I CONCURSO DE MICRORELATOS DE LA ASOCIACIÓN DE FUNCIONARIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL DE VALENCIA.

100 MICRORELATOS - HAN VOTADO 154 SOCIOS.

RELATO GANADOR

TARDES DE BAILE De VICENTE MOYA GALLEGO

A Marcela, mientras esperaba a su novio para ir a bailar, le gustaba conversar con la anciana de rostro triste con la que compartía todas las tardes la mesa del café. Solía contemplarla con cariño y la animaba con conversaciones banales. Aquella tarde la anciana le regaló una orquídea y Marcela se la colocó en su bonito pelo castaño. Esa misma tarde el doctor Segarra estaba de guardia en la residencia y contempló, a través de la entreabierta puerta de la habitación, cómo Marcela, con manos temblorosas, colocaba una flor marchita en su desaliñado cabello gris. "Otro día más sin visita" pensó. Sigilosamente se acercó a ella, colocó una mano sobre su hombro y la llamó despacito: - Marcela... Al escuchar su nombre, una amplia sonrisa iluminó el semblante de la mujer, y dirigiéndose a su olvidado rostro en el espejo, se disculpó: "He de marcharme ya, viene mi novio a buscarme para ir a bailar". Y cogida del brazo del doctor, coqueteando con el olvido, salió Marcela de la habitación.

ALEA JACTA EST Pues alea jacta est.

100 microrelatos que son pedacitos de sus autores y ya son parte de todos nosotros. Ficción camuflada de realidad, o realidades camufladas de ficciones,

pero en cualquier caso historias plasmadas sobre el papel, quiero decir, sobre bytes.

Finalizamos la fase I y comenzamos la fase II, porque ¿Qué es la vida sino un devenir de acontecimientos?

A los finalistas, enhorabuena y mucha suerte.

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ Esta mañana me he levantado muy alegre y feliz, estamos vivos, tengo personas a las que querer, y es viernes. La nueva estación asoma ya por las

esquinas, marzo marcea, como diría algún poeta al que copio, y pienso que todo está dicho, pero que es hermoso expresarlo de otra manera, crear nuevos

compuestos literarios y denunciar situaciones que nos indignan, que nos duelen. componer nuevos pensamientos a partir de otros. Como dice una canción

de Pablo Milanés, "no hemos inventado nada" . Y gracias a otro microrelato, consulto el diccionario el significado de la palabra METAFORA: Utilizar

metáforas para expresar los pensamientos o emociones es una forma de enriquecer nuestro lenguaje

¿QUIEN ERES TÚ? EN LAS PALABRAS DE TODOS ESTOS RELATOS, SIEMPRE SE ENCUENTRA ALGUIEN QUE UTILIZANDO HISTORIAS ,TOMADAS PRESTADAS DE

PERSONAS AJENAS, CUENTAN ALGO SIN UTILIZAR LA PRIMERA PERSONA, DISIMULANDO QUE ESTÁN DETRÁS.

DERRAMAMOS SENTIMIENTOS, LA MAYORÍA, NO NOS ENGAÑEMOS, TRISTEZAS, OTRAS VECES SON SUEÑOS Y EN MUY POCAS OCASIONES,

ALEGRÍAS. PUES AUNQUE PAREZCA MENTIRA, NO SOLEMOS COMPARTIR LA FELICIDAD.

LEO, Y LEO Y EN TODAS ELLAS, ENCUENTRO SERES CON GANAS DE DECIR COSAS INTERESANTES, PERO EN LA MAYOR PARTE, PERCIBO

GANAS DE PRODUCIR ESCALOFRÍOS Y PONER LA PIEL DE GALLINA A QUIEN LES LEA. RECONOZCO QUE ALGUNOS LO HAN CONSEGUIDO.

Y ASÍ, MIENTRAS FUERA, EN LA CALLE, TRANSCURRE UNA FALSA PRIMAVERA, ME PREGUNTO CADA VEZ QUE LEO UN RELATO... ¿QUIÉN

ERES TÚ?

Como un Déjà vu Se disponía a apagar su ordenador cuando vio que le había entrado un nuevo mensaje. Se trataba de una serie de pautas a seguir para lograr que los

clientes se dieran de alta en un nuevo servicio de dudosos beneficios.

“Mañana lo leeré con calma” pensó mientras recogía. Volvió a casa atravesando el eje peatonal de una avenida que el otoño había pavimentado con las

hojas de sus árboles, disfrutando del placer de escuchar su crujido bajo los pies.

Ensimismado en plácidos pensamientos se vio perturbado por la llamada de uno de esos insoportables vendedores de medias verdades que te persiguen

para colocar su producto y se alegró de ser solo un honesto funcionario.

Al llegar a casa encendió la radio mientras preparaba un café. Un empleado de banca se exculpaba de la venta de unas preferentes con el argumento de

que solo seguía instrucciones de arriba. Y entonces, como si de un déjà vu se tratara, emergió de su memoria el último correo electrónico que había recibido

desde Dirección.

ELLA La falda estrecha, por encima de la rodilla, le molestaba el trasero firme, redondo. la blusa

con su escote en pico, resultaba insinuante. Se miró al espejo y sonrió: le gustaba lo que

veía. Una ojeada al reloj le hizo apresurarse. Se le hacía tarde.

Rapidamente, se quitó el sostén y se vistió. Eligió la corbata a juego con la camisa y

corriendo, salió al trabajo

REALITY SHOW Había sido un día muy duro, pateando la ciudad, entregando curriculums y recibiendo negativas. Le dolían las piernas. Llegó a su casa y saludó a un vecino,

con una media sonrisa, temiendo que adivinara. Estaba loco por sentarse en el sofá con las piernas en alto y ver el nuevo programa que comenzaba a las

once. Prometía ser interesante. Se llamaba “Gran Parado” y consistía en seguir la vida de unas cuantas personas a las que se les iba privando de salarios,

derechos, vivienda, e ir viendo el deterioro progresivo. Encendió la televisión y se acomodó. No vió la cámara colocada estratégicamente en la pared de

enfrente

TRAS EL CRISTAL Tras el cristal veo caer la lluvia. Fuertes ráfagas de viento sacuden los árboles en el jardín. Un poco más lejos, el bosquecillo tiembla sacudido por la furia de

la tormenta. De vez en cuando, la luz repentina de un relámpago, y después, el ensordecedor retumbar del trueno. No puedo quitar los ojos del camino que

lleva a casa. Las nubes siguen descargando una lluvia torrencial. He encendido la luz de la entrada, pero hay apagón. Ni en las casas ni en las calles

vecinas se ve nada. Busco una linterna, y las pilas de repuesto, y vuelvo junto a la ventana, para seguir vigilando el camino. Al fin veo unas luces que se

acercan, reflejándose en las gotas de lluvia. El coche para en la puerta. Te veo bajar de él y vienes hacia la casa, tratando de resguardarte del agua, y

entonces respiro aliviada. Ya no me preocupan la lluvia ni el viento. Por fin estás conmigo.

DUELO POR LOS QUE SE FUERON Cuando vas navegando, si pasa un barco por tu lado y luego se aleja, crea una perturbación en el agua directamente proporcional al tamaño de la

embarcación y lo cerca de ti que pase. Una vez se ha alejado, queda la ESTELA para recordarte que aunque ahora no esté, en un momento de tu travesía,

pasó por allí, le viste, influyó en tu navegación. Y cuando ésta se va difuminando, ahí está el mar, estela de todos los barcos.

Sueño Si sólo cuando duermo

llegan los sueños

no quiero despertarme

por si te pierdo.

Cuando tras la ventana

está amaneciendo,

la luz del alba llega

con tu reflejo.

Y te busco.

Y me pregunto

si ahora estoy dormido

o estoy despierto.

Pero estás a mi lado.

Y tengo miedo

de moverme

por si acaso

te lleva el viento.

LA SAL DE LA VIDA Nos levantamos cada mañana y pasa el día: el trabajo, la casa, recados, comida. Mirar el saldo del banco. Ejercicio. Llamar a mi hermano, ¡mi sobrina está

embarazada¡ Tengo que relacionarme más… Mi marido hace la cena. Y después con prisa volver otra vez al suave cobijo del lecho.

Y allí en la cocina, donde se cuecen tantas cosas, mis hijas a veces, me dicen: “si tuviera, me compraría, me hace falta”. Intentan hacerme fotos a traición,

me hacen cosquillas. Se sientan encima. En Navidad cantan villancicos. Chillan, hacen piruetas, o te dicen llorando, como ese día las ha tratado la vida.Pero

en la mochila queda: el amor. Alumbramientos: la mirada de tu hija cuando la tienes en brazos, ¡ya anda¡ La amplia sonrisa en su carita llena de luz cuando

te ve. Lo que hacen solas, sus proyectos, sus logros ¡chicos¡ ¿chicos? (su padre pone mala cara). Y no les puedes explicar lo que es la vida: la tienen que

vivir. Lo peor: los besos que no te dan. Cuanto me gustaría que las viera mi madre.

¿Por dónde empiezo? Se convoca un concurso de microrrelatos. ¡Parece que será divertido! Sólo son 1000 caracteres. No parece muy complicado, ¿verdad?. Veamos: primero

hay que elegir un tema. ¿Sobre qué puedo escribir? La verdad es que los compañeros están escribiendo relatos muy buenos, y de temática muy variada. No

me lo ponen muy fácil. ¡Ah, sí, ya sé...! Ya tengo el tema. Ahora hay que crear los personajes, y han de ser tres como mínimo: la protagonista, el hermano y

la sobrina. Lugar: Valencia. Cuándo: en Fallas. ¿Por qué? Pues porque quiero. Y ¿qué desarrollo le doy? No puedo ponerme a escribir sin más, hay que

contar la historia bien contada. Hay que ser concisos, breves y claros. Escribir una novela y encajarla en ocho líneas... Pensándolo bien, ha de ser algo

alegre, sencillo de leer, que llegue a todos, que sea convincente. He de esforzarme si quiero ganar, que la competencia es muy dura. ¡Veo que aquí hay muy

buenos escritores! ¡Ay! ¡Casi no me queda espacio! ¿ Como escribo ahora mi microrelato?

