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DEVOCIONALES 07 DIAS JONAS En el mismo barco · 2019-03-18 · pia conciencia y acallar la voz del deber. El profeta de Dios duerme “el sueño de la indi-ferencia”. Y en esto

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DEVOCIONALES - 07 DIAS / Caleb Fernandez Pérez2019

Edición, programación y diseño logo: iWork Page & iBooks AuthorDEVOCIONALES - 07 DIAS por Caleb Fernandez Pérez se encuentra bajo licencia Creative Commons BY-NC-ND 3.0

Todos los derechos reservados, no obstante, queda permitida la reproduc-ción, difusión, o exposición total o parcial de la obra al público, en cual-quier tipo de soporte, sin que sea necesario el consentimiento previo del autor siempre que sean citados: autor y contenido de origen.

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Devocionales07DIAS

Jonás había rechazado el llamado de Dios para predicar a Nínive. No quería hablar con los paga-nos acerca de Dios o guiarlos hacia la fe, así que huyó. Lo que no sabía es que Dios tenía un plan. Jonás se encontraría hablando de Dios a la clase exacta de personas de las que huía.

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“Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno cla-maba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos”.

DIA01 Jonás 1:5

Ya son dos veces que Jonás se encuentra con el dilema de lidiar con personas que son diferen-tes desde el punto de vista racial y religioso. ¡No es fácil lidiar con personas diferentes a nosotros! Ahí nuestros prejuicios hablan más fuerte.

Para Jonás fueron los Ninivitas, pero ahora también gente idólatra y que en ese momento só-lo le servían para que lo transportaran a Tarsis, el fin del mundo de aquella época. Muchas veces nuestras relaciones son utilitarias, pero cuando se trata de vincularnos, nuestra fe privada no contribuye y no tiene ningún objetivo hacia el bien común.

En ambos casos, Jonás tiene un comporta-miento desdeñoso e inútil, mientras que los paga-nos actúan de manera más admirable que él. Mientras todos están buscando cómo poder solu-cionar el problema comunitario en el que esta-ban, Jonás estaba durmiendo.

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A Dios le importa cómo sus hijos se relacio-nan y tratan a personas que son profundamente diferentes a ellos. A Dios le preocupa cómo mate-rializamos nuestra fe privada en consonancia con la fe de Jesús. Una fe histórica, concreta y hu-mana; una fe que busca el bien común.

Preguntas de reflexión:¿Quienes serían para nosotros las personas

con las que nos cuesta más lidiar? ¿A quienes nos costaría más hablarles del

amor de Dios?

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Cuando comenzó la feroz tormenta, "los marine-ros estaban aterrorizados" (v. 5). Estos eran mari-neros experimentados que tomaban el mal tiem-po con calma, entonces, al ser una tempestad tan extraña, diferente e inusual, ellos “tuvieron mie-do”. De hecho, la conclusión a la que llegan era que algunos de los dioses estaba castigando a al-

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“Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno cla-maba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos.”

DIA02 Jonás 1:5

guno de ellos. ¿Quién está ausente en esta esce-na? Jonás. El profeta de Dios estaba en la bode-ga de la nave, durmiendo profundamente.

Estos marineros de Jope, son paganos, o en términos modernos, son no cristianos. Y esta es una escena, un cuadro conocido para nosotros: la gran cantidad de no cristianos y cristianos es-tamos vinculados de alguna u otra forma, esta-mos en el mismo barco.

La seguridad y el bienestar de todos depende de lo que hace cada uno, estamos en la misma tormenta, sujetos al mismo peligro y todos quere-mos el mismo resultado. Sin duda, esta escena ti-pifica nuestra situación y realidad. No podemos vivir la vida en el metro cuadrado de nuestra in-dividualismo y pretender que nuestra sociedad funcione. Si el crimen afecta a una comunidad, si hay pobreza evidente, segregación del sistema, violencia como resultado de la marginación so-cial y educacional, todos estamos en el mismo

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barco, pero la iglesia podría ser indiferente o es-tar ausente de esta realidad.

La Palabra de Dios en la profecía de Jonás se presenta como una alerta para la iglesia. Frente a la realidad que vive nuestra ciudad, no pode-mos estar ausentes y ser indiferentes.

Preguntas de reflexión:¿De qué manera podemos estar presentes co-

mo iglesia frente a los problemas de nuestra so-ciedad?

¿Me he mostrado indiferente como cristiano a lo que ocurre en mi vecindario, cuidad o país?

