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D OSS IER Globalización y valor 65 TRAYECTORIAS VOLUMEN X, NÚM. 27 JULIO-DICIEMBRE 2008 E L U I S K A T O M A L D O N A D O l objetivo de este trabajo es mostrar el im- pacto que ha tenido la gestión capitalista de los procesos de producción respecto a la pro- ductividad de la fuerza de trabajo y la tasa de ganancia de la industria manufacturera mexicana en el periodo de 1965-2003. El procesamiento, re- agrupamiento contable, construcción de series esta- dísticas y análisis de datos que proporcionan los cen- sos industriales, respecto al comportamiento del volumen y patrón de utilización de las materias pri- mas y el valor de los acervos brutos en el conjunto de actividades productivas de este sector, permiten estudiar tales fenómenos. Los censos industriales contienen las catego- rías contables necesarias para el análisis del ciclo de rotación y de la acumulación de capital. 1 Las series que se han construido permiten además estimar la capacidad productiva de la manufactura, los niveles de rentabilidad y la productividad de la fuerza de trabajo; de ahí su importancia. La hipótesis funda- mental es que el patrón de acumulación de la indus- tria, desde hace veinte años, tiene como base el desa- rrollo de la sobreexplotación de la fuerza de trabajo, la cual se sustenta en la precarización del empleo y el desarrollo de la capacidad competitiva de los esta- Industria manufacturera y economía globalizada blecimientos mediante el sistema de producción de plusvalía absoluta. La situación antes descrita se da en un contexto de mayores niveles de integración de la industria nacional al mercado mundial, sobre todo comparándolos con los observados durante el desa- rrollo estabilizador. En la primera parte del trabajo se explica, de manera muy breve, el marco teórico-analítico de la contabilidad empresarial y la relación de esta estruc- tura contable con las categorías marxistas que expli- can el ciclo del capital productivo, desarrolladas prin- cipalmente por Oskar Lange (1981), R. A. Bryer (1999) y Cliff Bowman (2002). Estos autores sos- tienen que las categorías contables marxistas permi- ten entender las interrelaciones existentes entre los procesos técnicos y la generación de plusvalor, esta- bleciendo asimismo la relación que existe entre las esferas de la producción y la circulación. Concluyen que en cada ciclo de capital, los capitalistas tendrán que evaluar las necesidades sociales que satisfacen las condiciones de competencia con otros producto- res; determinar el comportamiento de los mercados de ma-terias primas y auxiliares, así como los patro- nes de evolución tecnológica que si-gue el proceso productivo independientemente del sistema de pre- cios que se opere, a saber: precios directos, precios de producción o precios de mercado. Esta funda- mentación teórica permite contextualizar el modelo 1 Los censos industriales publicados son 1965, 1970, 1975, 1980, 1985, 1988, 1993, 1998 y 2003.

D Industria manufacturera y economía globalizadatrayectorias.uanl.mx/27/pdf/08_dossier_6.pdfcipalmente por Oskar Lange (1981), R. A. Bryer (1999) y Cliff Bowman (2002). Estos autores

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L U I S K A T O M A L D O N A D O

l objetivo de este trabajo es mostrar el im-pacto que ha tenido la gestión capitalista delos procesos de producción respecto a la pro-ductividad de la fuerza de trabajo y la tasa

de ganancia de la industria manufacturera mexicanaen el periodo de 1965-2003. El procesamiento, re-agrupamiento contable, construcción de series esta-dísticas y análisis de datos que proporcionan los cen-sos industriales, respecto al comportamiento delvolumen y patrón de utilización de las materias pri-mas y el valor de los acervos brutos en el conjuntode actividades productivas de este sector, permitenestudiar tales fenómenos.

Los censos industriales contienen las catego-rías contables necesarias para el análisis del ciclo derotación y de la acumulación de capital.1 Las seriesque se han construido permiten además estimar lacapacidad productiva de la manufactura, los nivelesde rentabilidad y la productividad de la fuerza detrabajo; de ahí su importancia. La hipótesis funda-mental es que el patrón de acumulación de la indus-tria, desde hace veinte años, tiene como base el desa-rrollo de la sobreexplotación de la fuerza de trabajo,la cual se sustenta en la precarización del empleo y eldesarrollo de la capacidad competitiva de los esta-

Industria manufactureray economía globalizada

blecimientos mediante el sistema de producción deplusvalía absoluta. La situación antes descrita se daen un contexto de mayores niveles de integración dela industria nacional al mercado mundial, sobre todocomparándolos con los observados durante el desa-rrollo estabilizador.

En la primera parte del trabajo se explica, demanera muy breve, el marco teórico-analítico de lacontabilidad empresarial y la relación de esta estruc-tura contable con las categorías marxistas que expli-can el ciclo del capital productivo, desarrolladas prin-cipalmente por Oskar Lange (1981), R. A. Bryer(1999) y Cliff Bowman (2002). Estos autores sos-tienen que las categorías contables marxistas permi-ten entender las interrelaciones existentes entre losprocesos técnicos y la generación de plusvalor, esta-bleciendo asimismo la relación que existe entre lasesferas de la producción y la circulación. Concluyenque en cada ciclo de capital, los capitalistas tendránque evaluar las necesidades sociales que satisfacenlas condiciones de competencia con otros producto-res; determinar el comportamiento de los mercadosde ma-terias primas y auxiliares, así como los patro-nes de evolución tecnológica que si-gue el procesoproductivo independientemente del sistema de pre-cios que se opere, a saber: precios directos, preciosde producción o precios de mercado. Esta funda-mentación teórica permite contextualizar el modelo

1 Los censos industriales publicados son 1965, 1970, 1975, 1980,1985, 1988, 1993, 1998 y 2003.

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de inserción que la industria manufacturera nacio-nal ha asumido en la globalización y en un contextode competencia institucional ceñido a las políticaseconómicas neoliberales.

En la segunda parte se analiza el efecto de laglobalización en la estructura manufacturera, ponien-do énfasis en las carencias estructurales que ha se-guido el patrón de industrialización con base en ladinámica del empleo, la productividad y la inversiónproductiva. En la tercera parte se explica este com-portamiento a partir del análisis de los patrones decompetencia de la industria. Los procesos de deva-luación del tipo de cambio generan incrementos deprecios en los insumos y bienes de capital, dificul-tando así a largo plazo la planeación de la inversiónproductiva. En la cuarta parte se estudia la eficaciasocial y rentabilidad de la industria en la globaliza-ción, analizando las variables que más afectan la acu-mulación: la tasa de ganancia y la productividad deltrabajo para cada tipo de empresa. Cabe destacar que,cuando inició el proceso de apertura, el sector másbeneficiado fue la pequeña empresa, ya que disminu-yeron los costos de producción debido a la entrada in-discriminada de insumos intermedios y bienes decapital; sin embargo, el sector que se benefició du-rante todo el periodo fue la gran empresa.

El marco metodológico y técnico del proyectoen cuestión puede ser consultado en el reporte deinvestigación El cálculo de la tasa de ganancia de laindustria manufacturera mexicana: análisis del patrónde acumulación 1965-2000 (Kato, 2007), el cual, porrazones de espacio, no puede ser presentado en for-ma pormenorizada.

