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Número 314 SE PU81.104 ¿09 DOillINSOS D. Antonio Jiménez Luque Que j de Llano Priego de Córdoba, 5 Octubre 1958 Depósito Legal. CO. 15 - 1958 i ght.ccieni, de titoratuiria y Saetas dIrta4 che aidfrul de Périeith Fué sencillamente, algo imprevisto, que salía de mí misma, con naturali- dad, con desbordamiento. Algo que yo necesitaba e intuía, lo que me hizo coger la pluma y los cuartillas, y salía de mi, precisamente ahora cuando ya estaba lejos de todo aquello que po- día influirme de una manera poco na- tural, que podía dotar a mis sentimien- tos de un aire obligado, de una nece- sidad poco verdadera. Por eso, cuan- do sentí bullir dentro de mi ese c lgo que lo reclamaba, fué entonces cuan- do me decidí a hacerlo para que todo ello saliera sencillamente, sin ruido... sin pensarlo. Aquellas calles y aquel ambiente me lo trajeron. * * En realidad apenas puedo decir co- mo fué. Una decisión rápida me había hecho preparar mi maleta y había di- rígido mis pasos hacia el coche. Mien- tras volaba por la carretera, me habla venido la pregunta más de una vez ¿por qué iba? no pude contestarlo. Sin embargo, a medida que marcaba el cuentakilómetros, el paisaje iba cam- biando. De la aridez y grandeza del paisaje castellano, mi vista pasó a la igualdad y monótona contemplación del olivo. Pero había algo de nuevo en esta contemplación; a cada mo- mento algo distinto llamaba mi aten- ción, haciéndola posarse dulcemente, sin idea fija, en tierras andaluzas. Creo que no pensé nada. Me dejaba embria- gar un poco por esta campiña árida y verde a la vez, con una ansia loca por conocer, y descubrir, por compenetrar- me—en una palabra— con ella. El tiem- po pasó rápido. Sin darme apenas cuenta me vi rodeada de fábricas; me pareció descubrir, detrás de sus grue sos muros, manos que trabajaban, ojos fijos en la máquina como queriendo robarle a ésta el secreto de su trabajo. El coche ahora corría lento, algo le impedía ir más deprisa. Volví en mí. Era la vida misma lo que ahora con- templaba. El ir y venir de unos y otros, con sus preocupaciones y sus alegrías, y entonces como quien cree descubrir un secreto que ya sabe, pensé que la vida era la misma en todas partes y que el hombre centro de ella ¿por qué había de cambiar, como el paisaje? Poco a poco fuí compenetrándome con las calles y la gente. Las iglesias barrocas me acercaron a Dios. Junto a sus altares abarrotados, la techumbre blanca y pura llamó mi atención. «El Sagrario» hizo que me sintiese peque- ña, y me unió más a toda aquella gen- te que me rodeaba y a la que no co- nocía. Luego otro escenario vino a exaltar de nuevo mis sentimientos. Parecía que aquella tierra andaluza quería cono- cer, hasta el fondo mis reacciones an- te un cambio de vida tan enorme en aquella ciudad pequeña... Barracas .. coches... caballitos... y alguien que quería probar su puntería en un blan- co. La vida de la ciudad cambiaba. Era una vida ajetreada, movida, que con- trastaba con el lento andar de las per- sonas por la feria. Parecía que nadie tenía p risa y sin embargo todos, que- rían llegar a otra cosa nueva, a «algo que no se había visto». No me costó mucho acomodarme a aquel movi- miento, que en parte también bullía dentro de mi, y corríamos... corríamos... aunque permaneciésemos quietos, con la mirada anhelante para no perdes ningún gesto ni esfuerzo de los parti- cipantes en la Gran vuelta Ciclista. Luego fué la emoción que sentimos los españoles ante los toros. Me encontré a mi misma en la maravillosa mcntilla española. Pasé junto a unos extranje- ros. Creo que mi orgullo español se enfrentó en mi mirada con su gesto de admiración. «Los toros, la mantilla. (me pareció oir) ¡son muy geniales los españoles!, muy ¿cómo se dice?...» la tranquilidad volvió de pronto, de 'improviso como se había ido. Fué ya muy entrada la noche. Nece- sitaba respirar fuerte, pero yo creo que lo que más me movió a ello fué el de- seo de conocer la ciudad dormida, tranquila, descansando. Salí deprisa. Un aire desolado y tris- tón me envolvió en un momento. Las calles estaban desiertas. Las barracas, el tiro, los coches... habían desapareci- do. Sin darme cuenta, la vida ambulan- te de sus dueños había emprendido otro camino. En silencio,.. tal como ha- bían venido se habían marchado. Por un momento me quedé triste. Las ca- lles me parecieron frias y demasiado grandes. La vida volvía a su ritmo nor- mal. Sin apenas darme cuenta me diri- gí al Adarve. Me recibió, ¡unto a la huerta alegre y verde, el silencio de la noche. Había una enorme luna, que re- ducía sin querer, la luz de los faroles, iba despacio, para poder penetrar más toda la belleza de aquel silencio. Vi uno calle estrecha y no lo dudé. Pe- netré en ella. La tibia luz del farol se hacia enormemente grande, como si la pared de enfrente, tan cerca, la refle- jase. Ni un solo ruido. Al dar la vuelta a una esquina, me sorprendieron como dos lamparillas, allí al fondo. Inten- tando descubrir un nuevo secreto, me acerqué. Una Virgen preciosa me son- reía. Por fin habla encontrado algo vi- vo en la noche. Luego, las calles estre- chas, como un laberinto, me fueron en- cerrando, con ojos curiosos y mirada impaciente buscaba cualquier detalle. La Villa me sobrecogía. Me sentí pri- sioneró voluntario en sus calles peque- ñas. No tenía más remedio que seguir andando y sin embargo lo hacía por- que quería. Continué durante un rato. La Fuente del Rey me recibió majestuosa, seño- rial, con su porte tal y como me lo ha- bía imaginado y entonces pensé, sin lugar a dudas, que la soledad de la noche la hacía a mi vista más sobreco- gedora que nunca. A los pocos días, cogí de nuevo el coche. Quise imaginarme que nada había sucedido, que todo seguía igual. Sin embargo, al ser franca conmigo misma, me di cuenta que algo nuevo, arrollador había en mí, y me inva- dió una gran alegría. rtea pea Por tietta3 anciabga3...

