De como los Saenz establecieron su posicion en la vida musical de la Guatemala del siglo XIX

Dieter Lehnhoff

~ n la historia de la musica catedralica de Guatemala hay varios perlodos de especial intensidad que se destacan por acontecimientos memorahles. Vienen a la memoria fecll<l~ como la compi lacion de los Ii bros de coro polifonicos por C; ,L'ipar Fernandez en 1602; la cOllsagracion de la segunda catedral en 16RO; la elevaci61l de la catedral a la categoria de metropolitana (cuando la di6cesis de Guatemala se convirti6 en arquidiocesis), celebrada en noviembre de 1745; la sucesion de Manuel Jose de Quri6s como maestro de cap ilia por su sobrino Rafael Antonio C;L~telianos, en 1765; el traslado de Ia capilla musical catedralicia a la Nueva (;uatemala de la A'luncion, en Jloviemhre de 1779; y las dos etap:L\ de la sucesion de Castellanos. (interinal1lente pm Miguel Pontaza en 1791. v en propiedad pOl' Pedro Nolasco Estrada en 1797).

Tambienentre IS02y 1804sedic­rOll varios de est os cambios en ]a orga­nizacion musical que tuvieron conse­cuenci:L'i importantes para el desarrollo mU'iical de Guatemala: por un latlo, la sucesi6n de un organista de la vieja es­cuela por un joven rep resentante del nuevo gU'ito mU'iical del momento, y por otro lado la sucesion del maestro de ca­pilla. ' Ambos puestos, de suma impor­tancia en la vida musical de la ciudad, quedarin en manos de ulla sola fami­lia mll'iical, la cual se perrilara como dominante dlIr<mte huena parte del si glo XIX: la dina'itia de los Saenz.

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A1l11orir hacia mediados de 1802 Jose Tomas Guzman, organista titular de la catedral que habra ejercido ese puesto por 37 anos a partir de 17652 ,

varios musicos capitalinos se presen­taron para solicitar esa plaza vacante. Esteban Hidalgo, sobrino del finado en quien habra recardo la responsabilidad por el sustento de la viuda del maestro Gu zman , argumentaba tener que mantener ala anciana con ocho a diez pesos mensuales para sus alimentos, en forma vitalicia. A'ipiraba a conver-

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tirse en el sucesor de Guzm{Ul, de quien decfa que "tuvo el honor de servir fiel ­mente su plaza", y prometfa: "yo 10-grare la merced de ejercerla con la de­bida puntualidad y aplicacion, como 10 ofrezco a VS. siempre que tenga la bondad de concedermela" .3

Francisco Aragon, "Maestro de Musica, y vecino de esta Capital" , tam­bien solicito la plaza, afirmando: " ... que desde mi ninez, que comence a aprender el oficio que tengo, he servi ­do en el COl'O de esta Iglesia Catedral, hasta que por haberseme encargado la musica de otros conventos consideran­do incompatibles el un ejercicio con el otro hice renuncia del que ohtenfa en dicho coro, por ser diffcil poner en caso de no poder y 0 asistir personal mente quien supliese de cantor. Mi merito contrafdo de mucho tiempo ha es no­torio a VS.S. mi instruccion en el ejer­cicio de instrumentos de teclas, igual­mente 10 es". Francisco Aragon fue uno de los alumnos de composicion de Ra­fael Antonio Castellanos. Han sobrevi­vido varias obras de su pluma que se cantaron en las facilidades catedralicias provisionales de la Nue­va Guatemala de la A'Iuncion en 1786 y 1788.4

Benedicto Saenz, "Musico Profe­sor de Organo", se consideraha "capaz

de desempefiarla, pOI' tener en la fa­cultad tudas las Iloticias que para di u b'L'Itan". Hijo del compositor y violinis­ta Vicente Saenz, el joven Benedicto afirmaba tener a su favor, ademiis de su capacidad, no solamente dos anos de servicio en el coro, sino tambien Sll repertorio, ya que pose fa "multitud, de piezas que colidianamente, i nventa mi Padre, y otras tantas extranjer£L'I, de la mayor aceptacion". Y para documen­tar su aplicacion adjllntaba una carta del organista del Convento de Santo Domingo, fray Antolfn CalTlio, fecha­da 28 de julio de 1802, que contiene testimonios de un talento y una capa­cidad musical poco cOll1unes: "Certi­fico en la forllla que puedo y debo, a pedimento del Mtro. Vicente Saenz, Padre de Benedicto Saenz; ser este el mejor organista que se puede presen­tar, por constarme de vista SliS venta­jas: Es celoso para solicitar las piez£L,) que puede haber, tocando las mas ven­tajosas que en el dfa hay, con 10 que se conseguira ofr siempre nueVQ: sabe vi­vamente distinguir de Funciones, y darles el lugar que les corresponde a cada una, y por 10 que es desempenar con exactitud su obligacion, se, que en el termino de casi tres afios que ejerce el de organista, en el Convento de Ntro. Padre San Francisco, no se Ie ha nota­do la mas leve falla, por 10 que se ha merecido toda estimacion. Oltima-

mente no se Ie dificultar;! naJa, segllll el 1Jl{~todo de Catedra!; y si ell algo tuviere equivoco, se corregira pronta­mente que nada Ie sera diffcil, respec­to a e~tar ell actual continuo ejercieio, para cuya eomprobacion de 10 referi­do, me remito a la ejecucion, 6 exa­men que se tenga por conveniente. Convento de Nuestro Padre Santo Do­mingo y julio 28 de 1802".i

