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DIA DE MUERTOS
Las fiestas en México son el reflejo de la herencia del México Antiguo y de la religiosidad impuesta por el colonialismo español. En ellas se palpan los sentimientos más profundos del pueblo mexicano y el valor social que cada región le otorga.Las fiestas son un sostén de la estructura social y contribuyen a evitar la pérdida de identidad, de los valores tradicionales y la desintegración comunitaria. En su organización participan todos los sectores sociales, cada uno de ellos en el rol que le asignó la comunidad.
Las fiestas tradicionales son las que se rigen por el calendario católico, aunque conserven aspectos de origen netamente prehispánicas.
El día de Muertos es una fiesta que vale la pena vivir. Desde el 2003 la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoce esta tradición mexicana como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
OFRENDA
La tradicional ofrenda de Día de Muertos tiene sus orígenes en los antiguos altares precolombinos, los cuales estaban
dedicados a diferentes dioses y cuya temporalidad variaba según las fechas en que nuestros antepasados los festejaban.
De acuerdo con el calendario prehispánico, cada deidad patrocinaba un espacio de tiempo determinado. Las ofrendas
pertenecientes a Mictlantecuchtli, señor de los muertos, coincidían con el mes de noviembre en el calendario gregoriano.
Los españoles, en su misión por institucionalizar el cristianismo en tierras mesoamericanas, decidieron empatar ambas
visiones, engendrando un sincretismo muy complejo que dio vida a algunas fiestas como las del Día de Muertos. La
concepción de los antiguos mexicanos sobre las almas que nunca se van del todo y que conviven con los vivos se
emparejó con una concepción muy similar a la de los europeos, la cual heredaron de los egipcios y los chinos. Es por
esta mezcla cultural que hoy no se puede imaginar una ofrenda sin una cruz, la foto del difunto y flores decempasúchil.
La tradición señala que el altar comienza a montarse desde el 30 o 31 de octubre y permanece hasta el 2 o 3 de
noviembre (dependiendo la región de México). Se dice que el 31 de octubre llegan las almas de los niños y se van al
mediodía del 1ro de noviembre, justo cuando llegan las de los adultos para disfrutar de los ofrecimientos levantados en su
memoria y retirarse al siguiente día.
Las ofrendas forman parte fundamental de la festividad del Día de Muertos, pues es una manera de hacer que nuestros difuntos nos visiten para volver a gozar de los placeres terrenales. Así es como una vez al año, las casas mexicanas y muy en especial las de los pueblos indígenas, abren la puerta para recibir a sus antepasados.
También se conoce esta festividad como los Fieles Difuntos y se divide entre los difuntos chiquitos y los adultos, pues a cada uno se le ofrendan cosas diferentes. A los niños o angelitos se les pone dulce, chocolate y juguetes; mientras a lo difuntos adultos se les pone comida más elaborada y en su mayoría la bebida alcohólica de su preferencia, sin que pueda faltar las flores que complementan la belleza de los altares. Cada región del país posee una manera particular de celebrar a sus muertos por ello es importante conocer la diversidad de ofrendas y sus significados más cercanos.
ELEMENTOS DE LA OFRENDA
Agua. Fuente de vida que se le ofrece a las almas de los difuntos para calmar su sed después del largo recorrido que tuvieron que hacer.Sal. Este es un elemento de purificación y sirve para que las ánimas no se corrompan en su viaje en Día de Muertos.Velas. Alumbran el camino para que las almas de nuestros seres queridos encuentren sus antiguos hogares. En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.Copal. El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses y se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
Flores. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta. En muchos
lugares del país se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la
ofrenda y viceversa.
El petate. En este particular día funciona para que las ánimas descansen, así como de mantel para colocar los
alimentos de la ofrenda.
El pan. El ofrecimiento fraternal es el pan y es uno de los elementos más preciados en el altar.El retrato del difunto. Sin embargo este debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver pero ya no existe.
El mole con pollo, gallina o guajolote, o cualquier otro platillo que le gustaba los fallecidos. Los platillos en honor de los seres que nos visitarán.Las calaveras de azúcar. Son alusión a la muerte siempre presente.
Niveles
En muchos lugares de México se acostumbra levantar ofrendas de siete, tres o dos niveles, cada uno con un significado
diferente. Se dice que estos dependen del número de ofrendas que se le han dedicado al occiso. Otras versiones afirman
que cada nivel simboliza algo distinto; por ejemplo, el primero (en algunos casos un primer escalón y en otros el piso)
lleva elementos referentes a la tierra como frutos o un petate, mientras que en el último se coloca el retrato del difunto
para simbolizar el lugar donde se encuentra: el cielo; si hay un tercer nivel puede representar el purgatorio. Cuando son
siete representan cada uno de los estadíos que recorre el alma para llegar al cielo. Los niveles se pueden realizar con
cajas resistentes, mesas, tablas, entre otros materiales.
