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PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN VANGUARDIA | LUNES 17 DE DICIEMBRE DE 2012 | NO.354 DE DINOSAURIOS, TESOROS Y NAVEGANTES DEL DESIERTO

De dinosaurios, tesoros y navegantes del desierto

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En pleno desierto, una mancha poblada de unas cuantas casas de adobe y paja rodeada de montañas, es el pueblo donde alguna vez habitaron los dinosaurios

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DE DINOSAURIOS,TESOROS Y NAVEGANTESDEL DESIERTO

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Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél, y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA FAUNA

Ilustración: Estefanía Barrera

Blanca Martínez Rosa Gloria ChagoyánRocío Durcal Jenny Rivera

Se ha dicho que los dos principales problemas de este país son la pobreza general y el crimen organi-zado. Esto será una verdad a medias si no añadimos un tercero: la ingobernabi-lidad, por causa de la cual no pueden enfrentarse efi-cazmente los primeros. En los primeros doce años de este siglo, las instituciones han sufrido un severo des-gaste en todos los planos: el educativo, el asistencial, el sanitario, el de seguridad pública. Las policías muni-cipales y estatales fueron las primeras en ser infiltra-das por la violencia antiso-cial. Los partidos políticos a duras penas se han salvado de ella. Mientras los cárte-les se aniquilan unos a otros en las ciudades norteñas, los partidos hicieron lo pro-pio en San Lázaro durante dos sexenios, agrediéndose unos a otros con la misma

vesania, con pareja contu-macia, con idéntica impie-dad. Semejante dinámica nos estaba conduciendo a la ruina, a una africaniza-ción del país que sin duda asusta a los doctorcillos nacionales que el PRI becó para que estudiaran en Har-vard y, a su regreso, ayuda-ran a la reconstrucción del país. El gobierno de coali-ción que propusieron en su momento Marcelo Ebrard y Josefina Vázquez Mota era un intento desespera-do para revertir la anarquía institucional. La propuesta fracasó porque se trataba de la coalición de dos parti-dos menores para golpear, chantajear y obstruir a un partido grande. El Pacto por México que propuso el presidente Peña Nieto, en cambio, funcionó por una razón pragmática: que era el partido grande el que lo proponía y a los otros dos

no les quedaba otra opción que sumarse, si es que as-piran a gobernar al país en 2012 o en 2018. Más exac-tamente: si es que desean que haya país para esas fe-chas. El Congreso no pue-de seguir atándole las ma-nos al Presidente, mientras la pobreza se enseñorea de regiones cada vez más vastas. No puede arrojarlo, como hizo con el anterior mandatario, cuyo nombre ya no recuerdo, al mero papel de jefe supremo de las fuer-zas armadas, para que con-tribuya con los contingentes oficiales a la anarquía y el desangramiento del país. El Presidente necesita gober-nar también en el ramo ha-cendario y en el asistencial, en el educativo y en el ener-gético. Y la obligación del Congreso es ayudarlo a go-bernar, no sabotearlo ampa-rado en turbios e inmorales pretextos ideológicos.

EN UN DOS POR TRES Por Alfredo García

GobernabilidadPodemos decir que el de-bate de los candidatos pre-sidenciales nació muerto, por las innumerables críticas que recibió semanas antes de llevarse a cabo. Dema-siados candidatos para una sola ocasión, demasiados temas, demasiadas rondas de preguntas y respuestas, demasiado poco tiempo para contestar los cuestio-namientos: tales fueron las críticas inevitables y los pro-blemas irresolubles para una práctica política que inició ya hace tres sexenios, pero que no ha evolucionado mayor-mente en ese período. Más que un campeonato de ora-toria, el debate fue un duelo invisible entre los equipos de asesores de cada candi-dato, esas eminencias grises que desde semanas antes y debajo del podio movie-ron a sus respectivos jefes como botargas o piezas de ajedrez, para que disputa-ran sobre los denominados

