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Declaración de la Mesa Social por la Salud de Chile sobre crisis del Hospital Clínico de la Universidad de Chile Como Mesa social por la Salud de Chile deseamos manifestar nuestra preocupación por la situación en que se encuentra este Hospital universitario, frente a la eventual puesta en marcha de un plan que implica la reducción de personal, disminuciones salariales, venta de activos y en consecuencia, reducción de sus labores docentes y de investigación. El HCUCH, pasó de ser un centro docente de la red pública, a una clínica privada más con actividad docente (como el hospital de la PUC o la clínica alemana) el año 1994 en circunstancias que exceden esta declaración. Desde entonces los usuarios del área norte se han visto excluidos de su atención de excelencia, pese a que toda su infraestructura y tradición académica centenaria fue financiada por las arcas fiscales hasta 1994. En paralelo, el HCUCH inició un proceso de autofinanciamiento caracterizado por extrema mercantilización, cheques en garantía, y convenios con Isapres y clínicas, que lo han llevado a un fracaso económico permanente. Consideramos que el autofinanciamiento para hospitales universitarios es una condena a una lenta y agónica muerte, dado que para el mercado, el rol público que aún entrega el hospital a través de la docencia y aportes en innovación e investigación, simplemente no son rentables. Esto lo debemos contrastar con la evidencia internacional, la cual demuestra que los hospitales universitarios, si bien son más costosos, tienen mejores resultados en las atenciones de salud que entregan a la comunidad. Un Hospital Universitario, perteneciente a la Universidad pública más importante del país debiese ser un aporte al conjunto de la sociedad y no un negocio más o menos rentable. Defendemos el derecho a una atención de salud de calidad para todos y no sólo para quienes puedan costearla, por eso como Como Mesa social de salud, pensamos que la crisis financiera por la que pasa el HCUCH debiese ser la oportunidad para retomar su rol público, lo cual implica la reincorporación a la red pública de salud, para que aporte en la descongestión del Servicio de Salud respectivo, e incluso convertirse en centro de derivación nacional para ciertas patologías. Hoy es prioritario aumentar la capacidad de nuestra mermada red pública, que ha perdido más de de 2.500 camas hospitalarias sólo en los últimos años, producto de gobiernos que han optado por un rol subsidiario del Estado, privilegiando trasferir recursos al sector privado en vez invertir en la mejora de nuestra red. Una buena forma de comenzar a revertir esta situación es la necesaria reincorporación del HCUCH al sistema público. Hacemos un llamado fraterno a la comunidad universitaria, en particular a los funcionarios, académicos y estudiantes del HCUCH, a devolver al área norte de la red pública, un hospital que nació y se desarrolló al alero de esta población con presupuestos fiscales. Nos parece que esta crisis constituye una oportunidad histórica para que la universidad de chile se haga cargo de su condición pública, y deje atrás el experimento privatizador de los noventa, que iguala su praxis a otros centros que también practican medicina de excelencia solo para los que pueden pagar. Saludamos la actual discusión democrática y de largo plazo en relación al futuro del Hospital que ya ha iniciado la comunidad, y creemos también, que esta debiese considerar la opinión de los usuarios de salud del área Norte de Santiago, ya que se trata de un debate sobre un hospital que en circunstancias lamentables les fue arrebatado.

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Declaración de la Mesa Social por la Salud de Chile sobre crisis del Hospital Clínico de la

Universidad de Chile

Como Mesa social por la Salud de Chile deseamos manifestar nuestra preocupación por la situación en que

se encuentra este Hospital universitario, frente a la eventual puesta en marcha de un plan que implica la

reducción de personal, disminuciones salariales, venta de activos y en consecuencia, reducción de sus

labores docentes y de investigación.

El HCUCH, pasó de ser un centro docente de la red pública, a una clínica privada más con actividad

docente (como el hospital de la PUC o la clínica alemana) el año 1994 en circunstancias que exceden esta

declaración. Desde entonces los usuarios del área norte se han visto excluidos de su atención de excelencia,

pese a que toda su infraestructura y tradición académica centenaria fue financiada por las arcas fiscales

hasta 1994. En paralelo, el HCUCH inició un proceso de autofinanciamiento caracterizado por extrema

mercantilización, cheques en garantía, y convenios con Isapres y clínicas, que lo han llevado a un fracaso

económico permanente.

Consideramos que el autofinanciamiento para hospitales universitarios es una condena a una lenta y

agónica muerte, dado que para el mercado, el rol público que aún entrega el hospital a través de la docencia

y aportes en innovación e investigación, simplemente no son rentables. Esto lo debemos contrastar con la

evidencia internacional, la cual demuestra que los hospitales universitarios, si bien son más costosos, tienen

mejores resultados en las atenciones de salud que entregan a la comunidad. Un Hospital Universitario,

perteneciente a la Universidad pública más importante del país debiese ser un aporte al conjunto de la

sociedad y no un negocio más o menos rentable.

Defendemos el derecho a una atención de salud de calidad para todos y no sólo para quienes puedan

costearla, por eso como Como Mesa social de salud, pensamos que la crisis financiera por la que pasa el

HCUCH debiese ser la oportunidad para retomar su rol público, lo cual implica la reincorporación a la red

pública de salud, para que aporte en la descongestión del Servicio de Salud respectivo, e incluso convertirse

en centro de derivación nacional para ciertas patologías.

Hoy es prioritario aumentar la capacidad de nuestra mermada red pública, que ha perdido más de de

2.500 camas hospitalarias sólo en los últimos años, producto de gobiernos que han optado por un rol

subsidiario del Estado, privilegiando trasferir recursos al sector privado en vez invertir en la mejora de

nuestra red. Una buena forma de comenzar a revertir esta situación es la necesaria reincorporación del

HCUCH al sistema público.

Hacemos un llamado fraterno a la comunidad universitaria, en particular a los funcionarios, académicos y

estudiantes del HCUCH, a devolver al área norte de la red pública, un hospital que nació y se desarrolló al

alero de esta población con presupuestos fiscales. Nos parece que esta crisis constituye una oportunidad

histórica para que la universidad de chile se haga cargo de su condición pública, y deje atrás el experimento

privatizador de los noventa, que iguala su praxis a otros centros que también practican medicina de

excelencia solo para los que pueden pagar.

Saludamos la actual discusión democrática y de largo plazo en relación al futuro del Hospital que ya ha

iniciado la comunidad, y creemos también, que esta debiese considerar la opinión de los usuarios de salud

del área Norte de Santiago, ya que se trata de un debate sobre un hospital que en circunstancias

lamentables les fue arrebatado.