La determinación teórico-analíticade la ganancia

Los análisis económicos recientes sobre la compe-tencia capitalista han enfatizado el estudio del com-portamiento de la demanda. Tales investigacio-nes han permitido tener una visión más precisa del

denominado ciclo de vida de los productos y hanposibilitado ahondar en la comprensión de los diver-sos mecanismos sociales que definen y determinanla demanda. Sin embargo, a últimas fechas, estos es-quemas analíticos comienzan a evidenciar sus limi-taciones lógicas en la medida en que se presenta lanecesidad de analizar el problema de la rentabilidadde las empresas y, por ende, el problema de cuálesson los costos reales de producción; la finalidad esevaluar, entre otras cosas, si las tasas de reinversiónson las adecuadas para mantener y expandir los mer-cados a satisfacer; si las tasas de impuestos son lasapropiadas para mantener y alentar el crecimientode las empresas; si la productividad del trabajo vin-culada a un nivel determinado de capacidad instala-da ha llegado al máximo y, de ser el caso, qué tipo deinversiones en capital fijo se requieren para expandirla productividad del trabajo. En suma, se reconoceque la información actual de los costos de los pro-ductos no refleja el uso relativo de los recursos quecada uno demanda en su fabricación; es decir, su-braya la necesidad de ver la eficiencia de las empre-sas desde la óptica de la producción. La teoría mar-xista permite considerar la anterior problemática puessu objeto de estudio se centra en la esfera de la pro-ducción. Para el marxismo, la producción es una re-lación social cuyo objetivo es la extracción delplusvalor a partir de la explotación de la fuerza detrabajo. Toda la organización de la producción seorienta a este objetivo mediante la utilización de lamaquinaria e instalaciones para la transformación delas materias primas y auxiliares por parte del obrero.Para esta teoría, la productividad del capital es la pro-ductividad del trabajo, el ritmo y velocidad detransformación de los insumos de la producción mo-difica el monto del trabajo apropiado por el capitalista,dado –y relativamente estable en el mediano plazo– unnivel social de tasación salarial. El sistema de inter-cambio de mercancías a través de precios es, simul-táneamente, un sistema de distribución de trabajosocial.

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La determinación de las características del capi-tal respecto a cómo es utilizado en el proceso de pro-ducción se analiza considerando que es el vehículo parala extracción del plusvalor. En este caso, el capitalconstante es dividido en constante fijo y circulante.El primero transfiere su valor en varios ciclos de pro-ducción y el segundo en uno solo. El análisis del usode las materias primas y auxiliares, y de la maquina-ria e instalaciones aparece entonces vinculado a unarelación social de explotación; es decir, las relacionestécnicas que se desarrollan en el proceso de produc-ción son necesariamente relaciones sociales de pro-ducción. En el tomo II de El capital, Marx desarrollaun análisis sobre los circuitos de capital y un métodode conceptualización de la dinámica económica através del proceso de producción capitalista (Marx,1982; Kato, 1997). El circuito de capital enfatiza larelación entre acervos y flujos. Esta articulación con-ceptual constituye una alternativa a la función deproducción como método de análisis de la produc-ción capitalista.

En este ciclo se describen de manera precisalos flujos de compra de capital constante fijo y circu-lante, el proceso de producción y el proceso de cir-culación de las mercancías finales. En la descripciónse considera que el abastecimiento de insumos, el usode recursos naturales y la cantidad de trabajo incor-porada al final de cada ciclo de producción se rela-cionan con procesos productivos yuxtapuestos quedeterminan la viabilidad técnica y social de los pro-cesos de producción.

La renovación de los medios de producción, através de la venta del producto final, no está exentade cambios en los precios de los insumos, de lasmaterias primas y de la maquinaria e instalaciones;los capitalistas tienen que prever dichos cambiosmediante sistemas de actualización de sus precios,sea mediante inventarios o con procesos de reeva-luación del capital constante fijo. En consecuencia,las desproporciones que puede haber entre el traba-jo social contenido en las mercancías vendidas y el

precio de mercado o los precios de producción en quese venden las mercancías –derivadas de la redistri-bución del plusvalor a nivel social o de los cambiosen las condiciones de producción de los procesosproductivos adyacentes al ciclo de capital industrialestudiado– no niegan su objetivo, a saber: la extrac-ción de plusvalor. La contabilidad capitalista de laproducción no vislumbra, por lo antes dicho, elplusvalor, sino la ganancia, aspecto que dificulta lamedición directa, a través de esquemas contables, delcálculo del trabajo individual desplegado en la pro-ducción. Sin embargo, existe por parte de los capita-listas una gestión social e individual de extraccióndel plusvalor mediante métodos administrativos y deingeniería orientados a reducir los costos de produc-ción por unidad de mercancía producida y, en parti-cular, se busca reducir los costos salariales a fin deacrecentar la ganancia. Esta necesidad del capital engeneral y del capital individual se expresa en la me-dición pormenorizada de los costos a partir de suclasificación en flujos y acervos o, en términos mar-xistas, como capital constante fijo, capital constantecirculante y capital variable.

Los principios contables, al estar ceñidos adefiniciones neoclásicas respecto a la concepción deproducción, no permiten una articulación directa delos procesos de contabilidad del trabajo. Los cam-bios en la distribución del plusvalor social mediantesistemas de precios de producción afectan la gestiónde los capitalistas sobre el proceso de extracción delplusvalor. Inducidos a modificar sus procesos de pro-ducción a fin de reducir sus costos, particularmenteun sobreprecio en relación al precio histórico en al-guno de sus insumos o maquinarias, buscan generarprocesos de sustitución. En consecuencia, en cadaciclo de capital, cada capitalista tendrá que evaluarlas necesidades sociales que satisfacen, las condicio-nes de competencia con otros productores, determi-nar el comportamiento de los mercados de ma-teriasprimas y auxiliares, así como los patrones de evolu-ción tecnológica que si-gue el proceso productivo

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2 Tiene también una vertiente política, la del neoconservadurismoque privilegia los mecanismos electorales en el ejercicio del po-der.

independientemente del sistema de precios en loscuales se opere, a saber: precios directos, precios deproducción o precios de mercado.

Las categorías contables marxistas permitenentender las interrelaciones existentes entre procesostécnicos y la generación de plusvalor, estableciendoasimismo la relación que existe entre las esferas de laproducción y la circulación. Así, la contabilidad mar-xista es una contabilidad científica, pues es la únicateoría capaz de explicar las siguientes problemáticas:qué deben incluir los capitalistas en sus costos deproducción y cómo deben ser medidos; cómo debenreconocer sus ingresos; cómo pueden depreciar elcapital constante fijo; cómo deben contabilizar loscambios en los precios; cómo entender la obtenciónde ganancias como un proceso de explotación de lafuerza de trabajo.

Las razones son las siguientes: las reglas decontabilidad generalmente aceptadas consideran quelos estados contables deben ser reflejo de los recur-sos y obligaciones de una empresa, los flujos finan-cieros son expresión de su comportamiento. ParaMarx (1982), la contabilidad se ciñe a la evaluacióndel monto de plusvalor apropiado por los capitalis-tas en función del capital desembolsado.

Los esquemas contables no consideran la rela-ción entre procesos de producción y contabilidad.En la teoría marxista, la contabilidad es la medicióndel trabajo social, por tanto, no se puede considerarla contabilidad sin el análisis de la producción.

