Descripción de La Región en Litigio

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Descripción de La Región en Litigio

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Descripcin de la regin en litigioLa regin central sudamericana conocida como Gran Chaco se divide, de norte a sur, en tres regiones: Chaco Boreal al norte del roPilcomayo, el Chaco Central entre ese ro y el roBermejo, y al sur de este ltimo el Chaco Austral. El rea disputada entre Bolivia y Paraguay correspondi exclusivamente al Chaco Boreal.El Chaco Boreal posee una extensin de aproximadamente 650000km2 (un poco menos que Francia) y hasta fines de la dcada de 1920 estuvo casi despoblado y sin explorar. Sus lmites son: al sur el roPilcomayo y la Argentina; al este el roParaguay y la regin oriental del Paraguay; al noroeste la precordillera boliviana y al noreste las regiones selvticas de Brasil y Bolivia.

Paisaje del Chaco Boreal, el rbol es el Schinopsis balansae.La regin estaba cubierta por bosques, matorrales espinosos y palmeras. En la franja cercana al roParaguay, se explotaba el quebracho para la produccin del tanino. El desarrollo de la agricultura en esa poca era escasa.El monte [chaqueo] es el absurdo materializado en rboles. Es el terrible mundo de la desorientacin. En todas partes es el mismo, bajo, sucio, verde terroso. [] Sus rboles, no son rboles, son espantajos de formas torturadas, en cuya corteza rumian su miseria fisiolgica espinas y parsitos [que] crecen prendidos a una tierra estril e infecunda, por eso viven y mueren sin adornar sus ramas con la verde caricia de la hoja ni el milagro luminoso del fruto. Carlos Arce Salinas, excombatiente y poltico boliviano en (Arce Aguirre, 2009, p.32)El clima de tipo semitropical era semiestpico en el sector oriental, y continental en el sector occidental. La temperatura poda llegar a los casi 50C en verano, y ser inferior a los 0C. en el invierno. Era el hbitat de una gran variedad de serpientes venenosas y de insectos portadores de enfermedades, como la vinchuca y el mosquito. El agua era escasa y salobre en las zonas centrales; los pocos pozos y lagunas existentes tuvieron una importancia vital durante la guerra pero la contaminacin de los mismos produjeron muchas bajas por disentera.Hay un magnfico pozo de agua en Platanillos. Los paraguayos al retirarse le pusieron una bomba. Tiene 40metros de profundidad y se hacen esfuerzos por rehabilitarlo. Pero su agua es intomable por lo nauseabunda. Se ha extrado ya enorme cantidad de agua, es cristalina pero infecta, hedionda a curtiembre, a cueros podridos. Se espera el resultado de los anlisis de Villa Montes. Luis Fernando Guachalla, pagador del Segundo Cuerpo boliviano, 5 de marzo de 1933 en (Guachalla, 1978, p.248)Durante la temporada de lluvia, de diciembre a mayo, los pocos caminos, que eran senderos polvorientos durante la mayor parte del ao, se convertan en fangales intransitables debido a la poca permeabilidad del suelo. Esta inhspita regin fue muchas veces el enemigo principal que enfrentaron ambos contendientes.Antecedentes y causasArtculo principal: Antecedentes de la Guerra del ChacoVase tambin: Tratados limtrofes entre Bolivia y Paraguay anteriores a la Guerra del ChacoLos antecedentes y causas de la guerra del Chaco son complejos. Cuando Bolivia y Paraguay se volvieron estados independientes heredaron de la poca colonial una vaga determinacin de los lmites de esa zona inhspita y despoblada por lo que tuvieron que fijar sus respectivas jurisdicciones de acuerdo con documentos muchas veces contradictorios o mediante el trazado de lneas geodsicas. Los cuatro tratados de lmites que se acordaron entre 1879 y 1907 no fueron aceptados definitivamente por ninguna de las partes. Cuando Bolivia perdi la salida al ocano Pacfico, como consecuencia de la Guerra del Pacfico (1879), esa regin adquiri un valor estratgico para ese pas: la ocupacin del Chaco Boreal fue necesaria para salir al ocano Atlntico por el roParaguay. Ambos pases realizaron pocas expediciones al Chaco. Otra causa fue la supuesta existencia de petrleo en el subsuelo chaqueo que la Standard Oil ya extraa en sus bordes serranos. Esa empresa haba fracasado en su intento por sacar el petrleo boliviano por un oleoducto en territorio argentino hasta la refinera que tena una subsidiaria suya sobre el roParan quedndole como nica opcin cruzar por el Chaco Boreal hacia el roParaguay, lo ms al sur posible.2El Paraguay, unas dcadas antes, haba sido devastado por la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870). Una de las consecuencias fue la prdida de enormes territorios en la zona oriental. Respecto del Chaco Boreal, Argentina pretendi incorporar una parte a su territorio, pero tras recurrir en 1879 al arbitraje del presidente estadounidense Rutherford Hayes, este fall que la zona comprendida entre el roPilcomayo y el Verde, al norte, corresponda al Paraguay. Con estos antecedentes, era difcil que ese pas pudiera aceptar las pretensiones bolivianas sobre el Chaco Boreal.Comandantes en jefe de los ejrcitos

Daniel Salamanca, presidente de Bolivia entre 1931y1934.

