22
33 Paro agrario: crónica Paro agrario: crónica de un conflicto alargado* de un conflicto alargado* Debates * Este trabajo forma parte de una investigación del Grupo de Estudios Rurales del Instituto Gino Germani UBA, financiada por la Agencia Nacional de promoción de Ciencia y Técnica y por la UBA. Colaboran en los bancos de información sobre el con- flicto Claudia Calvo, María Celeste Castro García, Natalia Buzzela y Cesar Gómez. ** Profesora- investigadora de la UBA. *** Profesor-investigador UBA-CONICET **** Doctorante de la UBA, becario FONCYT en el Grupo de Estudios Rurales. El paro agrario comienza siendo uno de los periódicos reclamos sectoriales del campo por precios, impuestos o condiciones de producción -en este caso por un aumento en la alícuota de las retenciones- y se convierte con el paso del tiempo en un conflicto político. El campo sojero, el campo del agronegocio, se presenta como "un campo" sin diferencias internas y el gobierno nacional en sus ansias de polarizar la sociedad, refuerza esa consigna. La arena política se dicotomiza y el conflicto va desplegando confrontaciones, marchas y contramarchas. En este tra- bajo se intenta una cronología y una periodización del conflicto y se arriesgan algunas interpretaciones Norma Giarracca ** Miguel Teubal *** Tomás Palmisano****

Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

33

Paro agrario: crónica Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*de un conflicto alargado*

Debates

* Este trabajo forma parte de una investigación del Grupo de Estudios Rurales delInstituto Gino Germani UBA, financiada por la Agencia Nacional de promoción deCiencia y Técnica y por la UBA. Colaboran en los bancos de información sobre el con-flicto Claudia Calvo, María Celeste Castro García, Natalia Buzzela y Cesar Gómez.

** Profesora- investigadora de la UBA.*** Profesor-investigador UBA-CONICET**** Doctorante de la UBA, becario FONCYT en el Grupo de Estudios Rurales.

El paro agrario comienza siendo uno de los periódicosreclamos sectoriales del campo por precios, impuestos ocondiciones de producción -en este caso por un aumentoen la alícuota de las retenciones- y se convierte con elpaso del tiempo en un conflicto político. El campo sojero,el campo del agronegocio, se presenta como "un campo"sin diferencias internas y el gobierno nacional en susansias de polarizar la sociedad, refuerza esa consigna. Laarena política se dicotomiza y el conflicto va desplegandoconfrontaciones, marchas y contramarchas. En este tra-bajo se intenta una cronología y una periodización delconflicto y se arriesgan algunas interpretaciones

Norma Giar rac ca **Migue l Teuba l ***

Tomás Palmisano****

Page 2: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

34 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

Introducción

Salimos de Buenos Aires en unclima social de tregua y eso nosaseguraba que podríamos atrave-sar una de las zonas agrícolo-ganadera más rica del país hastallegar a Santa Rosa en La Pampa.Nos había invitado la UniversidadNacional de La Pampa a debatiracerca del paro agrario y a unencuentro con productores.Tomamos la ruta 5, los cortes apa-recieron en cuanto nos interna-mos en las zonas de tambo; en lostrechos anteriores, en los camposya no había soja y la cosecha finaaún no se había sembrado. Aunasí, los “silos-bolsas” donde sealmacena la soja, la modernamaquinaria agrícola y las empre-sas semilleras como SPS, la pro-paganda de Syngenta o la propiaMonsanto nos recordaba queestábamos atravesando una delas zonas donde primero se impu-so la soja como producto deexportación.

En algunos puntos había presen-cia del paro -productores conver-sando, los flamantes implementosagrícolas a la vera de la ruta, loscarteles, etc.- pero recién nosatrevimos a parar en Chivilcoy, enun espacio importante entre lasdos manos de la ruta. El paro loorganizaba una mujer de unos 40años, eficiente, con papeles en lasmanos quien parecía tomar ladecisión acerca de los camionesque pasaban y los que no: la con-

signa era que no pasaran cerea-les destinados a la exportación yganado en pie para faena. Con laguía de transporte en mano laactivista, en consulta con los hom-bres, permitía o no el paso.

Mientras esta situación ocurría,sacamos algunas fotos y estaacción se convirtió en un error.Predispuso mal a los productoresque reaccionaron con desconfian-za hacia nosotros y nos pidieronalguna identificación. Mientrasunos miembros del grupo busca-ron nuestros libros (nuestrasmejores identificaciones) en elcoche, otros permanecimos tra-tando de convencer a los produc-tores de que éramos gente de launiversidad que quería compren-der la situación del paro. Llegaronlos libros, la mujer se desocupó eintervino en la conversación justifi-cando la actitud descortés del pro-ductor. La situación nos demostró(y enseñó) que no estábamosentrevistando productores -comotantas otras veces antes- en susexplotaciones, en situaciones nor-males y distendidas. Estábamosatravesando uno de los parosagrarios más largos y complica-dos que recordamos en nuestrascarreras de investigadores de losestudios rurales. Había comenza-do el 12 de marzo de 2008 por lafirma de una resolución ministerialque subía la alícuota de retencio-nes a la producción de soja y gira-sol.

Page 3: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

35El conflicto agrario

El conflicto y sus compo-nentes

¿Qué caracteriza este conflicto?¿Existe la posibilidad de que bajoel lema “el campo” se puedanconcentrar estos y muchos otrossentidos de los cortes de ruta?

Este artículo se propone pensaresta cuestión. Comprender unpoco más por qué uno de losperiódicos paros agrarios de laArgentina se convirtió en un con-flicto político que mantuvo en viloal país durante muchos meses.Se alargó como nunca antes en lahistoria del país. Antes de acer-carnos a la caracterización delproceso del desarrollo del conflic-to y una posible periodización,queremos dejar en claro algunasconceptualizaciones y caracteri-zaciones que han circulado, nosiempre del todo correctamente,en estos meses.

Decíamos anteriormente que lasentidades agropecuarias, a vecesen conjunto, otras una o dos jun-tas, han reclamado por sus intere-ses económicos en la mayoría delos gobiernos del siglo XX. Lo hanhecho durante todos los gobier-nos democráticos pero también,por ejemplo, en el régimen deJuan Carlos Onganía, siendoministro de Economía AdalbertKrieger Vasena. Las entidades tie-nen experiencia y un largo ejerci-cio en los reclamos sectoriales deprecios, bajas en los impuestos,tipo de cambio favorable a laexportación, etc. A poco de que la

democracia regresara al país des-pués de la ominosa dictadura delos setenta, ConfederacionesRurales Argentina (CRA) organi-zó, en marzo de 1985 un “camio-netazo” contra la tibia políticaintervencionista del presidenteAlfonsín; unos años después, enla exposición de la Sociedad RuralArgentina, “la patota ganadera”(como tituló la revista ElPeriodista) desató una fuerte sil-batina al presidente de laRepública. En aquellos años, losganaderos no encontraban for-mas claras de acercarse a los pro-ductores agrarios que ya que seestaban entusiasmando con lasoja (aún sin la semilla transgéni-ca) y sus precios internacionalesen alza. En los años posteriores,el 19 y 20 de marzo de 1991, FAAy CONINAGRO organizaron unparo con marchas por todo elpaís; el 2 y 3 de noviembre de1992 FAA, CRA y CONINAGROpararon y movilizaron el interior; el27 de julio de 1993 hubo tractora-zo y marcha a la Plaza de Mayoconvocado por FAA, CRA y CONI-NAGRO; en 1994 hubo un fuerteparo agrario en el que, nuevamen-te, la única entidad que se dife-renció fue la SRA dada la exce-lente relación con el gobierno víaprivatización de los puertos y losestrechos contactos de los presi-dentes de la entidad con el secre-tario de Agricultura. A fines de losnoventa nuevamente el campollega a Buenos Aires y en esosaños el problema fundamental esel peligro de los activos por el

Page 4: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

36 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

endeudamiento del sector(Mónica Higa, 2000). Es decir, elcampo, sus entidades corporati-vas, han salido a reclamar siste-máticamente por sus intereses.

