DIDACHE ASPECTOS LITURGICOS

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La Didaché o Enseñanza de los Doce Apóstoles es uno de los escritos más venerables que nos ha legado la antigüedad cristiana. Baste decir que su composición se data en torno al año 70; casi contemporáneamente, por tanto, a algunos libros del Nuevo Testamento.

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B. Avisos Litrgicos.VII1. En cuanto al bautismo, ste es el modo de bautizar: habiendo previamente dicho todo esto, bautizad en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo, en agua viva.2.Si no tienes agua viva, bautiza en otra agua. Si no puedes en (agua) fra, (bautiza) en caliente.3.Si, empero, no tienes ni una ni otra, derrama agua sobre la cabeza tres veces en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo.4.Antes del bautismo, el que bautiza y el que ha de ser bautizado, ayunen, y asimismo otros que puedan hacerlo. Mandas ayunar al bautizando uno o dos das antes.VIII1.Vuestros ayunos, sin embargo, no sean con los hipcritas: los que ayunan el segundo y el quinto da despus del sbado. Vosotros, en cambio, ayunad el cuarto da y el viernes.2.Tampoco habis de rezar como los hipcritas, mas como el Seor mand en su Evangelio, as habis de rezar:Nuestro Padre, en los cielos,santificado sea tu nombre,venga tu Reino,hgase tu voluntad, como en el Cielo as tambin en la tierra.Nuestro pan cotidiano dnosle hoy.Y perdnanos nuestras deudas,as como nosotros tambin perdonamos a nuestros deudores.Y no nos lleves a la tentacin; mas lbranos del mal.Porque tuyo es el poder y la gloria en los siglos.3.Tres veces debis rezar de este modo cada da.IX1.En cuanto a la Eucarista, as habis de realizarla:2.Primero sobre el Cliz:Te damos gracias, nuestro Padre,por la sagrada vid de David, tu siervo, la cual nos enseaste por Jess, tu Hijo y Siervo; A Ti la gloria en los siglos.3.Y sobre la particin (del pan):Te damos gracias, nuestro Padre, por la vida y la cienciaque nos enseaste por Jess, tu Hijo y Siervo:A Ti la gloria en los siglos.Como este pan fue repartido sobre los montes, y, recogido, se hizo uno, as sea recogida tu Iglesia desde los lmites de la tierra en tu Reino porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, en los siglos.4.Pero nadie coma ni beba de vuestra Eucarista, sino (nicamente) los que estn bautizados en el nombre del Seor. Porque tambin de esto el Seor ha dicho: "No deis lo santo a los perros !"X1.Y despus de hartaros, as dad gracias:2.Te damos gracias, Padre Santo,por tu santo nombre, al cual hiciste habitar en nuestros corazones; y por la ciencia y fe e inmortalidad, que nos enseaste por Jess, tu Hijo y Siervo: A Ti la gloria en los siglos.3.T, oh Seor, Todopoderoso! lo creaste todo a causa de tu nombre; diste comida y bebida a los hombres para su fruicin, para que te diesen gracias. A nosotros, empero, nos regalaste comida y bebida espiritual y la vida eterna, por tu Hijo y Siervo.4.Ante todo te damos gracias porque eres poderoso: A Ti gloria en los siglos.5.Acurdate, Seor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal, y hacerla perfecta en tu amor;anala desde los cuatro vientos a la santificada, en tu Reino que para ella preparaste: porque tuyo es el poder y la gloria en los siglos.6.Venga tu gracia, y pase este mundo. Hosanna al Dios de David!Si uno es santo, se acerque. Si no lo es, convirtase.Marn-ath!Amn.A los profetas permitid hacer gracias cuantas quieran.C. Advertencias Generales.XI1.Quien, pues, viniere a vosotros ensendoos todo lo dicho anteriormente, a se acogedle.2.Si, empero, el que ensea se pervirti y enseare otra doctrina para la disolucin, no le escuchis. Mas si ensea en la manera de aumentar la justicia y ciencia del Seor, acogedle como al Seor!3.En cuanto a los apstoles y profetas, proceded as conforme al Evangelio.4.Todo apstol que llegue a vosotros, ha de ser recibido como el Seor.5.Pero no se quedar por ms de un da o dos, si hace falta; quedndose tres das, es un falso profeta.6.Al partir, el apstol no aceptar nada sino pan para sustentarse hasta llegar a otro hospedaje. Si pidiere dinero, es un falso profeta.7.Y a todo profeta