Sin duda el ,L\piranle a la plaza que demueslra mi\ deseo y determi­nacion es Esteban Mariano de Leon y Garrido, cuya <L<;piracion intensa y pOl' momentos C<L<;i angustiada probable­mente se deriva del hecho de que ya servIa la plaza en forma interina des­de el fallecimiento de Jose Tomas Guzman, adema.\ de haber fungido como organista suplente pOl' doce ailos. En su aplicacion , meneiona como re­ferencias de su habilidad y buena con­dueta at maestro de capilla Pedro Nola)co Estrada y al vicario de coro de la catedra!' Poco mas tarde presenta un segundo escrito al cual efectivamente adjunta las referencia), siendo la pri­mera una carta de puno y letra de Estrada, en la que este se limita a eer­tificar haber eonocido al solicitante "por much os an os ", afi rmando que "ha gastado unaconducta arreglada y Cristiana; y tambien haber sup lido la plaza de organista por .Jose Tomas

Guzman, en sus enferilledades, yau­senci 'L"". Se nota que se abstiene cui­dadosamente de hacer recomendacioll personal algulla 0 referirse en concre­to a I<L\ habilidades musicales del 01'­

ganisla (cosa que este mas tarde Ie re­criminara frente al eabildo, como prueba de su falta de il11parcialidad) . La segunda es una carta que el 19 de junio extienden el presidente del COIl­vento de la Merced, fray Agustfn Mendoza. y el vicario de coro de ese convento, fray Jose Antonio de Soto Mayor. Amhos hacen referencia a SlI

prontitud' su destreza y a la suavidad de su estilo muy particular y agrada­ble. AI dfa siguiente, el20 de julio (por ausencia del vicario de coro de la ea­tedral) olra carla de recoillendacion Ie es extendida pOl' fray Juan I nfante, del Convento de Santo Domingo, en cuyo coro Esteban de Leon y Garrido ha ser­vido por un ano y ocho meses, demos­trando "rnucha habilidad, y c1estreza para este instrumento: se impuso con la mayor brevedad en el acompana­miento del canto proprio de nuestro coro: y al mismo tiempo manifesto su muy honrada conducta, sin que hu­biese dado que hacer, ni que decir 10 ma..~ mlnimo contra ella."

En Sll aJin de cubrir todos los fren­tes y documentar su idoneidad para la titlilaridad de la plaza, Esteban de Leon

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tambien pide su apoyo a los musicos de la capi lla catedralicia. El 5 de agos­to de 1802 , ocho integrantes de esa agrupacion certifican que el aspirante "siempre ha desempefiado las Funcio­nes de todas Clases que se Ie han en­cargado tanto por su notoria habilidad, destreza, y buen estilo como que ha­Ilarse adornado de bastante instruc­cion , y conocimiento en el canto lla­no, circunstancia muy precisa para un buen Organista." Este escrito va firma­do pOl' "N icolas Espinoza, Josef Andrino, Manuel Mendilla Retal-uleo [=Hetalhuleu]' joser Marfa Curra, Pantaleon josef Cilieza, Nicolas jose Z,L"O, Manuel de Jesus Castillo, Jose Mariano Ocampos".

Ante la decision del cabildo de de­jar la eleccion del nuevo organista en manos del maestro de capilla Estrada como examinador, se convoca a los aspirantes a examen. Esteban de Leon se opone a esto por medio de una re­cusacion, rechazando al examinador por ser Pedro Nolasco Estrada "com­padre de Vicente Saenz, padre de Benedicto Saenz opositor presentado a la misma Plaza, y por otras razones que en el particular me asisten". Suplica "que habiendo por hecha en tiempo esta recusacion se sirva inhibir al refe­rido Maestro de Capilla, de la interven­cion que pueda tener en la provision

de este Empleo que (l)f es de Justicia, y en ellu recibire bien y merced, pOl' no proceder de malicia "

