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“Aguarda A Jehová; Esfuérzate, Y Aliéntese Tu Corazón”Posted on febrero 8, 2011
Cuando el corazón está herido y con dolor
hay sólo un lugar donde podemos descansar. El Salmo 62 es una oración que la he
hecho mía en tiempos de prueba, incertidumbre y dolor. Ninguno de nosotros está libre
de pasar por situaciones difíciles, es la ley de la vida.
Este Salmo habla de una dependencia total en Dios aún cuando no entendemos las
razones por las que tenemos que pasar por ciertas circumstancias. El Salmo 62 nos
habla de como encontrar descanso “Solo en Dios”. No estamos hablando del descanso
después de una siesta o después de haber dormido ocho horas. Estamos hablando de
el descanso del alma que sólo Dios puede darnos. Te pregunto: ¿Necesita tu corazón
descanso hoy dia?
El verso 5 del Salmo 62 dice:“Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene
mi esperanza” Nadie puede comprender en su totalidad lo que significa esperar ”Solo
en Dios” sin haber experimentado alguna decepcion en la vida. En la vida vamos a
tener expectaciones que no se cumplen, y si no hacemos el esfuerzo consciente de
descansar en Dios viviremos con desilusiones una tras otra. En otras palabras, la
esperanza que no llega o se tarda ya sea en algo o alguien puede covertirse en una
tremenda decepcion si no buscamos descansar en El, Solo en Dios.
El versiculo 14 de Salmos 27 nos dice: “Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese
tu corazón; Sí, espera a Jehová.” En cierta forma este verso nos anima a hacer esto
mismo, a esperar, esforzarnos y alentarnos, en quien? ”Solo en Dios”, “Solo en
Jehova”.
No se si recuerdan el cántico que dice: “En Dios Solamente” basado en el Salmo
62. Sus palabras han sido de gran aliento para mi vida cuando he pasado por
situaciones difíciles. Este canto dice asi: “En Dios solamente, está acallada mi alma, El
solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré mucho, de El viene mi
salvación” ¡Que verdad tan grande para nosotros!
Que difícil es esto de esperar “Sólo en Dios” cuando nuestro corazón está como el de
David, sintiéndose perseguido por sus enemigos, atribulado, malentendido, juzgado, en
conflicto, abandonado, con tristeza o herido. En los primeros dos versículos del Salmo
62 David habla sobre su alma y de donde viene su dependencia. También nos habla de
donde viene su reposo y su salvación, luego habla de sus enemigos y sus dificultades.
Salmos 62:1-4 leamos: “En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene
mi salvación. El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no
resbalaré mucho. ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre, Tratando
todos vosotros de aplastarle. Como pared desplomada y como cerca
derribada? Solamente consultan para arrojarle de su grandeza. Aman la
mentira; Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón.” Selah
Al finalizar el verso 4 vemos una palabra que dice “Selah”. Esta palabra denota un
descanso, una pausa para reflexionar cuando se la encuentra aquí en los Salmos.
David se estaba desahogando delante de Dios y llega a un punto en donde hace una
pausa y dice ”Selah”, medita y reflexiona. Luego dice en el verso 5 dice ”Sólo en Dios”
halla mi alma descanso. La frase “halla descanso” viene de un término que significa
“parar, cesar, acallar, descansar, esperar”. La palabra Sapak en hebreo significa:
“derramarse (como una bebida), desnudar el alma con dolor o enojo. Literalmente
significa el derramar el contenido de un envase o recipiente”. En otras palabras David
nos dice que él derrama su corazón delante de Dios, tal como está y nos invita a hacer
lo mismo. Derramar delante de Dios nuestro corazón tal como está; herido, destrozado,
en pedazos, enojado, desilusionado, pues es allí donde encontramos descanso para
nuestras almas.
Nosotras que somos mamás nos podemos identificar con bebés que tienen que llorar
para poderse dormir, talvez tienes uno. Cuando mis ninos eran pequeños y no podian
dormir mi esposo los llevaba en el carro a dar unas vueltas y regresaban como
angelitos, dormiditos. Escuché decir a una mamá que su hijo se parecia en algo al
Señor..en donde dice que “no se adormecerá, ni dormiráa” porque su niño no se
duerme por nada.
David nos dice lo siguiente en el Salmo 142:1-3: “A voz en cuello, al Señor le pido
ayuda; a voz en cuello, al Señor le pido compasión. Ante él expongo mis
quejas; ante él expreso mis angustias. Cuando ya no me queda aliento, tú me
muestras el camino.”