que hable en espritu, no le tentis ni pongis a prueba. Porque todo pecado se perdona; mas este pecado no ser perdonado.8.Pero no cualquiera que habla en espritu es profeta, sino slo cuando tenga las costumbres del Seor. Pues, por las costumbres se conocer al seudo profeta y al profeta.9.Y ningn profeta, disponiendo la mesa en espritu, comer de la misma; de lo contrario, es un falso profeta.10.Pero todo profeta que ensea la verdad, y no hace lo que ensea, es un profeta falso.11.Todo profeta, sin embargo, probado y autntico, que celebra el misterio csmico de la Iglesia, pero no ensea a hacer lo que l hace, no ha de ser juzgado por vosotros. Su juicio corresponde a Dios. Porque otro tanto hicieron los antiguos profetas.12.Mas quien dijere en espritu: Dame dinero, u otra cosa semejante, no lo escuchis. Si, empero, os dice que deis para otros menesterosos, nadie lo juzgue.XII1.Todo el que viniere en el nombre del Seor, sea acogido. Luego de haberlo probado, lo conoceris; pues tenis criterio para juzgar entre la diestra y la siniestra.2.Si el advenedizo viene tan slo de paso, socorredle todo lo posible. El, por su parte, no quedar entre vosotros ms que dos, o segn su necesidad, tres das.3.Mas si quisiere radicarse entre vosotros, como artesano, trabaje y coma.4.Si no sabe oficio alguno, proveeris segn vuestra inteligencia, para que no viva entre vosotros un cristiano holgazn.5.Si a eso no quiere conformarse, es un traficante de Cristo. Cuidado con sos!XIII1.Todo profeta verdadero que deseare radicarse entre vosotros, es digno de su comida.2.Asimismo, un doctor verdadero es, como obrero, digno de su comida. Todas las primicias del lagar y de los campos, del ganado y de las ovejas, las tomars y dars a los profetas; porque ellos son vuestros prncipes sacerdotes.3. Mas, si no tuviereis profeta, dad a los pobres!4.Cuando haces pan, tomars la primicia y la dars conforme al mandato.5.Asimismo, cuando abres la tinaja de vino o del aceite, tomars la primicia y la dars a los profetas.6. Del dinero y de las vestimentas y de todo cuanto poseas, tomars la primicia, segn te parezca, y la dars conforme al mandato.XIV1.Los das del Seor reunos para la particin del pan y la accin de gracias, despus de haber confesado vuestros pecados, para que sea puro vuestro sacrificio.2. Cualquiera, empero, que tuviere una contienda con su hermano, no os acompae antes de reconciliarse, para que no sea mancillado vuestro sacrificio.3.Pues, ste es el dicho del Seor: "En todo lugar y tiempo me ofrecern una ofrenda pura. Porque soy un gran Rey, dice el Seor, y mi nombre es admirable entre las naciones."XV1.Elegos, pues, obispos y diconos dignos del Seor, varones mansos, indiferentes al dinero, veraces y probados. Porque tambin ellos administran para vosotros el oficio (liturgia) de los profetas y doctores.2. No los menospreciis; porque ellos son venerables entre vosotros, junto con los profetas y doctores.3.Vosotros tratad de convenceros no con ir sino pacficamente, as como lo tenis (preceptuado) en el Evangelio. Y si alguno hubiere ofendido otro, nadie le hable, nadie le escuche, hasta que se arrepintiere4.Vuestras oraciones, vuestras obras de caridad, y todas las obras haced de manera como lo tenis (ordenado) en el Evangelio de nuestro Seor.D. Exhortacin Final. Vigilancia. Las Postrimeras.XVI1.Velad por vuestra vida! Que vuestras linternas no estn extinguidas ni desceidos vuestros lomos; mas estad alerta, porque no sabis la hora en que el Seor va venir.2. Reunos con frecuencia, solcitos de lo que aprovecha a vuestras almas. Pues no os aprovechar todo el tiempo que vivisteis en la fe, si no estis perfectos en el ltimo tiempo.3.Porque en los ltimos das se multiplicarn los falsos profetas y los corruptores, y se convertirn las ovejas en lobos, y el amor se convertir en odio.4.Porque, mientras que la iniquidad se acrecentar, se odiarn unos a otros, se perseguirn y entregarn: y entonces aparecer el impostor del mundo como hijo de Dios, y har seales y prodigios. Y la tierra ser entregada en sus manos. Y cometer iniquidades como jams se hizo en el decurso de los siglos.5.Entonces vendr el Juicio de los hombres en el fuego de la prueba. Y muchos se escandalizarn y perecern. Pero los que perseveraren en su fe, se salvarn de la misma condenacin.6. Y luego aparecern las seales de la verdad: primero la seal de la revelacin en el cielo, despus la seal de la voz de trompeta, y finalmente, la resurreccin de los muertos.7.Pero no de todos, sino segn fue dicho: "Vendr el Seor, y todos los santos con El"8.Entonces el mundo ver al Seor, viniendo sobre las nubes del Cielo.