D. Antonio Jiménez Luque Priego de Córdoba, 5 Octubre 1958 … a 399/314. 051058.pdf · 2012-09-23 · SE PU81.104 ¿09 DOillINSOS Número 314 D. Antonio Jiménez Luque Quejo°

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Número 314SE PU81.104 ¿09 DOillINSOS

D. Antonio Jiménez Luque

Que jo° de Llano

Priego de Córdoba, 5 Octubre 1958

Depósito Legal. CO. 15 - 1958

ight.ccieni, de titoratuiria y Saetas dIrta4 che aidfrul de Périeith

Fué sencillamente, algo imprevisto,que salía de mí misma, con naturali-dad, con desbordamiento. Algo queyo necesitaba e intuía, lo que me hizocoger la pluma y los cuartillas, y salíade mi, precisamente ahora cuando yaestaba lejos de todo aquello que po-día influirme de una manera poco na-tural, que podía dotar a mis sentimien-tos de un aire obligado, de una nece-sidad poco verdadera. Por eso, cuan-do sentí bullir dentro de mi ese c lgoque lo reclamaba, fué entonces cuan-do me decidí a hacerlo para que todoello saliera sencillamente, sin ruido...sin pensarlo. Aquellas calles y aquelambiente me lo trajeron.

* *En realidad apenas puedo decir co-

mo fué. Una decisión rápida me habíahecho preparar mi maleta y había di-rígido mis pasos hacia el coche. Mien-tras volaba por la carretera, me hablavenido la pregunta más de una vez¿por qué iba? no pude contestarlo. Sinembargo, a medida que marcaba elcuentakilómetros, el paisaje iba cam-biando. De la aridez y grandeza delpaisaje castellano, mi vista pasó a laigualdad y monótona contemplacióndel olivo. Pero había algo de nuevoen esta contemplación; a cada mo-mento algo distinto llamaba mi aten-ción, haciéndola posarse dulcemente,sin idea fija, en tierras andaluzas. Creoque no pensé nada. Me dejaba embria-gar un poco por esta campiña árida yverde a la vez, con una ansia loca porconocer, y descubrir, por compenetrar-me—en una palabra— con ella. El tiem-po pasó rápido. Sin darme apenascuenta me vi rodeada de fábricas; mepareció descubrir, detrás de sus gruesos muros, manos que trabajaban, ojosfijos en la máquina como queriendorobarle a ésta el secreto de su trabajo.El coche ahora corría lento, algo leimpedía ir más deprisa. Volví en mí.Era la vida misma lo que ahora con-templaba. El ir y venir de unos y otros,con sus preocupaciones y sus alegrías,

y entonces como quien cree descubrirun secreto que ya sabe, pensé que la

vida era la misma en todas partes y

que el hombre centro de ella ¿por quéhabía de cambiar, como el paisaje?

Poco a poco fuí compenetrándomecon las calles y la gente. Las iglesias

barrocas me acercaron a Dios. Junto a

sus altares abarrotados, la techumbre

blanca y pura llamó mi atención. «ElSagrario» hizo que me sintiese peque-

ña, y me unió más a toda aquella gen-te que me rodeaba y a la que no co-nocía.