grandes temas nacionales. Más que un acto de reflexión, el debate estaba planteado desde antes como un hecho mediático y como un nudo estratégico de las campañas presidenciales. La apostura física, el gesto, la intención y hasta el peinado y el vestua-rio fueron elementos que se tomaron en cuenta al mismo nivel que las numeralias, las estadísticas y las líneas de planeación administrativa. En este sentido, las maqui-llistas y las modistas estu-vieron al mismo nivel que los asesores expertos en seguridad pública, finanzas, hidrocarburos o planeación urbana. De todas formas, los encuentros de este tipo, sea cual fuere su formato, se resuelven y seguirán re-solviéndose en el futuro con grandes frases, conceptos generales pero vacíos, no-ciones e ideas aproximadas. Apenas algo más que los le-mas de campaña o las gran-

des frases pronunciadas en los mítines o en las mesas redondas pues, como es de esperarse, el tiempo no da para más. Ni el vehículo te-levisivo, que se presta a toda clase de distracciones y a la atomización y final disolu-ción del angustioso pero ba-nal tiempo cronométrico. Ya los articulistas de los perió-dicos se devanarán los sesos durante toda esta semana discutiendo las propuestas de los candidatos, sope-sándolas, contraponiéndo-las, riéndose de ellas. Más que un espacio de reflexión el debate fue, insistimos, otro acto de campaña, tan largo y tan ruidoso como los eventos en vivo, con la particularidad de haber presentado simultánea-mente a los candidatos. Ya veremos hasta que punto incide en la encuesta final, la que realmente importa: la votación del primero de julio.

|| Diccionario de autores

Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra

de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél,

y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA FAUNAEN UN DOS POR TRES Por Alfredo García

Ilustración: Diego Hernández

Lucila Mariscal ÚrsulaPinocho Karla Vanesa Pérez, pseudoembarazada

Justicia: Aquello que hace posible a un grupo cualquiera de hombres, así sea una banda de asaltantes, estar juntos y obrar con una fi nalidad común (Platón).

SI YO FUERA PRESIDENTE¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón?

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Debates políticos

1. Si yo fuera presidente no le mentiría a las personas con promesas que no puedo

cumplir, porque uno está ahí para la gente. Y si les mientes es como traición. Propondría metas reales.

2. Impulsaría mucho la educación porque es muy importante. Creo que

muchos niños y jóvenes dejan la escuela para trabajar o para no hacer

nada. Es mejor darles un futuro.

3.Apoyaría a quienes trajeran proyectos e iniciativas. Te topas con gente con

creatividad y ganas de trabajar pero no tienen dónde hacerlo. Yo les daría las herramientas necesarias.

4.Sería muy estricta en cuanto a educación vial. La gente cree que sabe manejar por

subirse al carro y acelerar, pero no respetan a los peatones, ni los señalamientos, ni el reglamento de tránsito.

5. Otra muy importante sería promover el reciclaje. Casi a nadie le

interesa y es algo muy productivo que ayuda al ambiente. Haría una campaña para acercar eso a la ciudadanía.

Ariana García López, arquitecta

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6 y ese flojo?o'ra vera..

oye!, cuantoganas al mes?

s3,000,por que?

tomalos!largate y no vuelvas jamas!aqui no queremos flojos!

alguien de ustedessabe que hacia este

flojo aqui?

si, licenciado..es el que traelas pizzas...

un dia llega el nuevo director a la fabrica..

?

?

!?!

!

?

La espuma de la nostalgia. Debido a que la persona tiende a olvidar las cosas ridículas, angustiantes o desagradables, el alcoholismo puede todavía, una vez superado, convertirse en un yacimiento de memorias felices.

Silenciario. De tal modo te acostumbras al silencio de esta calle —entre las nueve y las once de la mañana, entre las cinco y las siete de la tarde—, que te cuesta trabajo asimilar la bocina del primer automóvil.

Esoteria. Sólo hay una cosa peor que Vicente Fernández —tiemblo al escribir su nombre, que sólo conocen los iniciados—, y es Chayito Valdez.

Sentar cabeza. Necesario será poner en pie todo cuanto el señor Marx volteó de cabe-za. Las élites son el motor de la Historia. El hombre sueña primero y después construye. La economía es un subproducto de la magia.