Son acciones corporativas, esdecir que sus demandas, de serrespondidas, favorecen a un sec-tor social y no necesariamente alconjunto social. Esta es la primeradistinción necesaria de realizar: elparo agrario se inscribe dentro dela tradición de las acciones corpo-rativas que nada tienen que vercon los nuevos movimientossociales alrededor de los recursosnaturales. Mientras los primerosbuscan satisfacer requerimientossectoriales, los segundos buscanexpandir derechos sociales como,por ejemplo, el cuidado de los bie-nes comunes, la reparación histó-rica de regresar sus territorios alas comunidades indígenas, ellogro de la soberanía alimentaria,etcétera.

Otra cuestión que es necesarioaclarar son las retenciones oderechos de exportación comoherramienta legítima del Estadopara interceptar renta. Esto se harepetido incansablemente enestos meses pero muchas vecesqueda confusa la fundamentaciónde tal legitimidad. La renta agra-ria es un elemento fundamentalde la “cuestión agraria”, es aquelloque hace particular (un problema)la producción en el campo y sebasa sobre la participación, porahora insustituible, del recurso tie-rra. En efecto, la tierra es unmedio básico de producción en

los procesos de producción agra-ria y, a diferencia de otros medios,no es una mercancía, no es pro-ducto del trabajo humano. La tie-rra es un bien natural cuya apro-piación misma es condición deposibilidad para obtener en la pro-ducción capitalista no sólo unaganancia sino una sobregananciaque en la teoría económica sedenomina renta. Pero si esa tierra,además, está ubicada en los terri-torios con fertilidades superiores ala media mundial, no sólo existe lacondición de posibilidad de unarenta por propiedad, sino por ferti-lidades diferenciales (Giarracca yTeubal, 2005). La Argentina esejemplo en el mundo por la gene-ración de renta agraria y todo sudesarrollo como nación, se basósobre un modelo agroexportadorque tuvo a la renta como pivote deenriquecimiento de las elites terra-tenientes muy relacionadas conlas clases políticas dirigentes. Losgobiernos democráticos del sigloXX, sobre todo los gobiernosperonistas de 1945-55 y el cortoperíodo de 1973-1976, tuvieronpolíticas para interceptar esarenta o ganancia extraordinaria.En aquellos tiempos no cabíandudas de que la clase terratenien-te agrupada en SRA y CRA repre-sentaba los actores clave delmodelo agrario: el sector con elque el gobierno se enfrentabapara producir la intercepción de larenta que se utilizaba para laindustrialización del país.

En la actualidad la cuestión delas ganancias extraordinarias per-

Page 5: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

37El conflicto agrario

siste. Puede discutirse si realmen-te la renta absoluta (por propie-dad) sigue existiendo pero nocabe duda acerca de la presenciade renta diferencial por fertilidadde los suelos en la producción degranos en la región pampeana.No obstante aparecen seriasdudas acerca de cuáles son losactores agrarios que se quedancon las fabulosas ganancias y lassobreganancias del sector. Anuestro juicio, la conformación delmodelo del agronegocio está enmanos de nuevos actores econó-micos ligados con el negocioagrario mundial: empresas semi-lleras, grandes exportadores y losfondos de inversión. Los viejosactores agrarios entraron comosocios subalternos en el nuevomodelo1.

Antes de iniciar la cronología delconflicto, marcando aquellos hitosque posibilitan una posible perio-dización, describiremos sucinta-mente el escenario agrícola de los

últimos años y remitimos al lector,para una ampliación, a trabajosanteriores del equipo (Giarracca yTeubal, 2005). Nuestros interro-gantes tienen que ver con el cam-bio de sentido que, a medida queavanzan las semanas, va mos-trando el conflicto y como estoestá posibilitado por el juego polí-tico que van desarrollando losactores en juego: gobierno y lascuatro entidades corporativas.

Soja y agronegocios en laArgentina: la crisis delmodelo

No cabe duda de que al interiordel agro argentino se produjo enlos últimos tres lustros una extre-ma sojización de la producción,que a partir de mediados de losaños ‘90 se basa sobre la aplica-ción de la semilla transgénica. Elauge de la soja, por otra parte,explica en gran medida el aumen-to de la producción agropecuaria

1 En relación con este punto no hubo acuerdo en los debates de los últimos meses:algunos periodistas y economistas se empeñaron en considerar que los viejos propie-tarios son mayoritarios en la producción sojera y se les restó importancia a los “poolsde siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento en que el 86%de los productores pampeanos están en la categoría “propietarios” y suponían que los“pools de siembra” son puros tomadores de tierra , es decir entran en la categoría“arrendatarios”. Hay que aclarar que el censo de 2002 tomó por un lado “formas detenencia” y luego una pregunta sobre “formas de gestión” donde aparecen los “poolsde siembra”. El censo nada dice sobre la forma de tenencia de los pools y por ahorano se ha realizado el cruce de esa forma de gestión con la variable de “formas detenencia”. La aseveración de que son los viejos propietarios los que se enriquecieroncon la soja no tiene ningún sustento en los datos del Censo Nacional Agropecuario de2002. Nosotros para decir lo contrario nos basamos en estudios de campo e informa-ción cualitativa. Pensemos por ejemplo en Gustavo Grobocopatel, quien forma partede uno de los pools más importante y es propietario de 20.000 hectáreas propias. Lomismo pasa con los grandes usurpadores de las tierras indígenas y campesinas deSantiago del Estero y Salta, son grandes propietarios de Córdoba y Santa Fe.

Page 6: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

38 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

en su globalidad durante esteperíodo. Por ejemplo, la superficiecultivada pasó de los 21,2 millo-nes de hectáreas en la campaña1994/95 a los 27 millones de hec-táreas en 2001/02. Esta expan-sión se explica mayormente por lasoja, que representó un 95,5% dedicho incremento.

La soja es un producto de expor-tación por excelencia, no sólo porel aceite que se produce con ella,sino también porque sus subpro-ductos -pellets, tortas, harina, etc.-forman el alimento balanceadoprivilegiado por Europa para ali-mentar a sus cerdos, aves yvacas. Más del 90% de la produc-ción sojera se exporta; representóen el año 2007 24,4% de lasexportaciones totales del país. Enmateria de aceite se exportaron4.275 millones de dólares, harinay pellets 5.762 millones y poroto3.428 millones de dólares. Todosestos productos sumaron 13.602millones de dólares. Este auge delas exportaciones del último añose debió no sólo a mayores volú-menes sino también a un alzaimportante de los precios de lasoja.

En diversos sectores de la comu-nidad se aclama el auge de la sojapara la evolución económica delpaís. Los economistas celebransu contribución al saldo positivode la balanza comercial y fiscal,necesarios para pagar los servi-cios de la deuda pública y paracubrir necesidades presupuesta-rias de todo orden. De allí elimpulso dado desde el Estado al

modelo sojero. Por las retencio-nes y los impuestos cobrados engeneral los gobiernos en muchossentidos se transformaron en“socios” de deteminados sectoresagropecuarios, en particular delos grandes exportadores.

