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LOS INTELECTUALES EN UNA ÉPOCA DE TRANSICIÓN 1 René Poitevin 2 Publicación mensual de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales/FLACSO-Guatemala. Nueva época, No. 6, julio del 2001 Las opiniones expresadas en este suplemento son de la exclusiva responsabilidad de su autor. 1 Este texto recoge la ponencia presentada en el Coloquio Internacional “Economía, Modernidad y Ciencias Sociales”, realizado en Guatemala a finales de marzo. El mismo sirvió de comentario a la con- ferencia del profesor Immanuel Wallerstein y se publica con modi- ficaciones mínimas. 2 Sociólogo por la Universidad de París. Ex director de FLACSO-Guate- mala, ha sido profesor universitario y columnista de prensa. Actual- mente dirige el programa de estudios sobre juventud de dicha Facultad. 3 Howe, Irving: “Los intelectua- les, la disidencia y los burócra- tas”, publicado en la revista Vuelta que dirigie- ra Octavio Paz. Presentar una definición de lo que es un intelectual consumiría demasiado tiempo y dudo mucho que nos sea en realidad útil. Simplemente digamos, con Irving Howe, que el intelectual es el heredero del sacerdote, del bufón y del profeta. 3

Diálogo 6 Nueva Época/ LOS INTELECTUALESEN UNA ÉPOCA DE TRANSICIÓN

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LOS INTELECTUALES EN UNA ÉPOCA DE TRANSICIÓN /Publicación mensual de FLACSO-Guatemala

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Publicación mensual de FLACSO Nueva época, No. 6, julio del 2001 / 1

LOS INTELECTUALES

EN UNA ÉPOCA DE TRANSICIÓN1

René Poitevin2

Publicación mensual de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales/FLACSO-Guatemala. Nueva época, No. 6, julio del 2001

Las opiniones expresadas en este suplemento son de la exclusiva responsabilidad de su autor.

1Este texto recoge la ponencia presentadaen el Coloquio Internacional “Economía,

Modernidad y Ciencias Sociales”, realizadoen Guatemala a finales de marzo. El

mismo sirvió de comentario a la con-ferencia del profesor ImmanuelWallerstein y se publica con modi-ficaciones mínimas.2Sociólogo por la Universidad de

París. Ex director de FLACSO-Guate-mala, ha sido profesor universitario

y columnista de prensa. Actual-mente dirige el programa deestudios sobre juventud de dichaFacultad.3Howe, Irving: “Los intelectua-les, la disidencia y los burócra-

tas”, publicado en la revistaVuelta que dirigie-ra Octavio Paz.

Presentar una definición de lo que es unintelectual consumiría demasiado tiempo y

dudo muchoque nos sea en

realidad útil.Simplementedigamos, conIrving Howe,

que el intelectuales el herederodel sacerdote,

del bufón ydel profeta.3

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2 / Publicación mensual de FLACSO Nueva época, No. 6, julio del 2001

CONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALAVíctor Gálvez Borrell

Virgilio Álvarez/Walda Barrios/Silvel Elías/Gisela Gellert/Irene Palma/EdgarPape/Jorge Solares/Edelberto Torres-Rivas

CONSEJO HONORARIO■ Alain Touraine, Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales,París, Francia. ■ Alejandro Portes, Johns Hopkins University, USA.

■ Volker Lühr, Freie Universitat Lateinamerika-Institut, Berlín,Alemania. ■ Mitchell A. Seligson, University of Pittsburgh, USA.■ Guy Hermet, Instituto de Ciencias Políticas, París, Francia.

Secretario general de FLACSO

Wilfredo LozanoSan José, Costa Rica

Director de FLACSO-GuatemalaVíctor Gálvez Borrell

es una publicación de FLACSO-Guatemalay de elPeriódico.

