Descubre La Psiconutricion

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  • 8/16/2019 Descubre La Psiconutricion

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    eguro que en más de unaocasión, tras pasar unduro y estresante día detrabajo, nada más llegar a

    casa, te has dado un gran homenaje a basede chocolate o patatas fritas. Y es que elhecho de estar alegre o deprimido puedeinfluir en nuestra forma de comer. Pero,¿por qué? Según Montse Bascuas, psicóloga

    del Instituto de Trastornos Alimentarios(ITA) “muchas veces comemos más paraanestesiarnos que para alimentarnos. Lacomida se convierte en el mejor consueloo vía de escape cuando surgen dificultadeso preocupaciones, porque el placer es in-mediato. Sin embargo, tras esa sensaciónde bienestar, suele aparecer el sentimientode culpa, por haber comido un alimentohipercalórico y poco beneficioso para el or-ganismo y lo peor de todo es que continúael malestar emocional. Hemos calmadola ansiedad, pero seguimos sintiéndonosmal”. No hay duda entonces de que la clave

    está en aprender a distinguir el hambrefísico del emocional y aprender que nuestraforma de comer está determinada por elcerebro emocional.

     Y es a hí donde es esencial la psiconu-trición. “Consiste en considerar nuestrasemociones y su influencia en la alimenta-ción. A través de habilidades psicológicas,la psiconutrición nos ayuda a racionalizar

    las situaciones y a canalizar los sentimientospara evitar que éstos, gobiernen nuestroshábitos dietéticos, y podamos ver afecta-do el peso por la falta de control” explica Juana Mª González, especialist a en nu-trición y directora técnica de Alimmenta.

     ANSIEDAD POR COMER Para regular nuestras emociones y dejarlasalejadas del plato es necesario un abordajemultidisciplinar de la dieta y de los hábitosde la persona, ya que sólo así conseguire-mos controlar el peso y la ansiedad porcomer. “Es importante conseguir un buen

    estado de ánimo con actitudbuscando actividades que nnos relajen y practicando ejerdiario” afirma Juana Mª Gon

    Pero hay más. Según Julia Vga, experta en ansiedad y estrédel centro Área Humana: “cuatre un ataque por comer algo aque intentar frenar ese deseo y

    el motivo por ese apetito innormalmente detrás suele huna mala gestión de las emociono sé gestionar mi tristeza o desahogo comiendo.

    Para descubrir qué nos pasaflexionar acerca de la sensaciómos. Cuando lo que tenemonos conformamos con comealimento y así calmamos esfisiológica. En cambio, si es aseamos frenar esa sensación rápidamente con un produccomo puede ser algo dulce o

    En cuanto a las causas de matiza la psicóloga Julia Vidvariadas: “no siempre la ancomer se desencadena por unegativa como problemas en

    enfermedad de un familiar o sentimental. Hay personas qcomen por ansiedad ante un ato positivo como puede serlaboral, una boda o un viaje. Lde verse desbordado, el no saba ser capaz de afrontar un nel miedo a lo desconocido edetrás del ansia por comer.

    S

    D

    DESCUBRE LA PSICONUTRICIÓ

     Aprende a comer con cab Nuestro estado de ánimo influye en la forma de alimentarnos. Y prueba es que muchas veces, la comida se convierte en nuestro mejor refugi

     Aprende a diferenciar el hambre físico del emocional.

    EN PORTADA

    l El hambre: no es algo

    selectivo. Solamente nos

    pide comer alimentos

    para paliar esa sensación

    de carencia. Aparece en

    situaciones normales,

    de forma gradual y no

    necesita ser satisfecha

    rápidamente. Una vez

    que nuestro organismo

    se muestra satisfecho y

    lleno de energía, no nos

    sentimos culpables. Es

    producto de la falta de

    nutrientes en nuestro

    organismo.

    l El apetito: es selec-

    tivo. Siempre nos pide

    comer un alimento en

    concreto. Aparece de

    forma repentina. No da

    saciedad. Aparece en

    situaciones de estrés.

    Sentimos culpa después

    de haber comido. Es

    producto de una rutina,

    de un hábito que se

    repite con los mismos

    horarios y el mismo tipo

    de alimentos.