Los defensores del modelo,señalan que el auge de la deman-da internacional de la soja nodebe ser menospreciado. Sea porla creciente demanda de China yde la India, o por la generada porla producción de los agrocombus-tibles crece en el imaginario popu-lar la idea de que“la soja nos va asalvar a todos”, “no matemos lagallina que pone los huevos deoro”.

Asimismo, se menciona que setrata de un cultivo que se producesobre la base de una “tecnologíade punta”, utilizando nuevos ymodernos sistemas productivos(la siembra directa, la doble con-secha, la utilización de la semillatransgénica RR que es resistenteal glifosato que mata toda lasmalezas), etc. Todos estos facto-res apuntan a que no deberíanponerse “trabas” al modelo sojeroimpulsado en el país.

La crisis actual puede vislum-brarse como una de las conse-cuencias de la extrema sojización,enmarcada en las políticas neoli-berales desregulatorias que sevienen aplicado desde los años1990 a esta parte (acerca deldecreto de desregulación del año1991 veáse Teubal, Dominguez ySabatino, 2005). La crisis actual

Page 7: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

39El conflicto agrario

pone de manifiesto cómo aquellasmedidas incidieron sobre la faltade un endamiaje institucional ade-cuado para hacer frente al aumen-to fenomenal que han tenido enlos últimos años los precios inter-nacionales de la soja y de losotros commodities. Impulsados engran medida por factores especu-lativos que se manifiestan en elmercado de commodities deChicago, este alza de preciosencuentra al país con pocos ins-trumentos efectivos para moderarla incidencia de esos preciosexternos sobre los precios alimen-tarios internos.

Estas liberalizaciones y desregu-laciones nos llevan a considerar aaquellos agentes económicos vin-culados con el campo argentino,que inciden sobremanera en lapolítica agropecuaria en ciernes yque configura lo que hemos deno-minado el modelo del agronegocioel cual subyace al modelo sojero:grandes empresas, semilleras ypools de siembra que juntamentecon un reducido número de expor-tadoras y con un componentefinanciero importante inciden fuer-temente en la dinámica del sectoragropecuario argentino. Sonestos los sectores que conformanel modelo del agronegocio en elpaís. Tienen incidencia, aunqueno necesariamente tuvieron visibi-lidad en esta crisis. (En efecto, adiferencia de otros períodos, nose han presentado a las sesionesde las comisiones del Congresolos representantes de estos secto-

res, que por otra parte, se mantie-nen con un bajo perfil en relacióncon los medios).

Al margen de estos sectoresestán los medianos y pequeñosproductores, campesinos y comu-nidades indígenas, que confor-man la gran mayoría de los pro-ductores agropecuarios delcampo argentino. En el debateque se tuvo a lo largo de estosmeses se extremó la dicotomíacampo/gobierno, cuando en reali-dad “el campo” se remite a unsector altamente heterogéneodonde estos sectores a que hace-mos referencia aquí son amplia-mente mayoritarios.

En estos días la atención puestasobre las exportadoras lideradaspor Cargill ha aumentado frente adenuncias de maniobras para evi-tar el pago efectivo de las reten-ciones que les corresponderíanpagar. Cargill en 2007 tuvo expor-taciones por 4.094 millones dedólares, un aumento del 65% enrelación con el año anterior. Lasegunda aceitera más importanteen materia de exportaciones fueBunge Argentina con exportacio-nes que en ese mismo año alcan-zaron 2.692,6 millones, 31% másque en el año anterior, LCDArgentina (Dreyfus) es otra cerea-lera que exportó por 2.033,4 millo-nes de dólares más de 45% de loque exportó en 2006.

A la lista de grandes exportado-res, aceiteras y cerealeras lidera-das por estas empresas se sumanla Aceitera General Deheza,

Page 8: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

Molinos Río de la Plata, Vicentin yNidera. Son firmas que exportaronen 2007 por un total de 14,5 milmillones de dólares, 26,6% de lasexportaciones totales del país.Son empresas que se encuentranentre las 10 principales exportado-ras (acompañadas por YPFRepsol, Minera Alumbrera,Tenaris Siderca). Las cerealerasson demandadas por el fisco poruna presunta evasión de 650millones de dólares; las aceiterastambién, por 300 millones deretenciones no pagadas. A estosagentes económicos se agreganlos grandes sojeros y cerealeros ylos “pools de siembra” comoagentes privilegiados del modelo.

El modelo que impulsan estossectores, además de romper lasoberanía alimentaria de laArgentina, destruye puestos detrabajo y debilita a los pequeños ymedianos productores ya quemientras la soja genera un puestode trabajo cada 500 hectáreas, laeconomía familiar crea 35 puestosde trabajo cada 100 hectáreas,situación que se empalma con elhecho de que la soja demandamás de 500 hectáreas para queuna unidad productiva sea viabley autosuficiente. Es en este con-texto de debilitamiento de la situa-ción de los trabajadores delcampo y de la pequeña produc-ción rural donde debe inscribirseel conflicto actual.

En el debate producido sobre lasretenciones se pusieron de mani-

fiesto los altísimos márgenes quegenera la producción sojera en elmomento actual, así como tam-bién algunos de los márgenespara el maíz, el trigo y el girasol.Lo que no se tomó en cuenta en eldebate en los medios fue la renta-bilidad que tienen los productoresque no producen soja, los tambe-ros, ganaderos de zonas margina-les, e incluso productores de culti-vos industriales del interior comopor ejemplo los pequeños produc-tores cañeros de Tucumán. A estegran conjunto del sector agrope-cuario no le ha ido tan bien enestos años. Muchos de ellosdesaparecieron en el pasado obien no se hallan en una situacióntan holgada como pudiera creerseen la actualidad.

El des-orden del conflicto

La realización de una cronología,por más tentativo o embrionarioque sea su carácter, requiere deuna serie de decisiones teóricas einterpretativas que respalden laelección de determinados eventosentre la enorme variedad que elconflicto ha expuesto.

Una primera aproximación aldesarrollo de los eventos podríaser representado en el gráfico Nº 1, un ordenamiento donde lasbarras que separan distintos perí-odos del conflicto responden asituaciones en que la Comisión deEnlace (espacio de decisión delas cuatro entidades agrarias, de

40 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

Page 9: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

41El conflicto agrarioG

ráfic

o N

º 1.

Tie

mpo

de

conf

licto

: eve

ntos

sig

nific

ativ

os

25/0

2CR

A,F

AA

,SR

A,

CON

INA

GRO

emite

nun

com

unic

ado

conj

unto

enop

osic

ión

ala

polít

ica

gana

dera

delG

obie

rno

11/0

3Re

solu

ción

125:

Apl

icac

ión

del

siste

ma

dere

tenc

ione

sm

óvile

s.

