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DESOBEDIENCIA, NEGATIVISMO, RABIETAS a) El niño desobediente -La mayoría de padres no tendrá dificultad para definir o expresar lo que entienden como "desobediencia". De hecho es un problema al que con cierta frecuencia deben enfrentarse tanto ellos como educadores. A pesar de que todos conocen el término, no es sencillo delimitar lo que constituye un acto de desobediencia. Según algunos autores, se podría definir la conducta de desobediencia como : La negativa a iniciar o completar una orden realizada por otra persona en un plazo determinado de tiempo (5 a 20 segundos). Esta orden puede hacerse en el sentido de "hacer" o en el sentido de "no hacer", de detener una determinada actividad. Sin embargo, esta definición no comprende otras situaciones que son también consideradas como desobedientes por los padres. Por ejemplo si establecen como norma el hacer la cama al levantarse o llegar a casa a una determinada hora, los padres suelen entender que se produce una conducta desobediente si no se cumple dicha norma aun cuando no se lo indiquen cada vez que se levante por la mañana o salga de casa. -Los episodios de desobediencia pueden forman parte de un desarrollo "normal" del niño en ciertas edades. Por ejemplo hay autores (Achenback y Edelbrock 1.981) que encuentran que a la edad de 5 a 6 años un porcentaje elevado de padres (50%) se quejaban de conductas de desobedecer ordenes o destruir objetos, bajando el porcentaje a los 16 años (20%). Para establecer el punto de corte entre la normalidad y la patología deben tenerse en cuenta la frecuencia de estas conductas y su gravedad. -El cómo tratar a un niño desobediente es motivo de consulta frecuente. La desobediencia puede ir acompañada o no de otros elementos disruptivos como las rabietas o el negativismo. Hay que valorar cada situación para tomar las medidas correctoras oportunas. La edad de aparición de dichas conductas, las circunstancias actuales que la provocan y las mantienen, la situación y relación familiar, son algunos de los puntos a tener en cuenta. Más adelante se explican algunas de sus posibles causas y varias técnicas para intentar combatirlas. b) El niño de las Rabietas

Desobediencia, Rabietas, Llanto

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  • DESOBEDIENCIA, NEGATIVISMO, RABIETAS

    a) El nio desobediente

    -La mayora de padres no tendr dificultad para definir o expresar lo que entienden como

    "desobediencia". De hecho es un problema al que con cierta frecuencia deben enfrentarse tanto ellos

    como educadores. A pesar de que todos conocen el trmino, no es sencillo delimitar lo que constituye

    un acto de desobediencia. Segn algunos autores, se podra definir la conducta de desobediencia como

    : La negativa a iniciar o completar una orden realizada por otra persona en un plazo determinado de

    tiempo (5 a 20 segundos). Esta orden puede hacerse en el sentido de "hacer" o en el sentido de "no

    hacer", de detener una determinada actividad. Sin embargo, esta definicin no comprende otras

    situaciones que son tambin consideradas como desobedientes por los padres. Por ejemplo si

    establecen como norma el hacer la cama al levantarse o llegar a casa a una determinada hora, los

    padres suelen entender que se produce una conducta desobediente si no se cumple dicha norma aun

    cuando no se lo indiquen cada vez que se levante por la maana o salga de casa.

    -Los episodios de desobediencia pueden forman parte de un desarrollo "normal" del nio en ciertas

    edades. Por ejemplo hay autores (Achenback y Edelbrock 1.981) que encuentran que a la edad de 5 a 6

    aos un porcentaje elevado de padres (50%) se quejaban de conductas de desobedecer ordenes o

    destruir objetos, bajando el porcentaje a los 16 aos (20%). Para establecer el punto de corte entre la

    normalidad y la patologa deben tenerse en cuenta la frecuencia de estas conductas y su gravedad.

    -El cmo tratar a un nio desobediente es motivo de consulta frecuente. La desobediencia puede ir

    acompaada o no de otros elementos disruptivos como las rabietas o el negativismo. Hay que valorar

    cada situacin para tomar las medidas correctoras oportunas. La edad de aparicin de dichas

    conductas, las circunstancias actuales que la provocan y las mantienen, la situacin y relacin familiar,

    son algunos de los puntos a tener en cuenta. Ms adelante se explican algunas de sus posibles causas y

    varias tcnicas para intentar combatirlas.

    b) El nio de las Rabietas

  • Las rabietas podramos calificarlas como de expresiones reactivas con las que algunos nios muestran

    su desacuerdo u enfado con alguna situacin concreta y normalmente durante la interaccin con algn

    adulto significante (padres, abuelos, etc...). Las rabietas son un fenmeno normal en un determinado

    estadio evolutivo del nio (alrededor de los dos o tres aos) y deberan ir remitiendo a medida que el

    nio se hace mayor para desaparecer completamente hacia los cinco o seis aos de edad. Sin embargo,

    algunos nios, ya con cierta edad, saben que tener rabietas supone una forma rpida y eficaz para

    alcanzar sus deseos o caprichos. Por su parte, los padres saben que satisfaciendo al nio, ste se calma

    rpidamente y se evita el bochorno de la pataleta, especialmente si se produce en algn lugar pblico.

    Evidentemente, a la larga, este tipo de actuacin por parte de los padres slo consigue perpetuar el

    problema.

    -Es importante tambin diferenciar si estas rabietas se presentan como elementos aislados de

    reivindicacin de determinados privilegios, o forman parte de un cuadro comportamental ms extenso

    con otros repertorios de conductas problemticas. En ste ltimo caso se debera proceder a un anlisis

    ms detallado de las conductas antes de intervenir.

