Upload
phamngoc
View
216
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
DETECCIÓN DE SÍNTOMAS DE ANSIEDAD Y DEPRESIÓN EN NIÑOS,
NIÑAS Y ADOLESCENTES CON FAMILIAS SUSTITUTAS
AUXILIAR DE INVESTIGACIÓN
ANGYWELL MENDOZA SÁNCHEZ (351816)
AUTORA
DRA. MARTHA FERNÁNDEZ DAZA.
ASESORA
UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA.
FACULTAD DE PSICOLOGÍA.
AUXILIAR DE INVESTIGACIÓN
SANTA MARTA, MAGDALENA- 2017
Santa Marta, Diciembre 07 del 2017
Dra.
SILENA ALVAREZ
Coordinadora de
Investigación Facultad
de Psicología
Universidad Cooperativa de
Colombia Seccional Santa
Marta
Cordial saludo.
El presente trabajo denominado Detección de síntomas de ansiedad y depresión en
niños, niñas y adolescentes con familias sustitutas, realizado por la estudiante
Angywell Mendoza Sánchez, cumple con los requisitos mínimos necesarios exigidos
para este tipo de ejercicios académicos y, por lo tanto, se hace merecedor del Aval
otorgado por el profesor/asesor para su aceptación en los procesos administrativos de
titulación en pregrado de Psicología de la Facultad de Psicología de la Universidad
Cooperativa de Colombia, Sede Santa Marta
Atentamente
Martha Fernández Daza PhD
Docente asesor
AGRADECIMIENTOS
Agradezco enormemente a Dios y a mis padres por haberme proporcionado la
mejor educación, por haberme enseñado que la vida se vive de formas diferentes, que,
con esfuerzo, dedicación y constancia todo se consigue. Les agradezco también por creer
en mí y sobre todo hacerme creer en mí misma.
Quiero agradecerle a mi asesora, la doctora MARTHA FERNÁNDEZ DAZA por
haberme invitado a participar en su proyecto, ya que sin su ayuda, conocimientos y
dedicación este no hubiese sido posible.
Tabla de Contenido
AGRADECIMIENTOS....................................................................................................................... 3
Tabla de Contenido ....................................................................................................................... 4
1. Introducción .......................................................................................................................... 8
2. Marco Teórico ......................................................................................................................... 16
3. Objetivos y Metodología ......................................................................................................... 25
Objetivo general .......................................................................................................... 25
Metodología ................................................................................................................ 25
Población .................................................................................................................... 26
Instrumentos de investigación .................................................................................... 26
Procedimiento ............................................................................................................. 28
Consideraciones éticas ................................................................................................ 28
4. Resultados .............................................................................................................................. 30
..................................................................................................................................................... 30
5. Discusión ................................................................................................................................ 35
6. Conclusiones............................................................................................................................ 41
7. Referencias ............................................................................................................................. 42
Índice de Figuras
FIGURA 1. SEXO .............................................................................................................. 30
FIGURA 2 EDADES........................................................................................................... 30
FIGURA 3.PUNTUACIÓN TOTAL DE SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN ......................................... 31
FIGURA 4. SÍNTOMAS DE ANSIEDAD FISIOLÓGICA. ......................................................... 32
FIGURA 5. SÍNTOMAS DE INQUIETUD E HIPERSENSIBILIDAD ........................................... 32
FIGURA 6. SÍNTOMAS DE PREOCUPACIONES SOCIALES Y CONCENTRACIÓN. ................... 33
FIGURA 7. RESULTADOS DE LA SUBESCALA DE MENTIRA ............................................... 34
Ansiedad y Depresión en Niños, Niñas y Adolescentes con Familias Sustitutas
Resumen
El objetivo general de esta investigación es describir la ansiedad y depresión en
niños, niñas y adolescentes con familias sustitutas de Ciénaga-Magdalena. La
metodología fue cuantitativa de tipo descriptivo, no experimental y transversal. La
muestra se conformó con 40 niños y adolescentes cuyas edades están comprendidas
entre los 6 y 18 años de edad junto con sus respectivas familias sustitutas. Los
instrumentos que se utilizaron fueron el CMAS-R que fue diseñado para mediar
ansiedad y el CDI que mide depresión. El resultado permite afirmar que en la muestra
analizada 23 casos obtuvieron puntuaciones bajas en Ansiedad Fisiológica; el mismo
número de casos resultaron con puntuaciones con tendencia a alta Inquietud e
Hipersensibilidad; en Preocupaciones Sociales y Concentración la totalidad de los casos
puntuaron bajo y, por último, en la sub-escala de Mentira sólo 7 casos puntuaron alto.
Por otro lado, 35 niños y adolescentes revelaron cierta intensidad de síntomas
depresivos. Se concluye que los NNA de los hogares sustitutos que conforman la
muestra presentan síntomas ansiosos y depresivos los cuales al ser identificados de
manera temprana favorecen una intervención adecuada, además, la posibilidad de psico-
educación tanto a la familia sustituta como a maestros y orientadores.
Palabras claves: Ansiedad, depresión, niños, adolescentes, familias sustitutas.
Anxiety and Depression in Children and Adolescents with Substitute Families
Abstract.
The main scope of this research is to describe the anxiety and depression in
children and adolescents with substitute families from Ciénaga-Magdalena. The
methodology was a quantitative and descriptive research type, not experimental and
transversal. The sample was taken with 40 children and adolescents whose ages were
between 6 and 18 years old all together with their respective surrogate families. The
instruments that we used were the CMAS-R that was designed to mediate anxiety and the
CDI which measures depression. The result allows affirming that in the analyzed sample,
23 cases obtained low scores in Physiological Anxiety; the same number of cases resulted
with scores with a tendency to high restlessness and hypersensitivity; in Social Concerns
and Concentration the totality of the cases scored low. Finally, in the subscale of Lie,
only 7 cases scored high.
On the other hand, 35 children and adolescents revealed some intensity of
depressive symptoms. Taking these in account, it is concluded that the children of the
substitute households that conformed the sample had anxious and depressive symptoms
that if identified earlier could favor an adequate intervention. As a result, it allows the
possibility of psycho-education for the surrogate family, teachers and counselors.
Key words: Anxiety, depression, children, teenagers, surrogate families.
1. Introducción
Jaña (como se citó en Balcázar, 2015) manifiesta que la ansiedad es un estado
emocional en donde las sensaciones como la angustia afectan poco a poco ciertos sucesos
y acciones en diversas áreas de la vida. Según la Asociación Catalana para el Tratamiento
de la ansiedad y depresión, 13 de cada 100 niños y adolescentes cuyas edades pueden
estar entre los 7 y 17 años experimentan diversos tipos de ansiedad, que pueden o no estar
a su vez asociados a enfermedades físicas o a distintos tipos de trastornos mentales.
Por su parte, Fernández citado por Balcázar (2015) afirma que la ansiedad ha
sido uno de los paradigmas psicológicos más estudiados con relación a ciertas
situaciones de peligro vital. Algunas personas la conciben con reacciones emocionales y
fisiológicas como: estrés, sudoración, miedo, temor, palpitaciones, aprensión,
hipervigilancia, hiperactividad, etc. Ciertos autores manejan distintas perspectivas y
explican la ansiedad como un modelo sistemático que a su vez está vinculado con
procesos mentales que generan, mitigan o previenen este fenómeno. Por esto la
ansiedad es considerada una consecuencia de elementos externos y habilidades mentales
que están siendo utilizadas.
Los problemas de ansiedad manifestados en la infancia y adolescencia tienen la
probabilidad de convertirse en crónicos sino tienen un tratamiento temprano,
convirtiéndose en de las primeras causas de discapacidad en la etapa adulta; de manera
que a largo plazo pueden incidir directamente en la salud tanto física como mental de
los jóvenes e infantes, afectando también su calidad de vida y nivel de satisfacción. Así
mismo, la aparición a temprana edad de este tipo de trastornos puede llegar a ser
perjudicial para los procesos del desarrollo del entorno social del niño, y así contribuir
que el adulto con trastorno de ansiedad no solo describa su mala salud física y mental
sino también, la decadencia de las relaciones en el entorno social incluyendo su
desempeño en el área laboral y primordialmente en el área familiar (Ballesteros &
Sarmiento, 2013).