(Didach o Didaj o Didakh)La Didach o Enseanza de los Doce Apstoles es uno de los escritos ms venerables que nos ha legado la antigedad cristiana. Baste decir que su composicin se data en torno al ao 70; casi contemporneamente, por tanto, a algunos libros del Nuevo Testamento.Aletea en su contenido la vida de la primitiva cristiandad. A travs de formulaciones claras, asequibles tanto a mentes cultas como a inteligencias menos ilustradas, se enumeran normas morales, litrgicas y disciplinares que han de guiar la conducta, la oracin, la vida de los cristianos. Se trata de un documento catequtico, breve, destinado probablemente a dar la primera instruccin a los nefitos o a los catecmenos.Se desconoce el autor y el lugar de composicin de la Didach. Algunos estudiosos hablan ms bien de un compilador, que habra puesto por escrito algunas enseanzas de la predicacin apostlica. Se sita su redaccin en suelo sirio o tal vez egipcio.En este libro se distinguen cuatro partes. La primera, de contenido catequtico-moral, est basada en la enseanza de los dos caminos que se le presentan al hombre: el que conduce a la vida y el que lleva a la muerte eterna. La segunda parte, de carcter litrgico, trata del modo de administrar el Bautismopuerta de los dems sacramentos, del ayuno y la oracinmuy practicados por los primeros cristianosy de la celebracin de la Eucarista. La tercera parte trata de la disciplina de la comunidad cristiana y de algunas funciones eclesisticas. Se explica tambin, sintticamente, el modo de celebrar el da del Seor (nuestro actual domingo), y se aludeentre otrasa dos costumbres que manifiestan la finura de caridad que practicaban nuestros primeros hermanos en la fe: la hospitalidadcon advertencias ante los abusos de quienes buscaban vivir a costa de los demsy la correccin fraterna. La ltima seccin comienza parafraseando la exhortacin de Jess a vivir vigilantes, a prepararse para la hora en la que el Seor viene. Esta parte acaba con una sntesis de las principales enseanzas escatolgicas pronunciadas por el Maestro.LOARTE* * * * *La Didakhe o Doctrina de los doce apstoles, a la que se hallaban referencias en los autores antiguos, se haba dado por perdida hasta que su texto fue hallado en un manuscrito de Constantinopla y publicado en 1883. Inmediatamente se suscitaron vivas polmicas acerca de su carcter y antigedad. Frente a la opinin de los que pretendan que se trataba de una ficcin arcaizante, tal vez de origen montanista, que no sera anterior a los ltimos aos del siglo II, parece haber ido ganando terreno recientemente la conviccin de que se trata de una compilacin de elementos muy antiguos, que en su mayor parte bien pueden remontarse al siglo I. El conjunto est formado por varias instrucciones de tipo moral, litrgico y disciplinar, tal vez para uso de evangelizadores itinerantes. Su particular inters est en que nos da a conocer las formas ms primitivas de catequesis moral, con reconocida influencia juda, y los elementos ms antiguos de la liturgia bautismal y eucarstica, as como la organizacin eclesistica en el momento en que, junto a los predicadores itinerantes y carismticos, empieza a surgir una jerarqua estable y una organizacin en las Iglesias locales.JOSEP VIVES* * * * *Didajes una palabra griega que significa enseanza y con la que se suele conocer abreviadamente la obra llamada Instruccin del Seor a los gentiles por medio de los doce Apstoles o tambin Instrucciones de los Apstoles. Es una coleccin de normas morales, litrgicas y de organizacin eclesistica que deban de estar en vigor ya desde algn tiempo, recopiladas ahora sin pretender ordenarlas ni hacer una sntesis. Tena tal prestigio en la antigedad, que