22
195 rev.fac.cienc.econ., Vol. XVII (1), Junio 2009, 195-216 LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIÓN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE * JAVIER SABOGAL AGUILAR * & ENRIQUE HURTADO AGUIRRE *** UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA Recibido/ Received/ Recebido: 01/04/2009 - Aceptado/ Accepted / Aprovado: 01/05/2009 Resumen El artículo se desarrolla bajo una concepción que ha evolucionado bajo los cánones de lo económicamente correcto, involucrando los aportes alternativos realizados desde Latinoamérica y específicamente Colombia. Luego se presenta el desenvolvimiento dado en la conceptualización del desarrollo sostenible, a la luz del abordaje del desarrollo y ambiente, se involucra el papel jugado por las propues- tas latinoamericanas. Se muestran las relaciones e interdependencias presentes resultado de lo sucedido en el avance del desarrollo y el ambiente, mostrando las influencias recíprocas de cada elemento en la definición del otro. El documento concluye mostrando una clara tendencia a la uniformidad de conceptos y dominancia del pensamiento de los centros de pensamiento y toma de decisiones, lo que no ha significado mejoras en términos de desarrollo ni de desarrollo sostenible, por lo que se hace urgente la búsqueda de alternativas que respondan a las necesidades latinoamericanas en el marco de una independencia intelectual. Palabras clave: desarrollo sostenible, medio ambiente, desarrollo alternativo, pensamiento ambiental. HISTORY REPEATS: A VIEW OF DEVELOPMENT AND SUSTAINABLE DEVELOPMENT Abstract The article is developed under an evolved conception considering the economically correct canons, involving alternative contributions made from Latin-American and specifically Colombia. Then appears the development given in sustainable development conceptuali- zation, in the light of development and environment approach the role of Latin-American proposals is involved. Existent relations and inter-dependencies are shown result of development and environment advance, evidencing reciprocal influences of each element in other’s definition. The document concludes showing a clear trend to uniformity of concepts and dominance of thought from thought centers and decision making, which does not mean improvement in terms of development nor sustainable development; therefore it is urgent to seek for alternatives which respond to Latin-American necessities on intellectual independence. Keywords: sustainable development, environment, alternative development, environmental thought HISTÓRIA SE REPETE: UMA VISÃO DO DESENVOLVIMENTO E DO DESENVOLVIMENTO SUSTENTÁVEL Resumo O artigo se desenvolve a partir de uma concepção que evoluiu sob os cânones do economicamente correto. Envolve as contribuições alternativas realizadas desde a América Latina, especificamente Colômbia. Depois, considerando também a participação das propostas da América Latina, apresenta-se a ampliação do conceito de desenvolvimento sustentável, à luz da abordagem do desenvolvimento e do ambiente. Nos resultados mostram-se as relações, interdependências e influências recíprocas entre os elementos. O documento conclui mostrando uma clara tendência à uniformidade de conceitos, domínio dos centros de pensamento e de tomada de decisões, o * El presente artículo forma parte de avance del proyecto de investigación: Evaluación de la contribución del Protocolo de Kioto al De- sarrollo sostenible, de la línea de investigación: Gestión Ambiental del grupo CIE de la Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Militar Nueva Granada. ** Docente Investigador Universidad Militar Nueva Granada, Facultad de Ciencias Económicas. Estudiante de Doctorado en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, Magíster en Medio Ambiente y Desarrollo: Gestión Ambiental y Administrador de Empresas de la misma universidad. E-mail: [email protected] *** Docente Investigador Universidad Militar Nueva Granada, Facultad de Ciencias Económicas. Magíster en Administración y Adminis- trador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. E-mail: [email protected]

Dialnet-LaHistoriaSeRepite-4239434

Embed Size (px)

DESCRIPTION

dialnet

Citation preview

  • 195

    EDITORIALrev.fac.cienc.econ., Vol. XVII (1), Junio 2009, 195-216

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE*

    JAVIER SABOGAL AGUILAR* & ENRIQUE HURTADO AGUIRRE***UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA

    Recibido/ Received/ Recebido: 01/04/2009 - Aceptado/ Accepted / Aprovado: 01/05/2009

    Resumen

    El artculo se desarrolla bajo una concepcin que ha evolucionado bajo los cnones de lo econmicamente correcto, involucrando los aportes alternativos realizados desde Latinoamrica y especfi camente Colombia. Luego se presenta el desenvolvimiento dado en la conceptualizacin del desarrollo sostenible, a la luz del abordaje del desarrollo y ambiente, se involucra el papel jugado por las propues-tas latinoamericanas. Se muestran las relaciones e interdependencias presentes resultado de lo sucedido en el avance del desarrollo y el ambiente, mostrando las infl uencias recprocas de cada elemento en la defi nicin del otro. El documento concluye mostrando una clara tendencia a la uniformidad de conceptos y dominancia del pensamiento de los centros de pensamiento y toma de decisiones, lo que no ha signifi cado mejoras en trminos de desarrollo ni de desarrollo sostenible, por lo que se hace urgente la bsqueda de alternativas que respondan a las necesidades latinoamericanas en el marco de una independencia intelectual.Palabras clave: desarrollo sostenible, medio ambiente, desarrollo alternativo, pensamiento ambiental.

    HISTORY REPEATS: A VIEW OF DEVELOPMENT AND SUSTAINABLE DEVELOPMENT

    Abstract

    The article is developed under an evolved conception considering the economically correct canons, involving alternative contributions made from Latin-American and specifi cally Colombia. Then appears the development given in sustainable development conceptuali-zation, in the light of development and environment approach the role of Latin-American proposals is involved. Existent relations and inter-dependencies are shown result of development and environment advance, evidencing reciprocal infl uences of each element in others defi nition. The document concludes showing a clear trend to uniformity of concepts and dominance of thought from thought centers and decision making, which does not mean improvement in terms of development nor sustainable development; therefore it is urgent to seek for alternatives which respond to Latin-American necessities on intellectual independence.Keywords: sustainable development, environment, alternative development, environmental thought

    HISTRIA SE REPETE: UMA VISO DO DESENVOLVIMENTO E DO DESENVOLVIMENTO SUSTENTVEL

    Resumo

    O artigo se desenvolve a partir de uma concepo que evoluiu sob os cnones do economicamente correto. Envolve as contribuies alternativas realizadas desde a Amrica Latina, especifi camente Colmbia. Depois, considerando tambm a participao das propostas da Amrica Latina, apresenta-se a ampliao do conceito de desenvolvimento sustentvel, luz da abordagem do desenvolvimento e do ambiente. Nos resultados mostram-se as relaes, interdependncias e infl uncias recprocas entre os elementos. O documento conclui mostrando uma clara tendncia uniformidade de conceitos, domnio dos centros de pensamento e de tomada de decises, o

    * El presente artculo forma parte de avance del proyecto de investigacin: Evaluacin de la contribucin del Protocolo de Kioto al De-sarrollo sostenible, de la lnea de investigacin: Gestin Ambiental del grupo CIE de la Facultad de Ciencias Econmicas, Universidad Militar Nueva Granada.

    ** Docente Investigador Universidad Militar Nueva Granada, Facultad de Ciencias Econmicas. Estudiante de Doctorado en Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Colombia, Magster en Medio Ambiente y Desarrollo: Gestin Ambiental y Administrador de Empresas de la misma universidad. E-mail: [email protected]

    *** Docente Investigador Universidad Militar Nueva Granada, Facultad de Ciencias Econmicas. Magster en Administracin y Adminis-trador de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia. E-mail: [email protected]

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    196

    1. Introduccin

    En estos tiempos de incertidumbre conceptual se hace necesario volver los ojos y las refl exiones a las construcciones bsicas. El desarrollo y el trmi-no muy relacionado, desarrollo sostenible, tienen respuestas importantes a los cuestionamientos que nacen cuando la crisis genera refl exin en cuanto a la validez de los fundamentos sobre los que se cons-truye la accin. Se parte de la premisa de que lo que era tomado como principios axiomticos, despus de todo, no estn fuera de discusin.

    La refl exin frente al desarrollo sostenible parece es-tar superada, no hay lugar a discusin por tratarse de una defi nicin del Informe Bruntland que en 1987 estipul el signifi cado: El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades de la gene-racin presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias ne-cesidades (CMMAD, 1988).

    Sin embargo, el aparente consenso no es real y es-conde la diversidad de acercamientos que se han dando en la historia, la defensa de intereses parti-culares por parte de actores especfi cos, los acerca-mientos y enfrentamientos polticos y los abordajes disciplinares.

    El punto de partida es entonces la refl exin de Na-redo en cuanto a que: la ambigedad conceptual de fondo no puede resolverse mediante simples re-toques terminolgicos o defi niciones descriptivas o enumerativas ms completas de lo que ha de enten-derse por sostenibilidad (al igual que ocurre con las nociones de produccin o de desarrollo, que encuen-tran implcitamente su defi nicin en la propia idea de sistema econmico): a la hora de la verdad, el contenido de este concepto no es fruto de defi nicio-nes explcitas, sino del sistema de razonamiento que

    apliquemos para acercarnos a l. Sin que las brumas se disipen por mucho que intentemos matizarlo con defi niciones explcitas y discutamos si interesa ms traducir el trmino ingls originario sustainability por sostenibilidad, durabilidad o sustentabilidad (Naredo, 1997, 4).

    El artculo aborda en la primera parte el desarrollo bajo una concepcin que ha evolucionado bajo los cnones de lo econmicamente correcto, involucran-do los aportes alternativos realizados desde Latino-amrica y especfi camente Colombia. En la segun-da parte se presenta el desenvolvimiento dado en la conceptualizacin del desarrollo sostenible, a la luz del abordaje del desarrollo y ambiente, se involucra el papel jugado por las propuestas latinoamericanas. El tercer apartado muestra las relaciones e interde-pendencias presentes en el avance del debate del de-sarrollo y del ambiente, mostrando las infl uencias re-cprocas de cada elemento en la defi nicin del otro.

    Se concluye mostrando una clara tendencia a la uni-formidad de conceptos y dominancia en la discusin de los centros de pensamiento y toma de decisiones, lo que no ha signifi cado mejoras en trminos de de-sarrollo ni de desarrollo sostenible, por lo que se hace urgente la bsqueda de alternativas que respondan a las necesidades latinoamericanas en el marco de una independencia intelectual.

    2. Elementos conceptuales del desarrollo

    El concepto desarrollo, como se entiende actualmen-te, es relativamente nuevo y est conectado con la historia geopoltica global moderna que involucra dos guerras mundiales, por lo que est muy relacionado con elementos como la invencin del tercer mundo y las consecuencias implcitas de un nmero creciente de excluidos del sistema econmico en el planeta.

    que no signifi cou melhoras em termos de desenvolvimento nem de desenvolvimento sustentvel, pelo que se torna urgente a busca de alternativas que respondam s necessidades latino-americanas, com o intuito de uma independncia intelectual.Palavras chave: desenvolvimento sustentvel, meio ambiente, desenvolvimento alternativo, ambientais pensamento

    Sabogal, J. & Hurtado, E. (2009) Un anlisis espacial de las migraciones internas en Colombia (2000 - 2005). En: Revista de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Militar Nueva Granada. revfac.cienc.econ, XVII (1). 195-216.JEL: N 50, N56, 19.

