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Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

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- Prólogo –

Preguntas y respuestasde toda persona inquieta

sobre la oración

P. Daniel Albarrán

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Título original:

Preguntas y respuestasde todo persona inquieta

sobre la oración.

Autor: P. Daniel Albarrán.

Depósito legal lf: 081-200-6200-412ISBN 980121709X

Revisado, aprobado y visto bueno porMons. César Ramón Ortega H.

Obispo de la Diócesis de Barcelona, Venezuela.11 de marzo de 2006

11: 30 a. m.

Diseño y configuración: P. Daniel Albarrán.Diseño de portada: P. Daniel Albarrán.

Portada:

Diseño e impresión de portada: P. Daniel Albarrán.

Editor: P. Daniel Albarrán.

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Nota muy importante:

Este libro está escrito sólo para personas inquietas.

Sí no se considera inquieto, por favor, ni lo abra, ni lo hojee. Puede resultarle contraproducente.

Queda sobre aviso y bajo su única responsabilidad.

(Véase preguntas 254 - 256, página 131).

El autor

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Prólogo

Hoy por hoy estamos necesitados de respuestas rápidas. A veces, por el trajinar casi contra el tiempo, no tenemos el suficiente espacio para dedicarnos a leer libros completos. Hay quienes, sin embargo, tienen ese espacio y tiempo para hacerlo. Se enriquecen sobre manera. Pero, aún así, queremos respuestas cortas y precisas para muchas cosas concretas de la vida.

En este libro se intenta abordar un tema por de más interesante: la religión y la experiencia de la oración. Se utiliza la metodología de la pregunta. Precisamente, como una manera de tener respuestas claras y precisas para un tema tan basto y rico como lo es la oración.

Ya se ha abordado la metodología de la pregunta y respuesta, casi como tipo recetario, en el libro Preguntas y respuestas de todo cristiano inquieto. Ha sido un aporte válido e interesante. Ha tenido gran acogida por lo práctico. No ha sido necesario grandes disquisiciones para las que se requiere de muchas páginas. Sino, preguntas que suponen muchas páginas, y respuestas, que condensan hasta tomos de tratados sobre temas concretos y específicos, en respuestas precisas, pero con la agilidad y agudeza de la pregunta.

Otro tanto se hace con este nuevo libro en el que se utiliza la misma metodología. Ahora, sobre la oración. También en preguntas y respuestas. Igualmente, cada pregunta, unas más, otras menos, resumen tratados completos de filosofía, de teología y de psicología. También, las respuestas tienen las mismas propiedades. Pero, ambas, en clave de la búsqueda y de la apertura.

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- Prólogo –

En este libro se genera una especie de diálogo entre el que pregunta y el que responde. El que pregunta no se cansa de preguntar y busca escudriñar algunos puntos precisos, a veces, hasta con maneras y cuestionamientos muy comprometedores. Resulta una experiencia fascinante. Las respuestas se hallan en la misma dimensión de la apertura. Y entre la pregunta osada, tal vez, aparece la respuesta igual de osada y de atrevida, pero en clave de apertura, haciendo que se genere una interdependencia entre el que pregunta, de manera anónima, y el que responde, también de manera anónima. Pero, la pregunta y la respuesta (cada una como posición y postura) van adquiriendo una personalidad peculiar, que hasta sin querer se les da a cada una figura sentimental con las que se identifica.

Definitivamente, el que pregunta y el que responde es el mismo autor. Pero, las propiedades de las preguntas como de las respuestas adquieren un no sé qué de cada uno del que lo va a ir leyendo. Al punto, que se va a sentir identificado, ya con uno o con otro, y hallará una personificación o proyección suya con cada pregunta y respuesta, unas más, otras menos, pero que le harán la construcción de todo el libro, como también suyo y como si fuese, en cierta manera su autor.

El tema es la oración. Pero, trata, primero, sobre el hecho de las religiones como fenómeno humano o como un procesado del ser humano. Hará todos los planteamientos posibles sobre el hecho de la religión y su experiencia, como también de la fe y su experiencia.

Este libro tiene la propiedad que no sigue a ningún autor en concreto, sino a su autor. Se vale de todos los autores. Cada uno ha aportado un granito de arena para la redacción de este libro en concreto. De allí, que no encontrará ninguna cita como soporte bibliográfico. Por eso, es que hace un cambio metodológico. Es decir: tradicionalmente la bibliografía de consulta de todo libro

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- Prólogo –

aparece siempre al final del libro o al pie de página con un número referencial. Aquí, no. Las referencias bibliográficas aparecerán al comienzo del libro. Y aparecerán no como libros de consultas a los que hay que ir para ratificar tal o cual afirmación, sino como libros de referencias. Es decir, el autor de este libro, ha encontrado en el transcurso de su vida de lector influencia de todos los libros que cita al comienzo. De hecho, toma maneras y se deja marcar por esas maneras particulares de pensar. Así, para todas las referencias que han marcado, como canciones, poemas, películas, y hasta chistes y refranes.

En algunos casos de las referencias bibliográficas o de influencia aparecerá las fichas bibliográficas completas como manda la metodología de la investigación. Eso se debe a que o posee los libros que cita o a que tiene fácil acceso a ellos, por eso los cita como manda la metodología seria de investigación. Pero, en otros casos, sólo hace referencia del autor y del título sin más datos referenciales que nombres y títulos. Y eso se debe a que recuerda que en tal o cual autor/libro aparece una idea que le inspiró en cierta manera y que le abrió camino alguna vez y que ahora está yacente en los recuerdos de sus lecturas. Otro tanto se aplica con algunas canciones u otros aportes que han sido sin cuenta e innumerables.

Desde esa metodología se está creando, en cierta manera, una nueva. También se esta generando, no nuevo, sin duda, un nuevo método de abordar estos temas tan delicados. En algunas preguntas habrá, tal vez, posturas un tanto radicales; pero, obedecen a la metodología de abrir caminos y buscarlos, y de encontrarlos.

Es un gran aporte.De hecho, ya este libro, como tal es una

experiencia de oración, según la misma metodología. En la primera parte se hace la experiencia de la nada, y en la

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- Prólogo –

segunda, la experiencia del Todo, según descubrirá el propio lector.

Bibliografía de referencia:

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Albarrán, Daniel, La Crisis del Rey David; Los Dos (novela: filosofía de la historia), 1ª Edición, D.A., Barcelona, Venezuela, 1999; Lo que aparece en los evangelios (pero que no se dice) Tomo I y II, Barcelona, 2005; Así en la tierra como en el cielo (reflexiones de poeta sobre el Padrenuestro), Barcelona, 1990; Y comieron del árbol, Barcelona, 2001; Preguntas y respuestas de todo cristiano inquieto, Barcelona, 2005; El viaje (filosofía de la ambigüedad).

Anne, Catherine, Donde terminas tu empiezo yo, cómo reconocer y establecer límites sanos entre las personas, traducción de Julia Fernández Treviño, Círculo de Lectores, Caracas, 2003.

Apuntes personales de la materia del Padre Elmar Salmann, osb., profesor de la Cátedra "Mística e Iluminismo" de la Pontificia Universidad Gregoriana, octubre-febrero de 1990-1991.

Arjona, Ricardo, sus canciones, en especial: “Dios es verbo, no sustantivo”.

Bach, Richard, Juan Salvador Gaviota; Nada es ajeno.

Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer, Bilbao, 1980.

Boff, Leonardo, Iglesia, Carisma y poder; El rostro materno de Dios. Los sacramentos de la vida.

Boyer, Carlos, Metafísica y Mística de San Agustín, en «Revista Pensamiento», Volumen Décimo, N. 40, Ediciones Fax, Madrid, octubre-diciembre, 1954.

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- Prólogo –

Brow, Dan, Ángeles y demonios, Círculo de lectores. El Código Da Vinci, Círculo de Lectores.

Cervantes Saavedra, Miguel de, Don Quijote de la Mancha.

Chardin, Teilhard de, El Medio Divino, ensayo de vida interior, Taurus ediciones, Madrid, 1972.

Coello, Pablo, El alquimista y otros títulos del mismo autor.

Concilio Vaticano II: Nostrae aetate; Unitatis redeintegratio; Lumen gentium.

Conferencias Latinoamericanas, CELAM, Puebla, Santo Domingo, sobre todo la Evangelización de la cultura.

Congregación para la Doctrina de la fe, Instrucción sobre la Vocación Eclesial del Teólogo, pp. 154-167.

Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), con la colaboración de la Pontifica Universidad Javeriana, ¿Agoniza Dios? La problemática de Dios en la novela Latinoamericana, Jornadas de Estudio, Bogotá, 14 a 18 de octubre de 1986, Bogotá, 1988.

Cury, Augusto Jorge, Análisis de la inteligencia de Cristo, (los cinco tomos: El maestro de la vida, Primera Edición, 2002; El maestro de la emoción, segunda reimpresión, 2003; El maestro de los maestros; El maestro del amor; El maestro inolvidable), publicados en diferentes fechas por Paulinas, Traducción: padre Álvaro Jaramillo, Bogotá.

Damboriena, Prudencio, La salvación en las religiones no cristianas, Historia salutis, serie de monografías de Teología Dogmática, B.A.C, Madrid, 1973.

De la Cruz, San Juan, Subida al monte Carmelo.

De Lubac, Henry, La oración de Teilhard de Chardin, , 3ª Edición, Editorial Estela, Traducción de Salvador Cabré, Barcelona, 1965.

Descartes, René.

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- Prólogo –

Domínguez Morano, Carlos, El psicoanálisis freudiano de la religión, análisis textual y comentario crítico, Ediciones Paulinas, España, 1990.

Dostoyevski, Fiodor , El Idiota; Los hermanos Karamazov; Crimen y Castigo; Stepancikovo y sus habitantes; El Jugador; en Obras Inmortales, Traducciones por R. Ledesma Miranda, F. Ramón G.-Vásquez; Edad, Ediciones-Distribuciones, S. A., Madrid, 1975.

Dupuis, Jacques, Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso.

Ecco, Humberto, En el nombre de la rosa. El post-modernismo.

Fallacci, Orianni, Carta a un niño que nunca nació; Entrevista con la historia; Un hombre.

Freud, Simon, El malestar de la cultura; Tótem y Tabú; El porvenir de una ilusión; Moisés y la religión monoteísta; Los actos obsesivos y las prácticas religiosas; Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis; El problema de la concepción del universo; La interpretación de los sueños; Más allá del principio del placer; El Yo y el Ello; Inhibición, síntoma y angustia; en Obras Completas.

Fromm, Erich, El arte de amar, una investigación sobre la naturaleza del amor, 4ª reimpresión, Ediciones Paidos, España, 1982. Sobre la desobediencia.

Frosini, Giordano, Spiritualità e teologia, Edizioni Dehoniame, Bologna, 2000.

Geiger, L.-B, La experiencia humana del mal, traducción al castellano: Rafael Tomás Caldera, Dimensiones, Caracas, S/F.

Goleman, Daniel, La inteligencia emocional, por qué es más importante que el cociente intelectual, Javier Vergara Editor, Bogotá, 1996. Los caminos de la meditación, Círculo de Lectores, Traducción de Jordi Fibla, España, 1986.

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- Prólogo –

González, Caminero, Circunstancias y personalidad de Unamuno y Ortega, en «Gregorianun», N. 49, 1960.

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Gonzalez-Quevedo, Jesús, La interioridad del mundo inteligible según San Agustín en "Misceláneas Comillas", XVII-XVIII, Universidad Pontificia Comillas, Santander, 1952.

Grüm, Anselm, Mistica ed eros.

Guareschi, Giuseppe, Don Camilo, tanto el libro como las cinco películas de Don Camilo y Pepone.

Hans Dieter Bastian, Teología de la pregunta, Editorial Verbo Divino, Navarra, 1975.

Hemmingway, Ernest, El viejo y el mar.

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Jean Daujat, Maritain, el arte y la poesía, en Jacques Maritain, Traducción del francés al castellano de Rafael Tomás Caldera, Dimensiones, Caracas, 1981.

Kafka, Frank, El profeta; El loco.

Kant, Emmanuel, La crítica de la razón pura.

Larrañaga, Ignacio, Del sufrimiento a la paz, hacia una liberación interior, XI edición, San Pablo, México, 1990. Sube conmigo. El silencio de María. El pobre de Asís.

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- Prólogo –

Léon-Dufour (varios autores bajo la dirección de Xavier Léon-Dufour), Los milagros de Jesús, Traducción de A. de la Fuente Adanez, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1979.

Lucas, Juan De Sahún, Dimensión Teologal Del Hombre, según X. Zubiri en, Interpretación del hecho religioso, Filosofía y fenomenología de la religión, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1982.

Luciani, Albino, Ilustrísimos Señores.

M. Flick-Z.Alszeghy, El hombre bajo el signo del pecado, Teología del pecado original, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1972.

Machado, Antonio, Poemas sueltos.

Mandino, Og, El milagro más grande del mundo.

Maradei D., Constantino, Luz en tu sendero.

Marias, Julián, Miguel de Unamuno, Espasa Calpe, Madrid, 1986.

De Mello, Tony , "Autoliberación interior", muchos de sus cuentos y libros, entre otros.

Muñoz Vega, Pablo, s.j. Introducción a la síntesis de San Agustín, APUD Aedes Universitatis Gregorianae, Roma, 1945.

Muñoz, Jesús, San Agustín, ¿Iniciador del "Intuicionismo emocional"? en «Revista Pensamiento», Volumen Décimo, N. 40, 1954.

Nazoa, Aquiles, Humor y Amor.

Nietzsche , Federico, Así habló Zaratustra.

Ortega y Gassett, José.

Osho, El equilibrio entre la mente y el cuerpo, Grupo Editorial Norma, Traductor Gustavo Vecino, Bogota, 2003. Emociones, librar del miedo, los celos y la ira, traducción de Elías Sarhan, Círculo de Lectores, Bogotá, 2003.

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- Prólogo –

Meditación, el arte de recordar quién eres, Círculo de Lectores, Bogotá, 2004.

Pegueroles, Juan, S.I., San Agustín ante la angustia y la paz existenciales, en, «Revista Pensamiento», Volumen Décimo, N.40, Ediciones Fax, Madrid, octubre-diciembre, 1954.

Pieper, Martha Heineman-Pieper, William, J., Adictos a la infelicidad, Libérese de los hábitos de conducta que le impiden disfrutar de la vida que usted desea, traducción de Carola García, Círculo de Lectores, Boogotá, S/F.

Pöll, Wilhelm, Psicología de la Religión, Editorial Herder, Barcelona, 1969.

Primera, Alí, Todas sus canciones, en especial: “Las casas de cartón”, “Flaca y Ceferino”, “Los que mueren por la vida”, “Canción mansa para un pueblo bravo”. Y, así, muchos canta-autores: en especial, Juan Gabriel; José Luis Perales. Es infinita la lista de los cantantes que nos enriquecen con sus letras, como igualmente, poetas. Muchas películas y actores, como Cantinflas; toda la serie de Chespirito (el Chapulín Colorado). Los poemas de Mario Benedetti llevados a canciones por Juan Manuel Serrat. Es infinito el aporte, tanto de poetas, cantantes, películas, etc...

Rahner, K. Y Vorgrimler, H., Diccionario teológico, Barcelona, Editorial Herder, 1966. Rahner, Karl, Curso fundamental sobre la fe, Editorial Herder, Barcelona.

Ratzinger, Joseph, Escatología, en Auer/Ratzinger, Curso de Teología Dogmática, Tomo IX, Editorial Herder, Barcelona, 1980.

Rísquez, Fernando, Psicología profunda y transformismo, Monte Ávila Editores, C.A., Caracas, 1969.

Rossano, Pietro, Los interrogantes del hombre y las respuestas de las grandes religiones, traducción de Carmen Acuña A., Ediciones Paulinas, Caracas, 1988.

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- Prólogo –

Rossi de Gasperis, Francesco, SJ., La Roca que nos ha engendrado, Ejercicios Espirituales en Tierra Santa, Sal Térrea, 1966.

Rotterdan, Erasmo de, Elogio a la locura.

Ruiz, Miguel, Los cuatro acuerdos.

San Agustín, Confesiones, traducción del R.P. Eugenio CEBALLOS, Editorial Difusión, S.A. Buenos Aires, 1946.

Sánchez Barbudo, A., Miguel de Unamuno, Taurus, Madrid, 1980.

Schatz, Okar, Manual de Parapsicología, Editorial Herder, Barcelona, 1980.

Shridharani, Krishnalal, El Mahatma y el mundo, la vida de Gandhi y la influencia de la India en el mundo moderno, Ediciones universales, Bogota, 2000.

Siegmund, Jorge, Dios, editorial Verbo Divino, España, 1969.

Spencer Jonson, M. D., ¿Quién se ha llevado mi queso?, Cómo adaptarnos a un mundo en constante cambio, Traducción: Monserrat Gurguí, Ediciones Urano, España, 1999.

Trutsch, Josef, La respuesta del hombre a la acción y a la palabra reveladora de Dios, en «Mysterium Salutis», Tomo I, Tercera edición, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1981, p. 859.

Unamuno, M. de, Contra esto y aquello, Espasa Calpe, Madrid, 1980. Unamuno, M. de, De mi vida, Espasa Calpe, Madrid, 1979. Unamuno, M. de, Diario íntimo, Alianza Editorial, Madrid, 1984. Unamuno, M. de, La agonía del cristianismo, Espasa Calpe, Madrid, 1983. Unamuno, M. de, La dignidad humana, Espasa Calpe, Madrid, 1976. Unamuno, M. de, Niebla, Espasa Calpe, Madrid, 1985. Unamuno, M. de, Vida de Don Quijote y Sancho, Espasa Calpe, Madrid, 1979. Unamuno, M., Un artículo, una tierra, un escritor, un libro, una edición, Cuadernos hispanos, N. 127-128. Unamuno, Miguel de, Del sentimiento trágico de la vida, Espasa Calpe, Madrid, 1988.

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- Prólogo –

Vallés, Carlos G., S.J., “Crecía en sabiduría...”, Sal terrae, Santander, 1995. Vallés, Carlos G., S.J., Autenticidad, San Pablo, 4ª Edición, Bogotá, 1997. Vallés, Carlos G., S.J., Busco tu rostro, orar con los salmos, Sal Terrae, 7ª Edición, España, 1989. Vallés, Carlos G., S.J., Dejar a Dios ser Dios, imágenes de la divinidad, San Pablo, 3ª edición, Bogotá, 1997. Vallés, Carlos G., S.J., Mi vida en siete palabras.

Vélez Correa, Jaime, Al encuentro de Dios, filosofía de la religión, Colección de textos básicos para Seminarios Latinoamericanos, CELAM, Bogotá, 1989.

Verneaux, R. Epistemología General o Crítica del Conocimiento, Curso de Filosofía Tomista, Editorial Herder, Barcelona, 1977.

Zavala, Iris, Unamuno y su teatro de conciencia, Salmanticensis, Vol. XVII-I, pp. 164-90.

Zubirí, Xavier, La realidad impelente.

Otros muchos autores, libros, citas, canciones, poemas, chistes, refranes de la vida diaria, etc... que han ayudado y ayudan a la inspiración inmediata o remota de las ideas generales de este libro.

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PRIMERA PARTE:

RELIGIÓN, FE

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1. ¿Qué es la oración?

Es la actitud interior de la persona de disposición del encuentro con su todo y con su nada en la experiencia relacional con el Creador.

2. ¿Para orar hay que pertenecer, necesariamente, a alguna religión?

No.

3. ¿Se puede orar, aún, sin pertenecer a alguna religión o agrupación religiosa?

Sí.

4. ¿Pero, siempre se oye decir que las religiones son los canales válidos y autorizados para orar?

Por lo general esa es la idea. Pero, aún, sin pertenecer a cualquier religión se puede tener la auténtica experiencia de la oración.

5. ¿Por qué, no necesariamente, hay que pertenecer a alguna religión para una verdadera y auténtica experiencia de oración?

Porque se trata, según la mentalidad del libro del Génesis, de una relación Creador-Criatura, ya desde la misma creación. Es algo connatural a la criatura, según la mentalidad del libro del Génesis.

6. ¿Qué es orar?

Es dialogar en una experiencia de relación Creador-Criatura.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

7. ¿Significa, entonces, que orar es algo existencial, propio del hombre, aún, cuando no haga profesión de un credo o pertenezca a alguna religión?

Por supuesto.

8. ¿Entonces, por qué, siempre se tipifica y se dice que hay que pertenecer a alguna religión para poder orar o tener la experiencia de la oración?

Por ignorancia y afán de exclusividad por parte del hombre que busca adueñarse de una experiencia que es universal y connatural a la criatura, capacitado desde la creación para la experiencia relacional con el Creador.

9. ¿O, sea, que, entonces, las religiones pueden entorpecer una auténtica experiencia de oración?

Lamentablemente; sí.

10. ¿Entonces, qué función tienen las religiones del mundo en el mundo?

Tienen la experiencia y los patrones válidos de acuerdo con sus procesos de enriquecimiento para facilitar el encuentro en la experiencia de la relación Creador-Criatura.

11. Pero, ¿no hay contradicción, entonces, con lo que se viene diciendo?

No.

12. ¿Cómo, que no, pues dice cosas contradictorias?

Desde el libro del Génesis, sobre todo, en los tres primeros capítulos, el hombre está ya en capacidad de relacionarse con el Creador. El problema se presenta después cuando el hombre ha querido y pretendido (y logrado en la historia) de encasillar esa experiencia.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

13. ¿Dónde, en concreto, aparece en el libro del Génesis esa realidad teológica y humana de la capacitación y capacidad del hombre para la relación Creador-Criatura?

En Génesis 1, 26-27:

Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.

Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.

14. ¿Es decir, que “imagen, como semejanza nuestra” (en referencia a Dios) no es otra cosa que en igual de condiciones Creador-Criatura?

Ya lo dice el texto sagrado. No hay más que decir. Está dicho. Por lo menos, en la capacidad y condición de la relación, por supuesto. Porque, la clave está siempre en la relación y realidad Creador-Criatura con sus diferencias y especificidades. Es decir: Creador, como Creador; y, Criatura, como Criatura. Es básico esa aclaratoria. Pero, en relación y en capacidad de relación. Es clave.

15. ¿Dónde está, entonces, el problema de las religiones?

En el encasillamiento y en el pretender apropiarse una experiencia que ya le es propia al hombre desde su creación. Por lo menos, es lo que se desprende del texto del libro del Génesis.

16. Ahora bien: ¿Quiere decir, entonces, que no son necesarias las religiones en el mundo para la experiencia de la relación-diálogo Creador-Criatura?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Desde el punto de vista del Génesis, ciertamente, no.

17. ¿Qué quiere decir semejante afirmación: no será un atrevimiento y una osadía?

Lo es, sí no miramos con objetividad la Revelación que nos hace el libro del Génesis. Pero, sí interpretamos con carácter de universalidad, es decir, teológico, pues, no lo es. Es una realidad teológica, revelada.

18. ¿Entonces, cuál es el papel y función de las religiones en el mundo?

Las religiones son experiencias comunitarias de la misma experiencia universal ya implícita en la naturaleza del hombre. Tienen la propiedad de crear una escala de valores y condiciones para facilitar la experiencia religiosa.

19. ¿Cuáles serían los elementos de una religión organizada para poder facilitar de manera comunitaria la experiencia de la relación Creador-Criatura?

Primero: precisar el objeto de la relación. En este caso, “Dios”.

Segundo: reconocer que la experiencia del encuentro con Dios es posible y se da cada vez que se reúnen para tener de manera comunitaria esa experiencia.

Tercero: crear un conjunto de ritos, rituales, oraciones, posturas, posiciones y maneras muy específicas que faciliten esa experiencia de la relación. Lo que sería la liturgia de cada una de las religiones. De hecho, todas las religiones, tienen su propia liturgia.

Cuarto: fortalecer a la persona que hace esa experiencia. Y, aquí, es donde está la realeza y grandeza de todas las religiones.

Quinto: crear, por consiguiente, la necesidad afectiva y efectiva de la persona de estar constantemente repitiendo esa experiencia.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Sexto: generar el compromiso personal de todos los que pertenecen a ese grupo en concreto (de la denominación que sea) de llevar una vida de acuerdo con los valores humanos-teológicos de esa experiencia de la relación Creador-Criatura. Es decir, se genera una escala de valores morales.

20. Tratemos de precisar esos seis elementos esgrimidos en la respuesta anterior: ¿Es decir, que sí no se precisa con claridad el objeto, es decir, Dios, no se está claro y se podría presentar problemas, en la religión que sea?

Por supuesto. Lo que quiere decir, que es básico, fundamental y elemental, precisar el objeto, en este caso Dios.

21. ¿Podría darse una explicación más comprensible de esa gran verdad, sobre la precisión del objeto, en este caso Dios?

Si no se tiene claro el sentido de revelación de Dios puede traer graves problemas. Así, por ejemplo, sí se tiene un concepto de Dios vengador y castigador nos llevaría como consecuencia a una vida llena de temor y de escrúpulos que enfermarían a la persona que profese esa creencia en particular.