02/0

4Su

spen

sión

dela

prot

esta

25/0

3D

iscur

sopr

esid

enci

alde

Crist

ina

Kirc

hner

dond

ecal

ifica

ala

prot

esta

com

olo

spiq

uete

sdel

a

02/0

5Fi

nde

latre

gua

anun

ciad

apor

laCo

misi

ónde

enla

ce

Con

flict

oTr

egua24

/04

Renu

ncia

Mar

tínLo

uste

aual

Min

ister

iode

Econ

omía

07/0

5D

esm

entid

asm

utua

sen

treEd

uard

oBu

ssi

(FA

A)y

elje

fede

gabi

nete

Alb

erto

Fern

ánde

zen

torn

oa

los

resu

ltado

sde

una

Con

flict

o

19/0

5Ce

sede

lPa

ro Treg

ua25/0

5A

ctos

deRo

sario

ySa

lta 26/0

5La

sent

idad

esde

clar

anel

esta

dode

aler

tay

mov

iliza

ción30

/05

Det

iene

na8

rura

lista

sen

San

Pedr

o

Con

flict

14/0

6D

eten

ción

deD

eAng

eli

yot

rosp

rodu

ctor

es

14,1

5y

16/0

6Ca

cero

lazo

sen

cont

rade

lGob

iern

oy

mov

iliza

cion

esen

sufa

vor

17/0

6Cr

istin

aK

irchn

eren

vía

proy

ecto

sobr

ere

tenc

ione

salC

ongr

eso

20/0

6Se

leva

nta

elpa

ro

Treg

uay

deba

teen

elC

ongr

eso

Sein

stala

nen

lapl

aza

del

Cong

reso

carp

asen

apoy

oal

gobi

erno

yun

are

spal

dand

oa

lase

ntid

ades

rura

lista

s.

05/0

7La

Cám

ara

deD

iput

ados

apru

eba

elpr

oyec

tode

laPr

esid

enci

ay

sum

ava

rias

polít

icas

adho

c.

Dis

curs

o pr

esid

enci

al d

e C

ristin

aK

irchn

er d

onde

cal

ifica

a la

pro

test

aco

mo

los

piqu

etes

de

la a

bund

anci

a

Des

men

tidas

mut

uas

entre

Edua

rdo

Buz

zi (F

AA

) y e

lje

fe d

e ga

bine

te A

lber

toFe

rnán

dez

en to

rno

de lo

sre

sulta

dos

de u

na re

unió

n

Cac

erol

azos

en

cont

ra d

elG

obie

rno

y m

ovili

za-

cion

es e

n su

favo

r

Se in

stal

an e

n la

pla

za d

elC

ongr

eso

carp

as e

n ap

oyo

al g

obie

rno

y ot

ras

enre

spal

do a

las

entid

ades

rura

lista

s

16/0

7El

Sen

ado

rech

aza

elpr

oyec

to d

e le

y co

nm

edia

san

ción

de

Dip

utad

os c

on e

l vot

ode

des

empa

te d

elvi

cepr

esid

ente

de

laN

ació

n y

pres

iden

te d

elSe

nado

, Jul

io C

. Cob

os

Deb

ate

y re

chaz

o en

el

Sena

do

Con

flict

oC

onfli

cto

Page 10: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

aquí en más CE)2 anuncia conflic-to o tregua que posibilite la nego-cición. En el gráfico aparecen losactores sociales en conflicto yaque, desde nuestra perspectiva,es de central importancia com-prender como éstos actúan paradar sentido a sus experiencias através de una serie de representa-ciones, marcos de significación,entendimientos cognitivos y emo-cionales; lo que conocemos analí-ticamente como “la perspectivadel actor”. Desde esta mismaaproximación teórico-metodológi-ca se puede caracterizar el con-flicto como una “situación de inter-fase” marcado por las rupturasmás que por las continuidades y,precisamente, de ese modo quisi-mos representarlo en el gráficoNº 1. (Long and Long: 1992)

Por otro lado, se puede recono-cer a lo largo de estos días deconflicto una constante discursivaque atraviesa el escenario; unafuerte batalla simbólica en la quelas partes en confrontación seinterpelan constantemente dandocomo resultado la nominación desus polos: “el campo” vs. “elGobierno”.

En ambas partes se reúnen posi-ciones o demandas diversas y pormomentos antagónicas. En estesentido, fueron los dirigentes delas entidades ruralistas -Eduardo

Buzzi, Fernando Gioino, MarioLlambías y Luciano Miguens-quienes primero sacaron ventaja,pues desde el inicio se presenta-ron como representantes de “elcampo”. Esta postura les fue muybeneficiosa pues cuanto másabarcativo y laxo es un concepto,mayor es la posibilidad de incluiren su significado posiciones hete-rogéneas. Tal como lo planteaRubén Dri:

“La lucha actual que diversos secto-res contrapuestos de la producciónagrícola y ganadera han entabladoen contra de la política de retencio-nes llevada adelante por el Gobiernose expresa como la lucha delcampo. Pero ¿qué es el campo?¿Es el pequeño pedazo de terrenode 11 hectáreas que tenía mi padrey que desapareció bajo las aguasocasionadas por la represa de SaltoGrande? ¿Es la estancia correntinaque tiene 11 mil hectáreas? … Si lalucha es la del campo, ¿quién puedeoponerse? Todos defendemos elcampo. El problema es que en estalucha económica y profundamentepolítica astutamente se ha recurridoa un símbolo que, como todo símbo-lo, recubre las fracturas, las contra-dicciones, los intereses contrapues-tos. Al aceptar que la lucha es delcampo, el Gobierno y, en general, lasociedad han perdido una batallafundamental” (Dri, Página 12, 14/5/2008)

A medida que el conflicto se des-pliega, el significante “campo”

42 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

2 Ellas son: Federación Agraria Argentina (FAA), Confederación IntercooperativaAgropecuaria (CONINAGRO), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y SociedadRural (SRA). Si bien CONINAGRO, a diferencia del resto de las organizaciones, inte-gra cooperativas cuyo fin es económico y no gremial, actúa de hecho como un sectorgremial por el peso económico que ha alcanzado como entidad de tercer grado.

Page 11: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

comienza a integrar mayor canti-dad de reclamos que abarcan,desde la suspensión de la resolu-ción 125 que fija las retencionesmóviles hasta un cambio demodelo productivo; desde la reva-lorización de las institucionesestatales (Congreso, PoderJudicial) hasta la desvalorizaciónde la imagen presidencial.

Los representantes de estossupuestos polos (gobierno-campo) se dedicaron a definirsemutuamente como antagónicos,como ese “otro” cuya presenciarefuerza la identidad beligerante.En este juego político, subyace lacreencia de que es fácil generarhegemonía si “el campo” es la “oli-garquía golpista”, productores queparticipan de “piquetes de laabundancia”. En la vereda deenfrente, la búsqueda de adhesio-nes lleva a algunos a revitalizar elpeligroso dogma según el cual elEstado debe retroceder y darlelugar al mercado: se argumentaque la administración pública ine-ficiente malgasta los recursos delpaís en diversas formas, pocofederales y republicanas. Desdeesta perspectiva se pierde devista toda la heterogeneidad del“campo” y todos los pliegues delgobierno nacional, sus errorespero también sus aciertos (políticade Derechos Humanos, por ejem-plo). El peligro de la dicotomiza-ción es el solapamiento de losméritos y lógicas contrapuestas

que se desarrollan al interior de unGobierno y del Estado mismo,como así también de la enormevariedad de realidades producti-vas, culturales, regionales y socia-les reducidas en el término“campo”.

Post hoc, ergo propter hoc3

Desde febrero de este año(2008) comienza a vislumbrarseun estrecho acercamiento entrelas cuatro entidades ruralistasmás influyentes de la Argentina(CRA, FAA, SRA, CONINAGRO)en torno del tema de los preciosde la carne, sentándose el antece-dente de una vinculación quepocos días después adquirirá unacentral relevancia. Sólo de estamanera es posible comprender larápida respuesta frente al anunciodel 11 de marzo cuando el enton-ces ministro de Economía, MartínLousteau, pone en marcha unesquema de retenciones móvilespara la soja, el girasol, el maíz y eltrigo.