Tels: (502) 362-1431 al 33Fax: (502) 332-6729

Correo electrónico: [email protected]ágina web: http://www.geocities.com/athens/rodes/9162

Coordinación de edición: Hugo de LeónDiseño, edición y diagramación: Magna Terra editores

Esta edición es posible gracias a: SAREC

Para analizar la compleja relación que sostienen los intelectualescon sus sociedades a través de la historia, así como sus

posibilidades de acción dentro de las circunstancias históricasconcretas, partiremos de algunos supuestos del pensamiento deImmanuel Wallerstein que enumeraré brevemente:

PRIMERO

La afirmación que el “sistema mundo”, representado por el capitalismoactual, está en crisis. Es probable que dicha crisis lo lleve a su fin o,más bien, a una bifurcación insospechada, pero naturalmente –y comosucede en estas circunstancias– no tenemos certeza absoluta niconocemos las formas que tal proceso adoptará. Citaremos algunasde sus causas que no es posible desarrollar en extenso:

1) El proceso de desruralización del mundo;2) el proceso –a largo plazo– de la externalización de los costos llevada

hasta el agotamiento ecológico; y3) la presión política y social para la democratización del mundo.

Agregaría, por mi parte, que estos tres procesos están conectadoscon el crecimiento poblacional, principalmente en las partes máspobres del globo.

Todo lo anterior lleva a procesos que hacen que el sistemacapitalista deje de ser rentable aun para los propios capitalistas, sien-do objeto, por lo tanto, de una complicada crisis estructural.

SEGUNDO

Si lo anterior ocurre en elcampo de lo social, en elconocimiento, finaliza lavisión que hemos tenidode aprehender el mundo.En una palabra, tanto elparadigma del saber científico comoel de las ciencias sociales en suconjunto están en crisis. Elprofesor Wallerstein subrayaque en este contexto, laseparación entre el saberhumanístico y el sabercientífico, como dos espaciosde conocimiento distintos, dejande ser válidos. Esto me pareceparticularmente cierto cuando unocomo profano del conocimientocientífico observa los enormesavances en el campo de la cienciay en especial, el desarrollo tecnológico. Aunque tampoco podemospasar por alto las implicaciones morales y políticas que conllevanalgunos avances en el campo de la ciencia, como la creación deinteligencia artificial, el desciframiento del genoma humano y nodigamos el perfeccionamiento de los procedimientos de clonación deseres vivos, por sólo citar los tres ejemplos de mayor obviedad.

Todos sabemos que esta división arbitraria del conocimiento esuna polémica muy viva, incluso entre los científicos actuales. Así quedademostrado en el texto posicional que recientemente el científico Whalenvió a la revista inglesa Nature, y que se refiere a la imposibilidad,según una posición pragmática muy inglesa, de que la ciencia tengauna ética. Esto presupone que todo avance tecnológico es bueno perse para la humanidad, y que todo lo que se haga en nombre de laciencia, aun en materia de experimentos e ignorando muchas veceslos resultados y consecuencias de estos actos, es válido. Para otroscientíficos, la ciencia, lo mismo que todo saber humano, debe tener unlímite ético. La polémica referida está sustentada por otra discusiónsobre las posibilidades del conocimiento científico. En el fondo, lamisma se resume por una parte en la superación de la famosa frase deEinstein: “Dios no juega a los dados” ante la teoría del caos que hoypor hoy es la preponderante en la ciencia, y por la otra, en la exclamaciónde un ciudadano francés al escuchar en un congreso científico losalcances de los avances tecnológicos: “Et l´homme dans tout ça?”,que traducida libremente sería algo así como: “¿Y dónde está el lugardel hombre en todo esto?”. Con estas palabras verificamos ladeshumanización de la ciencia y la pérdida de vista de objetivos másvastos.

TERCERO

Debemos tener presente que el sistema genera una serie de análisisteóricos de sí mismo, que tienen la particularidad de ser a la vez, descrip-tivos y prescriptivos, y cuya finalidad es procurar una especie de nuevosentido común, puesto en un plano de bases inexactas.