La ganancia es resultado de la producción yventa de mercancías. Deduciendo los costos de pro-ducción al precio de venta de mercancías, se tieneuna sanción social de la eficiencia de la empresa. Lastécnicas contables y la teoría marxista consideran losmismos elementos.

Para la teoría marxista, la rentabilidad de unaempresa debe medirse en capital monetario corrien-te pues evalúa la eficiencia en periodos de tiempodeterminados, los cuales son establecidos por el ci-clo del capital industrial. Dicha conceptualización

coincide con los criterios de la contabilidad empre-sarial que considera que la ganancia es dinero co-rriente no equivalente monetario.

La relación entre ciclo de producción y circu-lación es gestionada a través de la conformación delos inventarios de materias primas y auxiliares, y delas mercancías finales. Las modificaciones de pre-cios son consideradas por los sistemas Last In FirstOut (LIFO), First In, First Out (FIFO) y sólo puedenser comprendidas mediante el análisis de la dinámi-ca de la producción capitalista y la rotación de capi-tal. El análisis de su circulación es consistente con lasreglas generales de valuación de activos por parte dela contabilidad. Sólo que, para la teoría marxista, larotación de capital constante fijo no asigna por símisma el valor inicial del activo durante su vida útil,sino que depende de su patrón de eficiencia. Éste sedetermina por la capacidad de los medios de trabajopara mantener el proceso de producción en formacontinua y permitir con ello el máximo nivel de ex-plotación de la fuerza de trabajo.

Las características sobre la rotación de capitalse analizan en función del gasto de trabajo producti-vo. La teoría marxista logra definir con precisión loque es trabajo productivo e improductivo, en fun-ción de si el trabajo logra la recuperación del capitalconstante fijo y circulante mediante su consumo pro-ductivo. La rotación de capital entonces se convierteen un tema de análisis central para estudiar la renta-bilidad del capital. Los censos económicos, al estarbasados en categorías contables empresariales, posi-bilitan analizar el proceso de adaptación que las di-versas empresas han tenido que adoptar para inte-grarse a la globalización y al denominado modeloneoliberal; éste determina las normas de competen-cia institucionales dentro de las cuales operan lasempresas. En su vertiente económica,2 el modelo

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neoliberal busca eliminar la rigidez de las regulacio-nes impuestas por el Estado, las cuales impiden elfuncionamiento “eficiente de los mercados”. Ello seplantea en el entendido de que los mercados y el sis-tema de precios son superiores a la regulación gu-bernamental en lo que a la distribución social de be-neficios se refiere. Todo esto está sustentado en elconjunto de políticas derivadas de lo que se conocecomo el Consenso de Washington y que incluye: equi-librio en las finanzas públicas; eliminación de subsi-dios y recorte de programas públicos de bienestarsocial; ampliación de la base fiscal más que una polí-tica fiscal progresiva; liberalización de las tasas deinterés a fin de que el mercado establezca su nivel;instrumentación de una política de tipo de cambioflexible; apertura comercial; apertura a la inversiónextranjera directa; privatización de los activos públi-cos; desregulación de mercados; fortalecimiento o

creación de los marcos institucionales que garanti-cen los derechos de propiedad.

Estas medidas se fueron implementando des-de 1982 –en algunos casos de manera paulatina y enotros de forma acelerada– a través de los programasde ajuste y estabilización económica. Se expresan enuna política monetaria contraccionista orientada acombatir la inflación y esto pasa por el control delgasto público y los topes salariales; la imposición dealtas tasas de interés reales para beneficiar los capi-tales invertidos en el sector financiero; la apertura dela economía y el fortalecimiento de las estructurasde mercado oligopólicas en detrimento de la plantaproductiva nacional; la redefinición del gasto públi-co en materia de bienestar social, dando un mayorespacio a la participación del sector privado en laatención a grupos marginados y vulnerables. Losefectos de la globalización y la aplicación del modeloneoliberal en la industria manufacturera los explica-mos a continuación bajo una perspectiva analíticamarxista.

EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓNEN LA ESTRUCTURA DE LA INDUSTRIAMANUFACTURERA

Contexto general

El análisis del impacto del proceso de globalizaciónen la industria es realizado a partir de los diferentesestablecimientos que la componen. Se conformamayoritariamente por micro, pequeñas y medianasempresas (MIPyME).3 La definición de cada tipo in-cluye una gran variedad de organizaciones industria-les con un rango de eficiencia y competitividad muyamplio, cuyas lógicas de comportamiento van desdesimplemente garantizar la supervivencia de la fami-lia hasta una empresa que funciona en el ámbito lo-cal, que crece rápidamente o que compone una redproductiva que compite a escala internacional. Laapertura indiscriminada a los flujos comerciales y de

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inversión modificó drásticamente la operatividad delos diversos tipos de empresa en lo que respecta asus patrones de producción, exportación e importa-ción. Por un lado, las MIPyME han visto debilitada suimportancia en el sector debido al lento e inestablecrecimiento de la economía; por su parte, la granempresa ha orientado progresivamente su produc-ción a los mercados externos.

Para el conjunto de empresas, el periodo quecomprende de 1982 a 1994 puede considerarse comouna etapa de reversión de la tendencia decrecientede la tasa de ganancia y de resarcimiento de las con-diciones de rentabilidad. Las medidas aplicadas apartir de 1982, como la menor participación del Es-tado en el sector productivo y la liberalización co-mercial, así como la concentración de la producción,

empleo y activos en unos cuantos sectores, tuvieronefectos significativos en la dinámica de acumulación.La entrada en operación del TLCAN (1994) profun-dizó y consolidó estas tendencias y propició elrealineamiento de la producción hacia el mercadoexterno. En sus primeros años, impulsó fuertementelas exportaciones no-maquiladoras, al mismo tiempoque fortalecía la expansión de las exportaciones ma-quiladoras. Asimismo, ahondó la integración de la ma-nufactura del país a la economía de Estados Unidos.

Es notable que aun en las condiciones descri-tas, en la última década las MIPyME se hayan consti-tuido en el sector más importante como generadorde empleo en México y América Latina.4 Empuja-das por las recurrentes crisis, las MIPyME apuestan ala subsistencia y luchan por crecer en un entorno

adverso en el que su prin-cipal mercado, el local, esasediado por las importa-ciones.

La heterogeneidadque presenta la industriacomo efecto de la globali-zación se ha constituidoen una traba para el cre-cimiento, pues en sectoreslíderes se observan fuer-tes incrementos de la pro-ductividad, junto con unaumento del desempleo yde la informalidad, lo quelleva a un lento crecimien-to de la productividad ensu conjunto. El compor-tamiento de la producti-vidad de la fuerza de tra-bajo, la inversión y lacapacidad instalada en laindustria permiten con-textualizar lo antes seña-lado como se explica a

4 En un trabajo publicado recientemente por la Comisión Económica para América Latina (Zevallos,2003), se asienta que en la región hay más de 6.2 millones de unidades económicas, de las cuales 92%son micro, pequeñas y medianas empresas que dan empleo a más de 50% de la población de la región.De este total, 1.6 millones de unidades económicas pueden ser objetivo de mejoras en la funcióncompetitiva.