22. ¿Pero esa era la idea alguna vez del concepto de Diosque se tenía, por lo menos, así aparece en el Antiguo Testamento de la religión judía, de un Dios vengador de nuestras maldades?

Sí; esa era la idea del Antiguo Testamento, en la religión judía. Pero, el libro de Job, buscaba mostrar, justamente, lo contrario. Y, sobre todo, el mismo Jesucristo, en toda su enseñanza nos muestra a un Dios misericordioso, superando, así, la idea de un Dios vengador.

23. ¿Podría darse alguna otra idea de una concepción no apropiada del verdadero sentido de “Dios”?

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Page 25: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Primera Parte: La religión, la fe... –

Un Dios al que haya que hacerle sacrificios humanos, por ejemplo, como en algunas religiones, según nos cuentan muchos libros de historias de algunas culturas, como las precolombinas

24. Sí; ¿pero si uno lee algunos libros del Antiguo Testamento, para seguir con la idea de la religión judía, que es la base de la religión cristiana, todos los rituales religiosos consistían en inmolar cabritos y toros cebados; o, sea, entonces, que la religión judía tenía una falsa concepción de “Dios”?

De hecho, en eso consistía los sacrificios religiosos. No se puede negar.

25. Es escandaloso desde nuestra manera de ver hoy el concepto del sacrificio. Así, por ejemplo, se nos cuenta en el libro segundo de las Crónicas 35, 7-12, por citar un caso como referencia, de cantidades de cabritos, ovejas y bueyes para el sacrificio de la Pascua en honor a Yahveh1. ¿No es eso una carnicería en el más sentido estricto de la palabra para agradar a un dios, sediento de sangre?

1 Segundo libro de las Crónicas, 25, 7-12: “Josías reservó para la gente del pueblo ganado menor, así corderos como cabritos, en número de 30.000, todos ellos como víctimas pascuales para cuantos se hallaban presentes, y 3.000 bueyes. Todo ello de la hacienda del rey.

También sus jefes reservaron ofrendas voluntarias para el pueblo, los sacerdotes y los levitas. Jilquías, Zacarías y Yejiel, intendentes de la Casa de Dios, dieron a los sacerdotes, como víctimas pascuales, 2.600 ovejas y trescientos bueyes.

Konanías, Semaías y Natanael, su hermano, y Jasabías, Yeiel y Yozabad, jefes de los levitas, reservaron para los levitas 5.000 corderos pascuales y quinientos bueyes.

Preparado así el servicio, ocuparon los sacerdotes sus puestos, lo mismo que los levitas, según sus clases, conforme al mandato del rey.

Se inmolaron las víctimas pascuales, y mientras los sacerdotes rociaban con la sangre que recibían de mano de los levitas, los levitas las desollaban y apartaban lo destinado al holocausto para darlo a las secciones de las casas paternas de los hijos del pueblo, a fin de que lo ofreciesen a Yahveh conforme a lo escrito en el libro de Moisés. Lo mismo se hizo con los bueyes.”

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

¿Qué se puede decir, como respuesta, ante los datos que se recogen en ese libro y en muchos del Antiguo Testamento? No se puede decir nada como para justificar. Los datos son los datos. Ahí están.

26. ¿O, sea, que reconoce, entonces, que también el judaísmo desde sus inicios como religión no tenía una clara definición del auténtico Dios?

Desde los datos plasmados como evidencia aquí, pues, no hay otra que decir, que, sí.

27. ¿Es decir, entonces, que Dios necesitaba de la sangre de los sacrificios de animales para estar contento?

Pareciera.

28. ¿Cómo, que, pareciera? Es. Ahí están los datos. Y lo peor es que, según los mismos libros considerados sagrados, era el mismo Dios que los pedía y determinaba cómo, cuándo, dónde y por qué y quiénes tenían que hacer los sacrificios. ¿Qué se puede decir al respecto, cómo se defiende?

No se puede decir nada. Esa es la historia de la religión judía.

29. ¡Muy bonito, no! ¿No cree que está evadiendo una respuesta seria ante esa realidad innegable, y, ahora, se busca lavar las manos, al decir que esa es la historia de los judíos, y, no la de los cristianos, como religión, que tiene como base la fundación de fe de los judíos como su herencia religiosa? ¿No cree que, al fin y al cabo, es la misma cosa?

Sin duda que el cristianismo tiene su base de fe en la religión judía. De hecho, cree y profesa su fe en un solo Dios. Es decir, es una religión monoteísta. Pero, el cristianismo es

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

posterior y es la maduración perfecta del judaísmo en la historia, desde Jesús de Nazareth, el Mesías, el enviado, según las mismas esperanzas mesiánicas del pueblo judío.

30. ¿Eso quiere decir que, entonces, toda religión progresa y madura con el tiempo y con la historia?

Negar un proceso de madurez, aún en la religión, sería negarse al proceso mismo del crecimiento de la persona humana, y, por consiguiente, del género humano, tanto en individualidades, como colectivamente.

31. Se acaba de decir que toda religión progresa, aún en sus apreciaciones sobre el Dios en el que cree. Muy bien. ¿Entonces, eso significa que la religión se hace con el tiempo y es, igualmente, purificable o depurable y que se puede, tanto avanzar como retroceder, y, aún, estancar, sí sus integrantes no se mantienen en alerta?

Definitivamente.

32. ¿Pero, qué significa, en este caso, mantenerse en alerta?

Estar haciendo constantemente teología. Lo que significa verdaderamente una auténtica experiencia de oración. Es decir, no todo está conseguido. Y, aún lo conseguido, se puede perder. Porque se trata de una experiencia de apertura constante.

33. ¿Y quiénes hacen teología en las religiones?

Deberían hacerla todos, en la experiencia de oración que es una constante búsqueda y un eterno ir y venir hacia la fuente y de la fuente. No porque ya se llenó las vasijas de agua hoy, mañana no tengo que volver. Al contrario, hay que volver para llenar otra vez las vasijas, lavarlas, cambiar el agua, y volver y volver, constantemente.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

34. ¿Pero, ese ir y volver a la fuente, utilizando la figura que se acaba de utilizar, no es fatigoso?

No. Al contrario. Se convierte en una fiesta interior que

produce mucha alegría y satisfacción. Además, de una dulce necesidad.

35. ¿Y, si no se hace esa experiencia del ir y venir a la fuente y de la fuente, y que suena tan bonito, y no se logra en todos, existe algún peligro, entonces, en la experiencia de la oración y de la religión como el instrumento garante de esa experiencia?

Definitivamente.

36. ¿Cuál es el peligro de no hacerse y repetirse constantemente esa experiencia arriba descrita?

El peligro está en que, entonces, la religión se convierte en puro moralismo.

37. ¿O, sea, que el moralismo es una deformación de lo que debe ser una auténtica tarea de las religiones?

Definitivamente.

38. ¿Qué sería moralismo, en este caso?

En que todo se convierte en pecado. Y todo se convierte en un puro ritualismo y cualquier infracción de lo ritualístico o sus formularios se considera como una ofensa a Dios. Todo se convierte en un “no”. “No” para todo, que en vez, de liberar, ata, paraliza y confunde generando un temor por todo y para todo.

39. ¿Pero, es que hay cosas que tienen que ser “no”, aún dependiendo del lugar y del momento?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Por supuesto, que hay momentos, lugares y situaciones en el que el “no”, prevalece. Pero, no tanto, al extremo de quitar la experiencia de libertad interior. Cuando se le da mas importancia a lo menos importante, como a los detalles superfluos, y no a la esencia, se corre el peligro de moralismo.

40. ¿Podría darse ejemplos de moralismo?

Se podría dar ejemplos. Pero, al dar ejemplos, caeríamos en moralismos, que es, precisamente, lo que se está evitando.

41. ¿Entonces, cuál es la esencia, pues, para evitar, así, ser moralistas?

La persona humana. Con todo lo que esa realidad implica: su libertad con el auténtico sentido de “imagen y semejanza de Dios” (véase la pregunta 14.).

42. ¿Entonces, cuando muchas manifestaciones religiosas, e, inclusive, mucho líderes religiosos (de la religión que sea), adoptan posturas moralistas, están privando de una auténtica experiencia religiosa y de oración a los seguidores de esa experiencia?

Definitivamente.

43. ¿Moralismo sería estancamiento?

Sí.

44. ¿El moralismo sería empobrecimiento?

Sí.

45. Utilizando la idea del ir y venir hacia la fuente y de la fuente ( véase la idea de la pregunta 33), ¿cuál sería un ejemplo de moralismo?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Sería en quedarse con el agua que se trajo hace varios días y no querer volver a la fuente para renovar el agua, aún lavar la vasija. O, sería, en conformarse con la experiencia ya vivida (o de ayer) creyendo que no hay más, cuando el agua sigue fluyendo cristalina y fresca en la fuente para dar vida.

46. No queda del todo clara la idea. ¿Podría dar alguna otra referencia ilustrativa para comprender tema tan importante para nuestras vidas?

Al conformarse con el agua que se trajo ayer (en relación a tiempo pasado y vivido como experiencia) y no comprender que la vida está en la fuente, a donde se tiene que volver siempre, para siempre volver, se comienzan a poner muchas prohibiciones para intentar conservar lo que ya se vivió y pertenece al ayer, para intentar conservarlo. Cuando ya envejece por razones de tiempo y naturaleza. Entonces, vienen los “no”. Tales como: No mueva el agua; no mueva la vasija; no se pare ahí porque se calienta el agua; no destape la vasija porque se evapora; no saque mucha agua porque queda poca; no, no y no. Todo un rosario de “no” que empobrecen y quitan la libertad y la alegría. Todo por no volver a la fuente otra vez, y, así, cada vez, siempre.

47. ¿Y, tienen algo o nada que ver en esa manera algunos líderes religiosos?

Algunos líderes están en la experiencia y en la sintonía del ir y venir a la fuente y de la fuente. Otros, son extremadamente moralistas, lamentablemente. Y eso es en todas las religiones.

48. ¿En la religión que se llama Católica, también existe?

No es la excepción.

49. ¿O, sea, que ese estancamiento en la oración, no sería lo mismo a decir, que es un estancamiento psicológico?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Por supuesto que sí.

50. ¿O, sea, que sería quedarse anclado a un ayer muy bueno y cerrarse a un mañana muy prometedor y enriquecedor, como clave de futuro, al fin y al cabo como una auténtica interpretación del sentido de la historia?

Sí.Ese sería y es verdaderamente el problema. Un quedarse

en el ayer y mantenerse en esa experiencia como la única válida.

51. ¿Existe expresiones populares que recogen esa gran verdad psicológica de estancamiento?

Por supuesto. Muchas.Sólo por decir una: “Ay, en mis tiempos era así” (es decir

mejor).

52. ¿Cómo se podría interpretar esa expresión y posición en la vida?

Envejecimiento mental. Porque el mundo fluye, cambia. También son nuevas todas las experiencias que hacen que la vida sea realmente bella. Y lo es.

53. ¿Pero, eso que se aplica en la oración, del estancarse o del ir-venir a la fuente, se aplica a todos los ámbitos de la vida de la persona y de la historia?

Definitivamente.

54. ¿Entonces, lo de la oración como actitud, podría decirse es que igualmente una experiencia intelectual?

Por supuesto.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

55. ¿Eso quiere decir, entonces, que intelectual y espiritual es una misma realidad?

Ni, más; ni, menos.

56. ¿Pero, se oye muchas veces, que muchos contraponen esas dos realidades y las colocan como antagónicas?

Es triste que así sea.

57. ¿Pero, no son antagónicas, es decir contrapuestas?

Jamás.

58. ¿Es decir, que un intelectual es ya una persona espiritual?

Definitivamente.No se es intelectual si en el fondo no se es espiritual. De

hecho, la condición que hace al intelectual en su afán de búsqueda es, precisamente, su espiritualidad.

59. Si, pero, ¿tiene que tener fe el intelectual para poder hacer teología?

Por supuesto. Esa es la diferencia.De hecho, sin fe no se puede hacer teología. Es básico.

60. ¿Pero, una persona “atea” no puede hacer teología?

Ya sólo el hecho de que una persona se cuestione el sentido de la vida y le busque sentido a la vida con sus cuestionamientos hace, precisamente, que tenga fe, aún cuando no exprese ninguna formulación religiosa.

61. ¡Pero, se ha tipificado siempre que el “ateo” no cree y no tiene fe, por consiguiente, no está autorizado para hacer teología!

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Lamentablemente, son calificaciones que en nada se acercan a la verdad. Muchos, sobre todo cantantes, por ejemplo, hacen mucha teología. Claro, que es una manera muy peculiar de hacer teología, muchas veces contestatarias. Pero, no por eso, no dejan de hacer teología, desde sus maneras particulares, por supuesto. Pero, igual es teología. ¡Cómo negarlo! Y, desde alguna manera, nos ayudan a acercarnos al verdadero concepto de Dios.

62. ¿O, sea, que cualquiera puede hacer teología?

Definitivamente.

63. ¿Y, eso no puede ser delicado ya que habrá tantas teologías como pensantes sobre la realidad “Dios” haya?

En el sentido amplio de lo que es teología; no. De hecho, todos estamos en capacidad, por la naturaleza humana, de intentar acercarnos al mismo misterio. Total, la apertura es existencial y universal, sin excepción.

64. Si; pero, ¿entonces, dónde se ubica lo del Magisterio de la Iglesia y lo de la sujeción al Magisterio oficial de la Iglesia?

Tiene razón. Pero, eso corresponde estrictamente a los cristianos y católicos en concreto y no al hecho existencial de la capacidad de teólogos de la que participamos todos los seres humanos, por el solo hecho de ser “imagen y semejanza de Dios” ( véase la pregunta y respuesta 14).

65. ¿Eso quiere decir, entonces, que algunos estarán más cerca de una auténtica interpretación de la realidad “Dios” que otros?

Está de más decirlo.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

66. ¿O, sea, que el concepto de Dios que se pueda tener con su comprensión, es progresivo, en donde, a veces, se aproxima más o se distancia, dependiendo de las capacidades del sujeto (persona) que haga esa maravillosa tarea?

Por supuesto.

67. ¿Es decir, que justo ahí, es donde se explica la existencia de las religiones?

Por supuesto.

68. ¿O, sea, que las religiones son maneras interpretativas de una relación circunstancial de interpretación de relación con Dios?

Ni, más; ni, menos. Ese el meollo de las religiones.

69. ¿Qué quiere decir, en este caso, “meollo”?

La esencia.

70. ¿Entonces, esa realidad permite comprender la existencia de varias religiones, que no son, sino, maneras particulares de aproximaciones a la misma verdad?

Sí.

71. ¿Luego, unas religiones serán más acertadas que otras de acuerdo con su sensibilidad en la aproximación al mismo misterio, es decir, “Dios”?

Definitivamente.

72. Ahora bien: ¿Sí “Dios” es sentido de búsqueda, y búsqueda es más que todo sentido de pregunta, sobre

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

todo existencial, significa que “preguntar” es buen síntoma, y, en cierta manera es estar en Dios?

Definitivamente. Además, es una experiencia humana muy enriquecedora que en nada perjudica al ser humano. Todo lo contrario.

73. ¿Eso quiere decir que “Dios” no es propiedad de nadie ni de ningún grupo, aún cuando sea una organización religiosa?

Por supuesto.

74. ¿O, sea, que ese es el gran problema de las religiones, que ostentan ser poseedores y acaparadores de “Dios”?

Definitivamente.

75. ¿Esa gran verdad, hasta ahora descubierta, es lo que ha generado, lamentablemente, las famosas guerras entre las religiones?

Es triste; pero, es así.

76. ¿Qué se puede hacer para evitar esos extremismos en una falsa concepción religiosa de la experiencia de Dios?

Hacer lo que estamos haciendo: abrir caminos y aclarar muchas ideas que son necesarias. Sobre todo, estar en apertura existencial. Además, de hacer teología. Es una obligación y un imperativo propio del creyente, independientemente, de la denominación religiosa a la que pertenezca.

77. ¿Pero, eso es posible?

Es posible. Es una tarea.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

78. ¿Pero, qué se necesita para lograrlo, a pesar de todas las posibles dificultades que se puedan presentar o que se han presentado a través de la historia?

Es necesario, definitivamente, estar en auténtica actitud de oración, ya sea de manera individual y personal, ya sea, de manera colectiva. Actitud que requiere de una gran dosis de humildad y sinceridad.

79. ¿Las religiones son objeto de estudio?

Por supuesto.

80. ¿Pero, no es una osadía y una intromisión dedicarse a hace un estudio de la religión?

No se ve por qué tenga que serlo.

81. ¿Pero, las religiones no son instituciones sagradas?

Definitivamente; no.

82. ¿Pero, esa respuesta no es un tanto atrevida e irrespetuosa?

No lo es. Las religiones son invenciones humanas; y, por lo tanto, son objeto de estudio.

83. ¿Desde qué puntos de vista se puede hacer un estudio de las religiones y de la religión, en sentido general?

Desde todos los posibles.

84. ¿Podría explicarse y dar las posibles maneras de estudiar las religiones?

El estudio científico de la religión puede orientarse en diversas direcciones.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

85. Sí; ¿pero, cuáles?

Se puede hacer: filosofía de las religiones filosofía de la religión historia de la religión historia de las religiones religiones comparadas psicología de la religión teología de la religión

86. ¿Y, en el caso nuestro, qué estamos haciendo, en cuál de estos posibles estudios de la religión nos ubicamos?

En parte, estamos haciendo filosofía de la religión.

87. ¿Solamente?

También estamos haciendo, sobre todo más adelante de este mismo intento, psicología de la religión.

88. ¿Nada más?

También, teología de las religiones.

89. ¿Cómo se sabe que se está haciendo filosofía de la religión?

Porque el campo propio de la filosofía de la religión es el estudio del ser y la existencia de Dios y la capacidad por parte del hombre para conocerlo naturalmente.

90. ¿Y, eso haremos y estamos haciendo?

Sin duda.

91. ¿Y, estamos haciendo un estudio de las religiones comparadas?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

No. No estamos comparando ni indagando las particularidades y características comunes de la forma de la religión en los diversos pueblos y culturas.

92. ¿Y, se hará en este trabajo un estudio de las religiones comparadas?

No se hará.

93. ¿Por qué; no cree que sería muy útil e interesante, además de necesario?

No se niega su utilidad; pero, sería muy fatigoso. Además, sería correr el riesgo de presentar cosas que no comprendemos, sino, desde nuestras perspectivas. Y, sería una falta de respeto, para ser honestos.

94. Muy interesante: ¿O, sea, que lo mejor es no adentrarnos en empresas realmente muy complicadas?

Precisamente.

95. ¿Haremos historia de las religiones, o, más en concreto, historia de la religión?

Menos.

96. ¿Por qué?

Por las mismas razones anteriores. Aunque, no se niega que sería muy interesante.

97. ¿Haremos psicología de la religión?

Un poquito. Lo elemental, nada más.

98. ¿Es decir?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

La psicología de la religión se interesa en el estudio de las funciones psíquicas que intervienen en la vida psíquica religiosa, como el sentimiento, el deseo, la voluntad, el pensamiento y la representación mental o imagen, como también las vivencias religiosas y la actitud ante lo sagrado. Y, de eso trataremos, pero de manera muy superficial, como fenómeno humano universal. Apenas se hará referencia general. Por eso, un poquito.

99. ¿Entonces, qué hacemos y qué haremos en este trabajo?

Filosofía y teología de la religión. Pero, de manera muy elemental. Porque los temas son realmente muy profundos, y, realmente, muy delicados.

100. ¿Pero, es y será bueno que hagamos lo que estamos haciendo y haremos?

Eso lo veremos al final de todo y en el transcurso (véase pregunta y respuesta 386.).

101. ¿Hacer oración, sería, rezar?

Rezar es propio de las metodologías de cada religión. Y cada una tiene sus propias modalidades. Rezar, no sería, precisamente, la verdadera postura, aunque no se niega, que pueda que ayude. Pero, más que rezar, la tarea es hacer oración.

102. ¿Pero, entonces, orar y rezar son dos realidades distintas?

De hecho, se puede rezar, mas no orar. Se puede hacer muchos rezos, pero, ello, no significa que se esté haciendo oración.

103. ¿Qué sería rezar?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Sería ceñirse a un formulario según el grupo religioso al que se pertenece. Sería cumplir un ritual religioso. Pero, eso no es orar.

104. ¿O, sea, que no hay que hacer ningún tipo de rezo según las fórmulas ya creadas según los parámetros religiosos existentes?

Los rezos, sin duda, que son la experiencia acumulada en su recorrido como experiencia comunitaria de una sociedad determinada que facilitan. Pero, no se trata de ceñirse cerradamente a esas únicas experiencias. Y, aquí, es donde están los graves problemas de incompatibilidad de todas las religiones entre sí. Ya que cada una se cierra a su propia experiencia y se cierra a una ajena a la propia.

105. ¿O, sea, que cada religión crea un “Dios” propio con características propias y cada una cree que el verdadero “Dios” es el suyo propio, al que invoca y al que se dirige en su experiencia de comunicación y diálogo?

Lamentablemente, pareciera que hubiera tantos “dioses” como maneras y ritos y ceremonias existe. Ese es uno de los grandes problemas de las religiones.

106. ¿Es decir?

Que cada una al cerrarse pierde la experiencia de la búsqueda que tienen las otras, y, así, sucesivamente.

107. ¿En otras palabras que en su afán de defender sus propias fronteras religiosas se están negando a la auténtica experiencia de oración, y, por consiguiente, de “Dios”?

Lamentablemente; sí.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

108. ¿Entonces, “Dios” no es propiedad de nadie ni de ningún grupo, así, se auto-declaren como los poseedores?

Está de más, decirlo.

109. Estamos claros, en que “Dios” no es propiedad exclusiva de nadie ni de grupos. Muy bien: ¿Pero, entonces, no se deja poseer?

Como posesión y propiedad; no. Pero, como experiencia; sí.

110. Es ambigua esa respuesta: ¿Por fin, se deja poseer o no se deja poseer?

Sí miramos la realidad “Dios” como una cosa u objeto; ciertamente, no. Pero, si miramos esa posesión como una experiencia; sí.

111. ¿Pero, se oye constantemente que hay que pedir a Dios, tal o cual cosa, que ÉL nos las concede y que hay que pedir a Dios; entonces, cómo quedamos?

De eso se trata este libro.. Queremos llegar a la profunda experiencia de la oración. Por ahora, estamos colocando todos los cimientos para poder llegar a ese tema. Pero, todo a su debido tiempo. Dejemos esa misma pregunta para más adelante que nos va a ser muy útil porque es hacia donde pretendemos llegar con la ayuda de Dios, en una auténtica experiencia intelectual y espiritual, es decir, de oración. Ya que no son realidades contrapuestas ni antagónicas (véase las peguntas y respuestas 55-58).

112. Esta bien: todo a su debido tiempo: ¿pero, entonces, no es una posesión, sino una experiencia?

Es una experiencia.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

113. ¡Ajá!: Lo agarré: ¿Sí es una experiencia, entonces, es un invento?

No se ve por qué tiene que ser un invento.

114. ¿Cómo que, no? ¿No es, acaso, la experiencia a nivel fenomenológico, filosófico, es decir, del conocimiento, una realidad subjetiva e individual?

Ciertamente. Por eso, interviene el fenómeno de la fe.

115. ¿O, sea, que la fe es, entonces, una experiencia subjetiva?

Sí; la fe es una experiencia subjetiva.

116. ¿Pero, no es delicado decir que la fe es una experiencia subjetiva?

No es peligroso. Porque es una realidad. No se puede negar ni obviar.

117. ¿Eso quiere decir y eso explica que algunos tengan fe y otros, no?

Definitivamente.

118. ¿Qué quiere decir, en este caso, que es una experiencia subjetiva?

Quiere decir que es individual y personal. Es, en cierta manera, un don y una bendición.

119. ¿Al decir que la fe es una experiencia subjetiva quiere decir que es al mismo tiempo una experiencia subjestiva?

Por supuesto.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

120. ¿Podría explicarse mejor esa dos realidades: subjetiva y subjestiva?

Quiere decir, que como se trata de una experiencia personal de relación con el Creador, se genera un cambio, una transformación interior como consecuencia del gozo y la esperanza que da esa relación de fe.

121. ¿O, sea, que la fe genera un comportamiento y una actitud de vida?

Ni, más; ni, menos.

122. ¿Pero, esa manera de ver estas realidades, fe y vida, no podría ser un auto-engaño de quien experimente esas verdades vitales y existenciales?

Sin duda, que podría presentarse para auto-engaños.

123. ¿Significa, entonces, que el creer y la fe es un auto-engaño?

No, necesariamente.

124. ¿Cómo que, no, sí es evidente?

No. Porque la fe es una respuesta circunstancial, también limitada como toda circunstancia, frente a los misterios de la vida. Y, es colocarse con humildad frente al misterio, es decir, frente al sentido mismo de la vida. Eso explica la razón de ser de las religiones en el mundo.

