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atequesis C atequesis C La catequesis para todos y en manos de todos U n gran medio para intro- ducir al Pueblo de Dios en el misterio de Cristo es la catequesis. En ella se transmi- te de forma sencilla y substancial el mensaje de Cristo. Convendrá, por tanto, intensificar la catequesis y la formación en la fe, tanto de los ni- ños como de los jóvenes y adultos” (Benedicto XVI, Discurso inaugural, V Conferencia General del Episco- pado Latinoamericano y del Caribe, 13 de Mayo de 2007). Haciendo eco a las palabras del Santo Padre, la Sección Diocesa- na de Evangelización y Catequesis (SEDEC), ofrece a las familias de nuestra diócesis una breve reflexión sobre la importancia de esta tarea pastoral. Esto, dentro del marco fes- tivo del Día de la Catequesis, que este año celebraremos el domingo 3 de Junio. Día de la La Iglesia celebra la festividad de la Santísima Trinidad esta fecha y nos invita a dirigir nuestra atención ha- cia este misterio divino. Dios Uno y Trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) es modelo de amor para toda familia y sociedad, incluida la Iglesia misma. La vida trinitaria es un llamado a vi- vir la comunión entre nosotros, que nos ha de impulsar a colaborar en la misión evangelizadora de la Iglesia. No es casualidad que dentro de esta festividad se celebre el “Día de la Catequesis”, pues ésta, nos conduce “por Cristo, al Padre, en el Espíritu”; nos muestra la vida íntima de Dios, a partir de sus obras salvíficas en favor de la humanidad; nos lleva a creer en un Dios Único y Trino a imagen del cual la humanidad ha sido creada, como comunión de personas, socie- dad fraterna compuesta por hijos de un mismo Padre, iguales en dignidad. BOLETÍN / 3 DE JUNIO DE 2012 atequesis C TODOS TIENEN NECESIDAD DE CATEQUESIS El año pasado bajo el lema “La cate- quesis educa al adulto para que sea protagonista del cambio”, iniciamos una serie de reflexiones que año tras año irán abordando la importancia de la catequesis en todas las etapas de la vida. Este año se pone la acentuación en los jóvenes con el lema: “La cate- quesis educa a los jóvenes para que forjen su futuro”. El año 2013 la acentuación será la familia, en el 2014 los niños, hasta llegar al año 2015 en que celebraremos los 100 años del SEDEC. La finalidad de reflexionar esta serie de temas es hacer conciencia de que la catequesis no es sólo para los niños, ni nada más para la celebra- ción de los sacramentos (Primera Comunión y Confirmación), ni para un periodo o una etapa de la vida. La catequesis es permanente y requiere de itinerarios que inicien en la vida de fe, pide procesos ininterrumpidos para lograr una verdadera madura- ción en la fe en cada una y en todas las personas. En 2007 se reunieron los obispos de América Latina y el Caribe en la ciu- dad brasileña de Aparecida y en las

Día de la Catequesis 2012

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Presentamos el Boletín que el SEDEC de Guadalajara propone para la Celebración del Día de la Catequesis 2012

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atequesisCatequesisCLa catequesis para todos y en manos de todos

“Un gran medio para intro-ducir al Pueblo de Dios en el misterio de Cristo

es la catequesis. En ella se transmi-te de forma sencilla y substancial el mensaje de Cristo. Convendrá, por tanto, intensificar la catequesis y la formación en la fe, tanto de los ni-ños como de los jóvenes y adultos” (Benedicto XVI, Discurso inaugural, V Conferencia General del Episco-pado Latinoamericano y del Caribe, 13 de Mayo de 2007).

Haciendo eco a las palabras del Santo Padre, la Sección Diocesa-na de Evangelización y Catequesis (SEDEC), ofrece a las familias de nuestra diócesis una breve reflexión sobre la importancia de esta tarea pastoral. Esto, dentro del marco fes-tivo del Día de la Catequesis, que este año celebraremos el domingo 3 de Junio.

Día de la

La Iglesia celebra la festividad de la Santísima Trinidad esta fecha y nos invita a dirigir nuestra atención ha-cia este misterio divino. Dios Uno y Trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) es modelo de amor para toda familia y sociedad, incluida la Iglesia misma. La vida trinitaria es un llamado a vi-vir la comunión entre nosotros, que nos ha de impulsar a colaborar en la misión evangelizadora de la Iglesia.

No es casualidad que dentro de esta festividad se celebre el “Día de la Catequesis”, pues ésta, nos conduce “por Cristo, al Padre, en el Espíritu”; nos muestra la vida íntima de Dios, a partir de sus obras salvíficas en favor de la humanidad; nos lleva a creer en un Dios Único y Trino a imagen del cual la humanidad ha sido creada, como comunión de personas, socie-dad fraterna compuesta por hijos de un mismo Padre, iguales en dignidad.