Para los censos de 2003, cambió de nuevo la clasificación, quedando de la siguiente manera:

Tamaño Núm. de empleados microempresa 0-10. pequeña empresa 11-50. mediana empresa 51-250. gran empresa 251 en adelante.

3 Se clasificaron las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas dependiendo del número depersonas empleadas. La clasificación utilizada fue la siguiente de 1970 a 1998, salvo 1980: microhasta 15; pequeña 15 a mediana 100 a 250; grande 250 o más.En 1980, clasificación por estrato difiere del criterio usado. El motivo es que los estratos vienenclasificados en forma distinta para la micro empresa: micro hasta 25; pequeña 26 a 100; mediana100 a 250; grande 250 o más.Para 1998, la clasificación sufrió modificaciones importantes, las cuales se señalan a continuación:

tamaño Sector

Clasificación por

número de empleados

Industria Comercio Servicios

Micro empresa 0-30 0-5 0-20

Pequeña empresa 31-100 6-20 21-50

Mediana empresa 101-500 21-100 51-100

Gran empresa 501 en adelante 101 en adelante 101 en adelante

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T

Clasificación por

número de empleados

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continuación, a partir de la información censal pro-cesada y de la construcción de indicadores de efi-ciencia y rentabilidad.

Dinámica del empleo, productividad e inve rsiónproductiva en la manufactura

La dinámica de la productividad de laindustria se ha modificado, pasando deun patrón relativamente estable en elperiodo 1965-1981, donde se observóun crecimiento más que proporcionaldel empleo productivo –número de obre-ros contratados–, en relación al crecimien-to de la productividad –valor bruto de laproducción/horas hombre trabajadas–(gráfica 1).

En cambio, de 1982 a 1987 elempleo crece y la productividad de lafuerza de trabajo disminuye; a partir de1988, se observa una tendencia descen-dente en el ritmo de crecimiento delempleo acompañada de un incrementoacelerado de la productividad hasta1994; de 1995 a 1998, se tiene un creci-miento del empleo y el estancamientode la productividad y, a partir del últi-mo año, la productividad crece y el em-pleo disminuye. Es decir, conforme seda la inserción en el proceso de globali-zación y, paralelamente, la concentra-ción de capital se acentúa, la producti-vidad aumenta y el empleo se estanca.A nivel de estratos de empresas obser-vamos las mismas tendencias salvo enla mediana empresa, ya que a partir de1998 el empleo aumenta en paralelo ala productividad (gráfica 2).

Tomando la Formación Bruta deCapital Fijo (FBCF) como la variablerepresentativa de la inversión producti-

va, en la gráfica 5 se constata que de 1965 a 1981 seobservan tasas de crecimiento muy aceleradas; a con-tinuación hay una caída muy pronunciada que llegahasta 1985. Posteriormente, hasta 1998 –salvo laquiebra de 1995– hay una tendencia positiva, aun-que con tasas de crecimiento menores a las del pe-

Industria manufacturera y economía globalizada

GRÁFICA 1

ÍNDICE DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO Y DE LAPRODUCTIVIDAD. INDUSTRIA MANUFACTURERA, MÉXICO

Fuente: elaboración propia a partir de información de censos industriales 1965-2003. SPP (1974,1979); INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b)

GRÁFICA 2

PRODUCTIVIDAD POR ESTRATO OCUPACIONAL.INDUSTRIA MANUFACTURERA, MÉXICO

Fuente: elaboración propia a partir de información de censos industriales 1965-2003. SPP (1974,1979); INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b)

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riodo inicial; en el último tramo del periodo estudia-do se manifiesta un decrecimiento en FBCF.

Desagregando el comportamiento de la FBCF

por estratos de empresas5 (gráfica 3), se observa quela gran empresa explica la tendencia y el comporta-miento de dicha variable en el periodo de 1970-2003.Las pequeñas y medianas también manifiestan unadinámica similar a la observada por la gran empresa.La micro exhibe un comportamiento relativamenteindependiente en el mismo periodo, pues su tenden-cia es creciente a lo largo del periodo analizado.

El comportamiento de las series de FBCF dan piepara afirmar que la integración de la economía mexi-cana al mercado mundial y la menor importanciarelativa del mercado interno en el crecimiento, pro-vocaron un cambio en los patrones de inversión, ca-racterizado por una mayor variabilidad e inestabili-dad en los flujos de inversión, los cuales obedecen,en primer lugar, a que la mayor variabilidad en el

5 Considerando que la expresión de las series en dólares corrien-tes nos permite captar el impacto inflacionario y que, al mismotiempo, da una visión del entorno de precios que enfrentan losempresarios, las series se presentarán en dólares corrientes.

comportamiento de la FBCF se da enparalelo con un proceso de concentra-ción acelerado tanto de acervos comode producción y de empleo en la indus-tria manufacturera.6 En segundo lugar,el comportamiento de los acervos decapital,7 medidos en dólares corrientespor tipo de bien, indica que tanto losacervos en maquinaria como en mobi-liario y equipo de oficina tuvieron unatendencia creciente entre 1965 y 1981.A continuación, en el periodo 1982-1984 decrece por el impacto inmediatode la crisis petrolera y, a partir de 1985,se observa una tendencia creciente enambas variables. En tercer lugar, respec-to a la construcción, se observa, duran-te todo el periodo considerado, una ten-

dencia creciente. Por tamaño de empresa y por tipo

6 En 1980, 80% de los subsectores de la industria manufactureraconcentraban 53.32% de la producción bruta total de la misma.Para 1998, este mismo porcentaje de subsectores concentraba44.64% de la producción bruta total. Respecto al empleo tene-mos que 80% de los estratos, en 1980, concentraban 50% delempleo y, para 1998, su concentración fue de 43.64%. La con-centración de los acervos de capital ha sido sustancial pues lasmicro, pequeñas y medianas empresas perdieron participaciónrelativa; entre 1970 y 2003 pasaron de poseer 38% de los acervosa sólo 26.38%.7 Los acervos fueron calculados mediante el método de inventariosperpetuos a precios corrientes. Matemáticamente se define de la

siguiente forma: , donde = al valor

de los acervos de capital en el inicio del periodo de análisis; es

el patrón –geométrico– de eficiencia de los activos fijos; es la

cantidad de bienes de capital adquiridos al momento t con unaedad de i unidades de tiempo; IPt son los índices de precios. Elpatrón de eficiencia utilizado fue, tal y como se mencionó, elgeométrico, el cual se define de la siguiente manera:

,

donde R es el porcentaje de cálculo de depreciación de dobledeclinación; T es la vida útil del activo e i es la edad del bien.(Véase U. S. Department of Commerce (1997).

GRÁFICA 3

FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL POR TAMAÑO DEEMPRESA (MILLONES DE DÓLARES CORRIENTES)

Fuente: elaboración propia con base en los acervos y la FBKF calculado en base a información censal.SPP (1974, 1979); INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b).

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GRÁFICA 4

ACERVOS NETOS POR ESTRATO OCUPACIONAL.MAQUINARIA. INDUSTRIA MANUFACTURERA. MÉXICO

Fuente: elaboración propia a partir de información de censos industriales 1965-2003. SPP (1974,1979); INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b).

de acervo, la acumulación presenta una tendenciadiferenciada en edificios y maquinaria, abriéndoseuna enorme brecha, desde principios de los añosochenta, que claramente favorece a la gran empresa(gráfica 4). En el caso del mobiliario,las tendencias de acumulación de acer-vos son iguales en la micro y medianaempresa, caracterizadas por un lentocrecimiento; pero a partir de los añosochenta la gran y la pequeña empresatienen un gran dinamismo, mayor en elcaso de la primera.