En la medida se desarrolla unaestructura de valores móviles paralos siguientes cuatro años, segúnla cual las alícuotas de las reten-ciones se ajustan automáticamen-te. Para la soja y el girasol regiránsubas: en el primer caso pasarádel 35% al 44,1% en promedio;mientras que las retenciones parael girasol subirán de 32 a 39,1 porciento. Las que bajan son las

43El conflicto agrario

3 “Después del hecho, por lo tanto debido al hecho”. Sentencia que resume la falacialógica de afirmación de consecuente.

Page 12: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

retenciones al trigo (pasan de 28 a27,2%) y al maíz (van del 25 al24,2% en promedio). Según loanunciado, la alícuota será en losucesivo fijada día por día, deacuerdo con la evolución de losprecios. Lo mismo sucederá conlos demás cultivos y subproduc-tos: si la cotización sube, sube elimpuesto y viceversa. Lousteaujustifica los incrementos de lasretenciones en la necesidad deproteger el mercado interno de lasuba de los precios internaciona-les de alimentos y, es importantedestacar, también menciona que“hay que detener la sojización,que compite con produccionesque queremos aumentar, comocarnes y leche entre otros” (Tramadel Conflicto, GER, 2008).

Es importante focalizar en algu-nas particularidades de la situa-ción inicial del conflicto, que per-mitirán comprender la rápidaadhesión de gran parte de los“chacareros”4. Las retencionestuvieron inmediata repercusiónsobre los productores pues lacomercialización de la cosechagruesa aún no había comenzadoy esta suba de las alícuotas men-guaría casi 10% el precio deventa. Además, condiciones cli-máticas desfavorables afectaronbuena parte de la pampa húmedaproduciendo una reducción de lasproductividades. Por último, y nopor ello menos importante, en

este primer momento, el carácterindirecto de la gravación impositi-va de las retenciones, no fue ate-nuado por ninguna política com-pensatoria y, de este modo, seafectó con mayor intensidad a lospequeños y medianos producto-res. Como es sabido, la estructurade costos y la sensibilidad frentea cualquier modificación de losmárgenes de ganancia, sonmayores a medida que las dimen-siones de la explotación se redu-cen.

Cuando el anuncio fue hechopúblico, los dirigentes de CRA,FAA y SRA estaban reunidos en laCámara de Senadores para discu-tir con la oposición acerca de lapolítica agropecuaria, por lo cualla medida fue considerada porellos como una provocación porparte del Gobierno. Frente a estepanorama, las relaciones entre lascorporaciones ruralistas se estre-chan y habilitan una rápida res-puesta. El día 12 de marzo anun-cian la no comercialización degranos y comienza una escaladade confrontación frente alGobierno nacional, que, comosostuvimos anteriormente, man-tiene algunas constantes, másallá de matices y reconfiguracio-nes.

Los ruralistas buscaban ampliarla base de apoyo y la legitimaciónde la protesta refiriendo al “interésgeneral”. Este argumento está

44 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

4 En nuestro país se denomina coloquiamente “chacarero” al productor familiar capita-lizado que proviene de la tradición de lucha y producción que tuvo como momentofundacional el Grito de Alcorta de 1912.

Page 13: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

presente a lo largo del primer perí-odo apelando al bienestar de lospueblos y ciudades del interior; aque “el país está dejando pasaruna oportunidad histórica”; elloscomo garantes de la soberaníaalimentaria, etc. Más allá de algu-nos momentos de relativa calma,la conflictividad en este tramo vain crescendo.

El 27 de marzo, la presidenta dela Nación Cristina Fernández deKirchner pronuncia un conciliadordiscurso que afloja las tensiones.Hasta ese momento el denomina-dor común fue un fuerte enfrenta-miento verbal con las entidades yel constante recrudecimiento delos piquetes, marchas, tractora-zos, desabastecimiento en variosregiones del país. Se refuerza,además, una identidad que pare-cía primar en muchas de estasmanifestaciones: los autoconvo-cados. Es paradojal que uno delos referentes significativos deestos “autoconvocados” seaAlfredo De Angeli, dirigente de laFAA.

A pesar de algunas referenciasdesde el Gobierno que pretendíanrealizar una diferenciación al inte-rior del “campo”, las lecturas públi-cas de ministros, líderes alinea-dos con el oficialismo e incluso lapresidenta, subestimaban el con-flicto e insistían en relacionarlocon jugadas políticas de distintossectores. El punto culminante de

esta situación es el discurso deCristina Kirchner del día 25 demarzo, cuando se acuñó la frase“piquetes de la abundancia”. Larespuesta es inmediata y se regis-tró en la gran ciudad así como envarias urbes de las provincias,cacerolazos espontáneos, bocina-zos que, una vez más, denotabandisconformidad con la respuestadel gobierno nacional al campo.Simultáneamente con la concu-rrencia de los porteños díscolos ala Casa de Gobierno, el dirigentede la Federación de Tierra yVivienda, Luis D´Elia principaldefensor en las calles de la postu-ra gubernamental, ocupa la Plazade Mayo argumentando la tradi-ción peronista del histórico lugar.

El 27 de marzo la presidentaconvoca al diálogo y tras algunasnegociaciones, el 2 de abril la CEanuncia la suspensión de la pro-testa y una tregua de un mes paratrabajar conjuntamente en unpaquete de políticas para el sectoragropecuario.

La tregua y las vísperas…

La primera etapa trajo conse-cuencias y ambas partes del con-flictos las analizaron. Por un ladola CE5 formula varias declaracio-nes que denotan la preocupaciónpor la perdida de sustento en lossectores urbanos, a causa deldesabastecimiento. Este punto

45El conflicto agrario

5 La Comisión de Enlace cuando se reune y saca declaraciones, hace conferencias deprensa, etc.. se autodenomina Mesa de Enlace. Aquí no respetamos esa distinción porrazones prácticas.

Page 14: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

permanece latente a lo largo detodo el conflicto y se manifiesta ala hora de decidir el regreso a lasrutas. Del lado del Gobierno, sebusca segmentar las escalas deproducción, principalmente sepa-rando a los pequeños y medianosproductores de los grandes. Enesta orientación se procede alavance de las medidas compen-satorias a pequeños productoresy la creación de la Subsecretaríade Desarrollo Agropecuario yAgricultura Familiar.

La tregua había comenzado ainicios del mes de abril pero sóloel día 11 de ese mes los dirigentesy técnicos de las entidades fueronrecibidos por el Gobierno. Aun así,una semana después se logra elprimer acuerdo que gira en tornode la ampliación sustancial de lasexportaciones de carne y la libera-lización de los embarques de unacategoría de vacas que no se con-sume en el mercado interno (“lavaca de conserva”).

Es necesario mencionar que enesta etapa gravita negativamentela presencia del secretario deComercio Interior, GuillermoMoreno, tanto en el proceso denegociación como finalmente, enprecipitar la caída de MartínLousteau. Este ministro es reem-plazado por Carlos Fernándezdándose un giro que parece des-trabar algunas disputas y muestraprogresos en las negociaciones.No obstante, el cumplimiento delmes de tregua anunciado por laCE, encuentra las discusionesempantanadas en torno de las

retenciones a las exportacionesde soja, girasol y trigo. Si bienpara el día 6 de mayo los produc-tores no habían regresado com-pletamente a las rutas y las con-versaciones continúan, un entre-dicho mediático que involucra altitular de Federación Agraria,Eduardo Buzzi y al Jefe deGabinete, Alberto Fernández,aumenta la tensión y culmina conla ruptura del diálogo en estaetapa. Ese mismo día, la comisiónde enlace anuncia las nuevasmedidas de protesta

En este nuevo ciclo del paroagropecuario se incrementan lospiquetes y distintas manifestacio-nes públicas, pero a la vez se bus-can otros canales de presión. Lospolíticos locales se convierten enel blanco de las interpelacionestanto de los dirigentes ruralistascomo de los “autoconvocados”.En este período empiezan lospolíticos de la oposición a gravitaren el escenario del conflicto, en lamayoría de los casos, en claraopisición a la política oficial. Porotra parte, los gobernadores eincluso el Congreso Nacional, quese habían mantenido al margenhasta ese momento, tambiéncomienzan a tener un rol muchomás activo con apoyos explícitosa uno u otro grupo.