MICROHISTORIA DE UN MACRODRAMA Érase una vez una civilización en la que las personas, para conseguir un microsueldo con el que sobrevivir, necesitaban trabajar horas y más horas. A

cambio, eso sí, obtenían microderechos y aun disponían de un poco de tiempo libre que podían dedicar a leer microrelatos o practicar microdeportes. La

natalidad descendió en picado al quedar en manos de los eyaculadores precoces, y con el tiempo, y por aquello de la selección natural, todos los hombres lo

fueron, con lo que se puso a salvo la especie.

Eran los tiempos en que los microcorazones de las macrofortunas dominaban las voluntades de los gobernantes aprovechando su microética y su

macroego.

Fin de la microhistoria.

DOLOR DE CABEZA El dolor no remitía, tenía la cabeza dolorida y no había forma de que se me calmara, ni con pastillas ni con las técnicas de relajación que había aprendido en

cursos especializados en la matería.

Sentía como un repiqueteo que me torturaba en mitad del craneo, como si...

¡Maldito pájaro! ¡Lárgate de una vez!

RELOJ NO MARQUES LAS HORAS Desde pequeña adoraba los cuentos, especialmente el de Cenicienta. Hoy había concertado una cita en el chat. Un escritor de 40 años, de muy buen ver a

juzgar por la foto, que le escribía frases preciosas. Se puso un conjunto ajustado, leggins, la camiseta con la lengua de los Rolling y unas botas de cordones

con remaches, en las que había cosido "colgantitos" de cristal. Fueron a la discoteca y bailaron pegaditos. Él le susurraba sonetos de amor. A las 11:59

horas se puso tensa; iba a llegar el momento en que su traje se convertiría en un pijama a cuadros y los cristalitos se desprenderían, dejando sus pies al

amparo de unas zapatillas de estar por casa. En el último segundo pasó un conejo apresuradamente, ¿has visto a Alicia?, acabo de robar la hora 12 del

reloj, y se la tengo que llevar o me cortan la cabeza. Ella sonrió y siguió bailando

MÁS ALLÁ El camino estaba tocando a su fin, la maleta iba llena de recuerdos, dejaba atrás su casa, su choche, sus vestidos, su música, familia, amigos, conocidos,

desconocidos..., estaba ya a punto de llamar a la puerta de su destino y en esa puerta lo abandonaba todo para empezar una nueva vida; una vida llena de

luz dónde no importaba llegar de vacío, lo único que importaba era llevar el alma vestida, vestida de paz y de alegría por conocer a aquél del cual le

hablaron en vida.

SILENCIO, POR COMPASIÓN Mi dolor de cabeza había vuelto. Rebusqué en la pequeña farmacia de mi bolso, aunque sabía que sólo era una solución parcial. El repiqueteo continuaba,

una y otra vez, variando según el ritmo del repertorio. Al principio resultaba curioso como mi compañero de trabajo podía mantener con un simple lápiz un

hilo musical toda la mañana. Al cabo de años, no era precisamente curiosidad lo que yo sentía. Sí, de vez en cuando paraba el repiqueteo, pasando a

mordisquear la goma del lápiz, obligando a reponer los de lápices de la oficina. Mi neurólogo ya no sabía que medicación darme. A veces, pensaba que me

moriría de algún problema cerebral, pero paradojas del destino, mi alegre compañero falleció antes que yo. Ayer; ¡y parece que han detenido a su mujer¡

Probable intoxicación por arsénico, dijeron…

Me ofrecí voluntaria para cerrar la oficina, mientras mis compañeros acudían al entierro. En el silencio de la oficina, aproveché para releer a Agatha Christie

y tirar los lápices que quedaban.

Tomando declaración “Pues mire usted, señor juez,

si es de ley esta porfía.

No es bien que de este jaez

gentes de baja extracción

me pidan la dimisión

o quieran untarme con pez

y emplumarme cual ladrón. ¿O no fueron excelentes

las llamadas preferentes?

¿Creéis que soy un falsario

por un mal abecedario?

Cuentas en A, B o C...

o paraísos fiscales...

¿Habréis de buscar mis males

por un nadie sabe qué?”

Harto el juez, y de arrebato,

puso fin al alegato.

“Ahorra palabras tales

que no soy juez de este lío”.

“¡Acabose el extravío”,

vociferó el acusado.

“Denme ya la libertad

Cual todo el Código reza”.

El buen juez, con retintín,

díjole: “Será una jueza.”

“Venga, pues, la jueza esa

antes de que arme un motín”

“Te prevengo que es francesa”.

“Pues como si es polonesa;

a mí, señoría, plin.”

El juez mostró la ventana.

Cogiole al reo un esplín

al conocer a la dama.

“En Francia alcanzó su fama

y hemos resuelto importarla.

Es jueza de harto postín.

Difícil tendrás untarla... a la jueza Guillotín”.

Carmela Tenía una mirada pícara: dos vivarachos ojos azules agazapados de forma coqueta tras las lentes bifocales que curioseaban animados e incansables. El

cabello le caía con suavidad a ambos lados de la cara; gris y perezoso, enmarcándole el rostro y dándole un aspecto vulnerable. Así lucía Carmela, que se

sabía condenada al olvido. Condenada por ese mal invisible que le hacía preguntarse una y otra vez quién era aquella mujer morena que solía llamarle

“mamá”, (pues que ella recuerde nunca había tenido hijos), o aquellos niños que la miraban curiosos y tímidos al principio, y al poco, se aferraban a su

regazo llamándola “abuela”. El espejo a menudo le devolvía un rostro extraño y desconocido; una piel ajena marcada por toda una vida que le mostraba más

arrugas de las que pudiera recordar. Y a pesar de todo tenía ilusión y esperanza, pues si bien era cierto que le estaban arrebatando su memoria, cada día

era una oportunidad de empezar de nuevo. Una oportunidad para vivir.

MARATÓN El soldado iba desnudo y descalzo. Jadeaba feliz, vivo. Asía el astil roto de su lanza. De súbito se vio ante el general y sus oficiales. Fue ligera su lengua.

"¡Salud, general invicto! Los persas se baten en retirada. Mucho he corrido para traerte la noticia". Los oficiales vitorearon. "¡Los dioses te guarden!", gritó el

general. Estrechó al soldado contra su coraza; suavamente le susurró: "Hoplita, si la victoria fuese de los persas hace rato nos lo habría anunciado el polvo

de su ejército. Huiste, ¿verdad? Lo veo en tu lanza rota y ojos de pavor. Pero hoy es día de gloria que nada debe empañar". Despacio, hundió un fino

estilete en las costillas del soldado. "El bronce te mata; para la Historia será la fatiga. Muere feliz. Los hombres te recordarán. La inmortalidad es el don de

Milcíades, general ateniense, para Filípides el corredor". El hoplita, incrédulo, se desmadejó en los brazos del general. Un corredor hoy, feliz, vivo, rompe

con el pecho la cinta en una línea de meta.

NO ME GUSTAN LOS POETAS "No me gustan los poetas, ellos dan rienda suelta a su imaginación y en cuatro palabras pueden enamorarme. Son capaces de hacerme volar con un verso

y no dejarme aterrizar si no es cogida de las manos de una dulce rima seguida de un punto final, inservible a su manera, porque me atrapa y me conduce a

el principio de el verso de nuevo, para que vuelva leer, y no deje de hacerlo hasta quedar dormida pensando que alguien siente por mi lo escrito por un

poeta enamorado de otra."

ENAMORADOS Se había duchado, perfumado y afeitado como cada vez que la visitaba aunque hoy, 14 de febrero, era un día especial. Compró el ramo de flores que le

recomendó la florista, el más caro, el que ella merecía.

-Ya sé lo que me vas a decir, que no debía gastarme tanto dinero, cariño, pero sabes que tú eres lo más importante en mi vida y no me duele haberlo hecho.

Siento mucho lo que pasó, sé que no debería haber bebido tanto aquella noche ni haberme hecho el gallito con la moto. Lo siento en el alma, de verdad. De

verdad. No volveré a beber.

Y una lágrima cayó de la mejilla de aquel viejo enjuto y arrugado, para juntarse con la adolescente imagen de su amada, que adornaba ese mármol triste y

gris desde hacía más de 50 años.

EL REPROCHE - Hola hijo, hacía mucho que no vienes a visitarme

- ¿Cómo puedes decir eso, mamá, si sabes que vengo todos los días?

- ¿Todos? ¿Estás seguro?

- Bueno, casi todos, entiéndeme, tengo cosas que hacer.

- No recuerdo haberte visto en mucho tiempo, además, cuando vienes estás ahí, de pie, callado, sin hablarme y siento como si estuvieras enfadado

conmigo.

- No, no estoy enfadado, no pienses en eso, sólo qué me sabe mal verte ahí.

- No debe saberte mal, el ciclo de la vida es así, el camino es muy largo y no he podido recorrerlo quedándome aquí apartada. Lo único que espero es que

vengas a verme de vez en cuando.

- Que vengo muchas veces, mamá, lo que pasa es que tu cabeza no anda muy bien y cada vez te acuerdas menos de las cosas. Y bueno, tengo que

dejarte, van a cerrar el cementerio.