Estas series permiten confirmarlas tendencias decrecientes en la acumu-lación de capital para los estratos deempresas de mayor capacidad para lageneración de empleo (MIPyME). Lascausas de la tendencia en la desacumu-lación de acervos se deben, fundamen-talmente, al efecto combinado de me-nores tasas de crecimiento de la FBCF

en el periodo 1983-1994 –sobre todo en

relación al periodo1965-1981– y, parti-cularmente, por la inestabilidad obser-vada entre 1995 y 2003, así como porel envejecimiento de la planta producti-va reflejado en la depreciación (gráfica5). En síntesis, la entrada plena al mer-cado mundial tuvo como efecto princi-pal el estancamiento tanto del empleocomo de los patrones de inversión y deacumulación de capital. Al mismo tiem-po, se observó un crecimiento de la pro-ductividad del trabajo, el cual pudo serrealizado gracias a la intensificación delmismo y a la reducción sistemática delpoder adquisitivo del salario. Puedeasentirse que las empresas o sectores ca-pitalistas que introdujeron cambios tec-nológicos radicales en sus procesos pro-ductivos son los que están integrados

fundamentalmente al mercado externo. Estas empre-sas interactúan con empresas o sectores capitalistasque no pueden endogeneizar las innovaciones tec-nológicas en la medida en que se encuentran restrin-

Industria manufacturera y economía globalizada

GRÁFICA 5

FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL Y DEPRECIACIÓN.INDUSTRIA MANUFACTURERA. MÉXICO

Fuente: elaboración propia a partir de información de censos industriales 1965-2003. SPP (1974,1979); INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b).

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gidas a operar en mercados locales o regionales, porlo que la escala de producción que utilizan es inade-cuada para lograr tal incremento de productividadsobre la base del cambio tecnológico. De esta forma,esas innovaciones permiten un proceso de racionaliza-ción de las inversiones para el segmento del capital li-gado al mercado externo, en tanto que, para las orien-tadas al mercado interno, la única vía de competenciaes la intensificación del trabajo y, por ende, la sobre-explotación del trabajador.

Estos hechos sólo pueden ser comprendidos sianalizamos los patrones de especialización y de com-petencia que los diferentes establecimientos de la in-dustria manufacturera han seguido.

LOS PATRONES DE COMPETENCIA DELA INDUSTRIA MANUFACTURERA

Las MIPyME representan 96% de los establecimien-tos de la industria en el país. Su distribución por ac-tividad económica la podemos observar en el cua-dro 1. La participación de las MIPyME se dafundamentalmente en actividades ligadas directa-mente con los mercados de consumo final, dismi-nuyendo significativamente en actividades que tienenuna relación capital-trabajo alta, tales como las de lasdivisiones 5 y 7, las cuales concentraban 57% de laproducción bruta nacional en 1998, según la másreciente información del censo que consigna la par-ticipación en la producción por estratos de empresa.Asimismo, las MIPyME tienen como ámbito de ac-ción fundamental el mercado interno, el cual se hareducido por la concentración del ingreso. Según laencuesta La Empresa Mexicana frente al Reto de laModernización Fase III 1995 (Nafin, 2000a, 2000b),77% de las empresas tienen como ámbito de activi-dad sus mercados locales; 13.41%, los mercados re-gionales; 8.15%, el mercado nacional; 1.83%, losmercados internacionales.

Una encuesta más reciente –Encuesta del Ob-servatorio de PyME 2002- (México. Secretaría de

Economía, 2003)– indica que en la industria manu-facturera 73.1% de las pequeñas y medianas empre-sas tienen como ámbito de venta final el mercadonacional. Esta encuesta también da razón de la es-tructura de ventas de este conjunto de empresas portipo de cliente, a saber: 25% de sus ventas se realizandirectamente al público, 22% a mayoristas, 19.4% sonventa directa a otras empresas industriales y 19.1%son ventas directas a negocios minoristas. Con estainformación puede aseverarse que la apertura comer-cial ha confirmado que el ámbito de competencia delas MIPyME es el mercado nacional. La lógica de la acu-mulación de capital está, por tanto, acorde con esta in-formación. Es decir, el mercado nacional se ha contraí-do por efectos de la concentración del ingreso, lo cualha generado un proceso de diferenciación del con-sumo muy acentuado que ha sido enfrentado por lasMIPyME, no mediante la incorporación de cambiostecnológicos que incrementen la relación capital-tra-bajo a fin de aumentar la tasa de ganancia, sino másbien se ha orientado a aprovechar las ventajas com-petitivas que resultan de una contracción del nivelde salarios. El crecimiento de los acervos en el per-sonal ocupado por tamaño de establecimiento, res-pecto al promedio por estrato, confirma que la lógi-ca de competencia para la mayoría de losestablecimientos se ha basado en una sobreexplota-ción de la fuerza de trabajo y donde el proceso decambio tecnológico se ha estancado, siendo la ex-cepción la gran empresa (gráfica 6).

La gran empresa, por su parte, se adaptó almodelo de acumulación neoliberal a partir de queeste segmento de la industria tuvo la capacidad deestablecer procesos de aumento de la productividaddel trabajo sobre la base de la adecuación de sus pre-cios relativos –insumos y precios de mercancías fi-nales– a un patrón de gestión de la fuerza de trabajode plusvalía relativa que tiende a garantizar su ex-pansión. Este fenómeno puede ser explicado por dosrazones: primero, la capacidad de estas empresas detransferir el incremento de costos hacia sus produc-

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GRÁFICA 6

ACERVOS NETOS / PERSONAL OCUPADO RESPECTO ALPROMEDIO NACIONA. INDUSTRIA MAUFACTURERA. MÉXICO

Fuente: elaboración propia a partir de información de censos industriales 1965-2003. SPP (1974, 1979);INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b).

tos finales cuando existía una mayor dependencia delas cadenas productivas nacionales; segundo, cuan-do las cadenas productivas se desarticularon, acen-tuaron la importación de bienes intermedios y decapital con el fin de establecer eslabonamientos pro-ductivos altamente eficientes y competitivos. Con elloaumentaron su participación en el mercado nacio-nal y sostuvieron su producto en el mercado inter-nacional. Así, por ejemplo, las exportaciones totalesde México mantuvieron un elevado dinamismo en-tre 1995 y 2000, con una tasa media de crecimientoanual de 18.2% (20.3% las maquiladoras y 16.6% elresto). En contraste, en el periodo 2001-2003 dichodinamismo se redujo de forma sustancial al regis-trarse una tasa media negativa de 0.2% (-0.7% lasmaquiladoras y -0.2% el resto).