Pactos. En esta pequeña y envenenada ciu-dad, sospecho que el señor T. firmó un pacto con el Diablo a cambio de que todos hable-mos bien de él, de que todos seamos amigos suyos, de que unánimemente alabemos su probidad, su desinterés, su modestia. A cam-bio de su alma, muerta desde el momento en que estampara la firma, el Oscuro tendió un manto de oscuridad sobre su vida privada, que ninguno hemos podido conocer, en esta insomne y avara ciudad donde las paredes y los techos son un mero artificio escenográfi-co y por la que el señor T. se mueve, apenas más real que su bastón, marcando la hora en la plaza abandonada, con movimientos exactos y resueltos, aunque sabe que mu-chos pares de ojos velados lo miran.

Soledad. Quizá ni en Nueva York ni en Mé-xico-Tenochtitlan pueda un hombre encon-

trarse más solo que en esta pequeña ciudad de tierra adentro.

Cuidar la hacienda propia. Como están las cosas, los impuestos no son la sangre de este país sino su lepra.

Ajeno. Entre todas las emociones, quizá sea la nostalgia la que me resulta más ajena, literal-mente lejana y fría como sus propias cenizas.

Sinestesia. Apartado del zumbido popular, lo que perdí en oído lo he ganado en visión.La novia desnudada por sus solteros, etc. El festín de bodas es un juicio de Dios. En esta ordalía, la pareja se ofrece ante el juicio de los solteros y las solteras del entorno, que en contraparte se comprometen tácitamente, a partir de esa noche, a no intervenir en en la constitución de la pareja ni en el porvenir que a sí misma se depara. En su adiós a la soltería, son puestos a prueba por última vez, para comprobar que están preparados para vivir solos los de allí en delante.

Anarca. Xorge del Campo, aquel erudito te-porocho, quien tenía en su departamento un laboratorio para destilar el licor de su consu-mo diario: he aquí un verdadero anarca. No se independiza uno echando al mar las cajas de té, sino generando sus propias bebidas. Se inmortalizó con dos obras: una “Antología de cuentos de la Revolución Mexicana”, y un volumen de poemas, “Fogata de zarzas en la aurora”, título tomado de un verso de Saint-John Perse.

Decencia. Haber sido en otro tiempo cardió-logo, arquitecto o diplomático... He aquí tres profesiones que aseguraban en un puño y de un solo golpe, golpe delictivo o golpe de da-dos, el prestigio, el dinero y la decencia.

Respuestas:1) d; 2) a; 3) c; 4) b; 5) a; 6) c; 7) d; 8) b

1.- Fray … implantó en nuestro país la costumbre de celebrar nueve misas previas a la Navidad, costumbre que dio origen a las Posadas.

■ A) Martín de Valencia; ■ B) Junípero Serra; ■ C) Bartolomé de las Casas; ■ D) Diego de Soria.

2.- … es, hasta ahora, la única escritora hispanoamericana laureada con el Premio Nobel de Literatura.

■ A) Gabriela Mistral; ■ B) Juana de Ibarbourou; ■ C) Gertrudis Gómez de Avellaneda; ■ D) Alfonsina Storni.

3.- Suomi es el nombre vernáculo de ...

■ A) Suecia; ■ B) Islandia; ■ C) Finlandia; ■ D) Noruega.

4.- La señorita Lemon “increíblemente eficaz e increíblemente fea” (así la describe Agatha Christie, su creadora) es la secretaria de …

■ A) Jane Marple; ■ B) Hércules Poirot; ■ C) Parker Pyne; ■ D) Tuppence y Tommy Beresord.

5.- Painal era entre los nahuas “lugarteniente” de …

■ A) Huitzilopochtli; ■ B) Tezcatlipoca; ■ C) Quetzalcóatl; ■ D) Xipe-Totec.

6.- Un calepino es, según el DRAE, un diccionario…

■ A) griego; ■ B) árabe; ■ C) latino; ■ D) hebreo.

7.- “La mejor manera de alegrarte es intentar alegrar a alguien”.

■ A) Publilio Siro; ■ B) Chesterton; ■ C) Miguel de Unamuno; ■ D) Mark Twain.