VICTIMAS El nació sin llanto una mañana de viento y mientras se adaptaba al exterior, oyó que alguien comentaba “qué raro, no llora”.

En una noche lluviosa, a los 9 meses, como en un parto encadenado, nació ella con un llanto sin consuelo. No llegó a escuchar el comentario. “Pobrecita,

parece que llora de pena”

Se conocieron un sábado y al intercambiar las fechas de nacimiento él bromeó: “la vida te hizo para mí, te encargué nada más nacer”. A ella le hizo gracia,

se sintió protagonista de una película ajena.

Unieron sus errores. Él malvive apoyado en ella. Ella no vive.

DE MACHIN A MACHADO Cierro la puerta de casa, y dos segundos después los tacones desaparecen de mis pies; aunque permanecen en mi cara las huellas del cansancio tras un

día de perros. Tú ya has llegado, y desde el sofá tu mirada curiosa, inquisitiva, sigue mi camino al cruzar el salón. De repente, suena un bolero. Y tu mano,

va a mi mano; la otra firme en mi cintura, va cortando la distancia; aproximando silencios, bebo tu aroma. Y ya flotando en tus brazos, desaparecen mis

huellas, paseando tu camino.

Piiiiiii...¡¡¡¡ El sonido del despertador nunca es agradable; pero al menos esta vez, el recuerdo del sueño sí lo es.

INCENDIO FORESTAL Está llorando el bosque a lágrima negra. Hasta aquí llegan aromas de vida quemada, de días de campo y de fiambreras. Árboles testigos de amores y

besos, arden contagiados por amor al fuego. Sale en las noticias, arde nuestro suelo, las aves, las gentes, no encuentran consuelo.

MUÑECAS DE TRAPO Jugaban a muchos juegos de niñas con las muñecas, blandas, cálidas, eran como pequeñas hijas y eran muy suyas; ni eran de otros ni eran compradas; las

niñas, con telas

viejas inservibles para otras cosas, eran capaces de fabricar muñecas nuevas, muy apropiadas para el cariño, merecedoras de la ternura que recibían de

sus dueñas. Con

un palmo de franela, restos de esparto y la ayuda de alguna madre consentidora conseguían crear tiernas muñecas de trapo, con remendones; y las vestían

con pedazos

de un viso suave para el domingo. Si conseguían un pequeño imperdible o un botón grande,

era una gran alegría, con éllos podían hacer grandes diseños, incluso una capa abrigada

que protegía a la muñeca de trapo del frío intenso que en ese pueblo hacía, pues las

niñas las abrigaban más incluso que a ellas mismas.

SIN SALIDA No podemos dejarle ahí. Tenemos que hacer algo y pronto. No van a ceder. pero todavía estamos a tiempo. A ver qué hora es: las 12. Nos quedan 4 horas.

-Se nos ha ido de las manos, Joseba. Hay que consultarlo.

-No, no hay que nada que consultar. Ahora ya hemos empezado, no podemos volvernos

atrás.

El joven los observaba a distancia, con las manos atadas. No acababa de entender la

pesadilla en la que se había convertido su vida en las últimos dos dias. Le parecía absurdo,

como estar en vida ajena. En realidad esas cosas no pasaban, no en su entorno. Había oído contar historietas de viejos, de cuando la guerra, pero eso no

tenía relación con él.

Asustado, los miraba e intentaba adivinar por los gestos, lo que sus oídos no alcanzaban.

De entre las voces, apenas audibles, logró rescatar alguna frase, palabras sueltas -"presos", "compañeros"-. . Sólo en

ese momento, aterrorizado al captar algo de la conversación, Miguel Angel se planteó si

serían capaces.

LA ACTRIZ Estaba nervioso, esperando el momento. Era afortunado al haber conseguido la invitación

Los periodistas aguardaban su aparición y recordé cuando la vi por primera vez en la

pantalla. Fué su mirada la que captó mi atención. Sus ojos hechizaban de tal manera que hacían olvidar el resto del semblante, le restaban importancia.

Esperaba que apareciera con su cabello corto, negro y su flequillo parisino, tan característico y propio de ella. La imaginaba con sus atuendos aniñados,

haciendo esfuerzos por romper su timidez y posar en la alfombra roja. Cuando apareció, tuve una sensación extraña. Entró precipitadamente, muy segura de

sí, distinta a como yo la esperaba. Su ropa era llamativa, casi descarada. Llevaba melena larga y la falsa sonrisa que nos dedicó hizo que de repente

perdiera toda la ensoñación. Con desilusión, pensé que el cine me había jugado una mala pasada.

ESTOY FELIZ Estoy feliz, satisfecho con mi actualidad. Atrás han quedado las preocupaciones con la

enfermedad del otoño pasado cuando los gusanos invadieron mi cuerpo, los mismos que

ahora, ya en invierno, se han convertido en mis dueños.

ILUSIÓN Y AÑORANZA... SÓLO AMOR Amaneció. El día esperado había llegado.

Un 10 de algún mes de algún año lluvioso, pero con mucha luz. Mis mariposas revoloteaban, me esperaban tres días a su lado.

Me dispuse a arreglarme, deseaba estar "preciosa" para él...

LLegó el momento de ir en su busca, el ansia por verle iba apoderándose de mí muy deprisa. Subí al autobús e inicié lo que resultó ser uno de los

momentos más divinos vividos a su lado.

Amor.. amor..

Nos quedaba el suspiro final. Nuestra despedida. El mismo lugar en el que nos despedimos aquel 22 de aquel mes de aquel año. Ahora un poco más dura.

Nuestros ojos brillaban intensamente. Las palabras "te amo" sonaban muy profundas. Los dos sabíamos que comenzaba la añoranza.

¿Estás bien? -me preguntó-

"sólo me duele el corazón" -le respondí-

Nos miramos y bajó del autobús. El resto, fue dolor.

Mis lágrimas resbalaban por mis mejillas, mi corazón lloraba.

Al día siguiente desperté, como todos los días, y a las 9...

volví al cole...

César ¿Donde estará mi amigo César?. Si quien lo tiene puede leer esto quiero que sepa que le gusta que le rasquen la barriga antes de dormir y si se tumba a su

lado y le quiere rascar la cabeza seguro que cierra los ojos y respira profundamente una vez, como si hubiera encontrado el descanso después de una

batalla. Cuando era cachorro, me compraba las zapatillas de estar por casa dos tallas más grandes porque le gustaba meter el morro durante horas. Muchos

domingos jugábamos a ver quien podía perrear más y a menudo le ganaba yo a hacer el perro, el resto de la semana ganaba él cuando jugábamos a ser

humano. Siempre estaba contento y aunque no lo podía ver, oía su pataleo emocionado. Es increíble cuando no hay visión, ni palabras, toda la lectura que

tienen los sonidos. Cuando el veterinario me dijo que César tenía demasiado dolor como para seguir viviendo, decidimos que lo mejor era que no sufriera

más. Gracias César por ser mis ojos tantos años, pero sobre todo, gracias por ser mi amigo.

LA LLUVIA Una intensa cortina blanca ocultaba por completo el jardín, que sin embargo estaba allí.

Cuando abrió la ventana, la fresca humedad de la mañana y los sonidos que llegaban de fuera, le transportaron a ese recóndito lugar de la memoria lejana,

en el que su madre, hace más de 70 años, dejó impresiones tan reales y vívidas que el paso del tiempo no había logrado borrar.

Por aquél entonces era su madre quien mejor dibujaba para sus oídos la realidad que le rodeaba y ella fue la que consiguió plasmar los paisajes más

hermosos, sobre el lienzo inagotable de su curiosidad infantil.

En esos recuerdos veía hoy las gotas de lluvia resbalando sobre las hojas, el gris plomizo del cielo, los charcos que se iban formando junto al seto de

rosales, ese haz de luz atravesando una nube…….lo veía todo, todo eso que sus propios ojos nunca pudieron ver.

AÚN NO HA AMANECIDO Hoy tampoco he sentido la suave caricia del sol. Salí a las 6 de la madrugada y subí al vehículo del compañero que, para economizar gasolina, se

encargaba esta semana del traslado a la fábrica. Aún no había amanecido cuando entramos en ella.

Solo se escucha el traqueteo de las máquinas bajo la luz artificial. Se espera de nosotros una determinada producción, so pena de perder el exiguo salario

que nos permite malvivir.

Al anochecer, retomamos, agotados y en silencio, el camino de nuestros hogares.

La TV emite un documental sobre las granjas avícolas. Gallinas alineadas se estresan en un espacio mínimo, bajo una incesante luz artificial. No pueden

dormir ni caminar. Solo comen y ponen huevos.

La cámara enfoca en un primer plano la cabeza de una de ellas. Siento un estremecimiento. Me ha parecido ver en sus ojos la mirada triste y cansada de

mis compañeros. La misma mirada que deben ver ellos en mí.

Añoranza Suena el despertador. Son las 7 de la mañana. Se levanta y antes de ir al baño, mira el whatsapp en el móvil para ver si tiene un mensaje. Hoy no hay

ninguno. Calcula mentalmente la hora que es en aquella ciudad tan lejana. Allí son las 5 de la tarde y piensa en lo que estará haciendo ¿le habrá ido bien el

día? ¿estará bien? ¿será feliz?, después sigue con su rutina diaria, sin dejar de pensar en ella, no lo puede evitar. ¿Qué día es hoy? Ya falta menos para el

domingo, el día en que gracias a la "BENDITA TECNOLOGÍA", la verán y la oirán en la pantalla del ordenador como si la tuvieran cerca. Y cuenta los meses

y días que han transcurrido desde su partida y los meses y días que faltan para su regreso.

¿La verá en carne y hueso alguna vez en el tiempo que queda? Ojalá.....