  • 197

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    El origen del trmino desarrollo se remonta al ttu-lo del libro de Schumpeter en 1934, The Theory of Economic Development: An Inquiry into Profi ts, Capital, Credit, Interest, and the Business Cycle. El autor no dio una defi nicin en su libro sobre la con-ceptualizacin del trmino desarrollo, pero si da una primera idea y marca una tendencia en los atributos y el carcter del concepto.

    Otro de los aportes reconocidos en la materia es el de Carlos Marx quin en El Capital escribe: El de-sarrollo de la formacin econmica de la sociedad es asimilable a la marcha de la naturaleza y a su historia. En el mismo sentido, Engels plantea que la dialctica es la ciencia de las leyes generales de desarrollo y movimiento de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento. De esta manera se sientan las bases del desarrollo de los poderes humanos esenciales y el poder de produccin, dando lugar tambin a la comparacin de pases desarrollados y pases sub-desarrollados. (Escobar, 1996, 122-128).

    En estas defi niciones se presenta una diferenciacin entre los tipos de sociedades y un camino a seguir, as se da el manejo que las sociedades desarrolladas le vienen dando a la relacin entre las sociedades comprometidas con el desarrollo econmico. La asi-metra en los conocimientos se pone de manifi esto en el desarrollo de los proyectos y en el papel que cada sociedad juega en el orden global.

    Las propuestas posteriores son abundantes y diver-sas, entre ellas de manera resumida se resaltan: Las teoras econmicas neoclsicas del crecimiento que fueron planteadas entre otros por Robert Solow y Trevor Swan, quienes plantean que es la inversin la que direcciona el crecimiento y las teoras de cre-cimiento endgeno de tradicin neoclsica que uti-lizan el concepto de capital humano; Kaldor (1957) que se aparta de los modelos neoclsicos tratando la acumulacin de capital y la tasa de progreso tc-nico como orgnicamente relacionados; y Rostow (1960) quin propone cinco estados en su teora del crecimiento: sociedad tradicional, las precondiciones para el despegue, el despegue, el direccionador a la madurez y la era de alto consumo en masa.

    Dentro de las nuevas propuestas Schultz, P. y Strauss (2008), identifi can cuatro orientaciones. Una prime-

    ra es microeconmica y ha tenido un crecimiento importante, en esta aproximacin el comporta-miento econmico se ve desde lo individual hacia lo agregado. Debido a que la mayora de la gente en los pases pobres continua trabajando en agri-cultura, el foco de anlisis es la familia campesina y se incluye la produccin de los hogares, siguiendo a Gary Becker (1981) y T. W. Schultz (1964, 1974) que enfatiza en el capital humano como restriccin del desarrollo. Una segunda orientacin se centra en explicar como las instituciones de desarrollo operan en pases de bajo ingreso y en la economa poltica del desarrollo. Un tercer campo es el de estudio de datos de mejoramiento del desarrollo; esto se hace en encuestas a hogares y censos combinados con mdulos comunitarios que buscan identifi car efectos causales externos a los hogares, en trminos de: fac-tores ambientales, precios relativos y polticas locales. Un cuarto desarrollo es el de estrategias alternativas adoptadas para evaluar los efectos de las iniciativas polticas, incluyendo la seleccin de los participantes en los programas de poltica para el desarrollo. De lo anterior se puede extraer que en el estudio del desarrollo, hay una diversidad de aproximaciones; las relaciones inter e intra pases no son equitativas; y que hay unas leyes generales que abarcan bajo pre-suncin de universalidad a los pases y diferencian entre los desarrollados y no desarrollados.

    2.1 La ideologa dominante del desarrollo

    Autores como Sachs (1990), Orr (1953) y Shonfi eld (1950), concuerdan en la aparicin masiva de la pobreza momentos despus de la fi nalizacin de la Segunda Guerra Mundial. La economa de mercado deja de lado a una gran masa de personas vctimas de la economizacin de todas las relaciones. Todas estas personas quedan excluidas de tierra, agua y otros recursos que entran a formar parte del capital adquirido a travs de la economa de mercado.

    En ese sentido, el Banco Mundial en 1948 defi ne como pobres a aquellos pases con ingreso per cpi-ta inferior a 100 dlares, lo que por defi nicin deja a casi dos tercios de la poblacin mundial en la fi la de los pases pobres. De lo anterior se puede colegir que el ingreso de las naciones empez a diferenciar a pases pobres y ricos, y por supuesto la solucin en

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    198

    este caso era promover el crecimiento econmico, de tal manera que por este camino, los pases recin nombrados como pobres lograran dejar de perte-necer a la gran lista. (Banco Mundial, 1992)

    Es en esa clasifi cacin de pobres, que entran los pa-ses perdedores en el juego econmico y entre ellos los latinoamericanos. Pero no es una situacin tan nueva, desde los momentos de la conquista en el caso latinoamericano, los conceptos de inferioridad como pueblo pensante e inteligente, fueron apare-ciendo como una categora que identifi caba a los habitantes de las diferentes tierras de las Indias Occi-dentales. Es bajo estos conceptos en donde se pone de manifi esto la ideologa dominante, en primer caso Europa como colonizador por excelencia, y tiempos despus los Estados Unidos como nacin ganadora de las guerras que encarnaba al capitalismo como opcin poltica que garantizaba el desarrollo y la ca-lidad de vida desde la economa de mercado.

    Instituciones como el Banco Mundial, las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, entre otras, acuaron las palabras de subdesarrollo y Ter-cer Mundo, haciendo alusin a un primer mundo compuesto por los Estados Unidos y Europa, un Se-gundo Mundo compuesto por naciones comunistas industrializadas, y el Tercer Mundo conformado por naciones pobres y subdesarrolladas.

    Con la misma lgica anterior, se comienza a cons-truir un discurso donde se explica desde diferentes puntos de vista el subdesarrollo y el Tercer Mundo; por ejemplo desde el punto de vista mdico, los po-bres fueron vistos como masas de enfermos, mal-nutridos, incultos y fi siolgicamente dbiles, segn Pecault (1987).

    Los pobres entonces se convirtieron en un problema social, en el cual se debera trabajar desde diferentes puntos de vista. La poltica por ejemplo, encontr en los pobres un objeto de estudio frtil; toda vez que sta se asociaba con vagancia, movilidad, promiscuidad, ignorancia (Procacci, 1991). Como resultado de lo an-terior la pobreza requera la aparicin de un Estado de bienestar, de un gobierno social, en donde se diera so-lucin desde diferentes ngulos como por ejemplo, edu-cacin, salud, ahorro, empleo, moralidad, entre otros.

    Por supuesto, de los diferentes puntos de vista, el de la economa es el dominante, pues, los indicadores recientemente creados por el discurso econmico, separan a los pobres de los ricos, defi nidos con el ra-sero y los patrones de riqueza de las naciones econ-micamente ms poderosas. Como resultado de todo este discurso y tomando a Foucault (1986), toda pro-blematizacin y en este caso la pobreza, cre nuevos discursos y prcticas que daban forma a la realidad a la cual se referan.

    Como resultado de la creacin de la pobreza como concepto diferenciador, emana como solucin el concepto de desarrollo. Obviamente son las mismas naciones poderosas y ricas, con instituciones fi nan-cieras y educativas fuertes las que plantean el desa-rrollo econmico como solucin nica para erradicar los problemas de pobreza.

    De manera tal, que el desarrollo como objetivo pri-mordial fue el caballo de batalla de las naciones de-sarrolladas:

    Pero no todos los actores distribuidos a lo ancho de esta superfi cie tenan acceso a la defi nicin de los objetos y al anlisis de sus problemas. Estaban en juego algunos prin-cipios claros de autoridad, que tenan que ver con el rol de los expertos, con los cri-terios de conocimiento y competencia ne-cesarios; con instituciones como Naciones Unidas, que detentaban la autoridad moral, profesional y legal para nominar objetos y defi nir estrategias, y con los organismos fi -nancieros internacionales que ostentaban los smbolos del capital y del poder (Esco-bar, 1996, 89).

    Como resultado de lo anterior, y para empeorar las cosas, los pases llamados tercermundistas se creye-ron el discurso y por lo tanto comenzaron a pensar y sentirse como inferiores y entonces una gran cultura cultivada ancestralmente resulto convertida en una gran masa de ignorantes pobres y subdesarrollados. En otras palabras las naciones del primer mundo crean la distincin y el signifi cado de pobres, sub-desarrollados, de gente inferior y entonces nace el problema se construye y homogeniza.

  • 199

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    2.2 Lo econmicamente correcto

    El desarrollo de la economa ha sufrido en los lti-mos aos cambios estructurales que han evidencia-do la forma acelerada como ha tomado las riendas del mundo desarrollado. El fi losofo Charles Taylor planteaba textualmente:

    Hay ciertas regularidades que caracterizan nuestro comportamiento econmico, y que cambian muy lentamente Pero fue nece-sario el desarrollo de toda una civilizacin para que la gente se comportara de esa ma-nera, es decir, para que se creara la posibi-lidad cultural de actuar as y para que se im-plantara la disciplina necesaria para que este comportamiento se generalizara... La econo-ma puede aspirar al estatus de ciencia preci-samente porque ya existe una cultu ra dentro de la cual una cierta forma de racionalidad es un valor dominante (1985, 103).

    Es evidente que el fi lsofo hace nfasis en un proce-so largo que ocup al hombre varios decenios y que culminara abruptamente con la revolucin Indus-trial. Por otro lado las palabras de Marx, en su libro I del capital, plantea: El nacimiento de la mecani-zacin y la industria moderna Fue seguido de una irrupcin violenta semejante a una avalancha por su intensidad y extensin. Todos los lmites de la moral y la naturaleza, la edad y el sexo, el da y la noche, fueron superados. El capital celebr sus orgas, son premonitorias en cuanto al futuro del capital y papel en la nueva sociedad (Marx, 1976).

    Para Foucault las disciplinas son mtodos que hicie-ron posible el control meticuloso de las operaciones del cuerpo, que aseguraron la sujecin constante de sus fuerzas e impusieron sobre ellas una relacin de docilidad-utilidad (Foucault, 1979, 137). Estos cuer-pos dciles son el producto de un proceso de discipli-na y normalizacin que, poco a poco fue formando una elite dominante y como contrapartida una gran masa de gente sin tierra y en la ms absoluta pobreza. Seran a la postre las nuevas clases obreras y sumisas de un nuevo sistema que como una aplanadora im-pona y someta al designio del mercado todos sus actos.

    Este es el espacio de que ocupa lo econmico, si-guiendo con el pensamiento de Foucault el resulta-do de este proceso, homo oeconomicus, es un sujeto normalizado que produce bajo ciertas condiciones f-sicas y culturales. La acumulacin de capital, la difu-sin de la educacin y de la salud, y la regulacin de la movilidad de la poblacin y la riqueza requirieron nada menos que el establecimiento de una sociedad disciplinaria (Foucault, 1979).