8.-Encélado es un satélite de …

■ A) Neptuno; ■ B) Saturno; ■ C) Urano; ■ D) Júpiter.

|||| Por Alfredo García

|| Los menesteres del ocio

SUPERMÉNDEZ El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí

|||| Por Miguel Agustín Perales

|| Claro que ud. lo sabe

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Si vas a tener la confi anza de que tu nombre artístico sea Miguel y ya, más vale que tu música cum-pla. Y pues sí: el cantante de R&B con el nombre más genérico del mundo hace música no tan ge-nérica. Sería fácil comparar este su segundo disco con el Channel Orange de Frank Ocean, que tra-baja en el mismo género. Aunque Miguel tiene su propio touch, sí se parecen en algo importante: ambos son discos muy buenos.

¿Quién hubiera pensado que el Rhythm and Blues, el primo cur-si del hiphop, sería el género más propositivo del 2012?

“I just want to have fun and make money”, canta al princi-pio de …All, y nos deja claro que efectivamente esta es música de fi esta para tomársela a la ligera.

Como Frank Ocean, Miguel toma clichés de este género, y los reconfi gura con resultados in-creíblemente frescos. Kaleidos-cope Dream es un disco sobre todo divertido, y su producción está llena de buenas ideas, de las cuales no desperdicia ninguna. Además, con una voz así, Miguel se podría llamar Bob, y de todas formas se haría notar entre sus contemporáneos.

Por Esteban Cárdenas

El cine de Mi-chael Haneke más que nada es angustiante y Amour, que recibió la Pal-

ma de Oro en la última edición del Festival de Cannes, no es la excepción.

Esta es la mejor película sobre la vejez que recuerde haber visto. Aquí no hay secuencias musica-les y no hay Judy Dench viendo atardeceres perfectos en la India. Es una película austera, quizá de-masiado realista. Por un lado hay tristeza devastadora, pero por el otro conocemos una historia de amor que se siente completa-mente honesta y que no podría estar mejor retratada.

La cinta nos cuenta la historia de George (Jean-Louis Trintig-nant) y Anne (Emanuelle Riva), una pareja de maestros de músi-ca retirados que disfrutan de sus años dorados en su departamen-to parisino.

Todo parece marchar bien:

Haneke deja claro con conver-saciones mundanas entre sus personajes que todavía hoy, George y Anne se están cono-ciendo y sorprendiendo día con día. Es un amor ejemplar, al que aspiramos todos a esta edad. Viajan en el metro y platican entusiasmados sobre el exitoso concierto al que acaban de asis-tir de uno de sus estudiantes. Ríen, pero no demasiado, y se miran a los ojos como solo los enamorados lo hacen. Si me di-jeran que en la vida real Trntig-nant y Riva son una pareja feliz, lo creería por completo.

Una mañana desayunan jun-tos. De repente, Anne se queda pasmada, viendo hacia la nada, sin responderle a George. Al principio él piensa que su mujer le está jugando una broma, pero pronto nos damos cuenta que no es así.

Como es una película sobre en-vejecer dirigida por un director reconocido mundialmente por hacernos sentir mal, la historia pronto da un giro tristemente realista. Su amor, tan fuerte hoy como el día en que se conocieron,

se verá expuesto a la prueba más difícil de todas: la repentina en-fermedad de Anne.

Cuando George le dice a Anne que se ve más hermosa que nun-ca, le creemos completamente, y cuando George intenta capturar una paloma que entra a su cuar-to, nos rompe el corazón. Son actuaciones valientes e inolvida-bles, me atrevo a decir que per-fectas, y Haneke pinta un retrato honesto y humano sobre la reali-dad de envejecer en pareja.

A diferencia de sus últimas películas, Amour resulta por

momentos cálida y conmovedo-ra. Esto no significa que Haneke nos va a “dar chance” con una catarsis, o algún momento con-solador que revindique la espe-ranza de estar vivos, o algo así. No es lo que hace. Este no es cine con altibajos, es una sola línea tensa y sumamente frágil, que nos dejará pensando un par de días después de salir de la sala. Una obra maestra suma-mente original y reveladora, que requiere paciencia para verla y procesarla, pero resulta gratifi-cante en varios niveles.

