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DIÓCESIS DE ALAJUELA“N 3 4 MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE (LUCAS 6, 36) En sus manos ponemos el material de Adviento y Navidad 2015 (ciclo c). Este año les proponemos lo siguiente:

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MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE (LUCAS 6, 36)

DIÓCESIS DE ALAJUELAADVIENTO Y NAVIDAD 2015AÑO DE LA MISERICORDIA

Presentación ............................................. 3Convocatoria ............................................. 4Primer Semana Adviento ........................... 7Segunda Semana Adviento ...................... 11Tercera Semana Adviento ........................ 15Cuarta Semana Adviento ......................... 19Novena del Niño ....................................... 23Navidad ................................................... 53Fiesta de la Sagrada Familia ..................... 56Celebración para Año Nuevo .................... 59Epifanía del Señor ..................................... 62El Bautismo del Señor .............................. 66

Rosario del Niño ....................................... 71Anexo 1 ................................................... 82Anexo 2 ................................................... 86

CONTENIDOADVIENTO Y NAVIDAD

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Diseño gráfico y + / [email protected] / 8848.0152

PRESENTACIÓN

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MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE (LUCAS 6, 36)

En sus manos ponemos el material de Adviento y Navidad 2015 (ciclo c). Este año les proponemos lo siguiente:

Celebrar de manera actualizada y en el contexto del Año de la Misericordia, la espera del Mesías (adviento) y los comienzos de nuestra salvación (navidad) para que renovemos el ardiente deseo de su segunda Venida, nos abramos a las primicias del misterio de Pascua y en la caridad demos testimo-nio de la espera dichosa de la plenitud del Reino.

Encontrarán en este folleto:

1. La Convocatoria de Mons. Ángel Sancasimiro Fer-nández OAR Obispo Diocesano de Alajuela al Jubileo sobre la Misericordia2. Un encuentro para cada domingo de adviento.3. Una imagen, un sentimiento, una idea (EG 157) que nos acompañen cada semana.4. La Novena del Niño (Posadas) desde la perspecti-va de las obras de misericordia.5. Una celebración sencilla para algunos de los días de Navidad.6. El Rosario del Niño.

Cada semana tiene sugerencias pero ustedes sabrán enri-quecerlas.

EQUIPO DIOCESANO DE REFLEXIÓNY PRODUCCIÓN DE MATERIALES.

CONVOCATORIA DE SU EXCIA. REVMA. MONS. ÁNGEL SANCASIMIRO FERNÁNDEZ OAR

OBISPO DIOCESANO DE ALAJUELAAL JUBILEO SOBRE LA MISERICORDIA

El pasado 13 de marzo, en el segundo aniversario de su elección como sucesor de Pedro, el Papa Francisco anun-ció el Año Santo Extraordinario en el que se resalte el rasgo de Dios Padre más evocado tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: “Su Misericordia”. Este año comen-zará el día 8 de diciembre del 2015 con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana y concluirá el 20 de noviembre del 2016, fiesta de Cristo Rey. En las Catedrales de todo el mundo se abrirá el domingo siguiente al día de la Inmaculada, 13 de diciembre, III Domingo de Adviento.

Todos recordamos la celebración del último año jubilar pro-clamado por San Juan Pablo II para conmemorar los 2000 años del nacimiento de Jesús. Fue un año de “Jubileo Or-dinario”. Los jubileos ordinarios son aquellos que se ce-lebran a intervalos regulares, cada 25 años, recordando el nacimiento de Jesús.

Los jubileos extraordinarios se realizan para conmemorar circunstancias especiales. Los primeros jubileos extraor-dinarios se celebraron en 1390 y 1423. El último de ellos fue convocado y posteriormente celebrado por San Juan Pablo II, al cumplirse el 1950 aniversario de la Redención.

La Bula Misericordiae Vultus.

La bula por la que se convoca el año jubilar, tiene por título, Misericordiae Vultus, fue publicado el 11 de abril del 2015. Una bula es un documento oficial que el mismo Papa firma y sella y que, de una manera solemne, en este caso, convo-ca a toda la Iglesia a celebrar el Año Jubilar Extraordinario.

Les invito a que la lean, ya que nos presenta una síntesis

Catedral de las distintas diócesis comienzan toda una serie de actividades que también nosotros recomendamos para que como nos dice el Papa en el N°25 de la Bula “vivamos en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros y nos dejemos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida”.

El Testimonio de las obras de misericordia.

Todo este año nos debe ayudar a vivir en la misericordia y a ser nosotros misericordiosos. El Papa nos propone el N°15 de la Bula realizar la experiencia de abrir el corazón a cuan-tos viven en las más contradictorias periferias existencia-les, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. Por ello nos invita a cada uno, y a todos como Iglesia a reflexionar sobre las obras de misericordia corporales y espirituales: “Será un modo de despertar nuestra concien-cia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza y de entrar todavía más en el corazón del Evangelio.

Nos encaminamos, pues, hacia un Jubileo que deseamos vivir junto a toda la Iglesia; lo deseamos vivir con intensidad para que produzca una verdadera conversión de nuestro corazón, y así vivir la coherencia entre el anuncio del Evan-gelio y la forma de vida que debe caracterizar y configurar la vida de nosotros que llevamos el nombre de Cristianos.

Con toda alegría e ilusión convoco a toda nuestra que-rida Iglesia diocesana alajuelense, a todos sus hijos e hijas a vivir este acontecimiento que el Reino nos per-mite vivir en comunión con toda la Iglesia.

Con todo afecto les saludo y bendigo.

+Mons. Ángel San Casimiro Fernández OARObispo de Alajuela

Pbro. Lic. Sixto Eduardo Varela SantamaríaCanciller

teológica sobre la misericordia. En ella nos recuerda la mi-sericordia, no como una palabra abstracta, sino como el rostro de Dios, la acción cotidiana de Jesús, y la forma a través de la cual se expresa de una manera convincente la credibilidad de la Iglesia.

El rostro misericordioso de Dios lo hemos visto en Nuestro Señor Jesucristo, como nos dice el Papa en la oración que ha redactado para el jubileo: “Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia”.

Lema y logo del Jubileo.

Para sintetizar el propósito de este jubileo se ha elegido un lema: “Misericordes sicut Pater” – Misericordiosos como el Padre. Así mismo, se ha buscado una imagen o logo que nos lo hagan presente: el Buen Pastor que lleva sobre sus hombros a la humanidad.

El lema está tomado del Evangelio de San Lucas (6, 36), en esa frase se nos propone vivir la misericordia siguiendo el ejemplo del Padre, que pide no juzgar y no condenar, sino perdonar y amar sin medida.

El logo ha sido realizado por el jesuita Marko Rupuik, y nos pre-senta la imagen de Cristo que carga sobre sus hombros al hom-bre extraviado, destaca la imagen de Jesús que toca la carne humana y lo hace con un amor capaz de cambiarle la vida.

Calendario del Año Jubilar.

Como les he dicho al principio, el inicio de este año será el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada; como el mismo Papa nos dice en la Bula (N°4), fue elegido este día porque coincide con el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II. Esta iniciativa pretende que la Igle-sia sienta la necesidad de mantener vivo este evento.

Tras la apertura del Jubileo, el domingo siguiente, en cada

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• Elaborar un cartel con lo que se plantea con la imagen, el sentimiento y la idea (ver anexo 1) • Es importante hacer participar a diferentes perso-nas durante la celebración.

2. Bienvenida y motivación.Nos ha dicho el Papa Francisco: “En la « plenitud del tiempo » (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, (Dios Padre) envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr. Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios” (Misericordiae vultus 1)

Adviento y Navidad caminan juntos y nos ayudan a pro-fundizar en la esperanza cristiana que se apoya en Dios Padre que manifestó al ser humano su amor misericordioso e inquebrantable en Jesucristo. Dispongámonos para esta celebración.

3. Colocación de la Corona de Adviento. a. Permaneciendo en pie oramos lo siguiente: “Padre bondadoso, la Tierra se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo que viene como luz esplendorosa para iluminar a los que estamos en las tinie-blas de la ignorancia, del dolor y del pecado. Llenos de es-peranza en su venida, hemos preparado esta corona.”

• Se coloca la corona

4. Escucha y meditación (Estando sentados) a. Puestos en pie se proclama 1Tesalonicen-ses 3, 12 -4,2. b. Nos sentamos. Se deja unos instantes de si-lencio y luego se lee la siguiente reflexión:

En su carta Pablo elogia a los Tesalonicenses por su con-ducta conforme a lo que se les anunció y enseñó. Ellos aprendieron que la fe en Dios Padre y en Jesucristo vincula

ESPERA EXPECTANTE(ESTAR ATENTOS A LO QUE ES MÁS IMPORTANTE)

1. Ambientación y elementos por usar. • Preparar previamente la Corona de Adviento y el lugar donde se colocará. • Tener a la mano una Biblia y el pesebre del portal sin la imagen de Jesús Niño, si no, hacer uno sencillo. De-pendiendo del tamaño se pondrá dentro de la Corona, si no al lado de ella. Así quedara hasta el día de Navidad.

7 8ADVIENTO ADVIENTO

a una conducta ética y moral que se vive cotidianamen-te. Pero, les hace ver que todavía es posible y necesario progresar en esa vida cristiana que llevan. El punto final de este progreso es el encuentro definitivo con Jesucris-to. Pueden progresar, por ejemplo, en el amor de unos por otros y por todos los que les rodean. En esto, Pablo mismo era un ejemplo a seguir.