Actualmente, 90% de las exportaciones denuestro país se concentran en los países firmantesdel TLCAN y 65% de las importaciones también. Laglobalización de nuestra economía no ha sido apro-vechada para lograr una diversificación del comer-cio, ni ha propiciado la elevación de la productivi-

dad del sector manufacturero en suconjunto sobre la base de la incorpo-ración de cambios tecnológicos es-tructurales. Ni siquiera se han apro-vechado las alternativas de comercioque existen por la falta de claridad enel modelo de desarrollo, el cual nece-sariamente tendrá que tener una par-ticipación del Estado en actividadesproductivas, a fin de articular las ca-denas productivas desmanteladas ypropiciar fondos y flujos de inversiónque aceleren el crecimiento de la eco-nomía.

El problema de este modelo de acu-mulación es que su efecto no es ex-pansivo sino que provoca un proce-so de sofocamiento en las tasas deacumulación. La desarticulación de

las cadenas productivas implica, por un lado, que lapropensión a importar insumos intermedios y decapital crece, proporcionalmente, más que las expor-taciones, lo cual afecta la balanza de pagos e influyesobre el tipo de cambio.8 Por otro lado, los procesosde devaluación o revaluación del tipo de cambio ge-neran incrementos –decrementos– de precios en losinsumos y bienes de capital, dificultando con ello los

8 “Desde los años setenta, la voz de Tobin ha sido prácticamentela única que se ha hecho oír en el gremio de los economistas paraadvertir que los mercados financieros libres con tipo de cambioflexible pueden ser extremadamente volátiles y, por ello, puedentener efectos devastadores en industrias específicas o economíasenteras. Los movimientos del tipo de cambio afectan la posicióncompetitiva de la industria nacional frente a la extranjera y, porello, tienden a deprimir el incentivo de invertir en grandes pro-yectos con costos irrecuperables. La volatilidad en el tipo de cam-bio socava la confianza de los empresarios en su capacidad paracalcular las posibles ganancias de un proyecto grande de inver-sión. Cualquier incremento en el tipo de cambio amenaza a lasindustrias nacionales no sólo con pérdidas significativas en suparticipación en el mercado de exportación, sino también conpérdidas de su participación en el mercado nacional, en la medi-da en que las importaciones se abaratan. Los administradoresestán conscientes de que un pequeño incremento en el tipo de

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GRÁFICA 7

TASA DE GANACIA. INDUSTRIA MANUFACTURERA. MÉXICO

Fuente: elaboración propia a partir de información de censos industriales 1965-2003. SPP (1974, 1979);INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b).

escenarios de largo plazo para la pla-neación de la inversión productiva.

EFICACIA SOCIAL YRENTABILIDAD DE LAINDUSTRIA EN LAGLOBALIZACIÓN

No obstante la suma de efectos ne-gativos que ha tenido el modelo deacumulación en el desarrollo socialdel país, desde el punto de vista de laganancia capitalista, este modelo hasido exitoso. Hasta 1976, el compor-tamiento de la tasa de ganancia detodos los estratos que conforman laindustria manufacturera presentabala misma tendencia decreciente9 (grá-fica 7). Durante el periodo recesivo(1983-1987) la tendencia decreciente en la tasa de ga-nancia fue revertida únicamente por la gran industriagracias a la apertura comercial y la contención salarial.Las medidas aplicadas a partir de la crisis devaluatoriade 1982 –menor participación del Estado en el sec-tor productivo de la economía, liberalización comer-cial y procesos de concentración de la industria ma-nufacturera– permitieron revertir la tendenciadecreciente en la tasa de ganancia hasta 1998. A par-tir del siguiente año, los niveles de rentabilidad delsector manufacturero fueron similares a los obser-vados en la década de los años setenta. Finalmente,

cambio durante la vida de cualquier proyecto de inversión puedeimponer a sus empresas la pesada carga de una capacidad ociosairreversible y costosa. Movimientos a la baja pueden reducir lasganancias reales esperadas. En consecuencia, la eficiencia margi-nal de la inversión se reduce. A mayor incertidumbre respecto alfuturo del tipo de cambio, menor será la inversión global, tal comopredice el análisis de Keynes sobre inversión y preferencia por laliquidez” (Davidson, 2001).9 La tasa de ganancia se define, teóricamente, como la relaciónentre plusvalor apropiado y capital desembolsado. En términosde nuestra base de datos, la definimos como la relación entre ga-nancia y la suma de costo de venta + acervos netos.

se observa con claridad que desde 1988 los efectosen la recuperación de la tasa de ganancia han sidodiferenciados para los distintos estratos de estableci-mientos.

Con respecto a la tasa de ganancia tenemos losiguiente: dado el crecimiento moderado en los acer-vos brutos de capital en la micro, pequeña y media-na empresa, el incremento en la tasa de ganancia sedio porque se redujo la Composición Orgánica deCapital (COK).10 En la gráfica 8 se observa que enlos años donde la ganancia para cada estrato indus-trial aumenta, como en 1976 y 1985, la COK cae. Tales el caso de la mediana industria, la cual, a partir de1988, registró una ganancia media creciente y, a partirdel mismo año, su COK cayó.

La contención salarial se expresó, para la granindustria, a través de un incremento sustancial de larelación ganancias-salarios –tasa de explotación–

10 La Composición Orgánica de Capital la definimos de la si-guiente manera: COK = acervos brutos + asignación por deprecia-ción + insumos / remuneraciones.

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GRÁFICA 8

COMPOSICIÓN ORGÁNICA DE CAPITAL. INDUSTRIAMANUFACTURERA. MÉXICO

Fuente: elaboración propia a partir de información de censos industriales 1965-2003. SPP (1974, 1979);INEGI (1988, 1990, 1992, 1995, 2005a, 2005b).

durante el periodo 1982-1998 y, para el resto de losestratos, a través de una estabilización de la caída deeste indicador, fijándose en niveles similares a los ob-servados al principio de la década de los setenta. Enseguida, todos los establecimientos de la industria ma-nufacturera presentaron tendencias crecientes en esteindicador hasta el año de 1999 para subsiguientementereducir su crecimiento y estabilizarse en niveles simila-res a los observados en la década de los setenta.

Con la apertura comercial, el sector más bene-ficiado fue la pequeña empresa pues presentó unadisminución de sus costos de producción por la en-trada indiscriminada de insumos intermedios y bie-nes de capital. Esto continuó hasta 1994, cuando lamayor penetración de productos extranjeros en elmercado nacional y la crisis devaluatoria hicieron quesu tendencia creciente por arriba de los demás estra-tos fuera amortiguada. Como se mencionó, a partirde este momento se vuelven a presentar tendenciasdecrecientes en la tasa de ganancia para el conjuntode establecimientos de la industria manufacturera,en un contexto donde los niveles de reducción delvalor de la fuerza de trabajo han sido por demás drás-

11 El salario mínimo que un trabajador obtenía en 1976 equivale a$208.33 de 2007. El salario mínimo en 2007 fue de $50.70. Hoyen día, para cubrir las necesidades de una canasta básica com-puesta por alimentos, productos de aseo y limpieza, transporte,electricidad y gas doméstico, los trabajadores que ganan el sala-rio mínimo tendrían que laborar 48 horas diarias y aun muchasmás horas para poder costearse la renta, la educación, la salud, elvestido, la recreación y la cultura. Según INEGI (2004), de acuer-do con el nivel de ingreso en 2004, 16 de cada 100 personas ocu-padas recibe un salario mínimo; 23 de cada 100 perciben entreuno y dos salarios mínimos; 21, más de dos y hasta tres; ocho,entre tres y cinco; diez reciben arriba de cinco salarios mínimos y16 de cada 100 no tiene ingresos. Según la duración de la jornadalaboral, la mitad de la población ocupada –49.7%– trabaja de 35 a48 horas a la semana; 23.1%, más de 48 horas; 17.2%, de 15 a 34horas; 6%, menos de 15 horas y 3.9% estuvieron ausentes.

ticos11 y donde la productividad ba-sada en la sobreexplotación de la fuer-za de trabajo no puede seguir crecien-do si no se observa un aumento de lainversión –sobre todo en maquinaria yequipo–, la cual ha permanecido alnivel de recuperación de la deprecia-ción.