Luego otro escenario vino a exaltarde nuevo mis sentimientos. Parecía queaquella tierra andaluza quería cono-cer, hasta el fondo mis reacciones an-te un cambio de vida tan enorme enaquella ciudad pequeña... Barracas ..coches... caballitos... y alguien quequería probar su puntería en un blan-co. La vida de la ciudad cambiaba. Erauna vida ajetreada, movida, que con-trastaba con el lento andar de las per-sonas por la feria. Parecía que nadietenía p risa y sin embargo todos, que-rían llegar a otra cosa nueva, a «algoque no se había visto». No me costómucho acomodarme a aquel movi-miento, que en parte también bullíadentro de mi, y corríamos... corríamos...aunque permaneciésemos quietos, conla mirada anhelante para no perdesningún gesto ni esfuerzo de los parti-cipantes en la Gran vuelta Ciclista.Luego fué la emoción que sentimos losespañoles ante los toros. Me encontréa mi misma en la maravillosa mcntillaespañola. Pasé junto a unos extranje-ros. Creo que mi orgullo español seenfrentó en mi mirada con su gesto deadmiración. «Los toros, la mantilla.(me pareció oir) ¡son muy geniales losespañoles!, muy ¿cómo se dice?...»

la tranquilidad volvió de pronto, de'improviso como se había ido.

Fué ya muy entrada la noche. Nece-sitaba respirar fuerte, pero yo creo quelo que más me movió a ello fué el de-

seo de conocer la ciudad dormida,tranquila, descansando.

Salí deprisa. Un aire desolado y tris-tón me envolvió en un momento. Lascalles estaban desiertas. Las barracas,el tiro, los coches... habían desapareci-do. Sin darme cuenta, la vida ambulan-te de sus dueños había emprendidootro camino. En silencio,.. tal como ha-

bían venido se habían marchado. Porun momento me quedé triste. Las ca-

lles me parecieron frias y demasiado

grandes. La vida volvía a su ritmo nor-mal. Sin apenas darme cuenta me diri-

gí al Adarve. Me recibió, ¡unto a la

huerta alegre y verde, el silencio de lanoche. Había una enorme luna, que re-

ducía sin querer, la luz de los faroles,iba despacio, para poder penetrarmás toda la belleza de aquel silencio.Vi uno calle estrecha y no lo dudé. Pe-netré en ella. La tibia luz del farol sehacia enormemente grande, como si lapared de enfrente, tan cerca, la refle-jase. Ni un solo ruido. Al dar la vueltaa una esquina, me sorprendieron comodos lamparillas, allí al fondo. Inten-tando descubrir un nuevo secreto, meacerqué. Una Virgen preciosa me son-reía. Por fin habla encontrado algo vi-vo en la noche. Luego, las calles estre-chas, como un laberinto, me fueron en-cerrando, con ojos curiosos y miradaimpaciente buscaba cualquier detalle.La Villa me sobrecogía. Me sentí pri-sioneró voluntario en sus calles peque-ñas. No tenía más remedio que seguirandando y sin embargo lo hacía por-que quería.

Continué durante un rato. La Fuentedel Rey me recibió majestuosa, seño-rial, con su porte tal y como me lo ha-bía imaginado y entonces pensé, sinlugar a dudas, que la soledad de lanoche la hacía a mi vista más sobreco-gedora que nunca.

A los pocos días, cogí de nuevo elcoche. Quise imaginarme que nadahabía sucedido, que todo seguía igual.

Sin embargo, al ser franca conmigomisma, me di cuenta que algo nuevo,arrollador había en mí, y me inva-dió una gran alegría.

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Por tietta3 anciabga3...

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La Sociedad al habla Concierto por 13 BandaMUNICIPAL

Sesión plenaria correspondiente aldía 29 de Septiembre.

Preside el Sr. Alcalde D. Manuel Ga-miz Luque y asisten los Concejales se-ñores Candil Jiménez, Fernández Lo-zano, Siles Luque, García Montes, Ló-pez Arjona, Serrano Villuendas, Serra-no Luque, Ibáñez Serrano y GámizValverde, asistidos del Secretario de laCorporación y del Interventor habilita-do, adaptándose los siguientes acuer-dos.

Aprobación acta sesión anterior.Que se disponga lo procedente, pa-

ra que en el próximo ejercicio 1959 seexaccionen los arbitrios municipalessobre la riqueza rústica y urbana porAdministración directa.

Se aprueba un expediente de trans-ferencia de créditos.

Sesión del día 29 de Sepbre. Preside elAlcalde D. Manuel Gáiniz Luque y con-curren los Ttes. de alcalde Sres. CandilJiménez, Fernández Lozano, Siles Lu-que y García Montes asistidos del Se-cretario e Interventor habilitado Sres.Consuegra y Montoro, adoptándoselos siguientes acuerdos:

Aprobación acta sesión anterior.Se queda enterada de le solicitud de

concesión para el establecimiento deuna línea regular de transportes deviajeros entre Benamejí y esta locali-dad.

Se fijan los haberes de un funciona-rio Municipal, procedente de la Agru-pación Temporal militar que pase a si-tuación de retirado.