En su desconfianza con respecto a la imparcialidad del examinador y para no ser reprobado por este a favor de su propio favorito , Esteban de Leon incluso evita presentarse al examen, como retleja otra de sus cartas al Ca­bildo: "a consecuencia del Edicto que VSY. [Vuestra Sef10rfa Ilustrfsimal .'Ie sirvio mandar fijar convocando a los que .'Ie hallasen habiles y acreedores para ocupar la Plaza de Organista de esta Santa Iglesia vacante, en el dfa me presente por uno de sus pretendientes, COil la justificacion necesaria como en dicho edicto se previene, cuyo escrito suplico se traiga a la vista.- Cumplido el termino del Edicto deterrnino V.S.Y. que habfan de sufrir examen los pre­tendientes de dicha plaza, sefialando pOI' examinador facultativo al Maestro de Capilla Pedro Nolasco Estrada. Como ha acontecido que uno de los pretendientes es hijo de un compadre del mismo Maestro, con quien ha te­!lido este estrechfsima amistad, me re­cele de que sin embargo de ser hom­bre de conducta se inciin(l'ie a aque\. Y me hizo confirrnar este recelo el docu­men to que me dio, y tengo presentado a la Superioridad de VS.Y. en que no se contrae a informal' sobre mi facultad

como debia , cuando V.S.Y :lllil Ill) ll' ­

nia determillado eI exalllCIl , jU!lla­mente con haber externado dicilO Maestro a vari<L) (;entes su modo de pensar a favor de el hijo de Sli Compa­dre. Esto me obligo a suplicar a VS.Y. admitiese la recusacion que Ie hice para examinador, y sliplicar al Seilor Chantre Dr. Dn. Isidro Sicilia que 110

;L)istfa yo al examen de la tarde de el 9 de el corriente porque precisamente iha a sufrir un Infonne de Reprobacion. Mas como tengo entendido que VS.Y. tuvo la bondad de <L'iistir al referido Examen a que no ocurrio m,l'i oposi­cion que el favorecido del el Mtro. Exa­minador: para no incurrir en la fea nota de desohediente hago esta reve­rente represciltacion , anadlendo que tam poco me parecio necesaria mi w;is­tencia, cuando tcngo la satisfaccion que tanto V.S.Y. como cl Mtro. Exami­nador hace anos que me oyen yest:lI1 oyendo actual mente en el mismo 6r­gano. Por todo 10 quc a VS.Y. suplico se sirva mandar (si acaso fuese del su­perior agrado de VS.Y.) sea examina­do por cualquier otro Exarninador que sea irnparcial , pues estoy pronto a sufrirlo en esta conformidad que es merced que pido. Esteban de Leon y Garrido".

Beneclicto Saenz por su parte, a pesar de haher solicitado Ia plaza y

haherse somctid( I a eX:II11Cn c( III exito, de pronto tiene Juda, y no qlliere sa­crilkar su puesto de organista Jel Con­vento dc San Francisco, al que dice querer dedicarse. De tal manera, los dignatarios se encuentran nuevamen­te sin buenos prospectos a la vista, Y

por esa razon el 22 de diciemhre de lH02 comisionan a uno de sus dignatarios, el Maestrescuela Antonio Carbonel, para que explore h~ posibi­Iidades de locali zar a un conocido or­ganista de la Antigua (;uatemala, el Maestro Narciso Trujillo, e inleresarlo en la plaza de organista titular de la Catedral en la Nueva Guatemala. Ante la inicial renuencia de Trujillo, y COil

min) a persuadirlo, incluso se aprue­ba (sin el pemlis() arzobispal requeri­do) un consider:!hle au Illen to del suel­do de la plaza de organista, suhielldo­Ie 200 a los acostum-hrados 300 pesos anuales. EI Dr. Carbonel conversa con Trujillo y termina proIlletiendole Lt plaza con el sueldo de 500 pesos, 10 cual mas tarde desde luego seria cues­tionado porel DI: Sicilia en vista de que un aumento de esta naturaleza tendrfa mucha, desventaja'l , adema.'i de ser prerrogativa exclusiva del Prelado.

Durante ese tiempo, Estt:ban de Leon continua supliendo la plaza de organista como interino. sin perder la esperanza. Pero los dados han caido, y

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cuando el 15 de febrero de 1803 se ell­tera del Ilombramiento de Narciso Trujillo como titular, se siente tan de­fraudado que renuncia incluso a su interinato, presentando un cohro de "dos pesos diarios desde el veinte y cua­tro de Diciembre hasta el dfa en que tomare posesion el propietario. 0 a 10 menos, se me pague con consideracion no a la renta de trescientos pesos sino a la de quinientos, y de 10 contrario, se me tenga desde ahora por apartado suplicando a VSY se sirva mandar se me entreguen los documentos que para la pretension de Organista presente, y se nombre a otro que supla mientra'i el propietario se posesiona"." Un co­bro que, lejos de beneficiarle, 10 colo­caba en una posicion aun mas desven­tajosa, ya que segun los calculos de los canonigos equivalfa a la a<;tronomica suma de 7.)0 pesos anuales.

EI Cabildo no duda en aceptar la renuncia, y manda a pagarle 10 que se habfa acordado antes de que Esteban de Leon a<;umiera la suplencia: 25 pe­sos mensuales. Todo esto Ie es notifi­cado al organista rebelde en su propia casa por el notario Ignacio Lechuga, quien despues de esto tambien pasa a visitar a Pedro Nolasco Estrada para notificarle 10 provisto.7

Para l11ienlras Benedicto Saenz ha reconsiJeradu la situacion 110 ~ula­

mente ha aceptado el interinato deja­do vacClllte por la relluncia de Esteban de Leon , sino tambien ha presentado al Cablido una carta en la que se ofre­ce nuevamente para la titularidad, de­clarandose satisfecbo con el salario anual acostumbrado de 300 pesos. Esto desde luego cambia toda la situacion para los dignatarios, para quienes la seleccioll del organista, que inicial­mente solo habfa sido una nota dis­cordante, ya se habfa convertido en un verdadero prohlema.