LA BIBLIOTECA Entró en el recinto, un espacio amplio coronado por una cúpula de vidrio por la que entraba la luz del sol iluminando las estanterías de madera. En sus

estantes reposaban millones de libros: ensayos, biografías, novelas épicas, de aventura, de caballería, de amor, dramas, sainetes, enciclopedias, codicilos,

en fin, todo el amplio espectro que lo escrito abarca. El bibliotecario se acercó al visitante, le pidió identificación. - Soy un microrelato, dijo en voz baja y

estaba destinado a ser la historia más horrible jamás escrita. Todo aquel que me hubiera leído iba a destrozar su alma, sin retorno posible. Y era tanta la

desgracia que en mí se proyectaba, que el autor decidió no escribirme. En mi redacción interrumpida soy un relato perfecto por la infelicidad que no

proporciono. He venido porque quiero tener cabida en este lugar, aunque no haya sido escrito.

LA HISTORIA DE SIEMPRE En esta historia, vieja como la vida misma, chico conoce a chica, chica se enamora de chico, chica y chico se casan, chica conoce al cartero, cartero se lía

con chica, chica se queda embarazada y nace un niño pelirrojo, como el cartero. Chico se mosquea, pues ambos son morenos, pero queda tranquilo cuando

ella le dice que son valencianos y es normal que el niño salga con el pelo naranja. Chico es feliz hasta que el niño crece y cada vez que le llama siempre lo

hace dos veces.

Anuncios por palabras Busco "Supr", "delete" o similares, para borrar las heridas del alma. Abstenerse Tipex, que deja huella.

Blanco y negro De pequeño me gustaba la romántica visión del escritor de la Olivetti mal posicionada en una mesa camilla que, por redonda, no acoplaba nada bien con la

posición de los antebrazos. Era un escritor de cigarrillo ladeado y humeante, que ya solo queda para las películas de blanco y negro, y mientras escribía me

solía poner un sombrero de mi padre para sentirme inspirado, no por mi progenitor, sino por mi idealizada cinefilia. Me gustaba aquella teatral escena de

perdedor-enternecedor de mujeres, que deviene en ganador de un Pulitzer sin esperarlo, tan sólo con su genio-ingenio. Así me veía yo entonces, y así

quería, fantasioso, ver mi futuro.

Hoy pulso el teclado viendo en la pantalla del ordenador lo que escribo y lo voy corrigiendo con más facilidad que se corrige la vida. Ya no tengo la Olivetti ni

la mesa camilla. Todo es ergonómico y frío. Del Pulitzer sólo me quedan las películas que sigo disfrutando en blanco y negro, y el sombrero que da calidez

al recibidor de mi casa.

Jueves 13 Aquella tarde la rutina del trayecto aprendido se iba a transformar.

Jueves 13, tres iban tres al acecho de su presa. Coordinados, precisos en su forma de actuar.

De pronto un sonido familiar que tantas veces interrumpía las actividades y me conectaba a otra realidad.

Intuitivamente buscaba en mi bolso pero el sonido se alejaba sin que pudiera alcanzarlo.

En unos segundos traspasados mis sentimientos, mis confidencias a manos de unos desconocidos. ¿De quién?

En unos segundos.......¡ Mi móvil !

DIARIO DE UN MICRORELATO FUERA DE CONCURSO Soy un microrelato y estoy naciendo en este momento. Hasta que mi redactor no me ha dado forma, no he tenido vida propia. Mi vida es corta, pero muy

evocadora, si sabéis leerme entre líneas. Mirando más abajo veo a todos mis compañeros, y también doy la bienvenida a los que nacerán después de mí,

cada uno con su historia sugerente e imaginativa. Me siento muy acompañado y reconfortado. Todos vamos naciendo de la ilusión y la imaginación de

nuestros creadores, así que cuando acabe este concurso habremos ganado todos y gritaremos juntos: ¡QUE VIVA LA LITERATURA¡

Escribe ¿Para qué escribir si te gusta más leer? ¿Para qué escribir si no tienes nada que contar? ¿Para qué escribir si siempre lo has hecho por obligación? ¿Para

qué escribir si no quieres ser juzgado? ¿Y por qué no? Escribir es gratis, disfrútalo

La peonza y el clarinete Era una peonza orgullosa y presuntuosa, siempre estaba bellisima y se sentia como el mejor de los juguetes, el centro de atención, a todos los demas

juguetes los trataba con desprecio porque decia que ella era la elegida por el niño para jugar y siempre estaba bailando y contenta, pero un día el niño se

canso de la jugar con la peonza y la tiro a la basura, la peonza se sentia triste porque nadie la queria.

Unos niños la encontraron sucia entre la basura y se la llevaron a su casa, la limpiarón, le cambiaron la cinta y le colocarón una cinta de seda roja alrededor

de su redondo cuerpo, allí la pusieron con sus juguetes, había un clarinete. Como el clarinete la veia tan triste le dijo a la peonza: ¿Que te parece si toco una

hermosa melodia y bailas para mi? La peonza contesto: no tengo ganas ni me apetece, no sé porque me prestas atención si nadie quiere jugar conmigo;-

pero yo quiero que seas feliz, la peonza sonrie, se hicieron amigos y comprendio que se necesitaban unos con otros.

En la Nada Velo cada noche tu sueño llevándote en mis brazos,

Vuelvo cada mañana del viaje que nunca se acaba,

Miro en derredor y aunque tú no estás, tu luz me ciega.

Busco tu rastro llevando el aroma de tu cuerpo que me envuelve

Y beso el aíre en un intento desesperado de traerte.

Sé que de alcanzarte tomarías forma en la nada,

Ando en la locura de conocer tu corazón sin límites

Y te sueño rozando con mi boca cada rincón de tu alma.

LA SORPRESA Era una mañana de verano y llamarón a la puerta, salio mi madre en bata a abrir porque yo estaba durmiendo, oi que preguntaban por mi dos hombres con

voz bronca y estruendosa algo agitados y nerviosos.

Me asuste y me levante de la cama y salte por la ventana en pijama, sabia que venian buscandome para pedir cuentas de lo sucedido la noche anterior

cuando estabamos en la sala de fiesta por la desaparición de Madelein, yo baile con ella si pero ahora mi primer obstaculo eran ellos y tenia que solucionar y

encontrar a Madeleine...

ANSIA La luna llena iluminaba una noche sin nubes, plagada de estrellas.

Llevaba varias horas acechando, sintiendo una extraña ansía, el deseo de saciar un instinto enfermizo que nunca antes había sentido pero, claro, nunca

antes había estado muerto.

Cuando estaba vivo, no creía en monstruos, ya era mayor, demasiado mayor para creer en no-muertos.

Era su segunda noche de caza. Su mente todavía estaba llena de recuerdos de cuando vivía. Recordaba el nombre de su mujer, de sus hijos, de su

mascota.

Ahí estaba, una pieza de caza, su menú de la noche. Una chica joven, sabrosa.

La acechó en la oscuridad, esperando el momento adecuado para saltar sobre ella.

El momento llegaó.

Le bastó un golpe que, unido al susto que se llevó la pobre chica, le ayudó a conseguir tener esa garganta a escasos centímetros de su boca.

Sí, recordaba cosas de su vida, de su mujer, de sus hijos, recordar, recordaba cosas, a pesar de ser mayor, pero, ¡Maldita sea! no recordaba dónde diablos

había dejado su dentadura.

EL DESCANSO DEL GUERRERO Sir Manaughlawn,Gran Paladín de Albacethule, a lomos de su exhausta montura épica,regresa por fin al hogar tras la durísima campaña invernal. Miles de

Orcos cayeron bajo el frío "mithril" de su navaja inmisericorde. Otros tantos compañeros, excelentes caballeros todos, sucumbieron a las negras flechas

enemigas.

Es tiempo para descansar y reponerse de las heridas. Su bella y joven esposa, la dama elfa Mariciel, aguarda impaciente bajo el quicio del portón que da

entrada al imponente castillo ancestral.

¿Te parecen horas de llegar?.Pues mientras tú andabas por ahí divirtiéndote con tus amigotes, a tu hijo... Porque te recuerdo que tienes un hijo

adolescente....¡ A tu hijo le han suspendido hasta la magia !

Bienvenida digna de un cantar de gesta. O de un humilde microrrelato

COMO DECIRTE QUE TE QUIERO Te grito en silencio... pero no me escuchas. Te busco la mirada... pero no me ves. ¿Cómo decirte que te quiero?...si no debo...pero sí, te quiero, aunque ni lo

imagines, te quiero...ves...ya te lo he dicho...aunque nunca sabrás... que eres tú. Uff, lo que me ha costado. Creí que me llevaría el secreto a la tumba y al

final os vais a enterar todos...tú también, cariño.

OBJETIVOS Está viendo un documental sobre la naturaleza. Mira hechizado cómo se abre una flor. Imagina una cámara durante horas captando instantáneas. Esa

imagen siempre le ha hecho pensar. Cómo miles de movimientos infinitesimales e imperceptibles vistos con la perspectiva y la velocidad adecuada producen

un gran cambio. Las uñas, el pelo, el paso de infancia a adolescencia, el aumento y disminución de peso.... Todo está constituido por pequeñísimos cambios

inapreciables, aparentemente sin importancia. Un buen día te das cuenta de que todo es diferente.

Apaga el televisor. Mañana será un día muy duro. Le han dicho que tiene que vender un producto nuevo a determinado perfil de cliente sin dar demasiadas

explicaciones, para cumplir objetivos. Miles de llamadas sin importancia, intentar convencer.......Apaga también la luz.

