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Nueva época, No. 53 Guatemala, enero-febrero de 2007 2006: Movimiento médico y crisis hospitalaria El pez grande se come al pez pequeño, Peter Bruegel el Viejo

Diálogo 53 Nueva Época / 2006: Movimiento médico y crisis hospitalaria

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2006: Movimiento médico y crisis hospitalaria

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Nueva época, No. 53 Guatemala, enero-febrero de 2007

2006: Movimiento médicoy crisis hospitalaria

El pez grande se come al pez pequeño, Peter Bruegel el Viejo

2 / enero-febrero 2007, No. 53

Secretario general de FLACSOFrancisco Rojas Aravena

San José, Costa RicaCONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALA

Víctor Gálvez Borrell-directorClaudia Dary / Virgilio Álvarez / Oscar López / Santiago Bastos

Virgilio Reyes / Simona V. Yagenova

Publicación mensual de FLACSO-Guatemalay elPeriódico

Edición: Víctor Gálvez Borrell;Corrección de estilo: Karla Olascoaga

Coordinación y diagramación: Hugo de León P.

Tel. PBX (502) 2414-7444 Fax: (502) 2414 7440Correo electrónico: [email protected]

Página web: http://www.flacso.edu.gt

Esta publicación es posible gracias al apoyofinanciero de ASDI/SAREC

30,000 ejemplares

* Resumen del informe de investigación Análisis de la problemática del sistema hospitalarioen Guatemala PNUD, con el apoyo financiero del Gobierno de Noruega, a través del Programade Participación de la Sociedad Civil (PASOC).

** Licenciado en economía por la Facultad de Economía de la Universidad NacionalAutónoma de México, UNAM, maestro en Cooperación internacional sanitaria por la UniversidadInternacional de Andalucía, Sevilla, España. Ha sido profesor invitado en la misma universidad.

1 Prensa Libre 8-06-06, Palencia.

Introducción

Humberto Espinoza**

Antes que emergiera públicamente elmovimiento médico en el Hospital Roose-

velt, el colapso técnico del sistema hospitalarioera cada día más generalizado. Lo que implicóel planteamiento público del gremio médico fueponer al desnudo una crisis progresivamenteinsostenible para la propia institucionalidad,que se mantenía sorda, ciega y muda.

El 8 de junio de 2006 se recordará en lahistoria de los movimientos sociales de principios del siglo XXI enGuatemala, pues marca un hito en el desarrollo de la salud pública:por primera vez el gremio médico organizado puso al descubierto lacrisis histórica del sistema de salud en Guatemala. Desafió así alEstado, para enfrentar y resolver esta crisis e invalidó la “carta depresentación” de la administración actual, pues el Ministro de Salud(después de la Ministra de Educación) representaba a uno de losfuncionarios, hasta ese momento, menos cuestionados y a cuyacartera, se le atribuían relativos éxitos en la reducción de algunos delos deteriorados índices de salud en Guatemala. Por ejemplo, en unaevaluación reciente sobre cumplimiento de las metas del milenio deNaciones Unidas, el único reporte con avances en el país, se refería ala salud.

Un mes antes, se había dado a conocer que la OrganizaciónMundial de la Salud (OMS), premiaría a dos equipos médicosguatemaltecos, uno de ellos de Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá,por su contribución a reducir la mortalidad materna e infantil, y el otro,del Seguro Social de Suchitepéquez, por incorporar un método deevaluación de calidad en atención materna.

El mismo 8 de junio, uno de los diarios de mayor circulacióndivulgaba la noticia de que Marco Tulio Sosa, ministro de Salud,informaba que alrededor de 350 mil personas de siete departamentos,tendrían por primera vez ese año, acceso a los servicios básicos desalud, mientras que 800 mil guatemaltecos aún no recibían atenciónsanitaria, cantidad que esperaba poder cubrirse antes de concluir sugestión.1 El mismo día, 200 médicos residentes del Hospital Rooseveltdecidieron declararse en asamblea permanente y sólo atenderurgencias y cuidados intensivos, pues por falta de fármacos(antibióticos, antihipertensivos, anestesia) y de material de servicios(guantes, suturas o reactivos para pruebas de laboratorio), no podían

efectuar bien su trabajo, ni dar atención apropiada a los pacientes.Adicionalmente, anunciaron que mantendrían la medida hasta que sesolucionara la situación y el hospital adquiriera los insumos.