Nos recuerda el Papa Francisco: Dios “no se limita a afir-mar su amor, sino que lo hace visible y tangible. El amor, después de todo, nunca podrá ser una palabra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta: intenciones, ac-titudes, comportamientos que se verifican en el vivir coti-diano. La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orien-tar el amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros.” (Misericordiae vultus 9)

c. Se enciende el primer cirio o vela y se continua:“Al encender semana tras semana estas velas y al medi-tar tu Palabra nos iremos preparando para recibir la luz de la Navidad. Sus luces nos recordarán que Jesucristo es la luz del mundo y el rostro de tu misericordia. Como luz tu Hijo nos indica el camino, aleja nuestros miedos y favorece nuestra comunión. Y como rostro de tu misericordia nos revela la vía que nos une a Ti y abre nuestro corazón a la esperanza de que nos amas para siempre no obstante el límite de nuestro pecado. Él se manifestará, cuando así lo determines, y vendrá acompañado de todos tus santos y santas. Concédenos una espera expectante, estar atentos a lo que es más importante en la vida y vivir conforme a lo que hemos aprendido para agradarte y progresar todavía más (1Tes 4, 1).”

d. Se coloca junto a la corona el pesebre y una copia de la imagen, el sentimiento y la idea que nos acom-pañará esta semana. “Te pedimos, Padre, que, al crecer cada semana el esplen-dor de esta corona con nuevas luces, nos ilumines con el esplendor de Jesucristo que, por tu inmensa misericordia, viene a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, y a conducir nuestros pasos por el camino de la paz. Te lo pedimos por Él que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. R/ Amén.

5. OraciónfinalHacemos un Padre Nuestro y un Ave María.

9 10ADVIENTO ADVIENTO

2. Bienvenida y motivación.Nos ha dicho el Papa Francisco: “Jesús afirma que la mise-ricordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella se con-vierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus verdaderos hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia.” (Misericordiae vultus 9)

a. Oración inicial. Puestos en pie.Padre rico en misericordia, que ninguna de nuestras activida-des nos impida acudir al encuentro de tu Hijo, y que guiados por tu sabiduría divina, podamos gozar siempre de su com-pañía. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

b. Encendemos la segunda vela.

3. Puestos en pie proclamamos Filipenses 1, 4-6.8-11.

a. Nos sentamos. Se deja unos instantes de si-lencio y luego se lee la siguiente reflexión:

Pablo estaba en la cárcel por causa de su fe y ministerio. Escribe desde la prisión, pero no habla de sí mismo ni reza por sí mismo. Más bien da gracias por la participación de la comunidad en su acción misionera y por los sufrimientos que la conversión a la fe les causó. En momentos de tribu-lación, considera Pablo, que es necesario volver la mirada al comportamiento de Dios sin dudar de su amor y fideli-dad. Dios tiene poder para llevar adelante su obra. He ahí la raíz más segura de nuestra esperanza.

Dios es el autor de todo lo que ellos fueron capaces de realizar y les dará la recompensa. La vida cristiana está motivada por el día de la venida o plena manifestación del Señor Jesucristo. Por eso, San Pablo pide que la comuni-dad crezca en la práctica de las obras de misericordia y en la solidaridad (frutos de justicia) con las comunidades ne-cesitadas. Que con una conciencia limpia y una conducta irreprochable aprendan el valor de las cosas que realmente

CORRESPONSABILIDAD

1. Ambientación y elementos por usar. • Tener a la mano una Biblia • Cartel con lo que se plantea con la imagen, el sentimiento y la idea (ver anexo 1) • Es importante hacer participar a diferentes personas durante la celebración.

11 12ADVIENTO ADVIENTO

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, lle-var la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Mi-sericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.1

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importan. Que avancen, por medio de un amor lleno de un conocimiento de la fe y de discernimiento, en la perspecti-va del día del Señor. Nos ha dicho el Papa Francisco: “La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nues-tras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cual-quiera debería poder encontrar un oasis de misericordia.” (Misericordiae vultus 12)

b. Se coloca junto a la corona la copia de la imagen, el sentimiento y la idea que nos acompañará esta semana. Conversamos de lo meditado y de lo que la ima-gen, el sentimiento y la idea nos hacen sentir y pensar.

4. Terminamos con la siguiente oración.

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la es-clavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la pala-bra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!

Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. 1 Oración del Papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia

ADVIENTO ADVIENTO

2. Bienvenida y motivación.Nos ha dicho el Papa Francisco: “La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona… Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus ges-tos deben transmitir misericordia para penetrar en el cora-zón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre. ” (Misericordiae vultus 12)

a. Oración inicial. Puestos en pie.Padre, lleno de bondad, inclina tu oído a las súplicas de tu pueblo, e ilumina las tinieblas de nuestros corazones con la gracia de la visita de tu Hijo. Él que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

b. Encendemos la tercera vela.

3. Puestos en pie proclamamos Filipenses 4,4-7.

a. Nos sentamos. Se deja unos instantes de si-lencio y luego se lee la siguiente reflexión:

En la carta a los Filipenses aparece 13 veces la palabra “ale-gría”. Los motivos principales de la alegría cristiana son: la difusión del Evangelio, el amor entre los hermanos, la vida apostólica con todas las dificultades y sufrimientos. Esta ale-gría del Señor es un maravilloso regalo para la humanidad.

En el párrafo que hemos leído, Pablo hace de la alegría una consigna para sus “amadísimos hermanos”: “Hay que estar siempre alegres en el Señor. Lo repito: hay que estar alegres”.

Para Pablo la alegría no solamente es el resultado de un acontecimiento feliz, sino que la recomienda como una obligación. El motivo de esta alegría es la proximidad del Señor. Esta proximidad, interiorizada, alimenta una relación

ALEGRÍA Y CONFIANZA

1. Ambientación y elementos por usar. • Tener a la mano una Biblia • Cartel con lo que se plantea con la imagen, el sentimiento y la idea (ver anexo 1) • Es importante hacer participar a diferentes personas durante la celebración.

15 16ADVIENTO ADVIENTO

Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, lle-var la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Mi-sericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

de oración confiada con Dios y ayuda al creyente a vivir interior y exteriormente en paz y con serenidad, superando cualquier inquietud.

Porque esta alegría proviene de la unión a Cristo muerto y resucitado, enraizada en la oración, nutrida por su presen-cia cercana y porque la “paz de Dios” está “por encima de todas las preocupaciones” (por encima de todo lo que nos podamos imaginar).

A todo esto agrega San Pablo: que esta alegría interior y frecuentemente exigente sea conocida por todas las per-sonas: “Muestren a todos su bondad” (4,5).

4. Se coloca junto a la corona la copia de la ima-gen, el sentimiento y la idea que nos acompañará esta semana. Conversamos • ¿Somos un motivo para que los demás se alegren? • ¿Ven y experimentan todos, especialmente los necesitados, nuestra generosidad, nuestra misericordia, compasión y solidaridad? • ¿Qué podemos hacer para ser causa de que los demás se alegren en este tiempo?

5. Terminamos con la siguiente oración.

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la es-clavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la pala-bra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!

17 18ADVIENTO ADVIENTO

2. Bienvenida y motivación.Nos ha dicho el Papa Francisco: “La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona… Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus ges-tos deben transmitir misericordia para penetrar en el cora-zón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre. ” (Misericordiae vultus 12)

a. Oración inicial. Puestos en pie.Padre, lleno de bondad, inclina tu oído a las súplicas de tu pueblo, e ilumina las tinieblas de nuestros corazones con la gracia de la visita de tu Hijo. Él que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

b. Encendemos la cuarta vela.

3. Puestos en pie proclamamos Hebreos 10,5-10. a. Nos sentamos. Se deja unos instantes de si-lencio y luego se lee la siguiente reflexión

Este pasaje de Hebreos forma parte de una profunda re-flexión teológica sobre el sentido de la muerte de Jesús. La razón de la escogencia para este domingo de adviento está en la frase: “Cristo al venir al mundo, dijo: Yo vengo para hacer, Oh Dios, tu voluntad”.

A partir del misterio de la Pascua se ilumina el misterio de la Navidad: desde el primer instante, toda la existencia de Jesús estuvo centralizada por el don obediente de su vida que se consumó en la Cruz, primer medio por medio del cual Dios realiza efectivamente su voluntad de salvación a favor de todos los seres humanos.

Este es el misterio de la Encarnación: Dios preparó un cuerpo para su hijo, y este cuerpo está entre la Antigua

OBEDIENCIA (ESCUCHA ATENTA)

1. Ambientación y elementos por usar. • Tener a la mano una Biblia • Cartel con lo que se plantea con la imagen, el sentimiento y la idea (ver anexo 1) • Es importante hacer participar a diferentes personas durante la celebración.

19 20ADVIENTO ADVIENTO

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la es-clavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la pala-bra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!

Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, lle-var la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Mi-sericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Alianza, con sus sacrificios que eran insuficientes para sal-varnos, y la Nueva Alianza, que se encuentra en el cuerpo y la sangre de Jesús. Cuando llega el Mesías se logra de forma real, plena y definitiva la comunión entre los seres humanos y Dios que había sido proyectada en los ritos que ahora caducan.

En la Nueva Alianza no se trata de un rito externo sino de una obediencia interior, por eso, el Mesías “entrando en el mundo” hace suyas las palabras del Salmo 39, y llevó su obediencia hasta la ofrenda de su cuerpo, de su ser entero.

En vísperas de la Navidad, contemplamos maravillados y agradecidos el “hacerse cuerpo” de Jesús. Desde el primer instante de su existencia humana, Él es sacerdote y vícti-ma. Y en la “ofrenda de su cuerpo una vez por todas”, del cual nos dejó el memorial en su sacramento eucarístico, Él incorpora a los miembros de su Cuerpo en gestación. Una vez más sabemos cómo obedecer (escuchar atentamente) y lo que significa ser humano. Como María sabemos cómo hacer para que la Palabra de Dios entre en el mundo por la ofrenda generosa de nuestros cuerpos misericordiosos y solidarios.

4. Se coloca junto a la corona la copia de la ima-gen, el sentimiento y la idea que nos acompañará esta semana. Conversamos: • ¿A dónde iremos o estaremos los diferentes días de esta semana? ¿Con quién nos encontraremos? • ¿Cambiará algo si al iniciar el día o al lugar que lleguemos digamos: “Aquí estoy yo para hacer tu vo-luntad”? Imaginemos qué podrá pasar.