La tOll1a de la decision final se fija para el 13 de mayo de 1803 eilia Sala Capitular. EI Dean Dr. Juan Jose Gonzalez Batres instruye al Secretario Mariano Angel de Toledo que cite me­diante cedula ante diem a los demas dignatarios: al Chantre Dr. Isidro Sicilia, al Maestrescuela Dr. Antonio Carbonel , al Tesorero Dr. Antonio Garda, y al Bachiller Bla') Jose Cia, Canonigo de Merced.

En busca de encontrar la mejor soluci6n en interes de la Iglesia, se da lectura a los escritos presentados res­pectivamente por el Maestrescuela, quien favorece la posicion de Narciso Trujillo y considera haber cumplido con su comision; por Benedicto Saenz,

qllien "habiendo nllldado de inlen­cion" va esla haciendo de interil1() y ofrece desempefiar el cargo "en pro­piedad" por los acostumhrados 300 pesos, y por el Chantre, quien favorece la contratacion formal de este ultimo por las ventajas que ello significa para la Catedral. "EI cabildo", expone el Chantre Sicili a, refiri endose a la comi­sion otorgada al Maes tescue la Carbonel de conversar con Trujillo, "tomo esta determinacion en vista de que Benedicto Saenz, a quien pensaba dar el oficio, trataba de entrarse en San francisco: por 10 que, hahiendo mu­dado de intencion ; y ofreciendose, como se ofrece en su escrito, a tomarlo por los :l00 pesos acostllillbrados: y siendo un musico, que si 110 excede a todos en tocar ninguno Ie hace venta­ja; y el tiene la [ventaja] de que con los progresos que va haciendo, (y que no pueden esperarse de otros por su edad) promete que sera un asombro en su oficio: ya no puede lIevarse ade­lante el pensamiento; porque pudien­do con menos costa hacerse la IgleSia de un organista ventajoso, serfa agraviarla darle otro con el de dos ter­cias partes del acostumbrado. Que a mas de este , padecerfa el pe~uicio de que ninguno querrfa despues pOI' me­nos el oficio, aunque careciera de la habilidad, que se consideraen Trujillo: y el de que con este ejemplar, vendrfan

pidiendo los otros Musicos que se les :tuillentara el sueldo, 0 se tuvieran por apartados como acabamos de verlo en Esteban [de Leon y] Garrido. quien porque no se Ie dieron setecientos lrein­ta que pedfa :t1 ai1 0 por tocar interinamente eI6rg:lIlo, 10 dej6". Ex­pone que el peso de los perjuicios que pueden surgi r de este a5unto es tal, que la Iglesia tiene derecho de "pedir la restitllcion que en esos ca:;os Ie com pete", rescindiendo el nombramiento cuestionado que habfa otorgado a fa­vor de Trujillo. Argumenta que la co­rnisi6n del Maestrescuela no era con­tratar al organista, sino meramente de explorar Sll disposicion de trasladarse a la Nueva (;uatemala v estahlecerse en ella con su fam ilia para desempe­ilar Ia plaza, y que el unico que poM a aulorizar el incremento de la reillune­racion del puesto de organista era el mismo Arzobispo, y no el Cahi/do. Y finalmente, convence a los demi<; ca­nonigos que el ca~o debe reso!verse a favor de la J glesia, nombrando al ma) idoneo y rentable. Y si despues de esto no hubiere consenso, recomienda que para "acrisolar el Cabildo su conduc­ta, debe llamar a examen a Trujillo y i Saenz, para reconocer cua! toca me­jor de los dos: porque si se aventaja Saenz, ique se dira si se deshecha, ha­ciendolo pOl' ~OO pesos. v se toma al que no 10 hace tan bien, dandole 500?"

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Su argumento esta bien fundamenta­do, y en el debate que sigue, tant\) el Dean como don BIas Josef CIa coinci­den con el, mientras el Maestrescuela y el Tesorero favorecen ratificar el nom­bramiento de Trujillo. Finalmente, des­pues de prolongada') deliberaciones en pro y en contra, prevalece el criterio del Dr. Sicilia, y los clignatarios Ilegan a una resolucion que cambiara la histo­ria de la mlisica en Guatemala, cuan­do el Secretario Angel de Toledo anota al pie de la solicitucl de Benedicto Saenz: "Nombra~e al suplicante para organista en propiedacl cle esta Santa Iglesia con el mismo suelclo cle tres­cientos pesos cle que gozaba su antece­SOl', con caliclad de que siempre ha de tocar por sf, y no por otro, sino en C,L~O cle urgente necesidacl con Iicencia del Sr. Dean 0 clel Presiclente cle coro, y lfbresele el titulo correspondiente". !\sf quedaba resuelto, por los proximos 28 anos, el problema del organista titular cle la Catedral.