Se aprueba un informe de la Inter-vención Municipal

Se accede a las reclamaciones for-muladas por D. José Expósito Mérida,D. José M. a Ruiz Aguilera, D. RafaelSerrano Jurado, D. Manuel CuberoMachado y D Carlos Valverde Castilla, contra cuotas del Padrón de reco-nocimiento sanitario de ganado.

Se acepta informe del Sr. Perito In-dustrial, relacionado con el alumbradopúblico.

Se aprueba relación de cuentas n ' 24Se concede licencia para ejecución

de obras a D. Paulino Muñoz Luque,D. Ramón Cobo López, D. Antonio Ru-bio Ortíz, D. Juan Palomeque Ramírez,D. Manuel Gallardo Conde, D. Modes-to Matilla Luque, D. Julio Siles Luque,D. Antonio Cáceres Cobo, D. José Ca-no Expósito, D. José Moreno Jiménez,D. Balbino Povedano Ruiz y Patrona-to de Nuestra Señora del Carmen.

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ViajerosHa estado unos días en Granada

D. Francisco Carrillo Gámiz, acompa-ñado del Dr. D. Antonio Pedrajas Ca-rrillo.Mrrcharon a Córdoba D. José Tomás

Valverde Castilla y Castilla y señora.A Barcelona los Sres. de Gámiz Val-

verde (D. Antonio) e hijos.

NataliciosEl pasado día 25 de Septiembre dió

a luz con toda felicidad su primer hijoD.° Carmen Pedrajas Gámiz, esposade nuestro querido amigo D. José Al-calá Alcalá.

Al niño, que es muy hermoso, se lepondrá en la pila bautismal el nombrede José.

Al dar esta noticia expresamos nues-tra enhorabuena al joven matrimonioy a los abuelos del feliz recien nacido.

La esposa de don Niceto AguileraMolina, de soltera Gracia Luque Serra-no, ha dado a luz una niña, que reci-birá el nombre de Maria del Carmen.

Juventud que triunfaEn la Escuela de Peritos Agrícolas de

Sevilla, y con un sólo año de prepara-ción, ha ingresado el joven estudianteD. Antonio Morales Mendoza.

El inteligente muchacho, alumno delbachillerato laboral en nuestro primerCentro. docente, está recibiendo mu-chas felicitaciones por el brillante éxitode sus pruebas, a las que unimos lanuestra, extensiva a su padre y de mo-do cordial al digno profesorado delInstituto de Priego.

En la misma Escuela de Peritos Agrí-colas de la capital de Andalucía y conbrillantísimos exámenes ha ingresadonuestro joven amigo D. Cristóbal Alca-lá-Zamora Matilla, hijo de los Sres. deAlcalá Zamora Matilla (D. Emilio).

Damos nuestra enhorabuena al inte-ligente alumno y a sus padres.

NombramientoD. Manuel Núñez, kegistra<

dor de AntequeraAcaba de ser nombrado Registrador

de la Propiedad de la hermosa ciudadmalagueña nuestro ilustre paisano yquerido colaborador D Manuel NúñezTorralvo.

Sentimos vivamente la ausencia deD. Manuel, pero la encontrarnos com-pensada con el ascenso que le repre-senta el Registro de la Propiedad deAntequera.

Nuevo Depositario de Fondosdel Ayuntamiento

Por la Dirección General de Admi-nistración Lccal ha sido nombrado enpropiedad D. José Ureña Calohorropara el cargo de Depositario de Fon-dos de este Excmo. Ayuntamiento.

Agradecemos el atento saluda quenos dirige y deseamos al Sr. Ureña losmejores aciertos en su nuevo puesto.

EN LA PLAZA DE CALVO SOTELO

Carmen; Marcha, G. Bizet.El Trust de los Tenorios; Selección,

j. Serrano.

Nuevos Triunfos; Pasodoble, V. Por-tolés.

La Gran Vía; Selección, Chueca YValverde.

España Cañí; Pasodoble, P. Mar-quina.

Patronato SOCidl Irgo del Carmen

GUARDERIA INFANTILRelación de donativos hasta el jueves

dio 2 de Octubre

Alejandro López Peralta, 10 pesetasmensuales durante 6 meses.

Francisco Sánchez Ruiz, 10 semana-les, id. id.

Carmen Molina Moreno, 5 pesetassemanales, id. id.

Benito Aranda García, 25 pesetasmensuales, id. id.

R. G. 50 ptas.Rafael Jiménez Alcalá, 75 pesetas.José T. Alcalá Ortiz, 10 pesetas men-

suales durante 6 meses.Antonio Baena Granados, 10 pesetas

mensuales, id. id.Pablo Díaz Muñoz, 20 pesetas,Manuel Mingorance Mateas, 100 pts.Leovigildo Hueso de la Fuente, 100

pesetas.Recaudado por los Jóvenes de A. C.

en sus actuaciones teatrales, 3.200.Rafael Córdoba González, 50.Srta. Gloria Linares Montero, 100.Manuel Rivas Montoro, 10 mensuales

durante 6 meses.,

PésameSe lo damos muy sentido a los Sres.

de Linares Montero (D. Francisco) porel reciente fallecimiento en San Roquede su padre Don Andrés Ojeda Fer-nández.