Eusebio de Cesarea tuvo que hacer notar que no se trataba de un escrito cannico. Sin embargo, despus se perdi, y no fue recuperada hasta finales del siglo xix, cuando se encontr en un cdice griego del siglo xI del patriarcado de Jerusaln.La poca de su composicin no se conoce, aunque se ha investigado con mucha atencin. En general, se puede resumir lo que sabemos diciendo que, si por su contenido, que parece reflejar una situacin ya alejada de la era apostlica, se podra suponer que es del perodo que va del ao 100 al 150, la ausencia de citas de los Evangelios sinpticos y otros argumentos hacen pensar que es muy anterior, quiz de los aos 50 al 70; ahora se suele opinar que podra muy bien pertenecer ya al siglo i, al menos en algunas de sus partes.A lo largo de sus 16 captulos, en general muy breves, se encuentra una profusin de consejos morales, presentados bajo el esquema del camino de la vida y el de la muerte, as como instrucciones litrgicas y normas disciplinares.Respecto a la liturgia, son interesantes las normas que se dan para la administracin del bautismo, que al parecer se sola hacer por inmersin en los ros, aunque se admita el bautismo por infusin, derramando agua sobre la cabeza; la prescripcin del ayuno antes del bautismo, y de los ayunos en los das sealados, que son los mircoles y los viernes, distintos a los de los judos; los ejemplos que se dan de plegarias eucarsticas; y la insistencia en la necesidad de purificacin, tanto para la Comunin como para la oracin en general; tambin se alude a la Eucarista como sacrificio.Respecto a la jerarqua, no se describe con detalle su organizacin; se habla de obispos y diconos, pero no de presbteros; el papel que dentro de la jerarqua tienen los profetas itinerantes es an considerable.Se regula la asistencia a los peregrinos, recordando la necesidad de trabajar para no ser gravosos a los hermanos.La palabra iglesia se utiliza con el sentido de asamblea, de reunin de los fieles para la oracin; pero tambin con el otro sentido de Iglesia universal, el pueblo nuevo de los cristianos, subrayando especialmente que esta Iglesia es una y santa. Es de la Didaj de donde arranca la comparacin de la unidad de la Iglesia con la del pan hecho de muchos granos de trigo que se hallaban antes dispersos por los montes.MOLIN* * * * *1.Instruccin moral.Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos dos caminos. El camino de la vida es ste: Amars en primer lugar a Dios que te ha creado, y en segundo lugar a tu prjimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que se haga contigo, no lo hagas t a otro. Tal es la enseanza de este discurso: Bendecid a los que os maldicen y rogad por vuestros enemigos, y ayunad por los que os persiguen. Porque qu gracia hay en que amis a los que os aman? No hacen esto tambin los gentiles? Vosotros amad a los que os odian, y no tengis enemigo. Aprtate de los deseos carnales. Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vulvele la izquierda, y sers perfecto. Si alguien te fuerza a ir con l durante una milla, acompale dos. Si alguien te quita el manto, dale tambin la tnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo reclames, pues tampoco puedes. A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre quiere que se d a todos de sus propios dones. Bienaventurado el que da conforme a este mandamiento, pues ste es inocente. Ay del que recibe! Si recibe porque tiene necesidad, ser inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendr que dar cuenta de por qu recibi y para qu: puesto en prisin, se le examinar sobre lo que hizo, y no saldr hasta que no devuelva el ltimo cuadrante.LIMOSNA/DISCERNIR: Tambin est dicho acerca de esto: que tu limosna sude en tus manos hasta que sepas a quin das. Segundo mandamiento de la doctrina: No matars, no adulterars, no corrompers a los menores, no fornicars, no robars, no practicars la magia o la hechicera, no matars el hijo en el seno materno, ni quitars la vida al recin nacido. No codiciars los bienes del prjimo, no perjurars, no dars falso testimonio. No calumniars ni guardars rencor. No sers doble de mente o de lengua, pues la doblez