva 8. . . . , 0-0; 9. P4A, P4A; 10. P3C, P3C; 11. A.2C, A2C; 12. D2R, TIR; 13. TITID, D2A y. si sucede 14. A1C, la res­puesta 14. . . . . D3A! igualará las posibil idades. Pero conviene te­ner en cuenta los movimientos 14. CSR y 1 4. RIT, aptos para responder a 14 . . . . . D3A con 15. T1CR.

9. P3A

A las blancas no les conviene hacer 9. P4A, a causa de 9. . .. , P x P; 10. C x P, C4R.

9. 10. D2R 11. C5R 12. A3R

0-0 P3CD A2C

(V éasc dia¡:rmna 111ÍI1!. 27)

En esta posición contundente para ambos bandos, el blanco tie­ne probabilidades de atacar, y el negro debe defenderse sin come­ter ningún error.

II

2. P4D P4D

Diugrtmw ntinz. 27

3. P x P P x P 4. P4AD

Es el ataque Panov, cuyo va­lor consiste en la diversidad es­tratégica de las variantes que produce. y que por su contenido se parecen a posiciones del gam­bito de dama aceptado, de l a de­fensa siciliana y de la defensa Grünfeld. En la apertura, la lu­cha es a veces violenta y tensa.

Sobre este particular, Alekhi­ne comenta: «A mi modo de ver, el ataque Panov ofrece a las blancas mayores posibilidades que el movimiento 3. C3AD». Y lo practicó con fortuna en las com­peticiones.

Su autor señala con satisfac­ción que el sistema resiste desde hace muchos años y ha formado parte del repertorio de Alekhine, Capablanca, Botvinnik, Tahl y Spassky, campeones del mundo.

4. C3AR

Si 4 . . . . , C3AD, las blancas me­jorarán su posición a través de

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S. P x P, D x P; 6. C3AR, P4R ( tras 6 . . . . . A5C; 7. A2R, P3R; 8. C3A, A5C; 9. 0-0, D4T; 10 . P3TD, C3A; 1 1 . P5D!, P x P ; 12. P X A!, D x T; 1 3. C2D!, se producirá la posición. favorable a las blancas, de la partida Alekhine-Podgomy de 1 942, que empezó con la defensa siciliana) ; 7. C3A. A5CD; 8. C2D.

5. C3AD

Aquí las negras pueden elegir entre varias continuaciones.

1

5. P3CR

Esta variante im plica la entre­ga de un peón, temporalmente.

6. D3C A2C 7. P x P 0-0 8. A2R

Si 8. P3C. C3T; 9. AZC, D3C; 10. D X D, P x D; 11. CIC2R, C5CD; 12. 0-0, T1D, las blancas llevarán ventaja luego de 13. P6D!, T x P; 14. A4A, T2D; 15. T1A1D (partida de la competi­C!On individual Spassky-Petro­sian, 1966 ) .

Las negras tampoco mejora­rán su situación si en vez de 13. . . . , T x P continúan 13 . . . . , P x P debido a 14. A5C, T1R; 15. P3TD, C3A; 16. T1R, A5C; 17. A x C, A x A; 18. C5D (Tahl-Botvinnik, 1966 ) .

Como respuesta a 8 . P3C, es interesante la continuación de gambito 8. . . . , P3R!; 9. P x P, C3A; 10. P x P + , R1T!; 11 . C1C2R, D2R; 12. A3R, C5CR, pues las negras se hacen con la iniciativa.

56

8. C 1 C2D

Se ha practicado igual mente 8. C3T; 9. A3A, D3C.

9. A3A C3C 10. A5C

Tras 10. A4A, A4A; 11 . T1D, D2D se produce la posición in­cisiva de la defensa Grünfeld, en la cua l las blancas pueden aumentar sus posibi l idades si res­tituyen el peón .

1 0. ASC

D�spués de 1 0. . . . . A4A; 11 . TID, D2D; 12. P3TR, P4TR; 13. C1C2R, T1A1D; 14. P6D!, P x P; 15. P4TD o 1 1 . . . . . D1A; 12. P3TR, D5A; 13. D x D, C X D; 14. P4CR!, las blancas llevarán ventaj a , por cuanto a 14. . . . , A7A sucederá 15. T2D! (Vasiukov-Gurgen idze. 1 969) .

En el caso de 11. T1D se ha ensayado también la respuesta 11. . . . . P4TD; no obstante, las blan­cas prosiguen 12. C1C2R, PST; 13. D5C, P3T; 14. A x C, P x A; 15. 0-0. T1R; 16. P6D! y mantie­nen su ventaja.

La continuación 10. . . . , P4TD ofrece al negro muchas posi­bilidades ( Bagirov - Gurgenidze. 1969) .

11. A X C 12. C x A

A x A6A A x A

Aunque suceda 12. . . . , P x A; 1 3. 0-0, D2D; 14. T1A1R, las blan­cas continuarán con ventaja po­sicional.

13. P4TD!

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Diagrama núm. 28

Después de 13 . . . . , D2A; 14. 0-0, T1A1D; 1 5. PST, D5A; 16. T3T. el blanco llevará ventaja.

2

5. P3R.

Esta tranquila continuación conduce a una lucha con igual­dad de oportunidades.

6. e3A A2R!

Es mejor que 6. . . .• e3A, tras lo cual las blancas realizan una de las ideas estratégicas funda­mentales en este sistema; o sea, obtienen superioridad numérica de peones en el flanco izquierdo y estabilizan el centro: 7. P5A, e5R; 8. ASCD, e x e; 9. P X e, A2D; 1 0. 0-0, A2R; 11. A4AR o 7. PSA. A2R; 8. ASeR, 0-0; 9. A4AR, A2D; 1 0. 0-0, P3eD; 1 1 . A x e, A x A; 12. esR y mejoran sus perspectivas en ambos casos.

La continuación 6 . . . . . P x P; 7. A x P conduce a una posición de gambito de dama aceptado. fa­vorable a las blancas.

7. P x P

Este movimiento se debe a Alekhine. El avance P5A repor­ta menos ventaja a las blancas cuando el caballo negro no está situado en la casilla 3AD, pues las negras, como propuso Kaspa­rian en 1938, pueden alternar el movimiento de ruptura P3eD con el contraataque e5R y P4AR en el centro y conseguir así contra­juego. Pero habrán de hacer P3eD después de haber enroca­do; de lo contrario las blancas llevarán ventaj a. Véase: 7. P5A. P3eD; 8. P4eD, P4TD; 9. e4TD, C3A2D; 10. ASeD!

Por lo general, las negras tie­nen que defenderse con mucha precisión después de 7. PSA, ya que cualquier jugada imprecisa puede ocasionarles compiicacio­nes serias. Es frecuente practicar la siguiente continuación : 7. PSA. 0-0; 8. A3D, P3eD; 9. P4eD, P4TD; 1 0. e4TD, e3A2D ( o 10 . . . . , ClC2D! ?; 1 1 . A4AR. C4T! ; 12 . A2D, PT X P ; 1 3. P6A! con juego complicado, o bien 1 1 . . . . , PT x P; 1 2. P6A, C4A! ; 1 3. P x C, P X P con la entrega de una pieza por tres peones) ; 1 1 . PSe. P X P; 12. P x P. P4R!; 13. P6A. PSR; 14. P X C, C X P, lo que iguala las oportun idades; sin embargo, las negras tendrán Que continuar defendiéndose con precisión. Por ejemplo: 15. 0-0. P x C; 16. D x P. e4R; 1 7. D3C. e x A; 18. D x e, PSD! (partida Sokolsky-Simagin j ugada por correspondencia, 1965-19 66) .

Además de 1 1 . PSC. son dig­nas de atención las continuacio­nes 1 1 . D2A y 11. P4T!?

En l a partida Neustadt-Cher­nishev < 1 959) . las blancas prosi-

:,7

Page 61: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

guieron 11. D2A, C3AD; 12 • .P5C, C5C; 13. A x .P + , R1Tj 14. DlC, .P x .P; 15. .P X .P! (es más contun­dente que 15. P3TD), TlCD; 16. P3TD, C3AD; 17. A2C y sacaron ventaja.

En .caso de que suceda 11. .P4T (se amenaza con hacer 12. A x P + ¡ , P3T; 12. T3T; .P4Rj 13. A x .P!, A3A; 14. T3C, P5R; 15. C5C, C3A; 16. DST, o 12. . . . , PT x .P; 13. A x .P!, T1R; 14. T3C, A3A; 15. ese, P x A; 16. e7T+. las blancas tendrán fuerte ataque.

En la partida Botvinnik-Go­lombeck (Moscú, 1956) , las ne­gras no hicieron la enérgica ju­gada 9 . . . . , P4TD. sino la pasiva 9 . . . . • A2D y, tras 10. A3R (para responder a 10 . . . . . P4TD con 1 1 . P5C) , CSC; 11. 0-0. P4TD; 12. e4TD, perdieron pronto.

Botvinnik estima que el movi­miento 7 . .P5A es probablemente el único medio para complicar la lucha.

Aparte la continuación 8. A3D. cuya finalidad es obstaculizar 8 . . . . . esR. hay que tener en cuen­ta la 8. P4eD, e5R; 9. D2A, .P4A; i O. A3D, A3A; 11. TlCD, pues e� la partida Estrin-Ilivitski 1 1964) se prosiguió 11. . . .• P4eR; i2. e2R. D2R; 13. 0-0. P5e; 14. C5R, A X e; 15. P x A, e3AD; 16. P3A. y las blancas quedaron me­jor.

Después de 7. ASCR se produ­ce la variante inserta en .el apar­tado 3.

7. e x P 8. A4AD

Botvinnik es el autor de este movimiento. Alekhine prefería continuar 8. ASe + . A2D; 9. A x A+ . D x A; 10. C5R, e x e;

58

11. P x e, D4e; 12. P4AD, D4T + ; 13. A2D, Ase; 14. T1eD o bien 8. . . .• C3AD; 9. 0-0, 0-0; 10. TlR; las blancas dominan bastante es­pacio y, por consiguiente, tienen muchas posibilidades. Se puede igualmente continuar 8. A3D.

8. . . . 9. 0-3

10. T1R

0-0 C3AD e x e

Es erróneo proseguir 10. P3CD. como hizo Alekhine en una partida con Botvinnik ( 1938 ) . Sucedió 11. e X e , .P X C; 12. A5CD!, A2D; 13. D4T, e1C; 14. A4AR. con ventaja para las blan­cas.

1 1 . P X C P3CD

J)ia¡¡ramu ntím. 29

Hay igualdad de oportunidades para ambos bandos.

3

5. . . . C3A

Esta variante es la más difícil y compleja.

Page 62: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

6. A5C

Movimiento incluido en el aná­lisis que Panov publicó en 1 930. y Botvinnik lo practicó acertada­mente en su competición indivi­dual con Flohr ( 1933 ) . Acerca del mismo, Alekhine dice que, «Si bien es bueno, no es mejor que 6. C3A», el cual se analiza en el apartado 4.

6. P3R

En el citado análisis, esta ju­gada está considerada como la mejor respuesta a 6. A5C, y se recomendaba proseguir 7. P X P, P x P; 8. A x C, D x A; 9. C x P, DlD para igualar el juego.

A 6 . . . . , P x P puede segui r la continuación de gambito de Ale­khine 7. A x P!, D x P; 8. D X D, C x D; 9. 0-0-0 o 7 . . . . , e x P; 8. C3A, C x C + ; 9. D x C, tras l o cual las blancas atacan. También es proseguible 7. P5D, e4R; 8. D4D, C6D + ; 9. A x e, P x A; 1 0. C3A! (Botvinnik-Flohr, 1933) .

A la continuación 6. . . . , A3R; 7. e3A, P3CR, de Flohr, convie­ne replicar con 8. A X C, P X A; 9. PSA porque las blancas obten­drán superioridad numérica de peones en su flanco izquierdo y la iniciativa.

Respecto al movim iento 6 . . . . , ASC, véase la partida número 1 3.

La variante 6. . . . , D3e; 7. P X P, e X P4D promueve una lu­cha incisiva (es erróneo hacer 7 . . . . , D x PC, pues en la partida Botvinnik-Spielmann, 1 935, su­cedió 8. TlA! , C5CD; 9. C4T, D X PT; 10. A4AD, A5C; 1 1 . C3AR, A x C; 1 2. P X A, y las negras tu­vieron que rendirse; al efectuar los movimientos sexto y séptimG, Spielmann contó sólo con la si-

guiente respuesta, recomendada por Rejfir en un análisis: 8. C4T?, D5C + ; 9. A2D, D x PD; 1 0. P X C, C5R; 1 1 . A3R, D5C + ; 12. R2R, P x P. y las negras atacan fuer­te; por tanto, el citado análisis resultó ser incorrecto) .

Si se responde a 7 . . . . , e x P4D con 8. A3R, el negro proseguirá 8. . . . , P4R; 9. P x P a. :p., A4A; 1 O. P x P +, R2R; 11. A4AD, TlD C o 1 1 . C 1 C2R, D X P) . También se puede responder con el movi­miento 8. CIC2R, de Müller; en tal caso, el negro deberá prose-; guir 8 . . . . , e4A!; 9. D2D, P3TR; 10. A x C, PR x A; 1 1 . e3C, A3D; 1 2. ASC + . R1 A, y aumentará la capacidad defensiva de su posi­ción.

Es atendible la continuación. muy prometedora y poco practi­cada, 8. e3A, e X e + (o bien 8 .

. . . , D X P; 9. TlA ! ) ; 9. D x C, D x PT; 10. ASe + o 10. TIA, A2D; 11. PGD!, TlA; 12. ASC! y, en caso de 12. . . . , A X A; 13. D x P, T x e?; 14. P7D + ! , e x P; 1 5. D8A + !, T x D; 1 6. T x T, mate.

7. C3A A2R

Diagrama 1llÍIIl. 30

59

Page 63: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Aquí las blancas pueden optar por la continuación de Alekhine 8. A3D, P x P; 9. A x P, 0-0; 10. 0-0, P3eD; 11. P3TD, A2e; 12. D3D, e4D; 13. A X e, P X A; 14. A X A, e X A y mejorar un poco su posición. o bien por la varian­te 8. PSA, 0-0; 9. ASe, esR; 10. A x A, D X A; 11. D2A, e4e!; 12. e x e, D x e; 13. A x e, P X A; 14. 0-0, P4R! e igualar las posibili­dades ( Kcres-A lekhine. 1 938) .

5. 6. e3A

4

e3A Ase!

Es el mejor movimiento. A 6. . . . . P3R procede 7. PSA!, y a 6 . . . . . P3eR sigue 7. ASe, esR; 8. P x P, e x e; 9. P x e, D x P; 10. TleD o 1 0. D3e. con ventaja de las bl ancas.

En la partida Panov-Mudrov ( 1 929 } , las blancas ensayaron por primera vez un nuevo sistema: 6 . . . . . A4A; 7. PSA, P3R; 8. ASeD, ezD; 9. MAR, A2R; 10. P3TR, 0-0; 11. 0-0, P3TD; 12. A4T, TIA; 13. D2R, TlR; 14. TlAlR, eiA; 15. TlTlD, e3e; 16. A2T, esT; 17. esR, AlA; 18. e x e, P x e; 19. D x P, D4e; 20. A3eR, P4R; 21. A x PA, D3T; 22. A7e, T3R; 23. DlA, A X PT; 24. A X e, y las negras se rindieron.

7. P X P e x PSD 8. .'\Se

Alekhine ejecutaba siempre este movimiento ya que, al pare­cer, no le satisfizo la continua­ción simplificadora indicada en el análisis de Panov: 8. D3e, A X e; 9. P X A, P3R ( después de 9. . . . , C X C, las blancas pueden

60

continuar lO. P X C y ejercer in­flujo dominante, o 10. D x PT, C X PD; 1 1 . P X C! y complicar el juego) ; 10. D x P, C x PD; 11. ASe + . e x A; 12. D6A+ !, R2R; 13. D x e4e, e x e; 14. P x e, D4D; 1 5. D x D, P x D; 16. TleD, R3R!; 17. A3R, lo que mejora un poco las perspectivas de l as blancas en la fase fina l.

En vez de 13. D X e4e también se ha continuado 13. e X e, P3TD; 14. e4D. R3A seguido de P3e y R2e.

8. TIA!

Alekhine consideró este movi­miento como la mej or respuesta. La 8. . . . . D4T tiene menos fuer­za. pues sucede 9. D3e, A x e; 10. P x A, e x e; 11. P x e (es erró­neo 1 1 . A x C + , P x A ; 12 . D7C? por efecto de 12 . . . . , C4D + ; 1 3. A2D. D3C ! : 14. D X T + , R2D; 15 . 0-0. C2A, lo cual sucedió en la partida Nimzovich-Alekhine, 1931 } , P3R; 12. PSD!, P xP; 13. 0-0, y las blancas atacan fuerte.

Conviene atender a la conti­nuación del maestro indio Sul­tan-Kann, que pasó como un me­teoro por la bóveda celeste del ajedrez y que, en una partida con Alekhine, realizó: 8. . .. , P3TD?!; 9. A x e+ . P x A; 10. D4T, e x e!; 11. D x P+ , A2D; 1 2. D x e, TIA; 13. D3R, A4e, y las negras com­pensan el peón sacrificado me­jorando su posición, según Ale­khine.

9. P3TR 10. D X A 11. 0-0

A x e P3R A2R

Las posibilidades son aproxi­madamente iguales.

Page 64: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

IJI

2. C3AD P4D 3. C3A

Si sucede la poco frecuente ju­gada 3. D3A, de Spielmann, ol­vidada inmerecidamente, el ne­gro deberá prosegui r 3 . . . . , P X P ( después de 3 . . . . , P5D ; 4. A4A es arriesgado aceptar la entrega del caballo o proseguir 4. . . . , C3A ; 5. P5R!, P X C; 6. P x C, P X PC, pues las blancas conti­núan 7. A X P + y mejoran su po­sición, y a 6. . . . , PR X P respon­den con 7. D x P6A, con lo cual también la mejoran; a las negras tampoco les conviene la continua­ción 3 . . . . , C3A ; 4. P5R, P5D; 5. P X C, P x C ; 6. P X PC, P X PD + ; 7. A X P, A X P ; 8. 0-0-0, D3C, re­comendada por Müller, pues si­gue 9. A3R! ) ; 4. C x P, C2D y, tras 5. P4D, C1C3A; 6. A4AD, po­drán aceptar la entrega del peón por medio de 6 . . . . , C3C; 7. A3D, D X P; 8. C2R, D1D (o bien 8 . . . . , D2D, para continuar luego D5C ) , 9. C x C + . PR x C; 10. A4AR, C4D. con lo cual tendrá posibili­dades de mantener su ventaja material. En caso de que suceda 6 . . . . , P3R; 7. A5CR, A2R (ofrece interés la jugada 6 . . . . . D4T + ) ; 8. 0-0-0, C X C; 9. A X A, las blan­cas tendrán buen desarrollo y bastante espacio, lo que ju stifica la salida prematura de la dama.

3. A5C

La continuación 3 . . . . , P x P; 4. C x P, C3A; 5. C X C+ , PC X C puede produci r las variantes ana­lizadas anteriormente si se pro­sigue 6. P4D. Pero el movimien­to 6. A4A!, que se hizo en la de-

cimoséptima partida Smyslov­Botvinnik perteneciente al cam­peonato del mundo de 1 958, es más eficaz, y no se puede respon­der con 6 . . . . • A5C? debido a 7. C5R! Las negras pueden conti­nuar 6. . . .. A4A y preparar el enroque largo, o 6 . . . . , A2C; 7. P3TR, A4A; 8. 0-0, P3R; 9. T1R, 0-0! (pero no 9 . . . . , C2D, a causa de 10. C4D, A3C; 1 1 . A X P) ; 10. P4D, C2D, lo cual reduce al mí­nimo la ventaja de las blancas. El movimiento 6. P3CR es peor a consecuencia de 6 . . . . . ASC; 7. A2C, D2D; 8. 0-0, A6T, o bien 8. P3TR. A3R seguido de C3T y 0-0-0.

Después de 3 . . . . . P x P; 4. C x P las negras pueden hacer inmedia­tamente 4 . . . . . ASC; 5. A4A, P3R e de nuevo no se puede continuar 5 . . . . , C3A? por causa de 6. C5R!, A4T?? ; 7. D X A ) ; 6. P3A, C2D; 7. P4D, C1C3A y lograr una po­sición pasiva, pero sólida. La con­tinuación 4. . . .. A4A no es tan fuerte, ya que sucede 5. C3C y las negras se verán forzadas a responder con 5. . . . , A5C, pues la respuesta habitual (a modo de la variante 2. P4D, P4D; 3. C3AD, P x P ; 4. C x P, A4A; 5. C3C, A3C) A3C? se refuta con 6. P4TR, P3TR; 7. CSR!, A2T; 8. DST, P3CR; 9. D3A, C3A (no se puede jugar 9 . . . . , D4D, por efec­to de 10. D X D, P x D; 1 1 . A5C + ) ; 10. D3C, o 10. A4A, con lo cual las blancas mejoran su posición. Por ejemplo: en la partida Las­ker-Müller ( 1 934) sucedió 10. D3C, D4D; 11. D x P, D x C+ ; 12. A2R, D3D; 13. D X T, D2A; 14. P4TD, A2C; 15. T3T, 0-0; 16. T3C. y las blancas ganaron.

A las negras no les conviene proseguir 3. . . .. P5D; 4. C2R,

6 1

Page 65: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

P4AD debido a 5. P3A, P X P; 6. P x P, ni 3. . . . , P5D; 4. C2R, P4AD; 5. P3A, P6D? a causa de 6. C4A, PSA; 7. D4T+ o 5 • . . . , C3AD; 6. P X P, P X P; 7. D4T, pues pierden un peón en ambos casos.

A 3. . .. , C3A; 4. PSR, C5R (en caso de 4. . . . . C3A2D seguirá 5. P6R! , P x P; 6. P4D y el blanco habrá dado un peón por el ata­que) se debe responder con 5. C2R!, tras lo cual puede suceder 5 . . . . , P3R ( a 5 . . . . . A5C procede tanto 6. P3TR. A x C; 7. P X A como 6. C3A lC, y a 5 . . . . , D3C sigue 6. P4D, P4AD; 7. P X P, D x PA; 8. C2R4R ) ; 6. P3D, C4A; 7. P4D, C4A2D ( es erróneo hacer 7 . . . . , C5R, debido a 8. C3AlC!) ; 8. C4A, P4AD; 9. P3A, lo que mejorará en cierto modo la po­sición de las blancas.

4. P3TR A x C

Es inferior 4 . . . . , A4T, pues si­gue 5. P X P, P X P; 6. P4CR ( las blancas no sacan nada con pro­seguir 6. A5C + . C3AD; 7. C5R, debido a 7 . . . . . A x D ; 8. C X C, D3C! ) . A3C; 7. A5C + . C3AD ( a 7. C2D procede 8 . C5R. C I C3A; 9. P5C. y las ne,gras pier­den ) : 8. C5R. TIA! (en caso de 8 . . . . . D3D: 9. P4D. P3A: 1 0. C X A, P x C ; 1 1 . D3D! . el blanco ganará un peón. pues a 1 1 . . . . . R2A sigue 1 2. e x P!, y a 1 1 . . . . . 0-0-0 suce-de 12. A X C. D X A; 13. D X P ) ; 9. P4D, P3R; 1 0. D2R!, A5C; 11, P4TR, y las blancas llevan ven­taja ( Gurgenidze-Bagirov. 1 960) .

5. D X A C3A!

Este movim iento de Ilivitski es muy fuerte. Anteriormente se ju-

62

gaba 5. . .. , P3R, Que permitía proseguir 6. P4D! y entregar un peón, según propuso Boleslavsky, quien lo aplicó en una partida con Flohr en 1950, donde prosi­guió 6 . . . . , C3A; 7. A3D, P x P; 8. C x P, D x P; 9. A3R!, DID ( o 9 . . . . . D x P; 1 0. 0-0. con ataque peligroso de las blancas) ; 10. 0-0-0 1 también es oportuno 10. C x C + , D x C ; 1 1 . D3C!) , ClC2D; 1 1 . A4AD. tras lo cual la desven­taja de un peón se compensa su­ficientemente con la ventaja po­sicional. En caso de que el ne­gro responda a 5. . . . . P3R; 6. P4D con 6. . . . . P x P. al blanco ya no \e con viene hacer 7. C X P y entregar un peón. ya que, des­pués de 7. . . .. D x P; 8. A3R, D x P. su alfil de casillas blancas continuará en la posición inicial, mientras el negro estará en si­tuación de dar jaque. Si sucede 8. A3D, las negras proseguirán 8. . . . . C2D; 9. A3R. D5T! con obje­to de hacer C5R para simplificar la situación. Pero las blancas pueden continuar 7. D x PR, C3A; 8. D4T. A2R; 9. A2D.

6. P3D

Aqu í ya no se puede hacer 6. P4D y entregar el peón. pues, luego de 6 . . . . . P x P; 7. C x P, D X P. las negras obligan al con­trincante a que cambie el caba­llo o lo retire y terminen feliz­mente su desarrollo, conservan­do la ventaja material. Pero. des­pués de 6. P3D. el j uego toma un carácter cerrado y es igualmente favorable a las negras. por cuan­to la supremacía de la pareja de alfiles blancos es imperceptible.

6. P3R

Page 66: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Diagrama núm. 31

Posición crítica, en la que co­mienza una compleja lucha de maniobras con :posibilidades re­cíprocas. ¿Cómo deben continuar las blancas?

Al aparentemente lógico movi­miento 7. P3CR. cuya finalidad es jugar el a lf i l en íiancheto, las negras responden con 7. A5C!, y, en caso de 8. A2D, 8. . . . . P5D; 9. C1C. D3C!. tomando la iniciativa y obteniendo mejor posición.

En una partida de la competi­ción individual Smyslov-Botvin­nik 1 1 958) . las blancas continua­ron 7. P3TD a fin de eludir el cambio de los alfiles de casillas negras, ineludible después de 7. P3CR, A5C; de esta manera man­tuvieron a cambio de un tiempo la superioridad de la pareja de alfiles, se prepararon a jugar el alfil de escaques blancos en fian­cheto y sacaron ventaja al tér­mino de 7 . . . . . A2R; 8. P4CR. C3A2D ( era mejor hacer prime­ro 8 . . . . . P x P y, luego, C3A2D y A4C) ; 9. P4D. ClA; 10. A3R. C3C; 11. D3C!

En la partida Sajarov-Simagin

( 1 960 ) , y en la posición refleja­da en el diagrama. las blancas hicieron el movimiento 7. A2D, de Shi l in ; o sea, se defendieron previamente de la clavada. A pe­sar de todo, no sacaron ninguna ventaja de la continuación 7 • . •. ,

A2R; 8. P3CR, 0-0; 9. A2C, C3T. Por lo visto, la única posibili­

dad que tienen las blancas de lu­char por la ventaja en la aper­tura es el movimiento 7. A2R y. si acontece 7. . . . . ASC. 8. 0-0!, pero no 8. D3C?. ya que segU!ra 8. . .. , PSD!; 9. P3T. A4T; 10. P4CD, A2A.

Partida núm. 10

Ni mzovich Capablanca Nueva York. 1927

l. P4R 2. P4D 3. PSR 4. A3D 5. D x A 6. C3AD 7. C1C2R 8. P x P 9. 0-0

10. C4T

P3AD P4D A4A A X A P3R D3C P4AD A x P C2R

En esta variante de la defensa Caro-Kann las negras no encuen­tran obstáculos e igualan fácil­mente el juego. mientras las blancas pretenden simplificar aún más la posición, y. así, tratar de hacer tablas; pero es mejor con­tinuar 10. P3TD. provocando de ese modo la respuesta 10. . . . . D3A.

10. 11. C X A 12. A3R

D3A D X C D2A

Page 67: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

13. P4AR e4A 14. P3A?

Este movimiento es pasivo y, por ende, ofrece a las negras ocasión para hacerse con la ini­ciativa. Según Alekhine, lo mejor es proseguir 14. T1T1A, C3A; 15. A2A, P4TR; 16. P4A, P x P; 17. D x P, 0-0; 18. TR1D, a fin de disponer la maniobra C3A-5C-4R.

14. 15. TlTlD 16. P4eR?

e3A P3eR

Las blancas han cometido un error posicional que les debilita el flanco de su rey, y Capablan­ca lo aprovecha magistralmente. Por ello tenían que qaber pro­seguido 16. AZA, P4TR; 17. T2D y 18. TIAD. con objeto de pre­parar la apertura de la línea AD.

16. 17. D x C

e x A P4TR!

Diagrama núm. 32

Procedimiento típico en la aper­tura de líneas o en la consecu-

64

ción de un buen punto de apoyo.

18. P5e

A 18. P3TR hubiese sucedido 18 . . . . , P X P; 19. P X P, 0-0-0, con ataque en la línea TR.

18. 0-0 19. e4D D3e!

De esta manera se clava el ca­ballo y se impide el movimiento 20 ese.

20. T2R 21. P3TD 22. T3D

TRIA T2A C4T

Con este movimiento se tien­de una celada, que no escapa a la atención de Nimzovich, cuyas dotes de táctico son bien cono­cidas. Lo mejor era hacer en se­guida 22. . . . , e2R seguido de la maniobra Tl TlAD, D3T, P4C, D3C y P4TD, ctando principio a un ataque en el flanco de dama; ataque que las blancas no hubie­sen podido contrarrestar inician­do otro en el flanco opuesto.

23. T2R! T1R!

Hubiese sido erróneo pretender ganar un peón a través de 23 . . . . , e5A; 24. D2A, e x PT; 25. P5A!, pero no 25. P X e, debido a 25 . . . . , DSe + .

24. R2e C3A 25. T2R2D

El cambio inmediato de los caballos ofrecía mayores posibi­lidades de hacer tablas.

25. T1R1AD

Page 68: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

%6. T2R C2R! 27. T2R2D T5A 28. D3T R2C 29. T2AR P4T

Las blancas se limitan a eje­cutar movimientos de espera, mientras las negras van refor­zando su posición. Con la maes­tría que siempre le distinguió, Capablanca realiza el final de esta partida, una de las mejores de su legado artístico.

30. T2R C4A! 31. C X C +

De haber sucedido 31. T2R2D, las negras hubiesen ejercido do­minio en la posición después de 31. . . . , C x C; 32. T x C, T x T; 33. P X T, T5R; 34. D3R, P5TD.

31. PC x C 32. D3A

A 32. D x PT sucedía 32. . . . , T1TR; 33. D3A, T5TR. y el ban­do negro ganaba.

32. R3C 33. T2R2D T5R 34. T4D T5A 35. D2A D4C 36. R3C

Caso de proseguir 36. T X TSA, D x T; 37. T4D. D6C! y de cam­biar las torres, se producirá un final de damas desfavorable al blanco. debido a la poslclon abierta de su rey y a la posición del peón libre y defendido del negro.

36. 37. P x T 38. R2C

T5A X T DSA P4C

3. - CURSO o¡¡ ,\PfRTURAS 1 1

39. RlC 40. PT X P 41. R2C 42. R3C 43. T3D 44. T3AR 45. P3C 46. T3R

PSC P x PCD DSAD DSTR TSR TSD TSAD!

A 46. R3T procede 46 . . . . , T7A.

46. TSAR

Y. las blancas se rindieron.

Partida núm. 11

Grigoriev Panov Moscú. 1928

l. P4R 2. P4D 3. C3AD 4. C x P 5. C3C 6. P4TR 7. C3A 8. A3D

P3AD P4D P X P A4A A3C P3TR C2D

De unos años a esta parte se prefiere continuar previamente 8. P5T. A2T < véase el análisis co­rrespondiente) . En el transcurso de la partida se comprobará que las negras aprovecharon la posi­ción del peón blanco 4T para hacerse con la iniciativa.

8. 9. D x A

A x A C1C3A

En la tercera partida de la competición individual Smyslov­Botvinn ik ( 1 958 ) , y en la prime­ra de Spassky-Petrosian ( 1966) , las negras hicieron 9 . . . . . D2A y sucedió 10. A2D. P3R; 11. 0·0·0,

65

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0-0-0; 12. P4A, e1C3A; 13. R1e, P4A; 14. A3R, P x P; 15. A x P, P3T. Aquí Smyslov hizo 16. D2R, y Spassky prosigu· ó 16. A3R; en ambos casos se produjo una lu­cha de posiciones complicada.

Spassky también aplicó su va­riante preferida con inclusión del movimiento 8. PST, A2T en una partida con Botvinnik ( 1966) . En la revista «Ogoniok» de aquella fecha, Botvinnik dice: «Mi com­petidor tuvo la mala suerte de aplicar una variante que yo co­nocía desde 1 928, pues en aquel entonces hice el comentario de la partida Grigoriev-Panov, don­de se desarrolló dicha variante».

10. A2D P3R 11. 0-0-0 D2A 12. T1TIR

«Con este movimiento -prosi­gue Botvinnik-, las blancas co­meten un error al dejar indefen­so el peón 4T; esto hará que ha­yan de pasar a la defensiva y que las negras se hagan prolon­gadamente con la iniciativa. Lo conveniente y oportuno era 12. D2R y, en caso de 12. . . . , 0-0-0, proseguir sin pérdida de tiempo 13. esR, e x e; 14. P x e, e4D; 15. P4AR, A2R; 16. e4R y oca­sionar el peligro 17. P4A, ese ( 1 7 . . . . , C3C; 18. A5T) ; 18. A x C, A X A; 19. P5AD, tras lo cual, la partida de las blancas hubiese sido preferible.»

Se da 1 . curiosa circunstancia de que estas ideas, expuestas por Botvinni . en 1928, han seguido aplicándose en la práctica de esta variante.

66

12. 0-0-0 13. D2R

Así se elude el enfrentamiento de la dama con la torre adversa­ria, como suele ocurrir en tales posiciones.

13. e4D! 14. e5R

Así se previene el salto del ca­ballo negro a la casilla 5A, pero se deja indefenso el peón 4T, y las negras lo aprovecharán para ganar un tiempo importante y ha­cerse con la iniciativa. Por eso era mejor proseguir 14. e4R, eSA; 15. A x e, D x A+ ; 16. R1C.

14. 15. P x e 16. P5T

e x e A2R!

En el caso de 16. D4C, Botvin­nik aconsejó proseguir 16. . .. , P4TR; 17. D x PC, A x P (y no 1 7 . . . . . C6A, debido a 1 8. D X P!, C x T; 19 . D x P + ) ; 18. C4R, TID1C; 19. C6D + , R1C; 20. D x P, D x D; 21. C x D, T2T; 22. C6D, T x P. lo que aumenta las posibi­l idades de las negras.

16. 17. D4e 18. P4AR

T1T1R AlA P4AD!

Las negras disponen un ata­que de peones contra el rey ad­versario y refuerzan la posición del caballo propio en el centro.

19. C4R

Aquí se debía continuar 19. P4A, C5C; 20. A X C, P X A, pues si por un lado empeoraba un poco la posición, por el otro aumentaba las posibilidades de­fensivas. Esta partida pone de

Page 70: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

manifiesto qu e l as blancas han de hacer P4A en este sistema, si no las negras proseguirán P5A. ¡·eforzarán la posición de su ca­ballo y atacarán contra la defen­sa del rey blanco.

Diagrama ll!Í/11. 33

19. P5A 20. D3A Rl C 21. P4CR

De suceder 21. C3A, D3A; 22. C X C, T X C. las negras domina­rán la única columna abierta.

21 . P4CD!

Es el inicio de un asalto de peones concluyente. Las blancas han de pasar a una defensa pa­siva. porque cualquier contraata­que en el flanco de rey no entra­ña peligro para las negras.

22. P3T P4T 23. P3A T2D!

Este movimiento tiene por ob­jeto preparar el doblamiento de l as torres para defender la se-

gunda horizontal, cubrir con una torre el rey y situarla en la lí­nea TD o en la CD.

24. A3R 25. PT x P 26. A4D

P5C P x P DtT

Las blancas no han podido ha­cerse con la iniciativa en el flan­co de rey, pues el ataque de los peones contrarios en el de la dama es contundente; por eso empiezan a encontrar di ficultades y corren el riesgo de que se les dé mate en tres movimientos.

27. R2A 28. R2D

DST + P x P + !

Este movimiento es muy opor­tuno, pues el alfil blanco no pue­de tomar el peón.

29. C x P 30. R2R

D6C Tl-lD

La ganancia inmediata del peón 2C habría simplificado la posición y ofrecido a las blancas contraposibilidades, pues el rey negro está sin cobertura.

31. RlA 32. TlT

A5C T2C

Ahora se puede comprobar la utilidad del vigésimo tercer mo­vimiento de las negras.

33. D2A 34. P x A 35. A7T+ 36. A5A

A x C C x P3A RlA C4C!

Esta maniobra es concluyente: las negras eliminan toda posibi­dad de complicar la l ucha a tra-

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Page 71: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

vés de 37. "T8T + , TlCD; 38. T X T+. R x T; 39. A6D+ y ame­nazan con dar jaque desde el punto 6TR.

37. R2C 38. T8T+ 39. T6T 40. T2R 41 . RlA

PGA TlCD T7D D4D +

A 41. Rl C sucede 41. . . . . T8D+ ; 42. T I R. T x T + ; 43. D x T. D x A+ .

41. 42. R x T 43. T I T

'l' X T Pi A CGA +

Y las blancas se rind ieron.

Particla núm. 12

Lüwenfisch Konstantinopolski Leningrado. 1 947

l. P4R P3AD 2. C3AD ND 3. C3A P x P 4. C x P C3A 5. C x C+ PC x C 6. P4D A5C 7 . A2R D2A 8. P3A C2D 9. D4T

La salida prematura de la dama no suele ser acertada. Lo mejor era proseguir 9. A3R y. caso de 9 . . . . . 0-0-0. 1 0. D4T. RIC; 1 1 . 0-0-0.

68

9. 1 0. A2D

P3R T1CR

Esta ingeniosa maniobra tiene

por objeto trasladar inmediata­mente la torre al centro del ta­blero.

1 1. 0-0-0 12. TlDlR

A4AR T5C

A 12. . . . • T x P sucedía 13. C4T; en cambio, las negras pue­den ahora amenazar con 13. . . .•

C4A.

13. P3TR T5R! 14. D3C

A cualquier otra j ugada pro­cedía la combinación 14 . . . . . C4A y 15 . . . . . T x A.

14. 0-0-0

En esta breve y enconada lu­cha entre dos teóricos notables,

. l<onstantinopolski . con su per­fecto estilo en el j uego posicio­n a l . logró aventajar a su experi­mentado contrincante.

15. A3R

Las blancas no podrán con­trarrestar el ataque de las ne­gras aunque hicieran otro movi­miento. porque sus piezas. y par­ticularmente el rey. están mal si­tuadas. mientras que las de las negras lo están armónicamente.

1 5. P4A! 1 6. C2D

Las blancas empiezan a encon­trar dificultades. No es mejor 16. A 3D. por efecto de 16 . . . . . T X A; 17. T x T, A x A; 18. T x A, P5A. ni 16. P x P, C x P; 17. A x C, A3T + ; 18. A3R. T X A.

Page 72: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Diagrama núm. 34 Partida núm. 13

16. 17. C x T 18. A2D

P x P! A x C

A 18. A x P sucede 18 . . . . , C4A; 19. D4A, P4C! o 19. A x C, D x A. y las negras atacan fuerte en am­bos casos.

18. C4A 19. D4C

La dama blanca no puede ha­cer ningún movimiento conve­niente y oportuno, pues a 19. DlD procede 19 . . . . , P x P; 20. P X P, D4T, y se decide el resultado de la partida.

19. C6D+ 20. A x C A X D 21. T X A P x P 22. A x P T X A 23. T X A T x A+

Y las blancas se rindieron.

Tahl Bronstein Leningrado, 1971

l. P4R 2. P4AD 3. PR x P 4. P4D 5. C3AD

P3AD P4D P x P C3AR

Por transposición de movimien­tos se ha producido el ataque Pa­nov que. como hemos visto en el análisis correspondiente, ofrece a las blancas buenas perspectivas.

5. C3A 6. A5C A5C

Las negras no han efectuado la mejor continuación, como dejaría probado el ex campeón del mun­do. pues comúnmente prosiguen 6. . . .• P3R. 6. . . . . D3C o 6. . . . •

P x P.

7. A2R!

Esta poderosa j ugada propor­ciona ventaja a las blancas. An­teriormente proseguían 7. P3A, A3R; 8. P5A, lo cual les mejora­ba un poco el j uego, pero compli­caba la posición.

7. A x A

Es obligatorio, pues con 7. . . . , A3R; 8. A3A las negras encon­trarían dificultades.

8. ClC X A P X P

Tal cesión del centro también es obligatoria, pues las negras no pueden sostener su escaque 4D; véase: a 8. . . . , P3R hubiese po-

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dido sucedei" 9. P X P, F x P; 10. D3e y habdan pei"dido un peón.

9. PSD e4R 10. 0-0

Las negi"as llevan la ventaja de un peón, pei"o su ati"aso en el desanollo les dificultai"á la de­fensa.

10. P3TR

Difícilmente se puede proponei" oti"o movimiento mejor que el realizado: a 10 . . . . , P3R sigue 11. A x e, P x A; 12. D4T + , D2D; 13. ese, TlA; 14. P X P, P X P; 15. TlTlD, y a 10 . . . . , P3eR sucede 11. P6D!, P x P ( 1 1 . . . . , A2C; 12. P x P! ) ; 12. A x e, D x A; 13. C5D, D1D; 14. D4T + ; las blancas me­j oi"an su posición en el pi"imei" caso y crean peligro serio en el segundo.

11. A4A e3e 12. D4T+ D2D 13. D x PA TIA 14. D3e

Las blancas han recupei"ado el peón y continúan dominando so­bre la posición.

14. P4R

Desespei"ado intento de librar­se del acoso. La continuación 14. . . . , e X A; 15. e X e, P4eR tam­poco mejoraba la situación de las negras porque la bella répli­c� 16. e6R!, P x e; 17. P x P, D3A; 18. T1T1A ofrecía a las blancas posibilidades de ganar.

70

15. P X P a.p. D x P 16. D x P A4A

Es admirable cómo las negras han conjurado el peligro inmedia­to a costa de un peón, ya que después de 17 . . . . , 0-0 su rey se hallará en lugar seguro: sin em­bargo no podrán enrocar a su debido tiempo, ya que el ex campeón del mundo les asestará un golpe concluyente, tras el cual no podi"án evitar las pérdidas matedales.