5. Terminamos con la siguiente oración.

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

21 22ADVIENTO ADVIENTO

PRIMER DÍA. 16 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:Desde el 8 de diciembre comenzamos el Jubileo Extraordi-nario de la Misericordia o Año de la Misericordia, que con-vocó el Papa Francisco. Dice el Papa que “Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llama-dos a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre.” Y por esto convocó a este Jubileo Extraordinario de la Mi-sericordia “como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes.”

Vamos, entonces, a vivir esta Novena del Niño en sintonía con este acontecimiento de la Iglesia

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa: Si se llevan las imágenes de José y María se colocan en el altar o en el portal.

3. Motivación. a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente: b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

4. Entregamos las piezas del rompecabezas y pe-dimos que lo armen.

Para tomar en cuenta todos los días:

1. Preparar con anticipación cada día: leyendo el tema y mirando los diversos detalles del encuentro y su desarrollo.

2. Preparar villancicos y usar en los momentos que consideren oportunos. También pueden usar otros canto es sintonía con el tema de cada día.

3. Dar una bienvenida cálida cada día.

4. Indicar a la familia por visitar que prepare un altar a la Palabra, abriendo la Biblia en el texto que corresponde ese día (entregar la cita bíblica). Si en la casa tienen el por-tal preparado también pueden colocarla ahí.

5. Si es posible llevar las imágenes de José y María (Vir-gen del Adviento en la aparece embarazada y a veces mon-tada en un burrito) para entronizarla junto al altar de la Pala-bra. O bien, pedir a una pareja de niños que los represente.

6. En cartón o cartulina hacemos un rompecabezas con la palabra MISERICORDIA.

23 24NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

NOVENA DEL NIÑO 2015“Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto” (Lc 1, 78)

para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletar-gada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corpora-les : dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales : dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con pa-ciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. (Misericordiae vultus 15)

Resulta que este año 2015 salió una película llamada Little Boy. La película narra lo que vive Pepper Flint Busbee, un niño de 8 años apodado “Little Boy”, debido a su baja estatura. Son los años 40. En un pequeño pueblo de California. El niño, que padece problemas de desarrollo, es constantemente ridi-culizado y acosado por sus compañeros de clase y sus veci-nos. Pero a él no le molesta ser más bajo que los otros niños, porque se siente feliz teniendo a su padre a su lado.

Sin embargo, el mundo de Little Boy se resquebraja cuando su papá debe ir a combatir en la Segunda Guerra Mundial. Él mantiene la esperanza, pero todo se desvanece cuando le dan la noticia de que su padre ha sido capturado y hecho prisionero de guerra.

Inspirado gracias al sermón del sacerdote de la ciudad que anuncia que con “fe del tamaño de un grano de mostaza se pueden mover montañas”, Pepper cree que puede conse-guir lo imposible: poner fin a esa guerra y traer a su padre de vuelta a casa. Al pedirle consejo al sacerdote de cómo hacer crecer su fe, este le da una lista con las Obras de Misericordia Corporales, a la que le agrega una más.

5. Luego puestos en pie proclamamos de Lucas 7, 19-23

6. Leemoslasiguientereflexión

“La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de re-velar el misterio del amor divino en plenitud. « Dios es amor » (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericor-dia. Nada en Él es falto de compasión.

Jesús, ante la multitud de personas que lo seguían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, pérdidas y sin guía, sintió desde lo profundo del corazón una intensa compa-sión por ellas (cfr. Mt 9,36). A causa de este amor compa-sivo curó los enfermos que le presentaban (cfr. Mt 14,14) y con pocos panes y peces calmó el hambre de grandes muchedumbres (cfr. Mt 15,37). Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales” (Misericordiae vultus 8)

Conversemos: • ¿Qué es Misericordia para cada uno de nosotros? • ¿Qué ejemplos concretos de obras de Misericordia nos muestra Jesús en este evangelio? (Se puede volver a leer)

7. Propuesta “La lista de las obras de Misericor-dia”. Seguimos leyendo: Nos dice el Papa Francisco: “Es mi vivo deseo que el pue-blo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo

25 26NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

SEGUNDO DÍA. 17 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:Estamos en el segundo día de estas Posadas o Novena al Niño. Queremos prepararnos de una manera distinta para ce-lebrar todo lo que significa la navidad. Agradecemos a Dios Padre que nos permita esta oportunidad. Comencemos.

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa: Si se llevan las imágenes de José y María se colocan en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISE-RICORDIA.

3. Motivación

a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente: b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

c. Antes de escuchar la Palabra de Dios, vamos a conversar cómo nos fue hoy con la lista de las Obras de Mi-sericordia. ¿Alguno pudo poner en práctica el “Dar de comer al hambriento” u otra obra? Que nos cuente cómo lo hizo.

d. Si alguna persona tuvo ocasión de practicar una obra de misericordia damos gracias a Dios y pedimos nos siga ayudando para continuar con todas las demás.

Vamos a hacer durante estos días lo que hizo “Little Boy”. Vamos a tomar Las Obras de Misericordia Corporales, e intentar cada día practicar una de ellas, a partir de mañana. No tenemos que seguir el orden, porque pueden presentar-se situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Cuando cumplamos una de ellas le hacemos una marca. Y tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo con-sigamos.

Sin embargo, juntos vamos a conversar sobre cómo podre-mos llevarlas a la práctica.

• Cada persona toma una lista de Las Obras de Misericordia Corporales (ver anexo). Y conversamos sobre algunas sugerencias o ideas de cómo poner en prác-tica “Dar de comer al hambriento”

• Después de conversar o como iluminación se puede expresar:

“Dar de comer al hambriento: Hay que compartir el pan -¡hay tantas hambres!-. Pero no basta. Hay que hacerse pan y pan partido, como hizo nuestro Señor Jesucristo. El pan es fraternidad y es vida. El pan partido y compartido es amor.”

8. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

9. Despedida. Bendición final:

El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

10. Cantamos un villancico.

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Conversemos:

• ¿Conocen ustedes a personas que han ayudado a otros a conocer a Jesús? ¿Hay alguno de nuestras familias o comunidad? Digamos sus nombres.• ¿Les gustaría que cuando se hable personas que han ayudado a otros a conocer a Jesús, mencionaran sus nombres?• En un momento de silencio pidámosle al Espíri-tu Santo que nos ayude a ser buenos testigos de Jesús y evangelizadores.

6. Vamos a conversar sobre algunas sugerencias o ideas de cómo poner en práctica: “Dar de beber al sediento.”

Recordemos que no tenemos que seguir el orden, porque pueden presentarse situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Y que tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo consigamos.

• Después de conversar o como iluminación se puede expresar:

Dar de beber al sediento: Dar un vaso de agua es fácil y es bonito. Saciar otra sed más profunda es difícil. Saciar la sed definitivamente es imposible. Pero alguien puede hacer bro-tar en las entrañas una fuente de agua viva, gozosa, inago-table. Tú puedes ayudar a hacer posible el milagro del agua.

7. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

8. Despedida.Bendiciónfinal:El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

9. Cantamos un villancico.

4. Proclamación de Mateo 1,1-17

Ahora, vamos a escuchar un texto que está en el Evangelio de Mateo 1,1-17, se oye extraño pero nos habla de que “La venida del Hijo de Dios a la tierra es un acontecimiento tan inmenso que Dios quiso prepararlo durante siglos.” (Cate-cismo de la Iglesia 522). Nos ponemos en pie.

5. Proclamamos de Mateo 1,1-17. Dejamos un mo-mentodesilencioyluegoleemoslasiguientereflexión.

“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El mis-terio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, « rico en misericor-dia » (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moi-sés como « Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad » (Ex 34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la « plenitud del tiempo » (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios.” (Misericordiae vultus 1)

Al leer despacio la historia de los orígenes de Jesús des-cubrimos la presencia de muchas personas que pasaron por experiencias de todo tipo y que vivieron a lo largo de muchos siglos. A través de ellas Dios Padre preparó la ve-nida de Jesús.

Ahora, Jesús, recorre la historia y a través de muchas otras personas sigue entregándonos la salvación. Si sabemos re-cibirlo también nosotros y nosotras seremos colaboradores y c0laboradoras para que otras personas conozcan a Je-sús y experimenten el amor misericordioso del Padre.

29 30NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

Ahora, vamos a escuchar con atención Mateo 1,18-24. Nos ponemos en pie:

5. Proclamamos de Mateo 1,18-24. Dejamos un mo-mentodesilencioyluegoleemoslasiguientereflexión.

Ayer hablamos de personas que colaboraron a preparar la venida de Jesús. Una de esas personas fue San José. Pero, como oímos Jesús no es hijo de José, sino de Dios Padre que lo hizo nacer por la acción del Espíritu Santo.

Al principio, José, no vio en lo que le pasó a María la obra de Dios, más bien pensó que lo sucedido estaba en contra de la voluntad de Dios. Y él no quiso hacer nada contra el que-rer de Dios. Era muy respetuoso de la ley, pero José sabía reconocer lo que Dios hacía y sabía descubrirlo. Fue capaz de captar en sueños los planes de Dios y el llamado que se le hacía para ponerse al servicio del plan de la salvación.

En este Año de la Misericordia necesitamos esa sensibilidad de San José para reconocer la presencia de Jesús en los su-fridos y necesitados. “En cada uno de estos “más pequeños” está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visi-ble como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros los reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de san Juan de la Cruz: « En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor ». (Misericordiae vultus 15)

Por eso, el Papa Francisco nos hace una invitación: “Abra-mos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerqué-moslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra pre-sencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo. (Misericordiae vultus 15)

TERCER DÍA. 18 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:Estamos en el tercer día de estas Posadas o Novena al Niño. ¿De qué nos hablará Dios por su Palabra o por algún otro medio? Pongamos a tención.

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa: Se colocan las imágenes de José y María en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISERICORDIA.