es lazo de muerte. Tu palabra no ser mentirosa ni vana, sino que la cumplirs por la obra. No sers avaro, ni rapaz, ni hipcrita, ni malvado, ni soberbio. No tramars planes malvados contra tu prjimo. No odiars a hombre alguno, sino que a unos los convencers, por otros rogars, a otros los amars ms que a tu propia alma... S manso, pues los mansos heredarn la tierra. S paciente, compasivo, sin malicia, tranquilo y bueno, temeroso en todo momento de las palabras que has odo. No te exaltars, ni entregars tu alma a la temeridad. No se junte tu alma con los soberbios, sino que andars con los justos y humildes. Los sucesos que te sobrevengan los aceptars como bienes, sabiendo que no sucede nada sino por disposicin de Dios. Hijo mo, te acordars de da y de noche del que te habla la palabra de Dios, y le honrars como al Seor. Porque donde se anuncia la majestad del Seor, all est el Seor. Buscars cada da los rostros de los santos, para hallar descanso en sus palabras. No hars cisma, sino que pondrs paz entre los que pelean. Juzgars rectamente, y no hars distincin de personas para reprender las faltas. No andars con alma dudosa de si suceder o no suceder: No seas de los que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar. Si adquieres algo por el trabajo de tus manos, da de ello como rescate de tus pecados. No vaciles en dar, ni murmurars mientras das, pues has de saber quin es el buen recompensador de tu limosna. No rechazars al necesitado, sino que tendrs todas las cosas en comn con tu hermano, sin decir que nada es tuyo propio; pues si os son comunes los bienes inmortales, cunto ms los mortales. Tu mano no se levantar de tu hijo o de tu hija, sino que les ensears desde su juventud el temor de Dios. No mandars con aspereza a tu esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que t, no sea que dejen de temer a Dios que est sobre unos y otros... Vosotros, los esclavos, someteos a vuestros seores como a imagen de Dios con reverencia y temor...En la asamblea confesars tus pecados, y no te acercars a la oracin con mala conciencia. Este es el camino de la vida (cap. 1-5).2.El bautismo.En lo que se refiere al bautismo, tenis que bautizar as: Habiendo dicho todas estas cosas, bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y el Espritu Santo, en agua viva. Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fra, hazlo con caliente. Si no tienes ni una ni otra, derrama agua sobre la cabeza tres veces, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Antes del Bautismo, ayunen el bautizante y el bautizando y algunos otros que puedan. Pero al bautizando le ordenars que ayune uno o dos las antes (cap. 7).3.Ayuno y oracin.No ayunaris juntamente con los hipcritas (es decir, los judos), que ayunan el segundo y el quinto da de la semana. Vosotros ayunaris el da cuarto y el de la preparacin. Tampoco hagis vuestra oracin como los hipcritas, sino, como lo mand el Seor en el Evangelio, as oraris: Padre nuestro... Oraris as tres veces al da (cap. 8).4.Frmulas para la cena eucarstica.En lo que toca a la accin de gracias, la haris de esta manera: Primero sobre el cliz: Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa via de David tu siervo, la que nos diste a conocer a nosotros por medio de Jess, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.Luego sobre el trozo (de pan): Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento, que nos diste a conocer por medio de Jess tu siervo. A ti la gloria por los siglos. Como este fragmento estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, as sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por los siglos.Que nadie coma ni beba de vuestra comida de accin de gracias, sino los bautizados en el nombre del Seor, pues sobre esto dijo el Seor: No deis lo santo a los perros. Despus de saciaros, daris gracias as: Te damos gracias, Padre santo, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestros corazones, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de Jess, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.T, Seor omnipotente, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres alimento y bebida