    Los trabajos seminales de Foucault permiten esbozar una gnesis comn a todas las ciencias y disciplinas, y si de contera la Revolucin Industrial genera una serie de cambios encaminados a la consecucin de la utilidad como fi n ltimo, entonces se genera una bola gigantesca de nieve que termina en convertir las relaciones de los hombres y las instituciones en trminos de efi ciencia.

    As la economa como lenguaje dominante, fue pri-mero construido por los pases europeos, Inglaterra, Francia, Alemania y posteriormente los Estados Uni-dos; y luego se traslad a los pases del Tercer Mun-do. Todo lo anterior implica el adoptar una manera de pensar, o ms bien la imposicin de una forma de pensar: lo econmico.

    La economa pas a ser entonces un sistema de pro-ducciones sucesivas basado en el trabajo, donde el producto del trabajo de un proceso entraba a formar parte de otro. Este concepto econmico favoreci una visin de la acumulacin defi nida por secuen-cias temporales y permiti, en trminos generales, la articulacin de la historia y la economa. La produc-cin y la acumulacin comenzaron a dar forma in-deleble a la experiencia de la historia y a su concepto moderno (Foucault, 1973). Posteriormente, el mismo Foucault profundiza sobre el tema y agrega que las personas trabajan y comercian porque experimentan necesidades y deseos, pero sobre todo porque estn sometidas al tiempo, a la lucha, y a la muerte.

    En su orden los Neoclsicos en las ciencias econ-micas plantearon que el libre juego de la oferta y la demanda establecan, en condiciones competitivas, un patrn de equilibrio en los precios de los bienes. Ya que,

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    200

    de aqu se desprende que en algn punto del sistema econmico una demanda est esperando, por as decirlo, cada oferta, y que en ningn lugar del sistema hay bie-nes sin complemento, es decir otros bienes en manos de la gente que los transar bajo condiciones empricamente determinadas por los bienes anteriores. De nuevo se de-duce del hecho de que todos los bienes encuentran un mercado, que el fl ujo cir-cular de la economa es cerrado, en otras palabras, que los vendedores de todos los bienes reaparecen como compradores en grado sufi ciente para adquirir los bienes que le permitan mantener en el nivel ya al-canzado su consumo y su dotacin produc-tiva para el prximo periodo econmico, y viceversa (Schumpeter, 1934, 8).

    Es evidente la manera como Schumpeter hace una radiografa de la economa neoclsica y como el mer-cado comenz a erigirse como el mecanismo que todo lo resuelve. Despus de la Primera Guerra Mundial y como resultado de la victoria norteamericana, se apo-der del mundo industrial una nueva manera de pro-ducir. La Administracin Cientfi ca promulgada por Frederic Taylor y exitosamente complementada por Ford, dio paso a un nuevo sistema de produccin y acumulacin, el Fordismo que sirvi de cimiento para la construccin de la gran empresa americana. Toda la tecnocracia resultante de este sistema, redund en un auge sin precedentes en los aos 20, en los Estados Unidos, erigindose como el centro neurlgico del sis-tema capitalista mundial y vivo ejemplo de desarrollo.

    Escobar (1996) expone el continuo proceso de forta-lecimiento de la economa como lenguaje e ideologa dominante que ha contado con desarrollos que alter-nativamente al mainframe generan aportes tericos de estudiosos como: Keynes, Hicks, Kalecki, Samuel-son y Kaldor entre otros, quienes demostraron que la famosa competencia perfecta era realmente im-perfecta, la informacin perfecta result utpica y se comenz a pensar en la incertidumbre como compo-nente real en todas las transacciones econmicas.

    La Gran Depresin de fi nales de los 20 y principio de los 30 fortaleci el planteamiento terico planteado

    por Keynes, en cuanto el papel que debera cumplir el Estado mediante el incremento del gasto pblico, la inversin y una poltica monetaria y fi scal lo sufi -cientemente rigurosa, de tal manera que fomentara el empleo que a su vez impulsara a la economa en general.

    Posteriormente los Estados Unidos volvieron a triun-far en la segunda Guerra Mundial, lo cual hizo cata-pultar con ms fuerza el famoso American Way el cual llevaba en sus entraas un sistema de produc-cin masiva de la mano de un consumo masivo. Por lo tanto los momentos de posguerra marcaron un rumbo clave para la continuacin de la hegemona norteamericana:

    El periodo 1945-1955, por tanto, vio la consolidacin de la hegemona estadouni-dense en el sistema capitalista mundial. La necesidad de expandir y profundizar el mer-cado exterior para productos norteamerica-nos, y de hallar nuevos sitios para invertir sus excedentes de capital ejerci mucha pre-sin durante esos aos. La expansin de la economa norteamericana tambin requera el acceso a materias primas baratas para res-paldar la creciente capacidad de sus indus-trias, en especial de las corporaciones multi-nacionales nacientes (Escobar, 1996, 71).

    La polarizacin entre el sistema capitalista y el co-munista se hizo evidente, y de paso el mundo se convirti en una arena poltica en donde no se esca-timaban esfuerzos en demostrar cual sistema gene-raba ms bienestar y desarrollo a sus seguidores. En occidente el temor al comunismo convirti al desa-rrollo en el objetivo de la sociedad capitalista, de esta forma los EE.UU. emprendieron bajo el nombre del plan Marshall un movimiento gigantesco de capital, que se traducira en motor de impulso industrial y reconstruccin para Europa.

    El Plan Marshall fue un acontecimiento vital para Europa, y su signifi cado poltico, social y econmico se refl eja en las palabras de George Bataille citado por Escobar. Por primera vez en la historia del ca-pitalismo, el inters general de la sociedad pareca haber primado sobre el inters de las naciones o de

  • 201

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    los inversionistas privados. La movilizacin de capi-tal que acompa al Plan (19 mil millones de dlares en ayuda exterior a Europa occidental entre 1945 y 1950) estaba exenta de la ley de lucro en lo que constituy una clara suspensin de los principios de la economa clsica, era la nica forma de transferir a Europa los productos sin los cuales le aumentara la fi ebre al mundo. Por un breve lapso, al menos, Estados Unidos dej de lado la regla sobre la que se basaba el mundo capitalista. Era necesario regalar el producto del trabajo. (Escobar, 1996, 73-74).

    A pesar del aparente desinters que se muestra en el Plan Marshall, la accin de las naciones europeas de unirse al sistema capitalista como modelo eco-nmico, permiti que toda esa cantidad de dinero generara un gran cambio y se entendiera al capita-lismo como la opcin ms viable que aseguraba el desarrollo, y de paso se adicionaba a los principales naciones europeas al sistema.

    Resultado de este evento histrico se puede ver como desde el siglo XVII y sobre todo en el XIX se conso-lida la idea de progreso como economizacin de la sociedad desde una perspectiva naturalizada a partir de la cual, la idea de progreso se afi anza con la del desarrollo progresivo y como consecuencia de una seleccin natural, de la libertad de cada individuo, cada nacin y del desarrollo de las artes, las ciencias y el crecimiento econmico (Gmez, 2007, 63).

    2.3 Una aproximacin a las teoras latinoamericanas del desarrollo

    No se pretende hacer un exhaustivo anlisis de las teoras latinoamericanas del desarrollo, simplemente una aproximacin a las mismas de tal manera que generen un punto de partida de cmo el desarrollo ha tenido una gnesis y posteriormente como hoy nos encontramos inmersos en un desarrollo del cual somos protagonistas y dolientes.

    Brand y Sabogal (1999) explican el aporte latino-americano despus de la II Guerra Mundial, como la bsqueda por parte de los pensadores de un enfo-que autctono a los problemas del subdesarrollo en el mundo y en la regin. Como resultado los econo-mistas demostraron que el atraso no es un estadio ni

    una fase sino un proceso con una fundamentacin estructural y de esta manera una sociedad atrasada no podr desarrollarse mientras se mantengan las estructuras de dominacin y de dependencia que generan y determinan ese proceso.

    2.3.1. La teora Cepalina de Prebish

    El hecho de que se creara la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL) es ya un indicador de las inquietudes propias de nuestros intelectuales en cuanto al desarrollo econmico y social de Lati-noamrica. Ral Prebish con su trabajo seminal El desarrollo econmico de la Amrica Latina y algu-nos de sus principales problemas (Prebish, 1948), inaugura en cierta manera un pensamiento latino-americano que comenzaba a recoger inquietudes de los diferentes grupos de intelectuales.

    Entre los aportes tericos de Prebish encontramos que el subdesarrollo no se encuentra como ruta para llegar al desarrollo; de hecho el planteamiento de Pre-bish es contrario, pues trata al subdesarrollo como un fenmeno histrico y especifi co de ciertas socie-dades determinado por el desarrollo orgnico de la economa del mundo conformado por la condicin perifrica, resultado de un rezago estructural del siste-ma productivo que hace posible que los benefi cios y los salarios se contraigan con tendencias por debajo del ritmo de crecimiento de su propia productividad, bajo la presin estructural que impone la condicin cntrica en la relacin de intercambio comercial de los pases (Prebish, 1948; Hodara,1987; Gurrieri, 1982).

    Prebish fue contrario a los planteamientos Neocl-sicos que suponan que todo aumento en la pro-ductividad implica el descenso de los precios de las mercancas de las naciones desarrolladas lo que im-plicaba que las naciones menos desarrolladas paga-ran menos por las mercancas. Prebish lo menciona as la relacin de precios se ha movido, pues, en forma adversa a la periferia; contrariamente a lo que hubiera sucedido, si los precios hubieran declinado conforme al descenso del costo provocado por el au-mento de la productividad (1998, 76). Lo anterior sirvi como base para la aparicin de los primeros conceptos de la economa estructuralista y su alusin al discurso centro periferia.

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    202

    A grosso modo, el objetivo de la teora era el de tornar ms equitativo el intercambio entre las naciones desa-rrolladas y las que no lo eran, y para lograrlo se haca necesario aumentar la productividad, fortalecer las instituciones econmicas y sociales de tal manera que el resultado fuera el incremento de los salarios reales. Todo lo anterior redundara en el fortalecimiento es-tructural y social y por lo tanto se corregira el desequi-librio de ingresos entre el centro y la periferia.

    2.3.2. Teora de la dependencia

    La teora de la dependencia surge como una respues-ta a los pobres resultados de la teora de la CEPAL y con un pensamiento marxista fuerte, se consolid como una alternativa que miraba con buenos ojos el proceso de la revolucin cubana. Entre los autores destacados tenemos a Andr Gunder Frank (1970), Teothonio dos Santos (1973,2002), Fernando Car-doso (1969) y Anbal Quijano (1978).

    Esta institucin fue particularmente importante por su visin crtica al desarrollo, desde una posicin de base estructuralista fundamentada en la economa poltica, consolid el enfoque centro periferia. Entre los pilares en que descansa la teora de la dependencia podemos citar que los pases subdesarrollados necesitan estar subordinados al centro, o sea, a los pases desarrolla-dos, mientras que estos han sido independientes des-de sus inicios. Por otro lado la dependencia genera an ms atraso, el ejemplo tpico fue evidente cuando las naciones desarrolladas se enfrascaron en las gue-rras, Latinoamrica experiment un auge en su pro-ceso de industrializacin; caso contrario cuando las potencias occidentales se recuperaron despus de la guerra y como resultado los procesos de crecimiento y de industrializacin de la periferia volvieron a quedar dependientes y rezagados (Gmez, 2007, 64-67).