VIDEÓDROMO

2012Michael Haneke

AMOURUNA HISTORIA DE AMOR HONESTA

DrakeTake Care2011

The WeekndTrilogy2012

Suena a…

Frank OceanKaleidoscope Dream2012

MiguelKaleidoscope Dream2012

RADARPor Esteban Cá[email protected]

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DE DINOSAURIOS, TESOROS Y NAVEGANTES DEL DESIERTOCuentan pobladores que en estas tierras duermen profundamente gigantes que usan los cerros de almohada y los bosques de cojines, los investigadores les llaman dinosaurios…Su sueño eterno es vigilado por estos hombres del desierto

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DE DINOSAURIOS, TESOROS Y NAVEGANTES DEL DESIERTOCuentan pobladores que en estas tierras duermen profundamente gigantes que usan los cerros de almohada y los bosques de cojines, los investigadores les llaman dinosaurios…Su sueño eterno es vigilado por estos hombres del desierto

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EL CUIDANDERO DE DINOSAURIOS

En pleno desierto, una mancha poblada de unas cuantas casas de adobe y paja rodeada de montañas, es el pueblo donde alguna vez habitaron los dinosaurios, y aparente-mente murieron quedando sus restos regados en los picos de las crestas.

Han sido tantos años y tantas promesas, que hay mu-chas cosas de las que Julio Sandoval no se acuerda, ni exactamente en qué época sucedieron.

Pero de que cuida los dinosaurios de ese lugar pertene-ciente a Ramos Arizpe; eso nunca se le ha olvidado.

— Yo soy el cuidandero de los dinosaurios. Así me cono-cen por aquí.

La gente del lugar lo sabe. Algunos no lo creen.Otros tantos prefieren no hablar del tema.Julio Sandoval Reyes, 52 años de edad, su casa está a la

entrada de la comunidad donde casi todos los pobladores se han ido buscado alternativas en la ciudad.

Alejado de todos, una vez llegaron un grupo de hom-bres buscadores de antigüedades. Uno de ellos platicó que era de gobierno, y tenía que cuidar lo que había en las montañas, por lo que cada vez que lo visitaba lo apoyaba con unos pesos.

Fue Andrés Gutiérrez de la Fuente, Mauro Oyervides Villarreal y Homero Gómez Valdés, quienes llegaron des-pués de escuchar en comunidades cercanas que ahí había piedras interesantes, tal vez antigüedades, y lo que nunca desearon, o imaginaron: huesos de dinosaurio.

HOMERO GÓMEZ se define como un escritor-historiador que vende sus publicaciones en restaurantes de carretera.

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Homero Gómez se define como un es-critor, historiador que vende sus publica-ciones en restaurantes de carretera.

Originario de Santa Cruz Alcaxpix-ca, Xochimilco. 70 años de edad. Tie-ne muchas teorías acerca de muchas cosas, desde el origen de la vida, has-ta de observatorios astronómicos en Coahuila. Por eso lo buscaron.

— Mauro Oyervides me dijo que habían visto la osamenta de un dino-saurio. Así que los acompañé, ese día descubrimos 10, o 15 en una extensión de kilómetro y medio.

En comunidades cercanas escuchó

que por esas tierras había gigantes tan grandes, pero tan grandes que usaban los cerros de almohada y los bosques de cojines.

60 MILLONES DE AÑOS EN LAS MANOS

Ahí el sol siempre castiga, desde lo alto de una montaña donde hay una cruz que los cuida, sólo se ven los ca-seríos y las camionetas destartaladas

donde los habitantes recogen plantas del desierto para sacar fibra.

Cuando el grupo de exploradores des-cubrió los huesos de gigante no había luz.

Después de tanto tiempo Julio Sando-val enseña el lugar donde fue el hallazgo.

Para eso es necesario caminar tres horas por la montaña, subiendo vere-das de rocas y espinas, donde a veces los caminos son de piedra roja, con grabados de conchas, caracoles y fi-guras caprichosas.

— Tengo unos diez años llevando gente al monte. Todo el que entra por aquí, lo miramos. Es imposible que al-

JULIO SANDOVAL REYES ha asumido la misión de cuidar los dinosaurios de los saqueadores.

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guien se lleve algo, o entre sin nuestro permiso.A lo alto, al pie de un cañón a más de 100 metros

de altura, la brisa que llega refresca la cara. Algu-na vez Scott Sampson, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Utah, declaró a Reuters sobre la zona: “…Debió haber sido un tiempo precioso para estar ahí, muy cálido, muy al estilo del Mediterrá-neo…”.