    Pautas a seguir en caso de rabietas puntuales : El consejo general es hacer caso omiso cuando se

    produce la rabieta y retirarle la atencin inmediatamente. Es importante que los padres, en ese

    momento, no pierdan la calma y que acten con firmeza, negando el capricho o la demanda, pero a la

    vez sin alterarse, sin gritar ni reir. En caso de que los padres se enzarzaran en una recriminacin mutua

    o con el nio a gritos, ste percibir que en cierto modo sigue teniendo el control sobre la conducta de

    sus padres. Si la rabieta ha sido de cierta magnitud puede utilizarse la tcnica del "coste de respuesta" o

    "tiempo fuera" en la que el nio recibe una consecuencia negativa por su acto (retirada de algn

    reforzador o se le aparta por un breve tiempo, por ejemplo, a su habitacin). Posteriormente, una vez

    calmado, se puede hablar con el nio y explicarle que por ese camino no va a conseguir nada, al tiempo

    que se establecen las situaciones en las que s podr recibir sus demandas (cuando efecte ciertas

    tareas o comportamientos adecuados).

    Para tener un mayor control sobre el comportamiento, es muy importante que los padres y otros

    familiares cercanos (abuelos, hermanos mayores, etc...) acten de igual forma ante las demandas

  • excesivas del nio. La complicidad y perseverancia de los padres en su interaccin con el nio es

    esencial para su control.

    c) El nio negativista

    -Entendemos como tal aquel tipo de nio que muestra una oposicin activa pero no agresiva. Sera el

    nio que "siempre dice no". Probablemente el negativismo sea una forma segura de llamar y mantener

    la atencin de los otros sobre uno mismo. Una de las posibles causas de tal comportamiento, reside en

    el hecho de que el nio ha aprendido a que negndose a colaborar o a obedecer ordenes puede evitar la

    realizacin de tareas que no son de su agrado. El nio se da cuenta de que slo se trata de ser ms

    perseverante en su conducta (negativismo) que los mayores. Al igual que suceda con el "nio de las

    rabietas" el resultado de su conducta (el librarse de hacer aquello que no le gusta) no hace ms que

    reforzar dicho comportamiento, aumentando su probabilidad de ocurrencia y por tanto la cronificacin

    del problema.

    3- SU ORIGEN: Por qu se porta mal?

    -Muchos padres dan por sentado que su hijo ha nacido as : "que le vamos a hacer..." e incluso son

    capaces de establecer paralelismo con otros miembros de su familia : "ha salido como su abuelo...".

    Todo ello parece denotar la sensacin de impotencia para controlar la conducta por parte de los padres,

    situando el origen del problema en factores externos a ellos mismos . Lo que ignoran es que,

    habitualmente, conductas como la desobediencia estn fuertemente controladas por varias variables

  • de las que no son ajenas los propios padres.

    -Igualmente no podemos obviar el hecho de que, en ltimos aos, la sociedad en general y la familia en

    particular, han sufrido cambios significativos en cuanto a su estructura y valores tradicionales. Ello ha

    supuesto tambin el consecuente impacto en la poblacin infantil y juvenil y el surgimiento de nuevos

    mbitos de intervencin por parte de los profesionales de la psicologa.

    -A continuacin se relacionan las variables ms importantes y que pueden constituirse en el origen y

    mantenimiento del problema:

    a) El control de las consecuencias

  • -Una de las variables ms importantes son las consecuencias que tiene para el nio la ejecucin de una

    determinada conducta. Patterson (1.982,1.986) desarroll lo que denomin "hiptesis de coercin" y

    que ilustra perfectamente este punto. El autor explica que algunas conductas como el llorar, gritar,

    patalear, etc.., son conductas instintivas en el recin nacido. En esta primera etapa dichas conductas

    tendran un valor de supervivencia, ya que el beb puede controlar la conducta de su madre en vistas a

    poder satisfacer sus necesidades ms vitales (comida, calor..). De esta forma, si llora, la madre acudir.

    Cuando va creciendo, el nio va sustituyendo estas conductas rudimentarias por nuevas habilidades de

    comunicacin (p.e.: expresar verbalmente la peticin). Sin embargo en determinadas circunstancias, los

    padres pueden favorecer que el nio siga utilizando las estrategias rudimentarias de la primera infancia

    (rabietas, gritos, lloros...) como forma para controlar el comportamiento de la madre, en lugar de

    utilizar conductas ms adecuadas. Es el caso de cuando los padres en vez de prestar la debida atencin

    a las conductas adecuadas a la edad del nio (mediante alabanzas o premios) slo parecen reaccionar y

    atenderle cuando ste expresa su demanda en forma de rabieta o pataleta, momento en el que la

    madre acude presta y normalmente cede ante sus exigencias. El hecho de atender rpidamente slo a

    este tipo de comportamiento hace que estas conductas coercitivas de control, por parte del nio, se

    mantengan y perpeten.

    -Ciertamente, con frecuencia, se dedica ms atencin a las conductas inadecuadas de un hijo que a

    sus conductas adecuadas. En la base de todo ello est el hecho de que suele esperarse que el nio debe

    portarse bien siempre y que, por tanto, no debe ser halagado o premiado por ello. El nio puede realizar

    a lo largo del da muchas conductas correctas pero no recibe a cambio ninguna atencin especial por

    parte de los padres. Por el contrario, dado que un padre no debe consentir que su hijo sea desobediente

    o se porte de forma incorrecta, es rpidamente advertido o castigado. El nio se da cuenta que con este

    tipo de comportamiento suele atraer la atencin de su padre (a pesar de que es para regaarle) y quizs

    sea la nica forma que conozca de conseguir que le preste algo de atencin.

    b) Caractersticas padres e interaccin con hijos

  • -Dentro de este capitulo se incluiran las diferentes habilidades de los padres tales como su nivel de

    comunicacin, de control o forma de solucionar problemas. Hoy en da, uno de los peores enemigos a la

    hora de establecer un buen vnculo afectivo (vnculo de apego) con los hijos es la poca disponibilidad de

    tiempo por parte de los padres. Las jornadas de trabajo, normalmente ocupan a ambos padres todo el

    da, ello puede repercutir negativamente tanto en la cantidad como en la calidad de la interaccin

    padres-hijos tan necesaria a lo largo de todo el desarrollo del nio. Un escaso tiempo de dedicacin

    determina en algunos nios la aparicin de conductas no adecuadas, de desobediencia o incluso

    somticas (dolores, enfermedades sin causa orgnica aparente).