    Es por esto que Gunder Frank acu la frase de de-sarrollo del subdesarrollo en donde las naciones pobres fungen como abastecedoras de insumos y materias primas de los pases centrales construyen-do al interior una clase oligrquica que se perpetua en el poder haciendo ms ruinoso el desarrollo de los trabajadores que son explotados y son los que soportan unas condiciones econmicas y sociales deplorables.

    Entre las soluciones planteadas por la teora de la de-pendencia se encuentra que los pases pobres deben rechazar el capitalismo y el imperialismo generado por las potencias occidentales y enfi lar las bateras en pro de lograr la construccin de una sociedad so-cialista.

    2.3.3. Aproximacin colombiana al desarrollo

    La lista de pensadores colombianos que han abor-dado el tema desde una visin intelectual propia es extensa, siguiendo a Sabogal se destacan: Antonio Garca Nossa, Orlando Fals Borda, Jos Consuegra Higgins, Jorge Child, Isidro Parra Pea, Ral Alame-da Ospina, Abdn Espinosa Valderrama, Eduardo Sarmiento Palacio y Julio Silva Colmenares (Sabo-gal, 2004, 27).

    Dentro de esta selecta lista, uno de los representantes ms importantes de la economa colombiana en el siglo XX fuel pensador Antonio Garca Nossa, espe-cialmente cuando se hace mencin al tema del desa-rrollo colombiano y latinoamericano.

    El maestro Garca Nossa, quien dej una prolfi ca obra, destaca por sus posiciones propias latinoame-ricanas, en donde la socializacin de la direccin econmica o control social de los recursos bsicos del desarrollo sea de profundo raigambre popular y en donde la cohesin social sea la piedra angular de todas las polticas econmicas y sociales. Textual-mente anota ninguna reforma agraria estructural ha podido tener xito y conquistar sus objetivos fi nales, cuando las fuerzas sociales que las promueven y di-namizan han perdido la capacidad de participacin poltica o de efectiva presin sobre los aparatos del Estado y cuando se ha producido la desarticulacin del proyecto nacional revolucionario (Garca, 1972, 78).

    Se debe destacar tambin en el pensamiento de Gar-ca, el profundo sentimiento mestizo resultado de la herencia espaola y su mezcla con las formas nativas que dan lugar a un revitalizado pensamiento propio y necesariamente autnomo. De lo anterior se pue-de colegir que buscaba generar un pensamiento sin dejarse dominar por las relaciones econmicas e in-telectuales producidas por los pases dominantes.

  • 203

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    El aporte del maestro Garca en su profundo espritu latinoamericano es ver la realidad lejos de los acerca-mientos cientfi cos simplifi cadores y con aproxi ma- cio nes de centros dominantes del conocimiento y responde en palabras de Sabogal a: La compleji-dad latinoamericana no se avino jams con la sim-plicidad de las categoras que han pretendido atra-parlas. Las novedosas relaciones econmicas de lo que hoy es Amrica Latina no solamente heredaron la complejidad de la historia espaola, sino que se enriquecieron an ms con los aportes nativos (Sa-bogal, 2004, 16).

    Las propuestas de desarrollo de Garca involucran el papel del Estado como estructura que direcciona la operacin estratgica y global de desarrollo eco-nmico y social, de movilizar el esfuerzo interno, de imponer dinmica al proceso de transformacin y de disear e implementar nuevas reglas de juego. Sa-bogal resalta que para el cambio en la sociedad en corto y mediano plazo, Garca tiene en cuenta tres aspectos fundamentales: la participacin activa del Estado a travs de polticas y la planifi cacin econ-mica; la reforma agraria y la presencia autnoma de la universidad pblica, que debe jugar el papel de gua terica (Sabogal, 2004, 181).

    Concluyendo este aparte, en la refl exin se debe te-ner presente que la crtica que se hace hoy del desa-rrollo, es una corriente que se consolida en los 80 por la bsqueda de de-construccin de las categoras del desarrollo y la necesidad de pensar y construir socie-dades por fuera de la idea de desarrollo. De acuer-do con Gmez, con un enfoque poltico-cultural se cuestiona el discurso y las prcticas del desarrollo en cuanto a: produccin de conocimiento que se abso-lutiza mediante la ciencia y tecnologa, la separacin entre lo humano y la naturaleza, la pobreza como constructo material y cultural, la paz como pretexto para la guerra y la confi guracin de sujetos y socieda-des como subdesarrolladas (Gmez, 2007, 70-73).

    Arturo Escobar, en el mismo sentido hace un llama-do que debe ser odo en la discusin sobre el desa-rrollo y en las acciones llevadas a cabo. Resalta que los grupos populares del Tercer Mundo son cada vez ms conscientes de los dilemas de estar atrapa-dos entre las estrategias convencionales de desarro-

    llo y la apertura de espacios en los albores del capital ecolgico y de los discursos del pluralismo cultural, biodiversidad y etnicidad. Esto lleva a estos grupos a tener la necesidad de presentar alternativas, sus es-trategias de organizacin comienzan a girar en torno a dos principios: la defensa de la diferencia cultural, como fuerza transformadora y no esttica y la valo-racin de necesidades y oportunidades econmicas en trminos que no sean solamente los de la ganan-cia y el mercado (Escobar, 1996, 420-423).

    Las defi niciones de desarrollo hechas por Daly y Georgescu Roegen dan lugar a la necesidad de involucrar el elemento ambiental en la discusin del desarrollo, en la siguiente seccin se muestra el des-envolvimiento y elementos presentes en el desarrollo sostenible. Daly plantea que desarrollo es: mejora-miento cualitativo en la estructura, diseo y composi-cin de existencias y fl ujos fsicos y Georgescu Roe-gen dice: crecimiento es si usted obtiene un mayor nmero del mismo tipo de carruajes. Y si usted pasa de viajar en tren, eso es desarrollo (Pezzei, 92).

    3. El desarrollo sostenible: desenvolvimiento y contenidos

    Frente a la preocupacin ambiental y los llamados de alerta sobre los recursos, se plantea que el desarrollo econmico en Europa y Norte Amrica en los ltimos treinta aos ha demostrado que no hay escasez de re-cursos, esta afi rmacin es sustentada en que los precios de los minerales no se han incrementado a pesar la ex-pansin econmica de esas regiones; tambin se aseve-ra que la calidad del aire y otros problemas ambientales ha mejorado en estas regiones. Mler y Vincent (2008) responden que hay contra evidencia clara en el nivel microeconmico, teniendo en cuenta que la mayora de los problemas ambientales son intertemporales y locales, y de igual manera en el nivel macroeconmi-co visto en que hay una degradacin ambiental conti-nua que se expresa en problemas ambientales globales como: el cambio climtico, la destruccin de la capa de ozono, la desertifi cacin, disminucin de la diversidad marina, la prdida de biodiversidad y la reduccin de resiliencia ecolgica lo que representa un alto riesgo de desaparicin de ecosistemas que prestan bienes y servicios a comunidades locales. En el mismo sentido,

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    204

    los pases pobres y ricos presentan problemas ambien-tales comunes como: polucin urbana, erosin del sue-lo y reduccin de calidad y cantidad de agua potable. Asumiendo, entonces, que si existe una problemtica ambiental global y local, buena parte de la discusin y la propuesta de alternativas gira en torno al trmino a utilizar, se debe hablar de ecodesarrollo, de desarrollo sostenible, de desarrollo sustentable, de sostenibilidad, de crecimien to sostenido, cul de las acepciones es co-rrecta, cul de ellas defender como propuesta poltica?

    Para responder a estas preguntas se debe contextua-lizar el desarrollo histrico del trmino, las posiciones polticas de las propuestas y los enfoques disciplina-res o multidisciplinares utilizados. Se debe tener pre-sente en el anlisis que la discusin no se puede que-dar a ese nivel, sino por el contrario, se debe llevar a la visin del desarrollo o de la superacin del mismo, como dice Naredo:

    Sin embargo, la falta de resultados inhe-rente a la ambigedad que exige el uso meramente retrico del trmino, se est pro longando demasiado, hasta el punto de minar el xito poltico que acompa a su aplicacin inicial. La insatisfaccin creciente entre tcnicos y gestores que ha originado esta situacin, est multiplicando ltima-mente las crticas a la mencionada ambi-gedad conceptual y solicitando cada vez con ms fuerza la bsqueda de precisiones que hagan operativo su uso. Porque mien-tras la meta sea ambigua no habr accin prctica efi caz, por mucho que el pragma-tismo reinante trate de buscar atajos afi nan-do el instrumental antes de haber precisado las metas (Naredo, 1997, 1-2).

    De esta manera partiendo de una problemtica am-biental existente y de que la discusin tiene que su-perar el discurso retrico para que el enfoque en las defi niciones de paso a un acercamiento que respon-da a discusiones locales, regionales y globales.

    3.1 Avance histrico del desarrollo sostenible

    Como se especifi c en el apartado anterior, el asu-mir el desarrollo bajo sus promesas ha ido perdiendo

    aceptacin y validez, la creencia de la universalidad del concepto en cuanto a que todos los habitantes de la tierra nos podemos subir al tren del progreso y la supuesta durabilidad temporal de ese desarrollo, son dos elementos que han mostrado su imposibilidad de realizacin.

    Uno de los problemas sobresalientes desde las pri-meras discusiones y que persiste en la actualidad est dado en la relacin entre ambiente y desarrollo, aqu est involucrada la dicotoma entre la justicia y la cri-sis de la naturaleza, que en palabras de Sachs (1996) se presenta porque cualquier intento de mejorar la situacin de uno de estos, lleva a un empeoramiento en el otro aspecto, de forma que si se apuesta al cre-cimiento econmico de los ms pobres orientado en la justicia se generan problemas ambientales. En cuanto al desarrollo, uno de los primeros acerca-mientos que orientaron la discusin se dio con la pu-blicacin del modelo del Club de Roma, que se pu-blic con el nombre de Los lmites al crecimiento y analiz cinco variables: tecnologa, poblacin, nutri-cin, recursos naturales y medio ambiente. Su con-clusin principal fue que si las tendencias continua-ban, el sistema global se sobrecargara y colapsara para el ao 2000. Para evitarlo, tanto el crecimiento demogrfi co como el econmico tendran que dete-nerse (Meadows y Meadows, 1972). A pesar de que Los lmites al crecimiento recibi serias crticas y que sus predicciones no se cumplieron en el grado planteado, el informe hizo pblico por primera vez el concepto de lmites externos, refl ejando que el de-sarrollo podra estar condicionado por la limitacin de los recursos de la Tierra, esto tiene implicaciones claras sobre el concepto de desarrollo tradicional, ya que llev a proponer el crecimiento econmico cero, con evidentes reacciones de los economistas del de-sarrollo basado en el crecimiento.

    Con estos resultados, Ignacy Sachs propuso la pa-labra ecodesarrollo como trmino de compromiso que buscaba conciliar el aumento de la produccin, que en el marco de la justicia reclamaban los pases del Tercer Mundo, con el respeto a los ecosistemas necesarios para mantener las condiciones de habita-bilidad de la tierra. Esta propuesta era abiertamente crtica a la visin de crecimiento econmico de las

  • 205

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    economas ricas en desmedro del ambiente y gene-rador de injusticias sociales frente a las economas pobres (Sachs, 1996).