General Hans KundtComandantes bolivianosDurante la guerra del Chaco, el ejrcito boliviano fue dirigido sucesivamente por cuatro generales: Filiberto Osorio (desde septiembre a octubre de 1932); Jos Leonardo Lanza (desde octubre a diciembre de 1932); Hans Kundt (desde diciembre de 1932 a diciembre de 1933); Enrique Pearanda Castillo (desde diciembre de 1933 hasta finalizar la guerra).Detrs de ellos tuvieron fuerte influencia el presidente Daniel Salamanca y la oligarqua boliviana. Osorio y Kundt fueron sustituidos por errores de conduccin y motivos polticos. Hans Kundt fue la principal figura militar en Bolivia en las dos dcadas anteriores a la guerra. Lleg al pas el 11 de marzo de 1911, con el grado de mayor, encabezando una misin de 18 militares alemanes contratada por el estado boliviano para reorganizar el ejrcito. Su buena actuacin, exclusivamente tcnica, le vali el ascenso a general del ejrcito boliviano.En 1914, estando de vacaciones en Alemania estall la Primera Guerra Mundial. Particip esencialmente en el frente oriental y luego en el frente occidental. Se retir del ejrcito alemn con el grado de general y regres a Bolivia en 1921 como un civil. Fue nuevamente contratado por el presidente Saavedra, se nacionaliz boliviano en 1921 y asumi la jefatura del Estado Mayor hasta 1926, pero con funciones cada vez ms ligadas con la poltica interna boliviana. A mediados de 1930, intent orientar a los oficiales bolivianos en cuestiones polticas a favor de la re-eleccin del presidente Hernn Siles. Cuando este fue derrocado, tuvo que exiliarse.En diciembre de 1932, ya con 63aos, fue llamado por el gobierno para dirigir al ejrcito boliviano en campaa. Fue calificado como oficial tropero, por no poseer estudios de Estado Mayor, lo que influy en la deficiente movilizacin del ejrcito boliviano en 1928 con su secuela de saqueos, disturbios, amotinamientos y deserciones. No solo tuvo que enfrentar al ejrcito paraguayo, sino tambin a las intrigas de los oficiales del alto mando boliviano. Tras los sucesivos fracasos en Nanawa, Campo Grande y en Alihuat-Campo Va, fue destituido por Daniel Salamanca en diciembre de 1933. Abandon Bolivia y falleci en Suiza seis aos despus. Enrique Pearanda Castillo fue elegido por el presidente Salamanca como sucesor de Kundt por haber escapado del cerco de Campo Va, hecho que no fue cierto y que Pearanda evit aclarar.3Particip, antes de la guerra, en el engao del alto mando boliviano al presidente Salamanca con motivo de la ocupacin del fortn paraguayo Carlos A. Lpez, amparndose en la obediencia debida.4Careciendo de un punto de vista estratgico propio, y engaoso casi por omisin en sus relaciones civil-militares, Pearanda era una misteriosa mezcla de camaradera de rancho, que le daba acceso a las sugerencias de los subordinados) y de intolerancia cuartelera cuando estaba irritado (complicando as sus relaciones con Salamanca (Dunkerley, 1987, p.223)El general Pearanda contina siendo el hombre sin carcter ni iniciativa propia. Esta impresin se ha hecho conciencia en el ejrcito y nadie la disimula. Presidente Salamanca en (Querejazu Calvo, 1981)Si bien present su renuncia dos veces antes de la batalla de El Carmen, el presidente Salamanca hizo caso omiso de ellas porque consider que las distintas fracciones del ejrcito lo respetaban porque no hacia sombra a nadie.5Salamanca lo responsabiliz por la derrota en El Carmen e intent sustituirlo.6 Este hecho motiv que el 27 de noviembre de 1934, Pearanda encabezara el motn conocido como el Corralito de Villamontes y que por haber sucedido en tiempos de guerra fue calificado como de traicin a la Patria.7Poco tiempo despus Pearanda no pudo evitar el colapso del Segundo Cuerpo boliviano frente a La Faye al no imponer su autoridad al coronel David Toro para que se retirara a un lugar ms seguro.8 A partir de ese momento, y con el ascenso del coronel Toro al cargo de jefe del estado mayor, comand el ejrcito casi en forma colegiada con l. El historiador Bruce W. Farcau sostiene que est pendiente de evaluacin si la conduccin de Pearanda no fue peor que la del denostado Kundt.9Comandante paraguayoEn contraste con los sucesivos comandantes en jefe bolivianos, el ejrcito paraguayo fue dirigido por Jos Flix Estigarribia desde el comienzo hasta finalizar la guerra, periodo en el cual nunca abandon el Chaco.Jos Flix Estigarribia: De extraccin social humilde, realiz estudios superiores en la Facultad de Agronoma. Luego de obtener el diploma cambi de carrera y en 1910 se alist en el ejrcito con el rango de teniente de infantera. De 1911 a 1913, asisti a la Escuela Militar Bernardo OHiggins, en Chile. En 1917, debido a sus aptitudes, fue ascendido a capitn. Fue seleccionado para asistir al curso de Estado Mayor en la cole Suprieure de Guerre en Francia. Era un estudioso de la guerra de movimiento superadora de las estrategias de la Primera Guerra Mundial. Su primera experiencia militar en el desierto lo hizo en Marruecos, en las operaciones que realiz el ejrcito francs al mando del mariscal Louis Lyautey. En 1927 culmin el curso de tres aos de duracin y en 1928 fue nombrado jefe de Estado Mayor. Cuando la guerra pareca inevitable, el gobierno decidi que Estigarribia era el hombre ms capacitado para dirigir al ejrcito paraguayo.En abril de 1931 fue ascendido a teniente coronel y el 18 de junio asumi el comando de la 1.Divisin con asiento en el puerto Casado, en el Chaco Boreal. Despus de la batalla del fortn Boquern, en septiembre de 1932, fue ascendido a coronel, grado con el cual comand el ejrcito paraguayo hasta septiembre de 1933. Tras el exitoso cerco de Campo Grande fue ascendido a general. Era un hombre tranquilo, serio y austero, en su inconfundible uniforme con las mangas siempre cortas. El buen conocimiento de cada oficial bajo su mando le permiti exigir a cada uno el mximo de esfuerzo que poda dar. Dirigi las operaciones desde muy cerca del frente para agilizar la toma de decisiones y dej en libertad a sus oficiales para que realizaran las operaciones tcticas que el momento y lugar lo requirieran. Se lo ha criticado por haber sido excesivamente conservador en los primeros meses del conflicto. Su mayor logro estratgico fue conducir la guerra en el desierto chaqueo como si se tratara de una batalla naval.Estrategias de los ejrcitos