Estudios recientes indican que los trastornos de ansiedad ocurren entre el 5-
18% de los niños y adolescentes, interfiriendo directamente en las actividades
académicas y sociales. En caso de ser persistentes, el adolescente o infante corre el
riesgo de padecer depresión en el 87% de las probabilidades e intentos de suicidio en un
35% (James, 2005).
Por otro lado, los trastornos de ansiedad también conllevan a un abuso de las
sustancias psicoactivas, lo cual evidencia la necesidad inmediata de implementar
estrategias y tratamientos que sean accesibles pero sobre todo, efectivos.
Sin embargo, se ha estudiado a lo largo del tiempo que la evidencia de trastornos
de ansiedad en niños es limitada, se ha considerado que un buen manejo efectivo de un
trastorno de ansiedad en infantes y adolescentes puede llegar a ser garantía de buen
desarrollo y calidad de vida, siendo necesario para ello tener información a primera mano
sobre los tipos de tratamientos que existen (Ballesteros & Sarmiento, 2013).
Se considera como una de las principales características de los trastornos de
ansiedad a la evitación. En la mayoría de los casos la evitación es manifestada en
situaciones estrictamente específicas, que podrían ser lugares o estímulos, pero también
se pueden diferenciar otras formas sutiles de evitación las cuales son la indecisión, la
incertidumbre, el retraimiento o aquellas actividades que se pueden considerar ritual. Este
tipo de comportamientos se puede decir que son relativamente consistentes en diversos
trastornos pero hay que tener en cuenta que la diferencia clave es la evitación, la mayoría
de las veces se acompaña de ciertos componentes de temor, angustia o timidez. En
algunos infantes, principalmente los más pequeños, podrían presentar dificultades al
momento de verbalizar las emociones. La ansiedad es producida debido a la expectativa
de que algún evento peligroso o negativo este a vísperas de ocurrir, o una anticipación de
amenaza (Rapee, 2016).
Balcázar (2015) exponen que en la etapa de la infancia los niños y niñas de siete a
nueve meses de edad experimentan ansiedad, es decir, los bebés demuestran ansiedad
frente a personas extrañas y su reacción ante este acontecimiento es enfado por la
presencia de alguna persona desconocida. Antes de ese momento, la mayoría de los bebés
no demuestran desesperación excesiva al estar alrededor de personas desconocidas.
Jaña (como se citó en Balcázar, 2015) menciona que: “Cuando surge la ansiedad
ante desconocidos, es la señal de que comienza un período de desarrollo cognitivo al
discriminar entre personas”. Un segundo momento en el desarrollo de los niños y niñas
se da entre los 12 y los 18 meses de edad, donde empiezan a caminar, aquí pueden
manifestar ansiedad por la separación, se molestan y cambian su comportamiento cuando
sus padres los dejan por períodos cortos de tiempo. Es aquí donde el niño o niña llora,
hace rabietas para que sus padres no les dejen solos. Generalmente, esta ansiedad por la
separación se soluciona a los dos años, y el niño o niña muestra una habilidad cada vez
mayor de separarse de sus padres.
Por otro lado, la depresión es considerada uno de los trastornos más complejos
que puede padecer el ser humano, porque es etiológicamente multideterminado, y
clínicamente heterogéneo, al cual se puede llegar a través de diversas vías y cuyas
manifestaciones psicopatológicas están relacionadas con la personalidad y dependen a
veces de la interacción de factores genéticos y ambientales a lo largo de su desarrollo;
independientemente del mecanismo etiopatogénico que se involucra en el origen de este
trastorno y de las diversas formas que puede tomar manteniendo una verdadera
coherencia fenomenológica entre sus manifestaciones (Organización Mundial de la
Salud, 2017).
También se ha indicado que el estilo de personalidad y el contexto sociocultural,
influyen de manera significativa en la depresión considerando que se trata de un trastorno
afectivo que se manifiesta de manera clínica por un descenso del estado de ánimo, una
pérdida de la autoestima y una elevación de la autocrítica y los niveles de perfeccionismo
hacia sí mismo, este núcleo de síntomas puede llegar por diversas vías como se había
expresado anteriormente que son las ambientales, neurobiológicas y caracterológicas, que
a su vez se identifican con distintos grados de interacción (Botto, 2014).
Según el redireccionamiento que tomen estas vías, la depresión puede llevar a
rumbos diferentes y se pueden catalogar como psicóticas y melancólicas (predominio de
factores biológicos), no melancólica (Predominio de elementos caracterológicos),
analítica/ introyectiva (personalidad, configuración de estilos de apego), entre otros
(Botto, 2014).
Para el diagnóstico de la depresión se deberá descartar otras dificultades como
la bipolaridad, enfermedades médicas, otros trastornos psiquiátricos o el consumo de
sustancia psicoactivas entre otros (Botto, 2014.)
Por otra parte, la depresión es descrita como un sentimiento de tristeza que se
presenta de manera reiterada, en donde se muestra la falta de interés a la hora de realizar
cualquier tipo de actividad. En la depresión se ven afectados también, los hábitos
alimenticios, ciclos de sueño y autoestima. Es una enfermedad común pero a la misma
vez grave. En ocasiones la depresión varía porque puede ir ligada a ciertos
acontecimientos como las condiciones familiares, condiciones socioeconómicas,
ambientales, el abuso físico o sexual durante la niñez (Instituto Nacional de la Salud
Mental, 2011).
Desde el punto de vista clínico, la depresión es compleja y puede ser comprendida
dimensionalmente en el contexto del espectro de los trastornos afectivos. A través de las
manifestaciones psicopatológicas particulares, es necesario diferenciar grupos
clínicos que condicionarán la indicación del tratamiento. Aunque existen elementos
universales en la psicopatología de la depresión, la manera en que ésta se expresa se
encuentra modelada por la cultura (Botto, 2014.)
En Colombia como en el resto del mundo es inquietante el desarrollo afectivo de
los niños niñas y adolescentes dado que los estudios reportan, que muchos presentan
sintomatologías afectivas entre mínimas y severas, que tienden a ser causadas por los
déficits y las carencias afectivas relacionadas con las familias, amigos, compañeros y en
cualquier situación, además, afectan la calidad de vida y el funcionamiento. Por, ejemplo,
se ha indicado que en los estudiantes con síntomas afectivos, las estrategias de detección
y manejo precoz no son suficientes para reducir la frecuencia de dichas conductas como
lo es la ansiedad y la depresión. En los adolescentes, la depresión está caracterizada por
la presencia del estado de ánimo bajo en la mayor parte del tiempo, acompañado de ideas
de desesperanza y desaliento, además pueden manifestarse ideas de muerte, síntomas
suicidas así como síntomas psicóticos (Ospina, Hinestrosa, Paredes, Guzmán y Granados,
2011).
En lo que respecta a los hogares sustitutos son una familia seleccionada e instruida
para acoger espontáneamente por tiempo completo y así brindarle un ambiente afectivo
de protección integral a los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años que, por
encontrarse en condición de amenaza, quebrantamiento o vulneración de derechos están
bajo protección del estado. Este programa de Hogar Sustituto está orientado a garantizar
a los niños, niñas y adolescentes la restitución de sus derechos para prestar protección
integral en condiciones favorables, con modelos de relaciones funcionales en un ambiente
familiar sustituto que facilite un proceso de desarrollo personal, familiar y social que les
permita superar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran (Tatis, 2016).
