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Dibujos como Expresión de la Relación en Terapia de Pareja PETER ROBER En las sesiones de terapia de pareja los miembros a menudo caen en larguísimas discusiones, cargadas de dolor, resentimiento y culpa. Es fundamental que el terapeuta evite enredarse en estas interacciones en escalada. Como una forma de prevenir dichas interacciones, este artículo propone un protocolo para el uso de dibujos que reflejan la relación (dibujos relacionales) en terapia de pareja, con el fin de crear espacios para nuevas narrativas. Este enfoque se sustenta firmemente en una vasta experiencia terapéutica, como también en las ideas dialógicas. Lo central no es el contenido de las imágenes de los miembros de la pareja, sino el intercambio dialógico acerca de los dibujos. Específicamente, el foco del terapeuta se encuentra en las interacciones de los miembros, sus indecisiones y aquello que los sorprende. Trabajar de esta manera crea oportunidades para que ellos reflexionen acerca de lo que sienten que es fundamental en su vínculo. El protocolo se ilustra mediante dos casos clínicos detallados. Palabras clave: Terapia de Pareja; No Verbal; Dialógico; Dibujos En las sesiones de terapia de pareja los miembros a menudo caen en larguísimas discusiones, cargadas de dolor, resentimiento y culpa (por ej., Kurri & Wahlstrom, 2005; Willi, Frei, & Limacher, 1993). Muchas veces tales discusiones no sólo revelan diferencias de opinión sino también algo que para el terapeuta1 es más importante aún: reflejan diferencias en la forma en que los miembros de la pareja se perciben uno al otro y a sí mismos. Al trabajar con parejas es fundamental que el terapeuta conozca estas percepciones de sí mismos y de la otra persona. Sin embargo, quizás lo fundamental es lograr conversar sobre estas descripciones y experiencias en un clima dialógico de aceptación e interés activo. Según mi experiencia, los dibujos metafóricos que los clientes hacen para representar su relación pueden ser herramientas útiles para promover este proceso. En este artículo describo cómo se puede trabajar con este tipo de dibujos en terapia de pareja. Los dibujos acerca de su relación ofrecen a los miembros de la pareja un tipo especial de lente a través del cual pueden observarse a sí mismos desde una cierta distancia. Si en conjunto con la pareja la terapeuta logra crear un contexto dialógico de exploración y curiosidad empática hacia los dibujos, entonces los clientes pueden decidir con cierto grado de autonomía que decir en la sesión y qué callar si algún aspecto es demasiado vulnerable como para compartirlo. Este artículo se basa en mi vasta experiencia usando los dibujos en terapia de pareja. Inspirado por el trabajo de Michael White, Tom Andersen, John Shotter, y otros pensadores del campo de la terapia familiar, he intentado desarrollar un protocolo para el uso de los dibujos en terapia de pareja. En este artículo presentaré dicho protocolo y lo ilustraré describiendo dos casos. Es importante aclarar desde el

Dibujos Como Expresión de La Relación en Terapia de Pareja

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Dibujos como Expresin de la Relacin en Terapia de Pareja

PETER ROBER

En las sesiones de terapia de pareja los miembros a menudo caen en largusimas discusiones, cargadas de dolor, resentimiento y culpa. Es fundamental que el terapeuta evite enredarse en estas interacciones en escalada. Como una forma de prevenir dichas interacciones, este artculo propone un protocolo para el uso de dibujos que reflejan la relacin (dibujos relacionales) en terapia de pareja, con el fin de crear espacios para nuevas narrativas. Este enfoque se sustenta firmemente en una vasta experiencia teraputica, como tambin en las ideas dialgicas. Lo central no es el contenido de las imgenes de los miembros de la pareja, sino el intercambio dialgico acerca de los dibujos. Especficamente, el foco del terapeuta se encuentra en las interacciones de los miembros, sus indecisiones y aquello que los sorprende. Trabajar de esta manera crea oportunidades para que ellos reflexionen acerca de lo que sienten que es fundamental en su vnculo. El protocolo se ilustra mediante dos casos clnicos detallados.

Palabras clave: Terapia de Pareja; No Verbal; Dialgico; Dibujos

En las sesiones de terapia de pareja los miembros a menudo caen en largusimas discusiones, cargadas de dolor, resentimiento y culpa (por ej., Kurri & Wahlstrom, 2005; Willi, Frei, & Limacher, 1993). Muchas veces tales discusiones no slo revelan diferencias de opinin sino tambin algo que para el terapeuta1 es ms importante an: reflejan diferencias en la forma en que los miembros de la pareja se perciben uno al otro y a s mismos. Al trabajar con parejas es fundamental que el terapeuta conozca estas percepciones de s mismos y de la otra persona. Sin embargo, quizs lo fundamental es lograr conversar sobre estas descripciones y experiencias en un clima dialgico de aceptacin e inters activo. Segn mi experiencia, los dibujos metafricos que los clientes hacen para representar su relacin pueden ser herramientas tiles para promover este proceso. En este artculo describo cmo se puede trabajar con este tipo de dibujos en terapia de pareja. Los dibujos acerca de su relacin ofrecen a los miembros de la pareja un tipo especial de lente a travs del cual pueden observarse a s mismos desde una cierta distancia. Si en conjunto con la pareja la terapeuta logra crear un contexto dialgico de exploracin y curiosidad emptica hacia los dibujos, entonces los clientes pueden decidir con cierto grado de autonoma que decir en la sesin y qu callar si algn aspecto es demasiado vulnerable como para compartirlo.

