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UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA DE LA ONTOLOGÍA A LA ÉTICA EN LEVINAS Trabajo final Seminario de Filosofa Sis!em"!i#a$ Con#e%#iones a#!&ales de la É!i#a P R E S E N T A: Eliseo Fern"nde' Medina PROFESOR: M!ra( Carolina Flores Lan)ari#a( MÉXICO, DF Di!i"#br" $" %&'(

De La Ontología a La Ética en Levinás

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Ética

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De la Ontologa a la tica en LevinAs

IntroduccinEs conocido que el mbito en el que se desarrolla el pensamiento de Levinas, se da en torno al constante cambio de perspectivas y la propuesta de nuevos paradigmas tanto ticos como ontolgicos. A partir de la propuesta de Heiddeguer el pensamiento posterior va girando en torno la reflexin sobre los nuevos presupuestos ontolgicos, pero hubo otros ms que dirigieron su reflexin hacia otros mbitos. Entre ellos encontramos a Levinas, quien propone un cambio de direccin, y dir que la Filosofa Primera no debe ser la Ontologa, sino la tica. Cmo llega a desarrollar ese planteamiento? Es a lo que se quiere responder en este trabajo. Se har a travs de las siguientes cuestiones: Pensar la alteridad implica pensar una nueva ontologa, diferente de la tradicional? La alteridad levinasiana urge un nuevo mbito en el que pensar el ser, la esencia y el ente?

La Alteridad como nueva Ontologa.En efecto, la metafsica se erige como aquella regin de la filosofa en la que el ser se dice en el ente en relacin, y, antes que cualquiera otra, en relacin tica. La esencia de la tica consiste en liberar de todo pensamiento pre-existente al pensamiento mismo, ya que no se dara, bajo esa condicin, sino un pensamiento servil. De esta suerte, la tica se instaura como la nueva modalidad de la filosofa, como filosofa primera. El punto es que el error ha venido siendo partir del juicio que se hace sobre el ser del ente y no sobre el ente en s. Levinas invierte la ontologa heideggeriana en una metafsica de la trascendencia del ente respecto del ser.La coexistencia (del ente y del ser) [] reposa tambin, a fin de cuentas, en la relacin con el ser en general, en la comprehensin, en la ontologa. De ante mano, Heidegger plantea este fondo del ser como horizonte en el que surge todo ente, como si el horizonte y la idea de lmite que incluye y que es propia de la visin, fuese la trama ltima de la relacin[footnoteRef:1]. [1: Emmanuel Levinas, Totalidad e infinito, Salamanca, Sgueme, 2006, p. 91. En adelante, TI.]

Es necesario abandonar el mbito subjetivante de la ontologa clsica y volcarse hacia el otro. Al plantear la idea de lo Infinito en nosotros una cogitatio, se pasa de una relacin ontolgica, totalizadora y universalista, al tiempo que subjetiva, por cuanto hace del yo no una instancia egosta, subsumida en un nosotros alienante, a una relacin tica. La relacin con lo infinito, en la doble estructura de lo infinito presente a lo finito, pero tambin fuera de lo finito, no es extraa a la teora?[footnoteRef:2] [2: Ibidem, p. 224.]

La idea de lo Infinito no es un objeto y, por tanto, el pensamiento de la idea de lo Infinito no es el pensamiento de un objeto. La idea de lo Infinito es la relacin con la alteridad, que se constituye en otra absolutamente, inabarcable por incomprensible, separada, irreductible a la interioridad y que, sin embargo, no violenta la interioridad[footnoteRef:3]. La alteridad es la presencia del Otro en el Yo; una presencia que se conforma como relacin entre libertades []; una relacin con lo infinito que, a travs del pensamiento, desborda el pensamiento y llega a ser relacin personal[footnoteRef:4]. [3: Ibidem, p. 225.] [4: Idem.]

La Alteridad como rostro del OtroPara establecer a la Alteridad como tica, Levinas parte de la contemplacin del rostro del otro, slo as podremos hacer una verdadera tica que se convierta en la Filosofa Primera. Ya en las primeras pginas del libro De otro modo que ser o ms all de la esencia, Levinas aventura una primera definicin de tica: la ruptura de la esencia es tica[footnoteRef:5]. Por otra parte, y en esta misma lnea, al final del mismo libro insiste en definir la tica como el campo que dibuja la paradoja de un Infinito en relacin con lo finito sin desmentirse en esta relacin. La tica es el estallido de la unidad originaria de la apercepcin trascendental, es decir, lo ms all de la experiencia[footnoteRef:6]: el rostro. [5: E. Levinas, De otro modo que ser o ms all de la esencia, Salamanca, Sgueme, 2003, p. 52.] [6: TI, p. 226.]

El acceso al rostro es de entrada tico[footnoteRef:7], porque la naturaleza del rostro tiene sentido, ante todo y fundamentalmente, en la tica, que es filosofa primera. El rostro es un modo de la alteridad[footnoteRef:8], es decir, el Otro se me presenta, se me da, mediante el rostro. En el acto de presentarse, de darse, es como se constituye el rostro; en otras palabras: la modalidad actual en m de la alteridad es el rostro. ste, pues, en tanto que modo del Otro, desborda la imagen en m, la idea en m, la medida de su ideatum: la idea adecuada[footnoteRef:9]. [7: Emmanuel Lvinas, tica e infinito, Madrid, Antonio Machado Libros, 2000 p. 78. ] [8: Cf. TI, p. 74.] [9: Idem.]

Mas cabe sealar que la nocin de rostro en Levinas dejando al margen un anlisis ontolgico moderno del mismoabre el horizonte de una dimensin tica y, por tanto, metafsica. En efecto, el rostro no es, sino que se manifiesta, aparece, y se constituye como tal en el acto de ser: expresndose, hablando, en relacin tica. Rostro apunta a una nocin de sentido anterior al Mismo, al Yo, a m, a mi propio significado, de suerte que el rostro es en la interioridad del s mismo y en la exterioridad respecto del Yo que lo recibe.ConclusinResulta interesante el planteamiento de Levinas al establecer una nueva concepcin de tica, una tica que no responda a juicios subjetivos, sino que atienda a la realidad del Otro; el rostro del otro se convierte en el nuevo paradigma tico, de forma tal que propone abandonar los conceptos antiguos de una tica que parta del pre-juicio que se haca del ente, y partir de la consideracin del rostro de este ente, sin pre-juzgarlo desde la propia subjetividad. En estos trminos propone que la tica sea ahora la Filosofa Primera, abandonar la ontologa clsica y volcarse hacia una proto-metafsica, que se puede establecer a partir de la Alteridad. A travs de sta se puede hacer una verdadera consideracin de la realidad del otro, partiendo de la consideracin del otro en s mismo, no desde mis categoras subjetivas que pre-juzgan al sujeto.