Movimiento demográficoNacimientos, 13 - Defunciones, 3.

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á de Octubre de 192 Pág. 3

El Grupo de Barberos de nuestra ciu-dad—unos cincuenta—, para celebrarla festividad de San Cosme y San Da-mián, organizaron este año una excur-sión a Granada, como variante de lacelebración que otros años hicieron enhonor de sus Santos patronos.

A este efecto abordamos al Presiden-te del Gremio, D. Antonio Ruiz, hombreactivo y simpático, principal fundadordel Gremio. Lo hallamos en plena fae-na de trohaio y seguidamente p:untea-mos el deseo de interviuvarlo, a lo queatentamente accede, una vez que ha-ya terminado de darle los últimos to-ques al «pelado del cliente., que pa-cientemente se encuentra en el sillón.Cuando lo termina nos dirigimos, a suinstancia, a un bar cercano y oil: sedesarrolla este interrogatorio:

—Perdona que te traiga aquí—medice—pero es que como comprende-rás tengo clientes de todas las «mar-cas» y no quiero que alguno meta «lopata», pues este asunto es serio. Por-que creo que lo que querrás saber esde nuestro viaje o Granada. ¿No esasí?

—Si hombre, pero ante todo quierollevar a los lectores de ADARVE la cau-sa de que no hayan sonado este año

los cohetes, que ya eran tradicionalesen vuestra fiesta.

—Pues verás... Este año—con la ro-tación de parroquias— correspondíala celebracian en la de Nuestra Seña-ro del Carmen, pero como a su Párro-co le es poco todo el dinero que reci-be para la flamante construcción dela Guardería Infantil, acordamos porunanimidad darle todo el dinero queteníamos dispuesto para pólvora.¿Comprendres ahora por qué no hansonado los truenos?

—Perfectamente—le dije—habéis he-cho muy bien y ha sido una gran idea.Los niños, y aún más sus mamás, quese acojan en la Guardería no tendránpalabras de alegría con que agrade-céroslo. Pero contéstame a esta pre-gunto: ¿como nació esta Agrupación ycuantos la componen?

—Hombre, como los barberos somostrabajadcrer autónomos y realmenteno tenemos ayuda oficial ninguna, co-rno Seguro; Sociales, etc., nuestra ideafué crear algo que nos asegurara enles enfermedades y nos ayudara: deahí nació el Grupo que tiene tres fines:unir a los del Gremio, velar por sus in-tereses y festejar, como es debido, alos Santos Patronos.

—Pero también.., se dan buenas co-midas y se hacen viajes, ¿no?

—Realmente esto es más secundario,pero en fin ya que me hablas de viajeste contaré algo del que hemos hecho aGranada.

—Sí hombre si, adelante.—Como sabes celebramos todos los

años la fiesta con una comida a la queinvitaras a las primeras Autoridades,concurriendo todos los agrupados—después de oir misa y ponernos biencon Dios—, pero como este año el díade los patronos fué sábado y no po-díamos hacerlo, decidimos organizarun viaje para el día siguiente a la heremosa ciudad de Granada. Y aquí nostienes cómo a las seis de la mañanadel pasado 28 soflames maestros, ofi-ciales y aprendices, los primeros consus señoras, en total de unos cincuentamontados en una verdadera caravanade coches... hacia la bella ciudad delos cármenes floridos.

—¿Conocías tu Granada?

—La había visto de paso, pero cier-tamente no había podido contemplardespacio, sus maravillas, y digo mara-villas porque bien sabes que soy pin-tor y además me gusta recitar versos...Y la verdad cuando se contempla laAlhambra, el Alcázar, la Catedral, elGeneralife y tantos monumentos inte-resantes, se siente la nostalgia de lospinceles y las bellezas del arte.

Antonio Ruiz, Presidente del Gremio de Barberosy Peluqueros, pintor y recitador de poesías

CARLOS VALVERDE LÓPEZ

cristo: cuando leas estas líneas ruega a Diospor mi, pues hoy debe ser el último día de

mi existencia.

Mas con ser tan escasos los alientosque me restan, son suficientes para llevarla suprema tranquilidad a tu alma: Dios hapermitido que reciba este gran consuelo an-tes de morir y que tenga tiempo de partici-pártelo.

Has de saber que en la pasada noche,hallándome enferma de gravedad, pero en misano juicio y cabal conocimiento, se me hapresentado en sueños el Angel de mi guar-da, a quien siempre tuve especial devoción,y me ha anunciado la inminencia de mimuerte.

Preguntado por mi si podría notificartesu mensaje, para que encomendaras mí almaal Altísimo, me respondió que sí, y aúnañadirte, que tu larga vida de expiación, ylos ruegos de tu madre y míos, habían sidopropicios al Señor y quedabas perdonadoGaspar...»