Naturaleza, organización y estrategia delmovimiento médico

Desde el punto de vista de los intereses y competencias profesionalesde los médicos, en la configuración de la naturaleza de su movimiento,se combinaron móviles económicos, sociales y políticos. Este fue unmovimiento que en primer lugar, tuvo un carácter económico, porquereivindicaba la regulación de las relaciones de trabajo y la carrera médicoprofesional, a través de un estatuto médico.

Se trató también de un movimiento de solidaridad social porquedemandaba condiciones profesionales de trabajo, lo que finalmentese tradujo en mayor dignificación del paciente, ya que pretendía ofreceruna mayor eficacia en los servicios hospitalarios. Fue igualmente unmovimiento político, porque exigía al Estado una mayor inversión ensalud, lo que incidió en cuestionar el origen y la estructura del gastopúblico, específicamente la composición del presupuesto nacional yla distribución del gasto.

El movimiento también cuestionó el desempeño de funcionariosde alta jerarquía, el régimen de derechos y libertades, la transparenciay la probidad en el manejo de las inversiones públicas, y puso aldesnudo las enormes desigualdades sociales manifiestas en el campode la salud pública. Por último, puso en evidencia –y censura– cues-tiones referentes a la conducta del poder público frente a los problemassociales y a la forma de abordarlos.

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Modalidades del conflicto

Por la forma y contenido de las medidas de presión impulsadas porlos médicos residentes, pertenecientes al Sindicato de Médicos yCirujanos, éstas se inscriben entre las modalidades de acción directa,que ocurren cuando los mecanismos de diálogo y negociación sehan agotado o, simplemente no funcionan para suscribir acuerdos yponer fin a una conflictividad de esta naturaleza.

Debido a que el derecho a huelga y los canales legales,progresivamente se han ido cerrando para los trabajadores del sectorpúblico, o los procedimientos institucionalizados son sumamenteengorrosos para declarar una huelga legal, los trabajadores de dichosector han utilizado como rendija “legal”, recurrir a la declaratoria deasamblea permanente, a cuya sombra implementan paros progresivoso escalonados, cuidando con ello que éstos nunca lleguen a ser totaleso legalmente comprobados, evitando así los procesos jurídicos desanción.

Esta modalidad fue la que en el presente caso, adoptaron losmédicos residentes y sindicalizados. Por su grado de intensidad yconsecuencias, dicho movimiento puede catalogarse como unahuelga de brazos caídos o de bajo rendimiento, traducida en laproblemática actual por una progresiva limitación de los servicios.

Organización y alcances del movimiento

Debido a la forma tan accidentada como se fue articulando el movimiento,se infiere que no se previeron sus alcances y consecuencias, así comotampoco se contó con una organización con la capacidad necesariapara ir asimilando, encauzando y dirigiendo los ritmos del conflicto.

Al principio, los perfiles del Comité de Dirección de la asambleapermanente y del movimiento fueron confusos. En efecto, en la escenainicial se entrecruzaron tres actores (del mismo género pero nonecesariamente encauzados en el mismo orden). Estos fueron: elSindicato Nacional de Salud, el Sindicato de Médicos y Cirujano y laAsociación de Médicos Residentes. Como consecuencia de ello, losprincipales voceros de estas tres organizaciones declaraban casisimultáneamente, sea coincidiendo o a veces matizando los discursos,el origen, las demandas y las futuras medidas.

Esta situación llevó a más de algún analista a considerar que lastres organizaciones estaban en la misma carreta, pero halando paratres direcciones diferentes: El Sindicato Nacional de Salud, por elcumplimiento del pacto y la oferta de 25% de salario que le teníanprometida para febrero. Por su parte, el Sindicato de Médicos yCirujanos por el Estatuto Médico y la Asociación de Residentes por lademanda de medicamentos, insumos y condiciones profesionalespara atender con suficiencia a los pacientes.

No había una dirección coordinada y, menos aún, previamenteconcertada que orientara las acciones de manera colectiva.Posteriormente, el Sindicato Nacional de Salud salió de escena y conello se percibió una mayor coordinación entre los residentes y losmédicos sindicalizados. Lo anterior es el resultado del análisis delmomento en que surge el movimiento, pero ¿qué pasó cuando seinvolucran otros hospitales?

La capacidad de convocatoria y de suma que la fuerza deatracción del movimiento generó, puede evaluarse como importante,toda vez que desde el punto de vista territorial, inició localmente en unsolo hospital y, progresivamente, se fue ampliando. Primero, a doshospitales de la capital y, posteriormente a los departamentos hastaalcanzar cobertura nacional, la cual en su primera etapa desarrollosignificó 18 hospitales en 14 departamentos. Un mes después de

iniciado el movimiento, 16 centros, de los 44 existentes en el país, sehabían unido a la protesta. Cabe señalar, que fue hasta la tercera etapade desarrollo del conflicto, que se reconoció públicamente laintervención de una comisión interinstitucional de médicos.