Camin Ford similar a los que usaron Bolivia y Paraguay.Estrategia bolivianaLa estrategia boliviana se apoy en la indudable superioridad de recursos econmicos y de poblacin (3a1) que tena sobre el Paraguay. Para el Estado Mayor boliviano la ocupacin del Chaco y el acceso al roParaguay era ms un problema diplomtico que militar.El teniente coronel ngel Rodrguez consideraba que solo haba agua suficiente para enviar a cinco mil hombres, y que solo las unidades no ms grandes que una compaa podran maniobrar entre los arbustos, mientras que Kundt segua firmemente convencido de que tres mil hombres bastaran para tomar Asuncin.(Dunkerley, 1987, p.207)No se tuvo en cuenta la historia de ese pequeo pas ubicado al sur y a la importancia que le daba a la posesin del Chaco Boreal. En 1928, el doctor Salamanca, para quien el Paraguay era la ms miserable de las republiquetas de Sudamrica,10 deca:Bolivia tiene una historia de desastres internacionales que debemos contrarrestar con una guerra victoriosa []. As como los hombres que han pecado deben ser sometidos a la prueba del fuego para salvar sus almas [] los pases como el nuestro, que han cometido errores de poltica interna y externa, debemos y necesitamos someternos a la prueba del fuego, que no puede ser otra que el conflicto con el Paraguay [] nico pas al que podemos atacar con seguridades de victoria. Daniel Salamanca en (Antezana Villagrn, 1982, p.12/13 vol.2)Comenzada la guerra, Bolivia no realiz una movilizacin total, consider que era suficiente llevar adelante una guerra econmica y que no alterara la vida cotidiana de la poblacin.11Por estas razones no se intent mejorar el abastecimiento hasta el lejano frente chaqueo construyendo una lnea frrea hasta Muoz y el imprescindible puente sobre el roPilcomayo.12 Las tropas fueron transportadas en camin y ferrocarril hasta Villazn, desde all en camin hasta Tarija y desde ese punto a pie hasta Villamontes, la base principal en el Chaco. Desde all los soldados tuvieron que marchar hasta 400kilmetros a travs del polvo, barro y el calor sofocante del Chaco Boreal. El medio bsico de transporte fue el camin, y estos siempre escasearon.Dgame seor general, qu piensan hacer con los 600 camiones y qu han hecho con los ltimos20 que he comprado hace dosmeses? Presidente Salamanca al Jefe de Estado Mayor en (Dunkerley, 1987, p.214)Para cubrir las seis etapas del tramo Villazn-Muoz se necesitaban 480camiones. Como solo haba unidades para los pertrechos y sobre todo el agua, los soldados tuvieron que movilizarse a pie durante toda la guerra. Los vehculos estuvieron limitados a su vez por los malos caminos, todos de tierra y que las lluvias hacan intransitables.13Bolivia prioriz la ocupacin territorial para justificar de facto sus derechos (Vid.Incidente de laguna Pitiantuta). La prdida de un fortn fue vivido dramticamente por el pueblo, el gobierno y el ejrcito bolivianos hasta el punto de ocultarse la informacin entre s.14 Los partidos polticos, el regionalismo y la prensa de la oposicin no perdieron ninguna oportunidad para criticar al presidente Salamanca y al alto mando con el nico objetivo de lograr una mayor cuota de poder.15La preparacin de los oficiales y la del mismo Kundt no estaban actualizadas. El Colegio Militar era refugio de estudiantes rprobos y bachilleres fracasados.16 Muy pocos recibieron capacitacin superior una vez egresados de ese Colegio, dentro o fuera del pas.17 Los ascensos se digitaron polticamente en negociaciones abiertas. La misin militar espaola que lleg en febrero de 1931 observ que se enseaba materias elementales como lgebra a coroneles y topografa a egresados de la Escuela Superior de Guerra.18 Primaban las doctrinas de la Primera Guerra Mundial con sus ataques frontales con enorme costo en vidas y que ya estaban siendo superadas por concepciones ms modernas. Antes que comenzara la guerra, pese a los aos a cargo del ejrcito boliviano, el general Hans Kundt nunca estuvo en el Chaco.19Para los soldados que venan del altiplano fue difcil adaptarse fsica y psquicamente al hbitat chaqueo. La unidad del pueblo frente a la guerra fue dbil debido al anacrnico feudalismo agrario boliviano.20 En 1927, al norte de Potos, los llamados campesinos se levantaron contra la oligarqua terrateniente boliviana en tres oportunidades; Eduardo Nina Quispe (1930-1933) luch por una Repblica de Naciones y Pueblos Originarios y en 1935 se masacr a campesinos en Pucarani para obligarlos a ir a la guerra.El soldado Aymar, que no conoca el castellano, fue ciegamente a la guerra (y a la muerte) sin saber el por qu.21 Uno de ellos pregunt a su sargento: Y quin, pues, jefe, es nuestro enemigo? Son los cochabambinos?.22El indio iba a la guerra, pero no le gustaba naturalmente porque no tena conciencia patritica cmo era posible tenerlo como soldado al indgena sin forzarlo? J. Espada Antezana, ministro de guerra boliviano en (Arce Aguirre, 1987, p.258).Los indios son cobardes? No saben a conciencia qu es la Patria, pero se empean en fiera lucha contra quienes intuyen que son sus adversarios o, ms propiamente, contra los oficiales que los comandan. Subteniente boliviano Alberto Taborga en (Dunkerley, 1987, p.244)La relacin entre Salamanca y el alto mando y la de estos entre s fue difcil durante toda la guerra ya que muchos tenan ambiciones polticas y corporativas que afectaban la conduccin de las operaciones.La clase militar haba llegado a formar una especie de casta privilegiada, cuidadosamente cerrada a los profanos, de acceso exclusivamente oficial y cuyos componentes progresaban masnicamente en grados y emolumentos por accin del tiempo [] Unidos en estrecha solidaridad de intereses, frente al Gobierno y a la nacin toda, [], acabaron por mostrar, al contacto con la guerra, toda la soberbia de que estaban penetrados. [] Desgraciadamente tanta soberbia militar iba acompaada de la incapacidad y de la derrota, con todas sus funestas consecuencias. [] Se crearon en el Chaco un campo propio y cerrado en que ellos pudiesen moverse con entera libertad. Eso s, pedan soldados, camiones, provisiones, armas y municiones en cantidades crecientes sin atender a las posibilidades financieras que limitaban los esfuerzos del Gobierno (a pesar de su buena voluntad). Presidente D. Salamanca en (Guachalla, 1978, p.90 y 91).Algunos historiadores, Querejazu Calvo entre ellos, caracterizaron al ejrcito boliviano de entonces como un ejrcito colonial porque era una fuerza fundamentalmente dirigida a la represin interna, que careca de apoyo popular, que estaba dividido racialmente y que era utilizado para defender un sistema poltico que ya estaba en proceso de desintegracin.23La compra de armamentos, a fines de la dcada del 20, fue desproporcionada frente al probable enemigo, el ejrcito paraguayo. Esto despert la inquietud de otros pases limtrofes: Chile y Per. Esa compra, unificada mayormente en la firma inglesa Vickers, produjo una serie de problemas en cuanto a la calidad y al cumplimiento de las entregas.24 Se compraron