El piso de roca está cubierto de cientos de ca-racoles pequeños; hay piedras porosas enterradas. Montones en un lugar; luego en otro, pareciera que alguien los removió.

Homero Gómez, calculando el peso y consisten-cia de una roca ligera, que pareciera una vértebra fosilizada, pregunta.

— ¿No sienten la emoción de tener 60 millones de años en sus manos?

Llegó a ver columnas vertebrales enteras. Peda-zos de lo que creía era la cabeza de algún animal. Y desaparecieron.

Fue Andrés Gutiérrez quien hizo el encargo a Ju-lio Sandoval de cuidar el área, porque trabajó mu-chos años en Gobierno.

Sentado, observando un cañón, señala: Todo está lleno de huesos de dinosaurio, están enterra-dos. El gobierno no ha querido sacarlos.

Aunque en el pueblo empezaron a reconocer los huesos cuando en la televisión pasaban los repor-tajes sobre Rincón Colorado.

— Aquí los conocíamos como piedras, pues son piedras. Algunos del pueblo ni los conocen.

Tirso Sandoval, 70 años de edad, habitante del pueblo de toda la vida, piensa que se ha perdido la confianza, que ahora hay mucha maldad.

Molesto, casi negando la existencia de lo que hay en las montañas de su comunidad, piensa.

— No nos conviene andar diciéndole a todo mun-

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do para que se los lleve, mejor que nos consigan un comprador. Porque lo que hay en nuestro pueblo, es propiedad del pueblo.

Hará cuatro, o cinco años que sabe lo que es un hueso fosilizado.

— Que nos den mil, dos mil pesos ¿Qué vamos a ganar si aceptamos y le enseñamos a todos lo que hay? Son piedras, a nosotros no nos sirven.

El BUSCADOR DE TESOROS

En el complejo de negocios de Mauro Oyervides Villarreal[1] tiene un salón de fiestas que renta, un bar, una tapicería, un local de gorditas de harina y una casa de empeño. En el sótano hay una lancha, equipo de buceo; una moto y dos bode-gas donde guarda sus hallazgos.

Tiene espadas que encontró donde fue la Batalla de la Angostura (1847), balas de cañón, monedas, cascos, baú-les de madera, figuras tlaxcaltecas, y en una caja piedras porosas que en-

contró en las montañas de un pueblo.— Andaba con mi compadre cerca

de La Rosa (presa) porque nos dijeron que había mucho hueso de dinosaurio, mi compadre (Andrés Gutiérrez) com-praba cuarzo. Encontramos muchos huesos, pero ahí los dejamos.

Mauro Oyervides, 73 años, nació en el Cañón de la Roja, municipio de Ar-teaga. Tuvo 19 hermanos. Empezó a buscar tesoros, o metales desde los siete años con un aparato de bulbos que le regaló su tío Juan Antonio. Las primeras comunidades que exploró fueron Piedra Blanca, San Antonio y la Puerta de Madera.

Tuvo muchos trabajos: recolectaba desechos de marrano, llevaba maíz al molino por encargo de los vecinos; vendió tunas y luego armó un ca-jón para bolear en la Plaza de Armas. Compró animales, en el ir y venir por

el ganado conoció haciendas antiguas que exploró.

En una ocasión andaba en La An-gostura, se topó de frente con un hom-bre llamado Andrés Gutiérrez: también buscaba antigüedades. Le preguntó ¿Eres aficionado? Comenzaron a plati-car y desde ese entonces, hace más de 30 años, se empezaron a juntar.

Exploraron cuevas, haciendas, lla-nos, montañas, desiertos y lagunas. Fundaron una sociedad para proteger algunos vestigios; entre ellos los de ese pueblo.

— A raíz de aquel hallazgo de dino-saurios se corrió la voz, la gente fue a esos lugares para robarse los huesos, entonces se nos ocurrió hablar con los del rancho, pero no nos dio resultado.

Tiene muchos años que no ve a su compadre, algunas diferencias los se-pararon.

TRES PUNTAS DE FLECHACuando niño Andrés Gutiérrez de la Fuente recorría a caballo desde San Buenaventura hasta la hacienda La Reforma, en el municipio de Ocampo. Cortaban la sierra por un camino co-nocido como La Angostura, en com-pañía de Andrés Gutiérrez Sánchez, su padre.