    Cada nio es diferente y sus necesidades de atencin por parte de los padres pueden variar de unos a

    otros, es por ello que no pueden establecerse pautas generales para todos. Sin embargo, la aparicin de

    conductas problemticas es un sntoma inequvoco que debe ponernos en guardia y hacernos ms

    sensibles hacia las posibles demandas afectivas que reclama el nio y no satisfacemos.

    -Otro factor importante a tener en cuenta son los estilos educativos de los padres. Hoy sabemos que los

    padres que combinan el afecto emocional alto hacia los hijos, pero tambin su control, son los que obtienen

    los mejores resultados en cuanto al funcionamiento afectivo e intelectual de sus hijos con un mnimo de

    problemas de conducta. Este estilo educativo denominado "democrtico" y considerado como el

    ptimo, segn algunos estudios, se caracteriza por que el nio se siente amado y aceptado, pero

    tambin comprende la necesidad de las reglas de conducta y las opiniones o creencias que sus padres

    consideran que han de seguirse. Como padres debemos saber ser generosos pero, a la vez, es

    imprescindible establecer limites claros a las conductas y demandas de nuestros hijos. Si as no se hace,

    las demandas aumentarn y la percepcin del nio ser de que tiene el control sobre nosotros y que sus

    solicitudes son derechos reales a los que no tiene por qu renunciar.

  • -Los modelos basados en una autoridad inflexible o los excesivamente permisivos, han demostrado ser

    menos adecuados y eficientes en el establecimiento de vnculos afecticvos adecuados, as como en la

    aparicin de conductas disruptivas.

    c) Las caractersticas de los hijos

    -Factores como el temperamento parecen ser tambin muy relevantes. A pesar de que la personalidad

    del beb no presenta todava muchos de los componentes que son evidentes ms tarde (como

    creencias, actitudes, etc..) s est presente en forma de expresividad emotiva y de sus reacciones ante la

    estimulacin del entorno. Ante una misma actividad o juego (p.e : subirse a un columpio) un beb

    puede reaccionar gritando de alegra mientras otro reacciona de forma ms tranquila o incluso llorando.

    En la base se estas diferencias individuales estara el temperamento particular que conforma la

    personalidad temprana del beb.

    Algunos estudios (NYLS-Thomas et al.1.968) catalogaron a algunos nios de su estudio, relativa a la

    primera infancia, como "difciles", presentando este grupo mayor nmero de problemas-conducta que

    otros bebs clasificados en otras categoras. La gentica tiene mucho a decir ya en estas primeras

    etapas. La observacin de conductas disruptivas o anormales en la primera infancia podra ser sntoma

    de la presencia de algn trastorno de base gentica y, por tanto, susceptible de evaluacin por parte de

    un profesional de la salud.

    -En definitiva, es preciso tener en cuenta, que los problemas de conducta que presentan los nios son el

    resultado de una multiplicidad de factores que es necesario evaluar y tratar para corregir.

    d) Factores externos al nio

  • -En ltimo lugar, destacar que ejercen una particular influencia en las conductas de nuestros hijos

    factores externos al propio nio como pueden ser :

    a) Los vnculos emocionales con los miembros de la familia.

    Al respecto debemos preguntarnos si el nio se siente querido dentro de su ncleo familiar. Los lazos

    afectivos bien establecidos a edades tempranas como el llamado Apego, son fundamentales para la

    estabilidad del nio y para prevenir posibles conductas disruptivas. Es muy frecuente la aparicin de

    conductas agresivas y de falta de empata hacia los otros, en el caso de adolescentes que se han visto

    privados de una adecuada vinculacin afectiva con sus progenitores. Ello puede deberse tanto a

    factores de fuerza mayor como la prdida, muerte o separacin fsica de los mismos, como a

    negligencia o falta de atencin adecuada de los padres hacia sus hijos, malos tratos, etc, an

    conviviendo en un mismo techo.

    Sabemos que muchas de estas conductas son consecuencia de la llamada de atencin por parte del

    nio a los padres que quizs de otra forma no le prestan. Es importante compartir con el nio tiempo

    suficiente para establecer dichos vnculos.

    b) El ajuste emocional y social de los padres.

    Para una buena progresin emocional-conductual del nio, es muy positivo que los padres, no tanto no

    tengan trastornos emocionales, sino que el nio no los perciba de forma angustiosa. Esto puede

    resultar difcil en caso de situaciones de maltrato o separaciones traumticas. Sabemos que existe una

    alta correlacin entre madres deprimidas y trastornos de conducta en los hijos.

    c) El nivel cultural y econmico.

    Los problemas de conducta no son patrimonio de ninguna clase social. Se dan en todas ellas. Es

    evidente que un nivel cultural muy bajo unido a una situacin de precariedad laboral y econmica es un

  • sustrato muy fuerte para generar conductas no deseadas y que pueden desembocar en la delincuencia.

    Sin embargo, estamos asistiendo a la aparicin de conductas delictivas e incluso criminales en sectores

    de poblacin joven de clase acomodada.

    d) Los Modelos.

    Hasta que no est cercana la adolescencia, los principales modelos a seguir, en todas sus facetas, suelen

    ser los propios padres o hermanos mayores. De nada servir que le digamos que se comporte de una

    determinada manera, si los modelos que tiene a su alrededor no son coherentes con lo que le pedimos.

    Sabemos de la impotencia de muchos centros escolares, que hacen una labor educativa impecable pero

    que su labor no se ve complementada por los modelos familiares. Otro modelo a valorar es el que

    ofrecen los medios como la Tv., Internet, Videojuegos, etc....