Pero un buen organista necesita un instrumento en optima') condicio­nes para desempenarse bien en las numerosas celebraciones litlirgica') diarias, en la) cuales suena el organo desde el amanecer hasta entrada la noche. Y efectivamente, el organo grande ya estaba en reparacion descle hacfa algun tiempo. EI mismo 13 de

mayo de lR05 el cabildo habfa revisa­do la solicitud del organero Andres Agreda y Parejo, pidiendo que se Ie aceptara por terminada la reparacion del instrumento. El cabildo habfa pe­dido al maestro de capilla Pedro Nola'ico Estrada su dictamen sobre la condici6n de lali flauta<;, las mixtura'l y la caja de viento, tomando en cuenta varia'i propuestas de otro organero, Mariano Lopez. El 6 de junio Estrada habfa redactado un largo memorando describiendo lar; diferentes mixturll.'I con las que ahora se habfa dotado el 6rgano, haciendo recomendaciones para enmendar ciertas falla'l que ha­bfan quedado sin reparar. No obstante su detail ada eval uac ion tecnica , Estrada habfa preferido abstenerse de una valuaci6n monetaria delorgano, pidiendo que otra persona mas califi­cada fuera consultada al respecto, por rebasar esto los lfmites de su compe­tencia profesional. El 5 de julio, el ca­bildo t'inalmente quedo satisfecho y decidio cancelarle la obligacion a Agreda y Parejo, autorizandole 500 pesos adicionales para !levar a cabo las mejoras recomendadas por Estrada.R

Solo quedaba un escollo: para funcionar, el organo necesitaba tam­bien de un fuellero fuerte y saludable que fuera capaz de someterse a la fati­gante labor ffsica de proveer aire con-

tinuo al <lrgano, trailajando los fuelles continll<lmente lllientr,L) que el orga­nista tocaha. EI 25de Ill ayo de lX04.el nuevo organist! titular escrihfa al ca­bildo que "pOl' estar Justo Alvarez el fuellero, casi illlpotente de alzar los fuelles por su vejez, y sirviendo esto de no poco estorbo para el desempeiio de mi oficio, pretendo alcanzar de VSY. que se Ie ponga ayudante al dicho Jus­to i\Ivarez, 10 que espero conseguire de VS.Y. antes de la festividad de Corpus, por ser el tiempo en que mas se neces i­ta: y siendo del heneplacilo de VSY quedara a Illi cuidado el buscar quien pueda servir". Cuatro dfas despues nombran a Juan Marcos Caceres como segu ndo fuellero, con un sueldo de cuatro pesos mensuales.'J Con esto, queda resuelto todo 10 referente a la Il1usica del organo en la catedra!'

A Benedicto Saenz Ie tocara inau­gurar una nueva era en la musica de Catedra!' No solo impondri el gusto por un nuevo estilo musical del que el es uno de los mejores exponentes, sino 10 hara desde un instrumento podero­so, el organa principal de la catedral, recien reconstruido y en excelentes condiciones. Desempenara su puesto por 28 arlos, hasta su Il1uerte en 1831,

Y su sucesor sera su propio primogeni­to, Benedicto Saenz hij o.1ll

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EI edicto que encontraro ll los IllllSicos de la capilla cuando entrahan a prepararse parasu primera interven­ci<ln el 10 de septiemhre de 1804 ell eI coro catedralicio, decfa

"Nos, el Dean y Cabildo de esta Sta. Metropolitana Iglesia de la Nva Guatemala &cl

A totlos los Cantores y Musicos de profesion, a cuya noticia 10 contenido en este nuestro Edicto Ilegare, sal lid &c. Hacemos saher, que el oficio de Maes­tro de Capilla de esta Santa Iglesia se haya vacante por fallecimiento del Mtro Pedro Nol,L'ico Estrada, que 10 ser­via en propiedad. y para proceder a Sll provision acord;U11os en Cahildo de sie­te del corrien te mandar fijar eI presen­te, por el cllal convocamos, cilalllos, Y

emplazarnos ell forma a todos los pro­fesores de canto y musica, que quie­ran servir dicho oficio se presenten a es te Cabildo por ante nuestro infrascripto Secretario dentro de ocho dias, que les senalarTIos por ultimo, y perentorio termino: pasado el cllal, se proceder{l a proveerlo en el sujeto que nos pareciere mas a proposito, de los que en tiempo hubieren ocurrido. Y para que lIegue a noticia de todos, mandamos que este Edicto se fij e en lugar pllhlico de esta Santa Iglesia,

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I.'"

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Dado en nuestra Sala Capitular en diez de Septiemhre de mil ochocientos y cuatro anos.

