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R. DESCARTES. Meditaciones Metafísicas
“Cerraré ahora los ojos, me taparé los oídos, suspenderé mis sentidos: hasta
borraré de mi pensamiento toda imagen de las cosas corpóreas, o, al menos, como esto
es casi imposible, las reputaré vanas y falsas; de este modo, en coloquio sólo conmigo
y examinando mis adentros, procuraré ir conociéndome mejor y hacerme mas familiar a
mi propio. Soy una cosa que piensa, es decir, que duda, afirma, niega, conoce unas
pocas cosas, ignora otras muchas, ama, odia, quiere, no quiere , y que también imagina
y siente, pues, como he observado más arriba, aunque lo que siento e imagino acaso no
sea nada fuera de mí, y en sí mismo, con todo estoy seguro de que esos modos de pensar
residen y se hallan en mí, sin duda. Y con lo poco que acabo de decir, creo haber
enumerado todo lo que sé de cierto, o, al menos, todo lo que he advertido saber hasta
aquí”.
1.Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto.
2.Explicar el problema del conocimiento en Descartes y desarrollar sistemáticamente las
principales líneas de su pensamiento.
3.Relacionar el pensamiento de Descartes con su marco histórico, sociocultural y
filosófico.
4.Explicar el tratamiento del problema del conocimiento en un autor o corriente
filosófica que no pertenezca a la época moderna.
Pregunta 1.
En el texto busca la definición del yo, y se inicia con la posibilidad de suprimir
los estímulos recibidos por los distintos sentidos, y por ello la ausencia de datos
sensibles para poder examinar su interior y quedarnos con la mente, con el espíritu, la
conciencia... con el cogito. Esto se justifica porque, según Descartes, los sentidos nos
engañan y hay que dudar de ellos. De este modo nos conoceremos mejor eliminando lo
sensible y prestando atención a lo sensible. Alcanza así la conclusión de que yo soy una
cosa que piensa, que duda... esto es, que el hombre existe, primeramente como cogito.
De esta conclusión continuará su argumento hasta alcanzar la certeza absoluta e
independiente de la realidad sensible que guiará su pensamiento y doctrina: cogito, ergo
sum.
Pregunta 2
Descartes quiere construir mediante la razón un sistema de proposiciones
verdaderas, fundamentado en unos principios indudables. El modelo de sistema son las
matemáticas, ciencia en la que la razón pasa de verdades evidentes a verdades
deducidas. El objetivo es que todo el universo pueda ser entendido al modo matemático,
con certeza y seguridad, es decir, unificar todos los conocimientos que tiene el hombre
hasta su época bajo ese modelo. Todo lo que esté dentro de este sistema será verdadero,
y lo que no quede incluido, será falso. Para alcanzar dicho objetivo Descartes cree que
lo primero que tenemos que conocer es cómo funciona la razón. Este tipo de
conocimiento se basa en dos operaciones: la intuición, luz natural que permite conocer
un concepto de una manera “clara y distinta”, y la deducción, que consiste en unir estos
conceptos verdaderos entre sí. Pero no será únicamente este tipo operaciones lo que nos
dará el conocimiento verdadero, sino que necesitaremos de un método.
El método son las reglas que garantizan el empleo correcto de las dos
operaciones de la mente. Estas reglas son: la evidencia, el análisis, la síntesis y la
enumeración. La evidencia nos dice que tan sólo se admita aquel conocimiento que se
presenta como evidente, es decir, que sea “claro y distinto”, o lo que es lo mismo, que
se conoce sin obstáculos y distinto porque se diferencia de otros conocimientos, no se
confunde con ellos. El análisis consiste en descomponer los conocimientos en sus partes
más simples, intuiciones y comprobar haber si hay algún error en ellas. En este
momento se produce la duda metódica, que consiste en poner en cuestión todo el
conocimiento que parecía seguro hasta entonces de un modo universal y radical. Esta
duda es constructiva y provisional, tiene como objetivo llegar al final del proceso a la
verdad. Esta duda es necesaria dado que los sentidos nos pueden engañar, tampoco
podemos distinguir sueño y realidad y podríamos engañarnos, puede existir un genio
maligno que nos haga engañarnos. La síntesis: consiste en recomponer el concepto
inductivamente, de lo más simple a lo más complicado. Por último la enumeración es la
revisión global final para asegurar el conocimiento definitivamente.
Una vez definido cómo conocen los hombres queda por definir qué es lo que pueden
conocer: la sustancia. Hagamos un recorrido por la experiencia cartesiana y su método,
pero primero aclaremos que es la sustancia: la sustancia se define como “aquello que no
necesita de otra cosa para existir”, es decir, aquello que tiene en sí mismo la causa de su
existencia. Toda sustancia tiene características esenciales o atributos y secundarias o
modos. Hay dos tipos de sustancias: las finitas y las infinitas.