Diagrama m¡m. 35

17. e4D! A x e

La continuación 17 . . . . . D2D; 18. T1A1R+ , R1A; 19. D X D, e X D; 20. A3R ocasionaba a las negras la pérdida de un peón y las conducía a una posición di­fícil y sin pei"spectivas. Por eso entregan la dama en un intento de complicai" la lucha, aunque no les aliviará la situación.

18. T1T1R 0-0

TI"as 18. . .. , A4R; 19. .AxA, 0-0; 20. A x e, D x A; 21. D X PT, las blancas ganaban un segundo peón.

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19. T X D f> X T 24. C4D 20. AGD TRID 25. D<lD C3CR 21. A7A TlA 26. P4TR C3C5A 22. ese A4R 27. D4R 23. A x A C x A 24. D x PT y l as negras se rindieron.

Lo que queda de partida no presenta ninguna dificultad.

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DEFENSA FRANCESA l. P4R, P3R ; 2. P4D, P4D

La defensa francesa no se prac­ticó mucho en el siglo pasado, pero a comienzos de éste se en­riqueció con nuevas ideas estra­tégicas y cautivó la atención ge­neral. Tarrasch, Steinitz, Rubins­tein, Nimzovich y Euwe dieron aportaciones valiosas a la teoría de esta apertura, y Alekhine halló brillantes procedimientos de ataque. Botvinnik y Rauser le destacan entre los ajedrecis­tas soviéticos que renovaron casi todas sus variantes.

El aspecto positivo de este sis­tema defensivo consiste en que las negras refuerzan el flanco de su rey, mantienen el equilibrio en el centro y hacen P4AD, para contraatacar en el de su dama en la primera oportunidad ; el aspecto negativo estriba en que les dificulta el desarrollo del al­fil de dama, lo cual permite a las blancas hacerse con la inicia­tiva y ganar espacio, con juego bastante holgado en las comple­jas e incisivas variantes que se producen.

últimamente la defensa fran­cesa ya no se practica tanto como la siciliana o la respuesta l. . . . , P4R, debido a que ofrece a las negras menos posibilidades de ha­cerse con l a iniciativa, no obs-

tante asegurarles una buena de­fensa.

1

3. P x P

Esta continuación iguala el juego. y por eso apenas se prac­tica.

3. 4. A3D

P x P C3AD!

Es ei mejor movimiento; el 4. . . . . A3D no lo es tanto, pues si­gue 5. C3AD, P3AD; 6. CIC2R, DST (para impedir que suceda 7. A4AR ) ; 7. A3R. e3A; 8. D2D! y, en caso de 8 . . . . • ese. 9. P3eR. con ventaja de las blancas.

5. ezR

También es practicable la in­CISiva continuación 5. .C3AR, A5CR; 6. P3A, D2Ir. 7. 0-0, 0-0-0, con mutuo ataque de peones en los flancos. Después de 8. eiC2D, A3D; 9. TIR, CIC2R; 10. P4eD las negras deberán proseguir. se­gún Euwe. 10 . . . . • TIDIR (con objeto de que el caballo tenga donde retirarse en caso de P5C) ;

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Page 77: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

11. e3e, P3A, a fin de igualar las posibilidades.

5. A3D 6. P3AD

En caso de 6. ete3A, Alekhi­ne aconsejó prosegu ir 6 • . . . • ese. a fin de cambiar ese caballo por el alfil de casillas blancas u obli­garle a retirarse a una posición pasiva luego de 7. ASe+. P3AD. Pero dicho cambio su!)one per­der dos tiempos, por eso las blan­cas no deben molestarse en evi­tarlo. sino, tras 6. et e3A. ese. continuar 7. A4AR adelantándose al contrincante en el desarrollo.

6. DST!

Maniobra alekhiniana que se opone al movimiento A4AR de las blancas. A 7. e2D (para con­tinuar 8. C3A) responden las ne-gras con 7 . . . . . ASeR y, en caso de 8. D3e, 8 . . . . . 0-0-0; 9. D x PD?, e3A y atacan con fuerza. Si no quieren meterse en complicacio­nes. podrán responder con 6. . . .•

e1e2R y preparar el movimien­to A4AR.

7. P3eR D4T

A 7 . . . . . D6T procede igualmen­te 8. e4A, y a 7 . . . . . D2R sigue 8. 0-0 y 9. TIR.

8. e4A 9. R X D

10. R2A 11. TlR

D x D+ ASe+ 0-0-0

No se puede jugar 11 . e x P?. por efecto de 11. . . .. AGA.

74

Diaurama 12úm. 36

Hay igualdad de oportunidades. Esta variante carece de brillan­tez. conduce a las tablas y no ofrece ninguna ventaja a las bl ancas.

11

3. P5R

Antiguo sistema que Steinitz y Nimzovich practicaron frecuente­mente. Se basa en que el peón central blanco impide el desarro­llo de las negras. si bien éstas pueden contraatacar por el flan­co de dama y equilibrar por lo menos las posibilidades.

3. P4AD

Aquí las blancas han de optar por defender el peón 4D o sacri­ficarlo, tal como Nimzovich so­lía hacer para aventajar a las negras en el desarrollo y buscar posibilidades en el flanco de rey.

4. P3AD

Page 78: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

La práctica ha demostrado que las blancas no compensan sufi­cientemente el sacrificio del peón. Por ejemplo: 4. C3AR, C3AD ( o 4 . . . . , P x P ; 5. D X P, C3AD: 6. D4AR, P4A! ) ; 5. A3D, P x P; 6. 0-0, P3A! (también es recomendable el movimiento 6. . . . , A4A, de Botvinnik, tras lo cual el blanco ha de proseguir 7. ClC2D, C l C2R; 8. C3C, A3C; 9. A4AR. C3C; 1 0. A3C. aun cuan­do la posición del negro sea pre­ferible ) ; 7. ASCD (a 7. A4AR si­gue 7. . . . , P4CR y se gana el peón blanco) , A2D; 8. A x C, P x A; 9. D x P, y aquí las negras pueden igualmente continuar 9. . . . , P4AR, 9. . . . , D3C y 9. . . . , P x P; 10. D x PR ( 1 0. C x P, D3C! ) , C3A; 11. A4A, A4A; 12. C3A, 0-0 y tener buen j uego.

Ofrece interés la continuación 4. D4C, de Nimzovich; las negras continuarán 4. C3AD; 5. C3AR, C1C2R! ( «Que antes no se practicase este movimiento prue­ba una vez más que la teoría es miope, pues el problema que plantea el desarrollo del caballo negro I CR es uno de los más di­fkiles en esta variante y se debe resolver en cuanto se presente la ocasión», dice Alekhine, autor del movimiento en cuestión. Si 5. . . . , P X P ; 6. A 3D, D2A, las blan­cas se verán forzadas a entregar otro peón por medio de 7. 0-0!? , C x P; 8. C x C, D x C ; 9. A4AR, pues a 7. D3C sucede 7 . . . . , P3A!, y a 7 . A4AR sigue 7 . . . . , ClC2R y 8 . . . . , C3C.) ; 6. P3A, C4A; 7. A3D, P x P! y llevarán ventaja, pues a 8. P x P sucederá 8 . . . . , C5C! El blanco no debe continuar 6. P3A, sino 6. A3D, C X P4D; 7. C X C, P X C; 8. 0-0!, entregando un peón por la iniciativa.

La continuación 4. P X P, C3AD! < a 4 . . . . , A x P sigue 5. D4C y se moviliza la dama sin perder tiem­po ) ; 5. C3AR, A x P; 6. A3D, P4A! <movim iento que se debe a Las­ker; también se puede continuar 6 . . . . , P3A; 7. A4AR, P x P; 8. C X P. D3A o 6. . . . , ClC2R; 7. 0-0, C3C; 8. T l R, A2D; 9. P3A, A3D! y el subsigui ente traslado de ese alfil a la casilla 2A) ; 7. P3A, P3TD e para evitar el acoso P4CD-P5C y la clavada A5CD ) ; 8. C1C2D, C1C2R no conviene al blanco, por cuanto el negro ten­dría buen contrajuego.

4. C3AD 5. C3A

A 5. P4AR sucederá 5. . . . , D3C; 6. C3A, C3T. y las negras lleva­rán ventaja.

5. D3C!

Esta maniobra es muy fuerte; las negras atacan los puntos 2C y 4D del contrario y le impiden jugar ClC2D.

6. A2R

Si 6. A3D, P x P; 7. P x P, A2D, las blancas deberán continuar 8. A2R y perder un tiempo o en­tregar un peón. Véase: 8. 0-0, C x P4D; 9. C x C, D x C; 10. C3A, P3TD ( caso de tomar un segun­do peón, el bando blanco atacará con fuerza) ; 11. D2R, A5C; 12. TlD, tras lo cual compensarán la pérdida del peón con la iniciativa y un desarrollo ventajoso. En la partida Tahl-Stahlberg ( 1 96 1 ) se prosiguió 10 . . . . , D3C; 11. D4C, P4TR; 12. D5C, P3C; 13. P4TD!, A3T; 14. D4T, P3T; 15. A X A,

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C x A; 16. D6A, TIAR; 17. C x P, DID; 18. D4A, y el blanco que­dó con mejor posición.

La antigua jugada 6. P3TD, de Paulsen, conduce a una posición compleja en cuyo caso las ne­gras deberán continuar 6. . . . , P4TD; 7. A3D, A2D; 8. A2A, P x P; 9. P x P, CIC2R o 6 . . . . . P4TD; 7. A2R, P x P; 8. P X P, C1C2R y el subsiguiente movi­miento e4A. Pueden igualmente continuar 6. . .. , PSA seguido de e4T, A2D y 0-0-0; en cambio, la posición de las blancas será pre­ferible al término de 6 • . . . • P x P; 7. P x P. e1C2R; 8. P4CD!, C4A; 9. A2e, A2D; 10. e3A. y a 6 . . . . . P3A sucederá 7. A3D.

Es erróneo proseguir 6. P x P, A x P; 7. D2A, por cuanto sigue 7 . . . . . P3A!; 8. A3D, P X P! y las negras ll evan ventaj a.

6. e1 e2R 7. C3T

Hay que tener en cuenta la continuación de Euwe 7. P x P, D2A (a 7 . . . . , D x PA procede 8. A3R) ; 8. e4D! (a 8. A5CD sigue 8 . . . . , C3C) , tras lo cual a las negras no les conviene proseguir 8 . . . . , e x P?; 9. ese, D X P por­que sucede 1 0. D4D! y pierden calidad. Y l as bl ancas activarán su posición si acontece 8. . . . , D X P; 9. O-O ( es peor 9. P4AR, D3A; 10 . C5C, por efecto de 1 0. . . . , C4A ! ; 1 1 . C7A + . RlD; 12. C x T, D5T + ) seguido de P4eD. Por eso es frecuente continuar 6 .

. . . e3T. A 7. P3CD procede 7 . . . . , P x P ;

8. P x P, e4A; 9. AZe, A2R, y las negras tendrán buen contrajuego prosiguiendo P4TR, A2D, 0-0-0 (o TlAD) y P3A.

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7. P x P 8. P x P e4A 9. e2A A2R

En caso de 9. . . . . ASC + , el blanco proseguirá 1 0. R1A!, A2R; 1 1 . P4eD. Por lo general. en este sistema. el negro debe continuar P5AD o P4TD. a fin de impedir que el contrario haga P4CD.

10. TleD P4TD

Dic¡_�rm11tt II LÍIIl. 37

En esta postc1on crítica hay igualdad de oportunidades.

m

3. C2D

Este sistema, practi cado con frecuencia y acierto por Ta­rrasch, y de ahí que lleve su nombre, permite al blanco eludir las variantes complejas que pro­duce la continuación 3. C3AD, le asegura un juego de maniobras tranquilo y le mejora en cierto grado la posición.

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3. P4AD!

Es la respuesta más enérgica. La 3 . . . . . P x P; 4. C x P produ­

ce el sistema Rubinstein, que se �nal iza en el apartado IV.

La 3 . . . . • P4R permite a las blan c<>.s proseguir 4. PD x P. P x P; 5. D2R!. ganar un peón y mejorar su posición .

Y en caso de 3. . . . . C3AR, el blanco continuará 4. P5R. C3A2D; 5. A3D ( es interesante la conti­nuación 5. P4AR. P4AD: 6. P3A. C3AD; 7. C2D3A, D3C: 8. P3CR!, P x P ; 9. P x P, A5C + ; 1 0. R2A ! ) , P4AD; 6. P3AD, C3AD ( la varian­te 6. . . . . P3CD beneficia a las blancas al término de 7. C2R. A3T; 8. A X A . C x A ; 9. 0-0 se­guido de C3CR. D4C y P4AR) ; 7. C2R, D3C ( aquí se puede susti­tuir 7 . . . . , D3C por la variante Leningrado 7. . . . , P X P; 8. P X P, C3C; 9. 0-0, A2D; 10. P3TD, P4TD; 1 1 . P3CD, P5T; 12. P4CD, T I A con ataque en ambos flan­cos, o por 7 . . . . . P x P : 8. P x P, P3A ; 9. P x P, D x P; 1 0. 0-0!, C x P; 1 1 . C x C. D x C ; 12. C3A , D3A; 13. A5CR y buen juego para las blancas a costa de un peón, Mordkovic-Bagirov, 1 958. En caso de que el blanco juegue 9. C4AR, y no 9. P x P. el negro podrá res­ponder con 9. . . . . C X PD! Para éste es igualmente aceptable la continuación incisiva 7 . . . . , P3A ; 8. C4AR, D2R; 9. PR X P, D x P ; 1 0. C3A, A3D ; 1 1 . C5T. D2R; 12. 0-0, P3CR; 1 3 . P x P. A x PA; 14. C4A, 0-0 ) ; 8. C3A ( a 8. 0-0, P X P; 9. P x P, C x PD; 10 . C X C, D x C ; 1 1 . C3A, D3C; 12 . D4T procede 12 . . . . , D5C! ; 1 3. D2A, P3CR) , P x P; 9. P x P, ASC + . Aquí pue­den las blancas elegir entre el final 10. A2D, A X A+ ; 11. D x A,

DGC; 12. TlAD, D x D + ; 13. R x D, basta cierto punto favorable. y 10. R1A. P3A!? ( es la ún ica ré­pl ica. pues 1 0 . . . . . A2R; 1 1 . P3TD empeora seriamente la posición de las negras) ; 11. C4A!?, P x P; 1 2. C x PR, P5R; 1 3. A4AR o 12. . . . . C3A; 13. C x P + , con inciSI­vas complicaciones para ambos bandcs.

Como estas continuaciones no ofrecen ventaja a las negras, se prefiere no hacer 9 . . . . . A5C + . s ino 9 . . . . . P3A; 10. P x P, C x PA; 11. 0-0. A3D. lo que produce la compleja y crítica posición del d iagrama.

Diagrama ll!ÍIIL 38

Las posibilidades de uno y otro bando son interesantes. Por ejem­plo: 12. A2D, A2D; 13. A3A, 0-0; 14. C3C. TlT1R o 1 2. C3A, A2D; 13. A5CR. 0-0-0 ( movimiento que se debe a Makagon ov: después de 13 . . . . . 0-0; 14. T l R, se pro­duciría la posición de la partida Keres-Bronstein, 1 956, donde las negras prosiguieron 14 . . . . , C5CR y amenazaron con D x PC, pero sucedió 1 5. A4T, C3T) , o bien

7 7

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12. C4A, 0-0; 13. T1R, tras lo cual el negro puede continuar 13. . . . , A2D; 14. C X PR, T1A1R; 15. ASA, A5C! ( Euwe es el autor de esta jugada; también se puede jugar 15. . .. , C4TD. ) , entregando por cierto tiempo un peón. o 13. . .. , CSR.

El sistema 3. . . . , C3AD es in­teresante, pues las negras renun­cian a su mayor posibilidad en la defensa francesa, con el avan­ce P4AD. a cambio de obtener contrajuego de piezas en el cen­tro. Las li•ancas disponen de dos c. ·ntinuaciones:

4. P3AD, P4R; 5. PR x P (5 . PD x P es peor debido a 5. . . . , P X P. y también lo es 5. A5C a causa de 5 . . . . . PD x P ; 6. C x P, D iJ! ) . D x P; 6. C1C3A, P x P ( a 6. . . . . P5R sigue 7. A4A. D4AR; 8. 12R. y 3 6 . . . . . A5CR: 7. A4A, A X C? sucede 8. D3C! ) ; 7. A4A, -,4AR c o 7 . . . . . D4TR ) ; 8. 0-0, A3R. con igual dad de oportuni­<.iades.

Y 4. \;R3A ( la mejor continua­ción) . C3A; 5. PSR. C2D; 6. C3C e Botvinnik es �� autor de este movimiento. Son peores 6. P3A, a consecue 1cia de 6 . . . . . P3A; 7. A3D. P X P : 8. C x P. C3A X C ; 9. P x C. C x P; 10 . D5T + . C2A; 1 1 . A X P. A2D; 12 . C3A. D3A; 13. C5C. A4A; 14. P4AR, A3C!. y 6. P4A. P x P; 7. C ><. P. C3C; a 6. A3D procede 6 . . . . . C5C ; 7. A2R. P4AD, y a 6. A2R sigue 6. .. . , P3A; 7. P X P, D X P; 8. C 1 A. P4R!; 9. PX P. C2D X P; 1 0. C3R. CX C + ; 1 1 . A X C. P5D) . P3A ( Única ré­plica que tienen las negras en este sistema. y que las blancas han de tener constantemente en cuenta: también se puede conti­nuar 6. A2R; 7. A5CD. C3AlC! ) ; 7. A5CD! l en caso de

78

7. P x P , D x P seguido de P4R, las negras activarán su posición) .

Diagrama núm. 39

En esta posición critica, al ne­gro no le conviene proseguir 7. . . . . P X P; 8. P X P ( a 8. A X C, P x A: 9. P x P procede 9 . . . . . P4TD!. y n o 9 . . . . . A 2 R por efec­to de 1 0. C5T l . A2R. debido a 9. e3e4D!. ni 9. . . .. e X C; 10. e x c. P3A; 11. C x PR, D4T + ; 12. A2D, D x ASC, ya que sucede 13. e7A + . ni tampoco 9 . . . . . C2Die. ya que en la partida Estrin-Ba­girov 1 1958) sucedió 10. eSC!, A x e; 1 1 . DST+ . P3CR; 12. D x A, D x D; 13. A x D. A2D; 14. C x C. e X e; 15. A6A. TI CR; 16. A2R. CSD; 1 7. AlD. y las blancas que­daron mejor.

Después de 7. . . .. P3TD. el blanco debe prosegu ir de acuer­do con la partida Bronstein-Sza­bo 1 1948 ) . para atacar y ganar; véase: 8. A x C. P x A; 9. 0-0 ( en caso de jugar inmediatamente 9. C5T, sucederá 9 . . . . . A5C + ; 10 . A2D. A X C ) , P4AD; 10. P4A!. PD x P; 11 . eST. C3C; 12. PRx P, D x PA; 13. P x P. D4A; 14. ASC

Page 82: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

y. si sucede 14 . . . . . D x PA, 15. D8D + . R2A; 1 6. TlTlD.

Por tanto. en la posición del d iagrama lo mejor para las ne-gras es continuar 7 . . . . . A2R; 8. A4AR. 0-0 1 y también 8 . . . . , P4A) ;

9. P x P. tras lo cual podrán to­mar el peón con cua l ouiera de l as tres piezas que lo atacan. ;>.Unque la posición de las blan­cas será un poco mejor.

4. PR x P

La continuació;1 4. PD x P. A x P; 5. A3D, e3AD; 6. eie3A ! o 6. P x P . D X P; 7. D4C?. C4R! ;

8. D x PC. A5D) . e3A; 7. D2R ( a 7. P5R sucederá 7 . . . . . C2D : 8. D2R. A3C; 9. C3C. A2A; 10 .

A4AR. P3A ! ) . e5eD! y la 4. e1e3A, e3AD < o 4 . . . . . C3AR; 5.

PR x P. C X P ) ; 5. A5e. PA x P; 6. 0-0. e3A; 7. P5R, C2D; 8. e3C. P3TD! ; 9. A x C. P x A igualan el juego.

Si 4. eiC3A. lo mejor para las negras será proseguir 4. e3AR; 5. P5R. e3A2D. pero te­n iendo en cuenta que las blancas entregarán un peón oor la inicia­tiva : 6. P3A. D3e; 7. A3D, C3AD; 8. 0-0. P x P; 9. P x P. e x PD; 10. C x e. D x e ; 1 1 . e3A. D3C; 12. D4T!

El negro se arriesga a verse envuelto en un ataque irrechaza­ble si comete alguna imprecisión en el lento desarrollo del flanco de rey. y esto se confirma con la brill ante min iatura Tahl-Uhl­mann ( 1 9 7 1 ) : 4. . . .. C3AD; 5. ASe. PD x P; 6. e x P. A2D; 7. A5e. D4T + ?; 8. e3A, P X P; 9. e X P. A5e; 1 0. 0-0. A X e; 11. P x A, D x P A? ( lo procedente era 1 1 . . . . . P3A) : 12. CSA!!. P x e; 13. TlR + . A3R; 1 4. D6D. P3TR; 1 5.

A2D, D X P; 16. A4C. P3T; 17. D8A + . R2D; 18. TlRlD-:- . R2A: 19. D x T. y hubo de rendirse.

4. PR X P

Co:t este se serena ei juego y s� igua lan las posibilidades. Es erróneo !)reseguir 4 . . . . . PA X P. a causa de 5. A5e + . A2D; 6. P x P!, r� x A; 7. P x P + . R x P; 8. D5T + . La continuación incisiva 4. . . . . D x P; 5. ClC3A. P x P; 6. A4A. D1 D 1 tami1ién se ha proseguido 6 . . . . . D3D ; 7. n-n. C:!AD; 8. C3C.

C:>A; D. C3C x P. C x C : 1 0. C x C.

A2R ; 1 1 . P3CD. 0-0; 12. A2C. lo cun l mejora las perspectivas del b l anco) ; 7. 0-0. C3AD; 8. C3A. A2R < e 8 . . . . C3A; 9. D2R. A2R;

l fl . TlD. 0-0 : 1 1 . C3C X P ) ; 9. D2R 1 l as b l ancas no intentan recupe­rar inmediatamente el peón. lo cual igualaría el j uego, sino co­locnr primero una torre en la co­lumna abierta ) . A3A; 1 0. TlD. ClC2R; 11. e3A x P. e x e; 12. e x e. A x e; 13. A3R hace que aumenten las oosibil idades de las bl ancas. Por eso las negras deben prosegu ir !' • . . . . e3AD en vez de 5 . . . . . P x P. con obieto de termi­nar rápidamente el desarrollo y. tras 6. A4A. D3A; 7. 0-0. e1C2D; 8. D2R ro 8. C.?R. D2A ) . P3TD; 9. P4TD. P3eR. colocar las piezas según el esquema. A2C. A2R y 0-0.

Y el blanco ouede. después de 6. A4A. D3A. optar oor la variante i ncisiva 7. P4TD. P3TD l o 7 . . . . .

C 1 C2D si se quieren eludir las complicaciones) ; 8. A5C!?. P X A; 9. P x P. D x e; 10. T x T. D X PC! 1 1 0. D x D + : 1 1 . R X D.

C3A2D; 1 2 . C4A . P3CD es peor. pues sigue 1 3 . T7T! y se amena-7.a con hacer A4A) ; 11. D3A. D X D; 12. e X D. C3A2D; 13. CSR.

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P x P; 14. C x C, R x C; 15. T x C, A3D con mutuas posibilidades ( Boleslavsky - Chistiakov, 1 956). Pero es más fuerte continuar 8. 0-0, P3CD; 9. CSR, D2A; 10. TlR, C3A; 11. C2D3A y, en caso de 11. . . . , C x C, 12. P x C, C2D; 13. CSC, con ataque; por ejemplo: 13 . . . . , A2C; 14. C x PA!, R x C; 15. A x P + !

Ofrece interés la variante de gambito, cuyo autor es Shaposch­nikov, 4 . . . . , C3AR; 5. P x PR, A X P; sin embargo, las blancas llevarán ventaja después de 6. C1C3A (también es :practicable 6. A5C + , C3A; 7. A X C + , P X A; 8. C2D3A, P X P ; 9. C X P o 9. D X P, D4T + ; 10. A 2D ) , P X P (o 6 . . . . , C3A; 7. A4A! ) ; 7. A5C + , C3A; 8. 0-0 seguido de la amenaza C3C y, en todo caso, de C5C o C5R.

5. A5C +

Se puede hacer primero 5. CIC3A y después 6. A5C + , por­que si se hace 5 . . . . , P3TD las blancas sacarán ventaja a través de 6. P x P, A x P; 7. C3C, A2T; 8. A3D, C3AR; 9. D2R + , A3R; 10. A3R! con cambio de alfiles y dominio sobre las casillas negras, o podrán agudizar la lucha por medio de 6. P4A, C3AR; 7. A2R, C3A; 8. PA X P, C x P5D; 9. 0-0. En caso de 5. C1 C3A, C3AR; 6. A5C+ , A2D; 7. A X A+ , CIC x A; 8. 0-0, A2R; 9. P x P, C x P; 10. C3R, las negras deberán prose­guir 10 . . . . , C3A a fin de evitar la desagradable clavada 10. .. ., 0-0?; 11. C X .C, A X C; 12. A5C.

Después de 5. C1-3A, pueden igualmente proseguir 5. .. ., P5A; 6. A2R (o 6. P3CD, P X P; 7. A5C + ) , C3AD; 7. 0-0, A3D.

80

5. . . . C3AD

Simplifica la posición y da cierta ventaja a las blancas, de­bido al relativo debilitamiento del peón adversario 4D, la con­tinuación 5. . . . , A2D; 6. D2R+ , D2R ( con objeto de evitar el cambio de damas prematuro, Bronstein hizo 6 . . . . , A2R en una de las partidas de la competición individual con Botvinnik, en 1 951 , y . tras 7. P x P, C3AR; 8. C 1 C3A, 0-0 ; 9. 0-0. TlR; 1 0 . C3C, A X P ; 1 1 . D3D, P3TD; 12 . A X A, C 1 C x A; 13 . A5C, con la jugada 1 3. . . . , A2T pudo equilibrar las posibilidades) ; 7. A x A+ (o 7 . D X D + , A X D; 8 . A X A + , C X A; 9. P X P, C X P ; 10. C3C, C5T) , C x A; 8. P x P, C x.P; 9. C3C (9. C2D3A seguido de A3R es tam­bién fuerte) , D x D+ ( a 9 . . . . , C5T sucede 10. A3R!, C X P ; 1 1 . C3A con ataque d e las blancas) ; 10. C x D, C x C; 11. PT x C, A4A; 12. A2D, C2R; 13. A3A.

6. C1C3A

La continuación 6. D2R+ , D2R; 7. P x P, D xD + ; 8. C x D, A x P produce variantes análogas a las precedentes. Si las negras desean evitar el cambio de da­mas, a 6. D2R+ deberán replicar con 6 . . . . , A2R; 7. P xP, C3A; 8. C1C3A, 0-0; 9. C3C, TlR; 10. A3R, C5R; 11. 0-0-0 (o bien 1 1 . 0-0 ) , C x P5A, y promover así un juego incisivo para los dos ban­dos.

6. . . . A3D!

A 6 . . . . , D2R+ sigue 7. A2R!, P xP; 8. 0-0, D2A; 9. C3C, A3D; 10. C3C x P, y las blancas mejo-

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ran su posición (Keres-Capablan­ca, 1 938 ) , y a 6 . . . . , P5A sigue 7. 0-0, A3D; 8. P3eD, P X P; 9. P4A!, PD x P; 10. T1R+ .

7. 0-0 8. P x P 9. e3e

e1e2R A x P

Diagrama mím. 40

Posición critica. ¿Dónde debe retirarse el alfil negro? A 9 • . . . , A3e procede la sutil jugada 10. A3R, de Botvinnik, cuya finali­dad es dominar los escaques 4D y 5AD. En tal caso, lo mejor para las negras es continuar 1 0. . .. , 0-0, aunque l a continuación 10.

A x A; 11. A x e + , P x A ( a 1 1 . . . . , C X A sucede 12. T1R! ) ; 12. P X A , O-O; 13. D2D, D3D; 14. D3A, P4TD también reduce al mínimo la ventaja de las blan­cas. El alfil en cuestión puede igualmente retirarse a la casilla 3D para formar una posición en la que se igualen las posibilida­des, si bien favorable en cierto modo a las blancas después de 10. e3e4D, 0-0; 11. P3eD, A5eR; 12. A2e, D3e.

IV

3. e3AD

Aquí el negro dispone de una serie de sistemas estratégicos y originales que analizaremos por orden ( el 3. . . . , A5C se analiza en el apartado V. debido a su complej idad ) .

1

3. P x P

Este movimiento se debe a Ru­binstein : la cesión del centro por parte de las negras ofrece a las blancas más espacio y una posi­ción más activa.

El 3. . . . , e3AD no es recomen­dable porque ese caballo imposi­bilita la realización del ataque P4AD, habitual en la defensa francesa, y porque las blancas continúan 4. P5R; también pue­den continuar 4. e3A, e3A; 5. P x P, P x P; 6. A5eD, A5eR; 7. P3TR, A X e; 8. D X A, A2R; 9. A5e (novena partida de la com­petición individual Fischer-Petro­sian. 1 97 1 ) .

4. e x P e3AR

Si 4 . . . . • e2D, las blancas darán pronto cima a su desarrollo y formarán una posición ofensiva; por ejemplo : 5. e3AR, e1e3A; 6. e X e + ( en caso de 6. A5CR, las negras proseguirán 6. . . . , A2R; 7. C x C + , A X C o 7 . . . . , A X C, C X A seguido de 0-0 e igualarán el juego) , e x e; 7. A3D, A2R ( tras 7 . . . . , P4A ; 8. P x P!, A x P; 9. A5CR. A2R ; 10. D2R, 0-0; 1 1 . 0-0-0 o 7 . . . . . P3CD; 8 . D2R, A2C; 9. A4AR y 10. 0-0-0, las blancas

8 1

Page 85: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

tendrán posibilidades de atacar) ; 8. 0-0, 0-0; 9. C5R, P4A; 10. P X P, D4T; 11 . D2R, D X PA; 12. A5CR ( o 12 . A2D) . Las negras han for­mado una posición sólida, y las blancas tienen sus piezas dispues­tas armónicamente y apuntan a la posición del rey enemigo.

Y si 4. . . .. A2R. a fin de tomar con el alfi l el punto 3AR si se produce un cambio de caballos, las blancas atacarán a través de 5. C3AR, C3AR; 6. A3D, ClC2D; 7. D2R. 0-0 (es erróneo prosegu ir 7 . . . . , C x C; 8. A x C , C3A; 9 . A X PC ) ; 8. 0-0. C x C; 9. D x C. C3A; 10. D4T!

También es fuerte continuar 6. C x C +, A x C; 7. A3D, C3A; 8. P3A, tras lo cual las negras no pueden jugar 8 . . . . , P4R? porque sigue 9. P x P, C x P; 10. C x C, A x C; 11. 0-0!, y porque a 11. 0-0 procede 12. A x P + .

5. C x C + P x C

Al negro n o le conviene prose­guir 5. . . ., D X C por efecto de 6. C3A, P3TR ( de lo contrario procederá 7. ASCR y 8. A3D con ataque de las blancas) ; 7. A3D ( la continuación 7. P4TR, C3A!; 8. ASCR? no entraña peligro para las negras debido a 8. .. . . P X A; 9. P X P. D x C! ) , P4A; 8. A3R.

6. C3A

En caso de que las blancas quieran impedir el movimiento P4AD del contrario, deberán con­tinuar 6. A3R.

6. . . . P3C

La respuesta 6. .. . , P4AD faci­lita y hace posible el paso a un

82

final ventajoso para las blancas después de 7. A3R, P X P; 8. D X.P; éstas pueden también responder con 7. A3D, P x P; 8. 0-0 y me­jorar su posición. A 6 . . . . . P4AR y a 6. . . . . A2C responderán con 7. A4AD o 7. P3CR y 8. A2C.

7. A4AR 8. A4A 9. D2R

10. A3CR

A2CD P3A A 3D D2R

Es erróneo continuar 10. . . ., D2A; 11. 0-0-0, pues las negras no podrán hacer ll. . . . , C2D a causa de 12. A x P!

1 1 . 0-0-0

El enroque corto es otra posi­bilidad estratégica, y tiene por objeto jugar A6TD después del enroque largo del contrario, a fin de cambiar los alfiles de casillas blancas y comenzar un ataque de peones contra el flanco de dama; mientras, las negras contraataca­rán en el de rey.

1 1 . C2D

Diagrama 11úm. 41

Page 86: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

La posición del juego blanco es preferible a la del negro.

2

3. C3AR

Esta continuación clásica ha sido reemplazada sin motivo por la 3 . . . . , A5C.

4. A5CR

La 4. P x P, P x P ( en caso de 4 . . . . , C x P, se podrá responder con 5. C4R) ; S. A3D ( o 5. A5CR, C3A) , C3A; 6. CIC2R, A3R; 7. ASCR, A2R; 8. 0-0, P3TR! condu­ce a un juego sin brillantez.

La 4. A3D no ha sido anali­zada a fondo, por ello se reco­mienda a las negras prosegu ir 4 . . . . • P4A; 5. PRX P, PRX P (a 5 . . . . , PA x P sucede 6. A5C + , A2D; 7 . D X P, y no 7 . P X P? por efecto de 7 . . . . , A X A ; 8. P X P + , R X P ; 9 . C x A, D4T + ) ; 6 . P X P, A x P; 7. C3A, 0-0; 8. 0-0, P3TR; de ese modo. se equilibra el jue­go.

Y la de Steinitz 4. PSR, C3A2D; 5. P4A ( o 5. C3A2R, P4AD; 6. P3AD, C3AD; 7. P4AR, P3A ; 8. C3A. D3C; 9. P3CR. P X PD ; 10. P x PD, A5C + ; 1 1 . C3A, 0-0; 12. P X P. C X PA ; 1 :�. P3TD. que iguala el juego; a las blancas no les conviene j ugar 12. A2C por causa de 12 . . . . , P X P; 13. PA X P, T X C; 14. A X T, C X PD, ni seguir el ataque 5. D4C, de Gladhill, porque sigue 5 . . . . , P4AD; 6. C5C, P x P ; 7. C3AR, C3AD; 8. C6D + . A X C ; 9. D X PC, A X P ; 1 0. C X A , D3A o 6. C3A, P X P ; 7. C X PD, C X P; 8. D3C , C 1 C3A; 9. A5CD, P3TD!; pero no se debe proseguir 9 . . . . . A2D. pues las blancas ata-

carán con fuerza después de 10. A X C, C X A ; 1 1 . C4D5C, TIA; 12. A4A, D3C; 1 3. A7A, D4A; 14. A6D!, D3C ; 15. A X A, R X A; 1 6. D6D + , RlR; 1 7. 0-0-0) , P4AD; 6. P x P, C3AD; 7. P3TD, A x P ( a 7 . . . . , C X PA ; 8 . P4CD n o se debe continuar 8. . . . , C2D; 9. A3D, pues redunda en beneficio de las blancas, sino 8. . . . , P5D; 9. C3A2R, P6D!, segÚn Lasker; por ello. si sucede 7 . . . . , C X PA ha­brá que proseguir primero 8. C3A, A2R, y luego 9. P4CD, C2D; 10. A 3D o bien 8. . . . , P4A; 9. P X P a. p., D X P; 10. A3R, P3TD; 1 1 . D2D, A3D ; 12. 0-0-0, 0-0 ; 1 3. P3CR) ; 8. D4C, 0-0; 9. C3A, P4A; 10. D3T, C5D ( 1 0 . . . . . A2R segui­do de C4A es igualmente eficaz) ; 11 . A3D, P3TD o 11. . . . • A3C y la maniobra C2D-4A-5R complica la lucha y ofrece muchas posi­bilidades al bando negro.

4. . . . A2R

La variante de cambio 4. . . . , P x P conduce a posiciones análo­gas a las que hemos visto en el apartado l . En tal caso, lo me­jor es continuar 5. C x P, A2R ( o 5 . . . . . C 1 C2D; 6 . e x C + . e x e; 7 . C3A ) ; 6 . A X C, A x A ( en caso de 6 . . . . . P X A, el blanco proseguirá 7. C3AR, P3C; 8. A4A. A2C; 9. D2R. y luego 0-0-0; es peor pro­seguir 7. P3CR porque después de 7 . . . . . P4AR; 8. C3AD. A3A; 9. C l C2R. la novedad 9. . . . . C3A, ensayada por Petrosian en la tercera partida de su competición individual con Fischer en 1 9 7 1 , impugna la séptima jugada de las blancas: se prosiguió 10. P5D! , P x P ; 1 1 . C X P, A X P; 12 . A2C!. 0-0 ! ; 13. 0-0! . A l T. y las negras no se arriesgaron a tomar la

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torre, conservaron el peón de ventaja y tuvieron una buena po­sición) ; 7. C3AR, C2D ( en caso de 7 . • . . • A2D, las blancas conti­nuarán 8. D2D ! , A3A; 9. C x A + , D x C; 1 0. CSR. 0-0; 1 1 . 0-0-0, C2D; 1 2 . C x A . P x C ; 13. P4TR! y sacarán ventaj a, como en la vigésimo tercera partida de la competición individual Spassky­Petrosian. 1966) ; 8. D2D. La po­sición del blanco es mejor que la del negro : 8 . . . . • 0-0; 9. 0-0-0, D2R; 1 O. P4CR o bien 8. . . . • P3CD; 9. ASC. A2C; 1 0. C X A + . También es bueno 8. P3A. 0-0; 9. D2A o 8. A4A. 0-0; 9. D2R.

La variante 5. A X C. P x A; 6. C x P. P4AR; 7. C3AD! < 7. C3C es peor. pues las negras hacen P4A y logran contrajuego ) . A2C; 8. C3A. 0-0; 9. D2D. P4A; 1 O.

P x P. D4T; 11. CSCD iguala más o menos el j uego. por eso no re­sulta tan ventajosa para las blan­cas < Alekhine-Tartakower. 1922 ) .

E ! contraataque Mac-Cutcheon . 4. . . . • ASC. muy popular en la tercera década. conduce a una lucha complicada e incisiva en sumo grado. Veamos sus varian­tes principales: 5. PSR ( si 5. P X P. D X P; 6. A x C. P X A ; 7. D2D. D4T; 8. C I C2R. C2D : 9. P3TD. C3C!: 10. T1D. A2R. las negras mejorarán su posición, y si 5. C I C2R. equilibrarán las po­sibi lidades por medio de 5 . . . . . P X P: 6. P3TD. A2R; 7 . A X C. A x A ; 8. C x P. P4R! . o podrán complicar el juego a través de 7. . . . . P X A ; 8. C x P. P3C; 9. P3CR. A2C; 1 0. A2C. P3A) . P3TR; 6. A2D ( para el movimiento 6. A3R. de Janowski. consúltese la parti­da número 1 9 ; Chigorin recomen­dó proseguir 6. P X C, P X A; 7. P x P. TI C; R. P4TR. P x P! : 9.

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D5T, pero también es oportuna la continuación de Grigoriev 9. D4C, D3A; 1 0. T x P, D X PC; 11. D x D , T x D; 12. T8T + , AlA; 13.

0-0-0, P3AD; en caso de 9. C3A, lo mejor será continuar 9. . . . , D3A ; 1 0. T X P, C3A ) . A x C ( a 6 . . . . . C3A2D procede 7 . D4C, AlA; 8. 0-0-0. P4AD; 9. P4A o 8. C3A. P4AD; 9. P x P. C3A; 10 . C5CD. y las blancas aumentan sus posibilidades ) ; 7. P x A (tras 7. A x A. C5R el blanco no po­drá eludir el cambio de su alfil de casiilas negras. aunque pro­siga 8. A4C. pues sucederá 8 . . . . . P4AD y. en caso de 9. P X P?. 9.

C x PAR! ) , CSR; 8. D4C.

Di·a�rmna 111ím. 42

Posición crítica del sistema Mac-Cutcheon. Las negras dispo­nen de dos continuaciones.

8 . . . . . RlA; 9. P4TR ( a 9. A l A . propuesto por Duras. sucede 9. . . . . P4AD; 1 O. A3D. C X P3A; 1 1 . P x P. D4T; 1 2. A2D, D X PA o 1 2 . . . . . DST) . P4AR! ( Euwe es el autor de este movimiento que obliga a simplificar la posición: el 9 . . . . . P4AD no es tan fuerte.

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pues, según análisis de Maroczy, el blanco puede atacar peligrosa­mente mediante 1 0. T3T, D4T; 1 1 . A3D, C X A ; 12 . T3C!, P3CR; 1 3. R X C, P x P ; 14. D X PD, C3A; 1 5. D4AR, P5D; 16 . C3A!, D x P + ; 17. R2R, D X T; 1 8. D6A, T l CR; 19. P5T! o mejorar al menos su posición si sucede 1 7. o o . , C2R; 18. D x PD ) , tras lo cual las blan­cas pueden elegir entre 1 0. P X P a. p., D x P; 11. eSA, e3A; 12. D4A, e X A; 13. D X e, P4R, que equilibra el j uego, y 10. D4A, que conduce a una lucha compleja y con igualdad de oportunidades.

Y 8. . . . , P3eR con las siguien­tes variantes: 9. A3D, e X A; 10. R x e, P4AD; 11. D4A! ( a 1 1 . C3A sigue 1 1 . o o o o D2A y, en caso de 12. D4A, 12. o o . , P4A ) , P x P; 12. P X P, e3A; 13. e3A, A2D; 14. P4TR o 11. P4TR, e3A; 12. T3T (para repl icar a 12 . o o , , D4T con 13. A X P ! , pero continuando 12 . . . . , P x P; 13. P x P, D3e!; 14. eSA, A2D las negras tendrán buen con­trajuego después de haber enro­cado largo.

En caso de 9. AlA, cuya fina­lidad es mantener el alfil de ca­sillas negras y enrocar corto, el negro prosegu irá 9. o o . , P4AD; 10. A3D, C x P3A; 11. P x P, D4T, pero no conviene proseguir 11 .

• 0 0 , e3A; 12. C3A, D2A; 13. 0-0, pues a la toma del peón 4R con el caballo sigue 14. D4D y el blan­co gana.

Después de 9. AlA, C x P3A; 1 0. A3D (si se hace inmediata­mente 10. A3T procederá 1 0. o o • •

P4AD; 1 1 . A X PA, D4T o 1 1 . P x P, C5R! ) , las negras han de impedir que se ejecute la com­binación A x Pe, TIC, A x P + , R X A, D3A+ y D x e y que las blancas tomen la diagonal de es-

caques negros 3TD-8AR, para lo cual deberán continuar 10. 00 . ,

D2R; 11. C3A, A2D; 12. 0-0, C3A; 13. P4TD, ese; 14. A3T, P4TD o 14. P5T, C X A; 15. P X C, C4C. A pesar de todo, las blancas pro­seguirán 11. A2D. CST; 12. TIC o 11. OO . . CSR; 12. A x C. P x A; 13. TIC! y tendrán buen juego.