Isidro Sicilia Antonio Carbone I I3las Jose Cia Domingo Galisteo

Fijose en la misl1la fecha. Por mandado del M.S. y VS.Dean

y Cabildo, Mariano Angel de Tbledo,

Secretario. " II

La noticia no era del todo inespe­rada: en enero de 1804 se habfa enfer­mado gravemente el maestro Pedro Nolasco Estrada Aristondo, y hacfa se­manas ya que habfa muerlo, dejando vacante la plaza de maestro de cap ilia de la CaleUral despues de haberia ser­vido por siete anos.12 Varios de los musicos habfan escrito al Cabildo tres dfas antes pidiendo que se les nombra­ra maestro: "A VS.Muy V[enerabl]e pedimos rendidamente se digne poner­nos un Mtro. instruido para el buen gobierno de nuestro Coro". A esta peti­cion respondfa el edicto oficial.

Pero el anuncio era importante, ya que a lraves del mismo se convoca­ba a la sucesion de una lisla de gran­des maestros que a 10 largo de los si­glos hahfan servido la plaza en la Ca­tedral de Guatemala, nombres indisolublemente asociados a las mu­sicas que habfan resonado (yen algu-

nos ca50S todavfa sonaban) en el tem­pin desde el siglo X'VI: Hernando Fran­co , Pedro Bermudez, Gaspar Fernandez, Marcos de las Navas y Quevedo, Manuel Jose de Quiros, Ra­fael Antonio Castellanos y el mismo Pedro Nolasco Estrada Aristondo.

En fOlTIla interina habfa suplido la plaza Jose Mariano Ocampos y llnqueda, quien habfa sido maestro de capi lla en la ciudad de San Salvador durante, segun decfa, 23 aiios. A su Ile­gada a Guatemala habfa ingresado a la capilla catedralicia "con plaza de contra-alto, segun acta celebrada: y despues he seguido, como tengo hecho presente, de substituto, por la enferme­dad de el Mtro. hasta su fallecimiento, y despues, sosteniendo a la Viuda, y Escuela de Musica, para que los mu­chachos no pierdan la ensenanza, e instruccion que tienen del Coro de esta Santa IgleSia; por cuyos motivos me presento, para que atendidos, se me tenga presente al tiempo de la promo­cion, de 10 que recibire el alivio de mi familia, y subsistencia de aquella Viu­dadesamparada". Adjuntabael nom­bramiento como maestro de capillade la Iglesia Parroquial de San Salvador que en esa ciudad Ie habra extendido el entonces Arzobispo de Guatemala Juan Felix de Villegas el 8 de julio de 1794.11

Entre los musicos de la capilla habra uno llamado Manuel Ramfrez que parecfa estar especialmente insa­tisfecho conla m,mera de Ocampos de dirigir a la agrupacion, agrupando a varios otros para firmar la carta del 7 de septiembre. En esta se hahian que­jado que "por enfermedad y Muerte, de el Mtro. Pedro Nolasco Estrada: hemos estado sufriendo la Capilla en los ter­minos tan fatales que VS. Muy v[venerabl]e [h]Abra reparado, por falta de un Mtro. que la sepa manejar, en sus debidos terminos, pues en el dfa, es la Capilla la trisca y mofa, de las Gentes".

Los firmantes, "Josef Andrino, Nicol<L'I josef Z<L'IO, Manuel Ramires, loser Marfa Curra, Felipe Dyas, Manuel de jesus Casti llo [y] Francisco Mendiya", desde luego habran exage­fado un poco, tratando de desacredi­tar al maestro sustituto Ocampos por­que ya tenfan otro candidato que les agradaba mas: " ... Y si es de el superior agrado de V.S.Muy v[ enerabl]e que sea el Mtro. Bicente Saens, que es de quien tenemos plena satisfaccion de su buen proceder, y acreditadas ventajas en nuestra facultad".

Ocampos se defiende contra la intriga, la cualle parece que se origi­na en el resentimiento por los recla-

mns que el, como maestro sustituto temporal, les ha hecho por su impuntualidad y falta de esmero: "y habiendo entendido, que uno de mis Compafieros Ilamado Manuel !{amfrez, ha hecho en contra de mi credito un Escrito bastantemente infa­matorio (el que vi, y leO y recogido varia" firma, de los Cantores, a fin de apoyar su dicho, y formal' qlleja'i con­tra mf por encono de las reprehensiones mfa", por las muchas fallas que a todos se les nota". Ad ara esto, " ... para que VSS. como que les consta 10 contrario de 10 que exponen, se sirva mandar que no corra dicho Escrito, darlo por ninguno, y tener a sus autofes, por hombres de mala fe, de dafiada conciencia, y ajenos a toda verdad y Justicia". Se encuentra soli­tario en su incomoda posicion de inte­rino sin nombramiento formal, y se queja que los otros cantores 10 margi­nan: " ... aun siendo yo miembro de su Capilla, no me han citado para mi voto, 0 parecer".