© Kevin Scott

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La primera afirmación de esta clase se refiere a que el capitalismoestá basado en la concurrencia, dentro de un mercado libre. A estasalturas del debate intelectual, creo que sólo algunos sectores muyclaramente identificados con el poder económico, y dentro de ellosalgunos “intelectuales orgánicos” (según el término gramsciano),pretenden hacernos creer semejante falacia. No es ésta la oportunidadpara refutar con un nivel mayor de argumentación, pero si el mercadocapitalista no tuviera la tendencia a crear monopolios o a recurrir alamparo del Estado cuando le conviene, no podría existir. Cuestión apartees la tendencia del mercado a generar, de manera natural e inevitable,inequidades que luego se transforman y multiplican en problemas degobernabilidad.

El segundo argumento tiene mucho que ver con lo anterior y serefiere al papel del Estado con relación a la regulación del mercado.Sin una intervención de la vilipendiada estructura estatal a favor de losmonopolios o en favor de los intereses empresariales (por supuestoque nunca del consumidor), no sería posible que se produjera laganancia. Este es un mecanismo muy fino que toma muchas moda-lidades. Por encima está el hecho que existen Estados muy débiles,como el guatemalteco, y otros muy fuertes como E.E.U.U. A partir deallí la discusión conceptual de términos como el de soberanía sufreuna enorme mutación en los momentos actuales, donde la globalizacióny sus intereses económicos le marcan el paso a la política, afectandode raíz su adscripción social.

El tercer argumento se refiere al concepto de ciudadanía, quetiene una naturaleza general y que engloba características, deberes yobligaciones de los habitantes de una sociedad. Tal como lo ha señaladoel profesor Wallerstein en varias de sus obras, este concepto ha sidocercenado por lo que él llama las distinciones binarias como la deburgués-clase media; hombre-mujer, indio-ladino en nuestra sociedad.

Las mismas cosifican, etiquetan, limitan y originan falsa impresión deintercomunicabilidad, dando como resultado la afectación de laciudadanía y creando problemas a la democracia cuando piden o exigenprivilegios parecidos -o iguales- a los que cuestionan en la otra partede la oposición binaria. En una sociedad como la guatemalteca, estacompartimentación ha sido y seguirá siendo muy peligrosa, puesto queal tratarse de una sociedad particularmente polarizada y dividida, el caminopara su democratización es difícil si no se pasa por el reconocimiento delotro y de sus derechos de manera integral dentro del concepto de ciudadanosin que esto implique la creación de nuevos privilegios.

CUARTO

Finalmente, el profesor Wallerstein sitúa como cuarto argumento lasupuesta neutralidad valorativa de los intelectuales. A esto me referirécon mayor detalle, ya que es dentro de este contexto que se sitúa lapregunta y punto nodal de la reflexión que el profesor Wallerstein noshace respecto al papel de los intelectuales en sus sociedades.

Para ello el expositor nos recuerda algunas de las más célebresposiciones que tradicionalmente se han expresado a través de losconceptos de Weber, y en el otro extremo, de Gramsci. En ambos casosdebemos decir que si bien representan lo dicho, también ofrecen, enmomentos determinados, matices que hacen pensar que no sonposiciones puras o tipos ideales, para usar el lenguaje weberiano.

Y es que hay que hacer la distinción entre la posición de Webercomo intelectual y su actuación política concreta analizando, porsupuesto, la coyuntura alemana de la época. La lucha de Weber fue encontra de una academia conservadora y cooptada por el poder político;Weber quería tomar distancia, de ahí que generara su posición res-pecto a la ciencia y a los intelectuales libres de valores.

Por otra parte, cuando Gramsci nos presenta los argumentosdel intelectual orgánico, es obvio que está pensando encontrar explica-ciones al posicionamiento ideológico que le parece inevitable en alguienque externaliza su pensamiento como parte de una sociedad. Pero loimportante aquí, más allá de las intencionalidades de los dos autorescitados, son las consecuencias que el profesor Wallerstein señala parael debate actual acerca del papel de la ciencia a secas, abarcando atodas las ramas de la misma en un momento en que el sistemacapitalista entra en crisis.