LA DECISIÓN DE MARÍA Había esperado la notificación. Pasó la noche perdida entre sus recuerdos. “Sí, tuve una buena vida”, pensó. Hoy se sentía vacía. Ya no sentía dolor. Había

tomado su decisión y, por fin se sentía libre. Se sentó en el sillón a esperar, repasando todos los detalles del que había sido hasta entonces su hogar. Vio las

fotos de sus hijos y su cara dibujó una mueca parecida a una sonrisa. Estaban a miles de kilómetros, como años antes habían estado sus padres. Como una

autómata se levantó y las cogió. Las apretó contra su pecho. “Vienen conmigo”. Miro la foto de su marido. “Cariño, pronto nos veremos”. Y siguió en su sillón

hasta que un dulce sueño la venció. Al abrir su mano el frasco cayó al suelo. Cuando la puerta se abrió, María no vio al agente judicial ni a los tres policías.

Vio a su marido, que venía de recoger a los niños. Alegremente se levantó y soltándose el pelo recogido en un blanco moño les dijo: “Merendar rápido, que

nos vamos al parque”.

ESQUIZOFRENIA Tiene 10 años; él y su madre están sentados en un tren hacia no recuerda qué destino. Los brazos de su madre, llenos de círculos morados le estrechan

con fuerza. Mira por la ventanilla con el anhelo de no descubrir esa figura familiar que teme. Al rato empiezan a avanzar. Lo nota porque dejan atrás el tren

de la vía vecina que queda allí parado. Entonces desvía un poco la vista y al ver el reloj suspendido en la pared del andén lo descubre: no son ellos los que

se mueven, sino que es el otro tren. Ellos permanecen detenidos. Su padre sube al vagón, y los detiene para siempre.

Ahora tiene 30 años. Oye por enésima vez al hombre de la bata blanca explicar a un grupo de jóvenes "este es nuestro caso más difícil, lleva 20 años así,

inmóvil". Pobrecitos, piensa, no saben que son ellos los que están quietos. El único que se mueve soy yo

EL MININO No me lo podía creer. O tal vez sí. Ese minino blanco, un ejemplar joven, subido encima de un robot aspirador en marcha, de aquí para allá, de allá para

acá. Viajando en él tranquilamente, sentado sobre sus patas traseras, con la pose de la curiosidad pero, al mismo tiempo, el disfrute sereno de su vaivén. Su

dueña me lo muestra a través de un móvil, un momento en el que hemos coincidido en el lavabo, divertida de saber la causa de encontrarse todos los días al

robot sin batería y alejado del lugar en el que lo dejara al marcharse. Luego vuelta a la tarea, los músculos tensos, expediente tras expediente, incidencia

tras incidencia. Viene a mi mente la palabra esclavitud. Mejor dicho, se adueña de mi cuerpo una sensación de esclavitud. ¿Incremento de tareas?

¿Amortización de personal? ¿Reducciones salariales? ¿Pérdidas arbitrarias de días de vacaciones y asuntos propios? ¿Jubilación a los 67 años? ¡¡¡YO

QUIERO SER UN MINIMO!!!

TIEMPOS DE CRISIS Tenía que pasar. Que si abre la bandeja, que si ciérrala. Que si coloca en la de abajo los folios ya usados, para aprovechar la cara no escrita. Que si no

importa lo que le metas, que estamos en crisis. Total, va a ser para uso interno. Ahora abro la de abajo, que han de imprimirse las hojas limpias de la

bandeja superior, porque irán a la calle. Qué lío, que es el primer día de racanear papel, y que si abre y que si cierra. Han pasado unos días y escucho unas

carcajadas.

Alguien dice: “ ¿Quién ha sacado a la calle una comunicación con papel reciclado? Al señor le ha llegado en la parte de atrás el menú de la cafetería de

hace tres semanas.”

“COSAS DEL ABUELO” Recuerdo con admiración aquella comida en casa con mi padre, reunidos en torno a la mesa, disfrutando de la intimidad hogareña de un sábado cualquiera.

Estábamos departiendo nuestros sublimes devaneos con la certeza e intensidad aparejada a la edad del orador, cuando intervino “el rebelde” para

empecinarse en una idea claramente impropia de la tradición familiar.

Sordo silencio… Tensa paciencia…

Tomó la palabra el abuelo.

En su adusto parecer, quiso mostrar al imberbe nieto cuan terco se cernía en el error.

Finalmente le dijo con algodones: ¡Son cosas del abuelo! ... Y todo volvía a su cauce.

no me atrevo Creo que no te importo. A veces parece que me has visto, pero casi siempre me siento invisible. No me atrevo a hablarte, aunque ahora al menos, me he

decidido a mirarte con un poco menos de disimulo. Tengo la esperanza de que en algún instante te des cuenta de que existo y sobre todo de que hace

mucho tiempo que te quiero. Me gusta tu pelo, tu olor, tu forma de vestir. Conozco casi todo tu vestuario. Me encantan tus vestidos; sobre todo los de

colores. Algunos días hasta he estado a tu lado. Es ya demasiado tiempo y se que al final te perderé sin haberte tenido.....Próxima parada Bailén,

correspondencia con la línea 5………Hasta mañana amor

UNA VISITA El viejo estaba sentado y parecía nervioso. El cansancio acumulado acentuaba las arrugas de la frente. De repente lo vió entrar. Aquel joven tremendamente

alto era todo lo que le quedaba en este mundo.

Hola papá -dijo el joven-

Hola hijo – contestó con su voz apagada por miles de pitillos – ¿Cómo estás?

Estupendamente, papá. Y tu?

Con ganas de verte. No te veía desde el mes pasado –contestó el viejo alzando las cejas.

¿Comes bien papá?

Si, hijo mio, no muy variado, pero como bien. No te preocupes.

Me preocupa que no te cuiden bien – dijo el joven –

No te preocupes. Todo el mundo me cuida, pero desearía que pudieras venir tú al pueblo a cuidarme, espero que eso pronto sea posible.

Eso espero yo también –dijo el hijo- eso espero…….

El viejo se levantó y se colocó el abrigo, le dio un beso y salió por la puerta.

El joven volvió a su celda.

UN MAL DÍA Había tenido un día de perros, aunque volvía a su casa con la pretensión de olvidar todo lo acontecido. Abrió el periódico por la página a la que

caprichosamente sus dedos lo llevaron y la noticia que leyó fue a hurgar aun más en la herida que hacía tiempo se había abierto en su pensamiento: “Las 85

personas más ricas del mundo acumulan todo el capital del que dispone la mitad más pobre de la Humanidad”.

Su tez enrojecida anunciaba el brote de ira que le estaba sacudiendo. “Es tremendamente injusto” pensó. Ordenó a su chófer que detuviera el vehículo, salió

de él y se lanzó por el puente que estaban atravesando. La compra de voluntades políticas, la especulación inmobiliaria, los míseros salarios de sus

trabajadores y sus jugosas cuentas en paraísos fiscales no habían sido suficientes ni para que su nombre apareciera en la revista Forbes.

Espejo Estoy enamorado

¡Me voy a casar!

¡¡¡Voy a tener un hijo!!!

No con ella…

AMOR Y TRABAJO Él era cocinero, ella camarera. Se conocieron en la cola del "paro" y se enamoraron al instante, así que juntaron sus subsidios y de esa unión nació una

casa de comidas. Estaban a partir un piñón, pero un día ella le preguntó, cariño, ¿ya no te gusto? . El le contestó "te falta algo de sal, me resultas sosa". "Me

importa un pimiento un bledo y un comino" dijo ella; "pues a mi me importa un huevo", dijo él, "¡vete a freír espárragos", dijo ella; "te voy a dar calabazas",

dijo él. Bah, que "te den morcilla", dijo ella, "mira, tiemblo como un flan", dijo él con ironía, "vaya cara de vinagre que se te pone, eres un chuleta"... La cosa

fué en aumento ...Un cliente pagó los platos rotos IVA incluido.

EL MUSICO CALLEJERO Cuenta la leyenda que en la plaza de una ciudad cuyo nombre se pierde en el tiempo, vive un músico ciego con su violín y su perro. Dicen que sabe tocar

cualquier canción que se le pida. Un día un reportero le pidió que de manera breve y a modo de microrelato definiera lo que era para él la música. Y

entonces cogiendo el violín tocó una brevísima y delicada pieza. Miren, dijo el viejo a continuación, esta música tan breve, puede contener la emoción y el

relato de toda una vida

LLAMADAS PERDIDAS Había estado toda la mañana llamando a sus clientes conforme dictaban las últimas instrucciones recibidas desde Dirección. -No era tan difícil cumplirlas-

pensaba justo en el momento en que escuchó al otro lado un inesperado “dígame”.

Le cambió la cara. La última llamada había echado por tierra el objetivo de que, con el fin de rebajar la factura telefónica, el 98 por cien de las gestiones

realizadas deberían provenir de llamadas entrantes.

Caperucita Sonreía asomando un colmillo como un lobo viejo que aguarda a su presa; soberbio, seguro y confiado. Con años de cacería a sus espaldas y una pose de

manual, irrumpía en salas de fiesta y discotecas cigarro en mano dejando tras de sí un rastro de brillantina y after shave.

La chica del vestido rojo le miró divertida mostrándole una sonrisa tierna y confidente, a la vez que él, galán entre galanes, se acercaba a ella dueño de sus

caderas. Apuró su Gin Tonic, se ajustó la chaqueta, se atusó el cabello y, entonces, la miró fijamente mientras avanzaba hacia su escote. La misma historia,

pensó. El mismo cuento.