Este artculo se basa en mi vasta experiencia usando los dibujos en terapia de pareja. Inspirado por el trabajo de Michael White, Tom Andersen, John Shotter, y otros pensadores del campo de la terapia familiar, he intentado desarrollar un protocolo para el uso de los dibujos en terapia de pareja. En este artculo presentar dicho protocolo y lo ilustrar describiendo dos casos. Es importante aclarar desde el inicio que un protocolo es slo un protocolo. No debiera seguirse al pie de la letra, sino que debiera ser utilizado cuando la sabidura, la flexibilidad, y una fuerte dosis de intuicin experiencial sugieran que puede ser aplicado. Como con cualquier otro protocolo y tcnica aplicados en la sala de terapia, lograr una relacin teraputica clida, emptica, y aceptadora es un requisito previo.

UN ENFOQUE DIALGICO

En terapia familiar existe una larga tradicin que valora la comunicacin no verbal (por ej., Watzlawick, Beavin, & Jackson, 1967). En la sala de terapia familiar las formas no verbales de comunicacin han contribuido a enriquecer el proceso teraputico (por ej., Andersen, 1995; Gil, 1994; Rober, 2002). Especialmente al trabajar con nios, los terapeutas familiares han usado diversas aproximaciones no verbales tales como juegos, tteres, juguetes, y dibujos, para facilitar que los nios relaten sus historias (por ej., Berg & Steiner, 2003; Freeman, Epston, & Lobovits, 1997). En el trabajo teraputico con parejas, la forma ms conocida de comunicacin no verbal ha sido la tcnica de la escultura de pareja (Papp, 1982). En la escultura de pareja Papp (1982) se centra en identificar un tema central de la pareja en torno al cual se organiza el motivo de consulta. Los miembros de la pareja adoptan una posicin con respecto al tema central, lo que a menudo conduce a una polarizacin de dichas posiciones. Este tipo de organizaciones reciprocas han sido descritas en la literatura como colusiones inconscientes (Dicks, 1967; Willi, 1984), contratos ocultos (Sager, 1976), acuerdos inconscientes (Framo, 1982), y otros conceptos similares. Aqu se propone un enfoque diferente, en el cual el dialogo entre los pacientes y la terapeuta es ms importante que el contenido del dibujo. Este enfoque coincide con aproximaciones dialgicas a la terapia familiar que estn surgiendo en este campo, y que algunos autores han llamado terapia dialgica (por ej., Andersen, 1995; Rober, 2002, 2005; Seikkula & Olson, 2003). La sesin se concibe como un dialogo entre tres personas, en el cual ellas tratan de hablar de cosas sobre las cuales no es fcil hablar. En consonancia con las voces de Bakhtin (1984, 1986), Volosinov (1973), y Shotter (2000, 2006), se considera fundamental el carcter nico del dialogo en terapia, y se enfatiza la dinmica viva que surge entre las tres personas (Rober, 2005). La tensin entre hablar y guardar silencio es crucial en este enfoque dialgico del encuentro teraputico. Se promueve que las personas hablen, pero se acepta que guarden silencio, porque es claro que es difcil poner ciertas experiencias en palabras. Algunas de las experiencias de los clientes se vinculan con decepciones y recuerdos dolorosos, con temores catastrficos o con vulnerabilidades que yacen escondidas y pueden reaparecer inesperadamente. En esos casos, en la pausa antes de hablar puede surgir en el hablante la pregunta implcita de si acaso las palabras no sern demasiado peligrosas, y si no ser ms seguro guardar silencio. Para abordar esta tensin entre hablar y callar, trato de crear un espacio para que la pareja elija: una zona en la que ellos pueden decidir con cierto grado de autonoma cmo continuar con la sesin.

EL USODE DIBUJOS EN TERAPIA DE PAREJA

El protocolo completo se resume esquemticamente en la Tabla 1. A continuacin se ilustrara el protocolo paso a paso con el relato del caso de Alan y Susan.

Caso de Alan y Susan

Alan (36 aos de edad) es mdico general. Susan (30 aos) es enfermera. Tienen dos hijos:

Jonas (4 aos) y Anais (2 aos y medio). Llevan seis aos casados.

En la primera sesin Alan refiere que a menudo se siente prisionero en la relacin. Cuando se siente as sale con alguien que frecuentemente, aunque no siempre, es una amiga. Susan dice que para ella esto es difcil de soportar, porque la deja en casa con los nios. Luego agrega que le preocupa lo que l haga con sus amigas porque Alan y ella no han hecho el amor en los ltimos dos aos y medio.

Alan niega tener aventuras. Est frustrado porque Susan no le cree. Entonces Susan seala que sabe que Alan ha sido infiel al menos una vez. l tuvo una aventura con una de sus pacientes.

Susan: Me pregunto, me ama todava?

TABLA 1

Resumen del Protocolo

1. Presentacin de la tarea para la casa (sesin X)

2. Discusin de la tarea para la casa (sesin X1)

a. Reflexin sobre el proceso de dibujar (indecisiones)

b. Conversacin acerca del dibujo de la persona A (la persona B es observador(a) externo(a))

Etapa 1: conversacin sobre las indecisiones de A

Etapa 2: exploracin del dibujo de A

Etapa 3: conversacin sobre lo que sorprende a B

c. Conversacin acerca del dibujo de la persona B (la persona A es observador(a) externo(a))

Etapa 1: conversacin sobre las indecisiones de B

Etapa 2: exploracin del dibujo de B

Etapa 3: conversacin sobre lo que sorprende a A

3. Conversacin acerca de la relevancia de los dibujos (sesin X1 X2)

2 Este relato del caso se basa en las notas que el terapeuta tom durante y al trmino de cada sesin con Alan y Susan (no son sus nombres verdaderos). El terapeuta us las notas para escribir el relato de la sesin teraputica. Luego se envi este relato a Alan y Susan, y en colaboracin con ellos el terapeuta edit el texto hasta que hubo consenso en que se trataba de una descripcin fiel del desarrollo de la sesin. Asimismo, se tomaron medidas para evitar que los clientes pudieran ser reconocidos por los lectores.