BOLETÍN / 3 DE JUNIO DE 2012

atequesisCTODOS TIENEN NECESIDAD DE CATEQUESISEl año pasado bajo el lema “La cate-quesis educa al adulto para que sea protagonista del cambio”, iniciamos una serie de reflexiones que año tras año irán abordando la importancia de la catequesis en todas las etapas de la vida.

Este año se pone la acentuación en los jóvenes con el lema: “La cate-quesis educa a los jóvenes para que forjen su futuro”. El año 2013 la acentuación será la familia, en el 2014 los niños, hasta llegar al año 2015 en que celebraremos los 100 años del SEDEC.

La finalidad de reflexionar esta serie de temas es hacer conciencia de que la catequesis no es sólo para los niños, ni nada más para la celebra-ción de los sacramentos (Primera Comunión y Confirmación), ni para un periodo o una etapa de la vida. La catequesis es permanente y requiere de itinerarios que inicien en la vida de fe, pide procesos ininterrumpidos para lograr una verdadera madura-ción en la fe en cada una y en todas las personas.

En 2007 se reunieron los obispos de América Latina y el Caribe en la ciu-dad brasileña de Aparecida y en las

LOS JÓVENES EN NUESTRO MÉXICOLos jóvenes representan la cuarta parte de los habitantes de nuestro país, pues, debido al rápido y tumultuoso cambio cultural y social, sumado al re-traso para asumir las responsabilidades propias del adulto, se ha alargado esta etapa de la vida, considerándose actualmente entre los 15 y 29 años de edad.

Los jóvenes de nuestro tiempo:

Están bajo la presión de una sociedad consumista que les despoja de su identidad personal y les impone necesidades que no son suyas, invitándoles a dejar de lado la “ética de la perfección” y poner en su lugar la “ética de la satisfacción”, haciéndoles creer que para ser aceptados necesitan usar lo que está de moda.

Experimentan el desencanto y la insatisfacción por la falta de oportunidades de estudio y empleo, llegando a experimentar angus-tia y marginación que les hace incapaces de elaborar un proyecto de vida satisfactorio y coherente.

Viven intensamente el presente tomando sus decisiones en función del aquí y ahora, dejan de valorar el pasado considerándolo algo in-necesario, y no piensan en el futuro, pues les produce incertidumbre, preocupación y hasta miedo.

Valoran la vivencia personal, privada e íntima, considerando deva-luadas las verdades y valores sociales. El joven no pretende cambiar el mundo, sino crear uno propio, reflejo de sí mismo, lugar de refugio y protección.

Han disminuido su creencia en Dios; consideran las prácticas reli-giosas como carentes de sentido, vacías; ponen en duda las verdades de la fe, pero valoran todo lo que alcanzan por ellos mismos. Dicen vivir sin Dios.

Se les exige dar muestras de madurez humana y cristiana, pero es evidente en ellos la falta de apoyo espiritual y moral de su familia, así como el efecto de una deficiente catequesis que, casi con seguridad, recibieron en la infancia y adolescencia.

Todo ello les lleva a alejarse, o al menos, a desconfiar de la Iglesia, los sacerdotes, los catequistas y sus propuestas pastorales.

Por otro lado, en numerosos jóvenes se descubre una fuerte e impetuosa tendencia a la búsqueda de sentido de la vida, a la solidaridad, al com-promiso social, e incluso, a la misma experiencia religiosa.

Los jóvenes representan el 25% de los habitantes de nuestro país.

conclusiones del documento final invi-tan a poner una especial atención a la iniciación de la vida cristiana y a la cate-quesis. Advierten que en muchas partes del continente la iniciación cristiana ha sido pobre y fragmentada, lo cual consti-tuye un gran desafío que se ha de afron-tar con decisión, valentía y creatividad.

El “Día de la Catequesis” es una opor-tunidad privilegiada para que, en cada familia, colonia, sector o comunidad, sea urbana o rural, se reflexione sobre los desafíos que presenta la catequesis de jóvenes y, a la vez, se valore y apoye el admirable servicio que desinteresa-damente ofrecen los catequistas en sus comunidades.

También, es un día propicio para evocar con gratitud a nuestros obispos, catequis-tas por excelencia; a los sacerdotes, que comprometidos con la catequesis, dedi-can todo su tiempo y esfuerzo para ha-cer madurar la fe en sus comunidades; a los religiosos y religiosas, quienes son un pilar en la catequesis parroquial y escolar.

Dios bendiga y fructifique dichos es-fuerzos en bien de las comunidades pa-rroquiales de nuestra diócesis.

La catequesis educa a los jóvenes para que forjen su futuro

PEDRO DUERME, JUDAS EN CAMBIO, ESTÁ DESPIERTO“El gran problema de nuestro tiempo no son las fuerzas negativas, sino la somnolencia de los buenos” (Papa Pío XI).

