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daniel-orellana
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Almas en pena El silente espectro merodeaba taciturno por el
campo santo. Tena hambre y as pareciera un canbal necesita
alimentarse...No poda comerse a los vivos, estos estaban fuera de
su alcance.
Pero los espritus recientes de gente fallecida, nios, ancianos, y
mujeres.
Era el alimento de los espectros andantes, por eso cada noche
merodeaba
el cementerio aquella alma en pena, que no encontraba el
descanso.Ese da en una lgubre fosa comn haba varios cadveres.
nios, hombres, personas sin familia, muertos en la indigencia, en
plena calle.
El aura de aquel espectro se sinti atrado por aquella energa que
emanaba
de aquella sepultura, necesitaba alimentarse de aquella energa
reminiscente.Cada da hacia lo mismo se alimentaba de la energa de
cadveres recin fallecidos.
Se daba su festn y luego vagaba, lamentndose de su destino.
Su agona era indescriptible, pero solo era oda por el resto de los
espectros
que por all vagaba, la energa que quitaba aquellos cuerpos.
Los converta en los siguientes espectros que vagaran por la
eternidad.En la lontananza de aquel campo santo y entre tanto
lamento no todos
los espectros eran iguales algunos, no se alimentaban de la energa
de otros cuerpos.
Mas bien los miraban por encima del hombro con gran desden.
Solo los visitaban y antes de llegar a su destino se presentaban
ante ellos.Otros en cambio les encantaba asustar a nios, y
ancianos, se impregnaban del terror.
Que producan en ellos, adoptaban los mas espeluznantes formas,
caras terrorficas
cuerpos amorfos, verdaderas deformidades, sonidos y ruidos de
ultratumba..
Tambin aquel campo santo existan espectros buenos, los menos,
pero
tambin existan y daban compaa a los muertos recientes, estos se
regocijaban
de la esperanza de aquellos cadveres del deseo de ver a sus
familiares y seres queridos.Aquellos espectros solo podan visitar
tumbas y fosas comunes que no estaban
bendecidas, ni tenia a nadie que fueran a visitarlas, almas prdidas
como ellos.
Esa era las leyes que imperaban en aquel campo santo la mayora de
los muertos
encontraban su destino, en cambi otros vagaban por sus recintos
como almas en penas.
Sin encontrar nunca la paz y descanso que tanto necesitaban.
De: daniel orellana segundo 2