LA FUNCIÓN DE LOS INTELECTUALES YEL CASO DE GUATEMALA

Los intelectuales, o mejor dicho los académicos no comprometidos,tienen la exigencia de no ingerencia y respeto de parte del Estado,basados en la idea de la libertad del pensamiento (que es un legadoliberal), la cual entra forzosamente en tensión con el papel de éstos,especialmente de lo que el profesor Wallerstein llama muy acerta-damente ese grupo de “pseudo inteligentes” que son los académicos.Cabe distinguir a los que frecuentemente sólo se expresan como“tontos ilustrados” y que pretenden representar una conciencia de lasociedad expresando muchas veces una falsa actitud crítica, unaideología devota de las modas culturales, entre otras debilidades delpensamiento, o bien una gran docilidad respecto al poder.

© Raph Edney

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Es necesario decir que las relaciones de los intelectuales con elpoder siempre han sido difíciles, engañosas e imprevisibles. En el casode Guatemala no puede soslayarse que existieron –y existen aún–intelectuales que justificaron y propiciaron la represión, la masacre yla muerte de miles de guatemaltecos, que dentro de la lucha contra elcomunismo avalaron prácticamente cualquier cosa. También es ciertoque, por otra parte, cientos de profesionales, estudiantes e intelectuales,en el mejor sentido de la palabra, sufrieron en carne propia la muerte yel exilio por el delito de disentir o simplemente de pensar. Por esarazón es que valoramos actualmente la tolerancia que a pesar de todogozamos, aunque las formas de represión intelectual se hayanconvertido en formas de cooptación en algunos casos.

Es aquí donde debemos retomar críticamente la idea de que laseparación entre el conocimiento científico y las ciencias sociales estajante y deseable, y que la neutralidad valorativa requiere la separaciónde lo intelectual, lo ético, lo moral y lo político. Si el papel del académicocientífico es el de analizar; es decir, el de pensar y usar la lógica paraopinar sobre las opciones históricas que en una crisis como la actualle quedan a los miembros de una determinada sociedad y, en últimainstancia, a los habitantes del planeta. Esto sitúa al intelectual no comoun ser superior o más inteligente que los demás, sino como alguienque cumple una tarea de reflexión ante la incertidumbre.

Suele suceder al mismo tiempo, que en algunos casos elintelectual se presenta como voz de la razón, lo que considero que eshasta cierto punto natural; el problema se da cuando quiere presentarsecomo la conciencia de la sociedad, porque aquí la adscripción valorativadel intelectual debe trasparentarse, ya que de lo contrario se estaríacreando una falsa impresión, una falsa opinión. Estono quiere decir que se propugne por la objetividadextrema e inflexible, sino que se reconozcasencillamente que ésta difícilmente existe.

Si esto es así, debemos señalar queel profesor Wallerstein parte de algunossupuestos. El primero es que los hombrestienen libre albedrío; es decir, que puedenelegir entre varias opciones y que esta elección,si no es completamente libre, al menos esposible. La segunda explicación es que los sujetoshistóricos existen y son capaces de influenciar, y enel caso de los intelectuales orientar sobre las decisionesa tomar. No se trata de un simple constructivismo, se tratade poner en marcha la idea de que la voluntad y las accioneshumanas son capaces de influenciar el rumbo de una sociedad.