Los hogares sustitutos son conocidos actualmente como una modalidad familiar
que brindar atención a los niños y adolescentes sin cuidado parental. En Colombia, esta
modalidad la está implementando el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF,
2016). De acuerdo a los lineamientos del ICBF tiene como finalidad, ubicar al niño, niña
y adolescente, con una familia que está comprometida a brindarle el cuidado y la atención
necesaria, para garantizarle al niño, niña o adolescente un futuro y una familia llena de
afecto, esto hará que la sustitución de su familia de origen no ocasione daños permanentes
en el desarrollo evolutivo del niño o adolescente.
El objetivo de esta iniciativa es que los niños, niñas y adolescentes tengan derecho
a vivir en un ambiente propicio en el que se sientan apoyados y acompañados por sus
cuidadores o protectores, esto hace, que mantenga un alto potencial y así desarrolle las
mejores competencias y pueda tener una vida más activa y sana. Para poder rescatar a
los niños que se han visto afectados por ciertas problemáticas o se encuentran en estado
de vulnerabilidad y ofrecerles un ambiente familiar idóneo, en el que puedan tener una
crianza digna y segura, rodeados de amor protección y una excelente educación (ICBF,
2017).
Esta modalidad de hogares sustitutos está integrada también por niños en situación
de discapacidad o enfermedades de cuidado especial. Estos hogares funcionan los siete
días de la semana, las 24 horas del día, y los niños deberán permanecer allí por lo menos
seis meses, con un derecho especial de prorrogar su tiempo de estadía en el hogar sustituto
en el que se encuentra (ICBF, 2017).
El proceso de selección que tienen los hogares sustitutos, lo realiza un equipo
técnico interdisciplinario de aquellos centros zonales y el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar hará el respectivo acompañamiento.
Se ha hecho énfasis en la importancia del crecimiento del niño en un hogar con
que le provea estabilidad. A lo largo del tiempo se han realizado investigaciones con niños
que se encuentran en estado de abandono, estas demuestran que el comportamiento que
ellos tienen, y el desapego afectivo está ligado al maltrato que han venido recibiendo a lo
largo de sus vidas (Franco y Fonseca, 2011).
Por otro lado indicar que, sobre la investigación de Ansiedad y depresión en niñas,
niños y adolescentes a nivel general ha sido amplia y se ha conseguido buen material,
pero, cuando se trata de encontrar información a nivel regional y local, la búsqueda de
información ha sido algo compleja ya que se desconocen estudios en los que se haya
investigado sobre el tema, por ello el trabajo se complica.
El presente trabajo se ve justificado porque primeramente es importante investigar
acerca de estas temáticas debido a que la ansiedad y depresión son de los trastornos más
frecuentes de los niños, niñas y adolescentes a nivel mundial en la actualidad y, lo ha sido
por un tiempo prolongado; además, sabiendo que la depresión es un trastorno que afecta
el estado de ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, perdida, ira o frustración
interfieren en las actividades diarias por un periodo largo de su cotidianidad, y por otro
lado, está la ansiedad, aunque existan investigaciones que lo etiqueten como parte de la
vida también puede traer complicaciones psicológicas y emocionales en el ser humano y
sus diferentes entornos, dependiendo de su frecuencia e intensidad.
Este trabajo también es relevante porque la ansiedad y depresión son trastornos
que les pueden suceder a personas de todas las edades, pero investigando acerca de la
prevalencia de los temas se ha descubierto que los niños, niñas y adolescentes son los más
propensos a ellos debido a su vulnerabilidad referente a cualquier tipo de situaciones
incluyendo el incremento de la demanda social.
Así mismo, se justifica estudiar el tema porque a nivel mundial se han conocido
muchos casos de ansiedad y depresión en los niños niñas y adolescentes teniendo en
cuenta que por lo general existen factores influyentes ya sea del entorno familiar o por
dificultades emocionales.
En lo que respecta a la motivación frente a la investigación muestro un interés
particular por la ansiedad y depresión que manejan los niños y adolescentes que han sido
integrados a familias sustitutas, y se entiende que la mayoría de las veces la
sintomatología manifestada es debido a su proceso de adaptación a otro familia, cultura
o entorno social, además, que el no reconocerse como miembro legítimo de esta misma
puede ocasionar cambios emocionales y generalmente rechazo por parte de ellos.
Otra de las razones que me motivó a seleccionar este tema, es la oportunidad de
conocer el inmenso mundo de esos niños, niñas y adolescentes que han sido integrados a
las familias sustitutas, para poder aportar un granito de arena en cuanto al conocimiento
de ésta problemática de tal forma que se les pueda ayudar a superar este tipo de
situaciones.
Con esta investigación podría traerle muchos aportes tanto a la sociedad, como a
esos niños y jóvenes que se encuentran en familias sustitutas teniendo en cuenta todos los
dolores emocionales que traen consigo la ansiedad y la depresión, entendiendo que “una
de las maneras de encontrar la cura para una enfermedad, será buscando lo que ha sido el
causal que la originó”.
2. Marco Teórico
La integración al cuidado alternativo de una familia sustituta, puede explicarse a
través de diferentes modelos. Por ejemplo, los modelos de maltrato son las directrices que
ayudan a establecer el por qué y el cómo afecta al niño el maltrato recibido de sus padres
o cuidadores. Existen diferentes tipos de maltrato: físico, psicológico o emocional y cada
uno muestra el impacto negativo que presentan los niños que padecen alguno de ellos.
Teniendo en cuenta que cada persona experimenta de manera diferente a diferentes
factores como los sociales y psíquicos. Por otro lado, cada persona tiene diferentes
conceptos de maltrato, incluso, cada cultura; pues debido a su vivencia lo establece de
distintas maneras, por esta razón es necesario definir de manera global el maltrato físico
infantil, sus tipos y como cada uno de estos modelos que busca evidenciarlo.
Modelos del maltrato infantil
De acuerdo a lo anteriormente expuesto acerca del maltrato, se pone al descubierto
que se puede presentar en todo tipo de personas, sin embargo, en este apartado se pasa a
dar un breve concepto de lo que viene siendo el maltrato infantil.
El maltrato infantil está compuesto por abusos y desatención de los cuales los
menores de 18 años son los principales protagonistas. Dentro del maltrato infantil se
incluye todo tipo de maltrato: el físico o psicológico, el abuso sexual, negligencia, entre
otros, donde se vea expuesta la salud, desarrollo o dignidad del niño, o pueda poner en
peligro su supervivencia en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o
poder (Organización Mundial de la Salud, 2016).
Lazenbat et al. (como se citó en Fernández, 2014) manifiesta que los malos tratos
en la infancia significan un reto para la psicología, pues se trata de un complejo proceso
en el que intervienen por un lado los factores sociales, y por otro, los factores políticos,
económicos y jurídicos, cuyo análisis y posibles soluciones sobrepasan el ámbito de esta
disciplina. Además, el maltrato es un fenómeno multicausal que involucra una gran
variedad de factores biopsicosociales y su solución requiere de un abordaje integral y
multidisciplinar.
Se denomina maltrato infantil a cualquier acción física, sexual o emocional que
afecte a niños y adolescentes de todas las sociedades y culturas bien sea por parte de sus
padres o encargados, que le ocasiona un daño a su desarrollo físico o psicológico.
Pollak (como se citó Fernández, 2014) hace referencia al maltrato infantil como
una entidad unificada difícil de definir, entendiendo este tipo de conceptos que cambian
teniendo en cuenta sus contextos o investigaciones. Existen modelos explicativos que
tratan de aclarar las formas en las que se puede identificar el maltrato infantil, como lo es
el maltrato físico, emocional, el abandono físico o la negligencia. A continuación se
profundizará en cada uno de ellos:
Maltrato físico
El maltrato físico es el más controversial teniendo en cuenta todos los tipos de
maltratos existentes, esto es debido principalmente a que despertó el interés particular de
la sociedad por ser el que se identifica de manera más evidente. Teóricamente, el maltrato
físico se considera uno de los más numerosos en la actualidad según las investigaciones
realizadas. En los años sesenta hubo investigaciones que integraron los tres modelos
(Psiquiátrico, psicológico, sociológico) los cuales fueron denominados modelos de
segunda generación o enfoque de (interacción social). Igualmente, se señala que han de
tenerse en cuenta estas tres variables: padres, niños y contexto en una interacción
netamente dinámica.