En una sesin de pareja a menudo se desarrolla este tipo de dinmica. Los miembros de la pareja sienten dolor por cosas que ocurrieron en el pasado (por ejemplo, Susan se siente herida por la aventura de Alan y el hecho de que le haya mentido). Se sienten confundidos o frustrados con respecto a su relacin (por ejemplo, Alan est frustrado porque Susan no le cree) y asustados por lo que el futuro pueda depararles (por ejemplo, Susan tiene miedo de que su relacin no tenga futuro). Estas experiencias frecuentemente se expresan mediante relatos de culpabilidad y decepcin, en los cuales cada miembro de la pareja acusa al otro de no cumplir con las responsabilidades que es razonable esperar de una pareja.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Entonces digo que el tiempo est por acabarse y pregunto a Alan y Susan si estaran de acuerdo en hacer en casa una tarea para la prxima sesin:

Me gustara que cada uno de ustedes hiciera un dibujo de la otra persona. Hagan su dibujo usando una imagen metafrica que refleje cmo sienten ustedes que es su pareja. Pueden elegir un animal, una casa, un paisaje, una persona, lo que encuentren ms apropiado para expresar cmo sienten que es la otra persona. . . . Cuando hayan hecho el dibujo de su pareja se dibujan a s mismos en la misma hoja, tambin usando una imagen metafrica que refleje cmo sienten que son ustedes mismos en relacin a su pareja. Djenme darles un ejemplo . . . .

Luego les digo que yo podra dibujar a mi esposa como una pelota de futbol por ejemplo. Entonces dibujara la pelota en la hoja de papel, y despus me preguntara: Si ella es una pelota de futbol, qu sera yo? Sera la hierba sobre la cual est la pelota? Sera el jugador de ftbol que est pateando la pelota? Sera la bomba inflando la pelota? Sera el arco? O el rbitro? Entonces elijo una imagen y la dibujo en el papel.

Esta es la instruccin que habitualmente doy a las parejas. Les pido que hagan un dibujo comenzando por la imagen que tienen de su pareja. Esto se vincula con el relato que la mayora de las personas tiene al inicio de la terapia, en el que a menudo se describen a s mismos como antagonistas de su pareja (Sinclair & Monk, 2004). En esa etapa es frecuente escuchar afirmaciones como: Yo reacciono as porque mi pareja no me deja otra alternativa. Al decirlo, los miembros de la pareja establecen puntuaciones en su interaccin circular, y describen su propia conducta como respuesta a lo que hace la otra persona. En otras palabras, comienzan la terapia haciendo un relato desde una posicin en la cual se describen a s mismos como vctimas del egosmo, la inflexibilidad o la locura de su pareja. Con respecto a la forma de abordar este tema, el objetivo de la terapia de pareja puede formularse como abrir un espacio para otros relatos en que los miembros de la pareja puedan darse a s mismos roles ms activos en los cuales se hagan responsables por su participacin en la relacin. Esto parece ofrecerles una forma de escapar de la desesperanza de la situacin relacional en la que se sienten atrapados, y los ayuda a centrarse en nuevas posibilidades para la relacin.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Despus de darles la tarea Alan dice que no sabe dibujar. Trato de tranquilizarlo sealando que no es un concurso de dibujo. Pero Alan no se siente ms tranquilo. Alan: Pero qu vas a hacer con el dibujo? Vas a hacer una interpretacin sobre quin soy? Me vas a etiquetar de algn modo?

Explico que no voy a hacer nada de eso, sino que vamos a usar los dibujos como punto de partida para una conversacin.

Ahora Alan parece ms aliviado.

Segn mi experiencia, a menudo la primera reaccin de las parejas a esta tarea para la casa es mostrarse vacilantes o reticentes: Yo no s dibujar, Estoy tan ocupada (o), Para qu lo vas a usar?, y otras reacciones de este tipo. Habitualmente esto se resuelve dando espacio para que los miembros de la pareja expresen sus dudas. A veces es necesario que la terapeuta ofrezca ms informacin sobre lo que piensa hacer con los dibujos. A menudo es preciso hablar en profundidad sobre las indecisiones y explorar las buenas razones de las parejas para estar indecisos (Rober, 2002).

Caso de Alan y Susan (Segunda sesin)

Alan y Susan traen sus dibujos a la sesin siguiente.

Les pregunto cmo les fue con los dibujos.

Alan contesta que para l fue difcil porque estuvo muy ocupado.

Alan: Adems, las primeras imgenes que se me vinieron a la mente eran todas muy negativas. Todas sobre peleas, discusiones, y violencia.

Terapeuta: A qu te refieres?

Alan: Yo quera retratar nuestra relacin de una manera esperanzadora. Pero la primera imagen que se me vino a la mente fue la de un gato y un perro. Eso es tan desalentador: un gato y un perro pelean continuamente.

Susan se sorprende.

Susan: Es tan extrao; yo hice un dibujo de una gata y un perro.