5. PSR

La continuación 5. A x C, A x A; 6. P5R. A2R; 7. D4C, 0-0; 8. A3D, P4AR; 9. D3T, P4A; 10. P x P, C2D no pone en peligro a las ne­gras.

5. C3A2D

Diagrama núm. 43

En caso de que suceda el poco practicado movimiento 5. 0 0 . , C5R, las blancas deberán continuar 6. A x A. D x A; 7. C x C, P x e; 8. D2R, C2D; 9. 0-0-0, P4AR; 10. P x P a.p., C x P; 11. P3AR o 6. o o . , e x c; 7. D4C!, D x A; s. D x PC, D5C; 9. D X T + , R2D; 10. T1D!, C x T + ; 11. R x C, D x P+ ; 12. A3D, D x PC; 13. D X P, y el

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rápido avance del peón blanco TR decidirá el resultado de la lucha.

6. A X A

Este movimiento conduce a una lucha tranquila y con igualdad de oportunidades.

El ataque Chatard 6. P4TR!, que Alekhine introdujo en la práctica de las grandes competi­ciones, ocasiona complicaciones interesantes. Si las negras acep­tan la entrega del peón, las blan­cas compensarán dicha entrega con un ataque, tal como expone la partida número 1 6.

Al negro no le conviene res­ponder a 6. P4TR con 6. . . . , P3AR. pues sucede 7. DST + !, P3CR (a 7. . . . , R1A sigue 8. P X P, C X P ; 9. D2R, P4A; 1 0. P x P o 1 0. C3A, y las blancas me­joran sus posibilidades) ; 8. P X P!, C x P (en caso de 8 . . . . , P X D; 9. P X A. las blancas tendrán venta­ja en el final ) ; 9. D2R, y el blan­co queda mejor después de 0-0-0, P3CR y A3T.

El procedimiento a seguir para defenderse del ataque Chatard consiste en mantener la presión en el centro y preparar un con­traataque en el flanco de dama mediante el movimiento P4AD, que se podrá ejecutar inmedia­tamente o después de haber pre­parado el contraataque. Veámos­lo:

6 . . . . , P3TD (enrocar es peli­groso para las negras porque sucede 7. A3D, P4AD; 8. C3T, TlR; 9. C5C! , y a 8 . . . . , P3TR procede 9. A X P! , P X A; 1 0. D4C + , R1T; 1 1 . C5CR) ; 7. D4C, RlA; 8. P4A, P4AD ( si acontece 8. . . . , P4TR. las blancas no de-

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berán proseguir 9. D3T, P3AR; 10. P X P, P x P ; 1 1 . D x P, C3C y entregar arriesgadamente una pieza, sino 9. A X A + , D x A ; 1 0. D2R) ; 9. A x A+ , D x A; 10. C3A, C3AD; 11. 0-0-0, P4CD; 12. P X P, C x PA; 13. A3D y la maniobra C2R-4D ofrece ventaja a las blan­cas.

6 . . . . , P3TR; 7. A x A ( es lo menos complicado, pues las va­riantes 7. A3R, P4AD; 8. D4C. R1A; 9. C3A, C3AD; 10. 0-0-0, P x P ; 1 1 . A X PD, C X A; 12 . D x C, A4A! ; 1 3. D2D, D4T y 7. A4AR, P4AD; 8. D4C, R1A. y en caso de 9. T3T, P X P; 10 . T3C, 10 . . . :. P4CR! conducen a posi­ciones incisivas para ambos ban­dos; si se juega 7. D5T con la amenaza C X P y P6R, de Bela­venets y Yudovich, las negras proseguirán 7 . . . . , P3CR; 8. A x A. D X A seguido de P3T y P4AD ) , D x A ; 8. P4A, P3T; 9. D4C, RlA: 10. 0-0-0, tras lo cual la posición del blanco será preferible a la del negro.

Y 6 . . . . , P4AD ( esta continua­ción es incisiva y se practica ac­tualmente) ; 7. A x A (a 7. D4C sigue 7 . . . . , R1A, y a 7. C5C su-cede 7 . . . . , P3A, por lo que a las blancas no les convendrá conti­nuar 8. PR X P, C X P; 9. A4AR. 0-0; 10. C7A debido a 10 . . . . ,

C1R!, n i 8. A3D, pues sucede 8. . . . , P3TD; 9. D5T + , R 1 A ; 1 0. T3T, P x C; 1 1 . A6T, P x A; 12 . D X P+ y se da jaque continuo) , R x A (s i 7 . . . . , D X A, el blanco proseguirá 8. C5C, 0-0 ; 9. C7A. P x P ; 10 . C X T, D5C + ; 1 1 . D2D, D x P; 12. TlD, C3AD ; 13. C3A. C4A; 14. A3D o 1 0 . . . . , P3A; 1 1 . D X P, C3A; 1 2 . D2D, P x P ; 1 3. 0-0-0 y rechazará el contraata­que) ; 8. P4A. C3AD (a 8 . . . . . D3C

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sucederá 9. C3A, D X P ; 10 . C5CD. D5C + ; 1 1 . R2A, C3AD; 12. P4A! o 1 1 . . . . . P3TD; 12. C7A, T2T; 1 3. P4A! y ataque de las blancas. Es erróneo continuar 1 O. . . . , C3T. por efecto de 1 1 . P3T!. C3C; 12 . T l CD, D7T; 13 . D l A. C5T; 14. C3A!! , C x C ; 15. T l T. Ofrece in­terés replicar a 8. . . . . D3C con 9. T3T. Y a 8. . . . , P x P procede 9. D X P. C3AD; 1 0. D2D) ; 9. P x P, C x PA; 10. D4C, R1A; 11. 0-0-0, lo cual activa el juego de las blancas.

6. D x A 7. P4A

Es lo más conveniente, pues refuerza el punto 5R en que se apoya la posición de las blancas. Esto permite responder al avan­ce P4AD de las negras, habitual en este sistema defensivo, con P x P, y aprovechar su escaque 4D como posición inexpugnable para sus caballos en el medio jue­go y como paso de su rey al flan­co de dama adversario en la fase final ( a este respecto. véase la partida número 1 5 ) .

El movimiento 7. D2D condu­ce a variantes complejas. Por ejemplo: 7 . . . . , 0-0; 8. P4A, P4AD; 9. C3A, C3AD; 1 0. P x P (a 10 . P3CR procede 10. . . . . P3A, y a 10 . 0-0-0 sigue 1 0. . . . , P5A ) , C x PA; 11. 0-0-0, P3TD; 12. A3D, P4CD, con ataques recíprocos en los flancos.

La antigua continuación 7. C5C se basa en una idea estra­tégica totalmente distinta; esto es, tiene por objeto reforzar el peón 4D. La pérdida de tiempos que ello supone permite a las negras desarrollar su iniciativa en el flanco de dama: 7 . . . . . C3C;

8. P3AD, P3TD; 9. C3TD, P4AD; i O. C2A, C3A; 11 . P4AR, CST; 12. TIC, P4CD; 13. C3A, A2D; 14. D2D, TlAD, con igualdad de oportunidades. A veces se juega 9 . . . . , P3AR en lugar de 9 . . . . .

P4AD y se prosigue 10. A3D, P x P; 11 . DST + , R1D; 12. P x P, CST; 13. TIC, C x PC o 10. C3A. C1C2D; 11 . P x P, D x P; 12. A3D, P4R; 13. P x P, C x P; 14. D2R. C3C2D; 15. 0-0-0, 0-0, lo que pro­porciona un excelente contrajue­go a las negras. Pero las blancas mejorarán su posición si sucede 10. P x P!. D x P; ll. DST+ , D2A; 12. D4T seguido de C3A, A3D y 0-0 o 1 1 . . . . . P3C; 12. D6T, P4R; 13. P x P. D x PR+ ; 14. R2D.

7. 0-0

Es erróneo proseguir 7. . . . .

P4AD, debido a 8. CSC. Al mo­vimiento de espera 7 • . . . • P3TD sucede 8. C3A. P4AD; 9. P x P. C3AD ( a 9 . . . . , D X P sigue 1 0. D4D, tras lo cual las negras han de retirar la dama o cambiarla: 10 . . . . , C3AD; 1 1 . D X D, C x D; 12. A3D, R2R; 1 3. C3A2R! segui­do de C4D, lo que redunda en provecho de las blancas) ; 10. A3D, D x P; 11. D2D, P4CD; 1 2. P3TD, y luego D2A para domi­nar el escaque 4D, con lo que la posición del blanco es más acti­va que la del negro.

8. C3A P4AD 9. P x P

Si sucede 9. A3D, P4A; 10. P X P a.p., D x P (O 1 0 . . . . . T X P ; 1 1 . D2D, C3A; 12. P X P. C X P; 1 3. P3CR! y el enroque largo o corto, con buenas perspectivas para las blancas en el centro y

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en el flanco derecho) ; 11. CSCR, las negras podrán continuar 11. . . . , D x PA!; 12. A x P + , RlT; 1 3. D5T, D7A+ y promover una lu­cha incisiva para los dos bandos.

9. C3A 10. A3D P4A 1 1 . P x P a.p.

La continuación 11. 0-0, C x PA y 1 1 . . o o . C5R equilibra el juego.

1 1. 12. P3CR

D x PGA C x P

Diagrama núm. 44

Después de 13. 0-0. P3CD; 14. D2D. A2D; l S. TlTlR, TlTlD se llega a una posición incisiva y con igualdad de posibilidades.

V

3. C3AD Ase

Movimiento que tiene por ob­j eto clavar el caballo blanco, dis­poner una ofensiva en el flanco de dama mediante los movimien-

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tos P4AD, D2A, etc., y defender­se con pasividad en el flanco de rey. Es lógico que las blancas si­gan una estrategia totalmente opuesta, es decir, defiendan el flanco de su dama y organicen un ataque de piezas contra la po­sición del rey adversario.

Veamos las variantes principa­les.

4. P X P es un cambio sin pers­pectivas; iguala pronto el juego, y por eso no se practica. Sobre este particular, Alekhine comen­ta : «Las blancas habrán de elu­dir el cambio de peones en el cuarto movimiento, si prefieren luchar. aunque sea un poco». Después de 4. . . . . P x P; 5. A3D, e3AD; 6. CIC2R ( a 6. C3A sigue 6. o o • • ASC ) . CIC2R; 7. 0-0. A4AR; 8. A x A ( o bien 8. C3C, A X A; 9. D x A . D2D y el enroque) , C X A ; 9. D3D, D2D; 10. A4A, las negras igualan las posibilidades y pueden enrocar a uno u otro lado. según les convenga.

4. D4e no conviene a las blan­cas. pues ofrece a las negras oca­sión para organizar rápidamente un contraataque en el centro: 4. o o . , e3AR; 5. D X Pe, TIC; 6. D6T, T3C; 7. D3T, P4A! ( Alekhine es el autor de este movimiento: el 7. o o o o C X P no es tan fuerte de­bido a 8. A3D. P4AR; 9. C IC2R. P4A; 1 0 . A X C ) ; 8. P3TD ( si acontece 8. A2D se prosegu irá 8. 0 0 . . CSC; 9 . D3D. C3AD. y las ne­gras atacarán fuerte) . A4T. y las blancas no disponen de una con­tinuación eficiente: a 9. CIC2R sucede 9. 0 0 • • C3A; a 9. PSR si­gue 9. o ' • • ese con diversas ame­nazas; a 9. C3A? procede 9. o o • •

PD X P y pierden u n a pieza, y a 9. A2D se resvonde con 9. o o • •

ese o 9. o o • • PA x P.

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Y 4. C1C2R hace que las ne­gras equilibren las posibilidades al término de 4. . . .. P X P; 5. P3TD, A2R ( la continuación 5. . . . . A x C + ; 6. C x A . C3AD!; 7. A5CD. C1C2R; 8. A5C. P3A; 9. A3R conduce a una lucha inci­siva; el movimiento 6 . . . . . P4AR. cuya finalidad es mantener el peón de ventaj a. es peor que 6. C3AD. de Kahn, pues le sucede la respuesta de Alekhine 7. P3A ! . P x P; 8 . D X P, D x P ; 9 . D3C o 8 . . . . . D5T + ; 9 . P3CR, D X PD; 10. A4AR. P3A; 1 1 . D5T + . P3CR; 12. D2R. D2C; 1 3. 0-0-0. y el bando blanco ataca con fuerza ) ; 6. C x P. C3AR; 7. C2-3C (la conti­nuación 7. C2-3A. C3A! ; 8. A3R. 0-0; 9. C3C. P3CD mejora la po­sición de las negras, y les ofrece la ganancia de un peón en caso de que se prosiga 9. A2R, C X C : 1 0 . C x C. P4AR y 1 1 . . . . . P5A ) . 0-0; 8. A2R, C3A; 9. C x C + . A x C; 1 0. P3AD. P4R; 11. PSD. C2R; 1 2. P4AD. C3C; 13. 0-0.

1

4. P3TD

Este movimiento fue aplicado con fortuna por Alekhine frente a Euwe ( 1 935) v oor Smyslov frente a Botvinnik 1 1 954) en los encuentros valederos para el títu­lo mundial. Su virtud consiste en que las blancas despejan inme­diatamente la situación en el cen­tro y sacan la ventaja que re­presenta la pareja de alfiles; su defecto estriba en que pierden unos tiemoos al empezar las complicaciones. lo cual ofrece al contrincante ocasión para organi­zar el contrajuego.

4. 5. P x A 6. D4C

A x C + P X P C3AR

Es la continuación más con­tundente y oportuna. También se puede continuar 6. . . . . RlA; 7. D X PSR. C2D seguido de C2-3A. propuesto por Alekhine.

i. D x PC TIC 8. D6T P4A

Conviene atender a la conti­nuación 8 . . . . . P3C y 9 . . . . . A2C. de Alatortsev. En la partida Fis­cher-Kovacevic ! 1970 ) . las negras consiguieron un juego excelente al término de 8 . . . . . C1C2D; 9. C2R. P3C; 10. ASCR. D2R; 11. D4T. A2C; 1 2. C3C. P3TR! Se practica igualmente la original maniobra 8. . . .. T3C; 9. D3R, C3A; 10. A2C. C2R. de Golovko. aunque las blancas aumentan sus posi bilidades al cabo de 11. P4AD. P3C; 12. C2R. A2C; 1 3. C4A. C4A: 14. D3AD!

9. C2R

La continuación 9. A2C no es mejor. pues en la partida Lein­Zagarovski 1 1 954) sucedió 9 . . . . . C1C2D; 10. C3T, D2A; 1 1 . 0-0-0. P3C; 12. ASC. T3C (ante la con­tingencia 13. D x C) ; 13. D4A, D x D; 14. C x D. TSC; 1 5. P3C. A2C; 16. T1T1R. 0-0-0 y se igua­l aron las posibilidades.

9. T3C

Esta continuación es equivalen­te a la 9 . . . . . C3A; 1 0. P X P. re­comendada por Alekhine y apli­cada en la decimonovena parti­da de la competición individual

89

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Smyslov-Botvinnik ( 1 954) , y sue­le conducir por transposición de movimientos a variantes que se analizan más adelante. Después de 9. . . .. C3A; 10. P X P!, la es­tructura de peones blancos será débil en la fase final, pero de momento tiene un poder consi­derable, pues asegura a su alfil de casillas negras el uso de los escaques centrales y frena el desarrollo del flanco de dama adversario. Además, las negras habrán de esforzarse e invertir tiempos en recuperar el peón que llevan de menos.

Si 9 • . . . , A2D, se deberá pro­seguir 10. A5C!, T3C; 11. D4T y, en caso de ll . . . . , A3A. 12. P5D! (no conviene jugar en seguida 12. C4A. debido a 12 . . . . . D4T ! ) .

Diagrama núm. 45

En esta posición crítica son po­sibles las siguientes continuacio­nes.

10. D3R. C3A ( 10 . . . . , C 1 C2D; 1 1 . C3C no es tan eficaz, pues conduce por transposición de mo­vimientos a la posición de la ter­cera partida de la competición

90

Alekhine - Euwe, celebrada en 1935, y redunda en beneficio de las blancas) ; 11. P x P, D4T! Este movimiento se debe a Alekhine. y tiene por objeto poner al rey negro en lugar seguro después de A2D y 0-0-0. Si acontece ll. . . . , P4R, las blancas deberán pro­seguir 12. C3C, A5C; 13. A2D, D4D; 14. P4AD, D5D; 15. A3A! A las negras tampoco les convie­ne la continuación 11. . . . . C5CR; 12. D x P, D8D + ; 13. R x D. C x P + ; 14. R1R, C x D, que Bot­vinnik hizo frente a Smyslov en la séptima partida de la compe­tición para el campeonato del mundo ( 1954 ) , porque sucede 15. C4A, T1CR; 16. A3D, Cx P5A; 17. A x P y las blancas mantienen el peón de ventaja.

En la decimonovena partida de dicha competición, y después de 9 . . . . , C3A; 10. P x P, T3C, Smys­lov prosiguió 11. D2D ( para li­brar la dama del ataque del ca­ballo y aumentar la presión en la columna de dama ) , A2D; 12. T1CD!, D2A; 13. D6D, 0-0-0; 14. D X D +, R x D y pudo mejorar su posición con el movimiento 15. C3C!

Por ello, en la vigésimo pri­mera partida de dicha competi­ción, y en la posición del diagra­ma en que Smyslov jugó 10. D2D y no 10. D3R, Botvinnik eludió la entrega del peón que implica el movimiento 10 . . . . , C3A y pro­siguió 10 . . . . , CIC2D; 11. A2C, P3C; no obstante, las blancas pu­dieron activar su posición me­diante 12. C4A, TICR; 13. A5C seguido de P4AD.

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2

4. A3D

Este sistema se debe a Kon­dratiev, y conduce a una lucha incisiva con igualdad de oportu­nidades, en caso de que las ne­gras lo acepten.

4. P4AD

Si lo desea. el negro puede igualar fácilmente el juego por medio de 4 . . . . . P x P; 5. A x P. e3AR; 6. A3A, e3A; 7. e1e2R, P4R!; 8. P5D. PSR!

5. PR X P

La continuación 5. PD X P no es tan fuerte, por efecto de 5 .

. . . , P x P; a S. e3A procede 5. . . . . PD x P; 6 . A x P, e3AR; 7 . ASeR D4T!, y a 5. P3TD sucede 5 . . . . , A x e + ; 6. P x A, PSA; 7. A2R. P x P; 8. A x P. D2A o 7. AlA. DST!

5. D x P 6. A2D!

Esta idea de Kondratiev es in­geniosa: las blancas entregan un peón para activar su juego.

Ofrece interés la artificiosa va­riante 6. e3A, P x P; 7. P3TD, D4TD? (7 . . . . , A x C + ! ) ; 8. P X A, D x T; 9. e x P y 10. e3e, pues las negras pierden la dama.

6. A x e

Si se juega en seguida 6 . . . . , D x Pe??, sucederá 7. A4R y la dama negra habrá caído en la trampa.

7. A x A P x P!

Es mejor que 7 . . . . . D x Pe; 8. D3A, D x D; 9. e x D, P x P; 10. e x P. que concede a las blancas mucha ventaja en el desarrollo y les compensa suficientemente la falta de un peón.

8. A X PD D x PC 9. D3A

El movimiento 9. D2D!? es in­teresante. pero aún no ha proba­do su valor en la práctica. A 9. . . .. D x T sigue 1 O. P3AR, C3AD; 1 1 . 0-0-0, e X A; 12. ASC + o 1 0. 0-0-0, D7C; 11 . ASC + . y a 9. . . . . C3AD sucede 1 0. 0-0-0.

9. 10. C x D

D x D P3A

Diagrama núm. 46

Posición critica del sistema Kondratiev. Las blancas tienen mejor posición. y las negras se hallan en una situación estable: las negras pueden terminar feliz­mente su desarrollo y colocar sus caballos en las casillas centrales.

9 1

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a fin de neutralizar la acción de los alfiles adversarios, al término de 11. TlCR, R2A; 12. 0-0-0, C3A; 13. A3R, C1C2R. De ahí que las blancas tengan que proseguir 11. 0-0-0, C3A; 12. A5C, A2D; 13. TlTlC, P4R; 14. ASA, P3CR; 15. C2D y la amenaza C4A. El que las negras lleven un peón de ventaja no significa tener supe­rioridad, pues las posibilidades son más o menos iguales para ambos bandos.

3

4. A2D

Esta interesante continuación de gambito se realizó por prime­ra vez en la partida Marshall­Chigorin ( 1 9 0 1 ) . Posteriormente, Alekhine y los analistas soviéti­cos la transformaron en un sis­tema coherente. Promueve una lucha tensa e incisiva en sumo grado y con reciprocidad de po­sibilidades.

4. P X P

Si quieren eludir las complica­ciones. las negras podrán conti­nuar 4. . . , C3AD; 5. C3A, C3A; 6. PSR, C5R.

Ofrece interés la variante arti­ficiosa 4. . 0 0 , C3AD; �. D4C, C3A; 6. D x PC, TlCR; 7. D6T, C X PD ; 8. PSR? (8. 0-0-0! ) . C4A; 9. D x C, A2R.

5. D4C D x P

Esta continuación es más arries­gada, pero más consecuente y efi­caz que la 5 . . . . , C3AR; 6. D x PC, TlC; 7. D6T, T3C; 8. D3R (9. D4T es igualmente oportuno) ,

92

C3A; 9. ClC2R, tras lo cual las negras pueden continuar 9. . . . , A X C; 10. D x A (también es bue­no 10 . A X A, C2R; 1 1 . A2D, C4A : 12 . D3TD, con la entrega de un peón, como sucedió en la partida Panov-Baturinski, 1 946) , C4D; 11. ))3CD, P4TD o 9. . o o , P4R; 10. P X P, C X P; 11. 0-0-0, A3R, lo que lleva a una lucha contundente para ambos bandos. No es mejor 7. o o • • D X P; 8. 0-0-0 ni 7. OO •• C3A; 8. ClC2R, A2D; 9. 0-0-0.

6. 0-0-0

La continuación 6. C3A. C3TR!; 7. D x P + ! ( 7 . D4A es peor por­que sigue 7. · o o · P4R y las blan­cas recuperan el peón en condi­ciones menos favorables) , A x D < 7 . o o . • P x D; 8. C x D, A x C: 9. A X A, 0-0 ; 10. A4A. T1R; 1 1 . 0-0 da ventaja al blanco) ; 8. C X D. A2D; 9. C X P simplifica el juego.

La 6. C1C2R también es acep­table.

6. P4AR

Este movimiento, efectuado por Chigorin en la citada partida con Marshall, es mejor que restituir inmediatamente el peón, pues no se debilita el flanco de rey como cuando se prosigue 6. . . ., C3AR. A eso las blancas responden con 7. D x PC, TIC; 8. D6T, AlA ( a 8 . O O . , D x P sucede 9 . A5C + y 1 0. TlA) ; 9. D4T, T5C; 10. D3T, D x P ( en caso de realizar una defensa pasiva, el ataque de las blancas será todavía más peligroso) ; 11. A2R ( ingeniosa jugada de Bati­gin. pues a 1 1 . 00 ., T5T sucede 12. D X T ! , D X D ; 1 3. P3CR, y a 1 1 . o o · • T X P procede 12. A3R; no conviene hacer inmediatamente

Page 96: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

1 1. A3R, D5T; 12. D X D, T X D; 13. ASCR, debido a 13 . . . . , A3T) , T3C; 12. P4CR y compensan la pérdida del peón con el ataque y mejor desarrollo.

Es interesante el movimiento 6. P4TR que se produjo en la parti­da Ghicescu-Bertold ( 1 959 ) , don­de se prosiguió 7. DSC? (a 7. D x PR?? sigue 7 . . . . , A x C) , A2R; 8. D3C?, A3D; 9. A4AR, PST!; 10. D4C (o 1 0. D5C, D3A ) , C3AR!; 11. D5C ( si sucede 1 1 . D x PC, se pro­seguirá 1 1 . . . . , A x A + ; 12. RlC, T2T! ) , A x A+ ; 12. D x A, D4A, y las negras sacaron ventaja.

Por eso las blancas deben res­ponder a 6 . . . . , P4TR con 7. D2R y amenazar con 8. ASCR o, si acontece 7. .. . • C3AR. con 8. A6TR. D4R; 9. P4A!, en vez de precipitarse a recuperar el peón.

7. D3C

En caso de 7. ASCR, lo mejor será proseguir como Marshall: 7. . . . , P x D!; 8. T X D, A2R; 9. C X P. C3AR!. y así sacar ventaja.

7. 8. A4AR 9. D X A

A 3D A X A+ D4A

(Véase di-agrama núm. 47)

En esta posición crítica, las blancas compensan la pérdida de dos peones con el ataque y la ventaja en el desarrollo. Su obje­tivo táctico principal es eliminar el centro de peones del adversa­río. Por ejemplo: 10. P3A. C2R ( tras 10 . . . . . P x P : 1 1 . C x P.

C3AR; 1 2. A4A, el blanco atacará con fuerza) ; 11. P x P. 0-0; 12. C3A. C2D; 13. P x P!

Diagrama núm. 47

4

4. PSR

Es la continuación más usada y. al contrario de los sistemas precedentes, conduce a una lucha combinativa complej a más que a pugnas tácticas enconadas .

4. P4AD

Se practican también unas con­tinuaciones. desestimadas por la teoría. cuyo principal valor tácti­co y deportivo consiste en que las negras pueden eludir las va­riantes derivadas del sistema 4. PSR. P4AD, detalladamente ela­boradas.

Procedamos a su examen. 4. . . . . C2R; 5. P3TD ( 5. D4C

es peor. pues sucede 5 . . . . , C4A; 6. A3D. P4TR; 7. D4A, D5T o 5. . . . . P4AD ; 6. P3TD. D4T; 7. A2D, P X P ) . A4T (tras 5 . . . . . A X C + : 6. P x A, P4AD. el juego se re­duce a la variante principal, y a 6 . . . . . P3CD sigue 7. D4C. C3C; 8.

93

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P4TR, P4TR; 9. D3e. A3T; 1 0. A X A. e X A; 1 1 . e3A seguido de ese o 1 1 . e2R) ; 6. P4CD. A3C; 7. C4T, y las blancas tienen mejor juego.

4. . . . . P3CD 1 movimiento cuyo objeto es cambiar el peligroso al­fil de casillas blancas adversario, si bien hace que se cierre la dia­gonal de escaques negros 4TD-1D, útil para la salida de la dama ne­gra en otras variantes) ; 5. D4e ( jugada fuerte y oportuna. pues facilita el enroque largo) . AlA ( retirada forzosa. que pone en tela de juicio el cuarto movimien­to de las negras. y la continua­ción 5 . . . . . P3e; 6. P4TR. P4TR; 7. D3e. A3T; 8. A X A. e x A; 9. A2D y 1 O. e3T les debilita el flan­co de rey) ; 6. A5CR. D2D ( a 6 . . . . . C2R seguirá 7. A x C. y las negras habrán de tomar el alfil con el rey. como aconteció en la partida Panov-Lilienthal. 1 938) ; 7. 0-0-0. Aquí. lo mejor que pue­den hacer las blancas es apro­vechar su ventaja en el desarro­llo para disponer un ataque de peones contra la posición del rey negro. según este esquema estra­tégico: 7 . . . . . A3T; 8. e3T, A x A; 9. TlT X A o 7 . . . . . P3TR; 8. A3R. A3T; 9. e3T. o 7 . . . . . C3AD; 8. e3T, A2e; 9. P4A, 0-0-0; 10. D3A.

Y 4 . . . . . D2D ( jugada que per­mite responder a 5. D4C con 5 . . . . . P4AR. y la idea de tal sistema. que pasa con frecuencia al pre­cedente. consiste en que las ne­gras primero llevan a efecto el desarrollo del flanco de dama y hacen después contrajuego en el centro) ; 5. P3TD. A x C+ ; 6. P X A, P3CD; 7. D4e. P4AR; 8. D3e. A3T¡ 9. A' x A. C x A¡ 10. C2R o 5. D4C. P4AR; 6. D3C. P3CD; 7. P3TD. AlA; 8. C3A.

94

A3T; 9. A x A. y las blancas lle­van ventaja.

5. P3TD

Se estima que es la mejor res­pu�sta. pues las blancas despejan pronto la situación en su flanco i7.quierdo y sacan l a ventaja que ofrece la pareja de alfiles.

La 5. A2D simplifica el juego. En tal caso. las negras deben pro­seguir S. . . .. C3AD; 6. ese ( o 6. P3TD, A >-: e ; 7. A x A. P x P; 8. A x P, C x A ) . A x A + ; 7. D x A. e X PD; 8. e X e (el sacrificio de un peón mediante 8. e6D + . R1A; 9. 0-0-0, e3T; 10. A3D. P4A no es correcto) , P x e; 9. D x P. C2R; 10. e3A. A2D. También es pro­seguible 5. . . .. C2R; 6. CSC, A X A+ ; 7. D X A, 0-0; 8. P3AD. Cle3A o 6. P3TD, A x C; 7. A x A, P x P; 8. D x P. C4A!

El poco investigado e intere­sante sistema 5. P x P. C2R! ( a S. . . . . P5D sigue 6. P3TD. A4T; 7. P4eD. P X e; 8. D4e ! , y el blanco lleva ventaja) ; 6. e3A, Cle3A; 7. A2D! ( en la partida Fine-Botvin­nik. 1 938. se prosiguió 7. A3D. P5D; · 8. P3TD. A4T; 9. P4CD. e x PC: 1 0. P x e, A X P; 1 1. A5C + . y aquí las negras podían haber mejorado su posición si hubiesen continuado 1 1 . . . . . A2D!: 12. D X P. A X C + ; 1 3. D X A, A x A en vez de 1 1 . . . . . C3A?; 1 2. T4T!; pero las blancas habrían podido jugar mejor y sacar ventaja : 1 1 . 0-0! . A x C; 1 2 . T 1 e . A2D; 1 3 . ese. A3A: 14. D5T. C3C: 15. C x PR! ) . A X P ( a 7 . . . . . C3C sigue 8. C5CD. A X P; 9. A3A. P3TD: 1 0. C5C4D. y las blancas tienen ven­taja) : 8. C4TD!. A5C; 9. P3TD ofrece al blanco buenas perspec­tivas.

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El movimiento 5. D4C conduce a posiciones com;plejas. La res­puesta más conveniente y opor­tuna es 5. . . . , C2R, tras lo cual las blancas pueden elegir entre la continuación 6. D x PC, TIC; 7. D6T! ( y no 7. D x PT?, pues su­cede 7 . . . . , P x P ; 8. P3TD, D4T; 9. Tle, P x C ; 10. P X A. D7T! ) , P x P; 8. P3TD, A4T ( a 8 . . . . , D4T procede 9. P X A!, D X T; 10. C5C) ; 9. P4CD, D2A; IO. C5C, D x P + ; ll . C2R y la 6. P x P, C1C3A ( si acontece 6 . . . . . A X C + ; 7. P x A, C2D, el blanco deberá continuar 8. C3A. C3CR; 9. A5eD, 0-0 ; 10. A X C, A X A ; 1 1 . 0-0, D4T; 12. D4CD, D5T y, al igual que en la partida Estrin-Sokolski, 1961-1 962, 1 3. T 1R!, D X PA; 14. D X P, A5T; 15. A3R y llevará ventaja) ; 7. A2D ( en caso de 7. C3A, el ne­gro proseguirá ventajosamente 7 .

. . . , P5D; 8. A5CD, D4T; 9. A X C + , P X A! ; 10 . D X PD, C4A o 1 0. D x Pe, T 1 CR; 1 1 . D X PT, A3T! ) , 0-0; 8. C3A, P4A!; 9. D3C, PSD; 10. C1CD, lo que iguala más o menos las posibilidades.

5 . . . . A x C +

Después de 5. . . . , P x P; 6. P X A, P X C , las blancas harán el movimiento 7. C3A!, de Rauser (7. P X P es peor, debido a 7 . . . . .

D2A!) , y sacarán ventaja : 7 • . . . ,

P x P; 8. A x P, C2R; 9. A3D, C1C3A; 10. D2D, C3C; 11. PSC, C3A2R; 12. P4T o 7 • . . . , D2A; 8. D4D!, P x P; 9. A x P, C2R; 10. A 3D.

El movimiento 5. . . . , A4T re­duce la movilidad de las negras luego de la respuesta 6. P4CD!, de Alekhine. Veamos las varian­tes principales: 6 • . . . , P x PD (o 6 . . . . • P x PC ; 7. ese!, P X P + ; 8.

P3AD, A2A; 9. A x P , y a 7 . . . . , C3AD sucede 8. P x P, A X P + ; 9. P3AD, A2R; 1 0. A3T! , tras lo t;;ual las blancas compensan la pérdida de un peón con el ata­que) ; 7. D4C! (Nieshmetdinov es el autor de este ataque audaz, que produce posiciones incisivas y con buenas perspectivas _para el bando blanco. En su partida con Aramanovich. 1 949, se prosiguió 7. . . . . C2R; 8. ese, A2A; 9. D x PC, T1e; 1 0. D x PT, A x P; 1 1 . C3A!. TI T; 12. D3D, A3A; 13. A4A. En caso de que suceda 10 . . . . . P3T. se proseguirá 1 1 . e X A + , D x C ; 12 . C2R, D x PR; 1 3. A2C. C l C3A; 14. 0-0·0.)

Muchnik frente a Poliak ( 1954 ) , y Smyslov frente a Botvinni k en la novena partida del encuentro para el título mundial { 1 954 ) , respon dieron a 7 . . . . , C2R con 8. P x A, P x C; 9. D x PC, TIC; 10. D x PT, lo que produjo la siguien­te posición crítica.

Dia¡!rama ntim. 48

Botvinnik continuó 10 . . . . , C2D, y Smyslov logró una superioridad decisiva después de 11. C3A { 1 1 .

95

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P4A es igualmente eficaz) , e lA; 12. D3D, D X P� 13. P4TR, A2D; 14. ASe, TIA; 15. e4D. De haber sucedido 10. . . . , C2D; ll . e3A. D2A, las blancas también hubie­sen logrado superioridad median­te 12. ASeD!. P3T ( a 12 . . . . , T X P procede 1 3. R1A. T I CR; 14. T I CR) ; 13. A x A + , A x A; 14. 0-0. DSA (o 14 . . . . , 0-0-0; 15 . A5C ) ; 1 s. ese, o-o-o; 16. P3e!

Si 10. . . . , e1e3A; 11 . P4A. D x P; 12. e3A. A2D; 13. ese. TlAR. las blancas deberán pro­seguir 14. T1eD, esD; 1 5. A3D, preparando así el enroque. o 15. D3D, DST; 1 6. RlD.

En caso de que a 7. D4e el ne­gro responda con 7 . . . . . R1A. el blanco atacará fuerte al cabo de 8. ese, A3e; 9. A3D, e3AD; 10. P4AR seguido de e3AR y A2e o de 8. P x A. P x e; 9. e3A ( tam­bién se puede continuar 9. P4TD, C3AD; 1 0. A3T + ) , e2R; 10. A3D, Cte3A (a 1 0 . . . . , C2D sucede 1 1 . D4CD!. D2A; 12. 0-0) ; 11. 0-0. D X P; 12. T1R, A2D; 13. P4TR.

Tras 5. . . . , A4T; 6. P4eD, P X PD, la continuación 7. ese, A2A; 8. P4AR, e2R; 9. e3AR con­duce a una lucha de maniobras tranquila, y Smyslov la utilizó dos veces en l a competición indi­vidual con Botvinnik. En la pri­mera partida de dicha competi­ción, el negro prosiguió 9. . . . . ete3A; 10. A3D, Ale; 11. ese x PSD, P3TD y 9 • . . . , A2D; 10. ese x PSD, eiC3A; 11. P3A en la tercera. El blanco logró for­mar una posición activa en am­bas ocasiones.

6. P X A e2R

Esta continuación se considera como la mejor. pues ofrece a las

96

negras varias opciones. Es tam­bién proseguible 6. . . . , D2A; 7. e3A ( resulta interesante la con­tinuación 7. D4C, P4A; 8. D5T + , P3CR; 9. D l D , propuesta por Bronstein; en la primera partida de la competición individual Tahl­Botvinn ik. 1960. sucedió 8. D3C, C2R; 9. D X P, T I C ; 1 0. D X P. P x P; 1 1 . R1D! , lo cual produjo una posición extremadamente in­cisiva y con mejores perspectivas para las blancas; la 7 . . . . , P3A; 8. C3A. C3A; 9. D3C, P x PD; 10 . P X PD. D2AR también complica el juego y mejora las posibilida­des de las blancas) , e2R (si acon­tece 7 . . . . . A2D. a fin de bloquear el flanco de dama blanca e impe­dir el desarrollo del alfil blanco a la diagonal 3TD-8AR de casillas negras. las blancas tendrán que replicar, ahora o después, con P4TD ) ; 8. A2R ( es frecuente ha­cer 8. P4TD, a lo que debe se­guir 8 . . . . . C 1 C3A; 9. D2D, P3A; 1 0. PR x P, PC x P; 1 1 . A2R, P5A o 1 1 . . . . . C3C; a 8 . . . . . P3CD pro­cede 9. A5C + ! , A2D; 1 0. A3D. eludiendo así el cambio de ese alfil. y a 9 . . . . , C2-3A? sigue 1 0 . 0-0, A3T ; 1 1 . C5C o 1 1 . P4A ) . eiC3A; 9. 0-0, A2D ( a 9 . . . . . P3A es oportuno responder con 1 0. PR X P, PC X P; 1 1 . C4T, C3C; 12. A5T. D2C; 13. D3D! ) ; 1 0. P4TD. lo cual mejora un poco la posición de las blancas.

7. D4e

En caso de 7. e3A, las negras proseguirán 7 . . . . . D4T y se pro­ducirá una lucha complej a luego de 8. A2D (a 8. D2D sigue 8 . . . . . D5T! ; 9 . T I C, P5A; 1 0. A2R, 0-0, lo que iguala las posiciones) . PSA; 9. A2R, e1e3A; 10. 0-0.

Page 100: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

También es frecuente practicar la continuación 7. P4TD, CIC3A ( es prematuro hacer 7 . . . . . D4T, pues las blancas atacarían por el flanco de rey al cabo de 8. A2D. P5A; 9. D4C ) ; 8. C3A, D4T.

Diagrama núm. 49

En esta posición. las blancas tienen dos posibilidades:

9. D2D, P x P; 10. P x P, D x D + ; 1 1 . A x D. C4A; 12. A3A! ( y no 1 2. P3A. a causa de 12 . . . . . C4T! } , tras lo cual l a posición del blan­co es preferible. debido a su acti­va pareja de alfiles. El negro pue­de continuar 9. . . . . PSA y pro­mover así una lucha incisiva y con igualdad de oportunidades después de 1 0. P3C, 0-0; 11 . A2eR. P3A; 12. P x P. T x P; también puede continuar 9. . . .. A2D. re­servándose la posibilidad de cam­biar las damas y enrocar a uno u otro lado.

Y 9. A2D. PSA; 1 0. ese. P3TR; 11. e3T. C3e ( para impedir la maniobra C3T-4A-5T) : 12. D3A < también se puede hacer A2R-5T) .

Esto produce una posición con

-1. - e; U �SU m: ,\PJ:RTU R:\S 1 1

mutuas posibilidades. Las negras pueden ganar un peón, aunque les será difícil reagrupar sus pie­zas para realizar dicha ganancia, mientras las blancas tienen posi­bilidades de penetrar en el cen­tro y en el flanco de rey. Des­pués de 9. A2D, PSA; 10. P3e, A2D; 11 . A3T, las negras pueden enrocar largo y provocar de ese modo un ataque de peones mu­tuo en los flancos.

A veces las negras no impiden la salida del alfil blanco a la dia­gonal 3TD-8AR de casillas negras, sino que procuran terminar el desarrollo y hacer contrajuego en el centro: 8 . . . . . A2D; 9. A3D! ( es más preciso que 9. A2R, pues im­pide por un lado que el negro enroque ante la contingencia in­mediata A X P + . y por otro que ataque con P5A contra ese alfil, lo cual debilitaría sus escaques negros, por los cuales actúa el otro alfil blanco ) . D2A; 10. 0-0. P5A; 11. A2R, P3A; 12. TIR, e3e ( es mejor hacer 12 . . . . . 0-0-0 ; 1 3. A3T. C4A) ; 13. A3T!, y las blan­cas atacan ( Fischer-Larsen. 1971 ) .

7. D2A

La continuación 7. .. . • P x P; 8. D x Pe. TIC; 9. D x PT, D2A conduce a lo mismo por trans­posición de jugadas. A 7. . . . •

P x P sucede igualmente 8. P X P. D2A; 9. A2D o 9. RlD. o 9. T2T.

Se puede continuar 7 . . . . • C4A; 8. A3D. P4TR. tras lo cual el blanco tendrá que elegir entre 9. D4A, D5T; 10. A X C. D x D; 1 1 . A x D. P x A; 12. P x P. A3R, con juego más o menos equilibrado. y 9. D3T. P x P ( si sucede 9. . . . . C3A. las blancas llevarán ventaja luego de 1 0. C3A. P x P : 1 1 . P4C.

97

Page 101: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

C4A2R; 12 . PA X P o 10 . . . . . D4T; 1 1 . A2D, P5A; 12. A2R, A2D; 1 3. P4C) ; 10. C2R! o 10. P4C, D4T; l l. C2R, C2R; 12. A2D, PD x P; 13. A x P y 14. P x P. lo que com­plica la posición.

8. D x PC 9. D X PT

10. RlD

TlC P X P

También es prosegu ible 10. C2R. C1 C3A; 1 1. P4AR.

10. 11. C3A

C1C3A P x P

La continuación 11 . . . . . C X P; 12. A4AR, D X P; 13. C X C. D x T+ ; 14. AlA, P6D; 15. D x P + . R1D; 1 6. DGA!, P x P+ ; 17. R2D, DSD + ; 18. A3D promue­ve una lucha la.beríntica y con mejores perspectivas para las blancas ( Bronstein - Uhlmann. 1965 ) .

12. ese TIA

Se puede continuar 12. C X P!; 13. A4AR. D3C; 14. A X C, T x C; 15. P4TR, TlCR; 16. R1R, A2D. pues las negras hicieron así contrajuego en la partida Matu­lovic-Uh1mann 0 967 ) , y logra­ron ventaja haciendo 13. P4A. T x C!; 14. P x T, C4R3C; 15. A3D. P4R en la partida Joha-Portisch ( 1 967 ) .