tanques pese a la oposicin de los tcnicos bolivianos que afirmaban que no serviran en el Chaco. Al comienzo de la guerra, un volumen importante de armas todava estaba sin fabricar ni embarcar en Inglaterra.En 1932, Bolivia sufri serias dificultades econmicas por la cada del precio y el volumen de las exportaciones del estao que en 1929 haban sido de 46,9millones de dlares, reducindose a 10millones de dlares en 1932. Adems, careci de crdito internacional por haber entrado en mora en los pagos de su deuda externa. La produccin minera concentraba, en 1930, el 95% de las exportaciones bolivianas absorbiendo mano de obra campesina que impeda el desarrollo de la agricultura y favoreca la dependencia de la importacin de alimentos provenientes de los pases vecinos, especialmente de la Argentina. En 1931, el general Osorio, en un informe al Ministerio de Guerra, adverta sobre esta debilidad estratgica:[...] en una emergencia blica con el Paraguay [] existe el peligro que nuestro abastecimiento y aprovisionamiento [] casi total y obligadamente efectuados en los mercados argentinos, quede obstruido con gravsimo perjuicio para nuestros intereses militares. Informe del general Osorio al Ministerio de Guerra boliviano en (Seiferheld, 1983, p.283)Si bien existieron problemas, las importaciones de alimentos y otros insumos desde la Argentina y otros pases vecinos se mantuvieron durante toda la guerra. Hasta productos del Paraguay ingresaron a Bolivia con el visto bueno del gobierno paraguayo.25La produccin de petrleo de la empresa estadounidense Standard Oil en Bolivia no pudo satisfacer las necesidades del ejrcito y durante la guerra fue permanente el reclamo por la falta de gasolina. Bolivia tuvo que importar combustible y lubricantes, a un mayor costo, de una destilera que la Standard Oil tena en el Per, o de la que ingresaba ilegalmente desde la Argentina cruzando el ro Pilcomayo por Puerto Cabo Iriyoyen (Argentina) hacia Linares, segn Kundt, a un precio exorbitante.26 Despus de terminada la guerra se confirmaron las denuncias de que la Standard Oil de Bolivia, desde 1926, vena sacando de contrabando parte de su produccin hacia la Argentina, a travs de un oleoducto clandestino, con el visto bueno de altos funcionarios del gobierno argentino y boliviano vinculados a esa empresa norteamericana.Estrategia paraguaya

Tren transportando soldados paraguayos desde Puerto Casado al frente.El estado mayor paraguayo plane la defensa del Chaco utilizando las comunicaciones existentes en la zona. Se trasladaron hombres y recursos desde Asuncin por el roParaguay hasta Puerto Casado y desde all por un ferrocarril de trocha angosta, usado en la explotacin de tanino, hasta muy cerca de Isla Po, la principal base militar en el Chaco. Durante la primera parte de la guerra, esta ventaja compens, en cierta medida, la superioridad boliviana en recursos.Sin embargo, la falta de camiones fue crnica y permiti muchas veces que el enemigo, totalmente desarticulado, pudiera escapar. El abastecimiento de agua, por igual motivo, fue otro problema difcil de resolver. A principios de octubre de 1934, en su visita al frente, el presidente Ayala le manifest al comandante Estigarribia que no poda proveerle de los 500camiones que el ejrcito necesitaba con prioridad absoluta debido al alargamiento de su lnea de abastecimiento. Estigarribia justific entonces su plan de atacar a los bolivianos en Caada El Carmen diciendo:En este caso [...] no se debera perder tiempo esperando mejores perspectivas sino por el contrario actuar pronto y decididamente porque nosotros no podemos movernos [por falta de camiones] pero tampoco podemos quedar donde estamos. Entrevista Estigarribia-Ayala, en Camacho, 6 de octubre de 1934 en (Vittone, 1986, p.198).Las ofensivas paraguayas se realizaron en las estaciones de poca lluvia, cuando el calor era preponderante. Se utiliz la tctica del cerco y aniquilamiento, el popularmente llamado corralito: ruptura o envolvimiento del frente, penetracin hacia la retaguardia enemiga, corte del abastecimiento y mando enemigos. Se prioriz el movimiento, rebalsando por los laterales las defensas fijas bolivianas, evitando los ataques frontales de gran intensidad. El objetivo fue el aniquilamiento del ejrcito enemigo y no la ocupacin territorial. En febrero de 1934, un informe boliviano sobre el modus operandi del ejrcito paraguayo deca:La forma sistemtica que el enemigo viene empleando en sus ataques consiste en el amarramiento frontal, con grupos de combate y activas exploraciones de fuego para buscar el envolvimiento, con su masa, de una o ambas alas, y la salida de fracciones sucesivas sobre los caminos de retaguardia. Estas maniobras piden serias precauciones para su ejecucin; sin embargo, son llevadas [a cabo] por el enemigo con una confianza imprudente, apoyado simplemente en el resultado moral de sus xitos anteriores. Informe del Comando Superior boliviano en (Guachalla, 1978, p.114).Los oficiales ms capaces fueron enviados al extranjero: Argentina, Chile, Francia, Blgica, Italia, para realizar estudios superiores.27 El pueblo paraguayo, con la conviccin de estar siendo nuevamente agredido, como haba ocurrido 60aos antes por la Argentina, el Brasil y el Uruguay, se uni nuevamente detrs del gobierno y su ejrcito en lo que se conoce como Guerra total. Nadie dudaba de que el Chaco deba ser defendido. El pueblo colabor con todo tipo de actividades, tanto en el pas como en el extranjero, para aumentar la produccin de bienes exportables, recaudar fondos y todo tipo de recursos para la guerra. En abril de 1934, los ciudadanos entregaron 800mesas de madera de sus casas para construir 1200cajas para 18000granadas de mano construidas en los arsenales y que deban enviarse al frente con urgencia.28 Haba homogeneidad entre oficiales y soldados donde todos tenan las mismas tradiciones, costumbres y hablaban el mismo idioma: el guaran. En este aspecto el ejrcito paraguayo tuvo una decisiva ventaja sobre su oponente boliviano donde haba distintos grupos tnicos/lingsticos, pronunciadas diferencias de clase, origen y cultura entre soldados y oficiales, y hasta mercenarios extranjeros en los mandos superiores. Al poeta y excombatiente boliviano ngel Lara, que observaba a un grupo de prisioneros paraguayos, le sorprendi que los soldados conversaran con sus oficiales con toda naturalidad.29La perfecta complementacin entre dos hombres con caractersticas dismiles, el comandante Estigarribia, como mximo responsable militar, y el presidente Eusebio Ayala, en su funcin poltica y econmica, permiti que el Paraguay tuviera una conduccin unificada y casi sin fisuras, imprescindibles