125. ¿Entonces, las religiones son organizaciones humanas, creadas por hombres, para tener a sus integrantes en un constante auto-engaño?

Sí las religiones se la toman muy en serio; no. Pero, puede presentarse esa posibilidad.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

126. ¿Entonces, tienen razón los que sostienen que las religiones son “opio” del pueblo?

Podrían tenerla, sí las religiones no comprenden a profundidad el auténtico sentido del misterio.

127. ¿Podría explicarse mejor?

Sí las religiones proyectan para un futuro inalcanzable sus esperanzas y sus expectativas de fe sin ningún compromiso real e histórico transformador, pues, correrían la tentación de convertirse en “opio”. En cambio, sí se hace la conexión exacta y justa con la vida concreta e histórica, entonces, las religiones se transforman, como debe ser, en una experienciade vida gozosa y alegre.

128. ¿Qué significaría, en esta caso, “opio del pueblo”?

Una poción para tener a la gente engañada, y, por consiguiente, alienada y manipulada.

129. ¿Es ese el peligro de las religiones?

Sin duda, que, sí.

130. ¿Qué se puede hacer para evitar esa tentación y posibilidad de las religiones?

Hacer lo que estamos haciendo en estos momentos: intentar hacer teología, aún de las religiones.

131. ¿O, sea, convertirnos en críticos de las religiones?

Si por críticos se entiende intentar cuestionar con elementos teológicos, como lo estamos haciendo, justo ahora, pues, sí.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

132. ¿Pero, esa posición no nos llevará a que nos excomulguen de las agrupaciones a las que podamos pertenecer como agrupación religiosa?

Aún, así.

133. ¿Pero, no nos llevaría a ser vistos como sectarios y separatistas, en cierta manera, del resto?

Estaríamos actuando según nuestra conciencia. Y, en este particular, estaríamos siendo honestos y sinceros, como muchos ya lo han hecho en la historia de la humanidad.

134. ¿Y, hay gente que lo ha hecho?

Para consuelo nuestro; sí. Y, muchos. Todavía hoy mucha gente lo hace, por ejemplo, muchos cantantes con sus letras.

135. ¿O, sea, que esos que se han visto y se ven como contestatarios son, en cierta manera, teólogos?

¿Cómo decir lo contrario?

136. ¿Es decir, que muchos se revelan en la manera de concebir una auténtica interpretación de “Dios” y con ello se están acercando a su verdadera interpretación?

Ayudan a una aproximación. Sobre todo, ayudan a evitar encasillamientos, en caso de que se den. Y se dan. En eso consisten sus aportes.

137. ¿Eso quiere decir, entonces, que “Dios” y su experiencia son posibles, aún, fuera de las propias religiones?

Está de más, decirlo.

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138. ¿Entonces, qué papel juegan las religiones en el mundo? Y, perdone que insista en el mismo cuestionamiento repetido muchas veces antes de ahora (véase las primeras preguntas).

Ese cuestionamiento tiene que ser la constante de este libro. Porque eso es lo que pretendemos precisar y estudiar y es lo que motiva, precisamente, este libro: abrir caminos. Sin duda, que las religiones juegan un papel importante en la historia del hombre, ya que ayudan y facilitan la experiencia de la relación Creador-Criatura. Pero, es necesario que hagamos teología de las religiones, como es lo que estamos intentando hacer. No es fácil, sin embargo.

139. ¿Quiere decir, entonces, que hay que evitar todo tipo de encasillamiento, y, hay que estar abierto a toda experiencia para acercarse progresivamente a la auténtica experiencia de “Dios” y todo lo que ello significa?

Definitivamente.

140. ¿Es decir, que todo encasillamiento, en aras de una experiencia religiosa, es todo lo contrario, es, más bien, una negación de esa experiencia?

Lo es.

141. ¿En otras palabras: cerrarse es aferrarse y negar una auténtica experiencia de “Dios”, pues “Dios” y su experiencia es apertura?

Para que decir que no; si, sí.

142. ¿O, sea, que las religiones corren ese peligro, al considerar que son las únicas válidas, con cada una en particular, en rechazo de las otras?

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Ese es el peligro, definitivamente, de las religiones. En que ellas mismas se convierten en sectarias.

143. ¿O, sea, que todas las religiones tienen las mismas cosas en común y en aras de eso común se convierten en exclusivas?

Si.

144. ¿Entonces, no es fácil, mantenerse alerta para evitar lo que se debe evitar?

No es fácil.

145. ¿Significa que hay que hacer una especie de resumen de todas y hacer una nueva religión?

Podría ser peligroso. Es lo que en la historia de la humanidad se ha llamado sincretismo. Ya se ha intentado. Ahora, es lo que pretende la New Age (Nueva Era).

146. ¿Qué cosa es el sincretismo?

Es tomar de todas las partes las cosas que se consideren útiles y juntarlas haciendo una especie de creación nueva, desde las partes involucradas.

147. ¿Y el sincretismo no sería la alternativa válida ante el fenómeno y la realidad de las religiones?

No.

148. ¿Por qué no, sí, ante las divergencias, y, a veces rivalidades, no sería la manera más sana de buscar la unidad con criterios de no exclusión?

Porque, faltaría la clave de todo que sería el diálogo.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

149. ¿Pero, no sería, precisamente el diálogo lo que haría que todas aportaran de sí lo que cada una y todas tienen de positivo?

No. Porque sería crear una especie de “ensalada” de religiones. Es decir, una mezcla, que en vez de fortalecer y enriquecer generaría más confusión. Además, de no crear ningún tipo de identidad.

150. ¿Pero, sí es, precisamente, las identidades particulares cerradas las que han llevado a la no convergencia ante el hecho del objeto sagrado, en este caso, “Dios”?

Ciertamente, el objeto sagrado es el mismo: “Dios”. La diferencia está en sus aproximaciones a esa verdad metafísica.

151. Ahora, sí que se complican las cosas. Ahora, se metió con metafísica: ¿Qué cosa es metafísica?

La palabra “metafísica” es una palabra utilizada en filosofía para hacer referencia a las realidades supraterrenales. De hecho, “metafísica” quiere decir “más allá de la naturaleza”, “más allá de las leyes de la naturaleza”.

152. ¿O, sea, que “Dios”, en este caso concreto, es “metafísica”?

Sí.

153. ¡Ah, pero eso escapa al dominio, o su pretensión, por parte del hombre!

Precisamente.

154. Bueno: ¿Sí se escapa al dominio del hombre, entonces, por qué el hombre pretende embarcarse en dominios que no son suyos?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Ahí está el meollo de la cuestión, como se dice. Precisamente, el hombre tiene que entender que se trata de fronteras que son imposibles de abarcar, precisamente, porque es un misterio.

155. Bueno: ¿Sí es un misterio por qué el hombre se empeña en decir y demostrar que conoce sobre esas realidades, cuando en verdad no es así, sino vana ostentación de conocimientos?

Ahí está la clave de todo.

156. Ahora sí que nos metimos en temas delicados, y, mucho, porque: ¿Sí es un misterio por qué no dejarlo como misterio y dejarse de inventos e inclusive de religiones?

El hecho de que sea un misterio no significa que el hombre no intente entenderlos racionalmente, por lo menos. Y es lo que hace con sus intentos.

157. ¿Entonces, eso nos lleva a inventar religiones?

En cierta manera, sí.

158. ¿O, sea, que las religiones son, nada más que inventos puramente inventos humanos?

Para qué decir que, no; si, sí.

159. ¿O, sea, que si las religiones son inventos puramente humanos, eso nos lleva a concluir que las religiones son justificaciones humanas para proyectar su afán de infinitud, ante el hecho de su finitud, precisamente?

Justo aquí es donde está el peligro de las religiones. Pero, hay que diferenciar el hecho o el fenómeno religioso de la realidad de las religiones.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

160. Esto se nos está complicando: ¿Entonces, en qué quedamos: son o no son inventos?

Las religiones; sí. Más no el fenómeno religioso.

161. ¿Qué sería, en este caso, entonces el “fenómeno religioso”?

Es la experiencia de finitud del hombre como misterio y pregunta que busca respuesta. Lo que lo lleva a buscar explicaciones frente a los misterios del misterio de su existencia.

162. Ah, ¿entonces, “Dios” como respuesta del hombre es un invento del hombre?

Aquí es donde está lo delicado, precisamente. Porque se presenta para posiciones encontradas: unos, que sí; y, otros, que no.

163. ¿O, sea, que los dicen que sí, sería los que tienen fe; y, los que dicen que no, serían los que no tienen fe?

Ahí está la diferencia.

164. ¿Entonces, la fe es un auto-engaño?

No, precisamente. Es una respuesta válida y necesaria.

165. ¿O, sea, que al hombre le conviene tener fe, para seguir auto-engañándose?

Estamos en un tema muy delicado. Si se dice que sí, se nos abre un mundo complicado de posibilidades existencialistas que tienen que buscar respuesta al fenómeno religioso. Lo que nos llevaría a hacer teología de las religiones, y más, precisamente, a hacer psicología profunda,

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

en donde entra el tema del inconsciente. Si decimos que no, se nos cierra toda posibilidad de preguntas y respuestas en nuestro afán de búsqueda, porque se cierra toda pregunta. Habría que enmudecer.

166. Así, no se vale: ¿A estas alturas va a evadir la respuesta ante esa pregunta tan básica, elemental y necesaria?

Entonces, digamos que sí, y, que no, al mismo tiempo, y “que “Dios” nos agarre confesados”, como se dice.

167. ¿Quiere decir que tiene miedo a estas alturas?

No tanto como miedo. Sino que se visualiza que el tema es muy, pero muy, delicado. Ya que nos adentraremos en cuestiones racionales y/o científicas, demostrables, y en cuestiones no demostrables sino desde la perspectiva de la fe. Y en este punto se pueden herir muchas sensibilidades y creencias.

168. ¿Y de eso no trata, pues, de abrir caminos; sí, o, no?

Pues; sí.Y, “que Dios nos agarre confesados”. Y, muy bien

confesados, porsia...

169. Entonces, “a lo que vamos, que para luego es tarde”, como dice el refrán: Se decía, pues, que cabía la posibilidad que lo del fenómeno religioso es una posibilidad de auto-engaño, ¿sí, o, no?

Sí.

170. Bueno: ¿Sí, a qué: a que sí es un auto-engaño o a la posibilidad de auto-engaño?

A la posibilidad.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

171. ¿Cómo está tan seguro?

Porque dijimos que sí y que no al mismo tiempo. Y esa respuesta nos coloca en la tarea obligada de estudiar, de leer, de buscar, de relacionar, de filosofar y también de teologizar.

Pero, con calma que el asunto es serio, y, mucho. Y de estar en apertura, lo que significa que en oración.

172. Ya se metió con oraciones: ¿Por qué orar, justo, ahora?

Porque la pregunta tiene una gran índole de espiritualidad y porque la espiritualidad requiere una gran carga de intelectualidad. Van unidas (véase la pregunta 58).

173. Está bien, pues: admitámoslo. Pero, volvamos a lo de la posibilidad de la fe como un auto-engaño: ¿Es posible que el hombre se auto-engañe al inventar mundos ajenos a sus fronteras?

Es posible.

174. ¿La fe ayuda a que el hombre se auto-engañe?

Como proyección alienante, sí.

175. ¿Qué significaría, en este caso, proyección alienante?

Dejar para “el después” lo que le corresponde para “el acá” histórico concreto y real.

176. ¿Podría explicarse un poquito mejor?

Cuando el hombre evade su realidad histórica y lo deja todo en manos de la creencia de la idea de destino y determinismo (véase preguntas y respuestas 125-216, segunda parte).

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

177. ¿Es decir?

Cuando atribuye a fuerzas externas a las humanas y naturales todo su acontecer histórico.

178. ¿En este caso “Dios”?

Sí. O a la idea que se pueda tener de “Dios”, por supuesto (véase preguntas y respuestas 424-488).

179. ¿O, sea, que se puede tener muchas ideas de “Dios” según las individualidades?

Sí.180. ¿También se puede tener ideas de “Dios” o sus

aproximaciones circunstanciales o por necesidades especiales y particulares?

Sí.

181. ¿O, sea, esa es la idea de cada una de las religiones?

Sí.

182. Eso ya se ha dicho en las páginas anteriores, ¿o, no?

Sobre eso estamos girando, sin duda.

183. Volvamos a lo de la idea de “Dios”: ¿El hombre se ha inventado la idea de “Dios”?

El hecho y la realidad es el misterio.

184. ¿O, sea, que ante la idea de no poder encontrar respuestas, acude a la palabra “misterio”

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

para encerrar en una palabra lo que se le escapa de su comprensión?

El hecho es que se trata de un misterio. Existen verdades que se superan al hombre.

185. Muy bonito: ¿Entonces no es más que un invento ante lo que no comprende?

Es una verdad que no se puede negar.

186. A este punto llegamos a un tema más interesante, todavía: ¿Ante ese hecho innegable, entonces, se inventó la idea de una revelación, justamente, en “Dios”, también como idea creada por el mismo hombre para inventar las religiones, aún más, religiones con carácter de exclusividad y escogidas como las únicas por las que “Dios” se revela y se manifiesta, muy en especial la judía, y, aún la cristiana?

El tema es muy delicado. Andémonos con cautela, por favor. Paso a paso. ¿Por qué cree que nos encomendamos, precisamente “al misterio” al llegar a este punto que estamos tratando? Por lo delicado.

187. ¿O, sea, que admite que lo tengo acorralado y que está asustado?

El tema es delicado. No empuje.

188. ¿O, sea, que sí el hombre se inventó la idea de “Dios” para resolver lo que no entiende; la fe, entonces, no es otra cosa que un elemento más del auto-engaño?

Creo que la mejor respuesta es el silencio. Silencio (véase preguntas y respuestas 242-243, segunda parte).

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

189. ¿Ah, prefiere callar?

Sí.Y ya vera que esa salida va a ser la respuesta justa y

adecuada. Lo comprenderá en el transcurso de esta aventura.

190. ¿Entonces, nos quedamos en silencio y no proseguimos lo que hemos comenzado?

Tampoco. Sigamos de atrevidos y sigamos haciendo preguntas, por favor, ya que en la capacidad de la pregunta, hay una gran necesidad de búsqueda. Tenemos que enmudecer, ciertamente, pero, no por ello, se nos va a quitar la riqueza de la pregunta que es la clave de la búsqueda y del encuentro, al mismo tiempo. Además, al preguntar y preguntar, no estamos haciendo ningún daño. Todo lo contrario, es la clave de la espiritualidad.

191. Muy oportuna esa respuesta y posición: veremos a dónde nos conduce, a su debido tiempo y lugar. Ahora bien: ¿entonces, preguntar, en este caso, no es falta de fe?

Esperemos que no.

192. ¡Ah, no! ¿Está seguro o no lo está? Porque en esa respuesta anterior, pareciera, que hay mucha inseguridad

Precisamente. Porque se trata, al mismo tiempo, de dos posturas frente al hecho mismo del misterio: o negar, o afirmar. Y esas dos posibles posturas existenciales y concretas nos puede llevar a dos maneras de colocarnos al mismo hecho del misterio.

193. ¿Podría explicarse?

Se podría generar un dogmatismo, tanto de un lado como del otro. Tanto del afirmar, como del negar.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

194. ¿O, sea, que la posición que niega, también sería un dogmatismo?

Sí.

195. ¿Qué sería, en este caso, dogmatismo?

Generar una escala de valores y posturas negándose a la posibilidad que se puede presentar en la posición existencial contraria. Nos llevaría a cerrarnos. Un “no” rotundo y absoluto, podría ser, también, una especie de dogma.

196. ¿Qué sería dogma a este nivel de nuestra conversación?

Una doctrina o postura cerrada, sin la menor posibilidad de apertura.

197. ¿Entonces, los dogmas perjudican?

Si seguimos y estamos claros en lo que estamos tratando, en cierta manera, sí. Pero, sólo en lo que estamos tratando. Ya volveremos sobre el tema de los dogmas en otra oportunidad. ¡Cuidado!, sin embargo. No se está negando la necesidad de los dogmas, sobre todo, a nivel de la fe. Pero, este tema será cuando será. No ahora.

198. Está bien. Pero volvamos al tema de “Dios” que es lo que nos interesa, por ahora: ¿“Dios”, es, entonces, una necesidad explicativa del hecho del misterio de la existencia humana y su sentido existencial e histórico?

Si por “Dios” se entiende la palabra inventada por el hombre para hablar de lo que no entiende y no puede abarcar racionalmente; sí.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

199. ¿O, sea, que la palabra “Dios” hace referencia al misterio mismo del hombre y de la existencia como tal?

Sin duda.

200. ¿Por qué no inventar otra palabra que haga referencia a esa realidad que sobrepasa al fenómeno humano desde el punto de vista de la comprensión?

Es indiferente. Total, es la misma realidad: el misterio.

201. ¿O, sea, que es igual que llamemos a esa realidad no abarcable por el hombre, como la llamemos, independientemente del nombre que le apliquemos, total, es el mismo hecho: el misterio?

Sí.

202. ¿Eso explica que en algunas religiones se le llame como se le llame, aún, en algunas posturas filosóficas, como Naturaleza, primera causa, demiurgo, el número, el origen, la razón, en fin, tantos nombres, según se puede evidenciar en el transcurso del pensamiento de la historia del hombre?

Sí. De hecho, de alguna o de otra manera, están haciendo alusión al mismo hecho.

203. ¿Pero, no se contradicen?

Desde el punto de vista de la referencia a la misma realidad; no.

204. ¿Pero, no ha existido hasta guerras para imponer tal o cual nombre según los intereses particulares circunstanciales?

Para que decir, que no; si, sí.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

205. ¿Y, ese ha sido el problema de las religiones, o, no?

Pues...

206. Ahora bien: permítame en este momento, una pregunta muy personal: ¿Cuál nombre prefiere que usemos para identificar y precisar la realidad del misterio de la que estamos hablando?

La utilización de la palabra “número” sería muy interesante porque hace referencia a “infinito”. Además, los grandes adelantos del hombre se basan en la utilización del número aplicado, como tal. Pero, para seguir como vamos, mantengámonos en la utilización de la palabra “Dios”. Total, estamos haciendo referencia a la misma realidad: el misterio. ¿Está de acuerdo? Y, perdone que invierta los roles, porque se está haciendo una pregunta.

207. Parece interesante: ¿¡total!? Estamos en que se trata del misterio. Pero, ¿no se estará auto-engañando el hombre al pretender abarcar lo que es inabarcable?

Hé, ahí, la gran pregunta.

208. ¿Entonces, la fe es auto-engaño del hombre para consigo mismo al pretender dar respuestas de lo que no entiende y le supera?

Ese es el gran dolor de cabeza para muchos pensadores que se cuestionan muy sabiamente estas verdades.

209. ¿Pero, se distancian del misterio, al cuestionarse como se cuestionan?

Todo lo contrario. En eso está la diferencia y la riqueza, ya que yendo contra maneras particulares y circunstanciales

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

históricas de “creer” universalizados y estructurados de épocas concretas, están cuestionando y abriendo camino. Y, con ello, dan pasos agigantados en la mayor comprensión del misterio que es inabarcable, y permiten acercarnos más, cada vez.

210. ¿O, sea, que tenemos que estarles agradecidos?

Definitivamente.

211. ¿Pero, algunos de ellos han hecho planteamientos muy osados y un poco escandalosos, y, a veces, hasta muy fuera de lo que se cree como debe ser el misterio?

Ahí está lo fascinante.

212. ¿Podría explicarse?

Hay personas de mentes muy adelantadas a las épocas y momentos históricos que les ha tocado vivir. Muchos, poseen un espíritu muy agudo e intuitivo y han sido fieles a sí mismos al presentar las cosas y verdades tal como ellos las ven. Han sido osados, sin duda, para las épocas, pero han abierto muchos campos de investigación ayudando a que el hombre se acerque más a las verdades del mismo misterio, al que aparentemente, están cuestionando o criticando. Han sido grandes benefactores para el género humano. No se puede negar.

213. ¿Pero han causado problemas?

Pues los han causado, porque se creía que las cosas eran como se presentaban. Y las cosas eran como se creían. Pero, se sentían con la obligación histórica de hacer al presentar lo que presentaron a nivel del conocimiento aportando con ello grandes avances en esas mismas verdades que muchos se sentían como los poseedores.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

214. ¿Podría citar algunos casos en concreto?

Son muy vastos los aportes, al respecto. Es mejor que no digamos nada, sino como referencias generales sin dar especificidades (véase página 13).

215. ¿Pero, han sido útiles sus aproximaciones a la gran verdad del misterio?

Sin la menor duda.

216. ¿Y, qué han hecho con los aportes, han sido tomados en cuenta?

De manera inmediata, han generado escándalo y revuelo en el pensamiento. Muchos no se han entendido sino mucho tiempo después. Pero, han dado sus beneficios.

217. ¿Qué han hecho con los autores de esos pensamientos discordantes con las situaciones históricas aludidas de manera general?

A algunos de los autores los han considerados “herejes”, en el caso particular de algunas religiones. A otros les han tomado idea. Pero, tarde o temprano, han vuelto sobre sus pensamientos, y después de muchos estudios, por parte, también de otros “adelantados” y por las mismas líneas, han descubierto que han sido aportes de incalculable valor.

218. ¿Y, ha sido beneficioso para el enriquecimiento progresivo del pensamiento humano?

Definitivamente.

219. ¿Pero, esos aportes no son ofensas a la misma realidad de “Dios”?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Ahí es donde está lo interesante: en que han sido momentos históricos concretos y maneras concretas muy dogmatizadas de ver y comprender las realidades “del misterio”, que se creía que “Dios” era como era la manera particular de ver. Y esos aportes eran vistos de alguna manera “revolucionarios” o “contestatarios” (véase pregunta y respuesta 363).

220. ¿O, sea, que, en cierta manera, iban contra unas maneras particulares, tal vez mezquinas, de ver el misterio de la existencia y la existencia como misterio?

Por eso, eran contestatarios. Por lo menos, a una época y a una manera cerrada de comprender.

221. ¿Pero, en el fondo, no estaban yendo contra “Dios”?

Contra “Dios”, como tal, no. Contra una manera particular de comprender la verdad sobre “Dios”; si; simplemente (véase pregunta y respuesta 365).

222. ¿O, sea, que existen aproximaciones, unas más, otras, menos, acerca del misterio?

Definitivamente.

223. ¿De allí que sea necesario estudiar la historia para no incurrir en los mismos errores de épocas anteriores?

Definitivamente.

224. ¿Y, eso mismo se aplica también a la teología o a las teologías?, porque es evidente, según estamos descubriendo aquí, que existen teologías aún dentro de la teología, es decir, de las maneras de concebir la auténtica idea del misterio, es decir, de Dios.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Es una obligación (véase preguntas y respuestas 379- 380).

225. ¿O, sea, que hay que hacer teología de las teologías históricas?

Ni, más; ni, menos.

226. ¿Pero, no es fatigoso?

Puede resultarlo. Pero, es un imperativo intelectual.

227. ¿Qué quiere decir, en este caso, “imperativo intelectual”?

Que es una obligación, sí se quiere abordar estos temas con suficiente seriedad.

228. ¿Pero, sólo en el caso de las teologías?

En todos los campos. Porque, no necesariamente hay que tener una licencia teológica para hacer teología. Ya, que, por caminos paralelos, todo el pensamiento humano, de alguna u otra manera, está abordando el tema profundo de la teología.

229. ¿Pero, eso mismo, no es ya una intromisión en campos ajenos al propio saber, en este caso teológico?

No (véase preguntas y respuestas 380-381).

230. ¿Podría explicarse?

La psicología, por ejemplo, que es una ciencia que aborda la mente humana, en función de un comportamiento social saludable, ya, por el hecho, de abordar e intentar comprender al hombre, como tal, está, por caminos paralelos, intentado

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

comprender el misterio del hombre. Y, ya eso es teología (véase preguntas y respuestas 380-381).

231. ¿Bueno, pero no habíamos dicho que la teología no es el estudio sobre “Dios”; qué tiene que ver, ahora, el hombre?

Precisamente. Todo lo que signifique “teología” no es otra cosa que pura “antropología”.

232. ¿Podría explicarse un poquito mejor?

La grandeza de la teología no está en que sepamos mucho y bastante sobre “Dios”, sino que sepamos mucho y bastante sobre el hombre. Ya que la teología se comprende en la medida que comprendamos el misterio del hombre.

233. Esto se está complicando: ¿Entonces, en qué quedamos: “Dios” o el hombre, por fin?

El hombre y su misterio se explica y se comprende en la medida en que lo comprendamos como lo que es: como misterio. Y esto está en estrecha relación con “Dios” como la solución del misterio, precisamente, del hombre.

234. ¡Ah, no! ¿No cree que está haciendo una ensalada y generando más confusión con esa manera de presentar las cosas, como se están presentando, ahora?

No. Es así, simplemente.

235. ¿O, sea, que el hombre como no se entiende a sí mismo, entonces, atribuye esa su no-comprensión al misterio, y en el fondo, se lo está atribuyendo a fuerzas que se le escapan?

