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Diócesis de Santa Rosa de Osos 100 Años anunciando el Evangelio (1917 – 2017)

ITINERARIO PARA LA MISIÓN DIOCESANA DE LA MISERICORDIA.

Este cuadro presenta todo el itinerario de la Misión, solo aparecen tres fechas, tampoco aparecen las horas de los encuentros porque estos aspectos los define el párroco con el EPAP y el equipo de Misión.

FECHA ENCUENTROS LUGAR CELEBRACIÓN DEL DÍA HORA RESPONSABLES

20 de

febrero

Preparación previa

Salón

Parroquial

Sacerdotes, el EDAP y Equipo

de Misión

domingo 28

Inicio de la misión y envío de misioneros

Templo

Eucaristía

Sacerdotes, el EDAP y Equipo

de Misión Jóvenes y maestros:

aprovechar las clases de educación religiosa y ética

Instituciones educativas -secundaria

Misericordiosos y compasivos: Lectura

orante de la palabra de Dios (Jn. 8, 1-11)

Equipo de Misión y Maestros

Niños y maestros: aprovechar las clases de

educación religiosa

Instituciones educativas de primaria

Niños misericordiosos como el Pastor con la

oveja perdida

Equipo de Misión y Maestros

Grupos apostólicos, expresiones de

espiritualidad, estructuras de comunión y participación,

servidores públicos y profesionales

Misericordiosos y

compasivos: Lectura orante de la palabra de

Dios (Jn. 8, 1-11)

Equipo de Misión

Enfermos, adultos mayores, personas con capacidades

diferentes, personas beneficiarias del banco de alimentos y los reclusos (se

trabaja en la cárcel)

Acto Penitencial, Misericordiosos como

nuestro Padre Dios. (Lc. 15, 11-32) (confesiones)

Equipo de Misión

Uno o varios sectores rurales Caseta comunal o

escuela

Viacrucis: Jesús Rostro Misericordioso del Padre

(sobre las obras de misericordia)

Equipo de Misión y

Coordinador de la Vereda

Familias y pequeños grupos de familia

Acto mariano: La Virgen María, Madre las

Misericordias

Equipo de Misión

sábado

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Clausura: Jornada de adoración ante Jesús

Sacramentado de 24 horas

Templo

Oramos ante Jesús Sacramentado para vivir

la Misericordia

Sacerdotes, el EDAP y Equipo

de Misión

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MISIÓN DIOCESANA DE LA MISERICORDIA DIÓCESIS DE SANTA ROSA DE OSOS FEBRERO 28 – MARZO 5 DE 2016

AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIA

“Misericordiosos como el Padre” (Lc. 6, 36)

ORIENTACIONES INICIALES Objetivo de la misión: Sensibilizar a todo el pueblo de Dios para que durante este año jubilar viva la experiencia de la misericordia y el amor de Dios, mediante el encuentro con Jesús, Rostro misericordioso del Padre, para que asuma con compromiso cristiano la construcción de comunidad y ciudadanía, más justas y en paz, practicando con sus hermanos las obras de misericordia, y el perdón.

Dinámica de la misión La misión se va a realizar a través de encuentros con grupos específicos de la parroquia, uno cada día; cada encuentro termina con una celebración especial (ver material de apoyo). La misión está enmarcada dentro del año jubilar de la misericordia y de la Cuaresma, como oportunidad de conversión y renovación cristianas.

El Tema Presentamos un solo tema bien fundamentado sobre la misericordia para todos los encuentros, solo se adapta para los niños (ver material de apoyo). En la elaboración del tema se tuvo en cuenta: la Sagrada Escritura, el libro “Misericordiosos como el Padre” (Editorial PPC) los 8 cuadernillos que sobre la misericordia elaboró el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización (Ediciones San Pablo) y la Bula “El Rostro de la Misericordia” (Misericordiae Vultus).

Apoyos para la Eucaristía diaria Para la Eucaristía de cada día se ofrece el siguiente material: cometarios sobre las lecturas, donde se incluye el tema de reflexión, con base en la Palabra de Dios, las oraciones de la Eucaristía sobre la misericordia, la plegaria eucarística diversas circunstancias IV, oración de fieles, cantos sobre la misericordia y una catequesis breve que se puede presentar antes de cada Eucaristía y en los programas radiales. (Ver material de apoyo). La Misión Diocesana de la Misericordia inicia con la celebración eucarística del domingo 28. Al final de la celebración se hace el envío de los misioneros (Ver material de apoyo).

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Materiales de apoyo para las celebraciones sugeridas en el itinerario de la Misión Diocesana

Al final de este material encuentran: el Viacrucis de la Misericordia (obras de misericordia), acto penitencia, acto mariano, Lectura Orante de la Palabra de Dios y algunos cantos sobre la Misericordia).

El tema para los encuentros de la Misión se desarrolla en 5 pasos:

1) Introducción sobre el sentido del año Santo de la misericordia y la Misión Diocesana. 2) Descubrir en nosotros los signos de la misericordia y lo que nos hace falta. 3) Veremos el tema de la misericordia desde la sagrada escritura, los santos padres de la

Iglesia, los santos y los papas de los últimos años. 4) Celebrar y orar la misericordia. 5) Actuar: esta reflexión nos debe llevar a practicar la misericordia.

Responsables de la Misión Para la realización de la misión los primeros responsables son los párrocos que constituirán un pequeño equipo que será reforzado con un seminarista, religiosa o un laico del movimiento misioneros de la misericordia y en algunas parroquias apoyará un sacerdote.

Otras acciones que se pueden realizar durante la misión Programas radiales, concretar una obra de misericordia, por ejemplo, una ayuda para los enfermos, para personas con capacidades diferentes, un mercado para personas necesitadas, etc.

Materiales para el encuentro de cada día Un corazón grande, el pendón del año de la misericordia, un crucifijo, una estrella y un corazón recortados en papel amarillo y rojo respectivamente; cinta de enmascarar, marcadores, 3 carteles para fijar los textos bíblicos, los nombres de los papas y de los santos: que nos enseñan sobre la misericordia.

I. ANUNCIANDO LA MISERICORDIA Y LA FE (Aquí empieza el tema para los encuentros de cada día)

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TEMA PARA REFLEXIONAR CON LOS GRUPOS ESPECÍFICOS QUE SE CONVOCAN CADA DÍA

El tema se desarrolla mediante 5 pasos:

1) Introducción sobre el sentido del año Santo de la misericordia y la Misión Diocesana. 2) Descubrir en nosotros los signos de la misericordia y lo que nos hace falta. 3) Veremos el tema de la misericordia desde la sagrada escritura, los santos padres de la

Iglesia, los santos y los papas de los últimos años. 4) Celebrar y orar la misericordia 5) Actuar: esta reflexión nos debe llevar a practicar la misericordia y dar testimonio de ella.

PRIMER PASO: SENTIDO DEL AÑO DE LA MISERICORDIA Y DE LA MISIÓN DIOCESANA

El año santo de la Misericordia El Año Santo de la misericordia ha sido convocado por el Papa Francisco para conmemorar los 50 años de clausura del Concilio Vaticano II, con el lema “Misericordiosos como el Padre”, con el fin que toda la Iglesia se revista de misericordia en estos tiempos de violencia, deshumanización y crisis en las instituciones.

El Año de la Misericordia nos anuncia que Dios es amor y está cerca de la humanidad; como Padre, tiene entrañas de misericordia, por ello movido por su amor, nos ha enviado a Jesús, su Hijo amado, quien nos ama con ese mismo amor. La misericordia en Jesús adquiere rostro humano, ojos para ver, oídos para escuchar el gemido del pobre, manos para sanar, acoger, abrazar y corazón para compadecerse y perdonar.

Misión Diocesana de la Misericordia Estamos realizando durante esta semana en toda la Diócesis la Misión de la Misericordia, la cual ha sido convocada por nuestro Obispo Monseñor Jorge Alberto Ossa, dentro del año Santo, como una oportunidad para evangelizar, celebrar y practicar la misericordia, con el fin de que todo el pueblo de Dios se vuelva misericordioso como Nuestro Padre Dios, practicando las obras de misericordia y el perdón, comprometiéndose así en la construcción de comunidad y ciudadanía más justas y en paz. Para que la misericordia de Dios llegue a todos, en primer lugar la evangelización y los evangelizadores nos revestimos de misericordia y en segundo lugar, la Iglesia ha propiciado varios espacios para que los fieles redescubran la misericordia y la vivan: encuentros de formación, peregrinaciones a los santuarios para recibir la Indulgencia Plenaria mediante los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, retiros espirituales y acciones de solidaridad para practicar las obras de misericordia y el perdón.

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Nuestra Diócesis entra en estado de samaritana (como el Buen Samaritano)

En nuestra Iglesia Diocesana todos estamos llamados a abrir el corazón a muchas personas que están heridas por el odio y la guerra, padecen hambre, enfermedad y tristeza, porque a pesar de que somos creyentes, muchas veces somos indiferentes, pasamos de largo frente a nuestros hermanos que nos necesitan.

Oremos la Misericordia de Dios

“Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!

Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que

sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén”.

CANTO: Danos un corazón grande para amar Coro: danos un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar. - Hombres nuevos, creadores de la Historia, constructores de nueva humanidad, hombres

nuevos que viven la existencia, como riesgo de un largo caminar. - Hombres nuevos, luchando en esperanza, caminantes, sedientos de verdad, hombres

nuevos, sin frenos ni cadenas, hombres libres que exigen libertad. - Hombres nuevos, amando sin fronteras, por encima de razas y lugar, hombres nuevos, al

lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

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SEGUNDO PASO: DESCUBRAMOS LO QUE HEMOS PRACTICADO DE LA MISERICORDIA Y LO QUE NOS HACE FALTA PARA SER MÁS MISERICORDIOSOS

Signo: Un corazón grande, la frase “Misericordiosos como el Padre”, un crucifijo, una estrella y un corazón recortados en papel amarillo y rojo respectivamente, marcadores y cinta de enmascarar.

Vamos a decir las acciones de misericordia que nosotros practicamos y un secretario(a) los va a escribir en esta estrella, cuando terminen pega la estrella en el corazón grande. Ahora van a decir aquellas acciones que indican que nos falta más misericordia con nuestros hermanos, el secretario las escribe en este corazón, cuando terminen, pega el corazón a los pies del crucifijo. Reflexión: Les pregunto ahora ¿Qué vemos en lo que hemos compartido? Conclusión: en nuestros corazones resplandece la luz de la misericordia del Padre cuando abrimos el corazón a nuestros hermanos que sufren, pero se apaga esa luz cuando somos indiferentes con ellos. Estamos descubriendo la necesidad de ser misericordiosos como nuestro Padre Dios.

TERCER PASO: DESCUBRAMOS LA MISERICORDIA DE DIOS EN LA SAGRADA ESCRITURA,

EN EL EJEMPLO DE LOS SANTOS, EN LAS ENSEÑANZAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA Y EN LOS PAPAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS

Dios se muestra misericordioso con su pueblo Israel En el Antiguo testamento encontramos la misericordia con la que Dios escogió, formó, condujo y amó a su pueblo de Israel. Dios manifiesta su misericordia a sus hijos que sufren opresión, esclavitud, injusticia, abandono, enfermedad, pobreza y maltrato con hechos, palabras y gestos. El pueblo descubre que muchas de estas situaciones se presentaban debido a la infidelidad a la alianza, por el pecado y debido también las estructuras y gobiernos injustos. Los israelitas afectados por estos males físicos, morales y sociales, acuden a Dios que se muestra paciente y misericordioso, al estilo de una madre o un padre con su hijo. A través de los profetas el pueblo escucha el llamado de Dios a purificar su religión, practicando la misericordia con sus hermanos más débiles. (Misericordia Divina # 4- Dives in Misericordia, San Juan Pablo II). Invitamos a algunos participantes para que presenten casos en los que Dios se ha mostrado misericordioso con su Pueblo.

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En este momento se coloca un cartel con los textos bíblicos que aquí presentamos. Invitamos a varios de ustedes para que de manera pausada proclamen los textos bíblicos: Génesis 19,19; Salmo 25, 4-6; Salmo 36,6; Isaías 49, 15; Isaías 63,7; Oseas 11, 4; Oseas 2, 21; Nehemías 9,31; Eclesiástico 18, 14-14. Al final los participantes resaltan alguna frase que les llegó al corazón.