— 434 —

GASPAR DE MONTELLANO

La carta no terminaba con el nombre dequien la escribía sino con mí nombre.

Se supone que expresado lo que tenía quedecirme, y cumplida su misión en la tierra,el alma de Amparo voló a más alto y celes-

tial destino.¿Cuándo tomará la mía el mismo rumbo?Entre tanto... ¿será cierto que he sido per-

donado por la divina justicia?¡Ohl sí debo creerlo, por que me lo ha di-

cho un angel de parte de otro y los ángelesson los embajadores del Eterno.

¡Gracias, gracias, Diem mío; bendito seaspor tu misericordia!

Y por que sigas otorgándomela hasta lahora de mi muerte, broten del corazón y re-pitan mis labios las sublimes palabras deDavid:

«Miserere mei Deus secundum maguanmisericordiam tuam».

Aquí acababa el manuscrito de Gaspar.Y aquí acaba la NOVELA.

— 435 —

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pág. 4

ADARVE, UO Minn 118 I9110

—¿Y hubo almuerzo general, comoen Priego?

—No, cada viajero dispuso de unacantidad suficiente para almorzar có-modamente en un buen restaurant.

—¿Fuiste tu a los toros, al cine, alfutbol...?

—No la mañana la dedíqué a la visi-ta de monumentos de arte, que tantoatesora Granada, y por la tarde dis-fruté viendo la procesión magnífica dela Virgen Santísima de las Angustias,comprendiendo el fervor que los gra-nadinos sienten por su excelsa patrono.

—¿Quieres decir algo más para loslectores de ADARVE?

—Sí, que sepan que la dirección delGrupo de Barberos-Peluque-os no larijo yo solo, sino que cuento con lavaliosa ayuda de una Junta de hom-bres tan activos y laboriosos comobuenos compañeros, y me refiero prin-cipalmente al Secretario Sr. Lara y alTesorero D. Paulino Aranda.

Y aqui terminan las copas y la in-terviú.

EP

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FUTBOZHoy abre sus puertas el Campo de

Deportes "San FernandO•, para cele-brar el primer encuentrode la presen-te temporada.

A las cinco de la tarde se enfrenta-rá nuestro equipo titular:con el magni-fico conjunto de LA RAMBLA C. F., quetan grato recuerdo dejó la pasada tem-porada, y este ario, cori mejores ele-mentos y más conjuntada nos dará unabuena tarde de futbol.

Nuestro Atlético Prieduense tambiénse encuentra en buena forma, ya quedespués de los partidos Ice;ebrados laFeria, se ha sometido a Un intenso en-trenamiento y preparación de los ju-

gadores, además se alinearán nuevoselementos de valía local, que hasta úl-tima hora del día de ayer no pudierondar su nombre, por lo cual no aparecen e- la alineación que ha salido enlos programas de mano.

Esperamos que esta temporada queinauguramos hoy sea de preparaciónpara que en la próxima podamos en-trar en una categoría nacional, cosaque no hemos podido hacer en éstapor medios económicos y falto de ele-mentos de buena clase.

riGURIMESEXTENSO SURTIDO

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.antonio *dieta §iméne3Pone en conocimiento del distinguido público de

Priego, que tíene al servicio público el coche mar-

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GASPAR DE MONTELLANO . «Adarve,

Al manifestármelo así, concluía dicien-do: «Ya, hermano mío, no te volveré a es-cribir, salvo en el caso de que Dios me detiempo e inspiración para hacerlo in articu-lo mortis». •

Han pasado diez y ocho años. (iQué lar-ga es esta vida!)

En su dilatado transcurso, no he vueltoa saber de Amparo, ni de nadie; bien es ver-dad que con nadie me comunico en el mun-do: solo con Dios en el cielo y con mis her-manos de religión en la tierra.

Hoy, uno de ellos el limosnero que bajaa Córdoba, me ha traído una carta.

Grande impresión me ha causado el to-marla y mayor todavía el leerla.

Aunque escrita por mano temblorosa, ysin firma, no dudé un momento de su procedencia: era de Amparo.

He aquí su contenido:«Madrid 9 de Febrero de 1909.Hermano mío en Nuestro Señor Jesu-

- 433 —

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5 de Octubre de 1958 ADARVE Pág. 5

DIVAGACION E S

Oriente contra Occidente

Pretendí perfilar en mi divagaciónanterior—Suez piedra de toque—elentronque sobre el cual hemos necesa-riamente de partir para adentramosen un análisis o estudio objetivo delproblema hoy tan acuacinte para lacivilización Occidental.

La realidad de lo acaecido en Orien-te medio no es fruto de una casuali-dad; acaso podríamos atribuirlo a unaimprovisación de Occidente, precisa-mente porque en los contactos conOriente, claudicó la verdadera esenciaoccídentalista, la civilización cristiana.