La reducción de los niveles sa-lariales, si bien ha contrarrestado lanecesidad de acelerar la productivi-dad del trabajo a partir de la incor-poración de maquinaria y equipo deúltima generación, no puede conti-nuar de manera indefinida tanto porrazones técnicas como por el deterio-ro en los niveles de crecimiento de lademanda efectiva. Al respecto, cabe

mencionar que, dado el nivel de concentración quela industria manufacturera presenta en acervos yempleo en favor de la gran empresa, ésta puede mos-trar comportamientos ajenos al proceso de reproduc-ción real en la medida en que, por un lado, tiene po-der político para no pagar impuestos o bien diferirsu pago en función del nivel de deterioro de la plantaproductiva y, por el otro, el manejo del tipo de cam-bio y del nivel de fijación del salario le permite man-tener sus niveles de rentabilidad en el mediano pla-

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zo, al margen de las condiciones de competencia yreproducción que se dan en el mercado mundial.

Por su parte, las pequeñas empresas están in-sertas en redes sociales de familia y vecindad que lespermiten establecer contratos de palabra y dondeparte de su estrategia de competencia reside en evi-tar costos de operación, tales como los pagos a teso-rerías federales y locales, pagos a la seguridad socialde los trabajadores –incluyendo pensiones y servi-cios de salud–, pagos por servicios legales y pagos depertenencia a organizaciones empresariales y comer-ciales (Huerta y Kato, 2002). Si bien esto significauna válvula de escape que alivia la presión social porempleo y permite la supervivencia de las microem-presas, afecta la solidez fiscal de la federación, lasfinanzas institucionales y perjudica las políticas deredistribución del ingreso y, en general, las políticasde desarrollo del país.

CONCLUSIONES

a) El patrón de acumulación observado entre 1970 y1982 mostraba una tendencia decreciente en la tasade ganancia y un estancamiento en el crecimiento dela tasa de plusvalor. Gracias a las políticas neolibera-les aplicadas se logró revertir lo anterior; sin embar-go, la tendencia expansiva en la rentabilidad de lasempresas presenta nuevamente síntomas de estanca-miento. Lo anterior obedece a que la recomposición dela rentabilidad de las empresas se basó en un someti-miento y pauperización de las relaciones obrero-patro-nales, lo cual se tradujo en una reducción sin preceden-te del poder adquisitivo del salario por causa de la con-tención salarial a la cual fue sometida la clase trabaja-dora del país.

b) En este escenario de condiciones excepcio-nales para el capital, lejos de acelerar la incorpora-ción de capital constante fijo y propiciar modifica-ciones sustanciales en la productividad del trabajo,generó procesos de sobreexplotación de la fuerza detrabajo. El comportamiento en la relación deprecia-

ción-formación bruta de capital durante las décadasde los ochenta y noventa, caracterizado por un creci-miento similar de la depreciación y la formación bru-ta de capital, dan sustento para afirmar lo anterior.La posibilidad de incrementar la productividad de lafuerza de trabajo mediante plusvalía absoluta presentalímites técnicos y sociales. Entre los principales pro-blemas se encuentra el siguiente: dado que el ámbitode operación fundamental de las MIPyME es el mer-cado interno, el estancamiento del mismo –resultantedel lento crecimiento de la economía, de la acentuadadiferenciación de consumo derivada de la concentra-ción del ingreso y del aumento de las importacionesde bienes de consumo– generará condiciones limita-das de reproducción para estas empresas. Ambos fe-nómenos pueden provocar un incremento de las ta-sas de desempleo y una tendencia a presionar a labaja el nivel salarial de la clase trabajadora.

c) La necesidad de aplicar medidas que forta-lezcan el mercado interno se convierte en una priori-dad nacional. La apertura comercial ha generado des-articulación de cadenas productivas lo cual trajo comoconsecuencia una mayor dependencia de la industriarespecto de las importaciones.

d) El modelo de acumulación en México no esexpansivo sino que provoca un proceso de implosiónen las tasas de acumulación. La desarticulación delas cadenas productivas implica, por un lado, que lapropensión a importar insumos intermedios y de ca-pital crezca, proporcionalmente, más que las expor-taciones, lo cual afecta la balanza de pagos e influyesobre el tipo de cambio. Por otro lado, los procesosde devaluación generan incrementos en los preciosde los insumos y bienes de capital, y reducen los es-cenarios de largo plazo para la planeación de la in-versión productiva.

APÉNDICE

La única fuente que da razón del comportamientoeconómico de los establecimientos son los censos

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industriales. Las fuentes que generan datos anualessobre el comportamiento de la industria manufactu-rera son la encuesta industrial anual (EIA)12 y la en-cuesta industrial mensual (EIM).13 Ambas tienencomo marco de referencia analítico las clases econó-micas y su nivel de agregación está ubicado a nivelde sector, subsector, rama y clase de actividad eco-nómica. Se puede afirmar que de las estadísticas na-cionales, sólo los censos industriales tienen la parti-cularidad de contener las categorías que se necesitanpara el análisis del ciclo de rotación de capital a nivelde establecimientos, a saber: registran los montosdesembolsados anualmente en capital constante cir-culante –materias primas y auxiliares–, siendo suúnica limitante que no consideran qué tanto de estosinsumos fue comprado en periodos anteriores al añoen que se registraron –además, da la informaciónnecesaria para calcular el número de horas-hombretrabajadas. Asimismo, presentan datos sobre los acer-vos de capital por tipo de bien, permitiendo con ellocalcular, a partir de sus propios datos y sin necesi-dad de información de otras fuentes estadísticas, el

12 Es importante mencionar que los datos que contienen la EIAno representan una estimación para el total del país, sino que sonresultado directo de la muestra considerada en la encuesta; esdecir, no se trata de cifras expandidas representativas del totalnacional. Sus datos históricos no pueden ser analizados de mane-ra integral como serie histórica, pues la encuesta ha cambiado sucobertura. Otra limitación que presenta la EIA reside en que, deluniverso censual de unidades económicas existentes en 1993 –basede los resultados actuales de la encuesta–, contempla aproxima-damente 65% del personal ocupado y 85% de la producción bru-ta total. Esto significa que la muestra de estudio incluye los esta-blecimientos más importantes del universo censual, por lo quesus resultados son indicadores que reflejan el comportamientode los estratos grandes del sector manufacturero y excluyen losestablecimientos maquiladores de exportación, los de la petro-química básica y refinación.13 Respecto a la EIM, como se mencionó, cuenta con el mismotamaño de muestra, cobertura y clasificador que la EIA; sin em-bargo, difiere en la amplitud de la temática de investigación, yaque la EIM considera un menor número de variables, a saber:personal ocupado, remuneraciones, horas trabajadas, días efecti-vamente trabajados, ingresos por servicios de maquila, valor de laproducción y ventas netas. Los resultados de dicha encuesta, porsu periodicidad, se consideran de coyuntura o corto plazo.

crecimiento de sus acervos y de su desgaste por eluso –depreciación–, en términos monetarios,14 me-diante el método de inventarios perpetuos. Este mé-todo se basa en la estimación de los flujos de inver-sión utilizando diversos patrones de depreciación; seusa en lugar de la medición directa de los acervos decapital, dado que ésta raramente proporciona unabase estadísticamente comprensible.