    Hay todava un gran debate acerca de la influencia de ciertos programas violentos sobre la conducta de

    los nios. Las conclusiones apuntan en el sentido de que no puede establecerse relacin directa causa-

    efecto. El factor realmente importante es el entorno donde el nio ve estos contenidos. Si ste es ya

    conflictivo (familias desestructuradas, presencia de malos tratos, entorno marginal, amigos violentos,

    etc...) s que puede tener una repercusin en la magnitud o frecuencia de las conductas inadecuadas. No

    sucedera en el caso de que un contenido violento se produjera en un entorno estable, controlado por

    los padres, y en el que los nios pueden perfectamente discriminar entre ficcin o realidad.

    e) Circunstancias especiales a tener en cuenta.

    1- Las nuevas familias

    Actualmente, la familia se ha convertido en una de las instituciones sociales que ms ha cambiado tanto

    desde el punto de vista legislativo como en el social. La famlia tradicional ha dado paso a nuevos

    sistemas familiares (parejas de hecho con hijos, madres o padres solteros con hijos o nuevas familias

    surgidas de divorcios previos que comparten hijos de otras parejas anteriores). Cada uno de estos sistemas

    tiene sus peculiaridades y la conducta manifiesta del nio puede ser explicada, en parte, a estas nuevas

    circunstancias.

  • 2- Cambios en las relaciones padres-hijos

    Paralelamente a los cambios de vinculacin en las relaciones de los adultos, los padres han ido

    incorporando cierta simetra en la educacin de sus hijos y en aplicar la disciplina. Ha ido creciendo

    cierta idealizacin de los estilos democrticos. Sin duda, este estilo, basado en el saber escuchar y ser

    equitativo en la toma de decisiones, con frecuencia se ha mal interpretado y ha supuesto en la prctica

    un fracaso.

    3- Separacin o divorcio de los padres

    El rompimiento de los lazos afectivos es siempre doloroso y se vive con cierta angustia por parte de la

    pareja que ha compartido parte de su vida y que ahora ve roto el proyecto comn. Pese a ello, las

    principales vctimas de todo proceso de ruptura son los hijos, en especial, los ms pequeos.

    Es habitual la aparicin de ciertas conductas desadaptadas en los hijos cuando se produce la ruptura de

    los padres.

    4- Nios adoptados

    Al igual que sucede con la mayora de los nios, cualquier hijo adoptado presenta una serie de

    caractersticas cognitivas, intelectuales y emocionales que son consecuencia directa de una serie de

    factores tantos internos como externos, algunos de ellos fuera de nuestro control. Otros perfectamente

    conocidos y controlables.

    Debemos conocer las caractersticas especficas de este colectivo si queremos ser eficientes para

    ayudarles.

    RESUMEN Y PAUTAS DE ACTUACIN:

    Est claro que no hay dos nios iguales y, por tanto, las mejores tcnicas para paliar los problemas de

    conducta sern aquellas que nos funcionen bien en cada caso o nio.

    Las conductas inadecuadas pueden ser consecuencia de multitud de factores (internos, externos). Es

    habitual que se presente algunas de ellas dentro del ciclo evolutivo "normal", pero hay que consultar

  • al profesional cuando estas son de mayor frecuencia o magnitud de lo esperado por su edad o son

    perseverantes en el tiempo.

    Un buen predictor de la poca incidencia de conductas inadecuadas en un nio es el haber establecido

    un buen vnculo afectivo con sus padres. Ello pasa por dedicar ms tiempo juntos desde edades muy

    tempranas. El juego es un elemento esencial. Recomendamos la lectura de nuestra pgina:

    Trabajando el vnculo afectivo con nuestros hijos.

    No tan slo es cuestin de estar ms con el nio. Prstele mayor atencin cuando efecte las

    conductas adecuadas y exprsele su satisfaccin verbalmente. Igualmente, trate de no drsela

    cuando presente episodios de rabietas o exigencias de caprichos.

    Es importante el estilo educativo de los padres. En concreto, aquel estilo que combina la existencia

    de un alto grado de vinculo afectivo pero con un nivel de control sobre hbitos y conductas

    adecuados. Se desaconsejan modelos totalmente autoritarios o que, contrariamente, no

    desempeen ningn control sobre sus hijos.

    Hay nios con temperamentos "ms difciles" que otros y que probablemente necesitarn estrategias

    de intervencin a medida.

    El crecer en entornos marginales o en colectivos de riesgo aumenta considerablemente el riesgo de

    presentar conductas disruptivas en la adolescencia. De todas formas, los modelos parentales, sern

    el factor determinante.

    Pautas a seguir:

  • Cada nio es un mundo y no hay estrategias universales eficaces para todos ellos. Lo que funciona bien

    en un nio puede no ser eficaz en otro. An as, hay una serie de principios que utilizados con la

    suficiente destreza pueden ponernos en el buen camino para establecer, modificar o eliminar conductas

    en nios. A continuacin exponemos con carcter general algunos de ellos:

    1-LMITES: Son fundamentales. Atrvase a poner lmites a sus demandas. Si no lo hace a edades

    tempranas luego ser mucho ms difcil establecerlos. Intente explicarle su punto de vista de forma

    calmada y adecundola a la edad del nio. No utilice el tono imperativo ni los gritos. Hgale saber ms

    bien que est triste por su comportamiento, que est decepcionado, pero mantngase firme en su

    posicin. Es necesario establecer, desde la primera infancia unos hbitos adecuados en alimentacin,

    ritmos de sueo, etc... Son los propios padres los que han de marcar sus propios lmites y normas en

    funcin de la edad del nio y sus valores educativos. Poner lmites no debe plantearse como un trabajo

    coercitivo con el nio, sino como un juego de equilibrios, en el que el nio va a aprender el sentido de

    dar y recibir, al tiempo que va interiorizando una serie de pautas y valores que le servirn ms adelante

    como referentes.