Este verso nos dice claramente que esta permitido “llorar y clamar a voz en cuello ante
el Señor” No hay nada que trae mas alivio como un buen llanto ante el Señor. Así
como los bebes que lloran para poder dormir, nosotros no vamos a llorar “solo para
descansar” o desahogarnos del dolor. En realidad venimos a El con llanto para decirle
“Sólo en Dios” está mi esperanza. ¡Sólo en tí Señor confío!
No sé si tu has tenido uno de esos momentos de llanto, yo si. Puedo decirles que no
hay nada como derramar tu corazón delante del Señor cuando te duele, cuando te han
herido, cuando estás afligida, cuando la esperanza se está acabando. Es el mejor lugar
donde podemos estar.
El lugar “Solo en Dios” aunque es un lugar doloroso para llegar, es el mejor lugar
donde nos podemos quedar” Cuando llegamos al momento en que decimos, Sólo tú
Señor, y Sólo tú eres El que puede arreglar esta situación, estamos diciendo…ya no
puedo más Señor, pero tu sí puedes, ¡Ayúdame! Esta es la dependencia en Dios que
David nos mostró en este Salmo 62 y en el Salmo 142 donde derrama su corazón ante
Dios al estar pasando por situaciones muy difíciles.
El otro día vi un programa informativo que se llama 20/20 en donde hablaban de la
cirugía de corazón abierto y lo complicado del procedimiento. Hoy con la tecnología es
muy común este proceso y se ha vuelto más rutinario. Fue muy interesante ver cuando
los doctores explicaban el proceso para poder trabajar en el corazón. Los
cirujanos hacen parar de latir al corazón y mantienen a la persona viva por medio de
una máquina. Esto me hizo pensar en lo importante que es el corazón. El corazón es un
órgano que Dios lo creó para latir y darnos vida y cuan importante es mantenerlo sano
delante de Dios, dejando que el Señor lo atienda cada vez que está adolorido, enfermo
o sin esperanza.
Escuché un testimonio de una persona que tenía dolor al corazón. Ella decía que
estaba sintiendo todos los dolores de alguién que está en peligro de un ataque al
corazón. Se fue a hacer todos los exámenes pertinentes y el médico le dijo que no
tenía nada, que su corazón estaba sano. Ella insistía en que algo estaba mal. El doctor
le dijo esto: “a lo mejor tu corazón ha sido lastimado.” Esto era lo que había pasado
dijo ella, su corazón estaba herido.
Cuantos de nosotros tenemos un corazón lastimado hoy día, emocionalmente
hablando. Un corazón que llora por dentro, que se siente adolorido, y que ha perdido la
esperanza. Hermanas y amigas, David nos recuerda que nuestro corazón es como una
jarra que se puede derramar delante de Dios, ya sea con alegría o tristeza, con
resentimiento o temor. Cualquier sentimiento que tengas derrámalo delante de Dios.
David no solo hizo esto como su práctica personal sino que nos anima a nosotros a
hacerlo también. “Sólo en Dios.” El es nuestra esperanza. Ante El derramamos nuestro
corazón porque como dice David: “Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él
viene mi esperanza” Si nos desahogamos con otras personas a veces nos pueden
tachar de protestones, pero si presentamos nuestra queja ante Dios, vamos a
encontrar su ayuda segura.
Hagamos como David dice en el Salmo 62:8, derramemos nuestro corazón delante de
El:“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro
corazón; Dios es nuestro refugio.” Sí hermanas y amigas, “Sólo en Dios” está
nuestro refugio y salvación. Ven a El. Acepta su invitación. Dios quiere sanar tu corazón
hoy.
Mientras derramas tu corazon ante Dios, escucha esta melodia que habla del gran
amor de Dios para ti. Hermanas y amigas, ustedes estan muy cerca de mi corazón y
oraciones. Las amo mucho en el Señor.
¡ Qué frase !…
Me topé con ella al pasar por los primeros capítulos de 1ero. Samuel en mi viaje por la Biblia
¡Qué frase !
No sé si te ha pasado a ti, pero a esta mujer de Dios, Ana, mujer de Elcana, mencionada en el 1er capítulo de 1ero. de Samuél (te recomiendo leer todo el capítulo para tener un más amplio panorama de este post) una persona cercana a ella, Penina, le hacía la vida “de a cuadritos”.
Dice el verso 6 que Penina 1) la irritaba, 2) la enojaba, y 3) la entristecía.
Es más, dice el verso 7 que Ana lloraba y que ¡hasta se le iba el hambre!