Problematización, organización de lasdemandas y estrategia de negociación

La situación descrita al analizar el movimiento, repercute en lapercepción integral de la problemática y de las relaciones de causay efecto (históricas, estructurales, permanentes y coyunturales).Todo ello impide la elaboración de un programa de lucha con laescala de tópicos, parámetros y reivindicaciones económicas,sociales y políticas, que pudiera haber servido de fundamento paranegociar y pactar acuerdos y soluciones coherentes.

Hasta el 17 de junio de 2006 no se conocía con precisión unaplataforma ordenada e integral de las demandas del gremio médico.Éstas se iban entresacando de las noticias de prensa y de lasdeclaraciones públicas de los dirigentes, a través de los diferentesmedios de comunicación.

El no visualizar una perspectiva estratégica en las gradualidadestemporales de corto, mediano y largo alcance, fue lo que en muchasocasiones encajonó en el maniqueísmo clásico del “todo o nada”(aunque no fue la constante) las actitudes y respuestas de losdirigentes y del gremio médico; lo cual por supuesto, entrampó lasnegociaciones, cerró salidas de diálogo y prolongó el conflicto.

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En estos conflictos, tal tipo de acciones y reacciones tienden adeteriorar las relaciones interinstitucionales, los vasos comunicantesy a incrementar la mutua desconfianza. Sirven igualmente de caldode cultivo para que los problemas crezcan y los costos y secuelassean también mayores. Expresión de lo indicado fue que pormomentos, el énfasis se ponía en el Estatuto Médico; en otra ocasión,se dirigía hacia el abastecimiento y a ratos, en el incremento de laasignación presupuestaria. Cuando el movimiento se dejó entrampar,los esfuerzos se dirigieron hacia la solicitud de destitución defuncionarios.

Un ejemplo de los rasgos de espontaneísmo con que se planteóe impulsó el movimiento, fue que hasta el 21 y 22 de junio de 2006, semencionó la necesidad de levantar un inventario de carencias. Fuehasta un mes después (entre el 8 y 11 de julio) que por las presionesmutuas, se concretó esta lista. Tal tipo de omisiones son precisamentelas que un movimiento adecuadamente planificado no puede darse ellujo de cometer, porque le resta consistencia y puede hastadeslegitimarlo.

Pese a todo, esta iniciativa, aún en medio de las oscilacionesreferidas, siempre reivindicó (y sigue haciéndolo) el contar concondiciones materiales (infraestructura, insumos, medicinas) ytécnico-científicas, para ofrecer una buena atención a los miles deusuarios del sistema hospitalario. Es de reconocer la flexibilidad paradimensionar el ámbito laboral/profesional, así como para dignificar eltrabajo y el derecho a mejorar las condiciones de vida. Asimismo, enrelación con la claridad para advertir que una solución sostenible pasanecesariamente, tanto en el mediano como en el largo plazo, por eltema de la inversión y el presupuesto público.

En otras palabras, no se estaba recurriendo a la desgastadamaniobra que ha desprestigiado y debilitado tanto a los movimientossocio reivindicativos, cuando se plantea pedir 100 para alcanzar cinco;aún cuando los dirigentes saben que hacia eso se dirigen y estánentregando falsas expectativas a las bases o sencillamente, no sesabe lo que se quiere. En este tema, lo que se deduce es que elmovimiento de médicos fue aprendiendo, ajustando y construyendoen el camino.

Principal lección para el futuro: la organización de un movimientode la naturaleza y envergadura del analizado, requiere de una buenadirección y estructura organizativa, como lo previeron los antiguos

precursores de la lucha social: de una “caja llena” parala resistencia.

Principios para la acción

Es importante recuperar, que el pacto explícito rechazóel personalismo y las decisiones unilaterales y afirmó laconsulta democrática asamblearia para las decisionesmás importantes. Tal acuerdo colectivo llevó a descalificaruna decisión unilateral del Colegio de Médicos, quehabía concertado un proceso de acuerdos con elvicepresidente, Eduardo Stein y que incluía integrar doscomisiones.