En este momento todava no estoy interesado en el contenido del dibujo. En cambio pregunto por el proceso de dibujar; por ejemplo: Cmo fue hacer este dibujo? Al responder este tipo de preguntas con frecuencia los clientes comienzan a relatar historias sobre sus indecisiones (Rober, 2002). Yo me muestro interesado en qu les caus indecisin al hacer el dibujo, o qu los hizo postergar el momento de ponerse a dibujar, o qu obstculo mental tuvieron que vencer para poder comenzar el dibujo. En este inters est implcita la idea de que las indecisiones son formas legtimas de protegerse a s mismo(a) contra un posible dao o experiencia desagradable, y que toda persona tiene derecho a cuidar de su propia seguridad (Rober, 2002).

Despus del dilogo sobre el proceso, contino con la conversacin sobre el contenido de los dibujos. Por turnos les pido a los miembros de la pareja que hablen acerca de lo que han dibujado. Mientras uno de ellos habla, el otro escucha.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Le pregunto a Susan si quiere empezar a contar algo acerca de su dibujo, y le pido a Alan que escuche. Lo tranquilizo dicindole que ms adelante tendr la oportunidad de hablar de las inquietudes que le surjan a partir del dibujo, pero primero quiero que Susan tenga espacio para contar su historia acerca del dibujo. Alan est de acuerdo. Susan muestra su dibujo (ver Figura 1). Es un dibujo de un perro y una gata. Susan dice: Estos son un perro y una gata. Estn acostados juntos. A salvo.

Ahora trato de crear un espacio para la exploracin dialgica del dibujo. Lo hago tomando la posicin de un oyente interesado y respetuoso, y pidindole a la persona que me cuente ms acerca del dibujo. Empiezo con esta pregunta abierta y gradualmente voy pasando a preguntas ms especficas con respecto a los detalles del dibujo.

En esta exploracin es importante que mis preguntas se refieran slo al dibujo y no a la vida cotidiana de la pareja ms all del dibujo. Aun cuando puede haber paralelos obvios entre el dibujo y su vida real, evito centrarme en esta conexin. Esto favorece un contexto dialgico en el cual se evita la culpa y se abre espacio para la reflexin.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Terapeuta: Puedes contarme ms acerca de la gata y el perro?

Susan: Estn acostados en un canasto. Estn cerca, pero no estn a gusto. Tienen las orejas levantadas. La gata siempre teme que el perro la abandone.

Terapeuta: El perro tambin est intranquilo?

Susan: Eso creo. Tal vez l tambin teme que la gata lo deje? No, no lo creo. Tal vez tenga miedo de que la gata lo arae y le haga dao? No lo s.

Terapeuta: Puedes contarme un poco qu pasa ms adelante?

Susan: No s qu les traer el futuro a la gata y el perro. Pero s s que la gata no est tranquila, y est asustada por lo que pueda pasar.

Luego de hablar con el primer miembro de la pareja sobre su dibujo, me dirijo al otro miembro y le pregunto qu le sorprendi del dibujo. De este modo le doy a esta persona la posicin de observador externo (White, 2004). Inicialmente esto puede resultar extrao para los clientes, ya que por lo general se sienten inclinados a evaluar la veracidad del dibujo, o a hablar de lo que reconocen en l. Preguntarles por lo que les sorprende del dibujo pospone su evaluacin de la veracidad e indaga en lo que les resulta inesperado. Esta pregunta tambin apunta a las inquietudes, generalmente no expresadas, que les evoca el dibujo de su pareja. Lo que les sorprende a menudo es algo que les intriga, pero que todava no entienden bien.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Pregunto a Alan qu le sorprende del dibujo que Susan ha hecho.

Alan: Parece que estuvieran bien juntos. Eso es extrao. En casa, cuando quera hacer un dibujo de la relacin, tambin tuve la imagen de un perro y un gato. Pero no pens en ninguna otra imagen de un perro y un gato aparte de esa en que estn peleando.

Terapeuta: Y ahora ves que la gata y el perro pueden vivir en paz juntos?

Alan: S, pero tienen que pagar un precio. No estn a gusto. Yo asiento.

Hablar de lo que sorprende abre espacio para nuevas narrativas, o nuevas versiones de la historia previa. De este modo, la historia antigua se hace ms compleja y se enriquece a medida que se le suman nuevas perspectivas, que muchas veces son ms esperanzadoras. Esto puede crear oportunidades para hablar de otra manera sobre los dilemas y obstculos que la pareja enfrenta en su vida.

Luego le toca al otro miembro de la pareja hablar de su dibujo, y quien habl primero se sita ahora en la posicin de observador(a) externo(a). Nuevamente comienzo por centrarme en las indecisiones de Alan.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Entonces llega el momento de que Alan muestre su dibujo. l saca una hoja de papel doblada, cerrada, y sellada con cinta adhesiva transparente. El dibujo todava no se ve. Coloca este paquete en la pequea mesa delante de m y me dice: Puedes abrirlo. Como estoy sorprendido por la forma en que present su dibujo, considero en primer lugar la hoja de papel cuidadosamente doblada y sellada. Me pregunto si expresa una indecisin de Alan con respecto a mostrar su dibujo. Decido centrarme en su posible reticencia a mostrarlo, y le pregunto sobre eso.

Terapeuta: Es que no s si puedo abrirlo. Lo has sellado con tanto cuidado. Puede haber algn peligro en que miremos el dibujo? Qu podra salir mal si lo vemos?

Alan: Tengo miedo de que Susan critique mi dibujo. Ella dir que no es bueno.

Recuerdo que Alan dijo en la primera sesin que l no es buen dibujante.