EI candidato apoyado por los musicos, Vicente Saenz, se presenta al Cabildocon esta'i palabras: " .. . hago la deb ida oposicion haciendo presente tener el merito de haber servido en di­cha Capilla, once afios de contra alto y primer Violfn; en cuyo tiempo deje compuesta'i tres Misa'l a Ocho y a CLl<l-

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tro voces, varios Responsorios de Cor­pus, dos Salmos de Vfsperas, Vi llancicos de Concepcion, de Natividad, y de San Ignacio para esta Sta. Iglesia; de Asun­cion para los May tines de el Colegio Tridentino, y otras varias piezas, que todas se hallan entre los papeles de el finado Mro. de Capilla, de cuyo encar­go los trabaje graciosamente. Y por 10 que Respecta al Facistol , canto llano y canto figurado, estoy instruido, y muy pronto a que se me haga el correspon­diente examen, a que se agrega a 10 an tedicho que tengo una porcion de papeles (itiles para las funcionesde esta Sta. Iglesia, como tambien tener una considerable Escuela, con los Tiples mil) utiles que hay en el dia. He gober­nado la Cap ilia en algunas funciones Clasicas, pOl' supl ica del finado Maes­tro, y en elias han servido mis tiples como es notoI'io".J4

Vicente Saenz habia ingresado a la Capilla en 1792 como alto y vioifn, con sueldo de 100 pesos anuales15 EI 9 de marzo de 1798 se Ie habfa aumen­tado el sueldo por 24 pesos pOl' cantar las partes "modemas" porenfermedad de Manuel Mendilla Retalhuleu, y tam­bien "en atenci6n al particularmerito del pretendiente y a ser el primer vio­lin" .11> En el momento de aplicar al magisterio de capilla no era parte de la misma, ya que el 27 de marzo de

Ul02 habia renunciado a su plaza jun­to a su hijo Benedicto Saenz y aJuan Fajardo "pOI' no poder servirlas cum­plidamente motivo, otras ocupaciones que se nos han becbo forzosas, y pOl' estas tener que sufrir el bochorno de las fallas que indispensablemente se nos avian de notar"I]

En su deliberacion sobre el tema, a los dignatarios del Cabildo no les cabe la menor duda de que, en efecto, el candidato idoneo es Vicente Saenz, un excelente cantante, compositor y violinista bajo cuya guia los musicos volveran a trabajar en armonia y a gusto, remediando la tension que se sentia con Ocampos. La resolucion to­madaen laSala Capitular ellS desep­tiembre de 1804, anotada por Mariano Angel de Toledo al pie de la solicitud de Vicente Saenz, describe tambien las obligaciones inherentes a la posicion de maestro de capilla: "Eligese, y n6mbrase a esta parte para Mtro. de Capilla de est a Sta Metropolitana Igle­sia con el sueldo de cuatrocientos diez pesos inclusos los sesenta que ha teni­do siempre este oficio para la manu­tencion de dos tiples: y se Ie encomien­da tambien la ensefianza de canto lla­no a los colegiales seises con el sobre sueldo de doscientos pesos anuales, te­niendo obligaci6n de asistir a ella pOI' sf en todos los dfas que no sean de asue-

to para los colegiales desde las euatro, y media, hasta las seis de la tarde, eneargandosele que ponga en esto todo Sll esmero a fin de que se eonsiga un aprovechamiento completo, infonnan­do a este eabildo los obstaculos que para el advierta". Todo esto medi £Indo desde luego la aprobacion del Arzobis­po, quien tiene la ultima palahra.

No ohstante la aprobaeion arzo­hispal, la decision final de Su Ilustrfsima refleja ciertas dudas en 10 referente a la condici6n de Vicente Saenz como mulato 0 "pardo" dentro de las castas de la epoca, y tamhien al hecho de no ser sacerdote: " ... pero como considero que solo la ley de la necesidad ha ohligado a V,M.V, a eolo­car en este empleo un sujeto reputado, de notoriedad por Pardo, me parecfa conveniente el que esta plaza fuese amovihle cuando haya otro digno de ocuparla, por su limpieza de Sangre, y otras cualidades, si pudiere ser Sacer­dote como 10 merece el que ha de estar a la cabeza de la Musica de esta Sta. Iglesia.- Tengo noticia, que en easi to­das las Catedrales, tienen este caracter los Maestros; En La Habana mi Patria aun siendo Parroquial 10 era, y a UIlO

de ellos Ie vi pasar de la Capilla a una Prebenda de la Catedral de Cuba.- Si ahora no se presenta sujeto de estas circunstancias , despues puede

propol'cionarse y aun solicitarlo: sera un principio de que la MClsica se fo­mente entre los hlancos, y haya entoll­ees donde escoger Mtro. de Capilla , Organist;L'i, y voces; de otra suerte siem­pre estarfa como hoy, sin arbitrio de mejorarse no siendo presumible que un Joven Espanol de huena disposicion para el canto quiera alternar en puhli­co con los Pardos, ni ponerse bajo la direccion de un Mtro. de aquella eali­dad.- Como estoy persuadido que a V,M.V, Ie animan estos mismos princi­pios, y deseando con ansia dar todo el decoro que se merece la primera Igle­sia del Reyno, creo concurrir gustoso a que sin hacer agravio al presentado, pueda en todo tiempo variarse de Su­jeto siempre que 10 haya con h~ cuali·· dades referidas, y resulte conocida uti ­lidad a la Iglesia" .I X

La condicion de "que est a plaza fuese amovible cuando haya otro dig­no de ocuparla" y . 'pueda en todo tiem­po variarse de Sujeto" que exigfa el prelado nunca entro en vigor, y en vir­tud de su utilidad para la Iglesia los Saenz estuvieron lejos de ser amovibles. Los largos anos que sirvio Vicente Saenz como maestro de capilla, "cons­tando a el Cahildo los huenos servicios del finado Senor Vicente Saenz", y el hecho de que fueron sus hijos y fami­liares los que continuaran su labor

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prueban que I<L~ preocupaciones de est a naturaleza poco a poco dejaron ue ser prioritarias ante la excelencia musical que Ilevaron a SlI trabajo.