Jesús es el Rostro misericordioso del Padre La misericordia de Dios, es el corazón palpitante del Evangelio. Toda la vida de Jesús, sus gestos, palabras y milagros están llenos de misericordia. Jesús como el Padre tiene entrañas de misericordia, se conmueve, acoge, sana la vida de cada persona, devolviéndole la dignidad. El pueblo de la Palestina en el que Jesús se encarna está herido por el abandono, la injusticia y el odio. Ante esta realidad, Jesús propone el camino de la misericordia y el perdón. “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré” (Mateo 11, 28). “Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso” (Lucas 6, 36).

Jesús nos enseña a ser misericordiosos mediante parábolas Esta es una pedagogía sencilla de enseñanza que parte de los acontecimientos que vive el pueblo, para comprender aspectos significativos y trascendentes que Dios nos comunica. Son 8 las parábolas de Jesús que desde diversos ángulos enfocan la misericordia en el Evangelio de San Lucas:

Los dos deudores y su acreedor: Lc. 7, 41-43

El buen samaritano: (Lc. 10, 29-37)

El rico y el pobre Lázaro: (Lc. 16, 19-31)

El juez injusto y la viuda insistente: (Lc. 18, 2-14)

El fariseo y el publicano en el templo (Lc. 18, 10-14) Las tres parábolas llamadas de la misericordia:

Lucas 15, 1-7: la oveja valiosa que el pastor pierde y recupera.

Lc. 15, 8-10: La moneda valiosa que una mujer pierde y recupera.

Lc. 15, 11-31: el hijo que un padre pierde y recupera.

Detengámonos un poco en la parábola de la oveja perdida (Lucas 15, 1-7)

Ejercicio de participación comunitaria ¿Quiénes son las ovejas? ¿Quién es el pastor? ¿Por qué se pierde la oveja y que hace el pastor para recuperarla?

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Conclusión: Muchas veces los padres de familia, los hijos, cualquier persona se da cuenta del valor de las cosas cuando las han perdido, como por ejemplo el trabajo, el amor de un hijo, el amor de la mamá, de la esposa, de los amigos, etc. Por el pecado, la soberbia y el descuido perdemos algo tan valioso como el amor, la vida, la salvación que Dios Padre nos da en Jesucristo; sin embargo gracias a su misericordia, podemos experimentar el amor y perdón, mediante la acogida, la fiesta y el reencuentro.

1. DESCUBRAMOS LA MISERICORDIA EN EL EJEMPLO DE LOS SANTOS Para que este trabajo sea más dinámico y participativo llevemos escritos los nombres de los santos en un cartel, con su foto, además entregamos los datos de estos santos en tirillas de papel para que algunos participantes los lean. El ejemplo de los santos que movidos por el amor e imitando a Cristo, no solo meditaron y gustaron la misericordia, sino que la pusieron en práctica, mediante obras concretas.

Santa Faustina (1905-1938), humilde monja polaca, que mediante la alegría, el servicio y la oración anunció la misericordia.

Santo Cura de Ars-Francia (1786-1859) quien vivió la misericordia atendiendo con paciencia y gran amor a los penitentes en el confesionario. “El sacerdote es el amor del corazón de Jesús”.

San Vicente de Paúl- Francia (1581-1660); Beata Madre Teresa de Calcuta -India (1910-1997) que se mostraron misericordiosos con los últimos, los pobres y los enfermos. Decía Teresa de Calcuta: “Limpiar las heridas mal olientes de los enfermos no lo hago ni por mil dólares, yo lo hago por amor”.

San Juan de Dios - Portugal (1945-1550) y San Camilo de Lelis- Italia (1550-1614), santos que descubrieron el Rostro sufriente de Cristo en los enfermos, por ello promovieron los hospitales donde los atendían.

San Juan Bosco- Italia (1815-1888) practicó la misericordia llegando al corazón de los jóvenes, acogiéndolos en los oratorios, formándolos mediante el deporte, los retiros y las escuelas de trabajo.

San Pedro Claver - España (1580-1654) practicó la misericordia defendiendo la dignidad y libertad de los esclavos negros, en Cartagena, los vestía, los evangelizó y bautizó.

2. DESCUBRAMOS LA MISERICORDIA EN LAS ENSEÑANZAS DE LOS SANTOS PADRES DE LA IGLESIA

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Se llama padres de la Iglesia a un grupo de pastores y escritores eclesiásticos, obispos en su mayoría, de los primeros siglos del cristianismo, cuya doctrina es considerada testimonio de fe y de la recta doctrina en la Iglesia Católica. Defendieron de los errores la fe cristiana, en medio de un mundo no cristiano y en medio de persecuciones. La misericordia es uno de los temas que atraviesa toda la enseñanza de los grandes maestros de los primeros siglos del cristianismo. En las diversas exhortaciones, los padres de la Iglesia educaron a los cristianos para vivir la misericordia. Definieron el Padrenuestro como la oración de la misericordia. La celebración de la Eucaristía y los sacramentos están llenos de misericordia. Para que este tema sea más dinámico y participativo, se recomienda escribir en un cartel los nombres de los santos padres de la Iglesia. Se entrega a varios participantes tirillas de papel con el nombre y las enseñanzas para los vayan leyendo pausadamente.

San Agustín, gran predicador de la misericordia. Su conversión cristiana se dio a la edad de treinta y tres años, escribió “Las Confesiones”, como un canto a la misericordia. Define la misericordia como “miseria y corazón”. La misericordia es un gesto de amor, se manifiesta con dulzura en el hablar. Misericordia a la hora de juzgar a los demás, donde es necesario juzgarse antes a sí mismo. Los ministros de la Iglesia son ministros de la misericordia cuando exponen la Palabra de Dios, en el sacramento de la confesión y en el trato con los fieles.

San Clemente Romano: “Presentémonos ante Dios como suplicantes de su misericordia

y bondad, postrémonos ante Él y recurramos a sus compasiones”.

San Justino: La misericordia divina se expande sobre justos e injustos, sin distinción e invita a rogar sinceramente por los enemigos.

San Juan Crisóstomo nos dejó lecciones de misericordia efectiva a través de su generosidad y compromiso constante ante las miserias espirituales y materiales de sus fieles.

3. DESCUBRAMOS LA MISERICORDIA EN LAS ENSEÑANZAS DE LOS PAPAS DE LOS

ÚLTIMOS AÑOS Por una parte, los papas han jugado, por lo menos desde hace un siglo, un papel importante, en la orientación concreta de la vida espiritual y social de los fieles y por otra, se puede constatar una toma de conciencia más aguda de la divina misericordia, presente en nuestra historia y en la vida de los cristianos. Para este tema se sugiere, por ejemplo poner en un cartel los nombres de los papas, imprimir sus fotos, etc., lo importante es abordar el tema de manera sencilla y creativa.

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Papa Pio XII: ejerció parte de su pontificado en los años de la segunda guerra mundial, lanzando una proclama a los italianos y al mundo, afectados por este fenómeno: “Es todo un mundo el que hay que rehacer, para que pase de salvaje a humano y de humano a divino”. “En efecto, se debe atribuir a la infinita misericordia de nuestro Salvador el que no niegue ahora un lugar en su Cuerpo místico a aquellos a los que alguna vez no les negó un lugar en el banquete, pues ninguna falta cometida, por grave que sea, separe al hombre del cuerpo de la Iglesia. (Cuerpo Místico, 29 de junio de 1943)

Papa San Juan XXIII llamado papa bueno, manifestó la misericordia mediante palabras y gestos como la cercanía y sencillez con los files. Convocó a la Iglesia Católica al Concilio Vaticano II. Invitando a la Iglesia a abrir las puertas para dialogar con el mundo y su cultura. Al inicio del Concilio dijo: “Ahora la esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia, en lugar de cruzar los brazos del rigor”. En los tiempos de la guerra fría, calmó los ánimos que casi llevaron al mundo a una guerra. Escribió la carta encíclica “Paz en la tierra”.

Papa Beato Pablo VI, asumió desde la oración y sus escritos la dirección de la Iglesia con misericordia y paciencia en los momentos difíciles del Concilio y sus primeras repercusiones que produjeron el abandono de la vocación de muchos sacerdotes, religiosos y seminaristas. Llamó a la humanidad a vivir “La civilización del amor”. Al inicio de su pontificado mandó subastar la tiara y los dineros los destinó a los pobres, a quienes asistió constantemente. Con base en algunas reflexiones de San Agustín resume la historia de la salvación, en el encuentro entre la miseria del hombre y la misericordia de Dios. Al hablar de miseria, pretendemos hablar del pecado, tragedia humana que lleva al hombre a su ruina. A la miseria del hombre, viene en ayuda la misericordia divina.

Papa San Juan Pablo II. Impulsó grandemente la espiritualidad de la Divina Misericordia que nació en Cracovia, ciudad de Polinia, su país. Estableció el segundo domingo de Pascua, como la fiesta de la divina misericordia y escribió la encíclica “Misericordia Divina” Dives in misericordia. La Misericordia es una exigencia de mucha importancia, en estos tiempos críticos y nada fáciles, pues el mismo Cristo el Rostro del Padre, es misericordioso y Dios de todo consuelo; Dios, es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, y estando nosotros muertos por nuestros delitos, nos dio vida por Cristo”. Este papa dio su testimonio de misericordia ante el mundo, atendiendo en confesión y dando el perdón de Dios, a quien le intentó quitar la vida.

Papa Benedicto XVI: “En realidad la misericordia es el núcleo central del mensaje evangélico, es el nombre mismo de Dios, el rostro con el que se reveló en la Antigua Alianza y plenamente en Jesucristo, encarnación del Amor creador y redentor. Este amor de misericordia ilumina también el rostro de la Iglesia y se manifiesta mediante los sacramentos, especialmente el de la Reconciliación, y mediante las obras de caridad. De la misericordia divina, que pacifica los corazones, brota además la auténtica paz en el mundo, la paz entre los diversos pueblos, culturas y religiones”. (Ángelus, Domingo de la

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Divina Misericordia, 30 de marzo de 2008). Este papa dio un gran testimonio al mundo de humildad, presentando la renuncia a la dirección de la Iglesia, debido a su cansancio y algunas limitaciones físicas.

Papa Francisco: es el papa de la misericordia, la cual predica no solo con sus mensajes sencillos, sino con la alegría, cercanía a la gente y la práctica concreta de las obras de misericordia. “Toda la acción evangelizadora y los evangelizadores se han de revestir misericordia. La misericordia es el corazón palpitante del Evangelio”. Ha convocado al jubileo extraordinario de la misericordia. “¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen vos porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos”. (Rostro de la Misericordia- Bula del Papa Francisco # 15 § 1).

CUARTO PASO: CELEBREMOS LA MISERICORDIA

Después de esta experiencia de aprendizaje sobre la misericordia pasemos a una celebración especial. Cada grupo convocado termina el encuentro con la celebración sobre la misericordia como experiencia de fe y de vida cristiana, indicada en el itinerario de la misión (ver materiales de apoyo). Además durante la misión se tendrá la celebración de la Eucaristía cada día, un acto penitencial especial (confesiones) y para clausurar, la jornada de oración de 24 horas ante Jesús Sacramentado.

QUINTO PASO: ACTUEMOS SIENDO MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE

Practicar la misericordia a través de obras y gestos sencillos (Mateo 21, 31-46)

La misericordia toca el corazón que se siente lastimado por las miserias (carencias) corporales que viven muchas personas: el hambre, la desnudez, la sed, la enfermedad, la pobreza, la discapacidad, la sordera; carencias de tipo espiritual: la falta de fe, el desconocimiento o alejamiento de Dios, la tristeza por la muerte de un ser querido; carencias de tipo moral, el pecado y sus consecuencias, el vicio; carencias de tipo sicológico, la inseguridad, la depresión, la timidez, el miedo, la demencia; carencias de tipo afectivo, la falta de amor, el odio, la soledad, el abandono.

La misericordia se practica a través de gestos sencillos como saludar, dar las gracias,

apoyar a alguien en su trabajo, darle la mano al niño, ayudar a los papás, ayudar a alguien con su equipaje, dar el puesto a los mayores.

COMPROMISO

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Nos podemos preguntar qué sentido tiene ser misericordiosos con los habitantes de la calle si ya mueren así, con los enfermos de sida, con los violentos que nos hacen daño, con los adultos que son sordos y anticuados, con los tristes que son amargados… De nada nos sirve vivir esta misión y el año de la misericordia con todas sus gracias espirituales, si no cambiamos y empezamos a ser misericordiosos con nuestros hermanos. Vamos a definir el compromiso a nivel personal y parroquial, fruto de esta misión, para que quede no solo como recuerdo, sino como signo de la misericordia.

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Elaborar algunos de estos cuadros en carteles grandes,

fotocopiar y multiplicar para los educadores.