    DIFERENCIA ENTRE HAMBRE Y APETITO

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    DIETA SANA12 D

    ¿El secreto? Saber gestionar ade-cuadamente las emociones que nos

    producen las experiencias cotidianas a simi-lándolas con una actitud positiva y sin quelleguen a bloquearnos”, explica la psicóloga Julia Vidal.

    De todas formas, en los momentos en losque te sientas triste, estresado o pienses queuna situación te supera, es un error quedarse

    solo dándole vueltas mientras te comes unabolsa de patatas fritas o te premias con unatableta de chocolate, es mejor que acudas atu familia, amigos o a un profesional quete ayude a comprender y a entender mejortu situación y que la haga más llevadera.

    DULCE O SALADONo hay que olvidar que existen alimentosque tienen una influencia directa con lasemociones. “Los alimentos con un altoaporte calórico entre los que destacan losricos en azúcares, grasas y sal son los quemas apetecen tanto en momentos de euforiacomo en los depresivos, porque el efectode placer y bienestar es inmediato. Así elchocolate, las galletas y la bollería son laopción preferida cuando se tiene ansia portomar algo dulce, en cambio, la ansiedad

    por comer algo salado se suele paliar conqueso o con patatas fritas” cuenta MontseBascuas, psicóloga del Instituto de Trastor-nos de Alimentación (ITA).

    También es importante saber que hayalimentos que nos estresan y otros que nosestimulan. “La alimentación es una piezafundamental para lograr tener un estado desalud estable y positivo, tanto físico como

    mental. Así, podemos hablar de alimentosestresares como el café, el alcohol, el choco-late, los aditivos y los que contienen grasassaturadas. Estos son a los que recurrimoscuando nos entra un ataque de ansiedad,porque mitigan un estado de ánimo tristeo apático y también llenan un espacio detiempo o vacío interior. En cambio, el agua,las frutas y verduras, los frutos secos y lasproteínas bajas en grasa nos estimulan y nosayudan a mejorar nuestro estado de ánimo,reduciendo la ansiedad”, cuenta Bascuas.

    El desorden alimenticio también provocamucho malestar y ansiedad. El simple hechode saltarnos una comida, como el desayuno,hace que lleguemos a la siguiente comidacon un ansia tremenda y comamos másde lo debido y de forma descontrolada. Y advierte, Montse Bascuas de ITA, “cui-

    dado con saltarse comidas, yaque suele ser el primer pasode muchos de los trastornosde alimentación. Es esencialrespetar las comidas y hacerlasa la misma hora aproximada-mente para tener una discipli-na alimentaria”.

    CUIDADO CON LASDIETASSi hoy en día con el ajetrea-do ritmo de vida, en el que secome cualquier cosa, a desho-ras y sin dedicarle al acto decomer el tiempo necesario, esdifícil mantener la ansiedada raya, cuando uno se pone adieta, resulta casi imposible.

    La mayor dificultad resideen que la mayoría de las die-tas restringen alimentos y esoprovoca una mayor sensaciónde angustia que suele desem-bocar en un consumo sin con-trol de los alimentos “prohi-bidos”. Así lo explica Juana Mª Gonzál ez,

    ¿Influyen los alimentosen las emociones?Sí. Cada alimento genera unaenergía, un efecto y una vibraciónen todos nuestros cuerpos (físico,emocional y mental). La calidad de losalimentos altera el estado de nuestrocuerpo físico generando diferentesreacciones en todos nuestros órganosvitales. Y a su vez, cada órgano vitalgenera diferentes emociones.

    ¿Qué emociones producen?Si ingiero muchos fritos, carne, em-butidos o grasas, mi hígado estarábloqueado, y con ello, generará

    una emoción de ira, cólera, agresi-vidad, impaciencia e inflexibilidad.Si consumo mucho alcohol o azúcar,mis riñones estarán muy debilitados,generando emociones de deficiencia,como el miedo o la falta de coraje. Encambio, cuando me alimento en equi-librio (tomando legumbres, verduras,frutas) mi hígado está en equilibrio ygenera emociones de alegría, pacien-cia, flexibilidad y creatividad.