Son muy pocos los actores queplantean alguna otra mirada delconflicto, y quienes lo hacen nopueden obtener la suficiente pre-sencia en el espacio público puesel escenario de polarización soca-vó y/o solapó la mayoría de las

46 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

Page 15: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

posturas que intentaron mostrarlas consecuencias negativas delmodelo del agronegocio o lecturascríticas del comportamiento delgobierno. La lógica del contextoparece obligar una fijación de pos-tura a favor de una u otra fracción.

Nuevamente, un cambio en eltono y contenido del discurso pre-sidencial descomprime la situa-ción. En efecto el 14 de mayo enun acto del Partido Justicialista lapresidenta apela “a todos losargentinos, sin distinción de ban-derías ni pertenencias, a debatir ydiscutir en un marco democráticopara profundizar la transformacióny el crecimiento”. De este modo lamedida de fuerza se interrumpe el20 de mayo a la medianoche aun-que continua la idea de realizar unacto con motivo del aniversario dela Revolución de Mayo enRosario, cuestión que preocupabanotablemente al gobierno.

Salta y Rosario: en buscade un Mayo federal

El período está signado por lospreparativos y puesta en escenade los actos del 25 de mayo y porun fuerte debate en torno de lasretenciones dentro del proceso denegociación. El Gobierno fija rápi-damente su posición en relacióncon las retenciones afirmando quelas discutirían sólo en lo referentea los mercados a término6.Asimismo reafirma que no se

modificaría el sistema móvil, y queuna de las posibilidades paramantener los mercados a futurose basa sobre poner límites al por-centaje con que el Gobierno sequedaría si el precio de la sojaalcanzara los 600 dólares la tone-lada. Al parecer los integrantes dela CE habían aceptado negociarun conjunto de medidas creadasad hoc para corregir algunas desus consecuencias, sin embargouna de las principales reunionesfalla y el conflicto vuelve a hacer-se sentir con nuevos cruces en losmedios de comunicación. En estecontexto de debilitamiento del diá-logo, muchos dirigentes oposito-res de todos los espectros políti-cos confirmaron su presencia enel acto del 25 de mayo enRosario.

Los actos del 25 de mayoEl acto de Rosario es masivo y

heterogéneo; los números deasistentes oscilan entre los170.000 y los 300.000 concurren-tes. Concurren vecinos de diferen-tes barrios de Rosario, chacarerosde distintos tamaños procedentesde todo el país, jóvenes de laFederación Agraria que pedían“reforma agraria ya”, grandes pro-ductores, los movimientos pique-teros liderados por Raúl Castells yJuan Carlos Alderete y hastallegó Darwina de Galicchio, unaAbuela de Plaza de Mayo queadhiere al reclamo de los peque-

47El conflicto agrario

6 Se llaman mercados a términos o mercados a futuro aquellas transacciones en quese fija un precio a pagar en un futuro, que puede ser mayor o menor al presente.

Page 16: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 200848

ños productores. También estánpresentes muchos políticos oposi-tores aunque no se les otorgalugares en el palco. Sólo hablanlos cuatro representantes de laCE y un personaje que con elcorrer de los días aumenta supopularidad: el dirigente entrerria-no Alfredo De Angeli. Con él en elescenario se suponen representa-dos los “autoconvocados”. Losdiscursos son acalorados; los dela FAA, particularmente duros conel gobierno. Esto es importantetenerlo en cuenta ya que será larazón de una nueva y difícil ruptu-ra de partes en el conflicto.

El acto oficial ocurrió en el nortedel país, Salta y tuvo una convo-catoria que, según las fuentes,osciló entre las 20.000 y las150.000 personas. A diferencia delas alocuciones del acto deRosario, el discurso de CristinaFernández de Kirchner es conci-liador y evita menciones directasal conflicto y sus partícipes, resal-tando que “antes que los interesesde sector o las individualidadesestán los intereses del país, de lapatria”. También habló el jovengobernador de Salta Juan ManuelUrtubey y es de resaltar que enambos discursos hay una ampliaenumeración de actores socialespero ninguno nombra a las comu-nidades indígenas, en una de lasprovincias donde éstas se con-centran. Como sostiene la teoría

de la colonialidad, una vez másfueron invisibilizados a pesar decon la presencia de wipalas (ban-deras indígenas) en uno y otroacto. No obstante este grave olvi-do, a Salta llegan sectores popu-lares desde las afueras de la ciu-dad por sus propios medios paraconocer a la presidenta.

Se desatan las furias….El día lunes el Gobierno decide

suspender una reunión previstacon los ruralistas y algunos de losintegrantes del Gabinete retomanlas actitudes de confrontación,instando nuevamente a la polari-zación7. Además en un duro docu-mento, el Partido Justicialistaacusa a las entidades del agro deestar impulsando un “ataque anti-democrático con ánimo destitu-yente y falta de respeto a la volun-tad popular”; se califica las protes-tas como “lockout salvaje e inter-minable”; se les reprocha invocarel diálogo cuando “simplementedesacreditan o conciben a lasautoridades electas como un obs-táculo”; se critica duramente losdiscursos de Alfredo De Angeli yEduardo Buzzi y, a la vez, sedefienden las retenciones comoun instrumento válido y legítimodel Estado para impulsar la redis-tribución del ingreso.

Frente a este escenario, la diri-gencia agropecuaria redobla laprotesta ratificando el paro en la

7 En este sentido son un claro ejemplo las declaraciones del ministro de PlanificaciónJulio De Vido quien advirtió que “no es hora para tibios” y agregó que “aquellos queestán a favor del modelo deben decirlo porque ahora el que no suma resta”.

Page 17: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

comercialización de granos condestino a exportación y sumandola interrupción en el envío dehacienda para faena al Mercadode Liniers. Además refuerza laestrategia de llevar el tema alParlamento con el objeto de lograrpor la vía legislativa sus objetivosy a la vez reclama la inclusión demás actores en el debate (Iglesia,partidos políticos, líderes locales,jueces, etcétera.

Durante este nuevo período loscanales de diálogo están másobturados que nunca, las declara-ciones miden poder y posibilida-des de imponerse. El primermomento de fuerte tensión ocurrehacia fines de mayo, cuando laPrefectura arresta a 8 manifestan-tes de San Pedro con la venia delfiscal Juan Murray. La medida laadopta el juez Villafuerte Ruzo enel marco de una causa por delitosde obstrucción de caminos fede-rales y quema de pastizales. Estamedida revierte el proceso desocavación de consenso queestaban sufriendo las entidadesruralistas, que vuelven a cerrarfilas más allá de las diferenciasinternas. Es una coyuntura dedesgaste del gobierno pues lasdetenciones incluyen ruralistas ypolíticos de oposición.