para lograr los mejores resultados en la campaa militar.La adquisicin de armas tuvo que superar tres problemas fundamentales: Tener abiertas las lneas de comunicacin que pasaban por la Argentina: vas frreas y de navegacin. La escasez de recursos y de crditos. La necesidad del secreto para no provocar una reaccin boliviana que acelerara la guerra antes de que las mismas llegaran al Paraguay.El envo del general Manlio Schenoni, en septiembre de 1926, a recorrer las fbricas de armamento europeas tuvo como objetivo desviar la atencin de los espas bolivianos, pues la compra fue realizada por el doctor Eusebio Ayala utilizando secretamente los estudios tcnicos que el ejrcito argentino haba realizado para su propio equipamiento y los informes que enviaban los oficiales paraguayos que estudiaban en Europa.Mientras se observaba a un jefe [Schenoni], las adquisiciones se hacan en otra parte subrepticiamente; se disipaba la alarma de Bolivia mientras realizbamos nuestros planes. Por este motivo deca el Presidente de la Repblica en uno de sus mensajes al Congreso: Preferimos hacer lo que no parece, a hacer parecer lo que no hacemos.(Ayala Queirolo, 1985, p.65)Las compras se hicieron con gran meticulosidad y secreto, eligiendo las mejores armas, a diversos proveedores. El Paraguay empez y termin la guerra con los mismos oficiales y soldados. Solo tuvo que reponer los muertos, heridos y enfermos. Esto signific contar, a los pocos meses de continuos combates, con un ejrcito experimentado para la difcil guerra chaquea.Un aspecto importante de la estrategia paraguaya fue contar con el apoyo de la Argentina como fuente de suministro de insumos vitales. A tal efecto se utilizaron las histricas relaciones comerciales y las vinculaciones culturales, sociales y migratorias existentes entre ambos pases. Desde el punto de vista geopoltico, la Argentina consideraba al Paraguay como la primera lnea de defensa o la punta de lanza ante una posible expansin brasilea hacia el oeste. Comenzada la guerra, el pueblo argentino apoy la causa paraguaya con donaciones y voluntarios de todo tipo.El doctor Luque, redactor jefe de La Prensa, me dijo: Yo no hablo en mi casa de lo que en el diario se hace, y as jams hablo de la cuestin paraguayo-boliviana; pero es lo cierto que mi mujer, mis hijos y todo el servicio no pierden ninguna oportunidad para expresar sus simpatas por el Paraguay. Ese es el espritu de toda la gente.(Rivarola, 1982, p.134)Estos hechos no fueron un secreto para el gobierno y el estado mayor boliviano, que reciban extensos informes no solo de sus funcionarios radicados en Buenos Aires sino del propio Luis Fernando Guachalla, embajador boliviano en Asuncin hasta julio de 1931.30Ataque al fortn Carlos A. LpezArtculo principal: Incidente de laguna Pitiantuta

Ataque del capitn paraguayo Abdn Coronel Palacios.El 6 de mayo de 1932, el secretario de estado de los Estados Unidos, Francis White, presidente de la Comisin de Neutrales, propuso que el pacto de no agresin entre Bolivia y el Paraguay, en curso de negociacin, deba partir de los territorios ocupados por las partes en el momento de su firma. El ejrcito boliviano aceler su plan de ocupacin territorial, especialmente de la importante laguna descubierta accidentalmente por su aviacin el 25 de abril de 1932.En su tercer intento por llegar a ese objetivo, el 15 de junio de 1932, un destacamento boliviano al mando del mayor scar Moscoso atac y destruy el fortn paraguayo Carlos Antonio Lpez, ubicado al borde de la laguna Pitiantuta (o laguna Chuquisaca como fue nombrada despus por los bolivianos). Esta sorpresiva accin militar se hizo contrariando rdenes del presidente boliviano Salamanca de evitar todo tipo de provocacin en el Chaco dadas las negociaciones que se vena discutiendo en Washington desde noviembre de 1931.Con esta operacin de encubrimiento, mentiras y desobediencia y hasta extravo de documentacin, realizada por miembros del alto mando a espaldas del presidente, se inici uno de los conflictos que afectaran a Bolivia durante toda la guerra, la de Salamanca contra los responsables del ejrcito y que culminara, aos ms tarde, con su destitucin. Un mes despus, el 16dejulio, el destacamento paraguayo Coronel Palacios recuper la zona despus de una pequea refriega. Este hecho fue presentado al pueblo boliviano como un artero ataque del Paraguay a Bolivia y se lo condiment adems con falsos actos de barbarie cometidos por los soldados paraguayos. El 19dejulio de 1932, desde los balcones del Palacio Quemado, Salamanca se dirigi al pueblo que se haba congregado para escucharlo:Ciudadanos, hijos de Bolivia, en un momento de verdadera angustia nacional, AL PRESENTARSE UNA NUEVA AGRESIN A LA DIGNIDAD NACIONAL, se ha producido esta magnfica reaccin que manifiesta la vida y el vigor del patriotismo boliviano. Si una nacin no reaccionara ANTE LOS ULTRAJES QUE LE INFIEREN no merecera ser una nacin. Discurso de Salamanca al pueblo boliviano en (Querejazu Calvo, 1990, p.29).Miles de bolivianos aplaudieron esas palabras sin sospechar del engao y de que iran a la muerte poco tiempo despus en la desconocida y rida planicie chaquea.Escalada bolivianaLa recuperacin paraguaya de la laguna Pitiantuta, que volvi las cosas a su estado anterior, no lo fue para Salamanca. Como si se tratara de una afrenta al honor nacional pidi al general Osorio el enjuiciamiento de los responsables. Poco despus, debilitado polticamente y empujado por un clima guerrerista que l mismo haba incentivado, orden al ejrcito que se apoderara, en represalia, de los fortines paraguayos Corrales, Toledo (del 27 al 28dejulio) y Boquern (el 31dejulio de 1932).Ejecute bien la orden, si hay en ello algn mrito, sera suyo; si surgen responsabilidades, sern mas. Mensaje del presidente Salamanca al general Quintanilla en (Dunkerley, 1987, p.219)En el frente diplomtico, ante la protesta paraguaya como pas agredido, Salamanca se mostr firme en no devolver los tres fortines y exigi que fueran incorporados a una zona en litigio. Previamente, el 22dejulio de 1932, orden que la delegacin boliviana abandonara la Comisin de Neutrales, que actuaba de mediador entre ambos pases. Ante el pedido paraguayo de que se investigara lo sucedido en Pitiantuta, la cancillera boliviana, descolocada por la accin militar realizada por el alto mando, intent defender lo indefendible mediante un lenguaje cada vez ms agresivo:Despus del ataque [se refiere a la recuperacin paraguaya del fortn Carlos A. Lpez] [el Paraguay] se presenta nuevamente en Washington alardeando pacifismo. Esto es un sarcasmo de la realidad de los hechos, una burla, no solo para nosotros, sino para los