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Debate formalistas – sustantivistas
Antonio Escorcia
La presenta reseña mostrará brevemente una de las discusiones más sonadas
entre los años 50-60 que representó al subcampo de la antropología económica:
del llamado debate sustantivistas – formalistas.
Antes del inicio de estas discusiones sobre los marcos epistemológicos que
debían seguir cada postura teórica (formalistas – sustantivistas) había una
discusión concreta: entre los “primitivistas” y los “modernistas”. Para los primeros
las sociedades “primitivas” no tenía posibilidad de aplicar modelos formales de la
“ciencia” para comprender a los “primitivos” mientras que los “modernistas” veían
lo contrario, los modelos formales o herramientas epistémicas podrían ser útiles
para develar generalidades que en las sociedades habían. Los primitivistas venían
del lado de la antropología y los modernistas eran predominantemente de la
economía y la política.
A principio lo que se gestaba era ver si las aplicaciones de la economía en las
sociedades “primitivas” eran posibles o si era inviable trazar un proyecto
investigativo entorno al análisis de los procesos que se tenían en las sociedades
capitalistas al momento de hablar sobre lo que era la comprensión del mercado.
En esa medida, la primera aplicación de lo “económico” en las sociedades
“primitivas” las realizaron los formalistas. El formalismo surge por la influencia del
marginalismo económico que es “…iniciada en los años 30 y ampliamente seguida
después por economistas tan destacados como P. Samuelson,, G. Becker
(Premios Nobel de Economía), mantiene los siguientes presupuestos básicos: 1)
La actividad económica es una respuesta a la escasez de los medios
para hacer frente a las necesidades humanas; 2) La actividad económica es
racional cuando trata de combinar lo mejor posible bienes escasos para
alcanzar fines alternativos; 3) El mercado es la institución económica por
excelencia puesto que proporciona el contexto social más favorable para el
ejercicio de una actividad económica racional. (Palenzuela, 2002, p. 3)
Para los formalistas lo económico “no existen medios ni fines específicamente
económicos sino que solo es económico el proceso de asignación de recursos
escasos a fines alternativos” (Molina, 2004, p.47) es decir, con los recursos
disponibles lograr maximizarlos para satisfacer necesidades básicas que todas las
sociedades tienen: alimentación, reproducción, ordenamiento, etc.
Esta postura vendría haciendo de lo económico un hecho “racional” es decir,
desde los comportamientos sociales habría todo un movimiento para obtener unos
fines alternativos que serían la derivación de un proceso total de la sociedad, por
lo que haría a lo “económico”, en esta definición, algo que sería indispensable y
que en todos lados esta racionalidad será la propuesta. Como es un fenómeno
racional y que como tal es dispuesta para las sociedades el formalismo tiene una
postura tanto positivista
En tanto es un hecho racional incumbe al individuo como a la sociedad: es un
proceso que recorre las prácticas de obtención ventajosa de recursos derivados
Aquí desde lo que autores como Firth y Herskovits ofrecen, muestran que es un
hecho que en escala es variable (en sociedades “primitivas” los fines sería
abundantes por la “perennidad” de la escasez de los “primitivos”; mientras para las
sociedades capitalistas es el principio para la acumulación de recursos en
detrímetro, en parte, de las satisfacciones básicas); otro de los puntos en lo que se
encuadran es el uso generalizado del enfoque cuantitativo.
Las herramientas que utilizaban eran las descripciones estadísticas que eran
minuciosamente aplicadas para dar cuenta de los efectos de esos procesos
racionales que aplicaban las sociedades “primitivas”.
Después entró en escena dentro de la antropología económica el sustantivismo
que está encabeza por Karl Polanyi. La postura sustantivista versará por las
particularidades que cada sociedad (que incluyen occidentales y no occidentales)
prefijarán a que la economía es, primeramente una construcción histórico-social;
segundo, la economía no era un ámbito que estaba por fuera de las relaciones
sociales, estaba dentro, incrustado, con las prácticas y saberes locales; al final es
el análisis y comprensión del por qué comercio, moneda y oro han estado unidos
históricamente.
Estos procesos no se realizan en “operaciones individualizadas” ni “introducidas
racionalmente” como lo planteaban los formalistas es una práctica relacionada con
la totalidad de saberes que dan coherencia a economía (local-regional-mundial y
occi-no occi).
Lo que logra ofrecer esta comprensión de lo económico en la esta postura de la
antropología económica es el carácter especializado de la economía capitalista.
Tiene su particular e históricamente devenido proceso económico por lo que la
pertinencia del mercado aquí es de otra esfera que en otras sociedades. Véase
entonces que el mercado no hace a la sociedad de mercado, hay sociedades que
no son, empero, enteramente de mercado como otras que están
hipermercalizadas o en otros términos son sociedades de mercado (como la
capitalista).
El mayor aporte que la línea sustantiva deja es a lo económico como las formas y
estructuras sociales de la producción, la distribución y de la circulación de bienes
materiales que caracterizan a una sociedad en un momento determinado”
(Godelier, citado de Palenzuela, 2002)
La definición aborda de en un sentido amplio lo que sociedades occidentales y no
occidentales llevarían al ejercer unas formas de producir, distribuir y consumir
unos bienes y servicios que adjudicarían a resolver unas necesidades básicas y
aportarían a la reproducción social (vital, de significado, material, etc).
A partir de ahí lo económico es definido institucionalmente cuanto que es la
reproducción o la puesta en circulación de unas estructuras sociales concretas
haciendo, pues, que se obvien los marcos en conflicto y las disparidades globales
que están sujetas cada comunidad al momento de comprender su construcción
discursivo-histórica relacionadas con la compleja relación entre sociedad-
economía-mundo.
Bibliografía
Gómez, Eloy. (2004). Tema 3: la antropología económica. En: Introducción a la
antropología social y cultural
Molina, José. (2004). Manual de antropología económica. Universidad Autónoma
de Barcelona.
Palenzuela, P. (2002). “Los orígenes de la Antropología Económica: ¿tienen
economía los primitivos?”, en antropología Económica: Teorías y debates.
Memoria 1998-1999. Convenio CID-Suiza-UMSA.