Maltrato psicológico o emocional
El abuso psicológico o emocional es una forma sutil de maltrato infantil. En esta
forma de maltrato se utiliza el maltrato emocional o negligencia emocional. Se consideran
sinónimos ya que tienen una repercusión análoga en el desarrollo de la personalidad del
niño, probablemente cuando el maltrato psicológico ocurre como única forma de
maltrato, tiene un efecto más adverso en el funcionamiento psicológico del niño, ya que
el niño busca por medio de algunas conductas la cercanía y el contacto con sus cuidadores
o padres, que va construyendo a partir de las experiencias de adaptación con el medio,
como un vínculo afectivo de funcionamientos internos acerca de sí mismo. A ciencia
cierta tendrá múltiples consecuencias a largo plazo para el niño, consecuencias que
pueden variar en función de la edad del niño ya que va destruye el sentido y la seguridad
en sí mismo (Unitec, 2012).
En estos casos el niño tiende a tener la autoestima baja, depresión, inestabilidad
emocional, problemas del control de los impulsos, visiones negativas sobre la vida e ideas
suicidas y en cuanto a las habilidades sociales el niño incluye conductas antisociales, falta
de empatía, aislamiento social, agresividad, dependencia, bajo rendimiento escolar,
dificultades de aprendizaje y dificultades en el desarrollo moral.
Abandono o negligencia infantil
El abandono infantil también es un tipo de maltrato hacia los niños pues son todas
aquellas conductas inapropiadas por parte de los padres o tutores hacia los niños. Este
tipo de violencia se caracteriza por la falta de atención que requiere un niño así también
como el descuido y desatención a las necesidades básicas que se evidencia a través de la
falta de habilidades para el cuidado de los niños, desvinculándose de sus necesidades,
falta de motivación de los padres que se identifican con un fuerte rechazo al tratar de
satisfacer las necesidades de la familia, falta de supervisión y el ausentismo afectivo. El
niño no tiene la culpa del comportamiento de sus padres y no participa incitándolos al
abandono físico (Unitec, 2012).
Habiendo ya explicado los modelos del maltrato infantil, se profundizará sobre
los modelos que explican la ansiedad.
Podríamos definir la ansiedad como estado emocional exagerado, que crea
malestar manifestándose mediante los pensamientos, en la fisiología y en la conducta;
probablemente controlable por la persona para que pueda superar su cabida adaptativa, a
partir de situaciones reales o imaginadas. La ansiedad es un mensaje o alerta, aunque
puede ser normal en algunas situaciones, su exceso puede llegar a ser muy disruptivo
(Bonet, 2011).
La ansiedad es un estado emocional en donde las sensaciones como la angustia, y
la incomodidad afectan poco a poco ciertos sucesos y acciones en diversas áreas de la
vida (Gordillo, 2011.)
Modelos Teóricos de la Ansiedad
Teniendo en cuenta que la ansiedad es un estado por medio del cual se generan
diferentes tipos de sensaciones, que logran afectar aspectos importantes de la rutina diaria
de la persona. Es por ello, que los niveles a continuación mencionados, tratan de explicar
las causas y los factores que la pueden producir y como el menor pueden manifestarla, y
así generar aportes enfocados en la personalidad y la modificación de la concepción
unitaria de la ansiedad.
La ansiedad se explica a través del modelo Metacognitivo que manifiesta que las
personas con trastornos de ansiedad experimentan dos tipos de preocupaciones, una de
ellas es cuando las personas se enfrentan por primera vez a una situación en donde se
propicia un cuadro de ansiedad y comienza a crear conciencia positiva acerca de lo que
es, por ejemplo, la preocupación le ayudará a las personas a enfrentar sus situaciones. La
segunda es la preocupación de acontecimientos no cognitivos como lo son las situaciones
externas o los síntomas físicos. En la primera, la preocupación estimula principalmente
una respuesta de ansiedad pero más adelante puede aumentar o reducir la ansiedad
dependiendo si el problema que ha provocado el estímulo de la preocupación se ha
resuelto ya que en este se activan las creencias negativas de la preocupación. En relación
a la segunda, las personas con problemas de ansiedad temen no poder contralar la
preocupación ejercida por situaciones externas o que pueda ser muy peligrosa, es decir la
meta-preocupación y esta es la de tipo dos ya que según los modelos de metacognición
son las creencias negativas (Behar, 2011).
Modelos Teóricos de la Depresión
La depresión es considerada uno de los trastornos más complejos que puede
padecer el ser humano ya que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés,
sentimientos de culpa o falta de autoestima al cual se puede llegar a través de diversas
vías, cuyas manifestaciones psicopatológicas están relacionadas con la personalidad y
dependen a veces de la interacción de factores genéticos y ambientales a lo largo de su
desarrollo, independientemente del mecanismo, la depresión puede llegar a hacerse
crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño de la persona (OMS, 2017).
En la historia del análisis de la palabra depresión se han considerado dos modelos
comprensivos: el unitario y el binario. El modelo unitario plantea que la depresión se
define como el resultado de una vía final común psicobiológica, independientemente de
sus causas o de sus desencadenantes. Según este modelo unitario la depresión se considera
una entidad única que varía solo en función de su gravedad (Botto, 2014.)
Por otro lado, Acuña (como se citó en Botto, 2014), este menciona que el modelo
binario considera que la depresión está divida en subtipos, en los cuales cada uno tiene
un mecanismo etopatogénico diferente, entre estos encontramos las endógenas,
psicóticas, las neuróticas y reactivas
Sin embargo, existe un tercer modelo jerárquico, según el cual la alteración en la
psicomotricidad es el rasgo primordial de la depresión melancólica. Por su parte, la
depresión no melancólica se presenta en el contexto de múltiples cuadros donde se
incluyen trastornos de ansiedad y trastornos de personalidad. La variabilidad de los
síntomas asociados con las depresiones atípicas constituye un argumento para la
postulación de un espectro, suponiendo que los estilos de personalidad contribuyen a la
configuración de un cuadro clínico tanto de los síntomas como de las respuestas de
afrontamiento, y por lo tanto, permiten identificar mejor al fenotipo (Botto, Acuña y
Jiménez, 2014.)
De acuerdo al Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, 2011) ciertos
estudios plantean que, los factores desencadenantes en un niño con depresión son
diversos, los más influyentes vendrían siendo los biológicos, entre los cuales se destacan
los genéticos. Es probable que un niño o adolescente con depresión tenga en sus
generaciones pasadas un familiar que la haya padecido. Los factores ambientales también
influyen, entre estos se podrían encontrar la perdida de alguien cercano o un familiar, las
dificultades en el colegio, o algún tipo de rechazo por vía de los compañeros de clase,
entre otros. Sin embargo, otros estudios también han comprobado que no todos los niños
acaban teniendo depresión, ni todos los niños con depresión han sido víctima de
estresantes ambientales.
El Modelo Cognitivo por su parte, propone que los esquemas disfuncionales de la
personalidad caracterizan la debilidad cognitiva ya que el esquema cognitivo contiene
una representación interna el auto concepto y que ésta gira en torno al procesamiento de
la información auto-referente. Se encargan de ejecutar la codificación, selección,
organización y recuerdos de estímulos personalmente significativos así como la ejecución
personal que genera tranquilidad en el procesamiento de la información. También agrega
el modelo que, las personas que están en estado de depresión expresaran un modo especial
de codificar, almacenar, recuperar y usar información de tipo emocional ya sea negativa
o positiva (Hernangómez, 2012).