mismos neutrales. Julio A. Gutirrez, ministro de relaciones exteriores de Bolivia en (Paraguay. Ministerio de Relaciones Exteriores, 1933, p.188)Finalmente el canciller boliviano Gutirrez, en una arrogante nota del 1.deagosto, agreg: No nos interesan las investigaciones que no definen la cuestin fundamental.10El da 7 de agosto fuerzas bolivianas ocuparon el fortn paraguayo Caray bautizndolo como Huijay.Con esta excesiva reaccin sin razones valederas, el gobierno de Salamanca avanz desde una poltica de desmilitarizar el Chaco a una guerra con miles de muertos y heridos. Pero el ejrcito boliviano, a fines de julio de 1932, no estaba preparado para una operacin militar en gran escala en el Chaco. El 30deagosto de 1932, a solo 9das del ataque de todo el ejrcito paraguayo sobre Boquern e inicio de la guerra, el general Osorio envi el Memorando 507/32 al presidente Salamanca. Con un tono casi altanero e irrespetuoso, expuso que el alto mando no tena directivas precisas ni exista un Plan de Operaciones que guiara al ejrcito boliviano en el Chaco. En el mismo memorando propuso un plan que consista en avanzar por el norte, en el alto Paraguay, zona diametralmente opuesta al que se estaba realizando en el sur.31 El plan de Osorio tena como objetivo ocupar la costa del roParaguay frente a un pas neutral (Brasil), fcil de aprovisionar y mantener indefinidamente. Al mismo tiempo, en la zona sur, el general Carlos Quintanilla, jefe de las fuerzas bolivianas en el Chaco, pidi autorizacin para ocupar dos fortines ms: Nanawa al sur y Rojas Silva al este. Este ltimo fortn fue ocupado el da 6deseptiembre de 1932.As Quintanilla, el General de las Represalias, movido un tanto por la orden presidencial y ms por sus ansias locas por popularizarse [...] obteniendo triunfos baratos sobre el Paraguay, indirectamente cooper [...] para precipitar al inerme pueblo boliviano a la vorgine del Chaco.(Tabera, 1979, p.154)En julio de 1932, el ejrcito boliviano contaba en el Chaco con el Primer Cuerpo, unos 4000hombres, en la parte sudoeste, ms dosdivisiones, unos 2000hombres, en el noroeste. Durante el mes de agosto aproximadamente 6000soldados comenzaron a ser trasladados lentamente al Chaco debido a serias complicaciones logsticas.32Reaccin paraguaya

Eusebio Ayala, presidente del Paraguay entre 1932y1936.La captura y destruccin del fortn Carlos A. Lpez que la cancilleria boliviana segua negando, la ocupacin en represalia de tres fortines paraguayos que se negaba a devolver y la actitud intransigente y belicista del gobierno boliviano, convencieron al gobierno paraguayo de que la solucin militar era la nica salida a los problemas chaqueos. El presidente Eusebio Ayala decret la movilizacin general para lanzar al Paraguay a una guerra a gran escala. Durante el mes de agosto de 1932 se concentraron 8000soldados en la base de operaciones de Isla Po; 1500 en el fortn Nanawa y 3000 se ubicaron en el alto roParaguay. Otros 3000refuerzos fueron enviados a Isla Po a fines de agosto. Estas fuerzas estaban al mando de 8 tenientes coroneles, menores de 50aos, que en su mayora haban realizado altos cursos de perfeccionamiento en Europa y 12mayores, que tenan menos de 40aos y que tambin haban realizado estudios en el extranjero.33 En Isla Po se construy una pista de aterrizaje y se traslad toda la fuerza area. Se requisaron camiones y barcos privados, los primeros para el transporte de tropas y recursos en el Chaco y los segundos para reforzar la logstica que se haca desde Asuncin hasta el puerto Casado por el roParaguay.El teniente coronel Juan B. Ayala, del Estado Mayor, el oficial que haba recibido la mayor capacitacin en Francia y que haba analizado las causas del fracaso de la movilizacin del ao1928 que impidi que la guerra de iniciara aquel ao, logr ahora triplicar planificadamente, en solo 30das, las fuerzas del ejrcito en tiempos de paz. El teniente coronel Estigarribia estimaba que el ejrcito boliviano recin podra completar su movilizacin masiva, y alcanzar la inevitable superioridad en hombres y recursos, en 90das, tiempo suficiente para llevar adelante, con esa ventaja estratgica, la primera ofensiva paraguaya en el Chaco.El 29 de agosto, la Comisin de Neutrales propuso una tregua incondicional de 60das que Bolivia acept si se reduca a 30das pero que el doctor Justo Pastor Bentez, ministro de relaciones exteriores del Paraguay, con toda la maquinaria blica en pleno movimiento, la rechaz aduciendo: Nos toca velar por nuestra propia seguridad que consideramos seriamente amenazada. 34Primera ofensiva paraguaya (septiembre-diciembre de 1932)Batalla de BoquernArtculo principal: Batalla de Boquern

Primera ofensiva paraguaya (septiembre a diciembre de 1932).El 8 de septiembre, aviones bolivianos detectaron la aproximacin de las fuerzas paraguayas en el camino hacia Boquern y bombardearon y ametrallaron la columna, ocasionando bajas entre hombres y caballos.El teniente coronel Manuel Marzana asumi el mando de las fuerzas que ocuparon Boquern el 31 de julio de 1932 a causa del fallecimiento del teniente coronel Luis Emilio Aguirre (junto con otros oficiales y soldados), en la emboscada preparada con antelacin por las fuerzas paraguayas que defendan el fortn.35 Este competente oficial fue el responsable de sostener el cerco de Boquern resistiendo los embates del grueso del ejrcito paraguayo que, desde el 9al29deseptiembre de 1932, lo atacara sin cesar.Los paraguayos atacaron desaprensivamente a Boquern el 9 de septiembre. Cuando los voluntariosos ataques directos no tuvieron xito, las unidades se desplegaron en los alrededores para emboscar a las fuerzas que pudieran acudir en ayuda del fortn. El da 10, una columna boliviana que avanzaba hacia Boquern cay en una emboscada sufriendo fuertes bajas. En estos primeros das pudo observarse muchas deficiencias en el ejrcito paraguayo, principalmente en el abastecimiento del agua. Acuciados por la sed, los soldados abandonaban las lneas para buscar agua en la retaguardia. Tambin hubo falencias en la sincronizacin de los movimientos entre las unidades.La aviacin boliviana trat de neutralizar la artillera que bombardeaba Boquern y que era la que ms bajas produca sin poder ubicarla. Se trataba de los modernos morteros Stokes-Brandt que hasta Marzana crea que eran caones de largo alcance. Los combates iniciales sirvieron para que los paraguayos ganaran en experiencia a costa de muchas bajas. El ingreso de ayuda al fortn cercado realizado por el ejrcito boliviano con pequeas unidades, algunas con xito y otras no, fue con gran costo en bajas ya que esas fuerzas deban salir nuevamente del fortn por la falta de recursos en el lugar.