El año de la Misericordia nos

anuncia que Dios es amor y está cerca de la

humanidad.

El año Santo de la misericordia ha sido convocado

por el Papa Francisco.

El perdón

El amor

Renovación de la fe

Misericordia es el

amor Que yo tengo

en mi corazón Para

los demás

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Fortalecer la relación

con Dios, con la

creación y con nuestros

hermanos.

Todos los niños de la Diócesis vamos a llevar la misericordia a los demás niños, a nuestros

hermanitos, a nuestros papás y a quien lo necesite

Así lo ha pedido Jesús y nuestro obispo

Monseñor Jorge Alberto Ossa

LA PALABRA DE DIOS NOS HABLA DE LA MISERICORDIA

(San Lucas 15, 1-7)

Entonces Jesús les dijo esta parábola: Si alguno de ustedes pierde

una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y nueve en

el desierto y se va en busca de la que se le perdió, hasta que la

encuentra? Y cuando la encuentra se la carga muy feliz sobre los

hombros, y al llegar a su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice:

Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había

perdido. Yo les digo que de igual modo habrá más alegría en el cielo

por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos

que no tienen necesidad de convertirse.

Descubro los

personajes del texto

¿A quién representa el

pastor?

¿Qué representan las

ovejas?

¿Por qué se le perdió

una oveja?

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Todas los niños tenemos corazón, vamos a ponernos la manito para sentirlo ¿Qué sientes? Así sentimos a nuestros amiguitos cuando están alegres, tristes, enfermos, pobres. Jesús nos dice que el amor que tenemos en el corazón se debe convertir en obras de misericordia Identifico con mis amiguitos las personas que esperan que por misericordia los asistamos en sus necesidades corporales

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Identifico con mis amiguitos las personas que esperan que por misericordia los asistamos en sus necesidades espirituales

¿Cuándo y con

quién he

practicado las

obras de

misericordia?

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Primero se les cuenta a los niños lo que hizo cada santo y después por binas hacen este

ejercicio de relación con líneas.

Humilde monja polaca, que mediante la alegría, el servicio y la oración anunció la misericordia

San Vicente de Paúl-Francia Beata Madre teresa de Calcuta

Quien vivió la misericordia atendiendo con paciencia y gran amor a los penitentes en el confesionario. “El sacerdote es el amor del corazón de Jesús”.

Santa Faustina

Que se mostraron misericordiosos con los últimos, los pobres y los enfermos. Decía Teresa de Calcuta: “Limpiar las heridas mal olientes de los enfermos no lo hago ni por mil dólares, yo lo hago por amor”.

San Juan Bosco

Santos que reconocieron el Rostro sufriente de Cristo en los enfermos, por ello promovieron los hospitales donde los atendían.

Santo cura de Ars

Practicó la misericordia defendiendo la dignidad y libertad de los esclavos negros, en Cartagena, también les daba ropa, los evangelizó y bautizó

San Juan de Dios San Camilo de Lelis

Quien practicó la misericordia llegando al corazón de los jóvenes, acogiéndolos en los oratorios, formándolos mediante el deporte, los retiros y las escuelas de trabajo.

San Pedro Claver

IDENTIFICO los santos que son ejemplo de

misericordia

Identifico los padres de la Iglesia católica que han enseñado sobre

la misericordia

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Se llama padres de la Iglesia a un grupo de pastores y escritores eclesiásticos. Ellos con sus enseñanzas defendieron de los errores la fe cristiana, en medio de un mundo no cristiano y en medio de persecuciones. La misericordia es uno de los temas que atraviesa toda la enseñanza de los grandes maestros.

“Presentémonos ante Dios como suplicantes de su misericordia y bondad, postrémonos ante Él y

recurramos a sus compasiones”.

Gran predicador de la

misericordia. Su conversión

se dio a la edad de treinta y

tres años, escribió “Las

Confesiones”, como un

canto a la misericordia.

Define la misericordia como

“miseria y corazón”. La

misericordia es jun gesto de

amor, se manifiesta con dulzura

en el hablar. Misericordia a la

hora de juzgar a los demás,

donde es necesario juzgarse

antes a sí mismo.

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EL PAPA SAN JUAN XXIII, llamado papa bueno, manifestó la misericordia mediante sus palabras, la cercanía y sencillez con las personas. Convocó a toda la Iglesia Católica a un gran encuentro llamado Concilio Vaticano II para que la Iglesia dialogara con el mundo.

EL BEATO PAPA PABLO VI, sabio y prudente, no solo enseñó sobre la Misericordia, sino que fue un signo de ella en momentos difíciles. También se mostró misericordioso con los pobres, desempleados y desamparados no solo de Italia, sino del mundo, en varios de sus escritos los defendió con valentía y en muchas ocasiones los visitó.

SAN JUAN PABLO II, Es uno de los papas más cercano a la gente, con un carisma especial para los jóvenes. Impulsó grandemente la misericordia en la Iglesia, tomando la espiritualidad de la Divina Misericordia que nació en Cracovia, ciudad de Polinia, su país. Estableció el segundo domingo de Pascua, como la fiesta de la divina misericordia.

Nos dejó lecciones de misericordia efectiva a

través de su generosidad y compromiso constante

ante las miserias espirituales y materiales

de sus fieles.

Identifico los papas que en los últimos años han

enseñado sobre la misericordia

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EL PAPA FRANCISCO: es el papa de la misericordia, la cual predica no solo con sus mensajes sencillos, sino con la alegría, cercanía a la gente y la práctica concreta de las obras de misericordia. Toda la acción evangelizadora y los evangelizadores se han de revestir misericordia. La misericordia es el corazón palpitante del evangelio.

Después de esta experiencia de aprendizaje sobre la misericordia pasemos a una celebración especial. Para nosotros niños, es una fiesta y una gran alegría tener un Padre que es Misericordia, hoy ha venido a buscarnos como el Buen Pastor. Vamos en este día a volver a encontrarnos con él porque él ha venido por nosotros. Canto: Yo tengo un Amigo (Padre, pastor)… que me ama Se coloca en un rincón del lugar, una imagen del Buen Pastor, pasto, ovejas y a cada niño se le entrega una ovejita que lo representa, le van a poner su nombre).

A medida que se canta los niños en una cinta de papel escribirán las Obras de Misericordia que colocarán alrededor del Pastor. Oración: Dios y Padre nuestro, tú eres el Buen Pastor, el amigo que cuida de nosotros, nos guías por sendas agradables y nos ofreces lo mejor de este mundo. Tú sabes que estamos en medio de muchos y grandes peligros. Queremos que vayas de guía en el camino de cada día. Concédenos tu fuerza y tu auxilio y guíanos por el camino que lleva al cielo. AMÉN.

AHORA CELEBREMOS LA MISERICORDIA Y

ASUMAMOS UN COMPROMISO

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Los niños escriben en la ovejita alguna de las obras de misericordia que quieran hacer y que los identifica como “Niños Misericordiosos como el Padre” y la colocarán alrededor y muy cerca de la imagen del Buen Pastor. Terminan haciendo una cartelera grande que diga “NIÑOS Y NIÑAS MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE. ______________________________________________________________________________

DIÓCESIS DE SANTA ROSA DE OSOS 100 AÑOS ANUNCIANDO EL EVANGELIO (1917 – 2017)

MISIÓN DIOCESANA DE LA MISERICORDIA

FEBRERO 28 – MARZO 5 DE 2016

“Misericordiosos como el Padre”

CATEQUESIS PARA LOS PROGRAMAS RADIALES Y ANTES DE CADA EUCARISTÍA

Objetivo de la Misión Diocesana que estamos realizando: Sensibilizar a todo el pueblo de Dios para que durante este año jubilar viva la experiencia de la misericordia y el amor de Dios, mediante el encuentro con Jesús, Rostro misericordioso del Padre, para que asuma con compromiso cristiano la construcción de comunidad y ciudadanía, más justas y en paz, practicando con sus hermanos las obras de misericordia, y el perdón.

CATEQUESIS # 1 SENTIDO DEL AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA Y LA MISIÓN DIOCESANA

El año santo de la Misericordia

IDENTIFICO EL SIGNO Y LOS ELEMENTOS QUE CONTIENE

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El Año Santo de la misericordia ha sido convocado por el Papa Francisco para conmemorar los 50 años de clausura del Concilio Vaticano II, con el lema “Misericordiosos como el Padre”, con el fin que toda la Iglesia se revista de misericordia en estos tiempos de violencia, deshumanización y crisis en las instituciones. El Año de la Misericordia nos anuncia que Dios es amor y está cerca de la humanidad; como Padre, tiene entrañas de misericordia, por ello movido por su amor, nos ha enviado a Jesús, su Hijo amado, quien nos ama con ese mismo amor. La misericordia en Jesús adquiere rostro humano, ojos para ver, oídos para escuchar el gemido del pobre, manos para sanar, acoger, abrazar y corazón para compadecerse y perdonar.

Misión Diocesana de la Misericordia Estamos realizando durante esta semana en toda la Diócesis la Misión de la Misericordia, la cual ha sido convocada por nuestro Obispo Monseñor Jorge Alberto Ossa, dentro del año Santo, como una oportunidad para evangelizar, celebrar y practicar la misericordia, con el fin de que todo el pueblo de Dios se vuelva misericordioso como Nuestro Padre Dios, practicando las obras de misericordia y el perdón, comprometiéndose así en las construcción de comunidad y ciudadanía más justa y en paz. Para que la misericordia de Dios llegue a todos, en primer lugar la evangelización y los evangelizadores nos revestimos de misericordia y en segundo lugar, la Iglesia ha propiciado varios espacios para que los fieles redescubran la misericordia y la vivan: encuentros de formación, peregrinaciones a los santuarios para recibir la indulgencia plenaria mediante los sacramentos de la penitencia y la Eucaristía, retiros espirituales y acciones de solidaridad para practicar las obras de misericordia y el perdón.

Nuestra Diócesis entra en estado de samaritana (como el Buen Samaritano) En nuestra Iglesia Diocesana todos estamos llamados a abrir el corazón a muchas personas que están heridas por el odio y la guerra, padecen hambre, enfermedad y tristeza, porque a pesar de que somos creyentes, muchas veces somos indiferentes, pasamos de largo frente a nuestros hermanos que nos necesitan. Terminemos esta catequesis con la oración para implorar la misericordia de Dios (ver al inicio).

CATEQUESIS # 2 DIOS PADRE NOS ANUNCIA SU MISERICORDIA MEDIANTE SU PALABRA, GESTOS Y SIGNOS

Objetivo de la misión Diocesana que estamos realizando: Sensibilizar a todo el pueblo de Dios para que durante este año jubilar viva la experiencia de la misericordia y el amor de Dios,

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mediante el encuentro con Jesús, Rostro misericordioso del Padre, para que asuma con compromiso cristiano la construcción de comunidad y ciudadanía, más justas y en paz, practicando con sus hermanos las obras de misericordia, y el perdón.

Dios es misericordioso con su pueblo Israel En el Antiguo testamento encontramos la misericordia con la que Dios escogió, formó, condujo y amó a su pueblo de Israel. Dios manifiesta su misericordia a sus hijos que sufren opresión, esclavitud, injusticia, abandono, enfermedad, pobreza y maltrato con hechos, palabras y gestos El pueblo descubre que muchas de estas situaciones se presentaban debido a la infidelidad a la alianza, por el pecado y debido también las estructuras y gobiernos injustos. Los israelitas afectados por estos males físicos y morales y sociales, acuden a Dios que se muestra paciente y misericordioso, al estilo de una madre o un padre con su hijo. A través de los profetas el pueblo escucha el llamado de Dios a purificar su religión, practicando la misericordia con sus hermanos más débiles. (Misericordia Divina # 4- Dives in Misericordia, San Juan Pablo II). Invitamos a algunos a que presenten casos en los que Dios se ha mostrado misericordioso con su Pueblo. En este momento se coloca un cartel con los textos bíblicos que aquí presentamos. Invitamos a varios de ustedes para que de manera pausada proclamen los textos bíblicos: Génesis 19,19; Salmo 25, 4-6; Salmo 36,6; Isaías 49, 15; Isaías 63,7; Oseas 11, 4; Oseas 2, 21; Nehemías 9,31; Eclesiástico 18, 14-16. Al final los participantes resaltan alguna frase que les llegó al corazón.

