4
1 Textos de Descartes sobre el Cogito De las Terceras objeciones (de Thomas Hobbes, 1641): OBJECIÓN: Del hecho de que soy pensante se sigue que yo soy, porque el que piensa no es una nada. Pero, cuando nuestro autor añade: “es decir, un espíritu, un alma, un entendimiento, una razón”, nos nace una duda. Porque este razonamiento no me parece bien argumentado: Yo estoy pensando, luego, yo soy un pensamiento; o bien, Yo soy inteligente, luego, yo soy una inteligencia. Porque del mismo modo se podría decir: Yo soy un caminante, luego, yo soy un caminar (je suis promenant , donc je suis une promenade). RESPUESTA: Donde dije: “es decir, un espíritu, un alma, un entendimiento, una razón”, etc., de ninguna manera entendí por esos nombres a las solas facultades, sino las cosas dotadas de la facultad de pensar, lo que se suele entender por los dos primeros, y muy frecuentemente también por los dos últimos. Esto lo he explicado tan frecuentemente y en términos tan claros que no veo cómo se haya dado ocasión para dudarlo. (…) Pero, no nos quedemos más en las palabras y vayamos al punto mismo en cuestión. “Puede darse, dice él [Thomas Hobbes], que una cosa que piensa sea algo corpóreo, pues decir lo contrario sería presuponer lo que todavía no está probado”. Lejos de ello. No he presupuesto lo contrario y no me he servido en absoluto de tal suposición como fundamento, sino que lo he dejado totalmente indeterminado hasta la sexta meditación, en la cual queda probado. Y después dice muy bien que “no podemos concebir ningún acto sin su sujeto, como el pensamiento sin una cosa que piensa, porque la cosa que piensa no es una nada”; pero a esto añade sin ninguna razón y contra toda buena lógica (...) que “de ahí se sigue que una cosa que piensa es algo de corporal”(…). Y de nada sirve decir, como hace aquí el filósofo, que un pensamiento no puede ser el sujeto de otro pensamiento. Porque, ¿quién, sino él, ha hecho esa ficción? Al contrario, trataré de explicar aquí en pocas palabras lo que está en cuestión: es cierto que el pensamiento no puede estar sin una cosa que piensa, y en general ningún accidente o ningún acto puede estar sin una sustancia del cual sea el acto. Pero, puesto que no conocemos la sustancia inmediatamente por ella

Descartes TEXTOS 2015

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Selección de textos que muestran el carácter inferencial del Cogito, como también la distinción que sobrevive en Descartes entre "existir" y "pensar".

Citation preview

2Textos de Descartes sobre el Cogito

De las Terceras objeciones (de Thomas Hobbes, 1641):

OBJECIN: Del hecho de que soy pensante se sigue que yo soy, porque el que piensa no es una nada. Pero, cuando nuestro autor aade: es decir, un espritu, un alma, un entendimiento, una razn, nos nace una duda. Porque este razonamiento no me parece bien argumentado: Yo estoy pensando, luego, yo soy un pensamiento; o bien, Yo soy inteligente, luego, yo soy una inteligencia. Porque del mismo modo se podra decir: Yo soy un caminante, luego, yo soy un caminar (je suis promenant , donc je suis une promenade).

RESPUESTA: Donde dije: es decir, un espritu, un alma, un entendimiento, una razn, etc., de ninguna manera entend por esos nombres a las solas facultades, sino las cosas dotadas de la facultad de pensar, lo que se suele entender por los dos primeros, y muy frecuentemente tambin por los dos ltimos. Esto lo he explicado tan frecuentemente y en trminos tan claros que no veo cmo se haya dado ocasin para dudarlo. () Pero, no nos quedemos ms en las palabras y vayamos al punto mismo en cuestin. Puede darse, dice l [Thomas Hobbes], que una cosa que piensa sea algo corpreo, pues decir lo contrario sera presuponer lo que todava no est probado. Lejos de ello. No he presupuesto lo contrario y no me he servido en absoluto de tal suposicin como fundamento, sino que lo he dejado totalmente indeterminado hasta la sexta meditacin, en la cual queda probado. Y despus dice muy bien que no podemos concebir ningn acto sin su sujeto, como el pensamiento sin una cosa que piensa, porque la cosa que piensa no es una nada; pero a esto aade sin ninguna razn y contra toda buena lgica (...) que de ah se sigue que una cosa que piensa es algo de corporal(). Y de nada sirve decir, como hace aqu el filsofo, que un pensamiento no puede ser el sujeto de otro pensamiento. Porque, quin, sino l, ha hecho esa ficcin? Al contrario, tratar de explicar aqu en pocas palabras lo que est en cuestin: es cierto que el pensamiento no puede estar sin una cosa que piensa, y en general ningn accidente o ningn acto puede estar sin una sustancia del cual sea el acto. Pero, puesto que no conocemos la sustancia inmediatamente por ella misma, sino slo en cuanto ella es sujeto de ciertos actos, es muy conveniente a la razn y la misma prctica lo requiere que llamemos con distintos nombres esas sustancias que conocemos ser los sujetos de muchos actos o accidentes enteramente distintos y que, luego de esto, examinemos si esos diversos nombres significan cosas distintas o una sola y misma cosa[footnoteRef:1]. [1: Ren Descartes. uvres. Charpentier, Paris, 1850, pp. 193-197 (AT VIII 75-6: CSM III 24).]