Algunas veces me he preguntado,recordando el estudio de la disciplinajurídica, porque no se imponía en elprimer año de la carrera un DerechoCristiano, cuando por contra se arti-culaba toda la licenciatura sobre elllamado Universal Derecho Romano,siendo así que el Cristianismo vino aderrocar aquellos moldes jurídicos conla expansión de un verdadero espíritucivilizador que Roma olvidó con supaganía y materialismo—y natural-mente no era bastante a satisfacer mípregunta, el señalamiento del llamadoDerecho Canónico pues siempre asig-né a éste—pido gracia para mi atrevi-miento—el papel más secundario deuna ordenación adjetiva, algo así CCMun reglamento en que se vertiera «loeclesiástico» que para mi es menossustantivo que lo que podríamos lla-mar Código Cristiano... Pero íbamospor el Oriente medio, y allí es donde,al parecer, se van a disipar unas du-das acerca de la sentida ausencia dede un Derecho que hiciera tangible lasustancial doctrina de Cristo, porquela verdad no puede admitir que tal Có-digo Cristiano, en su trascendente mi-sión civilizadora, se personalice en losepitomes o catecismos, que encajamosen nuestros infantiles años sin la másleve posibilidad dialéctica y racionalde su conocimiento.

Y en Oriente tampoco se trató de in-

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(Viene de la pág- 6.)

nación, he podido apreciar los innume-rables obstáculos y las vicisitudes ycontrariedades por que han pasado,tanto el artífice corno la Junta Directiva, en especial el Hermano Mayor donAntonio Aguayo Urbano, principal im-pulsor de la idea, hasta ver hecha una

troducir el Código Cristiano por aque-llos que llamaban civilizadores occi.dentalistas. Y una de dos: o la civili-zación occidentalista desconocía el es-píritu cristiano, o a pesar de ello lo se-pultó entre sus móviles egoístamentemateriales, para solo obtener ganan-cias circunstanciales y terrenas impro-pias de su alta misión evangelizado-ra... Y a Oriente fué el cristiano pres-cindiendo de la cristiandad y hasta deCristo. La ciencia de Occidente, es de-vuelta con creces hoy por Oriente; yllegará un día que el impacto de quenos habló Buneil sea acusado induda-blemente al ser devuelto por quien loencajó en su civilización, para tratarde orientalizar a quien no supo cris-tianizar.

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realidad el trono que deseaba Alcalála Real para su Cristo. Palabra entra-ñable, «su Cristo», «nuestro Cristo»...Porque... cuando el corazón habla,cuando el alma siente, sobran todoslos apelativos, y el protocolo no tienerazón de ser.

Por ello, cuando el Santísimo Cristode la Salud, al recorrer las calles de Al-calá estrenando su trono, bendiga asus hijos desde el abrazo infinito de laCruz bendecirá también sus desvelos,sus vicisitudes, los sufrimientos de unaHermandad que tiene por norma des-de su fundación la de ser pobre, agru-

pando Hermanos modestos, y resalta-rá en su Corazón el fervor de unos hijos, que, luchando unas veces contra laescasez de medios, y otras contra elazar, (que hacia que en algunos mo-mentos que el oro destinado al tronose demorase tanto en llegar, poniendoen peligro todo el proyecto); su bendi-ción será asimismo para tantos Herma-nos que con su aportación han hechoposible esta realidad.

Y como Ciudad hermana, Priego sen-tirá lo entrañable de ese abrazo, conel mismo fervor al recibir la bendición,que aquéllos sus hilos de Alcalá alofrendar a su Padre un trono.

Y hasta las aguas de nuestro río a supaso por La Cubé, se harán más can-tarinas: porque sus márgenes tambiénhan aportado su óbolo, la humildadde sus riscos, que parecen querer sua-vizar sus asperezas para recibir sobresus plantas a Aquel que todo es Amor.

A-Z, ,/ cia

CERVEZA "EL AGUILA"

Page 6: D. Antonio Jiménez Luque Priego de Córdoba, 5 Octubre 1958 … a 399/314. 051058.pdf · 2012-09-23 · SE PU81.104 ¿09 DOillINSOS Número 314 D. Antonio Jiménez Luque Quejo°

Los astjstas granadinos hablan para ADARVE

Junto al paisaje vivo de Pilar Millet

4ineón Poético

AL GENERALISIMOEn los primeros días de la Cruzada española

—¿No hay quién me salve?—Preguntaba un díacon acento tristísimo y profundola Nación que Señora fué del mundo«allá en los tiempos en que Dios quería».

—¿He de pasar la vida—repetía-sumida en este lodazal inmundode la guerra social, entre el rotundoestrépito infernal de la amargura?

¿Será que sucumbir es mí destino?¿Será que nadie rne abrirá caminoa través del fangal en que me estanco?—

Y cuando era su queja más dolienteoyó una voz que respondió potente:—iPatrial yo te abriré camino, franco.

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Pilar Millet: Bajita, reconcentrada,silenciosa... Su voz es suave, tenue, deamiga. Con la estilográfica en el bolsi-llo y las cuartillas ya preparadas, mellego hasta ella entre la profusión ybelleza de cuadros que su pincel haido creando día tras día. Estamos enla sala de Exposiciones del Liceo Lite-rario de Granada...