LOS EXPERTOS

La civilización occidental moderna es muy dada en esta época aescuchar la opinión de expertos en determinados temas. Así tenemosel caso paradigmático de los expertos económicos. Pero hay que señalarque estas personas, la mayoría de las veces, no son más que técnicosposeedores de un conocimiento parcial acerca de determinadosaspectos y se cuidan mucho de enfatizar la separación de sus opinionesintelectuales de contenidos morales y políticos. Me refiero claramentea los tecnócratas que desempeñan actuaciones tan lamentables ennuestros países. Pongo como ejemplo a Guatemala, donde un “econo-

mista técnico” analiza la situación sociopolítica del país enfatizando elaspecto macroeconómico y arribando a la conclusión, comoefectivamente ocurre, de que el país está muy bien, que todo marcha apedir de boca porque tenemos divisas, una tasa de cambio aceptable ydeterminada cantidad de reservas, etc. Pero precisamente si norelaciona lo que está afirmando con la ética y con la política, con larealidad sin más, su análisis será parcial o, peor aún falso y, sin dudaparecerá que estuviera hablando ya no de otra sociedad sino de otroplaneta, porque simplemente olvidó a las personas de carne y hueso,ya que en su análisis no existe una valoración de la implicación yconsecuencias de las acciones recomendadas y tampoco toma encuenta, al momento de elaborar sus recetas, las implicaciones políticasconcretas para la gobernabilidad del país.

LA IZQUIERDA

Otro ejemplo de la falta de integración de estos tres aspectos lo tenemosen el caso de ciertos políticos o intelectuales, miembros de una supuestaizquierda, que son claramente irresponsables en sus tareas nacionales,sea atrincherándose en un pasado o visión romántica de la historia,tomando una actitud acomodaticia de la realidad, o acoplándose a lascircunstancias y abjurando de su deber crítico, dejando en suma de cumplircon su misión y su razón de ser. Una cosa es ser un intelectual compro-metido y otra cosa, muy distinta, es ser un activista de mala calidad.

LA RAZÓN

En otro registro y cuando nos habla de la responsalibidaddel intelectual, el profesor Wallerstein también está

partiendo de que la herramienta principal del intelectual–la razón– está siendo utilizada con cierto grado derigurosidad y ahora sí, supuestamente, desideolo-gizada. Sin embargo, aquí podemos caer en unatrampa: el mal uso o la utilización viciada de la razón

–me estoy refiriendo al razonamiento a medias– que porser poco riguroso sólo contempla una parte de las posibi-

lidades y precisamente, sin ver el resto, llega a conclusioneserróneas. El ejemplo se aprecia en algunos artículosperiodísticos, en las opiniones falaces de muchos editorialistas

que siempre parten de la técnica de comentar cosas muysimples, para luego con el apoyo de alguna cita deslumbrante de

cierto autor -que seguramente no han leído- llegar a la conclusión queles interesa en abono de determinados grupos económicamentepoderosos. En esta sociedad, los grupos más conservadores se hanapropiado de la verdad en forma excluyente y casi siempre intolerante,creando un sentido común basado en el falso individualismo, en lainsolidaridad, en el afán de lucro y en la falta del rigor intelectual comosistema. Cito esta forma deleznable de nuestra pequeña parroquia intelectual,únicamente como ejemplo de lo que no es ni debe ser un intelectual.

LAS IDEOLOGÍAS

El otro peligro no es menos complejo y se refiere a las ideologías enun mundo tan contaminado de interpretaciones antojadizas que se han

© Oscar Zarate

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hecho de éstas, preñado de soluciones fáciles y por el deseo denovedad. Y pongo como ejemplo del primero, la lógica aparente quenos dice que todo o casi todo fruto de la civilización occidental estápervertido, sin situarlo adecuadamente dentro de un marco de análisismás integral. De ello surge la consecuencia que se necesita el retornoa la naturaleza, pues lo no civilizado es bueno, por lo que se pretendeque avalemos hasta el mito del buen salvaje. Esta posición de ciertosantropólogos y de determinados ambientalistas, es un ejemplo de unaparcialidad penosa que no integra el riguroso análisis intelectualcombinado con lo ético y lo político, haciendo gravitar excesivamenteel lado moral, los deseos e ideologías en detrimento de lo intelectual.En la ciencia no sirve la intencionalidad, lo que cuenta es el rigor y, porsupuesto, el resultado.