¿Te has sentido así alguna vez?…
¿Hay gente en tu vida (y quizás entre tus familiares o “amigos” cercanos…o compañeros de la oficina…o aún entre creyentes) que te han hecho sentirte así? …
¿o quizás simple y llanamente, el juego de circunstancias por las que estás pasando te irritan, enojan y hasta te entristecen?
Penina tenía hijos y Ana no.
La primera literalmente “se los ponía en la cara” a fin de avergonzar a la segunda.
No quiero ni imaginar las frases que Penina usaba para avergonzar a Ana.
Pero Ana hizo lo correcto:
En vez de pelear o insultar o buscar vengarse de Penina, fue y derramó su alma delante del Dios de dioses.
Dice el verso 10: “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. ”
Elí, el sacerdote, la tuvo por ebria al verla llorar y orar
(¿no es cierto que lo que algunas personas nos hacen puede atribularnos tanto que hasta parecemos ebrias de lo aturdidas que quedamos?), pero Ana le explicó en el verso 15:
“No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra…”
Ahora mira esta frase: “…sino que he derramado mi alma delante de Jehová.”
La historia tiene un final feliz:
Dios le concede, no solamente el hijo que ella pidió, Samuel, para dárselo a Dios mismo, sino otros más, pero de eso podemos hablar otro día.
Lo que quiero que veas es lo siguiente:
Ante las tribulaciones, las tristezas, las “cóleras”, los sinsabores que surgen de tu trato con los que tienes que o interactuar día a día, nunca pelees…nunca “te desquites”…nunca tomes la justicia en tus manos (después de todo, en la ira del hombre no obra la justicia de Dios, dice Santiago 1:20).
Seas hombre o mujer, en vez de eso, lo que debes hacer es ir a la presencia de Dios y allí se vale llorar…se vale decirle cómo te sientes…se vale derramar el alma…se vale dejar tu cargas…se vale decirle tus anhelos…allí.
Allí, tu alma se encuentra con el único que puede sustentarla y abrazarla… y saldrás con la paz que sobrepasa todo entendimiento…y saldrán protegidas tu corazón y tu alma…protegidas de cualquier daño…de cualquier mal pensamiento o sentimiento.
Para nutrir tu espíritu, cuán importante es derramar el alma delante de Dios, en lo secreto…en lo íntimo…solos, tú y él…en oración.
¡Ten un gran día, hoy!
Derramar
yatsaq (qx'y:), «verter, derramar, fundir, fluir». Un término de uso común durante toda la historia de la lengua hebrea, se encuentra en el antiguo ugarítico con los mismos matices que en el Antiguo Testamento. Yatsaq aparece en la Biblia hebraica un poco más de 50 veces. El vocablo aparece por primera vez en Gn 28.18, donde se dice que, después que Jacob durmió en Betel con la cabeza recostada sobre una piedra, «derramó aceite sobre ella». Veinte años después vuelve a «derramar» aceite sobre un «pilar» de piedra en Betel al regresar a casa (Gn 35.14 lba). La idea que se expresa en estos dos casos y en otros (Lv 8.12; 21.10) es ungir con aceite. Este no es el vocablo que generalmente se traduce «ungir». (El término corriente para «ungir» es mashaj, del cual proviene la palabra «mesías».)
Muchas cosas pueden «verterse», tales como el aceite de sacrificio (Lv 2.1), el agua para lavar (2 R 3.11) y potaje para comer (2 R 4.41). Se usa el verbo para expresar la idea de «verter» o «fundir» metales (Éx 25.12; 26.37; 1 R 7.46). El concepto de «derramar» se encuentra en Sal 41.8: «Algo abominable se ha derramado sobre él. El que cayó en la cama, no se volverá a levantar» (rva). El contexto al parecer sugiere inocular una enfermedad, como lo interpreta la rv: «Cosa pestilencial de él se ha apoderado».
shapak (Jp'v;), «derramar, verter». Este es un verbo semítico común que se encuentra en el antiguo acádico y ugarítico y a lo largo del hebreo. Shapak aparece un poco más de 100 veces en el texto de la Biblia hebraica. La primera vez que se usa en el Antiguo Testamento, el vocablo forma parte del principio general sobre el respeto a la vida humana: «El que derrame sangre de hombre, su sangre será derramada por hombre» (Gn 9.6). Aunque se usa a menudo con este sentido de «derramar» sangre, el uso común del término tiene que ver con «verter» el contenido de un receptáculo, p. ej. agua (Éx 4.9; 1 S 7.6), raspaduras de yeso (Lv 14.41) y libaciones ofrecidas a falsos dioses (Is 57.6).