13. P4A A2D

(Véase din�rama lllÍIII. 50)

En esta posición crítica. las blancas disponen de las siguien­tes continuaciones: 14. A3D, D3C; 15. T1R. 0-0-0; 16. C x PA,

98

Diagrama mim. 50

T x C; 1 i. D x T ( O'Kelly-Pietsch, 1965) o 14. D3C. 0-0-0; 15. D X P A, Rl C; 16. P4TD ( Minic-Korchnoi, 1966 ) , o 14. T1CD. C4T; 15. D3D, 0-0-0; 16. P4TR, PSD; 17. C4R ( Petrusiak-Uhlmann . 1 967 ) .

VI

Sistema Chigorin

2. D2R

Chigorin también siguió este sistema para desarrollar las pie­zas en el caso de 1. . . . . P4AD. el cual constituye principalmente, tanto en la defensa francesa como en la siciliana. un intento de realizar con las blancas la idea de la defensa india antigua. cuyo investigador y buen cono­cedor fue este gran aj edrecista ruso.

Tarrasch. frente a quien Chi­gorin utilizó constantemente su sistema en la competición indivi­dual celebrada en 1 893. valora del siguiente modo el segundo

Page 102: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

movimiento de las blancas: «El mérito principal de esta jugada consiste en que ambas partes ob­tienen un juego difícil de valo­rar. pues se desarrolla con poca frecuencia. De ahí que se mani­

fiesten con más facilidad las cua­Lidades del ejedrecista mejor do­tado».

2. P4AD

A fin de asegurarse el avan­ce P4A, Tarrasch hacia a veces 2. . .. , A2R cuando jugaba con Chigorin. quien respondía con 3. P3CD. lo cual no concuerda tan­to con el contenido de su siste­ma como la variante principal que examinamos, pues en ella el alfil de dama blanco opera por la diagonal 1AD-6TR. Después de 3. P3CD. P4D; 4. A2C, a las negras no les conviene proseguir 4. . . . . A3A porque sucede 5. P5R; aun­que pueden hacer 4. . . . . C3AR. pues la variante 5. P X P, P X P; 6. A X C les permite mantener la pareja de alfiles y les activa la posición.

En la partida Chigorin-Marco e 1 895) sucedió 2. .. .. C3AD; 3. C3AR. P4R; 4. P3CR, A4A; 5. P3A. C3A C 5. . . . . P3D: 6. A2C. C1C2R es mejor, pues sirve para preparar el contragolpe P4A) ; 6. A2C. P3D; 7. P3D, O-O y se .Pro­dujo una posición equilibrada Que trae a la memoria la original apertura. practicada con frecuen­cia por Konstantinopolski. l. P4R. P4R; 2. C3AR. C3AD; 3. P3CR.

3. P3CR

Chigorin jugaba también 3. C3AD. 3. C3AR y 3. P4AR, y lue-

go P3CR. Según él, tal orden de movimientos no tiene demasiada importancia, pues todos forman parte de su sistema.

3. C3AD 4. C3AR

También se practica el movi­miento 4. C3TR (véase la parti­da número 1 4 ) .

4. . . . A2R

Botvinnik recomienda prose­guir 4 . . . . . C1C2R; 5. A2C, P3CR; 6. C3A, A2C; 7. P3D, P4D.

5. A2C 6. P3D 7. 0-0 8. C3A

P4D C3A 0-0 P3TD

Así se desarrolló la cuarta par­tida de la competición individual Chigorin-Tarrasch. Es asimismo ?roseguible 8. . . . . P3CD y 9. A3T.

9. ASC

Diagrama núm. SI

99

Page 103: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Posición crítica del sistema Chigorin. Las blancas pretenden forzar el avance PSD del contra­rio, con objeto de inmovilizar el centro, ejecutar la man iobra CID, A2D y ClR y empezar un fuerte ataque de peones en el flanco de rey mediante P4AR, P4CR, y así sucesivamente. Por el contrario, las negras deben continuar ejerciendo presión en el centro y hacerse con la ini­ciativa a través de P4CD, A2C. TIA. etc., en el flanco de dama.

En la posición del diagrama se presenta una lucha compleja y con igualdad de oportunidades.

Partida núm. 14

Cbigorin Tarrasch San Petersburgo. 1 893

Es interesante observar cómo el original esquema de desarro­llo aplicado por Chigorin y el deseo de eludir los procedimien­tos habituales influyó negativa­mente en el pensamiento dogmá­tico de Tarrasch, campeón de Alemania, quien realizó con in­seguridad la apertura, mientras su competidor lo hacía con sen­cillez y firmeza.

1. P4R 2. D2R 3. P3CR 4. A2C 5. C3AD 6. C3T

P3R P4AD C3AD A2R D2A

Nueva idea que Chigorin ensa­yó en esta partida, pues normal­mente hacía 6. C3AR. Tal ensayo produjo la variante cerrada de l a defensa siciliana.

lOO

6. P3TD 7. C4A CSD 8. D1D C3AR 9. P3D P4CD

1 0. 0-0 A2C 11. A3R TIAD?

El sentido de esta jugada es poco menos que incomprensible. Lo procedente era continuar 11. . . . • O-O seguido de Tl T1D o de TlAlD. con objeto de apoyar el avance P4D. Chigorin sanciona inmedi atamente el intento prema­turo de hacerse con la iniciativa.

Diagrama núm. 52

12. P4TD! 13. CIC

P5C P4R?

Es un error grave, pues conve­nía haber enrocado.

14. CSD A x C

La continuación 14. C X C; 15. P X C, C4A! ofrecía más posi­bil idades defensivas.

15. P x A D3D?

Page 104: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Las negras pretenden ganar un peón o provocar el avance P4A a fin de reforzar la posición de su caballo SD. Pero Chigorin lo im­pugna con elegancia.

16. C2D! D2A

A 16 . . . . . C x PD hubiese suce­dido 17. C4A, D3R; 18. A x C5D. PA x A; 19. A x C. D x A! 20. C6C.

17. C4A P4TR

Este movimiento es defensivo y no de ataque. Es peligroso ha­cer 17. . . . . 0-0 debido a 18. P4CR y la contingencia 1 9. P3AD; a 1 7. . . . . P3D sucede 18. A3T y se gana material por medio de 1 9. P3AD, y a 17 . . . . , C4A procede 1 8. A2D seguido de T1 R y A3T.

18. P4A C4A 19. A2D P x P 20. A x P P3D 21. D2R TlD 22. TlTIR RlA

No se puede continuar 22. 0-0 porque sucede 23. A3T.

23. P3A P4T 24. A2D P x P 25. P x P C3T 26. C x PT C3AlC 27. C6A TlR 28. P4A D2D 29. A4A P5T

Con sutiles maniobras, Chigo­rin puso a su contrincante en posición de hacer movimientos forzados.

30. P4C! C x P

A 30 . . . . , D X P sigue 31. D x D, C X D; 32. C x A, C x C; 33. A x P.

31 . A3T 32. A5C 33. A5C x C 34. D x C

ClC3A T4T P x A

Y las negras abandonaron por­que a 34. . . . . T4C procede 35. D x T.

Partida núm. 15

Tarrasch Teichmann San Sebastián. 1 9 1 2

En esta confrontación entre los dos notables ajedrecistas alema­nes. expertos en el juego de ma­niobras. Tarrasch supo aprove­char lo defectuoso en la estruc­tura de los peones contrarios para, con su habitual espíritu me­tódico. convertir en victoria la pequeña ventaja que llevaba en la posición.

l . P4R P3R 2. P4D P4D 3. C3AD C3AR 4. A5CR A2R 5. P5R C3A2D 6. A x A D x A 7. D2D

Esta antigua continuación ofre­ce a las blancas l a posibilidad de enrocar en el lado que las cir­cunstancias tácticas requieran. Actualmente se suele proseguir 7. P4A, a fin de reforzar el centro.

7. 8. P4A 9. C3A

10. P3CR

O-O P4AD C3AD

Rubinstein es el autor de ese movimiento. También se prosigue

1 0 1

Page 105: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

10. P X P, e X P; 11. 0-0-0, y has­ta 10. 0-0-0, P5A; 11. P5A, con mutuos ataques & flanco.

10. P3TD

A 1 0 . . . . . P3A sucede 11. PRx P, e x PA; 12. 0-0-0, y a 10 . . . . , P x P; 11. e x P5D, D5e sigue 12. 0-0-0, lo que mejora un poco la posi­ción del blanco. El negro eligió el más lento sistema de contra­juego en esta partida.

11. A2e P4eD 12. 0-0!

El enroque largo hubiese sido muy arriesgado. Tras el enroque corto, las blancas mantendrán prolongadamente la iniciativa gracias a su poderoso centro.

12. 13. e x P5D 14. D x C 15. D x D

P x P e x e D4A e x D

Diagrama mím. 53

Las negras lograron simplificar la posición, de tal suerte que pro-

102

pusieron tablas después de ha­ber ejecutado su decimoquinto movimiento. Pero la verdad es que la lucha empieza ahora. El caballo blanco ocupará el punto central más imvortante, mientras los peones negros ocupan las ca­sillas que recorren el alfil suyo y el adversario. Estas circunstan­cias contribuyen a que las blan­cas aumenten poco a poco sus posibilidades en la fase última de la partida. y resulta instructivo observar cómo lo hacen.

16. C2R! 17. C4D 1 8. R2A! 19. R3R

A2D T1T1A T2A T1R

Las negras han de seguir una táctica expectante, ya que no pueden trazar un plan de contra­juego efectivo.

20. T2A! 21 . AlA 22. P3C 23. A3D 24. c x c 25. R4D!

C2C e4T P3T C3A A x e

El rey blanco ocupa una posi­ción óptima, y lo mismo puede decirse de sus piezas. Comienza un final en el que sólo jugará un bando, mientras el otro no po­drá hacer nada para impedirlo. Toda la partida pone de relieve el arte creador de Tarrasch, acer­ca del cual Spielmann dice: ((Así que el estilo propiamente ofen­sivo cede el paso al de posición, Tarrasch aparece con nuevos mé­todos de lucha. Si se examinan estos principios en las partidas de Tarrasch, se verá claramente que carecen de todo espíritu de

Page 106: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

agresividad. Sus fuerzas entran lentamente en combate, como si lo hiciesen a escondidas, pues su lema es rehuir dentro de lo po­sible la lucha abierta, acosar pau­latinamente al contrario de modo que se le vayan agotando los re­cursos principales, y a continua­ción asestarle el golpe definitivo».

25. A2D 26. P4CR AlA 27. P4TR P3C 28. TlTR R2C

. 29. PST TIT 30. T2A2T A2D 31. PSC!

Este movimiento de ruptura fue cuidadosamente preparado.

31. 32. PA x P 33. T X T 34. T x P 35. TBT+ 36. P6C

PT X P T X PT P x T RlA R2R

De haber proseguido 36. T7T, RIA; 37. P6C, P x P; 38. A x P, RlC; 39. T7A, RlT; 40. A7T! se hubiese ganado antes, debido al juego forzado de las negras.

36. 37. A x P 38. T7T+ 39. A3D 40. P3T 41. T8T+

P x P PSC RID T6A P4T

Y las negras se rindieron.

Partida núm. 16

Alekhine Fahmi Mannheim, 1914

En esta partida. el joven cam-

peón de Rusia de aquella é;c::¿ dio un ejemplo clásico ce at.=.:;_·.;.: en la apertura, lo cual hizo q;;e cayese en desuso durante mucho tiempo la variante de la defensa francesa que entonces se practi­caba.

l. P4R P3R 2. P4D P4D 3. C3AD C3AR 4. ASCR A2R 5. PSR C2D 6. P4TR!

«Esta enérgica jugada había sido practicada por el aficionado francés Chatard en partidas amis­tosas, y anteriormente por el maestro rumano Albín. Sin em­bargo. se puso a prueba en un torneo de maestros; y en esta partida>>. expl ica Alekhine.

6. A X A

Esta partida demuestra el ries­go que entraña aceptar la entre­ga de ese peón. Según Alekhine es mejor proseguir 6. . . .. P4AD, y en caso de 7. CSC. 7 . . . . . P3A.

7. P x A 8. C3T

D x P D2R

De haber seguido 8. . . .. D3T las blancas hubiesen respondido con 9. P3CR y 10. A2C, mejoran­do su posición.

9. C4A ClA

A 9 . . . . . P3TD procedía 10. D4C. P3CR; 11. 0-0-0. C3C; 12. A3D, y a 9 . . . . . P3CR sucedía 10. A3D. C1A; 11. C4A X PD!, P x P; 12. C x P; las blancas hubiesen que­dado mejor en el primer caso y

J O:l

Page 107: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

con fuerte ataque en el segun­do. Por otra parte. las negr¡¡s también hal larán dificultades en defenderse después del movimien­to que han efectuado.

10. D4C! P4AR

Es la única jugada eficaz para contrarrestar las amenazas 11. D x PC y 11 . C x PD.

1 1 . P x P a. p. P X P 12. O-O-O P3A 13. TIR RlD 14. T6T P4R 15. D4T C1 C2D 1 6. A 3D P5R 17. D3C!

Se amenaza con 18. C x PD. A 1 7. . . . • D3D hubiese sucedido 18. A X P, P X A; 19. T X PR segui­do de D7C.

104

17. . . . D2A

Diagrama núm. 54

18. A x P! P x A 19. C x P TICR

A 19. . .. , D x P sucedía 20. C x P. C x C; 21. D7C.

20. D3TD D2C

En el caso de 20. . . . . D2R; 21. DST + . P3C; 22. D3A se hubie­sen producido amenazas irrecha­wbles.

21. C6D! 22. C8R 23. DGD+

C3C D2AR

Y mate en dos movimientos.

Partida núm. 17

Smyslov Botvinnik Moscú. 1 944

Esta partida tuvo no sólo im­portancia decisiva en la lucha debido a que alcanzó el primer puesto en el XIII campeonato de la URSS. sino también por su significado teórico. ya oue am­bos contrincantes conocen a fon­do la defensa francesa.

«Smyslov ha manifestado rei­teradamente que el sistema ele­gido por mí para las negras es deficiente. Por eso lo apliqué con singular satisfacción en esta partida». dice Botvinnik.

l. P4R P3R 2. P4D P4D 3. C3AD A5C 4. P5R P4AD 5. P3TD A x C + 6. P x A C2R 7. P4TD C1 C3A 8. C3A D4T 9. A2D

Comúnmente se prosigue 9.

Page 108: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

D2D, a fin de poder situar el al­m de casillas negras en la dia­gonal 3TD-8AR; pero con ello se ofrece a las negras ocasión para cambiar las damas por medio de 9. . . . , P x P. Pero Smyslov inten­ta organizar un ataque contra la posición del rey negro.

9. PSA 10. ese

El objeto de este movimiento es realizar la maniobra C5C-3T-4A-5T, recomendada por Botvin­nik. Pero las negras pueden im­pedirlo.

10. 11. e3T 12. D3A 13. e4A 14. D x e

P3TR C3e A2D e x e e2R

Aquí se pone de manifiesto el aspecto negativo del movimien­to 7. P4TD, pues el alfil negro tomará ese peón; pero, después de la captura, permanecerá in­móvil durante cierto tiempo, lo cual permitirá a las blancas in­tensificar su ataque en el flanco del rey.

15. P4TR 16. PST

A X P D4C!

( Véase diagrama núm. 55)

17. R1D

Parece lógico, pues las blan­cas se disponen a realizar un asalto de peones al flanco de rey; pero eso aisla la torre blanca de las otras piezas y, por lo tanto, se quebranta la acción conjunta de las mismas. Lo procedente es

Diagrama núm. 55

1 i. TIA seguido de A2R y 0-0, lo cual ofrece buenas perspectivas de ataque en los dos flancos y la posibilidad de aprovechar armó­nicamente todas las piezas para ese fin.

17. TlAD!

Las negras, en cambio, procu­ran activar rápidamente sus pie­zas. Esa torre sacará el alfil de la posición que ocupa y partici­pará en el contraataque.

18. AlA 19. A2R 20. R2D

T3A T3T

Los movimientos del rey no han sido más que una pérdida de tiempo, y, además, ha quedado in­terceptada la diagonal 1AD-6TR, necesaria para el ataque.

20. 0-0

Las negras quieren tender una bella trampa, pero con ello ponen a su rey en trance difícil. Según

1 05

Page 109: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Botvinnik, tenían que haber pro­seguido 20 . . . . , D2D, y luego A4C para liberar el alfil y efectuar un cambio de torres.

21. P4C!

Smyslov aprovecha hábilmente la ocasión para incrementar el ataque. Hubiese sido erróneo ha­cer el lógico movimiento 21. A3T?, por efecto de 21 • . . . , A x P; 22. A x C. D7C!

21. P3A

Para impedir que el contrin: cante haga el movimiento de ruptura P5C.

22. P x P T X P 23. D7A!

De repente, las piezas blancas están muy activas e igualan las posibilidades.

23. T2A 24. D8D + R2T 25. P4A! D4T

Botvinnik tuvo la posibilidad de pasar a un final más o menos equilibrado mediante 25 . . . . , D2D; 26. D x D, A x D; 27. T x T, P X T, pero trató de alcanzar la victoria en un laberinto de complicacio­nes incisivas para los dos bandos.

26. D8CD

Aquí el cambio de damas fa­vorecería a las negras al no pro­ducir doblamiento de peones en el flanco de dama.

26. 27. D8R 28. D6C +

1 06

C3A T2R

A 28. D8AR hubiese sucedido 28. . . . , DID, y el cambio de da­mas habría sido inevitable.

28. RlC 29. A3T

Convenía proseguir 29. P5C, a pesar de las complicaciones in­trincadas que ello encierra. Con el movimiento 29. A3T, las blan­cas atacan la torre e impiden que las negras jueguen C X P; pero éstas pueden realizar una bella combinación tras el movimiento efectuado en la partida.

29. P4R

Pero no la realizaron; es decir, tenían que haber proseguido 29. . . . , D2A; 30. TRIAR (la toma de la torre supone perder la dama) , CSC!!; 31. A x C, AlR, y de ese modo ganaban la dama.

30. PA x P?

Es un error decisivo. Aquí pro­cedía 30. PD X P, tras lo cual la poderosa cadena de peones pro­porcionaba a las blancas contra­posibilidades valiosas.

30. 31. A4C 32. D X T 33. P x C

C x PD! DID P x D

De haber estado el peón AR en el punto 4AR, las blancas hu­biesen podido defenderse con for­tuna; pero ahora la siguiente ju­gada de las negras decidirá el resultado de la partida.

33. 34. T X A

T2C! D4C+

Page 110: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

35. R1D P4TD 36. A3AR

El alfil 4CD no puede retirar­se. de lo contrario se daría in­mediatamente mate.

36. 37. A x P + 38. TIA+ 39. A6A+ 40. T x T

T x A RI A Rl R R2R D X P +

Las blancas se rindieron.

Partida núm. 18

Smyslov Botvinnik Novena partida del encuentro para el campeonato del mundo

Moscú, 1 954

l. P4R 2. P4D 3. e3AD 4. PSR S. P3TD

P3R P4D ASe P4AD A4T

Hace mucho tiempo que esta continuación se considera desfa­vorable para las negras; y, sin embargo, continúa practicándose.

6. P4CD!

Alekhine es el autor de este movimiento. Como se indica en el análisis, su finalidad es repli­car a 6 . . . . • p X Pe con 7. ese. P x P + ; 8. P3AD, y fuerte ataque a costa de un peón.

6. 7. D4C

P x PD C2R

Es muy arriesgado. Unos me-­ses más tarde, Botvinnik jugó

una partida con Unzicker e hizo 7 . . . . . RlA, continuación más mo­derada que la de la partida; pero t¡..mbién empeoró su posición.

8. P x A 9. D x PC

1 0. D x PT

P x C TIC C2D

Caso de que suceda IO. . . . •

C1C3A, las blancas podrán con­tinuar 11. P4A, D x P; 12. C3A, A2D; 13. ese, T1AR; 14. A2R y la amenaza 15. C x PA!

11. C3A 12. D3D 13. P4TR!

C1A D x P

Esta jugada no tiene por ob­jeto transformar el peón libre en dama. sino formar una posición dominadora pÚa el alfil de dama blanco.

13. A2D 14. ASC TIA 15. C4D C4A 16. TICD!

Diagrama núm. 56

107

Page 111: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Toda la partida se desarrolla de manera original: ambos ban­dos renuncian al enroque y de­jan respectivamente el rey en el centro del tablero mientras se intensifica la lucha en los flancos.

16. TSA

Para el caso de 16 . . . . . P3C, las blancas tienen la contunden­te respuesta 7. ese y la amena­za 18. D x C , A x C; 19. D6A. La continuación 16. . . . . e X C; 17. D x C. P3C era un poco mejor, aunque las blancas tenían más posibilidades de ganar a conse­cuencia de su peón libre y de la pareja de alfiles que domina todo el tablero.

17. c x c 18. T X P

P x C TSR+ ?

En una situación difíci l, las negras empiezan una combina­ción errónea. ya que se refuta con la sorprendente respuesta de las blancas.

El sacrificio previo de la ca­lidad ofrecía muchas posibilida­des de complicar la lucha y de inducir a error al contrincante: 18 . . . . , T X A; 19. P x T, TSR+ . no obstante lo cual las blancas hu­biesen ganado prosiguiendo 20. A2R. C3C (a 20. . . . . C3R sigue 21 . P6C y no se puede hacer 2 1 . . . . , C5A, debido a 22. D x T) ; 21. RIA, C x P; 22. T8T + . R2R; 23. DSC. D X P; 24. D x P, D8A + ; 25. AlD, D7D; 26. OSA + . R3R: 27. T8R+ !

19. D X T! 20. T8C + 21. A5C + 22. T X D

1 0 8

PD x D AlA D x A C3R

23. A6A 24. P5T 25. P6T!

T x P A3T

Y las negras abandonaron.

Partida núm. 19

Shamkovich Projorovich Moscú, 1961

l . P4R 2. P4D 3. C3AD 4. A5CR 5. P5R 6. A3R

P3R P4D C3AR A5C P3TR

El sistema Janowski, que em­pieza con ese movimiento a fin de entregar un peón por el ata­que. exige de las negras una de­fensa enérgica y precisa.

6. C5R 7. D4C R1A

Es peor continuar 7 . . . . , P3CR; 8. P3TD, A X C + ; 9. P x A, P4AD: 1 0. A3D, D4T; 11. C2R. En la partida Shamkovich - Chistiakov ( 1 9 6 1 ) , las blancas sacrificaron una pieza a través de 11. . . . . P x P: 12. A X PD, C4A; 13. 0-0. C3A; 14. A x P!, T1CR; 15. A x'P + . R x A; 16. D5T+ y atacaron con fuerza.

8. P3TD

Esta continuación no se ha es­tudiado a fondo. aunque conduce a posiciones complejas e incisi­vas para ambos bandos. Común­mente se proseguía 8. A3D, C X C; 9. P3TD. C7T+ C 9 . . . . . A4T ; 1 0. A2D. C5T! es mejor) : 1 0. A2D o 1 0. RlA!

Page 112: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

8. A x C

En caso de 8 . . . . . A4T. lo me­jor será proseguir 9. A3D, C x C; 1 O. A2D. N o es tan claro 9. P4C. e X C; 1 0. p X A. ni 9. C 1C2R. pues las negras harán P4AD y responderán a P X P con C3AD!

9. P x A C x PAD

El negro no repara en aceptar la entrega de ese peón. De su­ceder 9. P4AD; 1 0. A3D. C x PAD; 1 1 . P x P. el blanco que­d a rá bastante mejor. En la parti­da Shamkovich-Tsvietkov ( 1965 ) se prosiguió 1 1 . . . . . C3A; 12. C3A. D4T; 13. 0-0. A2D; 1 4. P4TD!. TICR; 15. T3T!. y las blarw · -· quedaron mejor.

1 0. A3D P3CD

Las negras doblan su sistema defensivo. usado en la partida Saigin-Goldenov < 1 953 ) ( con la d i ferencia de que el alfil bianco de casillas negras estaba en el punto 1 A y no en el :lR) . donde se prosiguió 1 O. . . .. P3CD; 1 1 . C3T. A3T; 1 2. C4A, A x A; 1 3. P x A. ,. así sucesivamente. Keres propuso no j ugar 1 1 . C3T. sino 1 1 . P4TR. A3T; 12. T3TR por ser mús contundente. como puede V!'rsc con cl aridad en la presente p<.Jrtid a .

Dcsdl' l uego. e n tan inc1s1va posi ción. donde cada tiempo es i mportante. no cabe entretenerse en man iobras lentas : importa ju­gar en seguida 1 O. . . .. P4AD. .v

si 1 1 . P x P. 1 1 . . . . . D4T; 12. A2D. D5T. o primero 1 1 . . . . . C3A. Y responder a 1 1 . P4TR con 1 1 . . . . . P5A; por ejemplo: 1 �. Al A. C2A; 13. T3T. P4A; 14. P x P a.p ..

C x P o 1 3. A2D, CSR; 14. A 4C + . R1C. y n o se puede hacer 15. A x P. ni 15. P3AR. porque sigue 15 . . . . . P4TD.

1 1. P4TR! A3T 1 2. T3T P4T

Para conjurar el peligro 13. T3C. La continuación 12. A x A; 13. P x A. C2D no es tan fuerte. pues las b lancas hubiesen amenazado seriamente al térm ino de 1 4. T3C. P3C; 1 5. A2D!. C5T; 1 6. PST. P4CR; 17. P4A. P4AR; 1 8. DlD!

1 3. D4A 14. T3A 15. C3T 16. P x A

D2R R1C A x A C3T

No se podi a responder con 16. . . . . C2D ni con 1 6. . . . . C3A. a causa de 17. TIA.

1 7. D3C

Las b l ancas reagrupan sus pie­zas. cuatro de las cuales interven­drán en el ataque contra la po­sición del rey negro. Pero era más preciso hacer previamente 1 7. A2D. a fin de que el caballo adversario se reti rase a una po­si ción pasiva.

1 7. . . . 18. ASC

P4AD D I R

A 18. D!A hubiese sucedi-do 1 9. C4A.

1 9. A6A D I AR

No hay otra opción ; de haber sucedido 19 . . . . . T2T las blancas

hubiesen ganado la dama después

1 0!)

Page 113: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

de 20. ese. P x A (a 20 . . . . , T3T sigue 2 1 . A x P! ) ; 21. C X T + , R x e; 22. T x P, DieR; 23. D4A, D5C; 24. D6T + . RlC; 25. T3A.

20. ose e4C!

El negro se defiende ejemplar­mente; a pesar de todo, el blan­co va aumentando l a presión. A 20 . . . . . T3T sucedía 21. C4A, P3e; 22. C x PR!, P x C; 23. AST!, y el l>lanco hubiese ganado.

21. T3C 22. e4A 23. A7R!

T2T e x PD

Diagrama mlm. 57

A pesar de su tenaz defensa, las negras se hallan en una si­tuación crítica

23. P3A

De h<lber segu ido 23 . . . . . DlAD; 24. C x PT. e4A; 25. C6A + , RlT; 26. C x T, C x T; 27. CSA, C4A; 28. P4C!. C3T; 29. CST, DlCR; 30.

1 1 0

C x P, R2T; 31. ASA. 32. DST y 33. PSC, las blancas también hu­biesen ganado.

24. P x P D2A 25. ese e3A 2S. RlA e2A 27. TlR

Con lo que l a últ ima pieza blanca no movi l izada se incorpo­ra al ataque.

27. 28. P x P 29. A6A

C4e C4e5D e4A

Para evitar l a respuesta 30. eSA y la consi guiente pérdida de la cal idad.

30. T3A T3T

El movimiento 30 . . . . , C x PC hubiese causado inmediatamente la derrota, debido a 31. A x.C, D x A; 32. T x P, C5D; 33. D x PD.

31 . T x e D x C

La continuación 31. . . . , T X C; 32. D x P, T x P; 33. A x T ponía al bando negro en una situación muy cr ítica .

32. T X P 33. D X D 34. T x PT 35. TST+ �6. T x T 37. A x e 38. T x P +

C5D T X D C x T R2A C x P R x A

Y el blanco material izó pronto su ventaja. grinando la partida.

Page 114: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

DEFENSA SICILIANA l. P4R, P4AD

La defensa sici liana, considera­da desfavorable para l as negras. y por tanto muy poco practicada, es actual mente el arma predilec­ta de los ajedrecistas de todo el mundo, que la han enriquecido con nuevas continuaciones.

La particularidad de esta de­fensa es que exige de ambos con­tendientes un juego sumamente preciso en la apertura. y el co­nocimiento de gran número de variantes teóricas. Cualquier error por pequeño que sea; inclu­so la simple alteración del orden de movimientos. puede empeorar bruscamente la situación e inclu­so causar la pérdida de la par­tida.

Desde los primeros movimien­tos la lucha está llena de sutile­zas que, si bien aparentemente inofensivas, son maniobras pro­fundas cuyo efecto estratégico po­dría compararse con explosivos de acción retardada. lVIás adelan­te el lector encontrará ejemplos en los que muchos ajedrecistas, entre los cuales se hallan gran­des maestros, perdieron en segui­da la partida por causa de un movimiento rutinario o precipi­tado.

1

Sistema cerrado. o Chigorin

2. C3AD C3AD 3. P3CR

En este sistema las blancas mantienen el dominio del centro y procuran desarrollarse pronto, a fin de iniciar un ataque de pie­zas y peones contra la posición del rey adversario o ejecutar la maniobra P3D-4D y abrir de ese modo al centro en condiciones es­tratégicas que Les sean favorables.

Las negras se oponen a dicha maniobra preparando en el cen­tro un sólido punto de apoyo para su cabatlo. y aprovechan la oca­sión para empezar un ataque de peones en el flanco de dama. Chigorin. en la partida contra Schiffers 1 1 895) . practicó este sistema: 3. C3A, P3R; 4. D2R, A2R; 5. P3CR, P4D; 6. A2C, C3A; 7. P3D, 0-0; 8. 0-0. El defecto en el desarrollo de las blancas es­triba en que el caballo 3AR im­pide el movimiento de ataque P4AR. Por eso se ha moderniza­do el modo de tratar este sis­tema.

También se practica la conti­nuación 3. P4A, P3CR; 4. C3A.

1 1 1

Page 115: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

A2C; 5. A4A, tras lo cual la res­puesta 5. . . .. P3D; 6. 0-0, C3A; 7. P5A. 0-0; 8. P3D da la inicia­tiva a las blancas. y la 5 . . . . . P3R; 6. P5A!. PR x P; 7. P3D!, C1C2R; S. 0-0, P3D; 9. DIR les ofrece buen juego a cambio de un peón. Por eso a las negras les conviene. más que aceptar la entrega del peón a través de 6. . . . , PR x P o de 6 . . . . , PC x P, pro­segu ir 6 . . . . . C1 C2R; 7. P x PR, PA x P; S. P3D, P4D o 6 . . . . , P4D!?; 7. PR x P. P x PD; S. C x P, A x PA.

Si a 3. P4A responden las ne­gras con 3 . . . . . P3R; 4. C3A, P4D, las blancas proseguirán 5. A5C, C1C2R; 6. P x P, P x P; 7. D2R y mejorarán sus posibilidades.

3. P3CR

En caso de 3. . . .. C3A. cuya finalidad es proseguir P4D, el blanco podrá continuar 4. A2e, P3R; 5. C1e2R, A2R; 6. 0-0, 0-0; 7. P3D, P4D; S. P x P, P x P; 9. A5e, P5D; 10. A x CR, A x A; 11. e4R y así aumentar sus po­sibil idades.

4. A2C 5. P3D

A2C P3D

Es frecuente jugar 5. . . . . P3R; 6. A3R, P3D y pasar de ese modo a l a variante principal; pero no 6. . . . • eso, porque la maniobra de Smyslov 7. C3A2R! da venta­ja a las blancas, tanto si 7 . . . . , P3D; S. P3AD, e X C; 9. e X e, C2R; 1 0. P4D, D2A; ll. D2D como 7 . . . . , C x C; 8. e x c, A x P: 9.

T1CD, A2C; 1 0. A x P. A 9 . . . . , D4T + ? seguirá 1 0. A2D, D x P; ll. T X A, D X T; 12. A3AD. Una buena continuación es 5 . . . . , C3A;

1 12

6. Cl-2R, P3D; 7. 0-0, 0-0; S. P3TR, ClR; 9. P4A, P4A.

El movimiento 5. . . . . P3C tie­ne por objeto enfrentar ¡¡ los al­fi les de casillas blancas. y es aceptable para el negro. En la decimotercera partida de la com­petición indi vidual Smyslov-Bot­vinnik e 1954) sucedió 6. Cl-2R, P3D e a 6. . . . . A2C procede 7 . A3R ! . y las negras no podrán im­pedir el avance P4D del contra­rio. ya que a 7 . . . . . CSD seguirá 8. A x C, P x A ; 9. CSC) ; 7. 0-0. A2C. y aquí recomienda Botvin­nik proseguir S. A3R ( pero no 8. P4A. debido a la respuesta 8 . . . . .

P4A ) y si S. . . . . C5D. 9. A x C, P x A; 10. C5C. P4R; 11. P4TD, lo cual da ventaja al blanco.

6. C1 -2R

Esta antigua continuación com­plica las posiciones y ofrece igual­dad de oportunidades. A veces se continúa 6. A3R. a lo que l as ne­gras deben responder con 6 . . . . . P4R!

Diagrama núm. 58

Page 116: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

6. P4R!

Eficaz respuesta. que Botvinnik practicó por primera vez en l a decimoquinta partida d e la com­petición individual con Smyslov ( 1 954 ) .

Ofrece interés el desarrollo de la partida Spassky - Simagin ( 1961 ) . por cuanto el ataque P4R se produjo dos movimientos más tarde: 6 . . . . . C3A; 7. A3R, 0-0; 8. P3TR, P4R; 9. 0-0, A3R; 1 0. P4A, CSD; 11. D2D, C1R; 12. P x P. P X P. y las negras tuvieron buen juego.

También es posible 6. . . . , P3R; 7. A3R. CSD; 8. 0-0, C2R; 9. P4A. TlCD; 10. TlC, C2-3A.

Se puede igualmente proseguir 6 . . . . . TIC. tras lo cual lo mejor será continuar 7. 0-0. P4CD; 8. P4A, PSC; 9. CSD, CSD; 10. C x C. A x C + ; 11. R1T. P3R; 12. C3R. con perspectivas aceptables en el flanco de rey.

Asimismo se sigue otro plan de juego: 6. P4A (en vez de 6. C l -2R) . C3A (es mejor continuar 6 . . . . . P3R: 7. C3A. C l-2R; 8. 0-0. 0-0. pues ofrece posibilidades re­ciprocas) ; 7. C3A. 0-0; 8. 0-0, TIC. Aquí la continuación 9. C4TR se para con la contundente respues­ta 9 . . . . , CSD!. de Geller. Lo me­jor para las blancas es continuar 9. P3TR. P4CD; 1 0. P3T. P4TD; 1 1 . A3R; así detienen primero la iniciativa de las negras en el flanco de dama y empiezan Jue­go el ataque contra la posición del rey. Veamos cómo se desarro­lló la sexta partida de la compe­tición individual Spassky-Geller ( 1 968 ) : 11 . . . . . PSC; 12. P x P. PT x P; 13. C2R. A2C; 14. P3C!, TlT; 15. TIA. T7T; 16. P4C. D1T; 1 7. D1R. y el blanco se adelanta

al negro en crear serias amena­zas contra la posición del rey.

Las blancas practican también la continuación 6. C3T ( en Jugar de 6. P4A) . C3A; 7. 0-0. 0-0.

7. CSD 8. P3AD 9. P x C

CI-2R e x e C2R

Las negras tienen un juego sa­tisfactorio. En la ya citada com­petición individual Smyslov-Bot­vinnik se prosiguió 1 0. 0-0, 0-0; 1 1 . P4AR, A2D; 12. P3TR, D2A; 1 3. A3R, TlTlR.

De todo lo cual se concluye que. si bien el sistema cerrado crea posiciones complejas e inte­resantes, en él las blancas tienen menos probabilidades de sacar ventaja que en los que se anali­zan a continuación.

11

Sistema Rubinstein

2. C3AR

Este movimiento es uno de los más usados. y con él se inicia una serie de sistemas modernos y originales por su contenido es;­tratégico.

Enumeramos las otras conti­nuaciones que se estiman. con razón. desfavorables a las blan­cas:

1 ) 2. P4CD (es el llamado gambito sici l iano. que conviene realizar en el tercer movimiento y no en el segundo; es decir. des­pués de 2. C3AR. P3R o de 2. C3AR, P3D ) , P x P; 3. P3TD ( esta j ugada es el fundamento del gam­bito. en el que. mediante �- . . . .

1 1 �

Page 117: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

P x P; 4. C x P y A2C. las blan­cas dan un peón a cambio de un buen juego de piezas) . P4D!; 4. :?R x P (a 4. P5R sigue 4. . . . . C3AD; 5. P4D. D3C. con ventaja para las negras ) , D x P; 5. C3AR ( con objeto de prevenir la ame­naza D4R + y D x T) . P4R; 6. P x P. A x P; 7. A3T, A x A; 8. C x A C o bien 8. T X A ) , C3AD. tras lo cual las negras llevan l a ventaja de u n peón y están bien siiuadas.

2) 2. P3CR, P4D; 3. P x P. D x P; 4. C3AR, A5C; 5. A2C. D3R+ !; 6. RlA, A6T; 7. P4D!. P x P; 8. C x P, D2D!; 9. C3AD. C3AD. lo que iguala las posibili­dades.

3) 2. P4D. P x P; 3. C3AR C la continuación 3. D X P. C3AD: 4. D3R. C3A; 5. P4AD. P3R no es tan fuerte, ya que las negras pro­siguen A2R y P4D y mejoran su j uego ) . Aquí el negro puede pa­sar a una de las variantes que veremos más adelante por medio de 3. . . . . P3D, 3. . . . . P3R o 3. . . . . C3AD. Y se arriesgará s i intenta mantener el peón de ventaj a: 3. . . . . P4R; 4. P3A! C4 . C x PR? . D4T+ ) . P X P; 5. C x PA, P3D; 6. A4AD o 3 . . . . . D4T + ; 4. P3A. P x P; 5. C x P. En ambos casos l as blancas compensan con el ataque la pérdida del peón.

Después de 2. P4D. P x P. es posible ejecutar el gambito de Morra 3. P3AD. P x P ( también se practica 3. . . .. P6D y 3. . . . . C3AR. es decir. se rehusa dicho gambito ) ; 4. C x P, C3AD; 5. C3A, P3D; 6. A4AD. P3R; 7. 0-0. Cl-2R; 8. A5CR. P3TD ( y no 8. . . . . P3TR?, debido a 9. C5C! ) ; 9. D2R. P3T; 1 O. A3R. C3C; 11 . TIA1D. P4C.

4) 2. P3AD ( movimiento que

1 14

se debe a A lapin ) . P4D; 3. P x P. D X P; 4. P4D, C3AD! ( después de 4 . . . . . ? x P: 5. P x P. el caballo bl anco atacaria a la dama negra. ganando un tiempo) : 5. C3A. A5C; 6. A2R. P3R; i. 0-0. C3A. lo cual igua l a las posi b i l i dades.

Y 5 ) 2. C2R r j ugada de Ke­res ) . ;; ic que las negras pueden responder con 2. . . . . C3AD. 2. . . . . PZD o 2. . . . . P3R y pasar a los sistemas habituales. o bien pro­seguir 2 . . . . . C3AR; 3. Cl -3A e a :�. P5R seguirá 3. . . . . C5C: 4. P4AR. P4D > . P4D r o a . . . . . C3A: 4. P3CR. P4D: 5. P X P. C x P: 6. A2C. lo cual redunda en benefi­cio de las blancas ) ; 4. P x P. C x P; 5. C x C. D x C; 6. P4D!. P4R; 7. P x PR, D x PR; 8. A2D. A2R; 9. A3A. D4C; 10. C3C. 0-0: I 1. A3D. Tl D. y las posiciones es­tán eq u i l i bradas.

2. C3AR

Este movimiento caracteriza el sistema defensivo ideado Por Ru­binstein. Sistema que Nimzovich fue el primero en practicar. si bien perdía dos tiempos: es decir . a 3. P5R respondía con la retira­da del caba.llo al punto 1 CR.

3. PSR

A 3. C3A se puede responder con 3. . . .. P3D. La continuación 3 . . . . . P4D; 4. P x P. C x P; 5. ASC + . C3A! l y no 5 . . . . . A2D? por efecto de 6. CSR!. A x A: 7. D3A! ) ; 6. CSR. C x C; 7. PD x C! y la 3. . . . . C3A; 4. P4D. P4D; 5. PR x P. CRx P conducen a una l ucha interesante y con igualdad de oportunidades. Por ejempl o : 6. C x C. D x C; 7 . P4A, DSR + : 8. A3R. P X P; 9. C X P. P4R. lo cual

Page 118: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

equilibra el j uego, o 6. A5CD. C x C; 7. P x C, D4T!; 8. A x C+, P x A; 9. 0-0, A5C; 10. P3TR, lo cual da mayores posibilidades a las blancas.

3. C4D 4. C3A

La continuación 4. P4A, C2A; 5. P4D, P x P; 6. D x P, C3A; 7. D4R, P4D; 8. P X P a. p., D x P; 9. C3A, D3C! y la 4. P4D, P x P; 5. D x P, P3R; 6. A4AD, P3D! igualan las posiciones.

4. P3R

Redunda en beneficio de las blancas, tanto la variante 4. . .. , C X C; 5. PD X C, P3R; 6. A4AR, C3A; 7. A4A, D2A; 8. 0-0, P3CD; 9. TlR! como la 5 . . . . , P4D; 6. P x P a.p., D x P; 7. D x D, P X D; 8. A4AR. Es un error 5 . . . . , P3CD, debido a la bella réplica 6. P6R!, PD x P (a 6 . . . . , PA x P sigue 7. C5R!) ; 7. D x D +, R x D; 8. C5R, RlR; 9. A5C+ , A2D; 10. C x A, C x C; 11. A4AR.

5. c x c

Conviene atender al movimien­to 5. C4R. Por ejemplo: 5 • . . . .

P3D; 6. P x P, A x P; 7 . A5C + , con ventaja d e las blancas, o 5. . . . ,C3AD; 6. P:SCD, P4A; 7. C3A, C2A; 8. A2C, A2R; 9. P3C, 0-0; 10. A2C, y la posición de éstas es preferible.