Más allá y por encima de la forma como se tomanlas decisiones y se gobiernan las relaciones entredirigentes y dirigidos, se encuentra el tema de la ética,especialmente en un gremio que nace vinculado conella a través de un código deontológico, llamado“Juramento Hipocrático”.

Constantemente se reconoce que la política y losliderazgos sufren de una profunda crisis de valores enel mundo actual; la vida cotidiana da innumerables

señales de que este mal atraviesa a todas las sociedades y quepareciera estar metido hasta “debajo de la cama”, mientras predominanlos antivalores y se esparce la descomposición social, la corrupción yla degradación de la vida humana.

Se trae a colación lo anterior en relación con la ética, porque endos ocasiones, personalidades notables del gremio médico se refirierona este tema. En la primera, el doctor Eusebio del Cid comentó que:“(…) paralizar las salas de urgencias es una falta al juramentohipocrático, aunque existan razones justas”.

El doctor del Cid manifestó además su desacuerdo con el cierrede emergencias, debido a que a su juicio: “(…) La gente pobre notiene por qué sufrir esta situación y si alguien acepta esta profesión,es para salvar vidas de cualquier manera”. Luego de reconocer lajusticia de las demandas, reiteró: “(…) pero no atender a los pacienteses una falta al juramento médico”.2

Por su parte, el doctor Rafael Espada, reconocido cirujanocardiovascular, que estuvo colaborando como mediador en la crisishospitalaria, recomendó acertadamente que no se politizara einstrumentara (particularmente por parte de los partidos políticos) elproblema hospitalario. El médico aseveró: “Es antiético y antiprofesional dejar de atender a quien lo necesita”.3

El gremio médico, ante la intervención del Ejército en los servicioshospitalarios y la sustitución de los médicos despedidos, manifestó el15 de agosto por medio de uno de sus voceros: “(…) Los médicos delEjército que apoyen las jornadas de consulta externa en el CampoMarte serán llevados al Tribunal de Honor del Colegio de Médicos porusurpar funciones y prestar servicios en condiciones inadecuadas”. Yluego remarcó: “Su actitud viola el Código Deontológico”.

Ante las anteriores preocupaciones, legítimas por cierto, surgierondiversas interrogantes, como las siguientes: ¿quiénes violan la éticamédica y por qué? ¿no tendrían las mismas implicaciones la políticadel silencio, del ver y callar; de dejar que a diario mueran, probablementedecenas de pacientes por falta de medicamentos e insumos, o porlas malas condiciones de la infraestructura médica? Adicionalmente alos fallecimientos que acaecen por falta de acceso a los serviciosmédicos, por la insuficiente cobertura y las condiciones de pobreza yextrema pobreza, ¿cuántas de estas defunciones han sido reportadascomo producto de un paro cardiaco u otras causas?

Lección de anatomía, Rembrandt

2 Prensa Libre 30-09-06, Rodríguez y Escobar.3 Prensa Libre 30-09-06, Rodríguez y Escobar.

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Surgió el tema de las estadísticas, lo que debería ser parte de laética, al igual que registrar las verdaderas causas de los decesos. Asípor ejemplo, ¿cuántas personas mueren por no recibir oportunamenteun antibiótico, por la falta de oxígeno, por equipos deteriorados o porcontaminación derivada de las malas condiciones de infraestructura?Se puede señalar que otra debilidad del movimiento fue no contar coneste tipo de información, porque sencillamente, no existe.

¿No será que se ha estado incubando una especie de complicidady negligencia médica colectiva, al “dejar hacer y dejar pasar” y noasumir una actitud crítica y propositiva como la asumida por los médicosen la presente problemática?

Con frecuencia, también se ha escuchado que más de algúnprofesional de la medicina ha sido perseguido penalmente pornegligencia médica y suele ocurrir, que la causa imputadaha derivado de la falta de recursos para salvar o trataradecuadamente a un paciente. Parece que se estáconvirtiendo en costumbre, aceptar informaciones correctasque no lo son y a la inversa, presentar las que no lo son,como aceptables. Hay que agregar que el hilo que separa laética de su antítesis, especialmente en la práctica de lamedicina, es casi tan imperceptible como vulnerable y hayque tener demasiada sensibilidad y responsabilidad para noromper sin proponérselo, este endeble límite. La buena noticiaes que en los últimos años, ha tomado relevancia la discusiónde la ética médica en la facultad de medicina.

Condiciones para una soluciónsostenible y duradera

No cabe duda que la cruzada emprendida por el gremiomédico, dedicada a la dignificación de la salud, al forta-lecimiento de su legítimo derecho por reglamentar suscondiciones socioeconómicas y laborales y, a cambiar la

vocación del gasto público al exigir incremento a la inversión en salud,no se planteó en las mejores condiciones históricas de coyuntura.