Estos eventos sobredeterminannuevas oposiciones, los cordobe-ses Juan Schiaretti y Juan Manuelde la Sota y en menor medida elentrerriano Jorge Busti, el santa-fesino Carlos Reutemann y elbonaerense Felipe Solá. A esto sesuma la fuerte preocupación de

los políticos locales y provincialesdel oficialismo por el debilitamien-to de sus bases de apoyo rurales

La CE busca aperturas y diálo-gos con otros actores sociales,aprovechando estos momentosde debilidad gubernamental. Porun lado, pide la mediación delDefensor del Pueblo, EduardoMondino (el Gobierno retruca queno accederá a dar presencia enesta instancia). Por el otro lado,busca atenuar los cortes de rutacombinando la no comercializa-ción de granos con algunos cortesesporádicos. Algunos cortescomienzan a adquirir autonomía ya desoír las decisiones de la CE;el ejemplo más claro esGualeguaychú donde la asambleade autoconvocados intensifica lasmedidas de protesta.

Hacia mediados del mes dejunio, se produce un vuelco ines-perado en la postura del Gobiernopues se anuncia que despejaránlas rutas con el uso de la fuerzapública y el sábado 14 de junio esdetenido el dirigente entrerrianoAlfredo De Angeli junto con otros30 productores. Esta medidagenera una serie de manifestacio-nes de oposición que se intensifi-can a lo largo del día en muchospueblos, rutas y rotondas y soncontestadas desde el oficialismocon una convocatoria esa mismanoche a la Plaza de Mayo. A esaconvocatoria asisten piqueterosoficialistas con consignas querefieren erróneamente a laConstitución para justificar unapotencial violencia, ministros,

49El conflicto agrario

Page 18: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

secretarios de estado y hasta elpropio Néstor Kirchner. El costopolítico de esa noche se registrarádos días después, el cacerolazodel 16 de junio.

El lunes 16 de junio se organizaa través de correos electrónicos ymensajes de teléfonos celulares,un cacerolazo que dura un par dehoras en las ciudades de BuenosAires, Mar del Plata y BahíaBlanca. Esa acción está colmadade diferentes significados. Los“caceroleros” entrevistados pornosotros, aducen: “simpatías a lagente del campo”; “fastidio por lasoberbia presidencial”; “fastidiopor la actitud del ex presidenteque no deja gobernar a su espo-sa” hasta problemas no atendidosde “salud, hospitales, educación,corrupción”. En el “cacerolazo” deCabildo y Juramento la mayoríade los entrevistados habían vota-do al Jefe de Gobierno, MauricioMacri en las elecciones locales,una minoría a Elisa Carrió y atra-vesando el voto en la ciudad, un40% había votado a la presidentaen las elecciones nacionales.Pero todos demuestran un fuertefastidio con la modalidad degobierno del matrimonio presiden-cial.

El escenario del conflicto mues-tra una tirantez y tensiones que,sin dudas, preocupa a la mayoríade la población. Los ruralistas lan-zan nuevas medidas de fuerzamientras el gobierno prepara ungran acto para el miércoles 18 dejunio en la Plaza de Mayo. Pero eldía anterior, tal como ocurrió cada

vez que el conflicto se tensiona,se descomprime: la presidentaacerca posiciones; más tarde quetemprano, anuncia el envío alCongreso de un proyecto de leycon el cual busca legitimar pormedio del Poder Legislativo elesquema de retenciones móviles.

La marcha del día 18 es masivacon muchos colectivos de inten-dentes y gobernadores provincia-les pero también con muchosindependientes, sobre todo de laciudad de Buenos Aires. El eventotuvo que lamentar la muerte de unjoven tucumano, por un desgra-ciado accidente que luego des-pliega y visibiliza las operatoriaspolíticas de intendentes y conce-jales: según familiares y amigos,el joven Carlos Marreiro habíarecibido 200 pesos por viajar alacto (dos semanas después, el 9de julio muere otro tucumano ensu propia provincia en presenciade la presidenta).

La etapa institucionalEste anuncio de llevar el conflic-

to al Congreso Nacional sorpren-de a la CE que, de todos modos,mantiene la protesta hasta el día20 a la noche. Comienzan las reu-niones con los legisladores parapoder abrir el debate, pues eltexto oficial se limita a ratificar elesquema de retenciones móviles.Los ruralistas solicitan que el pro-yecto se abra para que surjanmodificaciones de consenso. Elprimer artículo del proyecto de leyes la ratificación de la resoluciónministerial que originó el conflicto.

50 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

Page 19: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

El debate dura cerca de 20 horasy es rico en posiciones, funda-mentos de los votos, fuertesdenuncias que cayeron en elvacío (véase Giarracca y Teubal,Página 12, 9/7/08). Es interesanteseñalar que el bloque oficialistacuenta con aliados de la oposicióny que ésta tiene entre sus filas adiputados del Frente para laVictoria (el partido de Kichner). Laley mantiene la resolución perointroduce un sistema de compen-saciones a los pequeños produc-tores de soja y girasol con unplazo marcado en el mismo texto(31 de octubre de 2008)

La ley fue aprobada por 129votos a favor, 122 en contra y 2abstenciones en Diputados.Después de dos semanas en laCámara de Senadores con ricasdiscusiones, el 16 de julio el pro-yecto de ley fue rechazado por unvoto de desempate del vicepresi-dente de la Nación y presidentedel Senado, Ing. Julio CésarCobos. Dos grandes marchas enla ciudad de Buenos Aires habíancoronado un día antes el ciclo demovilización en las calles y nueva-mente el campo y sus aliados lehabían ganado numéricamente alacto oficial.

Algunas pistas para unainterpretación del conflicto

El conflicto es un componente defundamental importancia en lasociedad y es el que, además,marca las dinámicas de las trans-

formaciones. Pero no todo conflic-to o expansión de la conflictuali-dad social conlleva una transfor-mación política significativa. Esdecir, sólo algunos conflictos sonlos que permiten democratizacio-nes, expansiones de derechos,cambios de rumbo que modifi-quen la gramática del orden exis-tente. A nuestro juicio, el conflictoentre el campo y el gobierno noentra dentro de esta categoría.

Fundamentamos esta conclusiónen los actores que el gobiernoafectó con su resolución ministe-rial, productores capitalistas quejuegan un papel subordinado den-tro de la cadena agroindustrialsojera. El proyecto de ley remitidoal Parlamento no afectaba a losagentes económicos que pivoteandicho espacio: empresas exporta-doras, fondos de inversión, corpo-raciones de semillas y agroquími-cos. Sólo gravando y limitando laexpansión y concentración deesos sectores habría, a nuestrojuicio, transformaciones democra-tizadoras en el complejo oleagino-so argentino y en el agroindustrialen general.

El gobierno se jugó a dos opera-ciones políticas: polarizar la socie-dad y simbolizar en la SRA unactor poderoso, mayor responsa-ble de la captación de ganancias yrentas, dentro de una vieja consig-na de los setenta “la vieja oligar-quía”. Trató hasta último momentode sacar de escena a estos otrosgrandes actores, verdaderosesquilmadores de nuestras rique-zas y del trabajo incorporado en

51El conflicto agrario

Page 20: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

ellas. Lo que sucedió con esto, anuestro juicio, es muy complejo yno fácil de interpretar aún, peroarriesgaremos algunas ideas. Porun lado, la consigna “vieja oligar-quía” es de utilidad (“hace senti-do”) en la generación del matrimo-nio presidencial y las que siguenhacia arriba pero no en la granmayoría de personas de hasta 50años (de menos de 20 años en1976) quienes están mucho másacostumbrados a las consignaspolíticas como “la patria….” (sindi-cal, contratista, ganadera, etc,).En segundo lugar, los dirigentesde SRA, a diferencia de los añossesenta y setenta, aparecen comocapitalistas argentinos preocupa-dos por sus producciones y por elpaís, con razonables discursos ysin ningún tipo de deslizamientosantidemocráticos. Las consignasde los “intelectuales oficialistasmediáticos” refiriendo a la “oligar-quía golpista” queda sin referen-cias empíricas. Sólo opera en losque ya estaban convencidos de laresponsabilidad histórica de estesector social y lo consideran, porotro lado, inamovible, sin cam-bios.