LO POLÍTICAMENTE CORRECTO

Es necesario tomar distancia de los “productos norteamericanos” talescomo el concepto de lo políticamente correcto, que se insinúa por todaspartes y tiende a convertirse en un moralismo a través de una “visión éticade la política de la familia, la cual conduce a una suerte de despolitizaciónprincipista de los problemas sociales y políticos, así vaciados de todareferencia a cualquier especie de dominación”.4 Esta no constituye sinouna forma grosera de justificar posturas de acuerdo a intenciones políticasmuy concretas; tendiendo además a convertirse dentro de la izquierda enun sustituto reconfortante de aquel marxismo vulgar y mecánico de losaños sesenta. Lo que importa es saber que lo ético y lo político se tocan yentremezclan, pero reconocer esto significa practicar en cada caso par-ticular una elección, a veces muy difícil o discutible, sin caer en lo correctoo en una forma de moralina de la peor especie.

LAS TAREAS DEL INTELECTUAL

La tarea del intelectual está dada por la dificultad de elegir entre variosfines y no entre varios medios, que es algo secundario; sino está en lacapacidad de elección, en primer lugar, y en la capacidad de prefiguraralternativas entre los procesos y fines diferentes. Esto traspuesto a unasociedad toma el nombre de proyecto de nación. En el caso concreto deGuatemala, es dable constatar que ni sus llamados intelectuales, ni suspolíticos, ni mucho menos los que se hacen llamar partidos políticosson portadores de ningún proyecto. Es más, muchos de éstos ni siquieratienen clara la coyuntura histórica en que nos movemos.

En Guatemala, la que fuera una pequeña élite intelectual comoya se dijo, fue diezmada por la represión ocurrida en la guerra reciénpasada. Actualmente existe una enorme brecha entre algunossobrevivientes de este pasado y nuevas generaciones que todavía seestán formando. La ausencia de cuadros capacitados, la falta de unverdadero debate intelectual y derivado de ello, la falta de orientaciónde parte de los supuestos encargados de llevarla a cabo, hacen que enestos momentos la sociedad esté particularmente huérfana de criterio,y que desde las élites políticas hasta los cuadros gerenciales decualquier especie necesiten urgentemente educación, capacidad derazonar, un nuevo sentido común o, simplemente, luces para que puedantomar decisiones acertadas. Los jóvenes carecen en la actualidad de

una actitud crítica y lo que es peor: no tienen una visión política, suspreocupaciones apuntan hacia lo material e individual, generalmentedescentradas del quehacer colectivo debido a una tendencia consu-mista y a una cultura política que los ha frustrado. No obstante, lajuventud busca el poder pero ahora por medio de mecanismoscompetitivos y metas lucrativas.

EPÍLOGO

En síntesis, combinar lo que esuna decisión moral quesitúe al intelectual del ladode una sociedad más partici-pativa, más democrática yespecialmente más equitativa,es un punto de partida que se debedesarrollar a partir de una decisiónintelectual que condicione la clase desociedad que es posible construir. Es, sinduda, una decisión política, pero que tiene queabarcar una perspectiva de largo plazo, a fin delograr la construcción de lo que el profesorWallerstein llama “la sociedad buena”.

Cuando Wallerstein recuerda que unade las características del fascismo fueprecisamente el rechazo de las exigenciasintelectuales, éticas y morales en nombre de lafuerza, no podemos dejar de recordar nuestro pasado reciente. Y esoconstituye parte de nuestra cultura política actual, en la que existeademás un profundo desprecio hacia lo intelectual, conceptualizadocomo algo inútil para el desarrollo del país, característica de una clasedirigente (en lo económico y político), pero inculta, rapaz y poco civilizada.En esencia, esto se ha convertido en el signo de los tiempos y sobre todo,de un desarrollo capitalista que nos ha condenado a la miseria y nos vedade entrada, la capacidad de pensar y aún más, de disentir.