Ahí está lo realmente fascinante.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

236. ¿Quiere decir, entonces, que Dios y el hombre son el mismo misterio?

Más, aún: en el hombre se encuentra la respuesta sobre Dios.

237. Epa’le: ¿No cree que esto sí que está escandaloso?

No se ve por qué. Ya lo hemos dicho anteriormente cuando hablábamos de que “el hombre es imagen y semejanza de Dios” (véase la pregunta y respuesta 14).

238. ¿O, sea, que, entonces, entender al hombre, en clave de misterio, es entender el misterio de “Dios”?

Ni, más; ni, menos.

239. ¿Se trata, entonces, de entender al hombre?

Sí. Pero, en clave de misterio.

240. Se siente que nos estamos empantanando: ¿El hombre es la respuesta sobre “Dios”?

Sí. Pero, el misterio es la clave.

241. Ya sabemos, porque se ha insistido en la misma idea, de que el hombre como misterio. De eso se trata, sin duda. ¿Pero, qué quiere decir, aquí, en clave de misterio?

Lo está diciendo todo.

242. Si; pero, no ha dicho nada: ¿qué tiene que decir, al respecto?

Son muchas cosas, al mismo tiempo.

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243. ¡Ah, no! ¡No venga con que dice y no dice! En concreto, vamos al grano, sin ambigüedades ni nada de irse por las ramas. En lo que estamos.

En eso estamos. Nada, más y nada menos, que en el meollo de la cuestión.

244. Pero, se ve que no adelantamos nada: ¿Podría explicarse?

Si no se ve al hombre en clave de misterio, no se entiende absolutamente nada, ni sobre el hombre, ni sobre Dios.

245. Hasta, ahí, estamos claros: ¿Pero, por qué la clave es el misterio? Y ya se está perdiendo la paciencia.

Porque al verse al hombre en clave de misterio, se está comenzando a resolver el misterio.

246. ¡Ah, no! ¡Volvemos al mismo recurso de decir y no decir! ¿Por fin?

Respondamos con preguntas, y con ello, preguntando se responde, al mismo tiempo:

¿DE DÓNDE VIENE EL HOMBRE?

¿EL HOMBRE SE DA A SÍ MISMO LA EXISTENCIA?

¿SI SE DIERA LA EXISTENCIA POR QUÉ NO SE LA DIO INFINITA Y NO CADUCA COMO LA POSEE?

¿QUÉ HACE AL HOMBRE DIFERENTE DEL RESTO DE LOS ANIMALES?

¿QUÉ HACE QUE EL HOMBRE SEA DIFERENTE?P. Daniel Albarrán69

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

247. ¿Y, qué, todo eso?

Precisamente, porque es un misterio.

248. “Vuelve la burra al trigo”, como se dice. ¿Y, qué tiene que ver esas preguntas sobre lo que estamos tratando?

Todo.

249. ¿Es decir?

Misterio. Es decir, “Dios” (o número como hubiésemos querido utilizar: véase la pegunta y respuesta 206).

250. Está bien. Está bien. Admitamos que la clave es el misterio: ¿Por eso la invención de la palabra misterio, o “Dios” o la palabra que sea para expresar la misma verdad?

Está dicho.

251. Pero, se me acaba de ocurrir una idea, y la voy a explorar. Vamos a ver qué tiene que decir. Prepárese, no más: ¿se citó un texto del libro del Génesis para hablar del misterio del hombre; sí, o, no?

Sí.

252. ¿Pero, por qué no se citó otro libro distinto del libro del Génesis?

Porque es a lo que tenemos acceso, por lo menos de manera inmediata.

253. Aquí, le va una buena: ¿No es eso ya un encasillamiento, en el caso concreto de una religión

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

judía o judeo-cristiana, para ser más precisos y exactos?

Pues; sí.

254. ¿Por qué no se acudió a otro libro de otra religión o creencia para hablar de la misma realidad?

Esa está muy buena.

255. ¿O, sea, que otras religiones, distintas a la judía y al cristianismo, que al fin y al cabo, son de la misma familia, no hablan de esa misma verdad?

Se repite y se reitera, que esas preguntas están muy buenas.

256. ¿Qué tiene que decir, al respecto?

En absoluto; nada.

257. Aquí le va otra, a ver sí se repone, cosa que dudo: ¿O, sea, que la creencia y la invención de la idea de“Dios” y la palabra misterio, no serán inventos de estas religiones?

Lo dudo.

258. ¿Cómo, que lo duda, sí, la única referencia que se ha dado es la fuente judeo-cristiana?

Porque es a la que se tiene acceso.

259. ¿Pero, entonces, reconoce las limitaciones?

Bibliográficas; sí.Pero, no se puede negar que se trata de misterio.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

260. Vuelve con la palabrita que me tiene hasta la coronilla: ¿Por qué no inventarse otra palabra que no sea misterio?

Acudamos, entonces, a la palabra “silencio”. Pero, va a significar lo mismo.

261. Está bien. Está bien. Usemos “misterio”, aunque la palabra “silencio” me está inquietando y me está gustando. Le estoy tomando simpatía, con todo y todo.

¡Qué bueno!

262. ¿Reconoce que las preguntas anteriores han sido muy buenas; sí, o, no?

Super buenas; sin duda.

263. ¿Las preguntas que fueron super buenas, y lo son, dan pie para hablar de unas religiones y de otras religiones, para hacer diferencias entre ellas?

Sí.

264. ¿O, sea, que unas religiones se autoconsideran mejores que otras?

Puede darse.

265. ¿Puede darse, o, se da?

Es.

266. ¿O, sea, que la religión podría autoconsiderarse como la única o la exclusiva?

Es el peligro y la tentación.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

267. ¿Eso quiere decir, que la aproximación más cercana a “Dios” y al misterio puede darse sólo a través de la religión judía?

No necesariamente.

268. ¿Aquí es donde está la tentación de las religiones, aún la judía y la judeo-cristiana?

El tema es delicado.

269. ¿Sí es así, y no ha contestado, no podría verse a estas dos religiones con carácter de auto-exclusividad?

Viendo como estamos viendo las cosas, hasta ahora, en estas páginas, podría ser la tentación.

270. ¿Cuál es el elemento unitivo de las religiones judía y la cristiana?

La Revelación.

271. ¿Qué quiere decir “Revelación”?

En el sentido de las mismas Escrituras utilizadas por estas dos religiones, en que Dios se les manifiesta. Se les comunica.

272. ¿Pero, qué garantía existe para decir que “Dios” las ha escogido, precisamente, a ellas?

Hé ahí el gran problema.

273. ¿No es una arrogancia pretender afirmar que existe religiones escogidas por Dios y que otras no?

¡Muy interesante!

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

274. ¿Será en verdad que “Dios” las ha escogido para manifestarse a través de ellas a la humanidad, o, será una pretensión de auto-denominarse escogidas?

Un grave problema. No se sabe responder.

275. Y, es mejor que no sepa, porque, ¿no será esa una manipulación y un privilegio que no se puede abrogar nadie, mucho menos un pueblo, como en el caso judío?

Silencio.

276. ¿O, sea, que acude al silencio, para no comprometerse?

Pues...

277. ¿No será, más bien, que existen pueblos o razas más aventajadas que otras, a nivel de búsqueda y de reflexiones, y, los judíos, es uno de ellos, y tomó la iniciativa al respecto, y con ello, ha logrado manipular al resto de la humanidad?

Pues...

278. ¿Y, entonces, “Dios” o su aproximación al misterio del sentido de la existencia de la vida del hombre, no es otra cosa que invento judío, aún más, judeo-cristiano?

Pues...

279. ¿Por qué se acude al “pues...” Es que no quiere comprometerse al responder?

Son posibilidades. No certezas. Y es complicado todo lo que se está preguntando. Son muchas cosas al mismo tiempo. Lo mejor es el silencio, ante el hecho del misterio. Y la

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

expresión “pues...” parece adecuada, como señal de inquietud y reflexión, al mismo tiempo.

280. ¿Pero, se va a negar que, en cierta manera, el mundo, a nivel de pensamiento está en manos de los pensadores judíos?

No se puede negar. Es evidente.

281. ¿Se va a negar que la idea de un Dios, único, y de una religión monoteísta, es decir que cree que existe sólo un Dios, es idea judía?

No se puede negar. De hecho, Moisés es el fundador y el promotor de esa idea, por decirlo de alguna manera.

282. ¿Y, Moisés, no era judío, acaso?

Lo era.

283. ¿Y, los judíos, no inventaron el personaje mitológico de Adán para justificar que, en cierta manera, Dios hasta tenía preferencias netamente judías?

Es complicada la cuestión.

284. ¿Qué tiene que decir, solamente que es complicada la cuestión? ¿No tiene otra respuesta?

Hay que reconocer que el camino es pedregoso. Mucho.

285. ¿Dios es judío?

No.

286. ¿Dios tiene preferencias judías?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Es necesario que precisemos algunas ideas en esta avalancha de preguntas tan interesantes y que no se han respondido, sino con expresiones incompletas.

287. ¿Qué está esperando? Trate de buscar respuestas convincentes porque las preguntas son muy serias.

Serias y delicadas, sin la menor duda.

288. Pero, “al grano, que es lo que nace”.

Primero: hemos escogido el libro de la Biblia llamado el Génesis, para hablar del misterio del hombre y de su existencia, por los menos, de sus orígenes.

289. ¿Y?

Con calma.Segundo: en los tres primeros capítulos se nos habla de la

creación de todo lo que existe, y, también del ser humano (Adán-Eva).

290. ¿A dónde pretende llegar?

Todo a su paso. No empuje.Tercero: al crear al ser humano, el mismo libro dice, que

creó “al hombre a imagen y semejanza de Dios”.

291. Ya de esto hemos tratado antes. ¿Y, entonces; o, sea, que volvemos a lo mismo?

No hay otra. Pero...Cuarto: No dice nada sobre si el hombre era judío o no.

292. ¿Pero, está implícito, o, quiénes escribieron ese libro, no fueron los judíos?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Sí. Fueron los judíos. Pero hay allí, en esa afirmación, una fórmula que supera toda posible segregación o exclusión. Hay allí una afirmación de fe. Hay allí, justo allí, una afirmación universal. Es una revelación teológica. Es decir, universal.

293. ¿Y, cuál es la novedad?

En que se trata de una afirmación de fe, que supera incluso a los mismos judíos. Ahí está lo grandioso de esa afirmación. En que es pura teología, y de la buena. Sin añadiduras, ni adornos, ni influencias, ni conveniencias, ni partidismos religiosos, ni partidismos políticos, ni segregaciones sociales o culturales.

294. No es convincente, esa repuesta, ya, que más adelante se inventan a Moisés y lo de la zarza ardiendo para justificar que Dios lo escoge a él para hacer un pacto y una alianza, en la que Yahveh en adelante será el Dios de ese pueblo, con el compromiso y exigencia de que el pueblo se le mantenga fiel. ¿Qué tiene que decir a eso?

Está bien. Pero, eso fue más adelante.295. ¿Pero, no es lo mismo: no era un pretexto para

llegar a donde querían llegar para justificarse como el único pueblo escogido? ¿No es eso pura arrogancia y desfachatez, además, de un insulto a los demás pueblos y creencias religiosas?

Pues...

296. ¿Qué tienen los judíos como pueblo que no tengan los demás? ¿Qué tiene la religión judía que no tengan las demás?

Muy interesante.

297. ¿O, es la idea de ser el pueblo escogido lo que los hace muy especial?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

Pues...

298. ¿Escogidos por quién?

Pues...

299. ¿O, más bien, auto-escogidos?

Pues...

300. ¿No es eso vana pretensión y manipulación de la idea del misterio y como fueron los que tomaron la delantera en concebir la idea, inventaron lo que inventaron, para sus beneficios como cultura y como pueblo?

Pues...

301. ¿Entonces, tiene que decir o no tiene nada que decir?

Es que no ha dado oportunidad de continuar con la idea que se venía intentando explicar.

302. Pues, explíquese...

Al comienzo del libro del Génesis hay la gran afirmación de fe de todo el libro del Génesis.

303. A ver, ¿Cuál es?

Dice textualmente, así:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del

abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas” (Génesis 1, 1-2)

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

304. ¿Y, qué, con eso?

Pues, que se trata de la principal afirmación de fe.

305. No entiendo: ¿Se podría explicar?

Habíamos dicho anteriormente que la palabra “Dios” hacía referencia al “misterio” de la existencia, tanto de todo lo creado, como del hombre mismo. Y, en esa frase con la que comienza toda la Biblia, está diciendo que se trata de un misterio. Dios como misterio. Y la tierra y los cielos, para generalizar todo lo creado, como misterio, igualmente. Por eso esa afirmación tan bonita.

306. Todavía no entiendo: ¿podría volver a intentarlo de otra forma?

Bueno... que el misterio es la causa del misterio de la existencia, también de la humana. Por eso la palabra Dios, otra vez, y al comienzo de ese libro de fe.

307. ¿O, sea, que esa afirmación es en el plano de la fe?

Ni, más; ni, menos.

308. ¿O, sea, que la respuesta para explicar el origen del mundo y del hombre es “misterio”?

Para que se dice que, no; si, sí.

309. ¿De ahí la palabra “Dios”, verdad?

Sobre esa verdad hemos estado dando vueltas, una y otra vez.

310. ¡Oye, vale, qué gran verdad! Ahora, como que estoy empezando a entender

Era justo.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

311. Está bien, pues...

Ve, como se están cambiando los roles: ahora el del “pues...” es usted.

312. Pero, hay una cosa que todavía no me está quedando clara: eso de la auto-revelación. ¿Cómo se explica: es, en verdad revelación de Dios, o es un recurso del hombre para intentar explicar lo que no tiene explicación?

Pues...

313. ¿Es, en verdad, revelación, o, auto-revelación. Es decir, el hombre se dio las respuestas a sí mismo, atribuyéndoselas a lo del misterio; o, en verdad, fue que la realidad del misterio se le apareció al hombre para comunicarle lo que dice que le ha comunicado?

Pues...

314. ¿En ambos casos, no es un engaño?

Pues...

315. ¿O, sea, a eso es lo que se llama Revelación?

Pues...

316. ¿O, sea, que el misterio ha dejado la penumbra de lo impenetrable, ha hecho una excepción y se ha venido a darle una visita al hombre para contarle cómo eran las cosas por allá y por acá?

Pues...

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

317. Ahora, sí, que se complicaron las cosas. ¿No le parece que es como muy forzado ese recurso de la idea de Revelación?

Pues...

318. ¿Y, más forzado todavía la idea de un pueblo escogido?

Pues... complicado...

319. ¿No se estarán juntando algunos males, desde un mal, tal vez bien visto al pretender encontrarle una respuesta? Admitamos que la idea de misterio o de Dios era una solución para explicar lo que no tiene explicación. Hasta estaría bien. ¿Pero, la idea de que ese misterio hace una excepción y viene a dar una explicación, por una parte; y, por otra, la idea de que se escoge a un pueblo determinado, haciendo preferencias de entre los pueblos del mundo? Hay cosas que no encuadran con la lógica y con la razón.

Es ahí donde interviene, precisamente, la fe.

320. ¿Es decir, el engaño y el auto-engaño?

No precisamente.

321. ¿O, sea, que el engaño o el auto-engaño es fe?

Hay que precisar lo que es fe.

322. Pues, precíselo

Es la experiencia del misterio y la relación a él con sentido de silencio. No significa que sepa lo que no puede saberse. Por eso el silencio es su condición indispensable.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

323. ¿No cree que está cayendo en contradicciones? Porque ya antes había definido la fe...

No. Todavía no hemos precisado lo que es fe. Hemos hecho referencia a la fe, pero todavía no hemos precisado lo que es.

324. Pues, “para luego es tarde”

Es la experiencia profunda del sentido del misterio y su relación con él.

325. No ha dicho nada todavía: ¿Por qué no trata de precisar?

Pero, eso es fe.

326. ¿Pero, no cree que queda incompleta esa afirmación?

Al contrario. Está completa.

327. ¿O, sea, que fe es más que saber?Sí.

328. ¿Qué es fe, entonces?

Es una experiencia.

329. ¿Experiencia de qué?

De misterio y del misterio.

330. ¿O, sea, que si fe es una experiencia es subjetiva?

Sí.

331. ¿Pero, podría ser un auto-engaño?

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

No. Es vivir la vida en todo su sentido en clave de misterio. Hay verdades que no entiende y superan al hombre.

332. ¿Entonces, el silencio es la clave?

Por supuesto.

333. ¿Y, cuál es la clave de ese misterio asumido como silencio respetuoso ante realidades que superan al hombre, por sobre todo?

La apertura existencial.

334. ¿Es decir?

La apertura llena de sentido de futuro, de lo que será, pero que será y que no se sabe.

335. ¿No se están complicando las cosas?

No.

336. ¿Cómo, que, no?

No, porque la fe como experiencia existencial llena a quien vive en esa dimensión en clave de esperanza gozosa.

337. ¿O, sea, de proyección?

En cierta manera, sí.

338. Pero, volvemos a lo que ya se ha planteado anteriormente como posibilidad: ¿Entonces, se trata de proyecciones humanas de lo que no logra y no consigue en el aquí histórico y concreto de la vida terrena?

De eso se trata, precisamente.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

339. Precisemos: ¿proyección no sería, en este caso, colocar en “un más allá” utópico lo que no logra explicar en “un acá” existencial?

Hé, ahí, el peligro del verdadero sentido de la fe.

340. ¿Y, también, el peligro de las religiones?

Definitivamente.

341. Se ve que estamos en un círculo vicioso y sin salida: ¿Entonces, es proyección o no es proyección, la fe?

Tiene que ser proyección en el sentido del sentido del misterio.

342. No se entiende: ¿podría explicarse?

La clave es el misterio. No cabe ni la menor duda de eso. Y el hombre tiene que asumir la vida en clave de misterio. Esta postura existencial lo lleva a estar en constante apertura existencial. A estar buscando y buscando y también encontrando.

343. ¿Y, si no encuentra?

Si esta en clave de misterio, encuentra. Tampoco se puede negar esa experiencia.

344. ¿Es decir?

Aún, el no encontrar es un encuentro.

345. ¿Pero, no es peligroso la experiencia del no encontrar?

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Page 81: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Primera Parte: La religión, la fe... –

Es peligroso, si nos lleva a la pérdida del sentido de la esperanza de futuro, en todos los sentidos.

346. ¿Entonces, “Dios” y su experiencia es sentido de esperanza, por consiguiente, de futuro?

Sin duda.

347. ¿Pero, de futuro como proyección y auto-engaño?

Ahí, es donde está la clave de la fe.

348. ¿Podría explicarse? Porque se ve que está en un dar vuelta a lo mismo y pareciera que no se encuentra la salida apropiada.

El futuro como respuesta de misterio al misterio que es el hombre como tal. También de Dios y su experiencia, por supuesto.

349. Estamos claros en que Dios y su experiencia es un misterio. También lo es el hombre. ¿Es, o, no es?

Es.

350. Bien. ¿Pero, ha existido en la historia de la humanidad personas que no han encontrado?

Las ha habido.

351. ¿Qué ha sucedido con esas personas que no han encontrado, por lo menos, de manera racional y lógica lo que no han encontrado?

Ha sido desesperanzador, existencialmente, para ellos.

352. ¿Y, eso ha sido bueno para ellos?

P. Daniel Albarrán85

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

De manera histórica ha sido una experiencia terrible para sus vidas. No han encontrado sentido, tampoco a sus vidas.

353. ¿Pero, no es triste que haya sido de esa manera?

Ha sido.

354. ¿Pero, no dijimos y hemos dicho anteriormente, que en eso consiste la búsqueda del hombre, en buscarle sentido a la vida?

De eso se trata. Pero, como la experiencia es una dimensión personal y subjetiva y única... Justo, ahí, ha faltado la clave del sentido del misterio y como no han podido dar, racionalmente, el paso, han experimentado la realidad de la no-creencia.

355. ¡Ajá! Acaba de dar un elemento nuevo, tal vez oculto en todo lo anterior. Vamos a sacarle todo el provecho que podamos, sí se puede, por supuesto. ¿Acaba de decir no-creencia; sí, o, no?

Sí.

356. ¿Entonces, fe es lo mismo que creencia, y la falta de fe es la no-creencia?

No, necesariamente.

357. ¿Podría explicarse?

Fe, es la experiencia relacional con el misterio.

358. ¿Y, creencia no es lo mismo que fe?

No es lo mismo.

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

359. Esto se nos torna más interesante, todavía, como si ya no estuviera interesante lo que estamos tratando: ¿Qué sería creencia, en este caso concreto?

Es una interpretación circunstancial histórica determinada de lo que se cree que debería ser la fe.

360. ¿Es decir?

La fe es la experiencia relacional con el misterio.

361. Ya se dijo: ¿Y, qué, con todo eso?

En que creencia es una manera muy particular de suponer que son las cosas, tanto individualmente, como colectivamente.

362. ¿Entonces, “creencia” es una no aplicación aproximada del auténtico sentido de la fe y de su experiencia?

Es (véase preguntas y respuestas 218).

363. ¿O, sea, que los que no encontraron y no han encontrado, en cierta manera, se están revelando al sentido de “creencia” que se ha tenido y se puede tener en momentos concretos de la historia de la humanidad?

Precisamente (véase pregunta y respuesta 219).

364. ¿O, sea, que a esta personas que no han encontrado hay que verlas como contestatarias y no como gente sin fe?

Justamente (véase pregunta y respuesta 220).

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

365. ¿O, sea, que se estaban y se revelan a una manera, tal vez mezquina de la experiencia auténtica de la fe?

Pues... (véase pregunta y respuesta 221).

366. ¿O, sea, que se podría decir que estas personas que han sido vistas como contestatarias, no son, sino, pura gente de fe, en su verdadero sentido de la experiencia del misterio?

En cierta manera...

367. ¿Entonces, ha sido positivo que haya sido y sea, así?

Definitivamente (véase preguntas y respuesta 209).

368. ¿O, sea, que han tenido la auténtica experiencia del sentido del misterio en rebeldía a unas creencias particulares?

Para que decir, que, no; si, sí.

369. Esto se no pone más que interesante: ¿O, sea, que ser contestatario es rebeldía a una manera particular de creencia?

A este punto, es necesario hacer una confesión: “No nos extrañemos que también nos estén clasificando de contestatarios al hacer lo que estamos haciendo”. En cierta manera, lo somos. Pero, no por ello nos está faltando la fe. Por lo menos, eso esperamos (véase pregunta y respuesta 212).

370. Así no se vale: ¿Para qué colocarse a la defensiva, justo ahora?

Pues...(véase preguntas y respuestas 167).

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- Primera Parte: La religión, la fe... –

371. Volvamos a lo de la no-creencia: ¿Estamos claros que creencia no es precisamente fe; sí, o, no?

Super claros.

372. ¿Entonces, los que han sido contestatarios, no es, sino a una manera particular de encasillar la verdadera experiencia de la fe?

Pues...

373. Sabe, qué: Me estoy contentando de llegar a donde hemos llegado. Esto está muy bueno. Esto aclara muchas cosas. ¿No le parece?

De acuerdo (véase pregunta y respuesta 238).

374. ¿Esto explica el miedo de muchas religiones?

Por supuesto (véase pregunta y respuesta 180).

375. ¿Ahora se entiende que a los distintos grupos religiosos no les conviene tener gente contestataria sino gente sumisa y sujeta a las creencias particulares circunstanciales?

Pues... (véase preguntas y respuestas 228-229).

376. ¿Entonces, es muy bueno que exista gente contestataria en el plano de la fe?

Pues...

377. Por supuesto: ¿No ve que, en cierta manera, esta gente contestataria está diciendo que Dios y su experiencia son incasillables?

Pues... (véase preguntas y respuestas 227- 228).

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Page 86: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Primera Parte: La religión, la fe... –

378. ¿Esto explica la idea de que de Dios no se sabe como creemos que sabemos; y, en este particular muchas religiones y experiencias religiosas tienen mucho de empobrecimiento?

Pues...

379. ¿No cree que hay que quitarles a Dios a las religiones, o lo que ellos creen que es Dios y su experiencia?

Pues... (véase preguntas y respuesta 224- 225).

380. ¿No cree que hay que enseñarles, incluso a las mismas religiones, a hacer teología, aún de las mismas religiones, para acercarnos más al auténtico sentido de Dios y su experiencia?

Pues... (véase preguntas y respuestas 229-230).

381. ¿No cree que Dios y su experiencia no es un credo o una fórmula, sino, una experiencia?

¡Pero, sí eso es lo que venimos diciendo!

382. ¿Y, fe, no es, sino una experiencia del misterio?

Pues... (véase pregunta y respuesta 246).

383. ¿Y, el misterio, no es sino una experiencia de finitud?

Pues... (véase preguntas y respuestas 246- 250).

384. ¿Y la experiencia de finitud no es, sino, precisamente, una experiencia de aperturaexistencial?

