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Desobediencia civil (ensayo) La desobediencia civil es el título de una conferencia es- crita por Henry David Thoreau que se publicó en 1848. En este escrito Thoreau explica los principios básicos de la desobediencia civil que él mismo puso en práctica: en el verano de 1846 se negó a pagar sus impuestos por lo que fue detenido y encerrado en la prisión de Concord. Él se justificó explicando que se negaba a colaborar con un Estado que mantenía el régimen de esclavitud y empren- día guerras injustificadas, en aquel caso concreto contra México. La obra critica la autoridad del Estado. Su repercusión fue muy grande, llegando a ser el libro de cabecera de Gandhi en su campaña de resistencia contra la ocupación británica de la India. También influyó en Martin Luther King y en su lucha no violenta en defensa de la no discri- minación de la población negra en EEUU. Ha promovido y sigue inspirando movimientos como la objeción fiscal, la objeción de conciencia contra el militarismo o violen- cias más o menos solapadas, movimientos ciudadanos y luchas ante lo que determinado grupo o persona conside- ra abusivo. 1 Citas Todo hombre que tenga más razón que sus vecinos ya constituye una mayoría de uno. Bajo un gobierno que encarcela injustamente a cual- quiera, el hogar de un hombre honrado es la cárcel. El mejor gobierno es el que no gobierna en absoluto y, cuando los hombres estén preparados para él, éste será el tipo de gobierno que todos tendrán. El gobierno mismo, que sólo es el medio escogido por el pueblo para ejecutar su voluntad, está igualmente sujeto a sufrir abusos y corrupción antes de que el pueblo llegue a actuar a través de él. ¿Debe el ciudadano renunciar a su conciencia, si- quiera por un momento o en el menor grado a favor del legislador? ¿Entonces por qué posee conciencia el hombre? Pienso que debemos primero ser hombres y luego súbditos. No es deseable cultivar tanto respeto por la ley como por lo correcto. Se ha dicho con bas- tante verdad que una corporación no tiene concien- cia, pero una corporación de hombres conscientes es una corporación con conciencia. La ley jamás hizo a los hombres ni un ápice más justos; además, gracias a su respeto por ella hasta los más generosos son con- vertidos día a día en agentes de injusticia. Un resulta- do común y natural del indebido respeto por la ley es que se puede ver una fila de soldados: coronel, capi- tán, cabo, soldados, dinamiteros y todo, marchar en admirable orden cruzando montes y valles hacia las guerras, contra su voluntad, sí, contra su propio sen- tido común y su conciencia, lo que convierte esto, de veras, en una ardua marcha de corazones palpitan- tes. No abrigan la menor duda de que están desem- peñando una ocupación detestable teniendo todos in- clinaciones pacíficas.” No importa cuán pequeño pueda parecer el comienzo: lo que se hace bien, bien hecho queda para siempre. No sé de ningún hecho más estimulante que la incues- tionable capacidad del hombre por elevar su vida por medio del esfuerzo consciente. Es algo, ciertamente, el poder pintar un cuadro particular, el esculpir una estatua o, en fin, el hacer bellos algunos objetos; sin embargo, es mucho más glorioso el esculpir o pintar la atmósfera, el medio a través del cual nos miramos, lo cual es factible moralmente. Influir en la calidad del día, ésa es la más elevada de las artes. Todo hom- bre tiene la tarea de hacer su vida digna, hasta en sus detalles, de la contemplación de su hora más elevada y crítica. Con cuánta mayor eficacia y elocuencia puede com- batir la injusticia aquel que la ha sufrido, aun en es- casa medida, en sus propias carnes. Vivid libres y no os comprometáis. Hay poca diferen- cia entre recluirse en una granja o en una prisión. El Harivansa dice: «Una vivienda sin aves es como una carne sin sazonar». Mi vivienda no era así por- que, de golpe, me había convertido en vecino de los pájaros, no por haber aprisionado uno, sino por ha- berme enjaulado cerca de ellos. Me cuesta menos en todo sentido incurrir en la pe- nalidad de la desobediencia al Estado, de lo que me costaría obedecer. Me sentiría como si valiera menos en este caso. Lo mejor que un hombre puede hacer por su cultura cuando es rico es llevar a cabo aquellos proyectos con los que soñaba cuando era pobre. 1

Desobediencia Civil (Ensayo)

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Desobediencia Civil (Ensayo)

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  • Desobediencia civil (ensayo)

    La desobediencia civil es el ttulo de una conferencia es-crita por Henry David Thoreau que se public en 1848.En este escrito Thoreau explica los principios bsicos dela desobediencia civil que l mismo puso en prctica: enel verano de 1846 se neg a pagar sus impuestos por loque fue detenido y encerrado en la prisin de Concord. lse justic explicando que se negaba a colaborar con unEstado que mantena el rgimen de esclavitud y empren-da guerras injusticadas, en aquel caso concreto contraMxico.La obra critica la autoridad del Estado. Su repercusinfue muy grande, llegando a ser el libro de cabecera deGandhi en su campaa de resistencia contra la ocupacinbritnica de la India. Tambin inuy en Martin LutherKing y en su lucha no violenta en defensa de la no discri-minacin de la poblacin negra en EEUU. Ha promovidoy sigue inspirando movimientos como la objecin scal,la objecin de conciencia contra el militarismo o violen-cias ms o menos solapadas, movimientos ciudadanos yluchas ante lo que determinado grupo o persona conside-ra abusivo.