    ¿Existe alguna clasificación de losalimentos según el tipo de emociónque provocan?En el mundo de la alimentaciónenergética existen tres grupos dealimentos de acuerdo a sus efectose impacto en nuestro cuerpo físico,

    emocional y mental:l Alimentos extremos Yang (blo-queantes): crean emociones fuertes,bloquean órganos vitales, generaemociones de exceso). En este grupoencontramos la sal cruda, los snacks  

    y condimentos salados, las grsaturadas (carnes, embutidosquesos, huevos) y los horneadde harina (pan, galletas, bizcopizzas).lLos alimentos extremos Yin(hinchan, inflaman, desmineradebilitan el sistema nervioso yriñones, nos crea emociones dficiencia y debilidad): en este se encuentran todos los alcohvinagres. Los estimulantes (tébebidas gaseosas azucaradasazúcar refinado de energía rá(azúcar blanco, de caña, miel,integral, chocolate, pastelería

    dos, edulcorantes artificiales, chucherías. Los lácteos blandche, mantequilla, yogur), el exespecias y los colorantes y adl Y, por último, los alimentosefecto de armonía. Provocan nes positivas como alegría, biesatisfacción. Son los alimentorios, sin procesar, los mismos tos que se han utilizado durande años por nuestros antepascereales integrales, legumbreproteínas vegetales, verdurassemillas, frutos secos, verduramar (algas) y pescado.

    ¿Cuál es el principal error qumetemos a la hora de alimenEl mayor error es que estamo

    consumiendo alimentos totalmte artificiales y pretendemos qnos den energía y vitalidad. Cconsumo creamos una energídesmineralización y una debilmuy profunda a muy largo pla

    LA OPINIÓNDEL EXPERTO

    “Los fritos y las grasasbloquean el hígado y podrían

    provocan cólera y agresividad”

    MONTSE BRADFORD Autora del libro “La alimentación en lasemociones” (www.montsebradford.es).

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    dieta, por eso las recomendaciones han deser personalizadas”. Es más, apunta MontseBascuas de ITA, “la restricción de hidratosde carbono y azúcares en las dietas puedeprovocar un atracón de esos alimentos trasun acontecimiento que no sabemos gestio-nar emocionalmente, y después, la personasuele sentirse triste y culpable por habersesaltado la dieta”.

    ERRORES MÁS HABITUALESPero, ¿por qué fracasan tan a menudo lasdietas de adelgazamiento? En parte, porque

    nos falla la voluntad, pero también porqueno siempre adoptamos dietas personaliza-das, diseñadas de acuerdo a nuestras carac-terísticas (físicas, mentales y emocionales).No debemos olvidar que, en muchas oca-siones, somos nosotros los que nos equi-vocamos a la hora de sentarnos a la mesa.

    Para Juana Mª González “en la actuali-dad, vamos con mucha prisa, mucho tra-

    bajo y la alimentación pasa a un segundoo último plano y esto es ya un grave error. Alterar los horarios, sal tarse comidas tanimportantes como el desayuno, la comida ola cena o realizarlas de manera insuficientesuponen un castigo a nuestro propio orga-nismo. Cuando comemos a deshora o nossaltamos comidas, entra en escena la an-siedad y resulta muy complicado calmarlay por eso acabamos atracando la nevera”.

    Otro error muy frecuente es el picoteoañade Montse Bascuas. “Al no realizar unaadecuada alimentación con suficientes nu-trientes, es muy frecuente que nos ataquela ansiedad y, que para paliarlo, piquemosalgo. Y aquí cometemos el primer error. Sicomemos adecuadamente, no hace faltapicar. Y el segundo error es que lo quesolemos picar no suele ser lo más adecua-

    do”. Galletas, bollos, barritas de chocolateo unas patatas fritas son los tentempiéspreferidos, pero no los mejores, ya que nosólo no nos quitarán el hambre, sino queademás debido al exceso de azúcar, sal y gra-sas trans son poco aconsejados sobre todopara aquellas personas que hacen dieta.

    Otro error que apunta Julia Vidal, psi-cóloga de Área Humana es que “la comidaha pasado de ser una necesidad fisiológicaprioritaria a convertirse en un acto socialen el que se celebran desde acontecimien-tos familiares hasta profesionales comolas comidas de negocios y es una malacostumbre”.