5. P x C 6. P4D C3A

Continuación que se debe a Larsen. También se practica esta otra más tranquila: 6 . . . . , P3D;

7. A5C+ , A2D; 8. A x A + . D x A; 9. 0-0, que. mejora las perspecti­vas del blanco. También se solía responder a 6. . . . , P3D con 7. A5CR, D4T+; 8. P3A, PA xP; 9. A3D!, P x PA; 10. 0-0, y las blan­cas obtenían una posición activa a cambio de dos peones.

7. P x P 8. D x P 9. A4AD

A x P D3C

La continuación 9. D2D, 0-0; 10. A3D, P3D; 11. P x P, T1R+ favorece a l as negras.

Diagranw núm. 59

9. 10. R2R 11. TIA

A X P + 0-0

Ofrece interés la incisiva con­tinuación 11. TlD, C5C; 12. D4R, P4D; 13. P X P a.!)., A2D; 14. ASCR, R1T; 15. C5R, por cuanto origina una posición compleja (Aronin-Krasnov. 1 962 ) .

11. 12. C5C! 13. RlD

A4A C5D +

1 1 5

Page 119: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

E:1 la partida Gligoric-Larsen , ¡ 959 ) . las blancas siguieron otro plan de juego: 13. R3D, D3CR+ ; 14. D4R, lo cual dio ventaja a las negras después de 14 . . . . . P4D; 15. A x P, A4A; 16. T x A, C x T; 1 7. P6R, TlT1D; 18. P x P+ . RIT; 1 9. P4A. P4C!

13. C3R 14. P3A

Si 14. C4R. P3D; 15. P x P, TlD; 16. D5T. las negras darán j aque continuo después de 16 . . . . . A x P; 17. A3D. P4A!; 18. T X P. C1 A; 19. C x A, A x T; 20. D7A + . R1T; 21. C x A. D8C + .

14. . . . 15. P4CD

P3D! A x P

En caso de 15 . . . . , C x C; 16. P x A, P x PA; 17. A x C, A3R: 18. D4R, A x A; 1 9. D X A, D7C; 20. TlAD, D X PC; 21. A7R! ( Gligoric­Matulovic, 1 96 1 ) y en el de 15. . . . . A6R; 16. T x P!, T x T; 17. C x T. A x A; 18. C x P ( análisis que se debe a Gligoric) , la su­perioridad de las blancas es in­discutible. Sin embargo, hay que atender al movimiento 1 5. . . . . ASC!

16. T1CD P4TD!

El blanco llevará ventaja en caso de 16 . . . . . C x C; 17. T X A!, DlD; 18. A x C, D x A; 19. P x P. A5C + ; 20. R2A.

( Véase diagrama mím . 60)

Después de 17. C x PA, T x C; 18. T x T, R x T; 19. P x P, D x P; 20. P X A, D X D + ; 21. A X D, T3T, las negras habrán sorteado todas las dificultades.

1 1 6

Diagrama núm. 60

111

Variante del dragón

2. C3AR P3D 3. P4D

Además de esta continuación . lógica y contundente, son practi­cables las siguientes:

1 ) 3. P4CD, P X P; 4. P4D, C3AR; 5. A3D, P4D; 6. C1-2D, P3R; 7. D2R, C3A; 8. PSR, C2D; 9. A2C, A2R; 1 0. 0-0. El blanco se dispone a atacar contra la de­fensa del rey contrario, pero el negro tiene una posición muy só­lida.

2) 3. P3A, C3AR; 4. P5R (es también posible 4. A5C + , A2D; 5. A X A + . C 1 C X A ; 6. D2R, pues a 6. D2A se puede responder con 6 . . . . . P4R! ) , P x P; 5. C x P, C3A; 6. C X C, P X C; 7. A4A, A4A, con igualdad de posibilidades.

Y 3) 3. ASC + , C3AD ( iguala el j uego la continuación 3. .. . . A2D ; 4 . A X A + , D X A ; 5 . 0-0, C3AR : 6. TIR, P3R; 7. P3A, C3A;

Page 120: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

8. P4D, P X P; 9. P x P. P4D! ; 1 0 . P5R, e5R! o 5. P4D, P X P; 6. e x P, e3AR; 7. e3AD, P3eR; 8. 0-0, A2e; 9. A3R, 0-0 ; 1 0 . P4A. T l R; 1 1 . D3A, P3TD; 1 2 . TlTlD. como ocurno en l a partida Korchnoi-Moiseiev, 1 966) ; 4. 0-0. A5C; 5. P3A, e3A; 6. TlR, D3C, con juego satisfactorio. Es peor continuar 6 . . . . , P3TD; 7. A x C + . P x A ; 8. P4D!. porque da ventaja a las blancas. Si se responde a 3. A5e+ con 3 . . . . . ezo, éstas tendrán un juego con mayor li­bertad de acción después de 4. P4D. P x P; 5. D x P, Cle3A; 6. ASe, P3R; 7. e3A. A2R; 8. 0-0.

3. P x P

Si 3. . . . . e3AR, lo mejor para las blancas será proseguir 4. e3A y pasar a la variante principal. pues las negras equilibrarán el juego después de 4. P X P, e X P; 5. P x P, P3R; 6. A3D, C x PD; 7. 0-0, A2R; 8. e3A, 0-0. A las ne­gras no les conviene hacer 5 . . . . , D3C por efecto de 6. D4D, D x D; 7. e x D, e x PD; 8. e3AD, A2D; 9. e5D, con ventaj a para las blancas.

4. C x P C3AR

Los movimientos 4. . . . , e3AD y 4. .. ., P3eR no son tan fuer­tes porque las blancas respon­den con 5. P4AD! y mejoran su posición.

5. C3AD

Es lo más eficiente. El movi­miento 5. P3AR, de Rauser, cuya finalidad es proseguir 6. P4AD,

5 . . . . . P4R. de Veresov, iguala el j uego en todas las variantes. Por ejemplo: 6. A5C + ( a 6. ese si­gue 6 . . . . . P3TD; 7. ese3A, A3R;

8. esD, e x e; 9. P x e, A l A ; 1 0. P-lAD, P4A , y a 6. C3C procede 6. . . . , P4D; 7. A5CR, A3R!; 8. P x P, D X P; 9. e 1 e2D, A2R; 1 0. A4AD. D3A; 1 1 . D2R. 0-0 ; 1 2. 0-0, e 1 e2D, pero no 7 . . . . , P x P? a causa de 8. D X D + . R X D ; 9. A x e + . P x A ; 10. P x P, pues las blancas tendrán ventaj a) , A2D; 7. A x A + , ClC x A; 8. eSA, P4D!; 9. P x P. D4T + ; 1 0. e3A, e3C; 11. C3R. e3C X P; 12. C3R X e, 0-0-0!

s. P3CR

Este movimiento y el siguiente de fianchetto del alfil caracteri­zan la variante del dragón, la cual l leva a una lucha incisiva en la que las posibilidades del blanco son preferibles, según ha demostrado la práctica de los úl­timos años.

Diagrama núm. 61

t;IO ofrece a las blancas ventaja A S . . . . . Cle2D convendrá res­en la apertura. pues la respuesta ponder con 6. A4AD!, y proseguir

1 1 7

Page 121: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

6. D2A; 7. D2R, P3TD; 8. ASCR, P4C; 9. ASD!, C x A; 10. C x C (Tahl-Taimanov, 1966} o 6. . . . , C3C; 7. A3C, P3R; 8. P4TD, P4TD; 9. C4D5C (Estrin-Simagin, 1968) ; en ambos casos las blan­cas llevarán ventaja.

Las continuaciones 5 . . . . , P3TD, 5 . . . . , C3A y 5 • . . . , P3R se anali­zan en los siguientes apartados.

6. A3R

Esta continuación ha motivado que dejaran de practicarse las antiguas variantes derivadas de 6. A2R. En realidad, el movimien­to 6. A2R seguido del enroque corto no ofrece a las blancas nin­guna ventaj a en la apertura.

1 ) 6. P4A, C3A! (es la res­puesta más contundente, ya que a 6 . . . . . A20 sigue 7. PSR! , P X P ; B. P X P, C4D; 9. A5C + . RIA; 10. 0-0. y en caso de 10 . . . . , A X P, 1 1 . C x C , D X C ; 12. A6T + ! , A2C; 13. CSA!, D4A + ; 14. RlT!, y las

negras habrán de entregar una torre; en vez de 8. . . . . C4D es mejor jugar 8 . . . . . C3A2D: 9. P6R. C4R; 10. A5C + . C 1 C3A; 1 1 . P X P + . R x P; 12. 0-0 + , A3A. y las negras tendrán una posición aceptable) ; 7. C x C. P x C; 8. P5R. C2D < es erróneo 8. . . .. P x P. de­bido a 9. D X D + , R X D; 10. P X P. C2D ; 1 1 . A4AR seguido de 0-0-0 ) ; 9. A4A. C3C (no convie-ne proseguir 9 . . . . . P X P a causa de ! O . 0-0. ni 9 . . . . , P4D porque sucede 1 0. C x P. P x C ; 1 ! . D x P. C3C; 12. D X P + . R2D; 13. A3R y ganan las blancas) ; 10. P x P . D x P ( a 10 . . . . . C X A sigue 1 1 . D4D) ; 11. D x D, P X D, lo cual iguala el juego. Como se ha vis­to, toda esta variante es un con­junto de celadas que se pueden

1 1 8

rechazar fácilmente, pero que re­quieren mucha atención. Conduce a una lucha más rica en conte­nido la continuación 6. P4A, C3A; 7. A5C, A2D; 8. C3A, A2C; 9. D2R, 0-0 o bien 8. Ax.C, P X A; 9. P5R.

2 ) 6. P3CR. El desarrollo del alfil blanco hacia el flanco de rey es poco frecuente en la va­riante del dragón, ya que las blancas llevan una ventaja mí­nima después de 6 . . . . , A2C; i. A2C, 0-0; 8. P3TR, C3A; 9. C3C.

3) 6. C5D!?, A2C ( es peor 6. . . . , C x C, debido a 7. A5C + , A2D: 8. P X C . y erróneo conti­nuar 6. . . . . C x P?. ya que sigue 7. A5C + ! . A2D: 8. D2R, P4A; 9. P3AR, C4A; 10. P4CD) ; 7. A5C + . A2D; 8. 0-0, 0-0; 9. TlR, C3A, con igualdad de oportunidades.

Y 4 ) 6. A2R. A2C; 7. A3R, C3A.

Diagrama núm. 62

Posidón crítica de la primiti­va variante del dragón. El blan­co dispone de una serie de con­tinuaciones diferentes por su con­tenido estratégico.

Page 122: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

8. 0-0, 0-0; 9. C3C ( no es co­rrecto entregar un peón median­te 9. P4A, D3C; 1 0. P5R, P X P ; 1 1 . P x P, C x P; 1 2 . C5A, D X P; 13. C x P+, RlT; 14 . A4D, D5C; 1 5. C X A, T lT x C ; 16. A X C, TlARlD; 1 7. A x C, !)Or cuanto da ventaj a a las negras; y también se puede jugar 12 . . . . , D3R) , A3R; 10. P4A, C4TD; 11. PSA ( ataque Millner-Berry ) , ASA; 12. C X C, A X A; 13. D X A, D X C; 14. P4CR, C2D; 15. CSD, T1T1R, y las posi­bilidades de ambos bandos son más o menos iguales. O bien 12. A3D. A x A; 13. P x A, C x C; 14. P x C. lo que también iguala las posibil idades. La continuación 10. . . . . DlA; 11 . DlR. P4TD; 12. T1D, de Tartakower. es incisiva para los dos bandos.

8. C3C. 0-0; 9. P4A. P4TD! ( j ugada de Alekhine. y tiene por

obj eto forzar la debilitación del flanco inzquierdo de las blancas y poner así en tela de juicio el ataque de éstas contra el flanco de rey; en caso de 9 . . . . . A3R. se podrá practicar el ataque de P. Rabinovich. 1 0. P4C, P4D; 1 1 . P5A. AlA; 12. PA X P, PT X P; 1 3. P x P, C5C; 1 4. A3A. A x P; 15. A x A . C x A ; 1 6. D X C. C X P + ; 1 7. R2A. C x T; 18. T X C, T IA!. con posibilidades aproximadamen­te iguales; o bien 12. PR x P. C5C; 13. P6D. D X P; 14. A5A, D5A; 1 5. T 1 AR. D x PT; 16. A X C. C X P; 1 7. A x C. D6C + ; 1 8. T2A. D8C + . con jaque continuo, como ocurrió en la partida Alekhine­Botvinnik, 1 936) ; 1 0. P4TD, A3R; 11. 0-0, CSCD ( 1 1 . . . . , DlA tiene menos fuerza. ya que sigue 12. C5D! . A X C; 1 3. P X A, C5CD; 14. P4A. y las blancas mejoran su posición ) ; 12. C4D. TIA. lo que equilibra las posiciones.

8. D2D ( sistema Grigoriev) , 0-0 ( también se puede jugar en se­guida 8 . . . . , C5CR; 9 . A x C, A x A; ¡o. C5D, T lAD; 1 1 . 0-0, pasando ue ese modo a la variante prin­cipal, puesto que a 1 1 . P4AD las negras responderán con 1 1. . .. , D4T) ; 9. 0-0, CSCR; 10. A x C, A x A; 11. CSD, TIA; 12. P4AD. El blanco ha ganado espacio, y el negro debe prosegu ir 12 . . . . •

A2D. a fin de preparar la ruptu­ra de la caden a de peones por medio de los movimientos P3TD ,v P4CD.

6. A2C 7. P3A 0-0 8. A4AD

Esta continuación es la que pone más dificultades a la or­ganización del contrajuego de las negras.

Aquí se puede hacer la siguien­te transposición de movimientos: 8. D2D. C3A; 9. A4AD.

8. C3A

La variante 9 . . 0-0-0 gozó de bastante popularidad. pero inves­tigaciones posteriores han de­mostrado que las negras pueden lograr una posición satisfactoria. Como réplica principal se consi­dera el movimiento 9. . . .. P4D. propuesto por Konstantinopolski ( la continuación 9. . . . . C X C: 1 O.

A x C. A3R no promete tanto de­bido a la respuesta 1 1 . RlC. y en caso de 1 1 . . . . . D4T. 12. C5D!) .

(Véase dia¡::rama 11tim. 63)

1 O. P x P (es más preciso que 1 0. C x C. P X C; 1 1 . P X P. D4T: 12. P x P. A3R. con juego incisi-

1 19

Page 123: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Diagrama núm. 63

vo en sumo grado, aunque se puede continuar 1 1 . A6TR ) , e x P; 11. e x C3A, P x C; 12. C x C (después del precavido movi­miento 12. A4D, las negras pue­den evitar el cambio de alfiles y contraatacar fuerte con la inte­resante entrega de la calidad, propuesta por Averbach: 12 . . . . , P4R; 13. A5A, A3R!? ; 14. A X T, D X A; 15. R 1 C, TIC; por eso es mejor jugar I2. A4AD), PxC; 13. D x P, D2A (a la jugada I3. . . . , TIC, de Veresov, no convie­ne responder con 1 4. D X D por causa de I4 . . . . , A x P + ; 1 5. R1C, A5D + , si bien las blancas pue­den sacar ventaja prosiguiendo 14. P3CD!, D2A; 15. D5AD ) ; 14. D X T (en la posición que va a producirse, la dama negra tendrá más valor que las dos torres blan­cas) , A4A; 15. D X T+ , R x D; 16. T2D, P4TR; 17. A2R.

Si las blancas juegan 14. DSAD, y no 14. D x T, las negras conti­nuarán 14. . .. , D2e; 15. D3T, A4A; 16. AGTD, D2A; 17. DSA, D3C (Averbach es el autor de este movimiento) , forzarán el

120

cambio de damas e igualarán las posibilidades después de 18. D X D, P X D; 19. A4AD, T1A1AD; 20. A3e, T x PT!; 21. TSD + (Ra­

vinski-Beilin, 1955). Además de 9. 0-0-0, las blan­

cas pueden continuar 9. e3C e impedir así el avance P4D de las negras. Este movimiento conduce a una lucha incisiva y difícil. Si 9 . . . . , P4TD; 10. C4T, P4D, será oportuno seguir, después de 11. ese, T1e; 12. P x P, e5eD; 13. P4AD. A4A; 14. e4D, con la in­teresante continuación 14. e5R!?; 15. P x e, A x P, de Fried­stein. En caso de 11. 0-0-0, A3R; 12. A6e, D3D; 13. Rle, el negro tendrá un contrajuego excelente prosiguiendo 1 3. . . . , D4R!; 14. P x P, e x P; 15. D1R, D3A; 16. A2A, e4D5e ( Panov-Estrin, 1 949 ) .

También se h a IJracticado el movimiento 9. . . . , A3R, tras el cual no conviene proseguir 10.

P4e, P4D; 11. PSC, a causa de 11 . . . . , e X P; 12. P X e, PSD. A 10. 0-0-0 procede 1 0 . . . . , P4TD, que tiene mucha más fuerza que en la variante precedente. Y a 10. e5D sigue 10 . . . . , Axe; 11. P x A, e4R; 12. 0-0-0, D2A, con igualdad de posibilidades.

Volvamos a la posición que se ha producido después de 8. A4An, e3A.

(Véase diagrama núm. 64)

En esta posición se han practi­cado los movimientos 9. D2D y 9. A3e, lo que con frecuencia se reduce a una transposición de jugadas, aunque también se pueden producir variantes total­mente distintas. Por ejemplo: 9. D2D, e x e; 10. A x e, A3R; 11. A3C, D4T; 12. 0-0-0, P4eD; 13.

Page 124: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Diagrama núm. 64

RlC, T1AIAD; 14. TlTlR, A x A; 1 5. PA x A, PSC; 1 6. A x C, P x C ; 17. A x PA. y la posición de las blancas es mejor.

No es convincente responder a 9. D2D con 9. . . . . P4TD. a causa de 10. P4TD!

A verbach propuso un original sistema de desarrollo por medio del movimiento 9 . . . . , C2D, pero las blancas llevan ventaja des­pués de 10. P4TR, C4T; 11. A3C, C3C; 12. D30!, A20; 13. PST!, TIA; 14. P X P, PT X P; 15. 0-0-0. En este sentido es característica la partida Fischer - Purevshav ( 1 962) : 10. 0-0-0, C3C; 11. A3C, C4T; 12. 030, AZO; 13. P4TR, TIA; 14. PST, C3C5A; 15. P X P, PT x P; 16. A6T, P3R; 17. P4A, P4R; 18. esA, A x e; 19. P X A, C x P; 20. R x C, P5R; 21. A x A!, y las blancas ganaron. Según Vo­ronkov. es mejor proseguir 12. . . . , e x A+ ( en vez de 1 2 . . . . , A2D) ; 13. PT X e, P4TD!

Lo frecuente es continuar 9 . . . . . A20; 1 0. A3e, TIA.

Diagrama núm. 65

Para la teoría, lo valioso de esta variante es la partida Tahl­Wade ( 1 966) : 11. P4TR, D4T; 12. P5T, e x PT; 13. P4C, e3A; 14. 0-0-0, C4R; 15. A6T, A x A ( Tahl estima mejor jugar en seguida 1 5. . . . . T x C!. pues las blancas no pueden responder con 16. P X T debido a 16 . . . . , C x PA! ; 17 . C x C, C x PR y el alfil 2C n egro se pone en juego con una contundencia extraordinaria ) ; 16. T X A, T X e; 17. P x T, TlAD; 1 8. R2e, P4eo ( es más fuerte 18 . . . . , C5A + ; 1 9. A X C, T X A; 20. C3C, D4R) ; 19. T101TR, CSA + ; 20. A x e, P x A; 21. T x PT!, e X T; 22. D6T, P3R? (lo procedente para evitar la de­rrota era 22. . . . , D4R) ; 23. P4A!, P4R; 24. PSe!, A1R; 25. e6R!, y las negras se rindieron.

En la segunda partida de la competición individual del Tor­neo de Candidatos, Geller-Korch­noi ( 197 1 ) , se prosiguió 11 . 0-0-0, e4R; 12. A6T, A X A; 13. D X A, T x e!; 14. P x T, P4T!, y las ne­gras tuvieron un contrajuego muy fuerte.

En la posición del diagrama,

1 2 1

Page 125: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

las blancas deben continuar 11. P4TR!, e4R; 12. PST, e x PT; 13. 0-0-0, esAD; 14. A X C, T x A; 15. P4eR, e3A; 1 6. A6T, y si 16 . . . . •

A x A; 17. D x A, T x C3A, atacan­do decisivamente después de 18. PSe!, e4T; 19. T x C, P x T; 20. T1T; en caso de 16 . . . . , C x PR; 1 7. D3R!, T X C3A; 18. P x T, e3A; 19. A x A, R x A, la continuación 20. T2T!, D4T (es mejor 20. . .. , T 1 CR) ; 21. e3C!, D x PT; 22. D X PR dificultará el juego de las negras. Esto se evidencia en la cuarta partida de la competi­ción individual Ge!ler-Korchnoi ( 1 971 ) .

9. A3C D4T

Esta continuación es la más moderna.

10. D2D A2D 11. 0-0-0

El intento de las blancas de organizar un ataque contra la posición del rey contrario, y sin perder tiempo en el enroque lar­go, 11. P4TR, C4R; 12. P4e, T1A1AD; 13. P5T, se rechaza con el contragolpe 13. . . . , T5A!, de Konstantinopolski. En la partida por correspondencia Zaitsev, A.­Estrin ( 1 970) , el negro sacó ven­taja luego de 14. 0-0, T1T1A; 15. P x P, PT x P; 16. PSC, C4T: 17. C4D2R, A3R; 18. e4D, T x C4D.

11. T1A1AD

¡Muy bien ! La práctica ha en­señado que el movimiento de la torre del rey al escaque lAD es lo único que activa el contrajue­go de las negras.

1 2 2

Diagrama n ú m . 66

Posición crítica de este siste­ma.

En la partida Bouaziz-Geller ( 1 967 ) se prosiguió 12. R1C, e4R; 13. P4TR, CSA:; 14. A x e, T x A; 15. PST ( 1 5. C3C, D3T; 1 6. P5R, ClR; 1 7. CSD, R 1 A! es peor, pues las blancas no pueden continuar 18. A6T? a causa de la bella ré-plica 18 . . . . . T X PA! y 1 9 . . . . , A4A; y a 1 8. P4C sigue 18 . . . . , P3R ; 19. C6A, C x C ; 20. P x C, A x P. con lo que la posición de 1 as negras será defendible) , e X P; 16. P4C, e3A; 17. C3C, D1D, tras lo cual las blancas pro­siguieron 18. PSC, C4T; 19. CSD! y quedaron con mejor posición.

En lugar de 17. . . . , D1D es aconsej able el movimiento 17 . . . . , D3T. En la partida por corres­pondencia Voitsej-Estrin ( 1 971) , las negras tuvieron una posición satisfactoria después de 18. PSR, C x P; 19. P x C, A x PC; 20. P x P, A X T; 21. P X P, A x P + ; 22. D X A, T1R; 23. T1D, T5-1A; 24. D4R, D3R.

En la partida por correspon-

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dencia Simagin-Dubinin ( 1965-1966), a 12 . . . . , C4R sucedió 13. D2R, P4CD ( es más prometedora para el negro la continuación 1 3 . . . . , P3TD; 14. P4C, P4CD; 15. P5C, C4T; 16. C5D, D1D que la entrega de ese peón ) ; 14. C3A x P, TlTlC; 15. C3T, P4D; 16. P x P, C x P; 17. A x C, D x A; 18. C3C, D2C; 19. A4D, P3A, con juego complicado.

Además de 13. P4TR y 13. D2R, conviene atender a 13. ASC y, si 13 . . . . , CSA, 14. A x C, T x A; 15. C3C, lo que da ventaja a las blancas.

Es interesante la partida Minic­Bij ovski ( 1 967) : 12. P4C, C4R; 13. RIC ( es más enérgico jugar inmediatamente 1 3. P4TR, y en caso de 1 3 . . . . , C5A, 14. A X C, T X A ; 15. C3C. D3T; 1 6. P5T, que perder un tiem!)o en mover el rey. En la partida Bijovski-Gik, i968, y después de 1 6 . . . . , T X C ; 1 7. P x T. A3R; 1 8. R1 C, T1AD; 1 9. A4D. T5A; 20. P X P, PT X P, el blanco prosiguió 2 1 . D2T! , D6T -o 2 1 . . . . . T5T; 22. P4AD!-; 22. A X C, A X A ; 23. P5C, y sacó una ventaja considerable; también se puede sustituir 1 3 . . . . . C5A con la interesante jugada 1 3 . . . . . T5A!?, de Veresov. por cuanto conduce a una posición compleja luego de 14. A X T. C X A ; 15. D3D, P4CD; 16. C3C, D3T; 1 7. P3T) , .CSA; 14. A x C, T x A; 15. C3C, DlD; 16. P4TR. TlTIA; 17. PST, A X P!; 1 8. P5R ( no se puede jugar 1 8. P X A, pues sigue 1 8 . . . . . T x C! ) , A X PA; 19. P x C, A x PA; 20. P X P, PT X P; 21. CSD, A4R; 22. ASC. T x P; 23. C x P+ . D x C!; 24. A x D. A5R!!, y las negras ga­naron.

Respecto de la continuación 12. A3C, TlAlAD; 13. PST. C X PT;

14. A6T véase la partida núme­ro 25.

IV

Continuación moderna 2. . . .. P3D y 5. . . ., P3TD

Por extraño que Darezca, los dos grupos más populares y de mayor contenido de los sistemas de la defensa siciliana todavía carecen de un nombre que los unifique. Son del todo absurdos los intentos de algunos teóricos extranjeros al pretender dar el nombre de Najdorf al sistema l. P4R, P4AD; 2. C3AR, P3D; 3. P4D, P x P; 4. C x P, C3AR: 5. C3A, P3TD por el solo hecho de que practicase ese movimiento a comienzos de los cincuenta.

En posiciones análogas a ésta. Paulsen ya practicaba el movi­miento P3TD. Estos sistemas fun­damentales, relacionados orgáni­camente con esta jugada,' han sido elaborados por los teóricos soviéticos.

También carece de nombre el otro grupo de sistemas relacio­nado con los movimientos 2. .. . . C3AD y 5. . . . , P3D.

Para comodidad del lector, lla­maremos continuación «moderna» al grupo de sistemas que se ana­l izan en este apartado, y conti­nuaci'ón «contemporánea» al gru­po de sistemas que analizaremos en el apartado V.

2. C3AR 3. P4D 4. C x P 5. C3A

P3D P x P C3AR P3TD

123

Page 127: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Diagrama núm. 67

Aquí las blancas pueden optar por una serie de sistemas. Anali­zaremos detalladamente el más importante, y lo haremos breve­mente en los restantes.

Ataque 6. ASCR

6. ASCR

Este enérgico movimiento ca­racteriza la idea estratégica del analista soviético Rauser. la cual se practica también en otros sis­temas de la defensa siciliana. Con el ataque de ese alfil. las blan­cas se oponen al contragolpe P4D del adversario y se preparan para atacar contra la posición del rey negro. después de efectu ar el en­roque largo.

Son igualmente factibles los si­guientes sistemas:

1 l 6. P4A. Aqui puede el ne­gro proseguir de diversas mane­ras. En caso de 6. . . . • C3A. el blanco tendrá una posición acti­

va luego de 7. A2R. D3C; 8. C3C, P3R; 9. A3A. A2R; 1 0. D2R, 0·0; 1 1 . A3R.

124

Después de 6. P4A, P3R. la par­tida Keres-Smyslov (1959) dis­currió de modo interesante: 7. D3A, D3C; 8. C3C, C3A; 9. A3D, A2R; 10. A3R, D2A; 11. 0-0, 0-0; 12. TlTlR, CSCD, con posición in­cisiva para los dos contendientes.

El movimiento 6 • . . . • P4R evita el avance P5R de las blancas, pero j ustifica el P4A. pues pro­siguen 7. C3A!. 02A: 8. A30, C1C2D; 9. 0-0. P4CD; 10. RlT y preparan un ataque en su flan­co derecho.

Si 6. . . . . 03C. las blancas de­berán continuar 7. A4A, C3A; 8. e x c. P x e: 9. o3o, P3R; 10. A3C y A3R.

En caso de 6 . . .. . P3CR. e l blan­co suele segu ir una de las es­tructuras propias de la variante del dragón, por ejem plo: 7. A2R. A2C; 8. C3C. C3A; 9. A3R, 0-0; 1 O. P4C, P4CO; 11. P5C, C20; 12. 020. A2C; 13. P4TR, y ataca con fuerza < Neshmetdinov - Aronin. 1 950).

Después de 6 . . . . • 02A; 7. A30. ClC20; 8. 0-0, P4CD; 9. P3TD, A2C; 10. 02R. P3R; 11. R1T, C4A o 11. . . . • A2R. se forma una po­sición en la que las blancas in­tentan atacar _por el flanco de rey. y las negras tratan de hacer contraj uego en el centro y en el flanco de dama.

2) 6. P3CR (este movimiento suele conducir a la variante del dragón después de 6. . . . . P3CR. y a la Schweningen luego de 6 .

. . . . P3R. como veremos más ade­lante) , P4R ( es peor continuar 6. . . . . A5C; 7. P3A, A2D, donde las blancas no deben proseguir 8. A2C, pues el alfil carece de pers­pectivas en la casilla 2CR. sino 8. A3R!. C3A; 9. D2D, P3R; 10. 0-0-0. lo cual les activa la posi-

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ción ; y es erróneo continuar 9. . . . , P3CR? a causa de 1 0. C5D! , C x C ; 1 1 . P x C , C4R; 1 2. P3TR, AlA; 13. P4AR, C2D; 14 . A2C con fuerte ataque de las blancas, como sucedió en la partida Pa­nov-Sorokin. 1 953; si se produce la jugada directa 6. . . . , P4CD, las blancas proseguirán 7. A2C, A2C; 8. 0-0, P3R; 9. D2R, C 1 C2D; 10. P3TD, preparando así los mo­vimientos P4AR y P4CR) ; 7 e4D2R, A2R; 8. A2e, 0-0; 9. 0-0, P4eD; 10. P3TR, A2e; 11. esD, e X e; 12. p X e, e2D. con igual­dad de oportunidades.

3) 6. A2R, P4R (sistema del maestro checoslovaco Opochens­ky) ; 7. ese ( la continuación 7. C3A no es tan fuerte, debido a 7 . . . . , A2R ; 8. 0-0, 0-0; 9. A5CR, A3R), A3R ( también se practica 7. .. ., A2R; 8. 0-0, 0-0; 9. A3R, A3R; 10. P4A!, P x P ; 1 1 . A X PA, C3A; 12. RlT, TIA; 13. D1R, C2D; 14. TlD, C2D4R; 1 5. C5D, lo que mejora un poco las posi­bilidades de las blancas) ; 8. P4A, D2A; 9. PSA, ASA; 10. A3A. Aquí, las negras suelen jugar 10. . . . , P4TD, aunque también pueden continuar 1 0. .. .. e3A; 11. ASe, A2R; 12. D2D, P3T; 13. A3R, P4TD y tener una posición pro­metedora (Karasiev - Bronstein, 1 971 ) o

4 ) 6. A4AD ( movimiento que inicia el ataque Sozin, y tiene por objeto preparar un asalto de peones a la posición del rey con­trario mediante P4A y P5A y, si procede, P4CR; por otra parte, hace que sea ineficaz el contra­golpe P4R del negro, pues le si­gue C4D2R y se activa la posi­ción del blanco) , P3R (jugada lógica, pues limita la acción del alfil blanco y sirve, además, para

amenazar con la habitual combi­nación de cambio C x P y P4D; es peor 6 . . . . , C3A , debido a 7. � x c. P x C; 8. P5R, tras lo cual , a 8 . . . . . P x P? sucede 9. A x P + . y a 8. . . . . C5C sigue 9. P6R! , C4R; 1 0. P x P + . C x P ; 1 1 . A X C + . R x A ; 12 . D3A + , y las blancas ganan un peón) ; 7. 0-0 ( el movimiento 7. P3TD no es tan enérgico y se hace para si­tuar el alfil en la casill a 2T, si bien es más frecuente jugar en seguida 7. A3C. que se analizará posteriormente) . A2R (es muy arriesgado el intento de ganar un peón por medie de 7 . . . . . P4CD; 8. A3C. PSC. aunque después de 9. C I C. C x P; 1 0. D3A las negras rechazan el ataque con la eficaz maniobra 10 . . . . , A2C; 1 1 . A4T + .· C2D; 12. C6A. C5R4A! o 12 . A6A, A x A ; 13. C x A. D3C; 14. D x C. P4D ; por eso las blancas deben desarrollar el ataque mediante 9. C4T, C x P; 10. P4AR; !>Or ejem­plo: en la partida Fischer-Tahl, 1 959, y después de 10 . . . . . P3CR? ; 1 1 . P5A. PC x P; 1 2 . C X PA! , las blancas atacaron peligrosamente. Las negras tenían que haber ju­gado 1 0 . . . . . A2C, aunque después de 1 1 . P5A. P4R hubiese podido suceder el interesante sacrificio 12 . C6R!? En general, toda esta variante es aprol)iada para los aficionados a los gambitos y para los tácticos audaces) ; 8. A3e (cuya finalidad es impedir el movimiento C X P adversario) , 0-0; 9. P4A, P4eD; 10. P3TD, A2e; 11. P5A; así transcurrió la partida Krogius - Polugaievski ( 1 959) . que revela las posibilida­des de las blancas. A 11 . . . . , P4R; 12. e4D2R, e x P; 13. e x e, A x e procede 14. e3e, A2e; 15. P6A!, A x PA; 16. esT. e2D; 17. D4e! y

1 25

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la amenaza T X A, y a 17 . . . . , P3CR sucede 18. D x C. En una partida jugada posteriormente con Kotkov, Polugaievski reforzó el juego de las negras y aumentó considerablemente sus perspecti­vas después de 12 . . . . , C1C2D; 13. C3C, C4A; 14. ASD, A x A; 15. P x A, TIA!; 16. A5C, C4A2D; 17. A x C, C x A; 1 8. CD4R, T5A.

Después de 6. A4AD, P3R; 7. A3C, P4CD; 8. 0-0 ( respecto a la continuación 8. P4A, A2C; 9. P5A véase la partida número 24) , se produce la siguiente posición.

Di-agrama núm. 68

Si 8. A2C; 9. T1R, C1C2D; 10. ASC, C4A, las blancas entregarán una pieza por medio de 11 . A5D! y atacarán fuerte. En la parti­da Zaitsev-Savon ( 1 969 ) , las ne­gras fueron puestas en situación difícil después de 11 . . . . , PSC ( a 1 1 . . . . • P X A ; 1 2 . P X P + , R2D procederá 1 3. P4CD!, C5T; 14. C X C, P X C; 1 5. P4AD. y la posi­ción del blanco será excelente) ; 12. A X A, C x A; 13. C5D!

Si a 10. ASe sigue 10 . . . . , P3T; 11. A X C, C X A; 12. D3D, e2D;

1 26

13. D3T, C4A; 14. A5D, D2D; 15. A X A, e X A ( Honfi-Gufeld, 1 968) , lo mejor para las blancas será proseguir 16. P4CD!, A2R; 17. P4T.

En la posición del diagrama se suele también practicar 8. . . . , A2R; 9. P4A, tras lo cual son po­sibles las siguientes continuacio­nes: 9. . . . , P5C; 1 0. C4T, A2C; 1 1 . P5R, C4D; 12. D4C, 0-0; 13. A x C, A X A; 14. PSA con ataque contundente de las blancas o 9. . . . , A2C; 10. PSR, P x P; 1 1 . P x P, A4A; 12. A3R, C3A; 13. P x e, A x C; 14. P x P, A x A + ; 15. RIT, TICR; 16. D3A, T x P; 17. A X P!, D2R; 18. ASD y las bl ancas están mejor ( Gufeld-Platonov, 1969 ) . Por eso las negras deben conti­nuar 9 • . . . , 0-0; 10. PSR, P x P; 1 1 . P x P, C3A2D; 12. A4AR, A2C, lo cual produce una posición com­plej a.

Y 5) 6. P3TR, e3A; 7. P4CR, C X e; S. D x C, P4R; 9. D3D, A2R; 10. P5C, e2D; 11. A3R, e4A; 12. D2D, A3R; 13. 0-0-0, y las blan­cas tienen más posibilidades que las negras (Fischer-Bolbochan, 1 969) .

6. P3R

Hubo un tiempo en que se practicó mucho la variante 6 . . . . , Cie2D; 7. A4AD, D4T; 8. D2D, P3R.

( Véase diagrama núm. 69)

Pero la continuación 9. 0-0-0!, P4e; 10. A3e, A2e; 11. T1TlR, TIA (o 1 1 . . . . , A2R; 12. P4A, C4A; 1 3. A X C, P X A ; 14. D3R, 0-0-0; 15. P3TD, C x A + ; 16 . C x C, D2A ; 17 . P5A!, o bien 1 1 . . . . , C4A; 12 . P5R. P X P ; 1 3.

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Diagrama mim. 69

A X P!, P X A; 14. e x PR, e4A2D; 15. A x e, e x A; 16. T X P, R2A; 17 . D3R!, como en la partida por correspondencia Matzukevich­Voorema, 1 966) ; 12. P5R!, C x P (a 12 . . . . . P5e procede 1 3. P x e, P x e; 14; D4A! ) ; 13. C x.PR!, P x C; 14. T x C, P x T; 15. A x C demostró que dicha variante no favorecía a las negras.

Se practicó asimismo el enro­que corto. que no es tan enérgi­co como el largo, pues ofrece contrajuego a las negras: 9. 0-0, P3T! ( 9 . . . . . P4C es peor, debido a 10. A5D!, P X A; 1 1 . e6A, D3e; 12. P X P) ; 10. A4T, A2R; 11. Tl TlD, C4R; 12. A3CD, P4CR; 13. A3C, C4T; 14. A4T+, P4C; 15. A x C, PD x A; 16. C6A, D2A; 1'7. C X A, R X C {Tahl - Korchnoi, 1959) .

7. P4A

Al movimiento 7. D3A, ya en desuso, las negras deben respon­der con 7. . . . , P3T!; 8. A4T, C1C2D o bien 8 . . . . , A2R.

También pueden responder con

7 . . . .. ClC2D; 8. 0-0-0, D2A; 9. D3C, A2R, y no 9. . . . , P4C, ya que en la partida Bronstein-Naj­dorf < 1954) se siguió 10. A x P, P x A; Il. C4D x PC, DlC (a 1 1 . . . . . D4A sucederá 12. A3R) ; 12. C x P + . A x C; 13. D x A, D x D; 14. T x D y las blancas estuvie­ron bien situadas en la fase final.

7. . . . A2R

Además de esta continuación, son practicables las siguientes:

1 1 7 . . . . . D3C (es un error 7 .

. . . . e3A? a causa de 8. e x e, P x e ; 9. P5R ! ) ; 8. D2D (8. e3e, D6R + iguala las posibilidades) , D x P; 9. TICD, D6T. Esta conti­nuación es una de las más usa­das y actuales.

Diagrama núm. 70

10. PSR, P x P (a 1 0 . . . . , C3A2D? procede 1 1 . P5A!, e x P; 12. P x P, P X P; 13. A2R. C 1C3A; 14. e x e, P x C; 15. C4R) ; 11. P X P, C3A2D; 12. A4AD ( 12. e4R no es tan fuerte, pues en la partida Korch­noi-Tolusch, 1958, siguió 1 2. .. . . P3T!; 13. A4T, D x P; 14. T3C,

127

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D8T + ; 15. R2A, D5T; 1 6. A5CD. P x A; 17 . C x PC, A4A + ! , y las negras ganaron) , ASe ( es peor 12. . . . . A2R, porque sigue 13. A x PR!, 0-0; 14. 0-0, A x A; 15. D x A, P3T; 1 6. D5T! y las corres­pondientes amenazas; pero se puede continuar 1 2 . . . . . D4T; 13. A x PR!?. P X A; 14. C X P, C x P! : 15. A8D, C6A + ; 1 6. P X C, D4R + ; 1 7. R1D, A x C: 18. T 1 R. D4AR. con ventaja para las negras. como suced ió en la partida por co­rrespondencia Schalamov-Mu rey, 1967, o bien 1 3. 0-0. C x P; 1 4-T l ClR. C lC3A . lo que refuerza la posición de las negras) ; 13. T3e. D4T; 14. 0-0. 0-0; 15. AGA. e x A; 16. P x e, TlD; 17. T x A!, D x T; 18. D5e. P3e; 19. e4R. DlA; 20. e3AR. e3A; 21. D4T, tras lo cual las blancas han en­tregado la calidad y un peón por una iniciativa contundente. y las posibilidades de uno y otro ban­do son más o menos equivalentes.

Además de 10. PSR. en estos últimos años se está practicando con fortuna la continuación 1 0. PSA. que se jugó por primera vez en la partida Gipslis-Korch­noi ( 1 963 ) . donde las blancas ga­naron por medio de un ataque di recto después de 1 0 . . . . . e3A; 1 1 . P X P. P X P; 12. e x e. P x e; 13. PSR. P x P ( a 1 3 . . . . . C4D pro­cede 14. C X C. P X C ; 1 5. A2R!. P x P: 1 6. 0-0. A4A + : 1 7. RlT, y las blancas habrán entregado dos peones a cambio de un ata­que fuerte, como sucedió en la partida Fischer-Geller. 1 967. o 14. C4R, P X P; 1 5. TlD!. A5C; 1 6. P3A. C X P ; 1 7. D8D + . con ame­nazas serias) ; 14. A x e, P x A; 15. e4R. A2R; 16. A2R. 0-0. En vez de 1 6 . . . . . 0-0 es más contun­dente proseguir 1 6. . . .. P4TR!.

1 28

como hizo Fischer en una partida frente a Kavalek ( 1967 ) . Se pro­siguió 17. P4A. P4AR; 18. T3e, DST; 19. 0-0!. P x e; 20. D3A, D X PT!; 21. A1D, TlA; 22. A x P + . R1D; 23. TlD + . A2D; 24. D3R!. D4T; 25. T7e, A4A; 26. TlD x A + . R1A. y tablas por ja­que continuo.

También se ha prosegu ido 1 0. A x e. P x A; 1 1 . A2R.