    1 Citas Todo hombre que tenga ms razn que sus vecinos ya

    constituye una mayora de uno.

    Bajo un gobierno que encarcela injustamente a cual-quiera, el hogar de un hombre honrado es la crcel.

    El mejor gobierno es el que no gobierna en absolutoy, cuando los hombres estn preparados para l, steser el tipo de gobierno que todos tendrn.

    El gobierno mismo, que slo es el medio escogido porel pueblo para ejecutar su voluntad, est igualmentesujeto a sufrir abusos y corrupcin antes de que elpueblo llegue a actuar a travs de l.

    Debe el ciudadano renunciar a su conciencia, si-quiera por un momento o en el menor grado a favordel legislador? Entonces por qu posee conciencia elhombre? Pienso que debemos primero ser hombres yluego sbditos. No es deseable cultivar tanto respetopor la ley como por lo correcto. Se ha dicho con bas-tante verdad que una corporacin no tiene concien-cia, pero una corporacin de hombres conscientes esuna corporacin con conciencia. La ley jams hizo alos hombres ni un pice ms justos; adems, gracias

    a su respeto por ella hasta los ms generosos son con-vertidos da a da en agentes de injusticia. Un resulta-do comn y natural del indebido respeto por la ley esque se puede ver una la de soldados: coronel, capi-tn, cabo, soldados, dinamiteros y todo, marchar enadmirable orden cruzando montes y valles hacia lasguerras, contra su voluntad, s, contra su propio sen-tido comn y su conciencia, lo que convierte esto, deveras, en una ardua marcha de corazones palpitan-tes. No abrigan la menor duda de que estn desem-peando una ocupacin detestable teniendo todos in-clinaciones paccas.

    No importa cun pequeo pueda parecer el comienzo:lo que se hace bien, bien hecho queda para siempre.

    No s de ningn hecho ms estimulante que la incues-tionable capacidad del hombre por elevar su vida pormedio del esfuerzo consciente. Es algo, ciertamente,el poder pintar un cuadro particular, el esculpir unaestatua o, en n, el hacer bellos algunos objetos; sinembargo, es mucho ms glorioso el esculpir o pintarla atmsfera, el medio a travs del cual nos miramos,lo cual es factible moralmente. Inuir en la calidaddel da, sa es la ms elevada de las artes. Todo hom-bre tiene la tarea de hacer su vida digna, hasta en susdetalles, de la contemplacin de su hora ms elevaday crtica.

    Con cunta mayor ecacia y elocuencia puede com-batir la injusticia aquel que la ha sufrido, aun en es-casa medida, en sus propias carnes.

    Vivid libres y no os comprometis. Hay poca diferen-cia entre recluirse en una granja o en una prisin.

    El Harivansa dice: Una vivienda sin aves es comouna carne sin sazonar. Mi vivienda no era as por-que, de golpe, me haba convertido en vecino de lospjaros, no por haber aprisionado uno, sino por ha-berme enjaulado cerca de ellos.

    Me cuesta menos en todo sentido incurrir en la pe-nalidad de la desobediencia al Estado, de lo que mecostara obedecer. Me sentira como si valiera menosen este caso.

    Lo mejor que un hombre puede hacer por su culturacuando es rico es llevar a cabo aquellos proyectos conlos que soaba cuando era pobre.

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  • 2 4 ENLACES EXTERNOS

    La ardilla que matas de broma, muere de verdad.

    Existen leyes injustas: debemos estar contentos decumplirlas, trabajar para enmendarlas, y obedecer-las hasta cuando lo hayamos logrado, o debemos in-cumplirlas desde el principio?

    2 Referencias

    3 Vase tambin Walden. Obra del mismo autor

    4 Enlaces externos La desobediencia civil, por Henry David Thoreau

  • 35 Texto e imgenes de origen, colaboradores y licencias5.1 Texto

    Desobediencia civil (ensayo) Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Desobediencia_civil_(ensayo)?oldid=79870892 Colaboradores:Rupertde hentzau, Jarke, Nihilo, Xexito, Capi Vidal, Gafotas, Thijs!bot, Gusgus, Nueva era, ColdWind, Dhidalgo, Colibr Lillith, Muro Bot, Sageo,El noi de la garriga, CarsracBot, Andreasmperu, Varlaam, Davinci1984, MerlIwBot, Addbot, Dmskalaldkckj y Annimos: 16

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    Citas Referencias Vase tambinEnlaces externos Texto e imgenes de origen, colaboradores y licenciasTextoImgenesLicencia de contenido