Por otra parte, muy poco énfasistuvo el hecho de que los contrin-cantes en este conflicto de ningúnmodo eran instituciones semejan-tes: era el Estado frente a cuatrocorporaciones económicas que notienen atributos semejantes al pri-mero. Ni el gobierno ni sus inte-lectuales mediáticos, a nuestrojuicio, se ocuparon seriamente deeste punto. No supieron densificar

la legitimidad del actor "gobierno"y esto se visualizó, también, cuan-do el Partido Justicialista desplazóal ejecutivo en el diálogo con losruralistas o los gobernadores fue-ron ubicados como voceros de unpartido político. Sumemos a estoserrores la desmedida intervencióndel expresidente hablando ennombre de la presidenta-esposa(con tono paternalista) así como lacompetencia desmedida entremarchas, carpas y la disposicióndel escenario, en el último acto del15 de julio, a espaldas delCongreso; todos estas equivoca-ciones, a nuestro juicio, colabora-ron para que el gobierno, antes deperder la votación en el Congresode la Nación, perdiera una batallade sentidos que la política institu-cional no debe subestimar.Batallas de sentido, que paraganarla, se necesitan aptitudespolíticas (que no ponemos enduda) pero también muy buenainformación acerca de la sociedadque se gobierna.

Volvamos a los apoyos. Por otrolado, durante la década de 1990,los pequeños y medianos produc-tores endeudados o en pésimascondiciones productivas, habíanllegado varias veces a las ciuda-des provinciales y hasta a la ciu-dad de Buenos Aires. Basta conejemplificar la repercusión mediá-tica de la Mujeres Agrope-cuariasen Lucha y sus dramas de tierrashipotecadas. Los citadinos supie-ron de la recuperación de estossectores y la experimentaronsimultáneamente con sus propias

52 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

Page 21: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

recuperaciones desde 2002. Eramuy difícil convencerlos de queestaban acaparando gananciasextraordinarias (esto fue un temareiterado en los entrevistados enlos cacerolazos).

Los dispositivos comunicaciona-les del gobierno no cubren positi-vamente la franja de población alas que el gobierno aspiraba. El“campo”, entonces, apropiado desímbolos significativos, contra-rresta positivamente aquellaacción y les gana la batalla mediá-tica. El nivel de descrédito de lamedida gubernamental en las ciu-dades, incluida Buenos Aires, fuemuy importante. La imagen presi-dencial bajó.

¿Qué pasa con los sectorespopulares urbanos, base electoralsignificativa de la elección presi-dencial? Es difícil saberlo, puesno existen estudios que den cuen-ta de los cambios políticos deestos sectores desde sus propiasvidas y experiencias y nosotros,como investigadores de los mun-dos rurales, no conocemos talesespacios. Sin embargo por lo quese puede inferir, no resultaroninteresados en los debates y nohay ninguna evidencia de movili-zación autónoma en esta coyuntu-ra. Sin introducir el tema del clien-telismo político, se puede soste-ner que quienes llegaron a lasmovilizaciones lo hicieron en vehí-culos financiados por los inten-dentes. No hubo ninguna manifes-tación popular al margen de estasconvocatorias presidenciales yorganizaciones de aparatos políti-

cos. A nuestro juicio, no hubodemostración de apoyo pues eldebate les es ajeno y por otrolado, porque hace mucho tiempoque estos sectores se sienten almargen de una política que, evi-dentemente, los asiste pero no losincluye como ciudadanos (pense-mos en los transportes públicos,los hospitales, las escuelas, losestados de los barrios, etcétera).

Mientras tanto los campesinos ylas comunidades indígenas sereunieron, se organizaron enfederaciones, debatieron, publica-ron artículos y declaraciones en eldiario Página 12, demostrando elentrenamiento de activismo quehan desarrollado en todos estosaños, justamente, en contra de losinversores sojeros que ponen enpeligro constantemente sus pro-ducciones, sus territorios, susbosques nativos, sus yungas ysus mundos de vida. En el conjun-to de carpas que colocaron frenteal Congreso Nacional hubo unade una Comunidad Kolla de SanAntonio de los Cobres, reclaman-do por sus tierras.

En estos meses circuló muchainformación y la población argenti-na tuvo a su alcance las herra-mientas básicas para acercarse acomprender una gramática depoder que generalmente quedaoculta en los pliegues de la socie-dad. No obstante hubo mucha crí-tica al papel de los medios decomunicación por el modo de pro-cesar la información y, sobre todo,por el modo discriminatorio decaracterizar la diversidad de suje-

53El conflicto agrario

Page 22: Debates Paro agrario: crónica de un conflicto alargado*landaction.org/IMG/pdf/ConflictoAgrarioArgentina.pdf · de siembra” (parte de los nuevos actores). Basaban ese razonamiento

tos sociales partícipes en el con-flicto. Pero también eso se pusoen debate y no es poca cosa.

Por último creemos que estacoyuntura, signada por un conflic-to no productivo en términos deresoluciones democratizadoras,abre una serie de grietas en elorden económico, específicamen-te en el complejo agroindustrial -con sus cadenas de grandes soje-ros, financieros, exportadores,etc,- que pueden ser aprovecha-das por las organizaciones socia-les que desde hace décadas

luchan por una distribución de latierra, por la soberanía alimenta-ria, por el respeto a los bosquesnativos, las yungas, las cadenasmontañosas con sus ricos minera-les, por el agua, los ríos. Además,y esto es importanteremarcarlo,aparecieron discursos con fuerzapolítica en el Congreso y debatesque abren la esperanza de unademocracia que pueda lograr suscometidos esenciales: el biencomún y no la garantía de lasganancias de unos pocos.

17 de julio de 2008

54 realidad económica 237 1º de julio/15 de agosto de 2008

Bibliografía

Banco de Datos GER, Trama del Conflicto (2008)Dri, Rubén (2008): “El campo y la escarapela” en Página 12 (Buenos Aires),

miércoles 14 de mayo, versión digital http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-32766-2008-05-14.html.

Giarracca, Norma y Teubal Miguel (comp) 2005 El campo argentino en la encru-cijada. Estrategias y resistencias sociales, ecos en la ciudad. Buenos Aires,Alianza Editorial.

Higa, Mónica (2000) “Materiales para el estudio del paro agrario de 1994”Presentación a las Jornadas de PIEA, Facultad de Ciencias Económica,Universidad de Buenos Aires.

Long, Norman and Long, Ann (editors) (1992): Battlefields of knowledge: Theinterlocking of theory and practice in social research and development.(London and New York: Routledge).

Revista El Periodista Nº 204, 19 al 25 de agosto de 1988.Teubal, Dominguez y Sabatino (2005) Transformaciones agrarias en la

Argentina. Agricultura industrial y sistema agroalimentario en El campoargentino en la encrucijada. Estrategias y resistencias sociales, sus ecos enla ciudad. Buenos Aires, Alianza Editorial.