Terapeuta: Bien, y hay algo ms que te impida mostrar tu dibujo? Cules pueden ser tus buenas razones para no mostrar tu dibujo?

Alan: S, espero que no sea demasiado negativo. No quisiera dar a entender que ya no hay esperanza para nosotros.

Terapeuta: Est bien, entonces no quieres enfatizar que no hay esperanza para la relacin?

Alan: S.

Percibo cierto alivio.

Hablar de indecisiones y buenas razones para estar indeciso(a), y tomar en serio las sutiles seales de inseguridad o reticencia que muchas veces se expresan en breves silencios, ciertas expresiones faciales y gestos por el estilo, le dan a la persona permiso para detenerse, reflexionar, y comenzar a sentirse ms cmoda con el proceso.

En el caso de Alan, me tom un tiempo para reflexionar con l acerca de sus buenas razones para dudar en mostrar su dibujo. Esto le ayud a expresar algunos de sus miedos tcitos, sopesar los pro y los contra de mostrar el dibujo, y llegar a una decisin.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Alan hizo un dibujo de un juego de palabras cruzadas y un reloj de arena.

Terapeuta: Puedes decirme algo ms acerca de tu dibujo?

Alan: Es el turno de l. Pero el reloj de arena lo presiona, porque el orificio por el que pasa la arena es muy grande. Le toca jugar a l, pero est ponindose muy nervioso.

Terapeuta: Qu va a pasar ahora?

Alan: E l quiere mostrarle a ella lo que es capaz de hacer, pero no tendr oportunidad de hacerlo.

Esta fue la segunda etapa (ver Tabla 1): la exploracin del dibujo de Alan. Ahora avanzo a la tercera etapa.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Terapeuta: Susan, qu te sorprendi del dibujo de Alan?

Susan: El gran orificio del reloj de arena. Tengo fama de ser una mujer difcil, pero no me haba dado cuenta de que esto presionara tanto a Alan. Terapeuta: Hay algo ms que te sorprenda en el dibujo?

Susan: S, Alan no est en el dibujo.

Aunque percibo vagamente que esto la conmueve, no lo tomo ni lo comento. En un momento posterior de la sesin quedar claro que desde la perspectiva de Susan, el hecho de que Alan est ausente del dibujo es un punto fundamental (ver ms adelante).

Despus de haber explorado y comentado en tres etapas ambos dibujos, es el momento de terminar el ejercicio. En la ultima parte del protocolo converso con la pareja sobre qu relevancia tiene para ellos el dilogo acerca de los dibujos: En qu forma es relevante con respecto a la vivencia que tienen de su relacin y sus dificultades? Qu aspectos toca este dilogo que es difcil poner en palabras? De qu modo arroja nueva luz sobre su relacin? Y otras preguntas de este tipo.

Caso de Alan y Susan (Continuacin)

Cuando pregunto a Alan y Susan qu relevancia tiene para ellos esta conversacin sobre los dibujos, Alan dice que est decepcionado.

Esperaba que nos dieras algn tipo de interpretacin.

Terapeuta: Esto me sorprende. Puedes ayudarme a entender tu decepcin Alan, porque pens que al comienzo habas dicho que tenas temor a que yo hiciera interpretaciones?

Alan asiente, y explica que eso es cierto, pero que en su interior tena la esperanza de que mediante la interpretacin de los dibujos yo encontrara alguna solucin para todos sus problemas.

Pregunto a Susan cul es la relevancia de los dibujos para ella. Susan empieza a llorar.

Susan: Me impact darme cuenta de que Alan no se haba incluido a s mismo en su dibujo. Tengo tanto miedo de que me deje.

En este momento ella solloza intensamente.

Susan: Creo que es muy tarde. Siento que l ya me dej.

Ms adelante en la misma sesin Alan admitira que Susan tena razn y que efectivamente haba decidido dejarla. Explic que no quera seguir con ella porque haba perdido la esperanza. Esto ilustra cmo los dibujos relacionales a veces captan aspectos cruciales de la relacin de pareja de los que an no se ha hablado. Conversar sobre los dibujos ayuda a la pareja a centrarse en estos aspectos y hablar sobre ellos.

OTRO CASO ILUSTRATIVO

He presentado el protocolo usando como ejemplo paso a paso un caso relativamente claro como el de Alan y Susan. Ahora presentar un segundo caso con algunos comentarios adicionales. Este ejemplo ilustra algunas de las complejidades que puede encontrar un terapeuta al usar este protocolo. Este es el caso de Kirsten y Lars.

El caso de Kirsten y Lars

Kirsten es secretaria y tiene 30 aos de edad. Lars tiene 32 aos. Es comerciante y tiene un negocio grande y muy exitoso en una ciudad belga. Han estado casados por 10 aos y tienen un hijo, Tom, de 3 aos de edad.

Cuando Kirsten tena 17 aos fue hospitalizada y se le diagnostic depresin bipolar. Desde entonces ha estado tomando medicamentos en forma permanente. Cuando me reun con ellos por primera vez tuve la impresin de que Kirsten y Lars se sentan vencidos y exhaustos. Era como si hubieran peleado una larga y difcil batalla y tuvieran que admitir su derrota.

Terapeuta: Qu los trae aqu?

Lars: Estamos completamente atascados. Ya no nos relacionamos. Me he vuelto desconfiado y pierdo la paciencia con mucha facilidad.

Kirsten: Ya no hablamos. Ya ni siquiera lo intentamos.

Terapeuta: Cules son sus buenas razones para no hablar? Qu les detiene?