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Dios quiere que tratemos a personas de diferen-tes razas y creencias de una manera respetuosa, amorosa, generosa y justa, y además, pretende que nuestra fe en Él pueda reflejarse en hechos concretos que busquen el bien común.

El texto sagrado nos muestra que por un mo-mento, Jonás vive en el mismo “vecindario” con

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“Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno cla-maba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos.”

DIA03 Jonás 1:5

estos marineros. La tormenta amenaza y nadie se pone a buscar el culpable, en lugar de esto, se dedican a salvaguardar el barco, tirando los ense-res para alivianar el peso del barco frente a la ate-rradora tempestad. La amenaza era solo para uno, pero como un “vecindario” solidario ellos buscan la solución para toda la comunidad. En este episodio, la esperanza, la justicia y la integri-dad no residen con Jonás, residen con el capitán y los marineros.

Esto nos muestra que Dios otorga dones de sa-biduría, moralidad, bondad y belleza a toda la hu-manidad, independiente de raza o religión. El mundo sería un lugar intolerable para vivir, sino fuera por la gracia de Dios, de hecho, es una ma-ravillosa expresión del amor de Dios a todas las personas. En la teología a esta acción soberana se le llama “Gracia común”.

La “gracia común” le está mirando a Jonás di-rectamente a la cara. Jonás huyó porque aún te-

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niendo la gracia especial — aquella que salva al pecador — no quería trabajar por el bien de los paganos, quería servir exclusivamente a los inte-reses de los creyentes.

Como cristianos necesitamos vernos como parte de toda “la comunidad humana”, y no solo como miembros de una iglesia. Nuestra fe en Je-sús debe expresarse en hechos concretos hacia el bien común.

Preguntas de reflexión¿Puedo identificar muestras de la gracia co-

mún en mis compañeros de trabajo, familia y amigos?

¿De qué manera puedo contribuir para el bien común en mi “vecindario”?

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Es increíble como el relato que nos aleja de Dios, también nos aleja de nuestros semejantes. Mien-tras Jonás está completamente absorto por sus propios problemas, los demás están buscando el bien común. Mientras los demás claman cada uno a su propio dios, Jonás no ora al suyo.

Jonás estaba durmiendo “el sueño de la triste-za”. Ese deseo de escapar de la realidad a través

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“Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir.”

DIA04 Jonás 1:5

del sueño, aunque sea por un momento. Estaba profundamente agotado, drenado por poderosas emociones de su ira, culpa y ansiedad. En aquel-la hora en que la muerte amenazaba a todos, en vez de hablar, Jonás dormía en su sueño de hui-da. Es una representación de nuestra propia alie-nación como creyentes, cerramos los ojos a los problemas reales de nuestra sociedad.

Jonás, como nosotros, pretendía callar su pro-pia conciencia y acallar la voz del deber.

El profeta de Dios duerme “el sueño de la indi-ferencia”. Y en esto podríamos decir que muchas veces es una representación de la iglesia. Jonás era un teólogo que no oraba, un predicador que no predicaba, un profeta que no era la voz de Dios, un creyente que no daba testimonio real de su fe.

El sueño de la tristeza y el sueño de la indife-rencia ha sido destructivo para la iglesia, porque la iglesia es lo que es, por entender correctamen-

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te su misión. De hecho, la iglesia sería el único or-ganismo que trabaja y sirve para los que no son miembros. Dios nos envía a ser parte de la socie-dad para ser de bendición y de esta manera glori-ficarlo en la búsqueda del bien común.

Preguntas para reflexión:¿Qué aporte verdadero es el cristianismo en

nuestra sociedad? ¿Que aporte soy yo en mi propio entorno?

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Cuando Jonás decide huir de Dios, crea un relato para vivir donde tenía la pretensión de huir de Dios, renunciar a su condición de profeta y resis-tirse a revisar su teología, a lo que pensaba y sa-bía de Dios. En definitiva, él estaba huyendo de sí mismo.

Por lo mismo, la forma en la que está construi-do el relato nos muestra que él desciende hacia la bóveda del barco, directamente al sótano de la

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«Pero Jonás había bajado al interior de la na-ve, y se había echado a dormir.»

DIA05 Jonás 1:5

nave. Y al encontrarse inmenso en una contradic-ción personal, decide olvidarse de todo e irse a dormir.

En este sentido, a la expresión “se había echa-do a dormir“ le falta una palabra que se encuen-tra en el original: “profundamente”. Jonás esta-ba entregado a un sueño tan profundo que termi-nó siendo anestésico. Jonás se acurruca, mien-tras los paganos buscan respuestas. Jonás huye de Dios, mientras los paganos buscan solución en la divinidad. Jonás se auto-sepulta en un sue-ño de existencia de la vida, mientras los paganos ansían vivir y luchar con valentía por la vida.

