Desde lejos…

Aún es de noche, sin embargo ya mi día ha comenzado. Quizá dos o tres horas antes que el de la mayoría de cuantos me conocen. Salgo. No vivo en Caracas, pero mi vida sí. Mis anhelos y la pequeña fracción de riqueza que me corresponde. Puedes verlo en nuestros ojos, no hemos dormido lo suficiente…desde hacen ya varios años. El transporte público nos lleva y nos trae indiferentemente, y a veces no hay contratiempos. Regreso. Cierro los ojos y duermo. Culmina mi día, dos o tres horas después que el de la mayoría de cuantos me conocen.

Autor: Raúl Clemente