Jesús Rostro misericordioso del Padre

La misericordia de Dios, es el corazón palpitante del Evangelio. Toda la vida de Jesús, sus gestos, palabras y milagros están llenos de misericordia. Jesús como el Padre tiene entrañas de misericordia, se conmueve, acoge, sana la vida de cada persona, devolviéndole la dignidad. El pueblo de la palestina en el que Jesús se encarna está herido por el abandono, la injusticia y el odio. Ante esta realidad, Jesús propone el camino de la misericordia y el perdón. “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré” (Mateo 11, 28). “Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso” (Lucas 6, 36).

Jesús nos enseña a ser misericordiosos mediante parábolas Esta es una pedagogía sencilla de enseñanza que parte de los acontecimientos que vive el pueblo, para comprender aspectos significativos y trascendentes que Dios nos comunica. Son 8 las parábolas de Jesús que desde diversos ángulos enfocan la misericordia en el Evangelio de San Lucas:

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Los dos deudores y su acreedor: Lc. 7, 41-43

El buen samaritano: (Lc. 10, 29-37)

El rico y el pobre Lázaro: (Lc. 16, 19-31)

El juez injusto y la viuda insistente: (Lc. 18, 2-14)

El fariseo y el publicano en el templo (Lc. 18, 10-14) Las tres parábolas llamadas misericordia:

Lucas 15, 1-7: la oveja valiosa que pastor pierde y recupera.

Lc. 15, 8-10: La moneda valiosa que una mujer pierde y recupera.

Lc. 15, 11-31: el hijo que un padre pierde y recupera.

Detengámonos un poco en la parábola de la oveja perdida (Lucas 15, 1-7)

Ejercicio de participación comunitaria ¿Quiénes son las ovejas? ¿Quién es el pastor? ¿Porque se pierde la oveja y qué hace el pastor para recuperarla?

Conclusión: Muchas veces los padres de familia, los hijos, cualquier persona se da cuenta del valor de las cosas cuando las han perdido, como por ejemplo el trabajo, el amor de un hijo, el amor de la mamá, de la esposa, de los amigos, etc. Por el pecado, la soberbia y el descuido perdemos algo tan valioso como el amor, la vida, la salvación que Dios Padre nos da en Jesucristo; sin embargo gracias a su misericordia, podemos experimentar el amor y perdón, mediante la acogida y la fiesta y el reencuentro. Terminamos esta catequesis con la oración para implorar la misericordia de Dios.

CATEQUESIS # 3 DESCUBRAMOS LA MISERICORDIA DE DIOS EN EL EJEMPLO DE LOS SANTOS

Unos de los frutos de la santidad es el ejercicio de la misericordia con nuestros hermanos, miremos el ejemplo de los santos que movidos por el amor e imitando a Cristo, no solo meditaron la misericordia, sino que la pusieron en práctica, mediante obras concretas.

Santa Faustina (1905-1938), humilde monja polaca, que mediante la alegría, el servicio y la oración anunció la misericordia.

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Santo Cura de Ars-Francia (1786-1859) quien vivió la misericordia atendiendo con paciencia y gran amor a los penitentes en el confesionario. “El sacerdote es el amor del corazón de Jesús”.

San Vicente de Paúl- Francia (1581-1660); Beata Madre Teresa de Calcuta -India (1910-1997) que se mostraron misericordiosos con los últimos, los pobres y los enfermos. Decía Teresa de Calcuta: “Limpiar las heridas mal olientes de los enfermos no lo hago ni por mil dólares, yo lo hago por amor”.

San Juan de Dios - Portugal (1495-1550) y San Camilo de Lelis- Italia (1550-1614), santos que descubrieron el Rostro sufriente de Cristo en los enfermos, por ello promovieron los hospitales donde los atendían.

San Juan Bosco- Italia (1815-1888) practicó la misericordia llegando al corazón de los jóvenes, acogiéndolos en los oratorios, formándolos mediante el deporte, los retiros y las escuelas de trabajo.

San Pedro Claver - España (1580-1654) practicó la misericordia defendiendo la dignidad y libertad de los esclavos negros, en Cartagena, los vestía, los evangelizó y bautizó.

Terminamos esta catequesis con la oración para implorar la misericordia de Dios.

CATEQUESIS # 4 DESCUBRAMOS LA MISERICORDIA EN LAS ENSEÑANZAS

DE LOS SANTOS PADRES DE LA IGLESIA

Objetivo de la Misión Diocesana que estamos realizando: Sensibilizar a todo el pueblo de Dios para que durante este año jubilar viva la experiencia de la misericordia y el amor de Dios, mediante el encuentro con Jesús, Rostro misericordioso del Padre, para que asuma con compromiso cristiano la construcción de comunidad y ciudadanía, más justas y en paz, practicando con sus hermanos las obras de misericordia, y el perdón. Se llama padres de la Iglesia a un grupo de pastores y escritores eclesiásticos, obispos en su mayoría, de los primeros siglos del cristianismo, cuyo conjunto doctrinal es considerado testimonio de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia Católica. Ellos con sus rectas enseñanzas defendieron de los errores la fe cristiana, en medio de un mundo no cristiano y en medio de persecuciones. La misericordia es uno de los temas que atraviesa toda la enseñanza de los grandes maestros de los primeros siglos del cristianismo. En las diversas exhortaciones, los padres de la Iglesia educaron a los cristianos para vivir la misericordia. Definieron el Padrenuestro como la oración de la misericordia. La celebración de la Eucaristía y los sacramentos están llenos de misericordia.

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San Agustín, gran predicador de la misericordia. Su conversión se dio a la edad de treinta y tres años, escribió “Las Confesiones”, como un canto a la misericordia. Define la misericordia como “miseria y corazón”. La misericordia es jun gesto de amor, se manifiesta con dulzura en el hablar. Misericordia a la hora de juzgar a los demás, donde es necesario juzgarse antes a sí mismo. Los ministros de la Iglesia son ministros de la misericordia cuando exponen la Palabra de Dios, en el sacramento de la confesión y en el trato con los fieles.

San Clemente Romano: “Presentémonos ante Dios como suplicantes de su misericordia

y bondad, postrémonos ante Él y recurramos a sus compasiones”.

San Justino: La misericordia divina se expande sobre justos e injustos, sin distinción e invita a rogar sinceramente por los enemigos.

San Juan Crisóstomo nos dejó lecciones de misericordia efectiva a través de su generosidad y compromiso constante ante las miserias espirituales y materiales de sus fieles.

San Juan de la Cruz: “En el ocaso de nuestras vidas seremos juzgados en el amor” (San Juan de la cruz).

Terminemos esta catequesis con la oración para implorar la misericordia de Dios.

CATEQUESIS # 5 DESCUBRAMOS LA MISERICORDIA EN LAS ENSEÑANZAS

DE LOS PAPAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS

Objetivo de la Misión Diocesana que estamos realizando: Sensibilizar a todo el pueblo de Dios para que durante este año jubilar viva la experiencia de la misericordia y el amor de Dios, mediante el encuentro con Jesús, Rostro misericordioso del Padre, para que asuma con compromiso cristiano la construcción de comunidad y ciudadanía, más justas y en paz, practicando con sus hermanos las obras de misericordia, y el perdón. Son dos líneas entre otras, que atraviesan la vida de la Iglesia Católica desde hace varios siglos: por una parte, los papas han jugado, por lo menos desde hace un siglo, un papel importante, en la orientación concreta de la vida espiritual y social de los fieles; por otra parte se puede constatar una toma de conciencia más aguda de la divina misericordia, presente en nuestra historia en Jesucristo.

Papa Pio XII: ejerció su pontificado en los años de la segunda guerra mundial, lanzando una proclama a los italianos y al mundo, afectados por este fenómeno: “Es todo un mundo el que hay que rehacer, para que pase de salvaje a humano y de humano a

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divino”. “En efecto, se debe atribuir a la infinita misericordia de nuestro Salvador el que no niegue ahora un lugar en su Cuerpo místico a aquellos a los que alguna vez no les negó un lugar en el banquete, pues ninguna falta cometida, por grave que sea, separe al hombre del cuerpo de la Iglesia. (Cuerpo Místico, 29 de junio de 1943)

Papa San Juan XXIII llamado papa bueno, manifestó la misericordia mediante palabras y gestos como la cercanía y sencillez con los files. Convocó a la Iglesia Católica al Concilio Vaticano II. Invitando a la Iglesia a abrir las puertas para dialogar con el mundo y su cultura. Al inicio del Concilio dijo: “Ahora la esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia, en lugar de cruzar los brazos del rigor”. En los tiempos de la guerra fría, calmó los ánimos que casi llevaron al mundo a una guerra. Escribió la carta encíclica “Paz en la tierra”.

Papa Beato Pablo VI, asumió desde la oración y sus escritos la dirección de la Iglesia con misericordia y paciencia en los momentos difíciles del Concilio y sus primeras repercusiones, las cuales produjeron el abandono de la vocación de muchos sacerdotes, religiosos y seminaristas. Llamó a la humanidad a vivir “La civilización del amor”. Al inicio de su pontificado mandó subastar la tiara y los dineros los destinó a los pobres, a quienes asistió constantemente. Con base en algunas reflexiones de San Agustín resume la historia de la salvación, en el encuentro entre la miseria del hombre y la misericordia de Dios. “Al hablar de miseria, pretendemos hablar del pecado, tragedia humana que lleva al hombre a su ruina. A la miseria del hombre, viene en ayuda la misericordia divina”.

Papa San Juan Pablo II. Impulsó grandemente la espiritualidad de la Divina Misericordia que nació en Cracovia, ciudad de Polinia, su país. Estableció el segundo domingo de Pascua, como la fiesta de la Divina Misericordia y escribió la encíclica “Misericordia Divina” Dives in misericordia. “La Misericordia es una exigencia de mucha importancia, en estos tiempos críticos y nada fáciles, pues el mismo Cristo el Rostro del Padre, es misericordioso y Dios de todo consuelo; Dios, es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, y estando nosotros muertos por nuestros delitos, nos dio vida por Cristo”. Este papa dio su testimonio de misericordia ante el mundo, atendiendo en confesión y dando el perdón de Dios, a quien le intentó quitar la vida.

Papa Benedicto XVI: “En realidad la misericordia es el núcleo central del mensaje evangélico, es el nombre mismo de Dios, el rostro con el que se reveló en la Antigua Alianza y plenamente en Jesucristo, encarnación del Amor creador y redentor. Este amor de misericordia ilumina también el rostro de la Iglesia y se manifiesta mediante los sacramentos, especialmente el de la Reconciliación, y mediante las obras de caridad. Todo lo que la Iglesia dice y realiza, manifiesta la misericordia que Dios tiene para con el hombre. De la misericordia divina, que pacifica los corazones, brota además la auténtica paz en el mundo, la paz entre los diversos pueblos, culturas y religiones”. (Ángelus, Domingo de la Divina Misericordia, 30 de marzo de 2008). Este papa dio un gran testimonio al mundo de humildad, presentando la renuncia a la dirección de la Iglesia, debido a su cansancio y algunas limitaciones físicas.

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Papa Francisco: es el papa de la misericordia, la cual predica no solo con sus mensajes sencillos, sino con la alegría, cercanía a la gente y la práctica concreta de las obras de misericordia. “Toda la acción evangelizadora y los evangelizadores se han de revestir misericordia. La misericordia es el corazón palpitante del Evangelio”. Ha convocado al jubileo extraordinario de la misericordia. “¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen vos porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos”. (Rostro de la Misericordia- Bula del Papa Francisco # 15 § 1).

Terminemos esta catequesis con la oración para implorar la misericordia de Dios.

CATEQUESIS # 6 ACTUEMOS SIENDO MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE: practicando las obras de

misericordia y los gestos sencillos de la vida cotidiana

Objetivo de la Misión Diocesana que estamos realizando: Sensibilizar a todo el pueblo de Dios para que durante este año jubilar viva la experiencia de la misericordia y el amor de Dios, mediante el encuentro con Jesús, Rostro misericordioso del Padre, para que asuma con compromiso cristiano la construcción de comunidad y ciudadanía, más justas y en paz, practicando con sus hermanos las obras de misericordia, y el perdón.

La misericordia como la fe, se vive mediante obras concretas (Mateo 21, 31-46)

La misericordia toca el corazón que se siente lastimado por las miserias (carencias)

corporales que viven muchas personas: el hambre, la desnudez, la sed, la enfermedad, la pobreza, la discapacidad, la sordera; carencias de tipo espiritual: la falta de fe, el desconocimiento o alejamiento de Dios, la tristeza por la muerte de un ser querido; carencias de tipo moral, el pecado y sus consecuencias, el vicio; carencias de tipo sicológico, la inseguridad, la depresión, la timidez, el miedo, la demencia; carencias de tipo afectivo, la falta de amor, el odio, la soledad, el abandono.