Una de las principales explicaciones para el cambio parten de las pautas internas
de evaluación, procesamiento y argumentación que sustentan la conducta, en este sentido
una de las herramientas de intervención para la depresión es la aplicación de técnicas
conductuales como un medio que posibilita obtener nueva información para dar lugar a
la modificación cognitiva, es decir, busca la modificación de los pensamientos y de las
consecuencias a través de diferentes técnicas tanto cognitivas como conductuales ya que
el modo de pensar provocara mejoría en la persona (Korman, 2011).
Marco Conceptual
La depresión es un trastorno del humor y de la disminución del estado de ánimo
que se describe como un sentimiento de tristeza, con un grado de perdida de interés y la
dificultad para sentir placer en las actividades habituales. Como frecuencia tiende a
manifestarse en cualquier etapa del ciclo vital. El episodio depresivo está acompañado
por lo general de deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad de
la persona. En algunas personas con episodios leves, la actividad puede parecer normal,
pero esto implica un esfuerzo muy importante y mayor (Acosta, 2011).
La depresión se manifiesta a partir de una serie de síntomas que incluyen cambios
bruscos del humor, irritabilidad, falta de entusiasmo y una sensación de angustia, pérdida
de interés, también afecta los hábitos alimenticios, ciclos de sueño y autoestima,
alteraciones de la concentración y de la memoria, así como de síntomas físicos como
disminución de la libido, entre otros (Díaz, 2013).
La ansiedad, por su parte, se define como una condición emocional transitoria un
estado subjetivo de incomodidad, malestar, tensión, displacer y alarma que hace que la
persona se sienta incomoda porque moviliza las operaciones defensivas del organismo,
ya que es una emoción que aparece cuando la persona se siente amenazada por algún tipo
de peligro que puede ser externo o interno. Por esto, el sentimiento del estado de ánimo
transitorio se ve reflejado en la toma de conciencia en un miedo o anhelo intenso que
arroja respuestas fisiológicas ante una demanda de estrés (Díaz, 2013).
La ansiedad se presenta en cualquier persona de forma transitoria o crónica,
además puede producir reacciones agresivas que resultan del incremento del estrés,
sentimientos de tensión, aprehensión, nerviosismo, temor y elevada actividad del sistema
nervioso autonómico.
Por último, con respecto al último variable hogar sustituto es una modalidad
provisional de protección al menor en condiciones de abandono, por esta razón existen
acciones relacionadas con el tiempo y seguimiento de dicha medida. Es un proceso no
solo del niño sino también de la familia biológica que es la que en algunas ocasiones toma
la decisión de enviar al niño a este programa. Se debe tener en cuenta que es por un
periodo de tiempo determinado, el tiempo se determina dentro del proceso y teniendo en
cuenta la evolución de cada una de las partes. Para la integración, se hace un proceso de
selección dentro del cual se analiza, observa y forma a las familias para atender a los
niños, no cualquier familia es escogida dentro del procedimiento, hay una investigación
exhaustiva sobre las pautas de crianza, las condiciones en las que vive y si puede tener en
condiciones óptimas al menor que le es asignado para su cuidado, asistencia médica, y
escolar, como también una adecuada enseñanza de valores morales que formen en el
menor identidad y una personalidad sana y debidamente establecida (Asamblea General,
2010).
La Familia sustituta está definida como un tipo de acogimiento por decisión de un
tribunal, no siendo la familia de origen del niño, niña o aun adolescente que está
permanentemente o temporalmente privado de carecer de un padre o una madre porque
estos se encuentran afectados en la titularidad de la patria potestad del menor. Las familias
sustitutas pueden estar conformadas por una o más personas que entienden las
modalidades sobre la adaptación o colocación familiar. La colocación familiar puede
darse a una sola persona o a una pareja de esposos porque se considera que estas personas
tienen las condiciones que hagan posibles la protección física, el desarrollo moral,
educativo y cultural del niño, niña y adolescente (Pinedo, 2010).
3. Objetivos y Metodología
Objetivo general
Describir los síntomas de ansiedad y depresión en niños, niñas y adolescentes
en familias sustitutas.
Objetivos Específicos
Determinar síntomas de depresión en niños y adolescentes participantes en el
estudio.
Determinar niveles de ansiedad de la muestra analizada.
Metodología
Tipo de Investigación
El presente estudio es una investigación cuantitativa. Este tipo de investigación,
utiliza diferentes herramientas para recopilar la información necesaria como resultado
estadístico; su objetivo es demostrar numéricamente las variables de la investigación y
así obtener de forma detallada la búsqueda de resultados (Hernández, Fernández y
Baptista, 2012).
Estudio descriptivo
Este estudio tiene como finalidad describir, la frecuencia y evolución, además,
genera posibles hipótesis fundamentándose en la ejecución de cuadros y gráficas, útiles
para establecer, calcular, y exteriorizar la información (Sampieri, 2008).
Estudio no experimental
Este estudio analiza las causas y consecuencias sin alterar la muestra, se enfoca
en las situaciones propias de la rutina, sin alterar ninguna de las actividades que la
muestra ejecuta diariamente (Gordillo, Mayo, Lara y Gigante, 2010).
Población
Niños y adolescentes que se encuentran bajo la modalidad de hogares sustitutos.
Muestra
La muestra está comprendida por 40 niños, niñas y adolescentes de familias
sustitutas; en los cuales encontramos 11 niños y 29 niñas cuyas edades oscilan entre 7 y
18 años.
Instrumentos de investigación
Cuestionario de Depresión Infantil (CDI) (León, 2013)
Objetivo: El cuestionario evalúa de forma global y define la depresión en niños.
Edad: 8-16 años.
Aplicación: Individual y Colectiva.
Tiempo: 30-40 minutos.
Material: Hoja de Respuestas y Hoja de Calificación
Reactivos: 27 ítems
El Cuestionario de Depresión Infantil (CDI) Se trata de un cuestionario
autoadministrado, en donde cada ítem responde a una escala en el que 0 indica
Normalidad, 1 indica Cierta Intensidad y 2 indica los Síntomas Depresivos. Para aprobar
la adaptación del Inventario de depresión infantil CDI, se utilizó una población de infantes
que oscilaban en edades de 9 a 15 años de edad, participaron 417 estudiantes, utilizando
criterios convergente como lo es el STAIC y criterios concurrentes como el EDAR Escala
de depresión para adolescentes de Reynolds, se demostró que el instrumento CDI alcanza
altos niveles de confiablidad y validez señala, el Alfa de Cronbach de 0,785. Sin embargo,
la validez convergente y criterio de las puntuaciones del CDI, demuestra que este
instrumento arroja resultados más concretos, pero si se percibe una brecha entre los
resultados obtenidos con población adulta en cuanto a la relación de la ansiedad y las
diferencias entre sexo y edad (León, 2013).
Escala de Ansiedad Manifiesta en Niños - CMAS-R (Domínguez, 2013)
Objetivo: Evaluar el grado y el nivel de ansiedad de los niños y adolescentes.
Edad: 6-19 años.
Aplicación: Individual
Tiempo: 10 – 15 minutos
Material: Hoja de Respuestas y Hoja de Calificación
La prueba CMAS-R subtitulada “Lo que pienso y siento”, es considerada como
un test de “autoinforme”, constituido por 37 reactivos, proyectado para evaluar el grado
de ansiedad en niños y adolescentes. La prueba consta de 4 subescalas las cuales son:
La primera subescala es la de Preocupaciones Sociales/Concentración que es la
encarga de los pensamientos distractores y ciertos miedos, muchos de naturaleza social
o interpersonal, que conducen a dificultades con la concentración y la atención. La
segunda subescala es la de Ansiedad Fisiológica está se asocia con manifestaciones
fisiológicas de la ansiedad como dificultades del sueño, nausea y fatiga. La tercera
subescala es la de Mentiras que hace referencia a conductas socialmente aceptadas, a las
que se esperaría una respuesta negativa como medida de sinceridad. Por último,
encontramos la subescala de Inquietud e Hipersensibilidad está se encarga de las
preocupaciones de las cosas ya que la mayoría de las causas son relativamente vagas y
están mal estructurada en la mente del niño, junto con miedos de ser lastimado o aislado
en forma emocional (Acevedo, 2010).