    2-CLARIDAD: Sea claro en las instrucciones. Si queremos establecer lmites, el nio debe saber

    exactamente qu le pedimos. Si le decimos "prtate bien" esto puede suponer diferentes cosas en

    diferentes situaciones. Es ms eficaz concretar la demanda en una situacin concreta. Por ejemplo en

    una situacin de paseo por la calle le diremos "no cruces hasta que est el semforo verde", en la casa

    en situacin de juego "no tires los juguetes".

  • 3-ATENCIN: Prstele atencin cuando realice las conductas deseadas en caso contrario retresela. El

    halago verbal y sincero funciona muy bien como apoyo de otros refuerzos. En caso de aparicin de una

    conducta disruptiva (rabietas...) retire la atencin sobre el nio (Tiempo Fuera). Un premio no esperado

    y contingente a la realizacin de alguna conducta deseada aumentan la probabilidad de que vuelvan a

    ocurrir. Puede establecer tambin premios y consecuencias contingentes a las diferentes conductas

    (Economa de Fichas - Coste de la respuesta).

    4-COMPLICIDAD: Cuando se establecen unos lmites o normas, estos deben ser respetados por todos

    los miembros de la familia. Padres, hermanos o abuelos deben actuar de igual modo ante las conductas

    problema del nio. Si slo es el padre o la madre la que exige ciertos requisitos al nio, el avance es

    mucho mas complicado sino imposible.

    5-MINIMIZAR: Cuando d instrucciones minimice el NO. Con nios es ms efectivo el decirle lo que

    debe hacer que lo que no debe hacer. Por ejemplo es ms conveniente decirle: "habla bajito" que "No

    chilles". La primera la experimenta como una sugerencia la segunda como una imposicin.

    -Debemos siempre desaprobar las conductas (morder, desobedecer, gritar....) nunca al nio (eres un

    desastre, eres muy malo, eres...).

    6-ELECCIN: Que elija l. A la hora de darle instrucciones podemos minimizar la probabilidad de

    desobediencia si proporcionamos al nio varias opciones para que l elija. Por ejemplo en lugar de

    decirle slo: "recoge los juguetes", podemos aadir: "mam va a ayudarte a recoger los juguetes, dime

    cuales prefieres guardar tu? Al nio se le recuerda que la responsabilidad de guardar los juguetes es

    suya, pero, a la vez, tiene cierta sensacin de control sobre la situacin y tolera mejor la demanda del

    adulto. Una vez establecido el hbito de recoger probablemente lo haga sin demasiadas quejas y

    ayudas.

  • 7-EXPLICACIN: Acompae la demanda con una explicacin breve. Si damos una explicacin a una

    instruccin dada podemos ayudar a que interioricen valores de conducta. Por ejemplo podemos decirle:

    "si pegas a tu hermanito se pondr triste y no querr jugar ms contigo". Se trata de que entienda que

    nuestra demanda no es por capricho o por llevarle la contraria, sino por que tiene unos efectos molestos

    sobre nosotros u otras personas y que esto comporta consecuencias.

    8-ALTERNATIVA: Una alternativa cuando tengamos que decir NO. Cuando tengamos que pronunciar

    un NO es importante minimizar su efecto con una alternativa: "NO te puedo comprar una pasta antes

    de comer, pero s te dar despus el helado que te gusta".

    9-FLEXIBILIDAD: Debemos crear limites y normas pero a la vez hay que saber ser flexibles en

    situaciones especiales a valorar por los padres. Los nios crecen y los problemas y sus circunstancias

    cambian. Debemos estar abiertos a revisar y modificar el sistema de contingencias cuando sea

    necesario. Una rigidez extrema en la configuracin del sistema y sus normas es la mejor invitacin a su

    incumplimiento.

    10-COHERENCIA: Tiene que haber coherencia entre lo que se le exige al nio y lo que l observa en su

    entorno ms inmediato. No podemos pedirle obediencia y respeto hacia la madre a un nio que vive en

    un entorno de menosprecio o maltrato familiar.

  • 11-CONTROL: Controle sus emociones. Cuando estalla el problema. Cuando su hijo ha repetido la

    conducta que no deseamos, cuando nos llaman del colegio, cuando todo parece

    hundirse................tmese un tiempo antes de responder. Sabemos que es complicado y que si no se

    lanza un grito algo parece romperse en nuestras entraas. Es fundamental el control de las emociones.

    Nuestro objetivo es educar al nio. Si somos demasiado emocionales no estamos en condiciones de

    ofrecer el mejor modelo de nosotros mismos. Proporcinese un tiempo de respiro, retire la atencin al

    nio de la forma que permitan las circunstancias, hgale saber inmediatamente su disgusto y luego en

    fro analice la situacin y tome las decisiones oportunas. No razone en caliente. Ni usted ni su hijo estn

    entonces en las mejores condiciones.

    -No caiga en la trampa de enzarzarse en un dilogo de recriminaciones con su hijo. Es la mejor forma de

    acabar estableciendo un tipo de relacin conflictiva o coercitiva que no le va a llevar a ninguna parte.

    Esto no quiere decir que la mala conducta no deba tener sus consecuencias para el nio, sino que stas

    deben ser pensadas en fro aunque aplicadas lo antes posible para que sean efectivas.

    12-CONSTANCIA: Es bsico ser constante en la aplicacin de cualquier estrategia que quiera modificar

    o establecer conductas. No se desanime a la primera de cambio. Suele ocurrir que cuando se aplican

    lmites o normas por primera vez se produzca una reaccin negativa. Esto es especialmente notable en

    aquellos casos en los que el nio percibe que se le van a retirar ciertos privilegios. Ello puede provocar,

    de inicio, un aumento de la frecuencia y magnitud de los episodios problemticos que luego, en la

    mayora de casos, remiten y se corrigen.

    Y SI TODO FALLA: Hemos dicho ya que cada nio es un mundo y cada conducta problemtica es fruto

    de multiplicidad de factores externos e internos. Cuando el comportamiento se hace incontrolable,

    pese a la dedicacin y esfuerzo de los padres o tutores, busque ayuda en algn profesional de la salud

    infantil (psiclogo infantil, pediatra...). El peor aliado es dejar pasar el tiempo sin actuar.