CORRUPTOS Al principio eran pequeñas cositas, luego comenzó a usar sus influencias, algún trato de favor, quitar de allí y poner allá, .… y poco a poco, sin un ápice de

sudor en su frente, había ido construyendo la vida que llevaba de lujo y comodidades. Está tan satisfecho, que casi se puede vislumbrar cuando camina,el

halo de opulencia que lo envuelve. Esta mañana al cruzar la puerta del chalet para subir al majestuoso coche conducido por su chófer, advierte en el suelo

una pegatina de color naranja fosforescente, de aquellas que pegan en el suelo cuando la grua se lleva un vehículo. Se inclina con curiosidad para leerla.

Advierte que en letra grande están anotados su nombre y apellidos y su DNI. Se pone sus gafas para la presbicia y se inclina un poco más para leer: “nos

hemos llevado su conciencia, si quiere recuperarla deberá acudir a…….” (hay anotado un pabellón y una dirección). Arranca la pegatina, sonríe y sacando el

móvil última generación, marca el número de su abogado.

MICRO BIOGRAFÍA MICROBIOGRAFÍA

Nací sobre un colchón de pétalos de rosa, me crié en un mar de dudas, vivo en las nubes y me preparo para caminar por el borde del abismo.

CAPITULO 1 José, caminaba por la acera, inmenso en sus pensamientos. Tenía una cita con una mujer que le iba a dar pistas sobre el destino del empresario

secuestrado. Había sido contratado para encontrarle y eso le podía suponer un montón de pasta y, sobre todo, fama, que potenciaría su nueva empresa de

detectives.

Sabía que podía ser una misión peligrosa, puesto que sospechaba que los secuestradores pertenecían a un grupo mafioso peligroso.

No sé fijó que el semáforo estaba en rojo, iba demasiado ensimismado en sus pensamientos y no vio el autobús…

¡Mierda! Para una vez que pienso escribir una historia interesante, se me muere el protagonista nada más empezar.

MIL CARACTERES Me dicen que dispongo de mil caracteres para decir lo que quiera ¿Mil caracteres? Para qué, si con tres me basta para decir lo que deseo: Tú.

OSCURIDAD Estoy rodeado de oscuridad.

Sentado en este trono de vergüenza trato de tantear las paredes que me rodean buscando una salida.

Te llamo pero no me oyes, nadie me oye, pero sé, que ahí fuera, están todos esperándome.

Por fin logro encontrar el camino que me llevará al exterior, que me sacará de mi prisión. Tropiezo, resbalo, pero veo una luz en la distancia. Doy dos pasos

guiado por la esperanza de reencontrarme con el mundo, abro la puerta y regresa la luz.

¡Malditos interruptores que funcionan con tiempo! ¡Casi me quedo encerrado en el baño!

AMANECER ¡Qué espectáculo!

Los primeros rayos de sol, tiñen el cielo con un arco de colores desde el blanco al rojo, reflejando en las nubes todas las esperanzas de un nuevo amanecer.

¡Cómo me arrepiento de lo que hice! ¡A cuántas personas les he privado de ver este milagro de la mañana!

Pero ya es tarde, mi última voluntad está cumplida.

- Verdugo, ya puede empezar.

AMIGOS Esta noche mientras tendía miraba al cielo, y he visto unas estrellas que me han recordado una ya lejana noche en el otro extremo del mundo, muy lejos de

los ruidos de la civilizacion y en plena sabana.

Pero lo más hermoso del recuerdo no han sido las estrellas, si no el calor que he sentido por aquellos amigos que me acompañaban. Sus risas, sus

despistes, sus sueños ... que todo este tiempo han sido hermanos de vida.

Aquellos momentos que rozaban la aventura y el compromiso por construir una realidad mejor dejaron una huella imborrable en mi vida y un camino abierto

al futuro.

Y he pensado que amigos que calienten el corazón y hagan sonreir el alma hay pocos en nuestra corta historia pero que buena fortuna es haberlos

encontrado en algún momento.

EL VESTIDO DE SATÉN Ricardo salió del salón y se apoyó en la barandilla de la escalera a fumar un cigarro. Abajo su hija Clara cruzaba el vestidor llevando una funda de traje en

los brazos. Seguramente le delató el humo del cigarrillo pues la muchacha se paró y levantó la mirada hacia el hueco de la escalera. No hizo falta hablar,

bastó un pequeño gesto para que el padre diera su aprobación.

Se trataba del vestido de satén que Ricardo había regalado a su mujer hacía varios años. Era un vestido carísimo con el que el hombre había querido tener

un gesto de agradecimiento por los muchos años de sacrificio que había tenido con él y con sus hijos. Sin embargo, ella nunca encontraba el momento para

estrenarlo, "es demasiado elegante para mí", "la próxima vez, de verdad, cariño"..

Ricardo apagó el cigarro, bajó las escaleras y entró en el dormitorio. Su mujer estaba vestida ya. "Ves cariño, como una reina, mi vida", le susurró. Y

apoyando las manos sobre el ataúd se inclinó para dar un último beso a su esposa.

EL ÉXITO Recibió la noticia con tal grado de entusiasmo que por un momento pensó que su corazón se colapsaría y que tanta euforia terminaría en tragedia. Cuando

se repuso, compartió su alegría repartiendo whatsapps a todas sus amigas, a su madre, a sus dos hermanos… No satisfecha, envió también a sus 249

contactos restantes y lo hizo público en su muro de Facebook.

No era para menos. Dos ingenierías, tres másters, cuatro idiomas y cinco años de prácticas no habían caído en saco roto. Por fin había conseguido un

puesto de trabajo remunerado y estaba a punto de estrenar su condición de quinientoseurista.

301 Esparta. Reina del Peloponeso y criatura hambrienta y orgullosa.

Para Álícites era madre y concubina, cruel y bondadosa, pródiga y celadora.

Desde su infancia aprendió a quererla y desearla, y en su madurez, a yacer con ella y honrarla.

Amigo predilecto de Leónidas, y a diferencia de él, Alícites desarrolló sus músculos a la par que sus sensibilidades, dejando por el camino tanto regueros de

sangre como de poesías.

Se adormecía en otoño y vigorizaba en primavera simbióticamente con el universo, pero a diferencia de él por las noches se iluminaba y todo le era mas

perceptible.

Mas cuando la madre llamó a los 301 a luchar en las Termópilas, frente a unos persas que en vez de rudos eran ilustrados, Alícites flaqueó en sus entrañas

y al vadear el rio Eurotas se alejó entre las sombras como quien disimulando de sus convicciones alberga otras.

Y vadeó rio abajo al mismo tiempo que vadeaban sus preceptos.

Se le vió por Atenas y por Tebas.

Dicen que también fue ajeno a la gloria.

69. UN RELATO ERÓTICO. ¿Os ha gustado el título?

VITELIO PRESENCIA El puntual funcionario Vitelio Presencia se sienta a su escritorio. Resolverá expedientes con su provervial pulcritud. Los mismos de siempre, aunque

progresiva, cruélmente informatizados desde su lejano debut. Sólo el mal dormir de la víspera denota que encara un día especial.

Un furtivo vistazo alrededor revela el paso del tiempo en los rostros de sus compañeros. La Bibi ha acabado por volverse una respetable matrona. el la

recuerda casi niña, cuando el vuelo de su minifalda desarbolaba mas de un negociado. También el fue joven. Tan distinto de la apergaminada figura que,

hace ya muchas mañanas, lo mira con tristeza desde el espejo. El era joven cuando en los veranos sin aire acondicionado, sudaba generoso sobre

montañas de documentos, reducidos hoy a sibilinas encriptaciones ofimáticas.

Ensoñaciones y expedientes mas tarde, el ejemplar funcionario Vitelio Presencia ficha para siempre.

Acabada la jornada, tras treinta y siete años, mañana es el primer día de su jubilación.

TROFEO DE CAZA Hasta que la volvimos a poner en la pared del recibidor, había ido rodando por la casa. El abuelo, siempre tan dramático, había practicado con ella el “ser o

no ser, he ahí el dilema”. Mamá la había puesto encima de su cómoda y le probaba los sombreros que compraba en el mercadillo de los jueves. Marta

colgaba en la cornamenta su colección de collares y abalorios y para papá era un trofeo que le acercaba a la nobleza, en su afán de figurar. Yo le cogí tal

cariño, que me hice socia de una protectora de animales.

METAMORFOSIS Todo comenó aquel día en que amaneció con la boca reseca y un cierto regusto metálico; a la mañana siguiente advirtió una pequeña costra de sangre en la

comisura de los labios y la funda de la almohada manchada de sangre, después las visitas al médico y las analíticas, que como única alteración indicaban

un aumento exacerbado en el hematocrito. Fue súrgiendo un temor, que siempre descartaba de pleno; pero hoy al mirarse al espejo no vio su imagen

reflejada en él y alzando el cepillo de dientes djo en voz alta “a Dios pongo por testigo de que nunca más me acercaré a un ajo”

Menudo niño Rita nunca imaginó la que se iba a organizar aquella tarde; estaba en el comedor haciendo los deberes y no vio pasar a su hermano hacia su habitación;

estaba pendiente del olor a manzanas que se estaban asando en el horno, pues su madre se las había prometido si terminaba su tarea a tiempo.

De pronto unos gritos que provenían de la cocina le sobresaltaron; fue corriendo a ver que sucedía y se encontró a su madre chillando que había visto un

ratolín pasando por delante de sus pies. Rita pensó que eran imaginaciones suyas, pues ella no veía ningún animalillo de esos; pero entonces apareció

Héctor, su hermano, con una bolsa vacía en la mano gritando ¡No lo toquéis!

Rita y su madre sin saber qué decir veían como Héctor se dirigía a un rincón de la cocina donde se había refugiado el roedor; lo cogió y lo metió en

¡¡¡uyyy me he quedado sin espacio!!! si gano prometo publicar el final

PARA FRICK Ojos vivaces que me hablan sin parar.

Te miro a los ojos y tengo sentimientos encontrados.