Puede atestiguarse que los censos económicosson una fotografía quinquenal completa de los prin-cipales resultados contables de los diversos estable-cimientos que componen la industria manufacture-ra. Desde esta perspectiva, y ante la ausencia deinformación a nivel de establecimientos, la utiliza-ción plena de la información censual, para fines ana-líticos, se asocia a la determinación y aplicación delas técnicas estadísticas que posibiliten el estableci-miento de una secuencia de datos que expresen elcomportamiento factible del movimiento históricocontable de los diferentes establecimientos. Los cen-sos industriales publicados son los siguientes: 1965,1970, 1975, 1980, 1985, 1988, 1993, 1998 y 2003.Para subsanar la falta de información se proyectaronlos datos entre censo y censo mediante dos procedi-mientos: tasas de crecimiento y suavizamientoexponencial. El último método se utiliza para pro-yectar datos dando una ponderación mayor a lasobservaciones más recientes y matemáticamente seexpresa de la siguiente manera:

14 El procesamiento se realizó utilizando el método de inventariosperpetuos y los métodos de depreciación geométricos.

Industria manufacturera y economía globalizada

Donde: F son las estimaciones; X, las observa-ciones; α las ponderaciones dadas a las observacio-nes. Para este estudio se igualó el coeficiente alfa a0.9 y 0.1.

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El método de suavizamiento exponencial per-mite calcular series estadísticas de manera más ho-mogénea; es decir, con menos saltos o cambios abrup-tos, pero tiene como defecto que las estimacionesobtenidas paulatinamente se alejan de los datoscensuales, impidiendo con ello mantener las igualda-des contables entre censo y censo. Dada la necesidadde tener un control sobre las estimaciones, se deci-dió calcular las series mediante tasas de crecimientopromedio anual. El efecto en el comportamiento es-tadístico, al utilizar este método, es que las series, enciertos momentos, presentan saltos importantes de-rivados fundamentalmente de fenómenos moneta-rios, los cuales fueron suavizados aplicando tasas deparidad cambiaria peso-dólar. El expresar las varia-bles en sus precios corrientes en dólares nos ha per-mitido normalizar las series. Esta unidad monetarianominal reduce el efecto de la inflación y permitever el comportamiento de los precios considerandoun escenario de precios relativos contingentementeestables. Lo anterior permite subsanar la falta de se-ries adecuadas para estimar datos que reflejen el com-portamiento físico –a precios constantes– del conjuntode variables contenidas en la información censual.

La secuencia de interpolación de datos se apli-có en periodos relativamente cortos, lo que facilitaanclar la información cada tres o cinco años y corre-gir la tendencia proyectada sin que haya extrapola-ciones de muy largo plazo a las que no se les puedaaplicar mecanismos de control con datos reales.

Sin embargo, es claramente insuficiente supo-ner que la existencia de datos censuales cada tres ocinco años permite establecer tendencias reales delcomportamiento de las variables que determinan loscostos de producción y el valor del producto. Anteello, y para verificar si la secuencia proyectada era laadecuada, en el sentido de que reflejaba el compor-tamiento tendencial de los costos de producción yde la producción a nivel agregado, se procedió a anali-zar la información procedente de la EIM del Banco deMéxico (Banxico) y del Sistema de Cuentas Naciona-

Industria manufacturera y economía globalizada

les (SCN) respecto al comportamiento tendencial de lasvariables consideradas en los censos. La de la EIM, uti-lizada para verificar si las proyecciones generadaseran pertinentes estadísticamente, fue básicamentela que sigue: índices correspondientes a las variablesde personal ocupado, horas-hombre trabajadas, re-muneraciones medias por persona y por hora-hom-bre a nivel del total de la muestra de la encuesta.

Los principales resultados fueron que las pro-yecciones estimadas en dólares corrientes sí seguíanla tendencia marcada por los índices de la EIM. Lalimitación que se observó es que las variaciones sonmás pronunciadas en nuestra proyección, aspecto quese explica porque los datos que se calculan contie-nen el comportamiento de todos los establecimien-tos de la industria manufacturera. Respecto aBanxico, se procedió a analizar si la serie calculadade Formación Bruta de Capital (FBK) por destinoera consistente, en cuanto a sus tendencias, con lasestimaciones de FBCF por destino hechas por Banxicopara la industria manufacturera (Banxico, 1998). Elresultado comprueba que presentan la misma ten-dencia, aunque en términos de valor la serie estima-da está por arriba de la serie de Banxico, lo cual esprevisible pues esta serie sólo considera las grandesempresas. En relación al SCN, se utilizaron las seriesque estiman el índice de volumen físico de produc-ción de la industria manufacturera15 para comparar

15 El indicador de INEGI tiene un amplio apoyo informativo. Para1993, se contó con el Censo de Manufacturas, con la EncuestaIndustrial Mensual–ampliada de 129 a 205 clases de actividad– ycon la Estadística Mensual de la Industria Maquiladora de Ex-portación (INEGI, 2004). Adicionalmente, las cámaras y asocia-ciones de productores, así como otras instituciones públicas yprivadas, junto con investigaciones directas, complementaron losrequerimientos del sector. Cabe señalar, en particular, que las205 clases de la nueva Encuesta Industrial Mensual (INEGI,2004) –correspondientes a más de 5 000 establecimientos– in-cluyen casi 6 000 productos, con lo cual el indicador mensualpresenta una cobertura de alrededor de 82% del PIB de las in-dustrias de transformación; a su vez, la compilación de las ma-quiladoras de exportación cubre el universo total de estos esta-blecimientos. En conclusión, la comparación realizada con esta

Page 17: D Industria manufacturera y economía globalizadatrayectorias.uanl.mx/27/pdf/08_dossier_6.pdfcipalmente por Oskar Lange (1981), R. A. Bryer (1999) y Cliff Bowman (2002). Estos autores

DO

SSIER

Globalización y valor

81TRAYECTORIAS VOLUMEN X, NÚM. 27 JULIO-DICIEMBRE 2008

si las extrapolaciones generadas con la informacióncensual sobre producción bruta e insumos en dóla-res corrientes seguían las mismas tendencias que elíndice de volumen físico de producción de la indus-tria manufacturera. La conclusión fue que, efectiva-mente, la proyección de las variables en produccióne insumos corresponde a la tendencia del comporta-miento del índice del volumen físico de la industriamanufacturera.

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Recibido: diciembre de 2007Aceptado: octubre de 2008

Industria manufacturera y economía globalizada

fuente permitía verificar si los datos de insumos y de producciónproyectados eran adecuados para determinar la tendencia del costode producción y de la producción.