    La fuerza del concepto llev a que su difusin gene-rara reacciones de los defensores del sistema que fre-naron su avance. Esto se ejemplifi ca en que cuando el presidente de Mjico, Echeverra, suscribi y presen-t a la prensa las resoluciones de Cocoyoc, que aco-gan el trmino ecodesarrollo. Unos das ms tarde, Henry Kissinger manifest, como jefe de la diploma-cia norteamericana, su desaprobacin del texto en un telegrama enviado al presidente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNU-MA), diciendo que haba que retocar el vocabulario y, ms concretamente, el trmino ecodesarrollo, de esta manera esta propuesta qued vetada de los foros internacionales y fue reemplazada posteriormente por el desarrollo sostenible, que los economistas orto-doxos podan aceptar sin recelo, al confundirse con el desarrollo autosostenido (self sustained growth) in-troducido tiempo atrs por Rostow. (Naredo, 1997, 7)

    Esta es precisamente la discusin que enmarca lo su-cedido en Estocolmo 1972, porque es all donde el desarrollo sostenible promete un tipo de desarrollo que promueve la sostenibilidad ecolgica y la justicia internacional, poniendo fi n como propuesta a la di-cotoma expuesta entre ambiente y desarrollo.

    La Conferencia de Estocolmo emiti una Declara-cin de 26 Principios y un plan de accin con 10 recomendaciones. Se fi jaron algunas metas especfi -cas: una moratoria de diez aos a la caza comercial de ballenas, la prevencin de descargas deliberadas de petrleo en el mar a partir de 1975, y un informe sobre los usos de la energa para 1975. La Decla-racin de Estocolmo sobre el Medio Humano y sus Principios formaron el primer cuerpo de una legisla-cin blanda para cuestiones internacionales relativas al medio ambiente. (GEO3, 2002)

    La Conferencia de Estocolmo tiene tambin impor-tancia institucional porque recomend la creacin de un pequeo secretariado en las Naciones Unidas para la accin y coordinacin de las cuestiones del medio ambiente en la organizacin, fue en el ao de 1972 que se cre con el nombre de Programa de las Na-

    ciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Se debe tener presente que las objeciones hechas a los temas ambientales en los comits previos a la confe-rencia de Estocolmo 1972 por parte de los llamados pases del tercer mundo, no es resultado de una vi-sin diferente a la de los pases industrializados, por el contrario su posicin est motivada por del deseo de imitar su desarrollo, no admiten estos pases bajo la mirada de la justicia que escudados en los argumen-tos de lmites al crecimiento los pases industrializados les imposibiliten la oportunidad de crecer econmica-mente y de ah surge su oposicin, que en general se mantiene hasta nuestros das (ngel, 2008, 28).

    En este ambiente de discusin la Conferencia de Es-tocolmo dej claro en su informe de abril de 1972 que la proteccin ambiental no debe servir de ex-cusa para disminuir el progreso econmico de las naciones emergentes. Previamente en la conferen-cia de Founex, Suiza, en 1969, cuyos resultados se publicaron en el Informe Founex de junio de 1971 se identifi c al desarrollo y al medio ambiente como dos caras de la misma moneda, concretando que no son trminos antagnicos y que no puede haber de-sarrollo si los recursos naturales no son sufi cientes.

    En Estocolmo de esta manera, se apuesta por una fr-mula soportada en el optimismo tecnolgico el fi n de los lmites del crecimiento y al crecimiento cero, dado que es el avance de la tecnologa el que entregar las soluciones a los problemas ambientales del sistema de produccin consumo y dar al mismo tiempo el impul-so al crecimiento econmico. Valga sealar que esta es una nueva promesa, que con visos de verdad cientfi ca tecnolgica se expresa sin ningn soporte terico real y que no tiene en cuenta dos hechos cruciales; en primer lugar el efecto rebote, que lleva a que una mejora en efi ciencia que en un primer momento trae benefi cios ambientales y econmicos tiene como consecuencia un aumento en la produccin y consumo anulando o incluso empeorando los efectos positivos, y segundo que el optimismo tecnolgico est basado en hechos resientes y no sufi cientemente estilizados que no per-miten afi rmar que el resultado del avance tecnolgico sea siempre positivo.

    Se destaca tambin internacionalmente, la trascen-dencia del simposio de expertos presidido por Bar-

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    206

    bara Ward en Cocoyoc, Mxico, en 1974. Se dio amplio respaldo a la propuesta de ecodesarrollo y se dejo claro que El impacto destructor combinado de aquella mayora de seres humanos pobres que luchan por subsistir, y de aquella minora rica que consume la mayor parte de los recursos del globo, est socavando los medios que permitiran a todos los pueblos sobrevivir y fl orecer. Como gran conclu-sin del simposio se debe resaltar que el problema bsico de hoy en da no es el de la escasez material, sino el de la mala distribucin y tratamiento, desde las perspectivas social y econmica (GEO3, 2002).

    Las conclusiones de solucin de la dicotoma, entre ambiente y desarrollo, no fue del todo aceptada, au-tores como Sachs la han califi cado de promesa de la cuadratura del crculo, porque va en contra del conocimiento de los funcionamientos de los sistemas ecolgicos afectados por el sistema econmico, el concepto de irreversibilidad y la entropa propia al funcionamiento del sistema econmico. Y por otro lado los economistas del crecimiento como: Solow (1974), Stiglitz (1974), Dasgupta y Heal (1979), Hartwick (1977), entre otros, que ven el ambiente como un capital que no es indispensable en la fun-cin de produccin y que puede ser sustituido por otro tipo de capital.

    La dependencia mutua entre el ambiente y el desa-rrollo, por tanto no es fcilmente aceptada por todos los sectores acadmicos y polticos. Adicionalmente deba superar la oposicin del confl icto entre: los pa-ses del Norte y del Sur, el Estado y las organizaciones de negocios y las organizaciones supranacionales y la sociedad civil.

    Ante esta falta de consenso, se requiere un proceso en el que creyeran estos actores y que tuviera capa-cidad de decisin, as en 1983 se estableci la Co-misin Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desa-rrollo (WCED), tambin conocida como la Comisin Brundtland. Como resultado, se defi ne en el informe Nuestro Futuro Comn de la Comisin en 1987 el desarrollo sostenible como: El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades de la generacin presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus pro-pias necesidades (CMMAD, 1988).

    Esta es una defi nicin amplia y por lo tanto logra una aceptacin general, frente a ella se han propuesto unas 300 defi niciones explicativas, donde confl uyen diversas visiones y que segn Bermejo (2005) no in-dica el camino y no determina metas concretas, por lo que es un concepto chicle que unir a todo el mundo, desde el empresario que busca el benefi cio, y el agricultor que persigue una existencia que minimi-za el riesgo, hasta el trabajador social que busca equi-dad, el habitante del primer mundo preocupado por la contaminacin y amante de la naturaleza, el gestor pblico maximizador del crecimiento, el tecncrata, y el poltico contador de votos (Bermejo, 2005, 24)

    El sector empresarial hace su aporte en 1984 con la participacin del PNUMA en la Conferencia Indus-trial Mundial sobre la Proteccin del Medio Ambien-te, y sumado al programa de Cuidado Responsable de la industria qumica canadiense, da como resul-tado la concepcin del cdigo de conducta para un manejo del medio ambiente de manera segura por parte del sector empresarial. De esta manera se llega a la consolidacin del concepto de efi cacia ecolgica en el sector industrial que es el medio por el que se reduce el impacto de la actividad productiva sobre el ambiente y se aumenta la rentabilidad de la orga-nizacin.

    La visin bidimensional que involucra lo ambiental y el desarrollo econmico toma un gran impulso en la Conferencia sobre medio ambiente y desarrollo de la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico (OECD), como resultado se sostiene que:

    Un continuo mejoramiento del medio am-biente y un sustancial crecimiento econ-mico son objetivos esenciales, compatibles e interrelacionados para los pases miem-bros de la OECD. Esta conclusin, la ms importante de la Conferencia, signifi ca que el ambiente y la economa, si se dirigen apropiadamente, se refuerzan mutuamen-te; y soportan y son soportados por la inno-vacin tecnolgica (OECD, 1985, 10).

    La Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE), deja por fuera en su conferencia el aspecto social y nuevamente refuerza la idea de que

  • 207

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    es la tecnologa la que traer las soluciones frente a la dicotoma entre ambiente y desarrollo ya superada.

    Se debe dar claridad en cuanto a que no es una dicotoma superada, prueba de ello es el Congreso Internacional sobre Technology, Sustainable Deve-lopment and Imbalance, realizado en Tarrasa en 1995, en este congreso fueron muy crticos a la visin dominante del desarrollo sostenible y como conclu-sin manifi estan que el objetivo de la sostenibilidad es incompatible con el desarrollo de un sistema eco-nmico cuya globalizacin origina a la vez la homo-geneizacin cultural y la destruccin ambiental.

    En el desarrollo de las discusiones ambiente desarro-llo, ha estado presente el confl icto y las negociaciones en las relaciones Norte-Sur; el Protocolo de Montreal en 1987, es un evento que cambia la concepcin al mostrarse como un modelo de cooperacin entre los pases del Norte y los del Sur y al mismo tiempo las relaciones de gobiernos y empresarios para enfrentar los problemas ambientales globales.

    El cambio climtico, tambin se posiciona como un problema ambiental planetario y exige de la relacin ambiente desarrollo una respuesta, as en 1989 se estableci el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climticos (IPCC) con tres equipos de trabajo enfocados a la evaluacin cientfi ca del cambio climtico, sus efectos ambientales y socioeco-nmicos, y estrategias de respuesta.

    La dcada de los 1980, fue prolija en avances con-ceptuales y acuerdos con la participacin de buen nmero pases y de instituciones. Los noventa des-tacan por la Conferencia de las Naciones Unidas so-bre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) o Cumbre para la Tierra, que tuvo lugar en junio de 1992 en Ro de Janeiro, Brasil y la conferencia preparatoria ministerial sobre el medio ambiente que tuvo lugar en Bergen, Noruega, en mayo de 1990.

    Los Principios de Ro 1992, en especial los concep-tos: responsabilidad compartida pero diferenciada, el principio el que contamina paga y el principio pre-cautorio, son una defi nicin de lineamientos para la accin necesarios, sin embargo otras propuestas de la reunin representan una continuacin de lo tratado

    en Estocolmo veinte aos antes, con una clara visin antropocentrista del desarrollo sostenible y afi rman-do que los seres humanos tienen derecho a una vida sana y productiva en armona con la naturaleza.

    En esta conferencia de 1992, se tiende a creer que los problemas ambientales solo pueden tener solu-ciones que vengan de los pases industrializados, es decir del Norte. Sachs lo enfatiza al analizar la Agen-da 21, que es el Plan de Accin de las Naciones Uni-das, surgido de Ro 1992, aqu se divide al mundo entre pases en dfi cit y pases de alto rendimiento y los problemas ecolgicos del Sur son resultado de insufi ciencia de capital, tecnologa atrasada, carencia de conocimiento y disminucin del crecimiento eco-nmico. De esta manera la solucin es que el Norte debe incrementar las inversiones en el Sur para transferir tecnologa y conocimientos en eco ingenie-ra (Sachs, 1996, 31).