Lo anterior se ha visto por ejemplo, cuando en el Congreso de laRepública se retuerce una ley, no importando su contenido y ejecutandoun abuso. Así, la ambición de cierto grupo de continuar en el poder,despliega una actuación fuera del esquema legal, justificando por lafuerza y en contra de los imperativos morales más elementales, unaactitud que conlleva consecuencias políticas nefastas para sus propiosintereses. Al mismo tiempo, evidencia un desprecio a la capacidad depensar y comprender que debieran defender los ciudadanos.

Finalmente, queda señalada con absoluta claridad, la tarea de losintelectuales: a partir del dilema moral, que para algunos puede todavíano estar claro entre el intelectual que se coloca del lado de un mundo deprivilegios y de conservadurismo histórico del que propugna por elcambio, del que pretende el mantenimiento de una sociedad polarizaday los que buscan la senda democrática; a partir de allí, con toda humildad,asumir la tarea de opinar, de creer, de orientar y especialmente, algo tanartesanal y humano como es analizar, debatir y enseñar.

En estos términos y dado que es imposible que el intelectual sea elexponente de la certeza absoluta, sí puede ser el portador de los proyectosy de las esperanzas de una mayoría. Quedan pues, la razón y la crítica, notanto para solucionar la incertidumbre, sino para tratar de comprenderla.4 Bourdieu, Pierre: Intelectuales, política y poder. Eudeba. Buenos Aires, 2000.

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ACTIVIDADES ACADÉMICAS

DEL MES DE JULIO

CURSO DE POSTGRADO EN CIENCIAS SOCIALES YECONOMÍA AMBIENTAL

El curso es una respuesta a la escasezde recursos humanos especializados

en estas disciplinas en la región centro-americana. Centroamérica constituye un“corredor biológico” con las implicacio-nes que esta situación genera a nivelambiental. Por otra parte, considerandoque el progresivo deterioro del medioambiente puede ser mejor explicado entérminos de la relación entre la dinámicadel desarrollo económico y social y losprocesos políticos complejos que sesuceden, se consideró importante ofreceruna experiencia formativa para acercar aprofesionales de disciplinas académicasdiversas. La intención es tender puentesde diálogo y discusión dentro de un enfo-que multidisciplinario para una mejorcomprensión del desarrollo sostenible y de la práctica en este campo.

Para los efectos del curso, se asume que los fenómenoseconómicos y sociales son determinantes de los procesos de impactoecológico. La búsqueda de los puntos de intersección se plantea comouna estrategia con visión holística, de los modos de relación de lasociedad con la naturaleza a través de la historia. El curso tiene comocomponentes principales las ciencias sociales, la economía y laecología, cuyos contenidos están agrupados en cinco módulos. Elconjunto de módulos posee como ejes transversales el concepto y lapráctica de la interculturalidad, del género, de la integracióncentroamericana y de la evaluación del impacto ambiental.

El 9 de julio de este año se iniciaron las actividades docentescon una lección inaugural sobre “la valoración de los serviciosambientales en el contexto del desarrollo sostenible”, presentada através de un foro en el que intervinieron los académicos NeptalíMonterroso, Hugo Cardona y Juan Carlos Godoy. Participan veinteestudiantes: catorce guatemaltecos, dos costarricenses, dosnicaragüenses, un salvadoreño y un hondureño, que trabajan en elsector público y privado, en la educación superior, y en el desarrollo yambiente de sus respectivos países. Para facilitar la presencia en elpaís de los estudiantes extranjeros, FLACSO y el Proyecto CorredorBiológico Mesoamericano, gestionaron becas para quienes requirierande este tipo de apoyo.

El curso tiene una duración de272 horas, equivalentes a 17 créditosacadémicos. La carga académica estádistribuida en un 67% del tiempo parala docencia; un 24% para investigacióny un 9% para síntesis temática. Comoparte de la evaluación, cada participan-te deberá realizar una investigaciónsobre los contenidos tratados. Losprofesores son profesionales en distin-tas áreas académicas especializadascon una amplia experiencia en el tema,seleccionados dentro de las unidadesacadémicas de la FLACSO en Centro-américa y de universidades extranjeras.