La misericordia a través de gestos sencillos como saludar, dar las gracias, apoyar a alguien en su trabajo, darle la mano al niño, ayudar a los papás, ayudar a alguien con su equipaje, dar el puesto a los mayores.

Jesús nos llama a ser misericordiosos, advirtiéndonos sobre la falta de misericordia, así como se lo advirtió a los judíos que practicaban la religión, bajo el rigorismo de la ley, las tradiciones y las costumbres, descuidando el amor que mueve toda la vida de Dios y de la humanidad. “Más id, y aprended lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio; (Mateo 13, 9a). Jesús confronta claramente a los judíos y sus estructuras religiosas, sociales y políticas, tan injustas y en contradicción con la fe en Dios.

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Jesús se encarna en la realidad de palestina, siente en todo su ser los padecimientos de la sociedad de su tiempo y de todas la historia humana. La misericordia es una de las novedades de la encarnación, en la que el enfermo, el pobre, el pecador, el preso…adquiere un nuevo rostro, gracias a la misericordia de Jesús. La misericordia rompe el paradigma del desprecio, la exclusión y el señalamiento de los más pequeños a los ojos del mundo, por ello se sorprenden diciendo “¿Cuándo Señor te vimos desnudo, con hambre y con sed, en la cárcel y enfermo y no te asistimos?” (Mateo 25, 38). Las obras de misericordia a la luz de los textos bíblicos

Las corporales

Dar de comer al hambriento: (Mateo. 14, 15b- 20b) Dar de beber al sediento: (Mateo. 10, 42) Acoger al forastero: Levítico: (19, 33-34) Vestir al desnudo: Santiago: (2, 14-16) Asistir los enfermos: (Eclesiástico 7, 35) Visitar a los presos: (Hebreos 13, 3) Enterrar a los muertos: (Eclesiástico. 38, 16)

Las espirituales:

Dar consejo al que lo necesita: (Eclesiástico 21, 13) Enseñar al que no sabe: (Romanos 10, 14) Corregir al que yerra: (Mateo 18, 15-17) Consolar al triste: (2 Corintios 1, 3-4) Perdonar las ofensas: (Mateo 18, 21-22) Soportar con paciencia las personas molestas: (Efesios. 4, 2-3) Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos: (Sabiduría. 3, 1-6)

Terminemos esta catequesis con la oración para implorar la misericordia de Dios.

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II. CELEBRANDO LA MISERICORDIA

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EUCARISTÍA DE LA MISERICORDIA

Oración colecta

ios de inmensa misericordia y cuya bondad es un tesoro infinito, Acrecienta benévolo la fe del pueblo consagrado a ti, Para que comprenda con la debida inteligencia el amor con el que fue creado, la sangra con la que fue redimido y el Espíritu con el que fue

reengendrado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Oración sobre las ofrendas

coge clemente, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en el sacramento de la redención, memorial de la muerte y la resurrección de tu Hijo, para que, por la eficacia de este sacrificio, pongamos siempre en Cristo nuestra confianza y lleguemos a la vida eterna.

Por Jesucristo, Nuestro Señor. Oración después de la comunión

oncédenos, Dios misericordioso, que alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, bebamos confiadamente de los manantiales de tu misericordia; y que nosotros mismos nos mostremos más y más misericordiosos con nuestros hermanos. Por Jesucristo,

Nuestro Señor.

PLEGARIA IV DE DIVERSAS CIRCUNSTANCIAS Jesús, que pasó haciendo el bien

La siguiente forma de esta Plegaria eucarística puede usarse convenientemente con los formularios de las Misas, por ejemplo, por los prófugos y exiliados, en tiempo de hambre o por los que padecen hambre, por los que nos afligen, por los cautivos, por los encarcelados, por los enfermos, por los moribundos, para pedir la gracia de una buena muerte, en cualquier necesidad. V. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.

D

A

C

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C.P. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Padre misericordioso y Dios fiel: Porque nos diste como Señor y redentor nuestro a tu Hijo Jesucristo. Él siempre se mostró misericordioso para con los pequeños y los pobres para con los enfermos y los pecadores, y se hizo cercano a los oprimidos y afligidos. Él anunció al mundo, con palabras y obras, que tú eres Padre y que cuidas de todos tus hijos. Por eso, con los Ángeles y todos los Santos, te alabamos, te bendecimos, y cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. C.P. Santo eres en verdad y digno de gloria, Dios que amas a los hombres, que siempre estás con ellos en el camino de la vida. Bendito es, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros cuando somos congregados por su amor, y como hizo en otro tiempo con sus discípulos, nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan. CC. Por eso te rogamos, Padre misericordioso, que envíes tu Espíritu Santo para que santifique

estos dones de pan y vino, de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y + la

Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, la víspera de su Pasión, en la noche de la Última Cena, tomó pan, te bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, te dio gracias y lo pasó a sus discípulos, diciendo:

TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. C.P. Éste es el Sacramento de nuestra fe.

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Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! CC. Por eso, Padre Santo, al celebrar el memorial de Cristo, tu Hijo, nuestro Salvador, Al que condujiste, por su pasión y muerte en la cruz a la gloria de la resurrección, y lo sentaste a tu derecha, anunciamos la obra de tu amor, hasta que Él venga, y te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de bendición. Mira con bondad la ofrenda de tu Iglesia, en la que se hace presente el sacrificio pascual de Cristo que se nos ha confiado, y concédenos, por la fuerza del Espíritu de tu amor, ser contados ahora y por siempre entre en número de los miembros de tu Hijo, cuyo Cuerpo y Sangre comulgamos. C1. Lleva a tu Iglesia, Señor, a la perfección en la fe y en la caridad, con nuestro papa N., y nuestro Obispo N., con todos los obispos, presbíteros y diáconos, y todo tu pueblo redimido por ti. Abre nuestros ojos para que conozcamos las necesidades de los hermanos; inspíranos las palabras y las obras para confortar a los que están cansados y agobiados; haz que los servirlos con sinceridad, siguiendo el ejemplo y el mandato de Cristo. Que tu Iglesia sea un vivo testimonio de verdad y libertad, de paz y justicia, para que todos los hombres se animen con una nueva esperanza. C2. Acuérdate de nuestros hermanos (N. y N.), que se durmieron en la paz de Cristo y de todos los difuntos, cuya fe sólo tú conociste: admítelos a contemplar la luz de tu rostro y dales la plenitud de la vida en la resurrección. Y, terminada nuestra peregrinación por este mundo, concédenos, también, llegar a la morada eterna donde viviremos siempre contigo y con los apóstoles y los mártires, (con san N.: santo del día o patrono) y en comunión con todos los santos, te alabaremos y te glorificaremos. Por Jesucristo, Señor nuestro. CP. - CC. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.

El pueblo aclama: Amén. Después sigue el rito de la Comunión.

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COMENTARIO A LA PALABRA DE DIOS PARA LA EUCARISTÍA DE CADA DÍA Y ORACIÓN DE LOS FIELES

COMENTARIOS SOBRE LA PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA DE LA MISIÓN

Domingo 28 de febrero

EUCARISTÍA DE INICIO DE LA MISIÓN DIOCESANA Y ENVÍO DE LOS MISIONEROS

COMENTARIO INICIAL: Iniciamos hoy la misión de la misericordia en toda nuestra Diócesis, la cual ha sido convocada por nuestro Obispo Monseñor Jorge Alberto Ossa, dentro del año Santo de la misericordia, como una oportunidad para evangelizar, celebrar y practicar la misericordia, con el fin de que todo el pueblo de Dios se vuelva misericordioso como Nuestro Padre, practicando las obras de misericordia y el perdón en la vida cotidiana de sus comunidades, en las que a diario se encuentran personas que necesitan nuestra ayuda, amor y reconciliación, comprometiéndose así en las construcción de comunidad y ciudadanía más justa y en paz. Con la celebración de esta Eucaristía damos inicio a la Misión Diocesana de la Misericordia y ponemos en manos de Jesús la obra evangelizadora que hemos preparado y al equipo misionero que es enviado a evangelizar sobre la misericordia de Dios Padre. Bienvenidos a la Eucaristía COMENTARIO A LAS LECTURAS: Somos misericordiosos cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, nos convertimos a Dios, para vivir para Él y poder alcanzar la salvación. “Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera” Escuchemos a Dios que nos habla mediante su Palabra. En nuestra vida hemos contemplado fenómenos de muerte y dolor, los cuales tenemos que mirar, no como castigo de Dios, sino como consecuencia del proceder injusto del hombre. Nuestro Padre Dios se muestra misericordioso para con todos sus hijos, inclusive con los pecadores, pequeños y pobres, porque Él no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva.

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ORACIÓN DE FIELES Presidente: Padre misericordioso que nos envías a ser misericordiosos como Tú, escucha nuestras plegarias en las que te presentamos nuestras necesidades.

R: Padre misericordioso escúchanos

Por todos los cristianos católicos que hemos sido convocados para ser misericordiosos, mediante palabras, gestos y obras de misericordia, ayudando a nuestros hermanos en todas sus dificultades. Roguemos al Señor.

Por nuestra Diócesis que hoy inicia esta misión de la misericordia, para que todo el pueblo de Dios escuche este anuncio, lo celebre en la Eucaristía y el sacramento de la penitencia y haga de la misericordia su práctica de vida.

Por todos los servidores públicos de todas las instituciones de nuestra comunidad para que cojan, atiendan y traten a cada persona con misericordia, ayudándole a resolver sus problemas y orientándolos en sus proyectos.

Por quienes son víctimas de la violencia o de los desastres naturales, para que entiendan estas situaciones, no como castigo de Dios, sino más bien como consecuencia del pecado del hombre que lo lleva a la muerte.

Por todos nosotros que hemos que hemos iniciado este itinerario cuaresmal para que nuestras oraciones y ayuno se conviertan en obras de misericordia con nuestros hermanos.

Oración conclusiva: escucha Padre misericordioso la oración que como comunidad de fe te hemos presentado te presentado, por Jesucristo Nuestro Señor. Entrega del signo que llevarán los misioneros Después de la oración de la comunión sugerimos entregar un signo que portarán los misioneros de la misericordia, por ejemplo un botón con el corazón que se viene utilizando todo el año para los lemas y las acciones significativas. También se les puede entregar el crucifijo y el material para la misión.

LUNES 29

Nota: en este día se cambia el evangelio por Marcos 1, 35-45

El tema para la Eucaristía de hoy, segundo día de la Misión Diocesana: Somos misericordiosos cuando nos compadecemos del hermano que sufre”. “Señor, si quieres puedes limpiarme”.

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Escuchemos a Dios que en su Palabra nos invita a obedecer sus mandatos, siendo files a su amor. Jesús nos enseña que para ser misericordiosos necesitamos encontrarnos con el hermano que sufre, para atender sus necesidades. Todos necesitamos que Jesús nos limpie de la indiferencia, de las heridas de la guerra y de nuestro orgullo. Que en este tiempo de la misericordia digamos con Jesús “quiero queda limpio”.

MARTES 01 DE MARZO

El tema para la Eucaristía de hoy, tercer día de la Misión Diocesana: Somos misericordiosos cuando perdonamos al que nos ofende. “Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará.” Escuchemos a Dios que con su palabra nos invita a perdonar a nuestros hermanos, para ser perdonados por Él. El perdón es una de las exigencias mayores de Jesús y un paso importante en la construcción de la paz en nuestro país, la cual empieza por el reconocimiento de nuestras faltas contra el hermano, respetar su dignidad, perdonarnos de corazón y sanar las heridas de la violencia, para que juntos construyamos comunidad y ciudadanía con justicia y paz.

MIÉRCOLES 2

El tema para la Eucaristía de hoy, cuarto día de la Misión Diocesana: Somos misericordiosos cuando practicamos y enseñamos la ley de Dios. “Quien cumpla y enseñe los mandamientos será el más grande en el Reino de los cielos”. Escuchemos a Dios que con su palabra nos invita a enseñar al que no sabe sobre el amor a Él y a nuestros hermanos; amor que resume los diez mandamientos. Desde niños fuimos educados en los mandamientos, pero Dios Padre espera nos solo que los aprendamos, sino que los practiquemos, construyendo relaciones armónicas, caracterizadas por el amor y la misericordia.