Teatro de operaciones batalla de Boquern y alrededoresEmpezamos nuestro retro [] Paso por medio de una lluvia de balas. Sigue la masacre. Aumenta peligrosamente el nmero de muertos, []. Por fin logramos pasar toda la zona donde se encontraba el enemigo y llegamos al Comando. Todos pedamos pan y agua. Ya no ramos los muchachos entusiastas y fuertes que salimos de Oruro. No ramos ms que espectros. Todos queramos irnos. Diario del teniente boliviano Germn Busch en (Brockmann, 2007, p.218)La aviacin lanz municiones, alimentos y medicinas sobre Boqueron pero debido al fuego antiareo paraguayo y la necesidad de conservar los aviones se hizo desde gran altura por lo que se destruyeron en la cada o cayeron en poder del enemigo.En el campo diplomtico Bolivia acept la propuesta de la Comisin de Neutrales de suspender las hostilidades creando un cinturn de neutralizacin de dos kilmetros alrededor de Boquern. El Paraguay no lo acept y mantuvo la posicin inicial de que previamente Bolivia deba devolver los fortines capturados en el mes de julio.El 21 de septiembre, 8 das antes de la cada de Boquern y de la retirada general boliviana, el presidente Salamanca respondi al general Osorio su impertinente memorando del 30 de agosto diciendo que mientras el ejrcito haba seguido sus instrucciones se haba logrado la captura de Toledo, Corrales y Boquern y por no haberlo hecho se haba perdido la laguna Chuquisaca. Rebati el plan de atacar por el norte y sostuvo:A mi juicio, una guerra con el Paraguay debe librarse en el Sudeste concentrndose all las fuerzas posibles para descargar golpes decisivos que nos permitan imponer un tratado de paz en Asuncin. Nota del presidente Salamanca al general Osorio en (Vergara Vicua, 1944, p.39 vol.2)El alto mando convenci finalmente a Salamanca sobre la necesidad de abandonar Boquern. Se realiz en Muoz, sede del comando boliviano en el Chaco, una tormentosa reunin de varios generales, que casi termina a los tiros.36 Esto motiv que el general Quintanilla, el da 27, pidiera a Marzana que soportara diez das ms mientras organizaba un contraataque. Ninguna de las dos cosas era posible por el agotamiento de las fuerzas bolivianas y la superioridad en hombres y recursos del enemigo. El alto mando boliviano se negaba a reconocer que no haba previsto la sorpresiva estrategia paraguaya de atacar con todo su ejrcito. Cuando el mayor Julio Aguirre, el da 10 de septiembre, inform al coronel Francisco Pea que los paraguayos deban ser varios miles, porque eran ms de 400soldados solo en el camino Yujra-Boquern, este le contest: Mir usted visiones... El enemigo es cobarde y no pasa de unos milhombres.37 Pocos das despus Pea cambi de opinin e inform al general Quintanilla:En estos momentos mi divisin atraviesa una situacin muy delicada. Todos los informes que recibo me hacen saber que las tropas se encuentran totalmente desmoralizadas y agotadas. Hemos intentado tres ofensivas con fuerzas frescas, llenas de entusiasmo a objetivos bien definidos, ninguna ha podido ser culminada por la superioridad aplastante del adversario, tanto material como de especial instruccin de combate en el bosque; cualquier nueva ofensiva con los elementos que dispongo seria de resultados negativos, llevando a nuestro personal a un sacrificio estril. Me permito sugerir buscar una defensa slida en Arce y una momentnea intervencin diplomtica para salvar al destacamento Marzana en Boquern y completar nuestra preparacin. Informe de Pea a Quintanilla en (Arze Quiroga, 1952, p.159 vol.2)El gobierno boliviano se enter de la cada de Boquern por las noticias provenientes del Paraguay y la Argentina. Esto lo oblig a retacear la informacin al pueblo boliviano. Salamanca destituy a Filiberto Osorio y lo reemplaz por el general Jos L. Lanza en medio de manifestaciones populares, principalmente en La Paz, que acusaban al gobierno y especialmente al alto mando por la derrota pidiendo el retorno del general Hans Kundt. El 8 de octubre de 1932, Salamanca recibi una nota de protesta (supuestamente en nombre de oficiales de la 4. y 7.Divisin) donde el general Quintanilla y su jefe de Estado Mayor, el teniente coronel David Toro, al borde de la insubordinacin, hacan responsable al presidente del fracaso militar y se manifestaban ofendidos por la remocin de Osorio.38 39En Boquern, y en los desiguales combates que tuvieron lugar en los alrededores, Bolivia perdi 1500hombres, entre muertos y prisioneros entre los que se encontraban los oficiales y soldados con ms experiencia en el teatro de operaciones chaqueo.40 En mrito a los logros obtenidos Jos Flix Estigarribia fue ascendido a coronel, rango con el cual conducira a todo el ejrcito paraguayo hasta septiembre del ao 1933.Cada del fortn Arce y retirada hacia SaavedraDespus de la captura de Boquern, el ejrcito paraguayo con 15000hombres continu su avance en direccin al fortn Arce. Estigarribia reorganiz sus fuerzas creando la 4.Divisin al mando del teniente coronel Nicols Delgado, oficial que acababa de llegar de Francia donde haba completado sus estudios en la Escuela de Guerra de ese pas.41Por su parte, las tropas del Destacamento Pearanda y fuerzas auxiliares, agotadas y desmoralizadas, se replegaron hacia Arce ofreciendo ligera resistencia a unos 11 km de ese fortn. La presin paraguaya provoc que 3 regimientos bolivianos abandonaran sus posiciones sin combatir:En la tarde de hoy [30 de septiembre de 1932] se nota movimiento entre los soldados y se ve alejarse varios grupos con direccin al camino. Nosotros hacemos lo mismo y en el tropel abandonamos nuestras posiciones. Es un acto vergonzoso. Se deserta en conjunto frente al enemigo. Pero en estos momentos nadie piensa. Llegamos a Arce [que dista] 5leguas. Diario del teniente boliviano Germn Busch en (Brockmann, 2007, p.222)Estigarribia, con mucha cautela, envi una divisin por el camino Yujra-Arce mientras que una segunda avanz por la derecha para ganar la espalda del enemigo. La tercera qued como reserva asumiendo que tomar Arce sera ms difcil que Boquern donde haba sufrido unas 2000bajas, entre muertos, heridos y enfermos. En el avance, una patrulla paraguaya captur al teniente coronel Humberto Crdenas (comandante del RI-35 boliviano) que con 5camiones qued empantanado en el camino Arce-Yujra.42 Frente a Yujra, una fraccin del regimiento boliviano Loa fue rodeada por el RI-1DosdeMayo y el RI-3Corrales y en el curso de una confusa capitulacin fueron capturados el mayor boliviano Francisco Arias, 7oficiales y 80soldados.43El ejrcito paraguayo ocup los fortines Ramrez y Castillo (8 de octubre), Lara (11deoctubre) y Yujra (12deoctubre). El 22deoctubre, al amanecer, comenz el ataque al fortn Arce y para el medioda los regimientos paraguayos rodearon las lneas bolivianas saliendo a su retaguardia. Al notar esta maniobra, cuatro regimientos bolivianos abandonaron sus posiciones completamente desmoralizados. El coronel Pearanda, temiendo ser rodeado, orden la retirada.El ministro de Guerra, Joaqun Espada Antezana, que se encontraba en Arce, intent poner algn orden en el torrente humano que se diriga al camino al sur. Fue inevitable ordenar un nuevo repliegue hacia Alihuat. De todos modos la multitud se arroj hacia el camino y las sendas, e incluso rompi monte a machetazos, abandonando por todas partes su armamento. La sed y el agotamiento fueron aniquilando a muchos y las rutas de retirada se marcaron con los cadveres en actitudes grotescas.