© Hugo de León

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ugo

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NoVEdaDeS

IDENTIDAD Y RACISMO EN ESTE FIN DE SIGLO

152 PÁGS.AURA MARINA ARRIOLA

Q42.00

Desde la contraportada,Aura Marina nos avisa queeste libro es una reflexiónteórica sobre sus obser-vaciones etnográficas rea-lizadas principalmente enItalia y Francia, y en sutrabajo de campo en lafrontera sur de México,desde 1995 hasta lafecha.

DEBATE 4990 PÁGS.

EDELBERTO TORRES-RIVAS / IMMANUEL WALLERSTEIN

Q30.00

Estos ensayos que seofrecen a la atención delpúblico son sugestivos,provocadores, y desde lafecha del Coloquio han sidosolicitados insistintementea la FLACSO. Se inscribendentro del propósito de lacolección Debate (de la queintegran su número 49), esto es: presentar y difundir en Guate-mala enfoques, información y argumentos que generen contro-versia académica para así contribuir al avance de las cienciassociales y al conocimiento de la sociedad guatemalteca.

INTIMIDADES DEL

PROYECTO POLÍTICO

DE LOS MILITARES

484 PÁGS.JENNIFER SCHIRMER

Q125.00

“¿Hasta qué punto tiene el ejército lacapacidad y la voluntad para cambiar lamanera en que se relaciona con los gobiernosciviles y la sociedad civil? Su capacidad yvoluntad necesitan ser constantementeobservadas y reevaluadas, tanto desde dentrode las fuerzas armadas como desde fuera delas mismas en varios niveles –constitucional,doctrinal, institucional y actitudinal– paracomprender si la institución más poderosa deGuatemala se está volviendo parte del procesodemocrático, y en qué términos. En virtud deque el ejército fue la institución que efectuó latransición en Guatemala, a los oficiales y alos que tratan de cambiar las fuerzas arma-das les corresponde aceptar finalmente elpasado y asegurar que el futuro sea muchomás democrático. ¿Pero es ésto posible? Ysi es así, ¿cuán pronto?”

Jennifer Schirmer

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Conferencistas magistrales invitadas alPrimer encuentro mesoamericano

de estudios de género

Hotel Casa Santo Domingo,Antigua Guatemala,

del 28 al 31 de agosto del 2001

29/08/01 Tema: Relaciones genéricas e interculturalesMarcela Lagarde, mexicana, etnóloga, Cum Laude por la Escuela Nacional deAntropología e Historia de México, maestra y doctora en Antropología por laUniversidad Autónoma de México.

29/08/01 Tema: Equidad e igualdad de oportunidadesMargarita Pisano, chilena, arquitecta, graduada en la Pontificia UniversidadCatólica de Chile. Coordinadora de la Red de Mujeres CEAAL en Chile.

30/08/01 Tema: Mujeres rurales, tierra y medio ambienteSoledad González Montes, argentina radicada en México, maestra en CienciasSociales con especialidad en Antropología Social por la Universidad Iberoamericanade México y doctorada por la Universidad Complutense de Madrid.

30/08/01 Tema: FeminismosGraciela Hierro, mexicana, doctora en Filosofía, por la Facultad de Filosofía yLetras de la Universidad Autónoma de México. Es directora y fundadora delPrograma Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM.

31/08/01 Tema: Género, historia y políticaEugenia Rodríguez, costarricense, doctora en Historia por la Universidad deIndiana, Estados Unidos, catedrática de la Escuela de Historia e investigadora delCentro de Investigaciones Históricas de América Central, Universidad de CostaRica.

31/08/01 Tema: Género y macroeconomíaGuadalupe Espinosa, mexicana, graduada en Sociología por la UniversidadNacional Autónoma de México. Se ha desempeñado como profesora e investigadoradel Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.