    Los horarios imposibles y el estrés hanhecho que descuidemos la alimentaciónde lunes a viernes. Este desorden provocaque nos vayamos quedando sin energías alo largo del día y lleguemos a casa agotadosfísica y emocionalmente. Para compensarlo,se suele cuidar la alimentación durante elfin de semana, pero no es suficiente. Laclave para cuidar la dieta a diario es haceruna pausa en nuestra jornada laboral, ycomer en un espacio tranquilo un menúvariado, así nos encontraremos mejor yseremos más eficaces en nuestro trabajo.

    directora técnica de Alimmenta: “larestricción es el peor enemigo con

    el que se enfrenta una persona a dieta. Si ladieta prohíbe alimentos concretos o gruposimportantes de alimentos como los carbohi-dratos (pasta, arroz o legumbres) o las frutas,por ejemplo, la ansiedad se multiplica. Elnutricionista debe negociar con el pacientey dar recomendaciones, no prohibiciones.La persona debe rechazar cualquier dieta

    que le hable de alimentos buenos o ma-los. Las personas tienen distinto grado defuerza de voluntad para adherirse a una

    MÉTODO THINKING

    D iego de Olmedillaperdió 43 kilos aldescubrir que tenía un

    vínculo adictivo con la

    comida. “Pasé por varios

    médicos y nutricionistas,

    pero ninguno me supoayudar, porque dejaban

    de lado el apoyo psi-

    cológico”. Y así creó el

    Método Thinking (www.

    metodothinking.com)

    que por primera vez inte-

    gra medicina, nutrición,

    psicología, coaching y

    entrenador personal. Este

    método que se basa en

    la dieta mediterránea,

    propone realizar cincocomidas al día, beber

    dos litros de agua diarios,

    practicar ejercicio físico,

    evitar las grasas, pensar

    en positivo y llevar unos

    hábitos de vida saluda-

    bles. “Nuestro método

    es sencillo, completo y

    equilibrado. No damos

    ninguna medicación por-

    que ninguna va a la raíz

    del problema. La clavees aprender a comer con

    cabeza y saber distinguir

    cuando tengo hambre a

    cuando necesito comer

    porque tengo ansiedad”.

    DIETA SANA14

    CLAVES PARA COMERCON CABEZA Comer con inteligencia es nuestro objetivo,¿cómo lo podemos conseguir? Juana MªGonzález explica cómo podemos sentirnosbien y mantener a raya la ansiedad:l Entretente y realiza aficiones que teenriquezcan para evitar refugiarte en lacomida. Primero, analiza lo quete preocupa o estresa y despuésbusca soluciones (tómate unainfusión relajante con tila, da unpaseo, queda con un amigo…)l Busca alternativas saludablesa los momentos de picoteo, porejemplo, haz infusiones y comemás fruta y verdura.l Evita dietas altas en alimen-tos procesados y bajas en alimentos natu-rales. Apuesta por una dieta rica en cereales(y que la mitad de ellos sean integrales),frutas, verduras, legumbres, carnes (conpoca grasa), pescados, huevos, frutos secosy lácteos. Esta alimentación nos aportarámás cantidad de vitaminas y minerales y

    hará que nos sintamos mejor. Estar bienalimentados nos hace sentirnos más fuertes,más tranquilos y más atentos, concentradosy con más memoria.l Reparte de forma adecuada los ali-mentos a lo largo de la jornada.Haz cin-co comidas diarias. Tres comidas fuertes,como son el desayuno, la comida y la cena,

    y además, una a media mañana (un almuer-zo) y otra, a media tarde (la merienda). Deesta forma, no llegaremos hambrientos ala siguiente comida. Tanto en el almuerzocomo en la merienda podemos comer fruta,un yogur, una loncha de pavo con unarebanada de pan o de dos a tres nueces.

    l  Ajusta las comidas a un homado. La disciplina en la mesEs importante comer a una hoen un lugar agradable, en una mantel, vaso y cubiertos, no cualquier forma como hace my a ser posible sin televisión de temas relajantes y entretenl  Y para completar este nupuede faltar la práctica de ejco. Realizar algo de deporte toreduce la ansiedad, aumenta ly hace que nos sintamos satisfesotros mismos por poder afronreto personal. Cada uno debejercicio a su estado de salud sólo con caminar una hora al ficiente. Otras buenas opcionson ir a nadar tres veces por semo realizar ejercicios de manteCuanto mejor nos sentimosmemos. k

    Muchas veces comemospara anestesiarnos. La

    comida se convierte en el mejorconsuelo ante las dificultades.

    D

     Texto:  Virg