    Tecnicas:

    Retirada de la Atencin

  • Sinceramente creo que se trata de una de las tcnicas ms eficaces para el control de la conducta

    infantil, en especial, para aquellas conductas que se manifiestan con rabietas, pataletas, lloros, pero sin

    manifestaciones agresivas.

    La tcnica no puede ser ms sencilla en su concepcin: Se trata de que, ante las manifestaciones de

    gritos, rabietas u otros, dejemos automticamente de prestar atencin al nio. Este modo de actuar se

    justifica bajo la hiptesis de que el nio efecta tales manifestaciones para reivindicar ciertas demandas

    o llamar la atencin del adulto. El nio puede estar acostumbrado a conseguir lo que desea mediante

    este comportamiento (refuerzo positivo). As, puede haber aprendido que si efecta cualquier peticin

    acompaada de lloros o pataletas, la atencin de los padres es mucho mayor y es atendido antes en sus

    peticiones. Esto llega a convertirse en un hbito, en un circulo vicioso que crea malestar en la familia.

    Antes de poner en marcha esta tcnica, hay que analizar la situacin con tranquilidad y verificar que se

    est produciendo realmente la conducta del nio por la supuesta demanda de atencin. Para ello

    podemos valorar como reaccionamos nosotros ante la demanda, en qu momentos sucede y qu es lo

    que ocurre. Le presta la atencin y el tiempo que necesita el nio? Normalmente cede ante sus

    demandas? Se dirige con frecuencia a l cuando se porta "bien" para decrselo y premiarlo o slo lo

    hace cuando lo castiga? Los episodios de rabietas, desobediencia, etc, son, en gran medida aprendidos

    (ver causas de los problemas de conducta), y, por tanto, podemos efectuar un desaprendizaje.

    Esta tcnica no es aplicable en conductas que cursen con fuerte agresividad verbal o fsica, con

    episodios de lanzamientos de objetos o, en general, para aquellos comportamientos que signifiquen

    peligro potencial para el nio u otros. En estos casos consulte siempre a un especialista antes de actuar.

    Para utilizar la tcnica debemos tener claros los objetivos y el mtodo que debemos utilizar:

    1- OBJETIVO: Ensear al nio que efectuando las peticiones de forma inadecuada (rabietas, lloros, etc.)

    no va a conseguir nada.

    2- MTODO: Si retiramos la atencin que prestamos al nio (refuerzo positivo) inmediatamente

  • despus de la aparicin de las respuestas inadecuadas, stas tendern a desaparecer.

    3-FORMA: Cmo hay que hacerlo?

    Cuando aparezcan las conductas inapropiadas actuar de la siguiente manera:

    1- Retirar la atencin inmediatamente.

    Evite el contacto ocular o la emisin de cualquier recriminacin, palabra o gesto. Haga como si la

    conducta no estuviera ocurriendo (salvo en las conductas mencionadas anteriormente que pudieran

    suponer peligro para el nio u otros). Si sucede en casa puede volverse de espaldas o salir de la

    habitacin o estancia donde se encuentre. En situaciones fuera de la casa, dependiendo del lugar,

    deberemos adaptarnos a las circunstancias. La regla general es mantenernos a cierta distancia sin

    prestar atencin, pero esto depender si estamos en un lugar abierto con peligro potencial para el nio

    (circulacin de coches, paso de muchas personas, etc.) o si nos encontramos en un lugar cerrado

    (tienda, supermercado, etc...). Si la rabieta tiene lugar en un sitio pblico donde no puede separarse

    fsicamente de su hijo, permanezca a su lado pero siga retirndole la atencin como se ha mencionado

    antes (retirada contacto ocular, sin gesticular, sin hablar).

    En nios pequeos, si hay peligro de que se escape y est en vas pblicas puede ser necesario retenerlo

    fsicamente. En estos casos, si opta por retenerlo, concntrese slo en ejercer la fuerza necesaria para

    evitar su huida pero mantenga (aunque entiendo que es una situacin comprometida) toda la

    tranquilidad posible, es importante que el nio no vea al adulto alterado emocionalmente, debemos

    transmitirle una sensacin de que tenemos el control de la situacin y que con su actitud no va a

    conseguir nada. Siga sin dirigirle palabra y espere a que la situacin se calme. Dirjale toda la atencin

    cuando el nio se tranquilice.

    Una vez calmado puede entonces intentar explicarle (si el nio tiene suficiente capacidad de

    comprensin verbal), y sin recriminaciones, lo que ha sucedido en tono calmado.

    La idea no es transmitirle: "Te has portado mal, te desprecio y paso de ti", sino: "Puedes conseguir

    algunas cosas si lo pides de otra forma".

  • 2- Est totalmente contraindicado verbalizar cualquier manifestacin de reproche, sermonearlo o

    advertirle de que no le vamos hacer caso por mucho que insista. De esta forma lo estamos retando a

    una discusin dialctica y puede empeorar las cosas. Simplemente: No le diga nada. S puede decirle

    con una frase escueta y con voz lo ms calmada posible que se siente triste y decepcionada...

    3- Una vez que la conducta empiece a bajar de tono puede progresivamente prestarle atencin de

    nuevo.

    4- Se trata de una tcnica que produce efectos de mejora de forma progresiva. Nos llevar cierto

    tiempo (dependiendo de las variables propias del nio y su entorno) el conseguir resultados claros.

    RECUERDE QU:

    1- Estamos utilizando tcnicas para conseguir que el nio desaprenda hbitos mal adquiridos y este

    proceso llevar un tiempo. Paralelamente debemos trabajar y potenciar las conductas alternativas que

    nos interesa que el nio utilice. Insistimos en que los padres intenten mantener la calma ya que el nio

    va interiorizando estos estados emocionales. Si la respuesta a sus malas conductas es slo ms ruido y

    reproches fuera de tono, es muy probable que esto nos venga devuelto al ir el nio interiorizando estos

    patrones.