—¿Le cuesta trabajo pintar?—Para mí pintar es un placer.—¿Desde cuando pinta?—Hace mucho tiempo que estoy pin-

tando, si bien hay que restar a estetiempo nueve años de interrupción queestuve sin tocar el pincel.

—¿Qué es lo que más le gusta pintarde Granada?

—En Granada cualquier rincón esbueno. Habrá pocas ciudades que ten-gan tantas posibilidades pictóricas co-mo ésta. ¡Lástima que la estén echan-do a perder con tanto edificio moderno!

Yo vuelvo a mirar sus cuadros. Hayen todos ellos una estilización femeni-na, una ternura maternal y casi fran-ciscana que nos roba el corazón. Aquiunas macetas de geraneos muestransu rojiza sencillez, allá unos cipreses—Itan verdes!—apuñalan un trozo dede cielo; en otro rincón hay un almen-dro florecido y al lado unas macetasde flores humildes y tristes.

—¿Qué es lo que más siente en pin-tura?

—Yo lo que más siento es el paisaje;el paisaje y las flores.

—¿Lo más difícil en un paisaje?Hay tanto difícil! La luz, el cielo ..

i Y tantas cosas!...—¿Qué considera más fácil, el bo-

degón o el paisaje?—Para mí lo más fácil de todo es el

bodegón.—¿Y el tretrato?—De la figura no me he ocupado,—¿Qué pintores son los de sus prefe-

rencias?—A mí los que más me gustan son

Velázquez y Murillo entre los españo-les. De los extranjeros, Rafael.

El público, al lado nuestro, comentay elogia los aciertos y bellezas de loslienzos. Si junto a ellos se siente máscerca el paisaje. Notamos en estos cua-dros la naturaleza tibia y caliente, nu-trida de sangre y vida. Pero, ¿tendráel paisaje alma?, nos preguntamos.

—Para Vd ¿Qué es la pintura?—Esto es para sentirlo, no para ex-

presarlo; es imposible.—dEstá conforme con lo que pinta?—Yo no estoy satisfecha nunca con

lo que pinto y jamás podría decir quécuadro es el que más me gusta de to-dos los míos.

—Je da importancia al realismo?

—Yo pinto lo que veo pero como losiento; no como está en la naturaleza.

—¿Es esta su primera exposición?—No, he tenido otras en Málaga y

aquí en Granada anteriormente.—¿Satisfecha?—Sí, muy satistecha.Por última vez paso mis ojos por los

lienzos. Los rojos amoratados de su«Paisaje de Otoño» se me quedarán to-davía mucho tiempo como algo verda-dero en mi pupila. Empiezo a bajarlas escaleras que me llevan a la calle...

11.alwidca y, qd etawiciia

Priego Ulula su arte buraco

Un nuevo trono para el Santísi-mo Cristo de la Salud de Alcalála Real.

En nuestra ciudad, y por nuestro que-rido paisano y excelente artista donFrancisco Tejero Steger, ha sido lleva-da a cabo la ejecución de un trono, delmás puro estilo barroco, que la Her-mandad del Santísimo Cristo de la Sa-lud de Alcalá la Real ofrenda a su ve-nerada imagen de Cristo crucificado, yque lució por vez primera el pasadodomingo día 21, en su tradicional des-file procesional por las calles de la ciu-dad hermana.

Esta nueva obra del Sr. Tejero corro-bora una vez más la valía de su arte,que, entre nototros, los que le conoce-mos, no necesita presentación; desdehace ya muchos años nos tiene acos-tumbrados con la magnificencia de suscreaciones. Baste decir que el nuevotrono—que, como ya hemos indicado,pertenece al más puro estilo barroco—es una irradiación del tesoro artísticodel que Priego atesora muchas mues-tras a través de las generaciones, celo-so de su valor y orgulloso de su destino.

De manos del artista, inspirado en lamas pura ortodoxia en la factura, ycon su mente lanzada allá en lejanos ydorados horizontes, el trono es unaprofusión de volutas, hojas de acantoy entrelazados adornos: una cascadade luz cegadora, que le prestan susoros bruñidos, y un recreo de la vista,al descansar en las luces más ténues ysuaves del oro repujado que le sirvede fondo. Un tríptico de ángeles sobreplata repujada enmarca el conjuntofrontal, y el trono remata en artísticapeana, también dorada, sobre la quedescansará la imagen. Arribo, en la ci-ma de esta obra maestra, unos riscosde nuestra Cubé, ponen a contribuciónsu esfuerzo de piedras humildes, parasublimar aquellas otras del Calvario.

Decididamente, no ha sido tarea fá-cil la consecución de este trono: comotestigo constante, desde que el tronoera una mera idea en la mente de to-dos los Hermanos de la Directiva delCristo de la Salud, hasta su feliz cu'n-i-

(Pasa a la pág. 5.9