para su disfrute, para que te dieran gracias. Mas a nosotros nos hiciste el don de un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu siervo. Ante todo te damos gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos.Acurdate, Seor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu caridad, y congrgala desde los cuatro vientos, santificada, en tu reino que le has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo es, que se arrepienta. Maran Atha Amn.A los profetas, dejadles dar gracias cuanto quieran (cap. 9 y 10).5.Instruccin sobre los apstoles y profetas.Al que viniendo a vosotros os enseare todo lo dicho, aceptadle. Pero si el mismo maestro, extraviado, os ensea otra doctrina para vuestra disgregacin, no le prestis odo; si, en cambio, os ensea para aumentar vuestra justicia y conocimiento del Seor, recibidle como al mismo Seor.Con los apstoles y profetas, obrad de la siguiente manera, de acuerdo con la enseanza evanglica: todo apstol que venga a vosotros, sea recibido como el Seor. No se detendr sino un solo da, y, si fuere necesario, otro ms. Si se queda tres das, es un falso profeta. Cuando el apstol se vaya no tome nada consigo si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta.PROFETA-FALSO: No pongis a prueba ni a examen ningn profeta que habla en espritu. Porque todo pecado ser perdonado, pero este pecado no ser perdonado. Con todo, no todo el que habla en espritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Seor. En efecto, por el modo de vida se distinguir el verdadero profeta del falso. Todo profeta que manda poner una mesa en espritu, no come de ella: de lo contrario, es un falso profeta. Todo profeta que predica la verdad, si no cumple lo que ensea es un falso profeta. Todo profeta probado como verdadero, que trabaja en el misterio de la Iglesia en el mundo, si no ensea a hacer lo que l hace, no lo juzgaris, pues su juicio est en Dios. As lo hicieron tambin los antiguos profetas. Pero al que dice en espritu: Dame dinero, o cualquier otra cosa, no le prestis odo. En cambio si dice que se d a otros necesitados, nadie lo juzgue.A todo el que viniere en nombre del Seor, recibidle. Luego examinndole le conoceris por su derecha y por su izquierda, pues tenis discernimiento. Al que pasa de camino le ayudaris en cuanto podis: pero no se quedar con vosotros sino dos o tres das, si fuere necesario. Si quiere quedarse entre vosotros, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento. Si no tiene oficio, proveed segn prudencia, de modo que no viva entre vosotros cristiano alguno ocioso. Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de Cristo: tened cuidado con tales gentes.Todo autntico profeta que quiera morar de asiento entre vosotros es digno de su sustento. Igualmente, todo autntico maestro merece tambin, como el trabajador, su sustento. Por tanto, tomars siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las ovejas, y las dars como primicias a los profetas, pues ellos son vuestros sumos sacerdotes. Si no tenis profeta, dadlo a los pobres. Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato. Si abres una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas. De tu dinero, de tu vestido y de todas tus posesiones, toma las primicias, segn te pareciere, y dalas conforme al mandato (cap. 11-13).6.El da del Seor.EU/RIAS: En el da del Seor reunos y romped el pan y haced la eucarista, despus de haber confesado vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro. Todo el que tenga disensin con su compaero, no se junte con vosotros hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado vuestro sacrificio. Este es el sacrificio del que dijo el Seor: En todo lugar y tiempo se me ofrece un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Seor, y mi nombre es admirable entre las naciones (Mal 1, 11) (cap. 14).7.Obispos y diconos.Elegos obispos y diconos dignos del Seor. hombres mansos, no amantes del dinero, sinceros y probados; porque tambin ellos os sirven a vosotros en el ministerio de los profetas y maestros. No los despreciis, ya que tienen entre vosotros el mismo honor que los profetas y maestros (cap. 15).