Además de 9. T1eD, se debe atender a l a continuación 9. e3e. e3A; 10. A x e. P x A; 11. A2R. En la undécima partida de la competición individual Spassky­Fischer < 1 972 ) . y después de 9. . . .• D6T; 1 0. A x e, P x A; 1 1 . A2R. Fischer jugó 11 . . . . . P4TR a pe­sar de haber afirmado anterior­mente que esta jugada era erró­nea. Después de 12. 0-0. e3A; 13. RIT. A2D; 14. e1e!. D5e; 15. D3R!. la dama negra corrió pe­ligro de quedar acorralada. Se prosiguió 1 5. .. .. P4D < ante l a contingencia 1 6. P3TD. D5T ; 1 7 . C3A ) ; 1 6. P X P. e2R; 17. P4A. e4A; 18. D3D. y las blancas ga­naron pronto.

2) 7 . . . . P3T; 8. A4T. D3e; 9. P3TD, tras lo cual no se puede continuar 9. .. .. D X P? a causa de 10. e4T. ni 9. . .. e3A; 1 0. A2A. D2A; 1 1 . D3A. A2R; 12. 0-0-0 porque las blancas tendrán una posición activa. como en la partida Tahl-Olafsson ( 195!J ) . A 9. P3TD las negras deben respon­der con 9 . . . . . A2D. T)ara impedir la continuación 10. e4T. aunque las blancas prosegu i rán 1 0. A2A. ese ( si 1 0. D x P? ? ; 1 1 . C4D2R! . se seguirá otro procedi­miento para apresar a la dama negra) ; 11. A1e. D x P; 1 2. R2D! y llevarán ventaja. También es posible 9. D3D y, en caso de 9.

Page 132: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

. . . . D X P, 10. TlCD, D6T; 11. P5R, CID r o 1 1. ' · · · · P x P; 12. P x P. C4D; 1 3. C X C, D X D; 1 4. C7A+ . R2D; 15. A x D. R X C; 1 6. TIAR, y en todas las demás va­riantes complejas. el blanco ten­drá más posibilidades que el ne­gro) ; 12. C x C, D x D; 13. A x D, P x C; 14. P6R! con fuerte ataque a pesar de haberse efectuado el cambio de damas t Mikenas-Tahl. 1958 ) .

La posición de las negras será todavía peor si pretenden eludir todas las complicaciones.

3 ) 7. . . . . P4C. Esta variante ha sido elaborada e introducida en la práctica por el gran maes­tro Polugaievski. Lo difícil de valorar en ella es la continua­ción 8. P5R. a la que suele se­guir 8 . . . . • P x P; 9. P x P, D2A C a 9 . . . . . A4A sigue 10. C4D X PC).

Diagrama núm. 71

En esta posición. Tahl reco­mienda proseguir 10. C3A, C3A2D; 11. D2D, C X P; 12. 0-0-0. dando así un peón por el ata­que. Simagin estima mejor con­tinuar 10. D2R y, si 10. . . . .

S. - CURSO DE APERnJRAS 1 1

C3A2D; 11. 0-0-0, C3AD ( después de 1 1 . . . . , A2C; 12. C X PR!?, P x C; 1 3. D4C, D X P ; 14. A X P. P X A; 15. T 1 T1R, P4T, se produ­ce una variante muy incisiva; con todo, es más contundente 12. D4C. D x P; 13. A3D!. C3AR; 14. A x C. P x A; -. 15. ASA. P4TR; 16. D3T. A4A; 1 7. T1T1R. D5A + ; 1 8. R1C, A x C ; 19. A X P!. A x C; 20. P X A. ll-0. como aconteció en la partida Tukmakov-An ikaiev. 1 969. pues las blancas hicieron 21. A x P + ! y ganaron; por eso. en caso de 12. D4C. lo mejor para las ne­gras será proseguir 12 . . . . . D3C; 13. A X P. P X A; 14. C4D X PC. C x P; 15. D4AR. C1C3A, lo cual crea una posición incisiva y con­fusa en sumo grado) , entonces 12. C x C. D x C; 13. D3D! En el caso de 10 . . . . . ASC < a 1 0 . . . . . P5C sigue 1 1 . C3A5C!. P x C ; 12. P x C) . la continuación 11. P X C!. Ax C + ; 12. P x A. D x P + ; 13. D2D. D x T + ; 14. R2A. 0-0 ( si 14 . . . . . C2D, el resultado de la parti­da se decidirá por medio de 15. P x P. T lCR; 16. C x PR!. P x C: 1 7. A2R) ; 15. P x P. TlR; 16. A x P!. D X T; 17. AxT. A2C; 18. A X P + !. o 17 . . . . . D x PT; 18. D4C, ofrecerá a las blancas oca­sión para atacar de modo irre­chazable. La continuación 10. P X C también dificulta el juego de las negras. a la que sigue 10. . . .• D4R+ ; 11. A2R e o 1 1 . C4R. D x C + ; 12. C2R, C3A; 1 3. D2D. T2T!) . D x A; 12. 0-0. T2T; 13. D3D, T2D 03 . . . . . D4R es rela­tivamente mejor ) ; 14. C4R. D4R; 15. C3AR, D x PC; 16. D3R. A2C; 17. TlTIC!. D x P2A; 18. C3A5C. P3C; 19. TlAlAD. D X P; 20. C x PA y las blancas tienen fuer­te ataque I Estrin - Vitolinsch. 1964 ) .

129

Page 133: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Otras respuestas a 7 . . . . , P4C son menos enérgicas; por ejem­plo : 8. D3A, A2C; 9. P3TD, C1C2D, o bien 8. A2R. P5C; 9. C4T. A2R.

Y 4 ) 7 . . . . . ClC2D. En esta continuación. las blancas pueden optar por el interesante sacrifi­cio de una pieza, o responder con 8. A4A y amenazar, si pro­cede, con la entrega de una pie­za en el escaque 3R de las ne­gras. Por ejemplo: 8. . . . , P4C; 9. A x PR, P x A; 1 0. C x PR, D4T ( 1 0 . . . . . D3C es peor, pues sigue 1 1 . C5D, C x C ; 1 2. D x C, D6R + ; 1 3. R1A. C3C; 14. C7A + , R2D; 1 5. D7A + , R3A ; 16 . C5D!, D X PR; 1 7. D7 AD +, y las blancas ganan, como en la partida Matanovic­Gufeld. 1 969) ; 11. C x A, T x C; 12. D x P, D3C; 13. 0-0-0, D X D; 14. T x D, P5C; 15. C4T, P3T; 16. A4T, P4TD; 17. T1T1D; de esta manera se desarrolló la partida Zeitlin-Polugaievski ( 1 97 1 ) . Las blancas han entregado una pieza por tres peones. Las posibilidades de uno y otro bando son más o menos equivalentes.

Después de 8. D3A, D2A; 9. 0-0-0, P4C (9. . . . , A2R produce variantes que se analizarán lue­go) ; 10. P5R, A2C; 11. D3T, P x P; 12. C x PR!?, P X C; 13. D x P + , A2R, las blancas tienen una iniciativa peligrosa. Entre­gando otra pieza, pueden organi­zar un ataque fuerte contra la posición del rey contrari o: 14. C X P! (también se puede conti­nuar 14. A X C. P X A ; 1 5. A2R. P4TR; 1 6. C5D, A x C ; 1 7. T X A, C3C; 18. A3D!, o 14 . A X P, P x A; 1 5. C X P, D3A; 1 6. C6D + . RlD; 1 7. P x P, T 1 R; 1 8. P X C, P x P ; 19. C X A + , R2A; 20. T X C + , D x T; 2 1 . A4A + con ventaja de

1 30

las blancas como aconteció en la partida Bronstein-Chokiltia, 1 968) , P x C; 15. A x P. En la par­tida Sheliandinov - Polugaievski ( 1 967 ) , las negras tuvieron que devolver una pieza y se produjo una posición incisiva oara am­bos bandos: 15. . . . , 0-0-0; 16. D x A, P x P; 17. D4C. C4R; 18. D X P.

8. D3A D2A

Es más preciso que 8. CIC2D. a lo que conviene res­ponder con 9. A4A.

Después de 8 . . . . . P3T; 9. A4T. P4CR, se produce la complicada variante. que fue puesta a prue­ba en el torneo de Gotemburgo. celebrado en 1 955. Despl!és de 10. P x P, C3A2D (es igualmente posible 1 0 . . . . . P X P; 1 1 . A X PC. C 1 C2D; 1 2. A3D. C4R; 13. D2R) ; 11. C x P!, P x C; 12. D5T+ , Rl A; 13. A5C!. el negro ha de prose­guir 13 . . . . . T2TR! C y no 1 3 . . . . . C4R, pues el blanco ganó de�­pués de 14. A3C, A X P ; 15 . 0-0 + . R2R; 1 6. A x C, D3C + ; 1 7. R1T, P X A; 18. D7A + . R3D; 1 9 . T 1 T 1 D + en la partida Geller­Panno. 1955 ) . Luego de 14. 0-0 + . R1C; 15. P6C, T2C; 16. T7A, A X A; 17. D X P, T x T; 18. P x T + , lt X P; 19. D7T + , R1R ( 1 9 . . . . . RlA es peor, porque sigue 20. T I A + . A3A ; 2 1 . A2R! con fuerte ataque de las blancas) ; 20. D5T + . R2R!. e l blanco hace tablas por j aque continuo.

En vez de 11. C X P y entregar el caballo se puede continuar 11. A3C, P x P; 12. 0-0-0, D2A; 13. A5C!, o bien 11. D5T!, C4R; 12. A2A, A x P; 13. P4TR, con juego incisivo para los dos bandos.

9. 0-0-0 C1C2D

Page 134: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Es arriesgado proseguir 9. . . . . 0-0, ya que las blancas pueden empezar inmediatamente un ata­que contra el flanco de rey: 10. A3D, C3A; 11. C x C (también es eficiente 1 1 . C3A2R y 12. P4CR) , P x C ( o 1 1 . . . . , D X C ; 12. D3C ) . Yudovich recomienda 12. PSR, p X P; 1 3. D3T.

Se puede continuar igualmente 9. . . . , C3A. Después de 10. C X e, P x C; 11. P5R, P x P; 12. P x P, C4D; 13. A x A, C x A; 14. C4R, la posición del blanco es preferible; pero el negro puede no continuar 10 . . . . , P x C, sino 10 . . . . , D x e; 11. A2R, A2D y promover una posición incisiva para los dos bandos.

1 0. P4CR ll. A x C

P4C C x A

No conviene 1 1 . . . . . A x A? a causa de 12. A x P!, P x A; 13. C4D X PC. Respecto al movimien­to 11 . . . . , P X A consúltese la par­tida número 22.

12. PSC

Hay que tener en cuenta la continuación 12. P3TD, TICD; 13. PSA! Si las negras .prosiguen el j uego según el habitual esquema 13 . . . . , P5C; 14. P x PC, T x P, ten­drán que retirar el caballo a la casilla lCR después de 15. PSC, pues l a entrega de dicha pieza a través de 15 . . . . , C X P; 16. C X e, A2C; 17. P6A! no se compensa suficientemente. Es también du­dosa la continuación 1 3 • . . . , P4D; 14. PX P (las negras han de con­tar igualmente con el ataque 14. P5R, porque ocasiona la pérdida de la calidad después de 14 . . . . , D x P ; 15. C6A) , PA x P; 15. P x P,

0-0; 16. A3D, pues mejora las perspectivas de las blancas.

En la partida Shamkovich-Gri­gorian, K. ( 1 97 1 ) , las negras res­pondieron a 13. P5A con 13. . . . . 0-0; 14. P5C, ClR. Luego se pro­siguió 15. TIC, P5e; 16. PT x P. T x P; 17. T3C!, D4A; 18. C3C, D4R; 1 9. A3D, y las blancas tu­vieron una posición óptima.

12. e2D

Diagrama núm. 72

Posición crítica de la variante. Luego de 13. P3TD, A2e; 14.

A3T, 0-0-0; 15. P5A, A x P + ; 16. R1C, P4R; 17. C4D X P, P x C, el blanco llevó ventaja en la parti­da Gligoric-Fi.scher ( 1 959) . Ade­más de 15. P5A, es interesante la entrega de una pieza median­te 15. A x P!, P x A; 16. C x PR, como sucedió en la partida Tahl­Gligoric ( 1 963) , pues dio una ven­taja concluyente a las blancas: 16 . . . . , DSA; 17. C5D, A x C; 18. P x P, R2C; 19. P3C, DIA; 20. T3D, C3C; 21. T3A.

En caso de 13. P3TD, lo mejor para las negras es optar por 13.

131

Page 135: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

. . . . Ti CD. ya que tras 1 4. P4TR. PSC; 1 5. P x P. T x P; 16. A3T tie­nen varias posibilidades: 16. . . . . 0-0; 1 7. C x P, P x C; 1 8. A x P + . R1T; 19. CSD, DSA!. o 1 6 . . . . . C4A; 17. PSA. D3C C y también D2C l . o 1 6 . . . . . D3C; 1 7. CSA!. o bien 1 6 . . . . . D4A!; li. C3C (o 1 7. D3D ) . D3C.

Todas estas vari antes promue­ven una lucha compleja y con igualdad de oportunidades.

V

Continuación contemporánea 2. . . .. C3AD y 5. . . . . P3D

2. C3AR C3AD 3. P4D

La variante 3. ASC ha desper­tado interés en las competiciones de estos últimos años, ya que permite a los que prefieren una lucha tranquila elud ir las varian­tes incisivas de la continuación principal 3. P4D.

Pero las negras logran equili­brar la situación si ejecutan una defensa correcta. aunque no les resulta fácil.

Por ejempl o: en la partida Jol­mov-Keres ( 1 959) se jugó 3 . . . . . C3A; 4. PSR, CSCR? ( es mejor 4 . . . . . C4D y 5 . . . . , C2A ) ; 5. A x C, PD x A ; 6. 0-0. P3CR; 7. TIR. A2C; 8. P3TR. C3T. y las blan­cas mejoraron su posición. A las negras les conviene más jugar 3 . . . .. P3CR que 3 . . . . • C3A. Véase: 4. 0-0. A2C; 5. TIR, C3A ( si 5. . . . . P4A. las blancas dispondrán de la interesante continuación de gambito 6. P4CD!?, C x P ; 7. P3A, C3AD; 8. P4D!, PR X P; 9. P5R. o 6. . . . . P X P ; 7. P3TD,

1 32

C l -2R; 8. P x P. 0-0; 9. P3A) ; 6. C3A. 0-0 con buen j uego para las blancas e Liebert-Simagin. 1 967) . o 5. P3A. C3A; 6. TIR. 0-0; 7. C3T, P3D; 8. P3T. A2D; 9. P3D. P3TD. lo que iguala el juego r Damjanovic-Si magi n. 1 967) .

3. 4. C x P

P x P C3A

Ofrece interés la variante 4. . . . . P3CR. ya que si las blancas juegan 5. C3AD, las negras pro­seguirán 5 . . . . . A2C; 6. A3R, C3A; 7. A2R. 0-0; 8. 0-0. P4D!; 9. P x P, CSCD! y ganarán un tiempo si se compara con la variante del dra­gón ( pues en ella prosiguen P:3D y P4D. mientras aquí juegan di­rectamente P4D ) . Sin embargo. el negro ha de considerar la va­riante 7. e X c. PC X C; 8. P5R, ClC; 9. A4D! Además. el blanco dispone de la interesante conti­nuación 7. A4AD que. por trans­posición de movimientos, puede llevar la partida a la variante del dragón (7 . A4AD. P3D; 8. P3A. 0-0 ) . No obstante. 7. A4AD tiene valor independiente: en la partida Bastrikov - Shamkovich C 1 958) se produjo la combinación 7 . . . . • 0-0 ( si se juega en seguida 7 . . . . , C4TD, procederá 8. A X P + , R x A ; 9. PSR) ; 8. A3C, C4TD?; 9. PSR!, C x A; 10. PR x C, C x T: 11. P X A, y las blancas sacaron una ventaja considerable. Un año después de haberse jugado esta partida, Reshevsky caía en esta variante frente a Fischer en un encuentro importante, es de­cir, hizo 9 . . . . . ClR y perdió la dama luego de 1 0. A x P+ ! , T X A; 11. C6R!

A 8. A3C se ha seguido tam­bién 8. . . . . CSCR; 9. D x e, e x e;

Page 136: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

10. D1D!, C X A; 11. PT x C, P3C. lo cual da ventaja a las blancas después de 12. A4D. P3A; 13. P4T!

La continuación 8 . . . . • D4T; 9. P3A. P4D; 10. P x P, C5CD: 11. D2D, C5C X P; 12. C X C, D X D + ; 13. A x D, C x C; 14. A X C, A X C; 15. 0-0-0, T1D; 16. A3C, A3A: 17. A4AR! ofrece al blanco más pers­pectivas en la fase última de la partida.

El negro aumentará sus posi­bilidades si coloca una jugada antes su dama en el escaque 4TD. pues así impedirá que el blanco se enroque largo. Después de 7 . . . . . D4T; 8. 0-0, 0-0; 9. C3C, D2A; 10. P4A, P3D; 11. A2R se produce una de las posiciones análogas a las que hemos visto en las ramificaciones antiguas de la variante del dragón.

Las negras pueden pasar tam­bién a esta variante por medio de 7 . . . . . P3D. Ofrece interés la con­tinuación 8. P3A. D3C.

Diagrama núm. 73

En esta posición se deben con­siderar dos continuaciones funda­mentales: 9. A5CD y 9. C5A.

1 ) 9. ASCD, D2A; 10. CSD ( 1 0. D2D y 1 O. P4CR permiten a las

negras terminar su desarrollo y conseguir contrajuego suficiente) . C x C; 11. P x C, P3TD!; 12. C x C. P x A; 13. A4D. P x C; 14. A x A. T1CR; 15. A3A. P x P; 16. D X P. D2C. con igualdad de oportuni­dades.

2) 9. C5A! (esta continuación es incisiva para ambos bandos y ofrece mayores perspectivas) . D x P; 10. C x A + , RlA; 11. CSD, C x C; 12. A x C ( 1 2. D x C, A3R! ; 1 3. C x A + . P x C; 14. D X PR,

D x T + ; 15 . R2A. D3A conduce a

una posición con igualdad de oportunidades) . Rx C; 13. T1CD ( 13. 0-0, D6A: 14. T1R. D4T; 15.

DlA es asimismo eficaz. pues ofrece a las blancas una inicia­tiva contundente, como ocurrió en la partida Fiscber-Cobo. 1965) . D6A + ; 14. R2A, P3A.

La última jugada de las negras. con la que se cierra la diagonal de escaques negros 1 TR-8TD. se practicó varias veces y no les ayudó a sortear las dificultades. Por lo visto. es mejor continuar 14 . . . . . D4T! y 15 . . . . . D2A ( pro­puesto por Friedstein ) . Con 14 . . . .• P3A; 15. DlAD. P3R; 16. T3C. D4T. las blancas sacarán una ven­taja importante después de 17. A x P!. A X A; 18. T X P + . A2A; 19. A6T + . R1C; 20. D2C.

Además del movimiento 4. . . . . P3CR con que se inicia la va­riante Simagin. a veces se prac­tica la continuación 4. . . .. P4R; 5. C5C, P3TD; 6. C6D + . A x C; 7. D x A. D3A.

133

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Diagrama núm. 74

Tras 8. D x D, e x D; 9. e3A, e5eD; 1 0. A3D, e x A + ; 11. P x e. P3T. las posibilidades de uno y otro bando son iguales. El movi­miento 8. D1D se practica con más asiduidad ; y se puede con­tinuar 8 . . . .. D3e; 9. e3A, e1-2R; 1 0. P4TR. P4TR; 11. A5eR, P4D: 12. P x P. e5D!; 13. A3D. A4A. con lo que las negras tienen su­ficiente contrajuego. En la parti­da Fischer-Tahl ( 1 962) no se pro­siguió 12. P x P. sino 12. A x e. PSD; 13. A5eR. P x e; 14. P x P. D x P + ; 15. A2R. P3A, y el ne­gro sorteó todas las dificultades.

También se ha jugado 8. D7A. Euwe estima que este movimien­to es el más fuerte: sin embar­go, las negras tienen igualmente buen iuego después de 8. . . . . e1-2R; 9. e3A. e5e; 10. A3D. P4D; 11. 0-0. PSD.

Una buena continuación es 8. D3T. pues ofrece a las blancas una ventaja estimable después de 8. . . .. D3e; 9. A3R!. D X PR; 1 0. e3A. D5eD; 11. D x D, e x D; 1 2. 0-0-0. e2R; 13. ASA. e5e3A;

1 34

14. P4A, P4D; 15. P x P. A3R; 16. A6D ( Spassky-Utiatski, 1960 ) .

Continúa siendo centro d e aten­ción el sistema Maroczy, l. P4R. P4AD; 2. C3AR. C3AD; 3. P4D, P x P; 4. e x P, P3CR; 5. P4AD.

Diagrama núm. 75

En esta posición, las negras tienen las siguientes posibilida­des:

1 ) 5. . . . , e3A; 6. C3AD. e x C; 7. D x C. P3D. El negro atrae a la dama del blanco al punto 40 de éste. del cual tendrá que reti­rarse perdiendo un tiempo.

La importante partida Portisch­Szabo < 1966) demostró que las blancas llevan sólo una pequeña ventaja luego de 8. P5A. A2e; 9. ASe + . A2D; 10. P x P, A x A; 11. C x A. 0-0; 12. 0-0. P x P.

En la partida Shianovski-Gu­feld < Moscú. 1966) . las negras no hicieron 1 O. . . . • A x A, sino 1 O. . . . . 0-0. Después de 11. P5R?. A X A; 12. e X A, e2D; 13. P4A. D4T + ; 14. e3A. P X P; 15. D x PD entregaron una pieza mediante 1 5. .. ., e X P! con fuerte ata­que. Si las blancas responden a

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10 . . . . , 0-0 con 11. P x P, D x P; 12. A3D, en lugar de 11. PSR, las negras dispondrán de la fuerte jugada 12. . .. , e X P!

2) 5. . . . . A2e; 6. A3R ( a la maniobra 6. C2A de Alekhine, y la ulterior marcha de ese caballo hacia el punto 5D por el 3R, se puede replicar con 6. . . . , P3D. En caso de 6. C2A, P3D ; 7. A2R. Euwe aconseja proseguir 7. . .. , P4A; pero la posición de las ne­gras es dudosa después de 8. P x P, A x PA; 9. 0-0, C3T, y la aventurada continuación 7. . . . . C3T; 8. P4CR!, D4T + ; 9 . A2D. D3C ; 1 0. C3A, C x P? se refuta con el movimiento 1 1 . P5A ! ) , e3A (la variante 6 . . . . , C3T; 7. C3AD. 0-0; 8. A2R, P4A. de Veresov, promueve un juego incisivo) ; 7. C3AD, eSCR; 8. D X e, e X e; 9. D1D, C3R ( la continuación 9. . . . , P4R tiene menos eficacia porque sigue 1 0. C5C!, 0-0; 1 1 . D2D, D5T; 12. A3D, y porque después de 12 . . . . , P4D; 13 . PA x P, C x C; 14. A x C, D x PR, las blancas pueden elegir entre 15. P3A, D5T + ; 1 6. A2A, D3A; 17. 0-0 y 1 5. 0-0, TlD; 16 . T1TlD, A3R; 1 7. P x A!?, T X D ; 1 8. P X P+ , R X P; 1 9. T X T. P3TD; 20. A3D, D5CD; 2 1 . TlAD, compensándose suficientemente la entrega de la dama, como en la partida Rosenberg-Dvoreczky, 1972 ) ; 10. D2D, P3D; 11. A2R, A2D; 12. TlD, 0-0; 13. 0-0, A3AD; 14. C5D, y las blancas tienen una posición activa (Larsen-Petrosian, 1 966 ) .

5. C3AD P3D

(Véase diagrama núm. 76)

Las blancas disponen de tres sistemas de desarrollo fundamen-

Diagrama núm. 76

tales: 6. A2R ( sistema Boleslav­ski ) . 6. A5CR (ataque Rauser) y 6. A4AD (ataque Sozin ) . Pero analizaremos primero las conti­nuaciones menos actuales.

A 6. P3CR, las negras pueden responder con 6. . . . • P3R y pasar a la variante Scheweningen, que se analiza en el apartado VII, o continuar 6 • . . . , P3eR; 7. A2e. ASC; 8. P3A, A2D, y luego A2e. pasando a la variante del dra­gón. Y no les conviene replicar a 6. P3eR con 6. . . . , P4R, debido a que la posición de las blancas será preferible desoués de 7. C4D2R, A2R; 8. Aie, A3R; 9. 0-0, 0-0; 10. esD o 7 . . . . . ASC; 8. A2C, eSD; 9. 0-0, C6A + ; 10. R1T.

Es i nteresante la artificiosa va­riante 6. A3R, y si 6. . . . , CSCR?, 7. A5CD, C x A; 8. P x C (o bien 8. C x C , D2D ) , A2D; 9. 0-0, C4R?; 10. C3A, con ataque de las blan­cas. Por ello se debe proseguir 9 • . . . , P3R; 10. A x C, P x A; 11. P5R, A2R; 12. D3A, 0-0 que igua­la las posibilidades, y no 11 . . . . , P4D a causa de 12. D3A, D2R; 13. P4CD!, P3C; 14. P5C, P4AD;

1 35

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15. P4R!!. y en caso de 15. . . . . P x e, 16. P x P, con l a amenaza P6D (Karaklaic-Averbach, 1 955 ) . Si 11. . . . . P x P, las blancas pro­seguirán 12. D5T ( 12. D3A es peor, ya que sigue 12 . . . . . P4AR!. movimiento de Friedstein. y en caso de 13. e x P3A, 13 . . . . , P5R ) . D2R; 13. D x P R y su posición será preferible.

La continuación 6. C3C no re­porta ventaja al blanco, pues el negro continúa 6. . . . . P3TD!; 7. P4TD, P3CR! y pasa a la varian­te del dragón en condiciones fa­vorables. La j ugada artificiosa 6. C4D2R redunda en beneficio de las negras: 6 . . . . • P3R; 7. P3CR, P4D!; 8. P X P, C x P; 9. A2C. C x C; 10. D x D + . R x D; 1 1 . e x e. A2D.

Sistema Bolevslaski

6. A2R

Este movimiento y la respues­ta que le sigue caracterizan el sistema en cuestión.

Respecto a la 6. . . . , P3R con­súltese la variante Scheweningen.

6. . . . P4R

En este sistema, al negro se le queda rezagado el 1>eón 3D; en cambio, puede organizar buen contrajuego.

7. C3e

No es ventajoso 7. c x e (y 7. C5A? lo es todavía menos, d�r bido a 7 . . . . , P4D) , P x C; 8. D3D, A2R; 9. 0-0, 0-0; 1 0. T1D, D2D; 11. A5C, TlD, pues mejora el juego de las negras.

A 7. C3AR sigue 7 . . . . • P3TR

136

( para impedir l a clavada A5CR. ya que imposibilita hacer P4D ) ; 8. 0-0, A2R; 9. A3R ( con 9. A4AD las negras harán 9 . . . . . 0-0 y 10 . . . . . A3R, a fin de realizar el cambio de alfiles si el blanco no se retira, y a 9. P3CD o 9. T1R responderán con 9 . . . . , 0-0 segui­do de P3TD y. si procede, A5C o P4CD. organizando así un con­traataque en el flanco de dama) . 0-0; 10. D2D, A3R; 11. TITID. TIA ( es erróneo continuar 1 1 . . . . , C4TD, ya que sigue 12 . C5D y las negras no pueden tomar el peón 4R blanco so pena de per­der una pieza) . lo cual iguala las posibilidades de uno y otro bando.

7. A2R 8. 0-0

Después de 8. A5CR las negras prosiguen 8. . . . , C X P y simplifi­can ventajosamente la posición, y a 8. P3A sigue 8. . . . • P4D; 9. C x P, C x e; 1 0. P x e, C5C; 11. P4AD. A4AR o bien 11. ASe + . R1A, y obtienen contrajuego.

8. 0-0 9. P4A

Con este lógico movimiento se abre la columna AR, importante para el ataque; aunque luego ofrecerá al caballo negro la po­sibilidad de ocupar el punto de apoyo 4R de su bando; además, las negras tendrán contrajuego en el flanco de dama.

La variante 9. A3A. A3R; 10. A3R, e4TD; 11. e X e, D X C; 12. D2D conduce a un juego posicio­nal, lento y con escasas perspec­tivas para las blancas.

En caso de 9. P3A. lo mejor

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para las negras será continuar 9. . . . , P4TD¡ 1 0. P4TD, CSCD o 1 0. CSD, C x C¡ 1 1 . P x C, CSC, con lo que estarán bien situadas.

9. P4TD

Se puede efectuar la variante 9 . . . . , P x P¡ 1 0. A x P, D3C + ; 11. RlT, A3R. y luego C4R. La res­puesta 12. CSD, A X C¡ 13. P X A, C4R; 14. P4A no es peligrosa para las negras, ya que sigue 14.

C5R!

1 0. P4TD

A 10. A3R sigue 1 0 . . . . . P5T; 11. CIA. P6T.

10. C5CD l l . RlT!

Para prevenir las combinacio­nes basadas en el jaque dado por la dama negra desde el punto 3CD; por ejemplo: 11. A3A, A3R¡ 12. PSA?. ASA; 13. T1R, C x PA!, o bien 11. A3R, A3R; 12. A3A?, P x P!¡ 13. A x P. C x PA.

11. A3R 12. PSA

Forzado. De lo contrario suce­derá TIA y A5A.

12. . . . A2D

Es mejor que 12 . . . . , A X C¡ 13. P x A, P4D¡ 14. P x P, CSC x P, tras lo cual se manifestaría la superioridad de la pareja de al­files blancos.

13. ASCR

La única forma de evitar A3A y P4D.

13. TIA 14. A3A

Diagrama núm. 77

Posición crítica que se puede valorar como equilibrada. Las negras pueden continuar 14. . . . , A3A; 15. D2R, P3T; 16. A4T, D2A y el siguiente movimiento TR1D, o 14 . . . . , P3T; 15. A4T, C2T, pro­moviendo así una interesante lu­cha táctica.

Ataque Rauser

6. ASCR P3R

Ofrece interés la continuación 6. . . . , A2D, de A verbach, la cual tiene por objeto eludir las va­riantes habituales del ataque Rauser: 7. C3C, P3R; 8. ese, DlC; 9. A x e, P x A; 10. A2R, A2R; 11. 0-0, P3TD¡ 12. ese4D, 0-0; 13.

D2D, RlT, con igualdad de po­sibilidades ( Spassky-Averbach, 1960 ) . Es mejor 8. D2D. seguido de 0-0-0, que 8. ese.

En la actualidad es frecuente sustituir 7. C3C con 7. D2D, TIA; 8. 0-0-0, e X e; 9. D X e, D4T; 1 0.

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Page 141: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

P4A, lo que ofrece a las negras ocasión para ejecutar la intere­sante entrega de la calidad me­diante 10 . . . . , T x C!? y, después de 11. P x T, P4R; 12. D4C, D x D; 13. P x D, C x P; 14. A4T, prose­guir ventajosamente 14. P4CR! ; 15. P X P, A2R, como su­cedió en la partida Unzicker­Gheorghiu ( 1969) . Además de 14. A4T, hay que tener en cuenta la continuación 14. A4A!, C7A; 15. P x P.

Desde luego, las blancas pue­den igualmente continuar 7. A X C, PC X A, pero si quieren sa­car cierta ventaja tendrán que hacer 8. C3C seguido de D2D y 0-0-0 y eludir los cambios.

7. D2D

Diagrama núm. 78

La idea del ataque Rauser se basa en el enroque largo y en el consiguiente ataque de piezas o peones contra la posición del rey de las negras.

A las blancas no les conviene entregar un peón. como propuso Richter. mediante 7. C x C, P x C;

1 38

8. PSR, ya que las negras prosi­guen 8 • . . . , D4T; 9. A x C ( o 9. A5C, P X A ; 10. P X C, P5C; 1 1 . D3A, D4R + ; 12. A3R, P4D, con ventaja) , P x A; 10. P x PD, D4R+ ; 11. D2R, A x P; 12. 0-0-0, TlCD; 13. D x D, A x D o bien 8. P x P; 9. D3A, A2R; 10. D X P + , A2D; 11. D3A, PSR!; 12. C x P, C x C; 13. A x A, D4T+ ! y mejo­ran su posición.

El movimiento 7. D3D es inte­resante, por cuanto su idea se funda en trasladar la dama al flanco de rey por la tercera ho­rizontal. Pero si las blancas en­rocan largo, las negras tendrán contrajuego después de i. . . . . A2R; 8. 0-0-0, 0-0; 9. C3C, P4TD; 1 0. P3TD (o 1 0. A X C, A X A ; 1 1 . D X P, D X D ; 12. T X D, P5T; 13. C2D, P6T, con ventaja para el negro) , PST; 11. CID, P3T; 12. A4T. D3C! Y si las blancas enro­can corto. las negras tendrán una posición sólida luego de i. . . . , A2R; 8. TlD, 0-0; 9. A2R. A2D; 10. 0-0, C X C; 11. D X C, A3A; 12. R1T, D4T! o 9 . . . . , P4D; 10. P X P. C5CD; 11. D3C, C3A x P; 12. C x C. C x C; 13. A x A, D x A.

La continuación 7. A2R. A2R; 8. 0-0. 0-0 conduce a una lucha enconada para los dos bandos. Aquí. a las blancas no les con­viene proseguir 9. C4D5C. debido a 9 . . . . . P3TD! ; 1 0. A x C, P x A <Smyslov-Botvinnik, 1948 ) . Si 9. D3D. las negras podrán conti­nuar. según Shamkovich, 9. . . . . c x c; 1 0. n x c. C x P; 11. c x c. A x A; 12. C X A, D x C; 13. D x PD. T1D. con igualdad de posibilida­des, o bien 11. A X A. C X C; 12. D4TR. C X A+ ; 13. R1T, D3C; 14. A x T. R x A, con complicaciones interesantes y favorables a las negras.

Page 142: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

El movimiento 7. A5C aporta nuevos motivos estratégicos al sistema. Sin embargo, después de 7 • . . . , A2D; 8. 0-0, A2R; 9. R1T, 0-0, las blancas han de tomar en consideración las simplificaciones que pueden ocasionar los movi­mientos C x C y C X P, y que re­dundan en beneficio de las ne­gras.

Como respuesta al otro movi­miento alekhiniano 7. C3C. las ne­gras igualan el juego prosiguien­do simplemente 7. . . .. A2R; 8. D2D ( o bien 8. D3A. P3TD; 9. TlD, P3T; 1 0 . A l A , 0-0) , P3TR; 9. A4T. 0-0 y. tras 1 0. T1D o 10. 0-0-0. la amenaza C x P.

En la posición del diagrama precedente, el negro dispone de tres continuaciones eficaces: 7. . . . . P3TR. 7. . . . • A2R y 7. P3TD.

7. . . . P3TR

Se trata del movimiento pre­ferido de Botvinnik. Sin embar­go. l a práctica ha demostrado que las negras forman una po­sición sólida aunque pasiva. y con menos posibilidades de con­trajuego que en las otras conti­nuaciones.

8. A X C

Continuar 8. A4T no reporta ninguna ventaja a causa de 8.

c·x P.

8. P x A

Es un error 8. . . . . D x A. debi­do a 9. C4D5C. DID: 1 O. 0-0-0.

9. 0-0-0 10. P4A 11. A2R

P3T A2D P4TR

Las negras evitan que el alfil adversario se sitúe en la casi­lla 5T. donde atacaría contra 2AR y les dificultaría la defensa de su posición. En la partida Bondarevski-Botvinnik ' 1 95 1 ) , y después de 11 . . . . . D3C; 12. A5T. C x C; 1 3. D x C. D x D; 14. T x D. el blanco logró una oequeña, aunque prolongada. ventaja po­si-cional por(lue al negro le fue difíci l movil izar su pareja de al­files.

12. R1C D3C 13. C3C 0-0-0

Las blancas evitan ei cambio de damas. a fin de organ izar el ataque.

14. TlTlA A2R

Es peor 1 4 . . . . . C4T; 15. T3A. C x C; 1 6. PT X C. R1C a causa de 1 7. C4T I Keres-Botvinnik. 1 956) .

15. T3A 16. Al A

T1T1 C P5T

En esta posición critica. las blancas tienen algunas posibili­dades más que las negras.

7. 8. 0-0-0

2

A2R 0-0

También es posible 8 . . . . . e X C; 9. D x C, 0-0; 1 0. P4A ( 1 0. A X C. A x A: 1 1 . D x PD es peligroso.

1 39

Page 143: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Diagrama núm. 79

pues las negras hacen 1 1 . . . . , D4T y contraatacan, aunque se puede continuar 1 0 . P5R, P x P; 1 1 . D x PR, A2D ; 1 2. P4TR!) , P3TR (si se juega inmediatamente 10 . . . . , D4T, las blancas responderán con el movimiento 1 1 . P5R, de Liskov, y pasarán a un final ven­tajoso a través de 1 1 . . . . , P x P; 1 2. D X PR, D X D; 1 3. P X D, C4D; 1 4. A x A, C X A; 15. A3D, y es erróneo hacer 12 . . . . , D3C?, de­bido a 1 3. C4T) ; 11. A4T ( al blanco no l e conviene proseguir 1 1 . A X C, A x A; 12. D X PD por causa de 1 2. . . . , D4T; 1 3. P5R. TlD; 1 4. D3T, T X T + ; 15 . C X T, D x D ; 16. P X D, A2R) , D4T; 12. PSR, P X P; 13. D X PR, D x D; 14. P X D, C4D; 15. A X A, C x A; 16. A5C, P3T; 17. A3D, P4CD; 18. A4R, T2T, lo cual da una ven­taj a mínima a las blancas. Pero éstas tienen la posibilidad de sus­tituir 1 2. PSR con 12. D3D para preparar el avance P4CR, que no se puede hacer inmediatamente debido a 12. . . . , P4R, y complicar así la lucha. Tras lo cual las ne­gras no pueden responder con 12.

140

. . . , TlR? por efecto de 13. A x C, A x A; 14. DSC!, y a 12 . . . . , T1D puede seguir 13. P4CR, o 13. D3T, A2D; 14. A3D, o 13. A2R, A2D; 14. D3C y la amenaza P5R.

También es digno de atención el movimiento 12. DIC. de To­lusch, al que sigue 12 . . . . . A2D; 13. P4CR, A3A.

9. P4A

Continuación lógica y eficaz que conduce a una lucha intere­sante y ofrece ciertas posibilida­des a las blancas.

Diagrama núm. 80

Al blanco no le conviene ga­nar un peón mediante 9. C X C, P x C; 10. A X C, A x A; 11. D X P, pues el negro responderá con 11 . . . . , D3C!, lo cual implica las ame­nazas TIC, T l D, A X C y D X PA. Proseguir 11 . . . . , D4T es peor, ya que sigue 12. D3C, Ax.C; 13. D X A, D X P; 14. A4A.

A 9. C4D5C sigue 9. . . . , D4T; 10. A x C ( a 1 0. C x PD? procede 10 . . . . , TlD) , A x A; 1 1 . C x PD (a 1 1 . D X P? sigue 1 1 . . . . , P3TD! ) .

Page 144: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

TlD (o bien 1 1 . . . . , A X C ; 12 . D X A, D X P; 13 . A4A, con ven­taja para las blancas) ; 12. P4A ( a 12. D3R sigue 12 . . . . , A5D! , y a 12. D l R se responde con 12 . . . . , C5C) , P4R; 13. D5D, D2A; 14. P5A, esD (o 14 . . . . , P3TD; 15. A4A, T2D; 16. CSR! ) ; 15. e6D5e, D4T; 16. D4A ( caso de producir­se el movimiento 1 6. D5A, ce Flohr, se deberá proseguir 1 6 . . . . , P3TD; 17 . P4CD, P3CD) , A x P!; 17. P x A, T1T1A; 18. D4T, D x D ; 19. e X D , l o que iguala las po­siciones.

El tranquilo movimiento 9. R1C no plantea ningún problema a las negras. que pueden respon­der con 9. . . . , P3TR! y forzar el cambio del alfil adversario; véa­se: 10. A X e, A x A; 1 1 . C3C, D3e; 12. P4A, P4TD!; 13. C4T, D2A, y no se puede continuar 14. D X PD?, debido a 14 . . . . , T1D!!

La continuación 9. e3e, de Alekhine, y la amenaza A X C ofrecen a las blancas más posi­bilidades. En la cuarta partida de la competición individual Tahl-Larsen ( 1 969) se prosiguió 9 . . . . , P3TD; 10. A x C, P x A ( 10 . . . . ,

A x A; 1 1 . D X P, D3C es peor, por cuanto sigue 12. P4A y las ne­gras no pueden continuar 1 2 . . . . . A x C ; 1 3 . P X A, D 6R + ; 1 4. R2C, D x PR debido a 1 5. A3D y 16. A x P + ) ; 11. A2R, R1T; 12. A5T, A2D; 13. P4A, P4e; 14. RIC, D3e; 15. P5A y se igualaron las posi­bilidades.

Es frecuente responder a 9. C3e con 9 . . . . , D3e, tras lo cual a las blancas no les conviene pro­seguir 1 0. A x e, A x A; 11. D x P por causa de 1 1 . . . . , D x P. Inclu­so pueden perder si continúan 11. e4T, D2A; 12. D x P, A4C + ; 13. Rle, T1D!, pero desarrollarán un

ataque de peones, habitual en el sistema Rauser, si prosiguen 1 0. P3A!, P3TD; 11. P4e, TID; 12. A3R, D2A; 13. P5C, e2D; 14. P4TR, P4C; 15. P6e!, PA x P; 16. P5T, P x P; 17. T X P, C3A; 18. TSe, e4R; 19. D2e, como se pro­dujo en la partida Spassky-Bo­leslavski ( 1 958) y en la Tahl­Mohrlock < 1962 ) .

E n caso de 10. P3A, es digna de aten ;ión la respuesta 10. . . . . TlD; 1 1 . P4e < 1 1 . A3R, D2A; 12 . P4C es más iuerte) , P4D (Jol­mov-Taimanov. 1 959) .

A 9. A2R. las negras pueden replicar con 9 . . . . . P3TD o 9 . . . . . e x c.

9. P3TR

Conviene igualmente analizar las continuaciones 9. . . . . P4R y 9 . . . . . P4D:

1 ) 9. . . . , P4R; 1 O. .C5A (el blanco no saca ninguna ventaja en caso de proseguir 1 0. P x P, y cualquier otra retirada del caba­llo ofrece al negro buen contra­j uego) . A x C; 1 1 . P x A, TIA; 12. RlC, esD; 13. A3D, D4T; 14. P4CR, P x P; 15. A x P acrecienta las posibilidades de las blancas.

Y 2) 9. . . . , P4D; 10. P5R, C2D; 11. A x A (es interesante el movimiento 1 1 . P4TR ) , D x A; 12. C3A, C3e; 13. A3D, A2D; 14. DIR, P3TR; 15. P4CR les da la inicia­tiva.