Se realizó una investigación para determinar si las propiedades psicométricas eran
confiables y su validez era correcta, utilizaron una población de niños y adolescentes de
Lima-Perú, entre los 10 y 18 años de edad, obtuvieron evidencias de confiabilidad y
validez del instrumento Escala de ansiedad manifestada en niños-Revisada (CMAS-R).
Los cuales desde un método de consistencia interna, identificaron un coeficiente de 0.838
en la escala total, y en mujeres, 0,39 y el hombres 0.822. También evaluaron la validez
factorial que arrojó un resultado de 41.139%, evidenciando así que el instrumento cuenta
con propiedades psicométricas idóneas para realizar trabajos de investigación y diseños
de propuesta en cualquier población (Domínguez, Villegas, Padilla, 2013).
Procedimiento
Presentación del proyecto a la Universidad Cooperativa de Colombia, Santa
Marta.
Presentación del proyecto a los directivos y defensores de familia del instituto
Colombiano de Bienestar Familiar.
Presentación del proyecto a la coordinadora del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar en Ciénaga.
Talleres de capacitación dirigidos a los padres de familia de los niños, niñas y
adolescentes.
Aplicación del instrumento.
Socialización de resultados.
Consideraciones éticas
En el presente estudio se tuvieron en cuenta las siguientes consideraciones
éticas:
El psicólogo debe por obligación guardar el boto de confidencialidad de la
intervención o información suministrada por el paciente, en caso tal se deban divulgar
los resultados obtenidos por el profesional, debe ser bajo el debido consentimiento de la
persona o en caso de ser menores de edad bajo el consentimiento de acudiente legal.
Todo esto debe ser omitido en caso que corra peligro la vida del paciente u otras
personas (Hernández, 2015).
Cada profesional debe tener en cuenta la importancia del consentimiento
informado en cada una sus actividades, intervención o investigaciones, no puede iniciar
ninguna de estas sin que a la persona directa, tenga el debido conocimiento de que se va
hacer y cómo se hará y que pasa con la información brindada al profesional. Aun sin
son menores de edad estos deben ser debidamente leídos, y aceptados por el acudiente
legal si no esta sus progenitores, todo esto está establecido en la Ley 1090 de 2006, para
así hacer valer el trabajo ético de cada profesional de la psicología y sus procedimientos
tengan validez (Hernández, 2015).
4. Resultados
La muestra está comprendida por 40 niños, niñas y adolescentes de familias
sustitutas residenciados en Ciénaga-Magdalena, Colombia.
Análisis: En la figura 1 se observa que de los 40 niños, niñas y adolescentes, 11 son de
sexo masculino y 29 de sexo femenino. Prevaleciendo así el sexo femenino.
30%
70%
NIÑOS
NIÑAS
27%
50%
23%
5 a 9
10 a 14
15 a 17
Figura 1. Sexo
Mendoza, A. (2017
Figura 2 Edades.
Mendoza, A. (2017)
Análisis: En la figura 2 se observa que dentro de la muestra, 11 niños, niñas y
adolescentes oscilan entre los 5 y 9 años de edad, 20 entre 10 y 14 años y 9 entre 15 y
17 años de edad.
Figura 3.Puntuación total de Síntomas de Depresión
Mendoza, A. (2017).
Análisis: En la figura 3 se observan los resultados del cuestionario de depresión
infantil encontramos que el 87% de los niños, niñas y adolescentes puntúan con
Depresión Moderada, mientras que el 13% de ellos presentan sintomatología de
Depresión Severa.
En la Escala de Ansiedad Manifiesta en Niños- CMAS-R se presentan los
resultados de las cuatro subescalas:
87%
13%
D.MODERADA D. SEVERA
Figura 4. Síntomas de Ansiedad Fisiológica.
Mendoza, A. (2017)
Análisis: En la figura 4 se pueden ver los resultados de la subescala de ansiedad
fisiológica donde el 58% de los niños, niñas y adolescentes puntuaron con ansiedad
fisiológica baja; una tendencia a ansiedad fisiológica alta un 25% y con un 17%
ansiedad fisiológica alta.
Figura 5. Síntomas de Inquietud e Hipersensibilidad
Mendoza, A. (2017)
25%
17%
58%
T.A.F. ALTA A.F. ALTA A.F.BAJO
57%
35%
8%
T.I.H ALTA I.H ALTA I.H. BAJO
Análisis: En la subescala de inquietud e hipersensibilidad se encontró una tendencia a
inquietud e hipersensibilidad alta con un 57%; un 35% puntúa a inquietud e
hipersensibilidad alta y por último, inquietud e hipersensibilidad baja un 8% de los
niños y adolescentes (Figura 5).
Figura 6. Síntomas de Preocupaciones Sociales y Concentración.
Mendoza, A. (2017)
Análisis: En la figura 6 están los resultados de la subescala de preocupaciones
sociales y concentración se encontró que el 100% de los niños, niñas y adolescentes
tienen preocupaciones sociales y concentración en un nivel bajo.
100%
T.PS.C ALTA PS.C ALTA PS. C BAJA
Figura 7. Resultados de la subescala de Mentira
Mendoza, A. (2017)
Análisis: En la subescala de mentira encontramos que el 82% de los niños, niñas y
adolescentes presentan tendencia alta a mentir mientras que el 18% muestran un nivel
alto de mentira (Figura 7).
82%
18%0%
T.A.M.ALTA M, ALTA M. BAJO
5. Discusión
Los síntomas ansiosos y depresivos se presentan con frecuencia en niños, niñas y
adolescente con familias sustitutas. Es por ello que se llevó a cabo este proyecto de
investigación, obteniéndose resultados que corroboraron al análisis teórico y a la
metodología utilizada para determinar los niveles de ansiedad y los síntomas de depresión
en niños y adolescentes.
En los resultados de la prueba aplicada (CDI) se encontró que todos los niños y
adolescentes muestran síntomas de depresión, la mayoría puntúan con Depresión
Moderada y el resto con presentan Depresión Severa. De lo cual se infiere que estos
síntomas de depresión pueden influir en el bienestar y la calidad de vida de vida los niños
y adolescentes de los hogares sustitutos. En este sentido, los resultados concuerdan con
Restrepo (2011) quien manifiesta que, entre más bienestar emocional, mayor satisfacción
con la familia y mejor calidad de vida, menor será la tasa de síntomas depresivos en los
niños y adolescentes. También indica que las emociones negativas como sentimientos de
tristeza, soledad, miedo, desamor, falta de comunicación en su hogar, entre otros, hacen
que los niños o los adolescentes no se sientan a gusto y se les dificulte el desarrollo de
sus perspectivas, sueños y metas ya que pueden llegar a truncarse y producir que estos no
confíen en sí mismos, además, manifiestan falta de interés hacia todo lo que deseen
realizar.
También hay que decir que, los resultados obtenidos en el presente trabajo,
arrojaron que el 13% de los participantes manifiestan un alto índice de depresión severa,
estos resultados son inferiores a los reportados en la investigación de Abello (2014), en
la cual se identificó que el 15.73% manifestó síntomas de depresión. Sin embargo, hay
que indicar que su muestra fue de niños y adolescentes que conviven con las familias. De
lo cual se puede inferir que las emociones negativas y la calidad de vida en un sistema
familiar disfuncional pueden ser las causas que generan los niveles de depresión
encontrados, además, entre mejor satisfacción exista a nivel emocional menos síntomas
de depresión experimenta el niño y adolescente.