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Page 87: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Primera Parte: La religión, la fe... –

Pues... (véase pregunta y respuesta 259).

385. Ahora se entiende: ¿La clave es el misterio?

Pues... (véase pregunta y respuesta 260).

386. Oye: esto es muy reconfortante y muy bonito, ¿no lo cree?

Pues... (véase pregunta y respuesta 238).

387. ¿No cree que ya es necesario que dejemos este apartado como está, y está muy bueno, y pasemos al siguiente capítulo, que es sobre la oración?

Pues...

388. Es de suponer que, entonces, el siguiente apartado tiene que ser muy bueno, ya que será sobre la oración como tal. ¿No cree que tiene que ser muy interesante el siguiente apartado, ya que sí este lo fue, cómo lo será el que viene?

Pues...

389. Vamos a invertir los roles: déjeme el “pues...” a mí. ¿Le parece?

Pues... (véase pregunta y respuesta 279).

390. “Pues...” sí... Ahora creo entender el “pues...”

¡Está bien... Está bien..., pues!

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SEGUNDA PARTE:

LA ORACIÓN

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1. ¿Qué es orar?

Es la experiencia de relación íntima y profunda de comunicación con el todo y la nada, con la existencia.

2. ¿Orar es lo mismo que rezar?

No.

3. ¿Qué es rezar?

Es seguir un formulario predeterminado en el que se pretende vivenciar la experiencia del todo y la nada, buscando la relación de comunicación con lo profundo del sentido de la existencia.

4. ¿Rezar es bueno?

Sí.

5. ¿La experiencia del rezar qué le aporta a la persona que lo realiza?

Le da seguridad personal y le da sensación de haber cumplido con un ritual predeterminado.

6. ¿Rezar es seguir un formulario y obedece a un ritual?

Sí.

7. ¿No, necesariamente, rezar es ya una experiencia de oración?

No.

8. ¿Si rezar y orar, no es la misma experiencia, entonces, para qué rezar?

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- Segunda Parte: La oración –

Rezar ayuda a la persona a seguir un formulario predeterminado en la búsqueda consciente de la experiencia de la oración.

9. ¿O, sea, que el rezar es un método para tener la experiencia de la oración?

Sí.

10. ¿Qué conexión puede existir entre rezar y orar?

El rezar es una fórmula que ayuda a realizar la experiencia de la oración. Mas, el rezar no significa hacer oración.

11. ¿Es decir, que se puede rezar, más no orar?

Si.

12. ¿Si rezar es seguir una fórmula, significa que la experiencia del rezar, es la metodología específica de cada una de las religiones?

13. ¿Entonces, quiere decir que rezar es una experiencia, según las especificidades de cada religión?

Sí.

14. ¿Eso quiere decir que hay muchas maneras de rezar?

Por supuesto.

15. Dijimos en la primera parte que uno de los peligros de las religiones es la de encasillar la experiencia de Dios... ¿Entonces, rezar, puede, también ser una experiencia limitante y de encasillamiento? (véase

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- Segunda Parte: La oración –

preguntas y respuesta 15 y siguientes, de la primera parte).

Ese es el peligro y la tentación.

16. ¿Luego, el rezar puede ser una experiencia relativa, es decir, no universal profunda de la experiencia humana? (véase pregunta 14, de la primera parte).

Ahí, es donde está la especificidad y la diferencia.

17. ¿Es decir?

Hay que tener muy clara las diferencias entre orar y rezar para explicar la experiencia de la relación en el misteriode la comunicación entre el Creador y la Criatura.

18. ¿O, sea, que se puede orar sin necesidad de rezar?

Por supuesto.

19. ¿Entonces, para qué rezar?

El rezar es una fórmula preestablecida por las religiones para facilitar la experiencia de la oración. Rezar es útil, sin duda.

20. ¿O, sea, que orar es más profundo que rezar?

Sin duda.

21. ¿Pero, si rezar no es igual que orar, entonces, qué función presta el hecho de seguir una fórmula, al rezar?

La fórmula que se sigue en el rezar es la manera segura de saber que se está en la manera apropiada, por lo menos, la adecuada para hacer la experiencia de la oración.

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- Segunda Parte: La oración –

22. ¿O, sea, que el rezar y el rezo sería como una especie de norma segura y sana para garantizar la experiencia de la oración?

Por supuesto. Pero, no es la garantía.

23. ¿Es decir?

Se puede seguir el formulario ya preestablecido por la experiencia de las religiones, y, así, según cada una en particular; pero, el hecho de ceñirse a la fórmula, no es garantía de haber orado.

24. Esto se complica: ¿Podría explicarse?

El rezar sería seguir un ritual y un formulario; y, orar, no requiere ni exige una fórmula, aunque sí una práctica y un ejercicio de la voluntad del que hace o quiere hacer esa experiencia.

25. ¿O, sea, que el rezar sería involuntario; y el orar, sería, voluntario?

Precisamente, ahí, está el meollo de la cuestión.

26. Se complica... Se complica... ¿Podría explicarse?

El rezar busca utilizar una fórmula y ceñirse a ella para asegurarse que se está utilizando un mecanismo psicológico apropiado. Y puede hacerse involuntariamente. Simplemente se sigue la fórmula. Nada más. Mientras que el orar, es tratar, de hacer con conciencia, aún la fórmula del rezo, y es experimentar la maravillosa vivencia de la comunicación con el todo y la nada.

27. Ahora, bien: ¿Si orar y su experiencia es la vivencia de la comunicación con el todo y la nada; no, es, entonces, más peligroso la experiencia de la oración que la del rezar?

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- Segunda Parte: La oración –

Aquí es donde está lo interesante.

28. ¿O, sea, que orar puede ser la experiencia de la soledad y del vacío; es decir, no es eso lo que quiere decir la experiencia del todo y la nada, al mismo tiempo?

Precisamente. De eso se trata la experiencia auténtica de la oración.

29. ¿Qué quiere decir la experiencia del todo y la nada, en la experiencia de la oración?

Quiere decir que se ha entrado en la auténtica dimensión de la experiencia de la oración.

30. ¿Pero, eso del todo y la nada, al mismo tiempo, no es una experiencia terrible para el ser humano?

Puede serlo, si no se encuentra la asesoría adecuada y justa. Pero, no lo es, sí existe una verdadera comprensión de la complejidad del ser humano, en clave de misterio.

31. ¿No sería terrible para el ser humano el experimentar esas dos vivencias simultáneamente, el todo y la nada?

No.

32. Bueno: ¿O, es todo, o, es nada?

Las dos, simultáneamente.

33. ¿Pero, eso no suena a ambivalencia?

No, necesariamente.

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- Segunda Parte: La oración –

34. ¿Pero, la ambivalencia, según los psicólogos no es una experiencia de incertidumbre mental que perturban al ser humano y puede llegar a los extremos de la neurosis y de debilidad mental?

En este caso, de la oración, no se está hablando de ambivalencia, sino de experiencia existencial profunda.

35. ¿Y, eso, no es lo mismo que experimenta un perturbado mental o esquizofrénico, para ser más precisos y exactos?

No.

36. ¿Cómo, que, no?

El todo y la nada, y su experiencia, es el resultado profundo del que está en plena experiencia de encuentro y de hallazgo.

37. ¿Pero, no se ve que esa experiencia dé ningún tipo de seguridad psicológica?

Precisamente. Ahí está lo maravilloso de la profundidad de la oración.

38. ¿Entonces, la auténtica experiencia de oración, con sus implicaciones profundas, llevan al que la experimente a una eterna inseguridad?

Si, por inseguridad se entiende a que tiene que estar buscando; sí.

39. ¿O, sea, que el que ora en profundidad y en conexióncon el todo y la nada, no tiene nada a qué atenerse y fundamentarse?

Precisamente, porque la oración profunda y su experiencia es una constante apertura existencial.

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Page 96: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

40. ¿Es lo mismo a decir a la experiencia del todo y la nada?

Justamente.

41. ¿Pero eso no lleva a vivir en una eterna inseguridad existencial?

No, necesariamente.

42. ¿Eso no sería lo mismo a un relativismo existencial?

No.

43. ¿Cuál sería la clave de esa experiencia del todo y la nada en la oración, y, por consiguiente, en la vida?

Se trata de una experiencia.

44. ¿Pero, es posible vivir esa experiencia?

Por supuesto. Por eso estamos tratando de hacer este estudio, que nos va a ser de mucha utilidad.

45. ¿Y, si caemos en la experiencia de la inseguridad existencial?

Aún, así.

46. ¿Pero no es peligroso?

No se ve por qué tenga que serlo.

47. ¿Pero, no tenemos la asesoría intelectual y los maestros que nos enseñen y ayuden?

No hay de qué temer, si nos colocamos en experiencia de apertura existencial.

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- Segunda Parte: La oración –

48. ¿Pero, experimentar el todo y la nada, al mismo tiempo, no puede ser riesgoso aventurar por esos caminos tan delicados?

Si queremos tener una auténtica experiencia de oración, hay que andar esos caminos. No hay alternativa.

49. ¿Pero, es necesario que la hagamos?

Sería fascinante.

50. Insisto: ¿Es necesario que la hagamos?

Se trata de la libertad de los Hijos de Dios. No se está obligando a nadie.

51. ¿Pero, no es peligroso para nuestra seguridad personal y existencial?

Tampoco tiene que serlo.

52. ¿Pero, no cree que es mejor las seguridades existenciales y caminar por senderos firmes?

Lo es, sin duda.

53. ¿No cree que es mejor que nos quedemos simplemente con la experiencia del rezar, total, es más seguro y menos peligroso?

Se trata de libertades. Pero, también de enriquecernos en la experiencia del crecimiento personal.

54. ¿Y, nos ayudará hacer esa experiencia?

Sin la menor duda.

55. ¿Dónde queda el peligro de la ambivalencia?

P. Daniel Albarrán101

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- Segunda Parte: La oración –

La ambivalencia es la experiencia de dos mundos psicológicos de experiencia de sentimientos antagónicos.

56. ¿Es decir?

Se trata de sentir dos sentimientos antagónicos.

57. ¿Por ejemplo?

Sentir odio y amor, al mismo tiempo. Y ocultar aparentemente el sentimiento negativo en oposición existencial.

58. ¿Cuál sería el peligro de esa posición posible en la vida diaria y concreta?

En que nos produciría división interior.

59. ¿Y, qué pasaría si esa realidad se experimenta constantemente?

En que más temprano que tarde el sentimiento negativo nos invade y seríamos presa total de él.

60. ¿Y, eso no es lo mismo que la experiencia del todo y la nada de la auténtica oración?

Al contrario.

61. ¿Cómo que al contrario: no sería experimentar uno y otro sentimiento, simultáneamente?

No.

62. ¿Entonces, qué sería?

La ambivalencia nos enfermaría; sin duda. Pero, la oración, nos retroalimentaría y nos fortalecería.

P. Daniel Albarrán102

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- Segunda Parte: La oración –

63. ¿O, sea, que son dos dimensiones y experiencias resultantes, distintas?

Por supuesto.

64. ¿O, sea, que la oración nos llevaría, precisamente, a superar la posibilidad de la ambivalenciapsicológica?

Sin duda.

65. ¿O, sea, que la auténtica oración sería una especie de terapia?

Precisamente.

66. ¿Y el rezar ayudaría a evitar la experiencia de la ambivalencia?

Podría ayudarnos si es como método para acercarnos a la experiencia de la oración.

67. ¿Cuál sería el peligro del rezar, en este caso?

En el encasillarnos solamente a lo ritualístico del rezo y de la fórmula creada como método y soporte para dar el paso siguiente que es la oración.

68. ¿Podría no darse ese proceso?

Definitivamente.

69. ¿Y, si se da el estancamiento?

Entonces, el rezar sería una especie de moralismo. Por consiguiente, el infringir cualquier paso del rezo nos llevaría a falsos escrúpulos, y sería lastimoso para nuestras experiencias vitales.

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Page 100: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

70. ¿O, sea, que el rezar sin sentido de oración sería igualmente una posibilidad de enfermarnos?

Sin duda.

71. ¿Y existe momentos en nuestras vidas de darle mucha importancia al rezo, en vez de la oración?

Sí.

72. ¿Cuándo, por ejemplo?

Cuando al rezo y a su fórmula lo convertimos en una especie de camisa de fuerza al que hay que someterse, generando con ello una esclavitud al ritual del rezo y a su fórmula.

73. ¿De ahí que se entienda que el rezo es una especie de encasillamiento?

Por supuesto.

74. ¿Qué hacer para evitarlo?

Tratar de comprender las diferencias entre rezar y orar.

75. ¿O, sea, que la experiencia del rezar si no hace la conexión con la experiencia de la oración es una experiencia empobrecedora?

No solamente.

76. ¿Es decir?

El rezar es bueno, porque nos da la garantía de utilizar el método apropiado y aprobado para facilitar la experiencia de la oración. Pero, no es su certeza. Ayuda como método. Pero, siempre y cuando no nos ate y esclavice.

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Page 101: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

77. ¿O, sea, que el rezar puede entorpecer la auténtica experiencia de oración?

Sin duda.

78. ¿Entonces, las cosas se complican: porque no es garantía de orar el rezar, aunque parezca serlo?

Precisamente.

79. ¿Es decir?

El rezar es una fórmula creada por las distintas religiones. Y es válido que así sea. Pero, no es la garantía de estar en oración. Fue una experiencia de oración cuando se diseñó cada uno de los rezos y se originaron para facilitar esa experiencia.

80. ¿Y, dónde está lo malo que haya sido así?

En que se le da más importancia a la fórmula como tal que a la experiencia originaria que la plasmó y diseñó.

81. ¿O, sea, que era mejor no haber creado ningún tipo de rezo o formulario para rezar?

Tampoco es para exagerar.

82. ¿Entonces, dónde está lo malo del rezo?

En que se puede ver como la única fórmula válida y posible.

83. ¿Eso explica el por qué en muchas religiones consideran una infracción religiosa el no cumplir con las fórmulas por ellas aprobadas como la experiencia comunitaria de oración?

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Page 102: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Puede serlo.

84. ¿Puede serlo, o, es?

Pues...

85. ¿Y el no rezar puede generar sentimiento de culpa a quien no lo hace?

Ese es el problema.

86. ¿O, sea, que no se debe sentir uno mal porque no reza?

De eso se trata todo lo que estamos intentando desarrollar en este libro.

87. ¿O, sea, que al tratar de encontrar las diferencias entre rezar y orar estamos liberando a la persona que pueda hallarse en esa situación de conflicto interior?

Precisamente.

88. ¿O, sea, que se puede decir que estamos orando al comprender lo que es rezar?

Parece un juego de palabras... pero es lo que se está buscando.

89. ¿Entonces, la propuesta es que no se rece?

No se está diciendo eso.

90. ¿Cómo, que, no?

Se está diciendo que el rezo obedece a una fórmula segura de acuerdo con la experiencia religiosa de la oración. Es útil. Y hay que utilizarlo como método. Pero, no debe crearnos conflictos el no usarlo.

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Page 103: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

91. ¿Pero, se debe rezar?

Por supuesto.

92. ¿Pero, no se debe quedarse en el solo rezo, sino que hay que dar el paso siguiente?

Precisamente.

93. ¿O, sea, que si nos encasillamos solo en el rezo, podemos perder la experiencia para lo que fue diseñado el rezo?

Por supuesto.

94. ¿Pero, cómo es posible que un sacerdote esté diciendo precisamente eso: no es escandaloso?

No se ve por qué tenga que serlo.

95. ¿O, sea, que eso explica el por qué muchos autores, sobre todo cantantes, se revelen y digan que no basta rezar, porque también reza el que va a bombardear a los niños del Vietnam, por ejemplo?

Pues...

96. ¿O, sea, que en su aparente rebeldía muchos de estos canta-autores, están haciendo la experiencia del no rezo, y, sí la experiencia de la oración?

Puede ser...

97. ¿No cree que es muy delicado el tema, a este punto?

Lo es.

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- Segunda Parte: La oración –

98. ¿Entonces, rezar es la fórmula para asegurarse una creencia determinada y una protección de la divinidad, concebida circunstancialmente de épocas y momentos?

Hé ahí lo delicado del tema.

99. ¿Eso explica que orar y su auténtica experiencia no sea, entonces, igual que la experiencia de la ambivalencia?

Por supuesto.

100. ¿O, sea, que el rezar puede crear un comportamiento ambivalente?

Puede ser...

101. ¿No sería ambivalencia, en el caso del ejemplo utilizado, del que rezó antes de irse a Vietnam a bombardear a los niños del Vietnam, para utilizar la letra de la canción de protesta?

Precisamente.

102. ¿Se podría explicar?

Hay dos sentimientos juntos y simultáneos: amor y odio. Y en la experiencia de la oración, esa división si se da, se supera, como consecuencia de la experiencia profunda de apertura y de comprensión.

103. ¿Entonces, orar es más que rezar?

Pues...

104. ¿De allí que no se puede orar y odiar al mismo tiempo?

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Page 105: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

No se puede. Se contraponen. Son antagónicos.

105. ¿O, sea, que se puede rezar y odiar al mismo tiempo?

No debería, pero...

106. ¿Qué quiere decir, en este caso, antagónicos?

Que se contradicen. Que uno niega al otro, y al negarlo lo confirma.

107. ¿Es decir?

Como se trata de dos sentimientos contradictorios, el más fuerte vence.

108. ¿Es decir que si el más fuerte es el amor como resultado ya se está en la dimensión de la oración?

Por supuesto.

109. ¿Es decir?

Se trata de un doble sentimiento: se reza porque al que se odia le vaya bien; pero, en el fondo, se pide que le vaya mal. Vence el sentimiento negativo, subliminalmente.

110. Esto es muy complicado... ¿O, sea, que sí se ora, no se va a experimentar el sentimiento negativoque existe muy en el fondo?

De eso se trata la rica y maravillosa experiencia de la oración.

111. ¿Es decir?

Que esa experiencia del todo y la nada nos transforma interiormente y nos resucita y transforma en personas nuevas.

P. Daniel Albarrán109

Page 106: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

112. No entiendo... ¿qué tiene que ver, justo ahora, la resurrección?

Tiene que ver todo. Esa es la clave de la experiencia de la oración.

113. ¿Es lo mismo antagónico a opuestos?

No.

114. ¿Los opuestos son necesarios?

Sí.

115. ¿Los opuestos se complementan?

Si. Se necesitan. Y es distinto a antagónicos.

116. ¿Se puede explicar, respecto a la resurrección en la oración?

Si la oración no experimenta la realidad de la resurrección no es auténtica oración.

117. Todavía, no se entiende: ¿Qué tiene que ver la resurrección con la oración?

Son muchas cosas, al mismo tiempo.

118. Intente explicarse, porque esto se nos esta complicando más, como si ya no fuera complicado...

Primero: el que ora es el primer beneficiado de la oración.

119. ¿Es decir?

El que ora experimenta un cambio interior.

P. Daniel Albarrán110

Page 107: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

120. Por supuesto, ¿no es para eso que se busca orar?

Precisamente, ese es el punto álgido de lo que es la oración.

121. ¿Y, qué, con eso?

Pues, que se experimenta el todo y la nada, al mismo tiempo.

122. Ya que se metió con lo de la resurrección... ¿Entonces, este es el tema de las religiones o de la oración?

De ambas. Especialmente de la oración.

123. ¿Y de las religiones, no?

Ahí, está lo delicado del tema.

124. ¿Es decir?

En que las religiones han desvirtuado, en cierta manera, el tema de la resurrección y la han colocado más allá de la existencia histórica.

125. Esto sí que está delicado: ¿Cómo es eso?

El tema de la resurrección es un tema netamente histórico.

126. ¿Es decir, que no hay resurrección después de muerto?

Ese es el problema.

P. Daniel Albarrán111

Page 108: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

127. ¿O, sea, que no existe la resurrección después de muerto?

La esperanza de los que tienen fe, en especial, de los cristianos es que existe la resurrección. En eso consiste la fe. Pero la resurrección es histórica.

128. El tema es re-quete delicado... Esto suena a escándalo, ¿no le parece?

No es escándalo.

129. ¿Cómo, que, no? ¿Entonces, la muerte y el misterio y la convicción de la resurrección, dónde quedan?

En su justo lugar. No se desvirtúa. Al contrario.

130. Pues, explíquese...

El problema de la resurrección es un misterio.

131. ¿Y...?

Debe quedar en la penumbra del misterio.

132. ¿O, sea, que no se sabe?

Se sabe pero en experiencia de fe.

133. ¿O, sea, que no?

Pues...

134. ¿Pero, existe la resurrección?

Sin la menor duda.

135. Pero, se está contradiciendo...

P. Daniel Albarrán112

Page 109: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Absolutamente, en nada. Todo lo contrario.

136. No parece...

Pues, no hay contradicción ni lo habrá según se puede evidenciar más adelante.

137. ¿En qué se basa para decir semejante barbaridad?

En los Evangelios, y en el mismo Jesús de Nazareth.

138. Epa’le... se le está yendo la mano... ¿No le parece?

En nada y para nada.

139. Entonces, pues dé la cita de los Evangelios y el pasaje en donde Jesús de Nazareth dice eso, según está afirmando...

En el relato de la resurrección de Lázaro.

140. ¿O, sea, porque Lázaro volvió a la vida?

No.

141. ¿Entonces, por qué y en qué se basa?

En el diálogo que tienen Jesús y la hermana de Lázaro.

142. Pues, “al grano que es lo que nace”...

El dato es que Lázaro está muerto.

143. ¿Y...?

P. Daniel Albarrán113

Page 110: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Antes de que Lázaro vuelva a la vida, por intervención de Jesús de Nazareth, se da un diálogo maravilloso y una lección maravillosa por parte de Jesús.

144. ¿Y, qué con eso?

Ahí está la clave de la resurrección.

145. Todavía no se entiende...

Jesús y Marta, la hermana de Lázaro, conversan sobre la resurrección.

146. ¿Y...?

Ahí está la respuesta.

147. Explíquese, porque está forzando los datos... ¿No le parece?

No se forzan. Se dan de manera sorprendentemente reveladores.

148. Mejor... ¿Por qué no da la cita del Evangelio para que nos entendamos?

Por supuesto:

San Juan 11, 1-26:

“Había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta.

María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.

Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.»

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Page 111: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo,

permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.

Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.»

Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?»

Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él.»

Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle.»

Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.»

Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño.

Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos donde él.»

Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él.»

Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázarollevaba ya cuatro días en el sepulcro.

Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.

Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.

Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.

Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»

Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»

P. Daniel Albarrán115

Page 112: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»

Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»”

149. ¡Ah, no! Ese texto está muy largo... ¿No podría resumirlo?

Se podría resumir en el diálogo entre Marta y Jesús, pero nos perdemos todos los elementos que el evangelista nos coloca como reveladores sobre la resurrección. Pero, si así quiere...

150. Por favor...

Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.

Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»

Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.» Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la

resurrección, el último día.» Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El

que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?

151. ¿Y, qué con eso...?

Que hay allí la revelación, según el Evangelista San Juan, de parte de Jesús de Nazareth sobre la resurrección.

152. ¿O, sea, que Jesús hace que vuelva a la vida?

No.

153. ¿Entonces?

En el diálogo... en el diálogo...

P. Daniel Albarrán116

Page 113: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

154. No está nada claro... nada... nada... ¿Podría explicarse?

Hay datos reveladores en las contradicciones del diálogo.

155. ¿O, sea, que está diciendo que se contradice el evangelista al colocar el diálogo entre Jesús y Marta?

No.

156. Bueno... póngase de acuerdo... ¿Se contradice o no se contradice el evangelista?

En absoluto, para nada.

157. Pues... no se entiende, entonces, las contradicciones en que usted se haya... ¿Podría explicarse?

En el diálogo entre Marta y Jesús hay unos elementos contradictorios, que son los elementos claves de la revelación que hace Jesús, y que plasma teológicamente el evangelista.

158. Esto no me esta gustando nada...

Tratemos de precisar.

159. ¿Qué espera?

Lázaro está muerto.

160. ¿Y...?

Marta en cierta manera le hace un reclamo a Jesús.

161. ¡Ah, no! ¿Qué está diciendo?

P. Daniel Albarrán117

Page 114: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Pues, sí.¿No es, acaso, un reclamo lo que dice Marta a Jesús al

decirle: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano”?

162. Está bien... admitámoslo... ¿Y, qué con eso?

Que Marta no le está reclamando ni pidiendo que lo vuelva a la vida, ni mucho menos.

163. ¿Y...?

Si no que no estuvo presente cuando le avisaron. Tal vez, su presencia le hubiese ayudado y tal vez, no hubiese muerto. O, tal vez, sí; pero hubiese visto al amigo.

164. ¿Y...?

Aquí viene lo interesante del diálogo entre Marta y Jesús. Y aquí viene la revelación.

165. No se entiende...

Entonces, “le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»”

166. ¿Y...?

Marta está clara y sabe lo que sabe de todo proceso biológico... El hermano está muerto. Además, aparentemente vuelve a colocar a Jesús en el plano netamente biológico, aunque también en el después de la muerte.