3. Motivación.

a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente: b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

c. Como hicimos ayer primero vamos a conver-sar cómo nos fue hoy con la lista de las Obras de Miseri-cordia. ¿Alguno pudo poner en práctica “Dar de beber al sediento” o alguna otra obra? Que nos cuente cómo lo hizo.

d. Si alguna persona lo hizo damos gracias a Dios y pedimos nos siga ayudando para continuar con to-das las demás.

4. Proclamación de Mateo 1,18-24.

31 32NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

• Vamos en un momento de silencio a pedirle a San José que interceda por nosotros y nosotras para que el Espíritu San-to nos dé esa capacidad de captar los planes de Dios y el llamado que se nos hace en cada persona y en cada aconteci-miento. Y para que como él respondamos con prontitud. 6. Vamos a conversar sobre algunas sugerencias o ideas de cómo poner en práctica: “Vestir al desnudo.” Recordemos que no tenemos que seguir el orden, porque pueden presentarse situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Y que tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo consigamos. • Después de conversar o como iluminación se pue-de expresar: Vestir al desnudo: Aquí, entre nosotros, no encontrarás muchos desnudos que vestir. Suelen estar muy lejos. Quizá haya otro tipo de vestiduras, mejores que la capa de san Martín, que sí debes poner: la vestidura del honor, del res-peto, de la protección. Siempre tendrás que cubrir la des-nudez del prójimo con el manto de la caridad.Hay otro problema relacionado con esta obra de misericor-dia. Hay algo mucho más grave que no vestir al desnudo; es el desnudar al vestido. Esto es ya tema de justicia. Y atentos, son los muchos millones a los que estamos des-nudando. “Si, pues, ha de ir al fuego eterno aquel a quien le diga: estuve desnudo y no me vestiste, ¿qué lugar tendrá en el fuego eterno aquel a quien le diga: estaba vestido y tú me desnudaste?” (San Agustín).

7. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.8. Despedida. Bendición final: 9. El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén10. Cantamos un villancico.

33 34NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

CUARTO DÍA. 19 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:

Estamos en el cuarto día de estas Posadas o Novena al Niño. ¿De qué nos hablará Dios por su Palabra o por algún otro medio? Pongamos a tención.

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa:

Se colocan las imágenes de José y María en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISERICORDIA.

3. Motivación.

a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente: b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

c. Como hicimos ayer primero vamos a con-versar cómo nos fue hoy con la lista de las Obras de Mise-ricordia. ¿Alguno pudo poner en práctica “Vestir al desnu-do” o alguna otra obra? Que nos cuente cómo lo hizo.

d. Si alguna persona lo hizo damos gracias a Dios y pedimos nos siga ayudando para continuar con to-das las demás.

4. Puestos en pie, proclamamos: Lucas 1, 5-25. De-jamos un momento de silencio y luego leemos la siguiente reflexión.

Zacarías y el grupo de pueblo en oración en el Templo re-presentan a todo el pueblo Israel que esperaba la venida del Mesías. Mediante la oración se le recordaba a Dios su pacto y su fidelidad, su compromiso para intervenir por su pueblo. A esta oración Zacarías unió sus propias necesidades.

La respuesta de Dios a la oración de Zacarías es el don de un hijo. Con este don Dios no sólo ha respondido a la petición personal de un hombre atribulado por no haber te-nido hijos sino también a la oración del pueblo en el Templo que suplica la venida del Mesías. El niño, hijo de Zacarías, fue precisamente Juan el Bautista el precursor del Mesías. Cuya misión consintió en hacer que todos se interesasen por la voluntad de Dios y caminaran según sus criterios, con una orientación nueva y profunda del corazón.

“Dios será siempre para la humanidad como Aquel que está presente, cercano, providente, santo y misericordio-so…Su ser misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción. (Papa Francisco, Bula Misericordiae Vultus 6)

Con el anuncio del nacimiento del precursor del Mesías, se avisaba que estaba llegando el nuevo tiempo largamente esperado. El gran gozo que inundó vida de un par de an-cianos, Zacarías e Isabel, que hallaron respuesta a sus ora-ciones, será también el nuestro si igual que ellos: oramos, creemos y confiamos.

Conversemos:

• ¿Conocemos a adultos mayores que nos den ejemplo de perseverancia en la fe?

• Demos gracias a Dios por ellos y oremos para que el Señor los siga sosteniendo, recemos por ellos un Ave María.

5. Ahora vamos a conversar sobre algunas suge-rencias o ideas de cómo poner en práctica: “Acoger al forastero”.

Recordemos que no tenemos que seguir el orden, porque pueden presentarse situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Y que tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo consigamos.

• Después de conversar o como iluminación se puede expresar: • Acogeralforastero: Hoy no es fácil abrir la puerta de la casa, cada vez más defendida. Son muchos los peregrinos que llaman a nuestra puerta: mendigos, transeúntes, extranjeros, refugiados, drogadictos… Toda una herida abierta, que exige soluciones no sólo persona-les sino estructurales. Acoge al que llama a la puerta de tu casa, pero no sólo materialmente sino cordialmente. Todo el que se acerca a ti es un peregrino, que a lo mejor sólo te pide una palabra, una sonrisa o una escucha.

6. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

7. Despedida. Bendición final:

8. El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

9. Cantamos un villancico.

35 36NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

4. Puestos en pie, proclamamos: Lucas 1, 26-38. Dejamos un momento de silencio y luego leemos la si-guiente reflexión.

El escenario del evangelio es la pequeña casa de María en Nazaret. Una casa de familia donde se vivía la cotidianidad del trabajo y del amor. Este mismo espacio se convierte ahora en imagen del escenario de nuestra historia vista con los ojos del Dios que sólo quiere la salvación de la huma-nidad entera.

El Papa Francisco, nos recuerda en este Año Jubilar que “Después del pecado de Adán y Eva, Dios no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y quiso a María santa e inmaculada en el amor (cfr Ef 1,4), para que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cual-quier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona (Misericordiae vultus 3)

La Palabra produce en nosotros una gran acción de gracias y al mismo tiempo la conciencia profunda de que cada uno de nosotros tiene un llamado para participar activamente en la obra de la salvación.

Es una alegría saber que María persona viva que está tam-bién a nuestro lado como madre, siempre pronta para ayu-darnos y sostenernos en nuestro camino de gracia y de fe.

Conversemos:

• María nos da ejemplo de que la auténtica relación con Dios es la vida de gracia: ¿Qué hacemos o podemos hacer para crecer personal y comunitariamente en nuestra relación con Dios? ¿Qué momentos dedicamos al respecto?

5. Ahora vamos a conversar sobre algunas suge-

QUINTO DÍA. 20 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:

Estamos en el quinto día de estas Posadas o Novena al Niño. Hoy contemplamos en oración, guiados por la Pala-bra del Evangelio, el misterio de una vocación que cambió la historia del mundo. Pongamos a tención.

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa:

Se colocan las imágenes de José y María en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISERICORDIA.

3. Motivación. a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente: b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

c. Como hicimos ayer primero vamos a con-versar cómo nos fue hoy con la lista de las Obras de Miseri-cordia. ¿Alguno pudo poner en práctica “Acogeralforas-tero” o alguna otra obra? Que nos cuente cómo lo hizo.

d. Si alguna persona lo hizo damos gracias a Dios y pedimos nos siga ayudando para continuar con to-das las demás.

37 38NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

rencias o ideas de cómo poner en práctica: “Asistir los enfermos”.

Recordemos que no tenemos que seguir el orden, porque pueden presentarse situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Y que tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo consigamos.

• Después de conversar o como iluminación se pue-de expresar: • Asistir los enfermos: No es una visita desde le-jos, una visita por cumplir. Algo que signifique cercanía y compasión. Una visita que suponga comunicación, ayuda, cuidado, ternura, consuelo, confianza. Son partecitas del cuerpo doliente de Cristo.

Hay muchas clases de enfermedades y de enfermos. No están sólo en los hospitales; los hay también en casa, en el trabajo y en la calle. Todos tenemos alguna enfermedad o alguna dolencia. Por eso tenemos que tratarnos compren-siva y compasivamente.

6. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

7. Despedida. Bendición final:

8. El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

9. Cantamos un villancico.

39 40NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

SEXTO DÍA. 21 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:Estamos en el quinto día de estas Posadas o Novena al Niño. Continuamos contemplando el misterio de una voca-ción que cambió la historia del mundo. Pongamos a tención.

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa:

Se colocan las imágenes de José y María en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISERICORDIA.

3. Motivación.

a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente:

b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

c. Como hicimos ayer primero vamos a con-versar cómo nos fue hoy con la lista de las Obras de Mise-ricordia. ¿Alguno pudo poner en práctica “Asistir los en-fermos” o alguna otra obra? Que nos cuente cómo lo hizo.

d. Si alguna persona lo hizo damos gracias a Dios y pedimos nos siga ayudando para continuar con to-das las demás.

Recordemos que no tenemos que seguir el orden, porque pueden presentarse situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Y que tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo consigamos.

• Después de conversar o como iluminación se puede expresar:

• Visitar a los presos: No está en nuestras manos sacar a los presos de la cárcel; pero sí podemos ali-viar y orientar a los presos que están en la cárcel. No pode-mos quitar las esposas de las muñecas; pero sí podemos quitar las cadenas del alma.

• Hay muchas cárceles y esclavitudes íntimas. Es tarea nuestra, es obra de misericordia, liberar y liberar-nos de todos los cautiverios.

6. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

7. Despedida. Bendición final:

8. El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

9. Cantamos un villancico.

4. Puestos en pie, proclamamos: Lucas 1, 39-45.

Al saber que su prima Isabel, había tenido “un hijo en su vejez” (Lc 1,36), María se puso en camino a estar con ella solidariamente. Mientras se dirigía a las montañas de Judá tuvo tiempo de meditar en silencio sobre lo que sucedía en su vida.