Según decíamos antes la “Res cogitans” o sustancia pensante (atributo) es la
primera verdad que alcanza el método. No podemos dudar de que existimos porque
pensamos: dudamos, afirmamos, negamos, recordamos: “cogito, ergo sum”, pienso,
luego existo. Por otro lado podemos conocer la “Res extensa” o sustancia extensa
(atributo): la extensión es la capacidad de ocupar un lugar en el espacio. Esta sustancia
está formada por cualidades primarias, que son tratadas por procedimientos
matemáticos. Todo el mundo extenso es materia y movimiento, es decir, Descartes es
mecanicista. La materia se mueve por el principio de inercia, tiende a moverse en línea
recta y a conservar el movimiento. Ambas son sustancias finitas.
La última sustancia que podemos conocer es Dios, única sustancia infinita. Es
una idea innata. Para demostrar su existencia, Descartes recurre a un argumento
parecido al de S. Anselmo de Canterbury: si yo digo términos como perfección,
infinito, entiendo su significado, pero no lo puedo aplicar a ninguna realidad sensible ni
racional. Por lo tanto tiene que existir alguien con esas características que la haya puesto
en mí, y de ahí se deduce que Dios existe. Además, si digo que Dios es perfecto, dentro
de la perfección está la veracidad y la bondad, por lo que Dios se convierte también en
la garantía de la veracidad de las otras dos sustancias.
De este modo el alma humana tiene como característica fundamental la del
deseo, la voluntad, y la de ser libre. Por eso puede dudar y llegar a la verdad. El error se
produce cuando elegimos lo que no es evidente o nos dejamos llevar por las pasiones,
acciones bien involuntarias (no son libres) o bien irracionales. Con la finalidad de no
caer en el error crea la llamada “moral provisional” que queda definida como la
aplicación de la “duda metódica” al terreno moral. Hasta que tenga una moral definitiva,
que nunca llegó a completar, Descartes se basa en cuatro reglas: la primera nos dice que
hay que obedecer las costumbres y tradiciones aceptadas y moderadas; la segunda que
una vez que se acepta una opinión, hay que ser coherente y seguirla; después no señala
que hay que controlarse uno mismo antes de intentar controlar el mundo; por último nos
aconseja revisar las ocupaciones para elegir la mejor a la que dedicar la vida (para él no
será otra que la filosofía).
Pregunta 3
El XVII es un siglo de profundas trasformaciones. Ejemplo de ello son la
Reforma Protestante que produjo un cisma en el Cristianismo o las llamadas “Guerras
de Religión” entre católicos y protestantes, que influyeron durante dos siglos en la
filosofía. De estas guerras, la más importante fue la Guerra de los Treinta Años, en la
que lucha el filósofo que nos ocupa, Descartes. Esta guerra divide y empobrece a
Alemania, provoca una catástrofe demográfica e impide el desarrollo de las economías
agrícolas de la mayor parte de los países de Europa. Sin embargo Francia e Inglaterra
logran fortalecerse política y económicamente y sustituyen a España como potencias
hegemónicas. Gracias al Mercantilismo, la burguesía tiene un papel económico
fundamental y, a nivel político, las Monarquías Absolutas, que centralizaron el poder y
mantuvieron los estamentos medievales, hicieron que Francia, bajo el poder de Luis
XIV, se convirtiese en la primera potencia europea.
En lo relativo al entorno filosófico en el que se desarrolla el pensamiento cartesiano nos
encontramos esencialmente con el Racionalismo es la llamada “filosofía continental”. A
continuación señalaré a los principales pensadores del momento y explicaré su filosofía. Nicolás de Malebranche, que relaciona cuerpo y alma mediante el Ocasionalismo, teoría
que afirma que Dios actúa como intermediario entre ellos, produciendo una idea a partir
de un dato sensible, y viceversa. Blaise Pascal, físico y matemático, considera que hay
ciertos límites en la razón humana, que debe convivir con lo que denomina “espíritu de
finura”, parte emocional del hombre única de captar a Dios. Baruch de Spinoza, su
“Ética” es una de las principales obras del Racionalismo. En ella aparece una teoría
llamada Panteísmo: reconoce a Dios como única realidad que existe, mientras que el
hombre y el resto de la naturaleza sólo son manifestaciones de la Divinidad, que se
producen en un ORDEN que la razón es capaz de comprender. A nivel moral, es la
razón la que debe guiar la conducta humana dominando las pasiones y en política es
partidario de un modelo de Estado que garantice el ORDEN SOCIAL, y que él cree que
es la democracia. Por último, Gottfried W. Leibniz, a diferencia de Spinoza, Leibniz
afirma que la realidad está formada por infinitas sustancias creadas por Dios a las que
llama mónadas, totalmente independientes unas de otras, y que se unen para formar las
cosas en un mundo que considera “el mejor de los posibles”, un mundo ordenado con
una “armonía pre establecida”. El conocimiento humano se basa en verdades de razón,
necesarias, evidentes y basadas en el principio de “no contradicción”. Son las verdades
propias de las matemáticas y la lógica.
Pregunta 4.
Las Ideas de Platón como conocimiento seguro