La Angostura era tan estrecho que los caballos apenas cabían, una maña-na desmontaron ahí con los primeros rayos de sol alumbrando. El pequeño Andrés preguntó.

— Mira lo que está allá papá. Ahí, cer-ca de donde está la pata del caballo.

Había tres puntas de flecha. Lo pri-mero que encontró en su vida. Su papá las recogió, miró los ojos de su hijo.

“…Te voy a hacer un cuento que nun-ca se te olvidará. En este lugar a un tío abuelo (Prudencio) lo mataron los in-dios. El caballo fue a dar a Sanbuena y vinieron a buscarlo y aquí lo encon-traron, muerto y desnudo. Los indios le quitaron todo…”.

— Yo guardé esas tres puntas de fle-cha como un tesoro… y cuando murió mi padre… a las 3 de la mañana abrí la caja y le deposité las tres puntas de flecha. Le dije ‘Estas son tuyas, no son mías’. Y de ahí para acá ¿Qué no he en-contrado?

Jugó en la Liga Mexicana de Beisbol para los Diablos Rojos de México, Pe-ricos de Puebla y en Estados Unidos para los Indios de Cleveland como jar-dinero central, en ligas AA y AAA.

Fue directivo del Águila de Veracruz, en el estado exploró haciendas, levan-

— Yo guardé esas tres puntas de flecha como un tesoro… y cuando murió mi padre… a las 3 de la mañana abrí la caja y le deposité las tres puntas de flecha. Le dije ‘Estas son tuyas, no son mías’. Y de ahí para acá ¿Qué no he encontrado?

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— En la punta de la sierra encontramos una cantidad de osamentas de dinosaurio muy grandes. No fueron dos, sino quince. Es un lugar extraordinario de historia. Fue hace bastante tiempo, unos 25 años. No tenía la noción de lo que eran.

tando monedas de la época de la entrada de Hernán Cortés a Mé-xico: un crucifijo, dos medallas y un tesoro de monedas de oro que donó a museos.

Trabajó por más de 20 años en Gobierno del Estado en el depar-tamento de Productividad Rural, ahora conocido como Fomento Agropecuario.

— Conocí más lo que es el cam-po ¿Qué brechas, qué camino puede haber que no los haya frecuentado?

Andrés Gutiérrez tiene un libro publicado por el Gobierno del Es-tado: Atenógenes y los artefactos Chichimecas; ahora está trabajando en Las grandes e inhóspitas planicies texanas, próximo a imprimirse.

HUESOS DE GIGANTEA sus 85 años de edad tiene mu-chos recuerdos, como cuando fundó una sociedad civil llamada Geopanarish Explora (Geólogos, paleontólogos, antropólogos e historiadores). El fin era proteger lo que iban encontrando, pero se topó con que todos los hallazgos los concentra el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Andando por La Sauceda, lu-gar donde pasó el Cura Miguel Hi-dalgo, supo de un pueblo donde

aparentemente había cosas inte-resantes.

— En la punta de la sierra encon-tramos una cantidad de osamen-tas de dinosaurio muy grandes. No fueron dos, sino quince. Es un lugar extraordinario de historia. Fue hace bastante tiempo, unos 25 años. No tenía la noción de lo que eran. Empe-cé a limpiarlos, vi que había otro pe-dazo, después supe que era la cola de un dinosaurio.

Andrés Gutiérrez se lo comuni-có al pueblo, incluso llevó a inves-tigadores. Y hasta la fecha no han sacado nada.

— ¿Cuál fue la reacción de la gente?

— En esos años les decían hue-sos de gigantes que habían exis-tido, no sabían que eran de dino-saurios.

Héctor Rivera Silva platicó que tienen conocimiento del sitio, pero no han podido explorar por-que el Museo del Desierto no ha sido invitado a realizar estudios.

El día que los pobladores deci-dan acercarse, ellos irán a visitar-los. Y Martha Carolina Aguillón se encuentra realizando el estudio de un nuevo fruto fósil recolec-tado en ese lugar de crestas con vestigios del cretácico, donde en el silencio se puede imaginar el romper de las olas del mar en sus cañones.

[1] MAURO OYERVIDES VILLARREAL murió de un infarto al corazón durante la realización de este texto.

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