Probablemente, haya quienes consideraron que la épocapreelectoral podría haber sido favorable para doblegar al Estado, acuyo proyecto político que lo respalda no conviene desgastarse, decara a la promoción de sus candidatos.

Lo anterior puede ser válido para un movimiento cuyo propósitoera obtener concesiones en medio de las condiciones de fragilidad dela contraparte. En el pasado, muchos movimientos reivindicativos hansido motivados por estas intenciones y han sacado provecho de estascoyunturas, ya sea para conseguir al final, pírricos aumentos salarialeso para servir de palanca a los partidos políticos de oposición en suafán de acceder al poder.

Pareció que este movimiento tenía otros signos: aparte de haberdemandado respeto de la condición profesional y salarial de losmédicos, también pareció guardar distancia de estas desgastadasintenciones políticas, que al final sólo reditúan la causa de losoportunistas. Los dirigentes del gremio médico tienen que ser muycuidadosos para no dejarse envolver por el círculo vicioso promovidodesde el autoritarismo y la indiferencia estatal y desde la manipulaciónde los “viejos lobos” políticos, que para la época navideña y deelecciones se visten de ángeles.

La administración actual está por concluir y sus líderes estánmás interesados en viabilizar su nueva oferta electoral y promover asus candidatos, que en resolver los problemas del país. El riesgo desu desprestigio y desgaste es otro tema, pues lo que se hayan ganadoya no tiene importancia; así son las cosas en política. Por otra parte,no se puede cambiar en un año lo que no se ha hecho o dejado dehacer en tres años o en toda la historia republicana, en el tema de lasalud pública.

Política fiscal y presupuestaria

Otro talón de Aquiles para la viabilidad de una solución a la ampliaproblemática de la salud, lo constituye la política fiscal, comenzandodesde la estructura tributaria, que no ha logrado readecuarse paracumplir las metas de recaudación del 12%, previstas en los Acuerdosde Paz.

A lo anterior le sigue la política pública presupuestaria, que arrastrauna vocación poco orientada al gasto social, en donde el tema de lasalud pública tampoco es una de las prioridades, al menos en cuanto

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a mejorar progresivamente su asignación, en términos reales y novegetativos.

Debilidad de las instituciones y riesgos depersonalizar conflictos

El Estado hubiera ganado más, si desde el principio hubiera reconocidola crisis y la magnitud del problema de la red hospitalaria y aceptadoque el diálogo y esfuerzo conjunto entre autoridades, gremio médico,otras instituciones y organizaciones representativas de la ciudadanía,hubiera ayudado a identificar y aplicar soluciones a problemas histórico-estructurales, como en este caso. Guste o no, integrar soluciones decorto, mediano y largo plazo (que implica ir de lo concreto-realizable alo mediato-posible) es una condición para acceder a lo ideal y deseable,como al final empezó a atisbarse.

Cuando los conflictos y la confrontación se prolongan, seprofundizan las diferencias, se hieren sensibilidades y se afectanpersonas e instituciones, lo que agrega otros obstáculos y dificultadesa la búsqueda de soluciones. Median entonces otro tipo de pasiones,incubadas en un proceso de incomprensiones y mutuas increpancias,como el rencor, las antipatías y el revanchismo.

Lamentablemente, la inmadurez política que caracteriza a muchosde los funcionarios públicos, a la mayoría de políticos y a líderessociales –cuando no hay apego y respeto a las instituciones– imponevisiones particulares. El ritmo de los acontecimientos lo imprime laspercepciones de los líderes más activos y no las políticasinstitucionales.

En este contexto, conflictos como el del sector salud yanteriormente el de educación, con una fuerte trascendencia social ynacional, traducen conflictos personales que pueden transmitirse alas interlocuciones, las propuestas y las soluciones, de manera talque los procesos se atascan y finalmente no avanzan, en detrimentode los propios objetivos y de las buenas intenciones socialesmanifiestas.

La carencia de liderazgos democráticos y de estadistas (sea portrayectoria histórica, por vocación o por carrera política) hace que enGuatemala sea común que se construyan protagonismos sobre labase de privilegios de poder económico, caudillismo, clientelismo ycompadrazgo político, en los que median por sobre los problemasnacionales, las influencias, las infidencias, la traición, los rencores yhasta la revancha política. Lo anterior, ocurre a diario, no sólo en elinterior de las diferentes agrupaciones y partidos políticos, sino tambiéncuando se accede al poder en las diferentes jerarquías del Estado.