Hoy en día se puede inferir que la depresión en la adultez es similar a la
depresión que experimentan o manifiestan los niños y adolescentes. Sin embargo, este
tipo de manifestación en la etapa del desarrollo infantil logra generar en el menor,
comportamientos como la hiperactividad o la agresividad. Cuando el niño o adolescente
logra canalizar su ansiedad por medio de estos comportamientos o conductas, hace
alusión a depresiones encubiertas, que es cuando el niño o adolescentes no logran
externalizar de forma correcta su estado y esto conlleva a que no tome buenas
decisiones en la forma de responder a estas. Haciendo alusión a los resultados anteriores
esta conclusión sirve para resaltar la importancia que tiene la etapa del desarrollo en las
diferentes manifestaciones psicopatológicas como lo es, la depresión.
Por otro lado, un grupo considerable de niños y adolescentes tienen tendencia a
presentar ansiedad fisiológica alta y en menor proporción un nivel alto.
Sobre la ansiedad Acebedo (2010) manifiesta que el desarrollo de cada niño o
adolescente determina no solo sus capacidades físicas sino también sus capacidades
mentales por medio de distintas estructuras como la familiar o social y por los procesos
generados como las relaciones familiares, niveles socioeconómicos y el ambiente escolar.
Estos elementos se articulan en un complejo sistema de interacciones que producen
ciertos efectos en cada individuo. Por tanto, es necesario que aun cuando se reconoce el
papel fundamental de la escuela en la formación de los individuos se debe tomar en cuenta
las consecuencias y los factores diversos en su evolución.
En el presente estudio un poco más de la media de los niños, niñas y
adolescentes mostraron resultados de ansiedad fisiológica con tendencia a subir; poco
más de la cuarta parte de la población mostraron ansiedad fisiológica alta, y una minoría
de la población evaluada desarrolla una ansiedad fisiológica baja, hay que recordar que
son niños y adolescentes que han vivenciado como maltrato físico, psicológico, verbal y
afectivo, que pone en riesgo el óptimo desarrollo de su bienestar emocional, escolar,
psicológico y social. Por lo cual, han experimentado situaciones en las cuales puede ser
difícil la adaptación.
En este sentido, los comentarios de la investigación realizada por (Buela y
Carretero, 2001) son importantes porque refieren que los niños y niñas que no reciben
algún tipo de atención psicológica, tienen relación entre la sintomatología depresiva y la
forma de resolver las tareas. Este resultado se muestra de forma prevalente en niños y
niñas entre las edades de 10 a 12 años de edad los cuales se encontraban en el programa
de psicología del colegio, con diagnóstico de hiperactividad y que han tenido
evoluciones en el desarrollo psicológico de la patología.
Los hallazgos de la presente investigación relacionados con la ansiedad también
concuerdan con investigaciones actuales cuya muestra también fue de niños y
adolescentes sin cuidado parental, que a su vez tenían medidas de protección por
diversos motivos, la autora señaló que las diferencias entre los niños que vivían con sus
familias biológicas y los que vivían en acogimiento residencial eran notorias y se
observaron en todas las escalas evaluadas del CMAS-R, exceptuando en la escala de
Mentira (Fernández Daza, 2013).
Teniendo en cuento la anterior se puede evidenciar que los niños y niñas que
desarrollan ansiedad no son solo por recibir algún tipo de maltrato o vivenciar
situaciones de maltrato, sino también como lo demuestra la investigación citada, es la
disposición a desarrollar ansiedad.
El rasgo de la ansiedad, es la predisposición o el temperamento de la persona a
recibir estímulos externos que le producen esta psicopatología, teniendo en cuanta esto
en la escala síntomas de preocupaciones sociales y concentración, se evidencio que en
su totalidad los niños, niñas y adolescentes de la muestra tienden a sentir
preocupaciones a nivel social y falencias en la concentración o ejecución de tareas a
nivel escolar.
En esta línea el estudio realizado por Monteagudo, Fernández e Inglés (2013)
donde se evidencia que la mayoría de la muestra identifico que tiene problemas al
ejecutar tareas escolares, y tienden a tener todo tipo de miedos escolares. Se puede
inferir con esto que los niños que puntúan un alto nivel de ansiedad tienden a presentar
dificultades a nivel escolar.
Todos estos factores repercuten en la capacidad de adaptación del menor, dado
que lo limita a nuevos aprendizajes de habilidades sociales y de solución de problemas.
Además de afectar sus relaciones interpersonales con los demás miembros de la familia,
especialmente con la familia sustituta ya que no reconocen a tiempo estos síntomas y
empiezan a tachar al menor como un rebelde o hiperactivo y no alcanzan a evidenciar
las falencias que desarrollan como padres de familias y cuidadores del menor,
desviando la atención sobre el problema real; por ende estos niños y adolescentes no
reciben el tratamiento adecuado para su diagnóstico, dando lugar a un detonante y
empeoramiento de los síntomas, lo que favorece entonces la aparición del riesgo de
autolesionarse o no cuidarse.
También hay que destacar que, dependiendo de la calidad de vida que vivencien
los niños y adolescentes, así será su respuesta ante los diferentes patrones del contexto y
su adaptabilidad al medio. Por lo cual se infiere que los síntomas de depresión y
ansiedad encontrados en los resultados del presente trabajo pueden constituirse en un
elemento negativo en este sentido. Además que las emociones negativas como
sentimientos de tristeza, soledad y miedo, un sistema familiar sin comunicación y
desamor, un sistema escolar dónde el niño, niña o adolescente no se siente a gusto y
feliz y donde encuentra grandes dificultades para desarrollarse en su proceso académico,
son factores desfavorables para su desarrollo integral.
Restrepo-Restrepo & Vinaccia & Quiceno (2011), insisten en que hay factores
que desarrollan diversos síntomas los cuales pueden generar depresión en los niños y
adolescentes, estos factores son: disminución del interés y el optimismo, la percepción
tienen sobre su calidad de vida y pérdida de confianza a nivel personal.
Los hallazgos en el presente estudio han sido consistentes con la literatura
existente que han analizado los síntomas depresivos y ansiosos en edades tempranas. Es
por ello que concuerdan con autores como da Cunha (2015) que indica en su revisión que
la caracterización de los factores tanto de riesgo como de protección a nivel individual se
logró a través de la identificación de las historias individuales dentro de estos hogares o
familias sustitutas. Uno de los factores protectores pueden llegar a ser la construcción de
los parámetros de funcionamiento para facilitar orientaciones para los servicios de
cuidado de los niños y adolescentes, de tal forma que, puedan cumplir su función
protectora para la restauración de derechos, con la creación de una red de seguridad que
fomente el fortalecimiento de los lazos afectivos en los hogares.
Por último, cabe resaltar el impacto que tiene para los niños, niñas y
adolescentes estar en situación de riesgo y lo que le genera al no poder desarrollar
habilidades para la adaptación al medio o situación en la que se encuentra dando lugar a
todos estos tipos de síntomas psicopatológicos como la depresión y ansiedad en
respuesta a su desequilibrio emocional y social.
En la realización de la investigación se presentaron varias limitaciones e
inconvenientes como el acceso a la población, además, el uso de instrumentos validados
en Colombia. Y el carácter trasversal de la investigación.
Entre las fortalezas se pueden mencionar el carácter innovador a nivel regional
sobre la línea de investigación, lo que del estudio hace un gran aporte científico.
Recomendaciones:
- Realizar psicoeducacion a las familias sustitutas, docentes y orientadores para
que el proceso de adaptación del NNA sea el más adecuado.
- Se requiere de un seguimiento constante del área de psicología a los NNA y
de los padres sustitutos.
6. Conclusiones
Se concluye que los niños y adolescentes de hogares sustitutos que conformaron
la muestra presentan síntomas ansiosos y depresivos, por lo cual al ser identificados de
manera temprana pueden recibir una intervención adecuada.
Por todo lo anterior es recomendable que antes de empezar el proceso de
integración de los NNA a una familia sustituta se lleve a cabo atención psicológica, de tal
forma que si se encuentran indicios de ansiedad y depresión sea posible una intervención,
esto con el fin de mejorar la calidad de vida, y contribuir a la adaptación tanto de los niños
y adolescentes como de estas familias.