De los Principia Philosophi (1644):

Quae simplicissima sunt et per se nota, definitionibus Logicis obscuriora reddi; et talia inter cognitiones studio acquisitas non esse numeranda.Non hic explico alia multa nomina, quibus iam usus sum, vel utar in sequentibus, quia per se satis nota mihi videntur. Et saepe aduerti Philosophos in hoc errare, quod ea, quae simplicissima erant ac per se nota, Logicis definitionibus explicare conarentur; ita enim ipsa obscuriora reddebant. Atque ubi dixi hanc propositionem: Ego cogito, ergo sum esse omnium primam et certissimam, quae cuilibet ordine philosophanti occurrat, non ideo negavi quin ante ipsam scire oporteat, quid sit cogitatio, quid existentia, quid certitudo; item, quod fieri non possit, ut id quod cogitet non existat, et talia; sed quia hae sunt simplicissimae notiones, et quae solae nullius rei existentis notitiam praebent, idcirco non censui esse numerandas[footnoteRef:2]. [2: Ren Descartes. Principes de la philosophie, Vrin, Paris, 2009, part. I, art. 10, pp. 78-79.]

Las cosas ms simples de todas y conocidas por s mismas las definiciones de los lgicos terminan hacindolas ms oscuras; [por lo que] no hay que nombrarlas entre los conocimientos adquiridos por estudio.No he explicado aqu numerosos trminos de los que ya me he servido antes, o de los que me servir a continuacin, porque me parecen suficientemente patentes por s mismos. He hecho la frecuente advertencia de que los filsofos se equivocan al [pretender] explicar por las definiciones de la Lgica aquellas cosas que son las ms simples y conocidas por s mismas; al hacerlo, las vuelven ms oscuras. Y cuando dije que esta proposicin Yo pienso, luego existo es la primera de todas y la ms cierta que se presenta ordenadamente a cualquier filsofo, sin embargo no estaba negando que previamente a ella era necesario saber qu es el pensamiento, la existencia, la certeza; igualmente, que no puede ocurrir que el que piensa no exista, y otras [cosas] semejantes. Pero como stas son las nociones ms simples y que, en s mismas, no proporcionan el conocimiento de ninguna cosa existente[footnoteRef:3], he estimado que no deban ser nombradas. [3: Se est refiriendo a las cosas materiales (cf. Marcelo de Araujo. Scepticism, Freedom and Autonomy: A Study of the Moral Foundations of Descartes' Theory of Knowledge. Walter de Gruyter, 2003, p. 26).]

Que [la sustancia] conviene unvocamente a la mente y al cuerpo, y cmo se la puede conocer. La sustancia corprea y la mente o sustancia pensante (substantia cogitans) creada pueden ser entendidas bajo ese mismo concepto comn porque son cosas (res) que, para existir, slo requieren el concurso de Dios. Sin embargo, la sustancia, por el solo hecho de ser una cosa que existe, no puede ser advertida por primero (primum animadverti), porque no nos puede afectar por s misma y por el solo hecho de existir; pero fcilmente la conocemos por alguno de sus atributos, conforme aquella comn nocin segn la cual de la nada no puede haber ni atributos, ni propiedades, ni cualidades. As, pues, al percibir la presencia de algn atributo, concluimos tambin la necesaria presencia de alguna cosa existente o sustancia a la cual pueda ser atribuido[footnoteRef:4]. [4: Ren Descartes. Principes de la philosophie, Vrin, Paris, 2009, part. I, art. 52, pp. 135-136.]