Lars: No digo una palabra porque no quiero ser malinterpretado.

Kirsten: Tengo miedo de ser herida. Y lo ms importante es que no quiero herirlo a l.

Terapeuta: Los escucho a los dos diciendo que hablar puede ser peligroso para ustedes.

Pueden ser heridos o malinterpretados. Quisiera proponerles que aqu en la terapia vayamos sobre seguro y hablemos con mucho cuidado. Sera buena idea?

Kirsten y Lars respondieron al unsono: S.

Se oan aliviados.

Lars: Es como si hubiramos perdido la habilidad de hablar. En el hospital durante los ltimos meses slo tenamos que escuchar lo que los psiquiatras, psiclogos, y enfermeras nos decan. Ya no sabemos cmo hablar.

Eleg no tomar inmediatamente el contenido de los problemas de Kirsten y Lars. Primero quera centrarme en el proceso y hablar de la decisin de la pareja de ver a un terapeuta, y en especial de los riesgos de dar ese paso. Tambin estaba impresionado por la queja de Lars acerca de que en los meses anteriores haban tenido que escuchar a los profesionales todo el tiempo. Esta afirmacin, que estaba cargada de irritacin, pareca expresar la indecisin de Lars sobre comprometerse nuevamente en una relacin teraputica. Poda escucharse como una advertencia, pero tambin la entend como un pedido: Por favor no hables demasiado. Danos espacio para que nosotros hablemos. Sent que el hecho de que Lars confiara en m como para decir esto era un regalo muy valioso. Me deca que l todava tena la esperanza de que este nuevo terapeuta pudiera ser diferente de los profesionales de ayuda que haban conocido en el hospital.

Segn mi experiencia, tener una actitud teraputica genuinamente respetuosa y discreta cuando una persona duda de comprometerse en una relacin teraputica, puede permitir que aparezcan en la sesin relatos sobre sentimientos de vulnerabilidad, malas experiencias al contar historias delicadas, y lecciones aprendidas. En especial, esta aproximacin permite que los miembros de la pareja se protejan a s mismos siendo ms cuidadosos al comprometerse con profesionales de ayuda. Este acercamiento respetuoso hacia los riesgos que experimenta la pareja al inicio de un proceso de terapia ayuda tambin al terapeuta a establecer con ellos una relacin teraputica de colaboracin. En el caso de Kirsten y Lars, mi decisin de hablar con mucho cuidado tomaba en cuenta su necesidad de contar sus historias, y al mismo tiempo reconoca su vulnerabilidad y su indecisin con respecto a hablar.

Al final de la primera sesin les di la tarea de hacer un dibujo de su relacin (ver ms arriba).

Despus que di la tarea Lars reaccion con entusiasmo: Lars: Que interesante tarea!

Kirsten estuvo de acuerdo.

Segunda Sesin

Al inicio de la segunda sesin les pregunt si tenan alguna retroalimentacin con respecto a la primera sesin.

Lars: Fue una buena sesin. Tuvimos la oportunidad de contar nuestra historia, y t nos escuchaste.

Kirsten: S, tu dijiste que podamos hablar con mucho cuidado. Eso fue muy importante.

Lars: S, hablar con mucho cuidado.

Terapeuta: Pueden ayudarme a entender por qu hablar con mucho cuidado es tan importante para ustedes? Cul es el riesgo implcito?

Lars: Que Kirsten pueda deprimirse o tener un episodio de mana nuevamente. S que ella todava lo tiene. Demasiado estrs o demasiadas emociones fuertes pueden hacer que tenga una recada.

Kirsten: Para m el riesgo de hablar es que nos separemos. l ya ha aguantado tanta mierda por mi causa. . . . Un da va a hartarse y se marchar.

Decid que era el momento de hablar de los dibujos, y les pregunt si los haban hecho.

Kirsten: S, yo hice mi dibujo. Mir a Lars expectante, pero l dijo: Yo no hice ningn dibujo. Pens mucho en eso, pero es muy, muy difcil.

Terapeuta: Puedes ayudarme a entender qu fue exactamente lo difcil?

Lars: Fue fcil dibujarla a ella, pero no pude hacer un dibujo de m mismo. Si me hubieras pedido hace un ao que hiciera un dibujo habra sido ms fcil. Era ms claro quin era yo en nuestra relacin. Ella estaba deprimida y yo llevaba el peso de nuestra familia, nuestro hogar, nuestro hijo. Pero ahora estamos en algn punto intermedio, no s dnde.

Terapeuta: Me sorprende que slo te sea difcil dibujarte a ti mismo y no a Kirsten.

Lars: S, tengo ms distancia con respecto a Kirsten. Es ms fcil reflexionar sobre ella.

Terapeuta: Sera posible que hicieras un dibujo para nuestra prxima sesin? Si es as, posponemos la conversacin sobre los dibujos para la prxima vez.

Lars acept intentarlo nuevamente: Pondr algo en el papel, dijo.

Kirsten estaba decepcionada. Explic que tena curiosidad acerca de lo que Lars habra dibujado.

Kirsten: Tambin esperaba hablar de mi propio dibujo.

Tercera SesinLars estaba orgulloso cuando dijo que haba logrado hacer su dibujo: De hecho hice tres dibujos, dijo. Esa fue la solucin que encontr. No logr hacer un dibujo de Kirsten y yo, as es que hice tres dibujos separados: uno para representar a Kirsten, uno para representarme a m mismo, y uno para representar nuestra relacin.