El Papa Francisco dice algo semejante: Jesús nos dejó una gran “enseñanza de Jesús: « Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso » (Lc 6,36). Y agre-ga, que para “ser capaces de misericordia,… debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible con-templar la misericordia de Dios y asumirla como propio es-tilo de vida. (Misericordiae vultus 13)

María es un ejemplo a seguir en esto de escuchar y meditar la Palabra de Dios para ir poniéndola en práctica

Isabel, también había vivido en silencio su embarazo. Por eso, cuando se encontraron María e Isabel pudieron ha-blar de lo que guardaban en sus corazones. Guiada por el Espíritu, Isabel se da cuenta de lo pasaba en María y se lo expresa con claridad y con gran alegría

Conversemos:

• ¿Cómo podemos recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra de Dios que se nos dirige?

• ¿Les ha pasado algo alguna vez una experiencia con Dios que desean contárselo a alguien que los pueda entender?

5. Ahora vamos a conversar sobre algunas suge-rencias o ideas de cómo poner en práctica: “Visitar a los presos”.

41 42NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

4. Puestos en pie, proclamamos: Lucas 1,46-56. Dejamos un momento de silencio y luego leemos la si-guiente reflexión del Papa Francisco

“…Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plas-mado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.

Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende « de generación en generación » (Lc 1,50). Tam-bién nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María. (Papa Francisco, Bula Mise-ricordiae Vultus 24)

Conversamos:Si pudiéramos escribir un poema a Dios Padre por lo que ha hecho en nuestras vidas, y lo que hemos visto hacer a nuestro alrededor ¿qué pondríamos?

5. Ahora vamos a conversar sobre algunas suge-rencias o ideas de cómo poner en práctica: “Enterrar a los muertos”.

Recordemos que no tenemos que seguir el orden, porque pueden presentarse situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Y que tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo consigamos.

• Después de conversar o como iluminación se pue-de expresar:

SÉTIMO DÍA 22 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:Estamos en el quinto día de estas Posadas o Novena al Niño. Continuamos contemplando el misterio de una voca-ción que cambió la historia del mundo. Pongamos a tención.

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa:

Se colocan las imágenes de José y María en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISERICORDIA.

3. Motivación.

a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente:

b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

c. Como hicimos ayer primero vamos a con-versar cómo nos fue hoy con la lista de las Obras de Mise-ricordia. ¿Alguno pudo poner en práctica “Acoger al foras-tero” o alguna otra obra? Que nos cuente cómo lo hizo.

d. Si alguna persona lo hizo damos gracias a Dios y pedimos nos siga ayudando para continuar con to-das las demás.

43 44NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

• Enterraralosmuertos:De esto ya se en-cargan las funerarias. Tú envuelve a los difuntos en la ora-ción esperanzada, en el amor y el agradecimiento.

El problema está más no en los que se van sino en los que se quedan. La muerte de un ser querido deja casi siempre heridas sangrantes. Es una obra de misericordia estar cer-ca de los que sufren por estas muertes. Cuando damos el pésame o “acompañamos en el sentimiento”, que no sea una rutina o una palabra vacía.

6. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

7. Despedida. Bendición final:

8. El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

9. Cantamos un villancico.

OCTAVO DÍA 23 DE DICIEMBRE:

Fuera de la Casa:

1. Bienvenida y motivación:

Estamos en el quinto día de estas Posadas o Novena al Niño. Continuamos contemplando el misterio de una vo-cación que cambió la historia del mundo. Pongamos a ten-ción.

2. Canto para pedir posadas.Dentro de la casa:

Se colocan las imágenes de José y María en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISERICORDIA.

3. Motivación.

a. Agradecemos la hospitalidad y realizamos lo siguiente:

b. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordio-sos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

c. Como hicimos ayer primero vamos a conver-sar cómo nos fue hoy con la lista de las Obras de Misericor-dia. ¿Alguno pudo poner en práctica “Enterrar a los muer-tos” o alguna otra obra? Que nos cuente cómo lo hizo.

d. Si alguna persona lo hizo damos gracias a

45 46NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

Dios y pedimos nos siga ayudando para continuar con to-das las demás.

4. Puestos en pie, proclamamos: Lucas 1, 57-66. Dejamos un momento de silencio y luego leemos la si-guiente reflexión:

Dice el texto que los vecinos felicitan a la nueva madre y alaban a Dios “porque hizo a Isabel una gran misericordia”.También a Zacarías le hizo “una gran misericordia” porque lo rescató de su pesimismo y de su cansancio ante la vida.Luego, estos vecinos sentirán que la “gran misericordia” era también para ellos.

Dios a través de un pequeño niño cambió les completa-mente la vida. Este es el punto de partida de una gran fiesta por la vida, igual que las personas en este pasaje podemos leer con ojos de fe la mano misericordiosa de Dios en los acontecimientos fundamentales de la vida y como ellos ad-mirarnos o sorprendernos, meditar y alabar a Dios por lo sucedido.

Nos recuerda el Papa Francisco: “Siempre tenemos ne-cesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto úl-timo y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el lími-te de nuestro pecado.” (Papa Francisco, Bula Misericordiae Vultus 2)

• Conversemos:

¿Nos ha pasado algo semejante a las personas del evange-

lio que hemos leído?

5. Recordemos que no tenemos que seguir el orden, porque pueden presentarse situaciones que nos permitirán ejercer alguna de ellas. Y que tenemos tiempo incluso más allá del día de Navidad de cumplirlas por si durante los días de las Posadas no lo consigamos.

6. Oraciónfinal: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

7. Despedida. Bendición final:

8. El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

9. Cantamos un villancico.

47 48NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

poema. Proclamamos: Lucas 1, 67-79. Cántico de Zaca-rías. Dejamos un momento de silencio y luego leemos la si-guiente reflexión:

El anciano Zacarías comenzó bendiciendo al “Dios de Is-rael”, el Dios de su pueblo. Lo central de su himno proféti-co es la proclamación de la misericordia, la credibilidad y el poder de ese Dios que ayuda a su pueblo y que lo conduce hasta la plenitud de la vida. El Dios de Israel es el Dios de la historia y así se reveló en toda esa larga historia de Israel, Dios ha dejado claro que es poderoso, fiel y misericordioso.

Y este Dios, echó a andar una nueva etapa de la historia por-que suscitó “un salvador poderoso”, que sería el liberador de Israel, la luz de un nuevo amanecer y el que enderezaría el caminar de las personas por el camino de la paz.

6. Por eso, a las puertas de la Navidad terminemos este momento con esta oración que nos regaló el Papa Francisco para este Año de la Misericordia

Señor Jesucristo,tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la es-clavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la pala-bra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que ma-nifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la mise-ricordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos

NOVENO DÍA24 DE DICIEMBRE:

PRIMERA PROPUESTA:Sin proyección de la película “Little Boy”Cierre de posada en una casa o el Templo y salón de la comunidad

1. Bienvenida y motivaciónHoy es último día de las Posadas. Damos gracias a Dios por todo lo vivido y pedimos acoger lo que se nos ofrecerá en esta noche.

2. Canto para pedir posada.Si se llevan las imágenes de José y María se colocan en el altar o en el portal. Y el rompecabezas de la palabra MISE-RICORDIA.

3. Motivación.Saludamos y agradecemos la participación en esta novena y realizamos lo siguiente:(Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Amén

4. Primero vamos a conversar cómo nos fue con la lista de las Obras de Misericordia. ¿Cómo se sintieron viviendo estas experiencias? ¿Qué enseñanzas les quedó?Damos gracias por esta experiencia y pedimos al Espíritu el poder seguir realizando estas obras en toda ocasión que se nos presente la posibilidad de hacerlo.

5. Puestos en pie, vamos a escuchar un hermoso

49 50NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y per-donado por Dios.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisio-neros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Miseri-cordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

7. Cantamos un villancico.

8. Agradecemos la participación y colaboración. Y hacemos la bendición final:

El Dios de la Vida, que hizo fecunda la virginidad de María, nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

9. Seconcluyeconelrefrigerio

SEGUNDA PROPUESTA:Con proyección de la película “Little Boy”

1. AmbientaciónPreparar con anticipación lo necesario para proyectar la película.

La primera parte se realiza como los días anteriores. La se-gunda es la proyección de la película.

La primera parte si es en la capilla o templo se realiza según

lo indicado. O bien se prepara todo para hacerlo en el salón de la comunidad.

Si es en una casa se prepara todo para los dos momentos.

2. Todo se realiza como en la Primera propuesta, solo que después del punto 7 se indica

3. Ahora, pasamos a ver una hermosa película que nos ayudará a entender un poquito más la importancia de la Obras de la Misericordia.

4. Durante la película se entrega el refrigerio y se con-cluye agradeciendo la participación y colaboración.

51 52NOVENA DEL NIÑO NOVENA DEL NIÑO

2. Puestos frente al portal se proclama el Pregón de Navidad

“Les anunciamos, hermanos y hermanas,una buena noticia,

una gran alegría para todo el pueblo.Escúchenla con corazón gozoso:

Habían pasado miles y miles de añosdesde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra

e hizo al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza.Miles y miles de años habían transcurrido

desde que cesó el diluvioy el Altísimo hizo resplandecer el arco iris,

signo de alianza y de paz.En el año 752 de la fundación de Roma;

en el año 42 del imperio de Octavio Augusto,mientras sobre toda la tierra reinaba la paz,

en la sexta edad del mundo, hace 2014 años,en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel,

ocupado entonces por los romanos,en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada,

de Santa María la Virgen, esposa de José,de la casa y familia de David,

nació Jesús, llamado Mesías y Cristo,que es el Salvador que el pueblo esperaba.

Alégrense hermanos.Ésta es la buena noticia del ángel:

“Les ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor”.