Además de asombrarnos por la situación de fe que actualmente vive la juventud, es necesario que detectemos el adormecimiento en que vivi-mos las familias, los catequistas, la Iglesia en general, somnolencia que nos hace pastoralmente inútiles y sobre todo infelices e insatisfechos.

Es el momento de despertar y emprender acciones decisivas en la ca-tequesis de los jóvenes. Ellos necesitan una catequesis que:

Les acompañe en el camino de su vida, sobre todo en los mo-mentos de tomar decisiones fundamentales.

Denuncie las situaciones egoístas que se viven en la sociedad, muchas veces disfrazadas por la moda y que le son atrayentes.

Les ayude a comprender el sentido cristiano del trabajo, del bien común, de la justicia y de la caridad.

Les lleve a valorar la sana armonía social, la convivencia con los demás, la paz entre las naciones, la promoción de la dignidad hu-mana y el desarrollo integral de la persona.

Tenga presente sus diferentes situaciones religiosas: jóvenes no bautizados; jóvenes bautizados que no han realizado el proceso catequético ni completado la iniciación cristiana; jóvenes que atra-viesan crisis de fe, a veces graves; otros, con posibilidades de hacer una opción de fe o que la han hecho y esperan ser acompañados.

Complete y culmine la iniciación cristiana; una catequesis sobre cuestiones específicas; así como encuentros más o menos ocasio-nales e informales.

Proponga a los jóvenes itinerarios nuevos, abiertos a la sensibi-lidad y a los problemas de esta edad.

Eduque para la verdad y la libertad según el Evangelio, la for-mación de la conciencia, la educación para el amor, el plantea-miento vocacional, el compromiso cristiano en la sociedad y la res-ponsabilidad misionera en el mundo.

Acepte las diferencias de lenguaje juvenil (mentalidad, sensibili-dad, gustos, estilo, vocabulario...) y que esté dispuesta a hacer los ajustes necesarios, sabiendo traducir a su lenguaje el mensaje de Jesucristo, con paciencia, buen sentido y sin traicionarlo.

Con todo, hay que poner de relieve, que la catequesis de los jóvenes debe adoptar con frecuencia un carácter hu-manizador y misionero. Hacerles des-cubrir el sentido genuinamente cris-tiano de la vida, proyectando la luz del mensaje cristiano sobre las realidades que mayormente le conmueven, como el sentido de la existencia corporal, el amor y la familia, la orientación de la propia vida, el trabajo y el tiempo libre, la justicia, la paz, etc.

La catequesis para esta edad tiene como objetivo final que el joven des-cubra en Cristo la plenitud de sentido y el sentido de la totalidad de su vida, y busque la identificación con Él.

EL JOVEN, CATEQUISTA DE LOS JÓVENESLa catequesis debe ayudar al joven a discernir cuál es la vocación a la que el Señor le llama.

La catequesis educa a los jóvenes para que forjen su futuro

CONCLUSIÓNTodo esto lo puede lograr una buena catequesis juvenil, que robustezca la fe del joven y su servicio a la Iglesia, que parta desde nuestras familias y sea complemen-tada en las parroquias. Quiera Dios que lo logremos, para que nuestra familia y nuestra juventud crezcan y se nutran del conocimiento del Dios, y fortalecidos por el Espíritu Santo, se inicien en el seguimiento de Cristo.

COLECTA DIOCESANA EN EL “DÍA DE LA CATEQUESIS”

Las obras y proyectos pastorales que la Iglesia ha emprendido desde antaño y continúa emprendiendo en los tiem-pos actuales logran fructificar gracias a la oración de cada creyente, al impulso y motivación que los evangelizadores y catequista reciben de la comunidad y al apoyo económico solidario de los fieles.

El documento del II Sínodo Diocesano, en la disposición No. 5, invita a los pá-rrocos y comunidades a dedicar a la ca-tequesis el mejor recurso humano con que cuenten y, de igual forma, a apoyar con los recursos económicos necesarios las acciones evangelizadoras y catequís-ticas que en su parroquia se realicen, in-cluso si se encuentran en etapa de cons-trucción del templo o casa pastoral.

Por tal motivo, durante las misas del domingo 3 de junio se realizará, en todos y cada uno de los templos de nuestra diócesis, una colecta especial para recabar fondos económicos que apoyen los proyectos de la catequesis.

De antemano agradecemos su generosidad y pedimos a Dios por

ustedes y sus familias, estamos seguros que Él se los retribuirá.

En la medida que la propuesta y discernimiento vo-cacional sea tomado en cuenta en la catequesis, se favorecerá y garantizará la incidencia de la fe en la totalidad de la vida del joven. Pueden ayudar a este discernimiento, una intensa vida de oración, las ac-titudes de agradecimiento y generosidad por reco-nocerse amado por Dios y la pasión por la construc-ción del Reino.

“Es necesario que los jóvenes, bien formados en la fe y arraigados en la oración, se conviertan cada vez más en los apóstoles de la juventud” (Papa Pablo VI).