    En este orden de ideas, es importante el paso de la conservacin de la naturaleza a la conservacin del crecimiento, este cambio fue trado por la Estrategia de Conservacin Mundial de la IUNC, WWF y PNU-MA cuando por primera vez se habl de desarrollo sostenible, con el sentido de que lo que debe ser sos-tenido es el desarrollo econmico no los recursos na-turales. (Sachs, 1996, 27), bajo esta mirada se trata a la naturaleza en cuanto a prestadora de servicios para el desarrollo, y por lo tanto se interpreta a la naturaleza como capital y por lo tanto puede ser sus-tituida por otro tipo de capital.

    En el mismo sentido, el Banco Mundial ve el desarro-llo sostenible como: Las sociedades podrn escoger acumular el capital humano o capital manufactura-do a cambio de, por ejemplo, disminuir sus reservas minerales o convertir una forma de uso de la tie-rra en otro. Lo que importa es que la productividad global del capital acumulado compensa de sobra cualquier prdida debido al agotamiento del capital natural (Banco Mundial, 1992, 34).

    Como resultado de este avance antropocntrico y de optimismo tecnolgico, que ve en el ambiente un ca-pital que es sustituible por los otros capitales, el pro-ceso de negociacin multilateral continua sin grandes cambios en la concepcin de la relacin ambiente

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    208

    desarrollo, es as como la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo realizada en 2002 es una apuesta ambiciosa por el establecimien-to de un Plan de Gobierno para un mundo sosteni-ble, para continuar en los propsitos defi nidos en Ro 1992 por lo que se llam conferencia Ro+10.

    Hay tres elementos principales que marcan el sentido de la cumbre de Johannesburgo: la discusin sobre el principio de precaucin, responsabilidades comunes pero diferenciadas, recursos nuevos y adicionales a la ayuda ofi cial para el desarrollo y globalizacin.

    En primer lugar se produjo un retroceso de propor-ciones en el llamado principio precautorio, se trat de sustituir por el uso de un enfoque ecosistmico con precaucin, siempre que fuera posible. Es cla-ra la intencin de pasar de un principio que direccio-na la accin a uno ambiguo de menor compromiso, afortunadamente no se logr realizar este cambio.

    Se trat en segundo lugar, de eliminar el principio de las responsabilidades comunes pero diferencia-das, donde las naciones que han sido responsables histricamente de la degradacin ambiental tienen mayores responsabilidades que las no industrializa-das sin mayor infl uencia en el dao global, afortuna-damente la respuesta de los pases en desarrollo con liderazgo de Brasil evit este retroceso.

    En tercer lugar se busc dar marcha atrs a los com-promisos de los pases desarrollados en cuanto a re-cursos nuevos y adicionales a la ayuda ofi cial para el desarrollo (AOD), tratando de evitar que la defi ni-cin de compromisos se viera refl ejada en acciones concretas fi nanciadas por los pases industrializados, esto tampoco se logr completamente pero se ha ido implementando en la prctica paulatinamente.

    Por ltimo, el captulo sobre globalizacin desapareci, siendo incluido en el captulo sobre medios de imple-mentacin. Lo grave de este resultado es que convierte los mecanismos responsables de la profundizacin de la crisis de sustentabilidad representados en la globali-zacin, en simples medios de implementacin.

    Guimares (2006) expresa as el resultado de la con-vencin: En resumidas cuentas, se malgast una

    energa preciosa durante la primera semana de la conferencia Ro+10, algunos temas, como el de re-cursos fi nancieros, permanecieron indefi nidos hasta las ltimas sesiones tan slo para recuperar decisio-nes y acuerdos consagrados en Estocolmo y en Ro. (Guimares, 2006, 142-146)

    3.2 El desarrollo sostenible en Amrica Latina

    Al analizar lo sucedido en Amrica Latina se debe tener presente que los procesos responden en buena medida a lo sucedido en los centros de poder poltico y econ-mico, en la concepcin del desarrollo y en lo referente al desarrollo sostenible; la respuesta puede ser de acep-tacin por el seguimiento de polticas defi nidas inter-nacionalmente o de rechazo frente a estas situaciones.

    De esta manera ngel resalta que en la visin lati-noamericana del desarrollo sostenible, es diferente lo defendido por los diplomticos en los espacios de discusin y de negociacin a lo construido por la academia y los grupos populares de accin (ngel, 2008, 36).

    En ese sentido, es un verdadero hito la propuesta del Modelo Mundial Latinoamericano, publicado en 1971 que muestra el camino para una sociedad ideal, siendo muy claro en la necesidad de no seguir las ten-dencias internacionales, especfi camente es una rpli-ca directa del Modelo Mundial III del Club de Roma.

    El rechazo en esta propuesta del Modelo Mundial La-tinoamericano al Club de Roma, se da bsicamente frente a la concepcin de los lmites, en el contexto de la dicotoma justicia-ambiente. Los latinoamerica-nos reafi rman su derecho al crecimiento econmico, de manera que abordan los lmites no como fsicos sino sociopolticos. De manera que los problemas ambientales no son consecuencias del progreso hu-mano sino de la organizacin social que se basa en valores que impactan el ambiente, en otras palabras el problema est en la distribucin de los bienes y servicios, por lo que esta propuesta hace una crtica tanto al capitalismo como al comunismo.

    Particularmente, como propuesta claramente alter-nativa plantea que la solucin no es el crecimiento de la economa sino la reduccin del consumo no

  • 209

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    indispensable, el aumento de la inversin, la reduc-cin de barreras al uso racional de la tierra y la distri-bucin igualitaria de bienes y servicios.

    Es muy importante la presencia de la idea de que los Pases en Desarrollo no deben seguir el camino de los Pases Desarrollos y que los Pases Desarrollos deben reducir su tasa de crecimiento para bajar la presin sobre los recursos naturales y del ambiente.

    Es tambin sobresaliente en la evolucin latinoame-ricana, el papel de la CEPAL que a la vez ha sido determinante en la concepcin latinoamericana del desarrollo, en el tema ambiental cre la Unidad de Medio Ambiente en 1980, con direccin de Osvaldo Sunkel. Sunkel pone de manifi esto que las relacio-nes entre desarrollo y medio ambiente no se deben abordar solo desde fenmenos econmicos y socio polticos, sino que tambin se debe tener en cuenta la incidencia en el ambiente y los fenmenos culturales.

    Siguiendo la tradicin cepalina, Sunkel pone de mani-fi esto que el surgimiento de los pases industrializados se da por la explotacin de sus recursos y de los del pla-neta y empeorando la situacin, el estilo de desarrollo en Latinoamrica busca la reproduccin local de los patrones de produccin y consumo de los pases ricos para las minoras y no la satisfaccin de necesidades para toda la poblacin. De manera que esta forma de entender el desarrollo ha llevado a los mismos proble-mas ambientales que tenan los pases industrializados y no se ven opciones diferentes de desarrollo.

    La visin cepalina se enmarca en una aproximacin poltica, es as como Osvaldo Sunkel en la intro-duccin de la publicacin del proyecto Estilos de desarrollo y medio ambiente en la Amrica Latina presenta la perspectiva poltica de la problemtica ambiental, y se expone de manera acorde desde la CEPAL el abordaje de: Ral Prebisch, que detalla los problemas de la bisfera y su relacin con el capita-lismo perifrico; Armando Di Filippo, al tratar el tema de la distribucin espacial de la actividad econmica y la poblacin; Luciano Tomassini y Osvaldo Sunkel, al explicar los factores ambientales en la evolucin de las relaciones centroperiferia y Marshall Wolfe, al ahondar en el tema de la percepcin poltica de los problemas ambientales. (Gligo, 2006, 23-26)

    Por su parte como contribucin a la discusin, la Universidad Nacional coordina el Seminario sobre Universidad y Medio Ambiente para Amrica Lati-na y el Caribe, realizado en Bogot en 1985, con el apoyo de PNUMA/UNESCO. Es importante el esp-ritu latinoamericano del evento, en cuanto a la defi -nicin de conceptos ambientales y la generacin de propuestas alternativas. Al respecto se tiene claridad en cuanto a que los problemas ambientales latinoa-mericanos corresponden al orden econmico inter-nacional y el contexto de dependencia econmica y tecnolgica que es dependencia cultural. Es as como desde la universidad surge la necesidad de un desarrollo alternativo al que domina, debido a que este ltimo trae problemas ambientales y la pobreza de la mayor parte de la poblacin.

    Es claro en el recuento hasta aqu realizado que hay elementos conceptuales y de accin de un pensa-miento propio latinoamericano que a la vez que es crtico del desarrollo en su concepcin dominante, es propositivo con alternativas de desarrollo acordes a las condiciones regionales. Entre las propuestas, Ju-lio Carrizosa destaca el papel del Padre Luis Levret quin realiz misiones de desarrollo en Latinoamri-ca con una visin integral del desarrollo, que no solo se limita a la dimensin econmica y sino que intro-duce la visin precolombina de los indgenas en el pensamiento del desarrollo que difunda, haciendo nfasis en la necesidad de diferenciar crecimiento econmico de desarrollo (Sachs, 1996, 58).

    En contraposicin a lo expuesto hasta aqu, en cuan-to a las ganancias en trminos de independencia in-telectual, Nuestra Propia Agenda, signifi ca un re-troceso. El evento responde a la peticin de Comisin de Desarrollo y Medio Ambiente de Amrica Latina y el Caribe, BID y PNUD, para plantear la posicin regional a ser discutida en Ro 92 como continuacin de nuestro futuro comn. La relacin ambiente de-sarrollo no es clara y no hay consenso entre los auto-res del documento. Como aspecto positivo, es claro en la introduccin del informe, que la modalidad de desarrollo actual parece cada da menos viable, por el deterioro ambiental y la desigualdad social. Sin embargo, en la visin de futuro se aleja de estas premisas, pensando en el desarrollo de manera or-todoxa, ve los lmites como algo superable mediante

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    210

    la integracin al contexto internacional donde hay tecnologa y recursos para el desarrollo, entonces el desarrollo sustentable implica un proceso de apertu-ra y vinculacin al sistema internacional.

    Lo plantea de la siguiente manera: La complementarie-dad exigir solidaridad entre el Norte y el Sur. Requerir la movilizacin de recursos fi nancieros y tecnolgicos para alcanzar metas comunes, y la capacidad de supe-rar la confrontacin, dejar de lado la dicotoma mental de ganadores y perdedores, y olvidar la idea de mundos separados en este planeta nico (CEPAL, 1990, 2).

    Otro aspecto a tener en cuenta es que la realidad en Lati-noamrica muestra una difi cultad de la regin en la par-ticipacin de las iniciativas globales, resultado de la poca coordinacin regional como bloque negociador que in-tegra su estrategia a partir de posiciones compartidas.