JUEVES 3

Nota: en este día se cambia el evangelio por Marcos 10, 46-52

El tema para la Eucaristía de hoy, quinto día de la Misión Diocesana: “somos misericordiosos cuando tenemos compasión de nuestros hermanos que padecen alguna limitación. “Jesús Hijo de David ten compasión de mí”. Escuchemos a Jesús que con su palabra nos invita tener compasión con todos nuestros hermanos que sufren alguna limitación. Todas las personas tenemos fortalezas y debilidades, sea de tipo físico como la sordera, la ceguera, el no poder caminar; limitaciones de tipo

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sicológico como la timidez, el miedo, la depresión, el mal genio, limitaciones de tipo moral como el pecado, los vicios; de tipo social como la corrupción, la violencia y de tipo religioso como el alejamiento de Dios y la incoherencia de vida. Para ser compasivos, necesitamos salir al encuentro del hermano, mirarlo a los ojos, acogerlo y escucharlo para atender sus dificultades, para que recobre nuevo ánimo y pueda alcanzar sus sueños. Compasión es dejarme lastimar por los sufrimientos de mi hermano, padecer con él, hasta ayudarlo a seguir su vida diaria con alegría.

VIERNES 4

El tema para la Eucaristía de hoy, sexto día de la Misión Diocesana: Somos misericordiosos cuando amamos a Dios y a nuestros hermanos. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo, no hay mandamiento mayor que este”. Escuchemos a Dios que con su palabra nos enseña que no basta saber y cumplir los mandamientos, sino que hay que practicarlos en nuestra vida diaria, como fruto de nuestra fe en Dios, movidos por la fuerza del amor que sale del corazón y del entendimiento. Si amamos a Dios, lo demostramos amándonos a nosotros y nuestros hermanos. No hay misericordia, sin la fuerza del amor que lo mueve todo: las relaciones interpersonales, la vida familiar, la vocación, el servicio y ayuda a los demás, pues como dice el Apóstol Pablo: “Aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a la llamas, si no tengo amor de nada me sirve”. (1 Cor.13, 3).

SÁBADO 5

El tema para la Eucaristía de hoy séptimo día de la Misión Diocesana. Somos misericordiosos cuando respetamos al hermano, evitando todo juicio y discriminación contra él, porque todos cometemos el pecado”. “Oh Dios ten compasión de mí que soy pecador”. Escuchemos a Dios que con su palabra nos exige dejar el orgullo y dominio sobre las personas. Dios padre Misericordioso no tiene preferencias por las personas, por el contrario nos acoge y escucha cuando le presentamos nuestra oración sincera y humilde. Hoy escuchamos a muchos cristianos que aprovechándose del poder, incumplen la ley, diciendo “usted no sabe quién soy yo” o “este pobre pecador, no lo escucha Dios”, “usted para que viene a misa si no se confiesa”. Somos misericordiosos cuando miramos al hermano no solo por lo que tiene y hace, sino porque él necesita como yo del amor y el perdón de Dios, para poderse salvar. “Porque Dios no ve como los hombres, que ven las apariencias. El Señor ve el corazón”. (1 Sam. 16, 7b).

ORACIÓN DE FIELES PARA LAS OTRAS EUCARISTÍAS

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Oración de los fieles I Presidente: Hermanos, el año de la misericordia nos da la certeza de que Dios es amor y está cerca de nosotros, presentémosle nuestra oración con fe y humildad. Respondemos: Padre de Misericordia, escúchanos.

Por la Santa Iglesia de Dios, para que por su Misericordia, abra sus puertas a los hijos alejados para que se reincorporen a la fe. Oremos.

Por el Papa, los Obispos y en general, los ministros de la Iglesia, para que ellos sigan siendo misericordiosos a ejemplo de nuestro padre Dios. Oremos.

Por las autoridades, civiles, militares y los servidores de nuestra comunidad para que como fruto de esta misión reconozcan el amor de Dios en cada persona y se muestren misericordiosos. Oremos.

Por quienes participamos en esta misión, para que seamos misericordiosos como el Padre, practicando las obras de misericordia, tanto espirituales como corporales y sobre todo seamos capaces de perdonar con el fin de construir la paz. Oremos.

Por quienes participamos en esta celebración, para que la misericordia infinita de Dios nos alcance y fortalezca en las debilidades. Oremos.

Oración conclusiva: Padre bueno, que quieres la salvación para todos los hombres: concédeles los beneficios de tu misericordia, para que la practiquen con sus hermanos en la vida cotidiana, por Jesucristo nuestro Señor.

Oración de los fieles II

Presidente: Hermanos, este año de la misericordia es una oportunidad para descubrir la misericordia de Dios y amor hacia nosotros, presentemos a él nuestra oración salida de nuestro corazón, con la certeza de que Él nos escucha. Respondemos: Padre por tu Misericordia, escúchanos.

Por la Santa Iglesia, para que humilde y misericordiosa, sea casa y escuela de comunión, abierta para todos los necesitados de perdón, misericordia y amor. Roguemos al Señor.

Por las autoridades civiles y militares y por los servidores públicos de nuestra comunidad para que su gestión se fundamente en la verdadera paz, la honestidad y la justicia, buscando el bien común. Roguemos al Señor.

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Por nuestras comunidades, familias e instituciones, para para que sanando las heridas del odio y la indiferencia, se comprometan con la dignidad y la felicidad de cada persona, atendiéndola con misericordia y caridad. Roguemos al Señor.

Por nuestra comunidad parroquial, para que venciendo las diferencias, los prejuicios y el odio, trabaje más unida con el fin construir comunidad y ciudadanía, promoviendo relaciones fraternas llenas de misericordia. Roguemos al Señor.

Por todos nosotros, cristianos católicos, discípulos de Jesús, para que movidos por su misericordia, seamos coherentes en el respeto por toda persona humana, mediante palabras, obras y gestos concretos.

Oración conclusiva: Padre bueno, gracias a tu amor, nos enviaste tu Hijo Jesucristo, para comunicarnos a través de Él la misericordia y el perdón, acoge nuestra oración que te presentamos por Jesucristo nuestro Señor.

Oración de los fieles III

Presidente: Hermanos, este año Jubilar es una oportunidad para descubrir la misericordia de Dios, que como a hijos nos es dada, presentémosle nuestra oración que brota de lo más íntimo del corazón y tengamos la certeza de que Él, como Padre misericordioso, nos escucha. Respondemos: Padre, por tu infinita Misericordia escúchanos.

Por nuestra Iglesia para que con su amor de madre nos guie siempre por el camino de la misericordia que conduce al Padre y así todos podamos anunciar la Buena Noticia a nuestros hermanos marginados por su condición económica, social y política. Roguemos al Señor.

Por los que rigen nuestra comunidad, para que guiados por el rostro misericordioso del Jesucristo sepan conducir al pueblo santo de Dios por los senderos que buscan la paz. Roguemos al Señor.

Por todos los que sufren soledad, hambre, desprecio y, en general, rechazo social, para que encuentren consuelo en todas sus necesidades y reconozcan que Dios es Padre de infinita misericordia. Roguemos al Señor.

Por los que reflejan la misericordia de Dios desde su ámbito laboral, dedicando su tiempo y entregándose al servicio de los hermanos vulnerados y que velando por su integridad física, mental y emocional se esfuerzan por devolverles la dignidad. Roguemos al Señor.

Por quienes nos reunimos hoy en torno al altar para recibir la gracia del amor del Padre, reflejada en su inmensa misericordia y por quienes nos reconocemos necesitados de su

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compasión, buscamos alimentarnos física y espiritualmente de esta celebración. Roguemos al Señor.

Oración conclusiva: Padre bueno, que quieres salvar a todos los hombres, escucha nuestras súplicas y alcánzanos de tu infinita misericordia los beneficios de la salvación para que impulsados por el Espíritu, sintamos en el corazón el deseo inevitable de ayudar a los hermanos. Por Jesucristo Nuestro Señor.

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VIACRUCIS DE LA MISERICORDIA (OBRAS DE MISERICORDIA)

“JESÚS, ROSTRO MISERICORDIOSO DEL PADRE” I ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Pilato sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el lugar llamado Enlosado, en hebreo Gábbata. Era la víspera de Pascua, al mediodía.

Dice a los judíos: Ahí tienen a su rey. Ellos gritaron: - ¡Afuera, afuera, crucifícalo! Les dice Pilato: ¿Voy a crucificar a su rey? Los sumos sacerdotes contestaron: No tenemos más rey que el César. Entonces se lo entregó para que fuera crucificado”. (Jn 19, 13-16a). Oración: Señor, ante ti que fuiste sentenciado a la muerte de cruz y que soportaste tantos ultrajes por la salvación de la humanidad, oramos por quienes sufren pacientemente los defectos de sus hermanos y oran por ellos. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. II ESTACIÓN: JESÚS CARGADO CON LA CRUZ R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

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“Se lo llevaron; Jesús salió cargando él mismo con la cruz, hacia un lugar llamado La Calavera, en hebreo Gólgota”. (Jn 19, 16b - 17). Oración: Señor, ante ti que llevas la cruz como signo de salvación y redención, te oramos por los vivos y difuntos de nuestras familias, Tú que eres la vida, concédeles la salvación. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. III ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Vengan a mí, los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. (Mt 11, 28-30) Oración: Ante ti Señor que caes por primera vez, y que en medio de tu dolor nos consuelas, oramos por quienes están en el error y por quienes los quieren ayudar con una corrección fraterna acercándolos a tu misericordia y perdón. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. IV ESTACIÓN: JESÚS SE ENCUENTRA CON SU SANTÍSIMA MADRE R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y María la Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al lado al discípulo predilecto, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa”. (Jn 19, 25-27). Oración: Ante ti Señor que en el camino a la cruz compartes tu dolor con tu Santísima Madre, que con entrañas de misericordia, te conforta; oramos por quienes despreciando a su madre no

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aceptan sus consejos y se apartan del camino del bien, guíalos con tu misericordia tú Señor que res Camino Verdad y Vida. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. V ESTACIÓN: EL CIRENEO AYUDA AL JESÚS A LLEVAR LA CRUZ R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Cuando lo conducían, agarraron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevara detrás de Jesús”. (Lc. 23, 26) Oración: Ante ti Señor que fuiste ayudado por el Cireneo para llevar juntos el peso de la cruz, te oramos por todos los enfermos de nuestra comunidad, que se sienten solos y abandonados para que sean visitados y consolados por sus hermanos, sintiéndose así confortados por tu misericordia y bondad que sana el sufrimiento. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. VI ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Oigo en mi corazón: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación”. (Salmo 26, 8-9). Oración: Ante ti Señor que movido por tu compasión ayudas a quienes sufren, ahora recibes la compasión de una humilde mujer que quiere descubrir tu rostro misericordioso. Te oramos por quienes tienen sed de tu amor y por quienes dan tan solo un vaso de agua a los más pequeños, para que nosotros practiquemos esta obra de misericordia. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

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Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. VII ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Cristo padeció por ustedes, dejándoles un ejemplo para que sigan sus huellas. No había pecado ni hubo engaño en su boca; cuando era insultado no respondía con insultos, padeciendo no amenazaba, más bien se encomendaba a Dios, el que juzga con justicia. El llevó sobre la cruz nuestros pecados cargándolos en su cuerpo, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus cicatrices nos sanaron”. (1 Pe. 2, 21b-24). Oración: Señor, ante ti que caes por segunda vez, Oramos por todas las personas que carecen de lo necesario para vivir, incluso muchos caen y mueren por la desnutrición y el hambre. Haz que en lugar de un corazón de piedra poseamos un nuevo un corazón de carne, un corazón capaz de compartir el alimento que nuestros hermanos necesitan. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. VIII ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres llorando y lamentándose por él. Jesús se volvió y les dijo: - Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Porque llegará un día en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, los vientres que no concibieron, los pechos que no amamantaron! Entonces se pondrán a decir a los montes: Caigan sobre nosotros; y a las colinas: Sepúltennos. Porque si así tratan al árbol verde, ¿qué no harán con el seco?” (Lc 23, 27-31). Oración: Señor, ante ti que consuelas a las mujeres de Jerusalén, oramos por los que recorren la vida entre lágrimas, amargura y soledad, debido a la exclusión, la violencia y la indiferencia, porque muchos hoy pasan de largo y no ven su realidad, para que nosotros movidos por la compasión les bridemos consuelo haciendo su vida más feliz.