167. ¿Cómo es eso?

Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»

168. ¿Y...?

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Page 115: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Viene la revelación por parte de Jesús de Nazareth.

169. ¿Cuál revelación?

“Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”

170. ¿Pero, entonces, Jesús no estaba hablando de la resurrección para el después de la muerte?

Ahí están los datos.

171. ¿Y...?

Que esa es la clave de la resurrección.

172. No se entiende... ¿Podría explicarse?

No hace falta.

173. Pues, sí hace falta... por favor...

Jesús está hablando de que Él es la resurrección.

174. ¿Y...?

El que cree en Él ya ha resucitado.

175. ¿Pero había un muerto, en este caso Lázaro, o, no?

Pues, sí.

176. ¿Entonces, en qué quedamos?

En que resurrección es volver a la vida.

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Page 116: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

177. No queda nada claro, todavía... ¿Entonces, Jesús no estaba hablando de la muerte biológica?

Sí, y, no.

178. Póngase de acuerdo... por favor...

Si nos mantenemos en el diálogo entre Marta y Jesús; no. No estaba hablando de la muerte biológica.

179. ¿Cómo, que, no... no había un muerto?

Ahí está lo interesante de leer los Evangelios en clave de Revelación.

180. ¿Es decir?

Que nos olvidamos del transfondo.

181. ¿Es decir?

Que el tema del muerto, en el caso de Lázaro, no es lo más importante, sino en la muerte en el sentido de la existencia psicológica e histórica.

182. ¡Ah, no! Se subió la gata a la batea, como se dice...

Aún, cuando se haya subido la gata...

183. ¿Podría explicarse?

Ya lo ha dicho el mismo evangelista al comienzo del relato de la muerte de Lázaro.

184. ¿Es decir?

“Había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta.

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Page 117: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.

Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.»

Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo,

permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.

Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.»

Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?»

Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él.»

Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle.»

185. Todavía, se sigue en las mismas...

Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.

Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.»

Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?»

186. ¿Y...?

Que hay una revelación. Maravillosa.

187. ¿Y...?

P. Daniel Albarrán121

Page 118: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Que Jesús está recordándole a los Doce que tiene que asumir su historia.

188. ¿Cuál historia?

La suya.

189. ¿Es decir?

Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?»

190. ¿En otras palabras?

La cruz.

191. ¿O, sea, que la cruz es la clave de interpretación del relato de la resurrección de Lázaro?

Pues...

192. No se ve que tenga sentido esa relación... ¿Podría explicarse?

En que al Jesús asumir su historia tiene que morir en la cruz (véase pregunta y respuesta 56, primera parte).

193. ¿Y...?

Que en la cruz y a través de la cruz va a venir la resurrección.

194. Me parece que está muy forzada esta relación... ¿Y, qué tiene que ver con la muerte de Lázaro?

Absolutamente, todo y nada.

P. Daniel Albarrán122

Page 119: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

195. ¿Es decir?

Que Jesús, y así lo recoge teológicamente, el evangelista, está hablando de que en la historia está la resurrección.

196. Peor... no aclara absolutamente nada...

Lo aclara todo.

197. Pues, no parece...

Aún así.

198. ¿Y, qué tiene que ver eso con la oración?

Ahí es donde está lo fascinante.

199. Volvemos a lo mismo: ¿Qué tiene que ver la resurrección con el todo y la nada, al mismo tiempo?

Es la experiencia del aniquilamiento, y, por eso mismo, es la experiencia de la resurrección.

200. Pero, no ha dicho nada, todavía...

Porque para resucitar hay que morir.

201. ¿Y...?

Pues que al morir se está experimentando la realidad de la nada.

202. ¿Y...?

Eso supone la experiencia nada suave del desgarramiento, del sufrir, del llorar, del dolor, de la lucha interior.

P. Daniel Albarrán123

Page 120: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

203. ¿Y...?

Eso es morir.

204. ¿Morir? No entiendo...

Morir a la experiencia del odio que nos divide interiormente y que lucha por vencer y vencernos.

205. ¿Y...?

Y al experimentar la realidad del aniquilamiento como ser que tiene una historia personal, donde se acumula un mundo negativo de experiencias y recuerdos, se produce la lucha de experiencias y sentimientos.

206. ¿Pero...?

Se experimenta la realidad del desierto, de la soledad, nada suave, pero necesaria.

207. ¿Y, si no se da esa experiencia del desierto, entonces, no se resucita, es decir, no se hace la auténtica experiencia de la oración?

Precisamente.

208. Estamos claros, con lo de la nada y el morir... ¿Pero, qué tiene que ver la resurrección?

Que es, justamente, la experiencia del todo.

209. ¿O, sea, que el todo es la resurrección y la nada es la muerte?

Pues...

210. ¿O, sea, que en la oración se dan juntos la muerte y la resurrección?

P. Daniel Albarrán124

Page 121: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Pues...

211. ¿O, sea, el todo y la nada, al mismo tiempo?

Pues...

212. ¿Cómo se interpretaría, según estamos analizando, la experiencia de la resurrección con la oración y con la vida?

Van juntos. No se pueden separar. Se complementan.

213. ¿Es decir que quien hace una auténtica experiencia de oración no puede contradecirse en la vida diaria?

Si se contradijera, sería una confirmación de que no está en la verdadera dimensión de la oración. Tal vez estará en un momento no preciso de lo que sería la verdadera oración.

214. ¿Cuál sería el elemento característico que identificaría a alguien que está en auténtica oración?

La experiencia del amor, en todas sus dimensiones humanas.

215. ¿Y, eso es posible?

Por supuesto.

216. ¿O, sea, que si se odia, muy en el fondo es porque no se está en sintonía de oración ni en oración?

Pues...

217. ¿O, sea, que la oración no es otra cosa que entrar en sintonía con uno mismo?

P. Daniel Albarrán125

Page 122: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Ni, más; ni, menos.

218. ¿De allí, que la oración sea, realmente, una fiesta?

Sin duda.

219. ¿O, sea, que la terapia de la oración es porque se trata de un auto-encuentro?

Definitivamente.

220. ¡Ajá! Lo agarré... ¿Entonces, la oración no es un encuentro con Dios?

Lo es, definitivamente.

221. ¿O, sea, que no es encuentro con Dios?

Es un encuentro con Dios, de manera indirecta.

222. ¡Cuidado! Es muy delicado lo que está diciendo... ¿Entonces, no es un encuentro con Dios?

Si se trata de un auto-encuentro de manera directa; indirectamente, ya es un encuentro con Dios. ¿Dónde cree que se encuentra, entonces, Dios, no es en el hombre?

223. ¿Y esa verdad la han descubierto en la historia algunos hombres de profunda y auténtica oración?

Por supuesto. Nunca dejan de experimentarlo de esa manera.

224. ¿Podría dar algún nombre, por favor, para ilustrarnos, a pesar de que es parte de la metodología no querer decir nombres; no podría hacer una excepción?

P. Daniel Albarrán126

Page 123: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Está bien, pero solo una vez, por favor, igualmente.

225. Está bien... ¿Quién?

San Agustín lo afirma en el libro Las Confesiones.

226. ¿Podría decir lo que dice San Agustín?

Entonces, en qué quedamos...

227. ¿Pero, no cree que vale la pena, a pesar de todo, y que el tema, a este punto, lo amerita?

Está bien.

228. Pues, entonces, aporte los elementos, que nos van a ayudar...

“¿Y cómo he de invocar a mi Dios y Señor? Llamándole para que venga a mí, está dentro de mí mismo. Pues ¿qué lugar hay en mí, adonde pueda venir y estar mi Dios?

Luego, es verdad, Dios mío, que yo no existiría ni tendría ser alguno, si Vos no estuvieras en mí. ¿O será mejor decir que no existiría ni tendría ser, si yo mismo no estuviera en Vos, de quien, por quien y en quien tienen ser todas las cosas? [... ] Pues si yo estoy en Vos, ¿para dónde os llamo?

¿Por ventura puede alguno ser la causa o artífice de sí mismo? ¿O hay algún otro conducto por donde se nos comunique el ser y la vida fuera de Vos, que nos hacéis y formáis, y en quien el ser y el vivir no son dos cosas realmente distintas, sino que Vos mismo sois la suma vida y el sumo ser?

... siendo así que Vos estabais más dentro de mí, que lo más interior que hay en mí mismo, y más elevado y superior, que lo más elevado y sumo de mi alma”.(San Agustín, Las Confesiones).

P. Daniel Albarrán127

Page 124: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

229. Ahora, estamos en un punto muy interesante... ¿No lo cree?

Muy interesante. Y es sobre la idea que estamos girando desde hace tiempo en este trabajo y libro.

230. ¿Eso significa, entonces, que la oración no es más que un auto-encuentro de manera directa, y, de manera indirecta es ya, un encuentro con Dios?

Pues...

231. ¿Y al ser un auto-encuentro es ya una riqueza?

Por supuesto.

232. ¿Y eso es el encuentro con el Todo y la Nada, al mismo tiempo?

Ni, más; ni, menos.

233. ¿O, sea, que Dios está en nosotros?

Sin la menor duda.

234. ¿O, sea, que en la oración el hombre se fortalece y se hace más humano, es decir, más cercano a Dios, y a sí mismo, porque son la misma realidad?

Pues...

235. ¿Y, eso no se prestaría para auto-engaños?

Todo lo contrario.

236. ¿Por qué todo lo contrario?

P. Daniel Albarrán128

Page 125: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Si experimenta el Todo y la Nada.

237. ¿Y si solo experimenta la Nada?

Ya ha encontrado el Todo.

238. Esto no está claro... ¿Cómo va a encontrar el Todo, si el encuentro es la Nada?

Ahí es donde está la clave.

239. ¿Es decir?

La Nada, muy en el fondo es la experiencia del Todo.

240. Es complicado... ¿Podría explicarse?

La Nada y su encuentro le va a llevar al silencio respetuoso. Y ese silencio es el encuentro, definitivamente (véase preguntas y respuestas 347-348, segunda parte; 188-189, primera parte).

241. ¿Pero, si ese silencio no es respetuoso, sino que le genera rebeldía, precisamente porque puede experimentar la desesperación?

Aún la desesperación, aparente, es ya un encuentro (véase pregunta y respuesta 190, primera parte).

242. ¿Pero, entonces, puede ser peligroso?

Todo lo contrario.

243. ¿Es decir?

Lo va a llevar a la eterna experiencia de la búsqueda.

244. ¿Y si no encuentra?

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Page 126: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Encontrará, aún, no encontrando. Porque el desencuentro es ya un encuentro existencial.

245. ¿Es decir?

Lo llevará a decir con el mismo San Agustín:“Pero Vos mismo lo excitáis a ello de tal modo,

que hacéis que se complazca en alabaros; porque nos creasteis para Vos, y está inquieto nuestro corazón, hasta que descanse en Vos.”

246. ¿Es decir?

Se colocará en la dimensión de la total apertura.

247. ¿Aún, si no encuentra?

Encontrara, aún no encontrando, aparentemente.

248. ¿Eso es lo mismo a decir de la famosa “noche oscura” de los que algunos hablan en todo proceso sano de oración profunda?

Podría significar lo mismo.

249. ¿Entonces, en el caso de las preguntas y de la posición existencial de la pregunta como condición de la naturaleza humana, no es otra cosa que experimentar verdaderamente lo que es ser el ser de la persona humana?

Está de más, decirlo.

250. ¿O, sea, que los que aparentemente no han encontrado, en verdad, sí han encontrado?

Parece contradictorio... Pero, ese es el meollo de la oración y lo fascinante de la oración: que no es otra cosa que

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Page 127: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

encuentro en el desencuentro (véase preguntas y respuestas 364-ss., segunda parte).

251. ¿Entonces, los que han sido contestatarios, no han sido sino rebeldes y en su rebeldía, no han hecho más que pura oración?

Parece contradictorio... pero, sí nos mantenemos en lo que estamos descubriendo... no hay otra cosa que decir, que sí.

252. Esto es fascinante, entonces...

Por supuesto. Además, muy útil e interesante... y beneficioso.

253. ¿O, sea, que aquel que tuvo miedo cuando abrió este libro y vio la nota que se hacía y no se aventuró a leerlo, se perdió y se está perdiendo comprender muchas cosas útiles para la vida? (véase página 7).

Pues...

254. ¿Entonces, este libro no tiene nada de perjudicial, y, sí, mucho de productivo?

Pues...

255. ¿O, sea, que la oración en su sentido más estricto no es más que una terapia?

Sin la menor duda.

256. ¿Y, por qué se colocó esa nota que imprime miedo y asusta a quien pudiese abrir este libro: no era mejor no hacerla?

P. Daniel Albarrán131

Page 128: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Precisamente, porque el tema es muy delicado. Y podía generar escándalo, primero; y, después, se trataba de generar curiosidad y así asegurar que quien lo abra, lo lea, al menos por curiosidad.

257. ¿O, sea, que Dios es la salud del hombre y en el hombre ya se encuentra ese proceso psicológico terapéutico?

Pues... Ya lo dice el mismo San Agustín:“Pues decidme, Dios mío y Señor, por vuestra

infinita misericordia, lo que Vos sois para mí. Responded diciendo a mi alma: Yo soy tu salud eterna. Mas decídselo de tal modo, que lo oiga bien y lo entienda. He aquí, Señor, delante de Vos, los oídos de mi corazón: abridlos Vos y decid a mi alma: Yo soy tu salud. Que al oir esta voz, yo correré siguiéndola, y me abrazaré con Vos. No me ocultéis la dulzura de vuestro rostro. Muera yo para verle, y no moriré dejándole de ver. ”

258. ¿Entonces, la idea muy de moda en algún tiempo de la “noche oscura”, no es otra cosa que la experiencia del no encuentro y de la Nada?

En cierta manera.

259. ¿Pero, es necesaria la experiencia de la “noche oscura” en la experiencia de la oración?

Es en cierta manera la experiencia de la Nada.

260. ¿O, sea, que el que no ha experimentado la “noche oscura” no ha experimentado verdaderamente la experiencia auténtica de la oración?

Llegará un momento a esa experiencia. Es más, es en la experiencia de la “noche oscura” donde experimentará el Todo.

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Page 129: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

261. ¿Pero, no es perjudicial para el que lo esté experimentando?

Ahí es donde está la riqueza del proceso de la oraciónauténtica.

262. ¿O, sea, que la oración auténtica es un proceso?

Por supuesto.

263. ¿Y, eso no hace daño a la persona?

Todo lo contrario.

264. ¿Dónde está lo beneficioso?

En que se dejará de querer buscar sentir.

265. ¿O, sea, que no hay que sentir es la señal de que se está en dimensión de auténtica oración y de oración auténtica?

Precisamente.

266. Esto se complica... ¿Entonces, experimentar la soledad, el abandono, el desasosiego es la prueba de estar a punto de experimentar el verdadero proceso de la oración auténtica?

En cierta manera.

267. ¿Se está o no se está en oración, justo en ese momento?

En el culmen de ella.

268. ¿Es decir?

P. Daniel Albarrán133

Page 130: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Está justo en las fronteras entre el Todo y la Nada.

269. ¿Pero, si prevalece la Nada?

Entonces ha llegado al Todo.

270. Esto es muy complicado... muy complicado... ¿Podría explicarse?

Es en la vivencia de las experiencias límites donde se llega a la experiencia de la oración.

271. ¿Qué sería experiencias límites?

La soledad, el fracaso, la desesperación, la angustia, la muerte...

272. ¿O, sea, que si no está en la vivencia de alguna de las experiencias límites no se llega a la oración?

Ahí es donde está la clave.

273. ¿Es decir?

Es en los momentos terriblemente difíciles donde en verdad encontramos el sentido de Dios y su experiencia.

274. ¿O, sea, que el sentido que se busca no es otra cosa que estar en oración?

Por supuesto.

275. ¿O, sea, que al buscar el sentido a ese momento particular terrible, concreto y desgarrador, es buscar el sentido real y concreto a una circunstancia perturbadora para la persona que se halla en esa experiencia y situación?

P. Daniel Albarrán134

Page 131: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

No hay otra.

276. ¿O, sea, que, entonces, Dios, sería la respuesta a las situaciones límites?

Por supuesto.

277. ¿Pero, si no nombra a Dios, en la denominación y concepto que se tenga históricamente en una época y lugar específicos, estará en esa sintonía del sentido?

Por supuesto (véase preguntas y respuestas 233-250, primera parte).

278. ¿Es decir?

Dios es una experiencia de sentido a la vida.

279. ¿O, sea, que Dios es una experiencia?

Sin duda (véase preguntas y respuestas 233-239, primera parte).

280. ¿Es decir?

Sentido de misterio. Y la vida asumida como misterio. Y maravilloso.

281. ¿Entonces, la oración es un auto-engaño?

No, necesariamente.

282. ¿Qué es, entonces, la oración?

Es la conexión existencial con el Todo y la Nada, al mismo tiempo.

283. ¿Pero, cuál es la clave de la oración?

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Page 132: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

El sentido del misterio.

284. Vuelve otra vez lo del misterio... ¿Entonces?

Ahí está todo. Ni, más; ni, menos.

285. ¿Es decir?

Que en la oración también se da la experiencia de la pasión, muerte y resurrección.

286. ¿También en la oración?

Es donde más.

287. No se entiende... ¿Qué tiene que ver la pasión en la oración?

Que se trata de una vivencia concreta y real de una experiencia límite de la vida.

288. ¿Y, qué tiene que ver la muerte en la oración?

En que hay que abandonarse... Dejarlo al misterio...

289. ¿Y, la resurrección?

Entonces, se experimentará.

290. ¿Y, entonces?

Se resucitará.

291. ¿Es decir?

Nos transformará. Nos convertirá en personas nuevas.

292. Ya entiendo...

P. Daniel Albarrán136

Page 133: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Pues...

293. ¿Y existe datos para fundamentar todo esto que se viene diciendo?

Abundan.

294. ¿Por ejemplo?

Jesús de Nazareth.

295. ¿Me va a decir que en el Viernes Santo?

También el Viernes Santo. Muy en especial el Viernes Santo.

296. ¿Y, cuándo más?

En el Huerto de los Olivos, también con Jesús de Nazareth.

297. No entiendo... ¿Cómo sucede la experiencia de la oración justo en el Huerto de los Olivos en Jesús de Nazareth?

En el Huertos de los Olivos Jesús de Nazareth está experimentando una experiencia límite de la vida.

298. ¡¿Qué?!

Pues, sí.

299. ¿En el Huerto de los Olivos, se da la experiencia del Todo y la Nada, por parte de Jesús?

De manera sublime, también.

P. Daniel Albarrán137

Page 134: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

300. ¿O, sea, en el Huerto de los Olivos se da la pasión, muerte y resurrección?

Sí.

301. ¿Pero, eso no se dio fue el Viernes Santo, en el Calvario?

También y de manera plena y definitiva.

302. ¿Pero, en el Huerto de los Olivos...?

Se da.

303. ¿Es decir?

Jesús sudaba como gotas de sangre, nos dice el Evangelista.

304. ¿Y...?

Pues, que era una experiencia límite para Jesús.

305. ¿Y...?

Estaba justo en las fronteras entre el Todo y la Nada.

306. ¿Es decir?

En el Todo y la Nada estaba en juego la experiencia del misterio.

307. ¿Es decir?

Ahí está la clave de todo.

308. Pero, no ha dicho nada, todavía... ¿Qué sucedía con Jesús de Nazareth justo en el Huerto de los Olivos?

P. Daniel Albarrán138

Page 135: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Se estaba dando el suspenso del misterio.

309. ¿Es decir?

El paso grandioso entre el Creador y la Criatura.

310. ¿Y...?

Es más, el paso definitivo de la auténtica unión entre el Creador y lo Creado.

311. Todavía no se entiende... ¿Podría explicarse?

Había una experiencia límite por parte de Jesús de Nazareth.

312. Ya eso se dijo... ¿Y...?

En que prevalece el misterio. Entonces, Jesús de Nazareth, se abandona.

313. ¿Y...?

En que al abandonarse, inmediatamente resucita.

314. ¡¿Quéeee?!

Pues, que al pasar por ese momento límite de su vida, se haya en una situación realmente terrible.

315. ¿Y...?

Que al abandonarse ha vuelto a situarse en la dimensión del misterio, del sentido, y ha estado en plena y absoluta unidad con el Creador.

316. ¿O, sea, que antes, Jesús de Nazareth, no lo estaba?

P. Daniel Albarrán139

Page 136: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Siempre lo había estado. Pero, en ese momento confirma que nunca había dejado de estarlo.

317. ¿Y, entonces...?

Se abandona al misterio una vez más, como siempre lo había sido en toda su vida, y, ahora, vuelve al juego dialéctico del Todo y la Nada, al mismo tiempo, y se da lo que tiene que darse en todo proceso de oración: la resurrección.

318. ¿Pero, no se dice siempre que Jesús de Nazareth resucitó después de muerto biológicamente, en la cruz?

Ahí está lo fascinante.

319. ¿Es decir?

Que ahí es donde está la clave de la resurrección.

320. ¿Es decir?

Que desde allí se entiende el pasaje de la Resurrección que era el tema principal en el caso de la resurrección de Lázaro (véase preguntas y respuestas 139-198, segunda parte).

321. Esto se complica una vez más... ¿Podría explicarse?

Que la resurrección es una experiencia netamente histórica, de la vida diaria (véase preguntas y respuestas 122-135, segunda parte).

322. ¿O, sea, que Jesús de Nazareth en el Huerto de los Olivos, había resucitado en el sentido histórico?

Por supuesto.

P. Daniel Albarrán140

Page 137: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

323. ¿Qué elementos tiene para decir semejante barbaridad?

“Diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»” (Lc. 22, 42).

324. ¿Y, cuál era la voluntad del Padre, en este caso concreto del Huerto de los Olivos?

La cruz.

325. ¿Pero, qué tiene que ver la cruz, justo ahora?

En que esa era la historia concreta y personal de Jesús de Nazareth.

326. ¿Es decir?

Su historia.

327. ¿Y, qué tienen que ver la cruz y la historia, justo ahora?

En que es la clave de todo.

328. No se entiende...

En que el que quiera seguir a Jesús tiene que cargar la cruz.

329. ¿O, sea, que tiene que morir en la cruz, como Jesús de Nazareth?

En cierta manera.

330. ¿Es decir?

Asumir su historia.

P. Daniel Albarrán141

Page 138: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

331. ¿Es decir?

Ser fiel a su historia personal.

332. ¿O, sea, que la cruz no es en sentido literal sino figurado, es decir, la vida concreta y diaria?

Ni, más; ni, menos.

333. ¿Es decir?

En que asumiendo cada uno su historia, padece, muere y resucita, al mismo tiempo.

334. ¿Y, eso es la oración?

Para eso existe la oración: para encontrarle sentido a la historia asumida.

335. ¿Eso explica que no se puede diferenciar la vida histórica concreta e individual de la oración?

No se puede. Ese ha sido el grave error en la historia de la humanidad.

336. ¿O, sea, que la oración no es otra cosa que la vida misma?

Ni, más; ni, menos.

337. ¿O, sea, que quien asume su propia historia ya está en oración?

Definitivamente.

338. ¿O, sea, que la vida es la oración perfecta?

No puede ser de otra manera.

P. Daniel Albarrán142

Page 139: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

339. ¿Pero, sucede muchas veces que separamos una cosa de la otra, y, a veces, sólo queremos hacer oración, o, por lo menos, es lo que se pretende?

Ahí está el problema.

340. ¿Es decir?

Que la oración nos tiene que confirmar que es a la vida donde tenemos que volver.

341. ¿Es eso, entonces, la resurrección: volver a la vida?

Definitivamente.

342. ¿Pero, no es otra cosa que a través de nuestra historia?

Pues...

343. ¿Entonces, la resurrección es histórica?

Pues...

344. ¿Es ese el sentido de la cruz del Viernes Santo?

No es otro.

345. ¿Y, la resurrección del después de muertos biológicamente?

Es ahí, “donde tuerce el rabo la puerca”... (véase preguntas y respuestas 170-ss. de la segunda parte).

346. ¿Es decir?

P. Daniel Albarrán143

Page 140: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Es un misterio.

347. ¿Aquí es donde se cometen grandes abusos a través de la experiencia de las religiones que se convierten como si fuesen conocedoras de esos mundos del más allá con tanta familiaridad?

Pues... (véase preguntas y respuestas 354-ss., primera parte).

348. Esto es muy interesante... ¿No le parece?

Lo es...

349. ¿Entonces, dónde está el problema que se aborden y hayamos abordados estos temas como lo estamos haciendo?

Pues...

350. ¿En alguna otra parte anterior ha dicho que la vida completa de Jesús de Nazareth?

Sí.

351. ¿Podría dar algunos datos sobre la vida de Jesús de Nazareth en donde se pueda evidenciar lo que acaba de decir?

Por supuesto:

En el templo, cuando la pérdida del niño, a los doce años (cfr. Lc. 2, 41-52).

En las tentaciones del desierto (cfr. Lc. 4, 1-14).

En la expulsión de los mercaderes del templo (Jn. 2, 13-22).