    Esto es claro en la Iniciativa Latinoamericana y Cari-bea sobre Desarrollo Sustentable propuesta por el go-

    bierno brasileo y aprobada en San Pablo en mayo de de 2002 (PNUMA/ROLAC, 2002). Con esta inicia tiva bajo el liderazgo brasileo se persigue defi nir una posi-cin negociadora de bloque regional, pero el resultado no fue exitoso en cuanto no se defi nieron posiciones concretas latinoamericanas expresadas en metas defi -nidas a ser defendidas como bloque negociador.

    Guimares (2006) se lamenta de que lejos de encon-trar una voz regional con propuestas innovadoras, el resultado de la iniciativa fue una repeticin de posi-ciones antiguas y sin una agenda precisa para llevar a Johannesburgo 2002. De esta manera Amrica Latina y el Caribe perdi la oportunidad de coordi-nar acciones pro activas y de ejercer liderazgo en las negociaciones.

    En la Tabla No. 1 se resumen los hechos ms impor-tantes del desenvolvimiento de los trminos involu-crados en el desarrollo sostenible.

    1 Construccin propia basada en Naredo (1997), Sachs, et al (1996), Guimaraes (2006) y Carrizosa (2007).

    Tabla1. Desenvolvimiento del concepto desarrollo sostenible1

    Fecha Hecho Institucin Descripcin

    siglo XVIII

    Primera ideas de sostenibilidad

    llamados fi sicratas

    Proponen aumentar las riquezas renacientes sin menoscabo de los bienes fondo

    setenta ecodesarrollo Ignacy Sachs Consultor de Naciones Unidas para temas de medioambiente y desarrollo propuso la pa-labra ecodesarrollo.

    1971 Informe del Club de Roma

    Club de Roma Preparado por Meadows, defi ne los lmites del crecimiento.

    1971 Informe Founex Identifi c al desarrollo y al medio ambiente como dos caras de la misma moneda.

    1971 Modelo Mundial Latino-americano

    Movimiento de Bariloche

    Es una rplica clara del Modelo Mundial III del Club de Roma.

    1972 La Declaracin de Esto-colmo sobre el Medio Hu-mano

    ONU Primer cuerpo de una legislacin blanda para cuestiones internacionales relativas al medio ambiente.

    1972 Creacin del PNUMA ONU Sugerido por la Conferencia de Estocolmo.

    l974 Declaracin de Cocoyoc Seminario promo-vido por las Na-ciones Unidas

    Identifi c los factores econmicos y sociales que conducen al deterioro del medio am-biente.

    1980 Creacin de la Unidad de Medio Ambiente

    CEPAL Genera estudios y publicaciones en la temtica del medio ambiente y desarrollo.

    1980 Estrategia para la Conser-vacin Mundial

    IUCN, WWF y PNUMA

    Se habla por primera vez de desarrollo sostenible, nfasis en sostenibilidad del desarrollo econmico no de los recursos naturales.

  • 211

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    1983 Se estableci la Comisin Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (WCED)

    Tambin conocida como la Comisin Brundtland.

    1984 Conferencia Industrial Mun dial sobre la Protec-cin del Medio Ambiente

    PNUMA Cdigo de conducta para el manejo del medio ambiente seguro en el sector empresarial. Surge el concepto de efi cacia ecolgica en el sector industrial

    1985 Conferencia sobre medio ambiente y desarrollo

    OECD La economa y la proteccin del medio ambiente se refuerzan mutuamente, apoyadas en la tecnologa.

    1985 Seminario sobre Univer-sidad y Medio Ambiente para Amrica Latina y el Caribe, Bogot.

    Conceptualizacin sobre la situacin ambiental especifi ca del subdesarrollo y bsqueda de soluciones alternativas.

    1987-1988

    Informe sobre Nuestro futuro comn

    coordinado por Gro Harlem Brundtland en el marco de las Naciones Unidas

    Pone de moda el objetivo del desarrollo sostenible se subrayaba la insostenibilidad del modelo econmico.

    1987 Protocolo de Montreal Modelo de cooperacin entre el Norte y el Sur, gobiernos y empresarios para enfrentar problemas ambientales globales.

    1990 Nuestra Propia Agenda Responde a la peticin de Comisin de Desarrollo y Medio Ambiente de Amrica Latina y el Caribe, BID y PNUD, para ser discutida en Ro 92. Es una continuacin de nuestro futuro comn.

    1991 Artculo sostenibilidad des de la perspectiva de un economista

    Robert Solow Para Solow lo que debe ser conservado es el valor del stock de capital (incluyendo el capital natural) con el que cuenta la sociedad.

    1992 Informe titulado Ms all de los lmites

    Meadows Cambio en la posicin del autor: pese a existir lmites al crecimiento, no tiene por qu haberlos al desarrollo.

    1992 Conferencia de las Nacio -nes Unidas sobre el Me dio Ambiente y el Desa rrollo (CNUMAD) o Cumbre para la Tierra

    ONU Ser humano en el centro de las preocupaciones acerca del desarrollo sostenible. Defi ne la constitucin de la tierra en la Agenda 21.

    1992 Diccionario del desarro-llo,

    dirigido por Wolfgang Sachs

    Plantea un cambio conceptual: la idea del desarrollo permanece, como una especie de ruina, Ya es hora de desmantelar su estructura mental.

    1994 El libro de Richard B. Norgaard titulado El desarrollo traicionado.

    Subraya la inconsistencia de unir las nociones de sostenibilidad y desarrollo.

    2002 Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, Johanesburgo

    ONU Evaluacin y continuacin de Ro 1992

    Puede verse que el avance histrico descrito en las relaciones desarrollo sostenible y econmico. Y como se ha analizado en el apartado, es claro que Latinoamrica ha estado al tanto de las discusiones y ha realizado aportes importantes a la conceptuali-zacin global.

    El desenvolvimiento mostrado da lugar a que el de-sarrollo sostenible sea un trmino que se acepta en general por varios grupos con intereses dismiles, es un concepto que la sociedad en general reconoce y valora como positivo. Esto no es gratuito, la historia

    de la evolucin conceptual del desarrollo sostenible muestra desde sus inicios una fi nalidad de genera-cin de consensos y como es claro para cualquier poltico, el llegar a acuerdos se hace ms fcil en cuanto los compromisos adoptados sean menores.

    Al respecto Naredo recuerda que esta es una estra-tegia ampliamente utilizada en las ciencias sociales y citando a Malthus dice: Como ya haba adverti-do tempranamente Malthus en sus Defi niciones en Economa Poltica (1827), el xito en el empleo de nuevos trminos viene especialmente marcado, en

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    212

    las ciencias sociales, por su conexin con el propio statu quo mental, institucional, y terminolgico ya establecidos en la sociedad en la que han de tomar cuerpo. El xito del trmino sostenible no es ajeno a esta regla, sobre todo teniendo en cuenta que naci acompaando a aquel otro de desarrollo para ha-blar as de desarrollo sostenible (Naredo, 1997, 2).

    En el siguiente apartado se profundizar en las rela-ciones del desarrollo y el ambiente en concordancia con el desenvolvimiento de los dos conceptos his-tricamente y en trminos de negociacin interna-cional.

    4. Relaciones, desarrollo y ambiente

    Es claro al analizar el contenido de las secciones preli-minares que el avance conceptual lleva a la existencia de interrelaciones, en cuanto a la relacin bidimensio-nal que hace que bien sean conceptos que se retroali-mentan positivamente o bien negativamente. En esta seccin se establecen estos nodos de relacin.

    En una aproximacin primera, lo econmicamente correcto, bajo la visin de la economa dominante defendiendo intereses polticos y fi nancieros, deter-minan el signifi cado del concepto desarrollo y su po-der de difusin de una manera de pensar y actuar. Es esta visin la que se imprime al concepto de desa-rrollo sostenible, pasando por alto y no permitiendo la difusin de conceptos alternativos como el caso del ecodesarrollo o de las propuestas latinoamerica-nas. Es lo que se percibe en los primeros enfoques como el de Estocolmo 72 y desarrollos posteriores hasta Johannesburgo 2002, no solo conceptualmen-te sino tambin mediante mecanismos de presin y negociacin.

    Para Julio Carrizosa (2007) es motivo de preocupa-cin el hecho de que el desarrollo y su relacin con el ambiente coincidan tanto en la visin marxista-leninista como en la de extrema derecha, de manera que los totalitarismos expresan su posicin a nivel cognitivo en la teora neoclsica neoliberal y en la ecologa profunda. De manera que el desarrollo sos-tenible en cuanto desarrollo responde a un aumento de la produccin, no a una limitacin de la misma (Carrizosa, 2007, 289-291).

    De esta manera, al enfrentar el tema ambiental desde el desarrollo, se puede ver cambios de concepcin dependiendo del abordaje ideolgico presente, pero coincidencias importantes que han impedido la ge-neracin de acciones en cuanto a la no dicotoma ambiente desarrollo o la bsqueda del crecimiento econmico siguiendo el modelo de desarrollo de los llamados pases desarrollados. Esto es crucial en el anlisis porque la conceptualizacin sobre el desarro-llo como se ha visto en las secciones anteriores deter-mina en buena medida la forma en que se toma el ambiente y se enfrentan los problemas ambientales.

    Con miras a esquematizar este acercamiento es va-liosa la propuesta presentada por Guhl (2007) que identifi ca cuatro enfoques de desarrollo y su relacin con el ambiente.

    El primer enfoque es llamado de crecimiento econ-mico, el desarrollo es entendido como aumento de la produccin y del ingreso, el ambiente es visto como proveedor que genera ms produccin e ingreso, se parte de la concepcin de sustitubilidad del capital natural por los otros tipos de capital, en particular el fi nanciero y el econmico.

    El segundo enfoque es de desarrollo econmico, que busca mejorar el bienestar de la sociedad, diferen-ciando entre crecimiento y desarrollo, en esta aproxi-macin el ambiente es visto como medio para alcan-zar la calidad de vida y tiene un carcter ilimitado.

    El tercer enfoque es el de desarrollo sostenible que persigue el bienestar de la sociedad sin comprome-ter el capital natural. Es as el desarrollo econmico involucrando los lmites del ecosistema y la equidad intergeneracional, frente a lo ambiental debe haber estrategias de conservacin y uso sostenible.

    El cuarto enfoque es de desarrollo humano, se cen-tra en la posibilidad del individuo de vivir una vida plena, y el ambiente es uno de los elementos para lograrlo, tiene en cuenta un desarrollo multidimen-sional.

    Este esquema desde luego es una simplifi cacin, pero muestra que en las sucesivas negociaciones las estrategias han logrado eliminar conceptos que apa-

  • 213

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    recieron en las primeras concepciones del desarrollo sostenible y que exigen cambios estructurales en la forma de organizacin y funcionamiento de la so-ciedad. Es de esta manera como la concepcin de lmites al crecimiento, la necesidad de un crecimien-to cero, la dicotoma entre ambiente y desarrollo, la concepcin de un ser humano parte de la naturaleza y un ambiente con derechos, ha cedido espacio a propuestas ms antropocntricas que responden a los direccionamientos de hacedores de poltica bajo criterios de racionalidad econmica que ponen como fi n el crecimiento econmico.