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(Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. IX ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Él, en cambio, fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Sobre él descargó el castigo que nos sana y con sus cicatrices nos hemos sanado”. (Is. 53, 5) Oración: Señor, ante ti que el peso de la cruz te ha hecho caer… Oramos por los extranjeros, los inmigrantes, los refugiados, y por todos los que han salido forzosamente de su tierra, para que como nuestro Padre Misericordioso los acojamos, reconociendo siempre en ellos su dignidad. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. X ESTACIÓN: JESÚS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Los soldados… tomaron su ropa y la dividieron en cuatro partes, una para cada soldado; tomaron también la túnica. Era una túnica sin costuras, tejida de arriba abajo, de una pieza. Así que se dijeron: No la rasguemos; vamos a sortearla, para ver a quien le toca. Así se cumplió lo escrito: Se repartieron mi ropa y se sortearon mi túnica. Es lo que hicieron los soldados”. (Jn. 19, 23-24) Oración: Señor, ante ti que has sido despojado de tus vestiduras, exponiendo tu Santo cuerpo a la deshonra, oramos por quienes hoy son abusados y maltratados, despojados de su dignidad, sintiendo la desnudez del desamparo, la falta de afecto y la discriminación, para que nosotros revestidos de tu misericordia los cubramos con el vestido de tu gracia y puedan vivir con dignidad. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

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Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. XI ESTACIÓN: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo Al llegar al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí, y con él a los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Mientras tanto Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lc. 23, 33-34a). Entonces uno de los malhechores añadió: Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino. Jesús le respondió: En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”. (Lc. 23, 42-43) Oración: Señor ante ti que mientras eras clavado en la cruz sufriste un terrible dolor y a pesar de ello orabas al Padre misericordioso, para que perdonara a quienes te casaron estos tormentos, te pedimos que nos ayudes a perdonar a quienes nos han ofendido, han asesinado a nuestros familiares y nos han despojado de la tierra, para que reconociendo su culpa, reparen nuestro dolor y empecemos a construir la paz. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. XII ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Después, sabiendo que todo había terminado, para que se cumpliese la Escritura, Jesús dijo: Tengo sed. Había allí un jarro lleno de vinagre. Empaparon una esponja en vinagre, la sujetaron a una caña y se la acercaron a la boca. Jesús tomó el vinagre y dijo: Todo se ha cumplido. Dobló la cabeza y entregó el espíritu”. (Jn. 19, 28-30). Oración: Señor ante ti que agonizas en el madero de la cruz, sediento y abandonado, con tu paciencia y entrega nos enseñas que el amor más grande es dar la vida por los amigos, oramos por los hombres y mujeres que inconscientes destruyen la vida en el vientre de las madres, en lecho de los ancianos y enfermos, perdiendo el sentido de la vida; haz que podamos enseñarles que la vida es el tesoro más grande, que hay que cuidarlo con amor y misericordia, aún en los momentos más difíciles. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

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Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. XIII ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y PUESTO EN LOSBRAZOS DE SU MADRE R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Había un hombre llamado José, natural de Arimatea, ciudad de Judea. Pertenecía al Consejo, era justo y honrado y no había consentido en la decisión de los otros ni en su ejecución, y esperaba el reino de Dios. Acudió a Pilato y le pidió el cadáver de Jesús. Lo descolgó y lo envolvió en una sábana. (Lc 23, 52- 53a) Oración: Señor ante ti que por la piedad y misericordia de José, hombre justo, que asistió a tu madre en este momento de dolor, bajando con profundo respeto tu cuerpo de la cruz, para disponerlo a la sepultura, oramos por quienes durante su secuestro han sido asesinados y por quienes habiendo cometidos errores hoy están en privados de la libertad, para que nosotros nos mostremos misericordiosos, visitándolos en su soledad y abandono y después de corregir sus faltas los acojamos en la sociedad. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. XIV ESTACIÓN: EL CUERPO DE JESÚS ES SEPULTADO R: Alabado sea mi Dios V: Te alabamos oh Cristo y te bendecimos R: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo “Tomaron el cadáver de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos. En el lugar donde había sido crucificado había un huerto y en él un sepulcro nuevo, en el que nadie había sido sepultado. Como era la víspera de la fiesta judía y como el sepulcro estaba cerca, colocaron allí a Jesús”. (Jn. 19, 40-42) Oración: Señor ante ti contemplamos la manera en que tu Santísimo cuerpo fue llevado al sepulcro, queremos pedirte por el eterno descanso de tantas personas que a causa de la violencia y los desastres naturales no han tenido posibilidad de una cristiana sepultura; oremos para que nosotros movidos la misericordia acompañemos con caridad y solidaridad cristianas a

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quienes han llevado hasta el sepulcro, o no han podido sepultar a las personas que tanto aman, recordando que tú eres la Resurrección y la vida. (Padrenuestro, Avemaría y Gloria) Señor pequé, ten misericordia de mí; los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz, Amén. _________________________________________________________________________

LECTURA ORANTE DE LA PALABRA DE DIOS “MISERICORDIOSOS Y COMPASIVOS”

ORAR ORANDO (Lectura orante) Oración al Espíritu Santo (Cardenal Verdier) Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación. Espíritu Santo, Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén. ESCUCHANDO A DIOS QUE NOS HABLA A TRAVÉS DE SU PALABRA Proclamando la Palabra (Juan 8, 1-11) “Jesús se dirigió al monte de los Olivos. Por la mañana volvió al templo. Todo el mundo acudía a él y, sentado, los instruía. Los letrados y fariseos le presentaron una mujer sorprendida en adulterio, la colocaron en el centro, y le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés ordena que dichas mujeres sean apedreadas; tú, ¿qué dices? Decían esto para ponerlo a prueba, y tener de qué acusarlo. Jesús se agachó y con el dedo se puso a escribir en el suelo. Como insistían en sus preguntas, se incorporó y les dijo: Quien de vosotros esté sin pecado tire la primera piedra. De nuevo se agachó y seguía escribiendo en el suelo. Los oyentes se fueron retirando uno a uno, empezando por los más ancianos hasta el último. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí de pie en el centro. Jesús se

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incorporó y le dijo mujer, ¿Dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Ella contestó nadie, señor. Jesús le dijo tampoco yo te condeno. Ve y en adelante no peques más”. Palabra del Señor 1. ESCUCHANDO A DIOS QUE NOS HABLA A TRAVÉS DE SU PALABRA

Proclamación de la Palabra: escuchemos a Dios que nos habla como Padre. Nosotros como hijos acogemos su palabra.

Eco a la Palabra de Dios: algunos participantes dicen en voz alta aquella expresión que les llegó

al corazón y los participantes responden: yo tampoco te condeno, vete en paz y no peques más.

Compartamos la vida: aspectos de nuestra vida que nos ayuden a entender el mensaje.

Situaciones similares a esta que necesiten ser iluminadas.

Se vuelve a proclamar el texto de manera pausada

Dejemos que la Palabra de Dios nos siga hablando

¿Con quién se encuentra Jesús? ¿Qué están haciendo? ¿Cómo se encuentra la mujer? ¿Cuál es la actitud de Jesús? ¿Cómo reaccionan los judíos? ¿Qué es los que más te llama la atención de este texto?

2. MEDITANDO Estemos en silencio para escuchar a Dios que nos sigue hablando.

¿Qué has sentido cuando has cometido el pecado? Dejar que Jesús, Rostro Misericordioso del Padre, llegue para perdonarnos y sanarnos, así actúa la

misericordia de Dios. En esta mujer vemos a tantos que hoy sufren la discriminación los abusos y el maltrato En Jesús encontramos, la defensa, el perdón y la paz.

3. CONTEMPLANDO

Desde el silencio contemplemos al señor que lleno de bondad y misericordia se compadece de esta mujer, brindándole acogida, perdón y paz. Jesús actúa con justicia El señor da nuevo sentido a nuestra vida, descubriendo los desafíos que nos ayuden a imitar a Jesús en la Iglesia.

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4. ORANDO Después de este momento de silencio y contemplación, presentando al Señor nuestras oraciones de como comunidad orante. A las súplicas respondemos: Gracias por tu misericordia y tu perdón Señor

ESCUCHANDO A LA IGLESIA QUE NOS ENSEÑA

“Sólo quien ha experimentado primero la grandeza puede ser convincente anunciador y administrador de la misericordia de Dios”. (Benedicto XVI).

“Aquellos que juzgan la tierra son los reyes, gobernadores, príncipes, los jueces propiamente dicho… Sed sensatos, porque es la tierra quien juzga la tierra, pero debe temer al que está en el cielo. Juzgan a sus iguales: un ser humano juzga a un hombre, un mortal a un mortal, un pecador a otro pecador. ¿Si nuestro Señor hizo resonar en medio de los jueces esta frase divina: “el que esté sin pecado que tire la primera piedra”, todos los que juzgan la tierra no estarán sobrecogidos de espanto?” (San Agustín).

“Anda, y en adelante no peques más. Observa los misterios de Dios y la clemencia de Cristo. Cuando la mujer es acusada, Jesús se inclina; y se incorpora cuando desaparece el acusador: Y es que Él no quiere condenar a nadie, sino absolver a todos”. San Ambrosio de Milán carta 26 (11-20: PL 16, 1088-1090).

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ACTO PENITENCIAL

MISERICORDIOSOS COMO NUESTRO PADRE DIOS (Lc. 11, 11-32) Ayudas didácticas:

1) Escoger con anterioridad cinco personas que representen a: Jesús, el padre, la madre, el hijo pródigo y el hermano mayor; el resto de la comunidad asistente representa a los amigos.

2) Vestuario “nuevo” para el hijo pródigo. 3) Banderines para acoger y dar la bienvenida al hijo pródigo

Monición inicial: El Señor nos invita a algo maravilloso que es ponernos en los brazos de su misericordia. Dios por la penitencia nos abre un nuevo camino que nos conduce cada vez más a la plena libertad de los hijos de Dios. Jesucristo, al llamarnos a la conversión nos facilita el acceso al reino de su Padre. Si, hacemos como el padre que recibe a su hijo con alegría, y si como hijos, reconocemos la misericordia del Padre nacerá en nosotros un corazón de fiesta y de alegría profunda.

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Pidamos al Señor el don de entrar en nosotros mismos para abandonar la antigua vida de indiferencia, soberbia y orgullo, revistiéndonos de misericordia y perdón, al estilo de nuestro Padre Dios. CANTO: COMO EL HIJO PRÓDIGO Como el hijo prodigo, yo andaba por este mundo, en trivialidades y placeres falsos. Los falsos amigos pronto se marcharon y la soledad mi vida entera entristeció Coro: Padre perdóname, solo contra Ti pequé, no merezco alabarte, siendo tú un Dios tan bueno. Ten piedad de mis pecados, por favor acéptame, quiero volver a servirte, Padre con contigo me regocijaré. Saludo del sacerdote que preside: La gracia y la paz de Dios Padre misericordioso y de Jesucristo su Hijo, que nos amó y nos limpió de nuestros pecados con su Sangre, estén con todos ustedes. R: y con su espíritu Sacerdote que preside: Oremos. Señor Dios, que nos llamas de las tinieblas a la luz, de la mentira a la verdad, de la muerte a la vida, infunde en nosotros tu Espíritu Santo que abre nuestros oídos y fortalece nuestros corazones, con el suave rocío de tu misericordia, para que reafirmando nuestra vocación cristiana, avancemos fielmente por el camino que nos conduce a una auténtica vida de discípulos. Por Jesucristo nuestro señor. Preparación previa El responsable de organizar y animar el acto penitencial prevé antes de iniciarlo, que estén todos los materiales; la intención es interactuar con los participantes dramatizando la parábola del hijo pródigo (Lc 15. 11-32) pero aplicada a la realidad. DESARROLLO DEL ACTO PENITENCIAL Comentario inicial Hermanos en este momento vamos a celebrar el amor y la Misericordia de Nuestro Padre Dios, mediante este acto penitencial. Haremos vida y experiencia nuestra la Parábola del Hijo Pródigo, participaremos de la preocupación y tristeza por la pérdida de hijo, la situación que vive la familia y la comunidad. Participaremos del gozo de Dios por recuperar al pecador, la fiesta del perdón, el traje de la vida nueva y la acogida. Vamos a dramatizar la Parábola y luego se proclamará el Evangelio.

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Breve Guión para la dramatización: se sugiere que el guión sea leído y no memorizado por cuestiones de brevedad.