Fantstico contest. Encontraste una solucin para el problema del que nos hablaste la semana pasada

Si bien Lars no sigui exactamente mis indicaciones sobre la tarea para la casa, esto no me preocup. En cambio, lo felicit por haber encontrado una solucin para el dilema del que nos haba hablado en la sesin anterior.

Kirsten estuvo de acuerdo en sentarse en la ubicacin de observadora externa mientras Lars presentaba sus dibujos.

Este es el primer dibujo de Lars.

Una burra. (Dirigindose a Kirsten) Esa eres tu!

Kirsten pregunt: Una yegua?

Lars: No, una burra. Una burra risuea disfrutando la vida. Una burra testaruda y risuea.

Lars mostr el segundo dibujo:

Ese soy yo, dijo. Una hormiga. Una trabajadora.

Terapeuta: Puedes decirme algo ms sobre la burra y la hormiga?

Lars: La hormiga est nerviosa. Est trabajando duro para construir un nido en un hormiguero.

Terapeuta: Y dnde est la burra?

Lars: A veces la burra choca contra un rbol cercano. Y a veces una rama del rbol cae sobre el hormiguero. Entonces la hormiga tiene que repararlo.

Se hizo silencio por un momento.

Lars: Una y otra vez la burra choca contra el rbol y la hormiga tiene que trabajar duro para tratar de reparar el dao. Y la burra se re y come hierba. Eso es lo unico que hace: rer, comer, y jugar. La burra ni siquiera se da cuenta de que la hormiga est. Es demasiado pequea para que la burra la vea

Le ped a Lars que mostrara su tercer dibujo, el dibujo sobre la relacin.

Lars: Este es el dibujo de un antiguo tren a vapor. Kirsten va al volante. Yo soy el mecnico, y me encargo de que el tren siga en movimiento. As es nuestra relacin.

Pregunt a Kirsten qu era lo que ms le haba sorprendido de los dibujos y relatos de Lars.

Ella respondi que lo que ms le sorprenda es que el tren tuviera un volante: Un tren sigue la va frrea. No se dirige con un volante. El tren slo va por los rieles. Tal vez lo que Lars quiere decir es que lo que yo hago no es importante. Que juego con el volante mientras el tren simplemente va por los rieles.

Lars respondi inmediatamente: No, el conductor es importante. El conductor tiene el control sobre el tren.

Kirsten: No entiendo nada. Yo no tengo ningn control.

Pregunt a Kirsten: Hay alguna otra cosa que te sorprenda?

Kirsten: S, me sorprende que la burra sea tan grande y la hormiga tan pequea. Compadezco a la pobre hormiga en la historia de Lars. Tiene que reparar todo lo que la burra destruye en su ignorancia.

Lars asinti.

As es, l dijo.

Lars pareci sentirse aliviado de algn modo.

Luego me volv hacia l y le ped que se sentara en el lugar del observador y escuchara lo que Kirsten dira acerca de su dibujo. Ella sac de su bolso una hoja grande de papel y mostr su dibujo.

Kirsten: Es un pjaro, una grulla, volando sobre los campos. Vuela, y tiene alas muy fuertes. Pero las alas se volvieron ms pequeas en los ltimos aos. Perdi parte de su poder. Hay plomo colgando de sus patas. Es muy difcil despegar del suelo. Yo soy el pjaro ms pequeo. Sigo al pjaro grande. Me doy cuenta de que es mi culpa que las alas del pjaro grande se hayan hecho ms pequeas. Y este es el nido.Kirsten apunt a la figura de forma circular en la esquina superior derecha de la hoja.

Kirsten: La grulla grande dedica mucha energa al nido. Construye y construye. Le gusta construir.

Terapeuta: Hay algun tipo de contacto entre los dos pjaros?

Kirsten: Ellos partieron juntos, a veces volaban juntos y otras veces separados. Pero siempre regresan juntos. Ellos son uno para el otro.

Me volv hacia Lars y le pregunt qu era lo que ms lo sorprenda en el relato de Kirsten.

Lars: El otro pjaro. El pequeo. No tiene nombre. Qu tipo de pjaro es? Es una grulla tambin?

Kirsten: No, no es una grulla. Al principio pens que lo era, pero ahora me doy cuenta de que ciertamente no es una grulla. No s exactamente qu tipo de pjaro es.

Lars explic que le llamaba la atencin el hecho de que Kirsten no pudiera identificar al pjaro que la representaba a ella misma. Entonces Kirsten seal que lo mismo le pasaba a l en la sesin anterior, cuando no haba logrado dibujarse a s mismo. Al parecer ambos podan caracterizar al otro fcilmente, pero les resultaba difcil caracterizarse a s mismos.

Mentalmente tom nota de esto: pens que sera interesante comentarlo con ellos ms tarde. Luego me centr nuevamente en el protocolo y me diriga Lars: Hay algo ms que te haya sorprendido en los dibujos de Kirsten?, pregunt.

Lars: S, el plomo colgando de las patas de la grulla. Me doy cuenta de que he trabajado duro estos ltimos aos para ayudar a nuestra familia a sobrevivir. He cuidado a nuestro hijo Tom. Hice todo el trabajo domstico. Fui a visitar a Kirsten al hospital. Tambin trabaj a tiempo completo en mi tienda. Ahora que Kirsten est bien nuevamente, me cuesta atreverme a creer que est mejor. Porque si comienzo a creer que ella est mejor, y se deprimiera otra vez, tal vez yo no sera capaz de pasar por todo eso nuevamente.

Terapeuta: Entonces, ahora ests confundido, y no te atreves a creer que Kirsten est mejor?