Felicidad por haberte cuidado, educado y sobretodo, porque no? malcriado.

Dieciséis años que estás conmigo y no me canso de achucharte.

Pero también tengo rabia e impotencia, me lo produce pensar que tus dieciséis, inevitablemente, se multiplican por seis.... y por más que yo te cuide y te

mime, no se cuando, pronto, me dejarás.

¿Cuánto más? Se deja caer en el suelo, la espalda contra la puerta que acaba de cerrar con rabia y esconde la cabeza entre sus rodillas.

Ahora fichado, él que siempre ha sido respetuoso y cumplidor.

Toda su vida ha trabajado como soldador en la misma empresa hasta que esta se declaró en quiebra y cerró. Las prestaciones por desempleo terminaron

hace tiempo y para percibir alguna ayuda hace cursos que nada tienen que ver con su oficio. Cumplidos los cincuenta y con hijos aún estudiando tuvieron

que malvender su vivienda para alquilar otra, la más económica que encontraron y poder hacer frente a unos gastos mínimos. En el banco les aconsejaron

invertir en un nuevo producto, las participaciones preferentes.

Hoy ha acudido a la manifestación en defensa de sus derechos, un empujón, una caída, comienza la carga y termina en comisaría, culpable de atentar

contra el orden público, la democracia y el estado del bienestar.

¿Cuánto más hace falta para que no seamos las victimas las juzgadas?

EL ULTIMO VIAJE Salieron a la mar con sus huesos y sus sueños, el hambre de los suyos y su sed. Las olas les respetaron y dieron gracias al sol. A pocos kilómetros de la

tierra anhelada, el agua, la sal les golpearon con un odio desconocido, perecieron ahogados en sus sueños, esa tierra tan anhelada no les rescató, no les

esperaba.

EL VIEJO EDUCANDO Vicente cogió el maletín sabiendo que sería su última clase, sus huesos, sus músculos, sus tendones y su diafragma habían ganado.El sí bemol se quejaba,

sin lucha, con aire nuevo tocó ante su profesor atento la lección 53 C. de S. Bach.Desmontó el clarinete con el amor de la despedida, quitó la caña, lo limpió,

lo desmontó y lo guardó. Al salir sabía que el niño Khalil seguiría fuera pegado a la ventana escuchando las lecciones de los educandos, lo llamó, el niño rió

con sus ojos negros como cada martes, se acercó a Vicente, éste tomó su mano menuda, le dió el maletín, Khalil no entendía, Vicente le explicó que el

clarinete había elegido sus manos, sus tendones, sus huesos, su diafragma y su alma.

Raíces Un día más me despierto una hora antes de la prevista para comenzar las tareas del día. Me gusta aprovechar esta hora silenciosa de la mañana para dar

un paseo en solitario por los alrededores de la casa y disfrutar de la salida del sol.

El paseo me hermana con el lugar del que partí a los quince años para estudiar en la capital. Con qué alegría lo dejé y cuánto me costaba retornar cuando

tenía que hacerlo en días señalados.

Hace años que he vuelto, cuando en la ciudad el subsistir se puso cada vez más difícil. La casa paterna se mantenía y me acogió cálida, como siempre

había sido, aunque nunca me percatase de ello.

Y me reinventé con ganas, las oportunidades de trabajo surgieron, tanto en la comarca como en la distancia a través de Internet. Hoy soy un artesano de

éxito, feliz en el lugar del que un día desee salir, viendo a mis hijos crecer, tal vez con la mirada puesta en otros horizontes como en un tiempo también yo

los tuve.

6.0 Fórmulas y ecuaciones, ideas y conceptos, definiciones, teoremas, axiomas, tesis ... como pez en el mar me deslizo rápido por este infinito océano.

Sé lo que he venido a buscar. La idea la tengo clara en la mente y así la búsqueda se hace más rápida.

Sí, aquí está.

Como con un suspiro aprehendo los datos que necesito al tiempo que una suave corriente me recorre la columna. Respiro hondo, abro los ojos y tomo

conciencia de la gravedad de mi cuerpo mientras me quito el casco para finalizar el informe sobre la pantalla holográfica, a tiempo de enviarlo a la nube,

amalgama de saberes donde otros lo esperan.

Qué lejos quedaron ya los viejos ordenadores y la 3.0.

Última estación Desperté en aquel asiento de piel vieja y arañada, aturdido por el continuo traqueteo de lo que, pensé, era un antiguo tren de pasajeros. A mi alrededor, y en

la penumbra de aquel vagón otras personas aparecían sentadas al igual que yo, o al menos atisbos de lo que alguna vez fueron: banqueros, hombres de

negocios, políticos, fontaneros, amas de casa, etc. Cada uno de ellos cabizbajo, pensativo, lúgubre, como si su sombra se hubiese adueñado de ellos y

llevasen una pesada carga sobre sus hombros. A través de las ventanas del vagón pude ver como la lluvia arreciaba fuera creando barro y lodo;

curiosamente en forma de círculos de los que pareciere intentasen salir cuerpos en llamas, sin fortuna. Los sollozos y los gritos de horror se hicieron más

fuertes a medida que entrábamos en aquel túnel cuya bóveda quedaba cerrada bajo unas palabras que me helaron la sangre: “OH, VOSOTROS LOS QUE

ENTRÁIS, ABANDONAD TODA ESPERANZA”.

LA SALIDA No sé cuánto tiempo llevo en este recinto. Ni siquiera recuerdo cuándo me trajeron aquí ni cuándo empecé a darme cuenta; debieron de traerme dormida.

Pasan los días y sigo aquí como navegando en esta oscuridad húmeda en silencio, roto tan sólo por ese sonido acompasado y monótono de una máquina

que no apagan nunca y por algunas voces lejanas. Las paredes de mi encierro se me asemejan cada vez más estrechas, aunque de alguna manera me

siento aquí protegida y salvo. Temo el momento en que vengan a por mí. No sé muy bien lo que he hecho ni lo que me espera afuera. No tengo memoria. Si

algo hice mal antes de esto, tengo el propósito de compensarlo. Daría todo lo que tengo por salir……………..

Ya están ahí, socoooorrro, me están cogiendo, me llevan afuera, mi corazón se desboca, siento ganas de llorar y lloro. Una voz que desconozco dice con

una voz alegre…..¡ha sido niña!.

ARQUITECTO Soy un joven arquitecto.

Con esfuerzo de mis padres y mio propio dibujando en la calle, a veces bajo la lluvia (¿me viste?) conseguí aprender como construir maravillosas

edificaciones.

Soñaba que me encargaban un proyecto colosal, diseñaría un edificio que todos pudieran admirar.

Por fin llegó ese día y emprendí concienzudamente la tarea que me haría famoso.

Dibuje primero en el papel mi obra maestra.

Luego conseguí los materiales y me puse a ello.

Sudé la gota gorda y poco a poco aquello iba tomando forma.

Llegó el momento y !por fin¡ un preciso castillo surgió en la playa.

Vino una ola y se lo llevó.

AUSENCIA ¿Qué siente una madre cuyo único hijo/a se encuentra forzosamente a miles de kilómetros de distancia, por un tiempo indeterminado?

Os lo voy a decir: Impotencia, rabia, soledad, dolor, mucho dolor, desamparo, sí, desamparo, porque los hijos (no importa la edad que tengan siempre serán

nuestros pequeños), aunque nos piden mucho, también nos dan mucho, su afecto, su compañía, sus risas, sus besos y sus abrazos y nos damos cuenta de

que lo que nos decían nuestros padres era cierto, nunca dejamos de ser para ellos "el meu xiquet o la meua xiqueta" . Y la historia se repite.

Pero hay que tener claro que los padres hemos de ser como aquél pescador que pone en la caña el hilo y el anzuelo, deseando atrapar un pez y cuando lo

consigue, ha de ser listo y no tensar demasiado el hilo porque si no, se rompería y el pez se iría para siempre.

Un día atípico Un día normal de oficina. Son las diez y media de la mañana. Incomprensiblemente el microclima habitual de cachondeo y alegría en la Sección del Jiji-Jaja

se encuentra sustituido por un silencio de estudio y relax que invita al trabajo.

Por la escalera de acceso a la sección suben dos jóvenes con aspecto de alegría en sus rostros, que en un momento se topan en un recodo de la oficina

con la Jefa de Equipo de la mini-sección de "últimas noticias y puesta al día" que se acerca con un vaso de café en la mano.

Sin mediar palabra entre ellos, uno de los jóvenes pregunta : ¿poca faena, o qué?.

La Jefa lo mira con cara de sorpresa sin saber a qué viene la pregunta y silenciosamente se sienta en su sitio.

Dos vidas que se cruzan sin saber de sí. Dos líneas que se acercan y al mismo tiempo se separan en el universo sin que, probablemente, se vuelvan a

acercar.

Sin duda ha sido un día atípico en la Sección del Jiji-Jaja.

Decisión Llegó el día en que decidí que de ahí no pasaba, que tenía que sentirlo aunque fuera solo un rato. No quería más utopías de deseos sin alcanzar, de lo que

oyes que te cuentan, de lo que lees que les pasa a otros; esta vez iba a ser consciente de los segundos uno a uno, del susurro de la vida nadando por mis

venas.

Me acurruqué cómodamente en el sillón que guarda mis formas, con el salón a la temperatura de un final de primavera, con el Desafinado de mi bossa-nova

favorita … y reloj que iba a contar exactamente los minutos que iba a ser feliz sin que nada ni nadie me interrumpiera, esta vez sí que sí.