Hijo: mamá, papá, he decidido irme de la casa. Mamá: ¡pero qué dices! ¿Acaso te ha faltado algo? Papá: ¡pero cómo si todo te lo hemos dado! Mamá: seguramente esas son ideas de sus amigos. Hijo: ¡lo que sea! Me voy a rehacer mi vida. Breve diálogo con los participantes Papás (dirigiéndose a los participantes):

- ¿Ustedes qué creen que debemos hacer? (el público debe responder) - ¿los buscamos o esperamos que regrese? (el público debe responder)

Papás: si regresa haremos una fiesta, de lo contrario rezamos por él, y ustedes nos van a ayudar. En ese momento entra despacio el hijo, andrajoso, abriéndose paso entre la gente, y pidiendo el perdón de sus padres. Papá: el padre sale a su encuentro y lo abraza Hijo: Padre he pecado perdóname por favor Papás: ¡Alcemos nuestras banderas, alégrense con nosotros! Que nuestro hijo, que creíamos perdido, ha vuelto; pongámosle ropa nueva que significa que ha recuperado su dignidad de hijo. Hijo mayor: (entra asombrado) ¿Cuál es el motivo de la fiesta? Papás: que ha vuelto tu hermano Hijo mayor: pero todo el tiempo que he estado con ustedes nunca he tenido una fiesta, nunca he tenido malos amigos, y éste que no ha valorado ha tenido hasta de sobra. Papás: tu hermano aprendió a valorar la vida, mientras tú ya lo sabes; y por más errores que haya cometido sigue siendo nuestro hijo y tu hermano. (Todos aplauden) El sacerdote proclama el Evangelio de Lc. 15. 11-32 “Añadió: Un hombre tenía dos hijos. El menor dijo al padre: Padre, dame la parte de la fortuna que me corresponde. Él les repartió los bienes. A los pocos días, el hijo menor reunió todo y emigró a un país lejano, donde derrochó su fortuna viviendo como un libertino. Cuando gastó todo, sobrevino una carestía grave en aquel país, y empezó a pasar necesidad.

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Fue y se puso al servicio de un hacendado del país, el cual lo envió a sus campos a cuidar cerdos. Deseaba llenarse el estómago de las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitando pensó: A cuántos jornaleros de mi padre les sobra el pan mientras yo me muero de hambre. Me pondré en camino a casa de mi padre y le diré: He pecado contra Dios y te he ofendido; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Trátame como a uno de tus jornaleros. Y se puso en camino a casa de su padre. Estaba aún distante cuando su padre lo divisó y se enterneció. Corriendo, se le echó al cuello y le besó. El hijo le dijo: Padre, he pecado contra Dios y te he ofendido, ya no merezco llamarme hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: Enseguida, traed el mejor vestido y vestidlo; ponedle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traed el ternero cebado y matadlo. Celebremos un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado. Y empezaron la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Cuando se acercaba a casa, oyó música y danzas y llamó a uno de los criados para informarse de lo que pasaba. Le contestó: Es que ha regresado tu hermano y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado sano y salvo. Irritado, se negaba a entrar. Su padre salió a rogarle que entrara. Pero él respondió a su padre: Mira, tantos años llevo sirviéndote, sin desobedecer una orden tuya, y nunca me has dado un cabrito para comérmelo con mis amigos. Pero, cuando ha llegado ese hijo tuyo, que ha gastado tu fortuna con prostitutas, has matado para él el ternero cebado. Le contestó: Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. Había que hacer fiesta porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado”. Palabra del Señor Breve homilía Oración de files (ver material de apoyo) Oración del Padre Nuestro El sacerdote que preside invita a los participantes a tomarse de las manos en señal de unidad y reconciliación y entona la oración del Padre Nuestro. Oración final Dios omnipotente y misericordioso, que admirablemente creaste al hombre y más admirablemente aún lo redimiste, que no abandonas al pecador, sino que lo acompañas con amor paternal. Tú que enviaste a tu Hijo al mundo, para destruir con su pasión el pecado y la muerte, y para devolvernos con su Resurrección la vida y a alegría; tú que has derramado el Espíritu Santo en nuestros corazones para hacernos herederos e hijos tuyos; tú que nos renuevas constantemente con los Sacramentos de Salvación, para liberarnos de la esclavitud del pecado y transformarnos de día en día, en una imagen cada vez más perfecta de tu Hijo

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amado. Te damos gracias por las maravillas de tu misericordia, te alabamos con toda tu Iglesia, cantando para ti un cántico nuevo con nuestros labios, nuestro corazón y nuestras obras a ti que como Señor vives y reina por los siglos de los siglos. Amen. Bendición final e invitación a la confesión

ACTO MARIANO

LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA MADRE DE LAS

MISERICORDIAS Materiales: (Hacer en fomi o cartulina varias rosas, o flores reales suficientes para los asistentes, veinticinco rosas llevan inscritas la obras de misericordia (no importa que se repitan); y las otras veinticinco llevan frases bíblicas sobre la misericordia. Comentario inicial Celebremos juntos la misericordia de Dios de la mano de María, cuya vida estuvo plasmada por la presencia de la misericordia hecha carne. Nuestra Diócesis de Santa Rosa de Osos, puesta al amparo maternal de la Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora de las Misericordias, se confía a ella, en este año jubilar, rogándole nos enseñe a ser misericordiosos como el Padre. Madre de las Misericordias, no te canses de volver tus ojos misericordiosos sobre nuestra Diócesis y haznos dignos de contemplar el rostro de la misericordia en tu hijo Jesús. Inicio del Santo Rosario Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Jesús mi señor y redentor… El director, después de haber escogido quiénes van a encorar el Santo Rosario, les entrega los misterios dolorosos

Misterios dolorosos:

1° la oración de Jesús en el huerto de los olivos 2° la flagelación de Jesús atado a una columna 3° la corona de espinas impuesta a Jesús 4° la cruz pesada que cargó Jesús camino al calvario 5° la crucifixión y muerte de Jesús en la cruz

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Descripción del acto: El organizador del acto mariano escogerá con qué grupos lo desea trabajar. La idea del acto mariano es formar un rosario con los participantes, meditando los misterios dolorosos. Cada persona entona un “ave María” y el grupo responde Santa María Madre de Dios... La persona que esté rezando el ave María, ha de tener una rosa con una de las obras de misericordia o, en su defecto, un destinatario de tal obra, cuando cada participante acabe de rezar el “Ave María”, lee los que está escrito en la rosa, la coloca en el suelo, hasta formar una camándula. Cuando llegue el momento del ¡Gloria!, el moderador pide que repitan después de él, “compadece mis miserias por tú gran misericordia”, cabe recordar que el acto va dirigido a Nuestra Señora de las Misericordias como advocación especial de nuestra Diócesis y a la cual todos nuestros sacerdotes hacen su consagración. Oración final. ¡Oh! Madre de Misericordia, socorro de los cristianos, ministra fidelísima de la Divina Providencia, tesorera de todas las gracias, acordaos de que nunca se ha oído decir que hayáis dejado sin consuelo a los que devotamente han acudido a vos. Ved, aquí, porque lleno de confianza en vuestra misericordia y en vuestra liberalísima generosidad, me prosterno humildemente a vuestros pies, para que os dignéis escuchar mis súplicas. Alcanzadnos la Santa Providencia, es decir, las gracias en todas nuestras necesidades espirituales y también la providencia temporal, necesaria para dirigir nuestra vida en este valle de lágrimas. A vuestro corazón afectuoso y maternal encomiendo fervorosamente la Santa Iglesia, el Soberano Pontífice, los agonizantes, la conversión de los pecadores, la propagación de la fe y en fin, las almas que sufren en las crueles llamas del purgatorio, esposas elegidas del Señor, para que sean pronto consoladas por la entrega en el eterno refrigerio. Amén. Al final se reza o canta la Salve a Nuestra Señora y se agradece a los presentes, haciendo énfasis en la misericordia de la Santísima Madre de Jesús, reflejada en la paciencia, amor y entrega a su hijo y manifestada en los diversos santuarios donde miles de devotos reciben muchos favores.

CANTEMOS LA MISERICORDIA DEL SEÑOR

1. TAN CERCA DE TI

Coro: Tan cerca de ti, tan cerca de mí, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. (Bis) Le hablaré sin miedo al oído, le contaré las cosas que hay en mí; y que solo a Él le interesaran, Él es más que un padre para mí...

- No busques a Cristo en lo alto, Ni lo busques en la oscuridad; muy cerca de ti, en tu corazón,

puedes adorar a Tú Señor...

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- Míralo a tu lado por la calle, caminando entre la multitud; muchos ciegos son, porque no lo ven, ciegos de ceguera espiritual.

2. EL HIJO PRÓDIGO

- Como el hijo prodigo, yo andaba por este mundo, en trivialidades y placeres falsos. Los falsos amigos, pronto se marcharon y la soledad mi vida entera entristeció y la soledad mi vida entera entristeció.

- Padre perdóname, solo contra Ti pequé, no merezco alabarte, siendo Tú un Dios tan bueno. Ten

piedad de mis pecados, por favor acéptame, quiero volver a servirte, padre contigo me regocijaré.

- Padre perdóname, solo contra Ti pequé, no merezco alabarte, siendo Tú Dios tan bueno, ten

piedad de mis pecados ¡por favor acéptame, quiero volver a servirte, Padre contigo me regocijaré.

3. CRISTO TE NECESITA PARA AMAR

- Cristo te necesita para amar, para amar, Cristo te necesita para amar (2).

Coro: no te importen las razas ni el color de la piel, ama a todos como hermanos y haz el bien (2).

- Al que sufre y al triste dale amor, dale amor, al humilde y al pobre dale amor (2). - Al que vive a tu lado dale amor, dale amor, al que viene de lejos dale amor (2). - Al que habla otra lengua dale amor, dale amor, al que piensa distinto dale amor (2).

4. CON NOSOTROS ESTA

Coro: con nosotros está y no lo conocemos, con nosotros está, su nombre es El Señor. (Bis)

- Su nombre es el Señor y pasa hambre, y clama por la boca del hambriento, y muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar temprano al templo.

- Su nombre es el Señor y sed soporta, y está en quien de justicia va sediento, y muchos que lo

ven pasan de largo, a veces ocupados en sus rezos.

- Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia del amor hiela sus huesos, y muchos que lo ven pasan de largo, seguros y al calor de su dinero.

- Su nombre es el Señor y enfermo vive, y su agonía es la del enfermo, y muchos que lo saben no

hacen caso, tal vez no frecuentaban mucho el templo.

- Su nombre es el Señor, y está en la cárcel, está en la soledad de cada preso, y nadie lo visita y hasta dicen: tal vez ese no era de los nuestros.

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5. LA MISERICORDIA DEL SEÑOR ES ETERNA (Salmo 117)

Coro: éste es el día en que actuó el Señor; sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡Aleluya, Aleluya!

- Que lo diga la casa de Israel, es eterna su misericordia, que lo diga la casa de Aarón, es eterna

su misericordia, que lo digan los fieles del Señor, es eterna su misericordia.

- Escuchad: hay cantos de victoria, en las tiendas de los justos: "La diestra del Señor es poderosa; es excelsa la diestra del Señor". "La diestra del Señor es poderosa; es excelsa la diestra del Señor".

- Abridme las puertas del triunfo, y entraré para dar gracias al Señor. Ésta es la puerta del Señor:

los vencedores entrarán por ella. Yo no he de morir, yo viviré para contar las hazañas del Señor.

6. MISERICORDIA MI DIOS POR TU BONDAD (Salmo 50)

Coro: perdón, Señor, perdón, perdón, Señor, perdón.

- Misericordia, mi Dios, por tu bondad, por tu inmensa compasión, borra mi culpa, lava de todo mi delito, y limpia todo mi pecado.

- Reconozco mi culpa, Señor, tengo siempre presente mi pecado,

contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces.

- Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados, enseñaré a los malvados tus caminos, volverán a ti los pecadores.

- Líbrame de la sangre, mi Dios, y cantará mi lengua tu justicia, abrirás mis labios, Señor, y mi

boca cantará tus alabanzas.

7. SI ME FALTA EL AMOR

- Aunque yo dominara las lenguas arcanas, y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana, si me falta el amor.

Coro: si me falta el amor, no me sirve de nada, si me falta el amor, nada soy. (2)

- Aunque todos mis bienes dejase a los pobres, y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo

aquello sería una inútil hazaña, si me falta el amor.

- Aunque yo desvelase los grandes misterios, y mi fe las montañas pudiera mover, no tendría valor, ni me sirve de nada, si me falta el amor.

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8. DANOS UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR

Coro: danos un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar.

- Hombres nuevos, creadores de la Historia, constructores de nueva humanidad, hombres nuevos que viven la existencia, como riesgo de un largo caminar.

- Hombres nuevos, luchando en esperanza, caminantes, sedientos de verdad, hombres nuevos,

sin frenos ni cadenas, hombres libres que exigen libertad.

- Hombres nuevos, amando sin fronteras, por encima de razas y lugar, hombres nuevos, al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

(Fuente: musica.com)