Las características de un movimiento socialdiferente

Hay que recalcar que el movimiento del gremio médico tuvo la virtud deencarrilar su orientación en la legitimidad, de haber sido un movimiento

social no inducido o invadido por factores externos, referido a la nointromisión de los proyectos, movimientos o partidos políticos como hasido característico en la historia social guatemalteca, tanto en la derechacomo en la izquierda.

Esta instrumentación de los partidos políticos, que tanto daño haocasionado al movimiento social a través de la desnaturalización delas instancias de mediación social, (sindicatos, cooperativas,asociaciones de estudiantes, grupos culturales y hasta comités promejoramiento y asociaciones de vecinos) ha sido además, unobstáculo para la integración de una sociedad civil fuerte, unitaria yrepresentativa, y que como consecuencia, ha retrasado la conquistade derechos económicos, sociales y culturales.

Hasta que no se restablezcan plenamente las organizacionessociales como organizaciones que recuperen su legitimidad, a travésde efectivos andamios y bases de autonomía e independencia,difícilmente se desempeñarán como factores influyentes del poder, yapenas se identificarán con las motivaciones reivindicativas que desdelas diversas necesidades de sectores y grupos, estimulan e inspiranla necesidad de su existencia.

Esta capacidad de reivindicar un segmento de necesidadesespecíficas, es lo que le adjudica su propia originalidad. Es impensable,por ejemplo, que los médicos se organicen para reivindicar lasdemandas de los maestros y viceversa, independientemente de loshilos genéticos que los vinculen en el entramado social y de que enesferas un poco más amplias, se les vea gravitar juntos.

Esta es la originalidad que los médicos hoy han llamado “supureza” y que se reivindica en el movimiento de salud. Originalidadperdida en el país, casi desde el nacimiento de los movimientossociales de principios del siglo XX y que ha contribuido a que en susíntesis histórica, las organizaciones sociales no pasen de “zopilotesa gavilanes”, ante la desfiguración de sus perfiles por la intromisiónexcesiva de los partidos e intereses políticos.

No obstante, es necesario señalar que los movimientos socialestampoco ocultan los rasgos negativos que caracterizan la culturapolítica dominante de la sociedad guatemalteca: intolerancia,inflexibilidad, espontaneismo para ordenar demandas y soluciones(cuya estructura perfilan o aclaran al mismo tiempo); por ello, en parte,el empantanamiento que también caracterizó al movimiento médicohospitalario aquí analizado.

La mujer enferma, Jan Steen

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El proceso de selección de becarios del Programa de formación deinvestigadores para el período 2007 del Área de estudios de

pobreza, contempló tres fases: depuración de expedientes; un examende aptitud profesional en los ámbitos sociales y de metodología deinvestigación; y entrevistas.

Las personas que hayan superado estas pruebas se incor-porarán en marzo al Programa, el cual, paralelamente, abre loscursos básicos sobre investigación social, métodos y técnicas, yTeoría y análisis de la pobreza, a otros participantes que deseeninscribirse. El mismo comenzará simultáneamente en Guatemala,Huehuetenango, Cobán y Chiquimula. Más información con FernandaMazariegos ([email protected], tel: 24147353).

Selección de becarios

Aspirantes a las becas 2007 del Programa de formación de investigadores, durante la charla debienvenida previa al examen de selección

Actividades académicas del Postgrado centroamericano en ciencias sociales,realizadas en enero de 2007

ConferenciaRetos del desarrollo local

en el contexto de la globalización,fue impartida por el Dr. Lázaro Peña Castellanos,

Centro de Investigación sobre Economía InternacionalCIEI-Universidad de la Habana, Cuba,

el jueves 25 de eneroen la nueva sede de FLACSO-Guatemala.

ConferenciaDebate contemporáneo sobre identidad

(perspectivas de la antropología dialógica),con la participación del Dr. José Alejos García

del Centro de Estudios MayasInstituto de Investigaciones Filológicas

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).Tuvo lugar el jueves 18 de enero en la nueva sede de

la Facultad.

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Librería de Ciencias Socialesen su nuevo local

3a. calle, Edificio Torre 4-44,zona 10, ciudad de Guatemala

PBX: 2414 [email protected]

Este 2007,FLACSO-Guatemala arriba a20 años de existencia, motivopor el cual estrena un nuevo

logotipo, con el que se conmemoradicho acontecimiento.