3. Se coloca imagen de Jesús Niño en el pesebre.

4. Luego oramos con el Himno del Año de la Miseri-cordia: Misericordiosos como el Padre. Una persona lee la primera frase, los demás responden: Porque es eterna su misericordia

Llegamos al Misterio de la Navidad preparado con mucho cuidado en el Adviento. Misterio que nos maravilla con su doble mensaje: el de la máxima proximidad de Dios a sus creaturas y el de la altísima dignidad de todo ser humano, comenzando por los últimos y los pobres, cuya situación es compartida por el Hijo de Dios quien hizo suyas todas fragi-lidades humanas y vino a servirnos.

24 de diciembre por la noche.Celebración para colocar la imagen

del Niño Jesús.

1. AmbientaciónTener preparada la imagen de Jesús. Se puede tener música de villancicos o entonarlos.

53 54NAVIDAD NAVIDAD

NAVIDAD

1. Ambientación y elementos por usar. a. Crear un ambiente de unión y fraternidad b. Tener a mano la biblia.

2. Monición inicialLa fiesta de la sagrada familia de Jesús, María y José, está inserta dentro del misterio de la navidad porque Jesús qui-so nacer en seno de una familia. “De este modo, la consa-gró como camino primero y ordinario de su encuentro con la humanidad” (Benedicto XVI). Dispongámonos para esta celebración-

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu San-to. Amén.

Vamos escuchar y meditar un episodio evangélico que “re-vela la vocación más auténtica y profunda de la familia: acompañar a cada uno de sus componentes en el camino de descubrimiento de Dios y del plan que ha preparado para él. María y José educaron a Jesús ante todo con su ejemplo: en sus padres conoció toda la belleza de la fe, del amor a

Fiesta de laSagrada Familia

“Demos gracias al Padre, porque es bueno, porque es eterna su misericordia;

ha creado al mundo con sabiduría, porque es eterna su misericordia;

conduce a su pueblo en la historia, porque es eterna su misericordia;

perdona y acoge a sus hijos. porque es eterna su misericordia;

Demos gracias al Hijo, luz del mundo, porque es eterna su misericordia;

que nos ha amado con un corazón de carne, porque es eterna su misericordia;

lo que de Él recibimos, a Él se lo ofrecemos, porque es eterna su misericordia;

que nuestro corazón se abra a quienes tienen hambre y sed; porque es eterna su misericordia.

Pidamos al Espíritu sus siete Dones sagrados, porque es eterna su misericordia;Fuente de todo bien, dulce consuelo,

porque es eterna su misericordia;confortados por Él, ofrezcamos consuelo,

porque es eterna su misericordia;el amor espera y todo lo soporta,

porque es eterna su misericordia.

Pidamos la paz al Dios de toda paz, porque es eterna su misericordia;la tierra espera el evangelio del Reino, porque es eterna su misericordia;gracia y alegría a quien ama y perdona, porque es eterna su misericordia;habrá un cielo nuevo y una tierra nueva, porque es eterna su misericordia.”

5. Terminamos dándonos un abrazo de Navidad.

55 56NAVIDAD NAVIDAD

a Dios y a su Ley, así como las exigencias de la justicia, que encuentra su plenitud en el amor (cf. Rm 13, 10). De ellos aprendió que en primer lugar es preciso cumplir la voluntad de Dios, y que el vínculo espiritual vale más que el de la sangre.” (Benedicto XVI, 31 de diciembre de 2006)

3. Puestos en pie se proclama Lucas 2, 41-52

4. Luegocompartimoslasiguientereflexión.

La familia es un espacio privilegiado para el desarrollo inte-gral de la persona. El evangelio leído se centra en un mo-mento clave de la vida familiar, nos presenta a María y José acompañando a Jesús en su paso a la adultez.

Fue en el seno de una familia que “Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hom-bres” (Lucas 2,52). El desarrollo físico debe estar acom-pañado del desarrollo de la personalidad (“progresaba en sabiduría”) y la maduración de la experiencia de Dios (“pro-gresaba en gracia”). Los procesos internos (“progresaba ante Dios”) deben ser constatados por el entorno social (“progresaba ante los hombres”).

Alrededor 12 años, hace del joven israelita vivía una cele-bración llamada “BarMitzvá” que lo hacía un sujeto de de-rechos y deberes dentro de la sociedad. En este contexto sucede un percance en el cual la identidad de Jesús se pone a la luz: “¿No sabían que yo debía estar en la casa de mi Padre?” (2,49). El relato arroja entonces una gran en-señanza sobre la persona y la misión de Jesús: Dios es su padre y él ha venido para realizar su proyecto.

“La familia cristiana es consciente de que los hijos son don y proyecto de Dios. Por lo tanto, no pueden considerarse como una posesión propia, sino que, sirviendo en ellos al plan de Dios, está llamada a educarlos en la mayor liber-tad, que es precisamente la de decir “sí” a Dios para hacer su voluntad” (Benedicto XVI).

Reflexionemos • ¿Cómo podemos hacer de nuestras familias un es-pacio privilegiado para el desarrollo integral de la persona? • Jesús aprendió de sus padres que en primer lugar es preciso cumplir la voluntad de Dios ¿Cómo podríamos acompañarnos los unos a los otros en el camino de descu-brimiento de Dios y del plan que ha preparado para cada uno y cada una?

• ¿Cómo podemos hacer que nuestros vínculos de sangre se vuelvan también vínculos en la fe y el amor en Cristo?

5. Oración:

“Jesús, María y José,en ustedes contemplamos

el esplendor del amor verdadero,a ustedes nos dirigimos con confianza.

Sagrada Familia de Nazaret,haz que también nuestras familias

sean lugares de comunión y cenáculos de oración,auténticas escuelas del Evangelioy pequeñas Iglesias domésticas.

Sagrada Familia de Nazaret,que nunca más en las familias se vivan experiencias

de violencia, cerrazón y división:que todo el que haya sido herido o escandalizado

conozca pronto el consuelo y la sanación.Sagrada Familia de Nazaret,

que (se) pueda despertar en todos la concienciadel carácter sagrado e inviolable de la familia,

su belleza en el proyecto de Dios.Jesús, María y José,

escuchen y atiendan nuestra súplica. Amén” 2.

57 58NAVIDAD NAVIDAD

2 Tomada y adaptada de: Papa Francisco; Oración por Sínodo de la Familia.

2. Puestos en pie se proclama Juan 1, 1-18. • Terminada la lectura se enciende el cirio ador-nado para la celebración, diciendo: Encendemos este cirio como signo de que “Cristo es Luz y Vida para el nuevo año”.

Conversamos: Contemplado a Jesús “Verbo encarna-do”, ¿Qué propósitos para el próximo año puedo hacer para mi vida personal, familiar, laboral, de amistades, de servicio, de compromiso eclesial?

3. OraciónGuía: Cada quien tiene en la mano su vela.

Agradeciendo todo lo recibido este año, pidiendo perdón por los errores cometidos y pidiendo bendiciones para el año nuevo, tomamos la oración para este Año de la Miseri-cordia y suplicamos juntos:

R/ Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. (Todos repiten)

• Se indica que después de cada respuesta alguno o algunos encienden su vela del cirio. (Los párrafos pueden ser leídos por distintas personas)

Señor Jesucristo,tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

R/ Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la es-clavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la pa-labra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de

1. Ambientación y elementos por usar. a. Crear un ambiente de unión y fraternidad b. Preparar previamente un cirio blanco ador-nado para la celebración. Y se tiene una vela para entregar desde el inicio a cada persona. Fósforos o encendedor.

c. Tener a mano la biblia.

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu San-to. Amén.

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Celebraciónpara Año Nuevo

31 de diciembre / 1 de enero

R/ Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.

R/ Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.

R/ Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, lle-var la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

R/ Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Mi-sericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.Amén.4

4. Alfinal, lospadresoadultosdelacasadanlabendición a sus hijos o bien unos a otros.

61 62NAVIDAD NAVIDAD

4 Oración del Papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia.

4 Oración colecta. Misa de la Epifanía.

1. Reunidos frente al portal damos bienvenida ymotivación.

Celebramos con alegría la solemnidad de la Epifanía, “ma-nifestación” de Cristo a los gentiles, representados por los Magos, misteriosos personajes llegados de Oriente. Cele-bramos a Cristo, meta de la peregrinación de los pueblos en búsqueda de la salvación.

2. (Señal de la cruz): “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”. Oramos diciendo:

Te alabamos, Padre, porque en este día manifestaste tu Hijo único a todos los pueblos, guiándolos por medio de una estrella. Condúcenos, a quienes te conocemos por la fe, hasta la contemplación de la hermosura de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén4

Epifanía del Señor

3. Luego puestos en pie se proclama Mateo 2, 1-12.

4. Movemos las imágenes de los Magos y se colo-can delante del pesebre.

5. Conversamos: • ¿Cómo fue posible? ¿Qué convenció a los Magos de que aquel niño era “el rey de los judíos” y el rey de los pueblos? • ¿Cuál es la razón por la que unos ven y en-cuentran, y otros no? ¿Qué es lo que abre los ojos y el corazón? • ¿Qué les falta a aquellos que permanecen indiferentes, a aquellos que indican el camino pero no se mueven?

6. Escuchemos ahora las siguientes palabras di-chas por el Papa Benedicto XVI5:

Jesús es Dios, “que por decirlo así sale de sí mismo para venir al encuentro de la humanidad. Por amor se ha hecho historia en nuestra historia; por amor ha venido a traernos el germen de la vida nueva (cf. Jn 3, 3-6) y a sembrarla en los surcos de nuestra tierra, para que germine, florezca y dé fruto.

Celebramos con alegría la solemnidad de la Epifanía, “ma-nifestación” de Cristo a los gentiles, representados por los Magos, misteriosos personajes llegados de Oriente. Cele-bramos a Cristo, meta de la peregrinación de los pueblos en búsqueda de la salvación.