Autoestima Hoy es el gran día, y estoy nervioso, pero a punto. Sé que me van a mirar, a palpar, unos me acercarán la boca, otros me echarán su aliento, quizá alguna

gota de saliva me salpique, me susurrarán o me gritarán … no me importa, estoy preparado para ser el protagonista. Va a ser mi primera vez, y aún soy muy

joven, pero estoy a punto. Noto que tengo la maquinaria ajustada y tan sólo me falta una chispa para empezar a cumplir mi misión. En unos minutos se

encenderán las luces, se llenará la sala de gente y el primer orador me tocará el botón verde para que por mi cuerpo salga su voz con el volumen

multiplicado. Hoy es mi primer día como micrófono, y voy a triunfar.

EL PROFESIONAL Aquel día llegó a casa a media tarde. Estaba radiante. Su hijo corrió hacia él para saltar sobre sus brazos y él lo colmó de besos. Después besó a su mujer y

le propuso que los tres bajaran al parque, desde donde encargó unas pizzas para poder retrasar la vuelta a casa y alargar así ese mágico momento en el

que podía disfrutar de la compañía de las dos personas que más amaba en este mundo. Se sentía dichoso y relajado como el estudiante que ha terminado

su último examen.

Tras la cena, como tantas otras noches, leyó un cuento a su hijo y una vez se hubo dormido, hizo el amor con su mujer como si la hubiera conocido esa

misma tarde. Ya tumbado en su cama, y antes de que el sueño lo atrapara, recordó lo acontecido aquel día, orgulloso y satisfecho por el minucioso y

brillante trabajo realizado. Por algo era considerado uno de los mejores asesinos a sueldo en libertad.

Petición Allí estábamos todos reunidos en la plaza mayor. Era el día esperado en que tras un largo período, ellos venían al pueblo y nos entregaban una vida laboral.

Cuando me tocó el turno, me acerqué, saqué fuerzas de flaqueza y les dije: ¿para cuándo una vida digna?

112 Sentado a pocos metros de aquel maldito océano de cuyo vientre había sido vomitado, me preguntaba el destino final de aquella botella que hacía once

años había lanzado con mi petición de socorro; en ella residía mi única esperanza de ser rescatado de aquel pequeño islote en el que me encontraba desde

el naufragio. De pronto la vi: allí estaba, en la orilla, entre un pequeño amasijo de algas. Al cogerla, quedé estupefacto al comprobar que en su interior, junto

a mi mensaje, alguien había introducido un post-it y la había devuelto nuevamente al mar. Atónito, saqué el corcho que la cerraba y con sumo cuidado

extraje aquel pequeño trozo de papel amarillo. Lo leí asombrado y acto seguido, me desmayé. Desperté invadido por una tremenda inquietud, incapaz de

pensar en otra cosa que no fuese el sueño. Fue al intentar incorporarme cuando lo vi: ahí estaba, acechante en la oscuridad, aquel maldito post-it en el que

EL HIJO DE PUTA, y a modo modo de epílogo, únicamente había escrito un numero.

EL ESPEJO Aquella mañana, como cada mañana, se miró al espejo pero allí no había nadie. Un escalofrio recorrió todo su cuerpo. Frotó el espejo con la esperanza de

que su cara se viera reflejada en él sin conseguirlo. Su corazón empezó a latir a mil por hora, como un caballo desbocado. Su cuerpo se bañó en un sudor

frío y perdió el sentido...

Cuando despertó estaba en su cama, la almohada empapada en sudor. Se incorporó sobresaltado. Su mujer le pregunto que le ocurría, él contestó que

había tenido un mal sueño, una pesadilla... ¿ y que has visto?, preguntó ella, Nada, cariño, no he visto nada.

La lluvia Como todos los días, está sentada tras la ventana. Su mecedora se balancea muy sutilmente casi al ritmo que marca su respiración. La colocamos allí para

que su mirada perdida pueda alcanzar algo más que las cuatro paredes de la habitación. Esta mañana ha amanecido lloviendo. Ella mira pasivamente el

cristal y en un momento dado, al igual que las las bolitas de mercurio se funden entre sí al tocarse formando una más grande, sus pupilas son absorbidas

por las gotas de lluvia. El fluir del agua la arrastra a lluvias de otras épocas, al chapoteo en los charcos, a las risas infantiles, al cobijarse en los tejadillos, a

las primeras “catiuscas” que así se llamaban las botas de agua en aquella época, a sus primeros besos, a su intensa y larga vida y por un momento una

sonrisa y un brillo en la mirada iluminan su cara.

Verde o Rojo. Tenía que ser rápido. Aquella situación requería un pulso firme, capacidad de decisión y nervios de acero… Vaya, justo de lo que había adolecido toda mi

vida. ¿El rojo? ¿o quizá el verde?... Por el amor de Dios, ¿cómo había llegado yo a encontrarme en aquella tesitura? ¿Es que acaso me merecía aquello?

No sabía qué hacer y cada vez quedaba menos tiempo.

- ¡Vamos, vamos! - Me repetía una y otra vez intentando calmarme mientras apartaba el sudor de mi frente. ¿El rojo o el verde? ¡¿El rojo o el verde?!

Respiraba con dificultad. Aquella habitación era angosta y mal ventilada. Tenía un cincuenta por ciento de probabilidades de acertar y tenía que ser ya, ¡el

tiempo corría en mi contra! No podía pensar con claridad, así que elegí uno al azar y…

- El verde cariño. El verde estiliza tu figura y resalta el color de tus ojos -. Respiré aliviado y sonreí. Mi mujer me miró de soslayo, llenando con un húmedo

escalofrío las paredes de aquel probador.

¿Me estás llamando gorda? -.

Deseada Libertad Conforme avanzaba por la carretera al volante de su vieja furgoneta, sentía un cosquilleo en el estómago, no sabía si por el miedo a lo desconocido o

porque realmente había tenido la valentía de dejar toda su vida aparcada por un tiempo.

Su necesidad de ganar un dinero fijo todos los meses había desaparecido y ya no había necesidad de hipotecas, ni pagos, ni relaciones con los malditos

bancos. Ahora se iba a dedicar a lo que más le gustaba: a viajar, conocer gentes, culturas, y a descubrir su propio interior; decidiría a qué hora iba a comer,

e incluso no comer si no le apetecía.

Mientras conducía decidió que de lo primero de lo que iba a prescindir era del reloj, así que lo desabrochó de su muñeca y lo tiró por la ventanilla; en ese

momento sonó el móvil e hizo lo mismo, necesitaba romper las cadenas de su esclavitud.

Fue su primer gesto de libertad

ATARDECERES PARECIAMOS NIÑOS QUERIENDO IR TODOS EN EL REMOLQUE DEL PIC-UP QUE NOS CONDUCIA POR EL PARQUE DE PETRA, EN

JORDANIA,CIRCUNDANDO LAS MONTAÑAS SALVAJES QUE LO RODEA. NUESTRA ALEGRIA SE CONVIRTIÓ EN EMOCIÓN AL VER DESDE EL

CAMINO, FRENTE A LAS TUMBAS REALES, EL ESPECTACULO QUE NOS OFRECIA EL SOL PONIENDOSE ENTRE LAS RUINAS NABATEAS

CAMBIANDO DE COLOR CONFORME EL SOL DESAPARECIA ENTRE ELLAS. PERO NO SOLO DESAPARECIÓ EL SOL ENTRE AQUELLAS RUINAS,

TAMBIÉN DESAPARECIÓ EL AMOR ENTRE UNA PAREJA AMIGA, CUYO PRECIOSO ATARDECER PARA EL RESTO, SE ENEGRECIÓ SIEMPRE

PARA ELLOS. AL VOLVER A CASA SE SEPARARON.ESTE FUE SU ULTIMO ATARDECER.

UN DIA SIN SUERTE. Se quedaron mirandose fijamente el uno al otro. Ella le clavó su mirada como si estuviera dudando. El la miró insistente. No importaba que la lluvia fuera

calando en sus cuerpos ni que el mundo no se hubiera detenido, ellos creían que sí.

Si hubiera ocurrido dos años atras ella no hubiera dudado, no.

- Las cosas nunca ocurren cuando una quiere, pensó ella mientras sentía que la indiferencia le invadía el alma.

Fue curioso ver como algo que siempre ella había deseado lo tenía ahora en la palma de sus manos.

También fué curioso notar como por primera no le importaba en absoluto.

Y se produjo que al mover sus labios acertó a decir: Esta vez NO.

Y se alejó como quien se aleja del infierno.

Y él se quedó empapado por dentro y por fuera, pero se repuso enseguida y pensó que él era mucho mejor que ella, y que había muchas, mas guapas, mas

jóvenes, en su agenda de teléfono.

Absorto, contemplando su agenda, cruzó en el momento en el que el todoterreno giraba.

No fué un dia con suerte.

FUERA DE CONCURSO Este microrelato está fuera de concurso. Simplemente es un ejemplo para que podáis ver lo que ocupan 1000 caracteres. Hasta aquí llevamos mas o menos

153.

"Los microrrelatos son una apuesta por la literatura futurista cuyas innovadoras técnicas responden a las exigencias de un mundo más moderno, donde el

tiempo es plata y la prosa breve es oro. Los narradores que valoran lo efímero en la literatura, cultivan una prosa breve, mientras más breve mejor. Se trata

de una literatura que está muy cerca de prosa poética y que, al mejor estilo de los haikus, se parece a un félido veloz y cimbreante, constituido más por

músculos que por grasa". (Wikipedia).

No es obligatorio llegar a los 1000 caracteres. Es posible hacerlo solo con 100 o incluso menos.

Es hora de vuestra imaginación y saber hacer con la pluma, quiero decir, con el teclado.

Participad!. Y los que no queráis escribir votad aquellos que os gusten. Hagamos cosas nuevas. Intentémoslo por lo menos.

Un saludo. Feliz escritura.