Elementos que no pueden faltar en tu ofrenda
Flor de cempasúchil: la “flor de veinte pétalos” es probablemente el principal elemento. Su lugar en los altares se debe a
su florecimiento después de la temporada de lluvias. Sus pétalos son utilizados para trazar caminos que dirigen a las
almas de la entrada del hogar a la ofrenda, además de colocarse en floreros y arcos.
Arcos: representa la puerta que da la bienvenida a los fieles difuntos. Por la ubicación actual de las ofrendas dentro de los
hogares, hoy en día es raro ver una con un gran arco elaborado de flor de cempasúchil. En diversas regiones del país los
elaboran con carrizos de bambú atados con lazos.
Foto: Arco en ofrendas de Día de Muertos
Calaveritas de azúcar: aunque en un inicio eran de amaranto (pues el azúcar no existía como tal entre los antiguos
mexicanos), estas figurillas dulces evolucionaron como una representación de los difuntos a quienes se dedica la ofrenda,
es por esto que se les agrega su nombre en la frente.
Pan de muerto: otro de los elementos infaltables en las ofrendas. Puedes comprarlo o elaborarlo tú mismo siguiendo esta
sencillareceta.
Papel picado: Se dice que representa al aire, uno de los cuatro elementos omnipresentes en la ofrenda. En San Salvador
Huixcolotla, Puebla puedes encontrar el mejor papel picado del país.
Foto: Papel picado con motivos de Día de Muertos
Agua: se colocan vasos con agua para la sed de las almas viajeras y como representación de uno de los cuatro
elementos básicos de la naturaleza.
Retrato del difunto: generalmente se coloca en el nivel superior de la ofrenda.
Incienso o copal: otra representación del aire y guía olfativa para los fieles difuntos que "nos visitan".
Color morado: si la ofrenda de muertos en sí ya es colorida, no debe faltar este tono, tradicional del luto.
Veladoras: en representación del fuego, una por cada difunto para iluminar su camino a casa. Son guía para las almas en
este mundo. Las moradas significan duelo; las blancas, pureza.
Platillos y bebidas preferidas del difunto: mole, pozole, tequila... lo que más haya disfrutado la persona en vida para
agasajarla.
Dulces mexicanos: para las almas de los más pequeños.
Frutos: principalmente la caña; en varias regiones de México se dice que su vaina representa a los huesos de los
difuntos.
HISTORIA DE LA CATRINA
Durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, los dibujos de cráneos y esqueletos acompañados de textos que criticaban de forma burlona la situación del país así como de las clases privilegiadas se volvieron populares entre la población y se empezaron a reproducir en periódicos llamados de “combate”.
Bautizada originalmente como “La Calavera Garbancera”, José Guadalupe Posada realizó un grabado en metal para criticar a quienes eran conocidos precisamente como “garbanceros”, es decir, aquellas personas que tenían sangre indígena pero pretendían ser europeos, renegando de sus raíces y de su cultura.
Actualmente, éstas son relacionadas directamente con el Día de Muertos, sin embargo también representan la interpretación de la vida de la sociedad de aquella época.
No cabe duda de que la obra de Posada influyó en artistas posteriores, entre ellos a Diego Rivera, quien le dio a “La
Catrina” el nombre y la forma con que hoy la conocemos. Fue él quien la pintó por primera vez vestida dentro de su
mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central.
La palabra "catrín" definía a un hombre elegante y bien vestido, el cual iba a acompañado de alguna dama con las
mismas características; este estilo fue una imagen clásica de la aristocracia de fines del siglo XIX y principios del XX. Es
por ello que, al darle una vestimenta de ese tipo, Diego Rivera convirtió a la “La Calavera Garbancera” en “La Catrina”.
José Guadalupe Posada apuntó: "La muerte, es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera".
1. papel picado2. sal3. agua4. velas y veladoras:5. calaveritas de azúcar, amaranto o chocolate:6. copal e incienso:7. hojas y flores de cempasuchil (zempoalxóchitl):8. pan de muerto
9. comida y bebida( tamales y el mole , arroz) atole
10. dulce de calabaza Y tipicos
11. frutas varias
12. manteles BLANCO Y (hojas grandes de papel grueso. el color morado intenso y los manteles bordados son
tradicionales en estas fechas, o puedes optar por utilizar dos o tres capas de manteles de colores contrastantes. lo
importante es que el altar se vea bonito e invitante.