¿Qué convenció a los Magos de que aquel niño era “el rey de los judíos” y el rey de los pueblos? Ciertamente los persuadió la señal de la estrella, que habían visto “al sa-lir”, y que se había parado precisamente encima de donde

estaba el Niño (cf. Mt 2, 9). Pero tampoco habría bastado la estrella, si los Magos no hubieran sido personas íntima-mente abiertas a la verdad. A diferencia del rey Herodes, obsesionado por sus deseos de poder y riqueza, los Ma-gos se pusieron en camino hacia la meta de su búsqueda, y cuando la encontraron, aunque eran hombres cultos, se comportaron como los pastores de Belén: reconocieron la señal y adoraron al Niño, ofreciéndole los dones preciosos y simbólicos que habían llevado consigo.”

Al igual que los Magos muchos han visto la estrella, pero son pocos los que han entendido su mensaje. Entonces podemos preguntarnos: ¿cuál es la razón por la que unos ven y encuentran, y otros no? ¿Qué es lo que abre los ojos y el corazón? ¿Qué les falta a aquellos que permanecen indiferentes, a aquellos que indican el camino pero no se mueven? Podemos responder: la excesiva seguridad en sí mismos, la pretensión de conocer perfectamente la reali-dad, la presunción de haber formulado ya un juicio defini-tivo sobre las cosas hacen que su corazón se cierre y se vuelva insensible a la novedad de Dios. Están seguros de la idea que se han hecho del mundo y ya no se dejan con-mover en lo más profundo por la aventura de un Dios que quiere encontrarse con ellos. Ponen su confianza más en sí mismos que en él, y no creen posible que Dios sea tan grande que pueda hacerse pequeño, que se pueda acercar verdaderamente a nosotros.

Al final, lo que falta es la humildad auténtica, que sabe so-meterse a lo que es más grande, pero también la valentía auténtica, que lleva a creer en lo que es verdaderamente grande, aunque se manifieste en un Niño inerme. Falta la capacidad evangélica de ser niños en el corazón, de asom-brarse y de salir de sí para avanzar por el camino que indica la estrella, el camino de Dios. Sin embargo, el Señor tiene el poder de hacernos capaces de ver y de salvarnos. Así pues, pidámosle que nos dé un corazón sabio e inocente, que nos permita ver la estrella de su misericordia, seguir su

63 64NAVIDAD NAVIDAD

5 Cfr. Benedicto XVI Homilías Epifanía, 6 de enero 2006 y 2010.

camino, para encontrarlo y ser inundados por la gran luz y por la verdadera alegría que él ha traído a este mundo. Amén.

• Oramos en un momento de silencio pidien-do la gracia de ver y adorar como los Magos.

7. Concluimos diciendo:

Señor y Padrenuestro, danos un corazón sabio e inocente, que nos permita ver la estrella de tu misericordia, que el esplendor de tu gloria nos ilumine, para poder permanecer en el encuentro con Cristo y seguirlo, e inundados por la gran luz y por la verdadera alegría que él nos ha traído podamos atravesar las tinieblas de este mundo y llegar a la patria donde todo es eterna cla-ridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén

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1. Ambientacióna. Un pequeño altar de la Palabra, con Biblia.

2. Comenzamos señalando lo siguiente: El tiempo de Navidad, que se concluye hoy con la fiesta del bautismo del Señor. Jesús se revela, en la orillas del Jor-dán, a Juan y al pueblo de Israel. Fue la primera ocasión en la que, ya hombre maduro, entra en el escenario público, después de haber dejado Nazaret. Meditemos orantes el mensaje que se nos comparte.

3. (Señal de la cruz): En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

Oremos: Dios y Padre nuestro, tu Hijo único se ha manifestado en la realidad de nuestra carne: que Él nos transforme interior-mente, ya que lo reconocemos semejante a nosotros en su humanidad. Él, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos6. Amén.

4. Escuchemos con atención lo siguiente:

Agostino Cipriano, en 1968, tenía 16 años. Tomó una moto y fue achocar contra un camión. Era un joven abandonado por sus padres. Dejó entre sus notas esta oración:

“Señor, no soy capaz de orar: nadie me lo ha enseñado.Incluso ahora no sé qué decir: Pero ¿tú existes?Si existes, ¿por qué no te me haces visible? Tal vez pre-tendo demasiado.Las montañas, el mar, las flores y toda la creación ha-blan de ti pero yo no soy capaz de descubrirte.Dicen que también el amor ¡es una prueba de tu exis-tencia!Quizás es por eso que yo no te he encontrado nunca: no he sido nunca amado en modo de poder sentir tu presencia.Señor, hazme encontrar un amor que me lleve a ti, un amor sincero, desinteresado, fiel y generoso, que sea un poco tu imagen” 7

• Conversamos sobre lo que el relato nos hace pensar y sentir. • Terminamos leyendo:

Nos dice el Papa Francisco: “Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de

la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. « Dios es amor » (1 Jn 4,8.16), afirma por la pri-mera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evange-lista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pe-cadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de com-pasión.”(Misericordiae vultus 8)

1. Proclamación de Lucas 3, 15-16.21-22

a. Escuchemos con atención el siguiente texto. Nos ponemos en pie.

2. Pongamos ahora atención a las siguientes pala-bras dichas por Benedicto XVI8:

Lucas, presenta a Jesús mezclado con la gente mientras se dirige a Juan Bautista para ser bautizado. Luego de serlo, Jesús se puso a orar (Lc 3, 21). “Después, el evangelista nos dice que sobre el Señor en oración se abrió el cielo. Jesús entra en contacto con su Padre y el cielo se abre sobre él. En este momento podemos pensar que el cielo se abre también (sobre nosotros), por el sacramento del bautismo... Cuanto más vivimos en contacto con Jesús en la realidad de nuestro bautismo, tanto más el cielo se abre sobre nosotros.

Y del cielo —como dice el evangelio— aquel día salió una

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6 Oración colecta. Fiesta del Bautismo del Señor. 7 José M. Blanquet. El origen de la sagrada Familia, Editorial Claret, 2002, p. 9

8 Cfr. Benedicto XVI Homilía Domingo 10 de enero de 2010. Angelus 7 de enero 2017

voz que dijo a Jesús; “Tú eres mi hijo predilecto” (Lc 3, 22). En el bautismo, el Padre celestial repite también estas pa-labras refiriéndose a cada uno de (los que son bautizados). Dice: “Tú eres mi hijo”. En el bautismo somos adoptados e incorporados a la familia de Dios, en la comunión con la santísima Trinidad, en la comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo… De hijos de padres humanos, (so-mos hechos) hijos de Dios en el Hijo del Dios vivo.

Por el bautismo, el ser humano “se convierte realmente en hijo, en hijo de Dios. Desde ese momento el fin de su exis-tencia consiste en alcanzar de manera libre y consciente aquello que desde el inicio era y es el destino del hombre. “Conviértete en lo que eres”, constituye el principio educa-tivo básico de la persona humana redimida por la gracia. Este principio tiene muchas semejanzas con el crecimiento humano, en el que la relación de los padres con los hijos pasa, a través de alejamientos y crisis, de la dependencia total a la conciencia de ser hijo, al agradecimiento por el don de la vida recibida, y a la madurez y la capacidad de dar la vida. Engendrado por el Bautismo a una nueva vida, también el cristiano comienza su camino de crecimiento en la fe que lo llevará a invocar conscientemente a Dios como “Abbá - Padre”, a dirigirse a él con gratitud y a vivir la ale-gría de ser su hijo.”

Del Bautismo deriva también un modelo de sociedad: la de los hermanos. La fraternidad no se puede establecer mediante una ideología y mucho menos por decreto de un poder constituido. Nos reconocemos hermanos a partir de la humilde y profunda conciencia del ser hijos del único Padre celestial. Como cristianos, gracias al Espíritu Santo, recibido en el Bautismo, se nos ha concedido el don y el compromiso de vivir como hijos de Dios y como herma-nos, para ser como “levadura” de una humanidad nueva, solidaria y llena de paz y esperanza. En esto nos ayuda la conciencia de tener, además de un Padre en los cielos,

también una madre, la Iglesia, de la que la Virgen es modelo perenne.”

• Conversamos:

Muchas veces no se tiene la experiencia de un padre o una madre o de ambas, como el caso de Agostino; o se ve oscurecida por las deficiencias de los padres y madres. ¿Cómo podríamos, a partir de Jesús, aprender qué signifi-ca que Dios es nuestro «Padre», que somos hijas e hijos de Dios y hermanos entre nosotros y nosotras? ¿Cómo ayudar a otros a sentirse amados por Dios Padre y por los que nos sabemos hijos e hijas suyos?

7. Terminamos con un Padre Nuestro y abrazo de hermandad.

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palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, « rico en miseri-cordia » después de haber revelado su nombre a Moisés como «Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad » no ha cesado de dar a cono-cer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la «plenitud del tiempo » cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre. Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su per-sona revela la misericordia de Dios.”

2. Canto del Alabado.

3. Aclamaciones • Para siempre sea Alabado mi Jesús Sacramen-tado. En el cielo y en la tierra vuestro nombre sea Alabado. • Niñito Jesús todo amor y misericordia. En Ti confío. • María Madre de la Misericordia. Ruega por nosotros y por el mundo entero.• San José padre adoptivo de la Misericordia. Ruega por nosotros y por el mundo entero.

4. Por la señal de la Santa Cruz…Reconociéndonos frágiles pecadores, acudimos Padre a tu misericordia por medio de Jesús Tú Hijo. Decimos: Jesús mi Señor y Redentor yo me arrepiento….

5. OraciónPadre Santo, Confiados en tu misericordia, agradecemos y encomendamos a esta familia que te ofrece este Santísi-mo Rosario y al mundo entero para que iluminados por el Espíritu Santo a través de tu Palabra y las palabras de tu servidor el Papa Francisco sobre la misericordia, sepamos que tu amor es infinito y que todos podemos alcanzar la fe-licidad de la vida eterna. Por Jesucristo Nuestro Señor que vive y reina Contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos amén.

1. Bienvenida y motivaciónRealizamos este Rosario del Niño en sintonía con el Año de la Misericordia. Escucharemos en las reflexiones palabras del Papa Francisco en la Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Dispongámonos con de-voción para este Santo Rosario.

Palabras del Papa Francisco.