    2- Debemos ser constantes en la aplicacin de la tcnica y coherentes en su aplicacin. Para ello es

    necesario que ambos padres y el resto de figuras relevantes para el nio (abuelos, tos, etc) acten de

    igual forma ante las mismas conductas.

    3- Al inicio de aplicacin, estas tcnicas suelen producir un aumento en la frecuencia e intensidad de las

    conductas que precisamente intentamos eliminar. Es un hecho normal e indicador de que vamos por el

    buen camino. No se desanime tras los primeros fracasos. Necesitaremos un poco de tiempo.

  • POR QU DEBEMOS ACTUAR:

    Hay una creencia extendida de que ciertas conductas infantiles son propias de la edad y que con el

    tiempo tienden a desaparecer. Ciertamente, as puede suceder en muchos casos. Sin embargo, es muy

    arriesgado pasar por alto ciertos comportamientos con la esperanza de que el tiempo lo mejorar. Una

    intervencin en la etapa infantil, no hecha a tiempo, puede suponer la consolidacin, perpetuacin y

    agravamiento del problema en la adolescencia. Las normas, valores y referentes deben construirse

    desde la temprana infancia. Es una irresponsabilidad dejarlo en manos del futuro para evitarnos los

    costes del presente.

    La tcnica del Tiempo Fuera

    Esta tcnica supone una variacin de la anterior en tanto es una tcnica que utiliza bsicamente la

    retirada de atencin, por lo que muchos de los principios all expuestos son vlidos aqu pero con

    algunas matizaciones.

    Delante episodios de lloros, rabietas o travesuras ms subidas de tono (por ejemplo, cuando se produce

    el descontrol), puede utilizarse la tcnica de "tiempo fuera", en el que el nio se le retira fsicamente del

    espacio actual para trasladarlo a su habitacin u otro lugar, por un breve espacio de tiempo. Tambin

    pueden ser los padres los que se retiran del lugar donde est el nio (cuando es posible, p.e. en el

    comedor de la casa).

    Veamos algunas orientaciones para proceder adecuadamente:

    1- El sitio al que lo retiremos temporalmente debe ser un sitio en el que no tenga al alcance juegos u

    otras compaas para entretenerse. No se trata de buscarle un sitio hostil sino un sitio que sea aburrido

    con escasas posibilidades de que pueda hacer algo para pasar el tiempo.

    2- Debemos trasladarlo inmediatamente despus de aparecer la conducta o en el momento que ha

    llegado a un punto insostenible (por ejemplo, discusin entre hermanos que llega a un punto de

  • descontrol).

    3- No discuta con l, no entre en recriminaciones ni calificativos despectivos como: "Eres muy malo y te

    voy a castigar" o "Me tienes harta, no tienes remedio... " S puede explicarle, con un tono calmado pero

    seguro y imperativo, el motivo de su retirada. Para ello dgaselo concretando su queja "Como has

    pegado a tu hermanito no vas a poder jugar con l". Haga caso omiso de sus protestas o promesas.

    Recuerde que debe mostrarse enfadada pero no fuera de control. La idea es lanzarle un mensaje muy

    claro de que ha hecho algo mal y que estamos disgustados con l. Al respecto y de forma muy breve

    puede tambin decirle (ajustando el mensaje a la edad del nio) algo as como: "me has decepcionado

    tanto que, en estos momentos no quiero estar contigo. Me siento muy triste".

    4- No permita que salga antes de tiempo del lugar de aislamiento. Si lo hace advirtale de

    consecuencias ms negativas como que deber estar ms rato en esta situacin.

    5- El tiempo de aislamiento normalmente se calcula en base a un minuto por ao del nio con un

    mximo de 20 minutos. Sin embargo, esto debe ser valorado por los padres. No se aconsejan tiempos

    ms largos ya que pueden producir la conducta contraria a la que queremos eliminar.

    6- Si cuando lo vamos a buscar nos vuelve a regalar con conductas inadecuadas, hay que advertirle que

    si quiere salir deber estar al menos 15 segundos sin efectuarlas. Mantngase firme en la decisin. Si

    pasa la prueba es muy posible que los episodios remitan, si cede aumentarn con toda probabilidad.

    7- En el caso de que haya provocado desperfectos en el interior del habitculo (ha desordenado o roto

    alguna cosa) deber reponerlo o corregirlo con alguna accin antes de salir.

    8- Debemos tener cuidado que esta retirada fsica no comporte algn tipo de beneficio indirecto al nio.

    Por ejemplo si el nio consigue dejar de estudiar o evitarse comer algo que no le gusta, lo que haramos

    es reforzar la conducta inadecuada.

    sta tcnica suele ser muy efectiva si se utiliza adecuadamente y con decisin. La efectividad de la

    tcnica, independientemente de que le estamos retirando la atencin, es que estamos despertando,

  • contingentemente con la aparicin de las conductas no deseadas, uno de los "fantasmas infantiles" ms

    presentes en la etapa infantil: la ansiedad de separacin. Aunque el nio tenga suficiente edad para

    saber que no ser abandonado realmente, el hecho de hacerle revivir esta ansiedad puede dispararle

    interiormente ciertas alarmas. Lo que ahora puede temer no es la separacin fsica sino la emotiva. De

    tal forma que el nio corregir su conducta actual y futura no por las razones de los padres sino por las

    suyas (temor a perder el respaldo emocional de los padres).

    -Como en todas las tcnicas basadas en la retirada de atencin, recuerde que deben introducirse

    momentos de atencin hacia el nio contingentemente a la aparicin de conductas deseadas. El

    refuerzo verbal y fsico (halagos, abrazos, manifestacin de alegra, entrega de algn premio, etc.).