Los hallazgos de la presente investigación facilitan planificar y utilizar estrategias
psicológicas adecuadas, para lograr prevenir que se manifieste la ansiedad o la depresión,
con el fin de mejorar el funcionamiento personal, escolar, social y familiar de los niños y
adolescentes en acogimiento familiar alternativo.
7. Referencias
1. Acevedo, J., & Carrillo Árcega, M. (2010). Adaptación, Ansiedad y Autoestima en
Niños de 9 a 12 años: una Comparación entre Escuela Tradicional y
Montessori. Psicología Iberoamericana, 18 (1), 19-29.
2. Abelló Luque, D., Cortés Peña, O., Barros Vanegas, O., Mercado Osorio, S. &
Solano Lamadrid, D. (2014). Prevalencia de depresión infantil en colegios
oficiales de Barranquilla. Tesis Psicológica, 9 (1), 190-201.
3. Instituto Nacional de la Salud Mental. (2011). Las Mujeres y la Depresión.
Recuperado de: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/las-
mujeres-y-la-depresion/file_141976.pdf.
4. Ballesteros, M. & Sarmiento, J. (Marzo- Octubre 2013). Trastornos de ansiedad en
niños y adolescentes: comparación entre tratamientos farmacológicos y terapias
psicológicas. Vanguardia Psicológica, 3 (2), 184- 195.
5. Balcázar, K. (2015). La Atención Sostenida en niños y niñas de 7 a 10 años de la
Escuela Juan Isaac Lovato que presentan Ansiedad. (Tesis de pregrado).
Universidad Central del Ecuador. Quito-Ecuador.
6. Behar, E., Dobrow, I., Hekler, E., Mohlman, J., & Staples, A. (2011). Modelos
teóricos actuales del trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Revisión
conceptual e implicaciones en el tratamiento. Revista de Toxicomanías, 63, 16-
34.
7. Bonet de Luna, C., Fernández García, M., & Chamón Parra, M. (2011). Depresión,
ansiedad y separación en la infancia. Aspectos prácticos para pediatras
ocupados. Pediatría Atención Primaria, 13(51), 471-489.
8. Botto, A., Acuña, J., & Jiménez, J. (2014). La depresión como un diagnóstico
complejo. Implicancias para el desarrollo de recomendaciones clínicas. Revista
Médica de Chile, 142(10). 1297- 1305.
9. Buela, G., & Carretero, H. (2001). Relación entre la depresión infantil y el estilo de
respuesta reflexivo-impulsivo. Revista Salud Mental, 24(3) 17- 23.
10. Canal Institucional. (Productor). (2017). Así funcionan los hogares sustitutos del
ICBF [DVD]. De https://www.canalinstitucional.tv.
11. Díaz, M., Amato, R., Chávez, J., Ramírez, M., Rangel, S., Rivera, L., & López, J.
(2013). Depresión y Ansiedad en Embarazadas. Salus, 17 (2), 25-30.
12. Domínguez, S., Villegas, C., & Padilla, O. (2013). Propiedades psicométricas de la
escala de ansiedad manifiesta en niños-cmasr en niños y adolescentes de Lima.
Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social (2), 1, 15-32.
13. Hernangómez, L (2012). Vulnerabilidad cognitiva a la depresión: relación entre
sesgos atencionales, auto-representación y síntomas depresivos (Tesis doctoral).
Universidad Complutense, Madrid, España.
14. Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, P. (25 De Julio De 2012). Tipos de
investigación. El blog de. Metodología de la investigación. [Mensaje en un
blog]. Recuperado de
http://metodologiasdeinvestigacion.blogspot.com.co/2012/07/40-tipos-de-
investigacion.html
15. Fernández Daza, M. (2013). Características psicológicas y psicopatológicas de
adolescentes venezolanos institucionalizados. (Tesis Doctoral). Universidad de
Granada, España.
16. Fernández, M. (2014). Maltrato Infantil: Un estudio empírico sobre variables
psicopatológicas en menores tutelados. (Tesis Doctoral). Universidad de
Murcia, España.
17. Franco, M. & Fonseca, S. (2011). Una investigación documental: vínculo afectivo
en cuidado sustituto: Calidad del vínculo afectivo en niños en cuidado sustituto
en la primera infancia. (Tesis pregrado). Pontificia Universidad Javeriana,
Bogotá, Colombia.
18. Gordillo León, F., Arana Martínez, J. & Mestas Hernández, L. (2011). Tratamiento
de la ansiedad en pacientes pre-quirúrgicos. Clínica de Medicina de Familia (4),
3, 228-233.
19. García, J., Inglés, C., Martínez, M., Marzo, J., & Estévez, E. (2011). Inventario de
ansiedad escolar: validación en una muestra de estudiantes de Educación
Secundaria. Psicothema (23), 2, 301-307.
20. Instituto Nacional de la Salud Mental (2011). Las Mujeres y la Depresión.
Recuperado de: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/las-
mujeres-y-la-depresion/index.shtml
21. Korman P. & Sarudiansky, M. (2011). Modelos teóricos y clínicos para la
conceptualización y tratamiento de la depresión. Subjetividad y Procesos
Cognitivos (15), 1, 119-145.
22. León, M (Julio, 2013). Adaptación del inventario de depresión infantil de Kovacs en
escolares de la UGEL 02 de Lima Metropolitana. Revista PsiqueMag (1), 1, 27-
44.
23. Moya, M. Rodríguez, N. (2013). Incidencia de ansiedad y depresión en niños y
niñas de 7 a 13 años de edad víctimas de maltrato físico, psicológico y sexual.
(Tesis de pregrado). Universidad Central del Ecuador, Quito, Ecuador.
24. Navlet, M. (2012). Ansiedad, estrés y estrategias de afrontamiento en el ámbito
deportivo: Un estudio centrado en la diferencia entre deportes. (Tesis Doctoral).
Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España.
25. Rapee, R. M. (2016). Trastornos de Ansiedad en Niños y Adolescentes: Naturaleza,
Desarrollo, Tratamiento y Prevención. Recuperado de: http://iacapap.org/wp-
content/uploads/F.1-Anxiety-Disorders-SPANISH-2016.pdf.
26. Restrepo-Restrepo, C. & Vinaccia Alpi, S. & Quiceno, J. (2011). Resiliencia y
depresión: un estudio exploratorio desde la calidad de vida en la adolescencia.
Suma Psicológica (18), 2, 41-48.
27. Organización mundial de la salud, (Septiembre 2016). Maltrato Infantil. [Mensaje
de blog]. Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs150/es/
28. Organización mundial de la salud, (Febrero 2017). Depresión. [Mensaje de blog].
Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs369/es/
29. Ospina, F., Hinestrosa, M., Paredes, M., Guzmán, Y., & Granados, C. (07 de
Diciembre de 2011). Síntomas de ansiedad y depresión en adolescentes
escolarizados de 10 a 17 años en Chía, Colombia. Revista de salud pública (13),
6, 908-920. Doi: 10.1590/S0124-00642011000600004
30. Pinedo, J. (27 de Mayo de 2010). Familias sustitutas [Mensaje de blog]. Recuperado
de http://enfoquejuridico2009.blogspot.com.co/2010/05/familia-sustituta.html
31. Unitec, (04 de Marzo de 2012). Maltrato infantil. [Mensaje de blog]. Recuperado de
http://maltrato-infantil-unitec.blogspot.com.co/
32. Unicef, (2010). Asamblea General de Las Naciones Unidas. Recuperado de
https://www.unicef.org/spanish/videoaudio/PDFs/100407-UNGA-Res-64-
142.es.pdf.
33. Vivian, R. & Barreyro, J. (2015). Revisión del estado del arte de la depresión, la
ansiedad y el apoyo social en torno del tema de niños y adolescentes
institucionalizados. Subjetividad y Procesos Cognitivos (19), 2, 58-73.