“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El mis-terio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta

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Rosario del Niño

5. Profesamosnuestrafe:CreoenDiosPadre…

6. Contemplaremos los Misterios Gozosos:

a. Primer Misterio de Gozo: La Encarnación del Hijo de Dios en las purísimas en-

trañas de María Santísima.

“Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María” (Lc 1,26-27)

ReflexiónDios no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. Por eso pensó y quiso a María santa e inmacula-da en el amor. Para que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que el pecado, y nadie podrá poner límite al amor de Dios que perdona. (Papa Francisco)

Padre Nuestro, 10 Ave María, Gloria.

• Niñito Jesús todo amor y misericordia. En Ti confío.

b. Segundo Misterio de Gozo:La visitación de María Santísima

a su prima Santa Isabel.

En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y aconteció que cuando Isa-bel oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y

Isabel fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! (Lc 1,39-42)

ReflexiónElegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende « de generación en generación » También noso-tros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María. (Papa Francisco)

Padre Nuestro, 10 Ave María, Gloria.

• Niñito Jesús todo amor y misericordia. En Ti confío.

c. Tercer Misterio de Gozo:El nacimiento del Hijo de Dios en Belén.

Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado. Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirilo era gobernador de Siria. Y todos se dirigían a inscribir-se en el censo, cada uno a su ciudad. Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. (Lc 2, 1-7)

73 74NAVIDAD NAVIDAD

ReflexiónLa “misericordia en la Sagrada Escritura es la palabra cla-ve para indicar el actuar de Dios hacia nosotros. Él no se limita a afirmar su amor, sino que lo hace visible y tangi-ble. El amor, después de todo, nunca podrá ser una pala-bra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta: intenciones, actitudes, comportamientos que se verifican en el vivir cotidiano. La misericordia de Dios es su respon-sabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el amor misericordioso de los cristia-nos. Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser mise-ricordiosos los unos con los otros. (Papa Francisco)

Padre Nuestro, 10 Ave María, Gloria.

• Niñito Jesús todo amor y misericordia. En Ti confío.

d. Cuarto Misterio de Gozo:La presentación del Niño Jesús en el Templo y la puri-

ficacióndeMaríaSantísima.

Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el án-gel antes de que El fuera concebido en el seno materno. Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presen-tarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer un sacrificio conforme a lo dicho en la Ley del Señor: un par de tórtolas y dos pichones. ( Lc 2, 21-24).

ReflexiónLa Iglesia siente la urgencia de anunciar la misericordia de Dios. Su vida es auténtica y creíble cuando con convicción

hace de la misericordia su anuncio. Ella sabe que la primera tarea, sobre todo en un momento como el nuestro, lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones, es la de introducir a todos en el misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de Cristo. La Iglesia está llamada a ser el primer testigo veraz de la misericordia, profesándola y viviéndola como el centro de la Revelación de Jesucristo. Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la misericordia. (Papa Francisco)

Padre Nuestro, 10 Ave María, Gloria.

• Niñito Jesús todo amor y misericordia. En Ti confío.

e. Quinto Misterio de Gozo:El joven Jesús perdido y hallado en el Templo.

Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua. Y cuando cumplió doce años, subie-ron allá conforme a la costumbre de la fiesta; y al regresar ellos, después de haber pasado todos los días de la fiesta, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres, y suponiendo que iba en la caravana, andu-vieron camino de un día, y comenzaron a buscarle entre los familiares y conocidos. Al no hallarle, volvieron a Jerusa-lén buscándole. Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que le oían estaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas (Lc 2, 41-47)

ReflexiónEn este Año Jubilar la Iglesia, se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como pa-labra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor.

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Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre pa-ciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: « Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos » (Papa Francisco)

Padre Nuestro, 10 Ave María, Gloria.

• Niñito Jesús todo amor y misericordia. En Ti confío.• María Madre de la Misericordia. Ruega por nosotros y por el mundo entero.• San José Padre adoptivo de la Misericordia.Ruega por nosotros y por el mundo entero.

Padre Nuestro, tres Ave María y una Salve

Rezaremos un Padre Nuestro, tres Ave María y una Sal-ve ofreciendo este Santísimo Rosario a la Sagrada Familia de Jesús, María y José, implorando al Padre Celestial por Nuestra Santa Madre Iglesia, por las intenciones y salud del Santo Padre el Papa Francisco, por los Obispos, Sa-cerdotes, Diáconos, Religiosos y Religiosas, Misioneros y Misioneras, Seminaristas, Laicos comprometidos y Fami-lias cristianas para que su Misericordia siempre nos acoja en todos los momentos de nuestra vida y que sepamos dar misericordia a todos nuestros hermanos enfermos, a los tristes y desvalidos para que todos sientan tu amor y misericordia y todos logremos alcanzar la salvación, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padre Nuestro • Dios te salve María hija de Dios Padre, las más poderosas, llena eres de gracia… • Dios te salve María madre de Dios Hijo, la más sabia, llena eres de gracia… • Dios te salve María esposa de Dios Espíritu Santo, la más amable, llena eres…

Dios te salve María templo y Sagrario del Espíritu Santo

concebida sin pecado original, auméntanos la fe, la espe-ranza y el amor. Dios te salve Reina y…

• Alabanzas de Sor Faustina a laMisericordiaDivina:Respondemos a cada aclamación: EnTiconfío.

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre. R/ En Ticonfío

Misericordia Divina, supremo atributo de Dios.

Misericordia Divina, misterio incomprensible.

Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la San-tísima Trinidad.

Misericordia Divina, que abarca todo el Universo.

Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encarnado.

Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas.

Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos.

Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo.

Misericordia Divina, que nos acompaña durante toda la vida.

Misericordia Divina, única esperanza de los desesperados.

Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones an-gustiados.

Misericordia Divina, remanso de corazones, paz ante el temor.

Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas.

Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza.

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•HimnodelAñodelaMisericordia: Ahora respondemos a cada aclamación: Porque es eterna su misericordia.

“Demos gracias al Padre, porque es bueno, porque es eterna su misericordia;

ha creado al mundo con sabiduría, porque es eterna su misericordia;

conduce a su pueblo en la historia, porque es eterna su misericordia;

perdona y acoge a sus hijos. porque es eterna su misericordia;

Demos gracias al Hijo, luz del mundo, porque es eterna su misericordia;

que nos ha amado con un corazón de carne, porque es eterna su misericordia;

lo que de Él recibimos, a Él se lo ofrecemos, porque es eterna su misericordia;

que nuestro corazón se abra a quienes tienen hambre y sed; porque es eterna su misericordia.

Pidamos al Espíritu sus siete Dones sagrados, porque es eterna su misericordia;Fuente de todo bien, dulce consuelo,

porque es eterna su misericordia;confortados por Él, ofrezcamos consuelo,

porque es eterna su misericordia;el amor espera y todo lo soporta,

porque es eterna su misericordia.

Pidamos la paz al Dios de toda paz, porque es eterna su misericordia;la tierra espera el evangelio del Reino, porque es eterna su misericordia;gracia y alegría a quien ama y perdona, porque es eterna su misericordia;habrá un cielo nuevo y una tierra nueva, porque es eterna su misericordia.”

• CorderodeDios,quequitaselpecadodelmundo. Perdónanos Señor.

• CorderodeDios,quequitaselpecadodelmundo. Escúchanos Señor.

• CorderodeDios,quequitaselpecadodelmundo. Ten piedad y Misericordia de nosotros y del mundo entero y de las benditas Ánimas del Santo Pur-gatorio. Amén

Recordemos el deseo del Papa Francisco: “Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione duran-te el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra concien-cia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, don-de los pobres son los privilegiados de la misericordia divi-na. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al foraste-ro, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espiri-tuales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, ro-gar a Dios por los vivos y por los difuntos.”

Oraciónfinal:

Jesús, María y JoséEn ustedes contemplamos

El esplendor del verdadero amor,Austedes,confiadosnosdirigimos.

Santa Familia de Nazaret,Haztambiéndenuestrasfamilias

Lugar de comunión y cenáculo de oración,

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Auténticas escuelas del EvangelioY pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,Quenuncamáshayaenlasfamiliasepisodios

De violencia, de cerrazón y división;Que quien haya sido herido o escandalizado

Sea pronto consolado y curado.Jesús, María y José

Escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y María es concebida sin pecado original. Que tu bendición venga a nosotros: en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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ANEXO 1

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Las Obras de Misericordia corporales 1. Dar de comer al hambriento2. Dar de beber al sediento3. Vestir al desnudo4. Acoger al forastero5. Asistir los enfermos6. Visitir a los presos7. Enterrar a los muertos

Las Obras de Misericordia corporales 1. Dar de comer al hambriento2. Dar de beber al sediento3. Vestir al desnudo4. Acoger al forastero5. Asistir los enfermos6. Visitir a los presos7. Enterrar a los muertos

Las Obras de Misericordia corporales 1. Dar de comer al hambriento2. Dar de beber al sediento3. Vestir al desnudo4. Acoger al forastero5. Asistir los enfermos6. Visitir a los presos7. Enterrar a los muertos

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ANEXO 2

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MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE (LUCAS 6, 36)

DIÓCESIS DE ALAJUELAADVIENTO Y NAVIDAD 2015AÑO DE LA MISERICORDIA

Las Obras de Misericordia corporales 1. Dar de comer al hambriento2. Dar de beber al sediento3. Vestir al desnudo4. Acoger al forastero5. Asistir los enfermos6. Visitir a los presos7. Enterrar a los muertos

Las Obras de Misericordia corporales 1. Dar de comer al hambriento2. Dar de beber al sediento3. Vestir al desnudo4. Acoger al forastero5. Asistir los enfermos6. Visitir a los presos7. Enterrar a los muertos

Las Obras de Misericordia corporales 1. Dar de comer al hambriento2. Dar de beber al sediento3. Vestir al desnudo4. Acoger al forastero5. Asistir los enfermos6. Visitir a los presos7. Enterrar a los muertos