    Ecoma de fichas. Coste de la respuesta

    No nos ayuda nada que el nio obtenga regalos o juguetes de forma fcil pese a que presenta

    comportamientos disruptivos o desobedientes. Formando parte de un tratamiento ms global, la

    tcnica de denominada de "economa de fichas" suele funcionar muy bien para regular los refuerzos

    que recibe el nio. Para obtener un premio (juguete, salida a parque temtico, excursin, etc...) deber

    efectuar una serie de conductas deseadas (o dejar de hacer otras) que deben concretarse (portarse bien,

    obedecer, estudiar, ordenar sus cosas, etc...).

    Tras efectuar esta conducta se le dar inmediatamente un reforzador (puntos, fichas...) que el nio ira

    recogiendo hasta llegar a una determinada cantidad, momento en el que se le entregar el premio final.

    Tambin se pueden pactar pequeos premios inmediatos para ciertas conductas deseadas al tiempo

    que se acumulan puntos para el premio mayor (refuerzo demorado). Lo importante es conseguir que el

    nio se d cuenta que obtiene mayores beneficios y privilegios actuando de forma correcta.

    Veamos algunos puntos claves para el buen funcionamiento:

    1- Dichos premios deben estar pactados de antemano, ser claros y atractivos para el nio. Busque

    realmente cosas que le gusten (no sirve pretender que se gane algo que necesita, por ejemplo, unos

    nuevos lpices para el colegio).

    2- Asegrese de que al principio puede ganarlos ms fcilmente para motivarle. La entrega de estos

  • premios debe ir acompaada de un halago sincero "estoy muy contento", "lo haces muy bien...." y,

    evidentemente, nunca deben ir acompaados de verbalizaciones negativas del tipo "a ver cuanto

    dura..." Cuanto ms pequeo sea el nio o ms inquieto, ms cortos deben ser los perodos en los que

    se evala la conducta (no funcionar prometerle algo si aprueba el curso dentro de tres meses).

    3- En el caso de nios hiperactivos tenga en cuenta que hay especial dificultad para posponer las cosas.

    En todos estos casos, si se entrega una ficha como reforzador, sta podr ser intercambiada (al menos

    al principio) inmediatamente por algn objeto de su deseo (pequeo juguete, golosinas, etc...). Deber

    procederse de igual modo con nios que presenten discapacidad intelectual.

    4-Es importante que se cree una lista o cartel donde se puedan visualizar el estado de los puntos

    obtenidos y los que le faltan para llegar al premio, cuando ste se demora segn el plan establecido. En

    caso de la aparicin de mala conducta puede tambin utilizarse la retirada de alguno de los puntos

    (coste de la respuesta).

    5- Sea constante en la aplicacin de sta tcnica y no se deje llevar por la frustracin en el primer

    contratiempo. Se necesita tiempo para cambiar hbitos mal adquiridos y no hay soluciones mgicas al

    respecto.

    6-Recuerde que cuando d instrucciones a su hijo, debe hacerlo de forma clara y concreta, sin

    contradicciones y de forma que sean comprensibles para su edad. Procure no hacerlo acompaado de

    contacto fsico instigador (la utilizacin de la instigacin ha demostrado ser un gran potenciador del

    incumplimiento).

    -Estas tcnicas suelen ser muy efectivas para el control de las conductas tanto en el mbito familiar

    como en el escolar. No se trata de que el nio aprenda a funcionar siempre a base de premios sino de

    darle, al principio, motivos para iniciar un cambio en sus conductas. Lo que se espera en el futuro es que

    las conductas adecuadas se mantengan no por los premios sino por lo que llamamos "reforzadores

    naturales". Por ejemplo, un nio puede empezar a no efectuar determinadas conductas disruptivas por

    ganarse el premio, pero este cambio de comportamiento puede hacer que funcione mejor con sus

  • amigos y esto convertirse a medio plazo en un reforzador ms potente que el premio inicial. Las

    conductas pasan a ser controladas por las consecuencias positivas que se generan en su entorno

    Resumen de la tcnica:

    mbito de aplicacin: Su principal objetivo es motivar al nio en la ejecucin de determinados

    aprendizajes y tambin fomentar la aparicin de conductas positivas,

    controlando o eliminando las disruptivas.

    Edad: Cambiando los reforzadores y adecundolos a la edad evolutiva

    correspondiente, podemos utilizarlo en prcticamente todos los niveles

    de edad. Muy til en Educacin Especial y tambin en la escuela

    ordinaria para conseguir objetivos especficos.

    Puntos fuertes: Tcnica simple, de fcil comprensin por los nios y altamente

    motivante (si se construye y utiliza adecuadamente).

    Limitaciones: Hay que saber escoger los reforzadores en funcin del nio o del grupo.

    Los nios que no alcancen el premio pueden frustrarse o desistir del

    mtodo. Hay que asegurar, al menos al principio, unos primeros xitos.

    2- Fundamentos tericos

    La Economa de Fichas es una tcnica mpliamente conocida y aplicada tanto en ambientes educativos

    como institucionales, familiares o incluso clnicos. Puede ser utilizada en grupo pero tambin a nivel

    individual.

    Cmo puede ayudarnos la tcnica?

    La Econima de Fichas en clase supone establecer un sistema reglado, con unas normas y consecuencias

    positivas para motivar a los nios en la ejecucin de conductas deseadas. Se denomina "de fichas" ya

    que para conseguir el premio final los nios debern recoger un determinado nmero de fichas o

    puntos.

    Hemos comentado que su utilizacin prioritariamente es colectiva, por tanto, podemos aplicarla a todo

    el grupo de una clase o aula. Su objetivo ser conseguir las metas que nos planteemos al inicio.

    Cada clase, cada grupo es un mundo y depender de sus propias circunstancias y peculiaridades el

  • marcar unos u otros objetivos. En general podemos sealar dos grandes mbitos en los que la

    Economa de Fichas pueden ayudarnos:

    A) Elevar la motivacin del grupo hacia determinados aprendizajes.

    B) Aumentar las conductas positivas y tratar de controlar y/o eliminar las disruptivas