10. A4T

Las .blancas no sacan ninguna ventaja de la continuación 10. C x e, P x C; 11. A x C, A x A; 12. D x P, D3C; 13. P5R, T1D; 14. D3T, D6R+ ; 15. RlC, T x T + ; 16. C x T, D x D; 17. P X D, A2R, ni

1 4 1

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de la 10. A x e, A X A; 11. C4D5C, D4T; 12. C X PD, TlD; 13. DlR, A X C. Si realizan la lógica entre­ga del alfil por medio de 1 0. P4TR, y si continúan 1 0 . . . . , P x A; 11. PT x P, e5CR; 12. P5R, lo me­jor para las negras será forzar el cambio de damas mediante 12. . . . • C x C; 13. D x e, D3C, o 13 . . . . , P x P; 14. D4R, P4A; 15. P x P a.p., C x P; 16. T x D, C x P.

10. P4R

La combinación del cambio 10. e X P y su continuación 11. A X A, C x D; 12. A X D, e x A1A; 13. e x e, P x e; 14. A7R, T1R; 15. T1T x C, T x A; 16. T X P, A2C; 17. P3CR y 1 8. T1A1D no ofre­cen más que las tablas a las ne­gras después de una defensa te­naz y pasiva. Y 1 0 . . . . , e X e; 11. D x C, D4T; 12. PSR, o 12. D3D o 12. D1C conduce a las varian­tes que hemos visto anterior­mente.

11. C5A

Al contrario de la variante análoga a ésta, pero sin el mo­vim iento P3TR. y que se ha co­mentado antes, en esta continua­ción las negras tienen posibilida­des de contrajuego después de 11. . . . , A x e; 1 2. P x A, D4T.

3

7. . . . P3TD

Así las negras se anticipan al ataque adversario contra el dé­bil punto 3D, como hemos visto en análisis precedentes. Pero eso les retrasa u n poco el desarrollo del flanco de su rey, y ofrece a

142

las blancas ocasión para promo­ver complicaciones tácticas apro­vechando la vulnerable posición del rey negro.

8. 0-0-0 P3T

Diagrama núm. 81

Este sistema, elaborado por Aronin. ocasiona una lucha inci­siva y tensa, con igualdad de po­sibil idades. Actualmente está con­siderado como uno de los mejores procedimientos de que disponen las negras para defenderse del ataque Rauser.

Es aceptable para las negras la continuación 8 . . . . , A2D; 9 . P4A, P3T; 10. A4T, e x P; 1 1 . DlR, esA; 12. C5A, D4T; 13. Cx PD + , A X e ; 14. T X A , 0-0-0, tras lo cual, lo mejor para las blancas es continuar 15. T1D o 15. T2D.

Causó buena impresión la com­plicada variante de los moscovi­tas Goriuschkin y Gurev: 8. .. . , A2D; 9 . P4A, P3T; 1 0. A4T, TIA; 11. esA, D4T; l-2. R1C, P4CD; 13. P5R, P5e; 14. P x e, P x C; 15. PA X P, P X D ( a 15 . . . . , A X P pro­cede 16 . D X'PD) ; 16. P x T=D,

Page 146: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

C5C; 17. P3TD, C x P; 18. T X P? (o 18. A6A, C X P + ; 19. P X C, P4R! ) , C X P + ; 19. P x C, P4R!; 20. D6A, D x P, y las negras ga­nan. Este análisis se publicó en 1958, y su efectividad quedó pro­bada en la partida Padevsky-Mi­nev, donde se prosiguió 21. T2C, A3R; 22. A5C + , P x A; 23. C x P, P X C, y las blancas se rindieron. Posteriormente se comprobó que éstas rechazan el ataque si pro­siguen 18. C X P!; véase: 18. . .. , C x P + ; 19. P X C, P4R; 20. C4T, TIC + ; 21. R2T, A3R; 22. T x P.

En general , las blancas pueden evitar las complicaciones si en lugar de 12. R1C prosiguen 12. A4A, P4CD; 13. A3C, P5C; 14. A X C, P X A; 15. C2R, D3C: 16. P5R!

Si las negras responden a 8. . . .. A2D; 9. P4A con 9. . .. , A2R. las blancas podrán continuar 10. C3A. amenazando P5R. y en caso de 10 . . . . . P4C con contraa�aque por el flanco de dama, 11. A X C. P X A; 12. PSA, con ventaja.

Sin embargo, es digna de aten­ción la idea de Simagin 11. . . . •

A X A!?; 12. D x P , A2R; 13. D2D. PSC ( también se puede jugar in­mediatamente 1 3 . . . . . T2T. lo cual igualó el juego en la partida Jan­sa-Simagin. 1 967) ; 14. C2R ( 14 .

C4TD es más fuerte) , T2T; 15. R1C, 0-0; 16. C2R4D, D3C; 17. C X C, A X C, pues da contrajuego a las negras.

En vez de 1 1 . A X C se ha prac­ticado el movimiento 11. P5R. Con todo. después de 11 . . . . • PSC; 12. P x C. P X C; 13. D x PA, P x P; 14. A4T. P4D!. la posición de las negras ofrece más posibilidades debido al sólido centro de peones y a la apertura de líneas del flan­co de dama.

En la partida J'olmov-Taimanov ( 1967) se sustituyó 10. C3A con la nueva continuación 10. P5A?! Tras 1 0 . . . . , T1AD ( en caso de 10 . . . . , C x C; 1 1 . D X C, P X P ; 12. P x P , A x P; 1 3. A4AD, 0-0; 1 4. T 1T 1 R, las blancas compensarán suficientemente la pérdida del peón ) ; 11. P X P, P x P; 12. A4AD, C x C; 13. D x C, D4T; 14. A x C, P x A; 15. A3C, las negras tuvie­ron que sortear bastantes dificul­tades debido a la debilitación de la defensa de su rey.

9. A4T!

Es la continuación más eficien­te. pues mejora la situación de las blancas en el iinal de parti­da. La 9. A-lAR no entraña peli­gro para 'las negras. ya que re­pl ican con 9. . . .. A2D, tras lo cual siguen dos variantes prin­cipales:

1 l 1 0. C x C, A x C; 11. P3A ( 1 1 . D l R, D4T : 12. A4A!. A2R! : 1 3 . P3A. TlD! tampoco crea pe­ligro ) . P4D!; 12. D1R. ASC; 13. P3TD, A4T! ( las blancas lleva­rían una ventaja estimable des­pués de 1 3 . . . . . A X C : 14. D X A ) :

14. P X P ( si se hace inmediata­mente 14. P4CD. segu irá 14 . . . . . A3C! ; 1 5. P x P. A x P; 1 6 . C X A, C x C; 1 7. P4A. D3A ! : 1 8. A5R. A6R + ! ; 1 9. D X A. C x D ; 20. A x D. C x T; 2 1 . A x P, TlCR; 22. A x P. C7A, y las negras ten­drán aseguradas las tablas. C X P; 15. P4CD, C X A!; 16. T X D + . A x T, tras l o cual las negras com­pensan suficientemente la entrega de la dama con una posición óp­tima, gracias a l a debil itación del flanco de dama de las blancas ( a este respecto. véase la partida número 23) .

143

Page 147: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Y 2) 10. A3C, A2R ( es erró­neo proseguir 1 0 . . . . , P4CD; 1 1 . A X P, A X A ; 1 2 . C X C, A X C; 1 3. D X A, D X D ; 14. T X D, A X P; 15. C x A, e x e; 1 6. T x PT!, como su­cedió en la partida Taimanov­Aronin, 1 95 1 , aunQue se puede perfectamente continuar 1 O. . • . ,

TIA! ; 1 1 . P3A, A2R; 1 2. P4TR, 0-0; 13 . A 1 R, P4D!, como en la partida Dubinin-Simagin, 1 967) ; 1 1 . A2R ( es menos fuerte seguir 1 1 . P3A. C4R; 12. P4A. C4T. o sea. cambiar el alfil por el ca­ballo. porque a 13 . P X C sigue 13. . . . . A4AR! ) . O-O iguala las posi­bil idades.

La continuación 9. A3R no se consideró peligrosa debido a 9. . . . . A2D; 1 0. P3A, P4CD; 11. C X C, A X C; 12 . . D2A, D2A; 13. A3D. A2R (cuarta partida de la competición individual Smyslov­Botvinnik, 1957) . Como se sabe. 9 . . . . . C5CR; 1 0. C x C, P x C; ll. P5R! se estima favorable a las blancas. conforme al segundo en­cuentro de la competición indivi­dual Smyslov-Botvinnik ( 1 957 ) .

La variante 9. A3R se volvió a practicar después de haberse ju­gado la partida Suetin-Tahl 1 1 967) , donde se prosiguió 9 . . . . , A2D; 10. P4A. D2A; 11. P3TR, A2R; 12. P4CR, P4CD; 13. A x P!?, lo que produjo complicaciones que redundaron en beneficio del blanco. Aún no se ha podido ha­llar una réplica efectiva a esta variante.

9. C x P

Se puede seguir l a continua­ción 9 . . . . , A2R; 1 0. P4A, A2D; ll. C3A, P4CD; 12. A X C, pues conduce a las variantes analiza­das al principio de este apartado.

1 44

10. D4A C4C

Es peor continuar, tanto 10 . . . . . P4CR; 11. D x C, P x A; 12. C x C, P x C; 13. D x PA + , A2D; i4. D3A. pues la posición del rey ;legro seria delicada, como 1 0 . . . . , C3A?; 11. e x c. P x e; 12. C4R.

n. c x c 12. D4T 13. P4A 1 4. P5A!

P x C D3C C2T A2R!

La continuación 14 . . . . . T1CD; 1 5. P X P, A X P; 16. A4A, A2R; 17. A x A3R, P x A; 18. A x A, R X A; 19. D4CR, D x P + ; 20. R2D es peor, por cuanto las blancas tienen fuerte ataque (Vasiukov­Zujarov, 1 960) . En lugar de 19. .. .. D x P + , Bolevslavski reco­mendaba 1 9 . . . . . D6R + ; 20. T2D. C4C.

15. C4R!

Si 15. A x A?, R x A. las negras rechazarán el ataque y tendrán un peón de más.

15. TlCD!

No conviene jugar 15. A x A; 16. C x P+ , ni 15 . . . . . P4D; 16. A x A, R x A; 17. D3T + .

1 6. D3T! D5C!

En la partida 90r correspon­dencia O'Kelly-Simagin ( 1 963-1964) sucedió 17. D xD, T x D; 18. A X A, R x A; 19. C x P, P4TD; 20. A4A. y las blancas llevaron una ventaja mínima.

Ataque Sozin

6. A4AD

Page 148: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

En las competiciones de estos últimos años el ataque Sozin va destituyendo de su puesto al ata­que Rauser y es centro de toda discusión acerca de la defensa siciliana.

6. . . . P3R

El movimiento 6 . . . . , D3C se ha hecho muy popular. Tras 7. C X C, P X C; 8. 0-0, P3R; 9. P3CD, A2R; 10. A2C, 0-0; 11. D2R, P4R; 12. R1T, D2A; 13. T1TlR, C2D; 14. C4T!, l a posición de las blan­cas es preferible ( Karpov-Stein, 1971 ) ; y, si lo prefieren, éstas pueden llevar el juego a la va­riante Scheweningen DOr medio de 7. C3C, P3R; 8. 0-0, A2R; 9. A3R, D2A; 10. A3D.

7. 0-0

A veces las blancas demoran el enroque y continúan 7. A3R. Aquí ofrece interés el sistema de­fensivo, ideado por Krogius: 7. . . . , P3TD; 8. A3C, C4TD; 9. 0-0. P4CD; 10. P4A, C X A.

Diagrama núm. 82

11. PA X C, A2C; 12. P5R, P x P; 13. P X P, C2D; 14. D5T, P3C; 15. D3T, D2R; 16. TlTlD, A2C; 1;. A5C, D X A; 18. T x P (es mejor 18. C x PR, P X C; 1 9. T x C, R x T ; 20. T7A + , R l D ; 21 . D3D + , A4D; 22. C x A , R 1 R; 23. C6A + . pues así se da j aque continuo) , R x T; 19. D X P + , RlA; 20. C5D, A x C: 21. D X A, T1R; 22. D6D + , D2R; 23. TIA+ , C3A! y las negras re­chz.zan el ataque (Damjanovic­Krogius, 1 967) , o bien 11. PTxC, A2C; 12. P5R, P x P; 13. P x P, C2D; 14. D5T, P3C; 15. D3T, D2R; 16. C3A, A2C; 17. CSC, C x P; 18. C5C4R, con mutuas posibilidades.

Goza de mucha popularidad el sistema basado en el enroque largo de las blancas: 7. A3R, A2R; 8. D2R (en la vartida Fischer­Geller. 1967. se prosiguió 8. A3C, 0-0; 9. D2R, D4T; 1 0. 0-0-0, C x C ; 1 1 . A x C. A2D; 12. R1C, A3A; 13.

P4A, T l T l D ; 14. T 1 T l A!, P4CD; 15. P5A, P5C ; 1 6. P x P, P x C; 17 . P x P + , R1T; 1 8. T5A, D5C !, y las negras ganaron; posteriormen­te. Murey demostró que las blan­cas ganaban si en vez de 17. P X P + hubiesen vroseguido 17. T x C! , P X T ; 18. P X P + , R1A; 19 . D4C! ) , 0-0 ( también se sigue 8. . . . , P3TD; 9. 0-0-0. D2A; 1 0. A3C, C4TD; 1 1 . P4C, P4CD; 12. P5C, C X A + ; 13. PT X P, C2D; 14. C5A! ?, P x C; 15. C5D, D l D; 1 6. P x P, A2C!; 1 7. P6A!, y las blan­cas han entregado una pieza por un ataque peligroso) ; 9. 0-0-d. D2A; 10. A3C, P3TD.

(Véase diagrama mim. 83)

11. TlTlC! ( es digna de consi­deración la continuación inme­diata 1 1 . P4C, tras l a cual el ne­gro puede continuar 1 1 . . . . , C X C ;

145

Page 149: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Diagrama mím. 83

12. T x C. P4CD!; 13. P5C, C2D; 14. TIC, C4A ; 15. T3C, P3C, con juego complejo e incisivo para ambos bandos; si continúa 12 . . . . . P4R, las blancas llevarán ventaja luego de 13 . C5D, C X C ; 14. T X C, A3R; 15. T3D ; en la partida Fis­cher-Larsen, 1 970, a 1 l . P4C su­cedió 1 1 . . . . . C2D; 12 . P4TR, C4A; 13 . P5C, P4C; 14. P3A, A2D; 15. D2C. P5C. y las negras se hicie­ron con la iniciativa; aquí, Spas­sky recomienda sustituir 12. P4TR con 1 2. P5C seguido de 13. D5T y la maniobra T1T-1C-3C-3T ) , P4CD (en este momento se puede también jugar 1 l . . . . , C2D) ; 12. P4C, P5C; 13. C X C!, D X C; 14. C5D, P x C; 15. PSC, P x P; 16. P x C, A x P; 17. A5D, DST.

( Véase diagrama núm. 84)

En esta posición crítica. las blancas pueden amenazar seria­mente. Veamos cómo se desarro­lló la partida Gipslis-Tahl ( 1967) : 18. A4D (es arriesgado hacer 18. A X T a causa de 1 8 . . . . , A3R o

146

Diagrama mim. 84

de 1 8 . . . . , D x PT, y en caso de 1 8. T X P + , A X T ; 19 . TIC, las negras se salvarán por medio de 19 . . . . , P6C) , A x A ; 19. T X A. A3R; 20. D x P, T1T1A!; 21. A x A, P X A¡ 22. T X PD, D X PT; 23. T x P + . R x T; 24. T7D + , T2AR; 25. T x T + . R x T; 26. D7C + . R3A; 27. D x T, y tablas.

El movimiento 18. A6T se con­trarresta con el 18. . . . . A4A! Lo mejor es continuar 18. DST, tras lo cual no se puede hacer 18. . . . , R1T, ya que sigue 19. A4D, A x A; 20. T X A, y a 18. . . . . A3R puede seguir 19. T x P + !, A x T; 20. TIC, T1A1AD; 21. T X A + ! Entre­gando una torre y la calidad, las blancas desarrollan un ataque contundente.

Parece ser que la variante ba­sada en el movimiento 9. 0-0-0 es favorable a las blancas. No obs­tante, se debe analizar la lógica respuesta 9 . . . . . P4D!?, de Kons­tantinopolski, a la cual Boleslavs­ki aconseja replicar con 10. C3A! También se puede realizar el pro­blemático sacrificio 10. C X PR. P X C¡ 1 1 . P x P, que ocasiona m u-

Page 150: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

chas complicaciones, y cuyo autor es l. Zaitsev.

Hay que tener en cuenta la va­riante 7. A3R, A2D; 8. D2R, P3TD; 9. 0-0-0, TIA; 10. A3C, e4TD; 1 1 . P3A, A2R; 12. P4C, 0-0; 1 3. PSC, e4T: 14. TlTte, P3eR; 15. P4A, T X e, pues da lugar a una lucha incisiva para los dos bandos ( Ageichenko-Si­magin, 1967) . El movimiento T l AD de las negras es mejor rea­lizarlo mediante 7. A3R, A2R; 8. D2R, A2D; 9. 0-0-0, TlAD.

7. A2R

8. A3C

También se puede continuar 8. A3R, 0-0; 9. A3C, A2D por trans­posición de jugadas.

8. 9. A3R

0-0 e4TD

Se ha practicado igualmente la continuación 9 . . . . • A2D; 1 0. P4A, e X e; 11. A x U, A3A; 12. D2R, P4eD; 13. e x P, A x e; 14. D x A, e X P, lo cual mejora la posición de las blancas después de 15.

P5A, A3A; 16. D3D. En la cuar­ta partida de la competición Fis­cher-Spassky se prosiguió 9. . . . , P3TD; 10. P4A, C x e; 11. A x e, P4CD; 12. P3TD, A2C; 13. D3D, tras lo cual las negras reforzaron su juego mediante 13 . . . . , P4TD!; 14. PSR, P x P; 15. P x P, C2D; 16. C x P, C4A.

1 0. P4A P3CD

Este movimiento se debe a Bot­vinnik. Conviene prestar atención a 10. . . . , A2D; 11. D3A, TIA y, sí acontece 1 2. P4C, 12 . . . . , C5A; 13. P5C, CIR; 14. A x C, T x A;

15. P4TR. P3eR; 16. P5A, PC x P!; 17. P x P. P4R!. pues da ventaj a a las negras ( Richter-Simagin, 1968) . El movimiento 12. P4C fue un error.

11. P5R ClR 1 2. P5A

La continuación 12. T3A, C X A; 13. C6A, D2D es peor, ya que da la ventaja a las negras (Neu­kirch-Botvinnik, 1966) .

12. 13. P x P

PD x P C x A

Proseguir 13 . . . . , P3A; 14. C5A!, C x A; 15. C5D!, C5D; 16.

C5D x A + . R1T; 17. CGC + no es tan fuerte. pues las blancas ga­naron en la partida Geller-Vat­nikov ! 1 9 50 ) .

14. CGA D3D 15. D X D

En caso de 15. CSD, AST!; 16. P x P +, T x P; 17. T x T, C x T; 18. DlAR, A3A; 19. e x A + , C x C

ganarán las negras (Bilek-Petro­sian. 196 1 ) .

15. 16. PT x C

A x D A X P

Las blancas tienen cierta sup� rioridad en la fase final.

VI

Continuación clásica

2. C3AR P3R 3. P4D

Aquí es igualmente realizable el gambito 3. P4CD, con la par-

147

Page 151: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

ticularidad de que la entrega de ese peón se realiza ahora en con­diciones más favorables a las blancas que en las continuaciones l. P4R, 1'4AD; 2. 1'4CD y l. 1'4R, P4AD; 2. C3AR, 1'3D; 3. P4CD, ya que después de 3. . .. , P X P; 4. P4D, P4D; 5. P5R, C3AD; 6. P3TD, P x P; 7. P3A, A2D; 8. C x P, P3TD; 9. A3D tienen po­sibilidades de atacar contra el flanco de rey.

3. 4. C x P

P X P C3AR

Si 4. . . . . C3AD, las blancas po­drán continuar 5. C3AD o 5. CSC, P3D; 6. A4AR. P4R; 7. A3R ( a 5. . . . , C4R sigue 6 . D4D! y , en caso de 6 . . . . , P3D. 7. C x P + ) .

5. C3AD

Después de 5. A3D. las negras equilibrarán la posición por me­dio de 5. . . . , C3A; 6. C X C, PD X C; 7. 0-0. P4R.

Diagrama t1úm. 85

5 . . . . C3A

148

Se ha llegado a la antigua va­riante de los cuatro caballos. El movimiento 5. . .. , P3D se analiza en el apartado VII.

Después de 5. . . . , A5C; 6. C4D5C (la fuerte _jugada 6. PSR se analiza más adelante) , el ne­gro debe proseguir 6. . . .• C3A y pasar a la variante principal, porque el blanco llevaría ventaja después de 6 . . . . • C x P; 7. D4C. C X C; 8. P X C, AlA; 9. A4AR, C3T; 1 0. A6D. D3A; 11. A3D o de 6 . . . . • P4D; 7. PSR ( a 7. P x P sigue 7. . . . , P3TD) , C3A2J); 8. D4C, AlA; 9. A5C. D3C; 10. A3R, D3A; 1 1. P4A. A 9. . . .• D4T, las blancas responden con 1 0. D4TD!. y las negras no pueden efectuar el cambio de damas porque se les da mate, y a 1 O. . . .. D3C pro­cede 1 1 . A3R.

Si el blanco responde a 5. . . . . A5C con 6. A3D. el negro podrá optar por una de las dos conti­nuaciones alekhinianas 6. P4R; 7. C4D2R, P4D; 8. P x P. C x P; 9. 0-0, C3AD; 10. C x C. D x C; 11. P3TD, A4T; 12. P4CD. A2A; 13. T1R, A3R!, o 6 . . . . . P4R; 7. C5A. 0-0; 8. A5CR, P4D!. y no se puede jugar 9. P X P porque sigue 9. .. .. P5R y se gana una pieza; o bien por la variante 6. . . .• C3A. tras la cual las blancas siguen 7. C X C. PD X C; 8. P5R. C2D; 9. D4C, D4T; 1 0. 0-0!, A x C; 11. P X A, D X PR; 12. A4AR, dan­do un peón por el ataque, o 7. C X C, PC X C; 8. P5R. C4D: 9. D4C, AlA, mejorando su posi­ción.

Después de 5. .. . . A5C; 6. P5R. C4D (no conviene proseguir 6 . . . . . D4T? a causa de 7. P x C. A X C + ; 8. P X A, D X P + ; 9. D2D, D X T; 1 0. P3AD. D8C; 1 1 . A3D. D3C: 12 . P X P. TIC; 13. D6T. ni

Page 152: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

6 . . . . , e5R; 7. D4e, e x e; 8. D x Pe. T I A ; 9. P3TD, e4C + ; 10. P x A, e x C ; 1 1 . A5eR, D3C; 1 2.

A6TR, D X P + ; 1 3. P3AD, C4A;

1 4. P x D. C x D ; 1 5. A x C ; a 9. . . . . D4T procede 1 0. C3e. D4D ;

1 1 . A3D: en el caso de 6. P5R.

C5R; 7. D4e. D4T. Euwe reco­mienda continuar 8. D X C.

A x C + ; 9. P X A. D x P + ; 1 0. R I D . D x T : 1 1 . C5e. R l D ; 12.

P3AD! . .Y si acontece 1 1 . . . . . P4D.

1 2 . D4CD. D x PR: 1 :l. A4AR. C3A :

1 4 . A X D. C X D: 1 5 . e7A + ) ; 7. D4e < se puede continuar 7. A2D.

e x e ; 8. P x e. A2R: 9. D4e. R 1 A :

1 0. A3D. PaD: 1 1 . P4AR. C3A; 1 2. 0-0!. o 7. . . . . e3AD: 8. e X e4D.

A X A + : 9. D x A. P x e : 1 0. 0-0-0 ) . P3eR < después d e 7 . . . . . D4T; 8. D x Pe. A x e + ; 9. P X A. D X P + :

1 0. R2R. D x e ; 1 1 . D x T + . R2R.

las blancas prosiguen 1 2. A3T +

y ganan ) : 8. A2D. 0-0; 9. e x c. A x A + ; 1 0. R x A. P X C; 11. D4A. e3A; 12. P3AD. C x C; 13. D x C. P3D; 14. P X P. D x P; 15. A3D. el blanco tiene oosibilidades de atacar mediante P4TR, o de te­ner un final ventajoso si se pro­ducen cambios de materi a l .

6 . C4D5C

Lo mejor. pues mejora hasta cierto punto el j uego de l as blan­cas. El 6. A3R no lo es tanto. pues sigue 6 . . . . . ASe; 7. A3D. P4D!; 8. C X C. P X e; 9. PSR, C2D; 1 0. D4C. AlA; 1 1 . P4A, TlCD; 12. CID. A3T. y las negras se ha­cen con la iniciativa.

Según Alekhine, la continua­ción 6. C X C. PC X e!; 7. PSR. C4D; 8. e4R ( se amenaza con hacer P4AD-P5A ) , P4AR: 9. P x P a.p., C X P; 1 0. C6D + . A x e; 1 1 . D x A. D3C! ! con objeto d<'

proseguir 1 2 . . . . , D x P + ) ; 12. A3D, P4A; 13. A4AR, A2C; 14. 0-0. TIAD iguala el juego. A 8. .. . • D4T + se debe responder con 9. P3A. pues de hacerlo con 9. A2D sucederá 9. . . .• e5e; 10 . P4AR. D4D; 1 1 . e3A. DSD. y las negras tendrán contraj u ego.

6. ASe

Lo mejor. No conviene prose­_:;u ir 6 . . . . . P4D?. por cuanto si­gue i. P ,: P. P x P: 8. C x PD y l as blancas gan an un peón . ni 6. . . . . P3D; i. A4AR. pues las negras se verán forzadas a continuar 7. . . .. NR: 8. A5e. P3TD : 9. e3T!. ya que a i . . . . . e4R? segu irá 8. D4D� y 9. e X P -:- . y perderán un peón.

i. P3TD

Esta co:ltinuación es oportuna y tranquila . La 7. e6D + . R2R!; 8. e X A ...¡... . T X e iguala el j uego. y la 7. eso -:- . R2R!: 8. A4AR. P4R; 9. C5A + . RlA; 1 0. ASCR. P4D! da la iniciativa al negro.

También se ha ccntinuado 7. A4AR. C x PR; 8. e7A -:- . R2R! < ehigorin recomendó esta jugada. que da a ganar un peón si su­cede 9. e x T. e x C; 1 0. P x C.

A x P + : 1 1 . R2R. P4R: 1 2 . A3R.

A x T seguido de P3D v A3R: si las negras juegan 8 . . . . . RlA ya no se podrá continuar 9. e x T. a causa de 9. . . . . D3A con ataque pel igroso: pero no 9. . . . . e X C .

debido a 1 O . A 6 D + : ·oor eso las blancas deberán prosegui r 9. D3A. P4D: 1 o. 0-0-0. A x C; 1 1 . P X A. T 1 CD : 1 2 . C X PD. P x e:

1 3. D X C. P X D : 1 4 . T X D + . e x T :

1 5. A X T. lo cual les dará una ven taja mínima ) : 9. D3A. P4D;

1 49

Page 153: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

10. 0-0-0, A X e; 11. P X A, P4eR; 12. A3e ( 1 2. D X C es peor, de­bido a 12 . . . . , P x D!; 13. A x P + . P3A) , P4A; 13. P4A, P5A; 14. C x T (a 14. C x P + , P x C; 15. P x P procede 15. . . . . A4A! ) , P x A; 15. P x PD, P x PD; 16. A4A, A3R; 17. T1T1R, D4T; 18. C7A, con ventaja de las blancas.

7. 8. C x A 9. P x P

A x C + P4D P X P

Después de 9. . . ., e X P; 1 0. A2D, 0-0; 1 1. D5T, C3A; 12. D4T, DSD; 13. ASeR!, el blanco habrá mejorado sus posibilidades ( Gu­feld-Jasin , 1 966) .

10. A3D 0-0

Después de 10 • . . . , Ase; 11. P3A, A3R; 12. 0-0, P3TR (o 12. . . . , 0-0) ; 13. P4A, las blancas ten­drán una posición activa.

11. 0-0 P3TR

De ese modo se previene la clavada que puede causar el mo­vimiento A5CR de las blancas. Por ejemplo: 11. . . . , A5C; 12. P3A, A3R; 13. A5CR, D3C+ ?; 14. R1T, D X P; 15. A X C, P X A; 16. D2D, y el blanco atacará peligro­sament�.

12. TlR

Se practica también 12. A4AR, PSD; 13. ese, e4D; 14. J;)3A, A3R; 15. TlTlD, con lo que las blan­cas están algo mejor.

12. PSD

150

Diagrama ntim. 86

Posición crítica. Después de 13. e4R, e X e; 14. A X e, D3A, la posición del blanco será preferi­ble a la del negro.

VII

Variante Scheweningen

2. e3AR 3. P4D 4. C x P

P3R P x P C3AR

De unos años a esta parte se ha puesto de moda el antiguo movimiento 4 . . . . , P3TD, de Paul­sen, que se analiza junto con el 4. . . . , e3AD en el apartado si­guiente.

5. e3AD P3D

Esta disposición de peones, lla­mada «pequeño centro», limita la movilidad de las piezas blancas, forma ·un a posición reducida pero sólida, y caracteriza la variante Scheweningen. nombre de la ciu-

Page 154: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

dad holandesa donde se practicó por primera vez.

Tal disposición puede asimismo producirse en este otro orden de movimientos: 2. C3AR, P3D; 3. P4D, P x P; 4. C X P, C3AR; 5. C3AD, P3R.

6. A2R

A 6. P4A siguió 6 . . . . . P3TD; 7. D3A, D3C; 8. C3C, C3A; 9.

A3D, A2R; 10. A3R, D2A; 11. 0-0, 0-0 y se igualaron las posi­bilidades (Keres-Smyslov, 1959 ) .

Antes solía practicarse el sis­tema basado en el movimiento 6. P3CR seguido del fianchetto del alfil, elaborado por Panov al fi­nalizar la tercera década. La po­sición de dicha pieza en el esca­que 2CR ejerce presión fuerte sobre la diagonal 1 TR-BTD y se opone al avance P3D-4D de las negras. Al mismo tiempo que han terminado su desarrollo y se han asegurado el dominio del centro, las blancas empiezan un ataque rápido con los peones AR y CR (véase la partida núme­ro 2 1 ) .

Ofrece interés el movimiento 6. P4CR, realizado por Panov en una partida con Kotov jugada en el año 1939, al que las negras no deben responder con 6 • . . . , P4D?, porque sigue 7. A5C + !, A2D; 8. P x P, C x PD; 9. C x C, P x C; 10. D2R+, A2R; 11. C5A, o 10 . . . . , D2R; 11. A3R, y las blancas lle­van ventaja; y a 6. . . ., P3TR procede 7. P5C, P x P; 8. A x P. Por tanto, lo mejor es continuar 6 . . . . , C3A; 7. PSC, C x C; 8. D X C, C2D. La continuación 7 . . . . , C2D no es tan fuerte, pues acontece 8. C4D5C, C4A; 9. MAR,. P4R; 10. A3R, .C3R; 11. CSD, y el blan-

co mejora sus posibilidades. Y la 6 . . . . , P4R es insuficiente, debido a 7. A5C + y a 7. C5A. En esta variante es digno de atención el nuevo sistema defensivo, ideado por los aj edrecistas de la Repú­blica Democrática Alemana : 6 . . . . . P3TD; 7. P5C, C3A2D; 8. A3R, P4C; 9. P3TD, C3C! A pesar de haber movido una sola pieza y perdido cuatro tiempos valiosos en moverla en el transcurso de los nueve movimientos realizados, las negras lograron buen juego al ejercer dominio sobre la im­portante casilla SAD. En la par­tida Estrin-Espig ( 1 971) se pro­siguió 10. A2C. Cl-2D; 11. P4A. P4R: 12. CSA?, P3C!, y el negro

quedó con ventaja.

6. P3TD

Este movimier.to se estimaba imprescindible e� casi toeas las variantes de la de!e."lsa siciliana. pero actualmente se hace e:n con­tadas ocasiones. p1.:es a las ne­gras no les inquieta el salto del caballo adversario a la casilla 5CD, puesto que se le pueee echar en seguida.

7. P4TD A2R

Aquí se puede continuar 8. 0-0, D2A; 9. P4A, C3A; 10. A3R. O-O; 11. C3C, P3CD; 12. ASA, A2C; 13. DlR, TlR; 14. TlD, y la posición del blanco es preferible.

Ahora procedamos al análisis de la llamada «Variante Schewe­ningen mejorada», en la que las negras demoran cuanto pueden la ejecución del movimiento profi­láctico P3TD. Veamos cómo se desarrolla la lucha : 6. A2R, A2R; 7. 0-0, 0-0; 8. A3R, C3A; 9. P4A,

1 5 1

Page 155: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

A2D; 1 0. D1 R < en vez de este movim iento se puede hacer 1 0 . C3C seguido de A3A y preparar el ataque de peones con P4CR al modo de la variante Schewe­ningen clásica) .

Diagrama núm. 87

Si 10 . . . . , D2A, las blancas de­berán prosegui r 11. C4D5C!, D1C; 12. T1D. Según el maestro búl­garo Jankov, si ahora sucede 12. . . .. P3TD. tendrán una excelen­te posición de ataque después de 13. C x P!, A x C; 14. PSR, A x P; 15. P x A, D x P; 16. A4AR, D4A + ; 17. R1T.

Y así, lo mejor para las negras no es hacer 1 O. . .. , D2A, sino op­tar por la maniobra del cambio, que Capablanca ejecutó siempre en situaciones análogas a ésta : 1 0 . . . .. C x C; 11. A x C, A3A y. en caso de 12. D3C. replicar con el movimiento 12. . . .• P3CR, de Korchn oi.

En la partida Jolmov-Korch­noi ( 1964 ) , las negras se halla­ron con un final satisfactorio des­pués de 1 3. D3R, D4T; 14. PSR, P x P; 15. P X P; C2D; 16. T1TlD,

152

A4A; 17. A x A. D x A; 1 8. D x D. C x D; 19. A3A, TlT1A.

Y en la Unzicker-Najdorf 1 1 966) no se hizo 12. D3C, sino 12. A3D, C2D; 13. D3C. P4R; 14. P x P, a lo que siguió la contundente ré­plica 14. . . . , ASTR! Y la conti­nuación 15. D3T. C x P¡ 16. CSD, A x C; 17. P x A, P3CR; 18. P4A. A3A produjo una posición con equilibrio de posibilidades.

VIII

Sistema Paulsen

2. C3AR 3. P4D 4. C x P

P3R P x P P3TD

Diagrama núm. 88

Éste es un sistema bastante elástico, que entró en la práctica moderna a mediados de los años cincuenta, y se hizo pol)ular en seguida, pues permite a las ne­gras encubrir por algún tiempo sus planes estratégicos.

La continuación 4. . . . , C3AD conduce a la variante Schewe-

Page 156: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

ningen si se prosigue 5. C3AD, P3D; 6. A2R, C3A; '7. A3R, A2R. Además, en este orden de mo­vimientos las negras se libran del peligroso ataque 4 . . . . . C3AR; 5. C3AD, P3D; 6. P4CR!

En caso de 4. . . .• C3AD, se puede igualmente continuar 5. C5C, P3D; 6. P4AD ( la variante 6. A4AR, P4R; 7. A3R, C3A; 8. A5C fue practicada con éxito por las blancas, pues lograron un juego excelente después de 8 . . . . , D4T + ; 9. D2D. e x P; 10. D X D, C X D; 1 1 . A3R, R2D; 1 2. Cl-3A, C X e; 13. e X e en la partida Fis­cher-Taimanov. 1 97 1 . y en la Adorjan-Bobotsov, 197 1 ; pero en la primera partida Fischer-Petro­sian de la competición final en­tre pretendientes, celebrada en 1971, y después de los movimien­tos habituales 8. . . .. A3R; 9. e1 e3A, P3TD; 1 0. A x e, P X A; 1 1 . C3T, las negras no prosiguie­ron 1 1 . . . . . C5D. sino que optaron por la importante novedad 1 1 . . . . . P4D! ; 12. Px P. A x e ; 13. P X A, D4T; 14. D2D. 0-0-0; 15. A4A. TlT1C y tuvieron una posición excelente, lo cual motivó que toda la variante en cuestión dejase de practicarse) , C3A; 7. Cl-3A. P3TD; 8. C3T, A2R; 9. A2R, 0-0; 1 0. 0-0, A2Il. l en la partida Kar-

·

pov-Tukmakov. 1971 , se continuó 1 0 . . . . . P3eD; l l . A3R. A2C: 12. T1A, e4R; 13. D4D. e4R2D� 14. P3A, P4D; 15. PR X P. A4A; 16. D2D, y las blancas mejoraron sus perspectivas) ;. 11. A3R. D2A; 12. TIA, T1A1C; 13. P3A. y el blan­co quedó con ventaja CLangeweg­Korchnoi, 1965).

También es ventajoso 11. . . . •

DlC; 12. P3A ( es igualmente po­sible 12. P4A ) . P3CD; 13. DlR. T2T; 14. D2A. T2C; !5. TlAlD,

C5CD; 16. T2D, TlD ( a 16. . .. , P4eD se puede responder coo 17. Tl T1D, pero no con 17 . . . . , P x P ; 18. e x P, P4D, a causa de 19. e5T) ; 17. TITlD, AIR; 18. Pll c Kapengut-Balashov, 1971 ).

5. C3AD

Aquí se han seguido igualmen­te otras continuaciones.

5. A3D, C3AD; 6. C X C, PC X C; 7. 0-0, P4D; 8. P4AD, C3A; 9. PA X P, PA x P; 10. P X P, P X P (a 10 . . . . . C x P procede 1 1 . A4R) ; ll. C3A, A2R; 12. D4T + ! y las blancas tienen más posibilidades que las negras (séptima partida de la competición individual Fis­cher-Petrosian, 1971 ) . o 5. . .. , A4A; 6. C3C, A2T; 7. 0-0, C3AD; 8. D4C (también es bueno 8. D2R, Cle2R; 9. A3R. A x A ; 10. D X A) . C3A!; 9. D3C!, P3D; 10. C3A, P4CD; 11. RIT. A2C; 12. P4A ( 1 vkov-Polugaievski, 1962) .

Y 5. P4AD, C3AR; 6. C3AD, A5C; 7. P5R, CSR!; 8. D4C, C x C; 9, P3TD. AlA!; 10. P X C, P3D, con juego complicado. Es un error 7. . . . . D4T? en lugar de i . . . . . CSR. porque sigue 8. P x C, Ax C + ; 9. P x A, D x P+ ; 10. D2D, D X 'l'; 11. A2R. C3A; 12. P x P. TICR; 13. C x C, PC x C; 14. 0-0, D x PC; 15. P3C. P4D; 16. A3T. y las blancas compensan con creces la falta de un peón y de la calidad con el dominio que su alfil ejerce so­bre las casillas negras.

Se puede sustituir igualmente 7. PSR con 7. A3D, C3A; 8. C x.C, PD X C; 9. PSR, después de lo cual será erróneo hacer 9. .. . , DSD y 9 . . . . • D4T, ya que seguirá 10. P x C. A x C + ; 11. P X A, D X P+ ; 12. A2D!, D X A3D; 13. P x P, TlCR; 14. A6T, y las blan-

153

Page 157: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

cas quedarán mejor. Por eso a 9. P5R hay que replicar con 9 . . . . , C2D; 10. P4A, C4A; 11. A2A, D x D + ; 12. R x D, P4CD; 13. C4R, C x C; 14. A x C, A2C; 15. A3R. 0-0-0 + ; 16. R2R. pues iguala las posibilidades después de 1 6. . .. , P x P < pero no 1 6 . . . . . P4AD?, por­que sigue 17 . A x A + . R x A ; 18. TD 1 AD!. P X P; 19. T X P. y las negras pierden un peón. como aconteció en la partida Estrin­Maseiev. 1969- 1 970) ; 17. TD1AD. P4TD; 18. P3TD, A2R; 19. A6CD, T2D; 20. A X PTD. T5D.

5. . . . D2A

Es frecuente que las negras prosigan inmediatamente 5. . . . . P4CD; 6. A3D. A2C. En este caso. y después de 7. 0-0. D2A (a 7. . . . , C2R procede 8. D5T) ; 8. T1R!, C3AD. el blanco tendrá ventaja con 9. e X c. D X C; 10. P4TD. PSC; 11. CSD! (Tahl-Gips­lis. 1958 ) . Y no es mejor hacer 8. .. . • C3AR. debido a 9. ASC. PSC; 10. PSR!. n i 8 . . . . . A3D; 9. DST, C3AR; 1 0. D4T.

Si 7 . . . . . P5C en lugar de 7. . . . • D2A. se podrá efectuar la entrega de una pieza. como en la partida Estrin-Schatskes ( 1967) : 8. CSD!, P x C; 9. P x P. A x P; 1 0. TlR+ . A2R ( en caso de que su­ceda 1 0 . . . . . A3R; 1 1 . D3A, T2T; 12. A3R, T2A; 1 3. A4AR. TIA; 1 4. TlTlD. la posición de las ne­gras será poco menos que insos­tenible) ; 11. C5A, C3AD; 12. C x P + . R1A. después de lo cual las blancas atacaron peligrosa­mente mediante 13. CST!, A3R; 14. D3A, A3D; 15. A3R. P3T; 16. A5A + . A2R; 1 7. T X A! Y mejo­raron sus posibilidades luego de 7. . . . . C2R; 8. DST!. Cl-3A: 9.

1 54

C x C, A X C; 10. A4AR!, C3C; 11. A3C en la partida Suetin-Gipslis ( 1 966 ) .

6 . A2R

También es bueno 6. A3R, C3AD; 7. P4A ( o 7. P3TD, C3A; 8. P4A. C x C ; 9. A x C!. D X P; 10. P3CR. D2A; 1 1 . P5R. con lo que las blancas entregan un peón a cambio de una posición más ac­tiva ) . P4CD; 8. C x C. D x C; 9. A2R, A6T!? Aqui pueden las· bl ancas seguir 1 0. AtAD. Asimis­mo se ha segu ido 1 0. C x P. P x C; 1 1 . P x A. D X PR. donde Spassky propuso continuar 1 2. D4D. C3A; 13. D x D, C x D; 14. A x P, lo que acrecienta las posibilidades de las blancas.