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Page 141: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

En el huerto de los olivos, cuando pedro intervino con la espada (cfr. Jn. 18, 10-12).

Cuando Jesús les pregunta a los discípulos que qué piensa la gente que es él y la confesión de pedro (cfr. Lc. 9, 1-.26).

Justamente, el Viernes Santo (la máxima oración de Jesús de Nazareth), entre otros, de los muchos, por supuesto.

352. ¿O, sea, que el Viernes Santo es la máxima oración de Jesús de Nazareth?

Definitivamente.

353. ¿Es decir?

Allí se suceden de manera plena, una vez más, como en todas las veces, los tres elementos constitutivos de toda auténtica oración; es decir, la pasión, muerte y resurrección.

354. ¿Y en la cruz, Jesús de Nazareth, volvió a experimentar esos tres elementos?

Sin la menor duda.

355. ¿Podría explicarse?

Sucede la pasión.

356. Eso ya se sabe... en todo el camino hacia la cruz... ¿No se dice que eso es la pasión de Cristo?

También.

357. ¿Cómo, que, también?

P. Daniel Albarrán145

Page 142: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Porque justo en la cruz se da otra vez la pasión.

358. Por supuesto, es donde más se da... ¿O, no era, acaso, la pasión misma, por decirlo de alguna manera?

Era la pasión, pero una nueva, distinta, en cierta manera. Pero, continuada según su propia historia: la de la cruz. No podía ser distinta.

359. ¿Es decir?

Cada momento tiene su propia pasión.

360. ¿Es decir?

En el Huerto hubo una pasión.

361. ¡¿Quéeeee?!

Pues, sí. ¿Cómo se puede interpretar, pues, la expresión y frase según el evangelista San Lucas, de: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»?

362. ¿Es decir?

Que a cada instante se nos repite una nueva pasión en continuidad con nuestra propia historia.

363. ¿Pero, eso es posible?

Es.

364. ¿O, sea, que una pasión, y otra, y otra... en la misma línea de nuestra historia?

Para qué decir, que, no; si, sí.

P. Daniel Albarrán146

Page 143: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

365. ¿Y en el caso de Jesús de Nazareth sucedió una pasiónnueva en continuación con su propia historia?

Pues... sí.

366. ¿Se podría explicar?

Estando en la cruz:

Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.

Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: = «¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?», - esto es: - «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»

Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: «A Elías llama éste.» (Mt. 27, 45-47).

367. ¿O, sea, que, según este apartado, Jesús, en ese momento estaba en un momento límite de su vida?

Ni, más; ni, menos.

368. ¿Entonces, no tenemos consuelo para nuestras vidas, porque se seguirán pasiones nuevas y nuevas en continuidad con nuestra historia?

Para, qué, decir, que, no; si, sí.

369. ¿Y, por qué son nuevas, si, al fin y al cabo es única la historia; qué cambia, entonces?

La historia es la misma. En continuidad.

370. ¿Entonces, qué cambia?

Las circunstancias.

371. ¿Es decir?

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Page 144: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Cada momento concreto en conexión estrecha y en continuidad con el ayer y el mañana.

372. ¿O, sea, que se trata de una suma de pasiones, una tras otra en la misma línea de cada historia?

No es otra.

373. ¿Entonces, esto es más complicado de lo que se pensaba?

Ni tanto.

374. ¿Pero, la gente vive en esa dimensión?

Más de lo que se cree.

375. ¿De seguro?

Es evidente el gran sentido de la realidad que se tiene. Es más, que lo que menos.

376. ¿Usted cree?

Sin la menor duda.

377. ¿O, sea, que la gente vive en oración, a pesar de que no va a los templos?

Ahí es donde está lo grandioso.

378. ¿Es decir?

Es más común de lo que se cree.

379. ¿Y, eso es positivo?

Por supuesto.

P. Daniel Albarrán148

Page 145: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

380. ¿Por qué?

Porque orar es la vida. La vida es la mejor oración. Y la gente vive la vida con sentido de historia y con sentido de instantaneidad.

381. ¿De seguro?

Habría que estar ciego para no darse cuenta de eso.

382. ¿Pero, sí no va a la Iglesia, ni a los templos, cómo va a decir que la gente ora?

He ahí lo sorprendente de esta verdad en la vida.

383. ¿Es decir?

No necesariamente la experiencia de Dios es en un templo.

384. ¿Entonces?

La vida... La vida... La vida...

385. ¿O, sea, que la gente sin saberlo está comprendiendo estas verdades maravillosas con asumir su historia?

Pues...

386. ¿Entonces, qué función tienen los templos?

Son los lugares dedicados para facilitar la experiencia del encuentro con Dios. Pero, no son exclusivos.

387. ¿Es decir?

Dios se halla en la vida y ésta asumida en clave de historia.

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- Segunda Parte: La oración –

388. ¿Y la gente lo encuentra?

Sin la menor duda.

389. ¿Entonces, vuelvo a insistir para qué los templos?

Ayudan... Todo su ambiente interno nos ayudan psicológicamente y nos disponen para el auto-encuentro en el encuentro, es decir, con nosotros mismos y con Dios.

390. ¿Pero, los templos son necesarios?

Por supuesto.

391. ¿Pero, no son indispensables?

Pues...

392. ¿Pero, se puede encontrar a Dios en el auto-encuentroy tener la experiencia de Dios, y, también de la oración, fuera de los templos?

Decir lo contrario, sería pretender colocarle a Dios una camisa de fuerza.

393. ¿Es decir?

Dios es sentido de misterio. Y misterio es sentido de historia. E historia asumida es oración.

394. ¿Es decir?

Que no se puede volver a los grandes errores de las religiones, como ya habíamos señalado en la primera parte de este libro.

395. ¿Es decir?

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- Segunda Parte: La oración –

Que no es justo que retrocedamos en todo lo que hemos adelantado, tanto en los grandes logros de la humanidad, como, ahora, a estas alturas de nuestro recorrido.

396. ¿Es decir?

Que tenemos que estar muy atentos para no repetir lo que no se quiere repetir.

397. Queda un punto todavía por tratar: la realidad de la sanación interior que supone que da la experiencia de la oración... ¿No cree que sería bueno que lo abordáramos?

Sería bueno... pero con sutileza, por favor...

398. ¿Se había dicho que la oración, en su sentido profundo, es una terapia?

Sí.

399. ¿Y, en verdad, la oración es una terapia?

Sin la menor duda.

400. ¿Terapia para qué?

Para nuestro propio enriquecimiento personal.

401. ¿Pero, si la vida es una oración, cómo se entiende que la oración sea, entonces, una terapia?

Precisamente, es ahí donde está la clave.

402. ¿O, sea, si se ha asumido la vida tal como ella viene, sin complicaciones, entonces, qué función presta para el proceso de crecimiento la oración?

Para volvernos a la vida.

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- Segunda Parte: La oración –

403. ¿Es decir?

Que la oración no es otra cosa que el proceso de volvernos a la vida, como tal, para simplificarlo, todo, precisamente.

404. ¿Podría explicarse?

La vida es la máxima oración que pueda existir.

405. ¿Y...?

En que, a veces, por circunstancias de la vida perdemos esa dimensión y es cuando a través de la experiencia de la oración, volvemos a recuperar el sentido de la vida.

406. ¿Es decir?

Volver al sentido auténtico de la historia, pero de manera individual.

407. ¿Necesitó, en el caso de Jesús de Nazareth, volver a la vida, a través de la oración según su experiencia del Huerto de los Olivos?

Era su confirmación.

408. ¿O, sea, que en Jesús de Nazareth, no hubo nunca la separación por eso su vida era ya una oración?

Precisamente.

409. ¿Entonces, Jesús de Nazareth, según la mentalidad del evangelista, en mentalidad teológica, no era, sino una confirmación de toda su vida?

Justamente.

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- Segunda Parte: La oración –

410. ¿Entonces, si en Jesús no había ningún tipo de separación con su historia, para qué hacía oración?

Para confirmar el sentido de su historia.

411. ¿O, sea, que si no se hace oración, no se confirma la historia?

En cierta manera.

412. ¿O, sea, que la oración tiene como finalidad el recordarnos la historia?

No es otra la terapia que se deriva de la oración.

413. ¿Entonces, cuando en circunstancias terribles de nuestras vidas, en experiencias límites de la vida, la oración no es pedir que se haga otra historia distinta de la que ya tenemos?

Imposible que sea así.

414. ¿Entonces, qué sentido tiene que se haga oración?

Para confirmar únicamente nuestra historia. Y, si se ha perdido esa conexión, rescatar y comprender otra vez la idea de que es a ella que tenemos que volver.

415. ¿O, sea, que cuando pedimos que se cambie la historia caemos en contradicción, y, ya no sería oración?

Precisamente.

416. ¿Pero, no se dice, pues que hay que orar para que Dios transforme nuestras vidas?

En eso consiste la oración.

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- Segunda Parte: La oración –

417. ¿Pero, transformar nuestras vidas, no es, entonces, el cambio de rumbo de la historia?

Jamás.

418. ¿Pero, nos han enseñado siempre que eso es orar y hasta rezar?

Imposible que sea así, aún cuando nos hayan enseñado esa idea.

419. ¿O, sea, que orar y la experiencia de la oración, es más complicado, todavía?

No debería serlo.

420. ¿Pero, no se dice que cuando se está atravesando momentos difíciles, es decir, en situaciones límites de la vida, que tenemos que hacer oración y pedirle a Dios que transforme nuestras vidas?

Ahí está el meollo de la cuestión.

421. ¿O, sea, que, entonces, nos han enseñado mal?

No, necesariamente.

422. ¿Cómo, que, no... sí es eso cuando nos dicen que hay que hacer oración?

Jesús no estaba pidiendo que cambiara su historia.

423. ¿Qué pedía, entonces, y qué hacía Jesús de Nazareth?

«Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»

424. ¿O, sea, que no estaba pidiendo que cambiara su historia?

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- Segunda Parte: La oración –

Al contrario. La estaba confirmando.

425. ¿Pero, eso no es cruel, precisamente en situaciones de experiencias límites de la vida?

No tiene que serlo.

426. ¿Y, sí es lo que se pretende?

Es ignorar lo que significa la oración.

427. ¿Pero, sucede una transformación?

Por supuesto.

428. ¿Pero, no es la transformación de la historia, es decir, de situaciones históricas?

Al contrario.

429. ¿Es decir?

Se confirma la historia.

430. ¿Es decir?

Se reconforta psicológicamente y se prepara para volver a la vida.

431. ¿Es decir?

Se vuelve a la vida, para asumirla.

432. ¿O, sea, que en el asumirla, está el sentido de la oración?

Justamente.

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- Segunda Parte: La oración –

433. ¿Y, si no se asume?

No se hizo oración.

434. ¿O, sea, que el asumir es una preparación y es una vuelta a la realidad de todos los días?

Ni, más; ni, menos.

435. ¿En eso consiste la resurrección que se experimenta en la experiencia de la oración?

Ni, más; ni, menos.

436. ¿Y, Jesús de Nazareth, resucitó justo allí en el Huerto de los Olivos?

Justo allí. La prueba está en que inmediatamente se da en Él la realidad de su historia, es decir, la cruz. Muere en ella. Y resucita.

437. ¿O, sea, que en el caso de Jesús de Nazareth, el Viernes Santo, es la confirmación de la oración del Huerto de los Olivos?

Ni, más; ni, menos.

438. ¿Y, eso tiene que suceder en nuestras vidas?

Pues... No hay otra.

439. ¿Pero, eso no es muy duro?

Lo es. ¿Por qué cree que en el Huerto de los Olivos, Jesús de Nazareth, sudaba como sangre?

440. Se entiende... Se entiende... ¿O, sea, que no es fácil, entonces, eso de la oración y su experiencia profunda?

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- Segunda Parte: La oración –

Pues...

441. ¿O, sea, que no podemos pretender salir con una historia nueva después que hagamos oración y profunda?

No se puede pretender eso.

442. ¿Entonces, para qué se ora?

Para confirmar cada cual su propia historia.

443. ¿Pero, no nos han dicho siempre que hay que orar en momentos difíciles de nuestras vidas?

Precisamente.

444. ¿Es decir?

Es cuando hay que hacer más oración.

445. ¿Pero, no dijimos que nada va a cambiar, porque, al fin y al cabo, la historia es la misma, tanto, antes, como después?

Ahí está lo fascinante de la oración.

446. ¿Entonces, qué sentido tiene que se haga oración, si nada va a cambiar?

Va a cambiar.

447. ¿Pero, no dijimos que no; póngase de acuerdo?

Cambiará toda posible tentación de hacer querer cambiar el rumbo de la historia.

448. ¿Es decir?

Volveremos a la cotidianidad de la vida.

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- Segunda Parte: La oración –

449. ¿Entonces, no tiene sentido que se ore?

Lo tiene. Y, mucho.

450. Pues, no se le ve... ¿Entonces, para qué orar? Ya sé... Me va a salir con lo mismo... que para asumir...

Pues, no hay otra.

451. ¿Entonces?

Pues, que hay que orar.

452. ¿Para confirmar nuestra historia?

No hay otra.

453. ¿O, sea, que es una auto-sugestión eso lo de la oración?

Precisamente.

454. ¿O, sea, que es un auto-engaño la oración, porque, al fin y al cabo volvemos a lo mismo y como mismo comenzamos cuando comenzamos a orar?

No se puede salir con historias nuevas, aunque sí con la misma historia, pero con un sentido nuevo de ella.

455. No se entiende...

Ese es el sentido de la oración.

456. ¿Es decir?

No cambia nada la historia. Total, es la misma.

457. ¿Entonces, qué cambia?

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- Segunda Parte: La oración –

La manera de volver a la vida.

458. ¿Es decir?

Que sin cambiar la historia, porque es la misma, volvemos a ella con un sentido realista y real del sentido de la historia.

459. Esto es complicado...

Ni tanto. Es simple.

460. ¿Le parece?

Muy simple.

461. ¿Dónde está lo simple?

En el sentido del misterio, aún de nuestra historia y de la historia.

462. ¿Y, dónde está, entonces, lo de la terapia que se genera y se experimenta en la oración y su experiencia profunda?

En que nos sana.

463. ¿Nos sana de qué? No se ve de qué...

En la división que nos genera muchas veces las circunstancias de la vida.

464. ¿Es decir?

Que a veces perdemos el sentido del futuro de nuestra historia.

465. ¿Es decir?

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Page 156: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Que el sentido teológico de la historia, y con ello la de todos, está en que no se puede perder el sentido de ella.

466. ¿Es decir?

Seguirá nuestro pasado, igual, intacto.

467. ¿Luego, también, el futuro?

Por supuesto.

468. ¿Entonces, qué cambia?

La concepción realista de ver la historia.

469. Se siente que no se avanza, prácticamente, nada.... ¿Entonces?

Ahí está todo.

470. Pues... explíquese...

No cambiará nada.

471. ¿Entonces, para qué se ora?

Pues...

472. Sí. No se ve para qué se ora, ¿entonces...?

Aquí es donde está la falsa concepción de la oración.

473. ¿Es decir?

Que se cree que al orar se van a cambiar nuestras circunstancias.

474. ¿Qué cambia, entonces?

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Page 157: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Nuestra manera subjetiva de ver las cosas.

475. Bueno... si es subjetiva es individual... ¿O, no?

Justamente. Ahí está lo fascinante.

476. Pues... no se ve...

En que cambia nuestra manera de ver subjetivamente cada circunstancia, y con ello, recobra el sentido objetivo de nuestra vida.

477. Se complica... Se complica... Se complica... ¿Podría explicarse?

Lo objetivo de cada circunstancia está en que no se puede perder el sentido de continuidad de la historia, a pesar de cualquier circunstancia por muy adversa que sea.

478. ¿Y, lo subjetivo?

En que a veces, pareciera que la circunstancia nos envuelve y nos supera. Hasta se nos olvida que todo pasará, que será pasajero. Y, que el sentido auténtico está, precisamente, en la continuidad.

479. ¿Es decir?

Que mañana vuelve a salir el sol, como se dice.

480. ¿Es decir?

Que después de la tempestad viene la calma, como se dice, igualmente.

481. ¿Y, eso es lo objetivo de la vida?

Lo es. Definitivamente.

P. Daniel Albarrán161

Page 158: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

482. ¿O, sea, que existe un futuro?

Pues...

483. ¿O, sea, que futuro, no es otra cosa que ver la vida con objetividad?

No hay otra (véase preguntas y respuestas 237-249, primera parte).

484. ¿Y, eso es Dios?

Ni, más; ni, menos.

485. ¿Y esa experiencia sucedió en Jesús de Nazareth, en el Huerto de los Olivos?

Ni, más; ni, menos.

486. ¿Pero, no cambia la historia?

Imposible que cambie. No es ese el objetivo de la oración.

487. ¿O, sea, que el sentido de la historia, tal como se está viendo aquí, no es otra cosa que Dios?

Pues...

488. ¿O, sea, que Dios es futuro?

No es otra cosa, que puro futuro histórico.

489. ¿Es decir?

La clave del misterio.

490. ¿O, sea, que futuro es misterio?

P. Daniel Albarrán162

Page 159: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Sin la menor duda, pero con sentido de historia.

491. ¿En otras palabras que Dios es el futuro del hombre?

Ni, más; ni, menos.

492. ¿O, sea, que el hombre encuentra su razón de ser en la historia, en la historia?

En ningún otro lugar.

493. ¿O, sea, que Dios es purita historia de la historia?

En cierta manera.

494. ¿Es decir?

Dios es el sentido de la historia. Y esto no es nada más que pura teología.

495. ¿O, sea, que si se quiere comprender el sentido histórico del hombre hay que volver al sentido del misterio, en clave de relación de misterios?

Ni, más; ni, menos (véase preguntas y respuestas 183-185, primera parte).

496. Parece sencillo... ¿No le parece?

Lo es.

497. ¿Entonces, en eso consiste la sanación interior que produce la oración?

No otra realidad y verdad y experiencia.

498. ¿Entonces, la división interior no es otra cosa que la falsa concepción del sentido de la historia?

P. Daniel Albarrán163

Page 160: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Por supuesto.

499. ¿Entonces, significa, que cuando pedimos que Dios transforme nuestra historia, como historial, es una contradicción?

Por supuesto.

500. ¿Eso explica que mucha gente se cansa de pedir y pedir para que Dios cambie su suerte, y, nunca se cambiará, porque Dios no cambia la historia?

Precisamente.

501. ¿Es decir?

Que Dios nos dará el confirmar, más bien, nuestra historia y su auténtico sentido.

502. ¿En otras palabras?

La cruz (en el sentido estrictamente teológico y de la Revelación de las mismas Sagradas Escrituras de las que Jesús de Nazareth, es la clave de interpretación).

503. ¿Por, consiguiente, la resurrección?

Ni, más; ni, menos.

504. ¿Eso explica que no es fácil orar?

No lo es, sí no se tiene claro todo lo que venimos señalando y descubriendo.

505. ¿Y, sí no se tiene claro?

Vienen los problemas.

P. Daniel Albarrán164

Page 161: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

506. ¿Cuáles serían los problemas?

En que sentimos que Dios nos abandona.

507. ¿Y, eso podría darse?

Se da con mucha frecuencia.

508. ¿Qué otros problemas?

La aridez de la oración.

509. ¿Y se puede experimentar la aridez en la oración? Parece contradictorio...

Desde nuestra manera de ver aquí, no debería haber aridez. Todo lo contrario.

510. ¿Entonces?

Tiene que sucederse la experiencia del Todo y la Nada.

511. ¿Es decir?

La experiencia de la pasión, muerte y resurrección.

512. ¿Y, si no se da?

Se seguirá en lo mismo.

513. ¿Entonces, lo de la sanación interior, no es otra cosa que el volver al sentido auténtico de la historia?

Pues...

514. ¿Qué es la sanación interior?

P. Daniel Albarrán165

Page 162: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Es la experiencia del volver a la realidad histórica de todos los días.

515. ¿Y, eso se da?

Sin duda.

516. ¿Entonces, hay que pedir a Dios que nos sane interiormente, es decir, que nos rescate el auténtico sentido de la historia?

No tenemos alternativa.

517. ¿Pero, se oye por ahí que algunos han sido curados interiormente?

Se oye.

518. ¿Pero, es posible?

Sin la menor duda.

519. ¿O, sea, que esas personas que dicen eso, es verdad?

En parte; sí.

520. ¿Pero, eso es un milagro?

De manera portentosa como muchos dicen; no.

521. ¿Pero, se da?

Sin duda.

522. ¿Pero, no se puede negar que muchos lo experimentan como manera milagrosa y hasta portentosa?

Se da naturalmente. Y tiene que darse, si se experimenta la maravillosa experiencia de la oración.

P. Daniel Albarrán166

Page 163: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

523. ¿O, sea, que la sanación interior es posible?

De eso se trata la experiencia de la oración.

524. ¿Es decir?

No se puede estar en sintonía de oración, sin experimentar la sanación.

525. ¿En que consistiría la sanación?

En que nos quitaría la división en la que vivimos, muchas veces.

526. ¿División de qué?

De nosotros mismos para con nosotros mismos.

527. ¿Es decir?

En que estamos hechos para vivir una unidad psicológica existencial.

528. ¿Entonces, eso significa que estamos y podemos estar divididos interiormente?

Ese es el problema.

529. ¿Qué hacer para evitarlo?

Orar, primero. Pero, como lo estamos presentando aquí.

530. ¿Y, después?

Tal vez este libro pueda que le ayude.

531. ¿Y, si no?

P. Daniel Albarrán167

Page 164: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Seguir orando. Pero con la experiencia del Todo y la Nada, al mismo tiempo.

532. ¿Y, si, aún, así?

Seguir en esa tónica.

533. ¿En qué consiste la división interior?

En que nos vemos como antagónicos.

534. ¿Pero, no somos antagónicos?

Imposible.

535. ¿Pero, ese es el problema?

Precisamente.

536. ¿Eso explica lo que algunos dicen de consciente e inconsciente?

Precisamente.

537. ¿Es decir?

El día en que estos dos mundos mentales se den la mano, en la misma persona, como proceso de enriquecimiento, estará sucediendo el proceso de la unidad.

538. ¿O, sea, que, entonces, es también tarea de la psicología?

Negarlo, sería cerrarnos al misterio del fenómeno humano.

539. ¿O, sea, que el ser humano es un fenómeno?

Ni, más; ni, menos.

P. Daniel Albarrán168

Page 165: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

540. ¿Qué se entiende por fenómeno humano?

Que es un misterio.

541. ¿Es decir?

Que no se explica por sí mismo sino desde Dios.

542. ¿Es decir?

En sí mismo.

543. ¿Es decir?

En el hombre se encuentra la respuesta de Dios. Y Dios es la respuesta sobre el hombre. Ni, más; ni, menos.

544. ¿Es decir?

Con sentido de historia. Ya que la historia es la confirmación del misterio de Dios y del hombre, al mismo tiempo.

545. ¿Y eso es posible en las religiones?

Pues... esa sería su tarea en el mundo.

546. ¿O, sea, que cuando ha habido guerra entre las religiones están siendo antagónicas las religiones que han declarado hostilidades?

Pues...

547. ¿O, sea, que hay gritarles a las religiones del mundo que oren y entren en la experiencia de la dimensión de la oración?

Pues...

P. Daniel Albarrán169

Page 166: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

548. ¿O, sea, que hay que pedirles a todas las religiones del mundo que unan sus esfuerzos y dejen sus particularidades y oren juntas, en bien, primero de la humanidad, y, después en bien de ellas mismas?

Pues...

549. ¿Eso es lo que se llama ecumenismo?

No, precisamente.

550. ¿Qué es ecumenismo?

Es el intento de las religiones cristianas de unir criterios de fe y buscar la unidad.

551. ¿Dijo las religiones cristianas?

Si.

552. ¿O, sea, que las religiones no cristianas no entran en el intento de unidad de criterios, en la experiencia del ecumenismo?

No.

553. ¿Pero, sí, al fin y al cabo, todas las religiones tienen la misma meta, es decir, Dios y el hombre, por qué no entran en la experiencia del ecumenismo?

Pues...

554. ¿No se podría, igualmente, hacer una experiencia de oración en el sentido de ecumenismo con todas las religiones del mundo?

Pues...

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Page 167: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

555. ¿Eso explica que hay pensadores en la historia de la humanidad que han expresado que si se es religioso y se profesa y vive como debe ser el sentido de la fe, que es lo que, en cierta manera las une, se es, indistintamente buen hombre de fe, ya sea en esta o en otra religión, porque, al fin y al cabo, todas tienen elementos comunes?

Pues...

556. ¿Qué es lo que distancia a las religiones de una unidad posible?

Pues...

557. Está bien... comprendemos el “pues...” Volvamos a lo del todo y la nada, que me parece que es muy bonito... ¿O, sea, que el todo y la nada es la clave de la oración?

Sin duda.

558. ¿Quién puede experimentar lo del todo y la nada?

El ser humano.

559. ¿Cuál es la clave del todo y la nada?