    Este desenvolvimiento de los acontecimientos est tambin presente en que los pases industrializados lograron dar reversa a los compromisos de ayuda que adquirieron en los primeros eventos de desarro-llo y medio ambiente, bajo posiciones de negociacin organizadas lograron cambiar el concepto de ayuda por el de comercio; planteando la efi ciencia del mer-cado como respuesta a los problemas ambientales se desembarazaron de las responsabilidades asumidas en las negociaciones internacionales.

    Al respecto Guimares comenta: habra que resis-tir tambin las tendencias a reemplazar la ayuda al desarrollo solo por el comercio, lo que se resumi en Rio en la propuesta de trade, not aid. Desafor-tunadamente, si en Estocolmo los pases desarrolla-dos lograron concretar su compromiso de destinar el 0.7% del PIB a la ayuda al desarrollo, en Rio esa modalidad de cooperacin se encontraba en niveles cercanos a la mitad, lo que llev a que se incluyera en la Declaracin de Rio un llamado a recuperar el compromiso de Estocolmo. Pese a ello, cinco aos despus, durante la Asamblea Especial de Naciones Unidas, convocada en 1997 para evaluar los progre-sos realizados desde Rio, la ayuda al desarrollo se haba reducido an ms, a un porcentaje cercano a tan solo el 0.2% del PIB de los pases desarrollados (Guimares, 2001,6).

    El abordaje dominante desarrollista que responde a la racionalidad econmica hace que el crecimiento econmico sea el fi n y ya no el medio para algo, de manera que se llega a defi nirlo como primer objetivo del desarrollo sostenible. Bajo esa concepcin Ca-rrizosa (2007), estipula que se est en concordancia

    de las versiones del desarrollo sostenible construidas desde el pensamiento neoclsico y de acuerdo con las polticas neoliberales.

    De esta manera, los enfoques de desarrollo muestran que la visin econmica prima por ser dominante en los mbitos de toma de decisiones entre los hacedo-res de poltica, las relaciones identifi cadas de ciencias econmicas frente a otras ciencias son claras, por la medida de las acciones en trminos de efi ciencia fi -nanciera. Al respecto los elementos de anlisis de la realidad ambiental en trminos de: fsica, de la bio-diversidad, de energa y de contaminacin, son tra-ducidos mediante la utilizacin de metodologas de valoracin a trminos monetarios, que les sustraen su esencia y los ponen en el plano del sistema pro-duccin consumo regido por la racionalidad econ-mica tradicional respondiendo lo que se ha defi nido previamente como econmicamente correcto.

    5. Conclusiones

    Una vez analizadas las relaciones y evolucin de los trminos desarrollo y desarrollo sostenible, se puede afi rmar que se hace presente el papel de dominancia terica de una visin central ortodoxa que extiende sus conceptos y son aceptados o impuestos por va diplomtica o mediante coaliciones de negociacin de los pases industrializados en defensa de sus intereses.

    De manera contraria, los pases latinoamericanos no han desarrollado estrategias de negociacin que le permitan como bloque defender sus intereses en las relaciones desarrollo y medio ambiente, de modo que ha perdido valiosas oportunidades en los esce-narios regionales e internacionales.

    Amrica Latina ha tenido aportes tericamente im-portantes de resonancia y validez global en temas de desarrollo y de desarrollo sostenible. Esta concep-tualizacin ha sido recibida y elogiada por tericos de los centros cientfi co tecnolgicos, sin embargo lo aceptacin no ha sido tan amplia entre los pares latinoamericanos, paradjicamente en ocasiones se considera un aporte de un latinoamericano en la re-gin siempre y cuando sea avalado por un pensador europeo o norteamericano.

  • JAVIER SABOGAL AGUILAR, ENRIQUE HURTADO AGUIRRE

    214

    De igual manera Latinoamrica y el Caribe son acti-vos en las negociaciones internacionales como lo de-muestra la ratifi cacin de al menos diez de los acuer-dos ambientales jurdicamente vinculantes. Sin em-bargo, la puesta en prctica de los compromisos no ha sido tan efi caz por insufi ciencia de instrumentos y recursos, en buena medida por el incumplimien-to de los pases industrializados en los compromisos adquiridos. Esto se ha evidenciado con la reduccin de la transferencia de recursos por parte de los pa-ses llamados desarrollados, directamente evitando los compromisos o utilizando desvos tericos como el sustituir la ayuda por la utilizacin de mecanismos de mercado.

    La historia se repite en cuanto a que la historia de los pases latinoamericanos responde de manera reactiva a los designios de los centros de desarrollo econmi-co, defi niendo su desarrollo regional y de igual mane-ra las directrices del desarrollo sostenible que le son impuestos mediante procesos de negociacin donde la regin no ha podido defender sus intereses.

    Las iniciativas de propuestas alternativas latinoame-ricanas como las de la CEPAL en el tema econmico y las de Bariloche, Bogot y Ro de Janeiro en el ambiental, han sucumbido a nuevas olas de colonia-lismo intelectual, que bajo el discurso de desarrollis-mo econmico que claman por la universalidad de la ciencia y en particular de la econmica da como resultado la idea de que ni el pensamiento alterna-tivo ni la bsqueda de acciones por fuera de las de-cisiones de organismos multilaterales tienen sentido no validez terica.

    La necesidad de introduccin de elementos de an-lisis diferentes al econmico surge en el anlisis rea-lizado pero cae ante la fuerza de lo econmicamente correcto. De esta manera las propuestas de limitar el crecimiento econmico e incluso llevarlo a cero, los elementos de insustitubilidad del capital natural por otro tipo de capital o la inconmensurabilidad e im-posibilidad de valoracin econmica de los aspectos fsicos, de informacin y de energa; dan lugar una y otra vez a que sea el lenguaje econmico crema-tstico el que medie en las relaciones sociales y las de la cultura, en cuanto nicho del ser humano en el planeta, con el ambiente.

    La urgencia de respuestas ante esta dominancia del desarrollismo econmico, no se puede hacer esperar porque como lo ilustra Guimares: la regin no es ms sostenible desde el punto de vista social o eco-nmico de lo que lo era hace diez aos. Las situacio-nes de degradacin medioambiental persisten en ta-sas alarmantes, a pesar de que hay diferencias claras entre procesos nacionales. Los ecosistemas y la base de recursos naturales siguen sufriendo el impacto de los patrones insostenibles de produccin, consumo y urbanizacin, y estn actualmente absorbiendo una mayor carga de contaminacin. Adems, durante la ltima dcada la regin ha mostrado un mayor grado de vulnerabilidad a fenmenos naturales ms inten-sos y frecuentes que tuvieron serios impactos sobre los sistemas ecolgicos y sociales, provocando mayor inseguridad humana, ambiental y econmica, debili-tando an ms la sostenibilidad y generando mayor incertidumbre en relacin con el futuro, en especial en los pases de menor tamao relativo, como los in-sulares. La pobreza, la privacin y la exclusin social siguen impidiendo que ms de 200 millones de ciu-dadanos latinoamericanos y caribeos puedan ejercer su derecho a compartir equitativamente los benefi cios del crecimiento. (Guimares, 2006, 133 a 137)

    Desde Latinoamrica debemos refl exionar frente al desarrollo sostenible, en qu condiciones estamos dispuestos a participar del orden global estipulado y qu tipo de desarrollo es el que queremos, basados en la siguiente refl exin de Alfredo Calcagno:

    Se afi rma que debemos subir al tren de la moderni-dad (como si hubiera uno solo), aunque no sepamos si va donde queremos ir, e ignoremos si nos van a subir como pasajeros o como personal de servicio al que se devuelve al punto inicial una vez terminado el viaje, o si a la llegada seremos trabajadores in-migrados. Es decir, nos aconsejan que como pases adoptemos una conducta que ningn liberal (y tam-poco una persona cuerda) seguira en una estacin de ferrocarril (Calcagno y Calcagno, 1995, 265).

    Dado el camino que han tomado las discusiones del desarrollo y de manera paralela del desarrollo soste-nible, se hace necesario que Latinoamrica haga me-moria y traiga al presente las ideas a que ha dado na-cimiento en cuanto a una independencia intelectual.

  • 215

    LA HISTORIA SE REPITE: UNA VISIN DEL DESARROLLO Y DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

    Los aportes no han sido pocos, pero han sido margi-nados por los centros de poder y por la poca confi an-za que tenemos en nuestra produccin intelectual.

    En aras de plantear senderos a tomar en cuenta, se ven propuestas alternativas novedosas como la que hace Sabogal (2009). Quin en la bsqueda del pensamiento propio, ha trasegado por la bsqueda de un desarrollo alternativo o nuevo modelo de de-sarrollo y ha llegado a proponer: un modo de vida alternativo. El signifi cado de la nueva construccin es que sita la vida en el centro de la refl exin, con-trario al concepto de desarrollo que apunta funda-mentalmente al avance en los medios de produccin y se centra en los instrumentos para producir obje-tos, el nuevo concepto sita como fi n al ser humano. El fi n ya no es la rentabilidad sino el bienvivir de los seres humanos.

    Esta propuesta asume un sistema nico social-na-tural-humano, donde se involucra un ser Humano Multidimensional defi nido as:

    Las dimensiones del ser humano son mlti-ples, entre ellas trataremos las siguientes: es un ser biolgico, es un ser natural, es un ser social, es un ser poltico, es un ser afectivo, es un ser inteligente, es un ser ldico, es un ser trascendente. Se sobreentiende que las dimensiones estn interrelacionadas en for-ma sistmica, no se trata de partes separa-das o separables, sino de un todo complejo. Tratamos a continuacin las diferentes di-mensiones por separado solo como medio explicativo, pero no olvidamos su carcter de inseparabilidad (Sabogal, 2009, 7).

    Queda como resultado que teniendo en cuenta los diferentes aportes que se han dado histricamente en el desenvolvimiento del desarrollo y el desarro-llo sostenible; teniendo claras las posiciones ideol-gicas, polticas y la defensa de intereses de quienes hacen las propuestas; y sumando al enfoque econ-mico otros conocimientos que lo contextualicen en la geopoltica del orden global y en trminos tem-porales. Se requiere con urgencia la generacin de propuestas alternativas de desarrollo y desarrollo sostenible que respondan a las necesidades propias

    de los seres humanos y en particular a las de la re-gin latinoamericana.

    6. Bibliografa

    ngel, A. (2008). Medio ambiente urbano, en: Gestin y Am-biente, Vol. II, No. I. Pginas: 21 a 51.

    Banco Mundial, (1992). The World Development Report, New York, Oxford University Press.

    Bermejo, R. (2005). La gran transicin hacia la sostenibilidad: principios estrategias de economa sostenible. Madrid, Edi-torial Catarata.

    Brand, O. y Sabogal, J. (1999). El aporte latinoamericano al de-sarrollo fi losfi co del pensamiento econmico. Barranquilla, Editorial, Universidad Simn Bolvar.

    Burchell, Colin Gordon y Peter Miller, eds. (1991). The foucault effect. Chicago, University of Chicago Press. En: Escobar (1996).

    Calcagno, A. y Calcagno, A. (1995). El universo neoliberal: re-cuento de sus lugares comunes. Buenos Aires, Alianza.

    Cardoso, F. E. (1969), Dependencia y desarrollo en Amrica La-tina, Mxico. Siglo XXI.

    Carrizosa, J. (2007). Ambiente y desarrollo, el reto de l