También se 9uede continuar con 6. A3D. C3AD; 7. A3R, C3A; 8. 0-0. C4R; 9. P3TR, P4CD ( o con 9 . . . . . A4A ; 1 0. D2R. P3D; 1 1 . P4A. C3C: 1 2 . C3C. A X A + ; 1 3. D X A. 0-0 ; 14 . T1TIR. P4C, y el juego de las negras es satisfacto­rio ) ; 1 0. P4A. C5A; 11. A x C. D x A; 12. P5R ( o hacer 12. D3D. P4D y complicar el juego ) . P5C; 13. D3A. TlCD; 14. P X C. P x C ; 15. P3CD, D2A; 16. P5A!. con ata­que de las blancas < Ivkov-Por­tisch. 1964 ) .

Además d e 8. . . . . C4R. se pro­sigue también 8. . . .. e X C; 9. A x C. A4A; 10. A x C!. P x A; 11. D4C!. o bien 8 . . . . . P4CD. lo que da igualmente ventaja a las blan­cas luego de 9. C X C. D X C; 10. P3TD. A2C ( o 1 O. . . . . P5C ; 1 1 . P x P. A X P ; 12. T4T! ) ; 11. D2R. D2A ( 1 1 . . . . . P4D: 12. P X P. C x P es peor. debido a 13. A4R; en ese caso conviene más hacer 1 1 . . . . . A2R) : 12. P4A. P3D; 13. A4D.

En caso de 8. 0-0. lo mejor para

Page 158: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

las negras será continuar 8 . . . . , A3D; 9. RlT, ASA!; 10. A x A, D X A; 11. e4D2R, DST. Por eso hay que considerar el movimien­to 8. D2D, de Lutikov, en vez del 8. 0-0, pues ofrece a las blancas la posibilidad de atacar contra la posición del rey adversario des­pués de 8. . . . , A3D; 9. e X e, Pe x e; 10. P4A, P4R; 11. P5A (Lutikov-Tahl, 1 969) .

Desde hace algún tiempo vuel­ve a practicarse la antigua con­tinuación 6. P3eR, e3AD; 7. A2e, C3A; 8. 0-0. Aquí es proseguible 8 . . . . , e x e; 9. D x e, A4A; 1 0. A4A!, P3D (después de 1 0. . . . , A X D ; 1 1 . A x D, A x C;

.1 2. P X A ,

P4D; 1 3. P x P, C X P ; 14. A5R, las blancas llevarían ventaj a) ; 11. D3D!, e2D; 12. e4T, P4R; . 13. A2D, P4eD; 14. e x A, e x e; 15. D3T, pues acrecienta las posibili­dades de las blancas.

También se prosigue 8. . . ., P3D; 9. TlR, e X e; 10. D X e, AZR. En la partida Vasiukov-Li­berson ( 1969) , las blancas opta­ron por 11. P5R, P x P; 12. T x P, 0-0; 13. A4A, A3D; 14. T1D!, y las negras se encontraron con dificul­tades luego de 14 . . . . , A x T (a 14. . . . , T1D? hubiese sucedido 15. T5AD! y habrían perdido inme­diatamente) ; 15. A X A, D2R; 16. e4T, e2D; 17. A6D.

Como respuesta a 9. T1R!, se ha ensayado el movimiento 9 . . . . , A2D; sin embargo, la posición de las blancas es preferible a la de las negras al término de 1 0. e X e, P x e (a 1 0 . . . . , A x C procede 1 1 . C5D! ) ; 11. e4T, TlCD (en l a par­tida Tahl-Najdorf, perteneciente a la Competición Individual del Si­glo celebrada en 1 970, sucedió 1 1 . . . . , P4R; 12. P4AD, A2R; 13. P5A, y las blancas quedaron mejor) ;

12. P4AD, P4A; 13. e3A, A2R; 14. P3e, A3A; 15. A2e (Savon-Tahl . 1971 ) .

6. 7. A3R 8. 0-0

e3AD C3A

Diagrama núm. 89

En la partida Suetin-Vladimi­rov ( 1 967) siguió 8. P3D>, y las negras lograron contrajuego sufi­ciente después de 8. . . .. A2R; 9. P4A, P3D; 1 0. 0-0, A2D; 11. e3e. 0-0; 12. P4e, P4D! Es fácil ver que se produjo la posición de la variante Scheweningen, donde las blancas hicieron el innecesario movimiento P3TD. En caso de 8. . . . , A3D, lo mejor para éstas será continuar 9. D2D!, A4R; 10. P4A, o 9 . . . . , C x C; 1 0. A x e, A4A; 11. D3D.

8. ASe 9. e4T! 0-0

Desde luego, no conviene ju­gar 9. . . . • e X P?, porque sigue 1 0. c x e, D x e; 11. ese, T1CD; 12. D4D, AlA; 13. A3A. P4D; 14.

155

Page 159: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

P4A, y las blancas quedan me­jor. La continuación 9 . . . . , C2R; 1 0. P4AD!, C x P; 11. A3A, C4AD; 12. P3TD, C x C; 13. P x A, C x P; 14. C X P! conduce a una posición compleja e incisiva para las dos partes ( Lepioschkin - Furman, 1 965 ) .

L a 9 . . . . . P4CD n o es tan fuer­te, debido a 1 0. C X C, PD X C; 11. ASA!. y a 9 . . . . . A3D se responde ventajosamente con 1 0. C6C!

10. e x e PC x C

Después de 1 0 . . . . , PD X C; 11. C6C, TIC; 1 2. P3AD, A3D; 13. P3CR. el blanco mejorará su po­sición, pues el negro jugaría pe­l igrosamente con 1 3 . . . . . C x P. de­l>ido a 14. C4A.

1 1 . C6C 1 2. C x A

TIC T1A x C !?

Las negras entregan audazmen­te un peón ; si 12. . . .. D X C, se­guirá la desagradable réplica 13. PSR.

13. A x P T1R

Aquí se puede continuar 14. A3D, A3D¡ 1 5. P4AR, P4R; 16. PSA, T x P, o 15. P4CR, P3T; 16. RlT, A4R; 17. TlCD, A x PC ( Geller-Tahl , 1 97 1 ) ; en ambos casos las negras tienen contra­juego.

Partida núm. 20

Chigorin Paulsen Berlín, 1881

La revista «Deutsche Schachzei­tung» definió de la siguiente ma-

1 56

nera la victoria de Chigorin so­bre Luis Paulsen, campeón de Alemania: «Esta sola partida es suficiente para reconocer que el representante de Rusia es un maestro de primera clase».

Ciertamente, el análisis de esta partida da la impresión de que se haya jugado en 1973 y no en 188 1 . Esto revela en qué grado el juego de Chigorin une orgáni­camente la sutil estrategia de nuestros días con el saber apro­vechar las ligeras ventajas obte­nidas en la apertura y el ataque combinatorio final.

l. P4R 2. C3AR 3. P4D 4. C x P S. C3C 6. C3A 7. P3TD!

P4AD C3AD P X P D3C C3A P3R

De ese modo se impide el mo­vim iento A5C. o el C5CD. de las negras.

7. A2R 8. A2R

A 8. A3D hubiese seguido 8. . . . . P4D, y las negras habrían terminado oportunamente el de­sarrollo.

8. 9. 0-0

1 0. D3D!

0-0 P3TD

Este movimiento y el consi­guiente traslado de la dama al flanco de rey fue «resucitado» más de medio siglo después por los ajedrecistas soviéticos, y aceptado como una novedad in­geniosa por la teoría moderna.

Page 160: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

1 0. 11. P4A 12. D3e 1 3. A3R 14. C2D

D2A P3D A2D TDlD

Ti ene por objeto proseguir C4A. o bien incorporar ese caba­llo al ataque contra la posición del rey adversario.

14. P4D

Era mejor continuar 14. . . . .

P4eD, pues hubiese evitado la respuesta de la partida.

15. P5R 16. C3A 17. D2A! 1 8. AGe 1 9. A3D

e I R P4A D i e TI A

Con sutiles maniobras de posi­ción, Chigorin fue reduciendo a su contrincante. A partir de aquí empezó a reagrupar sus piezas para atacar el flanco de rey.

1 9. 20. e2R 21. A3R 22. P3eD 23. P4TR! 24. P4CD!

C2A e1T C4T P4CD e2c

Para impedir la jugada C4A y, en consecuencia, el cambio del alfil 3D. pieza importante en el ataque.

24. D2A 25. C2R4D CID

1 Véase dia�ranza núm. r;v)

26. P4e !

Diagrama IIIÍII!. 9tJ

Aquí se da principio a un ata­que preparado cuidadosamente: con la entrega de un peón, las blancas abren líneas para el asalto de sus piezas.

26. 27. ese

P x P A x e

No convenía 27 . . . . . P3T, de­bido a 28. C7T, T1R; 29. A6e, C2A; 30. P5A!, ni 27 . . . . , P3C por efecto de 28. D3C seguido de D x P y e x PT.

28. PT x A 29. R2C 30. T1T 31. T6T 32. T1-1T

P3e TIC T2A T2eR C2A

Continuar 32. . . . , AlA; 33. D4T, T2e no hubiese sido mejor, pues las blancas habrían ganado con elegancia : 34. A x P!, P x A; 35. T x P! !

33. T6-4T 34. D3C 35. D x P

T1AR CID C3e

1 57

Page 161: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Ahora se ejecutará una combi­nación sorprendente y decisiva para el resultado de la contienda.

36. T X P! 37. T x T

T X T T2A

No se podía jugar 37 . . . . , R X T, ya que hubiese sucedido 38. DST + y mate en dos movimien­tos.

38. TGT CSA 39. T x P + RlA 40. AZA AlA

A fin de que el rey pueda sar al flanco de

41. D4T 42. T8C 43. P6C 44. D + T X !

dama.

R2R R2D T2R

Y las negras abandonaron.

Partida núm. 21

Panov Grechkin Odessa. 1 949

l. P4R 2. C3AR 3. P4D 4. C x P 5. C3AD 6. P3CR

P4AD P3R P X P C3AR P3D

pa-

Con este movimiento se pre­tende que el alfil cubra el rey. presione sobre la diagonal 1 TR-8TD, e impida el contragolpe P3D-4D. En el ulterior avance de los peones del flanco derecho, la dama blanca se podrá situar en el escaque 5TR y la torre en el 3TR. Este sistema fue introduci-

158

do en la práctica por Panov en el año 1 929.

6. 7. A2C 8. 0-0 9. A3R

10. D2R!

P3TD D2A A2R 0-0

Las blancas no deben apresu­rarse en llevar a término su plan de juego. Primero han de termi­nar el desarrollo en el flanco de dama e impedir la ejecución del característico contragolpe P3D-4D. cuyo autor es Grechkin.

1 0. C3A 11. TDID A2D

Las negras preparan la manio­bra del cambio practicada oor Ca­pablanca: C X C y A3AD.

12. C3C 13. P3TD

P4CD AlA?

Perdiendo dos tiempos valio­sos. las negras quieren colocar ese alfil en la casilla 2C y dejar así libre la 2D para la retirada del caoallo; pero esto les retrasa en el desarrollo. En tales casos. cuando uno de los contendientes intenta realizar un impetuoso ata­que de peones y piezas. conviene valorar cada tiempo. Así. lo pro­cedente era continuar 13. TlTlA.

14. P4A AZC 15. P4C

El movimiento de esta «ala» de peones, con el punto 5D como eje de rotación, caracteriza las particularidades estratégicas de este sistema.

Page 162: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

15. C2D 16. P5C C3C

16 . . . . , P3A es peor debido a 17. A3T. Aquí procede continuar 16 . . . . , T1AIR; 17. PSA, AlAR.

17. PSA 18. P6A 1 9. AlA

C5A AlD C3A4R

A 19. . . . . P3C sigue 20. D4C, C3A4R; 21. D4T, P4TR; 22. C2R. y luego C3C y C x P.

20. P x P 21. C4D 22. c x c 23. T3D

R X P C3A D X C

Las negras no podrán defender­se del ataque que las piezas ma­yores blancas efectuarán en las columnas AR y TR.

23. 24. RIT 25. T3T 26. DST 27. C2R

A3C+ C4R TIT C3C

El movimiento de ese caballo es decisivo. pues a 27 . . . . , TDIAR sucederá 28. D6T+, RIC; 29. C3C y la maniobra C3C-5T-6A + ; a 27. . . . . D x P A procederá 28. T3-3AR. con ataque irrechazable; y a 27. . . . . D x PR seguirá 28. '1'3CR! Por eso las negras entregan un peón, cifrando la esperanza en prote­gerse de las contingencias de mate con un peón adversario.

27. P4A 28. P X P a. p. R2A 29. C4A TDlCR 30. D X P+ ! T X D 31. T X T+ R x P

32. CSD + + R4R 33. TST + R5D 34. A3R+ RSA 35. P3C, mate.

Diagrama mím. 91

Partida núm. 22

Jolmov Bronstein Kiev, 1 9 65

l. P4R 2. C3AR 3. C3A 4. P4D 5. C x P 6. ASCR 7. P4A 8. D3A 9. 0-0-0

1 0. P4CR 1 1 . A x C

P4AD C3AR P3D P X P P3TD P3R A2R D2A Cl-2D P4C P X A

Respecto a l a toma del alfil blanco con el caballo. o con el alfil . en la casilla 3AR. véase el análisis correspondiente.

12. P5A!

1 59

Page 163: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Esta jugada de Simagin es la más fuerte. 12. P3TD no lo es tanto, ya que sigue 12 . . . . , A2C; 13. P5A y las negras pueden con­tinuar ventajosamente 13. . . . , P4R, pues defenderán con el al­fil su escaque 4D.

12. C4R

Proseguir 1 2 . . . . , P5C; 13. P x P, P x C; 14. P x C + , A x P es peor, pues sigue 15. PSR!

13. D3T 0-0 14. P5C PSC

Este movimiento de las negras es inoportuno; por consiguiente, era mejor continuar 14. . .. , P x PC; 15. P x P, P X P; 16. C x PR, D2D; 17. CSD, D x C; 18. D x D + , A x D; 19. C x A+ , R2A y conformarse con un final equi­librado.

160

15. PC x P 16. TlC+ 17. D6T 18. C6A!!

A x P R1T D2R

Diagrama núm. 92

Brillante movimiento, que las negras indudablemente subesti­maron. Entregando ¡�na pieza, y luego un peón, las blancas abren paso a sus piezas menores, las cuales amenazarán con asestar un golpe concluyente.

18. 19. P5R!

e x e A4C +

D e seguir 19 . . . . , A x P; 20. P6A!, A x PA; 21. A3D, o 19 . . . . , C x P; 20. C4R, C2D; 21. T x P, P x P; 22. T x A!, las negras tam­poco hubiesen podido salvar la partida.

20. T X A 21. P x PD 22. T3C

P3A D2AR P x C

Las negras simplifican la po­sición y llevan ventaja de una pieza. Sin embargo, las blancas continúan atacando.

23. A4A! 24. RlC 25. TlD1CR

P x P + ClD

A las blancas les bastaba con 25. P7D para ganar inmediata­mente.

25. 26. P7D

T2T T X P

Las negras tienen que ir ce­diendo la ventaja material.

27. P x P 28. A x C 29. T X T 30. R X P 31. R1T 32. T3C3D!

C x P T8D+ A X A TIC+ A x P

Page 164: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Aquí se ve claro que las ne­gras no pueden defender sus lí­neas primera y segunda.

32. 33. R X A 34. T3CD

D2R D3R+

Y tuvieron que abandonar.

Partida núm. 23

Kostro Simagin Varna, 1 966

l. P4R 2. C3AR 3. P4D 4. C x P 5. C3AD 6. A5CR 7. D2D

P4AD C3AD P x P C3A P3D P3R P3TD

Esta continuación ha sido ela­borada por Aronin.

8. 0-0-0 P3T

Las blancas se hallan en la en­crucijada de tres caminos: 9. A4T, 9. A3R y 9. A4AR. Quizás el me­jor sea 9. A4T, pues el elegido en la partida no dificulta el jue­go de las negras (véase el análi­sis correspondiente).

9. A4AR A2D 10. c x c

Este cambio de caballos facili­ta la tarea de las negras. Por eso es preferible jugar 10. A3C, aun­que en este caso se debe prestar atención a la poco investigada respuesta 10. . .. , TIA, cuya fina­lidad es replicar a 11. C x C con 11 . . . . , T x C.

6. - CURSO DE APERTURAS ll

10. A x C 11. P3A

La continuación 11. DIR, reco­mendada por Tahl, tampoco re­porta beneficio a las blancas, ya que después de 11. . . . , D4T; 12. A4A! (o 12. A x PD , A x A ; 13. T X A, A X P) , A2R!, no oodrán continuar 13. A x PD, A x A; 14. T X A, debido a 14. . . . , D4AD!

11. 12. DIR 13. P3TD 14. P x P

P4D ASC A4T

De seguir 14. P4CD, las negras hubiesen tenido buen juego des­pués de 14 . . . . • A3C; 15. P x P, A x P; 16. C x A, C x C; 17. P4A, D3A; 18. A5R, A6R + !

14. C x P 15. P4CD

Diagrama núm. 93

15. . . . C x A!

Este sacrificio de la dama es muy oportuno, porque mejora la

1 6 1

Page 165: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

posición de las negras y conduce El blanco no podía hacer otra a una lucha posicional tranquila. cosa.

16. T x D + A X T 17. C2R

Esto causará dificultades a las blancas, aunque las negras ha­brían tenido igualmente un jue­go excelente y con posibilidades de atacar la posición del rey ad­versario después de 17. C4R, 0-0.

17. 18. A X C 19. D2A

C x C + 0-0

En la partida por correspon­dencia Estrin-Simagin ( 1963-1 964 ) , las blancas prosiguieron 19. RlC y las negras tuvieron buen juego después de 19. . . . , A3A; 20. P4TR, TlTlA; 21. P4C, A4D.

19. 20. TlD

A3A P4CD

Este movimiento implica la po­sibil idad de 21 . . . . , P4TD. Por eso el rey blanco procurará retirarse de la zona peligrosa.

21. R2D 22. A3D 23. R2R

A4D TlAlAD T6A!

Tras lo cual el bando negro ganará un peón.

24. P4TR

Se intenta sin fortuna organi­zar un contraataque en el flanco de rey.

24. 25. P4C 26. A x A

1 6 2

Tl-lAD ASA!

26. 27. T2D 28. D3C

T x P+ T7A x A P4C!

Es una sutileza concluyente. Esta partida es una paradoja aje­drecista, pues la dama blanca se ha convertido inesperadamente en una pieza de escaso valor.

29. PST 30. D6D

T6A T x PT

Los peones blancos caen igual que manzanas maduras, pues el negro domina totalmente la si­tuación.

31. D6C Tl-SA 32. D8C + R2C 33. D6D T5-6A 34. P4A T6R+ 35. RlA P X P 36. D7A T8T+ 37. R2C P6A+

Y el blanco se rindió.

Partida núm. 24

Byrne, R. Fischer Susa. 1 967

l. P4R P4AD 2. C3AR P3D 3. P4D P x P 4. C x P C3AR 5. C3AD P3TD 6. A4AD

Fischer se encuentra a gusto en esas posiciones, tanto con las blancas como con las negras.

Page 166: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

6. 7. A3C

P3R P4CD

Esta continuación es compro­metida. 7. . . . , A2D o 7. . . . , A2R habrían mejorado la situación de las negras.

8. P4A 9. P5A

10. C4-2R 11. ASC 12. C3C

A2C P4R C1C2D A2R T1AD

Se amenaza con la habitual en­trega de la calidad 13. . . . , T X C y, por lo tanto, con la destrucción del centro de peones de las blan­cas. En la partida Polugaievski­Donner (Beverwijk, 1966), el ne­gro jugó peor: 12. . . . • C4A?; 13. A X C, A X A; 14. ASD!, lo cual dio la ventaj a decisiva al blanco.

13. 0-0?

Error grave. Lo procedente era continuar 13. A x C. C x A; 14. CST.

13. P4TR!

El caballo blanco ya no puede ocupar la casilla 5T, por lo que su situación es complicada.

14. P4TR

(Véase diagrama núm. 94)

La continuación 14. A4TR es un poco mejor. Esta partida re­vela claramente que en la de­fensa siciliana basta cometer un error para perder.

14. 15. A x C

P5C A x A

Di:agrama núm. 94

1 6. C5D 17. C X PT 1 8. PSA!

A x P D4C

Es la única forma de compli­car la lucha. A 1 8. . . . . D x C si­gue 19. P x P. y a 18. . . . . T x C sucede 19. T5A..

1 8. F3C 19. C7C+ RlD 20. T3A .A6C 21. D3D A7T + 22. RlA cu 23. T3T!

Byrne juega con mucho inge­nio; sin embargo. no logra corre­gir el error que ha cometido en la apertura. Aquí la lucha se complicaría si se prosiguiera 23 . . . . . C x D ; 24. T x T + . R2D; 25. A4T + .

23. 24. D3AR 25. PT x C 26. D X T 27. F x A 28. R1R

T5T! C x A T X T A x C D X PA+ D5A

163

Page 167: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Y las blancas abandonaron, pues sólo podían evitar el mate a costa de i mportantes pérdidas materiales.

Partida núm. 25

Karpov Gik Moscú, 1968

En pocos años el joven Ana­toli Karpov ha obtenido grandes éxitos y se ha convertido en uno de los mejores grandes maestros. Se inicia en este juego, bajo la dirección de M. Botvinnik, en la escuela DSO «Trud». Desde su infancia da muestras de una ex­traordinaria capacidad para el ajedrez. y a los dieciocho años de edad reconquista el titulo de campeón del mundo de juveniles para los aj edrecistas soviéticos. A partir de este acontecimiento ha conquistado una serie de pri­meros puestos entre los más des­tacados oarticipantes en competi­ciones internacionales. Por fin. en 1 975. tras haber superado con éxito el torneo de candidatos. Anatoli Karpov gana el título de campeón del mundo.

l . P4R P4AD 2. C3AR P3D 3. P4D P x P 4. C x P C3AR 5. C3AD P3CR 6. A3R A2C 7. P3A 0-0 8. A4AD C3A 9. D2D D4T

10. O-O-O A2D

Se ha llegado a una de las po­siciones más populares en la teo­ría moderna de las aperturas: las

1 64

blancas preparan un ataque de pe:ones en el flanco de rey, in­tentando abrir líneas para sus piezas mayores, mientras las ne­gras desarrollan el contraataque en el flanco opuesto.

11. P4TR 12. A3C 13. P5T

C4R TlAlAD

Las blancas entregan un peón, a fin de movilizar prontamente sus fuerzas. Como se indica en el análisis. también se ha practica­do 13. RlC y 13. P4C.

Si se hace en seguida 13. A6T. puede segu ir 13. . . . . A X A; 14. D X A. T X C!. y. luego de 15. P x T. las negras oodrán elegir entre 15 . . . . . D x PA; 16. RIC, P4TD; 17. P4T. P4CD y 15 . . . . . D6T + ; 16. R2D. P4TD; 1 7 . P5T. P4CR!; 1 8. D x PC+ . R1T. tras lo cual el ataque de las blancas es­taría en un callejón sin salida < Gurvic-Dubinin. 1 968- 1 969 ) .

13. C x PT 14. A6T

También se puede continuar 14. P4C. pues '!)arece muy arries­gado para el negro la entrega de una pieza mediante 14 . . . . . C x PC; 15. P x C. A x P; 16. T1D1A. En la partida por corresoondencia Kau­ranen-Estrin ( 1968-1970 ) . aquél tuvo buen juego después de 14. . . . . C3AR; 1 5. T1DlC. P4CD; 16. A6T. T x C!; 1 7. D x T. D x D; 18. P x D.

14. A x A

La continuación 14 . . . . . C6D + ; 15. R1C!. C x P ( no conviene j u­gar 1 5 . . . . . A x C debido a 16.

Page 168: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

C5D!) ; 16. R x C, A x A; 17. D xA, D x C + ( 17 . . . . , Tx C no es tan fuerte, pues le sigue 18. P4C, C3A; 19. P5R!, T x A + ; 20. PT X T, P x P; 21. C2R, A3A; 22. P5C, C4T; 23. T x C!, y el ataque de las blancas es contundente) ; 18. R1C crea una situación tensa en extremo.

15. D x A T x C

Las negras han de proceder con energía, de lo contrario las blan­cas les tomarán la delantera en el desarrollo, con mejor posición.

16. P x A

Diagrama núm. 95

16. . . . D x PA?

Por extraño que parezca, Kar­pov demuestra que este lógico movimiento ofrece a las blancas ocasión para realizar un ataque irrecbazable.

Hay que prestar atención a 16. . . . , C3AR, y en caso de 17. P4C, será oportuno continuar 17. . . . , D x PA!; 18. C2R, D x PAR.

En la partida por correspon­dencia Smrchka - Estrin (1968-1970) sucedió 16 . . . . , C3AR; las blancas continuaron 17. R1C, P4CD; 18. P4AR, C5A; 19. P5R, lo cual ocasionó un juego incisivo para los dos bandos.

También se juega 16 . . . . . TlAD; en este caso. lo mejor para las blancas es 17. R1C o 17. C2R.

17. C2R! DU.

En caso de efectuar la atra­yente continuación 17 . . . . . C6D + ; 18. T x C, DST+ ; 19. R2D, D x T, habría seguido 20. P4C. C6C; 21. D X D, C X D; 22. R3R. con pérdi­da del caballo negro.

18. P4C 19. P5C 20. T x C!

C3AR C4T

La entrega de esa calidad es decisiva.

20. 21. TlT 22. RlC

P x T DSR+ D x PA

De haber seguido 22. . . . . D x C; 23. D X P4T no se habría podido evitar el mate.

23. T X P P3R

En caso de 23. . . . • ese las blan­cas no debían proseguir 24. D x P+ , RlA; 25. T6T, P3R; 26. T x C, P x T; 27. D X A, D x C, pues habrían permitido a las negras evitar la derrota, sino 24. TlT! (propuesto por I. Zaitsev) segui­do de 25. CID; y a 24. . . . , P4R debían responder con 25. C3A •

24. P6C! C x P

165

Page 169: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

25. D x P+ RIA 26. T5AR!

Tras este golpe, la posición de las negras resulta indefendible; no obstante, prosiguieron.

26. D X A+ 27. PT x D P X T 28. C4A TID 29. D6T+ RIR 30. e x e P x C 31. D x P+ R2R 32. DSC + RIR 33. P x P TIA 34. D8C + R2R 35. D7C+ RID 36. P6A

Aquí abandonaron.

Partida núm. 26

Kupreichik Tahl Sochi, 1970

l. P4R P4AD 2. C3AR P3D 3. P4D P x P 4. C x P C3AD 5. C3AD C3A 6. A4AD D3C 7. C3C P3R 8. A3R D2A 9. P4A

Como se indica en el análisis, también se puede continuar 9. A2R, lo cual da origen a la an­tigua variante Scheweningen. Pero las blancas optan aquí por otra estructura de piezas que ofrece igualmente perspectivas muy prometedoras.

9. 10. A3D

166

P3TD P4CD

11. P3TD 12. D3A 13. 0-0 14. TlTlR

A2R A2R TlAD 0-0

Es fácil ver que uno y otro bando han dispuesto perfecta­mente sus piezas. El blanco se propone atacar la posición del rey adversario, y el negro pretende contraatacar por el centro y ac­tivar el flanco de dama.

15. D3T

Aquí se juega también 15. P4C, pero las blancas habrán de con­tar con la respuesta P3D-4D de las negras, ya que, si bien tal respuesta ocasiona a las negras la pérdida de un peón, el rey de las blancas se quedará sin la pro­tección de sus peones.

15. P5C

Diagrama núm. 96

16. CSD!?

La entrega de esa pieza es in­teresante y muy prometedora.

Page 170: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Con ese procedimiento combina­torio las blancas intentan sacar provecho de su ventaja espacial. Por eso el sacrificio del caballo blanco en la casilla 5D se eje­cuta en muchas variantes de la defensa siciliana.

16. 17. P x P 18. A4D 19. T3A

P x C CIC P3C

Mediante 19. P5A, A X P; 20. T X A!, D x T; 21. PA X P, PA x P; 22. A X C las blancas podían re­sarcirse de l a pieza sacrificada, pero su ataque se hubiese desva­necido luego de 22. . . . , D3R! Se­gún Shamkovich, en caso de pro­ducirse la atrayente continua­ción 19. T3R, A x P; 20. D4T, las negras podían continuar 20. . .. , A x C!; 21. T X A, D x T; 22. A x C, D6R+ ; 23. RIT, C2D.

19. 20. T3A3R 21. D4T

A X P AlD CIC2D

A la retirada del caballo ne­gro sucedía la entrega de la dama y el mate: 21. . . . , C4T; 22. D x C! , o 21. . . . , C3A2D; 22. D x P+ !

22. D6T D2C

Aquí hay que prestar atención a la interesantísima entrega de la dama: 22 . . . . , D3C!!?; 23. A X D, A x A; 24. RIA, C5C; 25. D3T, C x T + ; 26. T x C, A x T; 27. D x A, pues las negras entregan la dama a cambio de dos torres y tienen más posibilidades que las blan­cas.

23. T3C C4A?

Error grave, impropio de Tahl. Las negras podían rechazar el ataque de las blancas y ganar la partida prosiguiendo 23 . . . . , A3C!; veámoslo: 24. T7R, A x A+ ( la continuación 24. . . . , A x C; 25. A x PC, A X A + ; 26. RlT, RlT; 27 . A x PA, C5C; 28. A6C, T2AR! ; 29. T X T, C X D ; 30. T X P + , RlC; 3 1 . A4R + , R l A ; 32. A X D, T X P también hubiese dado la victoria a las negras; pero habría sido erróneo continuar 27 . . . . , C5R?, ya que seguiría 28. D x P + ! ! , R X D ; 29. A8C + + . con mate en el siguiente movimiento) ; 25. C x A, D3C; 26. A x PC, D x C + ; 27. RlA, RIT! Esta variante se debe a Tahl y a Kupreichik.

Tras el error que han come­tido las negras, el ataque de las blancas será irrechazable.

24. c x c 25. P5A!

P x C P x A

La continuaciór: 25. . . . , T.2A tampoco las salvaba, debido a 26. A x PA, A2R; 27. A4D.

26. PA x P 27. A x PC

PA X P RIT

Ante la contingencia 28. A7A+ + , pero no hay ninguna posibilidad de defensa.

28. D X T+ . 29. A5A 30. T8R 31. T3T

CIC TIC D2AR

Y las negras se rindieron al no poder conjurar el peligro de 32. D x C .;- , D X D; 33. T X P, mate, o 32. T x P + .

1 67

Page 171: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Partida núm. 27

Parma Balashov Moscú, 1971

l. P4R P4AD 2. C3AR P3D 3. P4D P x P 4. C x P C3AR 5. C3AD P3TD 6. A5CR P3R 7. P4A D2A

Balashov suele hacer ese mo­vimiento, con lo que ofrece a las blancas ocasión para elegir entre muchas y variadas continuacio­nes. Pero, como se indica en el análisis, 7 • . . . , A2R es más se­guro.

8. D3A

Se puede igualmente continuar 8. A X C, P x A; 9. D2D.

8. P4C

Este movimiento entraña mu­cho riesgo, como lo prueba l a pre­sente partida. Es más fuerte con­tinuar 8 . . . . , A2R. o bien 8 . . . . .

CIC2D.

9. A x C 10. P5R

P x A D2C

No conviene jugar 1 0 . . . . , A2C, a causa de 11. D5T seguido de las amenazas 12. C x PR y 13. P x PA. Al optar por el movi­miento efectuado en la partida. las negras cifraron indudable­mente la esperanza en las con­tinuaciones 11. D x D, A x D; 12. P x PA y 11. P x PA, D x D; 12. C X D, lo cual les daba la opor­tunidad de recuperar su peón 3A,

168

dada la ventaja de la poderosa pareja de alfiles. Pero las blan­cas rechazaron tales continuacio­nes y trataron de aprovechar su ventaja en el desarrollo.

11. C4R 12. P x P 13. A3D!

P AX P P x P

Por lo visto, las negras subes­timaron la fuerza de este movi­miento. No pueden tomar el ca­ballo 4D blanco, ya que seguiría 14. C6A+ y 15. A4R.

13. P4A

Diagrama núm. 97

Es un desesperado intento de complicar la lucha; intento que el maestro yugosiavo refuta fá­cilmente.

14. C x PR!

Sencillo y convincente. La po­sición de las negras se derrum­ba cual un castillo de naipes.

14. P X C

Page 172: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Desde luego, no se podía ju­gar 14 . . . . , A X C, ya que habría seguido 15. C6A + y las negras hubiesen perdido la dama.

15. A X PR 16. C x A

D3C T x C

De haber seguido 16. . . . , T2T; 17. T1AR, las blancas hubiesen ganado un peón y amenazarían por diversos puntos.

17. DST+ 18. D x P+

T2A A3R

A 18. . . .• T2R procedía 19. D8T + . R2D; 20. 0-0-0+ y 21. A x T.

19. 0-0-0

Las blancas protegen a su rey. tras lo cual su ataque será irre­chazable. Proseguir aquí 19.

A x T? era un error grave, pues habría seguido 19 . . . . , D7A+ ; 20. R1D, T2D + ; 21. R1A, D7D+ y mate en dos jugadas.

19. 20. T6D 21. RlC

T2T D6R+ T2T2R

Para responder a 22. A6A + con 22. . . . , C X A; 23. D xD, A x P + .

22. T x A

Y las negras abandonaron. de­bido a la falta de dos peones y a su situación crítica. A 22. . . . . C2D sigue 23. T x T+ . T x T; 24. D8T + . ClA; 25. A6A+ . RlD: 26. TlD + . y las blancas ganan fácil­mente.

Esta partida fue gal ardonada con un premio especial de be­lleza.

1 69

Page 173: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin
Page 174: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

íNDICE GENERAL

DEFENSA ESCk�DL�AVA: l. P4R. P4D . Partida 1 : Bronstein-Lutiko'\" .

DEFENSA ALEKHINE: l. P4R, C3AR; 2. P5R, C4D . I. 3. P4AD .

Variante l. 5. P4A .

Variante 2. 5. P x P . II. 3. P4D Partida 2: Pollak-Panov

Partida 3: Ravinski-Friedstein . Partida 4: «Diesna»-«Lenin» Partida 5: Smyslov-Spassky Partida 6: Polgar-Bagirov .

DEFENSA NIMZOVICH: l. P4R, C3AD .

DEFENSA UFIMTSEV O DEFENSA PIRC: l. P4R, P3D; 2.

9 1 1

13 14 14 18 20 22 24 25 27 28

31

P4D, P3CR; 3 . C3AD, C3AR . 33 I. 4. ASCR . 34

II. 4. P4A . 35 III. 4. C3A . 38 Partida 7: Estrin-Sbujovitski 39 Partida 8: Fischer-Benko . 41 Partida. 9: Savon-shamkovich . 42

DEFENSA CARO-KANN: l. P4R, C3AD I. 2. P4D, P4D; 3. C3AD .

Variante l. 4. . . ., A4A .

Variante 2. 4. . . . , C3A . Variante 3. 4 . . . . , C2D .

II. 2. P4D, P4D; 3. P x P Variante l. 5 . . . . , P3CR .

Variante 2. 5. . . . , P3R . Variante 3. 5. . . . , C3A; 6. A5C .

45 45 47 5 1 54 55 56 57 58

Page 175: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Variante 4. 5. . . . , C3A; 6. C3A . 60 III. 2. C3AD . 6 1 Partida 1 0 : Nimzovich-Capablanca . 63 Partida 11: Grigoriev-Panov 65 Partida 12: Lowenfisch-Konstantinopolski . 68 Partida. 13: Tahl-Bronstein . 69

DEFENSA E'RANCESA: l. P4R, P3R; 2. P4D, P4D . 73 l. 3. P X P 73

II. 3. P5R . 74 III. 3. C2D . 76 IV. 3 C3AD . 8 1 Variante l . 3 . . . . , P X P 81 Variante 2. 3. . . . , C3AR . 83 V. 3. C3AD, ASC . 88

Variante l. 4. P3TD . 89 Variante 2. 4. A3D 9 1 Variante 3. 4 . A2D . 92 Variante 4. 4. P5R . 93 VI. 2. D2R (Sistema Chigorin) 98 Partida 14: Chigorin-Tarrasch . 100 Partida 15: Tarrasch-Teichmann 1 0 1 Partida. 16: Alekhine-Fabrni 103 Partida 17: Smyslov-Botvinnik. 1 04 Partida 18: Smyslov-Botvinnik 1 07 Partida 19: Sbamkovich-Projorovich 1 08

DEFENSA SICILIANA: l. P4R, P4AD 1 1 1 l. 2. C3AD. C3AD; 3. P3CR ( Sistema cerrado o Chigorin) . 1 1 1

II. 2. C3AD, C3AD; 3. P5R ( Sistema Rubinstein) . 1 1 3 lll. 2. C3AR, P3D (Variante del dragón) 1 1 6 IV. 2 . . . . . P3D y 5 . . . . . P3TD ( Continuación moderna ) 123

Ataque 6. A5CR . 124 V. 2 . . . . , C3AD y 5 . . . . . P3D ! Continuación contemporánea ) . 1 32

Sistema Bolevslaski . 136 Ataque Rauser 1 37 Variante 1 . 7 . . . . , P3TR 139 Variante 2. 7 . . . . . A2R 1 39 Variante 3. 7 . . . . , P3TD 1 42 Ataque Sozin . 144

VI. 2. C3AR. P3R: 3. P4D < Continuación clásica) 147 VII. 2. C3AR, P3R: 3. P4D, P x P: 4. C x P. P3AR (Varian-

te Scheweningen) . 150 VIII. 2 . C3AR. P3R: 3 . P4D. P x P: 4. C x P. P3TD (Siste-

ma Paulsen) . 1 52 Partida 20: Chigorin-Paulsen 156 Partida 21 : Panov---Grechkin 158 Partida 22: Jolmov-Bronstein 159

Page 176: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

Partida 23: Kostro-Simagin Partida 24: Byrne-Fischer . Partida 25: Karpov-Gik Partida 26: Kupreichik-Tahl Partida 27: Parma-Balasbov

1 6 1 162 164 166 168

Page 177: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

COLECCION ESCAQUES

1 Finales de peones. - l. Maizelis.

2 Finales de alfil y de caballo. - Y. Averbach.

3 Teoría de finales de torre. - Lowenfish y Smyslov.

4 Teoría de aperturas, tomo 1 : Abiertas. - V. N. Panov.

5 Teoría de aperturas, tomo 11: Cerradas. - V. N. Panov.

6 Defensa india de rey. - P. Cherta. 7 Táctica moderna en ajedrez, tomo l . - L. Pachman.

8 Táctica moderna en ajedrez, tomo 1 1 . - L. Pachman.

9 Estrategia moderna en ajedrez. - Ludek Pachman.

1 O La trampa en la apertura. - B. Weinstein.

1 1 Aperturas abiertas. - L. Pachman.

12 Aperturas semiabiertas. - L. Pachman.

1 3 Gambito de dama. - Lude k Pachman.

14 Aperturas cerradas. - Ludek Pachman.

15 El arte del sacrificio en ajedrez. - R. Spielmann.

16 Cómo debe jugarse la apertura. - A. Suetin.

17 Teoría de los finales de partida. - Y. Averbach.

18 El arte de la defensa. - l l ia Kan.

19 Táctica del medio juego. - l. Bondarewsky.

20 La estructura de peones centrales. - B. Persits.

2 1 La perfección e n e l ajedrez. - Fred Reinfeld.

22 El gambito de rey. - Paul Keres.

23 Lecturas de ajedrez. - Yuri Averbach.

24 200 celadas de apertura. - Emil Gelenczei.

25 Defensa sicinana. Variante Najdorf. - P. Cherta.

26 Ajedrez de entrenamiento. - A. Koblenz.

27 Jaque mate. - Kurt Richter.

28 Combinaciones en el medio juego. - P. A. Romanowsky.

29 La defensa Pire. - G. Fridshtein.

30 El sentido común en ajedrez. - E. Lasker.

31 Ajedrez elemental. - V. N . Panov.

32 La defensa catalana. - Neustadt.

33 El ataque y la defensa. - Hans Mül ler.

34 Defensa siciliana. Variante Paulsen. - P. Cherta.

Page 178: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

35 La psicología en ajedrez. - Krogius.

36 El arte del análisis. - Paul Keres.

37 Bobby Fischer. - Pablo Morán. 38 Partidas decisivas. - l. Pachman.

39 200 partidas abiertas. - D. Bronstein. 40 El match del siglo: Fischer-Spassky. - l. Pachman. 4 1 A B C d e las aperturas. - V. N . Panov.

42 La batalla de las ideas en ajedrez. - A. Saidy. 43 Ataques al rey. - B. F. Baranov.

44 Capablanca. - V. N. Panov.

45 Los niños prodigios del ajedrez. - P. Morán.

46 Tablas. - L. Verjovsky.

47 Leyes fundamentales del ajedrez. - l. Kan.

48 Ajedrez y matemáticas. - Fabe l . Bonsdorff y Ri ihimaa.

49 El laboratorio del ajedrecista. - A. Suetin .

50 Cómo piensan los grandes maestros. - P. Schm idt.

51 Defensa Sicil iana. Variante del Dragón. - E. Gufe ld y E. Lazarev.

52 Psicología del jugador de ajedrez. - Reuben Fine.

53 Los campeonatos del mundo. De Steinitz a Alekhine. - P. Morán.

54 Los campeonatos del mundo. De Botvinnik a Fischer. G l i goric y Wade .

55 Viaje al reino del ajedrez. - Averbach y Bei l in .

56 Anatoli Karpov. - Angel Mart í n .

57 Alekhine. - Kotov. 58 300 Miniaturas. - Roizman.

59 Errores típicos. - Persits y Voronkov. 60 La defensa Alekhi rie. - Eales y W i l l iams .

6 1 Finales artísticos. - Kasparian. 62 Diccionario de ajedrez. - Ramón Ibero.

63 Curso de aperturas. Abiertas. - Panov y Es tri n .

64 Curso d e aperturas. Semi abiertas. - Panov y Estrin .

65 Curso de aperturas. Cerradas. - Panov y Estri n .

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Page 180: Curso de Aperturas Semiabiertas - Panov y Estrin

La edición española del formidable tratado teórico CURSO DE APER­TURAS. consta de tres volúmenes perfectamente diferenciados: APER­TURAS ABIERTAS. APERTURAS SE­MIABIERTAS y APERTURAS CE­RRADAS. Cada uno de ellos respon­de a las exigencias de cualquier jugador de ajedrez, sea principiante o experimentado.

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COLECCION

ESCAQUES