El estado de alienación y ensimismamiento que Jonás nos muestra, nos dice que es posible — incluso para una persona redimida —- ser tan insensible espiritualmente, que aunque Dios esté gritando en su dirección y aunque los no conver-tidos estén conscientes de eso, no oirá nada, ni sentirá nada.

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Como iglesia debemos considerarlo, debemos considerar que nuestro cristianismo puede estar ensimismado, y debemos tomar decisiones que nos lleven a revertir esta situación.

Preguntas de reflexión:¿Es posible que nuestra forma de vivir el cris-

tianismo nos haya llevado a un estado de aliena-ción?

¿De qué manera podemos tener la sensibili-dad espiritual para oír y sentir más como Je-sús?

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Cuando el capitán encuentra al profeta Jonás durmiendo, le dice: “¡Levántate, y clama!”. Lo cu-rioso es que son las mismas palabras que Dios usó cuando llamó a Jonás a levantarse, e ir a Ní-nive a anunciar el juicio divino. La escena es no-table: el capitán pagano reprendiendo al santo

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«Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.»

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profeta de Dios. Incluso gritándole: “¡Eres un dormilón!”.

Cuando Jonás se frota los ojos, hay un marine-ro idólatra con las mismas palabras de Dios en su boca. El profeta se desconcierta porque él de-bería estar haciendo eso, y no el capitán idólatra llamándole a clamar a Dios.

¿Por qué está reprendiendo a Jonás? Porque al capitán, a diferencia del profeta, le interesa el bien común. El capitán dice: «¿No ves que esta-mos a punto de morir? ¿Cómo puedes estar tan ajeno a nuestra necesidad? Entiendo que eres un hombre de fe, ¿por qué no estás usando tu fe pa-ra el bien común?»

Esta reprensión nuevamente se presenta co-mo una alerta hacia la iglesia. El mundo grita: «¿Cómo pueden estar tan ajenos a nuestra nece-sidad?» Muchas veces el mundo reprenderá a la iglesia y a veces se lo va a tener bien merecido.

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A nosotros se nos ha sido entregado la tarea de ser embajadores de Cristo en este mundo, y por esto mismo, al mundo se le ha dado el dere-cho a evaluar a la iglesia por su compromiso con el bien común.

Preguntas de reflexión:¿En qué situación nos hemos mostrado aje-

nos a la necesidad del otro?¿En qué aspecto de nuestra espiritualidad un

no cristiano podría llamarnos de “dormilones”?

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Mientras todos los marineros estaban tirando los enseres al mar, buscando el bien común, Jonás no está trayendo los recursos de su fe para ayu-dar en medio del sufrimiento. Es el capitán quien le recuerda que debe usar su fe en benefi-

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«Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.»

DIA07 Jonás 1:6

cio de los demás. Nuestra fe privada tiene que te-ner como objetivo el bien común.

Esa era la gran diferencia entre nuestra fe y la religiosidad del gnosticismo del primer siglo. La religiosidad del primer siglo estaba influenciada por el gnosticismo, que en síntesis podemos de-cir que se trataba de aceptar una doctrina que ve-nía de un iluminado, salir del mundo y del mun-do corpóreo y buscar niveles mayores de espiri-tualidad. A lo largo de los siglos el gnosticismo, en varias de sus versiones, fueron contaminando la versión original del cristianismo.

La propuesta de Jesús en el Evangelio, era el bien común, la participación pública, y la ética social, desde el encuentro con Él y la consecuen-te fe transformadora de esta relación personal. Por eso, cuando vemos una versión del cristianis-mo en nuestra época contaminada por otra ver-sión del gnosticismo, nos damos cuenta que el

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cristianismo se ha transformado en una religión ensimismada.

Por esto, el llamado de Jesús es que debemos predicar el evangelio del Reino de Dios, pero es-te mismo evangelio nos desafiará a la búsqueda del bien común como una señal de la verdadera fe.

Preguntas para reflexión:¿Cuál es la versión del cristianismo que esta-

mos viviendo hoy?¿Cuál es la propuesta de Jesús en el evange-

lio del Reino de Dios?

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© 2019 www.valparaisoipch.cl Caleb Fernández Pérez, Pastor de la 1ra Igle-sia Presbiteriana de Valparaíso y profesor del Se-minario Teológico Presbiteriano.

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