Lars: S, una recada de Kirsten es una amenaza permanente. A veces me pregunto de qu sirve . . .

No termin la frase.

Kirsten lloraba en silencio.

En las semanas posteriores a la sesin con los dibujos, seguimos hablando sobre lo que es ms valioso para ellos en su relacin (la importancia del nido), sobre los sentimientos de depresin de Lars (el plomo en las patas y las alas pequeas), y sobre cmo se cuidan uno al otro. Por primera vez ambos se dieron cuenta de que se haban descuidado a s mismos en la relacin. Dijeron tambin que ahora comprendan que haba que pagar un precio por este descuido. A menudo la preocupacin de cada uno por el otro generaba una tensin silenciosa dentro de la relacin, porque sentan que hablar era peligroso.

El resto de la terapia no estuvo libre de complicaciones. Hubo crisis importantes y sesiones complicadas. Pero exista este espacio dialgico seguro en el que podamos hablar sobre lo que era difcil. Adems, Kirsten tuvo una recada en que tuvo que ser hospitalizada nuevamente por un breve periodo. En ese momento Lars pens seriamente en dejarla. En una sesin muy tensa hablamos de un posible trmino de la relacin. Una semana ms tarde regresaron y me dijeron que haban decidido seguir juntos y continuar con la terapia. Esta decisin result ser un punto de inflexin muy importante en el proceso teraputico. Lars y Kirsten haban encontrado un nuevo equilibrio en su relacin en la medida en que se dieron cuenta de que tenan una relacin de tres miembros: Lars, Kirsten y la depresin bipolar. Comprendieron que a lo largo de su vida juntos tendran que encontrar formas de dar a la depresin bipolar un lugar en su familia, sin permitir que los dominara. ALGUNAS REFLEXIONES FINALES

Muchos autores del campo de la terapia familiar y de pareja han destacado la importancia del lenguaje metafrico y los mtodos teraputicos no verbales. Sin embargo, y especialmente en lo relativo a la terapia de pareja, los terapeutas rara vez cuentan con protocolos claros y estructurados que orienten su prctica. En este artculo he propuesto un enfoque dialgico en el uso de dibujos relacionales, en el cual lo central no es el contenido de las imgenes sino lo que ocurre en torno al dibujo. Especficamente, el foco del terapeuta se encuentra en las indecisiones de los clientes y en aquello que les sorprende. Trabajar con este foco implica un respeto genuino del terapeuta cuando los clientes se muestran reticentes a relatar experiencias delicadas.

Este enfoque puede abrir un espacio para relatos nuevos e inesperados en la sesin; relatos sobre vulnerabilidad, experiencias negativas al relatar historias delicadas, lecciones aprendidas y formas de protegerse a uno(a) mismo(a) teniendo ms cuidado con respecto a qu decir y qu callar. Ms que la interpretacin del contenido del dibujo mismo, lo central es el dilogo respetuoso entre el terapeuta y los miembros de la pareja acerca del dibujo.

Este protocolo requiere que la terapeuta est presente como persona en la sesin, vinculndose con los clientes como una oyente clida que demuestra un inters activo. Esto implica alternar entre una postura de identificacin y empata, y una postura de curiosidad y observacin desde fuera (Seltzer & Seltzer, 2004). La terapeuta est abierta a lo que le sorprende (Rober, 2005), porque lo que sorprende da la posibilidad de que emerjan durante la sesin nuevas preguntas y nuevos significados. Junto a los clientes, ella trata de encontrar un lenguaje para expresar parte de la complejidad, la incertidumbre y la inseguridad de la vida conjunta de la pareja, de modo que se produzca algn movimiento en lo que se encontraba encerrado, congelado, y atascado.

He usado este protocolo con bastante frecuencia en mi trabajo con parejas. Prefiero usarlo en alguna de las primeras sesiones de la terapia. Por ejemplo, puedo dar la tarea en la segunda sesin, y luego podemos conversar sobre los dibujos en la sesin siguiente. De esta forma, la conversacin acerca de los dibujos puede ayudar a crear en forma dialgica una especie de agenda con algunos temas interesantes que sera relevante que la pareja discutiera en las sesiones futuras. Adems, mantengo los dibujos a mano durante el resto de la terapia. Muchas veces los extiendo en el piso de la sala de terapia durante nuestras conversaciones, refirindome a ellos cada cierto tiempo, especialmente buscando avances recientes y posibilidades nuevas en comparacin con lo que dibujaron inicialmente. Luego recogemos y comentamos estos ltimos progresos.

Por experiencia s que no todas las parejas aceptan trabajar de esta manera con dibujos en terapia de pareja. Por diversas razones, a veces este mtodo simplemente no se ajusta a los clientes, y en ese caso el terapeuta tiene que encontrar otras maneras de ayudar a la pareja. Sin embargo, muchas de las parejas con las que he trabajado usando este protocolo me han dicho que encontraron muy valioso este enfoque de la terapia.

Esto se relaciona con mi experiencia como terapeuta. Me he dado cuenta de que trabajar de esta forma con los dibujos de la relacin ayuda a los miembros de la pareja a tomar cierta distancia de sus conflictos y disgustos cotidianos. Les ofrece un espejo que no es culpabilizador, y que ms bien los invita a tratar de escucharse mutuamente con generosidad. De este modo, se abre la posibilidad de abordar en la sesin aspectos que es difcil poner en palabras: la posibilidad de reflexionar acerca de lo que sienten que es fundamental en su vnculo.

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Fam. Proc., Vol. 48, March, 2009