(Brockmann, 2007, p.213)En el descontrol general, el altomando boliviano envi al fortn Arce, dentro de cajas con botellas de whisky, dos frascos conteniendo Vibrin Colrico, para contaminar las lagunas que se abandonaban al enemigo y desatar una epidemia de clera en el ejrcito paraguayo. Pearanda entreg los frascos y la orden pertinente al doctor Gabriel Arze Quiroga, quien felizmente, por razones morales y sanitarias, desobedeci la orden y enterr el material que hubiera afectado incluso a las tropas bolivianas.44El 23 de octubre, a las 13:30horas, las fuerzas paraguayas entraron en el fortn Arce (renombrado como fortn Francia) encontrndolo vaco y en ruinas a causa del incendio de sus instalaciones, equipos y armamentos abandonados. Los 4000defensores se haban retirado a Alihuat y Saavedra.La captura paraguaya del fortn Arce, base del comando de la 4.Divisin boliviana, implic una gran ventaja estratgica pues tena un gran reservorio de agua y era nudo de caminos que se dirigan hacia el sur y el oeste. Desde all, el ejrcito paraguayo ocup el fortn Falcn (Rojas Silva) el da 25; Alihuat el da 26 y Fernndez (Herrera) el 30 de octubre. Aunque resulte paradjico, esta retirada general era lo mejor que poda hacer el ejrcito boliviano ante un enemigo superior, ganando de esa manera un tiempo valioso hasta que pudiera movilizar sus recursos. Estigarribia hubiera deseado que presentaran batalla para poder aniquilarlos.El ejrcito boliviano recin pudo resistir el avance paraguayo a 7km del fortn Saavedra, al borde de un largo y ancho pajonal que los paraguayos deban atravesar si queran llegar a Muoz. All se posicion la 4.Divisin al mando del teniente coronel Bernardino Bilbao Rioja, que reemplaz a Pearanda por motivos de salud. Mientras tanto arreciaban las crticas contra el presidente Salamanca y el altomando pidiendo la vuelta de Kundt. El general Quintanilla contest con amargura diciendo que ni el general Kundt ni nadie podran remediar la falta de efectivos, armamentos y deficiencias orgnicas que caracterizaban la situacin del ejrcito boliviano en el Chaco. Quintanilla abandon el mando el 11 de octubre de 1932 para sufrir posteriormente persecuciones, hostilidad y confinamiento.45A fines de diciembre de 1932, el ejrcito boliviano, al mando de su flamante comandante, el general boliviano-alemn Hans Kundt, complet su movilizacin. Ante esta circunstancia, ms el comienzo de la poca lluviosa, el alargamiento de la logstica en 200 km, la falta de camiones y el agotamiento fsico de los soldados luego de 3 meses de ofensiva, el coronel Estigarribia decidi pasar estratgicamente a la defensa activa para enfrentar a la totalidad del ejrcito boliviano.Una visita hecha a las distintas enfermeras del regimiento, pneme en condiciones de afirmar que persistiendo en causas pauperizantes anotadas en informes anteriores (racin insuficiente, vigilias, cansancio, desnudez, etc.) los soldados van desmejorando ostensiblemente da a da. [...] desde hace das van tomando incremento alarmante un mal cuyas manifestaciones aparentes son: edema generalizada, laxitud muscular y ligamentosa, y disturbios digestivos que atribuimos a la racin insuficiente en vitaminas. Informe doctor Caete de la sanidad paraguaya en (Fernndez, 1955, p.330 vol.2)El 4 de diciembre de 1932, sobre las trincheras de Kilmetro7, el capitn de la aviacin boliviana Rafael Pabn, piloteando un Vickers Scout type 143, se enfrent al teniente Bentez Vera que piloteaba un Potez25A2, n.6, que llevaba de observador a un oficial del estado mayor y que termin con la destruccin del aparato paraguayo y la muerte de sus dos ocupantes.46Ofensiva boliviana (diciembre de 1932-agosto de 1933)Nombramiento del general Hans KundtEl ejrcito boliviano era obra de Hans Kundt, era el ejrcito que desfilaba en formaciones perfectas los das de recordacin cvica, era el ejrcito que realiz maniobras en el altiplano provocando inquietud en los gobiernos de Chile y Per, y era tambin el ejrcito que nunca haba sido preparado para una campaa en clima tropical y terreno boscoso. (Querejazu Calvo, 1990, p.55)Salamanca convoc a Kundt presionado por la creencia generalizada de que poda conducir a las fuerzas bolivianas a la victoria y porque le permitira controlar a los altos oficiales del ejrcito y a los partidos polticos de la oposicin que a partir de los resultados de Boquern le negaron sistemticamente su apoyo. Esta eleccin no fue fcil porque Kundt, durante los anteriores gobiernos de Saavedra y Siles, se haba hecho de importantes enemigos en los partidos polticos y en el ejrcito. Estaban frescos los pedidos de su enjuiciamiento por delitos, reales o supuestos, de recibir dinero por la compra de armas, vender cdigos secretos a los paraguayos, querer ofrecer sus servicios a los chilenos, dividir al ejrcito o instigar golpes de estado.47Kundt solicit a Salamanca solo una fuerza de 25000hombres porque ms soldados [...] le estorbaran y no quera imponerle al pas ms gastos.48 Su llegada como salvador levant la moral y el nimo de los ciudadanos que pedan su vuelta a Bolivia despus de los tres primeros meses de fracasos lo que molest a los oficiales del alto mando boliviano que sentan menoscabadas su capacidad por el anciano oficial alemn. Muchos le teman y ya sea por esa razn o por clculo escondan la verdad lo que motiv que en situaciones tcticamente peligrosas le comunicaran que no tenan problemas.49Sus colaboradores inmediatos siempre eran muy parcos en su presencia y ocultaban su pensamiento para luego despotricar a sus espaldas, en pblico o en el crculo de sus camarillas, llamndolo chocho, intil y vengativo. Teniente coronel boliviano Flix Tabera(1979, p.145)Estaba el caso del teniente coronel ngel Rodrguez que haba sido expulsado del ejrcito en 1925 por haber dicho que Kundt no serva ni para cabo de escuadra y que luego dio lugar a un juicio por parte de este y a la publicacin de un libro lleno de acusaciones por parte de aqul. Esta situacin de tirantez entre Kundt y sus subordinados se mantuvo hasta el da de su destitucin.No tuve un amigo en los comandos para transmitirle mis inquietudes y quejas; pareca que todos formaban un bloque, solo para aplastarme personalmente, y hacerme fracasar en la campaa. General Hans Kundt en (Dunkerley, 1987, p.220)