La realidad del misterio, pero en dimensión de fe.

560. ¿Es decir?

El todo y la nada son dos realidades que se complementan. Una explica a la otra. Y una se explica desde la otra.

561. ¿Es decir?

El todo tiene sentido, precisamente, por la experiencia de la nada, al mismo tiempo. Y la nada se explica y se entiende desde la experiencia del todo.

P. Daniel Albarrán171

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- Segunda Parte: La oración –

562. Parece contradictorio: ¿Podría explicarse?

Desde la experiencia de la oración, ese tiene que ser el juego dialéctico del que experimenta la experiencia del encuentro y del desencuentro, que significa la oración.

563. Esto es complicado y parece un juego de palabras: ¿Podría ser más explícito?

La experiencia de apertura interior lleva a relativizar su propia experiencia. Lleva a comprender que se trata de sutilezas espirituales y que son experiencias muy personales.

564. ¿Es decir?

Cada uno tiene que hacer su propio camino, muy único e individual, porque cada uno es cada uno, muy distinto de los demás. Por consiguiente, cada uno tiene su propio historial infantil, de niño, de persona. Cada uno responde de manera muy particular ante los mismos fenómenos reales, aún en el plano espiritual y de la oración.

565. ¿Eso quiere decir que no existe fórmulas ni normas para hacer una experiencia de oración profunda?

Precisamente, de eso se trata.

566. ¿Es decir, que, entonces, la experiencia de oración, en el más sentido estricto de la experiencia, es única e irrepetible?

Por supuesto.

567. ¿O, sea, que no se puede transmitir?

En su sentido estricto; no se puede transmitir.

P. Daniel Albarrán172

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- Segunda Parte: La oración –

568. ¿Pero, se puede aprender del método que otros utilizan?

Como método puede ayudar. Se puede tomar de ellos algunos elementos que puedan ser de utilidad. Pero, no se pueden seguir al pie de la letra.

569. ¿Pero, si se toma un estilo con su metodología para aplicarlo tal como lo experimentaron los que lo han experimentado?

Pueda que el método ayude. Pero, no se puede esperar los mismos resultados, ya que somos una individualidad irrepetible y única.

570. Eso suena muy interesante, sobre todo, lo de la individualidad irrepetible: ¿Pero, entonces, qué sentido tiene que se tenga escuelas de oración y se dicten talleres para facilitar la experiencia de oración, por ejemplo?

Estas escuelas y talleres pueden ayudar a comprender la individualidad irrepetible y única. Pero, sí se pretende copiar, se ignora que la oración es una experiencia del que la experimenta.

571. ¿Eso explica que orar y rezar no sea igual?

Entre otras cosas, por supuesto.

572. ¿Entonces, como somos irrepetibles, también la oración es irrepetible?

Ahí es donde está lo emocionante y fascinante de la oración. Es decir, nunca dos momentos de orar, aún realizados por la misma persona, en el mismo lugar, y circunstancias aparentemente iguales, será igual. Porque si fueran iguales, ya no sería oración, en el sentido más estricto de la experiencia de la oración.

P. Daniel Albarrán173

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- Segunda Parte: La oración –

573. ¿O, sea, que el pretender hacer un itinerario de un método concreto y específico de la experiencia de la oración, sería una contradicción con lo el hecho mismo de la oración y su experiencia?

Está más, decirlo.

574. ¿O, sea, que libre de encasillamientos es la condición indispensable para entrar en la profundidad de la oración?

En parte; sí.

575. Vuelve a complicarse la cosa: ¿Entonces?

El no encasillarse sería ya un encasillarse.

576. ¿Es decir?

No se trata de una camisa de fuerza. La clave sería no encasillarse, pero no sea que por cumplir ese requisito ya se esté encasillando la experiencia. Es relativo.

577. ¿Entonces, a qué nos atenemos?

Simplemente a la experiencia.

578. ¿O, sea, que hay que tener experiencia?

No. No se trata de un itinerario. Eso sería sinónimo de experiencia.

579. ¿Entonces, a qué se refiere cuando dice que a la experiencia?

De vivir el momento.

580. ¿Es decir?

P. Daniel Albarrán174

Page 171: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Tomarse las cosas como vienen. Sin forzar absolutamente nada, ni tanto en un esquema, ni tanto a un programa. Como vienen.

581. ¿Es decir, estar distraídos?

Justamente lo contrario.

582. ¿Es decir?

Para el que está en la sintonía de la oración, aún la distracción es oración.

583. ¿Es decir?

Como está en apertura total, cualquier cosa lo lleva a seguirlo estando. Nada lo distrae, ni aún la distracción.

584. ¿Podría explicarse?

Si está en apertura, está en apertura. No necesita colocarse en concentración de apertura. Simplemente, ya lo está. Vive redimensionando cada cosa y cada momento. Vive viviendo el momento, sin necesidad de buscar cambiarlo. El momento es el momento. El instante que es. Y no otro. Lo vive. Tal como viene.

585. ¿Pero, para eso necesita concentración?

No.

586. ¿Pero, necesita tiempo y ejercicio?

Tampoco.

587. ¿Pero, necesita dedicarle ese momento, por lo menos, a Dios, para que sea oración?

Tampoco.

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- Segunda Parte: La oración –

588. Esto no me esta gustando: ¿Por fin: cómo va a ser oración si no se coloca en actitud de oración, ni se concentra, ni se encomienda a Dios que es la otra parte complementaria de la oración?

Porque se trata de vivir la historia.

589. Peor... ¿O, sea, que, entonces, se trata de historia?

Pues...

590. ¿Podría explicarse?

El auténtico sentido existencial de la historia es vivir el momento presente tal como es.

591. Todavía, no entiendo...

El presente es lo que cuenta, pero en sentido de historia.

592. Sigo igual...

El pasado queda para el pasado.

593. ¿O, sea, que va a decir, otro tanto con el futuro, es decir, que el futuro queda para el futuro?

Pues; sí.

594. ¿Y, qué, con eso?

Pues, que si tenemos claro el sentido de la historia, lo que cuenta es el momento presente. El ayer no se puede transformar. Fue. E, igual, con el mañana. Será, pero no es.

595. ¿Entonces?

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Page 173: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

En que no se puede perder el sentido de la historia. Cuenta es el momento que se está viviendo. Vivir el instante, justo el instante a cada instante, con sentido de instantaneidad.

596. Ya se puso a inventar una palabra: ¡eso nos faltaba! ¿No cree que está forzando el tema para hacer querer decir lo que quiere querer decir y no justifica?

La palabra no es invento de ahora. Esa palabra existe y quiere decir una realidad. Y lo otro, esa es la experiencia de la oración Ni, más; ni, menos.

597. ¿O, sea, que vivir el momento es oración?

Para qué decir que no; si, sí.

598. ¿O, sea, que vivir la historia, tal como es, es oración?

Pues...

599. ¿O, sea, que vivir en el pasado, que fue, o, en el futuro, que será, es evadir el presente, y, por consiguiente, es no estar en oración?

Pues...

600. ¿O, sea, que, aún en la misma pretensión de hacer oración si se evade el momento, tal como es, es una muestra de no estar en oración ni hacer oración?

Pues...

601. ¿O, sea, que la historia, es decir, el momento o instante actual, es la mejor oración y el más sentido profundo de ella?

Pues...

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Page 174: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

602. ¿Eso significa, entonces, que la vida es una oración y la oración es una vida?

Pues...

603. ¿Pero, cuál es la clave de ver la vida a cada instante como la mejor oración?

El misterio.

604. ¿Es decir?

El sentido de la fe.

605. ¿Es decir?

La vida es un misterio. Hay que vivirla en clave de misterio, es decir, en ella se encuentra a Dios de manera natural. Sin forzar las cosas. En ella está Dios y es quien las explica todas.

606. ¿Y...?

No hace falta hacer ejercicios mentales para descubrirlo.

607. ¿Y...?

Hay que estar en sintonía con la naturaleza, con el mundo, consigo mismo... con el todo... con la nada... Esa es la resurrección... Y esa es la experiencia de la oración...

608. ¿Y...?

Que la oración es algo connatural a la existencia humana.

609. ¿Y...?

P. Daniel Albarrán178

Page 175: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Hay que volver a lo natural... No complicar las cosas...

610. ¿Y...?

Que hay que diferenciar oración de meditación y de reflexión.

611. ¿Y...?

Que ya este tema llega a su fin. Y que tal vez en otra oportunidad tratemos de la meditación y sus métodos.

612. ¿Y de la reflexión, qué?

Este libro lo ha sido

613. Así no se vale... pero no hizo una especificación de lo que es reflexión, tampoco la diferenció de la oración ni trató del tema... Así no se vale...

Invirtamos los roles... Ahora, con una pregunta: ¿No ha considerado que este libro sea una reflexión sobre la oración? ¿Si no... entonces?... Significa que no vivió el libro como una oración... Es decir, que tal vez, no vivió el presente cuando se iba haciendo... o leyendo... Pero, lo que fue, fue; lo que será, será. Y, lo que es, es...

614. Se ve a claras que lo de la oración es realmente sencillo e igualmente complicado, porque, ¿tradicionalmente no se dice, pues, que para hacer oración hay que hacer silencio y disponerse a hacer oración; entonces, en qué quedamos?

Sin duda que el silencio. Pero, no tanto en el silencio como postura externa, sino como actitud interior constante.

615. Me parece que ha simplificado demasiado con eso de que la oración es la vida como tal; ¿no cree que es demasiado simplista esa afirmación a estas alturas?

P. Daniel Albarrán179

Page 176: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

Parece demasiado simplista. Pero, no lo es. Pues si nos ceñimos a los textos bíblicos, por ejemplo, encontramos que esa es la línea de la Revelación de las Sagradas Escrituras.

616. ¿Podría explicarse?

Se trata de la experiencia maravillosa del Jardín del Edén.

617. ¿Y, eso no es encasillarse, tanto al texto bíblico como a la experiencia concreta, en el caso supuesto del Jardín del Edén?

La experiencia del Jardín del Edén, no es otra cosa que vivir comprendiendo y asumiendo conscientemente que la vida es un jardín.

618. ¿Es decir?

Que la vida es bella y es una belleza vivir la vida como experiencia de jardín.

619. ¡Ah, no! Pareciera que está espiritualizando la vida. ¿No cree que esa manera es ya una evasión?

Al contrario.

620. ¿Podría explicarse?

Siempre se ha considerado que espiritualizar es distinto de teologizar. Pero, si no se hace teología no se puede hacer auténtica espiritualidad.

621. Todavía no queda nada claro...

La vida es un misterio. El misterio está en relación con Dios y con el hombre. No separados, sino en única e indisoluble unidad. No separados ni en contradicción.

P. Daniel Albarrán180

Page 177: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

622. ¿Y...?

Que en Dios se encuentra la respuesta sobre el hombre. Y en el hombre se encuentra la respuesta sobre Dios.

623. ¿Y...?

En que teología no es otra cosa que antropología.

624. Eso ya se dijo en las preguntas y respuestas 231-238 de la primera parte. ¿O, sea, que volvemos a lo mismo y no hemos avanzado nada?

Todo posible avance no puede ser sino sobre la misma realidad. Decir más de ahí es retroceder. Decir menos es ignorar esa realidad. Repetirlo, es estar en el centro mismo de toda la cuestión.

625. ¿Entonces, repetimos?

No. Giramos sobre la realidad.

626. ¿Es decir?

El misterio es la clave.

627. ¿Y, qué tiene que ver lo del jardín del Edén con la realidad del misterio?

En que vivir la vida en clave del Jardín del Edén es comprender la belleza de la vida, precisamente por el misterio que eso implica y supone.

628. ¿O, sea, que si se asume la vida en clave de misterio y se vive en el mundo en sintonía del jardín del Edén, ya estamos en oración?

Pues...

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Page 178: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

629. ¿O, sea, que oración es sintonía con lo creado en clave de misterio?

Pues...

630. Suena interesante, eso de sintonía. ¿Se puede profundizar sobre esa verdad?

Es lo que estamos intentando.

631. Pues, sí... sin duda... ¿Entonces, significa que vivir en oración es la clave, es decir, en sintonía con lo creado?

De hecho.

632. ¿Eso quiere decir que una persona de profunda oración es una persona con gran sentido de historia?

Pues...

633. ¿O, sea, que la experiencia del jardín del Edén es asumir la vida en clave de historia y de misterio, al mismo tiempo?

Pues...

634. Esto se pone más que bueno... ¿Significa, entonces, que no es posible concebir la idea de la separación de lo creado con el Creador?

Ahí, está, precisamente, la clave de todo.

635. ¿Entonces, por qué ha existido en la historia de la humanidad esa separación?

Pues...

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Page 179: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

636. ¿O, sea, que lo creado y el Creador, no son antagónicos?

Pues...

637. ¿O, sea, que en lo creado encontramos al Creador?

Pues...

638. Es fascinante haber llegado a este punto. ¿No es hermoso, entonces, todo lo que estamos indagando y descubriendo?

Pues...

639. ¿Eso quiere decir que una persona de auténtica y profunda oración es una persona de gran sentido de lo creado?

Sin duda.

640. ¿Y ha existido en la historia personas que han vivido en esa maravillosa sintonía?

Abundan por doquier.

641. ¿Podría darse algunos nombres de esas personas que lo han experimentado?

Eso es precisamente lo que no queremos: dar nombres. Por eso se colocó en el prólogo una lista de muchos que lo han intentado y logrado. De ellos nos valemos, pero como referencias, no como itinerarios (véase referencias bibliográficas, página 13). Ellos han abierto camino y nos hemos valido de sus aportes. Pero, es inagotable el aporte.

642. Esta bien: respetemos la metodología. ¿Entonces, en el mundo, para utilizar esta palabra como sinónimo de

P. Daniel Albarrán183

Page 180: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

creado, es la única experiencia válida para encontrarnos con el Creador?

No hay otra experiencia.

643. ¿O, sea, que las posibles manifestaciones o revelaciones no son, sino, inventos?

Pues... Es delicado...

644. ¿O, sea, que las posibles revelaciones a personas consideradas como especiales, no son, sino auto-revelaciones?

Es delicado... Se insiste... Es delicado...

645. Claro que es delicado... Y, mucho... ¿No cree que es cuando se debe aplicar lo del todo y la nada que era la condición que se colocaba para que la experiencia de la oración fuese auténtica experiencia de oración? (véase desde la pregunta 557).

Precisamente.

646. ¿O, sea, que el todo y la nada es la clave de la oración?

Tiene que serlo. De lo contrario...

647. ¿Entonces, el resultado final es el vivir prendado de lo creado, y, por consiguiente, como consecuencia, del Creador?

Ni, más; ni; menos.

648. ¿O, sea, que un enamorado de Dios no es otra cosa que un enamorado del mundo?

Suena escandaloso... pero, es.

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Page 181: Daniel Albarrán, Preguntas y Respuestas de toda persona inquieta sobre la oración

- Segunda Parte: La oración –

649. Esto es fascinante... ¿No le parece?

Pues...

650. ¿Y ese es el auténtico sentido del misterio?

Pues...

651. ¿Esa gran verdad explica que vivir el presente es la clave de todo?

Pues...

652. ¿Pero, el presente con sentido auténtico de historia?

Pues...

653. ¿Entonces, vivir en oración es vivir enamorado de lo creado?

Pues...

654. ¿Y vivir en sintonía de oración es vivir cada instante con sentido de instantaneidad, sin añorar ni pasado ni futuro?

Pues...

655. ¿Eso explica que una auténtica oración es única e irrepetible, porque cada momento es único e irrepetible?

Pues...

656. ¿O, sea, que el presente es ya una oración?

Pues...

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- Segunda Parte: La oración –

657. ¿O, sea, que haber leído este libro en clave de diálogo con sentido de presente ha sido ya una oración?

Pues...

658. ¿Entonces, ha valido la pena?

Pues...

659. Pues... Sí.

Si, no... No se puede andar sobre los pasos ya caminados. Sería retroceder en el pasado. Y sería contradecirnos.

660. Pues... terminemos con el refrán: “Nadie nos va a quitar lo bailado”

¡Y qué baile y qué fiesta!

661. Pero, antes... ¿existe alguna oración con sentido de rezo, como fórmula, para hacer una auténtica oración?

Por supuesto.

662. ¿Cuál es la oración?

La propuesta por Jesús de Nazareth: el Padrenuestro.

663. ¿Y, existe en ella todos los elementos que descubríamos en nuestro recorrido?

Todos.

664. ¿Por ejemplo?Véase el índice temario en la página 192.

665. ¡Guao...! ¡Qué fiesta!

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- Segunda Parte: La oración –

¡Que bueno!

P. Daniel Albarrán187

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ÍNDICE TEMARIO

Aa la vida, 33, 79, 106, 109, 110, 126,

133, 142, 145actitud de oración, 36, 164

actitud interior, 22, 168al mismo tiempo, 42, 50, 51, 54, 63,

68, 91, 92, 94, 95, 101, 103, 104, 115, 116, 120, 126, 130, 132,

157, 158, 161, 170ambivalencia, 92, 95, 96, 101

aniquilamiento, 115, 116antagónicos, 95, 101, 102, 103, 157,

171antropología, 61, 169

apertura, 10, 28, 34, 36, 46, 51, 55, 76, 77, 83, 93, 94, 101, 121, 161,

164, 175apertura es existencial, 34

apertura existencial, 36, 76, 77, 83, 93, 94, 175

asumir, 77, 114, 139, 146, 147, 170auténtica experiencia de la oración,

22, 116auto-encuentro, 117, 118, 119, 140

Bbuscar el sentido, 125

Ccambio interior, 103

camisa de fuerza, 97, 140, 163circunstancia, 43, 125, 150, 151

circunstancial, 35, 43, 79clave de interpretación, 114, 154

clave de la experiencia, 102clave de la resurrección, 106, 111,

131clave de misterio, 62, 63, 76, 77, 92,

167, 170, 174, 175como misterio, 48, 49, 59, 61, 62,

72, 126concepción realista, 150concepto de Dios, 26, 34

conexión, 44, 89, 93, 97, 126, 138, 143

confirmar el sentido, 143connatural a la criatura, 22, 23

contestatarias, 33, 80continuidad, 137, 138, 151

contradicción, 23, 105, 143, 153, 162, 169

cotidianidad, 147Creador y la Criatura, 90, 129

Creador y lo Creado, 130Creador-Criatura, 22, 23, 24, 25, 46

crecimiento personal, 95

Ddesencuentro, 121, 122, 161

desvirtuado, 104diferencias entre orar y rezar, 90

dimensión de la oración, 102, 117, 159

dimensión del misterio, 130Dios es la respuesta sobre el

hombre, 158disposición del encuentro, 22

distintas religiones, 98división interior, 95, 153, 157

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- Índice Temario –

Eecumenismo, 159, 160

el Todo, 120, 124, 125, 126, 129el Todo y la Nada, 120, 125, 126,

129elementos contradictorios, 109

en la historia está la resurrección, 115

encasillamiento, 24, 46, 65, 89, 97encontramos al Creador, 171

encuentro, 18, 23, 25, 54, 77, 93, 108, 118, 119, 120, 121, 122,

123, 140, 161enriquecimiento, 23, 59, 141, 158

error en la historia, 133es Dios, 82, 151

es orar, 22, 40, 88, 144escrúpulos, 26, 97

está en oración, 124, 133exclusivos, 140

experiencia auténtica de la oración, 91, 124

experiencia de fe, 105experiencia de la búsqueda, 41, 121

experiencia de la oración, 10, 23, 29, 41, 88, 89, 90, 91, 92, 96, 97, 98, 100, 101, 102, 123, 125, 128,

141, 142, 144, 146, 156, 161, 162, 165, 167, 172

experiencia de oración, 22, 23, 28, 29, 41, 88, 93, 94, 98, 117, 160,

161, 162, 172experiencia humana, 14, 35, 90

experiencia originaria, 98experiencia profunda, 75, 101, 146,

149experiencia relacional, 22, 23, 79,

80experiencia religiosa, 25, 30, 46,

100experiencias límites, 125, 143, 145

Ffalsa concepción, 26, 36, 150, 153

fiel a su historia, 132fiesta interior, 29

fórmula preestablecida, 90formulario, 40, 88, 91, 98

futuro, 32, 44, 76, 77, 78, 149, 151, 152, 165, 166, 173

Ggotas de sangre, 129

Hhacer con conciencia, 91

hacer teología, 33, 34, 36, 44, 50, 60, 82

Hagamos al ser humano a nuestra imagen, 24

historia asumida, 133, 140historia de la religión, 28, 37, 39

Huertos de los Olivos, 128

Iimagen y semejanza de Dios, 30, 34,

62, 70inquieto nuestro corazón, 121instantaneidad, 139, 165, 173

invenciones humanas, 37ir y venir hacia la fuente, 29, 31

JJardín del Edén, 168

Lla clave, 24, 47, 48, 54, 62, 63, 64,

76, 78, 79, 93, 102, 106, 111, 114, 120, 125, 126, 129, 131, 132, 141, 154, 160, 166, 170,

171, 172, 173la cruz, 114, 131, 132, 134, 135,

136, 137, 146la denominación que sea, 25

la Nada, 120, 123, 124, 125, 128, 130, 155, 157

la nada y el morir, 116la respuesta de Dios, 158

la resurrección, 102, 103, 104, 105, 106, 108, 109, 111, 114, 115, 116, 117, 127, 130, 131, 133,

134, 146, 154, 167la resurrección es histórica, 104, 134

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- Índice Temario –

la resurrección es un misterio, 105la vida misma, 133

Lázaro, 106, 107, 108, 110, 111, 112, 113, 114, 131libertad interior, 30

límite, 127, 128, 129, 130, 137

Mmás allá, 48, 77, 104, 134

máxima oración, 135, 142meollo, 35, 48, 63, 91, 122, 144

misterio, 34, 35, 43, 48, 49, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 68, 69, 71, 72, 73, 74,

75, 76, 77, 78, 79, 80, 83, 90, 104, 105, 126, 127, 129, 130, 134, 140, 152, 158, 160, 166, 167, 169, 170, 174, 177, 178

momento presente, 165moralismo, 29, 30, 31, 97

Nnoche oscura, 122, 123, 124

nombra a Dios, 126

Oobjetivo de la oración, 152

odio y amor, 95oración profunda, 93, 122

orar es la vida, 139

Ppasión, 127, 128, 135, 136, 137, 155

pasión, muerte y resurrección, 127, 128, 135, 155

proceso de la oración, 124propia historia, 133, 136, 137, 147

Rrealidad de la resurrección, 103

realidad teológica, 23, 24rebeldía, 81, 100, 121, 122

rezar no significa, 89ritual, 40, 88, 91, 97

SSan Agustín, 13, 15, 16, 17, 118,

119, 121, 123sanación interior, 141, 153, 155,

156sentido auténtico, 142, 151, 155,

173sentido de Dios, 82, 125

sentido de historia, 139, 140, 152, 158, 165, 170

sentido de la historia, 32, 148, 152, 153, 155, 165, 177

sentido de la oración, 145, 148sentido de revelación, 26

sentido del futuro, 149sentido del misterio, 44, 75, 77, 79,

81, 127, 149, 153, 173sentido nuevo, 148

sentimiento negativo, 95, 102sentimientos contradictorios, 102sintonía, 31, 117, 126, 156, 164,

167, 170, 171, 173

Tteología, 10, 28, 29, 33, 34, 37, 38,

39, 46, 60, 61, 70, 153, 169terapia, 96, 117, 123, 141, 143, 149

todo y la nada, 88, 91, 92, 93, 94, 96, 102, 104, 115, 116, 160, 172,

175, 176

Uuna experiencia, 10, 22, 23, 24, 28,

32, 35, 41, 42, 43, 44, 46, 75, 78, 82, 83, 88, 89, 90, 92, 93, 97, 98,

126, 127, 128, 129, 130, 131, 160, 161, 162

Vvive en oración, 138

vivir el momento, 163, 165, 166vivir la historia, 164, 166

volver a la vida, 112, 133, 142, 145, 148

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- Índice Temario –

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ÍNDICE GENERAL

BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA:............................13

PRIMERA PARTE:......................................................22

RELIGIÓN, FE.............................................................22

SEGUNDA PARTE:.....................................................92

LA ORACIÓN..............................................................92

ÍNDICE TEMARIO......................................................190

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Otros libros publicados del mismo autor:

1 Judas Iscariote, uno de los doce (en defensa de Judas Iscariote).

2 Así en la Tierra como en el cielo (reflexiones de poeta).

3 Oficios, funciones y Ministerios Extraordinarios. (Texto oficial de la Diócesis de Barcelona para los Ministerios Extraordinarios. Primera y segunda edición).

4 Los Dos (filosofía de la historia) (Novela).5 El piar de un gorrión.6 Y comieron del árbol.7 La crisis del Rey David.8 Lo que aparece en los Evangelios (pero que

no se dice) – Tomo I, Tomo II.9 En los sueños se dan respuestas de la vida

diaria (el caso de San José).10 . Preguntas y respuestas de todo cristiano

inquieto.

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