Metafóricamente, shapak señala el «derramamiento» de la ira de Dios (Os 5.10), del desprecio (Job 12.21), de la maldad (Jer 14.16) y del Espíritu de Dios (Ez 39.29). El salmista describe su condición de abandono con esta frase pintoresca: «Derramado como el agua» (Sal 22.14 rva, lba, nrv; «como el agua que se vierte» bj; «como agua derramada» nbe; «Heme escurrido como aguas» rv).
Alma, Ser, Vida
Nombre
nepesh (vp,n<,), «alma; ser; vida; persona; corazón». Este es un término muy corriente tanto en las lenguas semíticas antiguas como en las de hoy. Aparece más de 780 veces en el Antiguo Testamento, distribuido equitativamente entre todos los períodos del texto, aunque con mayor frecuencia en los pasajes poéticos.
El significado fundamental parece tener relación con la forma verbal poco frecuente: napash. El nombre se refiere a la esencia de la vida, la respiración, tomar aliento. Sin embargo, de este concepto concreto se fueron desarrollando una cantidad de significados más abstractos. El nombre aparece por primera vez, en su acepción primaria, en Gn 1.20: «seres vivientes» rv («un bullir de vivientes» nbe). Aparece por segunda vez en Gn 2.7: «ser viviente».
Sin embargo, en más de 400 casos subsiguientes, el término se ha traducido como «alma». Aunque ayuda a entender la mayoría de los pasajes, es en realidad una traducción pobre. Desafortunadamente, las numerosas traducciones no han logrado encontrar un equivalente que les sirva en todos los casos; ni siquiera existe un pequeño grupo de palabras de uso frecuente. Por ejemplo, la rv hace uso de varios términos diferentes para traducir este vocablo hebreo. El problema fundamental es que no existe en castellano un equivalente exacto en hebreo ni del vocablo ni de la idea de «alma». El sistema de pensamiento hebreo no conoce la combinación u oposición de los términos «cuerpo» y «alma» que son de origen griego y latino. Más bien en el hebreo se contraponen dos conceptos que no se encuentran en la tradición grecolatina: «el ser interior» y «la apariencia externa», o puesto de otra manera: «lo que somos para nosotros mismos», en contraposición a «lo que otros creen ver en nosotros». El ser interior es nepesh, mientras que el ser externo, la reputación, es sem, cuya traducción más frecuente es «nombre». En los pasajes narrativos o históricos del Antiguo Testamento, nepesh puede traducirse como «vida» o «ser» (en el sentido de personalidad o de identidad), como en Lv 17.11: «Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación por [vosotros mismos]». Sobra decir que el término «alma» (en la rvr) no tiene sentido en este texto («vidas» bj, nbe, bla).
La situación en los numerosos pasajes poéticos paralelos en que aparece el término es mucho más complicada. Tanto la Septuaginta (griego) y la Vulgata (latín) usan los equivalentes de «alma», en particular en los Salmos. El primer caso, Sal 3.2, la lba traduce: «Muchos son los que dicen de mi alma: para él no hay salvación en Dios» (también nbe; «dicen de mi vida» bj, bla). El siguiente caso es Sal 6.3: «Mi alma también está muy turbada; y tú Jehová, ¿hasta cuándo?» En ambos pasajes, el contraste paralelo es entre nepesh y algún aspecto del ser, que en el Salmo 3.2 (rv, bj, nbe) se traduce «mí» y en 6.3 «alma».
No se distingue si el vocablo corresponde a «A» o «B» en el paralelismo. No obstante, debido a que en la poesía hebrea no se repite el mismo nombre en las dos partes de un verso, a menudo se usa nepesh como paralelo del sujeto principal o personal, y aun para Dios, como en Sal 11.5: «Jehová prueba el
justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma [el mismo] los aborrece». Hay muchos pasajes como estos y una comprensión adecuada del término nepesh ilumina muchos pasajes muy conocidos, como por ejemplo Sal 119.109: «Mi vida está de continuo en peligro, mas no me he olvidado de tu ley».
Las lecturas de nepesh en las diversas versiones son muy variadas, particularmente en las más modernas que procuran una mayor amplitud de acepciones.
Verbo
Napash significa «respirar; tomar aliento; descansar». Este verbo, que parece tener una relación con nepesh, se encuentra 3 veces en el Antiguo Testamento (Éx 23.12; 31.17). El otro caso es 2 S 16.14: «Y el rey y todo el pueblo que con él estaba, llegaron fatigados, y descansaron allí» (rv, cf. nbe; «tomaron aliento» bj; «recuperaron las fuerzas» bla).