Los Saenz (Vicente, sus hijos Fran­cisco y Benedicta, y su nieto Benedicto "hijo") quedaran a partir de ahora a cargo de los puestos rna.,> importantes en la vida musical de Guatemala: en 1803 Benedicto como organista, y en 1804 Vicente como maestro de capilla; al fallecer Benedicto en 1831, sera con­firmado como organista en su lugar su primogenito, Benedicto Saenz hijo. Y al morir el anciano Vicente en 1841 , SllS obligaciones seran divididas entre Sll hijo mayor Francisco Saenz, quien se encargara de la ensei'ianza del can­to en el Colegio de INantes, y Sll nieto, el mismo Benedicto Saenz hijo, quien ademas de ser el organista titular sera confirmado como maestro de capilla de la Catedra!.1 9 Cuando Despues de fa!lecer Benedicto Saenz hijo a causa del colera morbus el 7 de agosto de 1857, el puesto sera otorgado a Fran­cisco Isaac Saenz, quien sera nomhra-

do en forma el22 de septiemhre.20 Otro miembro ue la familia es Mateo Saenz, violinista y contralto, admitido a la Capilla catedralicia en 1816 a solici­tud de Vicente. Otros rn a.'> se dedicaran ala direccion de handa'\, como Felipe Saenz. Anselmo Saenz (autor del son El PalJo) sera el iniciador de la opera en Guatemala, produciendo numero­sas operas italiana'> a partir de 1839. De la<.; fila) de la familia saldra tam­hien uno de los primeros autores en America Latina en publicar una histo­ria de la musica: Jose Saenz Poggio, con su Historia de fa Musica guatemalteca, desde fa monarqttt'a f!-,paiiola, basta Jines de 1877, edita­da en 1878

Desde principios hasta casi fina­les del siglo XIX, la familia Saenz do­minara en muchos aspectos el pano­rama de la musica sacra, teatral y mi­litar, destacandose en multiples mane­ra') y por varias generaciones en la vida musical de Guatemala.

~otas

l)ocumelltado en los legajos Nos. 49 a 56 de 1803, y No. 99 de 1831 y IH40, descubiertos por el autor y aun sill c1asilkar, cOllservados en el fOlldo musical del Archivo Historico Arquidiocesano de Gua­temala, en 10 sucesivo AHA.

« .. y despues de visto el informe del Mtro. de Capilla [MalluelJose de Quiros 1 se nombro para orga­nista a Jph Thomas a quien se malld6 q ell forma se Ie despacha­ra nombto». Libro de Actas del Cahi ldo v, fo!' 50, 4 de enero de 17G5.

Esta y las clem;!s cartL<; de apli ­cacion al puesto de organista es­tall en AHA, 18()), No. 50.

"Si de Pedro recuerdo", cantada a dllO para San Pedro, y "En la brillante carroza", villancico de Navidad a 4, ambas de 1786; y "Alaben hoy los cielos", compues­ta para los maitines de Concep­cion de 1788; listados tambien en ]{obert Stevenson , Renai"~\'allce and Baroque Musical Sources in the Americas (Washington: OEA, 1970) , p.7,). Stevenson tambien cita en sus trabajos varios otros

III

dOclllllentos relaciollados con la capi lIa Illusical catedral ici a aquI citados, 10 cllal en el presene arti­cu lo no se indica.

AHA. 1803. No. 50

AliA, 1803, No. 51.

.MIA, 180:; , No. 50

Al-lA, 1803, No. 49

AHA, 1804, Nos. 53 y 54.

AHA, 1831 ,No. l)l)

II Hoja suelta contenida ell AHA, 1804, No. 56.

AHA T6sc 15 No. 27, :1 de octubre de 1797. CL Dieter Lehnhoff, Ra­fael Antonio Castellanos: /lida y ohm de WI !711{siw gut/lema!­lew (G uate-mala: I) ni versidad Rafael Landrvar, Institulo de Musicologfa, 1994) , p. 92

11 AHA, 1804, No. 56.

I i AHA, 1804, NO. 56.

Al-IA T6sC15 No. 28.

1(, AHA T6sc 15 No. 39.

17 AHAT6SC15 No 48.

IX AHA, 1804, No. 56.

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I,) Este ultimo puesto 10 desempefla­ra "sin llevar pOl' esto estipendio alguno", como el mismo 10 ofre­cera; el Cabildo aceptara agrade­cido.AHA, 1831 y 1840 [1841], No.

99.

20 AHAT6SC1 5, No.102,fol.lll.